Hispanismo Argelino PDF

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I I.

I IISI'ANISMO ARGELINO: IMPORTANCIA Y PERSPECTIVAS

Ahmed Abi-Ayad
UNIVERSIDAD DE ORAN

El hispanismo argelino se arraiga directamente en la historia moderna de Arge-


lia, cuando las relaciones hispanoargelinas conocieron grandes dificultades con
los afrentamientos de los respectivos poderes durante casi tres siglos. Los dife-
rentes ataques y bombardeos de Argel, la presencia española en el Oranesado y
los continuos intercambios comerciales, sociales y diplomáticos hicieron pro-
fundos, complejos y muy interesantes los vínculos que nos relacionan hasta hoy
en día.
Además los Fondos de Archivos y Bibliotecas españolas conservan una do-
cumentación amplia y varia sobre nuestra historia e ilustran perfectamente
aquellos lazos que remontan a la época de Al Andalus a la cual son implicados
países árabes del Maghreb y de Oriente medio para quienes el hispanismo debe
imponerse como una necesidad vital para sus culturas respectivas.
El largo recorrido histórico común, marcado de múltiples interferencias par-
ticularmentes culturales, dejó en nuestro país importantísimas huellas españolas
que representan varios aspectos de su civilización y cultura. Recordar de paso
que en la región de Oran se pueden percibir hasta hoy elementos artísticos refe-
rentes a edificios militares, fortalezas, placas conmemorativas, fachadas de casas,
portales, como también Índices lingüísticos incorporados en el hablar argelino
popular, o sea un auténtico léxico castellano integrado y usado espontáneamente
por la gente.
Las miradas cruzadas por ambas orillas del Mediterráneo han cambiado mu-
cho y dejan paso, cada vez más, a percepciones e imágenes menos perjudiciales
y negativas. Con la evolución de las mentalidades se nota una mejoría en las re-
presentaciones mutuas y hay una mayor preocupación por los intereses comunes
con verdadero espíritu de progreso y paz entre los pueblos.
Ahora bien, las cosas que tenemos en común, tanto españoles como argeli-
nos, resaltan en los factores sociales, históricos, geográficos, arquitectónicos,
lingüísticos y otras cosas más, dentro de un Mediterráneo testigo y evocador de
las respectivas civilizaciones ribereñas.
En consecuencia, es preciso valerse de todas estas experiencias como rique-
zas para explotarlas con vistas al futuro y al desarrollo de nuestras sociedades.
La importancia de la lengua española para nosotros los Argelinos, además de
por ser una lengua de cultura y civilización no de menor categoría en el mundo
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cultural actual y futuro (320 millones de hispanohablantes, con 21 países cuya


