Monografia Artrosis de Rodilla
Monografia Artrosis de Rodilla
Monografia Artrosis de Rodilla
Facultad de Salud
Monografía
Protocolo para pacientes con prótesis de rodilla
Integrantes:
Oliva cuba, Jessica
Vásquez Yasmin
Domínguez Gómez Elizabeth
Mateo Katherine
Mejía Flor
Profesor:
Curso:
Ayudas biomecánicas
Lima, 2019
Página 1
Prótesis total de rodilla primaria
Historia ................................................................................................
Diseño protésico..............................................................................................
Controversias actuales..................................................................................
Conclusiones........................................................................................
Tratamiento Fisioterapéutico……………………………………………………
Conclusiones Grupales del Articulo ……………………………………………
Bibliografía......................................................................................................
Página 2
Historia
La artroplastia total de rodilla o reemplazo total de rodilla es un procedimiento quirúrgico que
tiene como objetivo eliminar el dolor, restablecer el movimiento de la articulación y la función a
los músculos, ligamentos y otros tejidos blandos que controlan la misma. La cirugía consiste en
reemplazar las superficies articulares enfermas. Este procedimiento data de 1963, cuando
Verneuil realizó la primera artroplastia interposicional de rodilla al implantar una prolongación de
la cápsula articular entre las dos superficies de la articulación que habían sido resecadas, con la
finalidad de impedir que se consolidaran una a la otra. Otros tejidos como piel, músculo, grasa e
incluso vejiga cromatizada de cerdo se han utilizado como elementos de interposición, pero
ninguno produjo resultados satisfactorios. Durante 1920–1930 Campbell popularizó el uso de
trasplantes libres de fascia como material de interposición, alcanzando resultados aceptables en
un limitado número de rodillas anquilosadas, no así en las afectadas por artritis. En 1940 Boyd y
Campbell, y en 1942 Smith-Petersen diseñaron un modelo metálico para cubrir los cóndilos
femorales, mientras McKeever y Macintosh lo hicieron con el platillo tibial. Sin embargo, estos
implantes fallaron porque ninguno cubría ambas superficies articulares, y la superficie articular
descubierta seguía siendo fuente importante de dolor, sumándose a esto el aflojamiento
temprano de las prótesis. En el decenio de 1950, Walldius, Shiers y otros desarrollaron prótesis
para ambas superficies articulares, con bisagras y vástagos intramedulares, a fin de proporcionar
estabilidad y alineamiento adecuado a la extremidad; sin embargo, también fallaron, no sólo por
el problema del roce entre dos superficies metálicas, sino por la limitación de movimiento que
originaban las bisagras. La era moderna de las artroplastias totales de rodilla inicia en 1971 con
Gunston, cuando introdujo una prótesis de baja fricción basada en la experiencia de Charnley: se
trataba de dos superficies de acero que se articulaban contra una superficie de polietileno de alta
densidad, y cementadas al hueso con polimetilmetacrilato. A partir de entonces y con mayores
conocimientos sobre la biomecánica de la rodilla, no sólo se desarrollaron nuevos implantes, sino
que se modificaron los materiales utilizados para su elaboración y se implementaron nuevas
técnicas para la fijación de los mismos.
