Monografía de Equidad de Genero

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INTRODUCCIÓN:

El Perú en respuesta a los compromisos internacionales suscritos con el fin de erradicar


las brechas de género y de todas las formas de discriminación por sexo, tiene el desafío
de incorporar en las políticas públicas el enfoque de género.
El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables cuenta con Planes Nacionales tales
como el Plan Nacional de Igualdad de Género (PLANIG) y el Plan Nacional contra la
Violencia hacia la Mujer; representados plenamente a través del Programa de Igualdad
de Género; y el Programa de Políticas de Igualdad de Género; los cuáles serán los
encargados de encaminar las políticas públicas del Estado Peruano, en sus tres niveles
de gobierno, garantizando la igualdad y la efectiva protección de los derechos humanos
para mujeres y hombres, la no discriminación y el pleno desarrollo de las
potencialidades y capacidades individuales y colectivas.
De esta manera, se espera garantizar a todas las personas, el ejercicio de sus derechos a
la igualdad, dignidad, libre desarrollo, bienestar y autonomía; así como erradicar toda
forma de discriminación, para alcanzar la igualdad real y efectiva

“La igualdad es el alma de la Libertad; de hecho, no hay libertad sin ella”


Frances Wrigth

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DEDICATORIA:

El presente trabajo va dedicado a mis padres por darnos la vida y por su apoyo
incondicional a cada paso que damos, a la Universidad de Huánuco porque gracias a
ella podemos estar aquí formándonos como profesionales y tratando de superarnos día a
día, a nuestro docente por darnos la oportunidad de desarrollar este tema despertando en
nosotros interés y las ganas por la adquisición de nuevos conocimientos, a nuestros
compañeros de clases y a todos aquellos que se interesen profundamente por conocer
acerca de los términos de “Equidad de Género en el Perú”

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ÍNDICE:
INTRODUCCIÓN 1
DEDICATORIA 2
ANTECEDENTES 4
OBJETIVO GENERAL 5
OBJETIVOS ESPECIFICOS 5
EQUIDAD DE GÉNERO 6
1. GENERALIDADES 6
1.1 Teoría de Género: 6
1.2 Género: 6
1.3 Enfoque de género: 6
1.4 Sesgo por género: 6
1.5 Intereses estratégicos 6
2. ANTECEDENTES HISTORICOS 9
2.1 Antecedentes históricos evolutivos: 9
2.2 Antecedentes normativos en Latinoamérica y el Perú: 10
3. ¿QUÉ ES LA EQUIDAD DE GÉNERO? 13
3.1 Ejemplos de equidad de género 13
3.2 Equidad de género en la escuela 13
3.3 Equidad de género en el trabajo 14
3.4 Equidad de género en la política 14
4. EQUIDAD DE GÉNERO EN EL PERÚ 15
4.1. Tratamiento de la equidad de género a nivel del Perú actual. 15
4.1.1 Ministerio de la mujer y la dirección de igualdad de género. 16
4.2. Tratamiento de la equidad de género a nivel Latinoamérica 18
4.2.1 Rasgos de desigualdad de género en el ámbito regional 20
5. INDICADORES 22
5.1 Hogares y familia 22
5.1.1 Madres Jóvenes 22
5.1.2 Planificación Familiar 22
5.2 Educación 23
5.3 Trabajo remunerado y no remunerado 24
5.4 Genero y pobreza 26
5.5 Salud 27
5.6 Violencia de genero 29
5.7 Participación política 30
CONCLUSIONES 32
RECOMENDACIONES 33
BIBLIOGRAFIA 34

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ANTECEDENTES:

La equidad de género consiste en estandarizar las oportunidades existentes para


repartirlas de manera justa entre ambos sexos. Los hombres y las mujeres deben contar
con las mismas oportunidades de desarrollo. El Estado, por lo tanto, tiene que garantizar
que los recursos sean asignados de manera simétrica.

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OBJETIVO GENERAL
 Analizar cada uno de los conceptos de Equidad de Género, sus principales
características y lo concerniente a la situación actual sobre este tema en el Perú.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Identificar el concepto de Equidad de Género, a partir de sus términos generales y sus


antecedentes históricos.
 Identificar el concepto de género, además de conocer sus características, y
derivaciones de estos en base a los tipos que subyacen desde ideas sociales.
 Reconocer los antecedentes históricos tanto evolutivos, como normativos en el caso
de Latinoamérica y el Perú.
 Reconocer al Perú en términos de nación, territorio y estado.
 Conocer la situación de la equidad de género en el Perú y Latinoamérica.

“Ser libre no es meramente deshacerse de las


cadenas de uno, sino vivir de una forma que
respete y mejore la libertad de los demás”
Nelson Mandela

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EQUIDAD DE GÉNERO
6. GENERALIDADES
1.1 Teoría de Género:
La teoría de género es un instrumento que debe ser utilizado por quienes participan en la
administración de justicia como un mecanismo para complementar su labor, conocer y
comprender la realidad social de los hombres y mujeres, lo que no ocurre siempre, pues
no se la aprende en las universidades, sino en textos especializados escritos por
innumerables mujeres y algunos hombres a los que todos pueden acceder, pero pocos los
requieren. Será útil aproximarnos rápidamente a ciertos conceptos que maneja la teoría
de género para comprender mejor el tema, como seso, género, sesgo por género,
perspectiva de género, equidad de género, por indicar algunos.
1.2 Género:
Es una construcción social y cultural de rasgos de personalidad, actitudes, vestimenta,
valores, conductas y roles sociales; formas de pensar y actuar diferentes; prácticas y
simbologías que se elaboran a partir de la diferencia sexual y que se aprenden, por lo tanto
no son inmutables, puede cambiar, puede ser distinto en cada lugar o cultura, en cada
época, pero tiene su propia lógica, su propia fuerza de influencia en todas las dimensiones
y estructuras, incidiendo en la forma cómo asumen la vida hombres y mujeres. Cada
recién nacido, hombre y mujer, es inmediatamente adscrito a uno u otro de los grupos
genéricos. De esta manera quedan determinadas las líneas básicas de su condición de
vida.
1.3 Enfoque de género:
El enfoque de género permite desarrollar conocimientos concretos sobre la situación de
la mujer con respecto a la de los hombres en el mundo. Su sentido filosófico es
precisamente contribuir a visualizar las relaciones de poder y subordinación de las
mujeres, conocer las causas que las producen y encontrar mecanismos para superar las
brechas existentes.
1.4 Sesgo por género:
Son las actitudes o comportamientos de parte de los actores del sistema de administración
de justicia, basados en estereotipos sobre la verdadera naturaleza y el papel adecuado de
las mujeres y los hombres, o mitos y falsos conceptos sobre las verdades económicas y
sociales que enfrentan los dos sexos. En el sistema judicial una de las consecuencias es
que ese sesgo por género produce discriminación respecto de los derechos y situación de
la mujer. La discriminación no necesariamente involucra intención deliberada ni tiene
que ser consciente.
Al momento de mirar nuestra realidad y hacer un análisis crítico de la misma, es
importante poner atención a los procesos que construyen la diferencia, la dominación y
la subordinación en las relaciones sociales entre hombres y mujeres, y que están
construidos a partir de un hecho biológico: la diferencia sexual.

