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LOS REINOS HUMANOS

FULVERG
El reino ancestral de Fulverg fue la primera cuna de la humanidad, donde se desarrollaron las
primeras ciudades de los hombres, hace ya miles de años. Las leyendas cuentan que estaba
gobernada por un consejo de magos, y gracias a su magia y su ciencia , Fulverg se convirtió en una
gran nación que comerciaba con los elfos del norte y los orcos y los enanos en el lejano este.

En algún momento de pasado lejano, una terrible catástrofe desconocida cayó sobre Fulverg. Los
eruditos no se ponen de acuerdo acerca de la naturaleza de la catástrofe: hablan de una plaga, de una
guerra contra seres terribles que surgían del fuego, de la corrupción y decadencia del Consejo de
magos, e incluso algunos atribuyen la caída al legendario y maligno hechicero Lothanor, de las
leyendas y canciones de la antigüedad. Sea cual sea la razón, ahora sólo unos pocos salvajes
pueblan las antaño gloriosas ciudades del reino: Vestar, Krov, D'Ausar, Grethna, Cyrrus y Zafanar la
Gloriosa.

La raza humana migró hacia el este, fundando nuevos reinos lejos de esas tierras malditas. Pese a
las historias de tesoros fabulosos y conocimientos ocultos del ancestral reino de Fulverg, muy pocos
se atreven a viajar a estas tierras desoladas y malditas, y los que lo hacen, muy pocas veces
regresan.

LOS REINOS DE OCCIDENTE


Las primeras ciudades y villas que construyeron los hombres que emigraron de Fulverg se
construyeron en las montañas eternas, en un terreno muy diferente al del ancestral reino. Las torres
de Lumatir, la Ciudad Eterna, pronto se alzaron hacia el cielo en lo más alto de las montañas. Los
ancianos magos, los que recordaban lo ocurrido en Fulverg, construyeron el templo de la Eternidad,
y encendieron la Llama Sagrada, que todavía brilla hoy en el interior del templo. De esa llama
original se llevó fuego al Templo de la Eternidad que se construía en cada ciudad humana, y esas
llamas todavía arden hoy. Las leyendas dicen que cuando se extinga la llama del Primer Templo de
Lumatir, la humanidad estará perdida.

Los reyes de Lumatir pretendían crear un Gran Reino unificado de los hombres, y durante un
tiempo, bajo la dinastía de los Bravian, fue una realidad. Pero cuando Koschei, el Rey de las
Tinieblas, acabó con Drerion, el último de los Bravian, el gran reino se fragmentó en seis pequeños
reinos.

UBRATIR
El reino de Ubratir es una sombra de la antigua gloria del Gran Reino, pues se encuentra en las
Montañas Eternas, y su capital es la antaño gloriosa ciudad de Lumatir. La que antaño fuera la más
poderosa de las ciudades humanas ahora está reducida a centro de peregrinación.
ELIRAS
Eliras es un reino fértil con un clima suave, que debe su nombre al río Elirón que fertiliza los
campos. Son gente ferozmente independiente. La capital del reino de Eliras es Dek-Zhelai, al pie de
las montañas Eternas. Las ciudades de Gorovik e Ifneset, y los puertos de Zalter y Nalasil
convierten a Eliras en el mayor y más rico de los reinos humanos de Occidente.

BASDEK
El pequeño reino de Basdek está gobernado por un consejo de magos, a la manera del Ancestral
Reino. Se consideran los guardianes del saber acumulado de la humanidad, y tienen razón en ello,
puesto que conservan textos y saberes de los tiempos de Fulverg, así como de las leyendas más
antiguas. La capital es Bokiar, donde se encuentran las ocho escuelas de la magia, en las que aquel
con talento (y oro en la bolsa) puede convertirse en mago. Al norte se encuentra la ciudad de
Desmes, famosa por su Gran biblioteca.

