Riesgos Industriales para La Salud

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Riesgos industriales para la salud:

Factores del ambiente

1.RUIDO:
Las operaciones sumamente mecanizadas, la aceleración del ritmo de las máquinas, la densidad
de la maquinaria en el lugar del trabajo y, hasta hace poco tiempo, la falta de conocimiento detallado
sobre las molestias y los riesgos debidos al ruido, han sido causa de que en muchas fábricas los
trabajadores hayan estado expuestos a niveles de ruido que actualmente se consideran excesivos.
El primer paso que hay que dar para disminuir los ruidos es medirlos. La unidad estandarizada para
esta acción es el decibel y se ha construido un instrumento para registrar los sonidos en esta
unidad. De acuerdo a la definición de la Colección Científica de Sonido y Audición, el sonido se
produce cuando un cuerpo se mueve de un lado a otro con suficiente rapidez para enviar una onda
a través del medio en el que está vibrando; sin embargo, el sonido, como sensación, debe ser
recibido por el oído y transmitido al cerebro.
El decibel, cuya abreviación es DB, se define como la variación más pequeña que el oído puede
percibir en el nivel del sonido. Cero decibeles son el umbral de la audición y 120 decibeles del dolor.
En sí no existe una definición rígida del ruido; pero tal fenómeno causa en el organismo humano:
1. Efectos patológicos
2. Fatiga
3. Estados de confusión; efectos psicológicos
4. Que el trabajador no perciba un peligro inminente.
No todos los individuos tienen la misma resistencia al ruido, algunos son hipersensibles al mismo.
La experiencia indica que cualquier ruido superior a 90 decibeles perjudica.
La acústica se orienta a la disminución del ruido y al reparto uniforme de la energía sonora. Parte
del control del ruido en su origen y su aislamiento posterior.
Es más fácil controlar ruidos diferenciados, intermitentes o de diferentes intensidades que aquellos
constantes, idénticos y demasiados cercanos.
La siguiente tabla 1 de nivel sonoro recomendable puede servir de punto de referencia para diseñar
áreas de trabajo.
Cabe hacer mención de la NORMA 11- 12 de la Secretaría de trabajo y previsión Social, la cual
nos muestra lo siguiente:

Disminución de la capacidad auditiva

La pérdida de la audición inducida por ruido ha sido descrita desde la revolución industrial. Desde
hace varias décadas se ha incluido entre las diez primeras causas de patología ocupacional; sin
embargo, la mayoría de los organismos gubernamentales han hecho poco para prevenirla.

La pérdida de audición es la patología más común en personas sometidas a una contaminación


sonora excesiva. En parte constituye una consecuencia y en parte una adaptación a los ruidos
excesivos: para evitar los daños físicos o el malestar psicológico que produce el ruido constante,
el organismo se habitúa al mismo a costa de perder capacidad auditiva. Pero, como consecuencia,
si no se adopta una protección adecuada, se puede desarrollar una pérdida permanente de la
audición.

Está demostrado que ruidos superiores a 90 decibelios experimentados de una forma habitual
durante mucho tiempo, producen la pérdida de audición. Sonidos menores pero continuados
pueden también dañar la salud del oído. Si bien una exposición larga a sonidos con una intensidad
superior a 90 decibelios puede producir pérdida de audición permanente, de la misma forma una
exposición continuada a sonidos de más de 80 decibelios puede producir los mismos resultados.
También pueden producir pérdida de audición exposiciones de más de un cuarto de hora a 100
decibelios y de más de 1 minuto a 110 decibelios.

Teniendo en cuenta principios anatómicos y fisiológicos, la pérdida auditiva, se puede clasificar


en:

 Conductiva: se interrumpe la transmisión del sonido del conducto auditivo externo al oído
interno.
 Neurosensorial: por lesión del oído interno o del nervio auditivo.
La pérdida auditiva ocasionada por el ruido y la rapidez con la que se produce es diferente para
las distintas formas de exposición a un ambiente ruidoso (continua, fluctuante, intermitente o
impulsiva), pero sea cuál sea la forma en que se produzca, la pérdida es irreversible.

