Ciencias Aplicadas Al Patrimonio
Ciencias Aplicadas Al Patrimonio
Ciencias Aplicadas Al Patrimonio
8/2008
C I E N C I A S A P L I C A D A S A L PAT R I M O N I O
B I E N E S C U LT U R A L E S
GOBIERNO MINISTERIO
DE ESPAÑA DE CULTURA
El Real Decreto 1132/2008, de 4 de julio (BOE 9 de julio de 2008) cambió
la denominación del Instituto del Patrimonio Histórico Español por la vigente
de Instituto del Patrimonio Cultural de España. Todos los textos contenidos en
esta publicación son anteriores a esta fecha por lo que se refieren a la institución
por su denominación anterior.
BIENES CULTURALES
Revista del Instituto del Patrimonio Cultural de España Número 8 • 2008
DIRECCIÓN GENERAL
DE BELLAS ARTES
Y BIENES CULTURALES
GOBIERNO MINISTERIO
SUBDIRECCIÓN GENERAL
DE ESPAÑA DE CULTURA DEL INSTITUTO DEL PATRIMONIO
CULTURAL DE ESPAÑA
MINISTERIO DE CULTURA
Edita:
© SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA
Subdirección General
de Publicaciones, Información y Documentación
© de los textos y fotografías, los autores
N.I.P.O.: 551-08-046-2
MINISTERIO
DE CULTURA
José Jiménez
Director General de Bellas Artes y Bienes Culturales
BIENES CULTURALES
Revista del Instituto del Patrimonio Histórico Español Número 8 • 2008
Sumario
9 Presentación
11 In memoriam José María Losada Aranguren
Marco teórico
Aplicaciones
167 Incidencia del empleo de morteros de azufre en edificios del siglo xix:
Daños producidos en la valla perimetral de la Biblioteca Nacional
y del Museo Arqueológico Nacional
Pedro P. Pérez, José V. Navarro, Ana Sánchez
El importante desarrollo tecnológico producido en la segunda mitad del siglo xx ha influido también en la conservación del
patrimonio, al ofrecer a los profesionales de este sector numerosas herramientas para el análisis, diagnóstico y tratamiento
de los bienes culturales. La utilización de tecnología y métodos de las ciencias aplicadas en proyectos de conservación y
restauración crece progresivamente con la mejora de las técnicas y la ampliación de las posibilidades que se ofrecen.
Este crecimiento no sólo viene decidido por el avance tecnológico sino también por la confluencia de esas mejoras con
los criterios profesionales para la conservación y restauración de bienes culturales. Actualmente, contamos ya con la expe-
riencia acumulada durante los últimos cincuenta años sobre aplicaciones de tratamientos protectores, eliminación del uso
de productos por su toxicidad o por los malos resultados registrados a medio plazo, introducción de técnicas rediseñadas
específicamente para bienes culturales, implantación de diversas posibilidades de estudios in situ, minimización progre-
siva de la cantidad de muestra necesaria, elaboración de proyectos con instalaciones más racionales y de menor coste de
mantenimiento, aspectos todos ellos abordados por los científicos de la conservación.
Puesto que tratamos de ciencias aplicadas, es importante tener en cuenta el objetivo deseado desde el principio. Actual-
mente, las ciencias aplicadas construyen sus objetos de conocimiento a partir de problemas existentes, lo que permite salir
de las fronteras de las parcelas disciplinares tradicionales y acercarse a otros ámbitos de la realidad. Favorecer esa aventura
interdisciplinar es lo que pretende en su metodología habitual de trabajo el Instituto del Patrimonio Histórico Español, y en
particular, es lo que aparece plasmado de forma concreta en los trabajos que se presentan en este número de la revista Bienes
Culturales.
9
La vocación internacional asociada a la conservación del patrimonio histórico ha impulsado la participación de especia-
listas de otras nacionalidades que pudieran aportar su punto de vista respecto a las ciencias aplicadas a la conservación en
otras realidades sociales, económicas y culturales.
También los artículos correspondientes a resultados de proyectos concretos realizados en los dos últimos años en el IPHE
se presentan en colaboración con otros profesionales, centros de conservación e instituciones con competencia en la mate-
ria. Los centros de conservación, como museos y archivos, son atendidos prioritariamente en sus necesidades e inquietudes
para la conservación de los bienes que atesoran, pero también otras instituciones responsables de patrimonio y centros de
investigación participan, ya sea en la propuesta o en la elaboración de resultados, en los trabajos presentados.
La coparticipación y la utilidad de los resultados guían el proceso de selección de estos trabajos. Desde nuestra experien-
cia, el trabajo de las ciencias de la conservación no puede en modo alguno circunscribirse a las paredes del laboratorio y a
la presentación de resultados impenetrables, sino ofrecer propuestas, tratamientos y soluciones eficaces que permitan la in-
teracción interdisciplinar y eviten la abstracción. De este modo se evitan esfuerzos estériles y desequilibrios no deseados.
La tarea no es fácil y no siempre se alcanza este enfoque, pero el objetivo está identificado y se persigue como el modo
más sensato, realista, enriquecedor y útil para el trabajo en los proyectos de conservación de bienes culturales, de modo que
los resultados ofrecidos muestren una lógica científica que tenga en cuenta el conjunto de los mismos.
Existe además un deber de difusión de resultados que supone analizar, ordenar y estructurar los resultados obtenidos
para obtener las conclusiones que contribuyan al conocimiento científico. El exceso de trabajo cotidiano para dar respuesta
a las solicitudes recibidas impide en numerosas ocasiones disponer del tiempo suficiente para dar a conocer los resultados de
nuestros estudios. Este número de la revista Bienes Culturales quiere reconciliarse con la deuda de difusión de resultados de
estos trabajos, producidos con los medios de la Administración del Estado, y con la metodología de trabajo específica en este
ámbito.
Marián del Egido Rodríguez
José María Losada Aranguren
In Memoriam
La ausencia de José María Losada en el IPHE es algo difícilmente asimilable. Parece mentira
no cruzarnos con él cuando vamos por los pasillos, no verle tratando con los restauradores de mil
cosas de su trabajo o delante de su ordenador redactando aquellos informes suyos, tan perfectos
y llenos de sugerencias. Se ha ido dejándonos su imagen de una persona en plenitud, que podría
haber desempeñado perfectamente mayores responsabilidades si hubiera sido llamado a ello. Pero
lo cierto es que nos ha dejado y costará mucho llenar su ausencia.
Su vida administrativa tuvo altibajos, como la de toda persona con valía y compromiso, pero
es ahora, cuando recibimos las condolencias de las personalidades internacionales con las que
trabajó durante años en el ICCROM, organismo de la UNESCO donde estuvo a punto de des-
empeñar las mayores responsabilidades, llevando siempre como propuesta una acción solidaria e
inteligente con aquellos países que todavía tienen problemas en su desarrollo social, cuando nos
hacemos cuenta cabal de su verdadera talla y de que no era sólo nuestro.
No me es fácil hablar de él de una manera objetiva puesto que buena parte de nuestras biogra-
fías han sido paralelas, sobre todo al comienzo y final de nuestro trabajo en la Dirección General
de Bellas Artes. Nos conocíamos de antes, puesto que somos de la misma edad y ambos habíamos
estudiado en el Instituto «Ramiro de Maeztu» de Madrid, pero fue a comienzo de los años setenta
cuando volvimos a encontrarnos llamados por Luis González Robles para poner el marcha el nuevo
11
Museo de Arte Contemporáneo que se construía entonces en la Ciudad Universitaria de Madrid.
Luis era una persona que, a lo largo de toda su trayectoria como comisario de grandes exposiciones,
siempre se había caracterizado por dar oportunidades a los jóvenes y a nosotros nos la dio, casi recién
acabada la carrera y con una corta experiencia en la enseñanza. José María había dado clases en la
Universidad de Oviedo, mientras que yo, había optado por la enseñanza secundaria en Soria.
Hablar de la corta historia del MEAC no es algo que ahora pueda suscitar grandes pasiones,
pero lo cierto es que un grupo de jóvenes allí dejamos lo mejor de nuestras ilusiones y de nues-
tro saber en una empresa que bien pudiera haber cuajado y que era coherente con las líneas de
actuación de entonces de muchos profesionales de museos de todo el mundo. Estábamos todavía
muy sensibilizados con el espíritu del 68 y buscábamos afanosamente cómo renovar el concepto
del museo para que sirviera de instrumento educativo eficaz en la sociedad moderna, con al-
gunas ideas que no eran tan ingenuas como ahora pudieran parecer. Lo cierto es que, viendo el
panorama de los museos de hoy, pensamos que una parte de aquel espíritu innovador no vendría
mal en la actualidad, en la que prevalece el dinero sobre la imaginación. Trasladado después a
la Comisaría de Museos, José María trabajó entonces en la organización de unas jornadas de
profesionales en museos justo en el momento del inicio de la transición política, que se pudieron
organizar gracias al talante liberal e inteligente de Antonio Lago Carballo, por entonces Director
General de Bellas Artes. La verdad es que fue emocionante que asistieran y participaran en ellas
desde jóvenes que no teníamos todavía la oposición de conservadores, hasta maestros como Enri-
que Lafuente Ferrari y Gratiniano Nieto.
Después de un tiempo en la gestión de exposiciones, José María pasó a organizar el Museo Na-
cional de la Ciencia y de la Técnica, cargo que le venía como anillo al dedo por su predisposición
natural al conocimiento de todo tipo de aparatos y nuevas creaciones industriales. Allí formó un
equipo sólido y, si hubiera habido iniciativas políticas con una mínima constancia, el museo de
Losada se hubiera contado entre los más significativos de los que sobre esa materia hay por todo el
mundo. Pero, en cambio, ocurrió que, mediada la década de los ochenta, José María fue llamado
al Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (ICRBC) para ocupar la plaza
de Subdirector General de Bienes Muebles y esto fue para él una magnífica ocasión para demos-
trar la amplitud de sus conocimientos y su buen talante.
Hacía poco que el Instituto se había reorganizado como una Dirección General, agrupando en
ella a los diversos servicios como el Servicio de Información Artística, el de Libros y Documentos y
la Comisaría del Patrimonio Artístico y todos se habían trasladado, ¡por fin!, al edificio concebido
como instituto de restauración por Fernando Higueras y Antoni Miró. El periodo de José María
al frente de Bienes Muebles fue fundamental para adecuar la labor del restaurador a las nuevas
metodologías de intervención. Además fue seguramente uno de los primeros conservadores de
museos que supo entender y valorar de verdad el trabajo del restaurador. Por ello cuando accedí
a mis responsabilidades en el IPHE en el año 2000, la primera llamada que hice fue a Losada
para que me acompañase en esta nueva andadura y siempre le agradeceré que volviera a esta casa,
aunque en un puesto inferior al que merecía, y volviéramos a trabajar juntos.
in memoriam
Aparte de su trabajo cotidiano como Subdirector «de facto» del IPHE, José María realizó un
trabajo espléndido encaminado a integrar la carrera de restaurador dentro del ordenamiento
universitario y fue una de las primeras personas que se preocupó por las nuevas orientaciones
emanadas del Acuerdo de Bolonia. ¡Cuántas veces avisó de las cosas antes de que fueran del
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conocimiento público y cuántas veces no le quisieron oír quienes más interesados debía estar en
ello! Pero ya se sabe que en nuestro país ciertas cosas parecen estar dominadas por un invisible
temporizador que hace que no se reaccione a tiempo y, cuando finalmente se hace, sólo sirve para
las lamentaciones. Pues bien, José María no era así, sino que veía venir las cosas desde lejos y avi-
saba a todo el que quería oír. Pero, aunque tuvo algunas incomprensiones, su trabajo no ha sido
baldío, de manera que, si ahora el IPHE está iniciando un plan de coordinación con diversas
universidades, en buena parte se debe a su trabajo.
Resumir su trayectoria vital y profesional de José María Losada en una cuartilla es empresa
imposible, así que lo único que pretendemos es que sirva de avivador de recuerdos de quienes
tuvimos la suerte de trabajar con él y gozar de su amistad. Por lo demás, como decía fray Luis,
parafraseando a Horacio:
«El hombre justo y bueno,
el que de culpa está y de mancilla puro...»
A.M-N
José María Losada, una larga historia
de colaboración con ICCROM
En estas breves líneas, quisiera destacar la valiosa contribución de José María Losada al ámbito
de la conservación del patrimonio cultural, la dimensión internacional de su trabajo y, sobre
todo, su relación con ICCROM.
Su relación oficial con ICCROM inicia en 1992, cuando fue elegido miembro del Consejo.
Fue, además, delegado español en la Asamblea General de ICCROM desde 1993 hasta 2005 y
Presidente de la misma en 1993.
La Asamblea General de ICCROM está compuesta por delegados de los Países Miembros.
España, a través de su Ministerio de Cultura, designó a José María Losada como su repre-
sentante. Los delegados suelen ser expertos en la conservación y restauración del patrimonio
cultural y, preferentemente, personas que trabajan en instituciones especializadas en este sector,
como fue el caso de José María Losada. En la década de los 90, José María Losada era Subdi-
rector General de Bienes Culturales en el ICRBC (Instituto de Conservación y Restauración
de Bienes Culturales), institución que actualmente se conoce como IPHE (Instituto del Patri-
monio Histórico Español), y en la cual, en estos últimos años, José María ejerció el cargo de
Consejero Técnico.
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El principal órgano de decisión en ICCROM es la Asamblea General. Es ahí donde se de-
terminan las políticas generales, se aprueba el programa bianual de actividades, se elige a los
miembros del Consejo y se designa al Director-General.
José María Losada fue elegido miembro del Consejo de ICCROM desde 1992 hasta 2005
y fue Vicepresidente del Consejo desde 2001 hasta 2003. Cabe señalar que los miembros del
Consejo se eligen a título personal, por la trayectoria, experiencia y conocimientos de los mis-
mos en materia de conservación y restauración; son los responsables de asegurar la ejecución
efectiva del programa de actividades y del presupuesto adoptado por la Asamblea General. El
Consejo también tiene la responsabilidad de formular recomendaciones sobre las políticas de
ICCROM.
Como miembro del Consejo, José María Losada siempre fue un fuerte promotor de las activi-
dades de ICCROM, y en particular, buscó promover actividades en América Latina. Empujó de
manera constante el desarrollo de un programa a largo plazo para la conservación del patrimo-
nio cultural en esta región. Como resultado de esto, a inicios de 2007 se realizó una reunión en
Roma, en la cual se sentaron las bases para la realización de un programa de 12 años en América
Latina. Este programa refleja la visión y los deseos de José María.
Fue también gracias a la intersección de José María Losada que el Ministerio de Cultura de
España sufragó los gastos de la traducción pasiva al castellano de las sesiones de la Asamblea
General de 2005. Esta iniciativa se aprobó con la finalidad de mejorar la compresión y la par-
ticipación de los países de habla hispana durante la Asamblea. Del mismo modo, José María
apoyó la edición de publicaciones en castellano y, en particular, el Boletín de ICCROM, que
desde 2003 se vuelve a editar.
José María Losada siempre tuvo un papel activo y comprometido cuando representaba a
I CCROM en eventos realizados en España y, del mismo modo, buscó impulsar la presencia
de ICCROM en este país.
Quedamos muy reconocidos por el destacado papel que siempre desempeñó José María Losada
en el sector de la conservación del patrimonio cultural y por su permanente interés en promover
los ideales y las actividades de ICCROM. Es, por ello, que nos sentimos en el deber de reconocer
públicamente su labor.
Deseo concluir con una nota personal para expresar mi profunda tristeza por la pérdida de
un amigo. Efectivamente, puedo decir que José María se convirtió, durante el tiempo que estuve
en la UNESCO y participé a reuniones en Madrid, Valencia y Barcelona, no sólo en un valioso
colaborador sino también en un amigo afectuoso. Cuando supo que me jubilaba él fue entre los
primeros que me animó a presentarme al cargo que ocupo actualmente.
Mounir Bouchenaki
Director General de ICCROM
in memoriam
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MARCO TEÓRICO
Políticas públicas relacionadas con ciencia
y tecnología para la conservación
del patrimonio en España
Marián del Egido marian.delegido@mcu.es
Miriam Bueso miriam.bueso@mcu.es
Guillermo Enríquez de Salamanca guillermo.enriquez@mcu.es
Instituto del Patrimonio Histórico Español
Parece que de un tiempo a esta parte las zar un estudio monográfico sobre un autor
Ciencias Sociales han cambiado; los proble- no se realizan estudios físicos y químicos so-
mas historiográficos y metodológicos que bre su obra, llegando a conclusiones acerta-
se han generado a lo largo del tiempo se das o desacertadas sin la aplicación de datos
han ido resolviendo, en parte, a partir de la de extracción científica o tecnológica. En
aplicación de la tecnología y de las ciencias muchas ocasiones, se ejecutan proyectos de
experimentales. En el ámbito de la Historia restauración sin realizar unos estudios pre-
del Arte, por ejemplo, los discursos y discu- vios que nos permitan reconocer interven-
siones que se han venido desarrollando a lo ciones anteriores, estado de conservación de
largo de la historiografía se están resolviendo estructuras y soportes, identificar repintes,
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con estas aplicaciones (se está hablando de la etc., aspectos esenciales para la correcta res-
«otra Historia del Arte») que sólo tratan de tauración.
generar la aclaración definitiva de un pro- Que se produzcan estas carencias se debe
blema y donde las interpretaciones tienen el a la falta de inversión en las posibilidades
rango mínimo (aceptable) de interpretación científicas y tecnológicas para la conserva-
de los datos1. Esto ocurre en la mayoría de ción e investigación del patrimonio histó-
los trabajos que se presentan en este núme- rico, así como a la falta de formulación de
ro de la revista Bienes Culturales. Con este una dirección adecuada por medio de pla-
«giro» en estas materias se está consiguiendo nes de investigación. 1
Uno de los ejemplos más frecuen-
la definitiva inclusión del método científico Además, y de manera más general, y tes son las implicaciones en cuanto a
en las Ciencias Sociales (con la problemáti- vista por muchos como catastrofista, co- datación de obras pictóricas tiene el
ca que esto supone) como ya sucede en la rremos un riesgo de pérdida de memo- análisis de pigmentos.
2
Cuando se recurre al concepto de
metodología arqueológica, por poner otro ria2, de patrimonio histórico, porque si
memoria desde un punto de vista
ejemplo. no tenemos herramientas científicas no ideológico donde la memoria se apli-
Sin embargo son pocos aún los que tienen podremos consolidar un sistema de con- ca a la sociedad es cuando aparece el
acceso a este nuevo método, ya sea por iner- servación acertado. La vida, el comporta- concepto de patrimonio histórico.
cia o por dificultad de acceso a los exáme- miento de una sociedad, su saludable de- Y aparece siempre en condición de
nes científicos. También son pocas las ins- venir, pasan por la tenencia de memoria memoria pasada, para justificación
de esto o aquello, dejando de lado un
tituciones que lo realizan, ya sean privadas y recuerdos. No se podría construir una
plano, fundamental que es la idea de
o públicas, para la cantidad (espectacular) sociedad ni un individuo sin memoria. memoria inmediata, de la memoria
de patrimonio que nos pertenece. De este Esta reflexión filosófica sobre la memoria cotidiana, de la memoria que se po-
modo, podemos encontrarnos que al reali- aplicada al concepto de patrimonio histó- dría calificar como vital.
rico tiene un porqué que es el de destacar tendiendo que España es un destino turís-
la necesidad de entender que el patrimo- tico mundial, esto genera una aportación
nio histórico no sólo hay que entenderlo económica fundamental global en el desa-
como recuerdo (como lo tenemos asimi- rrollo de España como potencia turística,
lado) sino también como memoria vital generándose un escenario que pasa por la
(que se construye en el pasado, el presen- conservación, rehabilitación y fomento
te y para el futuro) y que necesita, como del patrimonio histórico, y que implica
Políticas públicas relacionadas con ciencia y tecnología
cualquier «ser vivo» una revisión científica desde la hostelería a las agencias de viajes.
acerca de su porqué, de su situación y de De manera directa, porque el patrimonio
para la conservación del patrimonio en España
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tenemos productos recubridores, tales como sus efectos la sinergía entre los parámetros
barnices, consolidantes, adhesivos, etc. Exce- ambientales y contaminantes y se proponen
siva confianza y falta de rigor científico en las y evalúan tratamientos de conservación, para
pruebas previas también han sido responsa- los cuáles las experiencias en el uso de polí-
bles de múltiples y serios daños al patrimonio, meros juegan un papel fundamental.
sobre todo en la introducción inadecuada y Sin duda alguna, el avance impetuoso de
en gran escala de algunos hidrofobizantes, las ciencias y de la tecnología durante el siglo
consolidantes y recubrimientos para pinturas pasado han tenido una influencia significati-
murales, morteros y piedra. va en el conocimiento y en el establecimiento
La última década del siglo xx se caracteri- de estrategias de conservación para el patri-
La situación en Europa
za por una mayor atención hacia las condi- monio cultural. Uno de los obstáculos más
ciones y parámetros medio ambientales, los importantes es y ha sido la falta de comunica-
contaminantes, su origen y las maneras de ción efectiva entre los científicos y los profe-
enfrentar esta problemática. sionales a cargo de las tareas de conservación
En específico, los efectos de la contami- y restauración. No obstante esta dificultad
nación ambiental sobre los monumentos, real, el campo ha avanzado sustancialmente,
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sitios arqueológicos, centros históricos, etc. incorporando a la práctica de conservación
promueven una nueva forma de estudios de los avances de estos campos.
conservación. Por primera vez en este campo Actualmente las ciencias forman parte
se dedican significativos recursos financieros del curriculum de diversas especialidades
universitarias en los campos de los bienes
muebles e inmuebles. También es posible
actualmente para los graduados en ciencias
y/o tecnología entrar en este campo y reali-
zar estudios de maestría y doctorado en la
especialidad.
El objetivo en los últimos 20 años no ha
sido solamente el de sintetizar e introducir
nuevos productos en la práctica sino tam-
bién conocer mejor las interacciones de los
materiales entre sí y con el medio ambiente.
De esta forma se han realizado avances en
conocimientos que se relacionan, por ejem-
plo, con los efectos de los contaminantes am-
bientales generados, lo mismo en el exterior
que en los micro ambientes interiores de los
Figura 3. Corrosión producida por
abandono de las condiciones de conser- inmuebles, con las acciones combinadas de
vación. la temperatura, la humedad relativa, la luz,
el polvo, etc. Estos resultados investigativos con espectrometría de masas, métodos es-
se han traducido en lineamientos de conser- pectrales, etc. para identificar pequeñísimas
vación preventiva para museos, bibliotecas, cantidades de componentes potencialmente
archivos y colecciones en general. Con este dañinos o de productos de alteración y de-
criterio se avanza considerando prioritaria la terioro. La simulación de los procesos y de
compatibilidad entre los materiales, el dise- los tratamientos potenciales se apoya en la
ño de vitrinas especializadas, la definición de utilización de cámaras de alteración y de en-
condiciones ambientales «seguras» según el vejecimiento. Se han desarrollado sensores y
tipo de colección, inmueble, etc. métodos sencillos y altamente sensibles para
En el campo del análisis químico-físico se seguir los procesos y medir temperatura,
ha avanzado sustancialmente en el diseño y humedad relativa y radiación. Muchos de
en introducción de nuevas técnicas. Nuevos estos sistemas se han generalizado en las úl-
productos han sido y son desarrollados para timas décadas y constituyen parte rutinaria
mejorar los tratamientos y las soluciones del control del estado y la conservación de
propuestas para la conservación. La comple- los materiales del patrimonio cultural.
jidad de los problemas abordados requiere En paralelo, al conocer más sobre los
cada vez más de una expansión de la visión y parámetros de influencia y los procesos de
del horizonte, así como de hacer la de inter- alteración es necesario hacer una evaluación
disciplinaridad de los estudios una premisa objetiva de la probabilidad de incidencia y
esencial. de sus efectos en un tipo específico de colec-
A partir de la década de los 90 en el pasa- ción o de objeto. Para esto, la ciencia de los
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do siglo, le especialidad de conservación pre- materiales permite el empleo y adaptación
ventiva se define y perfila. En ella, la preocu- a este campo de técnicas de evaluación de-
pación principal no reside en el tratamiento sarrolladas para otras especialidades. Estos
ni en la restauración sino en la evaluación métodos permiten conocer con más obje-
de los factores que puedan presentar riesgos tividad cuán significativos son los riesgos,
y en el establecimiento de parámetros y me- cuánto pueden éstos incidir en los valores
didas para evitar o minimizar los efectos de de este patrimonio específico, y cúal es la
los mismos. probabilidad de que esto ocurra.
Este nuevo objetivo requiere de un aná- Con estas nuevas dimensiones, el enfo-
lisis global de la situación y de los materia- que interdisciplinario (basado en la labor de
les, integrando disciplinas y combinando en equipos integrales y no en contribuciones de
los estudios de preservación del patrimonio individuos dispersos) de la conservación per-
cultural informaciones acerca de temperatu- mite, al ser este un proceso multifacético, que
ra, humedad relativa, luz, polvo, contami- el papel de las ciencias esté cada vez mejor
nantes de interiores y de exteriores, efectos definido hacia los procesos de conservación,
mecánicos y susceptibilidad de materiales pues ya no sólo se trata de identificar un ma-
(modernos o históricos). terial específico sino de evaluar, conjunta-
La ciencia juega un papel esencial en este mente con otros especialistas, los efectos de
enfoque. Es necesario y lo ha sido, el de- los factores identificados sobre los valores y la
sarrollo y la introducción de técnicas ana- vida de los objetos y colecciones.
líticas de alta sensibilidad, tales como es- El papel integral sería el siguiente: las
pecialidades de cromatografias combinadas ciencias contribuyen a identificar y evaluar
go plazo. Este nuevo enfoque permite y pro-
mueve la interdisciplinaridad y la evaluación
enfocada específicamente hacia la preserva-
ción del patrimonio y de sus valores.
Los nuevos materiales y sus combinacio-
El Papel de las Ciencias en la Preservación del Patrimonio Cultural.