ZUBAK
El Reino de Zubak sufrió mucho en el pasado, durante el reinado de Koschei, el Rey de las
Tinieblas. Sus gentes son muy cerradas, y no les gustan los extranjeros. La capital es la ciudad de
Dergalak, donde se encuentra la corte, pero es poco más que una villa. El puerto de Lezar, en el
este, es prácticamente la única vía de entrada y salida de mercancías de Zubak.

ALANESIR
El cálido reino de Alaneshir ocupa la península de Alanesh, y es un pueblo de comerciantes y
marineros. Sus barcos han surcado los mares durante generaciones, y Alanesir ha dado grandes
exploradores y aventureros. La capital del reino es la ciudad y puerto de Cebial, aunque el puerto de
Zelzemin también está lleno de barcos de todas las naciones del mundo, convirtiendo a Alanesir en
un reino próspero.

LOS REINOS DE ORIENTE


La humanidad cruzó el mar de las Estrellas Fugaces en el pasado, y fundó los llamados Reinos
Jóvenes en el este. Se trata de reinos costeros que se han hecho un lugar en las llanuras que dejaron
libres los orcos y los enanos.

A'ARU
El norteño reino de A'Aru sólo da gentes fuertes y grandes supervivientes. Está gobernado por un a
aristocracia de caballeros templarios que garantizan la paz y administran justicia. El reino fue
fundado por el héroe legendario Dreyan el Justo, y la capital, Dreide, hace honor al fundador. Los
bravos caballeros de A'Aru han tenido guerras en el pasado con los siniestros Morehl, los elfos del
fuego, aunque en la actualidad disfrutan de una paz inestable. La ciudad de Isakam, en el norte, ha
sufrido particularmente la maldad de los Morehl, y están versados en combatirlos. El puerto de
M'Kahyn es pequeño en comparación con otros reinos del sur, pero llegan constantemente barcos
para comprar el valioso mineral que se extrae de las montañas.
MINORAD
Minorad es el más joven de los reinos humanos, pero también uno de los que tienen la historia más
sangrienta. Hace una generación, los hombres de Minorad se vieron envueltos en una terrible guerra
contra los orcos de Bartuk, una sangrienta guerra de desgaste en la que no hubo un claro vencedor.
El maligno nigromante Corazón Negro reanimó los cadáveres de la guerra y levantó un inmenso
ejército de muertos vivientes con el que atacó la capital de Minorad, la ciudad de Corondor. Sólo la
tenaz resistencia de los hombres y la ayuda militar de los norteños de A'Aru y los elfos de Ortael
pudo romper el asedio y salvar la ciudad. El rey de Minorad es Angus Kingsfield, un guerrero
legendario. Al norte de Corondor se encuentra Innilyah, una pequeña pero próspera ciudad regida
por Vuel Kingsfield, el hijo mayor del Rey. En Minorad también se encuentra la villa de Cruz de
Grak, donde gobierna Lord Arweith, un héroe de las guerras contra los orcos y los no muertos al
que el rey concedió las tierras.

NU
La ciudad estado de Nu es una villa portuaria gobernada por un consejo de comerciantes, con un
gran puerto natural al que llegan mercancías de todas partes del mundo. Las gentes de Nu tienen
fama de ser poco de fiar, y de ser capaces de vender a su propia madre.

LOS REINOS ELFOS


Los Reinos élficos, o Tor, se encuentran en el Gran Bosque. Tradicionalmente había cinco Tor, pero
hace siglos, una de ellas, Tor Fentesk, utilizó magias prohibidas y maquinarias en una blasfema
conjunción que propiciaron las Guerras de los Tecnomagos. Tor Fentesk fue destruida por una
coalición de los otros cuatro Tor, y desde entonces han sido sólo cuatro Tor en el Gran Bosque

TOR ORTAEL
Tor Ortael es la más próspera y grande de los Tor del Gran Bosque. Está gobernada por un consejo
de druidas, y la mayoría de las construcciones están vivas, formadas por la unión de la magia y los
árboles del boque. La visión de Ortael es impresionante, fundida perfectamente con el entorno
natural, pero muy pocos sin sangre de elfo son bienvenidos aquí. Ortael es el más antiguo Tor de los
elfos, y nunca ha sido tomado por un enemigo.

