Historia Del Popol Vuh
Historia Del Popol Vuh
Historia Del Popol Vuh
Es considerado el texto más importante de la literatura indígena del Nuevo Mundo. Se dice
que es la versión Mitológica de la creación del mundo, también que es el “libro del consejo
o libro de la comunidad”. Según su etimología Popol Vuh o Pop Woj significa: Popol:
Reunión, comunidad, casa común, junta y vuh: libro, papel.
Al Popol Vuh, muchos lo han llamado erróneamente libro sagrado Quiché, porque no es un
libro de orden espiritual, de revelaciones divinas o descritas por fuentes teológicas. Éste solo
trata de explicar el origen del mundo, la creación del hombre y su civilización, así como los
diversos fenómenos que ocurren en la naturaleza.
El texto original no hace divisiones en la historia, pero los textos actuales hacen las siguientes
divisiones para facilitar su estudio.
1. La creación del mundo, animales y primeros intentos de hacer a los hombres.
2. Aventuras mitológicas de los dioses gemelos Hunapu e Ixbalanque.
3. La creación de los hombres de maíz. Así como la descripción de las comunidades, de las
ascendencias de los gobernantes del reino Quiché, la migración hacia el altiplano de Guatemala,
la conquista de territorios, el establecimiento de la ciudad principal y la historia de los reyes hasta
la conquista española.
4. La espera del amanecer y permanencia en Jaqawitz (deidades).
5. El relato de migraciones.
6. La Fundación de Q’umarkaj y listado de generaciones.
La esencia del Popol Vuh es perpetuar a la especie, con la presencia de mitos cosmogónicos
y la creencia en muchos dioses.
La versión original del Popol Vuh, del siglo XVI, según Delia Goetz, se trataba de un libro
de pinturas con jeroglíficos en el que los sacerdotes narraban el conocimiento de su raza y
los misterios de la religión.
Se cree que la primera versión fue escrita en lengua Quiche, entre los años de 1550 y 1569,
por un indígena estudiado que plasmó los relatos orales de un anciano, sí éste fuera el caso,
dicha versión permaneció oculta hasta los años de 1701 – 1703 cuando el sacerdote dominico
Fray Francisco Jiménez, cura de la parroquia de Santo Tomas de Chichicastenango, lo
encuentra y traduce al español de manera literal, resultando muy confusa. Los documentos se
archivaron en el convento de Santo Domingo, hasta 1830 que fueron trasladados a la
Universidad de San Carlos de Guatemala.
En 1854 el Austriaco Karl Scherzer encuentra los documentos de Jiménez y en 1857 publica
en Viena, su versión de los textos llamándole “Las Historias del origen de los indios de esta
provincia de Guatemala”. Cerca de ese año el clérigo Charles Etienne Brasseur de Bourbourg,
extrae la copia original de la Universidad de San Carlos de Guatemala, la lleva a Europa y la
publica en el año de 1961 bajo el nombre de “Popol Vuh”.
TRADICION DE POPOL VUH
Los héroes divinos. Además del recuento de la creación del mundo y los hombres, en el Popol
Vuh se relatan las aventuras de los héroes divinos, que limpian de obstáculos para el hombre
al mundo y establecen las pautas de conducta adecuada para la humanidad. En esta parte del
libro los protagonistas son varias parejas, comenzando por Xpiyacoc y Xmucané, seguidos por
sus hijos, nueras y nietos. Xpiyacoc y Xmucané fueron los primeros ajq’ij, “guardianes de los
días”, los adivinos que interpretaban los augurios del calendario sagrado de 260 días. Sus dos
hijos, quienes llevaban los nombres de dos de las fechas de ese calendario, fueron Uno
Hunahpú y Siete Hunahpú. Los primeros hijos de Uno Hunahpú, los gemelos Uno Mono y Uno
Artesano, se convirtieron en los patronos de todas las artes, incluida la escritura. Tiempo
después, Uno y Siete Hunahpú procrearon juntos a otra pareja de gemelos llamados Hunahpú
y Xbalanqué, cuya madre fue Xkik’, hija del señor del inframundo. Las aventuras de estos dos
últimos gemelos transcurren en dos escenarios. El primero es la superficie de la tierra; el
segundo, el inframundo, el Xibalbá. Los eventos en cada escenario aparecen combinados: los
héroes pasan de la faz de la tierra al inframundo y viceversa. Esos movimientos, con los de los
otros participantes en las historias, prefiguran los movimientos del Sol, la Luna, los planetas y
las estrellas. Al final de la saga, Hunahpú se eleva para convertirse en el Sol y es seguido por
Xbalanqué, quien asume el papel de la Luna llena.