Generalmente cuando tenemos la oportuni- de ideas muchos de los trabajos que realizan
dad de hablar de la relación que existe en- los científicos del patrimonio no responden
tre las ciencias naturales y la conservación a las urgentes necesidades del patrimonio
del patrimonio cultural, nos referimos a cultural y por ende gran parte de nuestro
los trabajos puntuales más significativos en patrimonio está en riesgo de perderse. Sobre
nuestro quehacer, al uso de nuevas tecno- las necesidades más apremiantes de conser-
logías o a la obtención de resultados rele- vación de este patrimonio me quiero referir
vantes frente al estudio de bienes culturales a continuación.
de gran significado, por ello en esta opor- El patrimonio iberoamericano tiene mu-
tunidad me gustaría referirme más que a la chas características comunes, la historia de
realización de algunas hazañas importantes nuestros países, los procesos socioculturales
a la situación en que se encuentra gran parte y las variables geográficas son responsables
del patrimonio en los países de Iberoaméri- de que se genere un patrimonio singular,
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ca y que representan un gran reto para los que puede ser clasificado y agrupado de
profesionales que trabajan en el estudio y muchas formas, cualquiera de las cuales se
la preservación de la memoria material de puede repetir en diferentes regiones del con-
estos pueblos y en especial a los llamados tinente; de esta forma podríamos hablar de
científicos de la conservación. patrimonio cultural de los países del Caribe,
Aunque las formas de trabajo de los cien- de patrimonio de la región andina, de la re-
tíficos del patrimonio de nuestros países son gión amazónica, etc
similares y varían en función de los recur- Para poder proteger el patrimonio es im-
sos disponibles, del interés de los estados y prescindible conocer la vulnerabilidad del
de la existencia de instituciones del sector mismo ante una amplia variedad de amena-
privado que apoyan las tareas de conserva- zas latentes, la vulnerabilidad está relaciona-
ción del patrimonio cultural, hemos podido da directamente con la composición mate-
percibir que nos une una problemática co- rial de los objetos, su forma de elaboración
mún y unas necesidades enormes de apoyo y su estado de conservación. Estos aspectos
científico a los procesos de conservación y han sido estudiados por las ciencias naturales
a la implementación de estrategias para la desde hace más de treinta años en muchos
salvaguarda de nuestro patrimonio. de nuestros países, no obstante la informa-
Muchos de nuestros laboratorios han sido ción que se ha ido produciendo es dispersa y
diseñados a imagen y semejanza de laborato- de difícil consecución. Esta falta de organi-
rios de países desarrollados que fueron pen- zación y sistematización de la información
sados para otras necesidades y en realidades ha propiciado que muchos bienes cultura-
muy diferentes a las nuestras. En este orden les hayan sido sometidos reiterativamente
corteza, las cuales se registran en distintas
formas de liberación de energía. Los sismos
o terremotos se manifiestan en la litosfera
El patrimonio cultural iberoamericano: un reto para las ciencias naturales
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APLICACIONES
Fernando Gallego en Trujillo:
Estudios Químicos
Marisa Gómez
Instituto del Patrimonio Histórico Español
Maite Jover de Celis
Museo del Prado
Con la colaboración de Montse Algueró, M.ª Antonia García y Ángela Arteaga
Metodología
que un marco para las distintas escenas que más heterogéneo, granuloso y de tonalidad
lo configuran. El remate barroco fue añadi- más oscura por la adición de negro carbón.
do después del terremoto de Lisboa. Su grosor es semejante al del original, aunque
El aparejo de la policromía original es de resulta más variable por haberse realizado de
yeso y cola animal con una impregnación forma menos cuidadosa (5-15µm). La lámi-
inferior del mismo material. Su espesor llega na dorada es más espesa. La capa pictórica
a ser de 1.5 mm. roja, es generalmente delgada (10-15µm), va
El oro bruñido es el material predomi- aplicada directamente sobre el aparejo y está
nante, asentado sobre una capa muy fina compuesta esencialmente por bermellón arti-
(10-15µm) de bol rojo de un tono anaranja- ficial aglutinado con cola animal.
do intenso y homogéneo en aspecto y com-
posición, cuidadosamente trabajado como
denota el perfecto alisado de la superficie. La técnica de la pintura
52
El pan de oro es extremadamente delgado y
de gran pureza. Puesto que la atribución de las tablas es
El azul original que se localizaba en las compleja, hemos intentado interpretar los
hendiduras de los pilares y huecos de las resultados en función de la localización de
cresterías ha desaparecido en su mayor parte, las muestras extraídas, tanto de los cuerpos
sólo se conservan a la vista algunos vestigios, superiores como de la predela.
en extremos superiores ocultos al espectador, Algunas tablas tienen una banda de tela
ya que, en su mayoría ha sido cubierto por de refuerzo y muchas de ellas conservan
la repolicromía del xviii. La capa de azurita, restos del aparejo original del reverso, com-
que va aplicada sobre el oro, es de espesor puesto por yeso, estopa y cola. Observamos
considerable (40-50 µm), de molienda muy también acumulaciones de adhesivos y relle-
gruesa y aglutinada al temple (fig. 3). nos, tanto de cola como de yeso y cola en la
El sagrario incorporado en el siglo xvi apa- parte trasera de las uniones de las tablas.
rece dorado y decorado con estofados de gran Al igual que en la arquitectura, el apa-
calidad. Detectamos la presencia de materia- rejo frontal de las tablas es de yeso y cola
les nuevos como el azul esmalte, que abarata animal con una impregnación inferior de la
el coste de los azules en las capas inferiores re- madera. En este caso lleva además una im-
servando la azurita para el acabado. El oro va permeabilización superior. Las dos capas de
bruñido sobre un bol rojo y aparejo de yeso a naturaleza orgánica, con función aislante y
semejanza del resto del retablo. adhesiva respectivamente, están realizadas
La repolicromía del xviii ha sustituido la con cola animal. Las muestras no se han
bicromía azul-oro por otra roja y dorada y se extraído en profundidad y aunque es difícil
(a) (b)
Figura 3. Azurita sobre oro bruñido, arquitectura del Figura 4. Azurita del fondo de las tablas, cubierto por
retablo. Microfotografía e imagen de electrones retrodis- la crestería. En la parte superior del retablo se encuentra
persados (BSE). sobre un fondo de negro carbón (a) y en la inferior sobre
una base azul de índigo y albayalde (b).
53
(a) (b)
Figura 5. Microfotografías de luz incidente (a) y de fluo- Figura 6. Microfotografía de electrones retrodispersados
rescencia (b) de una muestra de rojo de un tocado de (BSE) de la muestra anterior, con dibujo subyacente.
mujer con dibujo subyacente, tomada de la tabla Des-
posorios de la Virgen.
(a)
(b)
Figura 7. Microfotografías de luz incidente (a) y de fluo- Figura 8. Microfotografía de una muestra con dibujo
rescencia (b) de una muestra de violeta con dibujo subya- subyacente tomada del sarcófago rosado de una tabla de
cente, obtenida de la túnica de San José en La Epifanía. La Asunción, en el cuerpo superior.
saber el espesor completo del aparejo pensa- La imprimación es muy fina (≤ 10µm).
mos que no excede de 1 mm. Presenta tonalidades claras, aunque con ma-
Las partes superiores de las tablas situadas tices diferentes, que van del gris al pardo,
bajo las cresterías góticas que enmarcan las rosado o amarillento en función del color
escenas son de un color azul oscuro. La capa final de la pintura. Esto no ocurre siempre;
de azurita (± 50µm) se asienta sobre un fon- en la predela cuyas escenas son de menor
do que intensifica su color. Hemos encontra- tamaño y con numerosos personajes, la im-
do diferencias en la naturaleza y la tonalidad primación no aparece en todas las muestras
FERNANDO GALLEGO EN TRUJILLO: ESTUDIOS QUÍIMICOS
de este color de base. Es azul grisáceo en las estudiadas, pero sí cuando existe un dibujo
muestras tomadas de las escenas de la prede- de espesor considerable, pudiendo ejercer
la, compuesto por índigo y pequeñas canti- en este caso la función de velar ligeramen-
dades de albayalde y en estos casos la capa te los trazos antes de pintar. La escasez de
es muy delgada (≤ 5µm). Por el contrario el muestras extraídas del banco hace difícil
fondo que intensifica el azul es de negro car- una mayor precisión a este respecto.
bón en las escenas de los cuerpos superiores Los únicos pigmentos de origen natural
y su espesor mayor (10-15µm) (fig. 4). Mu- utilizados son la azurita (fig. 9), de molien-
chos de estos fondos están repintados en la da muy gruesa, y las tierras. El resto son de
actualidad con un tono azul grisáceo, cuya origen artificial, presentan un grano mucho
composición detallaremos en el apartado co- más fino y un aspecto más homogéneo en
rrespondiente a las restauraciones. cuanto a color y textura (albayalde, carbo-
El dibujo subyacente es de espesor aprecia- nato de calcio, índigo, bermellón, kermes,
54
ble (± 5 µm, aunque puede llegar hasta 15µm), tierra roja, minio, verdigris, amarillo de
se encuentra siempre sobre el aparejo y parece plomo y estaño y negro carbón). Entre es-
haber sido realizado en seco con negro car- tos últimos destaca el verdigrís o cardenillo,
bón. Es muy abundante, como se constata en donde el color varía desde verde oliva (gr 2)
el estudio de las tablas mediante reflectografía hasta tonos azulados (gr 1) (figs. 10 y 11),
infrarroja, y está presente en muchas de las que se diferencian en el contenido de oxí-
Figura 9. Espectro de infrarrojos de la
azurita. muestras analizadas (figs. 5, 6, 7 y 8). geno (fig. 12). Una hipótesis es que se trata
de los inicios de la manufactura de este pig-
mento y otra que sean dos calidades distin-
tas, de grano más fino y color más azulado
en la capa inferior y más oliva en la superior.
Encontramos además veladuras de laca roja
hechas con kermes y verdes de cobre.
En cuanto a la construcción del color, los
fondos tonales de los objetos y las vestidu-
ras son siempre más claros y se intensifican
con capas superficiales más oscuras que re-
presentan las sombras y los detalles. Sin em-
bargo, la superposición de capas de distintos
colores indica que el dibujo subyacente ha
servido como primer planteamiento del di-
seño de las escenas, pero no se ha seguido
más que a grandes rasgos. Ejemplos de esto
pueden ser: la manga roja del personaje que
toca el arpa en La Coronación de la Virgen,
pintada sobre el amarillo del instrumento o
el nimbo dorado de la Virgen sobre la pared
gris del Portal de Belén en La Natividad. Los
distintos artistas que intervienen en el reta-
blo nos muestran interesantes diferencias en
su manera de representar la tipología y la
calidad de las telas, la madera, las piedras
preciosas y el metal.
Las encarnaciones analizadas son de co-
lor rosado claro, sobre todo en las mujeres
y el Niño Jesús. Contienen albayalde como
pigmento mayoritario y cantidades muy
pequeñas de kermes, bermellón y negro
carbón. Una excepción a resaltar es el tono
Figura 10. Tabla de La Oración en el
amoratado de la piel del rey Baltasar, reali- Huerto.
zada con una mezcla de bermellón natural y
negro carbón cubierta por kermes (fig. 13).
El único antecedente de esta combinación
55
de pigmentos lo encontramos en los tonos gr 2
gr 1
oscuros de los cabellos masculinos de las
policromías medievales. En todas ellas ob-
servamos una capa aislante entre la impri- Figura 11. Microfotografía de una
mación y las capas pictóricas. muestra del color verde de una planta
de La Oración en el Huerto.
Los pintores del retablo se valen de pro-
cedimientos góticos más propios de la po-
licromía empleada en la escultura para imi-
tar los tejidos brocados en fondos, paños y
ropajes, a excepción de La Epifanía, donde
el amarillo sustituye al oro en el brocado
del manto del rey Melchor (fig. 14). En el gr 1
resto de las escenas, dicha imitación de las
vestiduras brocadas de la época, se logra
con dorados bruñidos, estofados y picados
de lustre. El bol es homogéneo y semejante
al dorado original de la arquitectura con
partículas brillantes y pequeños granos ne-
gr 2
gros en la línea de intersección en contacto
Figura 12. Comparación de los espectros
con el aparejo (figs. 15 y 16). Podríamos de dos granos de pigmento verde carde-
establecer dos hipótesis: que se trate de res- nillo con distinta coloración, que se dis-
tos de cenizas empleados en el pulido del tinguen en el contenido de oxígeno.
(a)
FERNANDO GALLEGO EN TRUJILLO: ESTUDIOS QUÍIMICOS
(b)
Figura 13. Microfotografías de luz incidente y de fluores- Figura 14. Microfotografía de una muestra tomada del
cencia (a y b) de una muestra de la encarnación violácea tejido brocado del manto del Rey Melchor.
del Rey Baltasar.
56
(a) (a)
(b) (b)
Figura 16. Microfotografías de luz incidente y de fluo- Figura 17. Microfotografías de luz incidente y de fluores-
rescencia (a y b) de una muestra de dorado bruñido que cencia (a y b) de una muestra de dorado mate que imita
imita a un brocado en La Coronación. a un brocado en La Asunción.
o con plata las armaduras de los soldados,
las vestiduras son sobrias, las cenefas son
franjas o simples líneas y el pigmento usa-
do no es el oro sino el amarillo de plomo y
estaño. Sin embargo, abundan las cenefas
recamadas con pedrerías en los dos prime-
ros cuerpos.
Alteraciones, recubrimientos
Figura 18. Microfotografía de una muestra de dorado
mate del nimbo de la Virgen en La Epifanía.
e intervenciones de restauración
Studies in Conservation, 1952, n.º VI, p. 1-2. la technique picturale des peintres flamands du
Coremans, Paul; Gettens, Rutherford J. y xve siècle». Lefebvre & Gillet. 1985.
Thissen, J: «La technique des Primitifs fla- Ramos Rubio, J. A.: La iglesia de Santa María
mands. Étude scientifique des matériaux, de la Mayor de Trujillo, Editorial Lancia. 2001.
la structure et de la technique picturale. II. T. p. 45-58.
H. Bouts Le retable du Saint Sacrement (Lou- Silva Maroto, Pilar: Fernando Gallego, Editado
vain: Église Saint Pierre)». Studies in Conser- por Caja Duero. Salamanca. 2004.
vation, 1952. n.º VI, p. 3-26. v.v.a.a.: «Methods and materials of Northern
Coremans, Paul: «La technique des Primi- European painting in the National Gallery,
tifs flamands III, Van Eyck. L’Adoration de 1400-1550». National Gallery Technical Bul-
l’Agneau Mystique (Gand: Cathédrale Saint letin, 1997. Vol. 18. p. 6-52.
60
Fernando Gallego en Trujillo:
Estudios físicos
Tomás Antelo
Araceli Gabaldón
Carmen Vega
Instituto del Patrimonio Histórico Español
62
Figura 1. Composición digital de las Estudio radiográfico La cautela necesaria en el objetivo de ob-
fotografías de las tablas del retablo de
tener una imagen radiográfica correcta, nos
Santa María la Mayor de Trujillo.
El estudio radiográfico de las tablas de Santa llevó a organizar el trabajo en sucesivos pa-
2
Las ventajas obtenidas de este método María la Mayor de Trujillo se realizó aten- sos, obteniendo en cada uno de ellos una
han permitido perfeccionar la técnica diendo exclusivamente a la obra pictórica. mejora significativa. Así, en una primera
radiográfica aplicada a grandes forma- El espacio existente entre el retablo y el fase obtuvimos las radiografías de un peque-
tos. Basándonos en ella se han obtenido muro de la iglesia, sólo era suficiente para ño número de tablas en las que no se inclu-
posteriormente otras como la del retablo,
una persona o dos, por lo que la colocación yó las cresterías. También, inicialmente, las
adosado al muro, de la capilla de San
Juan de la Catedral de Santo Domingo
de las placas en la trasera resultó una tarea tablas se radiografiaban de una en una para
de la Calzada. La superficie radiografia- ardua, habida cuenta de la altura que alcan- terminar radiografiando hasta seis tablas de
da fue de aproximadamente 20 m2. za el retablo. un solo disparo2.
63
Una composición digital de las tablas del Del estudio de las radiografías obtenidas Figura 2. Composición digital de las
radiografías obtenidas del retablo en
retablo y sus radiografías se muestran en las se puede deducir, en parte, el trabajo de
estudio colocadas según el lugar que
figs. 1 y 23. carpintería realizado en la construcción de ocupan en el mismo. Se puede observar
La digitalización de las radiografías se los tableros que alojan las pinturas. A con- la disposición de clavos, travesaños y
llevó a cabo utilizando el sistema VARIM tinuación destacamos aquellos datos que uniones en esta visión general.
sustituyendo el reflectógrafo por una cáma- resultan más interesantes para un estudio
ra digital con la que se capturan fotografías comparativo.
3
Los peldaños para subir al camarín
y otros impedimentos similares obli-
parciales de la radiografía expuesta en un Cada tablero está formado por tres o cuatro
garon a dejar alguna tabla sin radio-
negatoscopio. Finalizada la captura el pro- paneles –de ancho entre 24 y 57 cm.– ensam- grafiar. La tabla «El descendimiento»
grama une automáticamente las imágenes blados verticalmente, a «juntas vivas» y con es- de época posterior tampoco se inclu-
conseguidas. pigas metálicas en su interior. Estos paneles se ye en el estudio.
Fernando Gallego en Trujillo: Estudios Físicos
Figura 3. Detalle de la radiografía de la unen entre sí mediante travesaños horizonta- Las figs. 3, 4 y 5 muestran en general to-
escena de La Anunciación. La espiga y les, tres o cuatro, dispuestos simétricamente dos los datos señalados.
la grapa metálicas en la unión son cla-
ramente observables en esta imagen por
a lo largo del panel y unidos por clavos que Aparece dibujo inciso relacionado con el
su alta absorción radiográfica. Podemos atraviesan los tableros y el travesaño con la diseño de suelos, estructuras arquitectónicas
ver también dos chuletas, de madera, punta doblada hacia el interior del mismo. y dorados, en todo el retablo.
en el interior de la junta. Más sutil es la La unión entre paneles, uniones de injer- Del estudio comparativo de estos resulta-
observación de la tela que aquí se puede
apreciar porque la selección hecha coin-
tos de madera, así como las grietas de origen dos podemos concluir que el trabajo de car-
64 están reforzadas por grapas o lañas metáli- pintería está realizado bajo una misma di-
cide con un espacio de unión entre dos
piezas. cas que abrazan la unión y se introducen de rectriz no muy exigente, habida cuenta de la
Figura 4. Vista de una grapa desde la nuevo en la madera. presencia de grandes nudos y del número de
trasera del retablo. Todas las uniones presentan chuletas de grietas que se produjeron desde el comienzo
Figura 5. Detalle de la radiografía de madera distribuidas de forma aleatoria a lo de los trabajos. Podemos deducir también
La Dormición. Además de la chuleta, largo de las mismas. que muchas de ellas se produjeron al clavar
la grapa y la espiga, podemos observar De las imágenes radiográficas extrae- los clavos para unir los travesaños.
la estopa asociada a la unión de los pa-
neles. También aquí podemos ver la ga-
mos también información acerca del tra- Diez de las tablas tienen cuatro travesa-
lería de xilófagos que recorre la madera bajo de taller del maestro pintor para la ños horizontales en lugar de tres, de ellas
en el sentido de la veta. preparación de las tablas. Así, todas ellas seis están situadas a los dos lados de la es-
presentan estopa distribuida en las zonas tructura (Los Evangelistas y San Gregorio
que afectan a las uniones o las grietas de y San Agustín), una en la calle central (La
origen. Las tablas radiografiadas de la pre- Coronación de la Virgen) y las otras tres se
dela y el primer piso presentan bandas de encuentran distribuidas una en cada piso
tela de unos 55 cm de ancho que recorren sin que hayamos podido encontrar la razón
horizontalmente toda la superficie. En el de esta colocación salvo, tal vez, un proyecto
segundo piso carecen de tela las tablas de inicial diferente al actual en lo que a la es-
4
Las tablas que no presentan tela son: San Marcos y La Presentación en el tem- tructura se refiere.
San Gregorio, Jesús ante los doctores,
plo. En el tercer piso sólo tiene tela la ta- Del trabajo de taller, la ausencia de tela se
Coronación de la Virgen, Dormi-
bla de La Huida a Egipto y La Asunción, ciñe a las tablas situadas a mayor altura qui-
ción, San Agustín, Presentación en el
templo y San Marcos. La tabla de la aunque esta última presenta solamente zás menos cuidadas por esta razón4. Tam-
Asunción sólo presenta retales. algunos retazos. bién cabría la posibilidad de dos etapas en el
trabajo bajo diferentes pautas de actuación. largo del mismo como ocurre en Trujillo. Las
Ninguna correlación parece haber entre este grapas metálicas, de diferente factura que las
factor con las diferentes atribuciones que se descritas en Andalucía (Bruquetas, R.; 2002),
hacen sobre la pintura de los distintos pisos aparecen solas en la obra de Salamanca y las
(Silva, P.: 2004). Tampoco se puede relacio- tablas del retablo de San Ildefonso. Se com-
nar la presencia de tela con los paneles de binan con espigas metálicas en Trujillo. En
peor calidad, ya que, precisamente las que la Epifanía del museo de Oviedo hay espigas
presentan nudos mayores son las del tercer en las uniones y grapas en las grietas. En las
piso, en su mayoría sin tela. tablas estudiadas hasta la fecha del retablo de
En cuanto al estudio comparativo con Arenillas, sólo encontramos espigas metálicas
otras tablas atribuidas al mismo autor de las en las uniones. La presencia de chuletas en las
que poseemos radiografía, podemos diferen- uniones es constante en todas las obras me-
ciar dos aspectos que dependen de premisas nos las relacionadas con Arcenillas.
distintas: La comparación con otro conjunto de
obras estudiadas atribuidas a Pedro Berru-
1. El trabajo de carpintería, que asociamos guete contemporáneo de Fernando Gallego
con la forma de trabajar en una determi- y procedencia más hacia el este peninsular,
nada área geográfica, en un periodo de ya en el reino de Castilla, en la zona de Pa-
tiempo concreto y en la que la relación lencia, Burgos y Segovia, pone de mani-
con el maestro pintor es meramente co- fiesto una forma diferente de trabajo en el
yuntural. que no se utilizan grapas metálicas, espigas
65
2. El trabajo del taller que suponemos dirigi- metálicas ni chuletas. En ocasiones se obser-
do por el pintor al que se encarga la obra van tableros formados por paneles unidos
y que podría evolucionar con el tiempo. horizontalmente y los travesaños en vertical
e incluso aparecen espigas de madera en las
Las obras estudiadas son: La Virgen de la uniones. Sólo en el retablo de Santo Tomás
Rosa en Salamanca, tres tablas del Retablo de Ávila de Berruguete encontramos espi-
de San Ildefonso en Zamora, tres tablas del gas metálicas en las uniones de los paneles
antiguo retablo de la catedral de Zamora como también las habíamos visto ya en esta
(ahora en Arcenillas la mayoría de ellas) y provincia en la obra del maestro de Ávila:
una tabla que hoy pertenece al Museo de García del Barco.
Oviedo (La Epifanía) y que se asocia con En cuanto al segundo punto y a los da-
el retablo de Arcenillas, además del retablo tos que podemos obtener de la radiografía,
que nos ocupa en Trujillo (Cáceres). el factor que más variabilidad presenta es la
En relación con el primer punto encon- tela que no se observa en La Virgen de la
tramos que son constantes las uniones a jun- Rosa ni en las tablas del retablo de San Ilde-
tas vivas de los paneles dispuestos vertical- fonso (tampoco se ha descrito en la tabla del
mente, al hilo de la madera, con travesaños Prado: La Piedad y sí en la del El Cristo Ben-
horizontales ensamblados mediante clavos diciendo del mismo museo (Cabrera, J.M. y
que atraviesan ambas piezas de madera. Tan- Garrido, M.C. 1981). Como se ha dicho,
to en Salamanca como en el retablo de San existe tela en las tablas de Trujillo pero sólo
Ildefonso estos clavos están dispuestos cerca- en las más cercanas al espectador. La tabla
nos a la unión de los paneles y no a todo lo del Museo de Oviedo tiene también tela en
Fernando Gallego en Trujillo: Estudios Físicos
66
toda la superficie de la obra y las tres tablas castellano Pedro Berruguete que, según la
del antiguo retablo de la catedral de Zamora documentación que tenemos, disponía la
(Las Dudas de Santo Tomás, Pentecostés y estopa en toda la superficie de los tableros
Noli me tangere) tienen estrechas bandas de prescindiendo de la tela.
tela que recorren las uniones de los paneles. Queda por reseñar que en el retablo de
Si bien esta inconstancia en la utilización Santa María la Mayor de Trujillo no se ob-
de la tela no nos permite encontrar por el servan cambios de composición significativos
momento una argumentación plausible, sí en pintura, según los documentos radiográ-
se trata de un hecho diferenciador respec- ficos, y que antes de su restauración presen-
to al trabajo de taller de su contemporáneo taba un estado de deterioro importante en la
67
69
el retablo de Trujillo. Aunque entonces la reflectogramas por tabla varió entre 120 y
parte informática no estaba terminada nos 250 dependiendo del tamaño de la escena
resultó de gran ayuda a la vez que sirvió para y de la distancia que podía conseguirse en-
introducir mejoras. tre la cámara y la superficie de la obra. Los
reflectogramas fueron tratados digitalmente
Estudio reflectográfico para restar el ruido de fondo del detector
y posteriormente se formaron los mosaicos
Se obtuvieron más de 3200 reflectogramas correspondientes a cada tabla asistidos por
del conjunto total de tablas de 818 kilo bites el programa VARIM en un proceso semiau-
cada uno, en escala de grises. El número de tomático.
Los resultados obtenidos aparecen aquí do al maestro Bartolomeu en la fase pictóri-
separados en dos partes. Por un lado, y ca (Silva, P.; 2004).
a continuación, aquellos que con mayor Un mismo diseño, respetado o no por la
evidencia son comunes en todos los pisos mano que pinta, parece indicar un único di-
del retablo. Para los resultados que han rector del conjunto.
requerido un estudio más detallado y una
discusión argumentada en profundidad
hemos reservado el artículo siguiente de Los letreros
esta revista.
Fernando Gallego en Trujillo: Estudios Físicos
Abrazo ante
Nacimiento Desposorios Presentación Huida a
Ascensión la puerta Visitación Epifanía
de la Virgen de la Virgen en el templo Egipto
dorada
Violeta
Violeta Violeta Violeta Violeta
(2 veces)
Morado Morado Morado Morado Morado Morado
Verde Verde
Azarcón
Colorado
Colorado Colorado
(2 veces)
Blanco
Blanco Blanco Blanco
(2 veces)
Negro...
