Discernimiento Personal y Comunitario
Discernimiento Personal y Comunitario
Discernimiento Personal y Comunitario
El Papa Francisco, en Marzo del 2018, pedía como intención2: “Para que toda la
Iglesia reconozca la urgencia de la formación en el discernimiento espiritual, en el
plano personal y comunitario.” San Ignacio en sus ejercicios espirituales recoge
diferentes fuentes con relación al discernimiento, agregando, destilando y
compilándolo todo en los Ejercicios Espirituales. Como nos dice José García de
Castro “San Ignacio tiene un lugar reconocido en la historia de la espiritualidad
como maestro en el discernimiento para tomar decisiones según la voluntad de
Dios. Experimentó distintos métodos a lo largo de su vida y los expuso
sistemáticamente en su libro de los Ejercicios Espirituales.”3 Vemos plasmada la
experiencia del uso del discernimiento a manera personal en el Diario Espiritual de
San Ignacio4 y la aplicación al discernimiento apostólico comunitario en las
Deliberaciones de 1939. Estas deliberaciones describen la vivencia de los primeros
compañeros en el desarrollo de la Compañía de Jesús desde sus comienzos y en el
desarrollo de sus Constituciones5. Aquí intentamos presentar un sumario práctico y
muy breve de lo que San Ignacio dice al respecto con el énfasis en su aplicación. lo
pone así
Discernimiento Personal
Algunas notas introductorias
Para comenzar no está demás clarificar que lo que discernimos en la Espiritualidad
Ignaciana es la voluntad de Dios. Esto implica que este proceso nace de la oración y
que asume que lo que se discierne es algo bueno en sí mismo. No puedo “discernir”
el hacer algo que me aleje de Dios o algún pecado. San Ignacio dice que lo que
discernimos tiene que ser bueno en su comienzo, medio y fin, así que tampoco se
puede justificar un buen fin con malos medios. Lo que discernimos, asume que
estamos intentando seguir a Cristo y que nos dejamos afectar por él. Así que
tenemos que comenzar cualquier proceso de discernimiento reconociendo que
somos nosotros los que seguimos a Cristo y no Cristo quien nos sigue a nosotros.
Mociones Interiores
1 Este escrito ha sido creado para las comunidades de CVX en Puerto Rico por el P.
Pepe Ruiz, SJ. y puede ser distribuido y compartido con toda libertad.
2 https://www.popesprayer.net/wp-content/uploads/2016/01/Espa%C3%B1ol-
2018-def-temi-3.pdf
3 García de Castro, J.,La intimidad del peregrino, (ed.), Mensajero – Sal Terrae, Bilbao
Consolación: Desolación:
Fe Sin Fe (“no siento ir a misa”)
Esperanza (No es que lo externo estará Sin Esperanza (“todo va a estar mal”
bien, sino que Dios está conmigo y por Esperanza en cosas sin Dios)
eso estaré bien) Sin Amor (Auto-enfoque)
Amor Ansiedad, Agitación
Paz Interior Tristeza
Gozo espiritual Sin afecto, sequedad.
Lágrimas de consolación -Nada me mueve
-Ej. Sobrecogimiento -Sin compasión
-Compasión por el dolor de otro. -Sin arrepentimiento
-Dolor de mis pecados Incapaz de ver más allá de lo físico
Elevación de la mente a Dios Contrario a los dones del espíritu.
Dones del Espíritu Santo
-sabiduría, inteligencia, consejo,
fortaleza, ciencia, piedad,
temor de Dios.