Historia del linaje quiché. El resto del libro relata la historia del linaje quiché, cuyos fundadores
se encontraban entre los primeros seres humanos, desde aquellos tiem- pos inmemoriales
hasta después de la conquista española.
Las imágenes que se muestran aquí fueron realizadas por Diego Rivera en 1931 para ilustrar
una traducción al inglés del Popol Vuh realizada por John Weatherwax, quien solicito a Rivera
las acuarelas, aunque no llegó a publicarlas. Recientemente el Fondo de Cultura Económica
realizó una edición con esas láminas.
Lenguaje no verbal
La comunicación no verbal y paraverbal ha recibido menor atención y estudio científico que la
verbal, ya que consiste en un modo de transmisión de información menos estructurado y de
más difícil interpretación. Antes de 1950 se publicaron pocos trabajos profundizando sobre
aspectos de la comunicación no verbal al no ser considerada un objeto digno de interés
científico.
A partir de la década de 1950 comenzó un despegue de la investigación en todas las áreas de
la comunicación humana. Las investigaciones sobre comunicación no verbal y paraverbal se
caracterizaron por su interdisciplinariedad abarcando campos como la Lingüística, Historia del
Arte, Antropología, Etología, Psicología, Zoología, Pedagogía, Semiótica, Sociología, etc. En
lo concerniente al área no verbal se destacan tres hechos significativos:
El antropólogo Ray Birdwihistell escribió "Introduction to Kinesics" (1952).
El psiquiatra Jürgen Ruesch y el fotógrafo Weldon Kees publican el primer libro que
utilizó el término no verbal, "Nonverbal Communication" (1956). Esta obra ofreció una
visión del tema acompañada de una amplia documentación gráfica.
El antropólogo, Edward T. Hall publicó "The Silent Language" (1959) tras varios años
de investigar el uso del espacio por los seres humanos.
Otros investigadores han realizado importantes contribuciones, Ray L. Birdwihistell ,
Flora Davis, Allan Pease, Desmond Morris y Paul Ekman.
Los primeros mensajes de un ser humano son, de hecho, no verbales: gestos, sonrisas,
sonidos, miradas intercambiadas entre la madre y el hijo...Será más tarde, cuando debido a la
importancia que se le da a la lengua escrita y hablada, la educación hará que este medio de
comunicación pase a segundo plano.
La comunicación no verbal adquiere importancia porque las palabras tienen limitaciones -es
difícil explicar la forma de algo o dar direcciones sin utilizar gestos- y porque el lenguaje no
verbal es más poderoso para expresar sentimientos y más genuino (Izquierdo, y Cuadrado,
1996: 94). El lenguaje no verbal funciona a pesar de que no seamos conscientes de él, de
modo que no podemos evitar usarlo en todo momento. El lenguaje no verbal nos informa
acerca de nuestra relación con quien nos comunicamos y puede contradecir nuestras palabras,
es en ese caso que el lenguaje no verbal prevalece sobre el verbal y anula lo que hemos dicho.
Es fundamental que los que llevan a la práctica la comunicación didáctica sean conscientes de
la enorme capacidad comunicativa de sus gestos, sus movimientos y sus miradas. Los canales
verbales se utilizan para transmitir información mientras que los no verbales sirven para
establecer y mantener las relaciones afectivas y la transmisión de actitudes y valores.
Para Hervás (1998) los signos no verbales entran dentro de la comunicación humana a través
de un número de vías diferentes. Primero transportan información (una luz roja en el ala de un
avión no precisa palabras). En segundo lugar refuerzan la comunicación verbal (pausa antes
de una palabra clave). Otra función de los signos no verbales es contradecir la comunicación
verbal (voz resuelta acompañada de manos temblorosas). También la conducta verbal puede
sustituir a los mensajes verbales (mala cara después de un día desastroso de trabajo). Por
último, las conductas no verbales se utilizan asimismo para regular los flujos de comunicación
entre los interactuantes (el modo en que una persona deja de hablar y otra comienza).
Gestos o movimientos del cuerpo
El comportamiento motor de una persona debe entenderse como una globalidad expresiva. En
investigaciones realizadas se han identificado o clasificado cuatro tipos de gestos: a) gestos
ilustradores y reguladores, b) emblemáticos, c) gestos que expresan aspectos de carácter
personal, d) gestos que expresan estados emotivos/adaptadores.
a) Gestos ilustradores y reguladores del discurso. Los primeros son aquellos gestos que se
crean en tomo al mensaje verbal y se usan para mejorar y calificar la información verbal.
