Prevencion Riesgo Exposicion Ruido

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Prevención del riesgo por

exposición al ruido
Índice

pág.

Introducción.............................................................................................................................4

1. ¿Qué es el ruido?..............................................................................................................4

2. ¿Qué se entiende por sonido?............................................................................................5

3. ¿Cómo se mide la cantidad de ruido?................................................................................5

4. ¿Todos los ruidos son iguales?............................................................................................6

5. ¿Cómo percibimos el ruido?...............................................................................................6

6. El mecanismo de la audición..............................................................................................6

7. ¿Qué efectos puede producirnos el ruido?..........................................................................7

8. ¿Cómo se controla el estado de tu capacidad auditiva?......................................................8

9. ¿Cómo se evalúa el grado de exposición al ruido?.............................................................8

10. ¿La protección de los trabajadores frente al ruido


está contemplada en la legislación?...................................................................................9

11. ¿Qué debe tenerse en cuenta a la hora de escoger


un equipo de protección adecuado?.................................................................................10

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Introducción
El ruido es un fenómeno al que estamos habituados y
no lo percibimos como algo que pueda perjudicarnos.
Sin embargo, permanecer frecuentemente en
ambientes en los que el ruido es elevado se convierte
en un riesgo para la salud.

Se ha demostrado cierta la relación entre el grado


de exposición al ruido y los efectos negativos sobre
la salud, concretamente en la disminución de la
capacidad auditiva. Ante este hecho, y dado el
elevado número de puestos de trabajo en los que
existe una exposición intensa al ruido, la prevención
frente a este contaminante tendrá una importancia Ruido ambiental
primordial.

Este manual pretende dar una visión sencilla y precisa acerca de las características del ruido, el riesgo que
comporta la exposición al mismo y las acciones encaminadas a la prevención de este riesgo.

En nuestros días el ruido nos acompaña casi de forma continua.

Actividades de ocio Exposición laboral (trabajo con prensas)

1. ¿Qué es el ruido?
El ruido es un sonido que resulta molesto y que puede perjudicar tu salud.

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2. ¿Qué se entiende por sonido?
Un cuerpo vibra y el aire transmite esa vibración en forma de ondas. Nuestro oído capta las ondas y las
interpretamos como un sonido.

Para que puedas oír bien, es necesario que cuando se produce un ruido estés situado en el recorrido de las
ondas emitidas. Si hay barreras entre el origen del ruido y tú, no lo oirás o lo oirás con menos intensidad. El
ruido también pierde intensidad con la distancia, cuanto más lejos estés menos ruido percibirás.

Las superficies de las paredes y los techos pueden absorber parte de las ondas sonoras, pero otra parte
“rebota” y es emitida de nuevo por la superficie. Si trabajas en un taller en el que funcionan varias máquinas,
el ruido que oyes es el que proviene de las máquinas más el que ha “rebotado” sobre las paredes y el techo.

3. ¿Cómo se mide la cantidad de ruido?


Igual que la distancia se mide en metros, el tiempo en segundos y el dinero en euros, el ruido se mide en
decibelios. La cantidad de ruido se llama también intensidad de ruido, nivel sonoro o nivel de presión acústica.

Si para medir la distancia utilizamos un metro y para medir el tiempo un cronómetro, necesitaremos un sonómetro
para medir la cantidad de ruido.

Los decibelios siguen una escala logarítmica. Esto quiere decir que no podemos sumarlos o restarlos de la misma
manera que hacemos con los segundos, los euros o los metros. Por eso, si estamos a 85 decibelios cuando
tengamos el doble de ruido el sonómetro no marcará 170 decibelios, sino solo 88 decibelios. Lo mismo ocurre
cuando queremos reducir el ruido: si un ruido baja 3 decibelios significa que hay la mitad de ruido menos.

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4. ¿Todos los ruidos son iguales?
No. Dos ruidos con igual intensidad, o sea, con los mismos decibelios, pueden ser muy distintos si uno es
agudo, como el de un silbato, y el otro es grave, como el de un tambor. La diferencia no está en los decibelios,
sino en las frecuencias. Las frecuencias se miden en herzios (Hz). Cada ruido está compuesto por sonidos de
diferentes frecuencias. En el ruido agudo predominan las frecuencias altas y en el grave las frecuencias bajas.

Tu oído es capaz de diferenciar frecuencias y tiene una sensibilidad distinta para cada grupo de frecuencias.
Cuando el ruido se mide en decibelios A, es cuando estamos teniendo en cuenta esta diferencia de sensibilidad
del oído a las diferentes frecuencias.