Otro Otro
71
Figura 11. Selección de rótulos con el nombre Figura 12. Selección de rótulos con el nombre del co- Figura 13. Selección de rótulos con el nombre del
del color: blanco. La misma caligrafía se obser- lor: violeta. Si bien las terminaciones de esta palabra color: morado. Tal y como se explica en el texto, esta
va en todos los casos. no siempre parecen coincidir, hemos entendido que palabra en la tabla de La Huida parece caligráfi-
se refiere a un mismo color. Los rasgos caligráficos camente diferente. Sin embargo, obsérvese la sílaba
son coincidentes si los comparamos letra a letra. Las “ra” igual en todos los casos.
diferencias aparentes deben guardar relación con el
útil usado.
Con relación a la caligrafía de las pala- y «violeta» en la misma tabla, esto es, en La
bras7 observamos la misma en todos los huida a Egipto, no es lógico pensar que este
casos para las palabras identificadas como: «morado» fuese escrito por otra mano.
«blanco», «violeta», «azul», «verde» «colora- Los letreros aparecen en la parte baja de
do» y «amarillo» (figs. 11 y 12). En la palabra los mantos, en la zona de los hombros, en
«morado» encontramos más diferencias que gorros y calzado (fig. 14).
podrían deberse al empleo de diferentes úti- La presencia o ausencia de los nombres
les en su ejecución (fig. 13). Por otro lado, de los colores no está relacionada unívoca- 7
Hemos de advertir que los datos
al coincidir el «morado», de factura más ale- mente con las diferentes atribuciones en los no forman un cuerpo de escritura
jada caligráficamente al resto, con «blanco» distintos pisos. como tal.
Fernando Gallego en Trujillo: Estudios Físicos
72
74
El Retablo de Santa María
La Mayor de Trujillo: dibujo subyacente
Tomás Antelo
Araceli Gabaldón
Carmen Vega
Instituto del Patrimonio Histórico Español
pecial atención a este tipo de obras. como en vigor y carácter de gran parte de
En esta línea de trabajo, en años pasados los trazados localizados.
se estudiaron los retablos mayores de Santo Por ello, y con el fin de facilitar el análisis
Tomás de Ávila3, de la Catedral de Tudela4 y de dichos aspectos se abordará por un lado
Carbonero Mayor5. A diferencia del primero, el referente a los indicios localizados de
donde captación y gestión de imagen se lleva- lo que entendemos sería el trazado inicial
ron a cabo por el antiguo sistema fotográfico, del diseño y por otro a la comparación de
en los otros dos se comenzaron a emplear al- los elementos que, de manera recurrente,
gunas de las incipientes aplicaciones que más se encuentran en las distintas escenas, no
tarde se desarrollan en el VARIM. En todos sin antes apuntar algunas consideraciones
los casos se realizaron muestreos de diferen- quizá elementales pero que conviene tener
te amplitud y sus resultados confirmaban presentes.
la conveniencia de cubrir la totalidad de las Pese a que en casos como el presente, el
obras, sobre todo cuando las atribuciones no dibujo subyacente localizado se manifiesta
están esclarecidas en su totalidad o como en en general con notable fuerza, lo hace a ve-
el caso que nos ocupa, sumar nuevas perspec- ces combinado con gran parte de la imagen
76
tivas a los trabajos ya existentes6. Cuando con visible, por lo que no es extraño que en un
motivo de su restauración se presentó la posi- primer impacto prevalezca la identificación
bilidad de acceder al Retablo de Santa María del estilo dominante en la fase de color.
La Mayor de Trujillo, era una oportunidad Por ello, sólo con el rastreo minucioso
que no debía dejarse de lado7. de los trazos definibles como dibujo pue-
Es pues el primer trabajo efectuado con de verificarse si en éste se encuentran los
dicho prototipo, o más exactamente con al- rasgos que ayuden a la identificación de
gunas de las partes que lo componen, ya que similitudes.
al disponer de ellas antes de lo previsto se Asimismo, al valorar dichas similitu-
decidió realizar un ensayo de su funciona- des, debe tenerse en cuenta que se trata de
miento en situación real. creaciones artísticas, sobre las que en rigor,
3
Antelo, T; Gabaldón, A. y Vega, C: Se obtuvo así la reflectografía de la prácti- siempre resultará difícil pronunciarse con la
2003.
ca totalidad de la superficie pictórica lo que rotundidad que sería deseable, toda vez que
4
Antelo, T; Bruquetas, R y Gabal-
dón, A: 2001.
permite un examen tanto global como par- dependiendo del temperamento creativo del
5
Antelo, T; Gabaldón, A:2003. ticular del dibujo subyacente del conjunto autor, la gestación de sus obras puede ser re-
6
A este respecto, interesa consultar de pinturas. lativamente homogénea en cuanto a repeti-
la monografía de Pilar Silva Maroto ción de trazos identificables o bien rica en
sobre Fernando Gallego. recursos expresivos, en los que dentro de la
7
Nuestra gratitud a cuantos han
Exposición de resultados diversidad de formas prevalezca un mismo
colaborado en las distintas fases de
ejecución de este trabajo, y muy es-
carácter.
pecialmente a D. José Conde y María Unido a la satisfacción que produce ac- Con referencia al trazado inicial debe se-
Jesús Jiménez. ceder a una muestra de semejante am- ñalarse que la dificultad de su identificación
Figura 1. Descenso al limbo. Figura 2. Camino del calvario.
77
Figura 3. Anunciación .
El Retablo de Santa María La Mayor de Trujillo: dibujo subyacente
78
Figura 4. Epifanía.
resulta comprensible ya que está condiciona- cabo por lo que parece un medio de aplica-
da por un lado a las habituales restricciones ción en fluido– se trazan formas de singular
de acceso al dibujo en función del poder cu- modelado (figs. 1 y 2).
briente y del grado de empaste de la fase de Aunque en el diseño de los paños predo-
color y por otro a que ese primer bosquejo minan los trazos curvos para indicar los volú-
no haya sido repasado en fase de afirmación menes, el encaje previo presenta lineamien-
definitiva del diseño, en cuyo caso los trazos tos en su mayoría rectilíneos (figs. 3 y 4).
resultan superpuestos, y mezclados con el En este sentido es significativo el gradiente
resto. Suele ser en los fondos donde resul- constructivo que puede verse en la creciente
ta más factible apreciarlos, sobre todo allí elaboración a medida que los elementos a
donde el bosquejo no ha sido realizado en diseñar aumentan de tamaño (fig. 5).
pintura. En estos casos, puede verse cómo Dicho gradiente se encuentra también en
con una gran soltura de ejecución –llevada a los rostros, y su arco comprende desde un
79
80
Figura 6. Descenso al limbo.
82
84
tipo. Algunos casos son harto evidentes, Lo que parece evidente en este caso, es que
como el ampliamente debatido acerca de partiendo de composiciones ya sean propias
la participación de Pedro Berruguete en o «prestadas» –muy al uso en la época– o en
86 su discutida estancia en Urbino, donde es combinación de ambas opciones, el diseño
clara la discrepancia entre el dibujo atri- que da lugar en esencia a una de las partes
buido a Justo de Gante bajo pinturas cuyo fundamentales del funcionamiento armóni-
estilo es obviamente más próximo al del co de un conjunto y por tanto con valores
palentino, en obras realizadas para Fede- que subyacen en la contemplación a escala
rico Montefeltro, o un caso para nosotros general, corre a cargo de un solo artífice. A
muy familiar como es el Retablo Mayor de sus dotes creativas sobresalientes, acompa-
Carbonero Mayor (Segovia)8 dado que en ña una semejante capacidad para trasladar
el IPHE hemos tenido la oportunidad de al plano físico lo que ya Vasari definiéndolo
encontrar ese tipo de discrepancias de ma- como «concetto» considera una creación del
nera generalizada en todas las escenas del intelecto, y que asumimos producto de una
conjunto. imagen mental en la que se sintetiza lo visto
Por otro lado y sin desestimar la posible y lo imaginado.
producción en solitario o con un número Tal hipótesis muy bien pudiera justificar
controlado de colaboradores en determina- la falta de acuerdo de los estudiosos acerca
das obras, conforme se va conociendo más de la discriminación de atribuciones, ya que
acerca del modo de trabajo de los artífices si bien su sagacidad a la hora de percibir los
de obras de esta magnitud, no debe extrañar detalles de estilo en pintura les permite dis-
que la distribución de una labor –que recor- tinguir distintos artífices, por otro lado su
demos aún tardaría bastante en ser recono- buen criterio al valorar las distintas claves
cida como disciplina artística– contemple que confieren aspectos de unidad al conjun-
8
Gabaldón, A. y Antelo, T.; 2003. un cierto grado de especialización. to, se traduce en la percepción de mensajes
87
Figura 2. Arquitectura física del sistema. permite elevarlo a una altura superior a implementados los algoritmos de com-
Figura 3. Ventana de control del siste- los tres metros. posición del mosaico.
ma de posicionado. • Estación de trabajo. Todos los elemen- • Módulo de control de los motores.
tos del sistema son controlados mediante Utilizando este módulo se tiene acceso
un ordenador personal IBM-PC compa- al movimiento de los motores del siste-
tible a través de la aplicación VARIM. ma de mecanizado.
92
• Sistema de iluminación.
Interfaz gráfica de usuario
Para poder controlar todos los elementos
descritos se diseñó una arquitectura software Como se ha mencionado, este módulo
modular. El primer módulo que se puede da acceso a todas las funcionalidades del
observar es el correspondiente a la interfaz sistema a través de una ventana principal,
gráfica de usuario. Dicho módulo es la par- desde la cual se pueden abrir otra serie de
te visible de la aplicación. Está compuesta diálogos para realizar las distintas acciones
por una serie de menús, diálogos y marcos disponibles.
que permiten utilizar y controlar todas las Dicha ventana principal se organiza en
funcionalidades que presenta el programa espacios de trabajo que contienen el listado
mediante el uso del ratón y del teclado. A de las imágenes con las que se trabaja. Desde
través de ésta se accede al resto de los módu- esta ventana se tiene acceso a un menú con-
los del sistema, entre los que destacan: textual y a dos barras de herramientas que
facilitan el uso de las distintas funciones.
• Módulo de adquisición de vídeo. El Uno de los diálogos accesibles mediante
cual controla la tarjeta de adquisición de la ventana principal es el de control de los
vídeo. motores. Este diálogo permite manejar el
• Módulo de imagen. Este módulo se sistema de posicionado de la cámara para
subdivide a su vez en otros sub-módulos realizar las adquisiciones de las sub-imá-
que modifican las imágenes para mejo- genes que formarán el mosaico. Es posible
rarlas y donde, entre otras cosas, están realizar desplazamientos manuales con una
serie de botones de dirección, o bien realizar
tomas automáticas de imágenes configuran-
do las opciones adecuadas (fig. 3).
Además, desde la ventana principal se
puede abrir cualquiera de las imágenes que
estén listadas en el espacio de trabajo actual;
ya sea una de las sub-imágenes iniciales o
cualquier sub-imagen resultado del proceso
de composición de mosaico.
Existe también una ventana de adqui-
sición donde se visualiza el vídeo que está
contemplando la cámara. Esta ventana per-
mite realizar capturas de imágenes a disco o
añadirlas directamente al espacio de trabajo.
Además de las ventanas comentadas, la
aplicación permite realizar desplazamien-
tos de elementos del espacio de trabajo –la
acción comúnmente llamada drag & drop– formación en tiempo real, como por ejem- Figura 4. Adquisición y visualización
moviendo imágenes entre filas o filas enteras. de la imagen.
plo la visualización del histograma (fig. 4), y
También se dispone de una ventana de con- otras herramientas como modificación de la
figuración de preferencias con las distintas luminosidad de forma automática y manejo
93
opciones generales, de adquisición, mosaico, de controles de brillo y contraste.
composición automática y de corrección, las El modo automático de adquisición fun-
cuales se guardan en un archivo de texto que ciona de forma muy simple: se introduce en
permite recuperarlas posteriormente. el sistema el número de tomas a realizar así
como el solape deseado –en torno al 25 %–
Adquisición de sub-imágenes y éste se encarga de mover el sistema de po-
sicionado automáticamente y de insertar las
La adquisición de sub-imágenes se lleva a imágenes en el espacio de trabajo.
cabo a través del sistema de posicionado y
del módulo de adquisición. El primero de Composición del mosaico
ellos es el encargado de ir posicionando la
cámara reflectográfica en los puntos desea- A partir de las imágenes capturadas, la apli-
dos para poder capturar las distintas imáge- cación es capaz de realizar su unión para for-
nes (fig. 2). Está formado por una cabecera mar el mosaico completo. Para poder unir
de Ethernet y por un cuadro de posiciona- estas sub-imágenes es necesario seleccio-
miento de la cámara. nar una pareja de puntos coincidentes, los
Por otra parte, el módulo de adquisición cuales pueden ser marcados por el usuario
permite adquirir imágenes de la cámara de (unión manual) (fig. 5) o calculados auto-
vídeo a través del PC. De este modo, en la máticamente por la aplicación (unión auto-
ventana de visualización aparece el vídeo mática). Ambos métodos emplean funcio-
capturado ofreciendo una serie de posibili- nes de la librería VIPS [VIPS] para realizar
dades de manejo y adquisición así como in- la unión propiamente dicha.
Se han implementado diferentes tipos de
unión automática, dependiendo de las carac-
terísticas de las imágenes. La función más uti-
lizada es la de la unión crítica de dos puntos,
Descripción del sistema VARIM: captación y composición automática
Herramientas auxiliares
Clara González-Fanjul
Museo de Bellas Artes de Asturias
Araceli Gabaldón
Instituto del Patrimonio Histórico Español
Tamara Alba
Licenciada en Bellas Artes (Conservación y Restauración)
tenía un lote de 19 bodegones atribuidos a el tema de bodegón (fig. 1), está firmado
Blas de Ledesma, que fueron adquiridos en en Granada y en la actualidad, pertenece
el mercado del arte de Barcelona entre 1978 al High Museum of Art de Atlanta (Geor-
y 1979. Estas obras no contienen datos de su gia). Esta obra presenta un esquema muy
procedencia, pero después del catálogo reali- sencillo: un cesto de mimbre rebosante de
zado por Pérez Sánchez para la exposición de cerezas y dispuesto sobre un antepecho,
«Floreros y Bodegones», se sabe que corres- ocupa el centro de la composición. En se-
ponden a una época posterior a la de Blas de gundo plano y a ambos lados de este cesto,
Ledesma y se acercan más a los seguidores de aparecen algunas flores colocadas de forma
Van der Hamen (1596-1631) y a los imita- simétrica.
dores de Thomas Hiepes (h. 1600-1674). La composición arcaica, la técnica y los mo-
Blas de Ledesma es citado por primera tivos empleados en esta obra, no tienen nada
vez por Pacheco en su «Arte de la Pintura» que ver con los utilizados en los diecinueve
(1649), junto a Pedro de Raxis y Antonio bodegones que se le atribuyen de la colección
Mohedano, como cultivadores de pintura Pedro Masaveu. Tampoco los rasgos de la fir-
decorativa. ma que aparece en uno de ellos (fig. 2b), se
Hay constancia de su presencia en Andu- corresponden con los de la original (fig. 2a).
jar (Jaén) en 1606. Allí pintó una bóveda en La mayor parte de las obras de estas ca-
la iglesia de Santa María, y también aparece racterísticas, se le han atribuido a Blas de
documentado en Granada en 1614, apor- Ledesma, debido a la confusión que creó
tando dibujos para la decoración de la sala el hecho de que el primer catálogo sobre el
Bodegones atribuidos a Blas de Ledesma
bodegón español fue publicado en 1940 por Este tipo de obra era muy frecuente en los
Cavestany y tres años después, el mismo au- palacios y en las casas de la burguesía agraria
100
tor, publicó el primer artículo sobre la vida y comercial de Mallorca de los siglos xvii y
y obra de Blas de Ledesma. xviii. Formaba parte del ajuar y se utilizaba
No se volvió a hacer ningún estudio serio como decoración del comedor y de la sala
acerca de la pintura de bodegón hasta 1983, principal; ha formado parte de la decoración
año en que Pérez Sánchez realizó el catálogo de las casas mallorquinas hasta la actualidad.
razonado de una exposición de bodegones Está más cercana a la producción artesa-
mallorquines. nal que a la artística y parece que los cuadros
Tras la exposición celebrada en el Museo están inspirados en los de otros pintores más
del Prado en 1983, dedicada a la «Pintura importantes, como pueden ser Yepes o Van
española de Bodegones y Floreros, de 1600 der Hamen.
a Goya», aumentó el interés por los bodego- Algunas obras, eran pintadas en la isla y
nes de la pintura española, provocando mu- otras se importaban desde Valencia, Italia y
chas atribuciones de cuadros realizados por Flandes. No tienen fecha, firma ni inscripción
pintores totalmente desconocidos, a otros alguna que pueda aportar datos que permitan
pintores más famosos. diferenciar unas de otras. Tampoco hay datos
(N.º 208).
108
con más sombra, también utiliza pinceladas y disposición de algunos elementos, como
finas de blanco para marcar las luces en el el fondo, los pájaros y el palo sobre el que se
borde de los pétalos. El 55 presenta rayitas apoyan éstos. En ambos se aprecian amplias
finas y entrecortadas que delimitan los pé- pinceladas que siguen la misma dirección;
talos y en el 301 las hojas están construidas están aplicadas de izquierda a derecha en
con empastes largos. sentido horizontal y de arriba abajo en sen-
tido oblicuo.
Cuadros probablemente realizados por las En el 63 y el 208 los objetos están distri-
mismas personas (fig. 11) buidos y colocados de igual manera; sobre
El N.º 182 y el 185 tienen el mismo tipo de la mesa y suspendidos en el aire. Presentan
lienzo, densidad radiográfica de los colores idéntica absorción radiográfica. En general,
Bodegones atribuidos a Blas de Ledesma
110
las pinceladas son anchas y largas, siguen la El 66 y el 67 parecen hechos por la mis-
forma de los objetos y en los cestos con fru- ma persona. Contemplando los pájaros del
tas, la pincelada es más meticulosa. Las luces lado izquierdo, se aprecia que la forma de
de las frutas en suspensión, están marcadas hacer los ojos y las pinceladas finas y parale-
con gruesos empastes de blanco. las del plumaje son iguales; la forma de ilu-
Aunque las imágenes radiográficas del 57 minar las hojas con pinceladas descendentes
y 58 no son muy legibles, por su bajo con- en el grosor, el tamaño y las rayitas horizon-
traste radiográfico, se puede observar que en tales rectas parecen iguales; las manzanas y
ambos se ha utilizado poco color, la línea las peras tienen el mismo tipo de pincelada.
marca los contornos y tanto la densidad del También es igual el tipo de daños en las es-
blanco como la forma de aplicarlo en el cu- camaciones.
curucho de confites y en la fuente de porce- En el 55 y el 301, se observa una pincelada
lana con higos, es muy parecida. muy similar, cargada de blanco, aplicada en
sentido oblicuo y desde arriba hacia abajo. más los blancos. En general, los trazos están
Se aprecian rayitas en las flores. La forma de dispuestos en sentido horizontal, pero en la
aplicar la pincelada en los cestos, es igual. parte derecha de los pájaros, se ven amplias
pinceladas oblicuas, aplicadas de derecha a
Cuadros posiblemente realizados izquierda y desde arriba hacia abajo.
por el mismo taller (fig. 12) No se observa relación alguna entre los
Debido a que se repiten elementos coloca- pájaros, y el tipo de lienzo tampoco se co-
dos, además, en la misma posición, se cree rresponde.
que algunos cuadros podrían haber salido Los dos últimos cuadros son práctica-
del mismo taller, pero pintados por diferen- mente idénticos, en ambos se representa
tes personas. un cesto con borde adornado y manzanas,
por lo que parece que han salido del mismo
Motivos repetidos taller. Sin embargo, la pincelada del 301 es
• Cestos (fig. 13): En los dos primeros más ondulada, nerviosa y entrecortada.
cuadros se repite el cesto de mimbre con asa • Fuente honda de Delft (fig. 14): Estos
grande, que está colocado en idéntica posición dos cuadros tienen el mismo tipo de lienzo,
y con las verduras dispuestas de igual modo. igual absorción radiográfica, disposición de
Después de analizar la grafía pictórica, se los elementos, tipo de fuente, misma forma
deduce que debieron salir del mismo taller, de aplicar el color y tipo de pincelada, por lo
puesto que es muy difícil colocar los mis- que se estima que ambos fueron realizados
mos elementos en idéntica posición, pero por el mismo pintor.
111
debido a las diferencias observadas entre los La imagen radiográfica obtenida es muy
dos, se estima que fueron realizados por dos diferente a la de todos los demás.
pintores diferentes. • Turrones y dulces (fig. 15): No tienen
El 184, tiene la pincelada más plana, más nada que ver el uno con el otro. La absorción
gris y menos contrastada que el 55, donde radiográfica, el lienzo, la preparación, y el
las luces, las sombras y los volúmenes están tipo de pincelada, son totalmente diferentes.
más diferenciados y la pincelada es más cur- La pincelada del 271 es torpe y cargada de
va, además tiene mucho más contraste ra- mucho blanco en las luces. En cambio, el 57
diográfico el 55 que el 184. es de trazo más fino, ordenado, meticuloso y
En los dos siguientes bodegones, se tiene mejor dibujo. Las rosquillas son iguales,
muestra un cesto con asas bajas, que aparece pero están estructuradas de forma diferente.
colocado en la misma posición, pero nada Por todo ello, se deduce que no compar-
tiene que ver la técnica empleada en cada ten autoría.
uno, con lo que se deduce que proceden de • Pájaros (fig. 16): En general, son dis-
dos manos diferentes. tintos unos de otros. De hecho, el del cuadro
El 182, tiene la pincelada más ancha y rec- n.º 174, es más grande que el resto y tiene las
ta. Las formas de las asas y el mimbre del ces- patas muy largas. Sólo en el n.º 66 y el 67 se
to están construidos con trazos poco defini- observa que la factura, la pincelada y la forma
dos, sin apenas diferenciar las zonas de luces de hacer el ojo son iguales. Lo mismo ocurre
y sombras. La densidad de los melocotones con los pájaros de los cuadros n.º 182 y 185.
colocados sobre la mesa es menor, la pincela- • Setas (fig.17): Exceptuando a una, la
da general de la obra es más marcada y carga que está situada a la derecha del todo, las
Bodegones atribuidos a Blas de Ledesma
112
113
118
El estudio radiográfico consistió en una constante con tubo MCN 165. La pelí-
radiografía de la obra completa que poste- cula utilizada es del tipo II norma ASTM
riormente se digitalizó. El haz de rayos X –D-7 de AGFA–, en formato de rollo. Se
perpendicular a la pintura y dirigido ha- necesitaron siete tiras de 30 cm. de ancho
cia su centro se generó con un equipo de y de alto el de la pintura, que se unieron
rayos X, de la marca Philips, de potencial verticalmente con el fin de cubrir la su-
Figura 2. (a) Zonas analizadas median-
te EDXRF y (b) zonas donde se han to-
mado las micro muestras. Fotografía del
archivo de la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando.
120
Goyas de la Academia. Museo de la Real una cámara Canon EOS-1 ds con el objeto se viaje para su exilio en Bayona. El 5 de mayo
Academia de Bellas Artes de San Fernan- servir de referencia a los estudios anteriores. Carlos IV cedía los derechos de la corona
do, Real Academia de Bellas Artes de San En el Departamento de Tejidos se realizó española a Napoleón Bonaparte.
Fernando, Madrid, 2002, p. 28.
el análisis técnico mediante fotografías de El Rey sólo posó ante el pintor durante
3
Francisco de Goya, Diplomatario,
detalle y con la ayuda de las radiografías, dos cortas sesiones de tres cuartos de hora5.
Ángel Canellas López ed., Institu-
ción «Fernando el Católico», Zarago- que aportaban medidas a escala de la obra. Según manifestará en una carta del 2 de oc-
za, 1981, p. 481, n.º CXVI. tubre dirigida a la Academia, Goya esperaba
4
Diplomatario, 1981, p. 481, n.º CXVII. contar con más tiempo, lo que le impidió
5
Para el retrato ecuestre de María Génesis de la obra obtener los resultados deseados:
Luisa, realizado a finales de septiem-
bre de 1799, contó con tres sesiones La Real Academia disimulará los defectos
El retrato de Fernando VII fue encargado a
largas, una al menos de dos horas y que halle en el dicho retrato, teniendo en con-
media. Cartas de María Luisa de 29 Goya por la propia institución académica el
sideración que S.M. me dio sólo tres cuartos de
de septiembre y de 9 de octubre de 28 de marzo de 1808, tan sólo nueve días
hora en dos sesiones, diciendo que de vuelta de
1799. Pereyra, Carlos, Cartas confi- después de su coronación. Goya era entonces
Burgos me daría todo el tiempo necesario6.
denciales de la Reina María Luisa a Pintor de Cámara de Su Majestad y Director
Manuel Godoy con otras tomadas del En esta carta el pintor comunicaba la
Honorario de la Real Academia. Teniendo
122 Archivo reservado de Fernando VII,
en cuenta los hechos turbulentos que preci- finalización del cuadro. Pocos días antes le
del Histórico Nacional y del de Indias,
Madrid, Aguilar, s.f., p. 235. pitaron la abdicación de Carlos IV (el motín había dado los últimos toques porque en
6
Junta Particular de 2 de octubre de de Aranjuez tuvo lugar el 18 de marzo), la el mismo documento se disculpa por no
1808. Libro de juntas ..., ASF 127/3, Academia expresaba en el acta de la sesión poder colocarlo personalmente, pues debe
fol. 300 y 300 rev. En Piquero López, su urgencia por hacer sin pérdida de tiempo el marcharse a Zaragoza para examinar las rui-
B. y González de Amezúa, M., 2002, retrato del nuevo Rey para colocarlo bajo dosel nas de aquella ciudad por encargo de D. José
p. 28; Camón Aznar, José, Goya, Caja
en el salón de juntas2. El retrato sería de cuer- Palafox y propone que, estando seco, pasará a
de Ahorros de Zaragoza, Aragón y La
Rioja, Zaragoza, 1980-1982, vol. III, po entero, según se especifica en la carta de colocar de mi orden don Josef Tol7.
p. 163; Morales y Marín, José Luis, encargo al pintor, fechada el día 29, y debía Goya tardó seis meses en entregar el re-
Goya. Catálogo de la pintura, Zaragoza, estar terminado para el mes de julio3. trato; como pone de relieve Mercedes Águe-
Real Academia de las Nobles y Bellas El propio Goya había expresado en su da8, un tiempo demasiado largo para lo que
Artes de San Luis, 1994, pp. 295, 296. carta de aceptación que no le era posible solía ser costumbre en el pintor (La familia
7
Camón Aznar, 1980-82, vol.III,
verificarlo si Su Majestad no permite hacer- de Carlos IV, por ejemplo, la pintó entre ju-
p. 163; Morales y Marín, J.L., 1994,
295, 296.
lo por el natural. Por tal motivo, y con la nio y julio de 18009). Los acontecimientos
8
Águeda, Mercedes, «Los retratos ecues- pretensión de que el retrato fuera digno de trágicos que vivía el país en esas fechas ex-
tres de Goya», en Homenaje a Enrique tal institución, donde mejor que en parte al- plican quizá este dilatado margen de tiem-
Lafuente Ferrari, Amigos del Museo del guna deberá estar el que sirva de modelo para po. Es probable incluso que el cuadro no lo
Prado, 1987, Madrid, pp. 39-59. cuantos será preciso sacar para satisfacer las comenzara hasta septiembre porque el día
9
Sobre la ejecución de La Familia
ansias de sus leales y amados vasallos4, la Aca- 10 de este mes el propio Goya propone a la
de Carlos IV, ver Mena Marqués,
M., ed., 1800. Goya y La familia de
demia solicitó al primer ministro Cevallos la Academia realizar un retrato ecuestre, lo que
Carlos IV, Catálogo de la Exposición, aprobación del Rey para posar. Las circuns- implicaría un formato mayor que el necesa-
Museo del Prado, Madrid, 2002. tancias políticas obligaron a que el pintor rio para la idea inicial de cuerpo entero.
