CONCURSAL
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v=XGvnU_8411o
VIDEO I
https://www.youtube.com/watch?v=acHq_Unpr6o
VIDEO II
http://leyconcursal.org/derecho-concursal/peru/ley-general-del-sistema-
concursal/titulo-iii-quiebra/
https://es.scribd.com/upload-
document?archive_doc=209979853&escape=false&metadata=%7B%22context%
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https://gestion.pe/economia/empresas/concurso-preventivo-salida-viable-crisis-
empresariales-30199
I. Introducción [arriba] -
Estos cambios adoptados a inicios de los años noventa como, que el Juez de quiebras
(órgano jurisdiccional) dejó de tener competencia dentro de un procedimiento de
insolvencia, relegó su actuación a ciertos escenarios como la revisión de las resoluciones
administrativas emitidas por el INDECOPI que fueran objeto de impugnación en la vía
contencioso administrativa, luego culminada la vía administrativa, la declaración de
quiebra del deudor concursado y declarar la ineficacia de actos realizados por el deudor
antes y después de la publicación de la situación de concurso, por lo que la insolvencia
en el Perú dejó de ser judicializada y paso a ser casi por completo, administrativa.
Nuestro país ha sido uno de los primeros que sustrajo del fuero judicial los
procedimientos concursales y los implantó y acondicionó en la vía administrativa, siendo
el INDECOPI el encargado de conducir dichos procedimientos en nuestro país. Asimismo,
el Sistema Concursal Peruano contiene características propias y sui generis, tan es así
que producto de esta desjudicialización, la autoridad concursal tiene facultades y
atribuciones reducidas en el concurso, además la normativa concursal peruana ha
establecido disposiciones destinadas a regular actuaciones propias tanto del órgano
administrativo, como del jurisdiccional.
El artículo I del Título Preliminar de la Ley General del Sistema Concursal, Ley N° 27809
(en adelante, Ley Concursal Peruana) señala lo siguiente:
El Procedimiento Concursal Ordinario puede iniciarse a impulso del propio deudor o del
acreedor, cuya finalidad es la de revertir la situación de crisis patrimonial que se
encuentra el deudor.
a) Que más de una tercera parte del total de sus obligaciones se encuentren vencidas e
impagas por un período mayor a treinta días calendario.
b) Que tenga pérdidas acumuladas, deducidas las reservas, cuyo importe sea mayor al
tercio de su capital social pagado.
a) Que más del 50% de sus ingresos se deriven del ejercicio de una actividad económica o
empresarial desarrollada directamente y en nombre propio por el solicitante.
b) Que más de las dos terceras partes de sus obligaciones se hayan originado en actividad
empresarial desarrollada directamente por el solicitante y/o por terceras personas
respecto de las cuales el solicitante haya asumido el deber de pago de sus obligaciones,
incluyéndose para tales efectos las indemnizaciones por responsabilidad civil derivadas
del ejercicio de la referida actividad.
Con ello, la Ley Concursal Peruana restringe el acceso al sistema a aquellos agentes
económicos que no realicen actividad empresarial de gran magnitud.
Al apersonarse el deudor, éste podrá optar por: pagar el íntegro de los créditos, ofrecer
pagar el íntegro de los créditos materia del emplazamiento, oponerse a la existencia,
titularidad, exigibilidad o cuantía de los créditos materia de emplazamiento, compensar
los créditos invocados por el presunto acreedor con aquellos a favor del emplazado y de
cargo del solicitante o allanarse a la solicitud[10].
“Al respecto, debe precisarse que si bien en la etapa preconcursal del procedimiento de
insolvencia –actualmente denominado Procedimiento Concursal Ordinario-, la
intervención de los sujetos está reservada sólo a los directamente involucrados con el
pedido (el deudor, el acreedor solicitante y la autoridad concursal), tal procedimiento se
toma de interés público una vez que se publica la situación de acogimiento del deudor y
se cita a sus acreedores para que presenten sus solicitudes de reconocimiento de
créditos. Ello, toda vez que la referida publicación genera en todos los acreedores que
mantiene créditos frente al deudor devengados hasta la fecha de tal publicación, el
derecho a participar en la Junta de Acreedores y adoptar decisiones que sean más
convenientes a fin de recuperar eficazmente sus créditos.
Sin embargo, existen casos excepcionales que por su importancia y apremio para el
acreedor merecen un trámite especial (respecto a la celeridad en su tramitación) en el
reconocimiento de sus créditos, tales como los créditos laborales.
Una vez finalizada la etapa de reconocimiento de créditos, a los acreedores con créditos
reconocidos les corresponderá sus derechos políticos (participación en Junta de
Acreedores mediante el derecho a voz y voto en la adopción de acuerdos) y derechos
económicos (cobrar los créditos adeudados a través de los negocios jurídicos aprobados
por la Junta).
Así, se determinará la composición de los acreedores legitimándoles a participar en el
concurso, y se procederá a la instalación y conformación de la Junta de Acreedores,
siendo este órgano rector del concurso, ya que toma las decisiones más trascendentales
de la concursada, pues son los acreedores quienes deciden el destino de la empresa[15],
y esta Junta se encuentra conformada por aquellos acreedores apersonados al concurso,
de manera proporcional a sus créditos reconocidos respecto de la masa concursal[16],
así, Huáscar Ezcurra señala lo siguiente:
Sin embargo, el mayor derecho que tienen no significa que el Estado deba privilegiarlos
dándoles un tratamiento especial o protegiéndolos de cualquier contingencia que pueda
surgir en los procedimientos. Por el contrario, dada esta situación de especial interés en
los resultados, los acreedores tienen la obligación y la responsabilidad, consigo mismos,
de actuar y conducir los procedimientos en forma eficiente; de lo contrario serán ellos
quienes asumirán las consecuencias del fracaso”[19].
De la misma forma ¿por qué razón el Estado (el Indecopi) no decidiría bien? La
explicación de fondo es la misma: El Estado no gana si decide bien, ni pierde si decide
mal. Si decide mal la factura la pagarán los acreedores. Entonces, como no internaliza el
costo de sus errores, la tendencia será equivocarse”[21].
VI. Las Entidades Liquidadoras y/o Administradoras del concurso en el Perú [arriba] -
La Ley Concursal Peruana establece los requisitos mínimos, tanto para aquellas personas
jurídicas y naturales que quieren brindar el servicio de una Entidad Administradora y/o
Liquidadora[27].
Asimismo, en el artículo 123.1 de la Ley Concursal Peruana precisa que las sanciones que
se impondrán a las Entidades Administradoras y Liquidadoras en caso incumplan sus
funciones, podrán ser pecuniarias o restrictivas de derechos[29], dado que podrán
alcanzar multas no menores a una (1), ni mayores a cien (100) Unidades Impositivas
Tributarias (UIT)[30], así como la suspensión del registro e inhabilitación permanente
para el desempeño como tal.
“[…] la ley ha previsto necesario establecer sanciones para aquellos agentes que actúan
en perjuicio de la masa concursal, de tal forma que se desalienten estas conductas y se
protejan los intereses de aquellos que de hecho se encuentran en la imposibilidad de
resguardar adecuadamente su crédito”[31].