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Es esa categorización sexual, que en realidad determina únicamente las características
biológicas que definen a un ser humano como hombre o mujer, la base para construir lo
que el movimiento feminista identificó como:
A) GÉNERO: “la gama de roles, relaciones, características de la personalidad,
actitudes, comportamientos, valores, poder relativo e influencia, socialmente construidos,
que la sociedad asigna a ambos sexos de manera diferenciada” . La sociedad forma a
hombres y mujeres en función a lo que se espera de cada uno de ellos y ellas, asignándoles
unas determinadas funciones y limitándoles a unas expectativas que, se supone, son
naturales a cada sexo.
Las características asignadas por el género son específicas del periodo histórico y la
cultura de cada sociedad, y se han ido transformando a lo largo de la historia. Mientras
que la diferencia sexual está predeterminada por la genética y la biología, los roles de
género son una “identidad aprendida y adquirida” que varía de una cultura a otra y que
está condicionada, además, por otras variables como la etnia, la edad y la clase social. El
género no sólo marca a las personas como seres individuales, sino que establece también
las bases para las relaciones entre ellos.
A partir de esta diferenciación entre hombres y mujeres, surgen diferentes conceptos y
aproximaciones que elaboran un sistema de análisis de la realidad que tiene el género en
la base de su mira. El análisis de género analiza el impacto diferenciado que tienen
proyectos, programas y políticas públicas en hombres y mujeres. Para ello, se parte de la
recopilación de datos desagregados por sexo de la población meta, así como de otra
información sensible al género (trabajo remunerado y voluntario, servicios sociales
disponibles, etc.) Este análisis permite formular programas que den respuesta a las
necesidades e intereses identificados, garantizando que una acción “ciega al género” no
vaya a generar más inequidades o reforzar las ya existentes.
En este sentido, es también necesario tomar en cuenta los conceptos de “igualdad de
género” y de “equidad de género.”
B) La igualdad de género; se basa en el principio de que todas las personas, hombres
y mujeres, tengan la posibilidad de desarrollar sus habilidades y libertad para tomar sus
decisiones, y que se han tenido en cuenta sus condiciones específicas, que han sido
valoradas y favorecidas de la misma manera. No se trata de que hombres y mujeres sean
iguales, sino que sus derechos, responsabilidades y oportunidades no dependan de haber
nacido con un sexo u otro.
C) La equidad de género; tiene como meta el tratar de manera justa y equitativa a
hombres y mujeres, según sus necesidades. Teniendo en cuenta este principio, se tomarán
las medidas oportunas para que sus derechos, responsabilidades y oportunidades sean las
mismas, aunque eso signifique que haya que favorecer a un grupo sobre otro.
La equidad es el camino hacia la igualdad. Esto nos lleva inevitablemente al concepto de;
D) “brecha de género”; que son las desigualdades que existen entre hombres y mujeres
en el acceso a los recursos y servicios, el ejercicio de derechos, la participación pública y
la igualdad de oportunidades. La brecha de género es una excelente vía para ilustrar la
discriminación de las mujeres en la sociedad y su desigualdad frente a los hombres. En

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cada iniciativa que una organización debería preguntarse cuál es la brecha de género y
garantizar que sus acciones tienen a eliminar esa brecha o, al menos, no profundizarla.
Es un error común intercambiar los conceptos de “mujer”, “género” o “familia” ya que
no identifican la misma realidad, aunque es cierto que las mujeres sufren una situación de
desventaja y subordinación en la mayoría de las sociedades contemporáneas. También es
un error extendido considerar a las mujeres como un grupo homogéneo, sin tener en
cuenta que sus intereses y necesidades pueden ser distintos y, en ocasiones, hasta
divergentes.
1.5 Intereses estratégicos
Pero aunque las necesidades prácticas de las mujeres sean muy diferentes, sus intereses
estratégicos serían básicamente los mismos, como podemos ver a continuación:
• Necesidades prácticas de género: tienden a ser inmediatas y de corto plazo,
relacionadas con las condiciones de vida de las mujeres. Varían según la clase, la etnia y
la edad, están relacionadas con las necesidades básicas que pueden ser cubiertas por la
provisión de servicios (salud, educación, etc.) y son fácilmente identificables por las
mujeres. La manera de canalizar estas necesidades suele ser a través de incluir a las
mujeres en programas sociales como beneficiarias, intentando mejorar su calidad de vida,
pero sin plantearse los roles de género que afectan a las mujeres ni buscar un cambio en
la realidad existente.
• Intereses estratégicos de género: normalmente son a largo plazo y están
relacionados con un cambio de la situación de las mujeres en la sociedad. Son comunes a
la gran mayoría de las mujeres, sin importar su clase social, etnia o edad y se relacionan
con la situación de desventaja de las mujeres frente a los hombres. Para ser identificados
requieren una mayor toma de conciencia y empoderamiento por parte de las mujeres.
Estos intereses se promocionan a través de la inclusión de las mujeres como agentes
decisorios de los programas gubernamentales y el mejoramiento de la situación de las
mujeres en la sociedad, pudiendo transformar las relaciones de género existentes en
relaciones más equitativas.
En cualquier caso, no se pretende plantear ambas cuestiones como una dicotomía aislada
en la que la consecución de una está desligada del éxito de la otra. Más bien al contrario,
tanto las necesidades prácticas como los intereses estratégicos deben ser planteados y
reivindicados como aspectos integrales que permiten dar respuestas positivas a las
demandas de las mujeres.

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7. ANTECEDENTES HISTORICOS
2.1 Antecedentes históricos evolutivos:
En relación con la Historicidad, en la construcción teórica del género es producto, de tres
desarrollos generales que corren paralelos los que se retroalimentan entre sí:
a) Los procesos sociales de cambio, sobre todo a partir de la fase de industrialización
en las sociedades occidentales que posteriormente se presentan en los países en desarrollo,
y todo lo que esto acarrea en las vidas de las familias y las mujeres sobre todo de la clase
trabajadora.
b) Los movimientos feministas incluidas activistas, pensadoras y académicas, así
como las luchas sociales, impulsadas por mujeres y feministas; y
c) El Desarrollo de las ideas en el plano intelectual, proveniente de distintas
disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades, donde fueron tomando fuerza
aquellas ideas de libertad e igualdad, fundamentalmente a partir de la revolución francesa.
Tanto en Inglaterra como en Estados Unidos el feminismo, como movimiento social por
los derechos de la Mujer, tiene un primer desarrollo en la segunda mitad del siglo IXI,
reivindicaban la igualdad de mujeres y hombres, pero crecientemente se centraron en la
lucha por sufragio.
En América Latina, dicho movimiento se desarrolla a comienzos del siglo XX y se
mantiene con variaciones, hasta aproximadamente los años 40 -50 cuando en la casi
totalidad de los países las mujeres lograron elegir y ser elegidas, con las restricciones
propias de la época.
En todas partes, tras la obtención del derecho a voto, el movimiento de mujeres declinó.
En el hemisferio norte, el temor a la Revolución Rusa, más la Depresión y la Segunda
Guerra Mundial fueron tiempos difíciles para las organizaciones de mujeres, resurgiendo
recién en la década de los 60. En Estados Unidos, junto con otros movimientos, como el
movimiento negro y el movimiento estudiantil en contra de la Guerra de Vietnam. Es el
tiempo de la “revolución sexual”.
En América Latina, el resurgimiento se da en los años 70, en muchos casos en el contexto
de las dictaduras militares que asolaron la región también dieron pie a cambios, por
ejemplo en el Perú, se creó el Instituto de Neonatología y Protección Materno Infantil de
Salud (1971) ; La Ley Reforma Educativa, para revalorar a la mujer( 1972); se formó el
Comité Técnico de Revaloración de la Mujer –COTREM (1972); Mitin feminista contra
el Señorita Verano 1973; se forma la Comisión Nacional de la Mujer Peruana –
CONAMUP( 1974); Carta Abierta acerca del problema de la prostitución ( 1976);
la Huelga del Trocadero, se exigía cese de explotación contra las prostitutas ( 1976);
Debate televisivo sobre el aborto( 1977).Por su parte, la condición de las mujeres ha sido
objeto de preocupación, tanto en Naciones Unidas (Comisión de la Condición Social y
Jurídica de la Mujer) como en la Organización de Estados Americanos (Comisión
Interamericana de Mujeres). Con la Primera Conferencia Mundial de Naciones Unidas
sobre la Mujer (México, 1975) y el Decenio para la Mujer (1975-1985), la búsqueda de
la equidad de género y de la superación de la discriminación que afecta a las mujeres
entró a las agendas.

