Bens Culturais - n7b PDF
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7/2007
E L P L A N D E PAT R I M O N I O I N D U S T R I A L
B I E N E S C U LT U R A L E S
MINISTERIO
DE
CULTURA
MINISTERIO DE CULTURA
SECRETARÍA DE ESTADO DE CULTURA
Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales
Edita:
© MINISTERIO DE CULTURA
© SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA
Subdirección General de Publicaciones, Información
y Documentación
N.I.P.O.: 551-09-072-0
I.S.S.N.: 1695-9698
BIENES CULTURALES
Revista del Instituto del Patrimonio Histórico Español Número 7 • 2007
DIRECCIÓN GENERAL
DE BELLAS ARTES
Y BIENES CULTURALES
MINISTERIO
DE CULTURA SUBDIRECCIÓN GENERAL
DEL INSTITUTO DEL PATRIMONIO
HISTÓRICO ESPAÑOL
MINISTERIO DE CULTURA
Edita:
© SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA
Subdirección General
de Publicaciones, Información y Documentación
N.I.P.O.: 551-09-072-0
I.S.S.N.: 1695-9698
MINISTERIO
DE CULTURA
Sumario
9 PRESENTACIÓN
13 IN MEMORIAM
Germán Delibes de Castro
Sin embargo, a pesar de lo dicho sobre las dificultades encontradas en el Plan Nacio-
nal de Patrimonio Industrial, debemos reconocer que se ha avanzado en su ejecución,
aunque todavía no podamos decir que se cumplan los mínimos indispensables para la
10 salvaguarda y conservación de sus bienes culturales específicos. En estas páginas pasamos
revista a las actuaciones emprendidas, algunas muy significativas, como, por ejemplo, la
consolidación del citado alto horno de Sestao, que ha sido protegido legalmente por el
Gobierno Vasco con un amplio apoyo popular y de las instituciones vizcaínas. También
estamos restaurando los hornos Bustamante de Almadén, histórico conjunto de produc-
ción de mercurio actualmente en profunda transformación, que no hace mucho que de-
jó de extraer cinabrio de sus famosas minas de lo que Alfonso X el Sabio denominaba
«argent vivo».
Consideramos fundamental no perder de vista que la meta de nuestro trabajo, como
técnicos y gestores de organismos públicos competentes en la materia, es no cejar hasta
conseguir que se garantice la conservación para la posteridad de suficientes muestras re-
presentativas de las tecnologías que han cambiado al mundo, porque en este campo las
innovaciones se suceden con tanta rapidez que una locomotora de vapor, una centralita
telefónica o una turbina para la producción de electricidad de hace medio siglo, son ya
auténticas y raras piezas de museos, porque cuando una generación de maquinarias que-
da obsoleta una irreversible cuenta atrás para su desaparición se inicia a una velocidad
vertiginosa. No importa que haya millones de aparatos de determinado tipo, porque, al
cabo de un breve espacio de tiempo, casi todos ellos habrán desaparecido, porque la so-
ciedad actual es muy expeditiva en este sentido. Así, se puede decir sin exageración, pa-
rafraseando a Ruskin, que las instalaciones industriales nacen, se desarrollan y mueren
irremediablemente a pesar de la sensación de inigualable poderío que ofrece una indus-
tria en su momento de mayor pujanza.
Esperamos, pues, que la lista de bienes industriales protegidos y catalogados se vaya en-
grosando al mismo tiempo que los diversos grupos sociales se conciencien para no dejar
perder testigos de un pasado fundamental en nuestra historia, porque eso significará que
existe un serio compromiso para que no se pierdan algunas de las páginas más decisivas
de la evolución del «homo faber». Y, finalmente, quisiera en nombre del IPHE agrade-
cer su colaboración no sólo a quienes han escrito en este número de nuestra revista, sino
también a quienes nos ayudan cada día en los más diversos lugares para que se avance
en este trabajo, en el que tanto nos guió Pachula con su inteligencia y entrega.
ÁLVARO MARTÍNEZ-NOVILLO
11
12
Los caminos de la vida son tantos y tan imprevisibles que pocos se atreverían a enunciar
una fórmula de la felicidad. Sin perder de vista la dimensión casi cósmica del asunto,
me atrevo a afirmar, sin embargo, que quienes aciertan a elegir su profesión cuentan de
partida con una importante ventaja para alcanzarla. Y, en ese sentido, es indudable que
María Dolores Fernández-Posse, Pachula, que como todos sus amigos y compañeros sa-
bemos vivió con enorme intensidad y sin desmayo la Arqueología a lo largo de cuaren-
ta años, fue una persona feliz y a la que en ningún momento faltaron objetivos dentro 13
de un oficio que le apasionaba.
No se me escapa que lo procedente en estas páginas de recuerdo y de homenaje que me
piden para la revista Bienes Culturales, de la que fue directora desde su primer núme-
ro, es trazar una semblanza más que nada profesional de su trayectoria, en la que des-
taquen sus extraordinarias cualidades como arqueóloga y como especialista en patrimo-
nio cultural, pero necesito comenzar confesando mi fascinación por una personalidad
deslumbrante como era la suya, compendio de una aguda inteligencia, de una destaca-
da formación intelectual, de una enorme capacidad de trabajo y, también, de una hu-
manidad, de un ingenio y de una ironía que bastaban para conjurar el tedio de la reu-
nión más empachosa. Pachula, investida de una auctoritas que emanaba de su bien
ganado prestigio profesional, estaba en posesión, asimismo, de notables dotes de organi-
zación y de mando; lo tenía todo para haber alcanzado las más altas cotas de responsa-
bilidad y de gestión en cualquier trabajo, pero nada me cuesta comprender ahora, en la
distancia, que su irrenunciable independencia, manifiesta en todos los órdenes de la vi-
da, difícilmente se hubiera acomodado a proyectos políticos concretos.
María Dolores Fernández-Posse, que había estudiado Filosofía y Letras en la Uni-
versidad de Navarra, realmente se formó como arqueóloga en la de Granada, en el am-
biente creativo y fructífero del Departamento de Prehistoria que allí fundara el maes-
tro Antonio Arribas en los primeros años setenta. De entonces, de su participación en
las excavaciones de Purullena y Monachil junto con Fernando Molina, Javier Carras-
co y Oswaldo Arteaga, data su excepcional destreza como arqueóloga de campo, de la
que, al igual que Concha Martín, Javier Sánchez Palencia, Almudena Orejas, Ignacio
Montero, Antonio Gilman, Julio Fernández Manzano y tantos otros, me siento bene-
ficiario y deudor. En 1975 se incorpora como técnico a la Comisaría de Excavaciones
del Ministerio de Cultura, entonces dirigida por Juan Maluquer de Motes, pero el tra-
bajo administrativo en modo alguno supone un freno a sus aspiraciones arqueológicas:
emprende por su cuenta excavaciones en el yacimiento prehistórico de Arevalillo de Ce-
ga, en Segovia, e, invitada por José Meseguer, no desaprovecha la oportunidad de con-
tribuir como profesora de dibujo arqueológico –en lo que también era una consumada
maestra– a la formación de los alumnos de la Universidad Autónoma de Madrid. Are-
valillo se convertiría en la piedra angular de una tesis sobre la cultura de Cogotas I con
la que Pachula, bajo la dirección de Arribas, se doctoraría en Granada en 1980. Aquel
IN MEMORIAM
trabajo, muy jaleado también por Maluquer, no en vano representaba la necesaria re-
novación de unas investigaciones sobre la prehistoria del espacio central de la Penínsu-
la iniciadas por él un cuarto de siglo antes, constituyó su primer contacto, a la vez que
14 el flechazo definitivo, con la arqueología de la Meseta.
De la discreción, de la grandeza de espíritu y de la falta de apego de Fernández-Pos-
se a honores y reconocimientos da cuenta, yo diría que casi escandalosamente, el escueto
y rebajado currículum que solía presentar como aval de su experiencia. Al revés que los
sabios postizos, tenía la elegante cualidad de no tomarse demasiado en serio y de relati-
vizar la importancia de su quehacer, pese al empeño y esfuerzo que ponía en todo y pe-
se a la excelente acogida que la comunidad científica siempre dispensó a los frutos de su
investigación. Fueron tantas sus aportaciones de alcance que el riesgo de pasar por alto
alguna es inevitable, pese a lo cual no puedo dejar de recordar que se debe a su intui-
ción, a raíz del estudio puntual de los materiales de la Cueva del Aire, en Madrid, el
reconocimiento de un muy particular «Neolítico Interior»; que la moderna visión de los
«pastores de excisión y Boquique» del Bronce Final de la Meseta como un sustrato indí-
gena tiene sus anclajes esenciales en las páginas de su tesis; que, además de figurar entre
los pioneros de la Arqueometalurgia en España –colaboró en los años setenta con
A. Blanco Freijeiro y B. Rothenberg en los proyectos de Río Tinto (Huelva) y del valle
de Timna (Israel)–, cultivó regularmente esta disciplina para, en colaboración con M.
Fernández Miranda, I. Montero y S. Rovira, formular propuestas enormemente cele-
bradas sobre los procesos de reducción de mineral en el Calcolítico del Sudeste (Almiza-
raque) o sobre las pautas metalúrgicas del Bronce Final Atlántico; o que, tras las exca-
vaciones en el yacimiento de El Acequión (Albacete), se enroló con A. Gilman, M. Fer-
nández Miranda y C. Martín –su otra hermana– en un programa para el estudio de la
Edad del Bronce en la Mancha oriental, que permitió reconstruir el original modelo de
ocupación y explotación del territorio imperante en la zona.
Seguramente, sin embargo, su mayor y más exitosa empresa, aquella en la que mejor
se manifestó la pujanza investigadora del envidiable tándem que formaba con Javier
Sánchez Palencia, fue la desarrollada a partir de 1980 en torno a Las Médulas (León),
que se canalizó desde el CSIC a través de importantes proyectos. El reto consistió en ana-
lizar la transición entre el mundo prerromano y romano, muy condicionada allí por la
localización de la mina de oro más importante del Imperio, y el enfoque metodológico
elegido para el análisis fue una novedosa y original Arqueología del Paisaje. Una potente
labor de prospección sobre el terreno, estudios de fotografía aérea y geoarqueológicos y la
excavación de castros indígenas (El Castrelín de San Juan de Paluezas y el Castro de Bo-
rrenes) y de asentamientos romanos (Las Pedreiras de Lago y el poblado metalúrgico de
Orellán, entre otros) permitieron obtener una visión global de la zona entre los siglos
III a. C. y III d. C., profundizando en el conocimiento de las técnicas mineras, de las for-
mas de ocupación del territorio y de las estructuras sociales prerromanas y romanas. Por
fin se daba riguroso sentido histórico, más allá de la vistosidad de picuezos y canales o 15
de la extravagancia de la ruina montium, a la presencia de Roma en la zona.
Pero si importante fue en términos científicos la labor desarrollada por Pachula y Ja-
vier en Las Médulas, tal vez más meritorio fuera el sentido que cobraron sus investiga-
ciones como marco de una verdadera escuela de arqueología de campo –en la que se for-
maron, entre otros, Julio Fernández Manzano, Almudena Orejas, Inés Sastre, María
Ruiz del Árbol, Yolanda Álvarez o Luis López– y como referente para una reivindica-
ción patrimonial de los documentos arqueológicos de la zona, especialmente atenta a su
proyección social, que acabaría siendo decisiva para que en 1997 la UNESCO decla-
rara a Las Médulas Patrimonio de la Humanidad.
En la última década, seguramente sensibilizada por este último hecho y convencida
por el espíritu de la Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico de la necesidad de proteger
los sitios arqueológicos como parte de un legado cuyo disfrute había de alcanzar a toda
clase de públicos, Fernández-Posse dedicará gran parte de su trabajo a temas patrimo-
niales, ahora –a partir de los años ochenta en que desapareciera la Comisaría de Exca-
vaciones– como arqueóloga del Instituto de Patrimonio Histórico Español. En este sen-
tido, su protagonismo es especialmente notorio en programas como el Inventario de
Bienes Culturales, los Planes de Catedrales o los Parques Arqueológicos, y, aún más im-
portante, en su frecuente participación en actividades del Consejo de Europa y de la
UNESCO, facilitada por un perfecto dominio de la lengua francesa adquirido a lo lar-
go de 1971, mientras realizaba un curso sobre Arqueología de Campo en l’Ecole d’-
Hautes Etudes de París.
En fin, he ahí un resumen del admirable currículum de una persona enamorada de
la vida y de su profesión. Sus familiares, sus amigos, sus compañeros la vamos a echar
de menos; echaremos en falta la luminosidad de su rostro, la viveza de su mirada, su
voz cálida, su espíritu creativo, su cordialidad y simpatía; también añoraremos su in-
variable juventud y ese distinguido aire vanguardista que jamás faltó en su indumen-
taria. Tal vez nos parezca que no existe resignación posible para tanto vacío, pero na-
da mejor para combatir ese pensamiento que la seguridad de que Pachula no nos
aceptaría abatidos por la melancolía. Pongamos, pues, nuestro empeño en continuar y
consolidar su obra.
Valladolid, marzo de 2007
GERMÁN DELIBES DE CASTRO
IN MEMORIAM
16
PLAN NACIONAL DE PATRIMONIO INDUSTRIAL
Presentación del Plan de Patrimonio Industrial*
DOLORES FERNÁNDEZ-POSSE Y DE ARNÁIZ
Instituto del Patrimonio Histórico Español
* Consciente del significado que pa-
Nos ha parecido práctico relatar de forma na- propia especificidad, requiere un tratamien- ra Pachula tenía el patrimonio indus-
rrativa, debido a la ausencia de difusión que to específico. En este sentido, todas las insti- trial y su especial interés en este nú-
mero de la revista Bienes Culturales,
suele ofrecer la Administración de su propio tuciones y expertos implicados abordaron
he asumido la responsabilidad de dar-
trabajo cómo se gestó el Plan de Patrimonio esta labor no como algo difícil sino como al- le forma definitiva a este artículo. He
Industrial, y poner de manifiesto la positiva go viable y con garantías de éxito. intentado transcribir fielmente el bo-
disposición de la Dirección General de Bellas En este contexto también hay que señalar rrador que ha dejado escrito, aña-
diendo algunos datos concretos rela-
Artes y Bienes Culturales del Ministerio de la labor del TICCIH2, que fue promotor y
tivos a documentos de la Comisión y
Cultura para su desarrollo a través del Insti- autor de uno de los documentos más com- actas de las reuniones, tal y como ella
tuto del Patrimonio Histórico Español. pletos hasta el momento, la Carta de Nizhny lo indicaba. Deseo haber respondido
En 1999 el Consejo de Europa pone en Tagil para el Patrimonio Industrial, firmada en a sus expectativas (Linarejos Cruz).
1
España, por decisión del Ministerio
marcha, dentro de la campaña «Europa, un Moscú en julio de 20033, que aunque parte
de Cultura, participó en este proyecto
patrimonio común» un proyecto de sensibili- de un concepto bastante amplio, reconoce el junto a Alemania, Andorra, Austria,
zación sobre el Patrimonio Industrial, enten- especial significado de la industrialización. Bélgica, Francia, Italia, Países Bajos,
dido no sólo como productor de elementos Polonia, Suecia y Reino Unido.
2
El TICCIH es una organización
de cultura material sino también como siste-
mundial, consejera de ICOMOS, cuya 19
ma de vida. En el contexto de una cultura eu- La propuesta de un Plan finalidad es promover la protección,
ropea común, se hacía hincapié en la necesi- de Patrimonio Industrial conservación, estudio, documenta-
dad de evaluar esa memoria histórica, ción, investigación e interpretación del
Patrimonio Industrial. Su presidente,
industrial y reciente, de la sociedad actual. Si- Una vez que quedó clara la conveniencia de
Eusebi Casanelles, también formó par-
guiendo la línea de objetivos y actuación del que el Instituto del Patrimonio Histórico Es- te del grupo de Expertos en el Proyec-
Consejo de Europa, se proponía la creación pañol asumiera y abordara actuaciones en es- to del Consejo de Europa y es miem-
de una red internacional de cooperación en la te conjunto patrimonial4, de alto valor testi- bro de la Comisión delegada del
Consejo de Patrimonio Histórico Es-
que estuvieran representados todo tipo de monial y frágil desde el punto de vista de su
pañol, del Ministerio de Cultura espa-
instituciones y profesionales en la materia. conservación, una pequeña comisión5, den- ñol, para el Plan de Patrimonio Indus-
La representante española en el Comité tro del departamento que se ocupa del patri- trial.
3
de Patrimonio Cultural del Consejo de Eu- monio arquitectónico y arqueológico en el Aún está pendiente de ratificación
y aprobación por la UNESCO.
ropa (CC-PAT), Linarejos Cruz, sembró el Instituto, redactó un primer documento. 4
Dentro de sus programaciones y
interés por esta campaña de sensibilización Además de un somero diagnóstico sobre la en virtud de los cometidos dispues-
y, como consecuencia, el Ministerio de Cul- situación del patrimonio industrial y su espe- tos para este Centro en su Decreto
tura participó de forma activa en este Pro- cificidad dentro del ámbito de la conserva- fundacional, «le corresponde la ela-
boración de planes para la conserva-
yecto1. Era el lanzamiento de un proyecto ción y restauración patrimonial, quedó claro
ción y restauración del Patrimonio
transnacional en el que, a través de reunio- desde las primeras reuniones de trabajo la Histórico Español» (Real Decreto
nes de trabajo y diversas actividades progra- conveniencia –por no decir la necesidad– de 565 de 24 de abril de 1985).
5
madas, se pretendía establecer unas bases co- arbitrar para este tipo de bienes culturales un Formada por Linarejos Cruz, Al-
berto Humanes y M. Dolores Fer-
munes para la identificación, interpretación Plan Nacional. En este convencimiento in-
nández-Posse, es decir, los que fir-
y utilización de este tipo de Patrimonio que, fluía, de un lado, la positiva experiencia que man los tres primeros textos de este
por su proximidad en el tiempo y por su había sido el Plan de Catedrales y, de otro, el número de Bienes Culturales.
soporte legal que este tipo de Planes encuen- bienes de carácter etnográfico que constitu-
tra en la Ley 16/85 de Patrimonio Histórico. yen restos físicos del pasado tecnológico,
Sin embargo, es interesante señalar que, ya productivo e industrial gallego que sean sus-
desde el primer momento, una de las cues- ceptibles de ser estudiados con metodología
tiones más discutidas fue la identificación, arqueológica, les será aplicable lo dispuesto
definición y enmarque cronológico de este para el patrimonio arqueológico». Por tanto,
tipo de patrimonio. existe un lastre, además de esa corriente
En efecto, se tuvo que marcar en primer equivocación entre arqueología como cien-
lugar qué no era patrimonio industrial, para cia que estudia las sociedades del pasado y
aquilatar una primera definición operativa. arqueología como técnica de recuperación
No en vano, aunque la sensibilización hacia de registro material, pero también es pro-
ese patrimonio era entonces ya notable y sus ducto de una segunda ambigüedad que to-
EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL
cios de Patrimonio Histórico de la Di- Pasos previos necesarios para dilucidar as- vieron lugar en febrero y marzo de 2001.
rección General de Patrimonio Histó- pectos necesarios como las situaciones jurí- Queremos dejar constancia aquí de esas sesio-
rico por la Comunidad de Madrid;
dicas de este patrimonio, su continua trans- nes de trabajo en el convencimiento de que
Caridad de Santiago Restoy, asesora
de Apoyo del Servicio de Patrimonio
formación o derechos de uso. Todo ello ilustran sobre cómo la Comisión encaró todo
Histórico de la Dirección general de quedó plasmado en un documento base. tipo de problemas inherentes a este patrimo-
Cultura, por la Región de Murcia, y nio tan singular. En la primera reunión, ce-
Francesc Llop i Bayo, jefe del Servicio lebrada en la sede del Instituto el 22 y 23 de
de Patrimonio Arqueológico, Etnoló- La Comisión Delegada del Consejo febrero, quedó oficialmente constituida la
gico e Histórico de la Direcció Gene-
de Patrimonio Histórico Español Comisión, que abordó desde el primer mo-
22 ral de Patrimoni Artistic por la Gene-
ralitat Valenciana. El acierto de estos
para el Patrimonio Industrial mento la discusión del documento base12.
nombramientos por sus respectivas y sus trabajos previos a la Las sesiones de trabajo fueron tan intensas
CCAA quedó pronto de manifiesto, aprobación del Plan como fructíferas. Se establecieron los criterios
ya que no sólo fueron gente abierta y de identificación, selección e intervención de
de afinada negociación sino excelentes Este documento base fue presentado como bienes industriales, necesarios para acometer
profesionales. El Plan de Patrimonio
propuesta al Consejo de Patrimonio en la la selección de los bienes para la elaboración
Industrial tuvo, de esta forma, la suer-
te de contar con una excelente semi-
sesión celebrada en Toledo en diciembre de de un «catálogo de mínimos», que constituiría
lla. 2000. La iniciativa fue muy bien acogida la base para programar futuras intervenciones.
11
Estos tres expertos fueron Inma- por todas las Comunidades Autónomas y Una de las cuestiones que llevaron más tiem-
culada Aguilar Civera, profesora titu- en esa misma sesión se formó la Comisión po fueron los criterios de valoración para lle-
lar del Departamento de Historia del delegada, propuesta con el encargo de estu- var a cabo la selección de bienes, debido al
Arte de la Universidad de Valencia;
diar la viabilidad de dicho Plan. Fueron seis amplio espectro de sectores industriales y a los
Eusebi Casanelles i Rahola, director
las Comunidades que asumieron la repre- diferentes tipos de manifestaciones. Finalmen-
del Museo de la Ciencia y la Técnica
de Catalunya (e igualmente presiden- sentación de las restantes: Andalucía, Astu- te se estableció una clasificación categorizada.
te del TICCIH), y Román Fernán- rias, Castilla y León, Madrid, Murcia y Va- Para establecer una clasificación de los
dez-Baca, director del Instituto An- lencia. Sus respectivas Consejerías de sectores industriales se partió de una nómi-
daluz de Patrimonio Histórico. Patrimonio Cultural designaron a los técni- na detallada de cada uno de ellos.
12
La reunión se desarrolló con arre-
cos que asistirían a las reuniones correspon- Se perfilaron los contenidos de los Planes
glo al siguiente Orden del día: 1) Pre-
dientes10. A ella se sumaron tres expertos en Directores, haciendo especial hincapié en el
sentación del Plan Nacional de Pa-
trimonio Industrial por parte del la materia que fueron elegidos por el IPHE, enfoque social, procesos de producción y for-
Instituto del Patrimonio Histórico por su reconocido conocimiento en este ti- mas de vida, así como en las fuentes docu-
Español (IPHE). 2) Discusión del po de Patrimonio11. mentales gráficas y escritas, de los archivos.
Tras el ajuste de la definición de patrimo- cutir y se convocó una nueva sesión para com-
nio industrial y de bien industrial, se acor- pletar la redacción definitiva del documento.
dó incluir a continuación los tres tipos de La segunda reunión de la Comisión, ce-
bienes industriales (elementos aislados, lebrada en el mismo lugar el 2 de abril de
conjuntos industriales, paisajes industriales) 200113, marcaba en el orden del día la dis-
que inicialmente se habían asociado a las cusión final del documento y su aprobación
áreas temáticas. definitiva, con el propósito de presentarlo al
Se asumió la necesidad de mantener el Consejo de Patrimonio Histórico.
criterio de tratamiento integral de los pro- También se abordaron otras cuestiones
cesos, contemplando centros de produc- que habían quedado sin concretar en la reu-
ción, transformación, almacenamiento y nión anterior, como los sectores de actividad
transporte. Pero también se decidió otorgar industrial14 y la definición más detallada de
carácter de valor testimonial a algunos res- contenidos de los Planes Directores, que en
tos descontextualizados de instalaciones in- ese momento se consideraron el instrumen-
dustriales, como chimeneas. to más idóneo para el tratamiento de los
Una de las cuestiones a las que se dedicó bienes industriales. Pero, dado el desconoci-
más tiempo fueron los criterios de valora- miento que se tenía de algunos de ellos y pa-
ción para la selección de bienes industriales, ra garantizar la viabilidad de la redacción de
ya que había que contemplar aspectos de tales planes directores, se propuso y se acep-
muy diversa índole. Finalmente, se catego- tó introducir la figura de Estudio Previo al
rizaron y se establecieron tres bloques, que Plan Director. Su finalidad era determinar la
documento base IPHE-PNPI (2000)1. 23
recogían todos los determinantes que se es- viabilidad de intervenir en un determinado 3) Constitución de la Comisión dele-
timaron necesarios. bien, ya que el patrimonio industrial está so- gada del Consejo de Patrimonio His-
En el último punto del orden del día se metido a una rápida transformación, está su- tórico Español para el Patrimonio In-
abordaron algunas cuestiones que, aunque jeto a situaciones jurídicas variadas y, en oca- dustrial. 4) Discusión sobre criterios
no correspondían a la discusión del docu- siones, se procede a su desmantelamiento. de intervención. 5) Planteamiento de
contenidos de los planes directores.
mento, eran de interés para la puesta en Se consideró, pues, normalizar en la medida
6) Valoración y selección de Bienes
marcha del Plan. La representante de Mur- de lo posible el correspondiente Pliego de Industriales (BI) para su inclusión en
cia, Caridad de Santiago, insistió en la nece- condiciones técnicas para el contrato de es- el «catálogo de mínimos» base para la
sidad de hacer un inventario general, ya que tos documentos, que cubrirían una docu- programación de intervenciones.
13
el patrimonio industrial no está en manos de mentación histórica/patrimonial y gráfica La reunión se llevó a cabo con
los gestores del patrimonio, ya que tiene primaria, un primer diagnóstico del estado arreglo al siguiente Orden del día:
1) Aprobación del documento base
otros agentes. Ésta sería la primera medida de conservación, la necesidad de hacer estu-
IPHE-PNPI (2000) 1 revisado.
de protección en la que todos estuvimos de dios específicos (arqueológicos, inventario
2) Discusión del anexo de sectores de
acuerdo. También se apuntó la conveniencia de maquinaria, etc.) que debería abordar actividad industrial. 3) Definición de
de crear un sitio en Internet, por parte de posteriormente el Plan Director. Sobre todo contenidos de los planes directores.
Román Fernández Baca. Por su parte, el tendría que contemplar algo esencial en este 4) Primera tentativa de catálogo de
Subdirector General del Instituto del Patri- tipo de Bien, tal y como se ha puesto de ma- mínimos de Bienes Industriales sus-
ceptibles de intervención.
monio Histórico propuso la realización de nifiesto en estos años de experiencia: el esta- 14
La profesora Aguilar aportó una
intervenciones piloto, que pudieran servir do jurídico/administrativo, su viabilidad co-
relación estructurada y, finalmente,
de referencia para actuaciones posteriores. mo proyecto de inversión, proyección social la lista quedó conformada tal y como
Aunque el trabajo avanzó considerable- y, en definitiva, el grado de disponibilidad aparece en el anexo de sectores del
mente, aún quedaron algunos puntos por dis- para realizar intervenciones. documento base del Plan.
hacia ese patrimonio. Este modelo de Plan
Director, o Plan Director tipo, aparece en el
Anexo de este volumen, entendiendo que las
propias características de cada Bien determi-
nan la forma concreta de abordarlo.
Una convicción, que estuvo siempre paten-
te a lo largo de las dos reuniones, fue la nece-
Figura 2. Reunión de la Comisión sidad ineludible de llevar a cabo las pertinen-
en el Instituto del Patrimonio Históri- tes declaraciones de BIC de forma correcta.
co Español. Para ello se contemplaba la inclusión en los
Planes directores de la documentación nece-
Respecto a los contenidos de los Planes saria para la declaración15. En la actualidad el
EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL
gón y Baleares, así como las ciudades autó- significativas respecto a los estudios, planes di-
nomas de Ceuta y Melilla, no han presenta- rectores o inventarios que se habían definido
do ninguna propuesta) como prioritarios en la 4.ª reunión de la Co-
• Actuaciones en marcha dentro del Plan de misión para realizar por encargo del IPHE:
Patrimonio Industrial en el IPHE (MECD): Andalucía. El bien industrial selecciona-
46. Conjunto Minero de Almadén (Ciu- do para realizar un estudio había sido la
dad Real). PD y PRO Azucarera de Motril. Tras una visita y los
47. Fábrica de Artillería de Sevilla. correspondientes contactos con la Junta de
48. Poblados ferroviarios. IN. Andalucía se comprobó que el encargo ya
28
49. Canal de Castilla. EP. estaba en curso por parte del propio Ayun-
tamiento de Motril. De esta forma se optó
• Los 49 bienes industriales objeto de es- por encargar un Estudio de viabilidad de
ta primera selección deben recibir la máxi- actuación en los Altos Hornos de Marbella.
ma protección que otorga la legislación so- Asturias. Se ha realizado un Estudio de
bre Patrimonio Histórico. viabilidad de todo el Valle del Turón. Es de-
• Esta primera selección de bienes reali- cir, se optó por considerar el valle como pai-
zada sobre las propuestas de cada Comuni- saje industrial superando la escala del Pozo
dad Autónoma debe considerarse como el de Santa Bárbara, que había sido propuesto
primer paso de un inventario general de pa- en primera instancia.
trimonio industrial.» Cantabria. Las dificultades de definición
de proyecto a realizar con la propia Comu-
La quinta y última reunión19 de la Co- nidad Autónoma aconsejaron posponer el
misión delegada fue el 15 de diciembre de encargo a 2004.