Finalmente, la Ley Concursal Peruana en su artículo 123.2, establece que las sanciones
administrativas podrán aplicarse tanto a las Entidades Administradoras y/o Liquidadoras,
como a sus representantes legales, apoderados, directores, accionistas, gerentes y a todo
aquel que hubiera participado directamente en la infracción, sin perjuicio de la
responsabilidad penal que les pudiera corresponder.
---------------------------------------------
[1] Bachiller en Derecho por la Pontificia Universidad Católica del Perú, con estudios de
post-grado en Reestructuración de Empresas y Patrimonios y Gestión de Empresas en
Crisis por la Universidad ESAN (Perú). Autor de diversos artículos sobre Derecho
Concursal.
[2] Si los lectores del presente trabajo tienen alguna crítica o comentario, les
agradecería, dirigirlas al siguiente correo electrónico: anthony.lizarraga@pucp.edu.pe
[3] Ley de Reestructuración Empresarial del Perú, Decreto Ley N° 26116, Publicado en el
Diario Oficial “El Peruano” el 29 de diciembre de 1992 y entró en vigencia el 20 de enero
de 1993.
[4] En la actualidad, la autoridad concursal en primera instancia está compuesta por las
Comisiones de Procedimientos Concursales Lima-Sur y Lima-Norte del INDECOPI (ellas
ubicadas en la ciudad de Lima-Perú) y las existentes en los demás departamentos del
Perú, denominadas Oficinas Regionales del INDECOPI. Asimismo, en segunda instancia el
órgano encargado es la Sala de Defensa de la Competencia del INDECOPI N° 1.
[5] VNM > VNL = Reestructuración; VNM < VNL= Disolución y Liquidación.
Asimismo, debemos agregar que el órgano decisorio del destino del concursado es la
Junta de Acreedores, ejerciendo el INDECOPI una función de árbitro en el Procedimiento
Concursal y que entra en juego cuando existe una controversia entre las partes
involucradas en el procedimiento sin que esta pueda solucionarse sin su intervención.
[6] Ezcurra, Huáscar y Solís, Gerardo, “El Estado contraataca. La “múltiple personalidad”
de un sistema concursal de ciencia ficción”, en Themis, Revista Editada por alumnos de
la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú, núm. 45, Lima,
2002, p.157.
[7] “[...] para proteger el crédito se requiere previamente tener mecanismos efectivos
para proteger el patrimonio de la empresa en crisis, de eventuales intentos de ejecución
individual de sus deudores. Tales mecanismos de protección de activos están contenidos
en los artículos 17, 18, 19 y 20 de la LGSC: la suspensión de la exigibilidad de
obligaciones del deudor sometido a concurso, y la declaración de ineficacia de actos del
deudor ocurridos durante el año anterior al inicio del concurso”. Ezcurra, Huáscar, “La
Nueva Ley General del Sistema Concursal ¿Hacia dónde vamos? ¿Avance o retroceso?”, en
Derecho Concursal. Estudios Previos y Posteriores a la Nueva Ley Concursal. Análisis
Económico del Derecho, Lima, Palestra Editores, 2002, p. 254.
[8]Ver Artículo 24° de la Ley Concursal Peruana.
[9] Ver Artículo 26.1 de la Ley Concursal Peruana. A la conversión sería 66 mil dólares
americanos aproximadamente.
[10] Ley Concursal Peruana. Artículo 28.- Apersonamiento al procedimiento
28.1 El emplazado podrá apersonarse al Procedimiento Concursal Ordinario optando por
alguna de las siguientes alternativas:
a) Pagando el íntegro de los créditos objeto del emplazamiento. Si el acreedor se niega a
recibir el pago, el deudor podrá consignar el íntegro del monto emplazado, conforme a
las disposiciones del Código Civil y del Código Procesal Civil, en cuyo caso la obligación
quedará extinguida.
b) Ofreciendo pagar el íntegro de los créditos objeto del emplazamiento. Se otorgará al
acreedor el plazo de diez (10) días para dar su conformidad. El silencio constituirá una
aceptación del ofrecimiento de pago.
c) Oponiéndose a la existencia, titularidad, exigibilidad o cuantía de los créditos objeto
del emplazamiento. El ejercicio de esta opción no enerva el derecho del emplazado a
plantear subordinadamente la alternativa anterior. La Comisión se pronunciará en el
mismo acto administrativo sobre ambos, previo traslado al acreedor.
d) Allanándose a la solicitud.
28.2 Cuando el emplazado opte por la alternativa a) precedente, la Comisión expedirá
una resolución denegatoria de la solicitud de inicio de concurso y declarará concluido el
procedimiento, siempre que se acredite el pago o la consignación de los créditos materia
del emplazamiento.
28.3 Se declarará la situación de concurso bajo los siguientes supuestos:
a) Cuando el acreedor solicitante rechace el ofrecimiento de pago formulado por el
emplazado.
b) Cuando la oposición presentada por el deudor resulte infundada o improcedente y, en
caso éste hubiese optado subordinadamente por la opción prevista en el literal b) del
primer párrafo, la misma haya sido desestimada por el acreedor.
c) Cuando el emplazado reconoce el monto de los créditos materia del emplazamiento y
se allana a la solicitud presentada.
d) Cuando el emplazado no se pronuncia sobre ninguna de las alternativas previstas en
este artículo, dentro del plazo establecido en el Artículo 27.1.
28.4 En cualquiera de los supuestos previstos en el párrafo anterior, se declarará la
disolución y liquidación del deudor en la resolución que declara la situación de concurso,
siempre que sus pérdidas acumuladas, deducidas las reservas, superen todo su capital
social pagado.
28.5 Si la oposición es fundada se denegará la solicitud de inicio del concurso y se
declarará concluido el procedimiento.
28.6 La conformidad del acreedor con el ofrecimiento de pago da por concluido el
procedimiento, debiendo expedirse resolución denegatoria del inicio del mismo.
[11] Al señalar créditos oportunos, hacemos referencia a aquellos acreedores que se
apersonaron al Procedimiento Concursal de su deudor invocando el reconocimiento de sus
créditos dentro del plazo establecido en el artículo 34° de la Ley Concursal Peruana.
[12] Los párrafos citados se dictaron al interior del expediente Nº 0928-2000/CRP-ODI-
CAMARA, mediante Resolución Nº 0301-2004/SCO-INDECOPI del 21 de mayo de 2004, en el
Procedimiento Concursal seguido frente a Funeraria Libertad S.R.L.
[13] Echeandía, Luis Francisco, “Odisea concursal y Crisis Empresarial. Verdades,
mentiras y leyendas tras el mito de una ley con fama de flotador”, en Ius et Veritas,
Revista Editada por alumnos de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad
Católica del Perú, núm. 22, Lima, 2001, pp. 201 y 212.
[14] Ley General del Sistema Concursal Peruana.- Artículo 38.- Procedimiento de
reconocimiento de créditos
38.1 Culminada la fase de apersonamiento de los acreedores, la Secretaría Técnica
notificará al deudor para que, en un plazo no mayor de diez (10) días exprese su posición
sobre las solicitudes de reconocimiento de créditos presentadas.