(...) quería pintarlo a caballo con el objeto de gados tras la vuelta del monarca en 1814. En
que la Academia tenga un buen Cuadro, y no me- efecto, nunca Fernando VII le llegó a enco-
ramente un retrato de circunstancias: y la acade- mendar un retrato oficial al pintor aragonés y
mia acordó que se deje en libertad de obrar, pues no volvió, pues, a posar para él.
que de estimarse que no podrá ser colocado bajo También realizó Goya al menos un borrón
dosel se proveerá lo que parezca conveniente10. al óleo. El Museo de Agen (Francia) conserva
uno de 42 x 28 centímetros en el que aparece
Según Xavier de Salas, fueron los acon- el rey a caballo con la misma composición
tecimientos históricos que estaba viviendo y un paisaje similar, pero sin los detalles de
el país lo que empujó a Goya a cambiar la bandas y condecoraciones14 (fig. 8). La radio-
concepción inicial del cuadro y retratar a grafía de este boceto muestra, sin embargo,
Fernando VII como militar a caballo, a algunos cambios en la concepción inicial
quien los españoles seguían considerando que, según el estudio realizado en el Museo
su rey legítimo11. En efecto, durante este de Agen, afectan a la postura del rey sobre
espacio de tiempo, de abril a septiembre, el caballo, a los arreos y al sombrero15. Goya 10
Junta Particular de 15 de septiembre
tuvieron lugar algunos de los sucesos más realizó similares bocetos de retratos a caballo,
de 1808, en Libro de juntas ..., ASF
trágicos de la guerra: los levantamientos como, por ejemplo, el de María Teresa de Va- 127/3, fol. 298 rev. En Piquero López, B.
del 2 y el 3 de mayo en Madrid, el sitio llabriga, del Museo de los Ufficci (Florencia), y González de Amezúa, M., 2002, p. 28.
de Zaragoza ... La elección de un retrato el de Godoy de la Colección Wildenstein de 11
Salas, Xavier de, «Notas a varios
ecuestre, imagen del poder real y del man- Nueva York y el Garrochista del Museo del retratos de Goya», Academia, 1980,
pp. 52-59.
do de guerra, en un Madrid ocupado por Prado. En opinión de Mercedes Águeda, la 12
Gassier, Pierre y Wilson, Juliet, Vie 123
las tropas francesas y con José Bonaparte figura subyacente que se aprecia en la radio-
et oeuvre de Francisco Goya, Fribourg,
como nuevo monarca, constituía, como su- grafía de este último boceto corresponde tam- 1970, p. 261, n.º cat. 877.
braya Salas, un atrevido y temprano acto de bién a otro retrato de Godoy, concretamente 13
Ángel Barcia, Catálogo de Dibujos
afirmación patriótica. al que pintó en el lienzo que luego aprovechó originales de la Biblioteca Nacional,
Es probable, pues, que hasta principios de para representar a Lord Wellington (Apsley Madrid, 1906, n.º 1266. Morales y
septiembre el pintor no hubiera realizado más House, Londres)16. Este aprovechamiento de Marín, J.L., 1994, p. 296.
14
El boceto, junto con otras 4 obras
que los estudios del natural y algún boceto bocetos y lienzos ya pintados, recurso que no
de Goya, pasa a pertenecer al Museo
o «borrón» preparatorio. Pierre Gassier y Ju- debió de ser raro en Goya durante los años de Agen tras la muerte del Conde de
liet Wilson12 consideran que durante el corto de la guerra, podría también aplicarse al que Chaudordy en 1889, diplomático en
tiempo en que Fernando VII posó para Goya conserva el Museo de Agen. Los cambios que España en las décadas de los sesenta y
en abril de 1808, este debió realizar el estudio se aprecian en este boceto, en especial en el setenta, donde lo debió adquirir de José
de la cabeza que guarda la Biblioteca Nacio- bicornio, inclinan a pensar que podría no ser Madrazo, que a su vez había comprado
obras de Goya a su hijo Javier, (VV.AA.,
nal de Madrid13 (fig. 7), pues no parece que el mismo personaje y que fue tomado como
Francisco de Goya. ‘The Hot Air Balloon’,
lo haya retratado con anterioridad más que en modelo para el retrato del monarca. ‘Self-Portrait’, ‘Portrait of Ferdinad VII on
el grupo familiar realizado en 1800. El dibu- El retrato de la Academia representa a Horseback’, ‘Mass after the Confinement’,
jo, realizado a lápiz negro sobre papel grisáceo Fernando VII en uniforme castrense de ‘Capreice’. París, Alain de Goucouff, ed.,
(26,9 x 21,1cm.), representa a un joven Fer- gala, condecorado con la banda de la Orden 1996, p. 8.). Según Morales y Marín, el
nando VII con la cabeza girada hacia su de- de Carlos III y el Toisón de oro. Como en boceto procede de la colección de Fede-
rico Madrazo, quien probablemente lo
recha. Los autores citados piensan que Goya otros de sus retratos ecuestres, también en
adquirió del nieto de Goya (Morales y
se valió de este mismo estudio, y de otros que éste Goya se inspira en los modelos velaz- Marín, 1994, p. 296).
quizá pudo realizar en ese momento, para pin- queños, concretamente en el de Felipe III a 15
VV.AA., 1996, pp.10, 19 y 20.
tar los numerosos retratos que le serán encar- caballo, con los que se familiarizó a través de 16
Águeda, M., 1987, pp. 39-60.
se sustituyó un palo dañado del bastidor19.
Desconocemos la fecha en que el cuadro fue
montado en este bastidor, pero se descarta
que sea en una tan temprana como 1808
porque en este momento aún no se cons-
Estudio técnico de Fernando VII a caballo de Francisco de Goya
22
Palomino, A. , El Museo Pictórico
y escala óptica, T.II, Aguilar, Madrid,
1988, p. 126; Sambricio, Valentín de,
Tapices de Goya, Madrid, Patrimonio
Nacional, Archivo General de Palacio,
1946; Morales y Marín, J.L., ed., «Pin-
tores cortesanos de la segunda mitad
del siglo xviii (Documentos)», Colec-
ción de Documentos para la Historia
del Arte en España, Real Academia de
126 Bellas Artes de San Fernando, Madrid,
1991, vol. VII; Cruz Valdovinos, J.M.,
«Precios y salarios en Goya», Congreso
Internacional «Goya 250 años después.
1746-1996, Museo del Grabado Espa-
ñol Contemporáneo (Marbella, abril, efecto, más gruesos, cuyo principal inconve- 1814, el mismo año que el retrato de Pa-
1996), Madrid, 1996, pp. 285-297. niente era el limitado ancho que daban. En lafox: El 2 de mayo de 1808 en Madrid: la
23
Cruz Valdovinos, J.M., 1996,
el siglo xviii se cuentan entre estos los «angu- lucha de los mamelucos y en El 3 de mayo en
pp. 285-297.
24
Garrido, Carmen, «El retrato de La
lemas», los «lienzos de la Coruña» y los «gin- Madrid: los fusilamientos en la Moncloa de
condesa de Chinchón: estudio técnico», gaos», aquellos que Palomino consideraba Príncipe Pío, ambos de 2,68 metros de alto
Boletín del Museo del Prado, T. XXI, más apropiados como soporte de pinturas, a y 3,47 de ancho. También lo empleó en el
n.º 39, 2003, 44-53. Mª Teresa Ro- los que habría que añadir los «lienzos de San Cristo crucificado (1780) y en La Condesa de
dríguez Torres incluye también El Jorge», «de Aragón» o «de la Rosa» que re- Chinchón (1800)24, dos cuadros con un an-
Marqués de Bondad Real, de la Hispa-
gistran los archivos reales para forraciones de cho así mismo superior a los dos metros. Por
nic Society y María Luisa de Parma,
del Museo de Bellas Artes de Bilbao,
cuadros o para los cartones de tapices22. Sus el contrario, para La Familia de Carlos IV,
Rodríguez Torres, M.T., «Economía precios eran baratos, entre 4 y 7 reales la vara, otra obra de grandes dimensiones, empleó
de guerra en Goya. Cuadros pintados mientras que «mantel ancho fino», que Goya tela de cáñamo de ligamento simple. Al te-
con cañas», Congreso Internacional empleó excepcionalmente para los cartones ner estas últimas telas menor anchura (117
«Goya 250 años después. 1746-1996», en 179823, costó 18 reales la vara, como se ve centímetros especifica en su estudio Carmen
Marbella, 10-13 de abril de 1996.
una tela más cara que las anteriores. Garrido), Goya tuvo que recurrir a la costu-
Madrid, 1996, pp. 131-149.
A pesar de sus preferencias, Goya usó ra de tres piezas en horizontal25. Lo mismo
25
Garrido, Carmen, «Cómo se pin-
tó el retrato de La familia», en Mena mantel en un número no pequeño de cua- ocurre en La Asunción de la iglesia de Chin-
Marqués, M., ed., p. 299. dros, y concretamente en dos realizados en chón, realizado hacia el año 1812, un gran
cuadro de 2,93 x 2,42 metros compuesto 26
Informe de restauración del IPHE
por tres piezas de tela cosidas verticalmente. realizado por Rocío Salas y Rocío
Bruquetas, año 1993.
Dos de ellas tienen el ancho máximo de la 27
VVAA, Francisco de Goya. Juan Mar-
pieza de origen, 117 centímetros, una medi- tínez el Empecinado. Examen técnico y
da habitual para este tipo de telas26. restauración, Aino Gakuin Institute, Ma-
Los análisis detectan la presencia de un drid, 1997, pp. 19, 23; Gómez González,
encolado previo con cola animal que, si- Marisa y Rodríguez Torres, María Teresa,
guiendo los usos convencionales, propor- «La Asunción de Goya de la Parroquial
de Chinchón: estudio histórico y técni-
ciona a la tela el apresto necesario para
co», I Congreso Internacional Pintura
recibir los estratos pictóricos, práctica que
Española del siglo xviii, Fundación Museo
se encuentra así mismo en otros cuadros del Grabado Español Contemporáneo
estudiados de Goya27. También en el modo (Marbella, 15-18 de abril de 1998), Ma-
de hacer la imprimación repite fórmulas ya drid, 1998, pp. 515-528; Cano Cuesta,
constatadas28. Aplicada en dos o tres manos, Marina, Goya en la Fundación Lázaro
Galdiano, Fundación Lázaro Galdiano,
en este caso apenas diferenciadas, su color
Madrid, 1999, Garrido, C., 2002, p.
rojo anaranjado se debe a la utilización de
299; Garrido, C., 2003, pp. 44-53;
una greda de color rojo intenso, mezclada 28
Ver cita anterior.
con albayalde y minio, dos pigmentos que 29
Se ha detectado en El Aquelarre,
Figura 13. Imagen radiográfica. Detalle del ligero cam-
le proporcionan una tonalidad más clara a bio de perspectiva en el bicornio. El Conjuro, Santa Isabel de Portugal
la vez que aceleran el secado, y molida con curando las llagas a una enferma y San
velan un relieve superficial producido por la Hermenegildo en la prisión, del Museo
aceite de linaza. El albayalde empleado es
Lázaro Galdiano (Cano Cuesta, M., 127
una clase de baja calidad, según se puede huella del instrumento con que fue aplicada
1999, pp. 89, 95, 101 y 106) y en el
deducir por la presencia de caliza dolomíti- la imprimación. En la radiografía se puede Retrato de joven con sombrero y Dama
ca, carga inerte que normalmente se utiliza distinguir la orientación de las aplicaciones con mantilla del Museo de Zaragoza
como absorbente de color, pero que en este e, incluso, la utilización de dos tipos dife- («Caracterización de materiales y es-
caso, como en otras obras de Goya en que rentes de instrumentos, uno de filo recto y tudio de la técnica de ocho pinturas
también aparece asociada al albayalde, es otro más redondeado. Hay que recordar que del Museo de Zaragoza atribuidas a
Goya y su entorno», Informe de Quí-
probable que se trate de una simple impu- Goya, como era frecuente entre los maes-
mica del I.P.H.E. realizado por Mari-
reza o adulteración del pigmento blanco29. tros pintores, encargaba esta operación a los sa Gómez y Dolores Gayo en 1999.
Por otro lado, Palomino señala la costumbre «imprimadores» que tenía a su servicio32. 30
Palomino, A., 1988, T.II, p.130.
de utilizar gredas locales para estos fines y, La primera fase del proceso creativo, el 31
Ocurre por ejemplo, con la Asun-
en concreto, destaca la «tierra de Esquivias» dibujo preparatorio, no siempre se puede ción de Chinchón y el retrato de
usada por los pintores madrileños, un barro detectar con las técnicas empleadas en los María Luisa de Parma de Tabacalera
(actual Altadis), hoy depositados en
procedente de esta localidad toledana que se estudios físicos. Esto puede ser debido a las
el Archivo de Indias de Sevilla.
empleaba para aclarar el vino30. propiedades físicas del material con el que 32
La documentación referente a los
Como es usual en otros cuadros de Goya, se ha ejecutado el dibujo, o simplemente a gastos de los cartones para tapices
la imprimación no se alisó después de ser la forma de bosquejar del autor. A simple menciona, por ejemplo, a Alexan-
extendida, una costumbre que los manuales vista se observaban unos trazos negros, más dro Cittadini, que le proporcionó
recomendaban realizar con piedra pómez definidos en la reflectografía, que delinean durante algunos años los bastidores
y lienzos imprimados, o al moledor
con el fin de eliminar las marcas dejadas el contorno del caballo, y que podrían co-
Pedro Gómez, quien también parece
por la «imprimadera» o «cuchilla»31. En este rresponder a un esbozo previo o encaje de la
que en ocasiones se dedicaba a impri-
caso no resulta tan evidente a simple vista, composición hecho a pincel. En el examen mar. Sambricio, 1946; Diplomatario,
pero las fotografías de las micromuestras re- reflectográfico, del que se tomó un registro 1981; Morales y Marín, 1991.
modelo previo, o bien porque su memoria vi-
sual, su decisión y, por supuesto, su genio, le
permiten ejecutar con certeza y rapidez. Sin
embargo, la existencia de un estudio del na-
tural de la cabeza y un borrón al óleo de la fi-
Estudio técnico de Fernando VII a caballo de Francisco de Goya
como en las de sombras, por lo que se pien- recordar la tan comentada incapacidad de
sa que es aplicando ligeras veladuras sobre Goya para representar los caballos.
ellas como consigue el autor ese efecto tan En cuanto a los pigmentos utilizados, 129
característico observado en los fondos de Goya mantiene en esta obra las mismas ga-
muchas de sus obras, especialmente en los mas y mezclas que aparecen en otras ya es-
retratos, en los que las nubes, pintadas sobre tudiadas. Los fondos azulados del cielo y las
estas pinceladas, son muy fundidas y trans- montañas se han realizado en capas finas con
miten su particular aspecto algodonoso. mezclas variables de azul de Prusia y albayal-
Las montañas y la luz del horizonte, fuer- de, añadiendo ocre para acentuar el tono ver-
temente empastadas, destacan por su gran doso, negro carbón para agrisar y, en el caso
absorción radiográfica sin percibirse los es- de las montañas, laca roja para conseguir un
tratos inferiores. Aparte de estos y otros em- tono violáceo. El color rosado amarillento
pastes aplicados para intensificar la luz en del primer plano lo realiza con una mezcla de
los detalles de la indumentaria, en el rostro tierras de siena y albayalde, que combina con
del rey (fig. 15) y en el hocico del caballo, el fondo rojizo de la imprimación (fig. 16).
sólo se ha aplicado una capa gruesa de pin-
tura en la zona del cuerpo del animal. Los
primeros corresponderían a la última etapa
del retoque y son pinceladas rápidas y pun-
tuales, apenas sugeridas, mientras que en el
caso del cuerpo del caballo la pintura está Figura 16: Microfotografía de la muestra
azul oscuro mediante MO con luz inci-
más envuelta y su grosor parece obedecer, en
dente. Preparación rojiza (1), copa pictó-
cambio, a la simple insistencia con la brocha rica de albayalde y azul de Prusia (2) y
para obtener el resultado deseado. Hay que barniz (3).
Estudio técnico de Fernando VII a caballo de Francisco de Goya
con Holanda, en el principal país fabricante tanco, un pigmento cuya renta estaba con-
de pigmentos, y eran especialmente famosos trolada por la Real Hacienda y que desde el
los azules y verdes de cobre artificiales, lla- siglo xvii formaba parte de las llamadas Siete
mados ambos «verditer». Quizá también se Rentillas junto con la pólvora, el azufre, el
trate de un verde artificial el que denominan plomo, la almagre, los naipes y el lacre. Entre
«verde cristalizado». las tierras encontramos también una gran va-
La importancia de Inglaterra, junto con riedad. Siguen utilizándose las tierras de Sie-
Holanda, como principal país productor y na, o la siempre famosa sombra de Venecia, un
exportador de pigmentos se refleja en otras pigmento especialmente indicado para ma-
denominaciones, como el carmín de Ingla- tizar las sombras de las encarnaciones; pero
terra. En el siglo xviii se imponen las lacas también se mencionan tierras locales. Es el
rojas fabricadas en este país y también las de caso del ocre oscuro de Murcia (en listados de
Francia (laca de París), obtenidas fundamen- fechas anteriores figuran el ocre de Valencia y
talmente a partir de la cochinilla, el brasil y ocre de Calamocha), una tierra amarilla que,
la rubia. El quermes (kermes) se había aban- junto con otras de color rojo, se extraían de
donado en el siglo xvi ante el empuje de la las localidades murcianas de Cartagena, La
132
grana cochinilla. Esta se seguía importando Unión, Águilas y, sobre todo, Mazarrón, en
masivamente de México en el siglo xviii, donde se obtenía, como residuo de la fabri-
pero los centros europeos de producción de cación del alumbre, el famoso almazarrón o
lacas rojas –entre los que sigue destacando almagre (tierra roja rica en óxido de hierro).
Florencia– acapararán, como sucede con Como epílogo, cabe decir que la participa-
muchos otros materiales, su fabricación y ción de distintos especialistas, una dinámica del
distribución. En las listas figuran, sin em- I.P.H.E. del que este estudio es sólo un ejemplo
bargo, algunos carmines con otras denomi- más, ha permitido examinar la obra desde dis-
naciones: carmín de clavillo, carmín en tabla tintos ángulos, cada cual desde el que su área
(quizá en este caso el nombre se refiera a la de conocimiento le capacita. Ello ha propor-
presentación), o carmín de Valencia. Este cionado una diversidad de visiones que, anali-
último ya aparece en documentos del siglo zadas conjuntamente y de manera contrastada,
40
Verdes de cobre tipo cardenillo
xvii; hay que pensar que la producción de enriquece sin duda el estudio de esta obra. Un
utiliza en la Consagración de San Luís
Gonzaga, en la Dama con matilla y en
lacas rojas se relaciona normalmente con enriquecimiento que se ha visto favorecido por
el Sueño de San José, del Museo de Za- centros tintóreos, ya que muchas se obte- la experiencia adquirida en el I.P.H.E. tras el
ragoza y en El Descendimiento de Cris- nían a partir de telas teñidas con colorantes estudio de alrededor de sesenta obras de Goya
to del Lázaro Galdiano. Ver cita 29. rojos (las «tundiduras»)41. que han sido analizadas en los últimos años.
41
La muestra necesaria para identi-
ficar una laca roja es impensable en
una obra tan relevante y en tan exce-
lente estado de conservación, por lo
que no se ha podido conocer la natu-
raleza del colorante de origen.
La paleta de Sorolla a través de algunas
pinturas analizadas de museos y colecciones
David Juanes
Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales
Marisa Gómez
Instituto del Patrimonio Histórico Español
Con la colaboración de Montse Algueró y Ángela Arteaga
Instituto del Patrimonio Histórico Español
Tipos de preparación
Figura 4. Sección transversal de la muestra SC1 –Clotilde leyendo– Rojo intenso Figura 5. Sección transversal de la muestra SG3 –El Grutesco– Amarillo de las
falda, borde inferior. 1. Imprimación blanca de albayalde y calcita. 2. Capa parda plantas, zona derecha: 1. Impregnación de la tela e imprimación gris. 2. Matices
de albayalde, tierras y trazas de negro de huesos. 3. Capas azuladas muy claras. Al- amarillos más claros, oscuros y verdosos. Amarillo de cadmio, amarillo orgánico,
de museos y colecciones
bayalde y verde viridiana. 4. Distintos tonos pardos a verdosos de tierras, albayalde, verde de cromo (viridiana), albayalde y blanco de cinc. 3. Capa grisácea de suciedad
hematites, verde viridiana y verde París. 5. Capas verde-azuladas de albayalde, azul superficial.
de ultramar y verde viridiana. 6. Capa roja de bermellón.
136
Figura 6. Sección transversal de la muestra STB3 –Trata de Figura 7. Sección transversal de la muestra SF1 –Fuente árabe– Verde amarillento, empaste superficial
blancas– Azul ventana: 1. Preparación: albayalde y calcita enredadera borde izquierdo. Matices verdes y amarillos dados en fresco: amarillo orgánico y trazas de
2. Capa parda en tres manos, la intermedia más clara: tierras amarillo de cadmio, albayalde y bermellón.
y albayalde 3. Capa azul (3b) a violeta claro en varias manos
(3b): albayalde y azul cobalto
sos aspectos relacionados con la técnica de clados sobre el lienzo, trabajando de forma
ejecución del autor. muy rápida. En estos casos se puede decir
Existe variación de los espesores de las que pinta en fresco, sin que haya una separa-
capas pictóricas, como se puede comprobar ción nítida entre las capas, de modo que una
en el estudio de las secciones transversales pincelada arrastra a la anterior (figs. 5 a 7).
(fig. 4). Su grosor varía desde capas muy finas Se constatan superposiciones y mezclas no
a espesores considerables en los empastes. tradicionales, aplicando a veces una pincelada
Hay diferencias en la aplicación de las ca- opaca sobre una veladura transparente, capas
pas pictóricas. Se dan zonas donde las capas donde los pigmentos presentan una tonalidad
aparecen bien definidas y separadas entre sí bien definida y capas donde el autor realiza mez-
y otras donde los pigmentos han sido mez- clas complejas de distintos colores (figs. 8 a 11).
Sorolla pinta al óleo, aglutinando los nueces en el verde y linaza en el blanco en
pigmentos con diferentes aceites secantes: Fuente árabe.
adormideras, linaza, linaza cocido, nueces y Las imprimaciones están aglutinadas con
nueces cocido. En algunos casos emplea más aceites que coinciden con los de la capa pic-
de un aceite para pintar una misma obra. tórica, como en Trata de blancas o en Marqués
Por ejemplo, utilizó linaza cocido y nueces de la Vega Inclán, o distintos, como en Busto de
en Trata de blancas, linaza en el blanco y hombre, donde usó aceite de linaza en la pre-
adormideras en el rojo en Clotilde leyendo, paración y adormideras en la capa pictórica.
Figura 8. Sección transversal de la muestra STB2 –Trata de Figura 9. Sección transversal de la muestra SM2 –Muchacho valenciano– Azul pantalón. 1. Capa infe-
blancas– Verde sobre fondo rojo, pañuelo de la cabeza:1. pre- rior azul verdosa a gris. 2. Albayalde, azul cobalto, amarillo orgánico, verde París, minio y negro de huesos. 137
paración blanca: albayalde y calcita. 2. capa parda oscura: 3. Capa más rosada con albayalde, bermellón, hematites y tierra de sombra. 4. Capa azul de albayalde y
negro de huesos, tierras y pequeñas cantidades de verde viri- azul de Prusia.
diana, albayalde y azul cobalto. 3. capa roja laca roja fijada
sobre alúmina y pequeñas cantidades de albayalde y anaran-
jado de cadmio. 4. capa roja de naturaleza orgánica - laca
roja fijada sobre alúmina. 5.– capas verde (5 a) a azulada:
verde viridiana, ocre y amarillo orgánico
Figura 10. Sección transversal de la muestra SI5 –Una Figura 11. Sección transversal de la muestra SI3 –Una investigación– Verde del líquido del frasco inferior
investigación– Amarillo, líquido de un tubo de ensayo. izquierdo. 1. Imprimación gris rosada. 2. Verde orgánico fijado sobre alúmina, albayalde, trazas de ber-
1. Imprimación gris a rosada. 2. Capas verdes y amarillentas mellón y barita.
extendidas en fresco. 3. Albayalde, barita, amarillo y verde
orgánicos fijados sobre alúmina.