2003. Se hizo allí el primer balance de las ac- Baleares. La propuesta de esta Comuni-
tividades de 2003. En aquellas fechas ya se dad –el Museo de la Industria. Fábrica No-
19
La reunión se llevó a cabo según habían realizado algunas actuaciones que era va de Soller– llegó, en 2003, fuera de fecha.
el Orden del día propuesto: 1. Balan-
conveniente que fueran analizadas por la Co- Aragón. Esta Comunidad, que en su día
ce de las actividades de 2003 (Estado
misión así como las incidencias que habían declinó realizar propuestas, ha remitido re-
de la cuestión y análisis de los estu-
dios realizados). 2. Propuesta de la surgido. En efecto, la puesta en marcha de las cientemente varios bienes industriales que
programación de 2004-2005. 3. Co- primeras actuaciones programadas puso de considera apropiados para intervenir (Sali-
mentarios y sugerencias. manifiesto que no siempre era factible llevar a nas de Ojos Negros (Teruel), Real Fábrica
de Pólvora de Villafeliche (Calatayud, Zara- Murcia. La complejidad de las instalaciones
goza) y el conjunto protoindustrial e indus- conservadas en torno al embarcadero de mine-
trial fluvial de Gelsa (Zaragoza). Los dossie- ral del Hornillo, en Águilas, aconsejó no restrin-
res remitidos por la Comunidad fueron girse al proyecto de restauración y realizar un Es-
vistos por la Comisión, pero no se pudo tudio más amplio e integrador del entorno.
profundizar en sus contenidos y se decidió Navarra. No se realizó ningún encargo
aplazar la selección hasta realizar un estudio debido a que el Gobierno de Navarra sola-
más detallado de cada uno de ellos. Tarea de mente envió una relación de Bienes sin la
la que quedó encargado el IPHE. documentación requerida.
Canarias. El Cabildo de Hierro envió País Vasco. Se había seleccionado la Dra-
una propuesta que se consideró que no de- ga de Jaizkibel, en Pasaia, para realizar el es-
bía ser estudiada formalmente hasta que vi- tudio previo al plan director. Sin embargo,
niese refrendada por el Gobierno de Cana- no se pudo materializar el encargo al no ser
rias. remitida la documentación precisa para ello.
Castilla-La Mancha. Se ha realizado, co- Rioja. En la 4.ª reunión de la Comisión
mo estaba previsto, un Estudio previo al no se aceptó la propuesta de la Comunidad
Plan Director de las Fábricas de Riópar y se Autónoma para el conjunto de Ezcaray. Se
ha reunido la documentación catastral preci- han solicitado otras alternativas.
sa para la declaración de BIC del conjunto. Valencia. En 2003 fue convocado un
Castilla y León. Se realizó un inventario Concurso para la realización del Plan Di-
valorado de las industrias textiles de Béjar. rector del Molinar de Alcoy. Sin embargo,
29
Se desestimaron la cuenca minera de Fabero problemas administrativos provocaron la
y el aserradero de Valsaín, hasta disponer de anulación del expediente.
la información referente a actuaciones que se Sobre la base de las incidencias producidas
están llevando a cabo por la Comunidad y relatadas por los técnicos del IPHE se abre
Autónoma y Patrimonio Nacional respecti- un debate sobre las siguientes cuestiones:
vamente. • La conveniencia de que se hagan los
Cataluña. Se realizó un estudio previo al pertinentes contactos con los ayuntamien-
Plan Director de la Colonia Sedó, en Espa- tos en que radiquen aquellos bienes indus-
rraguera (Barcelona). triales donde se ha comenzado a trabajar
Extremadura. Se optó realizar, de acuer- (J. C. Jiménez y D. Fernández-Posse).
do con la Comunidad y la Fundación de • A propuesta de I. Aguilar: la reitera-
RENFE, un Estudio de viabilidad de recupe- ción a las Comunidades Autónomas de la
ración integral del poblado ferroviario de necesidad de que, esos bienes –así como los
Monfragüe, utilizando para esa elección el que constan en el catálogo de mínimos–
Inventario de poblados realizado en 2002 sean declarados BIC.
por el IPHE. • A propuesta de A. Caballero: la conve-
Galicia. Se había incluido la fábrica Mas- niencia de realizar reuniones en las Comu-
só en Bueu-Cangas, cuyo estudio no pudo nidades Autónomas.
iniciarse por dificultades técnicas del mo- • A propuesta de E. Casanelles: la nece-
mento. sidad de difusión, sensibilización y proyec-
Madrid. Se ha realizado un Estudio del ción social del propio Plan de Patrimonio
Pontón de la Oliva-Canal de Isabel II. Industrial.
2. Propuesta de la programación de 2004- dio de soluciones para subsanar las dificul-
2005: tades administrativas para el encargo del
• Colonia Sedó (Cataluña). Se propone Plan Director.
encargar el Plan Director, con algunas pre- • Fábrica de seda de Almoines (Valen-
cisiones, por parte de E. Casanelles sobre el cia). Plan director.
pliego de prescripciones técnicas del encar- • Aragón. Tras el estudio de las propues-
go, derivadas del estudio previo: que la igle- tas por el IPHE, se determina encargar el
sia y la escuela pasen a formar parte del Mu- estudio previo de la Real Fábrica de Pólvo-
seo existente y que se debe proponer para ra de Villafeliche.
todo el conjunto un plan de gestión. • Cantabria. Estudio previo del comple-
• Altos Hornos de Marbella (Andalucía). jo siderúrgico de la Cavada.
Se propone una actuación previa, de conso- • Ballenera Massó (Galicia). Plan director.
EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL
có a tomar fotografías, tanto por propia de Madrid a Alicante), las estaciones y las
iniciativa como por encargo, y al mismo obras públicas. Pero el mayor atractivo de la
tiempo a investigar en nuevas técnicas fo- obra fotográfica de Laurent reside en la in-
tográficas. Su buen hacer unido a su gran terpretación que ofrece de la realidad; de
sentido comercial le llevó a producir exten- hecho no se limitó a documentar aséptica-
sas colecciones temáticas y a editar catálo- mente ciudades, obras públicas y paisajes de
gos para su difusión y distribución tanto en la industrialización. Partiendo de una cali-
España como en el exterior. dad artística incuestionable, donde compo-
Entre los múltiples aspectos que presenta sición y estudio de la luz se conjugan para
la obra fotográfica de Laurent, destaca la fa- dar un resultado inusual, transmite su for-
ceta industrial. De hecho, la imagen de una ma particular de ver las cosas desde una óp-
España en pleno proceso de industrializa- tica escénica no inocente. Así, en sus tomas
ción captó su interés y, en consecuencia, elige encuadres que contextualizan el objeto
puso especial atención en documentar las fotografiado, incluye elementos secundarios
obras de construcción del ferrocarril (en que contribuyen a reflejar un ambiente de-
1858 fotografió por encargo la línea férrea terminado y, en definitiva, crea sensaciones.
El marco del Patrimonio Industrial
El patrimonio industrial es el testimonio de canzará hacia la mitad del siglo XX, como no
una de las épocas más interesantes de la his- podía ser de otro modo, a la arquitectura e
toria de la humanidad, la industrialización, ingeniería industriales. En esos años, la es-
que ha supuesto para ésta la revolución eco- critora Marguerite Yourcernar evidenciaba
nómica y social más importante desde el pe- que esta sociedad sentía gozo estético frente
ríodo neolítico1. La actividad industrial rea- a la mutilación y, en general, frente al efec-
lizada, desde entonces hasta el fin de la to traumático del tiempo2. La reconsidera-
mecanización, ha dejado gran número de ción cultural de estos restos industriales co-
restos que cada vez más van considerándose menzará como un fenómeno reivindicativo
como parte de nuestro patrimonio cultural. y asociativo, que irá convirtiéndose en inte-
La creciente valoración por nuestra socie- lectual, de estudio, académico..., hasta deri-
dad del patrimonio industrial creo que se var en su consideración patrimonial. Es sig-
puede explicar desde dos aproximaciones nificativo, y no sólo por la metodología de
43
reveladoras: de un lado, por la considera- estudio empleada en los primeros casos, que
ción estética de la ruina, de los restos de má- el nuevo fenómeno se denominara como ar-
quinas y edificaciones que en un momento queología industrial. La aceptación social
dado comienzan a parecernos bellos, y de del mismo, desde esta angulación, quizás se
otro, por el carácter emotivo del propio fe- pueda explicar como lo hace el director de
nómeno industrial, por la significación cine Win Wenders: «[...] lo fragmentario, o
efectiva del recuerdo complaciente de un roto, hunde sus raíces más profundamente
pasado pretendidamente heroico. en la memoria que lo completo. Lo roto tie-
El interés cultural de la sociedad actual ne una superficie como rugosa a la que
por las ruinas, por los fragmentos, por los nuestra memoria se puede agarrar. En la su-
pedazos que evocan más que explican, al- perficie lisa de lo completo la memoria se
1
CASANELLES, E.: «Patrimonio in-
dustrial y museológico en Cataluña»,
Boletín del Instituto Andaluz del Pa-
trimonio Histórico, n.º 21, diciembre,
1997. Industrial Heritage. A summary
of the main concepts of the industrial
heritage, TICCIH, 2006.
2
Figura 1. Gustave Eiffel, Torre, Exposición Universal Figura 2. Alberto del Palacio, Puente colgante, Bilbao, YOURCERNAR, M.: «El tiempo, gran
de París, 1889. 1893. escultor», Alfaguara, Madrid, 1989.
La consideración como patrimonio de gran
parte del mundo industrial se debe entender
como una nueva conquista de la sociedad post-
moderna por conservar su memoria. De la va-
loración exclusiva del monumento indiscutible
del pasado a la valoración de su entorno, de los
conjuntos históricos, de los jardines y los par-
LA NECESIDAD DE UN PLAN PARA EL PATRIMONIO INDUSTRIAL
Figura 7. Instalaciones de Altos Hornos de Vizcaya, en Sestao. Ejemplo de complejo industrial insertado en el con-
junto urbano de la margen izquierda de la Ría de Bilbao.
LA NECESIDAD DE UN PLAN PARA EL PATRIMONIO INDUSTRIAL
Figura 8. Antonio Palacios, Sala de turbinas de la cen- Figura 9. Gilles Gilbert Scott, Central térmica, antes
tral eléctrica del Metro, Madrid, 1922. de la rehabilitación para Tate Gallery, Londres, 1939.
cuentran en espacios urbanos que han llega- falta de protección legal que ha disfrutado
do a tener una situación privilegiada en el hasta el momento, la escasa sensibilización
conjunto de la ciudad o en el territorio. La hacia su consideración patrimonial por la so-
presión inmobiliaria sobre estas áreas obso- ciedad, y, en concreto, por las diferentes ad-
48
letas, generalmente de propiedad única lo ministraciones competentes en su conserva-
que facilita cualquier operación, es terrible; ción, y la pluralidad de criterios a la hora de
y en algunos casos con probada agresividad, plantear intervenciones para su recuperación.
como es ampliamente conocido. Las admi- Los esfuerzos del mundo intelectual y ar-
nistraciones públicas acaban por ceder en su tístico, durante los últimos cuarenta años, en
defensa inicial ante la magnitud de esta pre- defensa del patrimonio industrial ha supues-
sión y ante los escasos recursos de todo tipo to una cierta concienciación en la sociedad
con que cuentan para su conservación12, y sobre estos bienes y sobre el peligro de de-
también ante la falsa estrategia, en el mejor gradación o de desaparición que han tenido
de los casos, de sacrificar una parte para sal- y siguen teniendo ante el exagerado desarro-
var lo más posible. En los que se logran con- llo urbano de nuestro territorio, sobre todo
servar, generalmente dándoles un nuevo cuando ha coincidido en estos años con una
uso, lo primero que se suprime es el carác- feroz reconversión en muchos sectores indus-
ter industrial de la edificación o de la zona, triales. Esta toma de conciencia ha llevado a
en la tendencia generalizada de hacer de- la revalorización de este patrimonio en gran
12
En la actualidad, la única posibili- saparecer el recuerdo del trabajo y de los parte de nuestra sociedad actual. Pero no po-
dad de protección real que tienen las trabajadores en los escenarios que ya no son demos estar satisfechos, porque, aunque en
administraciones es la declaración
industriales13, eso sí, mistificando sus ele- nuestros días parece que el valor histórico-
como Bien de Interés Cultural.
13 mentos emblemáticos que no minoren sus cultural de las edificaciones industriales está
BERNAL, A. M., y CASTILLO, J. J.:
La cultura del trabajo. Foro de Arqui- intereses económicos. fuera de toda duda, «falta una sensibilización
tectura Industrial en Andalucía, Se- Otros de los factores que hacen difícil la de la opinión pública, falta un programa es-
villa, septiembre, 2005. conservación del patrimonio industrial son la pecífico, y, sobre todo, criterios para la con-
servación y para la rehabilitación de este pa-
trimonio, falta una formación especializada
por parte de quienes van a intervenir en este
tipo de acciones, y, por último, falta una le-
gislación específica para la protección de este
patrimonio, tanto a nivel estatal como auto-
nómico»14. Estas carencias denunciadas por
Macu Aguilar hace una década, hoy se han
corregido un poco, aunque sigue siendo ma-
nifiestamente insuficiente. Continúa exis-
tiendo falta de sensibilización política, que
se traduce desde las administraciones en fal- reconocimiento explícito e incuestionable Figura 10. Draga Jaizkibel, Pasajes
ta de políticas culturales patrimoniales, falta para el patrimonio industrial, una clarifica- de San Pedro, Euskalduna, Bilbao,
1934.
de usos públicos o desorientación respecto a ción conceptual y metodológica para los
los mismos, y en la notoria incomprensión responsables de su gestión.
para valorar el patrimonio industrial con dis- El propio texto del plan se muestra opti-
tintos parámetros que al patrimonio históri- mista y con voluntad de liderar la conser-
co en general. A su vez, la falta de criterios vación del patrimonio industrial en todo el
coherentes en muchas de las rehabilitaciones territorio español: «La propuesta de la Di-
e intervenciones que se realizan y el descon- rección General de Bellas Artes y Bienes
cierto de las administraciones a la hora de Culturales, a través del Instituto del Patri-
49
plantear conjuntamente usos imaginativos y monio Histórico Español, para articular di-
adecuados, no hace sino generar mayor con- cho plan se basa en el convencimiento de
14
AGUILAR CIVERA, I.: Arquitectura
fusión en la comprensión de este patrimonio. que su desarrollo tendrá el valor de ser una
industrial. Concepto, método y fuentes,
Porque si algo podemos tener claro en estos referencia orientativa y de unificación de
Valencia, 1998.
momentos es que las intervenciones deben criterios de intervención en el tratamiento e 15
Documento base del Plan Nacio-
tender, sobre todo, a conservar la veracidad instrumentación de este tipo de patrimonio nal de Patrimonio Industrial, Minis-
del testimonio industrial, a hacer entender tan específico, frágil y desatendido»15. terio de Educación y Cultura, 2001.
los procesos productivos, los logros tecnoló-
gicos, o los desarrollos arquitectónico-urba-
nísticos. Las intervenciones para aprovecha-
miento de grandes contenedores con cierta
impronta histórica rara vez han brindado la
posibilidad de un ejemplo de interés arqui-
tectónico. Uno de los aspectos más inno-
vadores del plan en la conservación de los
bienes industriales es que no sólo se trata de
recuperar el valor de significación del conte-
nedor, sino también el del contenido.
Esperemos que la puesta en marcha del
Plan Nacional de Patrimonio Industrial, así
como las revisiones legislativas sobre patri- Figura 11. Tanque de Cepsa, Santa
monio en marcha, suponga además del Cruz de Tenerife.
INDUSTRIALIZACIÓN Y PATRIMONIO CULTURAL
Reflexiones sobre el Patrimonio Industrial
ROMÁN FERNÁNDEZ-BACA CASARES
Arquitecto y director del IAPH. Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía
Con esta frase Filippo Tommaso Marinetti cionarlo con la versión más tradicional del
quería glorificar, en los inicios del siglo XX, mismo: iglesias, catedrales, castillos, etc.
la técnica, la velocidad y la vitalidad en una De la misma manera, instituciones, cartas
estructura social profundamente modifica- y documentos internacionales, que son un
da por la industrialización. Aquellos nuevos reflejo cultural, desde hace décadas llaman
edificios industriales serían las nuevas per- la atención sobre los «patrimonios emergen-
manencias urbanas. Catedrales e iglesias del tes» (industrial, inmaterial, contemporáneo,
siglo XX. El ambiente urbano tradicional se- subacuático...) y su consideración. Es el re-
ría sustituido por un ambiente de industria- conocimiento a los nuevos horizontes del
lización y dinamismo en la ciudad... proyecto patrimonial que consolida las
53
Un siglo más tarde vemos que, efectiva- aportaciones más sugerentes y aconteci-
mente, el fenómeno de la industrialización mientos culturales de los dos últimos siglos.
ha ocupado el lugar central en la vida del Su importancia no es solamente patrimo-
hombre contemporáneo. Sin embargo, nial, sino también por tener tras de sí a co-
mientras se mantienen impasibles las viejas lectivos sociales y profesionales que requie-
catedrales e iglesias en nuestras ciudades, se ren su investigación y tutela, y que buscan
está produciendo la pérdida y transforma- que este patrimonio ocupe el lugar que le
ción de las siluetas y paisajes industriales. pertenece en el panorama general de los
bienes culturales.
Muchas son las razones, desde mi opi-
El lugar central que le corresponde nión, por las que los nuevos patrimonios, y
al patrimonio industrial especialmente el industrial, quedan relega-
dos a un segundo término, cuando su po-
Es bastante común diferenciar el patrimo- tencialidad debiera situarlos en el punto
nio industrial como un ámbito especial de central de nuestras miradas:
estudio y tutela del patrimonio cuando,
desde mi perspectiva, lo que requiere es • En primer lugar, el lógico funciona-
ocupar el lugar central que le pertenece en miento del día a día de las administra-
el campo de los bienes culturales. ciones responsables, con determinadas
Esto no es nuevo. Venimos insistiendo en inercias que, salvo excepciones, han
«abrir» la noción del patrimonio, normal- permanecido a lo largo de todo el
mente ligada a miradas que tienden a rela- siglo XX, tendentes en seguir centradas
en los patrimonios más tradicionales de experiencias nacionales e internacio-
quizás también por estar más consolida- nales ejemplares.
da su tutela. • Estamos ante un fenómeno patrimonial
• También hay que reconocer que habla- extraordinariamente complejo. Aun
mos de un patrimonio que requiere ma- cuando la actividad industrial se des-
yor impulso para su investigación y trans- arrolla paralela a la evolución del hom-
ferencia de resultados al campo de la bre, va a ser desde la segunda mitad del
gestión, y para que podamos también vi- siglo XVIII y el impulso de la Revolución
sualizar de forma crítica los elementos Industrial hasta la actualidad –incluyen-
significativos que representan a este lega- do los trabajos denominados «industrias
REFLEXIONES SOBRE EL PATRIMONIO INDUSTRIAL
A pesar de todo, la apreciación de lo que épocas anteriores y que era contrario al ad-
es estéticamente bonito va asociada al carác- jetivo «viejo» de connotación negativa. El
ter humano, aunque su valoración haya concepto de antigüedad, junto al concepto
cambiado, siempre ha habido una valora- de obra de arte, conformó el concepto de
ción de lo «bello». Lo que verdaderamente patrimonio que ha permanecido en la men-
ha dado sentido al patrimonio ha sido el se- te de muchos hasta nuestros días.
60
gundo concepto, el de antigüedad, que apa- En esta época, segunda mitad del siglo XVIII
reció a principio del siglo XIX. Este nuevo y primera del siglo XIX, fue cuando se crearon
concepto fue una consecuencia directa de la los grandes museos europeos de los países
implantación de la Ilustración y la Revolu- más capitalistas a base de recolectar piezas
ción industrial que impulsaron unos cam- artísticas y arqueológicas no sólo del país,
bios tan radicales en la manera de pensar, de sino también de sus colonias. Fue la edad de
hacer política y de producir que situaron a oro de los museos. A parte de las coleccio-
la humanidad en otra era. La sociedad que nes de pinturas, los bienes más valorados
tenía su base económica en la agricultura y fueron los pertenecientes a las grandes civi-
que se había implantado desde el Neolítico lizaciones del Mediterráneo. Paradójica-
llegó a su fin. La nueva era industrial impu- mente, los bienes de otras épocas de la hu-
so otro tipo de sociedad, otro tipo de uten- manidad que actualmente están muy
silios y construcciones realizadas con nue- valorados, como, por ejemplo, el patrimo-
vos materiales y nuevos métodos. nio medieval, no eran considerados y fue
En este contexto surge el concepto de an- justamente en esta época cuando más ele-
tigüedad, palabra ya existente, pero que ad- mentos patrimoniales se destruyeron de es-
quirió un sentido más profundo y se aplicó te período. En España hay innumerables
como un valor positivo a los bienes mate- ejemplos de estas destrucciones, muchos de
riales de las eras anteriores. Dejó de tener el ellos como resultado del abandono de mo-
significado histórico de «algo realizado hace nasterios y conventos después de las sucesi-
tiempo» y adquirió un valor positivo que se vas desamortizaciones de finales del siglo
asoció a un bien material construido en XVIII y del siglo XIX.
El siglo XX aportó dos valores que caracte-
rizaron parte del concepto de patrimonio
que actualmente son muy importantes para
comprender la importancia del patrimonio
industrial. El primero fue el valor del objeto
como testimonio de una época, utilizado sobre
todo por la etnología que valoró en una pri-
mera fase los objetos de las sociedades no in-
dustriales, ya fueran de regiones de países
avanzados donde las formas de vida de la in-
dustria no habían llegado, o de las sociedades
de zonas de continentes en las que la civiliza-
ción occidental no había incidido. El otro
nuevo valor fue el valor del bien material his-
tórico como documento que, a través de téc-
nicas arqueológicas, aportaba unos datos más
cualitativos que complementaban a los obte-
nidos por otras fuentes con la finalidad de
comprender la historia en un sentido global.
Después de la segunda guerra mundial se
produjeron grandes innovaciones y aparecie-
61
ron nuevos materiales que provocaron una
rotura de fondo y de forma de las construc-
ciones, de la maquinaria y de los utensilios
Figura 3. Vista de conjunto del mNACTEC (Museo de la Ciencia y de la Técnica de Cataluña).
utilizados hasta entonces por los sistemas
productivos que facilitaron la vida e hicieron
el trabajo más productivo. Al mismo tiempo
se cambiaron las mentalidades y los hábitos
de la gente, lo que provocó una profunda
transformación social. Las comunicaciones
conectaron todas las partes del mundo y ac-
tualmente ha acabado con la globalización
del mundo. El cambio lineal de la sociedad
que caracterizó la industrialización se aceleró
y se convirtió en exponencial. Una nueva era
se impuso y sustituyó a la industrial. Alvin Figura 4. Interior del mNACTEC.
Toffler la definió como la tercera ola después
de la del Neolítico y de la industrialización años ochenta, se la llama sociedad de la in-
que cambió el mundo. Althuser, en los años formación.
setenta, la llamó era postindustrial y actual- En pocos años todo un mundo producti-
mente, después del impacto de los ordena- vo y los utensilios de la vida cotidiana que-
dores y de los nuevos medios de comunica- daron obsoletos. Las fábricas se construían
ción que incidieron sobre todo a partir de los siguiendo otros modelos, como, por ejem-
DE SU VALORACIÓN, SIGNIFICADO Y RENTABILIDAD EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
NUEVO CONCEPTO DE PATRIMONIO INDUSTRIAL, EVOLUCIÓN
Figura 5. Museo de la Colonia Sedó de Esparraguera. Figura 6. Fachada del Museo de la Colonia Vidal de
Puig-Reig.
plo, sin ventanas y con una estructura sin co- b) El valor de testimonio. Los bienes
lumnas. Las máquinas incorporaron nuevos de la industrialización tienen un valor
62
materiales, se compactaron, se carenaron, se etnológico o antropológico, porque son
les introdujo la electrónica y se automatiza- testimonio de una época que fue el pro-
ron. El anterior mundo material de la indus- tagonista de una gran revolución social
trialización pasó a ser parte de la historia pa- y económica que cambió la sociedad y
sada, y los bienes de la industrialización que su conocimiento es necesario para
adquirieron un valor de nueva antigüedad. comprender la sociedad postindustrial
Situados a principios del siglo XXI, nos he- actual.
mos de replantear el concepto de lo que se c) El valor de documento. Los bienes in-
entiende como patrimonio, que ha de estar dustriales tienen un valor arqueológico en
relacionado con cuatro grandes conceptos: el sentido que son objeto de estudio utili-
a) Un nuevo concepto de «antigüedad». En zados para comprender la sociedad indus-
este sentido hemos de ser conscientes que trial y cuyo resultado nos aporta unas in-
somos la primera generación que damos la formaciones cualitativas de base científica
categoría de bien patrimonial a objetos que que no se pueden obtener a través de los
nosotros mismos hemos utilizado y es justa- escritos.
mente esta situación la que mentalmente d) El carácter. Los bienes industriales, a
impide que una parte de la población no pesar de que en su mayoría no son obras de
pueda considerar los bienes industriales co- arte, adquieren un carácter que les da el he-
mo bienes patrimoniales culturales. Por este cho de ser unos bienes relacionados con la
motivo toda política relacionada con el pa- producción, son funcionales, y de haberse
trimonio industrial ha de pasar por una sen- construido con unas técnicas que no son ya
sibilización de la sociedad sobre su valor. de nuestro tiempo.
Las características del patrimonio La singularidad de diferentes lugares pro-
industrial ductivos de un mismo sector productivo y
su importancia universal no los da la técni-
Los elementos productivos del patrimonio ca, sino su entorno natural y social. Muy a
industrial son principalmente funcionales; menudo, las máquinas son idénticas o simi-
su diseño está pensado en función de la má- lares en diferentes sitios, pero la historia y el
xima eficacia en el trabajo. Los grandes ven- testimonio que ellas contienen no. El cono-
tanales de las industrias manufactureras se cimiento de la historia del lugar, que siem-
construyeron para aprovechar al máximo la pre añade un valor a todo lugar patrimonial,
luz solar, y la distribución de los espacios es- es de vital importancia en el patrimonio in-
taban en función de las barras de transmisión. dustrial en cuanto se refiere a su valoración.
También determinaba su diseño el movi- Por este motivo es necesario promover los
miento de personas, de materias primas o de estudios antes de cualquier actuación para
productos transformados o semitransforma- conocer su importancia relativa.
dos. En algunos sectores, como en la moline- La repetición en la fabricación y la exis-
ría de grano, o en los procesos que necesita- tencia de una gran cantidad de bienes de la
ban hornos, los edificios eran un envolvente industrialización, al menos en muchos terri-
de la maquinaria o del horno. torios, tiene como consecuencia que se han
Una de las características del patrimonio in- de seleccionar los que se quieren conservar
dustrial mueble e inmueble es su falta de sin- para las futuras generaciones. Muy a menu-
gularidad, no son únicos y son repetitivos. do no se puede conservar todo.