Cuando la causa es un ruido único, de corta duración, pero de muy alta intensidad (por ejemplo,
una explosión), se denomina “trauma acústico”, y resulta en una pérdida auditiva repentina y
generalmente dolorosa.

Cuando la causa es una por exposición crónica a ruidos de no tan alta intensidad, se denomina
“hipoacusia neurosensorial”. Esta
generalmente se acompaña de otros síntomas tales como acufenos, disminución de la ca
pacidad de discriminación, distorsión de los sonidos, etc.

El diagnóstico de la hipoacusia inducida por ruido se realiza mediante la audiometría. Una


audiometría detecta disminución en los umbrales auditivos de las diferentes frecuencias. Sin
embargo, últimamente se ha implementado una nueva técnica diagnóstica que permite localizar
más específicamente las zonas de daño estructural. Esta técnica no invasiva se basa en la medida
de las emisiones otacústicas generadas por las células ciliadas externas de la cóclea. Para llevar
a cabo esta evaluación se inserta una sonda en el conducto auditivo externo que incluye un
micrófono para el registro de las emisiones, además de, una o dos fuentes de sonido que emite
un estímulo o dos en el caso de los productos de distorsión. El registro de las fotoemisiones
acústicas analiza exclusivamente la función coclear, aún más, la función de las células ciliadas
externa, de allí, que su aplicación se haga cada vez más importante en la práctica audiológica.
Estas pruebas se caracterizan por ser objetivas, no invasivas y rápidas en su realización.

Otros aspectos importantes que deben tomarse en cuenta cuando se habla del efecto nocivo del
ruido, es la susceptibilidad de cada persona: estudios a largo plazo han demostrado que algunos
oídos se dañan con más facilidad que otros. La susceptibilidad individual varía enormemente e
incluso pueden existir alteraciones genéticas en la cóclea que contribuyan a ella. Existe además
una enorme lista de factores que predisponen a la pérdida auditiva, como el tabaquismo, las
enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la edad, la combinación con ciertos compuestos
químicos, etc. aunque no todos parecen ser decisivo

Procedimientos para reducir los ruidos


Un ruido que no pueda impedirse o reducirse mucho en su punto de origen, mediante un diseño
adecuado, o amortiguándolo, irradiará en el aire, ya sea directamente desde la superficie del
cuerpo vibrante o desde las partes de la estructura a la cual está unido.

Los cambios en el diseño para reducir el ruido se deben a los estudios realizados por los
fabricantes. Ejemplos: las ruedas de los vagones de ferrocarril, llantas de acero aisladas del resto
de la rueda de caucho; los motores eléctricos con diseños especiales, etc.
La amortiguación puede obtenerse cubriendo con un material adecuado, que reduzca las
vibraciones, las máquinas o el objeto que produce el ruido. Una capa de masilla de 2.5 cm. o más
de espesor, cubierta con un material barnizado que impida que se seque, reduce mucho los
ruidos retumbantes y los silbidos de alta frecuencia. Los materiales parecidos al filtro, aunque
menos eficaces que la masilla, son, sin embargo, a propósito, para reducir en algunos casos los
ruidos.
Protección con pantallas: se obtiene construyendo mamparas para tabiques con materiales que
transmitan mal el sonido.
Absorción: los ruidos irradiados directamente, tales como los que se producen en una oficina o en
una fábrica, no pueden ser apagados con pantallas. Pueden reducirse por medio de materiales
que absorban el sonido. Los materiales parecidos al filtro tienen un elevado poder absorbente del
sonido, y lo mismo sucede a ciertos materiales porosos, por ejemplo, el celotex.
Filtración: cuando un ruido directo, que contenga notas definidas, es transmitido por conductos o
a través de aberturas, es posible eliminar por completo los armónicos inconvenientes por medio
de un filtro acústico. Puede servir de ejemplo, el silenciador de escape de un automóvil o
silenciador Máximo. La limitación corriente para estas aplicaciones es la falta de espacio.
Aislamiento por suspensión: las vibraciones forzosas pueden remediarse por medio de un
aislamiento adecuado, empleando una suspensión elástica. Se emplean suspensiones por
resortes, aceros, caucho, corcho, y compuestos de gelatina.
La Administración de Seguridad y Sanidad en el Trabajo de la Secretaría del Trabajo ha fijado
niveles en decibeles de los ruidos más intensos a que pueden estar expuestos los trabajadores
industriales durante un turno de ocho horas sin usar instrumentos protectores. Si el nivel del
sonido es superior, la jornada deberá reducirse en proporción; por ejemplo, los trabajadores
expuestos a 92 decibeles deben trabajar sólo seis horas. La Oficina de Protección al Medio de los
Estados Unidos, recomienda un nivel inferior a 85 decibeles para la jornada de ocho horas.