38.2 De existir coincidencia entre lo expuesto por el deudor y el acreedor, la Secretaría
Técnica emitirá la resolución de reconocimiento de créditos respectiva, en un plazo no
mayor de diez (10) días de la posición asumida por el deudor respecto del crédito. La
falta de pronunciamiento del deudor no impide a la Secretaría Técnica, dentro del mismo
plazo, emitir las resoluciones respectivas, de considerarlo pertinente.
38.3 En el supuesto del párrafo anterior, la Secretaría Técnica, atendiendo a las
características de la solicitud y a la naturaleza del crédito invocado, podrá proceder a la
acumulación de las mismas a través de la emisión de una sola resolución.
38.4 En un plazo no mayor de cinco (5) días al vencimiento del plazo referido en el
segundo párrafo del presente artículo, la Secretaría Técnica publicará en su local un
aviso detallando, de manera resumida, el contenido de sus resoluciones, precisando el
nombre del acreedor, el monto de los créditos por concepto de capital, intereses y gastos
y el orden de preferencia. Dentro de los cinco (5) días siguientes a la publicación
cualquier acreedor podrá oponerse a dichas resoluciones, adjuntando la información y
documentación a efectos de fundamentar su pedido
38.5 En los casos de créditos invocados por acreedores vinculados al deudor y en aquéllos
en que surja alguna controversia o duda sobre la existencia de los mismos, el
reconocimiento de dichos créditos solamente podrá ser efectuado por la Comisión, la que
investigará su existencia, origen, legitimidad y cuantía por todos los medios, luego de lo
cual expedirá la resolución respectiva […].
[15] “[...] una vez definida la composición de los créditos que concurrirán frente al
deudor concursado, se conformará e instalará el órgano colegiado junta de acreedores, el
mismo que se convertirá en el nuevo órgano societario responsable de la toma de las
decisiones principales al interior del proceso [...]”. Ezcurra, Huáscar, “Sociedades
Insolventes ¿Hasta dónde llegan las facultades del Estado para revisar las decisiones de la
Junta? ¿Cuál es el límite?”, en Estudios de derecho societario: Libro Homenaje a Enrique
Elías Laroza, Trujillo, Normas Legales, 2005, p. 255.
[16] Ley General del Sistema Concursal Peruana.- Título Preliminar
Artículo VI.- Proporcionalidad
Los acreedores participan proporcionalmente en el resultado económico de los
procedimientos concursales, ante la imposibilidad del deudor de satisfacer con su
patrimonio los créditos existentes, salvo los órdenes de preferencia establecidos
expresamente en la presente Ley.
[17] Ezcurra, Huáscar, “La Ley de Reestructuración Patrimonial: Fundamentalmente un
instrumento de reducción de costos de transacción”, en Gaceta Jurídica, Tomo 57, Lima,
1998, p. 34.
[18] “La garantía de que la decisión de mayoría sea la mejor decisión a los intereses de
los acreedores (y a la finalidad de proteger el crédito), es justamente haberle atribuido
dicha decisión exclusivamente a ellos. Es por ello que para tal decisión no se requiere ni
se permite la intervención del deudor, ni del propio Indecopi, pues ninguno de ellos tiene
los incentivos adecuados para tomar una decisión que maximice el retorno para los
acreedores afectados por la crisis”. Ezcurra, Huáscar, Sociedades Insolventes, Óp. Cit, p.
262.
[19] Resolución Nº 120-97/TDC-INDECOPI del 9 de mayo de 1997.
[20] Ver en Separata Especial del Diario Oficial “El Peruano” del 27 de agosto de 2000.
[21] Ezcurra, Huáscar, “¿Cuándo y por qué el Estado debe decidir la liquidación de los
insolventes?”, en Manual de Actualización Comercial, Lima, Gaceta Jurídica, 2010, p. 46.
[22] Echeandía, Luis Francisco, Loc. Cit.
[23] Ley General del Sistema Concursal Peruana. Impugnación de acuerdos de junta de
acreedores
Artículo 118.- Impugnación y nulidad de acuerdos
118.1 El deudor o los acreedores que en conjunto representen créditos de cuando menos
el 10% del monto total de los créditos reconocidos por la Comisión, podrán impugnar ante
la misma, los acuerdos adoptados en Junta dentro de los diez (10) días siguientes del
acuerdo, sea por el incumplimiento de las formalidades legales, por inobservancia de las
disposiciones contenidas en el ordenamiento jurídico, o porque el acuerdo constituye el
ejercicio abusivo de un derecho. Asimismo, cualquier cuestionamiento sobre la
convocatoria y reunión de la Junta de Acreedores deberá efectuarse mediante el
procedimiento previsto para la impugnación de acuerdos.
118.2 En los mismos casos señalados en el párrafo anterior, la Comisión, de oficio, podrá
declarar la nulidad del acuerdo adoptado en Junta dentro de un plazo de treinta (30)
días.
[24] Ley General del Sistema Concursal Peruana. Artículo 50°.- Instalación de la Junta de
Acreedores
[…]
50.7 Si en el caso referido en el quinto párrafo del presente artículo, la Junta no se
instala en la oportunidad prevista o dentro del término de treinta (30) días posteriores a
la ocurrencia de dicho hecho no se implementa la liquidación mediante la adopción de
los acuerdos necesarios para que ello ocurra, la Comisión designará, de oficio, un
liquidador, siguiendo las reglas establecidas en el Artículo 97.
Artículo 58.- Plazo para decidir el destino del deudor
58.1 La Junta contará con un plazo hasta de cuarenta y cinco (45) días de instalada para
decidir el destino del deudor, conforme al literal a) del Artículo 51.1.
58.2 Si la Junta no tomase acuerdo sobre el destino del deudor serán de aplicación las
disposiciones contenidas en el Capítulo VII del Título II de la Ley.
Artículo 65.- Aprobación del Plan de Reestructuración
65.1 Acordada la continuación de las actividades del deudor, la Junta de Acreedores
deberá aprobar el Plan de Reestructuración en un plazo no mayor de sesenta (60) días.
65.2 La administración del deudor podrá presentar a la Junta más de una propuesta de
Plan de Reestructuración.
65.3 Si la Junta no aprueba el Plan dentro del plazo referido, será de aplicación el
Capítulo VII del Título II de la Ley.
Artículo 74.- Acuerdo de disolución y liquidación
[…]
74.4 La Junta aprobará y suscribirá el respectivo Convenio de Liquidación en dicha
reunión o dentro de los treinta (30) días siguientes. De no darse la aprobación
mencionada, serán de aplicación las disposiciones contenidas en el Capítulo VII del Título
II
[…]
[25] Sobre el particular, Paolo del Aguila señala que, podemos encontrar dos niveles para
la nominación y elección del liquidador: i) en un nivel interno de la sociedad donde la
Junta de Acreedores deliberan y designan al liquidador, según se trate de un esquema
liquidatorio regulado por la Ley Concursal Peruana; y, ii) en un nivel externo a la
sociedad, determinado por la falta de acción de la Junta de Acreedores, será la autoridad
concursal la llamada a designar al liquidador conforme el artículo 97.4 de la Ley
Concursal Peruana. Del Águila, Paolo, “Un fin, dos caminos: encuentros y desencuentros
entre la Liquidación Societaria y la Liquidación Concursal”, en Estudios de derecho
societario: Libro Homenaje a Enrique Elías Laroza, Trujillo, Normas Legales, 2005, p. 216
[26] Íbidem, p. 225.