63
Los bienes muebles máquinas y utensilios se
fabrican en serie y los edificios se diseñan con
módulos que se repiten como en el caso de las Las tipologías y sectores
fábricas manufactureras. Otras veces, los edifi- del patrimonio industrial
cios y construcciones de un sector industrial
siguen unos mismos modelos que se aplican a El patrimonio industrial se compone de
todas las construcciones del sector. bienes materiales de la cultura industrial
Figura 7. Vista exterior del Museo de la Piel de Igualada. Figura 8. Interior del Museo de la Piel de Igualada.
e) Lugares sociales, donde se desarrollan
las actividades relacionadas con una activi-
dad industrial concreta, tales como la vi-
DE SU VALORACIÓN, SIGNIFICADO Y RENTABILIDAD EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
El paisaje industrial
Figura 11. Museo del Cemento Asland de Castellar. Figura 12. Museo del Ferrocarril de Vilanova i la Geltrú.
nificativo preservar un edificio sin las máqui- dos en museos. La única solución es su reu-
nas por las cuales fue construido? tilización para otros usos y ello significa
Por norma general, cuando se decide la que a menudo se han de realizar operacio-
protección de un lugar productivo, la maqui- nes de cirugía para eliminar alguna parte o
66
naria y los utensilios han desaparecido y la construir unas nuevas y ello presenta una
protección ha de realizarse sin ellos. En estos colisión con unos de los principios básicos
casos siempre es necesario dejar en el edificio de la conservación del patrimonio y del
o construcción los elementos funcionales que principio de autenticidad.
existen, como en el caso de elementos eleva- En la práctica, la reutilización de un sitio
dores, elementos vinculados al proceso ener- industrial como forma de asegurar la super-
gético..., que transmitan al futuro visitante o vivencia del lugar como testimonio es acep-
utilizador el sentido industrial del sitio. Así table, excepto en el caso de sitios de especial
mismo es imprescindible que haya una míni- importancia histórica. La mayoría de las pre-
ma interpretación en un lugar concreto. servaciones de lugares industriales se realizan
Para visualizar la complejidad de la in- a través de la reutilización. Los nuevos usos
dustrialización en un territorio es necesario han de respetar los elementos espaciales y
que se preserve una cantidad importante de estructurales más significativos y han de
elementos relacionados con la industrializa- mantener al máximo posible los patrones
ción, tanto productivos, de comunicación, originales de circulación. Las intervenciones
de servicios o sociales donde se incluyen las sean reversibles y que han de minimizar el
viviendas. Estos edificios pueden estar dis- impacto. Todo cambio inevitable ha de ser
persos con poca conexión entre ellos o pue- documentado, y los elementos significativos
den constituir un paisaje industrial. En es- que se eliminen deben ser registrados y al-
tos casos no se pueden preservar todos los macenados de forma segura.
edificios y construcciones como monumen- Para ir un poco más lejos, si un concepto
tos a contemplar ni se pueden convertir to- relevante de la preservación del patrimonio
industrial es el del paisaje, a veces puede ser los espacios donde, en otro tiempo, se des-
válida la preservación de elementos indivi- arrollaron unas actividades.
duales como chimeneas o partes de un edi- Su valor didáctico se centra en tres ejes.
ficio si complementan a otros elementos El primero es el tecnológico, que visualiza
más consistentes. En estos casos es necesario el ingenio humano para realizar unas tareas
plantearse si el elemento es útil como testi- más efectivamente. El segundo es el social,
monio en un conjunto o es mejor hacerlo en el sentido que refleja las condiciones de
desaparecer. Siempre se puede considerar el trabajo y de vida, así como los conflictos
elemento como un monumento al antiguo que se producen. El tercero es el ambiental
lugar productivo desaparecido. y, concretamente, el relacionado con el im-
La reutilización de edificios y la preserva- pacto de las acciones productivas humanas
ción de elementos singulares de un proceso en su entorno. Estos tres ejes se pueden
productivo son los puntos más discutidos contemplar en la dimensión temporal, su
de la valorización de este patrimonio. Éste evolución en el tiempo y en la dimensión
es el punto que visualiza la gran diferencia espacial, su extensión en un territorio. To-
entre el patrimonio cultural histórico, artís- dos estos ejes y dimensiones confieren al pa-
tico y arqueológico con el industrial. trimonio industrial una interdisciplinarie-
La preservación del patrimonio industrial dad que es esencial para cualquier proceso
no se realiza, como se ha indicado anterior- formativo.
mente, para ser contemplado sino para ser El patrimonio industrial no sólo ha de ser-
comprendido. Es un patrimonio didáctico vir para difundir y explicar la técnica y la vi-
67
lo que significa se ha de entender la activi- da en unos lugares y en una época concreta,
dad que allí se desarrollaba. Es un patrimo- sino que ha de constituir un elemento de re-
nio didáctico.
zación aún hoy son los motores del cambio de explicar. Los centros de interpretación
de nuestra sociedad y su conocimiento ayuda tienen su razón de ser en los edificios reuti-
a comprender el mundo actual. La concen- lizados para otros objetivos y en estos casos
tración de capital y de trabajadores ha desem- es necesario un lugar donde se visualice la
NUEVO CONCEPTO DE PATRIMONIO INDUSTRIAL, EVOLUCIÓN
bocado en las multinacionales; la innovación historia del lugar, en los centros productivos
tecnológica es el motor del desarrollo de los de grandes dimensiones y en los territorios
países; las ampliaciones de mercados han lle- donde hay un paisaje industrial. En estos
vado a la globalización; las migraciones a los dos últimos lugares es necesario establecer
lugares donde se concentra la oferta de traba- unos itinerarios con las explicaciones nece-
jo, antes a nivel nacional, han adquirido una sarias en cada punto de interés.
dimensión global. La conservación del patrimonio industrial
El conocimiento de la historia de la in- es principalmente una acción cultural desti-
dustrialización también implica la compre- nada a testimoniar una parte de la historia
sión de los conflictos entre países para obte- de un territorio que fue esencial para la his-
ner las materias primas y aumentar el toria de la humanidad y que explica el mun-
mercado de sus productos elaborados, así do actual. Pero políticamente la preserva-
como los conflictos sociales que se derivan; ción de cualquier lugar patrimonial se
la diferencia es que lo que era a escala na- realiza para mejorar la calidad de vida de los
68
cional o entre unos pocos países se está tras- ciudadanos, ya que el patrimonio hace que
ladando a escala global. los lugares sean más agradables y que au-
Las herramientas principales para trans- mente la estima al lugar. Al mismo tiempo,
Figura 14. Museo Industrial del Ter. mitir los conocimientos industriales son la refuerza la identidad de las comunidades y
es un factor de integración para las personas
que vienen de fuera. Los elementos del pa-
trimonio histórico otorgan un carácter al te-
rritorio y lo personalizan respecto a otros,
confiriéndole una singularidad.
Como sucede con el resto del patrimonio
arquitectónico, las rehabilitaciones de los
bienes patrimoniales industriales acaban sien-
do asumidas plenamente por los ciudadanos
y, muy a menudo, se convierten en emblemas
de los lugares donde están situados. La gran
ventaja del patrimonio industrial sobre otros
es su facilidad de comprensión y su proximi-
dad a la vida de los ciudadanos porque los te-
mas que trata son comunes a su vida cotidia-
na. La estima de ciertas poblaciones por su
patrimonio industrial es muy grande en los
lugares donde el lugar productivo ha deter-
minado la vida de la comunidad como, por
ejemplo, en el caso de la minería.
Los lugares de patrimonio industrial pue-
den convertirse también en unos buenos
productos turísticos, ya que pueden agradar
a todos los miembros de una familia perte-
neciente a cualquier estamento social. Ac-
tualmente hay muchos ejemplos en todo el
mundo, especialmente en áreas desindus-
trializadas que han visto en el turismo in-
dustrial una salida económica.
Actualmente, las posibilidades turísticas
de los lugares productivos son uno de los
grandes factores que ayudan a preservar el
Figura 15. Museo del Molino Papele-
patrimonio industrial. Los responsables ro de Capellades.
políticos y los propietarios de estos lugares
comprenden la fuerza atractiva de este pa- libros y se han realizado documentales emi-
trimonio que visualiza cómo se producían tidos por las televisiones.
las cosas y muestra unas formas de trabajo La segunda gran acción protagonizada
de vida que son completamente distintas a por los vecinos del Poble Nou ha sido más
las actuales, pero que no son muy lejanas contundente debido al desarrollo urbanísti-
69
en el tiempo. La posibilidad que el patri- co que sufre actualmente esta zona de la
monio industrial contribuya al desarrollo ciudad. Lo que ahora llamamos el Poble
económico local facilita su preservación y Nou fue la zona donde hubo la más alta
su puesta en valor. concentración de industrias de España, la
En estos últimos, en Cataluña, han surgi- mayoría de las cuales ya ha desaparecido por
do diversas acciones reivindicativas del pa- reconversiones urbanísticas. El movimiento
trimonio industrial. Las que han tenido pretende salvar unos cien elementos patri-
más impacto en la prensa han sido la cele- moniales a través de la reutilización, con el
bración del los «150 años de las colonias in- objetivo de que quede un paisaje industrial
dustriales» y el movimiento vecinal para la que sea el testimonio que allí hubo una his-
preservación del patrimonio industrial del toria. Sin ellos, en el futuro, parecerá que
Poble Nou de Barcelona. La primera, dirigi- esta parte de la ciudad, construida a finales
da por el Consorci del Parc Fluvial del Llo- del siglo XX y principios del XXI, se hizo so-
bregat al que se han unido las asociaciones bre unos campos agrícolas. El Poble Nou
de vecinos, ha tenido por objetivo concien- fue no sólo la zona industrial por excelencia
ciar a la sociedad catalana, y especialmente de Barcelona, sino que además fue la cuna
a las administraciones, de que existen seten- de movimientos obreros, como los Icardia-
ta y dos colonias industriales y muchas de nos de Cabet o los anarquistas que tanta
ellas corren peligro de ser destruidas o des- fuerza tuvieron en la ciudad.
figuradas. La campaña desarrollada durante Los vecinos ven los bienes industriales
un año (2005) ha sido un éxito y se han es- como «su patrimonio» porque aquella zona
crito numerosos artículos, se han publicado era húmeda, llena de ciénagas y las primeras
DE SU VALORACIÓN, SIGNIFICADO Y RENTABILIDAD EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
NUEVO CONCEPTO DE PATRIMONIO INDUSTRIAL, EVOLUCIÓN
construcciones fueron las relacionadas con de la Vila Olímpica no hubo ninguna reac-
el mundo productivo. El patrimonio indus- ción ciudadana al manifiesto que realizamos
trial confiere una historia al barrio y consti- un grupo de tres arquitectos y dos ingenie-
tuye, como todo patrimonio, una herra- ros para salvar de la destrucción cinco in-
mienta que ayuda a integrar las personas dustrias que consideramos de gran valor.
que se instalan allí. Es más fácil integrarse Paralelamente a estos dos grandes movi-
en un lugar donde hay un patrimonio, que mientos continuamente se pueden leer en la
70
acaba siendo el pasado de todos, que en un prensa noticias relacionadas con el patrimo-
lugar sin historia. nio industrial, ya sea por una manifestación
Los cien lugares a preservar ya están casi a favor de la salvaguarda de un edificio o
todos pactados con el Ayuntamiento y la rei- por el anuncio de una próxima restaura-
vindicación que se ha centrado en la salva- ción. No sólo es un fenómeno de Barcelo-
guarda de la histórica fábrica de Can Ricart na, hay noticias relacionadas con el patri-
que ha de ser el símbolo de esta historia in- monio industrial que son de diversas partes
dustrial. Can Ricart se construyó a princi- del patrimonio catalán.
pios de los años cincuenta del siglo XIX y fue ¿Qué ha sucedido para que la percepción
la primera industria en instalarse en esta zo- del patrimonio industrial haya cambiado
na. Cuando Idelfonso Cerdá planificó el Ei- tanto durante estos años? Creo que el ele-
xample, esta industria ya existía y así se re- mento clave ha sido la actividad en todo el
fleja en los planos. Can Ricart ha de ser el territorio del Museo de la Ciencia y de la
lugar donde se explique la historia indus- Técnica que desde el inicio de su existencia,
trial, el centro de interpretación y de allí han en 1984, se propuso también preservar el
de salir los itinerarios culturales que transcu- patrimonio industrial construido y, actual-
rran por estos lugares patrimoniales. mente, su mayor éxito ha estado en haber
Es curioso que diecisiete años antes en logrado la sensibilización popular sobre este
1988, cuando se empezó a demoler la parte patrimonio y que la sociedad lo haya consi-
más cercana al puerto a causa de las obras derado como tal.
Arquitectura industrial,
testimonio de la era de la industrialización
INMACULADA AGUILAR CIVERA
Cátedra Demetrio Ribes. Universidad de Valencia
cas, máquinas y procesos, sus actuaciones tes problemáticas en su análisis. En este sen-
en elementos industriales, restaurando o tido, para el estudio de este patrimonio, es
reutilizando con fines culturales, didácticos evidente que se mantiene el uso de las fuen-
o turísticos, etc., han sido decisivos para tes tradicionales: fuentes documentales en
conservar, preservar y, en muchos casos, archivos y fuentes publicadas (obras genera-
reutilizar estos vestigios de nuestro pasado les, revistas y publicaciones periódicas); sin
industrial. Igualmente no queda duda de embargo, el período al que nos referimos, la
72
que también ha influido la crisis económica era mecánica y el objeto estudiado, el resto
y la reconversión industrial que se ha plan- industrial, nos remite a otras fuentes especí-
teado desde los años sesenta, con el proble- ficas de la época. Fuentes que la arqueología
ma de la conservación de grandes zonas industrial ha utilizado desarrollando y di-
industriales obsoletas o de pequeñas indus- fundiendo una nueva metodología científi-
trias sin uso ubicadas en nuestras ciudades, ca de análisis e investigación. Por ello, quie-
o de infraestructuras ingenieriles inadecua- ro referirme a la importancia que adquieren
das al sistema de comunicaciones actual, o en nuestra investigación el estudio de los ar-
de equipamientos técnicos públicos ya ca- chivos de empresa, el vaciado de la «litera-
ducos para la sociedad del siglo XXI. Esta tura gris» en revistas profesionales, la histo-
problemática ha provocado que muchas ad- ria oral y el registro arqueológico.
ministraciones municipales y estatales se Es por ello de enorme interés introducir-
plantearan la conservación, el uso o el de- nos en los archivos de empresa, rico y valio-
rribo de estos vestigios industriales, se ini- so material que debido a la evolución pro-
ciaran inventarios y catálogos, se propusiera pia de estas empresas, cierres, quiebras,
la protección de algunos monumentos in- fusiones, traslados, etc., desaparece rápida-
dustriales, se reconvirtieran algunas anti- mente. El archivo de empresa ha sido defi-
guas fábricas en museos industriales. nido como «el conjunto de documentos
Si consideramos que el patrimonio in- producidos por una empresa en el desarro-
dustrial es un patrimonio integral, fiel refle- llo de las actividades que le son propias, de
jo del concepto y objetivos de la Arqueolo- manera orgánica y automática y conserva-
gía Industrial, debemos admitir como dos como testimonios e información». Tal
Figura 1. Carpeta Proyecto de la Sociedad Valenciana de Tranvías. Figura 2. Cartel publicitario. Archi- Figura 3. Forjados y vigas sistema Henne-
Archivo AFGV. vo AFGV. bique, 1893 (L’invention du béton armé,
1999).
Los criterios planteados en el tercer apar- den, por ser la más antigua que se conserva
tado C) hacen referencia a sus posibilidades en España; podemos catalogar o proteger
de futuro, su nivel de conservación, su po- por su valor tecnológico un canal de nave-
sibilidad de una restauración integral (in- gación (Canal de Castilla) como una severa
mueble-mueble), su propiedad o situación y funcional fábrica de seda por su autentici-
jurídica, y, por último, la existencia de unos dad e integridad (fábrica Lombard en Al-
estudios o plan estratégico que valore su moines).
76
viabilidad y rentabilidad social. Los valores testimoniales, singulares,
Con este sistematizado y amplio plantea- representativos, así como los históricos, so-
miento podemos seleccionar tanto el con- ciales, técnicos y territoriales, han sido reco-
junto de la Colonia Sedó en Esparraguera nocidos y valorados en muchos de los ele-
como modelo urbanístico y sociológico de mentos industriales seleccionados. Sin
vivienda obrera, como la estación del Grao embargo, analizar y valorar, desde el punto
de Valencia, una estación de segundo or- de vista artístico-arquitectónico, una severa
Figura 6a. Fábrica Lombard en Almoines. Col. I.A.C. Figura 6b. Fábrica Lombard en Almoines. Archivo Histórico Ayuntamiento
de Gandía.
fábrica decimonónica, un funcional mata- La industria de la construcción
dero, una estación estandarizada, un racio- en la «era mecánica»
nal puente metálico, ha sido y es todavía un
reto en nuestra profesión. Por ello, y ante Los nuevos conceptos vitales e ideológicos,
todo desde mi propia especialidad, la histo- provocados por la revolución industrial, tales
ria del arte, creo que es importante incidir como economía, intercambiabilidad, com-
en el análisis de las características de este pa- patibilidad, facilidad de servicio, precisión en
trimonio industrial y en la valoración de es- el tiempo, control de calidad, previsión anti-
tos aspectos arquitectónicos e ingenieriles. cipada de la acción, llevarán a la arquitectura
Siempre he comentado que el valor fun- y la ingeniería contemporáneas a plantearse
cional, racional y sincero de estos edificios unas formas, unas técnicas y unos procesos
industriales, que se materializan con volú- de construcción que reflejarán claramente es-
menes geométricos, severidad en las formas, tas nociones propias de las nuevas necesida-
con articulaciones regulares y ordenadas, des de la producción industrializada.
con economía de medios, han provocado A su vez, el modelo de pensamiento cien-
un rechazo de su valor artístico. Es decir, es- tífico que rige el período de la industrializa-
tas características que son propias de la in- ción deriva de los paradigmas propuestos
dustria han ido, curiosamente, en detri- un siglo antes por la ciencia (la mecánica
mento de su valor patrimonial. clásica de Newton). La extraordinaria efica-
Pero, lo que es evidente, es que para ha- cia demostrada por esta forma de pensa-
blar de valores artísticos del patrimonio in- miento en el campo de las aplicaciones con-
77
dustrial de los siglos XIX y XX no podemos siguió elevarla a un modelo de referencia
ni debemos regirnos por los parámetros que para toda actividad que deseara llamarse ra-
se usan para un monumento artístico de cional y científica. Durante este período,
épocas anteriores (gótico, renacentista, ba- ciencia, técnica e industria pensaban y ac-
rroco). Estamos hablando de la Edad Con- tuaban en base a estos paradigmas.
temporánea. También nos encontramos en En un sentido amplio, la construcción de
plena era mecánica, que ha revestido a la in- edificios e infraestructuras es, en efecto, una
geniería y a la arquitectura de unas nuevas industria, por la cual la sociedad materiali-
características propias como respuesta a la za, transmite y transforma su cultura. Esta
influencia de la industrialización. Caracte- cultura se observa ante todo en determina-
rísticas que son representativas de una épo- das ramas del arte de la construcción, en la
ca determinada y en ellas debemos ver ese arquitectura para la industria, en la arqui-
nuevo factor estético y artístico propio de la tectura de empresa, en la arquitectura del
edad contemporánea. hierro, en la ingeniería de la arquitectura o
Curiosamente, estos valores artísticos se la arquitectura del ingeniero. Estas nuevas
aceptan y se proponen positivamente para manifestaciones arquitectónicas e ingenieri-
la arquitectura contemporánea; sin embar- les vinieron, además, íntimamente relacio-
go, como he dicho, estos mismos valores nadas con la aparición en el mercado de
van en detrimento de la valoración patri- nuevos materiales preparados por la propia
monial de la ingeniería y la arquitectura téc- industria, como el hierro, el acero o el hor-
nica e industrial. Ésta es la paradoja sobre la migón armado, y tuvieron sus mejores apli-
que debemos reflexionar. caciones en los nuevos tipos edilicios que
Figura 7. MACOSA, Valencia. Col.
F. Signes.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
surgieron como resultado de las nuevas ne- trial, pero si pensamos en la arquitectura,
cesidades de la sociedad industrial. De ahí tanto de una industria como de una esta-
que estas manifestaciones industriales res- ción, un comercio, un mercado, un puente,
pondan, en mayor y mejor medida que una vivienda obrera, un depósito, observa-
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,
otros sectores de la arquitectura, a las carac- mos que todas ellas se rigen a través de tres
terísticas ideológicas, sociales y económicas nuevos factores de la era mecánica, factores
del período, constituyendo su representa- que surgen de los nuevos planteamientos de
ción más significativa. la ciencia, de la industria y del mercado en
En primer lugar, creo que es importante este período.
centrar el significado de arquitectura indus-
trial10. Podemos definir arquitectura indus- La ciencia
78
trial como aquella que tiene una finalidad
explotativa, industrial, viva expresión del co- Por ello, primero debemos hablar de la in-
mercio y que tiene su fundamento en unas fluencia de la ciencia y en concreto de los
necesidades socioeconómicas determinadas paradigmas propuestos un siglo antes por la
por la revolución industrial. Esta definición mecánica clásica de Newton. Como nos co-
reúne a todos aquellos edificios construidos menta E. Manzini11, «la técnica moderna y
o adaptados a la producción industrial cual- la industria nacieron y se desarrollaron
quiera que sea o fuese su rama de produc- adoptando modelos de pensamiento y pra-
ción. Igualmente debemos de tener en cuen- xis operativas derivadas de los paradigmas
ta todas las manifestaciones arquitectónicas, propuestos un siglo antes por la ciencia (la
ingenieriles o tecnológicas del ciclo produc- mecánica clásica de Newton). Llamaremos
tivo-industrial: la distribución de su produc- a tales paradigmas “modelo mecánico-re-
ción y su consumo. Es decir, es una rama del ductivista”. Éstos preveían que la compleji-
arte de la construcción que engloba todas las dad de un fenómeno pudiera reducirse, en
10
AGUILAR CIVERA, I.: Arquitectura tipologías edilicias derivadas de la industria- todo momento, a la sencillez de sus ele-
Industrial. Concepto, método y fuentes, lización, industrias productivas, industrias mentos constitutivos, y que en un fenóme-
Diputación de Valencia, Valencia, extractivas, industrias energéticas, industrias no fueran siempre válidas unas concretas y
1998.
11
del transporte y de las comunicaciones, definibles relaciones causa-efecto, que el
MANZINI, E.: Artefactos. Hacia
equipamientos técnicos colectivos, infraes- observador pudiera considerarse fuera del
una nueva ecología del ambiente arti-
ficial, Celeste Ediciones y Experi- tructuras y obra pública. sistema observado y, por lo menos en teoría,
menta Ediciones de Diseño, Madrid, Lógicamente, esta definición amplía el que éste fuera capaz de disponer de toda la
1992, p. 115 sentido hasta hoy de la arquitectura indus- información necesaria para definir el siste-
ma». Este pensamiento, a partir de enton-
ces, fue modelo para toda actividad científi-
ca y en sus aplicaciones industriales. Por
ello, el proyecto técnico es concebido como
mecánico-reductivista, tanto en la organiza-
ción de la producción (el taylorismo y el
fordismo se basan en la idea de que las ope-
raciones se puedan descomponer y recom-
poner) como en el modelo de mercado o
como en el arte de la construcción. Según
este mismo autor, con ello se simplificaba la
realidad y se llegaba «a un gran modelo li-
neal, transparente y comprensible al cual
poder referirse hablando una lengua concre-
ta y referencial»12.
Estos modelos de pensamiento nos ha-
blan de funcionalidad, de racionalidad, de material se muestra sincero en su estricta ca- Figura 8. Construcción del Viaducto
transparencia y de sinceridad en el arte de la lidad, con sus propias y singulares caracte- de Santa Ana. Museo del Ferrocarril-
Delicias. Fundación de Ferrocarriles
construcción. La funcionalidad es el nuevo rísticas y propiedades. En ellos se determina
Españoles. Archivo Fotográfico MZA.
criterio de la arquitectura industrial, su mi- la forma sincera y el volumen correcto y da-
sión es precisa y debe cumplirse de la mane- rá como resultado una arquitectura «justa y
79
ra más adecuada. La forma y el volumen del bella». La ligereza será su expresión espacial.
edificio están al servicio de la función que el En este sentido, la obra del ingeniero es el
edificio debe asumir, de la maquinaria que modelo a seguir.
debe acoger y de la organización de la pro-
ducción que se tenga que establecer. Es su La industria
principio más básico y el que en mayor me-
dida define esta arquitectura. Es a partir de En segundo lugar será la propia revolución
este período que surgen múltiples tipos edi- industrial la que provocará unos nuevos 12
Op. cit., p. 116.
licios, los cuales van a responder a las nuevas conceptos vitales e ideológicos, como son la 13
Al referirse a la arquitectura in-
necesidades de la industria y de la sociedad: economía, la intercambiabilidad, la compa- dustrial contemporánea, Celestino
distintos tipos fabriles según su sector pro- tibilidad, la prefabricación, la estandariza- García Braña comenta: «La literali-
dad de la transparencia juega un pa-
ductivo, nuevas tipologías como estaciones, ción. Conceptos que ya venían asumidos
pel fundamental en la exhibición del
mercados, mataderos, galerías comerciales, por la máquina y la industrialización, má-
funcionamiento interno del edificio,
grandes edificios de oficinas, etc. quina que no es sólo un dispositivo concre- lo que permite mostrar al mundo la
Estos nuevos tipos edilicios son concebi- to o un ingenio, sino una máquina social, idoneidad de lo que en el interior se
dos como una actividad racional y científi- una organización racional de la producción. está produciendo, la literalidad de lo
ca y, por lo tanto, analítica, mecanicista y La máquina en este proceso de industriali- que es, sin ningún tipo de mediacio-
nes», en «Industria y arquitectura
casual. En ellos, el mecanismo de sus órga- zación introduce los conceptos de repeti-
moderna en España, 1925-1965»,
nos de funcionamiento, de su distribución, ción, de estándar, de serie y de unidad en el
La arquitectura de la industria, 1925-
es transparente13, se puede leer todo el pro- pensamiento del constructor. Estos princi- 1965, Registro Docomomo Ibérico,
ceso constructivo y organizativo, se intenta pios necesitan previamente la elaboración Fundación Docomomo Ibérico, Bar-
exhibir su propia racionalidad. En ellos, el de un modelo, de un prototipo, de un pla- celona, 2005, p. 43.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,
80
Figura 9a. Iglesia prefabricada en Arica. G. Eiffel. Col. I.A.C. Figura 9b. Iglesia prefabricada en Arica. G. Eiffel. Col. I.A.C.
14
L. Benévolo nos comenta: «Se tra- no, es decir, de una común medida. El pla- texto la arquitectura prefabricada, la arqui-
ta de una estructura sin la habitual je- no será la referencia para el control del buen tectura estandarizada y la arquitectura de
rarquía de elementos principales y se- funcionamiento del sistema y para el con- ensamblaje.
cundarios unidos por ensamblaje, trol del objeto producido. El prototipo, o lo La producción en serie de elementos de la
sino que se basa en multitud de listo-
que es lo mismo: el modelo a repetir, es construcción, la normalización y la adapta-
nes delgados de dimensiones norma-
también el modelo de la organización del bilidad de sus partes y componentes son los
lizadas colocados a distancias modu-
ladas y fijadas con simples clavos; los trabajo, del proceso de producción. Es la re- principios de la prefabricación en arquitec-
vanos, puertas y ventanas son necesa- presentación concreta, bajo forma de obje- tura. Uno de los primeros ejemplos relevan-
riamente múltiples del módulo fun- to, de la concepción misma de este proceso. tes lo encontramos en la llamada estructura
damental; un entramado de tablas en Es necesario, pues, crear ese modelo, codifi- Balloon Frame14. Pero el material idóneo pa-
diagonal asegura la resistencia al vien-
car el método, dividir el trabajo en tareas re- ra este nuevo concepto constructivo fue el
to de la estructura, y un segundo en-
petitivas, normalizar el instrumento y pre- hierro, material que desarrolló una tecnolo-
tramado de tablas machihembradas
defiende al edificio de la intemperie. venir el intercambio de las partes. Esta gía científica y una producción masiva a par-
Esta estructura permite la explota- influencia de la industrialización en la ar- tir de 1826 tras las investigaciones desarro-
ción de producción industrial de la quitectura nos permite analizar en su con- lladas en Mánchester por Eaton Hodgkin-
Figura 11a. Ferrocarril del Tajo, estaciones (Anales de la Construcción y de la
Industria, 1876).
81
Figura 10. Puentes prefabricados, sistema Eiffel. Catálogo comercial. Figura 11b. Ferrocarril del Tajo, estaciones (Anales de la Construcción y de la
Industria, 1876).
son y William Fairbairn. La primera conse- A partir de estas innovaciones se puede madera, en dimensiones unificadas, y
está posibilitada, también, por el bajo
cuencia de estas investigaciones fue la apari- plantear el proceso de prefabricación en los
precio en los clavos de acero; por otra
ción de la viga de hierro forjado de sección materiales de hierro y con él el concepto de
parte, reduce el tiempo de la puesta
en I. En 1830 y 1835, en Inglaterra y Ale- ensamblaje como sistema constructivo. Pro- en obra y no requiere mano de obra
mania, se laminaron los primeros raíles; en ceso que constituirá la base estructural de especializada; es decir, está concebida
1840, los establecimientos Le Creusot fabri- gran parte de la interesante y variada arqui- para que cualquiera pueda construir-
caron en serie viguetas de hierro; en 1857, tectura del hierro, plasmada en mercados, se su propia casa con poco o ningún
utillaje», en Historia de la arquitectu-
en Eschweiler Ave, se creó el primer taller de mataderos, estaciones, fábricas, almacenes,
ra moderna, Gustavo Gili, Barcelona,
laminación de vigas en I; en 1869, el VDT puentes, viaductos, muelles, etc. En 1856,
1974, pp. 256-257.
publicó un catálogo con las tablas de los per- James Bogardus al prologar el catálogo Illus- 15
GATZ, K. y HART, F.: Edificios con
files laminados, tablas que fueron elevadas a trations of Iron Architecture relaciona los sis- estructura metálica, Barcelona, 1968,
norma en 191715. temas, las ventajas y las características de es- pp. 11-12.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,
axial, sobre la base de una media elipse ce- imprescindibles para la sucesión de talle-
rrada por su diámetro. En el centro, la ca- res, parecen excluir los repliegues que la
sa del director; a ambos lados, las fábricas teoría dicta para articular las masas. [...]
de sal; en el perímetro, los pabellones pa- Sin embargo, no se ha hecho todo presen-
86
ra los operarios y sus familias (con un es- tando a la vista las dimensiones dictadas
pacio central comunitario alrededor de por las necesidades; es necesario aún que
una chimenea), intercalándose con otros el carácter del edificio sea el adecuado; es
pabellones destinados a los artesanos y sus necesario que el espectador menos instrui-
talleres (talleres de carreteros, toneleros y do pueda juzgarlo; es menester aún que se
almacenes de hierro), y en los extremos, la puedan distinguir los vapores salados que
residencia de los comisarios e intendentes; envuelven los tejados de la fábrica de la
junto a la entrada principal, la casa de los pútrida humareda que exhalan los altares
guardianes y la cárcel. El complejo resalta donde se queman víctimas».
no sólo por la particular concepción ar- Esta nueva organización industrial sirvió
quitectónica de Ledoux, su neoclasicismo de modelo a la política económica de la nue-
25
LEDOUX, C. N.: La arquitectura
romántico, sino por sus propias reflexio- va dinastía borbónica en nuestro país duran-
considerada bajo sus relaciones con el
nes recogidas en su proyecto personal so- te el siglo XVIII. La atención del Estado se
arte, las costumbres y la legislación,
(1804), traducción realizada por la bre La ciudad ideal de Chaux. Así, Ledoux, concentró, sobre todo durante el reinado de
Cátedra de Análisis de Formas Ar- nos describe, las fábricas de sal25, inci- Carlos III, en el desarrollo de los sectores
quitectónicas, Escuela Técnica Supe- diendo en dos aspectos, la funcionalidad y textil y metalúrgico. Así surgieron, de la ma-
rior de Arquitectura, Madrid, 1984, el carácter parlante: «Dos edificios iguales no de los Reales Cuerpos de Artillería e In-
p. 93. ocupan los lados de un círculo inmenso; genieros Militares, las Reales Fundiciones de
26
RABANAL, A.: «El reinado de Car-
los edificios de grandes dimensiones no Sevilla, Barcelona y Toledo26, la Real Fábri-
los III en la Arquitectura de las Rea-
les Fundiciones españolas», Fragmen- necesitan ornamentos para hacerse valorar ca de Paños en Brihuega o la Real Manufac-
tos, n.os 12-13-14, Madrid, 1988, [...]. La multiplicidad de necesidades que tura de Tabacos de Sevilla, entre otros mu-
pp. 103-113. hay que atender, las líneas prolongadas chos ejemplos.