Para tener una mejor idea de lo que es la magnitud de los decibeles se presentan en forma
análoga la siguiente tabla No. 3

Colección Científica de Sonido y Audición.


Esta gráfica con los niveles de intensidades sonoras, asigna su intensidad en decibeles a varios
ruidos conocidos. El silencio casi absoluto representado por cero decibeles sólo se logra en
cuartos especiales, sin eco. Arriba de los 120 decibeles (parte sombreada), el sonido es tan
intenso que a veces produce cosquilleos en el oído; después de los 130 decibles, esta sensación
se convierte en dolor y puede dañar los oídos.

2. VIBRACION:
Vibración es todo movimiento oscilatorio de un cuerpo sólido respecto a una posición de referencia.
Las vibraciones se caracterizan por su frecuencia y por su amplitud; la frecuencia es el número de
veces por segundo que se realiza el ciclo completo de oscilación y se mide en Hertz (Hz), Hercios
o ciclos por segundo.
La amplitud es la distancia entre la posición de la partícula que vibra y su posición de reposo.
Desde el punto de vista de la Higiene Industrial tienen interés las vibraciones cuyas frecuencias
están comprendidas entre 1 y 1.500 Hz.
Efectos de las vibraciones sobre el cuerpo humano
Las vibraciones representan un riesgo, ya que pueden producir en el organismo de las personas
expuestas, daños específicos en función de la zona del cuerpo a la que afectan y de la frecuencia
dominante de la vibración. La magnitud del efecto será proporcional a la amplitud de la vibración.
La siguiente tabla muestra los principales efectos en el ser humano debidos a vibraciones:

El Rd 1311/2005 en el que se establecen los criterios sobre protección de la salud y la seguridad


de los trabajadores frente a los derivados o que puedan derivarse de la exposición a vibraciones
mecánicas, establece dos tipos de exposiciones:

 Vibración transmitida al sistema mano-brazo: la vibración mecánica que, cuando se transmite