5. ¿Cómo percibimos el ruido?


Tu oído es uno de los sentidos más importantes a la hora de relacionarte con tu entorno. Puedes percibir sonidos
que estén entre los 0 dB(A) hasta los 120 dB(A). Por debajo de 0 dB(A) no tendrías sensación de sonido y por
encima de 120 dB(A) la sensación sería de dolor. Las frecuencias más graves que puedes oír son de 20 Hz y
las más agudas son de 20.000 Hz.

Si mantienes una conversación normal las frecuencias de tu voz estarán entre 500 y 2.000 Hz, las llamamos
frecuencias conversacionales.

6. El mecanismo de la audición
El aparato auditivo nos proporciona el sentido del oído. Este aparato puede dividirse en tres partes:

yy Oído externo: formado por la oreja


oído externo oído medio oído interno
y el canal auditivo, su misión es la
recogida de ondas y la transmisión al
oído medio.
yy Oído medio: formado por el tímpano,
la trompa de Eustaquio y la cadena de
huesecillos, debe transferir la energía
sonora al oído interno y amplificarla.
yy Oído interno: formado por la cóclea o
caracol, el órgano de Corti, el sistema
vestibular y nervio auditivo, transforma
la energía sonora en impulsos eléctricos
para ser transmitidos al cerebro.

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7. ¿Qué efectos puede producirnos el ruido?
No hay duda: la exposición a ruidos elevados (más de 80 dB(A)) es perjudicial para la salud de tu oído.
Algunas personas pueden tener efectos adicionales (trastornos digestivos, del sueño, taquicardias, nerviosismo,
etc.).

Un ruido muy fuerte, por ejemplo superior a 140 dB, aunque sea de muy corta duración (golpes, detonaciones,
explosiones), puede romper la membrana del tímpano. Este tipo de trauma o lesión acústica tiene carácter
accidental y se produce de manera inmediata.

Igualmente se producen lesiones acústicas cuando se somete el oído a frecuentes exposiciones a ruidos elevados.
En este caso el proceso es lento, progresivamente las células ciliadas de la cóclea mueren. La desaparición de
estas células, que son las responsables de la conversión a señales eléctricas del ruido para su recepción por el
cerebro, va minando nuestra capacidad auditiva. Las primeras células que se dañan tras exposición continua
a elevados niveles de ruido son las que captan las frecuencias de 4.000 Hz. Esta pérdida es detectada en la
revisión médica de la función auditiva denominándose hipoacusia de altas frecuencias (HAF).

Si la exposición al ruido continúa, se van dañando el resto de células hasta que la lesión llega a las frecuencias
conversacionales, se habla entonces de pérdida de audición social (PAS). Empezamos a tener dificultades en
entender a las personas que nos hablan. Lo primero que nos cuesta distinguir son las consonantes, no podemos
diferenciar palabras parecidas como “bien” y “quien”.

Quedarse sordo no es doloroso, a no ser que se trate de un accidente, pero un oído dañado no se recupera
nunca. Es muy importante protegerlo para evitar el avance de la lesión que, en definitiva, conduce a una mayor
pérdida de audición.

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8. ¿Cómo se controla el estado de tu capacidad auditiva?
Mediante una audiometría. Este tipo de prueba puede detectar el inicio de una sordera mucho antes de que la
persona pueda notarla puesto que el inicio del deterioro tiene lugar a frecuencias diferentes de las empleadas
en una conversación.

El médico comprueba la sensibilidad de cada oído a diferentes frecuencias: 125, 250, 500, 1.000, 2.000,
4.000, y 8.000 hercios. Cuando en algunas de estas frecuencias hay una pérdida de audición, la persona
necesita más intensidad de sonido para percibirlo.

Has de saber que una pérdida de audición no siempre proviene de un trauma acústico. La mayoría de las
personas pierden oído con la edad. Este tipo de sordera se llama presbiacusia y es un proceso natural.
Del mismo modo, existen enfermedades u otras causas, como ciertas medicaciones, que pueden afectar tu
capacidad auditiva.

9. ¿Cómo se evalúa el grado de exposición al ruido?


Es muy probable que a lo largo de un día de trabajo estés expuesto a distintos ruidos. Para conocer tu exposición
al ruido hay que tener en cuenta la intensidad y la duración de cada uno de ellos. Cuando hablamos de nivel
de ruido diario equivalente estamos teniendo en cuenta estos factores para determinar cuál es tu exposición
media al ruido durante una jornada laboral.

yy Operaciones de limpieza con pistola de aire comprimido, durante 1 hora de las 8 que componen la
jornada laboral:

Nivel de ruido medido durante esta operación= 98 dB(A).

yy Control de maquinaria de acabados textiles durante las 7 horas restantes:

Nivel de ruido medido durante estas operaciones= 84 dB(A).

yy Resultado final, nivel de ruido equivalente= 90 dB(A).