La fábrica de pisos
o la estética manchesteriana
La nave industrial
Otra de las soluciones que mayor desarro- dustria armera fundada en 186435.
llo han tenido en los edificios industriales
desde finales del siglo XX ha sido el shed o Del rail al entramado metálico
cubierta de dientes de sierra. Este tipo pue-
de definirse como aquella nave que tiene un En 1784, el siderúrgico inglés Henry Cort
conjunto de pilares dispuestos en retícula so- laminó raíles de hierro forjado; en 1824,
bre los que descansan cerchas asimétricas. A Thomas Tredgold propuso la sección en I
través de esta solución se resuelve la posibili- como el formato más eficiente de las vigas
dad de ampliar lateralmente la nave sin per- metálicas; en 1841, Robert Stephenson
der iluminación y ventilación. «El Shed adoptó la vigueta en serie, de hierro forjado,
–nos comenta J. A. Sanz– puede explicarse en la construcción de puentes de ferrocarril.
como la evolución de la nave. Es también un Es el inicio de un proceso prolífico de estu-
edificio en una sola planta, que puede ex- dios sobre diferentes armaduras metálicas.
tenderse en las dos direcciones; una serie de Armaduras metálicas que tuvieron una gran
pilares soportan unas estructuras asimétricas aplicación en las redes del transporte.
que orientan una de sus caras al norte; esta El puente durante el siglo XIX y primeras
cara, la corta, está guarnecida por vidrio pa- décadas del siglo XX, se mueve en torno a
ra obtener una iluminación cenital unifor- dos tipologías básicas: arcos y vigas rectas.
me. El encuentro de la estructura con la co- Ambas tipologías irán proporcionando nu-
Sin embargo el tramo o viga recta será el
más utilizado y, sobre todo va a ser el más
característico del mundo ferroviario37. Estos
elementos lineales conseguían una luz y ca-
pacidad de carga muy superior a lo realiza-
do con anterioridad. Con el puente metáli-
co surgen algunas celosías que demostraron
su eficacia, y por ello fueron patentadas, re-
petidas y reconocidas por su idoneidad.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
39
con menor desarrollo en nuestro país, fue- de alma llena formada por planchas de hie- Antes de la llegada del hierro, mu-
ron el sistema Polonceau construido en Se- rro forjado roblonado configurando la sec- chos de nuestros primitivos puentes
ferroviarios fueron de madera, como
villa en el Puente de Triana, o el sistema ción. Eran fáciles de construir y fueron muy
lo fueron muchos de los primeros 93
Vergniais, que dio origen a algunos pro- utilizados en los tramos cortos ferroviarios. puentes europeos, pues ahorraban la
yectos que no llegaron a construirse, pese a Entre los ejemplos españoles se contaba con inversión inicial de la línea ferrovia-
ser un modelo bastante utilizado en Fran- el Viaducto de la calle Segovia, proyectado ria, eran económicos, de fácil cons-
cia en la segunda mitad del siglo XIX. por Eugenio Barrón en 1861. trucción y montaje. Así grandes in-
El puente metálico con viga de alma lle- El puente metálico con viga de celosía o genieros de estructuras metálicas,
como Telford o Brunel construyeron
na o viga tubular está constituido por vigas de celosías múltiples es uno de los modelos
muchos puentes de madera en los
de hierro dulce o forjado. Los tubulares tie- más utilizados en las líneas del ferrocarril es-
primeros años de implantación del
nen una sección rectangular hueca y los de pañol, francés y portugués, sobre todo en ferrocarril en Europa. El sistema
alma llena, o también llamados laminares, los años de su implantación. Son grandes Town, son vigas de celosías de made-
son una sección en doble T de alma llena. celosías de mallas a 45° basadas en el mode- ra muy cerradas, patente del arqui-
Fue un sistema muy utilizado en puentes de lo Town de madera39. El puente de Kehl so- tecto americano Ithiel Town en
1820. La viga constaba de dos lar-
ferrocarril desde que Stephenson y Flachat, bre el Rhin de 1859 y el viaducto de Fri-
gueros de madera horizontales uni-
a partir de 1849, construyeron grandes burgo de 1862 pueden ser dos de los
dos por largueros inclinados a 45° en
puentes como el Britannia sobre el estrecho grandes ejemplos. Entre los españoles el los dos sentidos. Es un sistema muy
del Menai o el Langon sobre el Garona. Son más monumental es el puente Internacional utilizado en los puentes cubiertos
un antecedente de los modernos puentes de sobre el Miño en Tuy, proyectado en la dé- americanos construidos desde esa fe-
sección en cajón. El modelo tubular, tipo cada de los años ochenta por Pelayo Man- cha hasta la primera mitad del si-
Britannia con circulación interior no tuvo cebo, o bien el Viaducto del salado de la lí- glo XX. Son puentes, en general, mix-
tos, con pilas de sillería y tablero de
mucha difusión en Europa, aunque sí se nea de Linares a Almería proyectado por los
madera. Será el modelo por excelen-
construyeron algunos de circulación exte- ingenieros de Fives-Lille a finales del siglo. cia en los puentes de ferrocarril, lle-
rior. Sin embargo, los más extendidos fue- La armadura Pratt fue patentada en 1844 gando a ser la primera imagen de es-
ron los puentes de palastro de sección en I por Caleb Pratt y su hijo Thomas, compi- te nuevo sistema de transporte.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
Figura 25. Puente en Carcaixent. Fondo Cdr. Figura 26. Puente en Cullera. Fondo Cdr.
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,
tiendo con la armadura Whipple (1847) y la pero siendo precisos para transmitir la so-
Warren (1848) como sistema de viga recta brecarga por la unión de las viguetas...»41.
en puentes de ferrocarril. Tiene una morfo- Ha sido una viga muy utilizada hasta la
logía muy semejante a la viga Howe pero primera década del siglo XX, pero el estu-
aquí son las diagonales las que utilizan el dio posterior de su comportamiento en es-
hierro forjado. La armadura Pratt fue lenta- fuerzos y sobrecarga por velocidad, dieron
94
mente aceptada, pero será a partir de 1875, a conocer numerosas anomalías. Por ello es
tras la construcción con este tipo de arma- un sistema de puente que se utiliza poco a
dura del puente en Portage en Nueva York partir de 1915.
(línea Nueva York-Erie), cuando la viga La viga Warren fue patentada por James
Pratt fue ampliamente aceptada en el mun- Warren en Inglaterra en 1848. Tenía seis di-
do ferroviario40. El gran número de puentes seños diferentes según el empleo de hierro
realizados en las líneas férreas españolas con forjado o fundido en los diferentes elemen-
este sistema confirma totalmente este hecho. tos. En la mayoría (excepto un diseño), el
El puente de viga de cruces de San An- cordón superior y las diagonales eran de
drés surge de la «superposición de dos vi- fundición, y sólo en uno de los diseños el
gas simples, tipos Pratt y Howe –nos co- entramado era totalmente de hierro forjado.
menta D. Mendizábal–, obteniéndose una En este sistema los largueros o cordones es-
viga en la cual en todos los recuadros hay tán unidos por diagonales que forman
diagonal y contradiagonal para que cada triángulos equiláteros (algunos son isósce-
una trabaje a la extensión y compresión les). Una de las obras más conocidas es el
40
KRANZBERG, M., y PURSELL, C. W.: respectivamente, aligerándose de un modo Viaducto de Crumlin construido entre
Historia de la Tecnología. La técnica en extraordinario la sección de los montantes 1853 y 1855.
Occidente de la Prehistoria a 1900,
que por no trabajar como tales, por estar Otro modelo muy utilizado en España pa-
Gustavo Gili, Barcelona, 1981, p. 428.
41 neutralizados y anulados los trabajos de ra puentes carreteros fue la viga bow-string.
MENDIZABAL, D.: Estudio y cons-
trucción de tramos metálicos, Sucesores compresión y extensión que en las vigas Su término proviene de bow and string, arco
de Rivadeneyra, S. A., Madrid, 1928, simples habían de resistir, teóricamente y cuerda, puente en el que el arco trabaja a
p. 294. son innecesarios, pudiéndoseles suprimir, compresión y la cuerda a tensión. Fue un
modelo muy extendido en la Inglaterra de la lísticos del XIX propios de la arquitectura
primera mitad del siglo XIX. Como ejemplos monumental o civil. Así, pues, clasicismos,
relevantes tenemos el puente de Windsor historicismos (neogótico, neorrenacimien-
(1848-1849) realizado por Brunnel o el de to, neomudéjar, etc.), eclecticismos y mo-
Newcastle (1846-1849) de Stephenson. El dernismos aparecen marcando las fachadas
sistema bow-string aunque utilizado de for- e interiores de las industrias, adquiriendo de
ma intermitente ha permanecido hasta bien este modo ese carácter estético próximo a la
entrado el siglo XX. Este sistema llamado arquitectura monumental. No por ello se
también por los ingenieros españoles de vigas perderá de vista la función y la propia eco-
parabólicas, había surgido en Inglaterra en el nomía como factores de la empresa, pero no
segundo cuarto del siglo XIX como una va- supone que esté reñido con la nueva imagen
riante del sistema Pratt al introducir el cor- más estética de la fábrica.
dón superior curvo. Competía en economía Con ello se perseguía el objetivo de con-
con los de alma llena y de celosía a partir de solidar el poder económico de la empresa,
los 40 m de longitud. Se construían de tra- en un mercado cada vez más competitivo, a
mos iguales, con una altura de la viga para- través de una imagen atentamente estudia-
bólica entre 1/7 y 1/8 de la luz. da que impresionase favorablemente sobre
Otros muchos sistemas podríamos citar: los beneficios de la empresa, neutralizando,
la armadura Whipple, Howe, Linville, Vie- además, cualquier referencia a conflicto so-
rendel, Bollman42; sistemas que nos permi- cial. El factor estético de una fábrica asume
tirían desarrollar la historia del puente me- el valor comercial y, como tal, debe aplicar-
95
tálico, elemento patrimonial en grave se a todo el complejo industrial, fábrica,
peligro de extinción. edificio de administración, talleres, almace-
nes, viviendas de operarios. Otro aspecto
La fábrica sofisticada o el carácter que influirá en esta evolución estética de la
de empresa fábrica será su ubicación en la ciudad, bien
en la periferia o bien en el propio centro ur-
En la segunda mitad del siglo XIX se empie- bano. Pues como ya hemos comentado, la
za a percibir un cambio en el carácter de la industria se libera de las naturales fuentes de
arquitectura industrial. Aparte de las inno- energía y se desplaza a la ciudad donde pue-
vaciones técnicas y de la renovación de los de llevar a cabo el ciclo completo del capi-
espacios de trabajo, producto de un nuevo tal (producción, distribución y consumo).
pensamiento social en la primera mitad del En ocasiones, era recomendable el uso del
siglo, también se va a gestar un cambio en elemento natural, como jardines en la en-
la imagen de la fábrica. Su ubicación en la trada de la fábrica, grandes patios, para cre-
ciudad, el auge económico libre-cambista, ar una cierta cohesión de ambientes de difí-
la nueva mentalidad de la empresa, la apari- cil convivencia en la ciudad. Por ello fue
ción de un mercado más competitivo, son muy utilizado el recurso a una puerta mo-
nuevos factores que provocan una renova- numental al espacio de la fábrica, puerta
ción del carácter estético de muchos edifi- que simboliza la entrada al mundo del tra-
cios industriales. De tal forma, que en las bajo, al mundo de la disciplina productiva, 42
MENDIZABAL, D.: Estudio y cons-
últimas décadas del siglo, la arquitectura in- desde donde se dirige y distribuyen los re- trucción de tramos metálicos, Sucesores
dustrial no es ajena a los movimientos esti- corridos del obrero a los distintos puntos de Rivadeneyra. S. A., Madrid, 1928.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,
Figura 27. Almacén de naranjas Carcaixent. Fondo Cdr. Figura 28. Almacén de naranjas Alzira. Fondo Cdr.
definible y al que se le puede atribuir un al- R. Banham– se obtiene una magnífica sín-
cance internacional: muros texturados con tesis entre forma y función en la arquitectu-
el recurso de la expresión de los sistemas ra industrial.
constructivos de la piedra, el ladrillo y la ce- A pesar de algunos precedentes aislados,
rámica; ventanas generalmente bíforas que como la barca fabricada por Coignet en
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,
54
GROPIUS, W.: «Die Entwicklung ingeniería en sus textos programáticos, ni su pensamiento de los paradigmas propuestos
100 Moderner Industriebaukunt», Jarh- contribución en la construcción industrial por Newton unos siglos antes. Le Corbusier,
buch des Deutschen Werbunddes, en las primeras décadas del siglo XX. en 1920, comenta: «No en busca de una idea
1913.
Pensemos que estas características fueron arquitectónica, sino guiados simplemente
las que llamaron la atención de Gropius, de por las necesidades de una demanda impe-
Le Corbusier, de Mendelshon, de Bruno riosa, la tendencia de los ingenieros actuales
Taut, de Curt Behrendt, en sus escritos sobre se dirige hacia las líneas generadoras y revela-
arquitectura moderna. La verosimilitud, la doras de los volúmenes; ellos nos muestran el
regularidad, las formas puras y básicas, las ge- camino y crean los hechos plásticos, claros y
ométricas y las abstractas, la aplicación de límpidos, que dan solaz a nuestros ojos y
una arquitectura científica, su lógica y mag- proporcionan el placer de las formas geomé-
nífica construcción, la expresión exacta de la tricas a nuestra mente. Así son las fábricas,
forma, libre de todo efecto casual, la claridad los alentadores primeros frutos de la nueva
de contraste, la articulación ordenada en la era. Los ingenieros actuales están en concor-
disposición de cada elemento son las reglas dancia con los principios que Bramante y
básicas de la arquitectura industrial y serán Rafael aplicaron hace mucho tiempo». Igual-
los modelos que los arquitectos europeos an- mente Le Corbusier, en 1923, incide de nue-
helaban para su futuro arquitectónico. Gro- vo al decirnos: «Los prototipos industriales se
pius, en 191354, al tratar los elevadores de convirtieron en modelos literales para la ar-
grano americanos nos dice: «Su individuali- quitectura moderna, mientras que los patro-
dad es tan inconfundible que el significado nes arquitectónicos históricos eran sólo ana-
de la estructura resulta evidente para el ob- logías seleccionadas por algunas de sus
servador». Qué próximo se encuentra este características. Por decirlo de otro modo, las
Figura 32b. Nave industrias Quími-
cas Cross.
En 1990, los fotógrafos alemanes Bernd y Hi- se engloba en el trabajo de ese grupo re-
lla Becher obtuvieron el Premio Internacional ciente de fotógrafos a los que la crítica ha
Leone d’Oro de escultura en la XLIV edición denominado «urbanos», y que han hecho de
de la Bienal de Venecia, por una exposición ti- la ciudad industrial su fuente de inspira- 1
SONTAG, S.: Sobre la fotografía, Ed-
tulada Bernd & Hilla Becher: Tipologie, Typolo- ción. Al igual que otros profesionales, como hasa, Barcelona, 1981, p.95. Ed. or.
gien, Typologies. No se trataba de una selección Gabriele Basilico, Mimo Jodice, Alex Jor- On Photography, 1973.
2
de esculturas. La muestra recogía una serie de dan, Josep Koudelka o Lewis Baltz, los Be- Sus fotografías se han ido publi-
cando en libros monográficos entre
fotografías de piezas industriales realizadas con cher atraviesan las periferias industriales ex-
los que destacan: Framework Houses 103
el sello inconfundible del matrimonio alemán: trayendo de ese entorno cualidades nunca From the Siegen Industrial Region,
fotos hechas a la luz homogénea de las prime- soñadas: potencia, nostalgia y, muchas ve- Shirmer/Mosel, Múnich, 1977; Wa-
ras horas de la mañana, con el cielo gris, en las ces, belleza. ter Towers, The MIT Press, Cambrid-
que el objeto industrial aparece centrado, sin Sin embargo, el jurado de la Bienal de ge, Massachusetts y Londres, 1988;
nada que indique su escala. Sin sombras, sin Venecia añade un nuevo matiz a su obra y Blast Furnaces, The MIT Press, Cam-
bridge, Massachusetts y Londres,
nubes, sin hombres. Nada se interpone entre el afirma que los Becher son escultores. Pero
1990; Pennsylvania Coal Mine Tip-
espectador y el objeto. Nada que pueda alterar –como se pregunta Thierry de Duve– ¿ha- ples, Shirmer/Mosel, Múnich, 1991;
la pureza de la pieza. Después agrupan las fo- cen escultura o la fotografían?, ¿son esos ob- Gas Tanks, The MIT Press, Cam-
tografías en series tipológicas específicas –torres jetos esculturas antes de ser fotografiados?3. bridge, Massachusetts y Londres,
de agua, torres de viento, torres de extracción Esculturas. ¿Quién lo hubiera pensado de 1993; Grundformen, Shirmer/Mosel,
minera, altos hornos, silos, tanques de gas, ele- aquellos edificios y artefactos fabricados pa- Múnich, 1993; Industrial Façades,
The MIT Press, Cambridge, Massa-
vadores de grano– y utilizan para todas ellas el ra desempeñar una función? Máquinas que
chusetts y Londres, 1995.
mismo nombre genérico: Anonymen Skulptu- se iban sustituyendo con cada avance del 3
Cfr. DE DUVE, Thierry, «Bernd e
ren (Esculturas anónimas). progreso. Piezas que modificaron el terri- Hilla Becher o la fotografia monu-
Desde hace varias décadas, los Becher re- torio, que lo invadieron, definiendo otro mentaria», ponencia presenta por el
corren el mundo industrializado elaboran- paisaje. Los arquitectos modernos habían autor al I Encuentro Internacional
do su peculiar inventario de objetos indus- encontrado en aquel naciente mundo indus- La generazione delle immagini, cele-
brado en Milán en 1995. El texto
triales2. Siguiendo la estela de la fotografía trial los trazos de un nuevo lenguaje con el
original, «Bernd et Hilla Becher ou la
documental de principios del siglo XX, tra- que partir de cero. Y aunque aquellas
photographie monumentaire», está
tan de llevar al máximo la posibilidad de realizaciones de los ingenieros desde el para- publicado en Cathiers du Musée Na-
transmitir la realidad que ofrece el medio digma de la eficacia todavía no eran arqui- tional d’Art Moderne (París), prima-
fotográfico. Pero al mismo tiempo, su obra tectura, en ellas atisbaron una monumenta- vera de 1992, pp. 118-129.
tructurales, manifestación exterior del febril
movimiento del proceso industrial. En su de-
seo de partir de cero para construir una nue-
va realidad autónoma, los jóvenes arquitectos
europeos habían encontrado la poética de la
industria, y la utilizaban como nuevo modelo
estético. A partir de aquí, la odisea de los nue-
vos materiales, nuevos sistemas constructivos,
rapidez, progreso. Las estructuras livianas, la
LA RUINA INDUSTRIAL EN EL PAISAJE CONTEMPORÁNEO
falo con su cámara fotográfica11. Sus foto- balizado, este valor documental es más im-
grafías, grandes, de colores saturados, portante que cualquier otro valor artístico.
DE LA FASCINACIÓN FORMAL A LA NOSTALGIA,
muestran fábricas abandonadas, siluetas si- El pasado y la memoria han abierto una
lenciosas, montones de escombro, puertas línea de interpretación de todas estas arqui-
rotas, hierros oxidados, muros enmoheci- tecturas, que opta por la restauración –gene-
dos, desconchones en la pintura que ense- ralmente a través de la musealización–, co-
ñan el armazón de las viejas paredes de hor- mo el único medio eficaz de contar la
migón: es lo que queda de unos edificios historia. Esta necesidad de explicar de forma
que durante décadas fueron considerados didáctica un modelo de organización labo-
como la máxima expresión del espíritu mo- ral, o de conservar la memoria de unos tra-
derno. Las fotografías de Engel –hechas bajadores ya desaparecidos, termina por
desde ángulos nunca conocidos en las viejas convertir los restos arquitectónicos en repre-
106
10
NERDINGER, W.: «Fotografien
publicaciones– recuperan los mitos de una sentaciones ficticias del pasado. Los edificios
Amerikanischer Getreidespeicher parte de la historia de la arquitectura. De- se llenan intentando conservar al habitante.
Ikonen der Modernen Architektur», jando atrás la carga significativa que los pio- Pero, dejando al margen la cuestión pa-
en ENGEL, G.: Buffalo Grain Eleva- neros del movimiento moderno dieron a trimonial, la decisión de otorgar un premio
tors, Walther Konig, Múnich, 1997, aquellas construcciones, sus fotos muestran, de escultura a una serie de imágenes sobre
pp. 5-9.
11
sencillamente, el pasado, una inspiración construcciones de este tipo nos confirma
Las 30 fotografías realizadas por
Engel han recorrido el mundo en
histórica ya terminada. también la idea de que, lejos de valorarlos
una exposición titulada «Gerrit En- Porque aquel tiempo pasó, y el hombre como meros documentos históricos, el pen-
gel: Buffalo Grain Elevators». La pri- actual se enfrenta a algo nuevo en la histo- samiento postmoderno ha generado otra
mera exposición se celebró en la Ar- ria: paradójicamente, contra la propia filo- nueva sensibilidad respecto a los restos físi-
chitekturgalerie de Múnich, del 23 sofía de la máquina, la industria, el reflejo cos de la etapa industrial.
de enero al 24 de febrero de 1997, y
del progreso hacia el futuro, se ha converti- Porque existe una mirada contemporánea
en la Galerie Aedes East, en Berlín,
do ahora en símbolo del pasado, en repre- sobre ellos que lleva implícita el sentimien-
del 17 de junio al 8 de julio de 1997.
Con el título «Ikonen van de moder- sentación de su memoria. to que se produce al percibirlos en estado de
ne architectuur» en Netherlands Ar- En este sentido, desde un punto de vista abandono. Ahora, desprovistos de uso, edi-
chitecture Institute de Róterdam, del que se aleja de las concepciones artísticas y ficios y máquinas concebidos exclusivamen-
15 de agosto al 11 de octubre de se liga a cuestiones patrimoniales, los restos te para funcionar, en los que la intención
1998; en la Julie Saul Gallery de
industriales son ahora documentos históri- estética era totalmente secundaria, adquie-
Nueva York, del 21 de enero al 27 de
cos que deben ser conservados como leccio- ren un puesto en el mundo del arte gracias
febrero de 1999, y en la Albright-
Knox Art Gallery de Buffalo, Nueva nes del pasado. Así, para aquellos que a esos involuntarios valores formales. Las
York, del 20 de noviembre de 1999 fomentan la conservación del legado indus- paredes erosionadas, los vidrios rotos, los
al 2 de enero de 2000. trial basándose en su condición documen- grandes espacios silenciosos y vacíos tienen
una presencia innegable que abruma silen-
ciosamente al espectador. En su estado de
ruina, las formas industriales han pasado a
vincularse definitivamente a la experiencia
estética.
Esta nueva manera de mirarlos nada tie-
ne que ver con la que llevó a lo pioneros
modernos a exaltar la estética industrial, y
por eso los Becher, incluso cuando el obje-
to fotografiado continúa en uso, lo presen-
tan despojado de actividad, negando así su
derecho de izar la estética funcionalista co-
mo bandera, como ideología, como utopía.
Las fotografías de motivos industriales que
llenan los textos y las paredes de las salas de romántica de la ruina desde un supuesto Figura 2. Edificio Industriale, Anto-
exposición atestiguan aquel sueño de pro- gusto por lo anacrónico, o como una enfer- nio Sant’elia, 1913.
greso, y su fracaso. Todas aquellas construc- miza melancolía, esta interpretación es su-
ciones anónimas –los silos, las fábricas, los perficial. Largamente analizada desde el
depósitos, las torres de agua– han encon- campo de la filosofía, la ruina pone de ma-
trando, por fin, un lugar entre las grandes nifiesto la caducidad del afán humano, re-
obras de la arquitectura moderna, pero, cu- presenta la victoria de la naturaleza sobre la 107
riosamente, no como arquitectura sino co- obra del hombre que quiso erigirse en crea-
mo arte. dor. A través de su contemplación, el hom-
Quizá, como escribía Susan Sontag, el bre se enfrenta a sí mismo, a su condición
pasado fotografiado se vuelva objeto de en- humana, a sus límites, a su pequeñez ante la
ternecida atención en la que, con la impre- naturaleza, y en un momento como el ac-
sión patética de mirar las cosas del pasado, tual, en el que el ritmo que marca la socie-
se nubla la distinción de valores y desapare- dad apenas deja tiempo para pararse y pen-
cen los juicios otorgados a la historia. sar, la ruina industrial ofrece, al fin, un
motivo de reflexión.
«La nuestra es una época nostálgica –afir-
Este punto de vista, esta nueva mirada,
maba–, y las fotografías promueven la nostal-
abre otro camino a la hora de abordar este
gia activamente. La fotografía es un arte ele-
gíaco, un arte crepuscular. Casi todo lo que se
legado, que se aleja de las propuestas más
fotografía está impregnado de patetismo por patrimoniales, o de planteamientos de reuti-
el solo hecho de ser fotografiado. Algo feo lización basándose en un aprovechamiento
grotesco puede ser conmovedor porque la objetivo: ¿por qué no conservar ese mundo
atención del fotógrafo lo ha dignificado. Algo de sentimientos que genera la contempla-
bello puede suscitar amargura porque ha en- ción de las ruinas industriales?
vejecido o decaído o ya no existe»12.
«Yo defendería la idea de espacio muerto
Es cierto que la nuestra es una época nos- –apuntaba José Ignacio Linazasoro en un
tálgica, pero aunque tradicionalmente la coloquio sobre arquitectura industrial–. Por
12
crítica ha juzgado la contemplación más ejemplo, a nadie se le ocurriría ahora con- Cfr. SONTAG, S.: op.cit.
y que en el fondo pertenece ya incluso a la
geografía? [...] Las ruinas tienen valor, inclu-
so valor positivo frente al exceso de espacios
“llenados” de contenido»13.
otros autores, como Marcel Duchamp, sólo las construcciones industriales, sino el
Man Ray o Frances Picabia, tomaron el propio paisaje construido el que ha perdido
camino contrario y negaron todo valor su significado original.
funcional a la máquina, abriéndose a la re- Y así, dotadas de nuevos significados, le-
alidad como fuente de inspiración. Ha- jos del pensamiento en el que se crearon, es-
ciendo estallar los límites de lo artístico, tas arquitecturas pasan a ser arte, arte en el
Duchamp otorgó nuevos significados a paisaje. Los restos industriales encuentran
cualquier objeto descontextualizado de su su propia identidad y configuran otros pai-
emplazamiento original. sajes, que ya no son románticos, ni bucóli-
Profundizar en el discurso acerca del arte cos, ni pastoriles. Son los nuevos paisajes
110
moderno y su estética excedería los límites contemporáneos.
de este artículo, pero, sin embargo, es inte- Hemos visto que el primer acercamien-
resante señalar el hecho de que, a partir de to a estos paisajes postindustriales nos lle-
los ready-mades de Duchamp, puede iniciar- ga a través de la fotografía. Siguiendo la
se toda una revisión del contenido y el sig- vía abierta por Duchamp, la que valora la
nificado del objeto fuera de un contexto en ciudad y su contenido como un object
el que adquiere su significación. trouvè, en los últimos años se han multi-
plicado este tipo de manifestaciones artís-
«El ready-made de Duchamp –afirma ticas que toman la realidad postindustrial
Pierre Cabanne– ha adquirido, después de
como base de trabajo. Sin ningún tipo de
haber sido considerado durante varios años
reivindicación política, o ecológica, y ni
como una simpática chifladura, un conside-
siquiera sentimental, los fotógrafos urba-
rable alcance: la deliberada elección del ar-
tista modifica el primer destino del objeto, le
nos y algunos cineastas muestran los esce-
asigna una vocación expresiva totalmente narios en los que transcurre la vida en la
imprevista»16. periferia o –en el caso de los Becher– pro-
ceden a hacer un inventario de un con-
Desde este planteamiento, entonces, y junto de edificaciones sugerentes desde el
16
una vez perdido su significado con la pérdi- punto de vista formal.
CABANNE, P.: Conversaciones con
da de su función, el gran conjunto de restos Pero, ¿cómo valorar formalmente los dese-
Marcel Duchamp, Anagrama, Barce-
lona, 1972, p. 11. Ed. or. Entretiens industriales desperdigados por el territorio chos industriales?, ¿los paisajes asolados? ¿Có-
avec Marcel Duchamp, Pierre Bel- pueden encontrar otro sentido basándose mo pueden leerse, comprenderse y transfor-
fond, París, 1967. en sus valores formales. Es cierto que, a di- marse? Porque aunque el «reciclaje» como
recuperación y reutilización de los materiales
de desecho es un proceso fuertemente arraiga-
do en la cultura postindustrial, en ningún mo-
mento se ha considerado que la escala de lo re-
sidual llegue a incluir edificios o incluso
paisajes, que, por otra parte, son cada vez más
habituales.
Se trata de una cuestión de percepción.