lengua es el español) reviste un carácter especial desde el punto de vista de
nuestras relaciones no sólo con la Península Ibérica, sino también con el mundo
latinoamericano, en donde, una parte de su comunidad es de origen árabe.
Cabe señalar primero que había una estrecha colaboración de intercambios
múltiples entre Argelia y la España musulmana en la época medieval; luego,
esta situación fue rompiéndose después de la caída de Granada en 1492, para fi-
nalmente hundirse en conflictos políticos que duran hasta la liberación de Oran
en 1792 y la retirada definitiva de los españoles del territorio oranés.
Hay que decir también que esta lengua española se arraigó progresivamente
a lo largo de nuestra historia común y desempeña hoy un papel importante para
nosotros al considerar todos estos intercambios y niveles de interferencias.
Su función constituye una necesidad doble.
Además de ser una lengua de cultura y apertura hacia España y América La-
tina, representa un instrumento de conocimiento imprescindible para la investi-
gación científica y el descubrimiento de datos e informaciones sobre la Historia
de la época moderna de Argelia.
Lo cual pone de relieve el interés fundamental que abarca la enseñanza del
español en Argelia, enseñanza que debe privilegiar la práctica del idioma caste-
llano que ha de conquistar más espacio pedagógico en las instituciones secunda-
rias y universitarias, puesto que la historia moderna de Argelia está escrita en
español y en osmani (turco antiguo), y yace en los fondos de archivos españoles.
Creo que es de suma importancia, interesarse todavía mucho más por el español,
difundirlo para que sea la vanguardia de las futuras generaciones, adaptándolo
así a las realidades socioculturales de ambos países.
En esta línea, el seminario de hispanistas de Oran organizado hace dos años
en la capital del oeste del país traduce mejor esta preocupación nuestra sobre la
importancia del hispanimo y su relación con una panoplia de temas comunes.
Así, tanto profesores e investigadores argelinos como españoles se reunieron
para discutir acerca de la enorme y profunda significación de dichas interferen-
cias ilustradas a lo largo de la historia a través de una temática rica y varia que
abarca muchos aspectos de literatura, civilización, didáctica de la lengua espa-
ñola, teatro, monumentos españoles, imigración, préstamos lingüísticos, etc.1
En esta perspectiva, es evidente señalar que el campo de investigación que se
ofrece a los hispanistas argelinos, es amplísimo y de sumo interés en tanto que
cubre toda la región del Magreb y proporciona por lo tanto una panoplia variada
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1
La evocación de los títulos de las comunicaciones permite una mejor aproximación y aprehensión
de los numerosos temas abordados durante estas dos jornadas. «Cervantes y Argelia», «Oran,
España y Cervantes», «el Tratado de paz de 1786», «El Hispanismo en Oran», «La Enseñanza
del Español en Argelia», «Malentendidos lingüísticos y hegemonías culturales», «La emigra-
ción magrebí (argelina) en España», «Imaginario ibérico en la literatura magrebí», «El Teatro
como posible intermediairio en la la relación hispano-arabe», «El Legado andalusí, restauration
et Conservation des monuments historiques d'Oran etc.».
EL HISPANISMO ARGELINO 39

