Maravillas y Secretos de LAS MATEMATICAS
Maravillas y Secretos de LAS MATEMATICAS
Maravillas y Secretos de LAS MATEMATICAS
La información, la geometría, las ciencias de la naturaleza y las sociales se valen del instrumento
básico de pensamiento que son las matemáticas. Este año 2000 está dedicado mundialmente a su
difusión, comprensión y también a su desfrute.
LA VIDA ESTA LLENA DE CALCULOS ERRONEOS
Las matemáticas nunca fueron mi fuerte, en la escuela, odiaba las cuentas, no me hables de números,
yo soy de letras. Frases como estas las podemos escuchar prácticamente todos los días. A veces
nuestro interlocutor llega a vanagloriarse de que no tiene ni idea de matemáticas y que le basta con
sumar y restar. Este comportamiento forma parte de cierta corriente social donde está bien visto
declararse analfabeto en cualquier cuestión relacionada con las ciencias. Algo sorprendente, pues a
nadie se le ocurriría sentirse orgulloso de no saber quién era Cervantes. Las consecuencias del
anumerismo matemática son graves, ya que la vida cotidiana está repleta de situaciones en las que su
conocimiento elemental resulta básico para tomar una decisión adecuada.
Biorritmos analfabetos
Una de las historias más absurdas de la larga historia de laso números es la protagonizada por un
cirujano berlinés de nombre Willhelm Flies. Era un hombre obsesionado con los números 23 y 28.
Estaba convencido que detrás de todo proceso biológico e incluso en el mundo inorgánico, había dos
ciclos fundamentales: uno masculino con una duración de 23 días y otro femenino de 28. Hoy o
sabríamos nada de él ni de sus locuras numerológicas si no hubiera sido porque fue el menor amigo
de Sigmund Freud, justamente en su época de máxima creatividad, desde 1890 a 1900. Época que
culmina con su libro La interpretación de los sueños. La relación entre ambos fue muy extraña,
neurótica, y con fuertes corrientes homosexuales soterradas.
Fless creía que cualquier persona era en esencia bisexual. La componente masculina se encontraba
sintonizada al ciclo de 23 días y la femenina, al de 28. En los machos, el ciclo femenino esta reprimido
y en las hembras, lo está el masculino. Según Fliess estos ciclos tienen que ver con la mucosa de la
nariz, y hay una relación entre las irritaciones nasales y toda clase de síntomas neuróticos e
irregularidades sexuales. Diagnosticaba estas enfermedades inspeccionando la nariz.
Freud se creyó los desvaríos de su amigo y llego a pensar que moriría a los 51 años, la suma de 23 y
28, por que Fleiss le dijo que sería su edad más crítica. Más tarde, su amistad se rompió.
Fleiss dejo escritas todas sus ideas sobre los ciclos en El decurso de la vida, un volumen de 584
páginas del que se ha dicho que es una obra maestra de excentricidad. Al final del libro aparecen
multitud de tablas donde Fleiss pretende demostrar que con sus dos números mágicos se pueden
obtener todos los ciclos de la naturaleza. Lo que este médico ignoraba es que si en lugar de utilizar el
23 y el 28 se usan otros dos, con la única condición de que sean primos entre sí, se pueden conseguir
los mismos resultados.
La popularidad de los ciclos de Fliess creció y sus discípulos añadieron un tercero de 33 días, el ciclo
intelectual. Con él se completa lo que hoy se conoce como biorritmos, la mayor tontería numerológica
que ha dado el siglo.
En las teorías de Fleiss, todos los procesos orgánicos estaban sujetos a biorritmos de 23 (ciclo
masculino) o 28 (ciclo femenino) días.
Un buen timo matemático
Las cotizaciones de Bolsa, además de a otras variantes, están sujetas al cálculo de probabilidades.
Imagínese que reciben en el espacio de seis semanas, seis cartas prediciendo el comportamiento de
un valor de Bolsa, por ejemplo, las acciones ficticios de MUY INTERESANTE. En todas ellas, correctas.
Esa impresionante agencia de Bolsa que cuenta con los ordenadores más potentes le anuncia en una
séptima carta que si quiere seguir recibiendo más cartas aconsejándole donde invertir deberá pagar
100.000 pesetas. ¿Les mandaría el dinero?