La sociedad no ha tomado conciencia de
que existe realmente este legado industrial,
y mucho menos del potencial estético que
encierra. La experiencia directa que tene-
mos sobre estos paisajes industriales desola-
dos, o de las edificaciones abandonadas, no
es mucha. No son parajes accesibles y, den-
tro de la ciudad, son arquitecturas que im-
ponen respeto al paseante que, por lo gene- «¿Qué se hace –se pregunta– con unos al- Figura 5. Rendering for Bingham
ral, las evita en su camino. Las canteras, los macenes de grano cuyo volumen, al menos Copper Mining Pit-Utah Reclama-
altos hornos, las fábricas y otro gran con- el del silo mayor, es el doble del que tiene el tion Project, Robert Smithson, 1973.
junto de estructuras incomprensibles se centro Pompidou?»17.
contemplan desde la distancia, desde el tren
111
o desde el coche. Son un escenario al que de «Resurrección, restauración, rehabilita-
alguna forma estamos habituados, pero en ción, reforma –escribe Sierra–. Éstas son las
el que nunca hemos reparado. formas artificiales de la arquitectura cuando
En una sociedad como la actual, en la no puede adoptar sus formas esenciales: de-
que la nueva industria adopta formas blan- terioro, deformación, destrucción, demoli-
ción, desaparición. Sin embargo, muerto
das, no agresivas, ecológicas, que convier-
Duchamp, pero vivos su urinario y su venta-
ten la técnica en algo amable porque sólo
na, la moderna cultura del patrimonio his-
así es aceptada por el consumidor, es difícil
tórico insiste machaconamente, excluyente-
que unas estructuras grandes, potentes, sin mente, sobre los tristes pero nada inocentes
adornos, se conviertan en algo cercano. Ni conceptos de conservación y restauración,
siquiera el simbolismo que portan –desco- como si la arquitectura pudiera sustraerse al
nocido en muchos casos por la cercanía discurrir de su tiempo y de su historia, des-
cronológica–, consigue respeto o admira- piezada y encerrada en mil tarros de formol, 17
Cfr. ENGEL, G.: «Buffalo Grain
ción. El propio Gerrit Engel afirma que, para ser catalogada, clasificada y despachada Elevators», en ENGEL, G.: Buffalo
aunque Mendelsohn lo exclamara al con- en los anaqueles de una farmacia»18. Grain Elevators, Walther Konig, Mú-
templarlos, es muy dudoso que el estado nich, 1997, pp. 11-13.
18
que tienen actualmente los silos sea un sue- Es cierto que nuestra sociedad no pare- SIERRA DELGADO, J. R.: Sobre el
ce entender otras formas de trabajar con destino poético de los objetos cotidia-
ño. Desde su punto de vista, lo único que
nos: en la casa del artista adolescente
ha impedido su destrucción es la falta de los restos industriales, pero si algo la ca-
no habita el diseño, Escola Tècnica
dinero, y aunque se escuchan voces a favor racteriza es la diversidad de corrientes y Superior d’Arquitectura de Barcelo-
de su conservación, sigue cuestionándose opiniones que se generan a partir de cual- na, Universitat Politècnica de Cata-
cómo debe hacerse. quier hecho. lunya, Barcelona, 1996, p. 23.
LA RUINA INDUSTRIAL EN EL PAISAJE CONTEMPORÁNEO
DE LA FASCINACIÓN FORMAL A LA NOSTALGIA,
Figura 6. Rendezvous, Morfelden, Alemania, For- Figura 7. Parque Duisburg Nord, Alemania, Latz &
malhaut, 1985. Partner Landscape Architects, 1990-2000.
Una vez más, los primeros que empezaron rriente de preocupación por la recuperación
a explotar el valor formal objetivo de estos del paisaje. En este contexto, una serie de
restos fueron los artistas norteamericanos. El artistas americanos decidieron abandonar
112
artista americano aborda el hecho industrial las salas de exposición y tratar de recuperar
con la curiosidad de quien contempla la his- el paisaje por medio del arte. De esta forma,
toria sin sentimentalismo vago. Por eso, los en la década de los sesenta surge una co-
trabajos en los que elabora el material here- rriente artística que en la década de los se-
dado y lo integra en el paisaje no pueden tenta será denominada land art, y que basa
identificarse con la búsqueda de un senti- su trabajo en la búsqueda y reinterpretación
miento relacionado con la visión del pasado, de aquellas trazas que la historia ha ido
o con un retorno arcaizante a la naturaleza, dejando en la naturaleza. No se trata de des-
sino como una ampliación de la noción de velar desde la nostalgia cada uno de los mo-
arte, que toma el mundo, la tierra, como so- mentos históricos que lo han ido confor-
porte y parte integrante de la obra. Para la mando, sino de confiar en la estética como
creación de estos nuevos paisajes, los ameri- vehículo de recuperación.
canos utilizan la tecnología, pero mantienen
detrás su especial poética, una poética que «En 1970 –cuenta Gilles Tiberghien–, Ro-
bert Smithson inicia lo que él denomina los
Bonito Oliva define como el espíritu del
earthworks, un termino que –significativa-
cowboy, «el pionero que vive en contacto con
mente– toma prestado del escritor de ciencia-
espacios puros y no contaminados y que, con
19
ARGAN, G. C., y BONITO OLIVA, ficción Brian Aldiss, quien, en un libro del
su intervención, modifica la naturaleza»19. mismo nombre, describe un mundo devasta-
A.: El arte moderno. El arte hacia el
La apertura del concepto de lo artístico do por los efectos de un desastre ecológico»20.
2000, Akal, Madrid, 1992, p. 16.
20
TIBERGHIEN, G.: «Quels paysages», fue paralela a la irrupción en el pensamien-
Architecture d’aujourd’hui, n.º 317, to postmoderno de las nociones de ecología Tras varios años viajando por las periferias
1998, p. 94. y medioambiente, que generaron una co- y los paisajes industriales desolados con su
cámara de fotos, Smithson llegó a la conclu- paisajes desolados mediante el arte, sin nin-
sión de que esos restos eran también grandes guna pretensión de suavizar su impacto. La
esculturas hechas por el tiempo. Los años de industria puede recuperar así su propia iden-
explotación industrial habían dejado como tidad como paisaje, abandonando su «mala
legado un paisaje de cicatrices y extraños ar- reputación» de destructora del territorio.
tefactos que dotaban de belleza y fuerza sin- A las propuestas de Smithson siguieron las
gulares –entrópicas– a la naturaleza. Aque- de otros artistas que vagaban por los desechos
llos desoladores paisajes artificiales producto industriales o por las minas abandonadas, y se
de la explotación de minas y canteras, o los multiplicaron las obras del land art en minas
vertederos de residuos industriales, le fasci- o canteras en desuso. La escala del arte des-
naban y le repelían al mismo tiempo. bordaba la del objeto susceptible de exponer-
No lamentaba los destrozos ocasionados se en un museo y reclamaba todo el espacio
por los desechos industriales, ni apoyaba las abierto de la naturaleza. Ya no eran esculturas
reivindicaciones de mentalidad ecologista. Su transportables, y esa gran escala obligaba al
postura ante ellos era totalmente formalista: mismo tiempo a cambiar la percepción del es-
tanto el artista como el minero eran agentes pectador, que sólo podía contemplar la obra
naturales. Para el artista americano aquéllos desde el cielo. Así, al igual que sucede con los
eran los auténticos paisajes postmodernos. trabajos fotográficos, el espectador no podía
experimentar directamente las sensaciones es-
«Numerosos parques y jardines son re- téticas producidas por la escala y el material.
creaciones del paraíso perdido, o del Edén, y Sin embargo, por mucho que negaran el «cir-
no los sitios dialécticos del presente. En su 113
cuito de arte» en el que se habían convertido
origen, los parques y los jardines eran pictó- los museos, terminaron exponiendo su obra
ricos; eran paisajes creados con materiales en el interior de una sala en forma de vídeos
naturales y no “cuadros” creados con la pin-
o fotografías.
tura. Sin embargo, al lado de esos jardines
Hubo, sin embargo, otro grupo de artistas
ideales del pasado y de sus homólogos con-
que no salieron al paisaje, y buscaron la ins-
temporáneos –los parques nacionales y los
piración en los restos industriales de las peri-
grandes parques urbanos– están esas regio-
nes infernales que son los vertederos, las can- ferias urbanas. Los terrain vague, los edificios
teras, los ríos contaminados. Debido a su construidos y ahora abandonados, eran ma-
profunda inclinación hacia un idealismo pu- teria adecuada para seguir trabajando en la
ro y abstracto, la sociedad ignora qué es lo búsqueda de nuevas formas de expresión, en
que conviene hacer con dichos lugares. Na- las que la curiosidad y la búsqueda de sensa-
die quiere ir a pasar sus vacaciones a un ver- ciones primaban por encima de la nostalgia y
tedero público»21. la memoria. Algunos optaron por reutilizar
la arquitectura basándose en la cualidad de
De esta forma, Smithson comienza a tra- los espacios interiores que quedaban vacíos, y
bajar en las minas, en las canteras o en los rí- otros la trataron como material susceptible
os y lagos contaminados. Dejando a un lado de ser modificado en el proceso de experi-
las visiones románticas o pintorescas, y el mentación de nuevos lenguajes estéticos. 21
SMITHSON, R., citado MADERUE-
discurso ecológico o medioambiental que En 1975, en el muelle 52 de Manhattan, LO, J.: El espacio raptado. Interferencias
aboga por devolver a la naturaleza su estado Gordon Matta-Clark realiza cortes en un entre arquitectura y escultura, Monda-
original, el artista acepta y transforma estos edificio de acero y estaño ondulado que dori España, Madrid, 1990, p. 182.
A través de una combinación de cortes
estudiados, de dos materiales naturales –la
luz y el agua–, y el espacio interior abando-
nado de un viejo edificio industrial, Matta-
Clark creaba una hermosa obra de arte. El
edificio volvía a la vida como escultura.
Quizá la abstracción que requieren estas
expresiones artísticas es excesiva para un es-
pectador que no está habituado a los nue-
LA RUINA INDUSTRIAL EN EL PAISAJE CONTEMPORÁNEO
Se pueden considerar paisajes de la indus- tienen los rasgos que permanecen de la in-
trialización aquellos territorios que, confor- dustrialización, tales como los propios arte-
mados a lo largo del tiempo como con- factos e instalaciones industriales, y otros
secuencia del desarrollo de actividades aspectos que han definido un territorio con
industriales o en relación con ellas, conser- una identidad propia, determinada por las
van elementos y rasgos suficientes para ilus- características particulares del medio natu-
trar las aportaciones de aquel proceso histó- ral, el proceso desarrollado y, en definitiva,
rico. El movimiento social, económico y por la relación establecida entre el ser hu-
cultural de la industrialización muestra en mano y el medio físico. Estos elementos
estos paisajes su modelo de organización es- son claves útiles para desentrañar los paisa-
pacial, la materialización a gran escala de su jes a los que pertenecieron y con ellos las
ideario y, desde luego, su interacción con ideas y actitudes que los generaron. Tam-
119
los procesos y mecanismos del ambiente y la bién se plantean las especiales condiciones
naturaleza.
La aproximación al paisaje cultural debe
ser necesariamente compleja, pues involucra
aspectos y consideraciones de muy diversa
naturaleza. En el caso de los paisajes que re-
sultaron de la industrialización, la compleji-
dad se multiplica por las especiales condicio-
nes que determinan el entendimiento de
aquel proceso cultural. Partiendo de estas
premisas, este artículo intenta establecer unas
bases claras de referencia en este sentido.
Para ello, parte de una revisión breve de
las diferentes organizaciones territoriales Figura 1. Conjunto del paisaje minero
de Sierra Menera, Ojos Negros (Te-
que produjo la industrialización y de cómo
ruel). Diversas cortas de extracción de
se percibieron estas realizaciones, es decir, los mineral a cielo abierto se extienden es-
paisajes. Luego se considera el ideario que calonadamente sobre la sierra, la plata-
subyace detrás de estas manifestaciones y que forma del ferrocarril a Sagunto al pie
de las cortas, los poblados mineros al pie
sostuvo una determinada aproximación esté-
de la sierra (cartografía con efecto tri-
tica y paisajística del fenómeno. dimensional elaborada por Servigis,
Ya en el ámbito del patrimonio indus- S.L., a partir de datos y fuentes pro-
trial se destaca el papel que hoy en día pias).
de los paisajes de la industrialización en el de producción y, a mayor escala espacial,
caso español. también se estableció una relación entre los
Finalmente, se incluyen unas considera- diversos elementos del conjunto industrial,
ciones, a modo de conclusión, sobre cómo tales como los propios poblados de los tra-
se puede asumir el paisaje industrial como bajadores, el transporte y los diversos equi-
un recurso más del patrimonio y en qué pamientos y servicios a la industria.
sentido se puede plantear este entendimien- La extracción de materias primas a gran
to, contemplando las aportaciones que nos escala en las cuencas mineras modificó el
proporciona la lectura de estos paisajes. relieve, reorganizó las redes de caminos e
introdujo nuevas vías de comunicación más
capaces, como el ferrocarril y los canales,
La dimensión territorial aprovechó los cursos de agua y reorganizó
LOS PAISAJES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
res y los equipamientos de éstos, los accesos En efecto, la mayor revolución territorial
y las infraestructuras de transporte que le que trajo la industrialización vino de la ma-
servían y que frecuentemente se extendía a no de los nuevos sistemas de transporte co-
ámbitos comarcales o regionales, al involu- mo el ferrocarril y la navegación transoceá-
crar elementos de producción, aprovisiona- nica a vapor. Estos nuevos modos utilizaban
121
miento o transporte diferenciados. la máquina de vapor consiguiendo mayores
Otras industrias, como las textiles, las ma- capacidades de transporte y, sobre todo,
nufacturas o la producción cerámica, no de- mayores velocidades. Las grandes dársenas
jaron de estructurar los elementos del territo- naturales extendieron sus instalaciones para
rio a su alrededor, condicionándolos, aunque recibir ahora a los grandes paquebotes que
los resultados fueran, quizás, más modestos surcaban el mar y requerían una mayor ca-
en términos escenográficos y monumentales. pacidad para sus grandes calados, organi-
Otro ejemplo de relevancia paisajística zándose en sus puertos los primeros grandes
fueron los astilleros navales, que se desarro- sistemas logísticos de almacenado y transfe-
llaron en espacios interiores del litoral, tales rencia.
como bahías, rías o estuarios. En estos en- El ferrocarril requería la disposición de
claves, las condiciones ribereñas irregulares los raíles con muy poca pendiente para que
les permitían contar con dársenas protegi- los trenes pudieran ascender. La geometría
das de las inclemencias del mar abierto y al paciente y tendida del ferrocarril se exten-
mismo tiempo poder desarrollar sus traba- dió sin dificultad por las zonas más llanas,
jos de construcción y ensamblaje. Las bue- pero fue abriéndose paso con esfuerzo a
nas condiciones portuarias llevaron apareja- través de las grandes barreras geográficas
das el desarrollo de territorios industriales a que separaban los centros de producción y
su alrededor, pues la industrialización esta- los mercados. Los itinerarios de la tracción
ba ligada estrechamente a las comunicacio- animal se vieron superados en capacidad
nes y el transporte que les suministraba ma- por estos otros itinerarios alternativos más
terias primas y mercados. veloces, pero que recorrían el paisaje as-
cendiendo con cuidado y adecuándose a Percepción, escenografía y estética
las formas del relieve para poder ganar al- del paisaje de la industrialización
tura, saltando sobre los valles estrechos a
través de puentes metálicos o adentrándo- Otros procesos de cambio territorial ante-
se en túneles profundos para atravesar las riores a la mecanización adquirieron formas
montañas. escénicas, intencionadas o no, que encerra-
Si la organización racional y eficiente de ban un cierto orden escenográfico. Así ocu-
la minería, de la industria o de los grandes rrió con la renovación de la ciudad barroca,
puertos había ordenado las actividades a su que la convirtió en un escenario vistoso y
alrededor sobre los territorios donde se lo- teatral, o con las revoluciones agrarias, que
calizaba, las líneas de ferrocarril iban a tra- transformaron la composición originalmen-
zar itinerarios con la aplicación de criterios te artesanal del paisaje rural en grandes
LOS PAISAJES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
directo, como lo es la propia relación de los funcionalmente la vida colectiva de sus tra-
procesos industriales con los procesos natu- bajadores. Los poblados industriales son
rales y con sus formas. La división campo- por esto elementos clave para entender la vi-
ciudad se traduce ahora en la confrontación sión que la industrialización tuvo del medio
artefacto-naturaleza. y de su forma de ocupación por los seres
humanos.
La revolución en las comunicaciones, ba-
Una mirada nueva al paisaje. sada en la mayor velocidad y capacidad de
El ideario del paisaje transporte, trajo, además de los cambios te-
124
rritoriales, una nueva aproximación al pai-
La mirada que la industrialización proyec- saje al plantear unas condiciones nuevas de
tó sobre su paisaje fue una mirada produc- la percepción del entorno. El transporte rá-
tivista y selectiva que buscaba la eficiencia pido y eficiente proporcionó una nueva re-
del aprovechamiento intensivo de los re- lación del individuo con el paisaje más dis-
cursos naturales, de la provisión de energía tanciada y superficial. La contemplación del
y de la capacidad de transporte masivo. És- paisaje desde el ferrocarril, de paso y casi
tos eran los criterios que regirían la modifi- puramente visual y estética, se impuso fren-
cación directa del paisaje, exigidos por las te a la implicación directa con el sitio que
actividades propias de la industrialización. tenían los habitantes de cada localidad. A
Además, la mecanización y los cambios so- cambio de la superficialidad de esta aproxi-
ciales, económicos y territoriales introduci- mación visual, casi fotográfica, el ferrocarril
dos iban a repercutir en una revisión del proporcionó al observador una mayor can-
entendimiento que hasta entonces se había tidad y variedad de paisajes que podría con-
hecho del paisaje. siderar como experiencia propia.
Las dimensiones sociales del cambio y la La visión del viajero, iniciada algún tiem-
necesidad de una respuesta a las nuevas for- po atrás, fue así cogiendo más y más cuerpo
mas de vida colectiva, asociadas a las explo- frente a la relación del habitante con su me-
taciones mineras e industriales, se traduje- dio. Si bien pocos podían hacer entonces un
ron en la creación de un poblamiento de uso frecuente de estos medios de transpor-
nueva planta asociado a los nuevos paisajes te, el viaje en ferrocarril tenía la capacidad
productivos. Así fueron surgiendo poblados de estimular esa idealización del paisaje aje-
no, la visión distanciada propia de los viaje- Las claves del paisaje
ros románticos introducía así el germen de de la industrialización:
la futura contemplación alienada de paisajes artefactos e instalaciones
de paso, tan actual, y la actitud de hoy día
frente a los paisajes entrevistos en los me- El valor del paisaje como patrimonio reside
dios visuales de comunicación. en su capacidad de lectura e interpretación.
Allí donde la industrialización prosperó Los cambios sociales y económicos que su-
se dieron grandes cambios territoriales. cedieron a la industrialización han afectado
Como otros cambios operados con ante- a sus manifestaciones territoriales de diver-
rioridad, éstos llevaron emparejados un sas maneras. El abandono, en algunos casos,
sentimiento de idealización del paisaje ha sumergido los conjuntos industriales,
que iba dejando de existir debido a las portuarios y mineros en un progresivo dete-
modificaciones (Cosgrove, Denis y Ste- rioro y marginalización que ha afectado a la
phen Daniels, 1988). La modernización conservación de sus principales rasgos y ele-
de la vida revitalizaba la idealización de lo mentos. En otros casos, la propia evolución
rural y la mecanización activa estimulaba de la actividad industrial ha conducido a
el naturalismo romántico. Por un lado, se una progresiva sustitución de las instalacio-
aceptaba la necesidad de los graves paisa- nes originales por otras nuevas de funciones
jes de la industrialización, reconocidos co- similares o destinadas a otras finalidades.
mo áreas de deterioro, pero justificados Las grandes instalaciones industriales que
por eficientes, y, por otro, se exaltaban los fueron motor del crecimiento urbano han
125
paisajes tradicionales y pintorescos «dor- quedado ahora situadas en los centros físi-
midos en el tiempo» y los paisajes «intac- cos de las áreas urbanas, ocupando terrenos
Figura 8. En El Astillero (Cantabria)
tos» no afectados por la sacudida del pro- de extensión considerable. Estas instalacio-
el Cargadero de Los Ingleses. Situado
greso. En España, pronto surgirían los nes, ya obsoletas, con frecuencia están abo- junto al puerto deportivo, a un recien-
primeros parques nacionales con un obje- cadas a desaparecer bajo la amenaza de la te parque sobre el túnel de la autovía,
tivo originalmente paisajístico. Se consoli- presión urbanística. No obstante, en algu- los hoteles y una iglesia, tiene una fun-
ción clave para entender el paisaje de
daban así las bases de la disociación, hoy nos casos se destinan a una nueva orienta-
la industrialización que subyace entre
día asumida, entre paisajes apreciables y ción productiva o son objeto de programas líneas en esta escena (fotografía: Igna-
evocadores y lugares deteriorados pero de transformación, en busca de una mejora cio Español).
productivos y sociales.
Es curioso comprobar cómo, en muchos
sentidos, los procesos culturales de la indus-
trialización sientan, o al menos consolidan,
las bases de las premisas del actual entendi-
miento del paisaje. Algunos ejemplos son el
distanciamiento entre el observador y la rea-
lidad del paisaje, el coleccionismo de expe-
riencias, aunque meramente visuales de pai-
sajes numerosos y diversos, o la disociación
entre áreas eficaces y productivas sin calidad
(centros de actividad) y áreas intocadas, sanas
y respetadas (paisajes naturales).
ambiental o de nuevos usos que permitan organizaciones territoriales que generaron
mantener su integridad. los procesos de industrialización. Los obje-
Estos procesos de transformación de los tos del patrimonio industrial poseen este
espacios de la industrialización y con ellos valor añadido si se les considera en este
de sus paisajes obligan a considerar el inte- sentido.
rés de los rasgos y los elementos que se Los grandes artefactos que hicieron posi-
mantienen aún de aquellos conjuntos ini- ble la extracción, el tratamiento y el trans-
ciales, es decir, sus claves de lectura. porte de las materias primas, su disposición
Las infraestructuras de todas las épocas, espacial respecto al relieve y a las grandes
cuando son consideradas en términos de su vetas originales de mineral, explican con
relación con el contexto territorial en el que gran claridad escénica cómo se planteó en
se sitúan, se convierten en unas ricas claves cada ámbito el aprovechamiento del mine-
LOS PAISAJES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
cuenca minera, los restos de instalaciones ambas. Los paisajes rurales previos se trans-
127
que se hayan conservado de aquel periodo formaron en grandes conjuntos de proce-
nos permiten entender la organización de sos, frecuentemente al aire libre, que se do-
la vida en torno a estos aprovechamientos minaban desde fuera mostrando sus
y centros de transformación. La disposi- estructuras verticales y piezas. En algunos
ción de las distintas unidades de extrac- casos, los elementos materiales han desapa-
ción vistas en su conjunto y en relación recido total o parcialmente y, en ocasiones,
con los demás elementos, como los aco- sólo quedan algunas piezas, a modo de tes-
pios de rechazo, las infraestructuras de timonio, que dan indicaciones sobre aquel
transporte, los poblados de trabajadores y paisaje de la industrialización. También
los equipamientos sociales; todos estos puede suceder que conserven su especial
elementos, a su vez superpuestos sobre la ubicación como un gran espacio vacío a re-
matriz natural del sistema, muestran la llenar entre las áreas residenciales que pos-
manera tan singular en la que la industria- teriormente los han rodeado.
lización ordenó su propio paisaje bajo los Las claves de interpretación no se limitan,
criterios de la mecanización. por tanto, a la presencia de objetos, artefac-
La organización de las primeras grandes tos o instalaciones, sino que también abar-
plantas industriales, notablemente la side- can otras referencias y rasgos espaciales que
rurgia, pero también los astilleros y las ma- puedan servir en este sentido. Claro está que
nufacturas textiles, se abrieron paso con los conjuntos mejor conservados en toda su
grandes dimensiones en el paisaje, relacio- complejidad contienen discursos completos
nadas con las instalaciones mineras o con sobre aquella manera de hacer, pero estos ca-
las infraestructuras del transporte o con sos no nos deben hacer despreciar aquellos
otros sistemas industriales de los que sólo se do sido el sostén socioeconómico de esas co-
conservan algunos aspectos de menor presen- munidades, los paisajes mineros alcanzaron,
cia física y que se hayan visto subsumidos por en esos casos, tal carácter cultural añadido.
la transformación o el abandono. La evolu- La precoz industrialización de Andalucía
ción de esos paisajes y cómo la industrializa- fue debida fundamentalmente a su enorme
ción participó en un determinado período potencial de recursos mineros, algunos ya
pueden y deben ser interpretados adecuada- conocidos y explotados desde época proto-
mente recurriendo a la lectura del sitio. histórica. El desarrollo temprano de la in-
Lo interesante de la industrialización no dustria siderúrgica (de la que aún se conser-
son tanto sus artefactos físicos, frecuente- va un elocuente testimonio en Marbella),
mente valiosos en sí mismos, como realiza- las grandes explotaciones mineras de Huel-
ciones tecnológicas y sociales, sino las ideas va, Sierra Morena o Almería, y los astilleros
LOS PAISAJES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
que aportó aquel movimiento. La realiza- fueron los principales impulsores de este
ción de aquellas aportaciones y puntos de proceso de industrialización que arrancó
vista puede ser entendida gracias a los testi- con mucha fuerza, pero que, debido a las
gos materiales que se hayan conservado o circunstancias sociopolíticas, no tuvo la de-
simplemente a través de los rasgos más suti- bida continuidad, cediendo el protagonis-
les de aquella realidad, que se mantienen di- mo a Asturias y al País Vasco.
bujados bajo el paisaje actual. Los paisajes generados por esta actividad
fueron, en muchos casos, espectaculares, tan-
to por la dimensión territorial y los procedi-
128
Los rasgos de los paisajes mientos aplicados como por el carácter cul-
de la industrialización en España tural de los procesos. Desafortunadamente,
el escaso desarrollo en el tiempo de algunas
Como los propios procesos de industrializa- de estas implantaciones y el excesivo creci-
ción, sus paisajes presentan unas condicio- miento del sector terciario en Andalucía han
nes específicas en el caso español. contribuido a borrar parte de sus huellas.
Son numerosas las manifestaciones que la La industrialización del País Vasco fue re-
extracción mecánica de minerales produjo a sultado de un largo y continuado proceso,
lo largo del siglo XIX en España, un fenóme- que finalmente se desarrolló en el siglo XX,
no que produjo paisajes de gran interés y ri- generando paisajes que fueron elaborados
queza cultural al combinar elementos muy en muy distintas fases y que involucraron
diversos (poblamiento, transporte, instala- tanto actividades extractivas como plantas
ciones de tratamiento, etc.) en diversas mo- industriales y conjuntos portuarios de pri-
dalidades (minería a cielo abierto, minas mer orden. Las realizaciones territoriales de
subterráneas, etc.). La presencia de empresas estos paisajes superponen los elementos y
promotoras extranjeras en estos procesos organización de cada fase mostrando hoy
produjo elementos de gran interés cultural, día entramados complejos en los que el pa-
que reside en el contraste que en algunos ca- pel de las claves de interpretación del con-
sos se reprodujeron en sus paisajes. En algu- junto y cada fase es primordial.
nas regiones y muchas comarcas, la especia- Cataluña, asociada históricamente al sec-
lización minera concedió a estos paisajes un tor textil, presenta un desarrollo uniforme
marcado carácter identitario, pues, habien- de la actividad industrial, que inicialmente
Figura 11.1 Figura 11.2
129
consistió en actualizar mediante la mecani- paron de la consolidación de entramados ur- Figura 11. Paisaje del tabaco de La
zación los procesos artesanales que se lleva- banos de las ciudades que se desarrollaron a su Vera (Cáceres). Tras un laborioso pro-
ceso de plantación y transcurrido el
ban a cabo con anterioridad y que continuó abrigo, encontrándose numerosos ejemplos
tiempo necesario para su crecimiento,
con la implantación de grandes instalaciones de «barrios industriales» que son interesantes las hojas de tabaco son recogidas y de-
fabriles. Así, encontramos paisajes generados paisajes urbanos de gran valor histórico. positadas en instalaciones específicas,
en torno a la fábrica. Se trata de colonias tex- Muchos otros casos de industrialización construidas para esta finalidad. El pro-
ceso se completa con el embalado y tras-
tiles con espacios productivos diferenciados, surgieron asociados a la explotación agraria
lado a los centros de procesado (foto-
zona de poblado y diversas obras ingenieri- y ganadera generando paisajes específicos de grafías: Linarejos Cruz).
les, que ofrecen una organización territorial un carácter mixto, pues sus manifestaciones Figura 11.1. Plantación de tabaco en
coherente y de clara interpretación. territoriales aparecen muy influenciadas por invierno. Las hojas de la planta ya han
sido recogidas.
En otras zonas, los procesos de industriali- su asociación con las explotaciones agrícolas
Figura 11.2. Secaderos de tabaco.
zación marcaron una época determinada, for- (el tabaco de La Vera, bodegas de Jerez, Figura 11.3. Transporte de las hojas
mando así el carácter de un período que evo- Montilla y Málaga, etc.), de manera que no de tabaco, ya secas y embaladas.
lucionó de maneras diversas en cada caso. se puede hablar de paisajes producto pura- Figura 11.4. Fábrica de tabaco.
