Romanticismo en América
Romanticismo en América
Romanticismo en América
El Romanticismo en América es un movimiento artístico que ha marcado de forma muy especial la literatura de
latinoamericana, en esta oportunidad te mostraré su origen, tendencias, autores y características.
El Romanticismo es un movimiento cultural, artístico y literario que se da en Europa desde finales del XVIII hasta
mediados del XIX con su principal característica “El culto al sentimiento por encima de la razón” Este movimiento
supone una verdadera revolución artística, pero también política, social e ideológica.
DATO RELEVANTE: En américa se imitan las voces poéticas de José de Espronceda, Lord Byron, Victor Hugo,
Heine y Leopardi.
En Latinoamérica, el Romanticismo tiene su punto de partida en Argentina con Esteban Echeverría y su obra
Elvira o la novia del Plata, otros autores importantes allí fueron Domingo Faustino Sarmiento (Facundo), todos
ellos relacionados con el denominado Romanticismo social, propiciado esencialmente como reacción ante la
dictadura rosista (Juan Manuel Rosas fue el dictador).
Exaltación y culto literario al yo. El poeta romántico es egocéntrico, solo le importa su propia vida.
Idealismo intenso. Los sentimientos son idealizados de gran manera, se podría decir que se debe
a que el sentimiento y las emociones predominarán en la poesía, la narrativa y el teatro.
Rechazo por lo español y admiración por todo lo realizado en otros países de Europa.
“El Matadero” (primer relato argentino donde se utiliza el realismo), “Dogma Socialista” (sirvió para
crear la constitución de 1853) y “La Cautiva”.
Nació en 1811 y murió en 1888 fue un político, pedagogo y escritor argentino, presidente de la República (1868-
1874), fue una de las personalidades sudamericanas más ilustres del siglo XIX. Nacido el 15 de febrero de 1811 era
hijo de un soldado que combatiría a las órdenes del general José de San Martín.
Campaña del Ejército Grande, Las Escuelas, Bases de la Prosperidad, Método Gradual de
Enseñar a Leer el Castellano, Mi Defensa, Recuerdos de Provincia, Viajes por África, Europa y América, Vida de
Aldao, Vida de Dominguito
Bartolomé Mitre Nació el 26 de junio de 1821 en Buenos Aires. Político, militar y escritor argentino Presidente de la
República (1862-1868).
Ecos de mi ira, Armonías de la Pampa (1854), Las ruinas de Tiahuanaco (1879), Rimas (1854),
Memorias de un botón de rosa (1848), Teoría del traductor (Prefacio de la traducción de La Divina Comedia), A
Santos Vega, A la muerte de Adolfo Berro, Lenguas americanas (1894, Talleres de Publicaciones del Museo), El mije
y el zoque (1896)
José Mármol Nació en Buenos Aires, 1817 y murió en 1871 fue narrador y poeta, perteneciente a la generación de
1837. Es uno de los principales escritores románticos de Argentina. Su obra más popular es la novela Amalia (1851-
1855), creada como protesta al gobierno de Rosas.
Algunas de sus obras son: Armonías 1851, El cruzado 1851, El peregrino 1847, El poeta 1847, Amalia 1844 (La
más importante)
2. Romanticismo sentimental:
que deja de lado las preocupaciones políticas y las luchas entre grupos sociales y busca conmover al lector por
medio del sentimiento intenso, de las historias amorosas, de la poesía lírica subjetiva.
Político, pedagogo y escritor puertorriqueño. Hombre austero y de ideas liberales, cuyo pensamiento recibió
influencias del krausismo y del positivismo, Eugenio María de Hostos consagró su vida a un doble ideal: la
independencia de su patria y la educación de los pueblos.
Escritor y político chileno. Hijo de Guillermo Blest Mayden y de María de la Luz Gana López y hermano mayor del
novelista Alberto Blest Gana, estudió en el Instituto Nacional y accedió a una cátedra en la Universidad de Chile. Es
un poeta cuya obra se inscribe dentro del romanticismo y cuya vida giró alrededor de la política de su país.
Poesía: Poesías, 1854, Armonías, 1884. Novela: El número 13, 1869. Zarzuela: El pasaporte,
1890. Drama: La conjuración de Almagro , 1858.
3. Romanticismo historicista:
No sé si considerar este romanticismo como tendencia pero fue influyente en su época, que tuvo como
representante al peruano Ricardo Palma Soriano.
Hay algo más que agregar a esta compilación, házmelo saber en los comentarios.
Otro hecho literario que se dio posterior al Romanticismo en América es El Modernismosiendo Rubén Darío el
autor más representativo.