Es probable que muchos picarían en este timo bursátil tan simple como efectivo. Imagínese ahora que
es usted la agencia. Compra un buen papel y envía 32.000 cartas a clientes potenciales. A la mitad les
dice que las acciones de MUY INTERESANTE subirán y a la otra mitad, que bajaran. Pase lo que pase
en la Bolsa, usted habrá acertado con 16.000. Olvídese de los que recibieron la predicción fallida y
concéntrese en los otros. Divida esos 16.000 en dos mitades y haga lo mismo. A unos les dice que
subirán y a otros que bajaran. Siguiendo esta estrategia puede suceder que 500 personas hayan
recibido seis predicciones acertadas. Cuando les envié la séptima carta pidiéndoles 100.000 pesetas lo
raro será que no acepten. Y 500 personas a 100.000 pesetas son 50 millones limpios.
Mensajes secretos
La gran revolución se dio en 1975 cunado dos ingenieros electrónicos de la Universidad de
Stanford, Whitfield Diffie y Martin Hellman, sugirieon el primer concepto nuevo en criptografía
desde el tiempo de los griegos. Hasta entonces todo se basaba en una clave que permitia
tanto cifrar como descifrar el mensaje. En el nuevo esquema, llamado criptografía de clave
publica, existen dos claves: una de cifrado, que es conocida por todos y otra de descifrado, que
es secreta. Si alguien necesita recibir un mensaje cifrado solo tiene que crear amabas claves y
enviar por la red solo la de cifrado.
Esta fue idea genial de Diffie y Hellman: sugerir que una manera de diseñar sistemas
criptográficos seguros era utilizando problemas computacionalmente intratables, esto es,
aquellos que un ordenador tardaría millones de años en resolver. Pero ¿Cuáles son?
En la actualidad el método más utilizado es el llamado RSA, desarrollado en 1977 por Ronald
Rivest, Adi Shamir y Leonard Adleman. Este sistema se basa en que no existe un algoritmo
suficientemente eficiente para factorizar grandes números primos. Los ordenadores más
potentes del mundo tardarían muchísimos años en reventar una clave basada en la
factorización. Sin embargo, Internet ha venido a cambiar las tornas. ¿Para qué construir
ordenadores cada vez más grandes si a través de la red tenemos acceso a cientos de miles de
ellos y entre todos constituyen un gigantesco ordenador? Fue así como se consiguió romper el
RSA.
Dinámica de fluidos
Otro de los problemas que sería intratable sin la ayuda de la matemática computacional
generada por los ordenadores es el movimiento de los fluidos, ya sean líquidos o gases.
Predecir cómo se va a mover el agua por una tubería o la sangre por las arterias es un arte
considerablemente difícil y que tiene una gran importancia. Una de las técnicas que se ha
desarrollado con más rapidez en las últimas décadas, gracias al aumento en la potencia de
cálculo de los ordenadores, es la llamada dinámica de fluidos computacional. Las leyes físicas
que gobiernan el movimiento de los fluidos son bien conocidas, pero las ecuaciones que las
traducen al lenguaje matemático son complejas y solo se pueden obtener soluciones exactas
en un puñado de casos tan simples que no sirven para mucho. Los matemáticos bautizaron
esas ecuaciones con el enigmático nombre de ecuaciones diferenciales no lineales en
derivadas parciales.
Debido a esta complejidad inherente, si se quiere conocer cuál va a ser el comportamiento de
un fluido en unas determinadas circunstancias, científicos e ingenieros han acabado siempre
haciendo experimentos. Claro que en ocasiones no es posible llevarlos a cabo, porque no
podemos crear una tierra para estudiar la atmosfera ni inventar un rio para saber cómo
funcionan los embalses. Por eso, la manera de atacar estos problemas es mediante modelos
de ordenador que resuelvan esas intratables ecuaciones.
En el interior del planeta
Un problema parecido lo tiene la sismología cuando estudia la propagación de las ondas
sísmicas y, a partir de estas, trata de elucidar como es el interior de nuestro planeta. Para
conseguirlo, los especialistas solo se valen de medidas sísmicas realizadas en la superficie. Esto
les ha obligado a desarrollar modelos teóricos que reproduzcan la propagación de las ondas
sísmicas por el interior de la tierra. Como en el caso de los fluidos, las ecuaciones e conocen
desde hace más de cien años pero para ellas no existen lo que los matemáticos llaman
soluciones analíticas, esto es una formula en la que solo se tenga que sustituir los datos para
obtener el resultado apetecido. Su resolución pasa por técnicas numéricas, por el uso de
ordenadores. De esta forma, la solución no es más que una ingente cantidad de números que
describen, en cada momento, el estado de cada punto de la corteza o del interior de la tierra.