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En el ámbito de las intervenciones para el desarrollo se identificó bajo la orientación de
“Mujeres en el Desarrollo”.
En los años 80’ el movimiento feminista vive la 3ª ola, con el debate acerca de “las
diferencias” entre mujeres, surgiendo los movimientos de mujeres afro descendientes e
indígenas. En los años 80’ se empieza a cuestionar el estudio aislado de las mujeres y la
supuesta homogeneidad de ellas. Se toma en cuenta que para referirse al concepto de
género debemos tomar en cuenta la consideración cultural, en el sentido que todas las
acciones y pensamientos de los seres humanos, hombres y mujeres, están permeados por
la cultura, es decir, por visiones e interpretaciones del mundo, normas, valores y prácticas
sociales. Las culturas no son esencias inmutables sino que se transforman
constantemente, tanto por procesos internos como externos, intencionales y no
intencionales. La cultura dota de contenido a las nociones de lo masculino y lo femenino,
define papeles para un sexo y otro, establece formas de relaciones jerárquicas y
valoraciones diferenciales. En este sentido, el género es un producto cultural, construido
por las sociedades, sobre la base de la diferencia sexual. A su vez, las construcciones
culturales de género están ligadas a las construcciones que cada cultura hace de las
nociones de sujeto, persona y autonomía.
Como vemos los años 80’ fueron muy importantes en debatir el tema de equidad,
surgiendo el enfoque de mujer en el desarrollo (MED), que hasta ese momento había
guiado los proyectos de intervención de la cooperación internacional. Este enfoque se
puede identificar con las necesidades básicas de las mujeres, proveyendo servicios de
asistencia que contribuían a mejorar las condiciones de vida de las mujeres beneficiarias,
pero sin cuestionar la estructura básica de desigualdad en las relaciones entre hombres y
mujeres. Tras años de ejecución de este tipo de asistencia, el fracaso de las mismas era
evidente.
De este debate surgió el enfoque de género en el desarrollo (GED) que fija sus objetivos
en los intereses estratégicos de las mujeres, y que pone en el centro de atención las
desiguales relaciones de poder que afectan a hombres y mujeres. Este enfoque adopta el
empoderamiento de las mujeres como una condición necesaria para su desarrollo,
entendido no solamente como la satisfacción de sus necesidades prácticas, sino también
como la consideración de sus intereses estratégicos.
El enfoque GED sirvió de marco a la Declaración de la Cuarta Conferencia Mundial sobre
la Mujer, que tuvo lugar en Beijing en 1995 y ha estado presente en el resto de los
compromisos internacionales que se han suscrito posteriormente. Muy importante
también fue el informe de Desarrollo Humano del PNUD de 1995, que reconocía la
desigualdad de género como una de las desigualdades más persistentes y sostenía que el
empoderamiento de las mujeres debía ser parte sustancial del paradigma del desarrollo
humano sostenible. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) reservan su Objetivo
nº 3 para el “logro de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres” (6) .
2.2 Antecedentes normativos en Latinoamérica y el Perú:
*La Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada en 1948, describe
aquellos derechos básicos, inalienables y universales, y da origen a la formación de un
cuerpo normativo relativo a la protección de los derechos humanos. Surge tras la

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traumática experiencia de la Segunda Guerra Mundial, del fascismo y el holocausto judío,
siendo la carta de consenso base para los Estados Partes que se habían reunido en la
Organización de las Naciones Unidas.
La Declaración-DUDH, 1948, Artículo 2, manifiesta: en su punto 1) así como, en el
preámbulo afirma la igualdad de derechos de hombres y mujeres y reconoce la dignidad
y los derechos iguales e inalienables de todo ser humano, cuando los Estados Partes
afirman: “… su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor
de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se declaran
resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto
más amplio de la libertad” (DUDH, 1948, preámbulo).
Cuando la Declaración fue aprobada, hacía ya dos años que funcionaba la Comisión de
la Condición Jurídica y Social de la Mujer, creada en 1946, cuyo objeto es dar
seguimiento a la situación de las mujeres y promover sus derechos.
*Este principio orienta la segunda generación de derechos humanos, los Pactos sobre
Derechos Civiles y Políticos y sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales de
1966, que defiende no sólo la libertad individual, sino también la protección social; es
decir se hace un reconocimiento a la dignidad inherente a todas las personas y de sus
derechos iguales e inalienables que constituyen el fundamento de la libertad, la justicia y
la paz en el mundo.
Progresivamente dan origen al establecimiento de marcos normativos regionales y
nacionales que incorporan en mayor proporción la protección de los derechos humanos y
avanzan en un visión integral de los mismos, inspirada en la idea que no hay libertad sin
igualdad y tampoco igualdad sin libertad.
*A continuación se sintetiza los principales documentos de Naciones Unidas que dan
cuerpo a los derechos humanos de las mujeres: la Convención sobre la Eliminación de
toda forma de discriminación contra la mujer (CEDAW), aprobada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 18 de diciembre de 1979; la Declaración de Viena
(1993), la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo (1994), su
Programa de Acción Mundial y más adelante, la sesión de la Asamblea Cairo +5 (
1999) , la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing (1995) y su Plataforma de
Acción Mundial, las Conferencias Regionales de la Mujer de América Latina y el Caribe
posteriores a Beijing, la Declaración del Milenio en New York en el año 2000; y las
Resoluciones de la sesión de 2004 del Comité CEDAW. Entre las Conferencias
Regionales más importantes de destacar, tenemos:
*** Consenso de Santiago (1997), por primera vez en la región se invita a “Formular y
perfeccionar programas encaminados a proteger la salud y los derechos sexuales y
reproductivos de las mujeres”;
***La Séptima Conferencia Regional sobre la Integración de la Mujer en el Desarrollo
Económico y Social de América Latina y el Caribe, Santiago de Chile, 19 al 21 de
noviembre de 1997, donde se abordan los problemas de la pobreza de las mujeres y de su
ausencia de las instancias de adopción de decisiones, lo que requiere ocuparse
paralelamente de la masculinidad y de las actitudes y los comportamientos tradicionales
de los hombres, así como de su impacto sobre la sexualidad y las relaciones de poder y

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de dominio que ejercen sobre las mujeres, reconociendo que éste es un motivo de
creciente preocupación en muchos países de la región y debería ser examinado con miras
a fomentar actitudes y comportamientos más positivos de los hombres en las esferas
privada y pública”
***El Consenso de Lima (2000)que llama a “Garantizar la protección de los derechos
humanos de las mujeres, incluidos los derechos sexuales y reproductivos, y hacer frente
a las violaciones de estos derechos prestando particular atención a todas las formas de
violencia sobre la base del género y a sus causas básicas, incluida la reproducción de una
cultura de violencia” ; y reitera la necesidad de formular y perfeccionar programas
encaminados a proteger la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
***Finalmente, el Consenso de México (2004) que pone énfasis en la dimensión étnico-
racial y a la diversidad existente en la región, así como a la dimensión generacional y pide
“Revisar e implementar la legislación que garantice el ejercicio responsable de los
derechos sexuales y reproductivos y el acceso sin discriminación a los servicios de salud,
incluida la salud sexual y reproductiva de conformidad con el Consenso de Lima”.