[27] Ley General del Sistema Concursal Peruana. Artículo 120º.- Registro de entidades
administradoras y liquidadoras.
120.1 Podrán ejercer las funciones de Administrador o de Liquidador las personas
naturales o las personas jurídicas registradas ante la Comisión.
120.2 Para acceder al registro los interesados deberán presentar ante la Comisión de
Procedimientos Concursales del INDECOPI una solicitud acreditando cumplir los requisitos
siguientes:
a) En caso de personas naturales:
a.1 Tener capacidad de ejercicio.
a.2 Tener grado académico universitario.
a.3 No haber sido condenado por delito doloso.
a.4 Presentar declaración jurada de bienes y rentas.
a.5 Tratándose de personas previamente inscritas, no encontrarse suspendido su registro
ni haber sido inhabilitado en forma permanente, según el Artículo 123.1.
b) En caso de personas jurídicas:
b.1 Estar inscrita en los Registros Públicos del país.
b.2 Presentar declaración jurada de bienes y rentas.
b.3 Tratándose de entidades previamente inscritas, no encontrarse suspendido su registro
ni haber sido inhabilitado en forma permanente, según el Artículo 123.1.
b.4 Los representantes, apoderados, gerentes, directores, accionistas y similares de la
persona jurídica deberán cumplir los requisitos para personas naturales, en lo que sea
aplicable.
120.3. Los requisitos señalados en el numeral anterior deberán cumplirse mientras el
Administrador o el Liquidador tenga el registro vigente ante la Comisión.
120.4 La Comisión podrá solicitar información complementaria a las diversas centrales de
riesgo u otros organismos que considere pertinente.
120.5 En defecto del acuerdo de Junta de Acreedores, el INDECOPI exigirá a la entidad
administradora o liquidadora una Carta Fianza otorgada por una empresa del Sistema
Financiero autorizada por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, solidaria,
irrevocable, incondicional y de realización automática a requerimiento del INDECOPI,
cada vez que la entidad administradora o liquidadora asuma la conducción de un
procedimiento concursal por designación de la Junta o la Comisión.
120.6 En caso las entidades liquidadoras designadas por la Comisión no cumplan con
constituir la referida Carta Fianza dentro del plazo establecido por la Comisión, quedará
sin efecto dicha designación de pleno derecho
[28] Ver los artículos 61°, 74.3, 78°, 82°, 83° y 120° de la Ley Concursal Peruana.
[29] “Dada su naturaleza dineraria, las multas tienen como finalidad primordial
desincentivar a los administrados de volver a infringir las normas transgredidas con su
accionar. En el caso específico de las administradoras y liquidadoras registradas ante
indecopi, tales sanciones tiene por objeto persuadir a dichas entidades de que el
beneficio esperado por su conducta ilícita siempre será menor al detrimento económico
que les representa la multa, propiciando con ello que en lo sucesivo su actuación se
ajuste al estricto cumplimiento de las obligaciones que la Ley y la Junta de Acreedores le
imponen en salvaguardia del interés público tutelado mediante el concurso.
En cambio, las sanciones restrictivas de derechos cumplen una función, más drástica y
severa, consistente en la necesidad de apartar de forma temporal o definitiva a aquellas
entidades administradoras o liquidadoras que, por la especial gravedad de las
infracciones cometidas, el serio perjuicio ocasionado a la masa de acreedores y/o
reiterancia sostenida en el incumplimiento de sus deberes, evidencian con su conducta
ilícita la imposibilidad de continuar desempeñando sus funciones de conductores de los
patrimonios sometidos a concurso sin poner en grave riesgo los intereses de las partes
involucradas en los respectivos procedimientos”. Criterios establecidos en la Resolución
Nº 0595-2008/SC2-INDECOPI del 30 de diciembre de 2008.
[30] En la conversión sería entre 1300 a 130,000 dólares americanos.
[31] Flint, Pinkas, Tratado de Derecho Concursal, Tomo I, Lima, Editorial Jurídica Grijley,
2003, p. 577.
[32] Barrero, Enrique, “La responsabilidad de los administradores concursales”, en
Estudios sobre la Ley Concursal. Homenaje a Manuel Olivencia, Tomo II, Madrid, Marcial
Pons Ediciones Jurídicas y Sociales, 2005, p. 1281.
https://www.monografias.com/trabajos75/derecho-concursal/derecho-
concursal.shtml
Derecho concursal
https://www.uv.es/ajv/art_jcos/art_jcos/num12/art%2012/Breves%20apuntes
%20de%20la%20nov%C3%ADsima%20Ley%20de%20Concursos%20peruana%
20o%20Ley%20n%C2%BA_%2027809.htm
En estas reformas por lo general existe un camino que las guía, lo que unos
tildan como criterios de política legislativa, o simplemente la finalidad de las
normas en el tiempo. En otras latitudes, como en Europa principalmente, las
denominadas reformas o enmiendas a la ley, pasan por un proceso de
evaluación y estudio y fundamentalmente por un debate nacional.
Consideramos oportuno soslayar que las normas deben perdurar en el tiempo
lo suficiente, que haga necesario un nuevo proceso de depuración legislativa.
Es diligente –aún más responsable- adoptar posturas legislativas de
vanguardia que coadyuven a mejorar la política de nuestro Poder Legislativo.
Por tanto, nuestra legislación debe recoger lo mejor de cada una de ellas –
previa adaptación a nuestra realidad social y política- y buscar que contenga la
finalidad de todo procedimiento concursal que es la mejor tutela del crédito,
vale decir el satisfacer a todos los acreedores en la medida de lo posible, a
través de dos vías pertinentes: conservación de la empresa o liquidación de la
misma.
Consideramos que ésta ley concursal opta a nuestro modo de ver, por los
principios de unidad legal y de sistema, pues unifica un solo texto legal los
aspectos materiales y procesales del concurso, sin más excepción que la de
aquellas normas que por su naturaleza han exigido ser excluidas.
Por ende, los legitimados para solicitar el concurso del deudor –entendiéndase
los acreedores- han de basarse en alguno de los hechos que como presuntos
reveladores de la insolvencia enuncia la Ley, dado que puede partir de una
ejecución singular infructuosa hasta el sobreseimiento general, según afecte al
conjunto de obligaciones o alguna de las clases que la Ley considera en el
pasivo del deudor.
El sistema legal combina así las garantías del deudor con la conveniencia de
ser previsor en el tiempo, al solicitar la declaración del concurso, a fin de evitar
que el deterioro del estado patrimonial impida o dificulte las soluciones más
adecuadas para satisfacer a los acreedores.