Del mismo siglo XIX podemos referirnos a otras dos corrientes: el realismo y el naturalismo. Son dos
géneros literarios que, siguiendo los lineamientos del positivismo tan en boga en la segunda mitad del siglo
XIX, trataron de experimentar con la literatura.
El realismo trata de presentar la realidad tal cual es. El escritor sólo sería un observador o tendría una introspección
despiadada de sí mismo. El padre de este movimiento se llama Gustave Flaubert, con su obra Madam Bovary, que
hoy por hoy se ha convertido un clásico y que tiene muchas innovaciones en las técnicas literarias; como comenzar
escribiendo la obra como autor testigo (sólo la primera hoja) y continuar en omnisciente. Es una obra muy detallista
y muy disfrutable y muy analizada y piedra fundamental de toda la literatura moderna.
En Inglaterra podemos hablar de Carlos Dickens: Oliver Twist, Historia de dos Ciudades. De Oscar Wilde: El Retrato
de Dorian Grey.
Rusia entra en escena: el máximo exponente Fedor Dostoievsky: Los Hermanos Karamazov, Crimen y Castigo.
Anton Chejov con El Jardín de los Cerezos. En el artículo pasado ya mencioné al Tolstoi.
De Estados Unidos: Mark Twain, Harriet Beecher Stowe, La Cabaña del Tío Tom O?Henry es un autor cuyos
cuentos son admirables.
De Italia podríamos rescatar Corazón Diario de un Niño de Edmundo de Amicis y de Portugal al ahora famoso Eca
de Queiroz. De los países escandinavos a Henry Ibsen con Casa de Muñecas.
El naturalismo es lo mismo que el realismo pero llevado hasta el máximo extremo. Su principal representante es
Zola con ?nana?.
En Hispanoamérica estos dos movimientos no son tan importantes. Por un lado, el romanticismo dura más tiempo
en nuestro continente y por el otro, la literatura se va a mover más en el área de la poesía, surgiendo uno de los
movimientos literarios nativos de América de influencia mundial: el modernismo.
Aún así, dentro del realismo podemos mencionar a José López Portillo y Rojas; abuelo del que fuera presidente,
quien escribe la parcela.
También, es en el siglo XIX cuando la poesía comience a buscar nuevas vetas de explotación, separándose de las
formas tradicionales para buscar la expresividad individual de cada autor. Los parmesianos y simbolistas serán el
punto de partida: Boudelaire, Mallarmé, Valery, Rimbaud. Influencia que retoma el modernismo con Rubén Darío,
con Azul y que se llevará hasta los excesos, en un afán de hacer arte por el arte mismo, más preocupados en la
forma que en el fondo. Su epitafio es: ?Tuércele el cuello al cisne de esplendoroso plumaje?; pero antes de
torcérselo hay que conocerlo.
Lo anterior sólo ha sido una somera revisión de lo que generó la literatura en un siglo; y hablo de este siglo y no de
otros, porque es donde tiene más importancia el aspecto emocional. Cuando uno es principiante, es lo primero que
busca satisfacer, es válido. Ya habrá tiempo para complicarse las historias y las estructuras, como en todo, se trata
de crecimiento, de madurez.
La lista anterior puede complementarse con autores de este siglo que se nos pueden antojar la literatura, la técnica
para mantener el interés del lector, la dominan. En su obra no hay engaño. Dos autores que me gustan son: Tyler
Caldwell y Arturo Pérez Reverté. Insisto, estoy bajo el parámetro de recomendar lecturas a quien apenas se inicia,
no al especialista. (Que ése me recomiende a mí que muchas veces no encuentro ni qué leer por la falta de
información en las propias librerías).
Como un inicio de recomendar lecturas es suficiente; en realidad hay un mundote de libros que recomendar, uno se
pierde en él. Lo que sí le puedo decir es que la lectura es un hobby barato, inteligente, emocionante, y del cual,
durante toda su larga vida tendrá una novedad. Es tiempo de pasar a otros temas.
El romanticismo y el modernismo son dos grandes etapas de la literatura que dieron una nueva perspectiva a la
sociedad, es conocido que la poesía en general nace cuando el hombre se ve en la necesidad de expresar sus
sentimientos, ya sea por medio de una expresión que denote belleza, ternura y sublimidad; o también para poner en
manifiestos grandes hazañas guerreras y heroicas.
