Tecnicas de Redaccion
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Este texto está dividido en 3 partes: fases de la redacción, características de una buena
redacción y generalidades de la redacción.
Como expone el autor Alfredo Salazar Duque en su ensayo “La redacción: concepto,
características, sus fases”, las etapas para el proceso de construcción de ideas y
pensamientos constan de principio, medio y fin. En materia de redacción, se divide este
proceso en 3 fases o momentos:
1. Planeación o pre-escritura
2. Escritura o redacción del escrito
3. Revisión o pos-escritura1
1. Planeación o pre-escritura
De la misma forma en que se revisan las fuentes de información para hacer un
planteamiento de un problema de investigación, al redactar un texto se debe iniciar
leyendo el material que proporciona la información a desarrollar. Se debe subrayar lo
que más nos llama la atención del material revisado, seguido de la elaboración de
fichas de trabajo para ordenar y clasificar el material con rigor científico, obteniendo
entonces una síntesis de los textos.1
2.2 Cuerpo, nudo o contenido: se trata del desarrollo de los temas establecidos
en el árbol de ideas. En base a la extensión, se establecerán partes, capítulos
o párrafos para dar la forma final. En términos sencillos, se debe tener en
mente que una idea, es un párrafo. Cada apartado del escrito debe presentar
la idea central, seguido de explicaciones y ampliaciones, terminando con una
conclusión.
2.3 Conclusiones: se trata del producto final de las tesis, ideas y pensamientos
probados o negados en el desarrollo del texto. Aquí se presenta al lector,
sistemáticamente, los resultados de la investigación o escrito.
3. Revisión o pos-escritura
Como su nombre lo indica, es la revisión final del texto que se elaboró. Aunque
durante el desarrollo del escrito se detectan algunos errores, no es necesario retornar
con cada uno de ellos para corregirlo. Se pueden anotar para su revisión posterior,
debido a que al releer la obra, se descubrirá muchos más defectos que antes. Es
recomendable esperar un tiempo prudencial entre la terminación del trabajo y su
revisión; un lapso de 24 horas es aconsejable, si no existe premura.
Se debe iniciar con la revisión del cuerpo de trabajo, seguido de las conclusiones e
introducción, dado que estos últimos constituyen la estructura global de la obra.
Cuando sea necesario, se solicitará a un experto en el tema la revisión final del
escrito.
La redacción de un texto debe cumplir con algunas condiciones para que logre captar la
atención del lector y que este pueda sumergirse en la lectura. Existen muchas
recomendaciones para conseguir el objetivo deseado. Algunas de las características más
importantes son:
a. Claridad
Es una de las más importantes. La forma de redacción del texto debe entenderse
sin dificultad por el público al que se dirige. Si el público objetivo abarca diferentes
ramas del conocimiento, es importante ser claro y transparente en la redacción; si
el lector tiene la necesidad de releer el texto una o varias veces, evidencia
oscuridad o rareza en la transmisión del mensaje. Si el escrito es para un grupo
selecto o trata alguna materia más específica, es importante el uso de términos
técnicos propios del tema o ciencia, evitando usar palabras rebuscadas.
b. Concisión
Se debe evitar lo superfluo, la verborrea, la redundancia y el titubeo. Ser conciso
significa decir más con menos y evitar palabras innecesarias. Esto no implica que el
escrito no pueda ser extenso, sino que todo lo escrito debe tener sentido y
expresar ideas claras, evitando los adornos y redundancias para generar mayor
cuerpo de texto.
c. Cohesión
Consiste en unir las oraciones que componen el texto, de tal forma que exista
continuidad en lo que se desea transmitir. La cohesión se refiere a los mecanismos
sintácticos y semánticos utilizados para la redacción de un texto, formando una
red compleja de relaciones. Si no existe esta última, la lectura del documento se
ve interrumpida y se pierde la inmersión del lector en el mismo.
d. Coherencia
La redacción del texto debe estar estructurada de forma que tenga sentido, en
función de lo que se está desarrollando y de los objetivos que se desea lograr.
Requiere la colaboración de elementos que son el hilo que enlaza las partes de lo
que se escribe, como el ambiente, tema, etc.
e. Corrección
Esta característica consiste en el uso correcto del idioma, respetando las normas
para su adecuada escritura. Si no se logra, se cometen errores ortográficos y
gramaticales, ocasionando que el documento pierda formalidad.
f. Propiedad
La propiedad persigue que las palabras utilizadas expresen justamente lo que se
desea transmitir. Debe tener más énfasis entre más especializado sea el tema del
texto, pues en este caso se utiliza un lenguaje más técnico y específico. Se
recomienda el uso de diccionarios propios del tema de interés y diccionarios como
el de la Real Academia Española.
Incorporación de vocablos
Anglicismos: palabras provenientes del inglés. Por ejemplo: mitín, béisbol, fútbol.
Arabismos: palabras provenientes del mozárabe. Por ejemplo: azucena, alhelí,
atalaya.
Galicismos: palabras provenientes del francés. Por ejemplo: flecha, calle, jardín,
duque.
Definiciones idiomáticas
Existe una serie de palabras que no son propias del lenguaje español y se han vuelto parte
de nuestra forma de hablar y escribir. Algunos son producto de la mezcla del español con
otros idiomas. A continuación se presenta una clasificación general de estos “enemigos”:
Anfibología: son expresiones con doble interpretación y que no deja claro lo que
se quiere transmitir. Por ejemplo:
El niño miraba a su padre sonriendo. (¿Quién sonreía? ¿El padre o el hijo?)
Vamos a ir al cine y después a comer. Te mandé un mensaje para que
llegaras. (¿A dónde? ¿Al cine o a comer?)
Mi deporte favorito es el baloncesto, pero me gusta mucho jugar fútbol.
Quizá la próxima semana jugamos un partido. (¿De baloncesto o de fútbol?)
E-GRAFÍA:
https://investigar1.files.wordpress.com/2010/05/tc3a9cnicas-de-
redaccic3b3n.pdf