de materias en las ciencias humanas imprescindibles para todos los investigado-


res muy preocupados por dichos lazos comunes.
En lo referente a eso, cabe dar conocimiento aquí de la existencia de centros
y unidades de investigación en las Universidades argelinas (Oran, Argel, Cons-
tantine) por no citar más que éstas, que investigan seriamente, por un lado sobre
múltiples aspectos de la España musulmana, como por ejemplo, estudios anda-
lusíes, los moriscos, la literatura hispano árabe, el sufismo, etcétera, y por otro
lado sobre las relaciones hispano-magrebíes e hispano-argelinas en la época
moderna y contemporánea, cuya importancia histórica es capital y además pro-
porciona, afortunadamente, ricos y abundantes fondos archivos españoles, para
estudiar y analizar hondamente nuestros vínculos históricos, comprender mejor
nuestras semejanzas y discrepancias con respecto y consideración y por fin res-
tablecer y destruir mitos e imágenes negativas que sólo nos alejan más que nos
acercan, y por lo tanto poder así enriquecer y participar realmente en la reescri-
tura de nuestras respectivas historias.
Todo eso coloca al hispanista en un lugar privilegiado y va dando al Hispa-
nismo argelino un impulso cada vez mayor y, a su vez, generador de nuevos
descubrimientos culturales y amplios conocimientos no ajenos a nuestro pasado
y tradición.
Para nosotros, el Hispanismo no es sólo una cultura, deleite, afición al estu-
dio de la lengua y literatura hispánicas para poder comunicar, intercambiar y
educarse en distintas ramas de las ciencias y humanidades, sino también, un
instrumento eficaz y necesario para poder acceder a la valiosa y abundante do-
cumentación hispánica y tener de esta forma acceso al estudio y evaluación de
obras, estudios, trabajos críticos, comentarios, artículos y cuanto más sobre
nuestras seculares relaciones, al igual que alcanzar el conocimiento y descubri-
miento de nuestros antepasados hispanoárabes y descubrir otras imágenes y ver-
siones de sus distintas actividades y manifestaciones diarias con nuevos y plau-
sibles enfoques de interpretación.
Inclusive, el Hispanismo nos permite ascender lejos en el tiempo y dar con
otras fuentes escritas que facilitarán una nueva aprehensión y evaluación de las
respectivas relaciones que nos unen al mundo español desde ya muchos siglos,
con el fin de llegar a una mayor comprensión y mejor cooperación.
Si los lazos hispanoárabes se remontan a más de diez siglos de historia co-
mún en el marco del Mediterráneo, el Hispanismo, sin embargo, es relativa-
mente reciente en Argelia, puesto que consideramos que los primeros pasos
hispanistas se dieron en los baños de Argel en el siglo XVI, precisamente du-
rante la significativa cautividad de Miguel de Cervantes y otros muchos es-
clavos españoles.
A partir de aquel momento, el español corría por las callejuelas de la ciudad
argelina, empleado tanto por misioneros religiosos y viajeros españoles como
por cautivos, moriscos y corsarios.
Con relación a eso, un contemporáneo de Cervantes, el viajero y cronista
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Haedo2 enumera las tres principales lenguas habladas por los habitantes de Ar-
gel: «primero, el Turco u Osmanli, luego el Árabe utilizado generalmente por
todo el mundo, y por fin la lengua franca, llamada "frinca" por los musulmanes,
constituye una mezcla de unas cuantas lenguas mediterráneas, con gran predo-
minio del español».
¿Sería, pues, seguramente el principio del Hispanismo argelino en el estado
embrionario?
Es importante señalar que después de la reconquista del último reino nazarí
en 1492, las relaciones hispano-argelinas sufrieron graves incidentes y duros
golpes, debido a las frecuentes incursiones argelinas en tierras españolas para ir
al socorro de sus correligionarios, continuamente amenazados y reprimidos por
las leyes inquisitoriales.
En aquel tiempo, Argel tomó rápidamente importancia y volvió a ser capital
mediterránea y gran potencia política, temida por los países occidentales, como
lo afirma Georges Camamis,3 refiriéndose al libro de Haedo: «es el testigo más
fiable de la geografía histórica, etnografía, costumbres, régimen político y mili-
tar, fortificaciones y descripción urbana del Argel que hizo temblar, durante
muchas décadas, a todas las potencias cristianas de Europa, desde Inglaterra a
Venecia».4 Dada su posición estratégica y su hegemonía política en la cuenca
mediterránea, Argel provocó la furia de los Occidentales y el enojo del imperio
español que intentó, más de una vez, bombardearla y asaltarla infructuosamente
y sin éxito.5
Basta mencionar de paso la gran expedición española dirigida por el propio
rey Carlos V y su comandante Hernán Cortes en 1541 contra Argel y que termi-
nó en un fracaso desastroso.
Argel era también una ciudad cosmopolita y puerto de gran actividad marí-
tima, donde afluían navios llenos de mercancías, misioneros religiosos y parti-
culares para negocios y rescates de los cautivos españoles y otros.
Entonces, la lengua de comunicación para el trato de los rescates y de los
negocios era sin duda la lengua franca, que traía muchos hispanismos, al consi-
derar el extenso número de cristianos españoles cautivos en los baños de Argel

" Diego de Haedo, Topographia e Historia gneral de Argel, Valladolid, 1612. Obra muy importante
para el estudio de la historia de Argel de los siglos XVI-XVII.
3
Georges Camamis: Estudioso del tema de la cautividad en Argel, investigador y profesor en la
Universidad de Nueva York.
4
Nordine Malki, Bibliographie critique sur VHistoire de l'Algérie, XVI - XIX Siécle, t. II, Oran:
Université d'Oran, pág.123.
5
Rappelons a titre d'exemple, que les nombreuses tentatives entreprises par le grand et puissant
empire espagnol pour s'emparer d'Alger, furent toutes vouées á l'echec et connurent une écra-
sante défaite. L'expedition de Diego de vera en 1516, de Hugo de Moneada dux ans aprés en
1518, la célebre expédition du roi Charles Quint, lui méme, en 1541, le grand échec de philippe
II en 1601, ect., ect. Voir mon árdele «Les Bombardements d'Alger de 1783 et 1784 a travers
quelques documents littéraires espagnols» in Mélanges: Charles Roben Ageron, t. I, Edit. Te-
mimi, FTERSI, Zaghouan, Tunisie, Juin 1996, págs. 19-53.
EL HISPANISMO ARGELINO 41