Algunos procesos de industrialización partici- mente de la industrialización, pues compo-
nen escenas en las que los usos agrarios des- con un desarrollo de la actividad portuaria
empeñan un papel relevante. pesquera y comercial, generando a su alre-
Los paisajes del transporte de la industria- dedor complejos paisajes que involucran el
lización cuentan con numerosos ejemplos desarrollo de otras grandes industrias, asti-
portuarios y ferroviarios, manteniéndose en lleros, siderurgia, etc.
uso gran parte de estas infraestructuras. Algu- El paisaje del ferrocarril tiene unas carac-
nas de las antiguas líneas ferroviarias desman- terísticas muy singulares, ya que se basa en
teladas se han adaptado como «vías verdes». la presencia de una infraestructura lineal y
cómo ésta se relaciona e integra en el medio
Consideraciones finales que atraviesa.
Las aportaciones de la lectura de los pai-
Según los procesos que los originaron y las sajes de la industrialización son numerosas
LOS PAISAJES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
pautas territoriales que siguieron, los paisa- y tienen que ver con la dimensión territorial
jes de la industrialización se pueden agrupar y ambiental de aquel proceso. En muchas
en unos tipos básicos de referencia, tales co- ocasiones, los paisajes de la industrializa-
mo el paisaje de la extracción minera, el pai- ción dan los primeros pasos de la construc-
saje de los conjuntos siderúrgicos, el paisaje ción de los paisajes contemporáneos y, en
de las grandes instalaciones fabriles, el pai- muchos sentidos, sientan las bases de su
saje portuario, el paisaje del ferrocarril. ideario. Su principal aportación puede resu-
La extracción de minerales presenta un pai- mirse en torno a su concepto de progreso y
saje específico de una morfología espectacular a su materialización en paisaje.
130
que surge de la racionalización de sus procesos El progreso, entendido de una manera
de extracción, tratamiento, logística y trans- determinada por la industrialización, esta-
porte. Algunas pautas generalizables de este fe- blece las primeras premisas territoriales y
nómeno se relacionan con la relevancia de los también la manera de percibirlas que regi-
ejemplos en España, teñidos de influencias co- rán la percepción del medio en la sociedad
loniales, o el proceso de evolución desde orí- postindustrial globalizada.
genes antiguos hasta recibir el impulso de la La disociación hoy día esencial entre áreas
mecanización para finalmente desdibujarse productivas, a las que no se les demanda ca-
con el abandono o la modernización. lidad paisajística, y áreas intocadas, que son
Los paisajes de la industrialización que reservas de paisaje de calidad, es una de sus
descansan sobre el desarrollo de los conjun- consecuciones frente, por ejemplo, a los mo-
tos de la gran industria tradicional, como la delos agrarios previos que no se planteaban
siderurgia o las instalaciones fabriles, pre- esta dicotomía.
sentan orígenes diversos y evoluciones, pau- Las grandes dimensiones físicas de las
tas y valores paisajísticos específicos. Tienen instalaciones industriales, generadas como
una realización diferenciada y muy irregular consecuencia de la mecanización, se tra-
en España. ducen espacialmente en la concentración
Los grandes paisajes portuarios de la in- y congestión de instalaciones, productos y
dustrialización son también un tipo de refe- personas, que han pasado a ser grandiosas
rencia, aunque con un desarrollo y conser- en las metrópolis actuales.
vación muy irregular en España. Aúnan las Los primeros balbuceos de la sistematiza-
adecuadas condiciones naturales del litoral ción y estandarización levantan las escenas
de la industrialización y sus paisajes. Peque- por la manera en que se relacionan con la
ñas piezas de metal o de cerámica son la ba- organización territorial generada por la in-
se de grandes artefactos e infraestructuras, dustrialización, cómo ilustran el espacio
antepasados de la actual estandarización y social del fenómeno (lugares de produc-
canalización de nuestros paisajes. ción, de intercambio, de habitación) y có-
La eficiencia y la funcionalidad de los mo nos permiten revisar la interacción de
procesos de transformación supeditan los la industrialización con el medio y sus
demás elementos del paisaje, su entendi- consecuencias. Por todo esto, la perma-
miento y su aprecio. Las dársenas naturales nencia de las claves es importante. Se trata
se ortogonalizan, las laderas de las minas a del variado conjunto de objetos, elemen-
cielo abierto se escalonan y el paisaje de la tos, rasgos, relaciones y aspectos que en ca-
sociedad del progreso impone sus esquemas da caso puedan ilustran la materialización
de funcionalidad, que tanto habrán de territorial de la industrialización y sus pro-
arraigar en el universo contemporáneo. cesos, es decir, su paisaje.
La consolidación de conexiones interte-
rritoriales alejadas se consigue gracias al de-
sarrollo de las capacidades del transporte y Referencias bibliográficas
también a la conexión entre paisajes geográ-
COSGROVE, D., y DANIELS, S. (1988): The icono-
ficamente distanciados pero económica-
graphy of landscape. Essays on the symbolic repre-
mente ligados. La mezcla y/o interacción de
sentation, design and use of past environments,
personas, productos y actitudes de distinto
Cambridge Studies in Historical Geography 9, 131
origen, que es la esencia del proceso de glo- Cambridge University Press.
balización, se muestra ya en estos paisajes de CUÉLLAR VILLAR, D., JIMÉNEZ VEGA, M., y PO-
la industrialización. LO MURIEL, F. (coordinadores, 2005): Historia
La forma en que la sociedad empieza a de los poblados ferroviarios en España, Funda-
afrontar la gran variedad de paisajes, a los ción de los Ferrocarriles Españoles, Madrid.
que se accede, aunque con una experiencia DROSTE, B. von, PLACHTER, H., y RÖSSLER, M.
superficial de ellos, construye una actitud (1995): Cultural landscapes of Universal Va-
que posteriormente encontrará en los me- lues, Gustav Fischer, Nueva York.
dios visuales de comunicación un energéti- GÓMEZ MENDOZA, J. y ORTEGA CANTERO, N.
co impulso. (1988): Viajeros y paisajes, Alianza Universi-
Como en otros paisajes, los valores pa- dad, Madrid.
NADAL OLLER, J. (director, 2003): Atlas de la in-
trimoniales de los paisajes de la industria-
dustrialización de España. 1750-2000. Ed. Crí-
lización descansan sobre la capacidad de
tica.
interpretación y lectura de las condiciones
RACKHAM, O. (1986): The History of the Coun-
actuales. En este sentido, el papel de los arte- tryside. The full fascinating story of Britain’s
factos e instalaciones de la industrialización Landscape, J. M. Dent and Sons, Londres.
es fundamental, no tanto como objetos de VV. AA. (2005): Paisajes culturales, Ronda,
la mecanización en sí mismos, sino por las 2003. Col.: «Ciencias, humanidades e inge-
ideas que demuestran al ser considerados en niería», 77. Colegio de Ingenieros de Cami-
relación a su entorno, a su paisaje. Es decir, nos, Canales y Puertos.
ACTUACIONES EN EL MARCO
DEL PLAN NACIONAL
DE PATRIMONIO INDUSTRIAL
Industrias textiles en Béjar (Salamanca)
De la larga historia que posee la industria tex- Según Pascual Madoz, hacia 1849 exis-
til bejarana, cuyo inicio se remonta según algu- tían 200 fábricas que empleaban a unas
nos historiadores a la Alta Edad Media1, hay 4.000 personas, y otras 600 en los 40 tela-
que destacar desde los finales del siglo XVII, res de lino y cáñamo que también había.
cuando los célebres «paños de Béjar» adqui- Hasta finales de los años sesenta del si-
rieron por su calidad y vistosidad prestigio in- glo XX la mayoría de la población activa de
ternacional, compitiendo con los de los prin- la zona estaba empleada en las fábricas, con
cipales centros textiles europeos. Hacia el año más de 6.000 operarios en el textil. Des-
1824 Béjar se adaptó a la revolución indus- pués, la modernización y diversificación de
trial, transformando su industria manual en la industria textil nacional y la fuerte com-
mecánica con la tecnología de la época. petencia exterior, entre otros factores, deter-
En 1834 existirían en Béjar 144 máqui- minan la desaparición de varias empresas,
nas de hilar que podrían haber eliminado el con la pérdida de un número significativo
trabajo de unas 2.880 hilanderas manuales, de puestos de trabajo a partir de 1970. 1
R. SÁNCHEZ, J.: «De la oveja al te-
las necesarias para surtir de hilo con tornos En la actualidad, el sector textil de Béjar lar: ayer y hoy de la industria textil be-
tradicionales a los 221 telares existentes en está formado por una treintena de empresas jarana», Revista de la Industria Textil,
aquel momento en la villa. que cubren todas las fases del proceso lanero n.º 387, abril de 2001, pp. 10-18.
135
140
hasta nuestros días. El fruto de todo este es- tos, barrios ferroviarios puros, barrios ferro-
fuerzo documental y de investigación se viarios mixtos, aldeas ferroviarias puras y al-
puede conocer a través de la publicación deas ferroviarias mixtas) en la que distribuir a
Historia de los poblados ferroviarios en Espa- los 47 lugares que compusieron finalmente el
ña, editada en 2006. Inventario. Los núcleos inventariados, distri-
La elaboración del Inventario de pobla- buidos territorialmente en once comunida-
143
dos ferroviarios en España precisó de una fa- des autónomas diferentes, son los siguientes:
se intensiva de trabajo de campo en la que
se visitaron 102 lugares susceptibles de ser • Andalucía: Doña María-Ocaña, Las Tres
incorporados al referido Inventario. Se re- Villas (Almería); Estación de Nacimiento,
corrieron 25.000 km a lo largo y ancho del Nacimiento (Almería); Santa Fe-Alhama,
territorio del Estado y se contactó con más Santa Fe de Mondújar (Almería); Estación
de medio centenar de residentes en estos de Serón, Serón (Almería); Estación de Bel-
núcleos de población. Cuarenta de ellos mez, Belmez (Córdoba); Estación de Gua-
prestaron su testimonio de vida laboral y dix, Guadix (Granada); Estación de More-
familiar en estos espacios a los integrantes da, Morelábor (Granada); Puerto de la Laja,
del equipo de trabajo. Las entrevistas reali- El Granado (Huelva); Estación de Espeluy,
zadas se encuentran en proceso de catalo- Espeluy (Jaén); Estación de Linares-Baeza,
gación para su consulta posterior dentro Linares (Jaén); Estación de Mengíbar-Las
del Archivo Histórico Ferroviario de la Palomeras, Jabalquinto (Jaén); Estación de
Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Vadollano, Linares (Jaén); Estación de Bo-
La realización de las visitas de campo per- badilla, Antequera (Málaga); Los Prados,
mitió, por una parte, excluir definitivamente Málaga (Málaga); Villanueva del Río y
de la lista a aquellos lugares que, una vez re- Minas (Sevilla); Los Rosales, Tocina y Los
conocidos, se apartaban del concepto de po- Rosales (Sevilla).
blado ferroviario, y, por otra, permitió reali- • Aragón: Estación de Canfranc, Canfranc
zar una clasificación tipológica (poblados (Huesca); Sierra Menera, Ojos Negros (Te-
ferroviarios puros, poblados ferroviarios mix- ruel); La Almozara, Zaragoza (Zaragoza).
INVENTARIO DE POBLADOS FERROVIARIOS EN ESPAÑA
• Castilla y León: Estación de Astorga-San Arco, Fuente del Arco (Badajoz); Aldea
Andrés, Astorga (León); Barruelo de San- Moret, Cáceres (Cáceres); Arroyo-Mal-
tullán (Palencia); Venta de Baños, Venta partida, Cáceres (Cáceres); Estación de
de Baños (Palencia); Estación de Torral- Monfragüe, Malpartida de Plasencia (Cá-
ba, Medinaceli (Soria). ceres); Estación de Valencia de Alcántara,
• Castilla-La Mancha: Estación de Agra- Valencia de Alcántara (Cáceres).
144
món, Hellín (Albacete); Estación de • Principado de Asturias: Estación de Vi-
Chinchilla, Chinchilla de Montearagón llabona de Asturias, Concejo de Llanera
(Albacete). (Asturias); Puente de los Fierros, Conce-
• Cataluña: Maçanet-Massanes, Maçanet jo de Lena (Asturias).
de La Selva y Massanes (Girona); Port • Región de Murcia: Estación de Calaspa-
Bou (Girona); Prat de Pinter, Surroca rra, Calasparra (Murcia).
d’Ogassa (Girona); Estación de Mora La
Nova, Mora La Nova (Tarragona); Esta- El trabajo de campo elaborado de cada
ción de Roda de Bará, Roda de Bará (Ta- uno de los lugares seleccionados se plasmó
rragona); Estación de San Vicente de en la elaboración de una ficha descriptiva
Calders, El Vendrell (Tarragona). individual integrada por los siguientes apar-
• Comunidad de Madrid: Algodor, Aranjuez tados: ubicación territorial; descripción del
(Madrid); Estación de Vicálvaro, Madrid espacio; reseña histórica; entorno natural
(Madrid); Las Matas, Las Rozas (Madrid). próximo; bienes de interés cultural existen-
• Comunidad Foral de Navarra: Castejón tes en el municipio al que pertenece; entor-
(Navarra). no socioeconómico; evolución de la pobla-
• Comunidad Valenciana: La Encina, Vi- ción; situación jurídica y patrimonial de los
llena (Alicante); Puerto de Sagunto, Sa- inmuebles; fuentes y bibliografía; croquis
gunto (Valencia). esquemático y anexo fotográfico.
• Extremadura: Almorchón, Cabeza del Por último, el Inventario concluía con un
Buey (Badajoz); Estación de Aljucén, análisis comparativo sobre el estado actual y la
Mérida (Badajoz); Estación de Fuente del potencialidad futura de los 14 poblados ferro-
viarios puros con vista a su posible recupera- este espacio se desarrollaron, con posteriori-
ción en clave cultural y de ocio. Del referido dad, diversos estudios, siendo el más relevante
análisis, el Instituto del Patrimonio Histórico el efectuado durante el año 2005 y que tuvo
Español escogió al Poblado Ferroviario de como objetivo la redacción del Plan Director
Monfragüe, en la provincia de Cáceres. Sobre para la recuperación de este enclave ferroviario.
Ficha técnica
INVENTARIO DE POBLADOS FERROVIARIOS EN ESPAÑA
Elaborado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles / Dirección de Documentación y Archivo His-
tórico Ferroviario / Programa de Historia Ferroviaria durante el segundo semestre de 2002. El equipo de re-
dacción estuvo integrado por:
• Francisco Polo Muriel (coordinador) (licenciado en Geografía e Historia, Fundación de los Ferrocarriles
Españoles y Universidad Autónoma de Madrid).
• Domingo Cuéllar Villar (doctor en Historia, Fundación de los Ferrocarriles Españoles y Universidad
Autónoma de Madrid).
• Miguel Jiménez Vega (licenciado en Geografía e Historia, Fundación de los Ferrocarriles Españoles).
• Elena María de Luis Roldán (licenciada en Historia del Arte, Fundación de los Ferrocarriles Españoles).
• Miguel Muñoz Rubio (doctor en Historia, Fundación de los Ferrocarriles Españoles y Universidad Au-
tónoma de Madrid).
• José Mariano Rodríguez Martínez (ingeniero técnico en Informática de Gestión, Fundación de los Fe-
rrocarriles Españoles).
145
La Real Fábrica de Pólvora
de Villafeliche (Zaragoza)
La irrupción de la pólvora más importantes centros polvoreros de la
Monarquía española, existiendo en la época
La fórmula tradicional de fabricación de la en que José Campillo fue su director (1764)
LA REAL FÁBRICA DE PÓLVORA DE VILLAFELICHE (ZARAGOZA)
privada y se construían previa licencia de la fuertes estiajes del río Jiloca y el estado de
Monarquía, para ello ésta solía adelantar el la acequia hacían inviable la posibilidad
dinero que era devuelto en «especie», es de- de accionarse hidráulicamente como anti-
cir, en pólvora. Por ello, el «modelo de Vi- guamente.
llafeliche» se exportó a Santa Fe de Indias, A instancias del Gobierno de Aragón, los
en México, en 1777. restos de la antigua Real Fábrica fueron ob-
La Real Fábrica entró en decadencia jeto de un Plan Director realizado por el
poco después de la Guerra de Indepen- Instituto de Patrimonio Histórico Español.
dencia (1808-1814), en la que habíamos La complejidad y la extensión material de
visto fue pieza destacada. No ya por la los restos de la fábrica y, por otro lado, la si- 147
destrucción de sus instalaciones por el in- tuación jurídica de las mismas han retrasa-
vasor, rápidamente reconstruidas, sino do la intervención en los restos materiales
por la introducción de nuevas fábricas ex- de la fábrica pese a ser declarada Bien de In-
plosivas durante el siglo XIX. Finalmente, terés Cultural por el Gobierno de Aragón.
la pólvora pasó a fabricarse en Villafeliche La principal dificultad estriba en que los
ya no para los Reales Ejércitos, sino a ni- molinos siempre fueron de propiedad parti- Figura 2. Molinos de pólvora.
vel privado e incluso en ciertos períodos
de contrabando hasta tiempos relativa-
mente recientes (1980).
Figura 2. Vista de conjunto de una La declaración de Bien de Interés Cul- da, para regularizar su situación jurídica. La
instalación fabril de Riópar. tural deberá tener el carácter de globalidad incoación de expediente de declaración de
antes referido e integrarlo en la categoría de B.I.C. debe realizarse urgentemente para
Conjunto Histórico. Con este fin se incluye evitar el continuo deterioro y degradación
un plano de delimitación del Bien. de los bienes a conservar. El expediente de
La declaración debe tener la categoría de declaración de B.I.C. deberá tener en cuen-
Conjunto Histórico Artístico y abarcar la ta la situación en la que se encuentra el ex-
totalidad de los asentamientos del Conjun- pediente de declaración del Parque Natural.
to Industrial, incluso su entorno, así como Tras una primera aproximación al Con-
las minas y los sistemas hidráulicos. Dada la junto, podemos afirmar que gran parte de
complejidad de la extensión del conjunto, su patrimonio presenta condiciones ade-
150
debe completarse la documentación presen- cuadas para situarlo en el ámbito de coo-
tada en este Estudio Previo adjuntándose la peración entre recursos culturales de diver-
compleja documentación catastral solicita- sa índole de la zona, que tras una gestión
integradora permita la rehabilitación,
puesta en valor y conservación del patri-
monio cultural. En este sentido parece
adecuado potenciar los usos museísti-
cos, los docentes, los científicos, los de la
Escuela Taller relacionados con las fábri-
cas, etc., y completar esos usos con otros
de servicios y hospedaje ligados a los recur-
sos naturales. Se propone crear una alianza
entre el desarrollo de los recursos naturales
y patrimoniales, que el Plan Director debe
definir, establecer las pautas de dicha
alianza que concluyan en un Programa
Operativo de Desarrollo de la Comarca.
En la propuesta de actuación se propo-
nen tres fases de intervención condiciona-
das fundamentalmente por las posibilidades
de cambio de titularidad. Se propone, así
Figura 3. Canalización del conjunto industrial de Riópar. mismo, que la Administración establezca
los mecanismos adecuados para que la pro- El Plan Director de Riópar contará con
piedad del Fondo de Garantía Salarial pase las siguientes fases: Memoria Descriptiva,
al Ayuntamiento de Riópar. Previo al des- Análisis Histórico, Estudio Jurídico, Análi-
arrollo del Plan Director habrá que llevar a sis del Estado de Conservación, Instrumen-
cabo labores más intensivas de investigación tos Auxiliares, Diagnóstico, Plan de Inter-
que comenzarían por las imprescindibles venciones General, Plan de Organización
intervenciones arqueológicas, que com- de Servicios y Futuros Usos, Plan de Estu-
prenderán prospecciones, sondeos arqueo- dios e Investigación, Plan de Gestión y Plan
lógicos y excavaciones en área. de Difusión y Publicación.
Ficha técnica
LA REAL FÁBRICA DE METALES DE RIÓPAR. SAN JUAN DE ALCARAZ (ALBACETE)
El Estudio Previo al Plan Director del Conjunto Industrial de la Fábrica de Metales en Riópar (Albacete) ha si-
do encargado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Subdirección General del Patrimonio
Histórico Español.
El encargo se realiza a B.A.B. ARQUITECTOS, S.L. y los autores del Estudio Previo son los arquitectos
Eduardo Barceló de Torres, Mercedes Álvarez García e Ignacio Barceló de Torres y con la colaboración de
los arquitectos D. Javier Galiana de la Morena e Isabel de Cárdenas.
Este Estudio Previo está enmarcado dentro del Plan de Patrimonio Industrial promovido por el Institu-
to del Patrimonio Histórico Español.
151
Paisaje Industrial del Pontón de la Oliva.
Patones-Torrelaguna (Madrid)
PAISAJE INDUSTRIAL DEL PONTÓN DE LA OLIVA. PATONES-TORRELAGUNA (MADRID)
La zona de estudio ocupa un extenso terri- drid en la primera mitad del siglo XIX, ante
torio localizado en los Términos Municipa- el crecimiento desbordante de la población,
les de Patones, Torremocha de Jarama y To- provoca la necesidad imperiosa de alternati-
rrelaguna (Madrid). Presenta curiosas vas al sistema de abastecimiento tradicional
peculiaridades morfológicas, debidas a los mediante los «viajes de agua».
afloramientos de los estratos pertenecientes En estas condiciones el entonces ministro
al Cretácico de calizas dolomíticas de origen de Fomento, don Juan Bravo convoca a los
marino y a los fenómenos kársticos, y se ca- ingenieros Rafo y Ribera para que estudien
racteriza por la presencia de dos ríos de gran soluciones, lo que trae como consecuencia la
importancia en la Comunidad de Madrid, redacción de la «Memoria razonada sobre la
el Lozoya y el Jarama. El recorrido de estos posibilidad y conveniencia de conducir a
ríos presenta una serie de características Madrid las aguas del río Lozoya» en la que se
(amplitud, encajonamiento, altitud, etc.) justifica y promociona la traída de aguas
muy adecuadas para la captación de aguas, desde este lejano afluente del Jarama (1848).
lo que ha dado lugar a numerosas infraes- Tras un lapso de tiempo, en el que se crea
tructuras hidráulicas. la sociedad Canal de Isabel II y se dota a la
152
misma de los medios necesarios, se inician
las obras en una garganta del río próxima a
Memoria histórica su confluencia con el Jarama (1951), en una
ceremonia que tiene por protagonistas al
Figura 1. Ortofoto del área de estudio
con señalización de los elementos inte- La acuciante situación de déficit en el abas- rey consorte don Francisco de Asís y al pro-
grantes del paisaje industrial. tecimiento de agua potable vivida en Ma- pio Bravo Murillo.
Así pues, el Canal de Isabel II inicia su
andadura histórica en las tierras del noreste
de Madrid limítrofes con la provincia de
Guadalajara, en la garganta llamada del
Pontón de la Oliva, término municipal de
Patones. El resto de su trayectoria por estas
tierras de los términos municipales de Pato-
nes, Torremocha y Torrelaguna, se resume
en los hechos que se exponen a continua-
ción, cronológicamente ordenados.
Patones
de Arriba
Patones
de Abajo
Torremocha
de Jarama
154
Torrelaguna
Figura 3. Principales construcciones • 1963. Construcción del Canal del Atazar. Para llevar a cabo acciones tendentes a
en el paisaje industrial del Pontón de • 1967. Inauguración de la estación de tra- conseguir para el área donde se centra el
la Oliva-Canal de Isabel II (Patones-
tamiento de Torrelaguna y de las presas de estudio las rentabilidades socioculturales
Torrelaguna).
Pinilla en el Lozoya y de El Vellón en el que se persiguen, es indispensable recono-
río Guadalix. Obras de captación subálvea cer el papel decisivo jugado por el Canal
mediante pozos Ranney en la confluencia de Isabel II en el proceso de cambio expe-
del Jarama y el Lozoya. rimentado en la zona en los últimos cien-
• 1971. Se acaban las obras de la Presa de to cincuenta años. Desde su condición
El Atazar con un hiperembalse que, con inicial, exclusivamente agrícola y ganade-
sus 426 Hm3, duplica la capacidad de ra, hasta la actual situación en la que una
embalse del sistema del Lozoya . significativa parte de la población se dedi-
• 2001. Con motivo del 150 aniversario de ca a actividades relacionadas con el ocio
su creación, el Canal de Isabel II y la fun- (hostelería, restauración, deportes de
dación cultural del mismo nombre reali- montaña...), sin contar con los que direc-
zan obras de rehabilitación y acondicio- tamente trabajan en las instalaciones del
namiento en el Pontón de la Oliva. Canal, los tres términos municipales (Pa-
tones, Torremocha y Torrelaguna), des-
pués de pasar por una etapa de profunda
depresión, han iniciado una etapa de re-
conversión.
Desde el punto de vista industrial el Ca-
nal es una empresa que, tras ciento cin-
cuenta años de existencia, se halla en ple-
na pujanza. Desde el punto de vista
cultural, tiene una plena conciencia de su
origen, trayectoria y papel social. Así lo ha
asumido con la reciente creación de la
Fundación Canal de Isabel II cuyos obje-
tivos primordiales pasan por poner en va-
lor su patrimonio histórico, artístico y do-
cumental así como promover actividades
culturales relacionadas con el agua. Desde
el punto de vista económico-social, la Ad- rias para rentabilizar culturalmente el es- Figura 4. Pontón de la Oliva. Baran-
ministración en general, y mas explícita- fuerzo. dilla en el lateral de la presa.
mente la Comunidad de Madrid a través Entre otros posibles se proponen por su
del Canal de Isabel II, tiene la oportuni- interés los siguientes:
dad (por no decir el compromiso moral)
155
de apoyar cualquier acción encaminada a • Itinerario del Canal Antiguo. Su objetivo
poner de relieve los recursos turísticos y sería dar a conocer el origen y primeras
educativo-culturales que pueda ofrecer el realizaciones del Canal.
área recorrida por los distintos canales, en • Itinerario del Canal del Alto Jarama. Se
concreto, las demandadas por el territorio puede/debe combinar con las visitas al
donde nació el Canal, y que ha soportado poblado celtibérico del Cerro de la Oliva
la irreversible transformación de su primi- y Cueva del Reguerillo de interés geológi-
tivo paisaje agrícola y ganadero en paisaje co y arqueológico.
industrial.
Estos itinerarios, llamémosles «libres»,
deben complementarse con visitas guiadas
Propuestas por personal adiestrado (podría ser del Ca-
nal) sujetas a calendario y horario
Para conseguir estos objetivos enunciamos a Para facilitar el acceso es imprescindible
continuación una serie de propuestas que el acondicionamiento de los caminos de ser-
no pretenden, ni remotamente, agotar la vicio del Canal en el área, principalmente
materia, pero que pueden servir de orienta- los que recorren el canal del Jarama.
ción para la puesta a punto de futuras ope- Para rentabilizar el esfuerzo y procurar
raciones. cobijo a los visitantes se plantea la rehabili-
Estudiar y poner en marcha itinerarios tación de algunas de las casillas de la guar-
culturales, ilustrados con folletos, y con la dería, hoy día deshabitadas, para acoger pe-
señalización e información in situ necesa- queñas «aulas del agua», donde se explique
nuevo uso, así como la intervención de la
D.G. de Educación y Cultura, como ti-
tular del inmueble, por otra parte total-
PAISAJE INDUSTRIAL DEL PONTÓN DE LA OLIVA. PATONES-TORRELAGUNA (MADRID)
mente deseable.
• El terreno de la Dehesa de la Oliva, donde
se ubica el antiguo presidio, lo que supon-
dría la construcción de un nuevo edificio
para albergar nuevo centro. Tendría la ven-
taja de su inmediata proximidad al Pontón
y de disponer de aparcamiento ordenado,
preparado por los servicios del Canal.
El Estudio Previo al Plan Director del Encla- El valle de Turón, formado por las
ve Minero del Valle del Río Turón, en Asturias parroquias de Figaredo, San Martín y Ur-
responde al objetivo de sentar las condiciones biés, tiene una extensión de unos 50 km2.
generales y particulares para la transformación Este ámbito presenta una configuración
del conjunto territorial que constituye el pai- muy compartimentada del espacio, articu-
saje minero histórico del Valle del Río Turón lándose en torno a un valle estrecho y en-
en un espacio sociocultural. cajado, con abruptos relieves y fuertes
Será un medio o instrumento que para pendientes que condicionan los asenta-
dotar al conjunto de una proyección social, mientos humanos.
mediante la explotación cultural a través de Como cualquier otro valle de la cuenca
su adecuación a la visita pública y mediante minera, el valle de Turón aún muestra ras-
el desarrollo de actividades culturales diver- gos físicos de su pasado minero, actividad
sas, contextualizadas éstas en el ámbito his- que está a punto de concluir cuando lleva
tórico y técnico de la minería del carbón. más de un siglo de explotación, y que ha de-
Para el logro de estos objetivos deberá jado más de 360 piezas catalogadas de ar-
partirse de una concepción unitaria y global queología industrial.
del conjunto del enclave minero, contem- Numerosos vestigios mineros e industria-
157
plándose todos y cada uno de los elementos les se reparten por todo el valle. De este ri-
integrantes de forma interrelacionada, co patrimonio histórico-industrial destacan
coherente y legible para facilitar al máximo el castillete del Pozo Espinos, realizado me-
la comprensión e interpretación del mismo. diante estructura mixta de perfilería metáli-
Este tratamiento integral y respetuoso de ca roblonada y madera, así como los pozos
todo su patrimonio industrial deberá com- de Santa Bárbara (incluido en el Plan Na-
patibilizarse con la explotación y gestión de cional de Patrimonio Industrial) y San José,
las posibilidades que el turismo cultural en- el conjunto de La Cuadriella (chimenea,
cierra, así como con la dinamización so- chalet de Rafael del Riego, etc.).
cioeconómica de la zona. A medida que se abandona el fondo del Figura 1. Delimitación del Paisaje
valle se pueden encontrar núcleos tradicio- Industrial.
nales de población en los que las casas con • 1972. Integración de Hulleras de Turón
corredor, los hórreos, las paneras y algún en Hunosa.
que otro molino sobresalen en el paisaje.