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3. ¿QUÉ ES LA EQUIDAD DE GÉNERO?
La equidad de género es un conjunto de ideas, creencias y valores sociales en relación
con la diferencia sexual, el género, la igualdad y la justicia en lo relativo a los
comportamientos, las funciones, las oportunidades, la valoración y las relaciones entre
hombres y mujeres.
En referencia a este tema, se ha visto a lo largo de los años una discriminación hacia las
mujeres, la cual no podía opinar, y su rol dentro de la sociedad era diferenciada con
respecto al hombre, ya que este era visto con capacidades para trabajar, y por su parte, la
mujer se dedicaba únicamente a la casa y a la familia.
Sin embargo, con el transcurrir de los años las mujeres han demostrado que poseen
capacidades y habilidades para el ámbito económico, político, y social, debido a grandes
decisiones en los mencionados contextos por parte de mujeres. De igual forma, es de
aclarar que las mujeres siguen en la lucha constante, debido a la existencia de grupos
donde se evidencia una falta de equidad de géneros.
El objetivo de la equidad o igualdad de género es ofrecer a todas las personas,
independientemente de su género, las mismas condiciones, oportunidades y tratamiento,
pero teniendo en cuenta las características particulares de cada uno para garantizar el
acceso de las personas a sus derechos.
No se trata, por lo tanto, de eliminar las diferencias, sino en valorarlas y darles un trato
equivalente para superar las condiciones que mantienen las desigualdades sociales.
La equidad de género está relacionada, de esta forma, con conceptos como igualdad,
justicia y dignidad. Por último, la equidad de género, es dar a cada quien lo que le
corresponde, dejando a un lado las discriminaciones hacia hombres o mujeres, siendo la
base de la justicia social, lo cual permite el desarrollo de una sociedad justa, equilibrada,
donde predomina los Derechos Humanos.
3.1 Ejemplos de equidad de género
El concepto de equidad de género es amplio y aparece en distintos ámbitos de la realidad
social. Algunos de ellos pueden ser la familia, la cultura, la educación y el trabajo. En
ellos se pueden dar situaciones tanto de desigualdad como de igualdad de género.
Algunos ejemplos más concretos pueden ser, por ejemplo, en un contexto familiar, el
reparto de las tareas domésticas sin valorar aspectos de género.

En el área de la política, por ejemplo, en la mayoría de los países el poder político está en
manos de hombres. En algunas democracias, se reconoce que esta situación no es
equilibrada por lo que se han introducido medidas como las listas electorales paritarias.
3.2 Equidad de género en la escuela
Dentro de los planteles educativos es muy importante el desarrollo de la equidad de
género, lo cual es un papel importante por parte de los profesores enseñar sobre la equidad

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de género, y realizar actividades en donde participe niños y niñas, con la misma
oportunidad.
3.3 Equidad de género en el trabajo
En ciertos países, la equidad de género es un tema avanzado con la implementación de
ciertas políticas para erradicar la problemática en puestos de trabajo. Sin embargo, existen
otros con mucha lentitud, lo cual se puede evidenciar; la desigualdad de salario, lo cual
los hombres ganan mucho más, repartición de funciones desequilibradas, acoso sexual
hacia las mujeres, negación de puestos de trabajo hacia el sexo femenino, por una u otra
razón como: embarazo, por su estado civil de casado, con hijos, entre otras.
Todo lo mencionado anteriormente, debe de inducir o impulsar a la sociedad a luchar
contra la discriminación de género, y por conseguir un trato justo para hombres y mujeres,
con iguales oportunidades de trabajo, sin diferenciar entre ambos sexos por motivos de
condición social, sexual, o género.
3.4 Equidad de género en la política
En el tema de la política, la mujer ha sido discriminada por años impidiendo su
participación en las elecciones electorales del país, lo cual con la propia lucha de las
mujeres, y organizaciones que apoyan la equidad de género, con el paso del tiempo
lograron poco a poco su intervención en el ámbito político de su país, siendo tomada en
cuenta en la toma de decisiones de los asuntos políticos de relevancia para el avance del
país.
Sin embargo, hoy en día, se puede presenciar en ciertos países una equidad de género, la
cual permite una participación masiva de las mujeres en lo concerniente a temas políticos
de su país, e inclusive ocupando puestos de trabajo dentro de la función pública, como
por ejemplo: Cristina Kirchner – Presidente de Argentina, Piedad Córdoba – Senadora,
Arely Goméz – Titular de la Procuraduría General de la República Federal de México,
entre otras.

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4. EQUIDAD DE GÉNERO EN EL PERÚ
4.1. Tratamiento de la equidad de género a nivel del Perú actual.
El gobierno peruano ha asumido el compromiso de lograr la igualdad de género y la
construcción de sociedades inclusivas, este es un compromiso asumido, por el Estado
peruano delimitando así políticas públicas para este tema como la Equidad de Género,
nuestra viceministra de la Mujer, Marcela Huaita Alegre, tiene conjuntamente con las
sociedades civiles y la población en general la gran responsabilidad de encaminar las
directrices de una sociedad igualitaria para hombres y mujeres.
El Perú, reafirma así un compromiso con especial énfasis en los derechos sexuales y
reproductivos; las necesidades de las y los adolescentes; los pueblos indígenas, y otros
grupos vulnerables. Nuestra Viceministra Marcela Huaita Alegre, actualmente en
representación de Perú, ha asumido una de las Vicepresidencias del Consejo Directivo de
la Primera Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América
Latina y del Caribe; (evento que se llevó a cabo del 12 al 15 de agosto del 2013, en
Montevideo, Uruguay); con esta responsabilidad el Estado peruano está comprometido
hoy más que nunca con el avance de las agendas de temas de población, personas adultas
mayores, personas migrantes, con el objetivo de lograr su articulación con la agenda
global e integral de población.
Se deberá para ello, reforzar la integración de la agenda de población y desarrollo en los
procesos mundiales, sobre la base de una perspectiva de género y de derechos y
considerando los cambios producidos en el contexto del desarrollo como: la
globalización, la descentralización, las acciones directas sobre la pobreza, el desarrollo
sostenible y el cambio climático, así como la mejora de la capacidad, las técnicas y el
conocimiento para el uso de los datos socio-demográficos.
Prueba del cabal cumplimiento de los compromisos asumidos es que por primera vez en
su historia, el Perú cuenta con un Gabinete con una mayor presencia femenina, que se
enmarca en una política del gobierno oficial de empoderar política y económicamente a
las mujeres, como ejes fundamentales para el logro de la igualdad de género y la
construcción de sociedades inclusivas; siendo 7 las mujeres que acompañan esta
maratónica labor; Eda Rivas Franchini, Ministra de Relaciones Exteriores; Midori de
Habich Rospigliosi Ministra de Salud; Ana Jara Velásquez, Ministra de Trabajo y
Promoción del Empleo; Blanca Silva Velarde-Álvarez, Ministra de Comercio Exterior y
Turismo; María del Carmen Omonte Durand, Ministra de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables; Diana Álvarez Calderón Gallo, Ministra de Cultura y Paola Bustamante
Suárez , Ministra de Desarrollo e Inclusión Social .
Existen, además, medidas paralelas que se viene trabajando con respecto a temas como
el Endurecimiento de penas, y Tolerancia Cero; las mismas que explicamos a
continuación:
Endurecimiento de penas. - Con la finalidad de erradicar la violencia hacia la mujer, se
está legislando con la finalidad de endurecer en el Perú las penas y ampliar el tipo penal;
incorporando el feminicidio no íntimo, es decir, el feminicidio cometido por una persona
sin vínculo sentimental con la víctima. Ahora, se cuenta ya con un Registro Nacional de

