El documento describe el concepto de fundamentalismo militar en el ejército de Guatemala. Se refiere al estricto cumplimiento de las leyes y normas que rigen al ejército, las cuales se basan en la historia, cultura e ideales del país. El ejército debe servir al bien común y promover la legalidad, seguridad, justicia e igualdad según la constitución. Los principios de disciplina, obediencia, lealtad y profesionalismo son fundamentales para el ejército y su misión de servir a los ciudadanos y
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El documento describe el concepto de fundamentalismo militar en el ejército de Guatemala. Se refiere al estricto cumplimiento de las leyes y normas que rigen al ejército, las cuales se basan en la historia, cultura e ideales del país. El ejército debe servir al bien común y promover la legalidad, seguridad, justicia e igualdad según la constitución. Los principios de disciplina, obediencia, lealtad y profesionalismo son fundamentales para el ejército y su misión de servir a los ciudadanos y
Descripción original:
Aspectos de la disciplina militar, los cuales se sustentan los Ejercitos del mundo.
El documento describe el concepto de fundamentalismo militar en el ejército de Guatemala. Se refiere al estricto cumplimiento de las leyes y normas que rigen al ejército, las cuales se basan en la historia, cultura e ideales del país. El ejército debe servir al bien común y promover la legalidad, seguridad, justicia e igualdad según la constitución. Los principios de disciplina, obediencia, lealtad y profesionalismo son fundamentales para el ejército y su misión de servir a los ciudadanos y
El documento describe el concepto de fundamentalismo militar en el ejército de Guatemala. Se refiere al estricto cumplimiento de las leyes y normas que rigen al ejército, las cuales se basan en la historia, cultura e ideales del país. El ejército debe servir al bien común y promover la legalidad, seguridad, justicia e igualdad según la constitución. Los principios de disciplina, obediencia, lealtad y profesionalismo son fundamentales para el ejército y su misión de servir a los ciudadanos y
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FUNDAMENTALISMO MILITAR
Si bien el término fundamentalismo se emplea públicamente asociado al radicalismo
religioso, en nuestro ámbito castrense se refiere al estricto cumplimiento de las leyes y normas que nos atañen. Particularmente, el fundamento de las instituciones como el Ejército viene de su historia, de la cultura, de las leyes y reglamentos, y principalmente de los principios que poseen sus integrantes Al leer el preámbulo de la Constitución Política de la República de Guatemala vemos que la misma se plantea como fin organizar jurídica y políticamente al Estado, el cual será el responsable de la promoción del bien común, de la consolidación del régimen de legalidad, seguridad, justicia, igualdad, libertad y paz. El mismo texto recalca que lo anterior debe estar inspirado en los ideales de nuestros antepasados y recogiendo nuestras tradiciones y herencia cultural en una marco de derecho y respeto a los derechos humanos. En ese entramado organizativo, el Ejército es una parte del mismo y de ello emana el sustento de decir que “Guatemala es nuestra razón de ser”. Para esto, nuestra Carta Magna establece los fines de la institución en el artículo 244 complementado con el deber de brindar cooperación en el 249. Ambos conocidos ampliamente por todo soldado y que marcan el norte de nuestro accionar. Deseo recalcar dos aspectos, los principios y nuestras características, los cuales sirven de base para todo lo que somos y hacemos. Los principios de disciplina y obediencia como soporte de una organización jerárquica, han permitido constituirnos en una institución sólida para hacer frente a nuestro compromiso, en un entorno de grandes cambios y dinámicas políticas, sociales y económicas, que demandan nuestra contribución en unión a otras las instituciones como garantes de la continuidad del Estado al servicio de los ciudadanos. El segundo aspecto se refiere a las características bajo las cuales nos enmarca la Constitución al establecer que el Ejército “Es único e indivisible, esencialmente profesional, apolítico, obediente y no deliberante”. Esta esencia de nuestra conformación es de ineludible cumplimiento y compromiso de todos los que formamos parte de la institución armada, siendo por tanto una obligación el mantenernos leales a estos fundamentos, nunca ignorarlos o dejarlos de lado, y mucho menos desobedecerlos. En relación a la lealtad, nuestro reglamento para el servicio en tiempo de paz nos indica que se “debe tener claro concepto de que la lealtad no solo es un deber constitutivo de la integridad militar, que obliga a ser siempre fiel a la bandera, a los principios constitucionales de la República y al Ejército de Guatemala, a las Instituciones del País y fiel a los Superiores; si no que incluye también la sinceridad, la veracidad incorruptible y franqueza, que en todos los escalones de la jerarquía constituye una obligación del subalterno frente a su superior jerárquico” (art. 347). Todo este andamiaje normativo sirve de soporte a nuestro diario accionar en función del cumplimiento de la misión, el bienestar de nuestros subalternos y el cumplimiento de las leyes, tal cual nos lo demanda el Señor Presidente de la República y Comandante General del Ejército. Para hacer efectiva esa directriz del mando debemos centrarnos en aspectos tales como la preparación del potencial que tenemos como militares. En ese sentido sabemos que “En la instrucción de todas las armas el comandante tendrá siempre presente que lo esencial es el entrenamiento para el combate, el que ha de prevalecer: aprovechar al máximo el terreno, emplear su armamento y equipo oportunamente y de manera apropiada, conservar el espíritu de unidad, mantener las disciplina y hacer de su personal unos excelentes combatientes. A esto dedicarán los comandantes todo su cuidado; inspirando a los soldados mucha confianza en su unidad y en las ventajas que ofrece una estricta disciplina y buen entrenamiento”.(art. 9 Reg. Serv. Tpo. Paz) Esto lo complementamos con nuestra actitud ante nuestros compromisos, ante los retos cotidianos y ante la adversidad, lo cual logramos teniendo siempre presente que “El honor militar impone el más exacto cumplimiento de todos los deberes, ordena ser disciplinados dignos, exige justicia en las acciones, no tolera la falta de caballerosidad y menos la cobardía; si las circunstancias lo demandan debe llegar hasta el sacrificio; no admite mentira, ni tampoco faltar a la palabra empeñada, que es para el militar la manifestación más exacta de su honor” (art. 368 Reg. Serv. Tpo. Paz) Vemos que tenemos obligaciones permanentes. Que nuestros lemas basados en lo que somos y para lo que somos deben ser a su vez mantenidos. Con ello Guatemala no dejará nunca de ser nuestra razón de ser. Por eso tenemos mucho por hacer y somos quienes tenemos la obligación de hacerlo. La herramienta inseparable para lograrlo es depositar nuestro quehacer en el Fundamentalismo Militar.