Para el Siglo XIX, El Romanticismo viene a desplazar al neoclasicismo, esta nueva tendencia trae consigo la
exaltación de los sentimientos ya que para ese entonces se vivía en una sociedad llena de limitaciones y de un
desconcierto total. Es por esta razón que buscan como refugio la naturaleza para inspirarse y así poder cambiar de
una u otra manera el estado de ánimo que emana del pesado ambiente. Es decir, el sentir romántico se origina en
el descontento con el presente y la convicción de que en el pasado se encuentran los auténticos valores de los
pueblos. Se vuelve la mirada hacia dos épocas olvidadas: la Edad Media y el Barroco. Se verá distinto según la
postura ideológica de los autores. Por ejemplo los conservadores, exaltaron las tradiciones nacionales y religiosas y
los progresistas, la rebeldía contra la realidad, lo que les condujo a plantearse críticamente el pasado para favorecer
el progreso y establecer unos nuevos principios éticos; a estas posturas corresponden los llamados romanticismo
tradicional y romanticismo liberal.
Siguiendo el orden de las ideas se puede decir que el movimiento romántico, también dominó la literatura hispana
durante el siglo XIX, esta se convirtió para los poetas modernistas en el fantasma que se deseaba superar. En este
sentido el romanticismo significo una exaltación del sentimiento patrio, lo cual llevo a que gran parte de los autores
hicieran una poesía dedicada al elogio de los héroes de la independencia y los momentos de gloria nacional. Los
cánones del momento dictaban que la poesía debía estar dedicada a la exaltación de sentimientos nobles y a la
difusión de ideas filosóficas, políticas, sociales. Por ejemplo la historia de Venezuela esta carga de episodios
románticos, los escritos de Bolívar, sus cartas a Manuela Saenz, “El altar que tú habitas no será profanado por otro
ídolo ni otra imagen, aunque fuera la de Dios mismo. Tú me has hecho idólatra de la humanidad hermosa o de
Manuela” (Ibarra, 6 de octubre 1826). .
Dentro de las características del romanticismo se pueden nombrar algunas como el sentido del individualismo y
subjetivismo, es decir se hace lo que se quiere. La búsqueda de la singularidad, lo original y lo único. También la
defensa de la libertad en todos los ámbitos de la vida y del arte, muestra una actitud rebelde. Así mismo se exaltan
los sentimientos, de la sensibilidad e imaginación. Se lucha contra la razón y estudio de los estados inconscientes e
irracionales del ser humano. Además es el refugio en lo lejano, tanto en el tiempo como en lo lejano. Se presenta
un paisaje abrupto, silvestre, que puede representar los sentimientos del poeta.
La poesía romántica abarca a escritores como Rivas, Espronceda, Zorrilla, entre otros siendo la obra más
destacada la Bécquer, que expresa su intimidad delicadamente sin énfasis ni grandilocuencias, y son claros
precursores de la lírica contemporánea. José de Espronceda (1808 - 1842) escribe a impulsos del romanticismo
liberal más exaltado; compuso poesías cortas y dos extensos poemas: el Estudiante de Salamanca y El Diablo
Mundo. Espronceda, por su parte, disconforme con la realidad y con las convenciones sociales, rebelde y
revolucionario alterna en su poesía el aspecto más exagerado y externo del romanticismo con un lirismo más
intimista.
Gustavo Adolfo Bécquer, con él comienza la lírica contemporánea. Su obra literaria es corta pero fue decisiva. En
prosa destacan La Leyendas y Cartas desde mi Celda. Su poesía fue reunida tras su muerte con el título de
“Rimas”. Actualmente se dividen según los temas; la poesía, la esperanza y el triunfo en el amor, el desengaño
amoroso, la angustia y la decepción final. La obra de Bécquer es expresión del romanticismo intimista. Bécquer se
inclina por una poesía honda, sencilla, de forma libre. “Yo quisiera escribirle, del hombre domando el rebelde,
mezquino idioma, con palabras que fuesen a un tiempo suspiros y risas, colores y notas”. En sus rimas, importa el
sentimiento, la emoción, la sugerencia, el misterio, con el tema central del amor.
En América se puede mencionar que unos de los representantes más conocidos es el colombiano Jorge Isaacs, su
obra se reduce al libro de poemas que publicó en 1864 y a su única novela, María de 1867, considerada una de las
obras más destacadas de la literatura hispanoamericana del siglo XIX. La novela, basada en experiencias
románticas, tiene un tono elegíaco, y narra la historia de los amores trágicos de María y su primo Efraín, en el Valle
del Cauca.