al sistema humano de mano y brazo, supone riesgos para la salud y la seguridad de los
trabajadores, en particular, problemas vasculares, de huesos o de articulaciones, nerviosos o
musculares.
 Vibración transmitida al cuerpo entero: la vibración mecánica que, cuando se transmite a todo
el cuerpo, conlleva riesgos para la salud y la seguridad de los trabajadores, en particular, lumbalgias
y lesiones de la columna vertebral.
Medidas de prevención
Para disminuir la exposición a vibraciones podemos tomar medidas que tienden a disminuir la
magnitud de la aceleración transmitida, ya sea a la mano o a todo el cuerpo, o bien disminuir los
tiempos de exposición a las mismas.
Para disminuir el nivel de vibración de una máquina se deberán tomar medidas técnicas con el
objeto de:
 Establecer otros métodos de trabajo que reduzcan la necesidad de exponerse a vibraciones
mecánicas.
 Evitar la generación de vibraciones en la fuente, debidas a desgaste de superficies, holguras,
cojinetes dañados, giro de los ejes, etc. Programar acciones de mantenimiento.
 Desintonizar las vibraciones, modificando la frecuencia de resonancia por cambio de masa
o rigidez del elemento afectado.
 Atenuar su transmisión al hombre, interponiendo equipos auxiliares ó materiales aislantes
y/o absorbentes de las vibraciones.
Se procurará utilizar herramientas anti vibratorias, guantes anti vibratorios (figura adjunta), métodos
de trabajo que favorezcan que las manos estén calientes.
Es conveniente realizar un reconocimiento médico específico anual para conocer el estado de
afectación de las personas que están expuestas a vibraciones y así poder actuar en los casos de
mayor susceptibilidad.
Debe informarse a los trabajadores de los niveles de vibración a los que están expuestos y de las
medidas técnicas de que se dispone como alternativa de corrección, entre ellas es de especial
importancia el diseño ergonómico de las partes de las máquinas con las que entramos en contacto
(asideros, volantes, plataformas, asientos, etc.) en algunas tareas, es muy útil enseñar al trabajador
cómo debe optimizar su esfuerzo muscular para realizar su trabajo.
Reducir el tiempo de trabajo contribuye a una disminución de la exposición, convirtiendo en
tolerables los niveles de vibración antes no tolerables.
Cuando se está expuesto a una vibración continua, un pequeño descanso de 10 minutos cada hora
ayuda a moderar los efectos adversos que la vibración tiene para el trabajador.

Efectos patológicos
Los efectos patológicos producidos por las herramientas vibratorias dependen no sólo de la propia
vibración, sino de múltiples factores añadidos que pueden influir directa o indirectamente, como el
tipo de trabajo, postura del miembro, estado físico general del trabajador, temperatura ambiental,
etc.
Las herramientas vibratorias que se manejan con una o ambas manos se utilizan en prácticamente
todas las actividades: construcción, agricultura, metalurgia, acerías y fundiciones, minería,
montajes industriales, producción de automóviles, etc.
Existen dos grandes grupos de patologías originadas por el manejo de herramientas vibratorias:
 Alteraciones osteo-articulares de las extremidades superiores: generalmente relacionadas con
el uso de aparatos que vibran con frecuencias comprendidas entre 4 y 50 Hz.
 Alteraciones vasomotoras: relacionadas con el montaje de herramientas vibratorias de alta
frecuencia, entre 50 y 1.000 Hz.
3.ILUMINACIÓN

La deficiencia en el alumbrado es responsable del 10 al 15% de la energía nerviosa total gastada


en el trabajo, además se calcula que el 80% de la información requerida para ejecutar un trabajo
se adquiere por la vista. Los músculos del ojo se cansan fácilmente si se les obliga a dilatarse y
contraerse con demasiada frecuencia, como sucede cuando hay que realizar la labor con el
alumbrado producido por las luces locales muy potentes. El alumbrado general es conveniente
porque disminuye la fatiga visual, la irritación mental y la inseguridad en los movimientos; por otra
parte, contribuye a hacer más agradable el medio en que se trabaja.
Deben instalarse cubiertas regulables en todas las ventanas en las que dé el sol, con el fin de evitar
el calor excesivo y deslumbramiento. Se han establecido estándares de la intensidad de la
iluminación artificial para casi todas las clases de trabajo y a estos estándares habrá que atenerse
si se desea obtener la producción máxima.
El concepto de iluminación natural hace retroceder al tema del emplazamiento, construcción y
orientación de los locales de trabajo. En la iluminación con luz solar los preceptos son:
1.- Ser suficiente en relación con la superficie del local.
2.- No provocar deslumbramiento ni contrastes marcados en las sombras; a fin de evitarlos se
acostumbra recurrir a la orientación de locales.
La visión es producida por la operación coordinada de dos factores: fisiológico (la vista), y la energía
radiante natural o artificial (ondas de luz de longitud tal que sean perceptibles a las cuales el ojo,
en combinación con el cerebro, transforma en visión).
La luz solar puede controlarse mediante pantallas, primas, cristales, etc. Además, hay cuatro
factores fundamentales y variables involucrados en la habilidad de ver: tamaño del objeto,
contraste, brillo y tiempo de exposición.
La iluminación es un importante factor de seguridad para el trabajador. Una iluminación suficiente
aumenta al máximo la producción y reduce la ineficiencia y el número de accidentes.
Entre estos defectos de la iluminación están:
1.- El deslumbramiento
2.- El reflejo de un brillo intenso
3.- Las sombras