Asimismo, con sentido positivo el deber del deudor de prestar colaboración con
los órganos del concurso, informarles de cuanto sea de interés de éste,
auxiliarlos en la conservación y administración de la masa activa hasta su
correspondiente entrega, máxime si cabe la prosecución de los actos del
deudor.
Es de resaltar entre las medidas para facilitar esta solución del concurso la
admisión de la propuesta anticipada de convenio que el deudor puede
presentar con la propia solicitud de concurso voluntario o preventivo o, incluso
cuando se trate de concurso necesario hasta la expiración del plazo de
comunicación de créditos, siempre que vaya acompañada de adhesiones de
acreedores en el porcentaje que la Ley establece.
No obstante la mayor imperatividad de las normas que regulan esta fase, la Ley
la dota también de la conveniente flexibilidad, como se refleja en el Convenio
de Liquidación, que habrá de preparar el liquidador designado por la Junta de
Acreedores, y sobre el que podrán formular observaciones o propuestas el
deudor y los acreedores concursales antes de su aprobación.
Especial atención debida la Ley a las cuestiones que plantea el concurso con
elemento extranjero, fenómeno carente de adecuada regulación en la
legislación anterior y cada vez más frecuente en una economía globalizada.
En dicho orden de ideas, sin más nos adentraremos a este laberinto mágico de
los concursos, para lo cual esperamos contribuir de manera suficiente –aunque
preferimos ser diligentes-con el acervo documentario del Derecho Concursal en
nuestra patria.
NOTAS
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https://www.indecopi.gob.pe/en/web/procedimientos-concursales/home
http://enlinea.indecopi.gob.pe/boletinconcursal/
https://www.soyconta.com/que-es-el-iva-acreditable/
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patrimonial y de iliquidez de personas jurídicas, personas naturales, sociedades conyugales y sucesiones
indivisas, en el marco del sistema concursal peruano.
Nuestros especialistas estructuran, presentan y dan trámite a solicitudes de inicio de procedimientos concursales
por parte del deudor o de sus acreedores, así como de reconocimientos de créditos a cargo de acreedores
sometidos a procedimiento concursal. Los miembros del área de Derecho Concursal del Estudio Echecopar
cuentan con amplia experiencia estructurando y dirigiendo sesiones de Junta de Acreedores, ejerciendo la
representación de deudores y de acreedores ante la misma y ante la autoridad concursal.
Otro tipo de operaciones que involucran un mayor grado de sofisticación son también parte de los encargos
profesionales que atienden nuestros especialistas en Derecho Concursal; así, contamos con experiencia como
expertos en cortes internacionales, en operaciones de adquisición de créditos concursales, adquisición de activos
del patrimonio concursal, estructuración de procesos de reestructuración, liquidación de empresas en marcha,
tomas de control de empresas sometidas a procedimiento concursal, protección al patrimonio del deudor en crisis,
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concursal, insolvencias transfronterizas, conclusión anticipada de procedimientos concursales, entre otras.
De igual manera nuestros profesionales se encuentran altamente calificados para brindar todo tipo de asesoría a
deudores que busquen manejar o poner fin a una situación de crisis patrimonial o de liquidez; a acreedores con
interés en el cobro de sus acreencias o en el castigo contable de las mismas; así como a los propios acreedores
o terceros con interés en la prevención de crisis patrimoniales del deudor, en su reestructuración, liquidación o
control.
SUMILLA: Tratándose de deudas tributarias garantizadas con carta fianza, que se encuentren
sometidas a un procedimiento de reestructuración en el cual se hubiera aprobado el Plan de
Reestructuración correspondiente, procede que la Administración Tributaria, de ser el caso,
disponga la ejecución de dicha garantía; salvo que se hubieran dado los supuestos de
excepción establecidos en el numeral 67.3 del artículo 67° de la Ley General del Sistema
Concursal.
MATERIA:
1. ¿Corresponde la ejecución de cartas fianzas otorgadas por una entidad bancaria a favor de
un contribuyente, cuando la deuda respaldada con dichas garantías posteriormente deviene
en concursal, es decir, es reconocida dentro de alguno de los procedimientos regulados en la
Ley de Reestructuración Patrimonial?.
BASE LEGAL:
- Ley N° 27809, Ley General del Sistema Concursal, publicada el 08.08.2002 (1)
.
- Texto Único Ordenado del Código Tributario, aprobado mediante Decreto Supremo N° 135-
99-EF y normas modificatorias (en adelante, TUO del Código Tributario), publicado el
19.08.1999.
(2)
ANÁLISIS :
Para efectos del presente informe, entendemos que la consulta formulada se encuentra
referida a los procedimientos concursales ordinarios vigentes en los cuales se hubieran
aprobado planes de reestructuración.
Conforme a lo dispuesto en el numeral 17.1 del artículo 17° de la Ley General del Sistema
Concursal, a partir de la fecha de la publicación a que se refiere el artículo 32°, se suspenderá
1
http://www.sunat.gob.pe/legislacion/oficios/2003/oficios/i0182003.htm
la exigibilidad de todas las obligaciones que el deudor tuviera pendientes de pago a dicha
fecha, sin que este hecho constituya una novación de tales obligaciones, aplicándose a éstas,
cuando corresponda, la tasa de interés que fuese pactada por la Junta de Acreedores de
estimarlo pertinente. En este caso, no se devengará intereses moratorios por los adeudos
mencionados, ni tampoco procederá la capitalización de intereses.
El numeral 17.2 del artículo 17° de la Ley General del Sistema Concursal, dispone que dicha
suspensión durará hasta que la Junta apruebe el Plan de Reestructuración, el Acuerdo Global
de Refinanciación o el Convenio de Liquidación en los que se establezcan condiciones
diferentes, referidas a la exigibilidad de todas las obligaciones comprendidas en el
procedimiento y la tasa de interés aplicable en cada caso, lo que será oponible a todos los
acreedores comprendidos en el concurso.
Adicionalmente, el numeral 17.3 del mencionado artículo señala que la inexigibilidad de las
obligaciones del deudor no afecta que los acreedores puedan dirigirse contra el patrimonio de
los terceros que hubieran constituido garantías reales o personales a su favor, los que se
subrogarán de pleno derecho en la posición del acreedor original.
El numeral 18.1 del artículo 18° de la Ley General del Sistema Concursal, dispone que a partir
de la fecha de la publicación referida en el artículo 32°, la autoridad que conoce de los
procedimientos judiciales, arbitrales, coactivos o de venta extrajudicial seguidos contra el
deudor, no ordenará bajo responsabilidad, cualquier medida cautelar que afecte su
patrimonio (3) y si ya están ordenadas se abstendrá de trabarlas.
Por su parte, el numeral 67.3 del artículo 67° de dicha ley señala que los efectos de la
aprobación del Plan no liberan a los terceros garantes del deudor, salvo que el acreedor
beneficiario de las garantías constituidas por éstos hubiera votado a favor de la aprobación
del Plan o que dichos garantes hubiesen previsto el levantamiento de las garantías otorgadas
por efecto de la aprobación del Plan.
