Evolución de Las Armas de Fuego
Evolución de Las Armas de Fuego
Evolución de Las Armas de Fuego
Las armas de fuego a través de la historia han tenido cambios significativos, se les da
este nombre en el momento que se descubre la pólvora en el año 85 en China.
También tienen importancia fechas como:
Los inconvenientes que llevaba implícitos el uso del arcabuz, comunas a todas las
armas en que la pólvora debía ser inflada mediante una mecha, indujeron a los
constructores y armeros a buscar un procedimiento diferente para efectuar el disparo.
En efecto, ya en 1423 algunos armeros españoles inventaron el serpentín, consistente
en una especie de gatillo, a cuyo extremo iba sujeta la mecha, en forma tal que el
tirador, mientras hacía puntería, con sólo mover una palanquilla aproximaba el fuego a
la pólvora viva y a disparar el arma.
Este procedimiento fue perfeccionado luego mediante la adición de un resorte. Otros
constructores pensaron en el antiquísimo sistema del "yesquero" al fusil; es decir, la
utilización de chispas producidas por la frotación del pedernal con un trozo de hierro.
Un armero alemán fue quien construyó un arcabuz basado en ese sistema de ignición
de la pólvora. Este arcabuz apareció hacia 1515 ó 1517.
De los nombres aparecidos en las crónicas, en las que se habla del empleo en
las armas de fuego, toman su nombre las diversas piezas de 'artillería"(nombre
aparecido en le siglo XV para denominar a un conjunto de doce piezas que
forman un grupo de armas). La primera pieza fue llamada trueno, y fue tomada
a los moros por los españoles, permaneciendo este nombre hasta principio del
siglo XVI.
Hacia 1359, se describen estas máquinas como bombardas, lo mismo las
terrestres como las de la marina. El Marqués de Santillana, en un poema,
compuesto para conmemorar la batalla naval de Ponza en1425 los llama "
Ribadoquines".
Lo que ocurre es que, según el cronista o el lugar, se llama ala misma máquina
con diferentes nombres; así, en granada aparece el nombre de pasavolante, y
en chinchilla, el nombre de lombarda. En la fortaleza de baza, se habla de
culebrinas, y en Málaga hacabuches o sacabuches con sus atacadores. El
Licenciado Vargas, nos habla de espingarda, dando este nombre a pequeños
sacabuches.
De todos estos nombres primitivos se han derivado los nombres de las piezas
de artillería, según los calibres, longitud de tubo y peso de proyectiles.
Piezas de
Piezas grandes Piezas pequeñas Culebrina
trayectoria curva
Bombarda 20 a 30 Pasavolante 7 a 8 Mortero 9 a 16 cm Culebrina 9 a16
cm de calibre. cm de calibre. de calibre. cm de calibre.
Bombardeta 8 a Falconete 5 a 7 Trabuquera 20 a Sacre 7 a 9 cm de
10 cm de calibre. cm de calibre. 30 cm de calibre. calibre.
Cerbatana 5 a 7 Verso 4 a 5 cm de
cm de calibre. calibre.
Ribadoquin 2 a 5 Sacabuche 2 a 6
cm de calibre. cm de calibre.
Esmeril 4 a 5 cm
de calibre.
En España hay tres zonas, en las cuales se encuentran enclavadas las fábricas
de armas: la cuenca del río Deva en el País Vasco; Ripoll en Cataluña y muy
posteriormente, Trubia en Asturias, organizada por armeros vascos. En Madrid
también existieron los Armeros Reales, pero estos construían, principalmente,
armas de lujo.
La razón de esta situación es, posiblemente, táctica, debido a la orografía de la
región. En aquellos tiempos resultaba muy difícil acceder a estos lugares, pues
estaban resguardados por montañas y bosques espesos. Las montañas
protegían las forjas armeras de posibles invasores y los bosques
proporcionaban madera para las cajas de las armas y carbón vegetal para las
forjas.
Los ríos, por su cauce corto y empinado, proporcionaban la energía hidráulica
para mover los matxinos de las forjas. Estos accidentes geográficos impiden
tener una agricultura rentable por lo que sus habitantes tienen que ejercer otros
oficios para poder subsistir, desarrollándose principalmente estos oficios
armeros.
En la ciudad de Placencia, llamada actualmente Placencia de las Armas, se
establecen Las Reales Fábricas de Armas. Todo lo que se diga sobre
Placencia es aplicable a otras ciudades del alrededor. En efecto, todo el que
conozca la región apreciará las defensas naturales que posee cada población,
pues los montes y vaguadas que limitan, las convierten en compartimentos
estancos, una respecto de la otra. Placencia de las Armas, es una depresión
geográfica que limita por un lado con Eibar y por otro con Vergara.
A Eibar le sucede lo mismo, encajada entre Málzaga y Olarreaga. Límite con
Vizcava. Otro de los lugares protegidos es Ermua entre Olarrega y el alto de
Areitio, Elgoibar está en un lugar más abierto, pero está protegida por Mázaga
y las hendiduras de Alzola y Mendaro. Estas condiciones fisicogeográficas se
valoran mucho antes porque defendían las fábricas de las invasiones sufridas
en la Península Ibérica.
Bombarda de mano: Llamada también " palo de fuego" o " de trueno". Era un
tubo de hierro montado en un palo. Se cargaba por la boca y sobre la pólvora
se atacaban trozos de hierro.
Se disparaba entre dos, uno apuntaba y el otro daba fuego al oído con una
mecha. Se localiza a mediados del siglo XIV.