Esta, está cargada de sentimentalismos, tristeza, amor, desesperanzas, miedos. Todos estos aspectos son tratados
con un toque de sutileza y esteticismo por parte del autor ya que es propio de su estilo dejar ver los sentimientos y
no mantenerlos oprimidos. Así mismo el sentimiento del amor se expresa con un alto esteticismo que lo hace ver
tan ligero, elegante y bello ya que, más allá de ser visto como una pasión frenética en la que solo se busca zacear
los instintos del placer, se puede notar que el amor se manifiesta a través una intimidad cargada de gestos, miradas,
susurros y a veces silencios que solo ellos saben descifrar. Así lo podemos ver en el capítulo III (Pág. 7): “María me
ocultaba sus ojos tenazmente; pero pude admirar en ellos la brillantez y hermosura de los de las mujeres de su
raza, en dos o tres veces que a su pesar se encontraron de lleno con los míos; sus labios, húmedos y
graciosamente imperativos, que mostraron sólo un instante el arco simétrico de su linda dentadura". Aquí se puede
observar la timidez, así como también se muestra la intimidad, los gestos y la admiración hacia la belleza de María.
Siguiendo el orden de las ideas, se tiene que el modernismo surge entre 1890 y 1910 como una reacción contra los
excesos y las deformaciones de un Romanticismo que a finales del siglo XIX ya se encontraba en franca
decadencia. Con el debilitamiento de la corriente romántica, algunos poetas hispanoamericanos se dieron a una
tarea de rescate y renovación de la lengua literaria, que en esos momentos se encontraba agobiada por el peso de
una gran cantidad de expresiones retóricas, de lugares comunes, de frases hechas y de imágenes desprovistas de
brillo e imaginación poética. En la poesía modernista se pueden encontrar temas como el culto a la belleza, por
ejemplo en contraste con la naturaleza silvestre del romanticismo, la naturaleza en el modernismo es domesticado y
cuidado como los jardines franceses.
El tema del amor: en el modernismo es más erótico y sensual, en la evasión el poeta evoca un mundo fantástico de
lugares lejanos y tiempos arcaicos. Predominan imágenes de la mitología greco-latina, así como personajes de
otras épocas pasadas como princesas, damas y caballeros. Aparecen temas como el budhismo, el cristianismo y la
filosofía griega, los poetas modernistas también muestran un interés por el ocultismo y emplean el simbolismo para
explorar los significados ocultos del mundo.
Existen varias figuras dentro de la corriente modernista hispanoamericana que convendría destacar. La más
importante de todas ha sido, sin lugar a dudas, Rubén Darío. La calidad de su obra literaria y su gestión como
portavoz de las tendencias modernistas tanto en Hispanoamérica como en España lo convierten en el líder
indiscutible del Modernismo. Otro es José Asunción Silva, a pesar de su corta vida ya que se suicida a los 31 años,
es uno de los precursores de la renovación modernista en Hispanoamérica.
Sin embargo, en su aceptación más extendida, se considera que la poesía moderna comenzó con autores como
Walt Ehitman y Charles Baudelaire. Esta modernidad se reflejó en el simbolismo francés, en el modernismo
hispano y llegó hasta las vanguardias históricas como el futurismo y el ultraísmo. De todas formas, hay quienes
desarrollaron una visión más extensa del concepto. Para el poeta y ensayista mexicano Octavio Paz, por ejemplo, la
poesía moderna comienza con el “pre-romanticismo germánico”.
Entre las características de la poesía moderna que menciona el crítico literario peruano Camilo Fernández
Cozman(2008), destaca que los poemas de esta corriente “no tienen una intención didáctica. Es decir, no se
proponen enseñar o transmitir actitudes y valores el lector. Por otra parte, los poetas modernos son consientes de
que su tarea consiste en operar sobre el lenguaje. Los escritores disponen las palabras en un orden determinado y
hasta pueden crear nuevos significantes, con lo que se oponen a la razón utilitarista que concibe al lenguaje como
un mero instrumento comunicativo, menospreciando su riqueza expresiva.
Otra característica es que la poesía moderna convierte a los autores en especialistas que dominan el ritmo, la
métrica y todas las cuestiones relacionadas con el quehacer poético. El cruce de géneros y la creencia en una
actitud activa por parte del lector (para construir la significación discursiva) son otras propiedades de la poesía
moderna. Los modernistas quisieron liberar a la creación poética autónoma y que su único propósito era buscar
belleza. Del Romanticismo, sin embargo, tomo el modernismo algunos de sus temas, entre ellos la evasión a
mundos irreales o exóticos, la melancolía, el desencanto y la duda existencial. También el gusto por la vida bohemia
y la actitud desdeñosa frente la sociedad burguesa fueron motivos románticos que los modernistas acogieron en sus
creaciones.