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Feminicidio el cual ha permitido evidenciar que un porcentaje importante de mujeres
muere por razones de discriminación de género.
Se está incrementado la cobertura de los múltiples servicios que ofrece el Estado peruano
para atender la violencia familiar y sexual cubriendo inclusive otras formas de violencia
como el feminicidio y la trata de personas; todo ello evidenciado en el aumento de 3.53%
la atención a través de los Centros de Emergencia Mujer (CEM) a nivel nacional, y con
la implementación de una estrategia para llegar a las mujeres más lejanas y excluidas,
como son las del ámbito rural, permitiendo así atender a poblaciones de zonas afectadas
por el narcotráfico y la extrema pobreza.
Tolerancia Cero.- Que básicamente delinea la erradicación total de la violencia contra la
mujer, comprometiéndose el estado peruano a la promoción y protección de los derechos
sexuales y reproductivos de las mujeres, con ello se persigue disminuir la mortalidad
materna, siendo una prioridad estatal; logrando un descenso significativo; 93 muertes
maternas por cada 100 000 nacimientos.; siendo la meta es reducir al año 2017 a 60
muertes maternas por 100,000 nacidos vivos.
El Estado peruano, además se encuentra elaborando documentos técnicos en el marco de
los derechos con enfoque intercultural, material en quechua e idiomas amazónicos con
palabras claves para que el personal de salud pueda comunicarse durante la atención
prenatal o de planificación familiar.
Se han adecuado culturalmente los servicios maternos neonatales y se cuenta con 503
casas de espera a nivel nacional las mismas que han permitido acercar a las gestantes a
los establecimientos de salud para el parto y la resolución rápida de las complicaciones,
explicó. Para reducir el embarazo adolescente se ha identificado tres pilares para la
prevención del mismo: educación sexual integral desde niños, orientación en habilidades
para la vida y servicios diferenciados con entrega de anticonceptivos a las que ya son
madres. En el caso de los servicios diferenciados, ya para el año 2012, un total de 2,881
centros de salud contaban con este tipo de servicios, dándose así cumplimiento a la meta
establecida en el Plan Nacional de Igualdad de Género PLANIG 2012-2017.
Como vemos, el Perú viene creando políticas de Estado, pero no sólo las tiene plasmadas
en documentos, sino que, las pone en ejecución con sus programas, y sus campañas, que
conjuntamente con los organismos del Estado y Organizaciones Mundiales, crean un
panorama favorable para nuestra nación.
4.1.1 Ministerio de la mujer y la dirección de igualdad de género.
Perú, como la mayoría de los países latinoamericanos, se vio influenciado por la
aprobación de la Convención de las Naciones Unidas contra la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación Contra la Mujer en 1979. A partir de entonces, poco a poco ha
ido adoptando medidas de discriminación positiva para incorporar a la mujer a la esfera
política.
El 29 de octubre de 1996 el Estado peruano creó el Ministerio de Promoción de la Mujer
y de Desarrollo, encargándole el afianzamiento del rol de la mujer en la sociedad.
Posteriormente, en el marco de la reforma del Estado, por Ley Nº 27779 de 25 de julio de
2002, su organización y funciones fueron modificadas convirtiéndose en el Ministerio de

16
la Mujer y el Desarrollo Social (MIMDES) y cuyo objetivo es promover “la equidad de
género y la igualdad de oportunidades para la mujer...”. Desde el 2012, es el Ministerio
de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP).
LA MISIÓN DEL MIMP; es constituirse en un Sector integrado, moderno y articulador,
liderando las políticas del sector, descentralizada mente y contribuyendo a la superación
de la pobreza, inequidad y exclusión, orientado a las personas en situación de pobreza y
grupos vulnerables, con un enfoque de desarrollo humano integral y de equidad,
generando igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables del Perú es la persona que, bajo el
cargo de Ministro de Estado, está encargada del despacho del Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables dentro del Consejo de Ministros. El cargo hasta ahora siempre
ha sido ocupado por una mujer; sin embargo, no hay restricción legal alguna con respecto
al sexo del ministro. La primera encargada del despacho fue Miriam Schenone. El 6 de
enero de 1999, y actualmente este Despacho está encargado a María del Carmen Omonte
Durand, desde el 24 de febrero del 2014.
La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables es la encargada de velar por los
derechos femeninos en el Perú, además de brindar ayuda social a los comedores de
madres, el "Vaso de Leche" y demás actividades.
Sólo a manera de ilustración diremos que hasta el momento el Perú ha contado con 16
ministras mujeres en el cargo desde la creación de este Despacho Ministerial, a
continuación, un cuadro describirá a nuestras representantes; ministras de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables del Perú.

17
4.2. Tratamiento de la equidad de género a nivel Latinoamérica
*DIFERENCIAS LEGALES BASADAS EN EL GÉNERO; A pesar de los avances
legales registrados en el último informe del Banco Mundial, la región mantiene deudas
pendientes con respecto a la violencia e igualdad efectiva.
El último medio siglo ha sido un período de amplias mejoras en los derechos de las
mujeres en Latinoamérica, aunque los avances son dispares y todavía hay mucho por
hacer. La región, sin embargo, se ubica entre las que lograron reducir en un 50% las
restricciones legales para acceder a derechos de propiedad o emprender actos legales.
En todo el mundo, las mujeres realizan el 66% del trabajo, producen el 50% de los
alimentos, pero reciben a cambio solo el 10% de los ingresos y poseen solo el 1% de las
propiedades. Así lo asegura el informe "Mujer, empresa y derecho" elaborado por el
Banco Mundial (BM) y el mismo que ha sido publicado en setiembre del 2013; aquí se
midió la diferenciación entre mujeres y hombres establecida por las leyes, las
regulaciones y las instituciones de los distintos países y que repercuten en los incentivos
de la mujer para trabajar o para constituir y administrar su propia empresa.
El informe del BM analiza las diferencias legales basadas en el género observadas en 143
economías bajo seis distintos aspectos: el acceso a las instituciones, el uso de la
propiedad, la búsqueda de empleo, el manejo de los impuestos, la capacidad crediticia y
la presencia en los tribunales.
El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, manifiesta un ideal; "El ideal de
igualdad ante la ley e igualdad de oportunidades económicas no representa sólo una
política social acertada, sino también una política económica inteligente", por ello queda
mucho por hacer.
Infobae ha precisado al Banco Mundial, que son doce los países de Latinoamérica que
poseen leyes que contemplan los abusos hacia las mujeres en sentido amplio: físico,
emocional, sexual y psicológico. Estos son Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa
Rica, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Uruguay y Venezuela.