Los conjuntos etnográficos Llano Pomar, Significación territorial y sociocultural
Vallicuera y San Justo cuentan con cons-
158
trucciones de los siglos XVIII y XIX, con- Las características especiales del valle, con
servándose en San Justo una ermita del si- una clara orientación este a oeste, marcada
glo IX reconstruida tras la Guerra Civil por el curso del río Turón, condicionaron
hasta la que llegaba una variante del Ca- históricamente el doblamiento que aparece
mino de Santiago, y un hospital de pere- dispuesto como una prolongación lineal
grinos. De los molinos, el mejor conserva- urbano-rural en la que se entremezclan las
do es el del Mosquil en Urbiés, guardando viviendas, barriadas obreras e instalaciones
en su interior todos los artilugios que con- industriales sin aparente solución de conti-
forman su maquinaria. nuidad.
El desarrollo del hábitat en el valle de Tu-
Hechos principales rón se produjo de forma rápida, jerarqui-
zándose los usos del suelo según el interés
• Segunda mitad del siglo XIX. Primeras ex- de los empresarios. Así, en las zonas bajas
plotaciones por compañías arrendatarias del valle nos encontramos con un espacio
extranjeras. polarizado en torno a los pozos, con un há-
• 1890. Constitución de Hulleras de Turón bitat denso y polinucleado, carente de orde-
sobre una concesión de 5000 Ha y entor- nación y con un parque de viviendas cada
no a 5 grupos de minería de montaña, de vez más deteriorado.
los cuales comienzan a explotarse inicial- Sin embargo, las infraestructuras indus-
mente San Víctor, Santo Tomás y San Pe- triales abandonadas pueden someterse a un
dro, todo ellos en 1891. proceso de puesta en valor. Una opción pa-
• 1967. Constitución de HUNOSA. saría por la rehabilitación de una parte de
Figura 3. Estudio previo al Plan Di-
rector del Enclave Minero del Valle del
Río Turón.
EQUIPO REDACTOR
Otras acciones a desplegar Isabel Lema Espasandín. Arquitecta.
sobre la globalidad del territorio Cristina Alonso Alonso. Arquitecta.
Mercedes Martínez Casas. Estudiante Fin de Ca-
PAISAJE INDUSTRIAL DEL VALLE DE TURÓN (ASTURIAS)
164
Poblado Ferroviario de Monfragüe
(Malpartida de Plasencia, Cáceres)
El poblado ferroviario de la Estación de
Monfragüe es uno de los 47 poblados ferro-
viarios identificados por el Inventario de
Poblados Ferroviarios, realizado durante el
año 2002 por iniciativa del Instituto del Pa-
trimonio Histórico Español y de la Funda-
ción de los Ferrocarriles Españoles.
Este poblado se encuentra situado dentro
de los límites del municipio cacereño de
Malpartida de Plasencia, al norte de la capi-
tal de la provincia. La distancia del poblado
ferroviario a Malpartida de Plasencia es de
siete kilómetros y de doce a la ciudad de Pla-
sencia, que es la capital de la comarca y prin-
cipal referente económico y social del resto
de poblaciones colindantes. Además, se en- Figura 1. Plano de situación.
165
cuentra situado a cinco kilómetros de los lí-
mites del Parque Natural de Monfragüe. transformación de los modos de explota-
Su historia como núcleo habitado arran- ción ferroviaria durante la segunda mitad
ca en 1896, una vez que quedara formal- del siglo XX llevó aparejada la reducción de
mente establecido el cruce entre las líneas la plantilla de trabajadores adscrita a este
Madrid-Lisboa por Valencia de Alcántara y poblado, provocando la crisis y el despobla-
la que partía desde la estación de Plasencia- miento posterior de este enclave ferroviario.
Empalme y que se dirigía hasta la población Hoy en día, su legado histórico patrimo-
leonesa de Astorga. A partir de ese momen- nial constituye un magnífico ejemplo de
to, la Compañía de los Ferrocarriles de Ma- asentamiento humano ligado a uno de los
drid a Cáceres y Portugal comenzaría a procesos económicos más relevantes de la
construir todo un conjunto de viviendas pa- Revolución Industrial: el ferrocarril. Por
ra albergar a la población trabajadora em- ello, el Instituto del Patrimonio Histórico
pleada en la explotación ferroviaria. Estas Español eligió a este poblado como ejemplo
construcciones se vieron complementadas sobre el cual iniciar una serie de estudios que
con el establecimiento de una iglesia-escue- permitieran establecer las bases para la con-
la y de un dispensario médico. Desde ese servación y recuperación de este espacio en
momento crecería su relevancia a lo largo de clave cultural. Como fruto del Estudio Pre-
la primera mitad del siglo XX. El poblado vio al Plan Director de este poblado ferrovia-
llegaría a contar con cerca de 800 habi- rio, desarrollado durante el año 2003 por el
tantes, población máxima que se alcanzaría Programa de Historia Ferroviaria de la Fun-
durante la década de 1940. La progresiva dación de los Ferrocarriles Españoles, se esta-
POBLADO FERROVIARIO DE MONFRAGÜE (MALPARTIDA DE PLASENCIA, CÁCERES)
blecieron las bases documentales para la in- El Plan Director contempla las siguientes
coación, por parte del Ministerio de Cultura, intervenciones:
del expediente administrativo para la Decla-
ración de Bien de Interés Cultural (BIC) con • Plan de Actuaciones Inmediatas que per-
166
la categoría de Conjunto Histórico. mita contener el proceso de degradación
El siguiente paso en esta línea de trabajos material que presenta el Conjunto Histó-
se inició en diciembre de 2004 y concluiría rico del poblado ferroviario.
en octubre de 2005 con la redacción del • Plan de Intervenciones Arquitectónicas y
Plan Director del Poblado Ferroviario de de adecuación de las instalaciones exis-
Monfragüe. tentes.
do industrial propio del tiempo de cambio pareció en la pasada década de los sesenta
de las relaciones de producción del Antiguo del siglo XX.
Régimen y la producción fabril iniciada con Así pues, durante más de un siglo la fá-
la Revolución Industrial. brica de seda Lombard, S. A., de Almoines
A la verticalidad de las chimeneas se con- fue la protagonista de los cambios radicales
trapone la horizontalidad de las fábricas producidos en la comarca desde su apari-
surgidas a lo largo del siglo XIX. Y, así, la po- ción, proporcionando trabajo a miles de
tente arquitectura de esta antigua fábrica personas de esta población y de comarcas
forma parte desde 1848, de la trama urbana vecinas. Más de un siglo de relaciones labo-
de una pequeña localidad de la comarca de rales y producción fabril, que con el cierre
la Safor, Almoines, en el antiguo ducado de de la empresa y la posible desaparición del
172
Gandía. Estos dos valores geométricos –ver- edificio, se corre el riesgo de perder, como
ticalidad y horizontalidad– trasladados a sus parte importante del patrimonio histórico y
dimensiones arquitectónicas eran familiares cultural de la Safor.
en este paisaje a la vez rural y urbano. La adopción y la integración de los edifi-
A partir de la revolución industrial, es- cios industriales en el tejido urbano social
Figura 1. Esquema del recorrido del
agua de la acequia por el interior de la tas grandes construcciones profanan la de esta comarca se consolidó en muy poco
fábrica Lombard. tradición religiosa secular de estas villas tiempo. Las fábricas impusieron un nuevo
ritmo de vida, de comportamiento humano
y de costumbres, fomentando con su eco-
nomía y sus relaciones laborales el naci-
miento de aquellas nuevas clases sociales, en
su lucha por las libertades y por los dere-
chos del hombre.
La mayoría de aquellos edificios a día de
hoy, muchos de ellos de una gran belleza
técnica y artística han desaparecido del pai-
saje que presidieron durante el gran cambio
en la historia de la humanidad. Afortunada-
mente quedan aún testimonios que, bien
por reconversiones industriales o adaptacio-
nes camaleónicas, han persistido hasta
nuestros días superando las peores crisis.
El cierre de una empresa que emplea
una cantidad considerable de trabajadores
es un trauma social, máxime si la empresa
está ubicada en una pequeña localidad co-
mo Almoines, donde casi una década des-
pués de haberse clausurado la fábrica, sus
antiguas trabajadoras, puesto que su mano
de obra era eminentemente femenina, la
añoran día a día por el hecho de que la
consideraron una parte importante de su
razón de ser. Las personas más mayores no
pueden olvidar los años pasados en ella y
su relativo bienestar económico conse-
guido a base de grandes esfuerzos, traspa-
sando por ello el sentimiento nostálgico a
hijos y nietos, en un intento de retener en
la memoria aquello que sus antepasados Figura 2. Fachada a la carretera.
hicieron suyo, como un elemento más de
su familiar entorno.
173
Intervenciones arquitectónicas
propuestas en el Plan Director
La Colonia Sedó configura uno de los con- conjunto industrial se desarrolla según las
juntos industriales más importantes y cono- características de una colonia obrera.
cidos de Cataluña. La fábrica tiene sus orí- Cuando Miquel Puig fallece, en 1863, lo
genes en 1841 cuando se constituye la sustituye su hijo Josep Puig i Llagostera, to-
sociedad Miguel Puig y Compañía (1841- mando la sociedad el nombre de Josep Puig
1863), cuya actividad era la fabricación de y Compañía (1863-1879). Es el período co-
hilaturas de algodón. El promotor y geren- nocido como «hambre del algodón». Los in-
te, viendo que las fábricas de Barcelona em- dustriales que no habían asegurado su apro-
pezaban a funcionar con máquinas de vapor visionamiento tienen serios problemas que
–utilizando el carbón mineral como fuente ocasionan numerosas pérdidas. No obstan-
de energía– decide buscar, en un territorio te, Josep Puig considera necesaria la moder-
cercano al llano barcelonés, una energía más nización de la empresa y, en 1863, instala la
barata: la hidráulica. Este hecho favorece la primera turbina que sustituye a la rueda hi-
implantación de la industria en la cuenca dráulica. La fábrica abre una sección desti-
fluvial del río Llobregat. nada al blanqueo de piezas tejidas y se ini-
La población de Esparreguera junto a la cia, a su vez, la construcción de las viviendas
carretera de Barcelona a Zaragoza y situada obreras.
175
entre dos centros fabriles importantes como En 1869, Puig cierra provisionalmente la
Martorell e Igualada dispone, ya en el fábrica por las pérdidas contabilizadas. Dos
siglo XIX, de buenas comunicaciones para el años más tarde se producen reiterados des-
suministro de las materias primas y la salida pidos y aparecen los primeros conflictos so-
de los productos manufacturados. Esta po- ciales. La situación mejora en 1875, cuando
sición estratégica, unida a una concesión
para el aprovechamiento hidráulico y a las
buenas infraestructuras de transporte, justi-
fica su emplazamiento.
Miquel Puig compra el molino harinero
de «Can Broquetes», situado en el margen
derecho del río. Su adquisición, en 1846,
no está motivada por el propio elemento, si-
no por su peculiar ubicación y por la rueda
hidráulica que lo hacía funcionar.
La primitiva fábrica de hilados y tejidos
de algodón con 3.500 husos y 100 telares
mecánicos propulsados por la vieja rueda
hidráulica del molino, entra en funciona-
Figura 1. La chimenea helicoidal de
miento en 1850 con 150 obreros.
la Colonia Sedó. Amadeu Casals (?)
La vieja rueda se sustituye en 1853 por (siglo XIX). Fotografía de Antoni Vila-
una importada de Inglaterra, a la vez que el nova, 2003.
LA COLONIA SEDÓ DE ESPARREGUERA (BARCELONA)
la empresa solicita autorización para cons- la tela engomada para calcar planos. Este
176
truir la presa y el canal del Cairat y adquie- mismo año se diversifica la producción en la
re nuevas máquinas de hilar y de tejer, has- colonia, con la llegada de un nuevo produc-
ta completar 25.000 husos y 500 telares. to: el carburo de calcio destinado a la ob-
A la muerte de Puig, en 1879, la fábrica tención de gas acetileno para el alumbrado
cambia de nombre, pasando a denominarse y que se genera gracias a los excesos de pro-
Antoni Sedó y Compañía (1880-1902). El ducción de energía hidráulica.
nuevo propietario culminará un amplio pro- El mes de agosto de 1903 se declara un
ceso de crecimiento, formación y consolida- importante incendio, en el que quedan des-
ción de la Colonia. Desde entonces el encla- truidas diferentes dependencias; no obstan-
ve fabril lleva el nombre de Colonia Sedó. te, la fábrica sólo para tres semanas, al cabo
En esta etapa, se pone en funcionamien- de las cuales recupera, prácticamente, la to-
to el canal del Cairat, con la incorporación tal normalidad. En este mismo año se cons-
de la primera turbina en 1881; también se truye, al pie del Cairat, la central hidroeléc-
amplía la colonia obrera con la construc- trica. Las máquinas son dos turbinas Escher
ción de nuevas viviendas para los trabajado- Wyss & Cie. de Zürich, que pueden recibir
res y sus familias, así como otros equipa- 6.800 litros/segundo con una potencia de
mientos: el economato, las escuelas, la 300 caballos. En 1911, el agua del Llobregat
iglesia, el dispensario y el teatro. produce 2.400 caballos de fuerza entre el
La evolución de la empresa, por su con- salto del Cairat y el de la propia fábrica, más
cepción paternalista, va ligada a una suce- modesto. Las aguas sobrantes de la presa ac-
sión de conflictos y de logros. En el aparta- tivan la central hidroeléctrica de 1.000 kW
do de producción, Sedó introduce en 1898, con una tensión de 5.000 V.
Figura 3. Zona industrial de la Colo-
nia Sedó. © Ilustración de Jordi Ba-
llonga.
A. Iglesia. H. Economato.
B. Escuelas. I. Ermita de Santa María del Puig (románica, siglo XI).
C. Lavaderos. J. Casa del propietario (Casa de l’amo).
D. Casa de comidas y alojamiento (Fonda). K. Jardín del propietario (Jardó de l’amo).
E. Viviendas obreras. L. Antiguo almacén de algodón.
F. Teatro y espacio cultural polivalente. M. Canal de Broquetes.
G. Huertos. N. Acueducto hacia la presa del Cairat.
177
La fábrica funciona según turnos de día y cidiendo con la crisis del petróleo, con un
noche y el producto con mayor salida son declive del sector textil que culmina con el
las panas, que se exportan a la América La- cierre de la fábrica y la reducción progresiva
tina, aparte del consumo interior. En esta de la ocupación de las viviendas obreras, en
época, el personal supera los 2.000 obreros 1986.
y Can Sedó es la primera empresa algodone- Actualmente, el área industrial se ha con-
ra catalana. vertido en un importante polígono donde
Al inicio del conflicto europeo de 1914, tienen cabida diversas empresas y activida-
se denota una cierta reducción de las ventas, des, mientras la zona residencial será ínte-
si bien en el mismo año, se incrementa la gramente rehabilitada.
demanda de panas, especialmente por parte En el interior de la fábrica de pisos (hila-
del ejército francés. turas), se encuentra el Museu de la Colonia
En el año 1936, la empresa se convierte Sedó, que forma parte del sistema del Mu-
en sociedad anónima pasando a denominar- seo Nacional de la Ciencia y de la Técnica
se Manufacturas Sedó, S. A. Tras la Guerra de Cataluña (mNACTEC).
Civil (1936-1939) se llega al máximo creci-
miento de la colonia obrera, con un núme-
ro máximo de 2.500 obreros en 1952. Pero Conclusiones finales y propuestas
al mismo tiempo se inician los primeros sín-
tomas de dificultad en la comercialización El concepto de protección y valorización de
de los productos textiles. Estos problemas se la Colonia no debe considerar, únicamente,
incrementan a partir de los años 1970, coin- los elementos constructivos dentro de los
LA COLONIA SEDÓ DE ESPARREGUERA (BARCELONA)
180
3.2. Iglesia románica de Santa María del parque urbano (regeneración de la fauna
Puig. Creación de un itinerario. Mira- y la flora propias del bosque de ribera).
dor de la Colonia. 4.6. Áreas de aparcamiento público: zona
3.3. Área geológica de Roques Blaves. Crea- de la bóvila (1) y espacio próximo al
ción de un itinerario para descubrir es- recinto residencial (2).
te espacio singular. 4.7. Acondicionamiento del acueducto pa-
3.4. Itinerario principal: Esparreguera- ra permitir un recorrido hasta el túnel
Colonia Sedó-El Cairat-La Puda- del canal de alimentación.
Montserrat.
3.5. Antiguos huertos. Mantenimiento de
Ficha técnica
esta estructura agraria vinculada a la
LA COLONIA SEDÓ DE ESPARREGUERA
colonia obrera. (BARCELONA)
Antoni Vilanova y Susanna Moya, arquitectos re-
4. Propuesta de nuevas actuaciones dactores del Plan Director de la Colonia Sedó.
El objeto del Plan Director de la Presa de del mismo nombre con acceso a través de la
Grandas de Salime, realizado según contrato carretera comarcal AS-14 que une Fonsa-
LA PRESA Y EL ENTORNO DE GRANDAS DE SALIME (ASTURIAS)
suscrito con la Dirección General de Bellas grada con Cangas de Narcea. Pertenece a la
Artes, por la arquitecta María Victoria Sán- cuenca del río Navia, cuya superficie es de
chez de León Robles, era el estudio, no sólo de 2.654 km2, y nace en los Ancares entre las
la presa de Grandas de Salime, sino de todo su provincias de León y Lugo. La presa de
entorno y de los elementos que rodearon su Grandas de Salime mereció el honor de ser
construcción y los primeros años de funciona- una de las presas más grandes de España,
miento. En este resumen se presenta una bre- honor que le hubiera quitado la presa del
ve historia del salto, de los elementos inte- Gran Suarna, aguas arriba del río Navia, si
grantes del Plan Director y de las propuestas se hubiese llegado a construir. La zona que
de actuación que se formularon en el mismo. nos ocupa, cuyo indudable protagonista es
El Salto de Grandas de Salime, se en- el río Navia, está enmarcada en un valle en-
Figura 1. Vista general. cuentra situado a unos 7 km de la localidad cajado y profundo, abrigado de los vientos
182
dominantes, lo que determina sus caracte-
rísticas ambientales.
El área ocupada por el embalse de Salime,
abarca dos comunidades autónomas y siete
concejos: cuatro en el principado de Asturias
(Pesoz, Grandas de Salime, Allande e Ibias)
y dos en la provincia de Lugo (Negueira de
Muñiz y Fonsagrada en menor medida).
A continuación se transcriben las caracterís-
ticas principales del Proyecto desarrollado por
la Oficina de Estudio del Banco Urquijo, que
supuso para la época un gran desafío técnico:
El objeto del Plan Director del Pozo de San- y la tercera década del siglo pasado, fueron
ta Bárbara en Mieres, realizado según con- transformados o erigidos ex novo a un tiem-
trato suscrito con la Dirección General de po a lo largo de los años sesenta; así como la
Bellas Artes, por la arquitecta María Victo- propia evolución diacrónica del conjunto
ria Sánchez de León Robles, era el estudio y de la explotación, que se convierte por sí
análisis de un elemento característico del misma en un ejemplar tipo, amén de ser
sector minero en Asturias. En este resumen uno de los primeros pozos profundizados
se presenta una descripción del Pozo, las ac- en Asturias, fueron argumentos más que
tuaciones necesarias para su recuperación y convincentes para focalizar nuestro interés y
la propuesta de actuación a que se llegó tras el del presente Plan Director en el pozo
las distintas fases del Plan. Santa Bárbara.
El pozo Santa Bárbara se encuentra situa- El pozo Santa Bárbara está formado por
do en el Valle de Turón, río afluente del dos pozos, uno principal de 5,5 metros de
Caudal, que tiene una marcada orienta- diámetro y otro auxiliar de 4 metros. Se
ción este-oeste y una superficie de 50 km2 concibe por parte de la Sociedad Hulleras
dentro del término municipal de Mieres. del Turón hacia 1913, momento en el que
Este espacio, de forma rectangular de unos se piensa en la profundización de dichos
189
14 km de longitud, presenta un fondo en- pozos verticales hasta una cota de 115 me-
cajado y unas laderas abruptas que se elevan tros, a realizar en el paraje de La Rabalda-
hasta cimas que alcanzan los 1.156 metros na. Durante la segunda mitad del año
del monte de Burrablanca, con una media 1914 comenzaron las obras destinadas al
de altura que ronda los 1.000 metros. establecimiento del nuevo campo de ex-
Geográficamente se define con nitidez: plotación subterráneo, gastándose en ello,
al sur y al este por el cordal de Longalendo entre adquisición de suelo, maquinaria,
y el de Urbiés, al norte por el monte Polio vías, edificios y montajes, 449.702,06 pe-
y la sierra de Navaliego, abriéndose, por setas. Junto a los trabajos preparatorios del
último, hacia el oeste por el valle del Cau- terreno y al inicio de la profundización de
dal, salida natural del valle a la altura de los pozos, que comienza en 1914, otro ti-
Figaredo. po de intervenciones se hacen necesarias
El pozo Santa Bárbara constituye un con- para la puesta en funcionamiento de este
junto orgánico de elementos arquitectóni- grupo de trabajo: la construcción de una
cos e industriales que se integra en el Valle central eléctrica que dará servicio a los tra-
de Turón formando un todo de indudable bajos iniciales y a la prolongación del fe-
homogeneidad. El hecho de presentar ejem- rrocarril de vía estrecha de la Sociedad Hu-
plos de diferentes estructuras, elementos in- lleras del Turón hasta el emplazamiento de
dustriales e incluso de edificios residenciales La Rabaldana. Ambas labores fueron de-
o de servicio; la coherencia formal de la ma- sarrolladas entre 1914 y 1915. Los prepa-
yor parte de ellos que, si bien presentan una rativos para la puesta en funcionamiento
cronología inicial a caballo entre la segunda del nuevo pozo incluyeron, así mismo, la
mediante una galería. En 1926 comienza,
por fin, la explotación del pozo Santa Bár-
bara con una producción que ese año al-
canza las 149.170 toneladas de hulla bru-
ta. Se trata del primer dato que tenemos al
respecto, puesto que es la primera vez que
el pozo Santa Bárbara figura entre los gru-
pos productivos en la memoria de la Revis-
ta Minera relativa a Hulleras del Turón.
El método seguido en el Plan Director
EL POZO SANTA BÁRBARA EN MIERES (ASTURIAS)
superficie de acero. Así mismo se propone ladrillo macizo revocado con mortero de
su calificación como monumento. La casa cemento. Las actuaciones propuestas son la
de máquinas del pozo auxiliar es un edificio recuperación de la cubierta superior y las
de planta rectangular y un solo nivel sobre actuaciones de recuperación y saneamiento
dos sótanos, tiene una altura de unos 8 me- de revestimientos exteriores, sustitución de
tros. Sus fachadas son completamente carpinterías, etc.
abiertas por grandes vanos adintelados. Existe, así mismo, una edificación que al-
La estructura del mismo es de hormigón bergó la antigua casa de máquinas común
encofrado de sección rectangular con sóli- para ambos pozos de extracción, es un gran
das cimentaciones escalonadas para salvar edifico rectangular cuyo aspecto y funciona-
192
el desnivel de la orilla del río. Además de lidad actual poco tienen que ver con la ins-
los pilares perimetrales, los dinteles, zun- talación original de la década de los veinte.
chos y la losa de la cubierta son, así mismo, Hoy día la alargada nave de la antigua casa
Figura 7. Pozo de ventilación. de hormigón. La obra maestra se alza con de máquinas acoge en su extremo occiden-
tal una subestación transformadora, la parte
más cercana al pozo principal se dedicó a
oficinas, así como a las dependencias de la
brigada de salvamento en el piso primero, y
el centro de la estructura alberga una gran
sala de compresores. El aspecto que presen-
ta la construcción es fruto de una reforma
completa llevada a cabo en los años sesenta.
La estructura del edificio original estaba for-
mada por un cuerpo central de una sola al-
tura (6/7 m), cubierto por un tejado a dos
aguas de cinc sobre estructura metálica, que
contaba con una especie de sobretejado a
modo de lucernario, y sendos cuerpos en los
testeros occidental y oriental, algo más altos
que el central (dos alturas) y también desta-
cados en planta, con el remate superior de
sus fachadas en algo parecido a un frontón
triangular. Este edificio es, así mismo, recu-
perable, con actuaciones en la cubierta, re-
vestimientos exteriores y acabados.
Existe así mismo un edificio de planta
rectangular y tres alturas, destinado a ofici-
nas y casa de aseo. Está recorrido por vanos
alargados y adintelados, lo que contribuye a
realzar su aspecto horizontal como un gran
paralelepípedo tumbado. Su estructura es
de hormigón y la obra exterior de sus fa-
chadas de ladrillo visto. Presenta cubierta
aterrazada. En el Plan Director se propuso
su demolición.
El último de los elementos de trabajo
principales, que nos queda por incluir en
esta descripción es el pozo de ventilación.
Se trata de un pequeño edificio destinado a
servir de generador de aire para enviar al in- importancia, de economatos de víveres y Figura 8. Edificio de economato y vi-
terior de la mina. Su planta es rectangular y alojamientos para obreros y mandos. viendas. Se trata de un volumen único,
de planta rectangular, con muros de
su cubierta a dos aguas con teja plana sobre La actuación propuesta en el Plan Director,
piedra, estructura de cubierta y forjados
estructura metálica. La obra se alza con que respondía al deseo generalizado de con- de madera, todo ello enlucido y pinta-
193
mampostería ordinaria, con los enmarques vertir el pozo Santa Bárbara en un espacio do- do. El característico ladrillo visto apare-
de las esquinas, el borde los vanos de medio tacional con carácter museístico, se convierte ce en las esquinas, en la línea divisoria
de las plantas y en el recercado de los
punto, el hastial y frontal de ladrillo visto. en el origen fundamental del proyecto básico
vanos.
Actualmente, las partes de piedra están ali- de musealización que elaboramos. Pero, ade-
catadas en blanco, lo cual produce un fuer- más, en la elección de este lugar convergen
te contraste cromático. Se propone en el una serie de factores positivos o de convenien-
Plan Director su recuperación como espacio cia, así como ciertos inconvenientes que de-
expositivo y su catalogación como Monu- terminan la puesta en valor del mismo desde
mento, con nivel de protección integral. el punto de vista patrimonial y museístico,
Los espacios destinados a residencia de minero y medioambiental. La propuesta se
empleados e ingenieros estaban disemina- basa en la localización de La Rabaldana, ubi-
dos por las cercanías del pozo, en La Rabal- cada en un lugar central en el valle y, por tan-
dana. En este Plan Director se recogieron to, puede ser considerado un eje para posibles
los siguientes como más importantes: un rutas guiadas. Además, en el valle de Turón, se
chalet para empleados, un cuartel de ocho puede documentar una amplia variedad de
viviendas, un cuartel de seis viviendas y, fi- infraestructuras industriales y mineras, tipolo-
nalmente, un economato y un cuartel de gías de vivienda obrera, dependencias dedi-
cuatro viviendas, en el mismo edificio. Son cadas a la asistencia social, etc., así como un
construcciones erigidas por iniciativa de la amplio catálogo de arquitectura tradicional,
Sociedad Hulleras del Turón en los años religiosa y civil igualmente destacable. Ade-
veinte o treinta y respondían a los planes de más, el pozo Santa Bárbara constituye un con-
la empresa de dotar a los núcleos de cierta junto de elementos a caballo entre los ámbitos
arquitectónicos e industriales de una induda-
Ficha técnica
ble homogeneidad y valor sociocultural. La EQUIPO TÉCNICO DEL PLAN DIRECTOR
yuxtaposición de espacios destinados a usos DEL CONJUNTO INDUSTRIAL DEL POZO
tan diferentes como industrial, servicios y re- SANTA BÁRBARA (ASTURIAS)
sidencial, en un espacio común confieren a DIRECTORA DEL EQUIPO
este Conjunto un especial valor como testimo- M.ª Victoria Sánchez de León Robles. Arquitec-
nio de una actividad desubicada actualmente to. Especialista en Patología de la Edificación y
Rehabilitación del Patrimonio.
del tejido social que marcó fuertemente a la
sociedad, sobre todo de la primera parte del ÁREA DE PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO
siglo XX en esta zona de Asturias. E INFRAESTRUCTURAS
EL POZO SANTA BÁRBARA EN MIERES (ASTURIAS)
Figura 3. Horno de calcinación de manganeso de mina San Francisco Javier. Figura 4. Corta minera Emilia (1953-1982).
Rambla del Avenque.
expansivo de la economía europea. Aprove-
chándose, en primer lugar, los recursos de
los escoriales y terreras romanas que conte-
nían todavía una importante ley en plomo.
La evolución del sector se caracterizará
por una intensa actividad inicial, determi-
nada por una extrema subdivisión de las
concesiones, generando una particular or-
ganización empresarial basada en un mini-
fundismo extractivo, mediante arrenda-
mientos que multiplicarán el laboreo. Entre
las repercusiones de este resurgir económico
destaca un extraordinario crecimiento de-
mográfico, de origen principalmente anda-
luz, que ocasionará el nacimiento de nuevos
poblados en la zona norte de la Sierra, co-
mo El Algar, Los Blancos, San Ginés, El Figura 5. Chimenea de la fundición
Llano y El Estrecho, configurándose en Roma.