La paleta de Sorolla siempre está en el límite entre la suspensión
y la dispersión coloidal (emulsión), aunque
La paleta, a lo largo de toda la vida del ar-
también se han encontrado tamaños de par-
tista, incluye nuevos productos de la era in-
tícula considerablemente mayores.
dustrial y pigmentos tradicionales. Junto al
albayalde o el bermellón encontramos ama-
Blancos
La Paleta de Sorolla a través de algunas pinturas analizadas
Amarillos
La paleta de Sorolla es rica en pigmentos
Figura 12. Espectro EDX de la capa blanca de preparación de la muestra SC1. Destaca la presencia de los amarillos, identificándose cinco diferentes:
picos asociados al plomo.
el ocre, el amarillo de Nápoles, el amarillo
de cromo, el amarillo de cadmio (fig. 13)
y un pigmento de naturaleza orgánica. El
pintor se decanta por el amarillo de cro-
mo y el amarillo de cadmio como se puede
comprobar en la tabla I. Se han identificado
por ejemplo en Contadina de Asís, María
en el Pardo y en el Retrato de Louis Comfort
Tiffany entre otros, por lo que son dos pig-
mentos que Sorolla empleó a lo largo de su
carrera. De la tabla I también se deduce que
emplea con menor frecuencia la laca ama-
rilla. Ésta se ha identificado en obras como
Muchacho valenciano, Fuente árabe y After
the bath entre otras, y mezclada con ocre en
Trata de blancas. Solamente en la obra Busto
Figura 13. Espectro EDX de la capa amarilla de la muestra SG3. Destaca la presencia de los picos asociados de hombre se ha detectado la presencia de
al cadmio. amarillo de Nápoles.
Figura 14. Sección transversal de la mues-
tra SH1 Busto de hombre - Pincelada
amarilla, borde inferior. Albayalde, blan-
co de cinc y yeso. Amarillo de Nápoles y
amarillo orgánico fijado sobre alúmina.
Rojos
Se han identificado cuatro pigmentos rojos
en este conjunto de obras: bermellón, rojo
de cadmio, laca roja y rojo inglés.
139
El bermellón es el pigmento rojo más
utilizado de los cuatro, seguido de la
laca roja. El pintor, generalmente, em-
pleó un único pigmento rojo en cada
Figura 15. Espectro EDX de la capa roja de la muestra SC1. Destaca la presencia de los picos asociados al
obra. De este modo, utilizó el bermellón mercurio y al azufre del bermellón.
en Muchacho valenciano, Contadina de
Asís, Clotilde leyendo (fig. 15), Playa de
Valencia a la luz de la mañana, Fuente
árabe o Mrs. Ira Nelson Morris and her
children entre otros. La laca roja la usó
por ejemplo en Trata de blancas, mien-
tras en El doctor Simarro empleó el rojo
de cadmio.
En las ocasiones en las que aparecen dos
rojos en la misma obra, uno de ellos es el
bermellón. En la obra Una investigación
aparece junto con la laca roja, y en la obra
María en el Pardo, con el rojo de cadmio.
Destaca el caso de la obra Marqués de la
Vega Inclán en el que se identifican tres
pigmentos rojos: bermellón, laca roja y Figura 16. Espectro EDX de la capa azul de la muestra SM2. Se caracteriza por la presencia de cobalto y
rojo inglés. aluminio (azul cobalto).
Prusia, azul cerúleo, azul cobalto (fig. 16)
y ultramar artificial. El pintor tiende a em-
plear estos dos últimos ya que son lo que
se hallan en un mayor número de obras a
lo largo de las tres etapas del artista. El azul
cobalto lo empleó entre otros en Trata de
La Paleta de Sorolla a través de algunas pinturas analizadas
Pardos
Sorolla empleaba pigmentos pardos basados
en un compuesto de hierro (tierras) en su
paleta. En ocasiones los modificaba aña-
diendo otros pigmentos en función de la
tonalidad que pretendiera obtener. Así, por
ejemplo, añadió bermellón en algunas zonas
pardas de Los pimientos con el fin de obtener
un pardo más rojizo, mientras que en otros
casos mezcló un compuesto de cobre junto
con las tierras, mezcla que se ha encontrado
en las obras Mrs. Ira Nelson and her children Figura 20. Espectro EDX de la capa morada de la muestra SG1. Se caracteriza por la presencia de
y Niños en la playa entre otras. fósforo y manganeso (violeta de manganeso).
violeta mediante EDXRF sugiere que em- Sorolla y Bastida que reflejan la trayectoria
pleó violeta de cobalto aunque no se puede artística del pintor. Los resultados obteni-
descartar una mezcla de azul cobalto con dos aportan una información inestimable a
un pigmento rojo orgánico y albayalde. El restauradores, conservadores e historiadores
último de los pigmentos violetas se ha iden- que servirá para trabajos y estudios futuros.
tificado en Idilio en la playa. Su estudio con
La Paleta de Sorolla a través de algunas pinturas analizadas
Elenita jugando
Albayalde Alúmina
1897 Blanco Aceite de
Tierras (orgánicos),
89 cm x 66 cm Albayalde linaza
Negro carbón barita
Casa-Museo Sorolla
Albayalde
Gris a Amarillo de cromo
Una investigación
rosado claro Bermellón, laca roja Calcita, yeso,
1897 Aceite de
Albayalde, Azul ultramar alúmina
122 cm x 151 cm nueces (azul)
tierras y Verde orgánico (orgánicos)
Casa-Museo Sorolla
hematites Tierras, hematites
Negro de huesos
Albayalde
Clotilde leyendo Bermellón Aceite de
Blanco
1900 Azul ultramar artificial linaza (blanco)
Albayalde y
60.5 cm x 100.5 cm Verde viridiana, Verde París A. adormideras
calcita
Casa-Museo Sorolla Tierras, hematites (rojo)
Negro carbón
Albayalde
Amarillo de cadmio
Los Pimientos Azul orgánico / ultramar art. i
1903 Verde viridiana
93 cm x 130 cm Minio o pigmento orgánicoi
Hispanic Society of America Violeta de manganeso
Tierras
La Paleta de Sorolla a través de algunas pinturas analizadas
Negro orgánicov
Rocas del cabo de Javea
Albayalde
1905
Azul cobalto
Hispanic Society of America
Blanco Albayalde
Joaquín y su perro
Blanco de cincRojo inglés (tierra roja)
1906 Calcita, barita Nueces cocido
y calcita Azul ultramar artificial
180 cm x 79.5 cm
Linaza cocido Verde viridiana
Albayalde, blanco de cinc
Beige Amarillos de cromo y de cadmio
María en el Pardo
Albayalde, Bermellón, rojo de cadmio
1907
barita, tr. Azul cobalto, azul ultramar
63 cm x 92 cm ¿barita?)
blanco de cinc, art. ¿?
de museos y colecciones
Universidad Complutense
tr. amarillo de Verde París
de Madrid
cadmio Tierras
Negro carbón
El Grutesco Albayalde, blanco de cinc
Gris claro
1908 Ocre, amarillos de cromo y de
Albayalde y A. linaza
68.5 cm x 53.5 cm cadmio
negro carbón
Casa-Museo Sorolla Violeta de manganeso
Amarillo de cadmio, amarillo
orgánico
Fuente árabe Blanco A. nueces
Bermellón
1908 Albayalde y (verde)
¿Azul orgánico?
144 69.5 cm x 45 cm calcita A. linaza
Anaranjado cadmio
Casa-Museo Sorolla A. linaza (blanco)
Verde París, verde viridiana
Tierras
Albayalde
Bermellón
Playa de Valencia a la luz Azul cobalto
de la mañana Comp. de cobalto y comp. de
1908 cobreii
76 cm x 105 cm Verde viridiana, comp. de cobreiv
Hispanic Society of America Minio
Tierras
Violeta de manganeso
Albayalde
Blanco Amarillo de cadmio
Idilio en el mar
Albayalde, Bermellón
1908
litopón y Azul cobalto
151 cm x 193,3 cm
comp. de Verde viridiana, comp. de cobreiv
Hispanic Society of America
calcio Tierras
Violeta de manganeso
Albayalde
Amarillo de plomo/orgánicoi
After the bath
Minio o pigmento orgánicoi
1908
Azul orgánico/ultramar art. i
176 cm x 111 cm
Verde viridiana, comp. de cobreiv
Hispanic Society of America
Tierras
Violeta de manganeso
Albayalde
Azul cobalto
Niños en la playa Comp. de cobalto y comp. de
1910 cobreiv
118 cm x 185 cm Comp. de cobreiv
Hispanic Society of America Tierras
Violeta orgánico/ultramari
Negro orgánicov
Título, fecha y dimensión Imprimación(*) Pigmentos(**) Cargas inertes Aglutinante
pictórico
Amarillo orgánico
Bermellón, laca roja
Marqués de la Vega Inclán
Blanco Rojo inglés (tierra roja)
1910
Albayalde Azul cobalto Nueces cocido
58 cm x 93 cm
Nueces cocido Verde viridiana
Museo del Greco
Tierras
Negro de huesos
Alfonso XIII, Rey de España Beige
Albayalde
1911 Albayalde,
Bermellón
98,2 cm x 69 cm tierras y comp.
Hispanic Society of America de calcio
Albayalde, blanco de cinc
Amarillo de cadmio, amarillo
cromo/zinci
Retrato de Louis Comfort
Bermellón
Tiffany
Azul cobalto, azul cerúleo
1911
Azul orgánico / ultramar art. i
150,5 cm x 225,5 cm
Verde viridiana, comp. de cobreiv
Hispanic Society of America
Tierras
Violeta de cobalto/azul cobalto
y minioi
Albayalde
Mrs. Ira Nelson Morris and
Amarillo de plomo/orgánicoi
her children
Bermellón
1911
Comp. de cobreiv
221,2 cm x 169,3 cm
Tierras
Hispanic Society of America
Negro orgánicov
Juan Ramón Jiménez Beige
1916 Albayalde,
Tierras
110,4 cm x 79,9 cm litopón
Hispanic Society of America y tierras
Leonardo Torres Quevedo Albayalde 145
1917 Amarillo de plomo/orgánicoi
125,8 cm x 100,3 cm Azul cobalto
Hispanic Society of America
Beige
José Ortega y Gasset
Albayalde,
1918 Verde viridiana
litopón, tierras
82 cm x 124,7 cm Tierras
y comp. de
Hispanic Society of America
calcio
Albayalde
Amarillo de cadmio
Bermellón
Ayamonte (Huelva). La Azul cobalto
pesca del atún Comp. de cobalto y comp. de
1919 cromoiii
348 cm x 485 cm Verde viridiana
Hispanic Society of America Violeta de cobalto/azul cobalto
y minioi
Tierras
Negro orgánicov
Beige
Ramón Pérez de Ayala
Albayalde, Albayalde
1920
litopón, tierras Tierras
105,5 cm x 81 cm
y comp. de Negro orgánicov
Hispanic Society of America
calcio
Albayalde, blanco de cinc
Escaldando la uva (cartón)
Compuesto de Amarillos de cromo y de cadmio
Universidad Complutense ¿barita?
bario Bermellón
de Madrid
Azul cobalto, Azul montaña
La Paleta de Sorolla a través de algunas pinturas analizadas
146
de museos y colecciones
Aplicación de métodos de análisis sin toma
de muestra en fotografía histórica.
Estudios de una colección procedente del Museo Sorolla
Documentos del IPHE, a quien agradece- la disposición más adecuada en cada caso.
mos la colaboración y disponibilidad para Tiene también un sistema láser para in-
este estudio analítico. dicar del punto de análisis y un sistema de
seguridad con sensor de movimiento.
La colección analizada consiste en 23
Metodología de análisis fotografías en blanco y negro procedentes
del Museo Sorolla (Madrid). El soporte de
El equipo de fluorescencia de rayos X uti- todas ellas es papel, generalmente sustenta-
lizado consta de un generador de rayos X das o adheridas a un cartón que las confiere
compuesto por un tubo de rayos X EIS s.r.l. mayor rigidez y facilita su manipulación.
con ánodo sólido de paladio, refrigerado Todas ellas son positivos fotográficos en so-
por aceite, de voltaje variable entre 0 y 30 porte papel pero su aspecto indica que co-
kV, salida de haz de rayos X través de una rresponden a tipos diferentes de procesos
ventana de berilio y sistema de colimación fotográficos y a épocas diversas. Observa-
que proporciona un haz de rayos X de diá- das en la lupa binocular a 30x se constatan
metro variable no superior a 5 mm a una diferencias en la estructura física. En unos
distancia de 1 cm. casos se aprecia una capa de preparación
El detector seleccionado para esta confi- que ha facilitado la distribución uniforme
guración experimental es un AMPTEK XR- del metal para la formación de la imagen;
148
100 CR refrigerado por Peltier, de 7 mm2 de en otros, la inexistencia de emulsión per-
sección, 300 µm de espesor, 0.3 milésimas mite observar las partículas formadoras de
de pulgada de ventana de berilio, y 162 eV la imagen impregnando directamente el
de FWHM para la línea de 5.9 keV. papel soporte.
El sistema de adquisición se escogió La información recogida con EDXRF
un conversor analógico-digital AMPTEK permite identificar los elementos forma-
MCA 8000A externo, ligero y de peque- dores de la imagen, elementos metálicos
ño tamaño compatible con la portabilidad preparadores del papel fotográfico y ele-
del espectrómetro, optimizado con la señal mentos utilizados en el virado que ocasio-
procedente de la electrónica del detector, nalmente realiza el fotógrafo. Los estudios
con conexión mediante puerto serie a un analíticos se han realizado a 30 kV, 20 µA,
PC portátil. 500 s, y en disposición geométrica obli-
El sistema está montado en un soporte cua, lo que permite una aproximación de
mecánico portátil de modo que la fuente de 1 cm. entre detector y placa. En todos los
rayos X y el detector se sitúan en un mismo casos se han considerado diferentes pun-
plano horizontal y de forma que, para un tos de análisis en zonas oscuras y claras.
flujo de fotones incidente, el ángulo sóli- Al estar mayoritariamente adheridas a un
do que subtiende el detector coincida con cartón, la interpretación adecuada de los
los rayos X característicos emitidos por el resultados requiere del análisis también
material objeto de estudio. La distancia de del soporte para discriminar su señal de
trabajo muestra-detector es de 1,5 cm. No la recibida de los elementos propios de la
obstante, todo el sistema es desmontable, lo fotografía.
Resultados
Figura 3. a) Detalle de la modificación del área correspondiente a la línea La de la plata entre esos
dos puntos; b) detalle de la detección del área correspondiente a la línea Ka de la plata comparado
entre los dos puntos.
Figura 6. Imagen fotográfica del estudio de Sorolla, n.º de inventario 80009 Figura 7. Áreas de pico del espectro EDXRF detectadas para cada elemento de
(Reg. IPHE 23008-1) la fotografía 80009
Imagen de plata con bario y viraje de oro
Aplicación de métodos de análisis sin toma de muestra en fotografía histórica
Figura 9. Comparación de los espectros EDXRF obtenidos para un punto os- Figura 10. Comparación de los espectros EDXRF obtenidos para un punto
curo y otro del soporte. oscuro y otro claro. Como se puede observar, en el punto oscuro hay una mayor
concentración de oro.
Los elementos detectados en este caso median-
te EDXRF son los representados en la figura 12
de modo que se pueda comparar las intensidades
de cada elemento en el soporte de la fotografía,
un punto oscuro y otro claro de la misma.
Del estudio del espectro obtenido se de-
duce que el P y el Pt no se detectan en el
cartón, solamente en la imagen fotográfica,
y además con mayor concentración en las
zonas oscuras que en las claras de la foto-
grafía, lo que indica que intervienen como
formadores de la imagen. Otros elementos
presentes se encuentran en imagen y sopor-
te en semejantes concentraciones.
La misma interpretación podemos aso-
ciar a la fotografía 80681, cuyo espectro se
presenta en la figura 13.
Figura 11. Imagen fotográfica, n.º de in-
ventario 81207 (Reg. IPHE 23008-13)
Imagen de plata con barita y con viraje
de platino El estudio del espectro (fig. 15) nos per-
Otro caso identificado corresponde a la fo- mite concluir que la fotografía tiene una
153
tografía inventariada con número 80242 capa de barita y que la plata, el platino y el
(Reg. IPHE 23008-7) de la figura 14. Re- fósforo están presentes en las zonas de for-
presenta a la familia de Sorolla, su mujer y mación de imagen, en mayor medida en las
su hijos, y está realizada por su suegro, ra- zonas más oscuras. El elemento formador es
zones que probablemente influyeran en la la plata y el proceso se ha mejorado median-
calidad técnica de esta imagen. te un viraje de platino.
Figura 12. Áreas de pico del espectro EDXRF detectadas para cada elemento Figura 13. Comparación de los espectros EDXRF obtenidos para un punto
de la fotografía 81207. oscuro y otro claro que muestra claramente la presencia de platino.
presenta mayor concentración de mercurio,
platino y fósforo que los de la zona clara.
Aplicación de métodos de análisis sin toma de muestra en fotografía histórica
Conclusiones
Figura 15. Comparación de los espectros EDXRF obtenidos para un punto Figura 16. Comparación de los espectros EDXRF obtenidos para un punto
oscuro y el soporte. oscuro y el soporte.
abundantes en la naturaleza y presentes con ración de áreas de pico correspondientes a las
intensidades semejantes en los soportes y en líneas La de la plata y el paladio, lo que con-
los diferentes puntos de zonas claras y oscu- duce finalmente a poder afirmar si la plata es
ras analizados. Por tanto, por sí mismos, no el elemento formador de la imagen o no.
tienen relevancia para identificar los procesos Otro ejemplo importante es la detección de
de formación de la imagen fotográfica. El es- oro y su atribución como virador de la imagen.
troncio aparece habitualmente como impu- Los virajes químicamente son adiciones de sa-
reza asociada al calcio y al bario. De hecho, se les, en este caso cloruro de oro, que reaccionan
detecta con más intensidad cuanto mayores con la plata superficial produciéndose la susti-
son los picos asociados a estos elementos. El tución de átomos de plata por átomos de oro.
fósforo es un elemento que sólo se detecta El resultado final es una mayor estabilidad de la
en las fotografías con platino, probablemen- imagen porque las aleaciones de plata son más
te como impureza asociada a este elemento resistentes a procesos de oxidación reducción
relacionada con su proceso de obtención. El que la plata metálica [Penichon, 1999], y tam-
azufre puede ir asociado a los componentes bién una cierta modificación del tono general
químicos de la fotografía, al papel soporte que se aprecia visualmente, y cuyo resultado
y también proceder de contaminación am- final depende del tamaño de las partículas y de
biental, por lo que es difícil interpretar su su composición [Reilly, 1986]. La detección
presencia en cada caso. El resto de elementos de oro por sí misma no permite concluir que
detectados son los que deben ser analizados haya un viraje porque en ocasiones los marcos
especialmente para obtener información so- de las fotografías tienen bordes decorativos de
155
bre el tipo de fotografía analizada, que en este oro que ha podido arrastrarse con el tiempo y
grupo de fotografías son plata, platino, oro, la manipulación hacia otras zonas de la foto-
bario y mercurio. Hay que recordar que la grafía. Sin embargo, si el oro se detecta siempre
identificación del proceso fotográfico es muy en mayor medida en zonas oscuras que claras,
importante para la conservación y las estrate- conclusión que se obtiene mediante la compa-
gias de almacenamiento y exposición de estos ración de los espectros obtenidos en el análisis
delicados bienes culturales. de diferentes puntos de una misma fotografía,
En el transcurso del estudio realizado en sí podemos afirmar que se trata de un viraje
muchos puntos de análisis diferentes, se ha porque donde hubiera más plata, después del
confirmado la importancia de mantener una viraje ha de encontrarse más oro.
configuración experimental semejante que El bario puede encontrarse en los papeles
permita una adecuada interpretación de los de finales del XIX y también del XX como
espectros. Si bien es cierto que no se persi- impureza. Pero también su detección es de
gue un resultado cuantitativo de elementos importancia en fotografía porque hay una
presentes en la fotografía, esta metodología sí forma de preparación del papel fotográfico
permite realizar comparaciones entre las in- que consiste en la adición de una capa de
tensidades detectadas para un mismo elemen- gelatina mezclada con sulfato de bario, de-
to en diferentes puntos de una fotografía. El nominada barita, directamente sobre el papel
resultado de estas comparaciones ofrece una soporte. Esta capa empezó a utilizarse en la
muy valiosa información para identificar los década de 1880 para evitar que las sustancias
procesos fotográficos de que se trate en cada formadoras de la imagen penetraran en las
caso. El mejor ejemplo de esto es la compa- fibras del papel, como sucedía en albúminas
y platinotipos, entre otros. De esta manera, baños en ácido clorhídrico que sufre el pa-
su utilización entre el papel y la emulsión, pel al final del proceso unido a la presencia
Aplicación de métodos de análisis sin toma de muestra en fotografía histórica
gelatina o colodión, proporcionaba brillo y del platino que actúa como catalizador de
contraste, aislaba la emulsión de las impure- las reacciones de descomposición del papel,
zas del papel evitando reacciones no desea- producen un grave deterioro del soporte que
das, y en suma, mejoraba mucho la calidad y hace peligrar la fotografía, como sucede en el
nitidez de la imagen final. Su detección per- caso de la imagen 81213 (Reg. 23008-15).
mite pues una primera clasificación respecto El papel se ha vuelto frágil y quebradizo y su
al aglutinante utilizado ya que los positivos conservación es muy delicada.
de platino y las albúminas no tiene capa de Por esta razón, los platinotipos no deben
barita, y sí gelatinas y colodiones. ser expuestos a la luz prolongadamente para
Para discriminar adecuadamente las im- evitar que su deterioro se prolongue. Deben
purezas de la existencia de una capa de ba- ser mínimamente manipuladas y conser-
rita, como en los casos antes mencionados, vadas en la oscuridad. Cualquier soporte o
deben compararse adecuadamente los es- embalaje que se utilice para su protección
pectros obtenidos para diferentes puntos de debe ser alcalino para contrarrestar la propia
una misma fotografía. Si su presencia es ma- acidez de los platinotipos. [Pavao, 2002].
yor en soporte que en fotografía, aunque se
detecta en ésta, su atenuación indica que el
bario procede únicamente del soporte. Sólo
Bibliografía
en casos en que la señal en la fotografía sea
156
igual o mayor a la del soporte, puede con-
Del Egido, M.; Juanes, D. y Martín De
cluirse la posibilidad de una capa de barita. Hijas, C.: «Estudio analítico mediante es-
Las imágenes fotográficas formadas por pectroscopia de fluorescencia de rayos X de
granos metálicos de platino impregnados fotografías históricas», Investigación en Con-
directamente sobre el soporte de papel pre- servación y Restauración. II Congreso del Grupo
viamente sensibilizado con una solución de Español del IIC. Barcelona: Museu Nacional
hierro y sales de platino se denominan plati- d’Art de Catalunya. 2005. Pp. 33-42.
notipos y son consideradas de gran calidad. Eremin, K.; Tate, J. y Berry, J.: «Non-destruc-
La identificación de los platinotipos 81207 tive investigation of 19th-century Scottish
(Reg. 23008-13), 80681 (Reg. 23008-11) photographs». Conservation Science 2002:
81213 (Reg. 23008-15) que ha permitido el papers from the conference held in Edinburgh,
Scotland, 22-24 May 2002. Archetype Publi-
análisis mediante EDXRF es de gran impor-
cations. 2003. Pp. 201-207.
tancia tanto para la investigación documen-
Pavao, L.: Conservación de Colecciones de Foto-
tal como para la conservación de estas imá-
grafía. Consejería de Cultura, Junta de Anda-
genes. Por un lado, desde el punto de vista
lucía. 2001.
documental, el aspecto visual que ofrecen los Penichon, S.: «Differences in image tonality
colodiones mates y los platinotipos es muy produced by different toning protocols for
parecido por lo que en ocasiones es difícil matte collodion photographs», JAIC, vol. 38,
diferenciarlos a simple vista. Desde el punto 2, 1999, pp. 124-143.
de vista de la conservación, los platinotipos Reilly, J.M.: Care and Identification of 19th
son imágenes estables sin desvanecimiento Century Photographic. Rochester: Kodak Pu-
ni pérdida de intensidad. Sin embargo, los blication. 1986.
Proyecto de Conservación del Claustro
de San Juan de Duero
Juan A. Herráez
Sección de Conservación Preventiva del Instituto del Patrimonio Histórico Español
El entorno
Figura 1. Vista general del claustro, con la iglesia al fondo, en la que se puede apreciar, las características del
monumento y la diversidad de la tipología de los arcos. (Foto José V. Navarro). Situado en la margen izquierda del río Due-
ro, aguas arriba de su paso por la ciudad de
Soria, el monumento se ubica encajonado
158
entre el talud de la carretera local de Soria a
Almajano por el Este, y el propio río al Oes-
te, a escasos metros de la puerta de acceso al
claustro (fig. 2).
El monumento se encuentra situado so-
bre los sedimentos de la llanura de inunda-
ción del Duero, los cuales en el entorno del
monasterio presentan un espesor medio de
5 m. Desde la construcción del monasterio,
el cauce del río Duero ha sufrido notables
transformaciones, siendo de especial rele-
vancia la elevación del nivel freático produ-
cida por el azud levantado a mediados del
siglo xx para dar servicio a un molino y una
compañía eléctrica.
Dicha elevación, junto a otras transfor-
maciones del lecho del río, han tenido como
cal o cal hidráulica– ha funcionado correc- y documental que pudiera explicar la razón
tamente y, en mayor o menor medida, se por la que se utilizó este elemento como
han desprendido. material de rejuntado y si, en la época de
realización del monumento, su empleo fue
una práctica común.