Platina de mecha: Aparece en el siglo XV. Consiste en una chapa de hierro
colocada en la caja junto a la base del tubo, en ella hay una pieza en forma de
S, que se llamaba " serpentín" y llevaba el extremo de la mecha encendida
hasta la cazoleta provocando el disparo. También se llama de " fuego vivo".
Sistema de rueda: A principio del siglo XVI, el alemán Kunfss inventó este
sistema, llamado también de "fuego muerto". Consiste en un terno dentado que
gira al liberarse el muelle que lo retiene sobre un trozo de pirita fijo, aprisionado
por dos mandíbulas en le extremo de un soporte giratorio. Al producirse
chispas se encendía la pólvora situada en la cazoleta, produciéndose el
disparo.
Llave de chispa: Aparece a finales del siglo XVI y se atribuye a los armeros
españoles, debido a que el procedimiento para encender fuego empleado en
España desde los celtíberos, es el del "chisque", o sea, haciendo chocar el
hierro con el pedernal, se producen chispas que sirven para encender la yesca.
Las llaves de chispas fabricadas en la zona armera eran robustas y eficaces,
con el rastrillo de sola pieza, que cubre la cazoleta, evitando que se caiga la
pólvora.
Estas llaves se llaman de miquelete o a la española. Fue usado durante más
de dos siglos, reformándose hasta llegar a conseguir la llave a la francesa, que
tiene la ventaja de tener la mayor parte del mecanismo en el interior.
A principios del siglo XVII se conocía, entre los armeros vascos, el sistema de
repetición de las armas de fuego, pues en esas fechas se fabricaron " cinco
arcabuces ochavados de munición de cada cinco tiros con un solo cañón de
fuego y con poco intervalo de un tiro a otro" que se fabricaron para Su Majestad
en las reales Fábricas de Placencia.
Sistema de percusión: A principios del siglo XIX, con el descubrimiento del
fulminato de mercurio comienza a fabricarse este sistema. Sobre esto se
habían hecho experimentos por varios armeros, el primero, tal vez fuese el
maestro Gutiérrez, que en 1720 hizo pruebas en Sevilla.
La palabra pistola significa arma corta de fuego que se maneja con una sola
mano; también nos dicen que pistola es el nombre de una moneda que se
usaba antiguamente en diversos países, principalmente en Francia, en donde
se dio este nombre a un escudo español acuñado en tiempos de Carlos V e
incluso que en Venezuela se usaba como adjetivo peyorativo al referirlo a las
personas.
Pero la verdad es que hay muchas hipótesis sobre el origen de esta palabra en
relación con las armas.
Hay quien afirma que su origen proviene de la ciudad italiana de Pistoya, e
incluso dan nombres como los de Camillo Vetelli de Pistoya o Stefano Enrico
de Pistoya, y hasta citan una fecha, alrededor de 1540, como inicio de tal
denominación, mas ni siquiera hay pruebas fehacientes de la existencia de
estos dos supuestos señores.
Existen otras conjeturas, pero la solución de este enigma no podrá solventarse
hasta que algún documento, si es que existe y tiene la suficiente credibilidad,
aporte los suficientes datos para revelar el misterio.
No existe unidad de criterio en cuanto a la fecha en la que se utilizaron por
primera vez las armas de fuego, algunos autores las sitúan en España entre
1247 y 1311, ya refiriéndose a armas cortas, pero parece ser que el primer
documento auténtico corresponde a un acuerdo firmado en la ciudad de Gante
(Bélgica) fechada en 1313 y en la que se dice que el empleo de estas armas se
aplicó por primera vez en Alemania. En 1350 ya hay una constancia gráfica del
uso de un arma de fuego que un hombre por sí mismo podía manejar y
disparar.
EL CAÑON DE MANO
El ingenio humano pronto desarrolló un sistema para que esa mecha lenta se
aplicara mediante una procedimiento mecánico, creando así lo que podríamos
denominar el primer sistema de percusión, o más concretamente, el antecesor
de los "martillos" posteriores y actuales.
Las diferencias con el cañón de mano eran mínimas, la cargase efectuaba de
la misma manera y aquí el cebo se colocaba en una pequeña cavidad circular
dispuesta en la culata, en donde se encontraba el fogón. Adosada a un lateral
se situaba una pieza en forma de S o "serpentín" a la que en su parte superior
se sujetaba la mecha por distintos procedimientos. Para esto tiraba hacia atrás
de su parte inferior, descendiendo del otro extremo sobre el fogón, prendiendo
el cebo y produciéndose el disparo.
Este sistema aportó la mejora, con respecto al interior, de facilitar el apunte del
arma, ya que le tirador no debía prestar toda su atención en dirigir con su mano
la mecha al cebo y retirarla rápidamente afín de evitar quemarse con la
llamarada. Es indudable que este sencillo mecanismo representó un notable
progreso; se desarrollaron distintos tipos más o menos mecánicamente
laborados para producir el descenso de la mecha sobre el cebo.
ARMAS DE PERCUSIÓN
• El PEEPERBOX
CONCLUSIÓN
Más de siete siglos nos separan desde que algún soldado empleara por
primera vez su cañón de mano, siete siglos en los que el hombre ha
demostrado un espíritu de superación técnica admirable y en los que, como
hemos visto, algunos cerebros preclaros para la mecánica, o simplemente la
lógica supieron aplicar sus experiencias para beneficio de todos aquellos que
vemos hoy en algo tan simple como una pistola, mucho más que un arma de
fuego, algo que representa más de 700 años de evolución en el hombre.