Para tomar una decisión
a)Pasar por la 1ª y 2ª semana
Se podría decir que una parte importante de los EE.EE. consiste en ayudarnos a
crecer en libertad interior y unión con Dios para precisamente poder descubrir la
voluntad de Dios para nuestra vida y poder seguirla sin apegos desordenados. Esto
es básicamente lo que dice el primer párrafo de los EE.EE. para describir lo que son:
“…todo modo de preparar y disponer el anima para quitar de sí todas las
afecciones desordenadas y, después de quitadas, para buscar y hallar la voluntad
divina en la disposición de su vida para la salud del anima…”7
Esto implica que el tomar decisiones basadas en nuestro discernimiento no es algo que
6 Seguimos aquí las listas presentadas en los EE.EE. y en el “directorio autógrafo” de
San Ignacio, donde él mismo indica a otros directores cómo hablaba del tema con
personas en retiro. Ver:
Lop Sebastiá, M., Los Directorios de Ejercicios 1540-1599, 19-22
7 EE.EE. [1]
requiere primero ordenarnos interiormente para no dejar que apegos desordenados nos
controlen, necesitamos indiferencia. No sólo se necesita quitar apegos, sino embarcarse
en una búsqueda de la voluntad de Dios, que San Ignacio cree que podemos descubrir o
hallar. El primer paso consiste en familiarizarnos con cómo nos mueven las cosas, como
describíamos arriba. El proceso de quitar apegos desordenados sucede en los EE.EE.
durante la primer Semana, ya que ahí se revisa el Amor de Dios y mi pecado e
inclinaciones pecaminosas. La segunda Semana consiste en el seguimiento de Cristo.
Esto incluye escuchar su llamado personal, no en general, sino a mi como soy, con mis
dones y limitaciones, en mi contexto de vida, con todo lo que soy. Este seguimiento
también incluye muy importantemente que observemos a Cristo y aprendamos de él, por
eso es tan importante que escuchemos y entendamos la propuesta de Cristo pobre y
humilde y que entremos en su sistema de valores en contraste con el sistema de valores
que nos bombardea constantemente. En las meditación de Las Dos Banderas el enemigo
propone una escalera que parece de subida en el mundo pero termina en destrucción:
Primero escalamos el peldaño de la búsqueda de Riquezas, luego la búsqueda de Honores
y esto nos lleva a la soberbia de la cual viene toda clase de vicios. Cristo en vez de
riquezas propone un peldaño que parece que va de bajada: una vida en simplicidad y
pobreza. Sin embargo esta proclama libertad y que no necesitamos cosas para ser felices,
en vez de honores Cristo propone la aceptación de “Oprobios y menosprecios” que
parece un peldaño de bajada en el mundo. Sin embargo cuando la búsqueda de honores
me pone por encima de los demás para ser admirado, la aceptación de “Oprobios y
menosprecios” proclama que no necesito ser constantemente adulado y puesto por
encima de otros, proclama que soy parte del genero humano limitado que se equivoca y
esta constantemente necesitado de conversión. De hecho San Ignacio propones que nos
alegremos de experimentar “oprobios y menosprecios” ya que nos unen a Cristo pobre y
humilde y a todo el genero humano. Al final este movimiento que parece de bajada lleva
a la verdadera humildad que nos abre a toda clase de virtudes. Cuando la soberbia nos
cierra al consejo de los demás y la búsqueda de ponernos por encima de otros, la
humildad nos abre a la comunidad, nos hace más comprensivos cuando otros fallan y nos
da una receta para la mejora continua en todos los aspectos de la vida. Todo lo anterior
necesita ser internalizado para llegar a tomar una buena decisión en los EE.EE.
Tres tiempos
Una vez pasado por la primera y segunda semana San Ignacio propone que si hay que
tomar una decisión lo hagamos en el siguiente orden:
1) Si tenemos la certeza de que hay que tomar una decisión que viene de Dios de manera
contundente, entonces San Ignacio recomienda que confiemos en eso y la tomemos.
Como podemos ver cada uno de estos pasos se toman progresivamente y si llego a una
decisión en uno, no necesito continuar hacia delante. San Ignacio cree que la voluntad de
Dios es algo que no se queda en el aire, sino que se encarna en nuestra vida y que la
podemos descubrir. Con todas las herramientas mencionadas arriba lo que queda es hacer
tiempo para orar con cada uno de los pasos cuando nos encontremos con la duda de hacia
dónde nos llama Dios a tomar una decisión.
Todo lo descrito hasta ahora sucede a modo personal. Sin embargo, la experiencia de
ejercicios no sucede en aislamiento total. Todo esto es acompañado por quien da “modo y
orden” en los ejercicios espirituales. Podríamos decir que ya esta relación de dos es una
experiencia de comunidad, aunque el discernimiento descrito arriba se considera
generalmente un discernimiento personal. Pasamos ahora a explorar un poco el
discernimiento comunitario.