Página 3
1. INTRODUCCIÓN
Página 4
1.1 Recuerdo Anatómico de la Rodilla
Se clasifica como biaxial y condílea, en la cual una superficie cóncava se desliza sobre otra
convexa alrededor de 2 ejes. Como superficies articulares presenta cóndilos del fémur,
superficie rotuliana del fémur, carilla articular de la rótula y meniscos femorales (estructuras
cartilaginosas que actúan como cojinetes, amortiguando el choque entre el fémur y la tibia).1,
6, 7 La cápsula articular es grande y laxa, y se une a los meniscos. Por otro lado, conviene
destacar que otros anatomistas sostienen que la articulación de la rodilla está compuesta,
desde el punto de vista morfológico, por la yuxtaposición de dos articulaciones secundarias: la
femororrotuliana (que es troclear) y la femorotibial (que es condílea con meniscos
interpuestos);1, 8, 9 la primera de las cuales constituye una articulación por deslizamiento;
protege por delante el conjunto articular y; elevando al mismo tiempo al músculo cuadríceps,
permite que las tracciones de este sobre la tibia tengan lugar con un cierto ángulo de
inclinación y no en sentido paralelo, pues así aumenta su poder de tracción. 9 Con respecto a
la articulación femorotibial puede decirse que el menisco articular la divide en 2 cámaras: la
proximal o superior, que corresponde a la articulación femoromeniscal, responsable de los
movimientos de flexión y extensión de la pierna; y la distal o inferior, que corresponde a la
articulación meniscotibial y permite los movimientos de rotación de la pierna. La rodilla
humana está construida normalmente con un cierto grado de valguismo. Ello significa que
estando extendido el miembro inferior, los ejes del fémur y de la tibia no se continúan en
línea recta, sino que forman un ángulo obtuso abierto hacia afuera (ángulo femorotibial).1, 6,
7 Este ángulo de divergencia de los 2 huesos que constituyen la articulación mide, como
término medio, de 170 a 177º. Conviene distinguir desde el punto de vista de construcción de
la rodilla humana, el eje anatómico o diafisario del fémur (línea que une el centro de la
escotadura intercondílea con el vértice del trocánter mayor) del llamado eje mecánico o
dinámico de este, que es la línea que une el centro de la cabeza femoral con el centro
anatómico de la rodilla y el centro de la articulación tibiotarsiana; este último eje representa
la línea de apoyo o gravedad de toda la extremidad inferior. En los individuos normales, el eje
mecánico o dinámico pasa por el centro de la articulación, o bien un poco por dentro (cóndilo
interno), o un poco por fuera (cóndilo externo). No sucede lo mismo en las desviaciones
patológicas conocidas como genu valgum y genu varum (ver más adelante). En estos casos, la
línea pasa completamente por fuera (genu valgum) o por dentro de la rodilla (genu
varum).10, 11 Posee un fuerte aparato ligamentoso, cuyos ligamentos son: colateral tibial o
interno y fibular o
externo, transverso
de la rodilla,
meniscofemoral
anterior y posterior,
así como cruzados
anterior y posterior1,
6, 7 (figura).
Página 5
Página 6
1.2 Indicaciones Patológicas para Implantación de Prótesis de Rodilla
La cirugía protésica de rodilla ha pasado durante la última década de ser un proceso poco habitual
a convertirse probablemente en una de las intervenciones más frecuentes en cualquier servicio de
cirugía ortopédica. La mejora en los resultados clínicos y funcionales ha condicionado que la
indicación de este tipo de proceso quirúrgico resulte cotidiano y natural actualmente.
La edad ideal para recibir una prótesis de rodilla está por encima de los 60 años. Es conveniente
retrasar su implante hasta el final de la vida laboral activa. Un peso corporal dentro de los rangos
de normalidad, y la reducción de la actividad contribuyen al éxito de la prótesis.
Los reemplazos totales de rodilla, son habitualmente realizados en pacientes que tienen dolor
diariamente, este dolor es muy severo, suficiente para limitar la actividad laboral, actividades
recreativas, y también en algunos casos, actividades ordinarias de la vida diaria. Estos pacientes,
suelen presentar también deformidades y/o limitaciones en actividades normales de la vida
diaria. Un porcentaje muy elevado de las personas candidatas, van a ser sujetos que padezcan una
“enfermedad reumática” ya que este término hace referencia a cualquier enfermedad
caracterizada por dolor intenso, grave deformidad y rigidez en la articulación o alrededor de ella,
provocando una importante incapacidad funcional con repercusiones personales y sociales22.
Las indicaciones patológicas para la realización de una artroplastia total de rodilla son:
Artrosis u osteoartritis (OA).
Artritis reumatoide.
Algunos casos de neoplasia.
Tratamiento por secuelas de traumatismos y fracturas.