TOR BOLK
Tor Bolk es más parecido a un enorme cuartel militar que a una ciudad. Está en los límites norteños
del Gran Bosque, y están acostumbrados a luchar contra sus perversos primos los Morehl y contra
sus engendros, los Trasgos del Fuego. Todos los elfos de Bolk reciben adiestramiento militar, y este
Tor ha dado algunos de los más grandes guerreros de entre los elfos.

TOR KESTHA
Tor Kestha está en declive desde hace generaciones. Se llevó la peor parte en las Guerras de los
Tecnomagos, y nunca ha podido recuperarse del todo. Los elfos de Kestha son orgullosos y
testarudos, y nunca abandonarán su tierra ancestral.

TOR INGKARA
El puerto de los elfos, Ingkara es la mayor ciudad comercial del mundo conocido. Los veloces
navíos élficos surcan todos los mares, y los comerciantes de Ingkara son los más astutos
negociadores y mercaderes (Pussey, en élfico). En Ingkara puede encontrarse casi cualqueir cosa, si
se tiene oro para pagarlo.
FENTESK
La Ciudad Factoría de Fentesk se construyó en el norte, en las montañas heladas, a imagen y
semejanza de la destruida Tor Fentesk. En ella los Morehl, los elfos del fuego, continúan sus
experimentos mezclando magia y máquinas. Los morehl de Fentesk fueron los responsables de la
creación de los Goblin, los Trasgos de Fuego, una plaga terrible que escapó a su control y ahora
infesta el mundo. Las chimeneas humeantes y las torres de energía que lanzan destellos verdes entre
las nubes son el paisaje de Fentesk.

ESFAH
Esfah, Ciudad Factoría, es el primer intento de los morehl de establecerse en el este. Construida a
imagen de Fentesk, sus hediondas chimeneas vomitan nubes de humo sulfuroso que ensucian el
aire. Los morehl, refugiados por las montañas, experimentan con humanos capturados, y se
encuentran en un estado de guerra permanente con al reino humano de A'Aru.

EL IMPERIO ENANO
En el lejano este, en las montañas de las Eras, se encuentra el Imperio Enano. Los enanos son gente
dura que no suele trabar amistad con desconocidos, y su reino se encuentra aislado de los elfos, los
humanos y de los orcos por toneladas y toneladas de montañas. El Imperio ha permanecido
prácticamente inalterado durante miles de años, guiado por las sucesivas familias de Emperadores
enanos que se han sentado en el Trono Eterno en Balderk, la antigua capital del Imperio. Pocos
extranjeros han visitado este reino montañoso, pero las leyendas hablan de la ciudadela de Bûr,
cerca del misterioso Valle Prohibido; de Varn-Zhakar, la morada de los ancestros, donde los sabios
enanos guardan conocimientos que incluso los elfos han perdido; y de Balderk, la Eterna, la ciudad
que rige el antiguo imperio y que resistirá mientras resistan las rocas de las montañas.

LAS MONTAÑAS DE LOS ORCOS


Los orcos son vistos por las otras razas como poco más que salvajes, gentes malignas por naturaleza
que se deleitan causando dolor y sufrimiento. Realmente, las montañas de los Orcos son un
territorio poco frecuentado por visitantes, y la leyenda negra de esta raza contribuye a ello.

En realidad, existen dos sociedades orcas: los clanes guerreros de las montañas rojas, que viven en
un estado barbárico,y se encuentran desunidos y dispersos tras la muerte de Grak, el Señor de la
Guerra orco que atacó Corondor; y el Reino de Bartuk, llamado así por Bartuk el sabio, un mago
orco que vivió en el pasado y trajo la civilización a su gente. Bartuk es una gran ciudad en un valle
de las Montañas Rojas, limpia y ordenada. Allí hay abundante comercio, templos y escuelas. Los
talleres de los gremios llenan el aire diurno de sonidos, e incluso algunas factorías se alzan en el
norte. Bartuk está gobernado por un consejo de sabios que eligen un rey y le asesoran en los
asuntos de estado.

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