Discernimiento Comunitario
Cuando hablamos del discernimiento comunitario se puede pensar en dos cosas
distintas. Actualmente he detectado una confusión de términos cuando se habla del
“discernimiento comunitario” al no tener claro cual es el objeto del discernimiento.
En mi experiencia, se puede hablar de un discernimiento apostólico, con referencia a
qué hacer como cuerpo o comunidad, o se puede usar el término para indicar que se
habla de una decisión personal que se acompaña o se revisa en el ámbito
comunitario. Así que en este artículo nos referiremos a este último significado con el
término Discernimiento Personal-Comunitario y al anterior como Discernimiento
Apostólico-comunitario.
Discernimiento Personal-Comunitario
CVX se avoca a vivir la espiritualidad Ignaciana en el contexto de comunidad. La
toma de una decisión importante en la vida de uno de sus miembros puede ser
apoyada por el grupo si este ha vivido ya un proceso comunitario en el que la
confianza y la comunicación se hayan establecido. Este proceso funcionará sólo si
puedo confiar en que mi comunidad responde desde una escucha orante y con mi
bienestar en mente.
Un proceso sencillo podría consistir en que, con la ayuda de un moderador:
1)Propuesta:
La persona la persona interesada proponga a la comunidad un momento para que el
grupo considere en oración la decisión en la que se busca cómo dar mayor gloria a
Dios. Asumiendo que la persona se encuentra en alguna fase del proceso descrito
arriba, se presenta cómo ha sido el recorrido. Idealmente cada miembro del grupo
debería pasar unos momentos considerando lo que se propone, o unos días, para
revisar cómo lo mueve a mayor consolación o desolación la propuesta de su
compañera o compañero.
2)Respuesta de Desolación y Consolación del grupo:
Después de un momento, o algunos días, de reflexión se pueden dar dos rondas. De
modo que en la primer ronda cada persona puede ofrecer, uno por uno, si hay algo
en lo que se dijo que lo mueva a desolación. Al terminar se puede hacer una segunda
ronda hablando de cómo se siente cada uno movido a mayor consolación en lo que
se propuso.
3)Resumen:
Al final es de gran ayuda si la persona interesada, con la ayuda del moderador puede
resumir lo que escucha de sus compañeras y compañeros para ver si el proceso ha
ayudado a tener mayor claridad.
Este proceso puede ser una forma de hacer literalmente el ejercicio descrito arriba,
bajo el título b2, en el segundo modo de tomar una decisión, bajo el tercer tiempo.
Discernimiento apostólico-comunitario
Cuando el objeto a discernir no es la propia vida, sino una actividad común del
grupo las cosas se complican un poco más. En la compañía de Jesús esta clase de
discernimiento es principalmente consultativo. Por ejemplo: todos los miembros de
una provincia, divididos en las diferentes comunidades, pueden ser convocados a
ofrecer el fruto de su discernimiento al provincial para dejarle saber como perciben
que Dios los mueve con respecto a cuales deben ser las prioridades apostólicas de la
provincia. Cada comunidad puede responder a una pregunta particular hecha por el
provincial poniendo en el lenguaje de Consolación y Desolación su respuesta. Al final
de cuentas, el provincial saliente se puede reunir con sus consultores para leer el
resultado de todas las discusiones en la provincia, pero la decisión final caerá sobre
sus hombros, no sobre lo que la mayoría haya dicho.
Complejidad
Una de las diferencias más importantes al hacer un discernimiento apostólico-
comunitario es que el nivel de complejidad de lo que se discierne aumenta
muchísimo. En una labor apostólica interactúan constantemente diversos tipos de
personas con diferentes dones y limitaciones cada una, además cada una de esas
personas están interactuando con diferentes procesos que necesitan ser ajustados
periódicamente a la realidad que sirven. Estas personas y procesos además trabajan
en diferentes capas o niveles. Se podría hablar en una escuela del nivel más básico
que es el de dar clases, luego el nivel de departamentos, luego el nivel
administrativo. Para poder discernir la voz de Dios en la institución se necesita
escuchar mucho a las personas trabajando en los diferentes niveles y por eso San
Ignacio instituyó que el Provincial debe tener una Cura Apostólica y una Cura
Personalis: Un cuidado hacia la institución y un cuidado hacia la persona. Se debe
buscar la voluntad de Dios para las personas y para las instituciones y procesos ya
que de la salud de estos dos depende la efectividad apostólica de la Compañía. En las
Constituciones de la Compañía de Jesús San Ignacio intenta delinear algunos
principios importantes que hay que tener en cuenta para un discernimiento con este
doble enfoque.