*LOS ÍNDICES DE LATINOAMÉRICA DE ACUERDO A SUS REFORMAS


Durante los últimos 50 años, las economías de Latinoamérica, el Caribe, y la África Sub-
Sahariana son de las que más han reformado sus índices y el acceso a las instituciones en
las áreas de negocios y leyes. En este período, se han destacado en sus reformas

18
Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Perú y Paraguay. Detallando los siguientes
ejemplos precisos por país :
Argentina, Solo hasta el año 1968 las mujeres casadas en Argentina no podían ser jefas
de hogar, ni abrir una cuenta bancaria, ni iniciar procedimientos legales sin autorización
de su marido.
Brasil, Hasta 1988 en Brasil los hombres casados eran los jefes de hogar, con la exclusiva
capacidad de representar a la familia, elegir el domicilio familiar y administrar los bienes
maritales y los de sus esposas. Desde entonces, las mujeres han logrado igualdad derechos
en estas áreas.
Paraguay, La Constitución paraguaya de 1967 introdujo la garantía de igualdad de género.
Veinte años después, las mujeres casadas lograron el derecho de ser la cabeza del hogar
en las mismas condiciones que los hombres, abrir una cuenta bancaria, firmar un contrato
e iniciar acciones legales sin el permiso de sus maridos. En 1992, se ampliaron las
posibilidades legales de las mujeres casadas hasta incluir el derecho a aceptar un trabajo
o ejercer su profesión por su cuenta
Bolivia, En Bolivia es solo desde 1975 que las mujeres casadas tienen derecho a iniciar
acciones legales sin el consentimiento de su marido. En 1988 autonomía legal de las
mujeres se expandió hasta tener la posibilidad de aceptar un trabajo sin el permiso de los
hombres y les fueron concedidos los mismos derechos de propiedad. En 1994 la
constitución boliviana introdujo la igualdad ante la ley, y fue reconocida la ley
consuetudinaria, otorgando a los hombres la prerrogativa a “oponerse” a que sus esposas
trabajen y a “impedirles aceptar un empleo”. En 2009 fue introducido el género como una
categoría protegida a la norma constitucional de no discriminación.
Los últimos dos años además fueron introducidas las siguientes reformas:
- Jamaica aprobó una enmienda constitucional que añadir una cláusula de igualdad de
género y una cláusula de no discriminación de género como una categoría protegida.
-Chile introdujo la licencia por maternidad.
-Colombia y Venezuela aumentaron la cantidad de días de la licencia por maternidad,
mientras que Bolivia y México introdujeron una licencia por paternidad remunerado.
México, por su parte incorporó una legislación que prohíbe los despidos durante el
embarazo.

19
A pesar de estos grandes avances en materia de paridad de los géneros, existen todavía
restricciones legales que impiden a las mujeres desarrollar plenamente su potencial
económico. En Chile por ejemplo, el Código Civil establece por default un régimen de
bienes gananciales que concede a los esposos derechos administrativos sobre la propiedad
de las esposas.
En la mitad de las economías de nuestra región, las mujeres aún están restringidas para
desarrollar los mismos empleos que los hombres. Por ejemplo en Ecuador, las mujeres no
pueden trabajar en minas ni en ningún otro empleo que requiera el empleo de la fuerza.
4.2.1 Rasgos de desigualdad de género en el ámbito regional.
América Latina es una región heterogénea en la que conviven países que difieren en
cuanto a grados de desarrollo, tradiciones políticas y diversidad cultural. En este contexto
se sustenta la afirmación de que es posible enfrentar de distintas maneras los desafíos,
dado que lograr la igualdad entre mujeres y hombres es un objetivo que demanda
evidencias y argumentos para superar las diversas formas de discriminación a las que
están sometidas las mujeres. Este es el esfuerzo al que se procura contribuir con este
trabajo.
Paradójicamente, la desigualdad se convierte en un rasgo distintivo que iguala a nuestra
región y que plantea numerosos interrogantes acerca de sus causas. Sabiendo que solo se
puede preguntar sobre aquello que se conoce, en este trabajo se ofrece información
cuantitativa como para poner en cuestión temas de enorme relevancia social y política
acerca de las causas de la desigualdad. ¿La pobreza afecta por igual a hombres y mujeres?
¿la educación tiene similar valor para todos? ¿es lo mismo ser jefe que jefa de hogar?
¿por qué las mujeres ganan en promedio menos que los hombres?.
Este trabajo de investigación, nos permitirá además observar los nudos críticos entre las
relaciones de género y otros vínculos de discriminación existentes en la sociedad. Las
sinergias entre pobreza, los factores determinantes vinculados al área de residencia, y la
desigualdad en la distribución de oportunidades, recursos, tiempo y poder posibilitan el
análisis de las brechas intragenéricas, por una parte, y de la discriminación de las elites
femeninas, por la otra.
Un ejemplo interesante; es el del progreso educativo de las mujeres que, en términos del
mismo indicador, muestra la severidad del analfabetismo entre las mujeres indígenas y
rurales, en contraste con la situación de las mujeres no indígenas o blancas de las
ciudades. A su vez, las mujeres blancas o no indígenas, a pesar de superar a sus pares
varones en logros educativos, no reciben salarios equivalentes en el mercado laboral y
siguen asumiendo la responsabilidad de las tareas familiares no remuneradas, incluso
cuando cuentan con trabajo doméstico remunerado.
Para poder estructurar todos los problemas sobre Equidad de Género, de nuestra región,
debimos investigar qué organismos podrían ser tentativamente consultados, para poder
obtener los INDICADORES correctos índices y es ahí donde surgen nombres como los
organismos de las Naciones Unidas; que son los que oficialmente recopilan y sistematizan
información especializada en los países. Los organismos consultados fueron la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Organización Mundial de la

20
Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas
(UNFPA) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL ).
Entonces, nos encontramos con una gama extensa que hemos sabido compilar para poder
mostrar la situación actual de los problemas que aquejan a la Equidad de Género;
indicadores agrupados por áreas temáticas, como: población, hogares y familias,
educación, trabajo remunerado y no remunerado, pobreza, salud, violencia, y
participación política. La selección de las áreas ha obedecido principalmente a la
disponibilidad de información pertinente y a la necesidad de agrupar la información en
una estructura funcional y representativa de los diferentes campos de preocupación social,
proporcionando así, una primera aproximación diagnóstica a los problemas de género
atingentes a estos.
La Unidad Mujer y Desarrollo de la CEPAL, juega un papel muy importante en nuestra
investigación, ya que nos orienta principalmente a satisfacer las necesidades de los
usuarios interesados en las políticas públicas y en los hombres y mujeres investigadores
y activistas de la sociedad civil. Las fuentes de información como: los censos, los registros
administrativos y las encuestas de hogares, así como de encuestas específicas, las de
demografía y salud, se han utilizado en este trabajo, y es que se busca con ello enfrentar
los vacíos de información mediante la propuesta de un acercamiento pragmático para
lograr un análisis más riguroso de la realidad social en la región.