Físicamente la iluminación es necesariamente para la realización del trabajo; su concepción está


en función de:
1.- Las necesidades de la tarea
2.- Contraste entre la iluminación que requiere la tarea y el ambiente de trabajo
3.- Evitar destellos a la fuente luminosa y a la superficie de trabajo
Sociológicamente la iluminación ambiental crea impresiones que se extienden entre la tranquilidad
y la excitación. En este sentido el uso de la luz solar es deseable no sólo desde el punto de vista
económico, sino para facilitar una mayor eficacia personal. Se puede llegar a la irritabilidad
permaneciendo mucho tiempo sin ver la luz del día.
Los accidentes por iluminación suceden, debido principalmente a dos errores básicos:
1.- Dirigir los rayos luminosos hacia el observador, en vez de dirigirlos hacia el objeto.
2.- Concebir el sistema general de iluminación para interiores sin considerar los arreglos
posteriores: todo el cuerpo, como las personas, absorben rayos luminosos.

Las fuentes de luz artificial empleadas en la industria son:


 Lámpara de filamento. Sólo una parte de la energía consumida es aprovechable en forma
de luz (zona visible del espectro). La necesidad de someter el filamento a elevada
temperatura para que la luz sea clara, acorta la duración de la lámpara. Se consigue un
mejor rendimiento luminoso en una dirección dada revistiendo una parte de la superficie
interna de la lámpara con una película de plata brillante que actúa como reflector.

 Lámpara de mercurio. La luz se produce por la acción de la corriente a través del vapor de
mercurio formando arco. Su rendimiento luminoso dobla al de las lámparas de filamento. En
algunos tipos de mayor luminosidad (con mayor cantidad de gases, mayor presión del vapor
de mercurio) el encendido es lento; para evitar este inconveniente se añade al filamento que
actúa en las fases de retardo de encendido.

 Lámpara fluorescente. Tres veces más eficiente que las de filamento, consiste en un tubo
con vapor de mercurio a baja presión a través del que fluye la corriente, originando
radiaciones no visibles que activan el recubrimiento fosforescente del interior del tubo
convirtiendo la energía en luz visible. Las radiaciones perjudiciales para la vista son filtradas
por la composición de la pared del tubo. También se construyen lámparas de encendidos
rápido mediante la elevación súbita de la temperatura del interior.

Principalmente existen dos unidades de iluminación las cuales son las siguientes:
Lumen.- Unidad de flujo luminoso. Corresponde a la cantidad de flujo luminoso emitido por un punto
luminoso cuya intensidad es de una bujía decimal en todas direcciones, sobre un metro cuadrado
de una esfera de un metro de diámetro.
Lux.- Unidad de iluminación o efecto útil de la luz. Es la iluminación de una superficie que recibe un
flujo uniforme repartido de un lumen por metro cuadrado.

En la tabla No. 4 aparece la norma DIN 5035 de iluminación de interiores con luz artificial. En ella
figuran seis clases de actividades y una gama de intensidades para cada una, a fin de elegir según
el grado de reflexión de la estancia a iluminar.
Se debe considerar que todas las superficies (techo, suelo, paredes) reflejan la luz que incide en
ellas. Las superficies claras y brillantes poseen mayor poder de reflector; las mates y oscuras
reflejan menos. Esto hay que tenerlo en cuenta, no sólo al elegir la intensidad de iluminación sino
al estudiar la distribución de las lámparas y los planos de trabajo. La citada norma DIN corresponde
a un grado medio de reflexión del 30%. Además, es necesario tener en cuenta el color.