Propiedades del azufre En una primera fase se realizó un estudio
de la documentación original vinculada a la
El azufre es uno de los escasos no metales construcción del muro de la verja que rodea
que se presentan en la naturaleza en forma el edificio y que se encuentra depositado en
nativa, relacionado con una gran diversidad el Archivo General de la Administración de
de ambientes genéticos (depósitos de origen Alcalá de Henares. De la lectura detallada
volcánico, asociado a sulfuros metálicos, de estos documentos se extraen algunos da-
en depósitos sedimentarios producido por tos ciertamente interesantes.
reducción bacteriana de sulfatos, …), apa- En un primer escrito1 se habla de que «En
reciendo, generalmente, como masas irre- cuanto al relleno de las juntas de la segunda
gulares, imperfectamente cristalizadas; no hilada, debe en efecto hacerse tal como se pro-
obstante, la mayor parte del azufre consu- pone en la Memoria, verificando la mezcla
168
mido por la industria procede de sulfuros con esmero para evitar los efectos del apeloto-
1
Escrito del presidente de la Junta
de Bibliotecas y Museos Nacionales metálicos, petróleo o gas natural. Entre sus namiento del azufre, lo que produciría el asti-
al Excelentísimo Sr. Director Gene- propiedades físicas, y en estrecha relación llado en las juntas».
ral de Obras Públicas, Comercio y con el tema que nos ocupa, debe mencio- Otro documento con fecha de 24 de
Minas. narse su característico color amarillo y brillo marzo de 1879, plantea en su memoria que
2
Proyecto para la construcción de las resinoso, su bajo punto de fusión (112,8 «Para evitar la posible filtración de las aguas
aceras, pisos de entrada por las puer-
ºC), su baja dureza (1,5-2,5 en la escala por las juntas de las dovelas y escalinatas en
tas de la verja, y otras obras necesa-
rias de fecha 24 de marzo de 1879, Mohs) y su baja conductividad térmica. El estas casetas, si se emplease un mortero ordi-
firmado por el Arquitecto director, azufre arde, en presencia de oxígeno, a partir nario se ha dispuesto que este sea el que tan
el arquitecto encargado del detalle, de 270 ºC generando dióxido de azufre. La excelentes resultados nos viene dando en esta
el arquitecto-auxiliar, el sobrestan- corrosividad del azufre seco es despreciable, construcción compuesto de azufre y limaduras
te-aparejador y con el conforme del siendo baja la producción de ácido sulfúrico de hierro»2.
contratista. Se incluyen los siguientes
en húmedo. Por último, destacamos otra memoria,
documentos: memoria facultativa,
plano, pliego de condiciones, presu-
fechada en 1880 y que corresponde a un
puesto precedido de los estados de proyecto en el que se habla de la realización
cubicación y cuadros de precios. Documentación histórica sobre la de «taladros de juntas de sillares y relleno con
3
Memoria del proyecto adicional utilización del azufre azufre y limaduras de hierro en la hilada de
para terminar por completo el muro zócalo» y de la «reparación, limpia y nuevo
de verja con fecha de 12 de Mayo de
Un análisis detallado de las juntas de la valla asiento de sillares que estaban recibidos con
1.880, firmado por el Arquitecto-
Director, el arquitecto encargado del
de la Biblioteca Nacional y Museo Arqueo- mortero fino, los cuales lo han sido después con
detalle y con el conforme del contra- lógico Nacional nos permite comprobar el mastik compuesto de azufre y limaduras de
tista. que el interior de la llaga, caracterizada por hierro»3.
Los datos anteriores nos llevaron a la rodeando vástagos metálicos de fijación Figura 1. Detalle de los daños produ-
búsqueda en diversos manuales y dicciona- entre bloques de piedra (fig. 1). En este cidos por la alteración de un vástago
de anclaje de cobre en el hastial sur de
rios de Arquitectura y Albañilería de finales último caso, como consecuencia de la la Catedral de León donde se observa
del siglo xix y principios del xx (Espinosa, reacción entre el metal y el azufre, se ha el vástago metálico alterado (1), una
P.C., 1859; Rebolledo, J.A., 1910) de in- generado una capa de sulfuro de cobre película de sulfuros de cobre (2), restos
formación que nos esclareciera el momento (covellina) que, posteriormente, ha evo- del mortero de azufre (3) y un mortero
tradicional de cal y arena (4).
y la razón por las que se usó el azufre como lucionado produciendo diversos sulfatos
Figura 2. Imagen BSE de detalle de 169
material cementante. La búsqueda, aun de cobre (brocantita, antlerita) (fig. 2)
la estructura de alteración del metal
contando con la colaboración de arquitec- (Navarro, J.V. y Pérez, P.P., 2003). (cobre) en contacto con el mortero de
tos expertos en Historia de la Restauración, Aunque la accesibilidad a las zonas da- azufre en el vástago de la anterior figu-
ha resultado hasta el momento infructuosa. ñadas es muy limitada, el deterioro ob- ra, donde se observa como el sulfato de
A pesar de lo anterior, la labor llevada a cabo servado en la roca parece relacionarse cobre (zonas oscuras) rellena las fisuras
y el espacio intergranular de los granos
durante los últimos años por personal técni- con procesos de expansión derivados de de la alteración primaria en forma
co del laboratorio de materiales del IPHE y la corrosión de los vástagos de anclaje. de sulfuro de cobre (zonas claras de la
el contacto con diversas personas y empresas • La Puerta de Hierro de Madrid: con imagen).
relacionadas con el mundo de la restaura- motivo del estudio previo realizado para
ción de monumentos, sí han servido para su traslado en el año 1997, se detectó
aportar luz sobre la utilización del azufre la presencia de azufre masivo de color
como material cementante. amarillo, ligado a algunos vástagos me-
Entre los monumentos donde hemos tálicos de anclaje de elementos decorati-
constatado personalmente el empleo del vos. (Navarro, J.V., 1997).
azufre, caben citar los siguientes:
También se ha constatado la presencia de
• Hastial sur de la Catedral de León: en re- azufre en el Puente Romano de Salamanca,
lación con la enorme labor restauradora concretamente se localizó en la restauración
llevada a cabo por Demetrio de los Ríos llevada a cabo en el año 1998, como anclaje
durante la segunda mitad del siglo xix, de farolas colocadas en el siglo xix, apare-
el azufre aparece, por una parte, como ciendo mezclado con un mortero de cemen-
mortero de relleno de juntas y, por otra, to. También en este caso se había producido
una alteración como consecuencia de la re- escultórico. Para ello realizaban dispersiones
acción entre el azufre y el hierro fundido de de distintas cantidades de azufre en agua
la farola4. que se llevaban a ebullición y era allí don-
Existen además otros edificios como el de se introducía el material a esculpir. Este
Incidencia del empleo de morteros de azufre en edificios del siglo xix
Figura 6. Aspecto microscópico general que la roca granítica procedería del entorno dad que permite diferenciar zonas arcillosas,
del granito con luz polarizada. de la sierra madrileña cercana a Villalba. zonas silíceas, zonas de aspecto micáceo y
Figura 7. Imagen en luz natural donde En cuanto al granito alterado, minera- textura fascicular y zonas isótropas al ser ob-
destaca la presencia de biotitas altera- lógicamente se caracteriza por cambios tex- servadas mediante microscopía petrográfica
das con colores anómalos (1) y biotitas
turales y composicionales en los minerales con polarización cruzada; además, algunas
no alteradas (2).
melanocráticos (biotita y cordierita), no de las zonas anteriores aparecen delimitadas
existiendo variaciones composicionales des- o atravesadas por pequeños filones de tona-
174
tacadas en los minerales leucocráticos (cuar- lidad amarillenta-anaranjada (fig. 8).
zo, feldespato potásico y plagioclasa). En los casos en que las uniones inter-
El mineral donde se manifiesta de una cristalinas aparecen abiertas, se observa que
manera más evidente la alteración es la bio- aparecen rellenas por un material microcris-
tita, observándose mediante microscopía talino de color amarillento a anaranjado.
petrográfica con luz natural una notable Para caracterizar de una manera más pre-
variación en su coloración (del marrón-ana- cisa la textura y sobre todo la composición de
ranjado normal al verde-grisáceo) y pleo- los minerales alterados, se ha recurrido a su
croismo (fig. 7). Otros aspectos que mere- análisis mediante microscopía electrónica de
ce la pena destacar son la existencia de una barrido (SEM-EDX) y de transmisión (TEM-
gradación hacia el interior de la muestra, EDX). Así, el estudio mediante SEM-EDX
desde micas totalmente alteradas a micas de biotitas parcial o totalmente alteradas,
sanas, y que los planos de exfoliación apa- realizado tomando como referencia las imá-
recen abiertos, intercalándose entre ellos genes de contraste composicional obtenidas
frecuentemente cristales prismático-elonga- a partir de la señal de electrones retrodisper-
dos incoloros de yeso y de otros minerales sados, nos revela resultados sorprendentes: la
de neoformación no identificables mediante composición química elemental de la biotita
microscopía óptica. (Si, Al, O, K, Mg y Fe) ha sufrido una radi-
En algunos sectores de la roca, es posible cal variación en las micas alteradas, ya que en
observar al microscopio óptico de polariza- éstas únicamente aparece el silicio en propor-
ción dominios de naturaleza microcristalina ciones importantes, acompañado de pequeños
caracterizados por una notable heterogenei- porcentajes de oxígeno y, en algunos casos, de
aluminio (fig. 9). Además, interestratificadas minerales: jarosita [KFe3(SO4)2(OH)6], Figura 8. Imagen de microscopía ópti-
en las micas y siguiendo los planos de exfo- alunita [KAl3(SO4)2(OH)6] y alunógeno ca y electrónica donde se aprecia una
biotita con zonas alteradas (1) y no al-
liación, se identifican zonas de alto conteni- [Al2(SO4)3.17H2O]. Por último, el estudio
teradas (2) y alrededor de ella una zona
do en azufre y calcio, correspondientes a yeso mediante TEM-EDX de algunas láminas de de alteración compleja (3).
neoformado (SO4Ca·2H2O) (fig. 10) y zonas mica biotítica alterada nos confirma que el si-
de alto contenido en azufre, potasio, hierro y licio es el componente casi exclusivo (mas del
aluminio que, de acuerdo con los datos ob- 95% en todos los casos estudiados) y que, a
tenidos mediante XRD en el estudio de las pesar de la desaparición casi total del resto de
175
costras, podrían corresponder a los siguientes los cationes, se sigue manteniendo la estructu-
180
Justificación de los estudios previos de las
pinturas murales de Goya en la bóveda
«Regina Martirum» del Pilar de Zaragoza
Leandro de la Vega
Dpto. Pintura Mural del Instituto del Patrimonio Histórico Español
cabo entre 1941 y 1982, que ilustran el aspecto desaconsejaba una nueva intervención
formal de los daños verificables en cada caso. A precipitada.
dichos daños, siempre semejantes, correspon- Fue, pues, este convencimiento el que lle-
dieron similares intervenciones que, a la vista vó a poner en marcha un programa articu-
en la bóveda «Regina Martirum» del Pilar de Zaragoza
muros (tanto la bóveda como el muro (IPHE, 2001) identificaron las sales presen-
perimetral) es un ladrillo tradicional, de tes en la zona de pérdida pictórica a conse-
45 x 22,5 x 5 cm, con mortero de yeso, cuencia de la gotera. Usaron dos metodo-
sobre el que se dispone un enfoscado de logías:
yeso basto de 10 cm de grosor, una capa Met. A) Difracción directa de RX de la
de 5 mm de mortero mixto de cal y yeso eflorescencia mezclada con mortero.
con árido de 0,1 mm de tamaño y dosifica- Met. B) Lavado del mortero con agua des-
ción 1:1 y, finalmente, una capa de 5 mm tilada, evaporación del agua en el laboratorio
de mortero de cal con árido de 0,4 mm de y difracción de RX del residuo obtenido.
Figura 1. Sección de la bóveda y punto tamaño y dosificación 1:1, sobre el que se Los resultados fueron:
de entrada de agua de cubiertas. dispone la capa pictórica (fig. 2).
• Sales en enfoscado (sólo Met. B): Yeso
(2H2O.Ca SO4), Halita (ClNa), Nitro
(NO3K), Silvina (ClK) y quizás algo de
Carnalita (Cl3KMg .6H2O)
184
• Sales en el límite enfoscado-enlucido (sólo
Met. A): Silvina, Halita y Nitro, con el
matiz de un predominio de Halita en
zonas altas y de Silvina y Halita en zo-
nas bajas.
• Sales en el enlucido. (Met. A): Nitro
(mayoritario) y algo de Silvina y Yeso.
(Met. B): Silvina, Halita y Basanita y
accesoriamente Nitro y Carnalita
▪• Sales en la capa pictórica. (Met.A): Hali-
ta, Nitro, Silvina y algo de Yeso.
borar mapas de sales en pinturas murales. salinidad de cada punto se estimó a través
Hace diez años, nuestro equipo comenzó de los datos de conductividad medida por
a trabajar en una simplificación del méto- un conductivímetro marca Crisón, al que se
do de Borelli. Este trabajo se acompañó de le añadió un sensor de construcción propia
una serie de experimentos sobre distintos que permite medir directamente sobre la
tipos de obleas según el soporte, el reparto capa pictórica a través de una oblea.
de sal entre la piedra y el sorbente (Fran- Las medidas en cada punto se realizaron
co et al., 2002), la conductividad base de con obleas de gel celulósico (Hidroxipropil
los materiales (Blanco et al., 2005) y los celulosa con agua destilada al 10%) coloca-
mecanismos de movimiento de la sal en do sobre una doble capa de papel Japón para
distintos materiales (Blanco et al., 2006a evitar que quedaran restos sobre las pinturas
y 2006b), experimentos que han permiti- (foto 1). La superficie de la oblea de gel era de
do establecer una metodología óptima en 3,1 cm2 y su volumen de 0,94 cm3. El tiempo
la cartografía de sales. de contacto con las pinturas fue de 6 minutos
Los trabajos objeto de esta publicación se (tiempos según Franco et al., 2002).
realizaron en Mayo de 2002. Los puntos de Una vez conocida la conductividad en
la red de medidas estaban separados entre cada uno de los puntos de la red, se extra-
polaron los datos a toda la superficie de la
bóveda. Los resultados se representaron grá-
ficamente mediante la técnica de isolíneas.
Evaluación del contenido y distribución de sales en las pinturas murales
Foto 1. Interfaz de medida para la cartografía de sales. Foto 2. Punto de entrada de agua en el murete perimetral visto desde las falsas
de la iglesia. Las flechas rojas indican las líneas de escorrentía.
Cartografía de Humedades
Los resultados (fig. 3) obtenidos fueron los
siguientes:
Conduc Bicar
Muestra pH Sulfatos Cloruros Nitratos Nitritos
tividad bonatos
densación. Nos decantamos por esta segun- y 2), han servido para obtener una equiva-
da opción por dos motivos: lencia de las conductividades del mapa en
gramos de sal por unidad de superficie. Para
A. Se sitúan mayoritariamente en el lado ello se han representado en la figura 5 las can-
Norte de la bóveda, que es el más frío tidades totales de sal extraídas por unidad de
y el menos protegido por las cubiertas superficie frente a los valores de conductivi-
de la nave central y el abuhardillado dad medidos sobre el paramento. La corre-
asociado. lación de la recta es de 0,74, valor más que
B. La composición química de las sales es aceptable sobre todo si se tiene en cuenta que
distinta de la del resto y rica en bicar- 14 de las 16 papetas no pudieron colocarse
bonatos (ver apartado siguiente). exactamente sobre el sitio en el que se midió
la conductividad.
En cualquier caso serían también
humedades de condensación históricas
(quizás en un contexto de sistemas de Composición y Geoquímica de sales
calefacción antiguos), ya que medidas
microclimáticas recientes (IPHE, 2006) «Reflexiones» metodológicas
descartan condensaciones en la situa-
ción actual. Tras extraer el contenido salino de una
Por su parte, los datos de salinidad total zona con Arbocell, se puede realizar una
aportados por los análisis químicos (tabla 1 caracterización de tipo químico, es de-
Tabla 2: Composición química (cationes).
Los patrones son los blancos colocados sobre un cristal para identificar
los iones provenientes del Arbocell
Conduc Magne Manga
Muestra pH Calcio Sodio Potasio Hierro Amonio Boro
tividad sio neso
Aniones (Tabla 1)
195
Evaluación del contenido y distribución de sales en las pinturas murales
196
de Goya en la bóveda «Regina Martirum» del Pilar de Zaragoza
Microbiología y Biología molecular aplicada
al patrimonio en el IPHE
M. Isabel Sarró
Universidad del País Vasco
Irene Arroyo
Instituto de Patrimonio Histórico Español
ciplinares que actúan en cualquier proceso de Además, se han restaurado pechinas, los
recuperación y de restauración de una obra, elementos decorativos de la linterna y el
aunque debe potenciarse su uso y emplear es- tambor, se ha recuperado la imagen original
tas técnicas como una herramienta más en el del Espíritu Santo, se ha instalado un nue-
estudio de las alteraciones biológicas. vo sistema de iluminación y se ha incluido
En el presente artículo se presenta la re- una monitorización y control de los pará-
compilación de trabajos aplicados hasta el metros microclimáticos que pueden afectar
momento por el Instituto de Patrimonio a la obra.
Histórico Español en colaboración con la
Universidad Politécnica de Madrid. En ellos Materiales y métodos
las técnicas moleculares han estado presen-
tes en los estudios previos de la restauración Localización de puntos de muestreo
de la cúpula «Regina Martirum» de la Basí- Dentro de este trabajo de restauración y
lica del Pilar en Zaragoza, la Fuente de los con anterioridad a ella se realizó la toma de
Leones de Granada y la Fachada de la Cate- muestras para análisis microbiológico de di-
dral de Santa María de Huesca. ferentes puntos de la cúpula, con el fin de
determinar la presencia de comunidades mi-
198
crobianas. En total se tomaron 9 muestras, 2
La cúpula «Regina Martirum» de ellas de eflorescencias salinas (fig. 2.1).
de la Basílica del Pilar
Aislamiento
La cúpula «Regina Martirum» de la Basílica Los medios empleados para los cultivos tra-
del Pilar es sin duda uno de los mayores ex- dicionales fueron: agar triptona-soja (TSA),
ponentes de la pintura mural de Goya. Pin- saboureau, actinomicetos, cetrimida, sul-
tada en 1881, en ella se aprecian elementos fatoreductoras y medio líquido Postgate B
naturalistas del barroco y del rococó. (descrito en Sarró y cols., 2006). Además de
Los trabajos que aquí se presentan se los mencionados y visto el resultado negati-
han realizado como estudios previos en la vo del crecimiento de microorganismos en
última de las restauraciones. Antes de esta estos medios de cultivo, se optó por utili-
actuación las pinturas de la cúpula «Regina zar un medio nutritivo para microorganis-
Martirum» fueron objeto de cinco interven- mos halófilos (ClNa, 200gr; Cl2Mg·6H2O,
ciones que tuvieron lugar a finales del si- 50gr; Cl2Ca·2H2O, 0,5gr; ClK, 5gr; extrac-
glo xix: entre los años 1939-1940, en 1967, to de levadura, 5gr; agar, 20 gr; y 1000ml
entre 1981-1982, entre los años 2000-2001 de H2O) y un medio líquido de triptona-
y en el año 2003 el Ministerio de Fomento soja suplementado con NaCl en diferentes
cambió la cubierta de la cúpula y eliminó las concentraciones (1%, 3%, 5%, 10%, 15%
filtraciones de agua. y 25%).
Antes de esta última restauración en la De las 9 muestras obtenidas también se
que se protegieron las zonas inestables, se realizó una extracción de ADN general con
199
el fin de realizar el estudio de las poblaciones técnica de congelación (-20 ºC) y desconge-
ambientales, independiente del cultivo, pre- lación (+60 ºC) en tampón TE.
sentes en cada una de ellas. Todas las muestras El ADN extraído se empleó en dilución
dieron un resultado positivo al amplificarse 1:10 para la PCR. Las condiciones emplea-
por PCR y mostraron diferente número de das fueron las descritas por Muyzer y cols.,
bandas en el gel de DGGE (Denaturing gra- 1993.
dient gel electrophoresis), lo que indica que la En el caso de las muestras ambientales
población de microorganismos es compleja el ADN extraído se purificó empleando el
aunque parecen abundar los microorganis- QUIAmp DNA Mini Kit, siguiendo el pro-
mos pertenecientes al género Bacillus. tocolo descrito por el fabricante. En el caso
de las muestras ambientales el ADN así ex-
Extracción de ADN y PCR traído se empleó para realizar una semi-nes-
La extracción de ADN, tanto de las colo- ted-PCR. La primera PCR se llevó a cabo
nias de los microorganismos aislados en empleando los cebadores 5F (5’-TGGA-
los diversos medios de cultivo como de las GATTTGATCCTGGCTCAG-3’) y 531R
muestras ambientales, se realizó mediante la (5’-TACCGCGGCTGCTGGCAC-3’).
Las reacciones se realizaron en un volumen según protocolo y las condiciones descritas
de 25 µl conteniendo 5 μl de ADN (ca. 10- por Sarró y cols., 2006, excepto el voltaje de
30 μg.ml-1), 12,5 µl de PCR Master kit 1X DGGE empleado que fue de 180V.
(1,5 mM MgCl2; 50 mM KCl; 10 mM Tris-
Microbiología y Biología molecular aplicada al patrimonio en el IPHE
202
Figura 2.2. Mapas de salinidad y hu- coincide con una zona de salinidad baja y ción y procesos de restauración. Durante los
medad de la cúpula «Regina Marti- elevada humedad, mientras que en las zonas últimos años se ha observado un deterioro
rum».
en las que existe baja humedad y hay disgre- paulatino de la fuente, debido a diversos pro-
gación del material soporte la cantidad de cesos físico-químicos y también biológicos;
bandas en la DGGE disminuye. es por ello que se decidió retirar uno de los
La presencia de humedad está relacionada leones y someterlo a un estudio pormenori-
con la mayor facilidad para el desarrollo de zado para llevar a cabo un proceso de limpie-
microorganismos sobre la superficie pictórica, za y restauración del mismo. Dentro de este
por lo que es deseable el uso de morteros hi- estudio el IPHE, en el año 2002, realizó un
groscópicos y que no sean propensos a la for- análisis de los procesos de biodeterioro que
mación de eflorescencias salinas, ya que sería afectaban a ese y se hizo una aproximación
en estos puntos donde el riesgo de alteración de las alteraciones que presentaba la fuente
debida al biodeterioro será más marcado. en su conjunto y como podía verse o esta-
ba siendo afectada por procesos de deterioro
biológico. Se analizaron las bacterias, algas,
La Fuente de los Leones de la Alhambra: musgos y briofitos presentes en la fuente y
León 4 concretamente en el león 4.
Para llevar a cabo este trabajo se emplea-
Está construida en mármol Macael entre los ron técnicas de microbiología tradicional,
siglos xiv y xv. La fuente ha sido sometida a de microscopía de campo claro y epifluo-
diversos cambios en cuanto a su configura- rescencia, técnicas de biología molecular
Tabla 3.1: Muestras analizadas de la fuente de Los Leones de la Alhambra
Las muestras se tomaron en diversos puntos La Fuente de los Leones presenta numerosas 203
Materiales y métodos
Resultados y discusión
Sector I-1 (TSA) 518 Bacillus sp. 99% Bacillus mojavensis (AY030339.1)
ambientales
Sector I-3 (TSA) 521 Bacillus sp. 98% Bacillus simplex (AY833099.1)
Muestras
Sector I-5 (TSA) 515 Paenibacillus sp. 95% Paenibacillus sp. (AF540982.1)
Sector VII-1 (R2A) 468 Kocuria sp. 99% Kocuria erythromyxa (KE16SRRNA)
Sector VII-4 (TSA) 497 Kocuria sp. 100% Kocuria erythromyxa (KE16SRRNA)
2.2c 461 Streptomyces sp. 98% Streptomyces cyaneus (AY232254.1)
2.2f 463 Bacillus sp. 99% Bacillus mojavensis (AY030339.1)
Muestras de cultivo
Conclusiones Bibliografía
different salinities: crystal formation sequen- of the lions fountain at the Alambra Palace,
ce». Research in Microbiology. 1998. 149, p. Granada (Spain)». Building and Environment.
277-286. 2006. 41, p. 1811-1820.
Rivadeneyra, M. A.; Párraga, J.; Delga- Thompson, J. D.; Gibson, T. J.; Plewniak,
do, R.; Ramos-Cormenzana, A. y Del- F.; Jeanmougin, F. y Higgins, D. G.: «The
gado, G.: «Biomineralization of carbona- ClustalX windows interface: flexible strate-
tes by Hallobacillus trueperi in solid and gies for multiple sequence alignment aided by
liquid media with different salinities». quality analysis tools». Nucleic Acids Research.
FEMS Microbiology Ecology. 2004. 48, p. 1997. 24, p. 4876-4882.
39-46. Weirich, G.: «UntersuchungenVuber Mikroor-
Sand, W.: «Microbial mechanisms of deteriora- ganismen von Wandmalerein». Material und
tion of inorganic substrates-a general mecha- Organismen. 1989. 24, p. 139-159.
210
Revisión y actualización de los análisis de
la policromía de la Dama de Baza.
Comparación con la Dama de Elche
Marisa Gómez
José Vicente Navarro
Carmen Martín de Hijas
Marián del Egido
Montse Algueró
Elena González
Ángela Arteaga
Instituto de Patrimonio Histórico Español
David Juanes
Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals
posición programada para el año siguiente en color rosado claro. Las vestiduras llevan una
Elche. Los resultados del análisis de la poli- cenefa ajedrezada de color rojo intenso. Del
cromía y la carencia de estudios relacionados color azul del manto quedan vestigios en la
con la escultura ibérica, nos llevaron a cotejar parte posterior y en el borde. Los zapatos y
lleva un pájaro decorado con tonos azules y gico Nacional, solicitado por la Comisaría
grises. Los aderezos de la tiara, collares, ani- del Patrimonio Artístico. Las operaciones
llos, pendientes y rodetes son de color gris aconsejadas a realizar en el M.A.N. fueron
oscuro a negro. la fijación previa de las áreas de policromía
Existen dos informes sobre el particular imprescindibles con cantidades mínimas de
archivados en el laboratorio del Instituto nilon soluble (Calaton CA de I. C. I.) y la
Central de Restauración (I.C.R.-actualmen- eliminación posterior masiva de la goma
te IPHE) firmados por José María Cabrera laca y de la humedad con etanol.