(en el Trato de Argel, de M. de Cervantes, se hace referencia a 6.000 cautivos


cristianos).
Cervantes, en sus comedias dedicadas a Argel, en recuerdo a su cautiverio,
introduce varias expresiones turcas y árabes en su texto con diferente objetivo y
variada connotación.
Lo mismo debe ocurrir en textos árabes que incluen hispanismos; pero des-
graciadamente, los documentos árabes son escasos y su mayoría conocieron el
exilio en bibliotecas españolas y francesas para poder justamente realizar inves-
tigación en este dominio.6
En el oeste de Argelia, la ocupación española duraba casi tres siglos, inte-
rrumpida sólo por una tregua de 24 años, o sea de 1708 a 1732, y en donde los
Españoles vivieron perpetuos ataques argelinos, aislados en sus fortificaciones y
sometidos a combates y duros asedios como los de 1563, 1632, 1676, 1680,
1708, etc., lo que confirmó el profesor Morales Oliver en su conferencia «Oran
y España»: «Oran empezó a ser atacada por los moros fuertemente de una mane-
ra permanente, y a veces perdiendo guarniciones enteras, como la del fuerte San
Gregorio, que se tuvo que defender, mandada por un fraile de sesenta y dos años
y con 50 hombres, que estuvieron allí hasta que murieron en medio de este
punto de heroísmo».7
Eso nada más para aludir a los frecuentes y continuos conflictos militares
hispano-argelinos, y que fueron también acompañados de paz y muchos inter-
cambios comerciales y sociales.
Esta ocupación española del oranesado, aunque larga y arrinconada en guar-
niciones aisladas de la población argelina, dejó sin duda alguna, muchas huellas
lingüísticas hispánicas que representan nuestro propio Hispanismo.
Recordamos el caso de Vicente García de la Huerta,8 exiliado de España en
los presidios de África, precisamente en Oran donde pasó muchos años allí y
pudo escribir la tragedia Raquel que se estrenó en el teatro oranés antes de que
saliera en Madrid, así como también una «égloga africana a la erección de la
estatua que dedicó el mariscal de campo, Don Eugenio de Alvarado, coman-
dante general de las plazas y fortalezas de Oran, a la memoria del rey, nuestro
señor, el 20 de mayo de 1772».9
En esta composición poética, intervienen varios personajes árabes como Ba-
chir, Amar, Suleyman, Brahim, etc., quienes durante sus diálogos emiten a me-
nudo comentarios sobre Oran, Argelia y España, al igual que sobre autoridades
militares cuyo papel fue significativo en la conquista y defensa de Oran.

41
6
El propio Ximénez de Cisneros llevó consigo, en 1509, muchos libros árabes sacados de las mez-
quitas de Oran y algunos de ellos están depositados en la biblioteca del Escorial.
1
Instituto de Estudios Africanos, Ti de noviembre de 1960.
8
V. García de la Huerta, la tragedia Raquel, B.A.E. Poeta y dramaturgo espagnol del siglo XVIII.
Ahmed ABI-AYAD, «Oran dans la Littérature espagnole XVI -XVIII Siécle» in Sharq Al Andalus
n.° 7, Alicante: Universidad de Alicante, 1990.
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Todo eso dejó influencias españolas involucradas esporádicamente en el


