La Identidad Profesional Del Docente Universitario
La Identidad Profesional Del Docente Universitario
La Identidad Profesional Del Docente Universitario
En otros países europeos en donde la formación es para ser profesor, saben que los
problemas con los que hay que lidiar constantemente, tienen que ver con la docencia,
por tanto, su formación tiene que ver con ser docentes. Por ello para ser profesor de
secundaria no tiene que saber tantísimo de su materia, como saber aproximar esa
materia a los alumnos con los que está trabajado y eso es lo que debe acontecer en la
universidad. Esa capacidad es la que tiene que ver con la identidad de profesor en la
que está trabajando.
Muchas veces estamos pidiendo a nuestros estudiantes cosas que nosotros mismos,
hemos conseguido entender después de todos los años de universidad, después de
nuestro trabajo como investigadores, y pensamos que para ellos es muy fácil de
entender porque ya lo hemos explicado en clase.
En un futuro el papel de los profesores va cambiar, pero sin duda vamos a seguir
siendo artífices importantes, pero no únicos, dela formación de nuestros estudiantes,
esto es muy importante tomarlo en consideración.
Los profesores tendremos a ser diseñadores de recursos, por eso se nos dice gestores
del proceso de aprendizaje.
La pedagogía tradicional indica que los profesores tienen que ser buenos en disciplinar,
aunque en la actualidad se sabe que en lo que realmente se debería ser bueno es en la
formación pedagógica aunado con las cualidades personales, aunque esto es no es
tan fácil de lograr debido a que uno de los problemas principales para lograr esta
combinación es el romper tabúes sociales.
Esto no indica que se le deba resta importancia a la formación disciplinar, pero cada
día es más notorio que la formación pedagógica gana más terreno, ya que para poder
lograr una buena docencia universitaria se necesita tener un alto nivel de preparación,
de ahí la exigencia de actualizaciones y evoluciones.
El profesor excelente tiene que ser el mejor de los profesores competentes además de
ser capaz de autoreflexionar y revisar su propia práctica docente, participar en
programas de innovación didáctica y tener la capacidad para el desarrollo curricular.
Poco a poco con la capacidad docente aumenta siempre y cuando las competencias se
apliquen y se desarrollen aún más.
Para tener éxito, es necesario que los docentes tengan un sentido claro de identidad.
Saber quién es uno, en qué circunstancias enseña y qué influye en nuestra docencia es
esencial para la práctica de una personalidad apasionada.
Algunos investigadores (Nias 1989, 1996; Hargreaves, 1994; Sumsion 202), han
señalado que las identidades del docente no sólo se crean a partir de aspectos
técnicos de la enseñanza, sino también: “puede conceptualizarse como el resultado de
la interacción entre las experiencias personales y el entorno social, cultural e
institucional en el que se desenvuelven a diario.
Ser activista requiere valor, confianza en no mismo, clara comprensión de fines morales
y compromiso. Es promover la clase de competencias y actividades necesarias para
una ciudadanía más capacitada y participativa que responda a las exigencias
complejas y cambiantes del entorno global.
2.- Autoestima: Hasta qué punto es bueno o malo, según él y los demás.
1.- Estabilidad en el trabajo: Mantener su posición tras lograr sus ambiciones, lleva a la
satisfacción en el trabajo.
Las identidades son una amalgama de biografía personal, cultural, influencia social y
valores institucionales que pueden cambiar de acuerdo con la función y la
circunstancia. Las identidades son discontinuas, fragmentarias y sometidas a cambios.
Estas movilizaciones se producen en el espacio que media entre la “estructura” (de las
relaciones entre poder y estatus) e “influencia” (el influjo que podemos tener nosotros y
otras personas), y la interacción entre éstas repercute en la forma de verse a sí
mismos, en su identidad personal y profesional.
La emoción es un vínculo necesario entre la estructura social, por regla general, las
emociones no obligan si no que inclinan, son provocadas por las circunstancias y se
experimentan como una trasformación de las disposiciones para actuar.
Para enseñar bien no solo depende de saber que enseñar, sino también de conocer a
quienes se enseña, ya que las personas cambian con el tiempo de acuerdo a los
cambios vitales y sociales, los docente tienen revisar sus propias identidades con el fin
de mantenerse en conexión.
La importancia de la pasión para el trabajo de los profesores en relación con sus fines
morales, afecto y comprensión e identidades emocionales están directamente
relacionadas con el compromiso, este término se utiliza para distinguir a quienes se
entregan y toman en serio el trabajo, de quienes ponen por delante sus propios
intereses.
“Cada día es un reto, yo no deseo hacer más que lo que estoy haciendo, con los años,
parece que el entusiasmo crece, en vez de desvanecerse”.
La enseñanza no puede limitarse a ser un trabajo sino se tiene que sentir pasión por
ella.
Los maestros que aún mantiene su compromiso, han tenido que modificado su enfoque
y canalizarlo de distintas maneras.
Los docentes se deben aceptar con sus virtudes y defectos, al igual que estar
preparados para seguir adelante modificando su forma de hacer las cosas, aceptando
nuevas ideas.
Ser apasionadamente comprometido implica buscar formas más eficaces para que el
alumno aprenda.
Los maestros deben reflexionar sobre lo que hacen, dejar tiempo y espacio para
meditar en lo que ocurre o no ocurre, en el desarrollo de los alumnos.
Para que la enseñanza sea eficaz se debe tener un equilibrio entre el compromiso
intelectual y emocional, siendo el segundo un factor elemental para trabajar con otros,
debilitándose si no se siente apreciado.
Primero hay que estar satisfechos intelectual y emocionalmente antes del compromiso
docente.
Confiar en la capacidad para enseñar a los alumnos difíciles hace al docente confiado.
Los docentes eficaces tienen que sentirse emocionalmente cómodos, tener convicción
en mejorar las condiciones de vida de los estudiantes para obtener cambios positivos
en ellos.
En Inglaterra hay evidencias de una crisis de identidad en los docentes por la falta de
motivación y satisfacción en el trabajo.
La satisfacción en el trabajo puede ser por la comodidad y/o por la realización personal.
Existe una relación directa entre identidad, compromiso y eficacia con la satisfacción en
el trabajo y las estructuras organizativas.