Como se observa de las normas glosadas, la esfera de protección del patrimonio previsto en
la Ley General del Sistema Concursal comprende sólo los bienes, derechos y obligaciones del
deudor, es decir aquello que conforma su patrimonio.
Cabe indicar que, el concurso incide en un patrimonio determinado, por lo que sus efectos no
pueden extenderse al patrimonio de terceros. Así, los acreedores pueden dirigir el
cumplimiento de obligaciones a aquellas personas que constituyeron garantías reales o
personales a su favor frente a obligaciones del concursado. De esa forma se logra: a) respetar
el régimen de garantías y b) premiar el comportamiento diligente de ciertos acreedores que
se cubrieron mejor ante el riesgo que implica el incumplimiento de obligaciones (4).
Ahora bien, es del caso señalar que aún cuando se hubiera aprobado el Plan de
Reestructuración sus efectos no alcanzan a los terceros garantes o fiadores. Sin embargo
existen dos excepciones, que se presentan en los siguientes supuestos (4):
a) Cuando dichas personas al constituirse como fiadores o garantes del deudor hubieran
previsto que los efectos del Plan de Reestructuración sí les resultan oponibles: este caso
plantea una situación atípica consistente en el hecho que el tercero garante, al asumir dicho
rol, manifiesta su voluntad de excusarse o eximirse temporalmente del pago de la obligación
en la eventualidad que el deudor responsable de las obligaciones materia de garantía se vea
sometido a un procedimiento concursal en el que se privilegie la conservación patrimonial.
Ello no implica que el tercero forme parte del procedimiento concursal, sino que, de manera
voluntaria, se restringe los alcances de su responsabilidad ante el riesgo de que el deudor
ingrese a concurso.
b) Cuando el acreedor beneficiario de las garantías de terceros vote a favor de la aprobación
del Plan de Reestructuración: la justificación para esta consecuencia legal está dada por el
hecho que, aquellos acreedores que votan a favor de la aprobación del Plan de
Reestructuración están aceptando la reprogramación y/o refinanciación de las obligaciones
respecto de las que tienen un derecho de crédito, lo que motiva que resulte incoherente que
tales acreedores, por otra parte, se dirijan contra los terceros garantes o fiadores respecto
de las mismas obligaciones.
Así pues, se tiene que la aprobación del plan de reestructuración no impide que los acreedores
puedan ejercer las acciones que resulten pertinentes contra el patrimonio de los terceros que
hubieran constituido garantías reales o personales a favor de dicho deudor, toda vez que,
como ya se ha mencionado, la esfera de protección concursal comprende sólo el patrimonio
del deudor; salvo que resulten de aplicación los supuestos de exclusión previstos en el
numeral 67.3 del artículo 67° de la Ley General del Sistema Concursal.
Por consiguiente, aún cuando la deuda tributaria que hubiera sido garantizada con carta
fianza, se encuentre sometida a un procedimiento concursal, y se hubiera aprobado el plan
de reestructuración, procede que la Administración Tributaria, de ser el caso, disponga la
ejecución de dicha garantía; salvo que se hubieran dado los supuestos de excepción antes
mencionados.
Debe destacarse que si bien la deuda garantizada con carta fianza a favor del contribuyente
se encuentra sometida a un procedimiento concursal (5), ello no implica en absoluto que la
misma hubiera perdido su naturaleza de deuda tributaria.
Asimismo, debe tenerse en cuenta que la relación jurídica existente entre el tercero y el
acreedor no se encuentra sujeta a las normas concursales ni tampoco a lo dispuesto en el
Plan de Reestructuración, razón por la cual el pago que realice el fiador debe regirse por sus
propias normas, que en el presente caso son las de carácter tributario.
CONCLUSIÓN:
Tratándose de deudas tributarias garantizadas con carta fianza, que se encuentren sometidas
a un procedimiento de reestructuración en el cual se hubiera aprobado el Plan de
Reestructuración correspondiente, procede que la Administración Tributaria, de ser el caso,
disponga la ejecución de dicha garantía; salvo que se hubieran dado los supuestos de
excepción establecidos en el numeral 67.3 del artículo 67° de la Ley General del Sistema
Concursal.
(1)
Dispositivo legal aplicable a los procedimientos en trámite bajo la Ley de Reestructuración Patrimonial, en la etapa en que se
encuentren, tal como lo dispone la Primera Disposición Transitoria de la Ley General del Sistema Concursal.
(2)
En principio, cabe indicar que la presente consulta no versa sobre el sentido y alcance de las normas tributarias, teniendo el
presente informe únicamente título ilustrativo en cuanto a las normas que regulan la reestructuración patrimonial.
Dicho “patrimonio” comprende la totalidad de bienes, derechos y obligaciones del deudor concursado, con excepción de sus
(3)
bienes inembargables y aquellos expresamente excluidos por leyes especiales, tal como lo establece el numeral 14.1 del artículo 14°
de la Ley General del Sistema Concursal.
(4)
Así lo señala la exposición de motivos de la Ley General del Sistema Concursal.
(5)
Cabe mencionar que, la finalidad única del procedimiento concursal es propiciar la negociación entre los acreedores y el deudor
sometido a concurso, que les permita llegar a un acuerdo de reestructuración o, en su defecto, a la salida ordenada del mercado,
conforme a lo dispuesto en el artículo II del Título Preliminar de la Ley General del Sistema Concursal.
(6)
El artículo 31° del TUO del Código Tributario señala que los pagos se imputarán en primer lugar, si lo hubiere, al interés moratorio
y luego al tributo o multa, de ser el caso; salvo lo dispuesto en los artículos 117° y 184° respecto a las costas y gastos.
Agrega el tercer párrafo del artículo 31° antes mencionado, que cuando el deudor tributario no realice dicha indicación, el pago parcial
que corresponda a varios tributos o multas del mismo período se imputará, en primer lugar a la deuda tributaria de menor monto y
así sucesivamente a las deudas mayores. Si existiesen deudas de diferente vencimiento, el pago se atribuirá en orden a la antigüedad
del vencimiento de la deuda tributaria.
CAT
A1104-D2
Con la intención de querer modernizar las instituciones concursales y brindar todas las
facilidades posibles a las empresas y personas en crisis financieras para solucionar
sus problemas, se fueron dictando un considerable número de leyes y normas de rango
menor que provocaron cambios constantes, algunos sustanciales que trajeron
yuxtaposiciones y evidentes confusiones al momento de su aplicación, tanto por parte
de los usuarios como de la propia autoridad administrativa, tales como:
La Nueva Ley General del Sistema Concursal, a diferencia de las anteriores normas,
contiene un Título Preliminar que regula los lineamientos y principios rectores de la
aplicación de la norma concursal para la consecución de estos objetivos, para estos
efectos la evaluación de la viabilidad del concursado está a cargo de los acreedores
involucrados en los respectivos procedimientos concursales. El Estado tiene en estos
procedimientos un rol promotor de la negociación entre acreedores y deudores,
respetando la autonomía privada respecto a las decisiones que tomen.
