Este poema celebra la ciudad colombiana de Valledupar, describiéndola como una ciudad maternal y luchadora con una rica historia y tradiciones que se defienden con orgullo. El poema destaca la herencia española de Valledupar y cómo la ciudad aún conserva dos símbolos de las culturas indígenas originales, los Arhuacos y Koguis.
Este poema celebra la ciudad colombiana de Valledupar, describiéndola como una ciudad maternal y luchadora con una rica historia y tradiciones que se defienden con orgullo. El poema destaca la herencia española de Valledupar y cómo la ciudad aún conserva dos símbolos de las culturas indígenas originales, los Arhuacos y Koguis.
Este poema celebra la ciudad colombiana de Valledupar, describiéndola como una ciudad maternal y luchadora con una rica historia y tradiciones que se defienden con orgullo. El poema destaca la herencia española de Valledupar y cómo la ciudad aún conserva dos símbolos de las culturas indígenas originales, los Arhuacos y Koguis.
Este poema celebra la ciudad colombiana de Valledupar, describiéndola como una ciudad maternal y luchadora con una rica historia y tradiciones que se defienden con orgullo. El poema destaca la herencia española de Valledupar y cómo la ciudad aún conserva dos símbolos de las culturas indígenas originales, los Arhuacos y Koguis.