pensamiento y el idioma árabes. Inclusive son numerosos los apellidos, escudos
españoles que designan monumentos, lugares, plazas y calles de la ciudad, tal
como Santa Cruz, calle Ximenez de Cisneros, calle Cervantes, el fuerte San
Gregorio, plaza de la perla, calle de Madrid, etcétera.
Más tarde, con la conquista de Argelia por los franceses, se facilitó la emi-
gración española para poblar el país de europeos y tener una mano de obra fácil
y barata. Poco a poco la comunidad española, ya acostumbrada, se arraigaba y
se concentraba principalmente en el oranesado, que ofrecía características físi-
cas similares a las costas españolas.
Esta comunidad se organizó y creó numerosos periódicos destinados a sus
lectores, lo que contribuyó a la aportación y al fomento del Hispanismo argelino
en el vecindario oranés.10
Luego, al comienzo del nacimiento de los movimientos políticos argelinos
para la independencia en la década de los 40, y que coincidió más o menos con
el éxodo de intelectuales y funcionarios españoles huyendo del régimen dictato-
rial de Franco, aquellos nuevos residentes ibéricos, ya oprimidos, aplastados y
recién acosados por la dictadura de su propio país, reaccionaron favorablemente
a la causa argelina para la independencia, al ver la injusticia y la explotación
con que el colonialismo francés trataba a los nativos.
Inclusive, se puede decir, que los Argelinos muy vinculados a los españoles
desde ya muchos años por las razones que hemos visto, encontraron un eco fa-
vorable, más solidaridad y comprensión en la comunidad española con la cual se
convivía cariñosamente y trataba amistosa y diariamente durante casi un siglo
de dominación francesa.
Dadas estas circunstancias de convivencia, entendimiento, cohesión e inter-
cambios diarios entre la comunidad argelina y española, el Hispanismo conoció
más esplendor y resonancia, entrando rápidamente en competencia con el fran-
cés, lengua del enemigo, a tal punto que en el oeste de Argelia, particularmente
en las zonas pesqueras, el español se hablaba corrientemente, y muchos Argeli-
nos, después del árabe, preferían comunicarse en español. Así se da la oportuni-
dad, de ver hasta hoy en día, hispanismos empleados en la lengua diaria de los
pesqueros o vendedores de pescado que designan su mercancía u objetos con
voces españolas como por ejemplo: gambas, salmonete, cipia, raya, besugo, ba-
jeles, gancho, filetes, etcétera.
Otros muchos hispanismos están involucrados en nuestro árabe y perduran
todavía en el lenguaje cotidiano del pueblo tal como: ojo, tonto, calentica, ma-
mía, chica, nabos, viejo, amigo, señor, adiós, o cuantas otras palabras de apa-
riencia española y que son en realidad de origen árabe como azotea, armario,
almohada, hola, ojalá, etcétera.
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10
Hubo alrededor de 10 periódicos sólo en la ciudad de Oran y constan cada uno de 4 a 5 folios. Se
pueden consultar en la biblioteca de la Wilaya de Oran.
EL HISPANISMO ARGELINO 43