Garrido, fechados en el mismo año de su Un artículo de Cabrera publicado en el
Comparación con la Dama de Elche
guas preparaciones realizadas por Cabrera, Seleccionamos aquellas que correspondían Figura 2. Preparación microscópica de
pensando que, al contar con nuevos equi- a los distintos colores de la policromía, pu- la muestra roja del trono. a -Microfo-
tografía MO, b. imagen BSE, c. mapa
pamientos confirmaríamos los análisis rea- liéndolas cuidadosamente de nuevo para ex-
de distribución del potasio y d. espectro
lizados por él y enjuiciaríamos de primera traer las secciones estratigráficas y realizar las multi-elemental de los cristales forma-
mano las analogías y diferencias entre las microfotografías con una cámara digital aco- dos en la capa roja.
policromías de las Damas. Además, esta plada al microscopio óptico de luz reflejada y
comparación nos ayudaría a interpretar me- polarizada (Olimpus BX51). Posteriormente
jor los escasos vestigios detectados en la es- fueron introducidas en la cámara de un mi-
cultura de Elche, a la luz de otra policromía croscopio electrónico de barrido (JEOL, mo-
ibérica más completa del mismo periodo. delo JSM-5800) y analizadas acoplando un
Los nuevos resultados y como consecuencia detector (Oxford Link Pentafet) por disper-
las incógnitas generadas hicieron que tan- sión de energías de rayos X (SEM-EDX).
to el personal del laboratorio del I.P.H.E. Las preparaciones microscópicas de la
como del M.A.N anheláramos un estudio Dama de Baza tomadas por José M.ª Cabre-
analítico más profundo. ra que hemos revisado nos demuestran que
Revisión y actualización de los análisis de la policromía de la Dama de Baza.
Comparación con la Dama de Elche
214
Figura 3. Preparación microscópica de la policromía en este caso ha sido aplicada En la Dama de Baza se determinan dos
la muestra del tocado sobre la frente. sobre una espesa preparación (superior a 0.5 tipos de rojos, uno más intenso de compo-
La lámina de estaño (2) se sitúa sobre
la preparación de yeso (1) y bajo la cos-
mm) compuesta esencialmente por yeso, sición semejante al cinabrio analizado en la
tra producida durante el enterramiento extendida sobre la piedra caliza. Las capas escultura de Elche y otro más pardo que po-
(3). a. Microfotografía MO, b. imagen pigmentadas de las preparaciones micros- demos asignar a una tierra roja.
BSE, c. mapa de distribución del esta- cópicas de José M.ª Cabrera presentan una El pigmento rojo intenso situado en la
ño y d. espectro elemental de la lámina
de estaño.
buena continuidad y compacidad. cenefa ajedrezada, derecha del manto forma
El único blanco identificado en las ca- una capa muy delgada y está compuesto por
pas pictóricas externas de la policromía de cinabrio natural. Se detecta potasio tanto en
la Dama de Baza es el yeso. Se localiza en la superficie como en la preparación.
la encarnación de la mano derecha, mez- El pigmento pardo rojizo de la base del
clado con pequeñísimas cantidades de rojo asiento es un silicato rico en óxido de hierro.
cinabrio finamente molido para obtener el En esta muestra, el mapa de distribución del
tono rosado de la encarnación. potasio indica que este elemento se localiza
en los intersticios de los granos de pigmento que concierne a los aderezos oscuros (anillos,
pardo y entre esta capa y la preparación. El brazaletes, collares, pendientes, rodetes y to-
potasio forma sales solubles, que se movili- cado) y nos hizo interesarnos por analizar más
zan fácilmente y puede proceder de la exca- exhaustivamente dicha policromía.
vación o estar ligado a ciertos pigmentos.
Hemos observado que en algunas mues-
tras de la Dama de Baza, particularmente en Análisis por EDXRF
los rojos (fig. 2), se detecta una alta presen-
cia de potasio. Este elemento se encuentra En los años 90 la dirección del Museo Ar-
en la capa superior, en los intersticios de la queológico Nacional permitió analizar a
pintura y parece ligado al azufre y al calcio. José J.L. Ferrero, C. Roldán, D. Juanes, y
Puede proceder del material circundante de S. Rovira por fluorescencia de rayos X la
la excavación. Una hipótesis es que se tra- policromía de la Dama de Baza abriendo
te de singenita, que es un sulfato doble de solamente la parte trasera de la vitrina. Los
calcio y potasio. Otra es que provenga de la resultados confirmaron la existencia de un
alteración de la jarosita, silicato alumínico- azul de cobre, óxido de hierro y sulfuro de
potásico identificado en cerámicas ibéricas y mercurio en la policromía.
pinturas egipcias. En diciembre de 2006 se transformaron
En nuestra revisión de las preparaciones las salas de exposición de la escultura ibé-
microscópicas de Cabrera analizamos tam- rica, proporcionando la ocasión al personal
bién el azul del borde en el primer pliegue del I.P.H.E. de acceder a la Dama de Baza,
215
izquierdo del manto. No hemos hecho otra protegida anteriormente por una vitrina fija.
cosa que confirmar los resultados de sus Aprovechamos ese momento para ampliar
análisis. El azul egipcio había sido identi- los análisis, dado que habíamos obtenido
ficado anteriormente en la Dama de Baza nuevos datos cuya importancia y extensión
(José M.ª Cabrera, 1973) y se trata de un interesaba confirmar.
silicato o vidrio de cobre. Es uno de los pri- Hemos empleado la espectroscopía de
meros pigmentos artificiales empleados en fluorescencia de rayos X (EDXRF) sin
la historia de la pintura y la policromía. toma de muestra en la Dama de Baza con
La única muestra donde nuestros resul- el fin de obtener información acerca de los
tados difieren con los análisis anteriores se componentes inorgánicos de los pigmentos
sitúa en el tono negro del tocado de la frente que forman la policromía y del soporte de
(fig. 3). Es indiscutible la existencia de una piedra. El hecho de que se realice el análisis
lámina de estaño, aunque hasta ahora no hu- químico elemental sin contacto y sin toma
biera constancia de su empleo en estado puro de muestra permitió efectuar un amplio
en la policromía anterior a la Edad Media. barrido de la escultura, especialmente en
El estaño se extraía desde el siglo vii antes de las partes frontales más relevantes (fig. 4)
Cristo. Iba asociado a la siderurgia del bronce y las partes que sobresalen en el relieve, sin
y desconocemos un uso purificado del metal que existiera riesgo para su conservación e
en esta etapa de la Historia. Su hallazgo en la integridad. Se empleó un equipo de espec-
policromía de esta figura es pues excepcional. trometría de fluorescencia de rayos X por-
Este resultado nos aportó una nueva incógni- tátil compuesto por un tubo de rayos X de
ta en la policromía de la Dama de Baza en lo ánodo sólido de paladio, que proporciona
perficiales, no proporciona una información
estratigráfica, ni localiza de forma precisa
los elementos de una policromía formada
Revisión y actualización de los análisis de la policromía de la Dama de Baza.
revisadas por nosotros habían sido extraídas das de las oquedades y no de la policromía
por José María Cabrera antes de la restaura- que estuviera en mejor estado. El muestreo
ción de la pieza, mientras que las que ahora ha sido extremadamente respetuoso, aunque
exponemos se han tomado en diciembre de insuficiente para determinar el posible aglu-
2006. Dado que el yeso era mayoritario es el tinante de la policromía en el caso de que se
único sulfato que seguimos encontrando en conserve como tal. Además, la escultura fue
los análisis actuales. Gracias a la restauración restaurada en 1971 y no hemos detectado
y las condiciones de exposición, el estado de áreas vírgenes sin fijar con nuevos adhesivos
la obra no ha sufrido variaciones apreciables que interfieran en la interpretación de los
y la policromía se mantiene. análisis por técnicas cromatográficas.
Hemos detectado costras procedentes 219
Figura 11. Migración de cristales rojos superficial es una consecuencia de que la obra podemos afirmar que la policromía se asien-
de cinabrio a través de la costra gene- haya permanecido enterrada durante siglos, ta sobre una espesa preparación de yeso. Los
rada en el enterramiento de la Dama
para exponerse después en diversos museos. pigmentos empleados han sido: yeso (blanco),
de Elche .
La única muestra de policromía de la Dama azul egipcio (azul), cinabrio (rojo intenso), tie-
de Elche donde la capa pigmentada tiene una rra roja (pardo rojizo) y estaño1 (gris-negro).
mayor continuidad se localiza en la parte baja La escultura ha sufrido uno o varios pro-
e interna del ánfora que pende del collar cen- cesos de restauración, como lo constatan
220 tral y el pigmento identificado es el ocre. la presencia de molibdeno y litopón por
Hemos detectado dos pigmentos rojos. EDXRF en algunas zonas azules, así como
Predomina el cinabrio cuyo origen mineral plomo y cinc en otras áreas y muestras.
lo demuestra la presencia de cuarzo asociado La policromía de la Dama de Baza es
al sulfuro de mercurio. Hay además un rojo mucho más completa que la de Elche y su
traslúcido de naturaleza orgánica localizado estructura difiere considerablemente ya que
en el borde de la vuelta del manto plegado. las capas se asientan sobre una espesa prepa-
Sólo hemos constatado analíticamente ración blanca de yeso. Encontramos en am-
por EDXRF la presencia en la Dama de El- bas esculturas el cinabrio y el azul egipcio,
che de azul egipcio en los muy escasos re- pigmentos característicos de esta etapa de la
siduos visibles actualmente, ya mencionado Historia, aunque hay que añadir una tierra
por otros autores. roja en la Dama de Baza y un rojo de natu-
Por último, asociamos el yeso a las pátinas raleza orgánica en la figura de Elche.
de alteración y no a las capas de policromía El color de los aderezos difiere y es fácil
de la Dama de Elche. pensar que el estaño les diera un aspecto
metálico semejante a la plata en la Dama de
Baza, mientras que las joyas de Elche imita-
Conclusiones ron el tono amarillo del oro.
1
Detectamos también un negro de
Este trabajo pone de manifiesto la com-
naturaleza orgánica, siendo difícil
Combinando los análisis con toma de muestra, plejidad del estudio de este tipo de piezas, el
precisar si existió también en la po-
licromía original o se ha empleado con el barrido realizado por espectroscopía de gran número de técnicas de análisis reque-
únicamente en la restauración. fluorescencia de rayos X de la Dama de Baza ridas y la necesidad de un amplio personal
especializado que colabore estrechamente. Ferrero Calabiug, J. L.; Roldán García, C.;
También refleja la escasez de este tipo de Juanes Barber, D.; Ramos Fernández, R.;
estudios en torno a la escultura ibérica, ca- Ramos Molina, A. y Ramos Molina, R.:
rencia que esperamos se solucione, gracias a «Analysis of pigments from Iberian Polychro-
la evolución y especialización de los análisis me Sculptures». ART’99, Rome, 1999.
Ferrero Calabiug, J. L.; Roldán García, C.;
hacia una mínima agresión a la pieza.
Juanes Barber, D. y Rovira Llorens, S.:
«Análisis EDXRF de pigmentos de la Dama
Bibliografía de Baza (s IV a.C.)». Congreso Nacional de Ar-
queometría. 1999. III Congreso.
Cabrera Garrido, J. M.: Informes ref. Gaitán Espinosa, J.; Ontiveros Ortega, E.;
LQ/54/197/1 y 3, Archivos del I.C.R., hoy Martín García, L. y Villegas Sánchez,
I.P.H.E. Madrid. R.: «Estudio analítico de los materiales de la
Cabrera Garera Garrido, J. M.: Informes ref. escultura ibérica denominada El guerrero de
LQ/54/197/1 y 3, Archivos del I.C.R., hoy Baza». El guerrero de Baza. Junta de Andalu-
I.P.H.E. Madrid. cía. Consejería de Cultura. 1999, p. 49-56.
Cabrera Garrido, J. M.: «Conservación y Luxan, M. P.; Prada J. L.; Dorrego, F.: «Dama
restauración de una escultura ibérica en pie- de Elche: Pigmentas, surface coating and stone
dra policromada del siglo iv a J. C.». Boletín of the sculpture». Materials and Stuctures,
I.C.R.O.A. 1973. n.º 12, p. 23-33. 2005, n.º 38, p. 419-424.
221
Comportamiento de consolidantes de metales
sometidos a envejecimiento acelerado
Elena González
Joaquina Leal
Instituto de Patrimonio Histórico Español
Con la colaboración de Marisa Gómez, Enma García, Paz Ruiz y Paz Navarro
Instituto del Patrimonio Histórico Español
Producto Composición Tg
Grupo 3.
Ciclo calor-humedad1
Grupo 2.
Incidencia radiación Grupo 5.
Ciclo de calor- humedad1
Grupo 1. y radiación
Condiciones ambientales de
humedad, temperatura y oscuridad Grupo 4. Grupo 6.
Radiación y ciclo calor-humedad1 Ciclo de choque térmico1
Grupo 8. Grupo 7.
Radiación y ciclo de choque Ciclo de choque térmico1
térmico1 y radiación
Figura 1. Consolidantes.
clos simples y sucesivos de radiación y de Cada 100 h de ensayo se realizan las me-
225
humedad-temperatura. didas de color. A las 200 h y 400h se iden-
Los ensayos se realizan, una vez prepara- tifican los grupos funcionales de políme-
dos los patrones y concluido el tiempo de ros mediante espectros FT-IR, realizados
secado. dispersando la muestra correspondiente
El envejecimiento artificial acelerado en pastilla de bromuro de potasio, con un
debido a la radiación se realiza en una cá- espectrómetro de infrarrojos por transfor-
mara de fabricación propia, que opera de mada de Fourier (BRUKER, modelo Equi-
forma manual. Se colocan las probetas a nox 55).
una distancia de 50cm de las resistencias En la cámara climática (HERAEUS
(Ultramed de 400 W y Ultratech de 400 VÖTSCH modelo HC2020), se realizan los
W) mediante un bastidor en posición ver- ensayos de humedad y temperatura, siguien-
tical, asegurando así la uniformidad en la do la norma UNE-EN ISO 9142:2003,
1
Ciclos según la norma UNE_ISO
cantidad de energía recibida. La cámara ANEXO D3. De este anexo, hemos tomado
9142:2003 ANEXO D.
dispone de un cuadro interno debidamen- los ciclos que consideramos más adaptados a 2
Rodríguez Sancho, Isabel: «Dise-
te protegido, en el que puede regularse la consolidantes de metales. El ciclo de calor y ño, configuración y estudio de nuevos
temperatura interior, que en nuestro caso humedad pasa de una temperatura ambien- soportes translúcidos y transparentes de
no debe exceder los 50ºC. Las radiaciones te y una humedad relativa extrema a una doble aplicación en el campo pictórico
emitidas por las dos lámparas en su con- temperatura más alta, pero que no exceda y en el de la restauración». Tesis Doc-
toral.
junto se enmarcan dentro de los tonos fríos la temperatura alcanzada en la de insolación 3
«Guía para la selección de condiciones
del espectro visible y en el ultravioleta A y de un interior de un país mediterráneo y de envejecimiento normalizadas de la-
B. La duración total del ensayo ha sido de una baja humedad, volviendo nuevamente boratorio para someter a ensayo juntas
400horas (16 días)2. a las condiciones iniciales. pegadas».
• (72± 1)h a una temperatura de (23± 2 )ºC
y una humedad relativa del 92%
• (48± 1)h a una temperatura de (55± 2)ºC
y una humedad relativa del 28%
Conclusiones
(a) (b)
la que se aprecia un núcleo de hierro con
numerosas inclusiones. Son de naturaleza
silicatada y aparecen en la imagen BSE con
un color gris más oscuro que el resto de la
matriz, por contener elementos de menor
Estudio analítico de la reja mayor de la Capilla Real de Granada
(a) (b)
las figuras no originales del siglo xviii (la-
tón: 93% cobre y 7% cinc).
En el estudio metalográfico de las mues-
tras pulidas de chapas decorativas no origina-
les sin atacar se observan diferencias sustan-
ciales con respecto a las muestras de figuras
originales. Se reducen considerablemente el
número y tamaño de las inclusiones en la
matriz de hierro y baja la porosidad.
La estructura metalográfica que se revela
en este grupo de muestras difiere completa-
mente de la que presentan las chapas origi-
nales del siglo xvi. Una vez atacada con nital
se observa un sistema bifásico, en contraste
con los hierros monofásicos de bajo conteni- Figura 6. Detalle de los restos del re-
do en carbono de las muestras originales. El cubrimiento que muestran los barrotes.
sistema bifásico está constituido por fase a Autor: José Manuel Santos Madrid.
deformación.
En algunos barrotes se han identificado
restos del estañado que recubría inicialmen-
te la superficie. La estructura observada en
el estañado indica que ha sido aplicado por
inmersión del hierro en caliente (fig. 7).
El recubrimiento de estaño ha cumplido
la función de protegerlo ante la corrosión.
Esto, junto a la gran calidad de la materia
prima, explica el buen estado de conserva-
ción de la reja.
Figura 8. Fotografía de microscopía Con el microscopio óptico de luz refle- Puntualmente se han detectado signos de
óptica del recubrimiento de estaño del jada se observa en la zona del núcleo una corrosión en una pequeña zona superficial
barrote sin atacar (x10)
matriz de granos poligonales y equiaxiales del barrote. Se han analizado mediante mi-
de ferrita a, con presencia de escorias de croscopía electrónica de barrido y microa-
color oscuro, alargadas según la dirección nálisis por espectrometría de dispersión de
238
de trabajado. Estas impurezas son caracte- energías de rayos X (MEB-EDX) para co-
rísticas del hierro obtenido por pudelado, nocer la profundidad y el alcance de la alte-
y corresponden a las impurezas propias del ración. Se aprecia una pequeña picadura de
afino (fig. 6). La estructura fibrosa que se corrosión compuesta por óxidos de hierro,
desarrolla confiere gran tenacidad al ma- que por su escasa penetración y presentarse
terial, obteniéndose un producto de exce- de forma muy localizada no ofrece gran im-
lente calidad. Su composición es la de un portancia (fig. 8).
hierro monofásico con un contenido muy En las rejas monumentales existen mu-
bajo en carbón y es idéntica a la analizada chos otros elementos con función de ensambla-
en las chapas originales empleadas en las je (o anclaje), además de los elementos prin-
figuras decorativas. cipales que la constituyen (barrotes y chapas
En los bordes del barrote, los granos de que conforman las figuras decorativas), que
ferrita son mucho más pequeños, y se apre- también resultan interesantes en cuanto a su
cia una leve corrosión intergranular, debido técnica de ejecución. Se ha analizado uno
al proceso final de martillado al que se ha de los cerramientos de los frisos realizados en
sometido el barrote para conseguir la forma chapa con un recubrimiento metálico idén-
final cuadrada, y a enfriamientos no homo- tico al observado en los barrotes. Al atacar
géneos en la pieza. la muestra se revela una estructura monofá-
Esta estructura evidencia el duro proceso sica de ferrita (solución sólida de carbono
de ejecución de los barrotes hasta alcanzar la en hierro a), con granos equiaxiales e in-
forma final. El hierro caliente era sometido clusiones deformadas según la dirección de
a enérgicos golpes para conferirle la forma laminado, similar a la mostrada por los ele-
mentos originales de la reja anteriormente
analizados. La capa superficial más brillante
corresponde al recubrimiento de estañado
de la lámina (Fig. 9).
Este tratamiento se emplea para proteger
el metal al que recubre, ya que el estaño pre-
senta una buena resistencia a la corrosión at-
mosférica, incluso en ambientes húmedos.
Los recubrimientos de estaño son muy finos,
del orden de 2 a 15 mm, en nuestro caso es
de aproximadamente 8 mm. El estañado se
aplica por inmersión a 300 ºC con las lámi-
nas de hierro previamente calentadas.
A mayores aumentos se puede observar
con más detalle el tratamiento de estañado
de la lámina de hierro, conservado perfec-
tamente en esta zona. Cuando se aplica el
estaño en caliente se produce una difusión
de los átomos de estaño en la estructura responsables de la buena resistencia mecáni- Figura 9. Imagen BSE composicional
de hierro, produciéndose dos fases: fase ζ ca mostrada por estos materiales de la zona externa del barrote donde se
localiza corrosión.
y q, que dan lugar a dos capas de inter- A diferencia de los barrotes, en la cuña
239
metálico. La capa más interna (punto 1, no se aprecia ningún tratamiento super-
fig. 10) son cristales columnares de FeSn2, ficial de protección. A pesar de esto, la
compuesto intermetálico que forma la corrosión es poco profunda, y forma una
fase q, y su composición es la indicada en capa de óxidos de hierro homogénea y
el microanálisis de la fig. 10. Esta capa es compacta en toda la pieza, sirviendo de ba-
muy compacta y limita la formación de rrera protectora.
FeSn2,, restringiendo la difusión de los También se ha analizado uno de los re-
reactivos a través de ella. La capa más maches que sujetaba las dos partes de una fi-
externa (punto 2, fig. 10) estuvo inicial- gura decorativa. Al realizar el montaje de la
mente compuesta de estaño puro, aunque muestra se ha buscado la sección transversal
en nuestro caso presenta un mayor grado a lo largo del eje del remache para observar
de oxidación como resultado lógico de su su perfil.
larga exposición a la atmósfera. En microscopía óptica de luz reflejada
Otro elemento de anclaje estudiado ha se revela la estructura metalográfica con
sido una pequeña cuña de hierro original una matriz de granos ferríticos deformados
encontrada en la reja, en la que se obser- según las direcciones de los esfuerzos, que
va una estructura y composición idéntica a delatan que ha sido sometido a un trabajo
la de los barrotes. La metalografía presenta intenso para conformar la cabeza del re-
una matriz de ferrita (hierro a), formada mache. En la parte central del cuerpo del
por granos equiaxiales, entre los que se apre- remache los granos de ferrita son mayores,
cian restos de escorias deformadas durante debido a que el enfriamiento en esta zona
el trabajado de la cuña. Estas escorias son ha sido más lento que en las partes más
Estudio analítico de la reja mayor de la Capilla Real de Granada
(a) (b)
externas (fig. 11). Muy probablemente la cubiertos por colores opacos o por recubri-
cabeza del remache se formó por defor- mientos oscurecidos.
mación en caliente a partir de una barrita El objetivo de los análisis de la policromía
original. ha sido caracterizar los materiales presentes
en la policromía del siglo xvi y distinguirlos
de aquellos incorporados en el siglo xviii y
Metodología y estudio de la policromía en otras actuaciones.
de la reja: determinación de adiciones La instrumentación empleada en las
y alteraciones técnicas microscópicas analíticas ha sido
la misma que en el apartado anterior, de
Antes de la restauración dirigida por el modo que sólo destacaremos ciertas dife-
IPHE4 en 2003 el colorido original se ha- rencias, como el empleo de la microscopía
llaba oculto por repintes y repolicromías. de fluorescencia con una iluminación por
Los barrotes torneados, los fustes de las reflexión por medio de una lámpara ultra-
columnas y otros elementos sustentantes violeta de luz negra o lámpara de Wood,
estaban pintados de negro, mientras que en las muestras de policromía incluidas en
4
Paz Ruiz se encargó de la dirección los elementos decorativos simétricos de una resina dura de tipo metacrilato y pu-
técnica y la empresa Ágora ejecutó la las pilastras, los frisos, el remate, el grupo lido posterior de la sección transversal. Al
restauración central de escudos y las escenas, estaban mismo tiempo que efectuamos el análisis
morfológico de las capas superpuestas, la
determinación de las partículas presentes,
el tamaño, el color y la medida del espe-
sor de los estratos, detectamos las pelícu-
las orgánicas y los pigmentos y coloran-
tes fluorescentes. En el siguiente paso de
la secuencia se aprovechan las inclusiones
estratigráficas para realizar el microanálisis Figura 11. Fotografía de microscopía
de los componentes inorgánicos (pigmen- óptica de la sección transversal de una
cuña atacada con nital (x5).
tos y cargas) de las policromías con el mi-
croscopio electrónico de barrido acoplado Analizamos por cromatografía de gases-
a un detector por dispersión de energías de espectrometría de masas (CG MS, SHIMA-
rayos X (MEB-EDX), metalizando previa- DZU, inyector automático A6c-20i, GC-17
mente con carbono como se describe en el a, MS-QP5050 y columna HT5) los esteres
estudio del metal. metílicos volátiles de los ácidos grasos carac-
Separamos previamente las diferentes terísticos de los aglutinantes y recubrimien-
capas para evitar posibles contaminaciones tos, utilizando como reactivo metilante una
cuando deseamos establecer su naturaleza sal de amonio cuaternario.
de las sustancias orgánicas presentes (aglu- En primer lugar, describiremos los ele-
tinantes, recubrimientos y adhesivos). De- mentos propios de la policromía del siglo xvi
terminamos el tipo de polímero al que per- que hemos logrado analizar.
241
tenecen los materiales orgánicos en las capas Extrajimos micromuestras representati-
aisladas y dispersadas en un matriz de KBr, vas de los dorados mates localizados en gran Figura 12. Detalle de la riqueza de la
estudiadas con un espectrómetro de infra- parte del friso, orlas que adornan los escu- policromía del motivo principal de la
reja, compuesto por el escudo y los em-
rrojos por transformada de Fourier (FT-IR, dos, las pilastras, las decoraciones vegetales,
blemas de los Reyes Católicos, situados
Bruker Equinox 55). los cabellos y las vestiduras de numerosos en el centro del segundo cuerpo.