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10. ¿La protección de los trabajadores frente al ruido está
contemplada en la legislación?
Sí. El Real Decreto 286/2006 es la normativa específica que establece las medidas preventivas y de control
que deben aplicarse para proteger la salud de los trabajadores cuando existe exposición a ruido.

En función del nivel diario equivalente y del nivel de pico, se clasifican los puestos de trabajo en dos grupos.
Para cada grupo hay definidas unas acciones preventivas que tanto la empresa como el trabajador deben
poner en práctica. Veamos las que requieren tu participación directa.

Someterse a una revisión de la


Niveles de exposición a ruido Uso de tapones u orejeras Información y formación
función auditiva

Niveles de ruido diario Obligatorio.


equivalente iguales o
Las áreas de trabajo deben
superiores a 85 dB(A) y/o Al menos cada tres años.
estar señalizadas.
niveles de pico iguales o
superiores a 137 dB(C). Respeta la señalización.
Tienes que recibir información
y formación sobre los riesgos
que comporta tu nivel de
ruido y sobre las medidas
preventivas de aplicación.
Niveles de ruido diario
equivalente iguales o Debes tenerlos a tu disposición.
superiores a 80 dB(A) y/o Es muy recomendable Al menos cada cinco años.
niveles de pico iguales o utilizarlos.
superiores a 135 dB(C).

Adicionalmente se han establecido unos valores límite de exposición de 87 dB(A) y 140 dB(C) que no pueden
ser superados. No obstante, para calcular si se superan o no, es necesario restar al valor obtenido en la medida
de ruido ambiental la atenuación del protector auditivo que se esté empleando.

La empresa debe, además de facilitar al trabajador las medidas preventivas indicadas anteriormente, establecer
y ejecutar un programa de medidas técnicas y/o de organización destinado a reducir la exposición a ruido en
aquellos puestos de trabajo incluidos en el primero de los grupos que aparecen en la tabla.

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11. ¿Qué debe tenerse en cuenta a la hora de escoger un equipo
de protección adecuado?
Existen dos tipos de protección auditiva: tapones y orejeras. Como todo equipo de protección individual, deben
disponer de la certificación CE que ha de venir indicada en el mismo equipo o en el envase.

Si has de utilizar un protector auditivo durante toda la jornada laboral, es muy importante que te resulte cómodo.
También deberías tener en cuenta otros factores individuales, como pueden ser la intolerancia a un determinado
material de fabricación o haber padecido enfermedades de los oídos (en estos últimos casos se recomienda
consultar con un especialista antes de elegir un protector).

Existen muchos modelos, en cuanto a la forma y


material con el que están realizados, se trata de
que encuentres el que te resulte más confortable.
Piensa además que la molestia inicial desaparece
tras un periodo de adaptación, después del cual,
no notarás que lo llevas.

Elegir entre tapones u orejeras depende,


básicamente, del uso que vayas a hacer del
protector (continuo o eventual), de las características
del ambiente de trabajo (calor, humedad, polvo,
etc.) y de la actividad a desarrollar (esfuerzo físico
elevado, posturas difíciles, etc.).

Recuerda que existe un protector adecuado para


cada ocasión. El protector que más atenúa el ruido
no es necesariamente el mejor. Una atenuación excesiva puede hacer que te sientas aislado.

Aunque debes consultar la información que ofrece el fabricante de cada equipo en cuanto a su uso y
mantenimiento, se indican a continuación unas pautas generales:

yy Colocación: debes asegurarte que los protectores se ajustan correctamente, siguiendo para ello las
instrucciones del fabricante.
yy Uso: usa la protección durante todo el tiempo que dure la exposición al ruido y no te la quites para hablar.
Tras un periodo de adaptación conseguirás comunicarte con los protectores puestos, aunque ello suponga
tener que elevar el nivel de voz.
yy Higiene/sustitución: limpia y cambia tus protectores con la periodicidad que indique el fabricante. Siempre
que los toques que sea con las manos limpias, especialmente en el caso de los tapones.
yy Almacenamiento: deberías disponer de medios para guardar tus protectores en condiciones de limpieza
adecuadas (bolsitas, cajas, estuches, etc.).

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