Por supuesto, es obvio que las técnicas numéricas dependan de la capacidad de los
ordenadores para realizar las cuentas necesarias. Las ecuaciones son lo suficientemente
complicadas como para requerir los ordenadores de los grandes centros de
supercomputación del mundo. De hecho, los avances realizados en sismología los últimos años
han sido posibles gracias al concepto de computación en paralelo: en lugar de realizar las
operaciones en orden, una tras otra, se dispone de diferentes ordenadores que se reparten la
tarea asignada. Un símil puede ser la cadena de montaje de un coche. En lugar de tener una
única serie donde se construya todo el automóvil, se disponen de varias que van montado
diferentes partes de él y al final se juntan los resultados obtenidos.
Si líquidos y solidos presentan problemas a la hora de resolver las ecuaciones que rigen su
comportamiento, no menos problema van a dar los gases. Un litro de aire un día de primavera
contiene unos 20.000 trillones de moléculas: querer describirlo estudiando el comportamiento
de cada una de ellas es prácticamente imposible. Para hacerlo, se emplean métodos
estadísticos que permiten obtener relaciones entre las propiedades de las moléculas
individuales – energía, velocidad…- y las propiedades del gas como un todo – presión,
temperatura…-. En estos estudios se pusieron las bases de la rama de la física sin la cual sería
imposible comprender cosas tan dispares como la estructura interna de las estrellas y los
superconductores: la física estadística.
El polen es influenciable
Esta rama científica tiene multitud de aplicaciones, desde las propiedades eléctricas y
magnéticas de los materiales a los rayos cósmicos. Pero quizá lo más espectacular son las
transiciones de fase: el paso de la materia de un estado a otro, por ejemplo, de gas a líquido o
un cristal que cambia de forma. Estos cambios, repentinos y acentuados, son uno de los
problemas más difíciles pero más interesantes de resolver de la física estadística.
Otro es el de los procesos estocásticos, aleatorios, como el movimiento que realiza una
partícula de polen en el agua, llamado movimiento browniano. El polen esta sujeto tal número
de influencias, principalmente colisiones con otras moléculas del agua, que constituye la mejor
muestra de movimiento errático
Es aquí donde aparece una conexión impensable entre física y economía. El mercado también
está sujeto a un número muy alto de influencias, todas ellas impredecibles, que hacen
imposible prever su evolución futura. ¿Puede establecerse una relación entre ambas
disciplinas? Si. En 1900 el matemático francés Bachelier descubrió la teoría del movimiento
browniano a propósito de las fluctuaciones de la Bolsa. Pero este trabajo quedo olvidado hasta
que en los años 60 y, sobre todo, a partir del trabajo de Black y Scholes de 1973, en el que
introdujeron métodos estocásticos para describir actividades financieras como el mercado de
opciones, se asistió a un renovado interés por esta curiosa relación. N deja de ser fascinante
que investigar el comportamiento de un gas sirva para evaluar los riesgos a los que se
enfrenta un banco en el mercado mundial.
Y ahora veamos un problema ya clásico; la policía ha capturado a dos ladrones que mantienen
incomunicados, cada uno en una habitación. Los criminales tienen dos opciones: implicar al
otro o callarse. Si ninguno confiesa, a ambos les caerá un año de cárcel. Si una confiesa pero
el otro no, el primero saldrá libre y al otro le caerán 15 años. Si ambos confiesan, estarán en
chirona 10 años. ¿Qué hacer? Esta situación, conocida como el dilema del prisionero,
representa el comienzo de la teoría de juegos, desarrollada por el matemático John von
Neumann, considerando por muchos como el hombre más inteligente de este siglo (con seis
años dividía mentalmente dos números de ocho cifras y bromeaba con su padre en griego
clásico).
Armamentos y aranceles
En la teoría de juegos, de amplio uso en economía, el dilema se debe estudiar siguiendo el
equilibrio de Nash: cada jugador ha de responder con la mejor estrategia posible teniendo en
cuenta las de los otros jugadores. En definitiva, suponiendo que se la táctica que van a seguir
mis contrarios, ¿es la mía mi mejor elección? En el caso de prisioneros, la mejor estrategia es,
paradójicamente, chivarse. Si uno confiesa y el otro se calla, sale libre el que confiesa. Luego la
mejor respuesta a que el otro se calles es confesar. De igual modo, si el otro se chiva, la
estrategia optima es chivarse también, porque si no, pasa cinco años más en la cárcel.