Niveles máximos permisibles del factor de reflexión

Básicamente existen 3 distribuciones de la luz, las cuales son:


1. La iluminación general es la que trata de distribuir la iluminación en todo el local, sin que
influya la orientación y posición de los puestos de trabajo. La ventaja es que los resultados
no se alteran, aunque se cambien de lugar los puestos; el inconveniente es que la
iluminación debe convenir a todos los puestos.
2. La iluminación semilocalizada, permite un nivel medio en las zonas de utilización común y
además sirve para cada puesto.
3. La iluminación localizada presenta niveles bajos de iluminación general lo que constituye
un inconveniente, dado de que en las zonas de trabajo se requiere iluminación común por
zonas o grupos de puestos.
La percepción de luminancias

La luminancia es el parámetro de estímulo visual más primario; la sensación de luminosidad o


brillo de una superficie es la sensación visual más simple.
Recordemos que la luminancia de una superficie o fuente luminosa es la intensidad de luz emitida
por cada unidad de superficie. En fuentes secundarias esto depende de la reflectancia de la
superficie y del nivel de iluminación.
El ojo humano tiene la facultad de adaptarse a muy distintos niveles de luminancia.

El nivel al que se encuentra adaptado el ojo en un momento dado se conoce como “luminancia de
adaptación”. Hay que tener en cuenta que el ojo necesita tiempo para adaptarse a un nivel diferente
de luminancia.

El tiempo de adaptación cuando la luminancia crece es pequeño, comparado con el requerido


cuando la luminancia disminuye (en este último caso se pueden requerir varios minutos). Durante
ese intervalo de tiempo, un trabajador puede quedar “cegado” o su capacidad de visión
notablemente disminuida. Por esta razón, se recomienda introducir períodos de adaptación antes
de comenzar a trabajar en ambientes poco iluminados después de haber permanecido en otro muy
iluminado.

Otro aspecto importante que debemos considerar, es que en condiciones normales, un aumento
de luminancia conlleva una mejora del rendimiento visual. Esta mejora crece hasta un punto en el
que ya no aumenta más aunque siga aumentando la luminancia.

La mejora se manifiesta, sobre todo, cuando se ejecutan trabajos minuciosos o de poco contraste.
Sin embargo, en tareas visuales bien contrastadas y que no precisan la percepción de detalles
finos, el rendimiento visual máximo se consigue con niveles moderados de luminancia.
Para una tarea dada, el aumento de luminancia se puede conseguir incrementando el nivel de
iluminación. Éste es el fundamento de las tablas de alumbrado, donde para cada tarea se estima
el nivel mínimo de iluminación necesario para alcanzar el máximo rendimiento visual.
La percepción del contraste

La mayor parte de la información visual que recibimos no se debe a la luminancia, sino a las
variaciones de luminancia que detecta el ojo en el campo visual, es decir, al contraste de
luminancias.

La sensibilidad del ojo a la detección del contraste también aumenta con la “luminancia de
adaptación”. En general, esta sensibilidad crece hasta llegar a una luminancia media del fondo de
unas 100 Cd/m2. Naturalmente, esta luminancia depende tanto del nivel de iluminación como de la
reflectancia de las superficies del entorno.

Aunque después se verá con mayor detenimiento, conviene adelantar que el contraste de la tarea
se puede ver afectado negativamente en los siguientes casos:

a) Cuando existe un deslumbramiento perturbador, debido a las fuentes luminosas cercanas a la


línea de visión. Esto disminuye la percepción del contraste.
b) Cuando existen reflexiones de velo, debido a la reflexión de fuentes de luz sobre la tarea. Esto
produce una reducción real del contraste.
La percepción del color

El color constituye otro importante parámetro de estímulo visual. Como es sabido, en la retina
existen dos tipos de células fotosensibles: los conos y los bastones. Los bastones permiten la visión
con niveles muy bajos de luz (visión escotópica o nocturna) pero no permiten la visión en color. Por
el contrario, los conos son menos sensibles que los bastones pero son los responsables de la visión
en color (visión fotópica).