La OMS en el “Informe sobre la salud en el mundo” (1997) indica que la artrosis de rodilla está
próxima a ser la causa más importante de discapacidad en las mujeres y la cuarta en los varones,
siendo los costes económicos anuales atribuidos a tal patología inmensos26. Se estima que la
artrosis de rodilla afecta al 10% de la población mayor de 55 años, de los cuales, uno de cada
cuatro pacientes está severamente discapacitado51, lo que produce un coste social y económico
de gran magnitud en el mundo occidental, sobre todo, por la pérdida de horas laborales, el alto
consumo de fármacos y la utilización de diferentes recursos sanitarios.
Los estudios de prevalencia basados en criterios radiológicos se han realizado teniendo en cuenta
los de Kellgren y Lawrence54. En un estudio realizado en Alemania que incluyó personas con
edades comprendidas entre los 45 y los 49 años, la prevalencia de artrosis de rodilla radiográfica
se situaba entre el 7,7 y el 14,3%55. En un estudio poblacional realizado en EE.UU. en el que se
tenían en cuenta criterios clínicos y radiológicos, el 6% de la población mayor de 30 años y el 10%
de la mayor de 65 años presentaban artrosis de rodilla sintomática.
Página 7
La prevalencia de artrosis sintomática de rodilla en España en mayores de 20 años es del 10,2% y
estiman que la prevalencia de artrosis radiológica podría ser del 34%. En los mayores de 60 años
se encontró una relación mujer/hombre de 3:1. Asimismo según el estudio EPISER la prevalencia
de la artrosis sintomática de rodilla en España asciende a 33,7% en personas mayores de 70 años3.
Teniendo en cuenta que la mayor prevalencia a padecer artrosis se encuentra en el grupo de 70 a
79 años, el porcentaje de artrosis de rodilla en este grupo es de un 33,7%3. Se ha estimado que,
aproximadamente un 2% de las personas mayores de 55 años tienen dolor severo en sus rodilla
ante el que la cirugía es la única opción57. En relación al género, la artrosis afecta más a los
hombres que a las mujeres menores de 45 años, mientras que después de los 55 años las mujeres
se ven más frecuentemente afectadas que los primeros, especialmente debido a la artrosis de
rodilla. Aproximadamente un 1% de las mujeres comprendidas entre 70 y 89 años desarrollan una
artrosis sintomática de rodilla.
a) Factores Sistémicos.
b) Factores Locales.
Existe una estrecha relación entre artrosis de rodilla y antecedentes de traumatismos mayores en
profesiones que requieren estar en cuclillas o arrodillados y en atletas y corredores de elite. La
asociación entre sobrepeso y artrosis de rodilla es clásica. Felson22 la describió hace un tiempo
como parte del estudio Framinghan. El estudio EPISER definió la obesidad como índice de masa
corporal mayor de 29, y encontró que junto a la edad mayor de 55 y el sexo femenino, es un
factor de riesgo de artrosis de rodilla3, que es independiente de los factores genéticos59. El estudio
NHANES asocia la obesidad con la gonartrosis bilateral y no se ha probado que la ganancia de
peso sea resultado de una disminución de la movilidad en los pacientes afectados60. Otros
factores de riesgo de artrosis de rodilla documentados por el estudio Framinghan22 incluyen el
traumatismo de rodilla y la sobrecarga de actividad sufrida por esta articulación en algunas
actividades laborales.
Página 8
2.3 Diagnóstico de la Gonartrosis
La radiología (Rx) simple es el patrón que determina la presencia o ausencia de artrosis, a pesar
de ser muy poco sensible como marcador de patología articular. La clasificación radiológica para
determinar los criterios patológicos más comúnmente utilizada es la establecida por Kellgren et
al54, y actualmente continúa en vigor.
Página 9
3. Artroplastia Total de Rodilla
1. Reducir el dolor.
2. Corregir deformidades e inestabilidades.
3. Mejorar la función articular, tanto la movilidad como la función muscular.
4. Dar mejor calidad de vida al paciente.
Según Radrigán41 y Altman et al.53 la artroplastia total de rodilla (ATR) es una intervención
quirúrgica que produce bastantes mejoras en el paciente, tanto objetivas como
subjetivas. Distintos estudios señalan un porcentaje de resultados buenos a excelentes
entre el 75,4% y el 89,3%80-83,92. Asimismo otras revisiones científicas publicadas hasta la
actualidad concluyen que todas las formas de recambio articular de rodilla mejoran la
calidad de vida, es más, la mayoría de los pacientes sometidos a este tipo de cirugía
presentan una calidad de vida similar a la población general.