Estas situaciones suelen darse también en la vida real. La escalada de armamentos responde,
en gran medida, a un dilema del prisionero, al igual que los aranceles para los productos, así, y
a pesar de que la economía más simple enseña que la mejor forma de progreso es el mercado
no arancelario, el dilema del prisionero revela que eso no sucederá. En este caso, el hecho de
chivarse es lo mismo que en el otro poner aranceles.
Las herramientas de la teoría de juegos sirven para una amplia variedad de problemas, tales
como por que las gasolineras tienden a agruparse en lugar de estar distanciadas o por que las
compañías podrían hacer más dinero uniendo varios productos en unos solo (como hizo
Microsoft al unir Windows e Internet Explore). Las aplicaciones directas de las matemáticas al
mundo real han hecho expresar a más de uno que, desde que las conoce, nunca ha vuelto a
mirar a un supermercado de la misma forma que antes.
Como me lo factoriciaria yo
Seguro que todos recordamos, de nuestros tiempos de colegio, los ejercicios de factorización o
descomposición de numero primo en producto de factores que también sean números primos. Por
ejemplo, 15 es el producto del 3 y del 5 (ambos, primos). Factorizar números se convierte en algo casi
imposible cuando el número es grande, por ejemplo, 4.294.967.297, producto es 641 por 6.700.417,
dos números primos y precisamente el quinto numero de una serie que invento Fermat.
Con tal despliegue de pirotecnia matemática uno se pregunta par que sirve perder el tiempo
factorizando números. Pero bancos, tarjetas de crédito y ministerios de defensa encrípta sus dedos
con códigos basados en los factores de grandes números. Si alguien descubre una forma rápida de
hacerlo podría saltarse los controles de seguridad de todas esas organizaciones y provocar un lio
mayúsculo. Por eso, cualquier descubrimiento relacionado con la factorización se convierte enseguida
en cuestión de seguridad nacional.
Mapa de los cuatro colores
Cuantos colores son necesarios para iluminar un mapa arbitrario, de modo que nunca dos regiones
colindantes sean del mismo color? Para resolver estos problemas se debe evitar una confusión y una
tentación. La confusión es equivocar esta pregunta con otra mucho más sencilla y ya resuelta que dice
que es imposible dibujar un mapa de cinco regiones en las que cada región sea adyacente con las
otras cuatro –las que están en contacto por un único punto no se consideran colindantes-. La
tentación es ir dibujando regiones e ir coloreándolas, hasta llegar a un punto en que se necesite un
quinto color. En este caso, debemos coger otro papel, dibujar las mismas regiones sin pintaras, y
ordenarlas de manera diferente sin necesitar ese quito color.
La solución a esta fascinante problema se encontró en 1976. Los matemáticos Appel y Haken lo
demostraron tras 1.500 horas de computadora, con lo que el teorema de los cuatro colores se
convirtió en el primer teorema matemático que se demostró utilizando un ordenador, ofreciendo una
prueba que no podía ser verificada directamente, con lápiz y papel, por otros matemáticos. Algo ha
cambiado en la matemática desde entonces.
La tragedia de un Pionero
En 1827, recién cumplidos los 16 años, el francés Evariste Galois ya sabía lo que sus maestros
ignoraban: que era un genio en matemáticas. Sin embargo, su carrera hacia la gloria científica iba a
ser más duro de lo que imaginaba. Primero, varios intentos fallidos de entrar en la Escuela Politécnica
en París; luego, una gafada relación con prestigiosos matemáticos de la época, como Cauchy o
Fourier, especialistas en hacer desparecer sus obras y artículos. Más tarde, la tragedia de ver como su
padre, acorralado por la culpa de una serie de intrigas clericales, se suicidaba.
Su perseverancia, no obstante, le sirvió para pasar a la historia como el primer gran exponente de la
teoría de grupos, lo que constituye uno de los hitos de la matemática de todos los tiempos.
La vida de Galois fue tremenda hasta el final: murió tras batirse en duelo a la temprana edad de 20
años. Jamás alguien tan joven ha hecho un trabajo tan fundamental para el desarrollo de las
matemáticas.