21
5. INDICADORES
5.1 Hogares y familia
Analizar la estructura familiar de los hogares es fundamental para entender las
desigualdades de género, ya que el tamaño, la composición y el tipo de hogares tienen
diversas implicancias en la vida de hombres y mujeres. Los diferenciales se van haciendo
cada vez más acentuados a partir de los 15 años de edad, etapa que suele coincidir con el
inicio de la fase reproductiva femenina. Los hombres permanecen más tiempo en la
condición de hijos que las mujeres, quienes se unen más tempranamente y asumen en una
alta proporción la condición de cónyuges durante la vida adulta, mientras que los varones
se constituyen con más frecuencia en jefes de hogar. Las implicancias de la jefatura
femenina de los hogares han sido ampliamente estudiadas por su alta vinculación con la
pobreza.
5.1.1 Madres Jóvenes

5.1.2 Planificación Familiar

22
*Las jefas de hogar; La jefatura femenina y la ausencia de cónyuges
En América Latina, los hogares con jefatura femenina se distinguen principalmente por
la ausencia de cónyuge. La expresión “jefe de hogar” se utiliza en encuestas y censos a
fin de identificar a un miembro del hogar que sirva como referencia para obtener
información sobre las personas que lo componen y así conocer los vínculos de parentesco
que los unen. Con esta información es posible desarrollar tipologías de hogares y
caracterizarlos según su composición.

5.2 Educación
En los objetivos de desarrollo del Milenio se ha puesto especial énfasis en la necesidad
de garantizar el derecho de las personas a la educación. Es así que el objetivo apunta a
lograr la universalización de la enseñanza primaria, promover la equidad de género y la
autonomía de la mujer, planteándose como meta eliminar las desigualdades entre los
sexos en la enseñanza primaria y secundaria y en todos los niveles educacionales antes
de fines del año 2015.
*Analfabetismo entre las mujeres
Entre la población joven (15 a 24 años de edad), los promedios regionales van señalando
progresos notables en la disminución de las brechas entre el analfabetismo femenino y
masculino. Según estimaciones de la UNESCO, la diferencia entre mujeres y hombres
que se advertía en los años setenta y ochenta se cierra en los años noventa y, a partir de
entonces, se revierte la tendencia histórica y la brecha se vuelve ahora desfavorable a los
varones.

23
*Promedio de años de estudio de mujeres y hombres en la etapa adulta
En el tramo de 25 a 59 años de edad se observa que en la mayoría de los países la
población femenina urbana todavía no ha logrado el mismo nivel de estudios que la
masculina, aun cuando la escolaridad de las mujeres ha registrado un mayor crecimiento.
El indicador de paridad en relación con los años de estudio alcanzados por mujeres y
hombres y su evolución en el tiempo muestran que en prácticamente todos los países, a
excepción de Paraguay, la escolaridad femenina ha ido creciendo a un mayor ritmo que
la masculina. En el año 1990, solo 3 de los 14 países con información disponible (Panamá,
Uruguay y Argentina) habían logrado equiparar los años de estudio de mujeres y hombres.
Para el 2002, la equidad había sido alcanzada por cinco países, sumándose a los anteriores
Brasil y República Bolivariana de Venezuela.
Cabe señalar que aun cuando Guatemala y Bolivia han registrado un aumento de la
escolaridad femenina, la brecha con respecto a los varones continúa siendo bastante
amplia, ya que en ambos casos la escolaridad de las mujeres representa cerca del 80% de
la de los hombres.

5.3 Trabajo remunerado y no remunerado


Si bien hombres y mujeres se sitúan con distinta frecuencia en las diferentes actividades,
las labores domésticas son realizadas casi exclusivamente por las mujeres. La
participación de las mujeres en el mercado laboral ha experimentado un acelerado
crecimiento, lo que permite prever que las brechas de género en este ámbito irán
decreciendo rápidamente también y que, por ende, muchas mujeres que antes pertenecían
a la población clasificada como inactiva estarán ocupadas o en busca de un trabajo
remunerado. Sin embargo, la capacidad de respuesta del mercado laboral no ha
evolucionado a la par con esta demanda como lo demuestran las tasas de desempleo
femenino, que superan ampliamente las masculinas, lo que limita y desincentiva la
inserción laboral de las mujeres.

24
*Actividades de hombres y mujeres de 20 a 24 años

*Actividades de hombres y mujeres de 25 a 49 años

25
*Jornada laboral remunerada de mujeres y hombres

*Desempleo entre las mujeres

5.4 Genero y pobreza


Para entender las especificidades de la pobreza de las mujeres preciso tomar conciencia
de que esta, en comparación con la de los hombres, no debe verse solamente como el
resultado de la desigual distribución de los ingresos, sino como un producto de la
subordinación de las mujeres. Esto permite identificar, por una parte, la desventaja y
subordinación de las mujeres dentro de los hogares pobres y, por otra, la existencia de
mujeres potencialmente pobres en hogares no pobres. En ese sentido, desde la perspectiva
de género, la pobreza es aquella que pone a las mujeres en condiciones de desigualdad
respecto de sus pares, lo que lleva la noción de pobreza más allá de un concepto

26
descriptivo que establece la distancia respecto de un umbral de ingresos o recursos, sino
que incluye una explicación de la desigualdad en las relaciones dentro de los hogares.
*La falta de autonomía económica

*La sobrecarga de trabajo como otra expresión de la pobreza femenina

5.5 Salud
Por equidad de género en materia de salud se entiende la ausencia de disparidades
innecesarias, evitables e injustas entre mujeres y hombres. Significa que las mujeres y
los hombres tienen la misma oportunidad de gozar de las condiciones de vida y
servicios que les permiten mantenerse en buena salud, sin enfermarse, discapacitarse o
morir por causas que son injustas y evitables. En el último tiempo se ha incrementado
notablemente el número de mujeres infectadas por el VIH/SIDA, muchas de ellas
contagiadas por su pareja única y estable, debido a la escasa protección y falta de
educación respecto de esta epidemia, y sobre todo a la falta de control sobre su propia
sexualidad.

27
*Mortalidad femenina por cáncer de mama

*Mortalidad femenina por cáncer cérvico uterino

*Mortalidad materna

28
5.6 Violencia de genero
EN LAS LEGISLACIONES DE AMÉRICA LATINA.-
La tipificación del femicidio, que en algunos países se conoce como feminicidio, no existe
en todos los países de la región.
En Costa Rica (2007) y Chile (2010) se ha tipificado como femicidio la muerte violenta
de una mujer perpetrada por el cónyuge, en el marco de uniones de hecho, declaradas o
no, por las parejas o exparejas. En el Perú se tipificó el feminicidio en 2011, definido
como la muerte de una mujer provocada por su ascendiente, descendiente, natural o
adoptivo, o quien es o haya sido su cónyuge, su conviviente, o una persona con quien esté
sosteniendo o haya sostenido una relación análoga. En Guatemala (2008) y Nicaragua
(2012), la ley se refiere a todos los casos de muerte violenta de mujeres en el marco de
relaciones desiguales de poder, entre las cuales se inscriben el matrimonio y la
convivencia. La violencia feminicida está penalizada en la legislación de México desde
2007 y de El Salvador desde 2010, y se entiende como la forma extrema de violencia de
género contra las mujeres, producto de la violación de sus derechos humanos, en los
ámbitos público y privado, conformada por el conjunto de conductas misóginas que
pueden conllevar impunidad social y del Estado y pueden culminar en femicidio (El
Salvador), homicidio (México) y otras formas de muerte violenta de mujeres. Ambas
legislaciones poseen una amplitud similar a la legislación guatemalteca. En las leyes de
la Argentina (2012) y Colombia (2008) no se utiliza la palabra femicidio ni feminicidio,
pero sancionan diferenciadamente y de manera agravada los homicidios de mujeres por
razones de género.
**Las manifestaciones de violencia física, psicológica y sexual contra las mujeres por
parte de su cónyuge o pareja muestran una alta prevalencia en América Latina. La
mayoría de estas agresiones no se refleja en las estadísticas, ya que las mujeres que las
denuncian o recurren a los servicios disponibles para su atención constituyen un
porcentaje menor. Por lo tanto, las estadísticas basadas en registros administrativos
provenientes de la policía, las instancias judiciales, los sistemas de salud y las
organizaciones no gubernamentales, entre otros, podrían captar solo una parte de la
población femenina agredida, desconociéndose la estadística real actual.
*El maltrato físico contra las mujeres