1. Dolor incapacitante de rodilla debido a artrosis con destrucción de al menos dos de los
tres compartimentos articulares de la rodilla.
2. Enfermedades reumáticas inflamatorias como son la artritis reumatoide o la espondilitis
anquilopoyética.
Página
10
3. Reintervención por desanclaje protésico.
4. Fracaso del tratamiento conservador.
5. Fracaso de una osteotomía.
6. Gonartrosis postraumática.
7. Desgaste de implantes por fracturas periprotésicas.
8. Tratamiento de enfermedades malignas con pérdida articular amplia o segmentaria95.
Dolor intenso.
Grave deformidad.
Importante deterioro funcional con repercusiones personales y sociales.
Que no responda a tratamientos conservadores.
Que no responda a tratamientos quirúrgicos menos radicales.
La edad ideal para recibir un implante de rodilla está por encima de los 60 años. Si es posible, es
conveniente retrasar el reemplazo articular hasta el final de la vida laboral activa. El poco peso y
la poca actividad contribuyen al éxito de la prótesis por lo que parece coherente que entre las
expectativas del paciente no se encuentre la de realizar deportes o actividades laborales que
sobrecarguen la rodilla96. No obstante, a pesar de los riesgos potenciales, en los pacientes con
artrosis de rodilla que reciben este tratamiento quirúrgico, se consiguen unos resultados
excelentes.
Página
11
B) Arterial: la existencia de una insuficiencia arterial crónica debe ser valorada
previamente. La liberación de partes blandas que precisa la artroplastia de rodilla
hace que se sacrifique circulación colateral, que puede ser vital en un paciente
arteriosclero. Ante cualquier duda debe practicarse un estudio vascular funcional.
El diseño de cualquier prótesis de rodilla debe de estar concebido para conseguir una amplitud
articular normal en los tres planos de movimiento de la rodilla, es decir, tanto en la flexo-
extensión, así como en los movimientos laterales y de rotación.
La cirugía de implantación de prótesis de rodilla lleva asociada los riesgos inherentes a cualquier
proceso quirúrgico, entre los que cabe destacar:
Página
12
- Reducción de la movilidad.
- Realización de una deambulación muy precaria.
- Un estado muscular muy deficiente, producido por la intensa molestia funcional que
padece.
En las primeras 48 tras una artroplastia de rodilla hay que prestar atención a los siguientes
aspectos:
Página
13
Rigidez tanto de la movilidad, sobre todo en flexión, aunque en algunos casos también
encontramos un déficit en extensión importante
Alteraciones de la marcha, suele ser una marcha antiálgica y uso de medidas ortopédicas como
andador o dos bastones/muletas. En este sentido nos encontramos un paciente con mucho
temor.
Aliviar el dolor.
Aprendizaje de transferencias.
Inicio moderado de la recuperación del balance articular. Recuperación del tono
muscular.
Inicio de carga y enseñanza de uso de medidas ortopédicas. Contención del edema post-
operatorio.
Proporcional al paciente y sus cuidadores la educación, los consejos y el apoyo necesario,
fomentando de esta manera el autocuidado y el tratamiento.
*Antes de iniciar lo que es propiamente el tratamiento de fisioterapia al paciente hay que realizar
la valoración fisioterapéutica basada fundamentalmente en los siguientes puntos:
Página
14
6. Balance muscular. Debe de evaluarse, en primer lugar, la contracción muscular del
aparato extensor teniendo en cuenta la calidad de la contracción muscular, la extensión y
la fuerza muscular máxima.
7. Examen funcional de otras articulaciones. Observar articulaciones supra- yacentes y
subyacentes, así como las del lado contralateral. No olvidar las extremidades superiores
por la eventual necesidad de utilizar medidas ortopédicas para la deambulación.