Así llegamos a la actual Ley General del Sistema Concursal (en adelante, LGSC),
que fue aprobada mediante Ley Nº 27809 y publicada el 8 de agosto de 2002.
Esta se complementa con otras normas jurídicas, tales como la Ley para la
Reestructuración Económica y de Apoyo a la Actividad Deportiva Futbolística en
el Perú, que se aprobó mediante Ley Nº 29862 y fue publicada el 6 de mayo de
2012), la Ley Complementaria para la Reestructuración Económica de la
Actividad Deportiva Futbolística, aprobada mediante Ley Nº 3064 y publicada el
2
https://laley.pe/art/3031/los-diez-principios-juridicos-del-derecho-concursal-
3
Daniel Echaíz Moreno es Doctorando en Derecho y Magíster en Derecho de la Empresa por la
Pontificia Universidad Católica del Perú. Abogado summa cum laude por la Universidad de Lima. Socio
fundador de Echaíz Abogados. Presidente de la Comisión Consultiva de Derecho Empresarial del
Ilustre Colegio de Abogados de Lima. Árbitro en arbitrajes institucionales ante la Cámara de Comercio
de Lima, el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Justicia, así como en arbitrajes ad-hoc. Catedrático
de la Universidad San Ignacio de Loyola y de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
Miembro asociado del Instituto Peruano de Derecho Mercantil.
10 de julio de 2013; además de la norma que establece la prelación del pago de
las deudas a la Seguridad Social en Salud, aprobada mediante Decreto
Legislativo Nº 1170 el 7 de diciembre de 2013.
Ahora bien, los principios jurídicos del Derecho Concursal los encontramos
recogidos en el Título Preliminar de la LGSC, el cual contiene 10 normas:
Los acreedores pueden decidir por reestructurar o liquidar el patrimonio del deudor.
Esta decisión dependerá de la evaluación que los acreedores realicen.
En el supuesto que los acreedores decidan la liquidación del patrimonio del deudor,
deberán nombrar a un liquidador y luego suscribir un convenio de liquidación, el cual
establecerá la forma en que se desarrollará el proceso de liquidación.
El liquidador tiene la obligación de transferir el patrimonio del deudor y con los recursos
que obtenga pagar a los acreedores de acuerdo al orden de preferencia establecido
en la Ley. Es deber de la junta vigilar el desempeño del liquidador y el cumplimiento
de lo establecido en el Convenio de Liquidación.
Para que el propio deudor pueda iniciar el inicio del procedimiento es necesario que
se encuentre en algunos de los siguientes casos:
b) Que tenga pérdidas acumuladas, deducidas las reservas, cuyo importe sea mayor
al tercio del capital social pagado.
Para que uno o varios acreedores soliciten el inicio del procedimiento deberán acreditar
que mantienen créditos exigibles, impagos, vencidos por más de treinta (30) días y que
superen las 50 UIT vigentes a la fecha representación de la solicitud.
2. Evaluación y publicación
3. Reconocimiento de créditos
Esta directiva tiene por objeto determinar los alcances de la disposición contenida en
el artículo 120.5 de la Ley General del Sistema Concursal. Se señala que, este
artículo establece que en defecto del acuerdo de junta de acreedores, el Indecopi
deberá exigir, a la entidad administradora o liquidadora, una carta fianza otorgada
por una empresa del sistema financiero autorizada por la Superintendencia de Banca,
Seguros y AFP, solidaria, irrevocable, incondicional y de realización automática a
requerimiento del Indecopi, cada vez que la entidad administradora o liquidadora
asuma la conducción de un procedimiento concursal por designación de la junta o la
comisión.Asimismo, se señala que esta directiva será de observancia obligatoria
respecto de todos los procedimientos en los que las juntas de acreedores o la
Comisión de Procedimientos Concursales designen para el ejercicio del rol de
administrador o liquidador de la masa concursal a una persona natural o jurídica
registrada para tales efectos, conforme a lo dispuesto en los Capítulos V, VI y VII del
Título II de la Ley General del Sistema Concursal.
Así, a través de este control ex post, la Comisión podrá declarar la nulidad o ineficacia
de acuerdos con posterioridad a su adopción, dado su carácter ilegal, abusivo o
discriminatorio. El ejercicio de esta facultad deberá hacerse en un plazo no mayor de
treinta días calendario contados desde la adopción del acuerdo respectivo.
Por otro lado, si bien la Ley Concursal no contempla la posibilidad de que los
instrumentos concursales (léase Plan de Reestructuración, Convenio de Liquidación o
Acuerdo global de Refinanciamiento), puede incorporar pactos extraconcursales, es
decir, acuerdos que celebran los acreedores con terceros ajenos al procedimiento,
debe señalarse que uno de los principios que recoge la Ley Concursal es el de la Libre
Autonomía Privada como el mejor mecanismo para que los acreedores puedan
alcanzar aquella decisión más adecuada para el objetivo de maximizar el valor del
negocio y el recupero de sus créditos, lo cual viene en definitiva a legitimar la inclusión
de este tipo de acuerdos en un instrumento concursal.
Sin perjuicio de ello, cabe señalar que la viabilidad de estos acuerdos en el ámbito
concursal podría sustentarse supletoriamente en lo dispuesto por el artículo 8 de la
Ley General de Sociedades, norma que legitima en el ámbito societario los pactos
entre los accionistas y terceros, disponiendo que le son exigibles a la sociedad a
condición de que le sean debidamente comunicados y siempre que no contradigan el
pacto social o el estatuto.
NOTICIAS DE TODOS LOS PAISES QUE PUEDEN SER TOMADAS COMO CASUISTICAS
http://leyconcursal.org/category/expertos/
LA HIPOTECA MULTIDIVISA
Aunque tradicionalmente se
considera típico que la economía y los sectores que la integran estén en permanente
movimiento y cambio, es llamativo que, en los últimos años, los cambios se hayan
venido acelerando de forma exponencial debido a los avances tecnológicos y, más en
concreto, en el sector jurídico.
Bajo su punto de vista ¿las nuevas tecnologías (actuales y las que están por
llegar) cómo van a afectar al campo jurídico, tanto al legislador como a los
despachos de abogados?
La gran revolución va a venir, como en casi todos los campos de la economía, de las
nuevas tecnologías. Hasta hace poco, era impensable que un cliente no conociera
físicamente a su abogado. La tendencia se está invirtiendo, sobre todo en asuntos de
consumidores. Ahora y en el futuro, abogados virtuales resolverán la mayoría de las
cuestiones, sin haber llegado a tener contacto físico con el cliente.
¿Cuál es su pronóstico sobre qué rama del derecho va ser más demandada por
la sociedad en el aspecto empresarial, así como en los particulares?
La principal es que sea feliz ejerciendo su profesión. Ello implica que la abogacía debe
ser una herramienta que aporte felicidad a sus destinatarios, lo que parece estar en
entredicho.
Cada vez se exige menos que el profesional tenga un caudal amplio de conocimientos.
A cambio, se exige más que sea inteligente y ágil en la búsqueda de soluciones.