29
*El abuso sexual contra las mujeres

5.7 Participación política


En algunos países de la región ya se han adoptado medidas de acción positiva combinadas
con sistemas electorales proporcionales, conocidas como leyes de cuotas. Este tipo de
leyes rige en los siguientes países: Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Ecuador,
México, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana, mientras que en República
Bolivariana de Venezuela, las cuotas fueron derogadas tras una corta vigencia.
En efecto, si bien ya en 1929 las mujeres ecuatorianas conquistaron su derecho a voto,
América Latina tuvo que esperar 61 años para ver a la primera mujer presidenta elegida
en votación popular en la región, Violeta Barrios de Chamorro en Nicaragua (1990). En
el Caribe, las primeras señales aparecieron con Lucinda da Costa Gómez-Matheeuws, que
fue elegida Primera Ministra de las Antillas Neerlandesas en 1977. En Guyana, pasaron
más de 40 años desde la aprobación del voto femenino en 1953 hasta que Janet Rosenberg
Jagan llegó a la presidencia en 1997. Portia Simpson-Miller logró ocupar el cargo de
Primera Ministra de Jamaica 62 años después de que las jamaiquinas pudieron participar
en los comicios electorales.
En América Latina, cuatro mujeres han sido elegidas por voto popular como presidentas
desde 2000. En el Brasil, por ejemplo, pasaron 78 años desde que las mujeres ejercieron
su derecho a voto por primera vez hasta que una mujer resultó electa para el cargo de
máximo poder en el país. En la Argentina y Costa Rica, la distancia entre el derecho a
voto y la primera mujer presidenta fue de 60 años, mientras que en Chile pasaron 57 años.
Actualmente, las comunidades políticas y sus liderazgos valoran positivamente la
participación de mujeres y los cambios que introducen al ejercer los más altos cargos
públicos. Así, el crecimiento económico de América Latina coexisten con poderes
ejecutivos en que hay mujeres investidas con los más altos cargos, a los que han accedido
por la vía electoral.

30
*Las leyes de cuotas y la presencia de las mujeres en la política

*Mujeres en el parlamento

31
CONCLUSIONES
1.- El género, esa simbolización cultural construida a partir de la diferencia sexual, rige
el origen humano y se manifiesta en la vida social, política y económica. Entender ¿qué
es y cómo? opera el género nos ayuda a vislumbrar como el orden cultural produce
percepciones específicas sobre las mujeres y los hombres, percepciones que se erigen en
prescripciones sociales con las cuales se intenta normar la convivencia
2.- Equidad de género es la justicia en el tratamiento de varones y mujeres de acuerdo a
sus respectivas necesidades. Implica el tratamiento diferencial para corregir
desigualdades de origen a través de medidas no necesariamente iguales, pero conducentes
a la igualdad en términos de derechos, obligaciones, beneficios y oportunidades.
3.- Para lograr la igualdad de género será necesario adoptar medidas específicas,
diseñadas para eliminar las desigualdades y situaciones de discriminación que existan,
como son:
. El empoderamiento de la mujer es esencial para lograr la igualdad de género.
. La promoción de la participación de la mujer, en igualdad de condiciones, como agente
de cambio en los procesos económicos, sociales y políticos es una condición esencial para
el logro de la igualdad de género y el desarrollo del país.
. Fortalecer una cultura de respeto y valoración de las diferencias de género.
. Reducir brechas educativas entre mujeres y hombres.
. Mejorar la Salud de las mujeres y garantizar los derechos sexuales y reproductivos de
mujeres y hombres.
. Garantizar los derechos económicos de las mujeres en condiciones de equidad e igualdad
de oportunidades con los hombres.
. Reducir la violencia de género en sus diferentes expresiones.
. Incrementar la participación de mujeres y hombres en la toma de decisiones y la
participación política y ciudadana.
4.- Un pensamiento para reflexionar a propósito del tema:¨…la mujer vivirá a la par del
hombre como compañera y no a sus pies como juguete hermoso…¨José Martí
5.- La sociedad forma a hombres y mujeres en función a lo que se espera de cada uno de
ellos y ellas, asignándoles unas determinadas funciones y limitándoles a unas expectativas
que, se supone, son naturales a cada sexo.
6.- La igualdad de género se basa en el principio de que todas las personas hombres y
mujeres, tengan la posibilidad de desarrollar sus habilidades y libertad para tomar
decisiones, y que se han tenido en cuenta sus condiciones específicas, que han sido
valoradas y favorecidas de la misma manera.

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RECOMENDACIONES
1.- Lo que debemos hacer es ofrecer oportunidades para que las mujeres y también los
hombres puedan escoger con libertad lo que deseen. Así la mujer integrará su vida como
mujer, madre, esposa y su vida profesional en paz y sin presiones sociales y que terminan
dañando a la mujer.
2.- Lo que debemos hacer es promover y ayudar a las mujeres a escoger con libertad la
vida que quieren vivir, valorando para ellas y para la sociedad tanto su trabajo profesional
como la vida matrimonial, el cuidado de los hijos, etc., cada uno en su justa medida, como
se debe hacer también con los varones, de forma que también ellos tomen su
responsabilidad en el hogar.
3.- No descuidar al valorar que lo único que realiza a los hombres y a las mujeres es el
trabajo profesional, se logra sacar del hogar a los padres dejando a los niños
desprotegidos.
4.-Las facultades de derecho tienen que estructurar programas permanentes que
contengan la parte teórica, la interpretación de la ley y el análisis de la jurisprudencia.
Toda persona que va a ocupar un puesto, dentro de la carrera judicial, debe estar
capacitada para aplicar la ley con respeto a la igualdad de los derechos. Esto incide en la
calidad de la justicia que se impartirá. Es fundamental dirigir la capacitación a quienes
ocupan los puestos En nuestro medio, el organismo que se ocupa de la situación y status
de la mujer y su desarrollo, es el Despacho Viceministerial de la Mujer del Ministerio de
la Mujer y Desarrollo Social, encargado de promover, coordinar, dirigir, supervisar y
evaluar las normas, políticas, planes, programas y proyectos en el campo de Los derechos
de las mujeres y contribuir a la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, es
decir equidad de género, en especial de aquellas en situación de pobreza, pobreza
extrema, discriminación, violencia, inequidad y exclusión social; mantiene relaciones
funcionales con las demás unidades orgánicas del MIMDES, incluyendo sus Programas
Nacionales, Organismos Públicos Descentralizados del Sector y con otras entidades de la
administración pública, en los ámbitos nacional, regional local, y entidades privadas
vinculadas a su competencia.

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BIBLIOGRAFIA
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Hombres y Mujeres, Ley N° 28983” (2011). Defensoría del Pueblo.
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oportunidades entre hombres y mujeres 2011-2015”
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de la ley de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres: Ley N° 28983”
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