El ojo humano es capaz de percibir diferencias extraordinariamente pequeñas de color entre


superficies adyacentes (sensibilidad al contraste de color). Pero la capacidad de reconocer colores
(memorizados) es muy modesta (en la identificación basada en códigos de color, se recomienda
no emplear mas de 10 colores distintos).

Para garantizar una buena percepción del color, es necesario tener en cuenta lo siguiente:

a) El nivel de luminancia de adaptación debe ser suficientemente elevado para permitir la “visión
fotópica” del ojo, responsable de la visión en color (se requieren varias Cd/m2).

b) Que las lámparas utilizadas emitan la luz en un espectro continuo (típica de la emisión del
llamado “cuerpo negro” a elevada temperatura).

c) Que la tonalidad de la luz no se aleje mucho de la tonalidad de la luz natural.

4.VENTILACIÓN

De acuerdo a la O.I.T. 3ra. edición revisada 1992 para un número constante de trabajadores, la
intensidad de la ventilación debe ser inversamente proporcional al tamaño del local.
No debe confundirse ventilación con circulación del aire; la primera sustituye el aire vaciado por
aire fresco, mientras que la segunda mueve el aire, pero sin renovarlo. La ventilación de los locales
tiene por objeto:
1.- Dispersar el calor producido por las máquinas y los trabajadores (el rendimiento mecánico del
trabajo suele representar el 20% de la energía empleada, mientras que el 80% restante se
transforma en calor); por consiguiente, habría que intensificar la ventilación en los locales en que
exista una alta concentración de máquinas y trabajadores.
2.- Disminuir la contaminación atmosférica; resulta fácil calcular la intensidad de la ventilación
necesaria en función de la cantidad de sustancias que se dispersan en el aire y de los límites de
concentración que se deben respetar.
3.- Mantener la sensación de la frescura del aire.
4.-Eliminar el polvo acumulado en los almacene.
5.- Diluir los vapores inflamables que se concentran en los recintos cerrados.
Para que no se produzcan inconvenientes con los sistemas de ventilación artificial, estos deben
cumplir con lo siguiente reglas:
1.- El aire que se extrae del área de trabajo, no debe contaminar otras zonas en donde se
encuentren trabajando otras personas.
2.- Para mayor seguridad, el sistema de ventilación, debe iniciar sus funciones por lo menos quince
minutos antes de que lleguen los trabajadores a su área de trabajo.
3.- Contar con un registro del programa de mantenimiento preventivo del sistema de ventilación
artificial, que incluya al menos: las fechas en que se realizó, las fechas en que se haya realizado el
mantenimiento correctivo, y el tipo de reparación.

De acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-001 STPS, publicada el 8 de Junio de 1993 en el


Diario Oficial de la Federación, se hacen las siguientes recomendaciones para proporcionar a los
trabajadores mejores condiciones en cuanto a ventilación de confort:

Para centros de trabajo, tales como oficinas, cuartos de control, centros de computo y laboratorios,
entre otros, en los que se disponga de ventilación artificial para confort de los trabajadores o por
requerimientos de la actividad en el centro de trabajo, se recomienda tomar en consideración la
humedad relativa, la temperatura y la velocidad del aire, de preferencia en los términos siguientes:
1.- Humedad relativa entre el 20% y 60%.
2.- Temperatura del aire de 22°C ± 2°C para épocas de ambiente frío y 24.5 ± 1.5 °C para épocas
calurosas.
3.- Velocidad media del aire que no exceda de 0.15 m/s, en épocas de ambiente frío, y de 0.25m/s
en épocas calurosas.
4.- Se recomienda que la renovación del aire no sea inferior a 5 veces por hora.
Los valores característicos de ventilación recomendables son:
1.-0.3 m3/min de aire por m2 de superfie en planta, para trabajos corrientes
2.- 0.45 m3/min de aire por m2 de superfie en planta, para trabajos difíciles
3.- 0.15 m3/min de aire por m2 de superfie en planta para una oficina mediana.
5.CALEFACCIÓN

La calefacción mejora el ambiente de trabajo, eliminando él frió y manteniendo el rendimiento de


trabajo en las condiciones optimas. Esto compensa con grandes ventajas el gasto ocasionado por
su instalación y mantenimiento.