Desmond Morris los denomina gestos batuta. Son gestos fundamentalmente ejecutados con
las manos aun cuando pueden intervenir otras partes del cuerpo. Ejemplos: gestos para
enfatizar, resaltar, comillas, paréntesis; consentimientos o negaciones con la cabeza; cambio
de diapositiva de un profesor cuando pasa a hablar de otro asunto; señalizaciones de lugar,
con las manos o con la cabeza; indicaciones con las manos de la forma, la medida o la relación
espacial entre objetos, mientras hablamos de ellas, etc. Los gestos reguladores reglamentan
el intercambio verbal y son signos que se entienden como ordenadores y organizadores del
diálogo entre dos personas, dan a entender cuándo un individuo debe intervenir, cuándo se le
va a interrumpir o cuándo se espera que el interlocutor intervenga; igualmente sirven para
aprobar lo que el otro dice. También pueden considerarse reguladores algunos gestos que
acompañan el saludo inicial u otros que se asocian con el final de la sesión, como recoger
papeles, cerrar la carpeta, borrar la pizarra o levantarse acercándose al grupo. Pueden ser
sonoros o ir acompañados de signos sonoros como elevar el volumen, acelerar el ritmo o hacer
pausas para invitar a participar.
b) Gestos emblemáticos. Son señales emitidas intencionalmente. Su significado es específico
y muy claro, ya que el gesto representa una palabra o conjunto de palabras bien conocidas.
Por lo tanto, son gestos traducibles directamente en palabras. Ejemplo serían agitar la mano
en señal de despedida o sacar el pulgar hacia arriba indicando OK; gesto de silencio, tapando
los labios con el dedo índice perpendicular a ellos; pedir "tiempo", dibujando una T en el
espacio con las manos; decir "no" con movimientos laterales de cabeza.
c) Gestos que expresan aspectos de carácter personal. Consisten en aquellos gestos típicos
de cada individuo que escasamente se modifican por razones situacionales o emotivas, y que
además de caracterizar a la persona también la particularizan y distinguen. Este tipo de gestos
puede darse con mayor o menor intencionalidad en los individuos pero lo habitual consiste en
gestos de elaboración inconsciente.
d) Gestos que expresan estados emotivos o patógrafos/adaptadores. Este tipo de gesto
cumple un papel similar a los ilustradores y por ello se pueden confundir. Es similar en el
sentido en que también acompañan a la palabra, y le confieren un mayor dinamismo. Pero
difieren en que este tipo de gestos reflejan el estado emotivo de la persona, mientras que el
ilustrador es emocionalmente neutro. En este sentido, el ilustrador es una forma de expresión
cultural, mientras que el patógrafo es resultado del estado emocional del momento. A través
de este tipo de gestos se expresan la ansiedad o tensión del momento, muecas de dolor, triunfo
y alegría, etc. Por ejemplo, andar cabizbajo y con los hombros caídos cuado estamos tristes;
postura relajada y abierta, sonrisa amplia, cuando tenemos un sentimiento amistoso; pasarse
los dedos por el cuello de la camisa cuando nos sentimos ahogados por la tensión de la
situación; cepillarnos el pelo cuando nos sentimos nerviosos; abanicarse cuando hace calor;
ajustarse las gafas; apartarse el flequillo de la cara; colocarse bien la ropa. En este sentido se
trata de gestos que no tienen específica misión de comunicar algo. Para Sanz (2005) pueden
ser de dos tipos: adaptadores con objetos (pasar los dedos por el borde de un vaso, abrir y
cerrar la punta de un bolígrafo, girar insistentemente un anillo, quitar y ponerse las gafas sin
motivo, jugar con un collar o con algún elemento de nuestra ropa,...) y autoadaptadores
(ponerse las manos en la cara para reflexionar, morderse las uñas, palparse, apartarse el pelo
de la cara, apretar o frotarse las manos, enredar el dedo en un mechón de pelo, etc.).
De forma general, los gestos pueden clasificarse según el modo en que afectan a las relaciones
interpersonales en gestos cerrados y gestos abiertos:
a) Gestos cerrados: transmiten poca predisposición para interactuar. Los hacemos
inconscientemente para protegernos. Son gestos cerrados, de barrera: cruzar las piernas,
cruzar los brazos, cruzar los brazos sosteniendo papeles, libros o un bolso, etc., cogerse las
manos,...
b) Gestos abiertos y sinceros: los gestos abiertos y sin barreras se producen cuando las
personas que se están relacionando se conocen, hay confianza y se sienten cómodas juntas.
Para la docencia, una posición abierta inspira confianza a los alumnos y transmite la sensación
de que quien habla lo hace con sinceridad, sin trucos.