8. Funcionalidad global. Nos va a permitir apreciar la situación del paciente desde una
perspectiva holística.
9. Evaluación estado psíquico-emocional. Esta evaluación nos permite conocer el deseo del
paciente para recuperarse, así como, observar las diferencias de comportamiento como:
euforia, angustia, entusiasmo, realismo, etc.
10.
4. Tratamiento de fisioterapia.
Página
15
+ Día 1
Tenemos que tener en cuenta que en las primeras 24 horas tras la cirugía el paciente va a estar en
la cama, con la pierna vendada y con el drenaje. En estas primeras horas se le realizará una Rx de
control de la rodilla intervenida, si la radiografía no muestra ningún signo fuera de la normal se
podrá iniciar el tratamiento de fisioterapia.
Crioterapia:
• Vasoconstricción.
• Reducción de la hipoxia tisular.
• Disminución del espasmo muscular.
• Disminución del dolor.
La vasoconstricción inicial que produce el frío se considera el principal mecanismo para reducir la
tumefacción y la hemorragia tras un trauma, disminuyendo con ello, el edema en las reacciones
inflamatorias; de ello se deduce, que el uso del frío es fundamental en estas primeras sesiones de
fisioterapia, siendo especialmente necesario después de cada sesión. La aplicación de crioterapia
en el postoperatorio, se tiene que realizar fundamentalmente en las primeras 48 horas para
reducir la pérdida sanguínea y disminuir el dolor. Se recomienda su aplicación durante 20-30
minutos sobre la región quirúrgica de manera pautada cada 4-6 horas, y siempre al finalizar la
aplicación de movilización continua o el tratamiento de fisioterapia. Si es posible en las primeras
48 horas los intervalos de aplicación deben ser cada 3 horas.
Ejercicios Respiratorios:
Como los pacientes que son sometidos a este tipo de cirugía tienen una edad media aproximada a
los 70 años, la capacidad respiratoria suele estar limitada. En esta fase del tratamiento, y
especialmente en las primeras 24-48 horas a los pacientes se les puede enseñar una pauta de
ejercicios básicos de respiración profunda y tos, con intención de prevenir el cúmulo de
secreciones debido al encajamiento y a los efectos de la anestesia. Estos ejercicios deben
realizarse siempre que el paciente tenga algunos antecedentes de patología respiratoria o que se
prevea un encamamiento prolongado.
La máquina de MPC sólo moviliza la rodilla de forma pasiva a lo largo del arco de movimiento
deseado. Se recomienda su uso, si es posible, el mismo día de la cirugía con un rango inicial de 0 a
40° aumentando entre 5 y 10° diarios durante las primeras 48 horas y según el estado del
paciente. Se recomienda que el paciente durante todo el tiempo que se encuentre en el hospital
realice este tratamiento junto con el fisioterapeuta. Hay estudios que observan diferencias en el
rango articular en las fases iniciales, obteniendo más rápidamente la movilidad en los grupos que
combinan MPC y fisioterapia, que los que solo realizan esta última, aunque esta diferencia no se
mantiene a medio y largo plazo147-149. Otros estudios también concluyen que la utilización de MPC
Página
16
no parece influir en el dolor postoperatorio, la inflamación, la incidencia de trombosis venosa
profunda y la cicatrización de la herida.
Cinesiterapia:
Los pacientes van a presentar un cuadro de debilidad muscular muy importante en el miembro
afectado, por lo que la recuperación del tono muscular exige iniciarla en este período. Se
realizarán y enseñarán ejercicios isométricos para fortalecer el cuádriceps y bombear la sangre de
la pantorrilla. Este tipo de trabajo muscular está indicado desde las primeras 24 horas tras la
intervención, porque no da lugar a ninguna modificación de la longitud del músculo, y por lo tanto
no se produce ninguna modificación del ángulo de articulación sobre la cual actúa el mismo. Se
debe también de estimular la actividad isométrica en isquiotibiales y glúteos160, así como
movilizaciones activas de las articulaciones cercanas a la rodilla con el fin de conservar en estas
zonas el balance articular.