Hemos empleado la cromatografía en personajes (figs. 12 y 13). Todas las mues-
Figura 13. Aspecto de los dorados y en-
capa fina para determinar el colorante rojo tras que contenían restos de la policromía carnaciones de la policromía original
de las correspondientes veladuras. original estaban doradas a la sisa. El pan de después de la restauración.
ficie. Estos baños o veladuras rojas y verdes
sobre el oro se habían ejecutado también al
óleo y los pigmentos identificados han sido
una laca roja, probablemente cochinilla5 y
un pigmento verde de cobre, disuelto en el
Estudio analítico de la reja mayor de la Capilla Real de Granada
(a) (b)
Figura 18. Microfotografía de una falso» de un librillo descubierto en el interior una intervención sobre la reja, mas reciente
encarnación dieciochesca sobre la ori-
de un friso de la parte alta de la reja (fig. 19). que la de 1776.
ginal, procedente de un elemento deco-
rativo de pequeña dimensión, de ahí el La sisa aplicada era más compacta que en el Hasta ahora hemos descrito los agluti-
estañado. caso anterior, de color más rojizo y estaba nantes y recubrimientos oleosos como acei-
Figura 19. Pan de latón del librillo compuesta por una mezcla de minio y tierra te de linaza cocido con una proporción de
encontrado en el friso, empleado en la roja aglutinados con aceite de linaza cocido. palmitato /estearato (P / E) inferior a 2. Sin
repolicromía barroca. Observamos también una capa parda os- embargo, existen diferencias entre ellos en
244
cura traslúcida que, unas veces se sitúa entre la relación de acelato/palmitato que intere-
los dorados de ambas épocas, otras sobre los sa tratar con mayor detenimiento. El aceite
dorados originales de las partes altas o, fi- empleado del repinte amarillo y de la repoli-
nalmente, bajo los repintes amarillos. Dicho cromía ha sido aplicado en caliente, como lo
película intermedia de naturaleza orgánica, demuestran las relaciones de acelato /palmi-
contenía aceite de lino cocido, acompañado tato (A/P > 1) superiores a las habitualmente
a veces por una resina de copal. encontradas en los aceites secantes, a diferen-
Encontramos también recubrimientos en cia de los aglutinantes de las veladuras rojas
la superficie no decorada de la reja, consis- y verdes y el adhesivo de la sisa original cuya
tentes en una espesa capa negra de aceite de relación es siempre A /P ≤ 1 (fig. 20)
linaza y negro carbón, matizada finalmente
con un barniz de colofonia y cera de abejas.
Al oxidarse la lámina de estaño que cubría Conclusiones
los barrotes originales, su aspecto metálico
se había modificado e incluso perdido y Respecto a la técnica de ejecución y material
consideraron necesario proteger el metal. soporte de esta gran obra, se tienen que dis-
Ciertas partes doradas se hallaban ocultas tinguir dos aspectos: por un lado el trabajo
por la capa negra mencionada en el párrafo y material de los barrotes, y por otro el de
anterior, pintada de nuevo de amarillo ocre las chapas.
aglutinado con aceite de linaza para recu- Durante el proceso de taller, las barras de
perar la tonalidad del oro en determinadas hierro eran calentadas y forjadas reiterada-
lagunas. Esta última capa opaca supondría mente, hasta conseguir la forma deseada, de
modo que se obtenía una excelente calidad
de hierro fibroso y tenaz. Tanto el conforma-
do de las barras en sección cuadrada como el
torcimiento de las mismas se realizaban en
caliente, según se observa en las metalogra-
fías realizadas. Los sucesivos calentamientos
hacen que el material se vuelva frágil. Para
evitar esto, se sometía al hierro de forma pe-
riódica al proceso de templado.
Los barrotes llevan un acabado final de
estañado. Para ello, al terminar el conforma-
do, se calentaban y se aplicaba una capa final
de estaño en caliente, buscando con ello una
protección contra el óxido. Actualmente el
estañado ha quedado prácticamente reduci-
do a pequeñas zonas e islotes aislados en los
barrotes, habiendo cumplido sobradamente
su función. El sacrificio de este recubrimien- metalográfica totalmente distinta a las ante- Figura 20. Esquema representativo de
to ha conservado hasta nuestros tiempos en riores: bifásica, sin inclusiones y con mayor las relaciones acetato / palmitato (A/P)
en el eje de ordenadas y palmitato / es-
condiciones admirables esta obra. contenido en carbono. Esto confirma la hi-
tearato (P/E) de los materiales grasos
Otros elementos constitutivos de la obra, pótesis de que sean elementos no originales identificados por cromatografía de ga-
245
como los cerramientos de los frisos, tenían de la reja, probablemente añadidos en la res- ses – espectrometría de masas.
también una protección mediante estañado. tauración de 1776.
Sin embargo, elementos de menor impor- Ya hemos visto que la suntuosidad de la
tancia, como cuñas o remaches, no tenían policromía de la reja de la Capilla Real se
esta protección final. localiza en elementos simétricos que deco-
Las láminas de hierro que adornan la reja ran ambas caras y también que los colo-
han sido repujadas, alcanzando volúmenes res que contemplábamos al comienzo de
considerables si tenemos en cuenta la difi- la restauración dirigida por el IPHE en el
cultad que presenta el hierro ante esta técni- año 2003 estaban enmascarada por capas
ca en comparación con otros metales. superpuestas que han puesto en evidencia
Ninguna de las chapas que forman las fi- los análisis.
guras decorativas ha sido estañada, pero sí Gran parte de la decoración de la cres-
empavonadas, ya que estas piezas iban dora- tería, los escudos centrales y las pilastras,
das y policromadas. que separan las calles había sido dorada
Las láminas de figuras decorativas origi- originalmente «a la sisa», realzando cier-
nales presentan una estructura metalográfica tos elementos con veladuras rojas, verdes
monofásica de ferrita, con numerosas inclu- y pardas. El oro intensificaba el color de
siones y bajo contenido en carbono. Esta es- las veladuras rojas y pardas de frutos, ro-
tructura y composición es idéntica a la que pajes y matices en los flameados, mientras
presentan los barrotes, cuñas y remaches. que las verdes y pardas parece que se apli-
Las figuras decorativas no originales caban siempre sobre plateados hechos con
muestran una composición y estructura estaño.
El metal además de proteger los elemen- que nos ha suministrado además documen-
tos sustentantes, sirvió para sustituir a la tación del Archivo de la Capilla Real y las
plata en el cuerpo de los leones, la hojarasca imágenes finales de la reja.
de los escudos y algunas vestiduras del siglo
xvi. El color de las encarnaciones de los ele-
Estudio analítico de la reja mayor de la Capilla Real de Granada
Durante una de las excavaciones arqueo- deficiente y alterado estado del metal y la
lógicas del área del foro de la antigua As- carencia de paralelos los que obligan a una
turica Augusta tuvo lugar en 1992 el ha- máxima prudencia en torno a este objeto,
llazgo de una gran pieza plana y metálica examinado por distintos especialistas que
de forma circular. Se compone de una no han comprometido su palabra en tor-
chapa en forma de disco, con salientes en no a su posible función, aún enigmática.
su circunferencia externa, a la que se aña- De suponerse un aplique mobiliar –¿de un
dió una pieza central (una especie de umbo lampadario?– o cualquier otro «cajón de
o eje con un núcleo de hierro) que arma sastre», pasó a conjeturarse que se trataba
una corona de bronce en forma de rayos de un ejemplar singularísimo de caetra o
ondulados, decoración poco evidente en escudo militar romano, el mismo que figu-
la actualidad dada la corrosión producto ra en los cuños numismáticos del momen- 247
de una defectuosa conservación. Son este to, más por la forma y tamaño que por otra
te de algún otro elemento de las insignias relevancia e interés a la que tanto los análisis
militares, como un estandarte. efectuados en el IPHE como la exhibición
La cronología de la pieza es temprana, se en las salas del Museo pudieran ofrecer un
relaciona con el nivel de amortización de los futuro en el que esté plenamente dilucidada
restos del campamento de la legio X gemina, su función.
que, hacia finales del imperio de Augusto y De este modo, esta pieza fue remitida a
primera mitad del tiberiano comenzaba a los laboratorios del IPHE para su análisis y
convertirse en una urbe, capital administra- caracterización como fase previa a los tra-
tiva del conventus. Poco después, ya a finales bajos de restauración a realizar antes de su
del reinado de Tiberio, se edificó allí, junto definitiva exposición en el museo. El interés
al foro, una de vivienda eminente, provis- de los estudios realizados radica no tanto en
ta de un pavimento característico que le da los resultados obtenidos como en la necesi-
nombre en la arqueología moderna (la do- dad de caracterizar un hallazgo arqueológico
mus del opus signimun). Esa circunstancia, la que puede ser catalogado como excepcional
vinculación con el destacamento militar que en su género.
248
Un escudo romano del Museo de León.
Análisis y estudio
José V. Navarro Gascón
Instituto del Patrimonio Histórico Español
Figura 3. Detalle de los depósitos super- donde se ha extraído una pequeña esquir- pulidas de muestras incluidas en resina, mé-
ficiales, cementados por sales de cobre
la para análisis, el resto de las muestras han todo que nos permite acceder al núcleo de las
procedentes de la alteración del escudo.
sido obtenidas de los numerosos fragmentos mismas y obtener información de la estructura
Figura 4. Detalle de los restos del umbo
menores. En dichos fragmentos se encuen- estratigráfica y de la secuencia de los procesos
del escudo, en el que se observa una
zona central, constituida por óxidos y tran representados tanto el soporte metáli- de alteración desarrollados. Se ha utilizado
oxihidróxidos de hierro (1), rodeada co y sus productos de corrosión como los como base de partida la información ofrecida
por una aureola (color verde pálido) de materiales encostrados superficialmente, por las imágenes de contraste composicional
250 atacamita (2).
los cuales constituyen un documento de la obtenidas a partir de la señal de electrones re-
historia del soporte metálico del escudo y trodispersados (imágenes BSE)1. El sombrea-
de las transformaciones acaecidas durante el do conductor de las muestras ha sido realizado
período de enterramiento arqueológico. con carbono, recurriéndose al metalizado con
Dada su fragilidad, el escudo no ha sido oro para el estudio textural de las muestras de
separado en ningún momento del soporte corte fresco, no incluidas en resina.
de su embalaje, quedando limitado el es- La difracción de rayos X (DRX) ha sido
tudio de la superficie interior del mismo a utilizada para la identificación de las fases
los análisis realizados sobre los fragmentos cristalinas presentes en los productos de
desprendidos. corrosión del metal y en la composición de
La técnica analítica básica utilizada en el las costras superficiales. El equipo utilizado
estudio de la mayor parte de las muestras ha ha sido un difractómetro Siemens D5000
sido la microscopía electrónica de barrido, dotado con un monocromador de grafito
acoplada con un sistema de microanálisis y programas de identificación automática
mediante espectrometría de dispersión de de fases operando sobre una base de da-
1
El brillo y contraste de las imágenes energías de rayos X (SEM-EDX). El equi- tos JCPDS. Para minimizar el volumen de
obtenidas con la señal de electrones po utilizado ha sido un microscopio JEOL muestra a extraer, los difractogramas se han
retrodispersados guarda estrecha re- JSM 5800 acoplado con un espectrómetro realizado sobre micromuestras molturadas
lación con el n.º atómico de los ele-
Oxford Link Pentafet, utilizando una ten- manualmente con soporte de etanol y se ha
mentos que la generan, pudiendo
utilizarse los diferentes tonos de grises
sión de aceleración de 20 kV. utilizado un portamuestras de monocristal
obtenidos para delimitar zonas con La mayor parte de los análisis mediante de silicio con objeto de optimizar la relación
distinta composición. SEM-EDX se han realizado sobre superficies señal/ruido de fondo.
Resultados obtenidos espesor notable. El espesor original de la
chapa de cobre puede ser estimado en 1-1,1
Núcleo metálico inalterado mm (fig. 6).
La estructura de corrosión dominante en
Los análisis se han realizado sobre una sec- el núcleo metálico, cuando está totalmente
ción pulida de una esquirla extraída de una alterado, queda definida por una alternancia
de las lengüetas decorativas perimetrales, irregular de niveles constituidos por agre-
desprendida del escudo, siendo la única gados de cristales idiomorfos de óxidos de
muestra en la que se ha accedido al núcleo cobre (cuprita) (fig. 7) y zonas masivas de
metálico inalterado. El espesor del mismo cloruros de cobre (atacamita) (fig. 8); local-
oscila entre 50-225 mm (fig. 5), presentan- mente se han identificado mediante EDX
do los granos metálicos aplanamiento por pequeñas concentraciones de sulfato de co-
deformación mecánica. En los microanálisis bre (brocantita).
realizados sobre el núcleo inalterado, el co- La porosidad del conjunto es elevada, de
bre ha sido el único elemento identificado, tipo intercristalino en la zona de acumula-
apareciendo rodeado por una aureola de ción de cristales idiomorfos de cuprita, y
alteración constituida por cuprita [Cu2O] y con desarrollo de grandes poros elongados
atacamita [Cu2Cl(OH)3]. y subparalelos a la superficie en las masas de
atacamita, estos últimos en relación directa Figura 5. Imagen SEM-BSE obtenida
Núcleo metálico alterado con las deformaciones mecánicas observadas sobre probeta pulida en la que se ob-
en los granos de cobre del núcleo metálico servan restos inalterados de la chapa de
cobre (a), rodeados por cuprita (b) y 251
En la mayor parte de los restos de la chapa inalterado.
atacamita/paratacamita (c).
de cobre desprendidos del escudo el me- La capa más externa de cloruros de co-
Fig. 6. Imagen SEM-BSE en la que
tal se encuentra totalmente mineralizado, bre del núcleo metálico suele presentar
se observa, sobre probeta pulida, una
conservando los productos de corrosión la continuidad con los cloruros de cobre de sección completa de la chapa de cobre,
superficie original del mismo. Esta super- los encostramientos superficiales y cuando totalmente alterada en forma de cu-
ficie delimita los productos primarios de estos se desprenden lo hacen a partir de los prita y atacamita, conservándose las
dimensiones de la sección original. La
corrosión de los productos secundarios, los planos de debilidad del núcleo, preferente-
zona superior aparece cubierta por una
cuales cementan diversos materiales ajenos mente a través de los niveles donde la cupri- costra simple en la que predominan los
al escudo produciendo encostramientos de ta se desarrolla libremente, sin cemento de óxidos/oxihidróxidos de hierro.
Un escudo romano del Museo de León. Análisis y estudio
Figura 7. Imagen SEM-SE de detalle atacamita, circunstancia que puede condi- elemento aparece en forma de numerosas
de cristales de cuprita en el núcleo alte- cionar su eliminación durante el proceso de inclusiones dispersas en una matriz consti-
rado de la chapa de cobre.
restauración. tuida por cloruros y óxidos de cobre (fig. 9).
Figura 8. Imagen SEM-SE de detalle En los microanálisis generales realizados se
de agregados de cristales lenticulares de
Decoración central con forma de sol identifican, además de Cu, O, Cl y Pb, pe-
atacamita/paratacamita en el núcleo
alterado de la chapa de cobre. queñas proporciones de Sn y Fe y trazas de
Los análisis se han realizado sobre una esquir- Zn y As, por lo que el material original de
la tomada de la zona central de la decoración la decoración puede ser catalogado como un
252
(figura 2) con forma de sol. El material ex- bronce plomado.
traído se encuentra totalmente alterado; no
obstante, los resultados de los análisis de los Umbo de la decoración central
productos de alteración son suficientemente
significativos como para considerar innece- En el examen del fragmento correspondien-
sario un muestreo más agresivo en zonas po- te al umbo o pieza central de la decoración
tencialmente inalteradas. (figura 4) se observa una estructura comple-
Las principales fases cristalinas identi- ja, resultado de la corrosión de los distintos
ficadas en el análisis mediante DRX rea- materiales que confluyen en este punto:
lizado han sido cuprita [Cu2O] y nanto-
kita [CuCl] acompañadas por atacamita/ • Chapa de cobre de la zona central del
paratacamita [Cu2Cl(OH)3], brocantita escudo, totalmente corroída y cubierta,
[Cu4SO4(OH)6] y anglesita [PbSO4]. De tanto en el anverso como en el reverso,
estos resultados debemos destacar la pre- por una costra delgada de óxidos de hie-
sencia de formas anhidras de cloruro de rro con formas botroidales.
cobre (nantokita) y, especialmente, la pre- • Sobre la chapa de cobre aparece una capa
sencia de sales de plomo –elemento que de bronce alterado, de 4 mm de espesor,
no ha aparecido en ninguno de los análi- correspondiente a la zona central de la
sis realizados en la chapa del escudo y sus decoración en forma de sol.
productos de alteración–. • Ambas capas aparecen atravesadas por un
La presencia de plomo se confirma en el núcleo o vástago central de hierro de 19
examen mediante MEB-EDX, donde este mm de diámetro, totalmente alterado en
forma de oxihidróxidos de hierro, habién- Superficie exterior de la chapa de cobre Figura 9. Imagen SEM-BSE obtenida
dose identificado mediante DRX goethita sobre una esquirla del metal alterado
de la decoración con forma de sol del
[aFeO(OH)], lepidocrocita [gFeOOH] y En la práctica totalidad de las muestras escudo. Los elementos identificados
akaganeita [bFeO(OH,Cl)]. estudiadas la chapa original de cobre se permiten asignar la composición a un
• En la zona superior (sobre el bronce) el encuentra totalmente mineralizada, con- bronce. En la imagen, restos de un gra-
vástago central de hierro presenta una no de plomo en una matriz de óxidos y
servando los productos de corrosión la cloruros de cobre con pequeñas propor-
aureola de color verde pálido y 4-6 mm delimitación de la superficie original de ciones de estaño.
de espesor, constituida por atacamita la pieza. Figura 10. Imagen SEM-BSE de una 253
[Cu2Cl(OH)3] pura. La composición del material que aparece sección de la chapa de cobre totalmente
en esta superficie muestra cierta variabilidad alterada (a) en forma de cuprita y ata-
Superficie interior de la chapa de cobre (cloruros y sulfatos de cobre, óxidos de hie- camita, cubierta por una costra mixta
en la que aparece la siguiente sucesión
rro,...) estando constituido, en el caso más de materiales: (b) Nivel sin estructura
La superficie interior del escudo presenta una frecuente, por la capa más externa de ataca- formado por oxihidróxidos de hierro,
película delgada, de 40-75 mm de espesor, ca- mita/paratacamita [Cu2Cl(OH)3] que se ob- sulfatos, cloruros y óxidos de cobre que
rente de los encostramientos que aparecen so- serva en el núcleo alterado. Estos productos cementan granos detríticos, (c) nivel
bre la superficie externa. Esta película ha sido discontinuo de cuprita y cloruros de
de corrosión suelen desarrollarse mostrando cobre, (d) oxihidróxidos de hierro, (e)
estudiada en dos muestras diferentes obser- continuidad con los encostramientos super- sulfatos de cobre, (f ) fosfatos de cobre.
vándose en ambos casos una estructura muy ficiales.
similar en la que el rasgo más significativo es
la presencia de un nivel continuo y ondulado
constituido por óxidos de hierro (óxidos/oxi- Depósitos superficiales
hidróxidos) que aparece rodeado por cloruros
de cobre en una de las muestras y cloruros y Se ha realizado un análisis global median-
sulfatos de cobre en la segunda de ellas. Pun- te DRX de algunos de los fragmentos de
tualmente, aparecen sobre esta película algu- la costra que aparece sobre el escudo iden-
nos depósitos externos, de color verde, en cuya tificándose malaquita y brocantita –fases
composición se han identificado brocantita cristalinas principales– y pequeñas pro-
[Cu4SO4(OH)6], malaquita [Cu2CO3(OH)2] porciones de cuprita. Los difractogramas
y cuprita [Cu2O] que cementan partículas realizados presentan un ruido de fondo
con textura escoriácea ajenas al escudo. muy alto, indicativo de la presencia de
Un escudo romano del Museo de León. Análisis y estudio
254
Figura 11. Diversos detalles de la costra fases amorfas, no identificables mediante Costra ferruginosa sencilla
de la anterior imagen donde se observa la esta técnica. En la estructura más simple observada, la capa
complejidad textural de los distintos com-
El examen mediante MEB-EDX de las más externa del núcleo del escudo, constituida
ponentes de la misma. (a), (b): lamina-
ciones de oxihidróxidos de hierro, envuel- secciones pulidas de estos depósitos pone por brocantita y atacamita, aparece cubierta
tas por brocantita, (c), (d): brocantita de manifiesto una notable complejidad tex- por una costra formada por capas concéntricas
recubriendo a la costra ferruginosa. tural y composicional, desde estructuras de con textura botroidal de óxidos/oxihidróxidos
costras sencillas, donde los productos de de hierro que pueden englobar partículas de-
corrosión de la chapa de cobre aparecen cu- tríticas del medio de enterramiento (fig. 6).
biertos por óxidos de hierro, hasta depósitos
de espesor centimétrico formados por mate- Costras mixtas
rial ajeno al escudo (partículas carbonosas, Un ejemplo de costras de este tipo aparece
escorias silicatadas,...) cementadas por sales representado en la figura 10, donde puede
de cobre. observarse la siguiente estratigrafía:
Para su descripción pueden establecerse
tres modelos básicos, de complejidad cre- a. Sección de la chapa de cobre, total-
ciente, entendiendo que existen todas las mente alterada en forma de cuprita y
gradaciones posibles entre los mismos: atacamita/paratacamita.
b. Depósito de espesor variable (0,1-0,3 Figura 12. Imagen SEM-BSE de la
sección pulida de una costra compleja
mm), sin estructura definida, consti-
sobre la que se han señalado los restos de
tuido por óxidos/oxihidróxidos de la chapa de cobre alterado (a) y algunos
hierro, cloruros, sulfatos y óxidos de de los principales componentes de la cos-
cobre que engloban granos detríticos tra: (b) grano de escoria silicatada, (c)
grano de cuarzo, (g) posible fragmento
(cuarzo, arcillas).
cerámico, (e) óxidos de hierro, (f ) sulfa-
c. Nivel discontinuo de 0,05 mm de to de cobre –brocantita–, (g) cloruro de
espesor constituido por cuprita y ata- cobre –atacamita– y (h) carbonato de
camita. cobre –malaquita–. Las zonas negras
corresponden a la resina de inclusión y
d. Nivel continuo, de 0,08 mm de es-
a restos carbonosos con muy baja grado
pesor medio, constituido por oxihi- de contraste composicional.
dróxidos de hierro (fig. 11-a-b).
e. Costra con textura botroidal consti-
tuida por sulfato de cobre –brocanti-
ta– que puede englobar láminas muy
delgadas de oxihidróxidos de hierro
(fig. 11-c-d).
f. Película externa, discontinua, cons-
tituida por fosfatos de cobre y bro-
cantita.
envuelta de malaquita (fig. 14-b) y, local-
255
Costras complejas mente, en las zonas más externas, películas
Son las mejor representadas en la super- reniformes de fosfatos de cobre (fig. 14-c).
ficie del escudo (fig. 3), estando cons- Puntualmente, sobre las costras pueden apa-
tituidas por un agregado heterogéneo recer agregados fibrosos de carbonato cálci-
y complejo de granos o fragmentos de co (aragonito) (fig. 14-d).
materiales ajenos al escudo, cementados
por sales de cobre (figura 12). Entre los
fragmentos de materiales ajenos al escu- Conclusiones
do (fig. 13) encontramos diversos tipos
de escorias silicatadas, vidrios con segre- Del conjunto de datos obtenidos pueden
gaciones dendríticas, granos de cuarzo, extraerse las siguientes conclusiones:
partículas complejas de óxidos de hierro,
partículas carbonosas con mineralizacio- • El escudo está realizado con una del-
nes de cobre en la estructura vascular gada chapa de cobre sobre la que apa-
remanente (fig. 14-a), granos de pirita rece una decoración en forma de sol
con formas angulosas o texturas fram- elaborada en bronce. La decoración se
boidales,... fija al soporte mediante un sistema de
Aunque en algunos de los granos se han remaches, totalmente corroídos, pre-
observado aureolas o pequeños núcleos de sentando en su zona central un umbo
cuprita, las sales de cobre dominantes en los con núcleo de hierro que podría haber
cementos de la costra son la brocantita y la sustentado una argolla interior de suje-
atacamita, sobre las que suele aparecer una ción del escudo.
Un escudo romano del Museo de León. Análisis y estudio
256
Figura 13. Imágenes SEM-BSE de sec- • La chapa se encuentra, en las muestras • Los productos primarios de la corro-
ciones pulidas de distintos tipos de granos
estudiadas, total o parcialmente alte- sión de la chapa de cobre no han ge-
escoriáceos presentes en la costra: (a), (b):
escorias silicatado-alumínico-potásicas, rada, siendo la cuprita y atacamita las nerado procesos disruptivos, pudiendo
(c) grano con un entramado de cristales mineralizaciones dominantes. En las observarse en las secciones estratigrá-
de silicatos de calcio y hierro en una ma- secciones totalmente alteradas se obser- ficas estudiadas la delimitación de la
triz de aluminosilicato cálcico, (d): vidrio
van estructuras de corrosión con planos superficie original. El espesor estimado
con segregaciones de cristales dendríticos
de aluminato de hierro y magnesio. de debilidad que pueden ser asignados de la sección original de la chapa es del
a las deformaciones y elongaciones de orden de 1 mm.
los granos de cobre producidos durante • En la superficie externa del escudo apa-
el trabajo mecánico de adelgazamiento recen encostramientos de materiales aje-
de la chapa. Estas heterogeneidades en nos al mismo, cementados por sales de
la estructura de corrosión son la base cobre; entre los minerales cementantes
de las pérdidas por descamación que se predomina la brocantita en las zona más
observan en diversos puntos del escu- internas y la malaquita en las zonas más
do, dejando al descubierto superficies externas, siendo asimismo frecuente la
internas tapizadas por cristales idio- presencia de una delgada película exte-
morfos de cuprita. rior de naturaleza fosfatada.
257
• En los encostramientos encontramos Agradecimientos Figura 14. Imágenes SEM-BSE de ele-
mentos diversos de la costra: (a) partícula
diversos granos y partículas asignables
carbonosa con la estructura vascular relle-
a escorias silicatadas y restos carbono- En recuerdo de nuestra compañera Mª Do- na por sales de cobre, (b) malaquita con
sos con estructuras leñosas parcialmente lores Fernández-Posse, Pachula († 2007), textura botroidal, (c) cemento nodular de
mineralizadas que sugieren que el medio quien me ayudó a entender la pieza con- fosfato de cobre, (d) formas aciculares de
carbonato cálcico (¿aragonito?).
de enterramiento del escudo correspon- tándome todo lo que sabía sobre escudos
de a una zona de vertidos o deshechos de romanos.
una fundición.
• La presencia de óxidos/oxihidróxidos de
hierro es frecuente, en forma de lámina Referencias
delgada y continua en la superficie in-
terna del escudo y/o como costras bo- José V. Navarro (2003). Análisis de materia-
troidales deformadas por el desarrollo de les en una caetra o escudo romano del Mu-
cloruros y sulfatos de cobre en la super- seo de León. (IPHE, informe interno, n.º
ficie externa. reg. 22370).
Ministerio de Cultura
Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales
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8/2008
C I E N C I A S A P L I C A D A S A L PAT R I M O N I O
B I E N E S C U LT U R A L E S
GOBIERNO MINISTERIO
DE ESPAÑA DE CULTURA