Las temperaturas mas adecuadas para el trabajo son para el trabajo intenso, 13 grados
centígrados; en el trabajo moderado, 15 grados y para el trabajo sedentario, 18 grados. A medida
que la temperatura se aleja de las indicadas, disminuye el rendimiento del trabajo.

El mejor procedimiento para lograr el ambiente atmosférico ideal para el trabajo es el


acondicionamiento del aire. Con el se conseguirá dejar el ambiente de trabajo a la temperatura y
humedad optima creándose la zona de confort sigue la figura 3.4.

Por medio de las instalaciones del aire acondicionado no solo se consigue calentar las instalaciones
en invierno y refrigerarlo en verano, dando la humedad conveniente en cada caso, además se filtra
y limpia el aire de impurezas e incluso de malos olores.

Con estos equipos se recircula el aire del local tres o cuatro veces cada hora introduciendo del
exterior un porcentaje adecuado de aire puro, que va renovando y compensando el oxígeno
perdido.

6.TEMPERATURA.

Influye en el bienestar, confort, rendimiento y seguridad del trabajador. El excesivo calor produce
fatiga, necesitándose más tiempo de recuperación o descanso, que si se tratase de una
temperatura normal. Sus efectos varían de acuerdo a la humedad del ambiente.
La lucha contra la temperatura excesiva comprende la orientación del edificio o de la nave industrial,
su tamaño, la densidad de las máquinas (sobre todo de aquellas que despiden calor) y la proyección
de talleres con mayor ventilación; más el uso de trajes adaptados al calor y medios de protección
personal a base de asbesto, aluminio, (éste contra radiaciones infrarrojas), en formas diversas. El
frío también perjudica al trabajador, ya que las temperaturas bajas le hacen perder agilidad,
sensibilidad y precisión en las manos.
Efectos de la temperatura:
Por lo general, se debe crear un entorno cuyas condiciones correspondan a una zona de confort:
18 º C es una condición óptima.
Según Woodson y Conover en su guía de ergonomía:
1.- A 10 °C aparece el agarrotamiento físico de las extremidades.
2.- A 18 °C son óptimos.
3.- A 24 °C aparece la fatiga física.
4.- A 30 °C se pierde agilidad y rapidez mental, las respuestas se hacen lentas y aparecen los
errores.
5.- A 50 °C son tolerables una hora con la limitación anterior.
6.- A 70 °C son tolerables media hora, pero está muy por encima de la posibilidad de actividad
física o mental.

La temperatura interna óptima de 18ºC debe conjugarse con la temperatura externa, lo que da
como recomendables las siguientes zonas de confort:
Verano: 18 a 24 °C
Invierno: 17 a 22 °C
Si además se tiene en cuenta el tipo de actividad, las temperaturas más recomendables para el
trabajo son:
1.- Profesionales sedentarias: 17 a 20 °C
2.- Trabajos manuales ligeros: 15 a 18 °C
3.- Trabajos de más fuerza: 12 a 15 °C
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-025 STPS, clasifica las condiciones térmicas
como elevadas y abatidas. Para las condiciones térmicas elevadas deben evaluarse con el Índice
de Temperatura de Globo Bulbo Húmedo (Tgbh). Y para las condiciones térmicas abatidas deben
evaluarse de acuerdo con el índice de viento frío.
La tabla 8.2 indica la teperatura adecuada en funcion del tipo de activiodad y de la velocidad del
aire circulante.

La tabla 8.3 y 8.4 establecen las relaciones de grado de confort y la temperatura en piel y
extremidades.

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