Las Constituciones Parte VII, Capítulo II
Al dar recomendaciones, en la Parte VII, Capítulo II de las Constituciones de la
Compañía de Jesús, San Ignacio enlista algunos patrones de discernimiento para el
provincial que pueden ser útiles en diversas circunstancias. A continuación las
presentamos8:
• Ir a evangelizar donde haya mayor necesidad por las diversas causas como:
La falta de “operarios”, mayor “miseria y enfermedad” o donde haya menor
conocimiento de Dios9.
• Elegir siempre el lugar donde se encuentre “El mayor servicio divino y bien
universal.10”
• Donde se vea que los medios que usamos sean de mayor impacto. Por
ejemplo: donde haya mayor apertura o mejor disposición a recibir lo que la
Compañía puede ofrecer.
• Donde haya mayor deuda o donde las personas hayan mostrado generosidad
hacia la Compañía para ser recíprocos con ellos en caridad.
• Donde se sirva el bien más universal o donde haya un mayor efecto
multiplicativo de nuestro esfuerzo. Si apoyar a alguien significa que esa
persona acompañará a otras personas más adelante, es importante poner
prioridad en apoyar a esta persona debido a que el esfuerzo se multiplica
poniéndolo ahí.
• Donde se necesite combatir cizaña o sanar alguna herida para mejorar
nuestra imagen, como cuerpo, para poder dar fruto en el futuro.
• Donde se atiendan no sólo los bienes espirituales sino también los corporales
es mejor que sólo uno11.
• Si hay que elegir entre algo mejor y algo bueno, elegir siempre lo mejor.
• Si hay dos cosas importantes y una es más urgente que la otra, optar por la
que es urgente e importante.
• Dar preferencia a lugares donde otros no puedan ir, o donde otros no
ofrezcan lo que nosotros hacemos bien.
8 En esta lista he cambiado lo que se refiera a la Compañía de Jesús, por términos
Conclusión
Como podemos ver, los puntos anteriores reflejan la mayor complejidad del
discernimiento apostólico ya sea comunitario o no. Sin embargo, todos los
puntos anteriores también pueden tener relevancia para el discernimiento
personal. Muchos de los puntos mencionados arriba son simplemente lógicos,
pero el tenerlos por escrito puede ser importante cuando nos encontramos en
medio de la confusión del día a día.
CVX le pide a sus miembros que viva en discernimiento. Esperamos que esta
herramienta, con miras a la aplicación del discernimiento personal y
comunitario nos ayude a vivir constantemente vidas de discernimiento:
Encontrando siempre nuestros apegos para deshacernos de ellos y poniendo
nuestra mirada siempre en cristo para unirnos más a él y aprender de él. Hasta
ahora no hemos hablado mucho del discernimiento con referencia a la 3ª y 4ª
semana. Sin embargo, valdría la pena decir aquí que vivir vidas de
discernimiento no quiere decir que siempre estaremos “contentos”. Buscar la
Mayor Gloria de Dios a veces implica un costo personal grande y sacrificios
difíciles. Sin embargo Cristo nos invita a seguirlo también a Jerusalén y a la cruz.
No porque queramos sufrir. Sino porque queremos estar con él y porque vale la
pena estar con él. Estos son los frutos de la 3ª y 4ª semana de los ejercicios. Se
escuchan ya la 3ª y 4ª semana cuando el Rey temporal, en la 2ª semana de los
ejercicios nos dice: “porque así después tenga parte comigo en la victoria, como
la ha tenido en los trabajos.” La victoria de Cristo es construir su reino de Amor
con nuestra colaboración. Esperemos que esta herramienta nos ayude a ese fin.
12 Ibid, [624]
13 Ibid, [625]