1860 un nuevo municipio denominado La
Unión. Este espectacular desarrollo laboral bientales, empezará a estancarse en los años
precisó, así mismo, de la articulación de una ochenta debido a la inestable situación in-
197
red viaria con el acondicionamiento de ca- ternacional y a la consunción de las reservas
minos, ferrocarriles e instalaciones portua- de mineral. En 1988, se produce la venta
rias en Cartagena, Escombreras y Portmán. del activo y los terrenos a la empresa Port-
Tras el auge económico inicial, la caren- mán Golf que mantendrá cierta actividad
cia de estructuras tecnológicas y empresaria- minera dentro de una profunda crisis labo-
les provoca un proceso de declive en la acti- ral y social, produciéndose en 1991 el cierre
vidad. Ante esta situación endémica, a definitivo del sector.
partir de 1950, comienza una nueva fase Este azaroso devenir histórico siempre
con la presencia de la multinacional Peña- vinculado con la explotación minera, ha
rroya que realiza fuertes inversiones y aplica generado un rico y extenso patrimonio cul-
nuevas tecnologías para el procesamiento de tural que ha sido detalladamente inventa-
las complejas minas locales. El novedoso riado por la Dirección General de Cultura
proceso se centrará en los lavaderos de flo- de la Comunidad Autónoma de Murcia,
tación diferencial que requerirán la remo- como se constata en las Cartas Arqueológi-
ción de enormes cantidades de tierras para cas de los Términos Municipales de Carta-
compensar los gastos de explotación, impo- gena y La Unión, así como en los Catálo-
niéndose los trabajos mineros a cielo abier- gos de Bienes Muebles e Inmuebles de la
to con la apertura de ocho cortas entre los Sierra Minera.
años 1953 y 1984, ampliándose igualmente Cuantitativamente se han inventariado
el resto de instalaciones. más de medio centenar de yacimientos ar-
La recuperación de la actividad minera, queológicos con sectores habitacionales y
con desastrosas consecuencias medioam- significativas estructuras de funcionalidad
SIERRA MINERA DE CARTAGENA-LA UNIÓN (MURCIA). PAISAJE INDUSTRIAL
Figura 6. Castillete de madera de la mina Iberia. Cabezo Rajao. Figura 7. Castillete metálico de la mina Montserrat. Cabezo Rajao.
GERENTE DE LA EMPRESA
– Conjunto Cabezo Rajao, Monte Agu- José Alarcón Ros.
do y entorno del Cabezo Rajao: gran
parque minero de la Sierra. EQUIPO TÉCNICO
Luis Larrotcha. Arquitecto.
– Conjunto El Lirio, La Paz: uso turísti- M.ª del Carmen Berrocal. Arqueóloga e historia-
co vinculado a la Urbanización La dora. Universidad de Murcia y UNED Cartagena.
Manga Club y al Llano del Beal. José Ignacio Manteca. Geólogo. Universidad Po-
– Conjunto Carretera del 33: ruta me- litécnica de Cartagena.
Cristóbal García García. Geólogo e ingeniero de
dioambiental. Visita al interior de una Minas. Universidad Politécnica de Cartagena.
mina. Aula geológica de la naturaleza.
El embarcadero del Hornillo
en Águilas (Murcia)
1. Objeto del trabajo 2. Propuestas generales
Una vez se hayan determinado los usos y 2.9. Edificio Estación del Hornillo
programas más adecuados dentro de los y anexos
propuestos de manera general en el presen-
te proyecto se acometerá: Para dar acceso al embarcadero del Hornillo
se crea una explanada que se sitúa al borde del
• Los accesos, eliminando las actuales ta- mar, entre las bocas de salida de los túneles y
pias de bloques de hormigón. la estructura creada para cargar los barcos. En
• Limpieza del interior de los túneles. ella se sitúa el edificio de la Estación del Hor- 203
Figura 7. C1. Camino vías. Figura 10. S1. Sección tipo y S2. Sección banco.
204
Figura 8. C2. Camino de acceso en ladera. Figura 11. S3. Sección sombra, y S4. Sección túnel.
Figura 9. C3. Plaza de acceso. Figura 12. Raíles sobre las bóvedas que cubren los túneles.
Figura 13. Vías sobre las bóvedas de los túneles al principio del siglo XX. Figura 14. Vías sobre las bóvedas de los túneles en la actualidad.
la escalera de conexión con la parte alta de los cota 12, cota de la explanada por la que los
silos, y otra, de mayor dimensión, al lado de trenes circulaban hasta el embarcadero.
la escalera de bajada a la cimentación de hor-
migón del embarcadero. También existe una
pequeña caseta de obra, que se sitúa delante Ficha técnica
de los túneles, destinada a depósito. PROYECTO DE LAS OBRAS DE ORDENACIÓN,
205
URBANIZACIÓN, AJARDINAMIENTO Y
RESTAURACIÓN PAISAJÍSTICA DEL
2.10. Embarcadero de El Hornillo
EMBARCADERO DE EL HORNILLO, EN
ÁGUILAS (MURCIA)
El Embarcadero de El Hornillo es el punto
ARQUITECTOS
final del conjunto industrial, desde donde
Atxu Ammán.
se embarcaba, mediante un sistema de tol- Andrés Cánovas.
vas y contrapesos, el mineral a los barcos. Nicolás Maruri.
Consta de una base de hormigón que se
ARQUITECTO COLABORADOR
adentra en el mar, y sobre la que una es- Manuel Villanueva.
tructura metálica se levanta para llegar a la
El Alto Horno n.º 1 en Sestao (Vizcaya)
El Proyecto de Ejecución para las obras de mediados del siglo XIX, la siderurgia vizcaí-
consolidación y restauración de los restos na se encuentra en proceso de estancamien-
del Alto Horno n.º 1 de Altos Hornos de to, no existe una notoria evolución. Se hace
Vizcaya, en Sestao, se redacta por encargo necesaria la obtención de coque que abara-
de la Dirección General de Bellas Artes y te el proceso y facilite una mayor produc-
Bienes Culturales a la empresa Asistencia ción. Debido a la escasez de materia prima
Técnica y Consultoría de Arquitectura Pro- en la zona, los vascos siguen utilizando car-
EL ALTO HORNO N.º 1 EN SESTAO (VIZCAYA)
Figura 1. Vista general del Alto Horno n.º 1. Figura 2. Aspecto de la morcilla que rodea al horno.
EL ALTO HORNO N.º 1 EN SESTAO (VIZCAYA)
Figura 3. Alto Horno n.º 1 en la actualidad. Figura 4. Altos Hornos n.º 1 y n.º 2 en 1996. Figura 5. Alto Horno n.º 1 en la actualidad.
laba en estado líquido el arrabio, sobre el • Sistema de refrigeración: agua (en ocasio-
que flotaba la escoria. Ambos materiales se nes se utilizó agua salada que posterior-
sangraban a través unas máquinas perfora- mente se desechó por su poder corrosivo).
doras de piquera. Se recogían posteriormen- • Temperatura máxima en funcionamien-
te en unos canales (regueras) para verterlos to: 1.400 °C.
208
a unas cucharas para su evacuación. • Fabricante: Empresa alemana G.H.H.
El uso continuo del horno producía un
gran desgaste, que obligaba a renovarlo ca- Por el Real Decreto 130/2005 del 7 de
da cinco o seis años, realizándose cinco re- junio, fue declarado Bien de Interés Cul-
construcciones desde la fecha de encendido tural con categoría de Monumento
hasta la de apagado que permitieron así (BOPV N.º 114 del 17 de junio de 2005).
mismo mejorar su rendimiento desde En esta declaración se determinan las con-
600 Tn/día hasta 1.500 Tn/día. En la base diciones que debe cumplir cualquier pro-
del horno se encontraba la sala de control yecto de rehabilitación y recuperación del
centralizada, desde la que se determinaba la Alto Horno n.º 1.
diferente mezcla de materiales, la produc- Siguiendo las pautas marcadas por esta
ción a efectuar, etc. declaración de Bien de Interés Cultural, se
Como resumen de sus características po- ha redactado el siguiente Proyecto de Eje-
demos decir: cución, que ha evitado, en la medida de lo
posible, añadir al Horno materiales o ele-
• Fecha de encendido: 18 de noviembre de mentos que distraigan la atención del ob-
1959. servador. Por eso, en la elección de los ma-
• Fecha de apagado: 28 de febrero de 1995. teriales ha primado el objetivo de conseguir
• Tipo de horno: de madrastra. un diálogo entre los ya existentes y los pro-
• Altura total: 80 metros. puestos para la construcción de las áreas ex-
• Volumen útil: 757 m3. positivas. Las materias a emplear serán si-
• Volumen interior: 881 m3. milares pero no iguales, de forma que se
diferencie fácilmente la rehabilitación de la ra que pueda albergar en su interior una re-
edificación original. cepción en la planta inferior, con una pe-
El estado actual de conservación del Hor- queña zona de librería, aseo y cuarto de ins-
no es, en líneas generales, satisfactorio. Estu- talaciones, y en la planta superior una sala
vo en funcionamiento hasta el año 1995, pe- destinada a proyecciones audiovisuales. En
ro desde entonces se ha mantenido en los el interior, se incorporarán unos paramen-
terrenos de la empresa Acelor, vallado por tos verticales de madera, de manera que se
una red metálica y con el acceso prohibido a logre un ambiente más calido. El pavimen-
personal no autorizado. Los factores que le to se resolverá con hormigón pulido, para
han afectado han sido la falta de uso, el paso potenciar su carácter industrial.
del tiempo y otros, generalmente, atmosféri- Además, se repondrá el material de sola-
cos. En todos los elementos que constituyen do y el refuerzo estructural de los forjados
el conjunto del Alto Horno se observa un es- metálicos, que constituyen las plataformas
tado de suciedad muy avanzado debido al horizontales, más próximas al nivel del hor-
polvo originado por los restos de la última no. Se rehabilitarán y acondicionarán las es-
fundición. En particular, las lesiones detecta- caleras de acceso y las barandillas de protec-
das afectan a elementos estructurales: los per- ción existentes, añadiendo el material
files que constituyen pilares y vigas del con- necesario en las zonas en las que se haya
junto no tienen riesgo de fallo estructural, desprendido o deteriorado.
pero sí presentan un gran deterioro de su su- En cuanto al Alto Horno, en este proyec-
perficie, encontrándose la pintura agrietada y to se contempla la visión exterior del mismo
209
levantada y el metal oxidado. También han únicamente. Sí se ha contemplado la instala-
aparecido eflorescencias salinas. Los revesti- ción de un ascensor panorámico, que efectúe
mientos de la estructura en el nivel inferior paradas en dos niveles, la pasarela y el nivel
de contacto con el terreno, como el gunitado de piqueras. Sus paramentos acristalados per-
de hormigón y el ladrillo y hormigón refrac- mitirán al visitante apreciar la perspectiva del Figura 6. Localización del Alto Hor-
tario de los forjados, presentan grietas y en paisaje de la ría del Nervión. Desde la última no n.º 1 en Sestao.
algunas zonas se han desprendido por com-
DÁRSENA
pleto. La mayoría de las cubiertas de chapa DE LA
BENEDICTA
de las naves están rotas y oxidadas, las pasa-
relas y escaleras presentan los perfiles de ace-
ACB
ro, chapas y barandillas con pérdida de pin-
tura de protección. Estas patologías también
se aprecian en las grúas (visibles desde la na-
ve de colada). Los revestimientos de fachadas
presentan numerosas fisuras.
PASADIZO
Tras el estudio del estado de conservación POR VÍA
DEL TREN
del horno y de las patologías que lo afectan,
se ha realizado este proyecto que incluye las
siguientes actuaciones: en primer lugar se
ha considerado la demolición de la caseta de
control, debido a su estado, y reconstruirla CHAVARRI RIVAS
KALEA
respetando la misma morfología, de mane-
parada se podrá acceder a la plataforma cir- franja del 50% como máximo, y a lo largo
cular correspondiente al nivel de estufas que de toda se altura se repondría el ladrillo re-
se sitúa en la parte alta del horno. fractario que recubría la cara interna de hor-
Como vemos, este primer proyecto reco- no. El pavimento estaría elevado y sería de
ge únicamente una actuación de consolida- vidrio transparente con el objeto de poder
ción y rehabilitación. Sin embargo, sería observar los depósitos solidificados de la úl-
aconsejable, en actuaciones futuras y para tima fundición. Para su perfecta visualiza-
potenciar su carácter emblemático, realizar ción habría que incluir una iluminación de
otra serie de actuaciones en dos fases. La las superficies a rehabilitar.
primera de estas fases consistiría en la pin-
tura del Alto Horno, lo cual resulta un pro-
EL ALTO HORNO N.º 1 EN SESTAO (VIZCAYA)
Figura 2. Esclusa n.º 7 antes de la restauración. Figura 3. Esclusa n.º 7 después de reparar las compuertas.
Intervención
La intervención de la actuación consistió en Como actuaciones secundarias se eliminó Figura 4. Esclusa n.º 7 una vez res-
taurada propiciando que el canal en
recuperar la Esclusa 7.ª del Ramal Campos, la presa de bóveda existente, se desvió el canal
este tramo sea navegable.
situada en el término municipal de Tamariz de desagüe mediante marcos prefabricados
213
de Campos (Valladolid), para posibilitar la de hormigón de 2 y 3 metros de anchura y
navegación a través de ella. 1,50 metros de altura y la construcción de
La esclusa se encuentra realizada en pie- dos embarcaderos de madera. Así mismo se
dra de sillería caliza, de 30 metros de largo, procedió a la limpieza de la fábrica de cante-
5 metros de anchura y 5 metros altura, pa- ría mediante agua a presión y el sellado de la
ra salvar un desnivel de 2,50 metros. misma.
La actuación consistió en la instalación de
dos conjuntos de compuertas tipo «mitra» Ficha técnica
metálicas, aguas arriba de 2,8 x 3,40 metros LA ESCLUSA N.º 7 DEL RAMAL CAMPOS
DEL CANAL DE CASTILLA
y aguas abajo de 2,80 x 5,75 metros, con un
sistema automatizado oleohidráulico para la INTERVENCIÓN
Restauración.
apertura y cierre de las compuertas, com-
puesto de una central hidráulica de dos gru- REDACCIÓN Y DIRECCIÓN DEL PROYECTO
pos de motobombas de 4 litros por minuto Miguel Ángel Alonso Maestro.
con una potencia de 1,5 kW, armario de EJECUCIÓN DEL PROYECTO
mando y señalización con autómata para Técnicas para la Restauración y Construcciones, S A.
control de maniobras, mediante mando a (TRYCSA).
distancia de accionamiento y un grupo elec-
FECHA
trógeno de 15 kVA, alojados en una caseta De octubre de 2004 a mayo de 2005.
prefabricada de 4,50 x 2,50 metros.
Fábrica de Cementos «Asland
en el Clot del Moro (Barcelona)
Situación brica de cemento y la estación de Guardio-
FÁBRICA DE CEMENTOS ASLAND EN EL CLOT DEL MORO (BARCELONA)
215
Figura 3. Estructura bajo las bóvedas. tacó el chalet de la familia Güell, que a cau- Una vez eliminada la capa de residuos y ele-
sa de su línea modernista, inspirada clara- mentos vegetales que estaba depositada en
mente en la obra gaudiana, hizo que fuera la cubierta de las bóvedas de la nave del
216
atribuido en un principio a Antonio Gaudí, clinker, se pudieron apreciar múltiples fisu-
cosa errónea, ya que fue obra de los arqui- ras que eran más acentuadas en las dos bó-
tectos Eduardo Ferrer y Puig e Ignacio Oms vedas de los extremos, de las diez que se
y Pousa, realizada en el año 1905; está si- compone la nave. Estas fisuras eran tan evi-
tuado en la parte norte del conjunto, en un dentes en el intradós como en el extradós.
pequeño cerro, a las afueras de la fábrica, También se pudo constatar desprendi-
rodeado de jardines. La fábrica dejó de fun- mientos aleatorios de la primera hoja («sen-
cionar en el año 1975, quedando durante zillat») o despegado del intradós («estobat»),
años abandonada. así mismo, en mayor proporción en las dos
bóvedas extremas de la nave.
Una vez iniciada la demolición se obser-
Descripción de la intervención va que el interior de las grietas está apode-
rado de materia orgánica vegetal, que hay
Se trata de consolidar una parte de la anti- pequeñas raíces ramificadas que llegan has-
gua fábrica con doble objetivo, primero de- ta la zona de arranque de la bóveda. Se lle-
tener la degradación de las edificaciones ga a la decisión de la demolición total de la
existentes y, por otra, ampliar la zona del primera bóveda, hasta llegar a la estructura
Museo del Cemento abierta al público. de la primera cercha.
Actualmente, el Museo del Cemento ocu- Las fotos dan muestra del mal estado en
pa el cuerpo central del conjunto de la fábri- que se encontraba la bóveda en su conjunto
ca bajo los silos, que se utilizaban posible- y la oxidación de toda la estructura, incluso
mente como zona de carga y descarga. La de la parte interior del arranque de la bóveda.
Análisis del proceso
de reconstrucción
219
acero de 12 metros de luz construidas según ciló entre los 7 y 15 centímetros para po-
los modelos de Polonceau. der nivelar la superficie pisable.
Posteriormente, la tercera fase ha consistido
en hacer un nuevo forjado para la planta se-
Objeto de la intervención gunda reposicionando el entramado de vigas
IPN220 e IPN180 que ha evitado la ruina del
El objeto del proyecto es la consolidación edificio durante todos los años de abandono.
de la fábrica de Els Solers del conjunto in- Para ello, la manera de utilizar a nuestro favor
dustrial de El Molinar, en Alcoy (Alicante), estos elementos de flexión ha sido elegir un sis-
actuando con una serie de estrategias cons- tema de chapas grecadas para construir un for-
tructivas que puedan ser comunes a todas jado colaborante unido a los perfiles IPN180
las demás fábricas de este valle, enclave de por medio de conectadores de forma que tra-
los orígenes de la revolución industrial en la bajen solidariamente como vigas mixtas.
ciudad de Alcoy. La cuarta fase supondrá acometer la res-
La intervención arquitectónica ha su- tauración de una de las cerchas caídas y la
puesto una primera fase de limpieza y creación de un anillo perimetral que zunche
desescombro de elementos sueltos y dis- la coronación de los muros y sirva de apoyo
gregados pertenecientes a los forjados y de todas la cerchas que forman la cubierta.
muros en ruina, una segunda fase de re- En último lugar se acometerá la cubri-
construcción de las bóvedas caídas y con- ción total de la fábrica sin recurrir a la repe-
solidación de todas ellas a través de una tición del lenguaje costumbrista, adoptando
losa de hormigón con un espesor que os- un sistema más contemporáneo.
Emplazamiento
FÁBRICA DE ELS SOLERS DE ALCOI (ALICANTE)
220
Ficha técnica
FÁBRICA ELS SOLERS EN EL MOLINAR DE ALCOI (ALICANTE)
PROYECTO DIRECCIÓN DE OBRA
Arquitecto: Ciro M. Vidal Climent. Arquitecto: Ciro M. Vidal Climent.
Arquitecto Técnico: Mónica Espí Gascó.
ARQUITECTOS COLABORADORES EJECUCIÓN
Vicente M. Vidal Vidal. Clar Rehabilitación.
Ivo E. Vidal Climent.
Rosa María Seguí Cots. AÑO
Anne Heitmann (estudiante). 2006-2007.
Conjunto minero de Almadén
(Ciudad Real)
Reseña histórica de las minas perteneciente al Estado español y propieta-
de Almadén, su trascendencia en el ria de las minas, ha realizado un importan-
mundo y en la industrialización te esfuerzo destinado a la diversificación in-
dustrial, en la cual la actividad minera se ha
Las Minas de Almadén se sitúan al suroeste de reducido a una tercera parte.
la provincia de Ciudad Real y cercanas al lí- En el marco de esta reconversión planteada
mite con las provincias de Córdoba y Badajoz. por la empresa, se contempla la puesta en va-
La explotación de las minas de Almadén lor de su patrimonio histórico e industrial, a
comienza posiblemente en el siglo IV a. C. partir de la creación de la Fundación Almadén
por los cartagineses, aunque adquirirá su –Francisco Javier de Villegas–, con la finalidad
mayor auge tras la conquista romana. de fomentar y promover el conocimiento his-
Su denominación, heredada de los musul- tórico y científico de las explotaciones mineras
manes, «al-ma’ dín», significa la mina, lo y procurar los medios precisos para que este
que denota su significación histórica así co- patrimonio pueda ser conocido, visitado y uti-
mo su importancia productiva, ya que se es- lizado por el mayor número de personas.
tima que su productividad ha aportado una Dentro del plan de reconversión ante el
221
tercera parte del mercurio consumido por la cierre definitivo de la explotación minero-
humanidad. metalúrgica, MAYASA propone la transfor-
Es en el siglo XVI, cuando las Minas de mación de sus instalaciones en un espacio
Almadén cobran una gran importancia tras sociocultural de visita pública, convirtién-
convertirse el mercurio en elemento pri- dolo en Parque Minero de Almadén.
mordial a partir de la invención del método
de amalgamación de plata.
Su producción se vio mermada debido al Implicación del IPHE en el proceso
agotamiento de las explotaciones, desde de reconversión del conjunto minero
mediados del siglo XVII hasta principios del
XVIII, cuando se descubrieron nuevas minas, En este sentido, se incluyen las minas de Al-
hecho que coincidió con el comienzo del madén en el Plan Nacional del Patrimonio
uso de la pólvora. En el siglo XX, tras la Industrial, por medio de la colaboración en-
Guerra Civil, las minas alcanzan el récord tre MAYASA y la Dirección General de Be-
de producción. llas Artes y Bienes Culturales a través del
En la actualidad, la disminución de las Instituto del Patrimonio Histórico Español
reservas explotables así como del consumo (IPHE), y se prevé la redacción de un Plan
del mercurio y la caída de la cotización in- Director con el objeto de formalizar un do-
ternacional, han provocado el descenso en cumento que estableciera las condiciones
la rentabilidad de la explotación. generales y particulares de la mencionada
Ante esta perspectiva, Minas de Almadén y reconversión del conjunto en un espacio so-
Arrayanes, S.A. (MAYASA), empresa pública ciocultural.
Figura 1. Estado actual. Figura 2. Propuestas del Plan Director.
En este contexto, se plantea la necesidad de Vilchez, Estudio Cano Lasso, Quality Sis-
CONJUNTO MINERO DE ALMADÉN (CIUDAD REAL)
– Saneado, limpieza y protección de las por Lope Saavedra Barba en las minas de
224
zonas susceptibles de pérdidas o disgre- Azogue de Huancavelica (Perú). Las venta-
gación durante tratamientos posteriores. jas de estos nuevos hornos consistían en su
– Reintegración y consolidación de ele- mayor capacidad, y la obtención de mejores
mentos tratados. rendimientos y medidas higiénicas para los
– Protección. operarios. Esto provocó la sustitución de los
• Consolidación y restauración del escudo hornos de reverbero de forma tan rápida
de piedra de la fachada posterior. que a mediados del siglo XVIII estaban en
• Reparación de cubiertas, consistente en la funcionamiento doce hornos de aludeles.
reposición de las piezas cerámicas que lo Los hornos se encuentran siempre parea-
constituyen, previa formación de capa de dos, consistiendo en una cavidad cilíndrica di-
compresión con fibra de vidrio. vidida en dos partes por unos arcos de ladrillo,
• Sustitución de la hoja de madera de la de aproximadamente 2 metros de altura, de-
puerta por una puerta de acero cortén. nominados red, que sustentan la carga. La mi-
• Iluminación de la puerta mediante pro- tad inferior de la cavidad, que funciona como
yectores halógenos. hogar y cenicero, tiene una puerta denomina-
da atizadero, comunicada con una chimenea
«Hornos de Bustamante» por la cual se verifica el tiro, impidiendo así
que los gases que puedan escapar del horno a
La implementación de los hornos de alude- través de la red, influyan perjudicialmente so-
les en Almadén se remonta a 1646, gracias bre la salud de los trabajadores.
a la aportación de Juan Alonso de Busta- La parte de condensación la constituyen
mante que instala estos hornos inventados las doce filas de aludeles que salen de las dos
Figura 4. Horno Bustamante antes de la restauración. Figura 5. Horno Bustamante durante las obras. Figura 6. Horno Bustamante una vez restaurado.
arquetas. Cada aludel es un tubo de barro En las minas de Almadén llegaron a exis-
que tiene una longitud próxima a los 40 cen- tir quince pares de hornos de aludeles, pero
tímetros y de 20 a 22 de diámetro en la zo- en la actualidad sólo queda uno de estos
na de la panza y de 10 en la parte más del- edificios con dos hornos llamados San Eu-
gada. Las filas de aludeles van colocadas en genio y San Julián. Estos hornos se constru-
dos planos inclinados llamados plano de ca- yeron en 1720 y funcionaron hasta 1928.
becera y plano de rabera. El número medio Hoy día son Bien de Interés Cultural, de-
de aludeles por fila es de 45 y la intersección clarados como tal por la Junta de Comuni-
de los dos planos presenta una ligera inclina- dades de Castilla-La Mancha, en 1992.
ción hacia uno de los extremos con el fin de El estado de conservación de los hornos
225
dar facilidad a la salida del mercurio hacia un previo a las obras de restauración era relati-
recipiente o pila que se encuentra en el ex- vamente bueno. Las principales patologías
tremo para recoger todo el mercurio. En la encontradas se referían a deterioros en las fá-
parte superior del plano de rabera hay otras bricas mixtas de ladrillo de tejar y mampos-
cámaras conocidas con el nombre de cama- tería, incluso con piezas descompuestas, con
retas de destilación, sobre las cuales está la presencia de humedades, costra biológica,
chimenea para promover el tiro. restos de sales y carbonatos. Así mismo, la
El proceso completo de cochura tiene cubierta inclinada presentaba tejas curvas
una duración de tres días, y comienza con la cerámicas semihundidas, los pavimentos
colocación de las distintas capas de minera- con deterioros en algunas piezas, y gran par-
les, y durante ocho horas se continúa con el te de los aludeles estaban rotos o faltantes.
período denominado «fuego de horno», en Entre las actuaciones previas, se realizó
el que se introduce combustible en el hogar. un informe de actuación arqueológica don-
El paso siguiente es el denominado de bra- de se incluía una memoria de los trabajos
sa, que se prolonga durante cuarenta horas. realizados, un inventario de los materiales
Las veinticuatro horas siguientes constitu- recuperados, documentación fotográfica y
yen el período de enfrío, después de las cua- planimetrías, así como un peritaje que date
les se abre la válvula, se limpia el hogar, se las diferentes intervenciones sufridas por el
recoge y cierne la ceniza para hacer la cer- edificio a lo largo del tiempo.
nada. Una vez finalizadas las operaciones de Las tareas de albañilería se centraron en la
limpieza del mercurio, éste se lleva al alma- limpieza general de las fábricas mixtas de
cén donde se envasaba para su venta. mampostería y ladrillo existentes, y la res-
cerámica curva, cubierta inclinada de pie-
zas de barro rectangular y cubierta plana de
piezas de barro cuadradas. La cubierta in-
clinada de teja estaba en avanzado estado
de deterioro, por lo que las actuaciones
consistieron en su desmontaje de las vigas
de madera existentes y recuperación de pie-
zas, ejecutando un nuevo soporte de table-
Figura 7. Horno Bustamante una vez ro de bardos cerámicos con capa de com-
descubierta la zona trasera. presión de hormigón aligerado sobre la que
CONJUNTO MINERO DE ALMADÉN (CIUDAD REAL)
Soporte legal
PLAN NACIONAL DE PATRIMONIO INDUSTRIAL. DOCUMENTO BASE
Su base legal son los Planes Nacionales previstos por la Ley 16/85 de Patrimonio Históri-
co, en su artículo 3.º, donde, entre las funciones del órgano colegiado que el Consejo de
Patrimonio Histórico, está el elaborarlos y aprobarlos tal y como quedan definidos en el ar-
tículo 35.º de la citada Ley.
Esa base legal se enmarca en lo previsto en los artículos 46 y 149.2 de la Constitución,
en el 36.º de la Ley 16/85 de Patrimonio Histórico y en los Reales Decretos sobre los tras-
pasos de funciones y servicios del Estado en materia de Cultura a las Comunidades Autó-
nomas, donde se prevé la colaboración para actuar conjuntamente sobre determinados
bienes. De igual forma, este Plan puede instrumentarse legalmente en la Ley 7/85 de Ba-
ses de Régimen Local que establece la cooperación económica, técnica y administrativa en-
tre la Administración Local, las del Estado y las Autonómicas.
Ámbito de aplicación
230
El ámbito de aplicación del Plan Nacional de Patrimonio Industrial es todo el territorio del
Estado.
Delimitación cronológica
Se incluyen dentro del Plan de Patrimonio Industrial las manifestaciones comprendidas entre
la mitad del siglo XVIII, con los inicios de la mecanización, y el momento en que comienza a
ser sustituida total o parcialmente por otros sistemas en los que interviene la automatización.
Áreas temáticas
231
Criterios de valoración y selección
La protección del Patrimonio Industrial debe contar con un necesario inventario general de
bienes industriales españoles.
Para el desarrollo del Plan Nacional de Patrimonio Industrial se prevén las siguientes
fases:
1.ª fase. Confección de un catálogo selectivo de bienes industriales susceptibles de in-
PLAN NACIONAL DE PATRIMONIO INDUSTRIAL. DOCUMENTO BASE
1. Patrimonio Industrial
Impresión:
¡¡¡ Falta !!!
Nota de edición
Dolores Fernández-Posse, directora de la revista
Bienes Culturales hasta su fallecimiento, dejó
preparado el presente número dedicado al Plan de
Patrimonio Industrial. Del cierre de edición se ha
hecho cargo Linarejos Cruz, con la colaboración de
Alberto Humanes y de la actual directora de la
Revista, Isabel Argerich.
Intercambio: Biblioteca del IPHE. Calle Greco, 4. 28040 Madrid. Tels. 91 550 44 36 y 91 550 44 39
PATRIMONIO RECUPERADO
MINISTERIO
DE
CULTURA