Como ilustración a este Hispanismo popular argelino, cito la experiencia que


tuve personalmente, como principiante en el idioma español, al encontrarme con
un anciano argelino, quien al darse cuenta que yo estudiaba el Español, me con-
versaba en esta lengua con una facilidad espantosa y un acento muy andaluz que
yo no podía entender en aquel momento.
Muchos otros factores incrementaron el desarrollo del Hispanismo, como los
trabajos en campos agrícolas, zonas pobladas y pobres donde las comunidades
hispano-argelinas se reunían para enfrentarse a problemas comunes de una vida
dura y pésima frente a la miseria y la explotación que les proporcionaba el colo-
nialismo francés.
Todas estas circunstancias favorecieron la implantación del hispanismo en
nuestro país, aunque, cabe decir, que en ciertas áreas de oficios y en determina-
dos sitios con más o menos frecuencia y predominio: lenguaje pesquero, agri-
cultura, barrios populares etcétera..., y en el arte de la tauromaquia dada la
existencia de una plaza de toros en la ciudad de Oran.
Más tarde, en la Argelia independiente, la Universidad tomó el relevo de este
Hispanismo sobre bases científicas y académicas, abriendo Departamentos de
Traducción y de la enseñanza del Español en Oran y Argel.
Pronto, en la década del 80, se establecieron unidades de investigación en las
cuales se percibía y resaltaba claramente la importancia y el interés que repre-
sentaba el Hispanismo11 para nosotros.
Se evaluaba entonces, no solamente como idioma y cultura valiosos, sino
también como lengua e instrumento de investigación necesario e indispensable
en el conocimiento de nuestra historia, de nuestra identidad y evidentemente de
las relaciones hispano-argelinas que marcaron durante varios siglos nuestro
destino, dando lugar hoy, a más colaboración y mejor cooperación para poder
disfrutar, con provecho y satisfacción el abundante y rico tesoro, legado por la
civilización árabe en España.
Así, las autoridades respectivas, mucho más conscientes y sensibles al valor
inmenso del Hispanismo, llegaron a darle el mayor impulso, contribuyendo de
este modo a la formación de los hispanistas docentes e investigadores en España
con becas de estudios e investigación de corto y largo plazo.12
España empezó también a interesarse seriamente por el tema en estas últimas
décadas y fomenta este Hispanismo aportando una enorme contribución con di-
ferentes medios tal como el envío de libros y manuales españoles, material pe-
dagógico, audiovisuales y cintas, ayudas financieras de formación y de práctica
lingüística en el país mismo y hasta reuniones13 de hispanistas argelinos, magre-

43
11
En 1992, Organicé un Coloquio internacional en «Homenaje al Bicentenario de la Liberación de
Oran» con el tema «Fuentes españolas para la Historia de Oran».
12
Gracias a becas argelinas y de cooperación cultural con España, se complementó la formación de
muchos hispanistas argelinos.
13
Es necesario subrayar aquí la importante y dinámica actividad cultural llevada a cabo por el Cen-
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bies y españoles con el fin de profundizar y fortalecer los intercambios cultura-


les tan importantes y necesarios para el mantenimiento de la paz, la compren-
sión mutua y la mejor cooperación en nuestra cuenca mediterránea.
Es conveniente recordar aquí, que el Congreso Internacional que reunió a es-
critores e hispanistas magrebies con sus respectivos colegas españoles en Ma-
rrakech en 1989, para discutir y debatir cuantas cuestiones y temas comunes, tu-
vo verdadero éxito y significativas consecuencias culturales en el fomento de
nuestras estrechas relaciones y recíproco conocimiento.
Sin embargo, creo que es recomendable reanudar y desarrollar esta clase de
reuniones y encuentros para enriquecer e incrementar nuestros vínculos cul-
turales.
Ahora bien, después de este balance histórico, no se puede negar, hoy día, el
interés y la importancia del Hispanismo en el mundo y mucho más en los países
magrebies, y en particular Argelia, que lo considera como un medio capital para
la investigación, el conocimiento histórico, los diversos intercambios y sobre
todo como el mejor impulso e instrumento de la cultura mediterránea e hispa-
noamericana.
Y en lo referente, no cabe duda, que las perspectivas del futuro son múltiples
y prometedoras de mayores posibilidades de intercambios en todos los campos,
culturales, científicos, en las experiencias propias, y especialmente en la inves-
tigación de temas comunes (la didáctica de la enseñanza del español o el árabe
por ejemplo) que cimentarán y fomentarán las bases fundamentales del Hispa-
nismo o Hispanismos, y luego compartirlo todo, tanto con hispanistas árabes
como Hispanoamericanos a través de la Península Ibérica.

tro Cultural de la Embajada Española en Argel que, además, organizó con la colaboración del
Ministerio de la Enseñanza seminarios periódicos sobre la didáctica de la Enseñanza del Espa-
ñol para extranjeros sucesivamente en Argel y Oran. El profesorado argelino, muy contento de
esta iniciativa de cooperación cultural en forma pedagógica y práctica, desea que se reanuden
estos eventos científicos muy benéficos.

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