LIMÓN
LIMÓN
LIMÓN
El aromático limón (Citrus limon) goza de la fama de ser el “alimento medicina” por excelencia gracias a las numerosas propiedades saludables
que se le atribuyen, desde combatir la hipertensión y los problemas cardiovasculares, hasta contrarrestar el estrés y la fatiga o fortalecer las
defensas del organismo.
Su cultivo se extendió rápidamente por toda la península ibérica, sobre todo por la zona de Levante, donde hoy en día se sigue concentrando gran
parte de la producción de limones que se consumen en España.
Durante el siglo XVIII se hizo famoso entre los marineros, que solían consumirlo en abundancia durante sus largas travesías porque sabían que les
protegía frente al escorbuto (la razón es su riqueza en vitamina C, que se descubrió en 1932).
La producción mundial la encabezan actualmente México, la India, Argentina e Irán. En quinta posición se encuentra España, la principal
proveedora de limones al resto de países europeos.
Uno de las moléculas más estudiadas del limón es el limoneno, el terpeno que da el característico olor a las frutas cítricas y que posee una gran
capacidad para reducir el riesgo de padecer enfermedades degenerativas, hipertensión, cataratas, infartos y diversos tipos de cáncer.
Además es la mejor manera de hidratarte después de haber sometido a tu cuerpo a una sequía de 8 horas. Tomarse el limón con agua es lo más
adecuado, además, porque el limón a solas es demasiado agresivo con el esmalte dental. De hecho, para protegerlo, te puedes tomar tu vaso de
agua con limón a través de una cañita.
Para aumentar la potencia depurativa y salutífera de tu vaso con zumo de limón puede rayar en él un poco de piel, porque es en esta donde se
encuentra la mayor concentración de limoneno y otros terpenos.
Los ácidos orgánicos del limón contribuyen también a potenciar las propiedades benéficas
de otros alimentos. En un estudio publicado en la revista Molecular Nutrition and Food
Research, en el que se estudiaba la capacidad antioxidante del té verde, se demostró que,
tras añadir una pequeña cantidad de zumo de limón a la bebida, su poder antioxidante
aumentaba en gran medida.
Por ejemplo, en la cura con sirope de arce se combinan dos cucharadas soperas de este
alimento con el zumo de medio limón y opcionalmente una pizca cayena.
Aplícate una mascarilla a base de avena y limón para aclarar poco a poco las manchas que
aparecen en la piel –sobre todo en la cara y las manos– con el paso de los años. Para su
preparación se mezcla una cucharada de harina de avena con media de jugo de limón hasta
formar una pasta homogénea. Seguidamente se aplica sobre las manchas y se deja actuar
durante unos veinte minutos antes de retirarla con agua tibia. Hay que aplicar la mascarilla
tres veces por semana hasta que se vean resultados.
Las propiedades astringentes y desinfectantes del limón son útiles para tratar el acné. Solo
tienes que diluirlo en un poco de agua y aplicártelo en la cara después de lavarla bien. Deja
que actúe toda la noche y lávate por la mañana. La misma idea sirve para tratar el cabello
graso.
En muchas recetas el sabor del limón no se aprecia en el resultado final, pero se utiliza con
buen sentido porque potencia los aromas de los alimentos a los que acompaña y ofrece un
contrapunto ácido exquisito.
Además el zumo de limón resulta muy práctico, porque evita que se oxiden muchas frutas y
verduras frescas. Por este motivo es ideal para condimentar cualquier plato con coles,
verduras de hoja verde, aguacates, alcachofas o champiñones.
En la cocina vegana, el limón se utiliza, entre otras cosas, en la elaboración de los quesos
veganos a base de cremas de frutos secos (de anacardo, por ejemplo), levadura nutricional y
otros ingredientes naturales aromatizantes.
Otra opción es preparar una mezcla con un vaso de zumo de limón, 4 cucharadas de aceite
de oliva virgen extra, 2 ajos prensados, 2 hojitas de laurel, media cucharadita de comino, un
poco de pimentón dulce, orégano y sal. Marina el tofu en este jugo durante un mínimo de 6
horas y obtendrás un plato exquisito.
No exprimas el limón que acabas de sacar de la nevera, porque obtendrás menos cantidad
de zumo y no será tan aromático. Sácalo unas horas antes y, antes de exprimirlo, amásalo
con las manos. ¡Conseguirás mucho más zumo!
En cuanto a la cáscara del limón, puede servir para aromatizar caldos y sopas, o picarse
muy finamente y utilizarla en salteados, salsas y aliños.
También puede dar un toque sabroso a un bizcocho o a un mermelada casera. Eso sí, a la
hora de pelar la fruta, es importante no llevarse nada de la parte blanca, ya que es muy
amarga y puede alterar bastante el sabor que se desea dar a la receta.
Ya sea para tomar el zumo o utilizar la piel, elige si es posible limones ecológicos.
BIBLIOGRAFIA
https://www.cuerpomente.com/guia-alimentos/limon
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