En otro aspecto parece conveniente realizar una pequeña charla sobre información y educación
de la actuación de fisioterapia en esta fase del tratamiento160, sobre todo, aclarar lo que se puede
y no se puede hacer desde en el momento inicial después de recibir un implante de rodilla. Desde
este primer día son fundamentales los ejercicios activos.
El paciente debe ser instruido para saber realizar y dosificar los siguientes ejercicios:
Página
17
f) Ejercicios de fortalecimiento de miembros superiores, tronco y miembro sano:
son importantes en pacientes con una condición física precaria o con alguna
afectación poliarticular previa. A nivel de miembros superiores habrá que
trabajar, especialmente, aquella musculatura que intervenga en la marcha con
ayuda ortopédica como son los aductores y abductores, depresores y
extensores de hombros, los extensores de codo, pronosupinadores, extensores
de muñeca y flexores de dedos131.
+ Día 2
Se inicia de manera moderada la recuperación del balance articular. Los fines de la movilización
son muy importantes ya que previenen la rigidez desde un punto de vista articular164. Estimular al
tejido muscular, disminuyendo las contracturas y ayudando a la recuperación de la fuerza
muscular, evita la pérdida del esquema corporal. El movimiento también actúa sobre la
circulación, concluyendo todo ello en el estado psíquico del paciente ya que, normalmente, ve en
esos ejercicios una fuente de mejoría importante.
a) Elevación del miembro inferior en extensión: se puede iniciar el primer o segundo día tras
la intervención. Algunos pacientes requieren inicialmente una pequeña ayuda para poder
realizarlo. El número de repeticiones va aumentando progresivamente según la tolerancia
del paciente, intentando que pueda llegar a 10-20 repeticiones, 2 a 3 veces al día.
b) Flexión activa de la rodilla: casi todos los pacientes requieren ayuda al principio de iniciar
este ejercicio. El número de repeticiones se va aumentando progresivamente según la
tolerancia del paciente, intentando que pueda llegar a 10-20 repeticiones, de 2 a 3 veces
al día. Su objetivo es fortalecer los isquiotibiales y aumentar la movilidad activa de la
rodilla.
c) Extensión Terminal de la rodilla: su objetivo es fortalecer el músculo cuadriceps y evitar
contracturas en flexión. El número de repeticiones se va aumentando progresivamente
según la tolerancia del paciente, intentando que pueda llegar a 10-20 repeticiones, de 2 a
3 veces al día.
Página
18
mantendrá según tolerancia, con alternancia del miembro intervenido en flexión
progresiva por gravedad sin forzar en exceso.
Sedestación a bipedestación. Durante las primeras 48 horas la bipedestación solo
se permite un apoyo parcial sobre el miembro inferior intervenido y siempre con
dispositivos ortopédicos (andador/muletas) .
3. Normas Posturales.
En este período del tratamiento fisioterapéutico es fundamental dar consejos para prevenir el
“flexo” de rodilla:
Página
19
+ Día 3-5
Se realiza una progresión en los ejercicios para ganar rango articular y fortalecimiento muscular.
Esta progresión se desarrolla teniendo en cuenta la evolución y la tolerancia del paciente. Inicio
de carga y apoyo parcial progresivo con muletas/bastones/andador171-173. Entrenamiento de la
marcha con ayudas, transferencias y actividades de la vida diaria. Educación para la salud debido
al alta hospitalaria inminente: ejercicios y normas de higiene postural principalmente174-175.
El paciente intervenido de artroplastia total de rodilla y/o sus cuidadores deben de tener un
conocimiento óptimo sobre:
5. HIPÓTESIS
6. OBJETIVOS
Objetivo General:
El objetivo principal es analizar la eficacia del tratamiento precoz de fisioterapia iniciado a las 24
horas de la intervención de artroplastia total de rodilla, versus el inicio del tratamiento de
fisioterapia transcurrido un periodo superior a 48 horas tras la cirugía.
Página
20
Objetivos Específicos:
Página
21