Frontera de Posibilidades de Producion
Frontera de Posibilidades de Producion
Frontera de Posibilidades de Producion
Forma de la frontera
La forma de la Frontera de posibilidades de producción depende de qué tipo de coste
de oportunidad represente. Si hablamos de coste de oportunidad constante, la forma de
la Frontera de posibilidades de producción es una recta con pendiente negativa. Si
hablamos de coste de oportunidad creciente, es cóncava y decreciente al ser mirada
desde el origen. Esta forma es debida a dos razones:
Decreciente: ir una mayor cantidad de un bien, hace falta renunciar a parte de otro
bien.
Cóncava: el coste de oportunidad es creciente.
Desplazamientos de la frontera
La Frontera de posibilidades de producción se puede desplazar, es decir, que los
puntos inalcanzables se puede llegar a alcanzar. Este desplazamiento se puede deber a
mejoras tecnológicas, a una ampliación del capital, a un incremento de los trabajadores o
al descubrimiento de nuevos recursos naturales.
FRONTERA DE POSIBILIDADES DE CONSUMO EN COMERCIO
TEORÍA DE LA VENTAJA COMPETITIVA
Michael Porter denomina la ventaja competitiva como el valor diferencial que una empresa
crea para sus clientes, bien sea en forma de precios menores al de la competencia o por la
diferenciación de productos, es decir, cualquier característica creada por una empresa para
distinguirse del resto y la sitúa en una posición superior para competir.
La ventaja competitiva introducida por Porter guarda una relación estricta con el concepto de
valor (más información acerca de la cadena de valor aquí), que en muchos casos podemos
sustituir al concepto tradicional de costo en términos de planificación empresarial. Las dos
preguntas fundamentales en que se enfoca la ventaja competitiva son:
1 – ¿cuál es el valor rentable a largo o mediano plazo para un dado tipo de empresa?
2 – ¿cómo puede cada género de empresa asegurarse de producir y perpetuar este valor?
“La ventaja competitiva crece fundamentalmente en razón del valor que una empresa es capaz
de generar. El concepto de valor representa lo que los compradores están dispuestos a pagar,
y el crecimiento de este valor a un nivel superior se debe a la capacidad de ofrecen precios
más bajos en relación a los competidores por beneficios equivalentes o proporcionar
beneficios únicos en el mercado que puedan compensar los precios más elevados. (…) Una
empresa se considera rentable si el valor que es capaz de generar es más elevado de los costos
ocasionados por la creación del producto. A nivel general, podemos afirmar que la finalidad de
cualquier estrategia de empresa es generar un valor adjunto para los compradores que sea
más elevado del costo empleado para generar el producto. Por lo cual en lugar de los costos
deberíamos utilizar el concepto de valor en el análisis de la posición competitiva”.
Queda claro que cada estrategia puede asegurar una ventaja competitiva sostenible
solamente hasta cuando el mercado reaccione de forma eficaz a nuestra estrategia. En cuanto
se presente una empresa capaz de ganar terreno y cambiar nuestra posición de supremacía
deberemos forzosamente recurrir a otra estrategia o bien cambiar los términos de la que
hemos elegido para asegurarnos de no dejarnos derrotar por nuestros competidores.
Aplicar las tres estrategias ilustradas arriba al mismo tiempo en términos absolutos resulta
imposible para cualquier empresa, y como regla general es importante que el plan empresarial
considere cuál estrategia quiere poner en acto como prioritaria. Pero pueden darse casos
específicos en los cuales podremos beneficiar de más de una estrategia. Porter nos habla de
tres circunstancias en las cuales podremos aplicar en conjunto la diferenciación y el liderazgo
en costos:
1 – en el caso que los competidores resulten muy ineficientes en sus planes de empresa
2 – en el caso que nuestra empresa pueda contar con alguna tecnología exclusiva que no esté
al alcance de nuestros competidores
3 – en el caso que exista una fuerte posibilidad de coordinar estrategias comunes entre
distintas empresas del mismo rubro, como cuando hay una participación societaria similar en
empresas distintas que de hecho ya no se pueden considerar oponentes.
Porter le otorga un papel de primer nivel a las tecnologías en el desarrollo empresarial, con
especial referencia a las tecnologías de la comunicación, que se pueden aplicar con excelentes
resultados a cualquier rubro de negocio y que constituyen un valioso aporte a la estrategia
competitiva. De la correcta utilización de las nuevas tecnologías de la comunicación podemos
obtener varias ventajas, como entre otras:
– mejor capacitad de gestión producto de una medición más exacta del mercado
La teoría de la ventaja competitiva ha sido uno de los mayores logros de Porter y le permitió
desempeñarse con éxito como asesor estratégico de algunas de las multinacionales más
conocidas del mundo como entre otras DuPont o Royal Dutch Shell y como asesor del mismo
Gobierno de Estados Unidos. Sin embargo su empresa internacional de consultoría, Monitor,
fundada en los Ochenta, no logró superar la crisis y fue adquirida por otro grupo tras declarar
la bancarrota en 2008, lo que generó animadas discusiones entre los economistas que en la
sustancia se dividen entre los que afirman que Monitor no fue capaz de poner en acto las
teorías de su fundador y los que por contra consideran que las teorías mismas de Porter ya no
están capacitadas para medirse de forma exitosa con el mercado de nuestra época. De hecho
el mismo Porter en un texto del 1990 (The Competitive Advantage of Nations – La ventaja
competitiva de las naciones) había reconocido que el modelo de las tres estrategias
competitivas genéricas habría tenido que ser más dinámico para adaptarse a las nuevas
condiciones impuestas por el mercado.