¿Cree que la sociedad del futuro estará más concienciada en una abogacía
preventiva, más que en una curativa?
Cada despacho que quiera sobrevivir debe buscar su nicho y, si no existe a priori, debe
segmentar el mercado hasta que lo encuentre, y sí además es capaz de liderarlo, mejor
que mejor.
Un ejemplo puede ser el despacho ubicado en Alicante que apuesta por tener una
plantilla de abogados bilingües hispano-rusos y que se ha especializado en real state
para el mercado ruso.
¿Cómo será el sector en los próximos diez años, habrá una concentración en los
grandes despachos (fusiones y adquisiciones), desembarcarán firmas
internacionales en España?
Yo, personalmente, estoy esperando que llegue el día en que las máquinas (y no las
personas-jueces, secretarios, fiscales,…) resuelvan los asuntos contenciosos. Si Deep
Blue (máquina ya obsoleta de IBM) ganó a Kasparov en un tablero de ajedrez ¿por qué
no dejar que las máquinas actuales, una vez planteados los supuestos de hecho,
resuelvan en segundos las cuestiones jurídicas? ¿Es que acaso hay más casuística en
un caso –por complejo que sea- que en una partida de ajedrez?.
El día que esto ocurra, habrá desaparecido la prevaricación, el cohecho y, sobre todo,
la dilación en la resolución de los conflictos. La pregunta que me hago es si hay
voluntad real (política) de poner la justicia en manos de la objetividad de las máquinas
o, por el contrario, debe seguir en manos de la subjetividad y contrariedad de los
humanos.
Aunque en sus orígenes la inquisición pudo nacer con buena voluntad, como casi
todo, derivó en auténticas burradas. Y así, andando el tiempo, se llegó a eso tan
lindo de las acusaciones secretas (no sabías ni quien te acusaba y, a veces, ni de
qué se te acusaba) y ya después, visto que aquéllo era bueno para cobijar intereses
inconfesables, se llegó a la injusticia suma, que no era otra cosa que actuar en el
Derecho mediante normas secretas. El destinatario de las normas ni siquiera las
podía conocer. Menos mal que triunfó la Revolución Francesa y se acabaron las
normas secretas. ¿O no?
El día 31 el gobierno publica en el Boletín Oficial del Estado un Real Decreto Ley en
el que dice necesitar alterar todos los principios básicos del derecho concursal ,
el principio de la igualdad en las pérdidas, e incluso permite que una de las partes
de los posibles procesos judiciales decida por sí misma si cumple las
sentencias o no. Ole.
Pero aún peor es lo que se hace, no ya en las normas de ese Real Decreto Ley, sino
en su misma exposición de motivos. Observen el texto publicado (página 3 del
decretazón):
“La aprobación de esta norma se enmarca, por otra parte, en el programa de
asistencia a España para la recapitalización del sector financiero, que nuestro país
ha acordado en el seno del Eurogrupo y que se ha traducido, entre otros
documentos, en la aprobación de un Memorando de Entendimiento. Con este real
decreto-ley se da adecuado cumplimiento a aquellas medidas cuya adopción está
prevista para el mes de agosto de este año.”
Muy bien.
Parece grave. ¡Se ha firmado algo que tiene por sus efectos más fuerza que la
propia Constitución!, y, cuanto menos, es un tratado que rompe todo lo que había
hasta ahora en el Ordenamiento Jurídico sobre el asunto, y al parecer nadie ha
respetado las mínimas previsiones legales sobre competencia , formalidades,
procedimiento, etcétera.
EL BOE, a mí, asiduo lector diario, profesional del ramo, que utilizo las normas
jurídicas para trabajar, que tiene al BOE como referencia de lo que es y de lo que no
es, que para entender y comprender he de leerme sus textos, lo que existe y lo que
no, me ha pasado lo siguiente:
Se ha dado cuenta señor Ministro, señor Gobierno, que para mi, que acudo a
los medios legales y oficiales de publicidad de las normas, el documento no
aparece.
¡¡¡¡¡¡Es secreto!!!!!!
¿Por qué?
Lo digo para abandonar el Reino cuanto antes si ustedes piensan volver a instaurar
losmecanismos inquisitoriales de “normas secretas”,
El artículo 67.1 de la Ley General del Sistema Concursal, establece que el plan de
reestructuración aprobado por la junta obliga al deudor y a todos los acreedores
comprendidos en el procedimiento, aun cuando se hayan opuesto a los acuerdos, no
hayan asistido a la junta o no hayan solicitado oportunamente el reconocimiento de
sus créditos. Sin embargo, en aquellos casos en los que dicho instrumento concursal
contemple la capitalización o condonación de los créditos involucrados en el concurso,
la interpretación de los artículos antes citados debe realizarse conjunta y
sistemáticamente con el artículo 68.5 de la Ley General del Sistema Concursal, el cual
establece que a los acreedores que hubiesen votado en contra, no hubiesen asistido
a la junta o no hubiesen solicitado oportunamente el reconocimiento de sus créditos,
les serán oponibles los acuerdos de capitalización o condonación de acreencias en los
mismos términos que a los acreedores que, habiendo votado a favor del acuerdo,
resulten menos afectados.
En este sentido, la Sala considera que la regla excepcional que prevé la norma
concursal en el artículo 68.5 no está orientada a inaplicar los términos que la junta de
acreedores ha considerado para la extinción de los créditos, es decir, no implica una
vulneración al principio de igualdad de trato entre los acreedores, sino que precisa la
oponibilidad de tales términos, únicamente en situaciones que implican la pérdida casi
total o absoluta del derecho de crédito para aquellos acreedores que no votaron a favor
de dichos acuerdos, resultándoles aplicables para la extinción de sus créditos los
términos de aquellos que, habiendo votado en favor de dichos acuerdos, resulten
menos afectados con los mismos. En otras palabras, la aplicación de este dispositivo
legal no conlleva a que existan acreedores que no asuman las pérdidas derivadas del
procedimiento concursal como sí lo hacen los demás acreedores, sino que hace que
este acreedor –que no participó de la junta, votó a favor del acuerdo o no solicitó el
reconocimiento de sus créditos- no pierda más que aquellos que, habiéndose
manifestado a favor de tales acuerdos, se vieron afectados en menor medida.
http://leyconcursal.org/noticias/
CONCURSAL
https://www.google.com/search?q=como+se+relaciona+contabilidad+procedimientos+concur
sal+peru&oq=como+se+relaciona+contabilidad+procedimientos+concursal+peru&aqs=chrome
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contabilidad+en+el+procedimientos+concursal+peru&aqs=chrome..69i57.6494j0j7&sourceid=
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de+procediendo+PERU&ei=W0eEXNbVIsGC5wKRjbmgAQ&start=10&sa=N&ved=0ahUKEwiW7
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el Sistema Concursal procedimiento concursal. Clases de procediendo PERU
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de+procediendo+PERU&oq=el+Sistema+Concursal++procedimiento+concursal.+Clases+de+pro
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http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechopucp/article/viewFile/6515/6591%2001.10.201
5
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https://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2004/00446-2004-AA.html
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