Cristo Arte
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Cristo Arte
1
RUS TABERNERO, L., Evolución iconográfica de la imaginería del Crucificado en
España. Córdoba 2004.
2
MARTÍN GONZÁLEZ, J. J., Escultura barroca en España. Cátedra, Madrid 1983, pp.
117 y ss.
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A caballo entre dos siglos hay que situar las obras populares de papelón, de
corpulenta presencia y porte tardorrenacentista, destinadas a la predicación de
las órdenes mendicantes, particularmente la de los franciscanos, sobresaliendo el
escultor Juan de Rigusteza (o Juan de Aguilera -del que poco o nada se sabe),
autor del desaparecido Cristo del Consuelo de Cieza (1601) y a quien cabría
adscribir- o a su obrador- el Cristo de la Reja y el Cristo de la Sangre de los
descalzos de Jumilla, elaborados en pasta de celulosa y lino, y el Cristo de
las Eras de Carcelén (Albacete), de similar impronta y época, que iniciarán
la transición hacia el barroco.
3
BELDA NAVARRO, C., y HERNÁNDEZ ALBADALEJO, E., Arte en la Región de
Murcia: De la Reconquista a la Ilustración. Editora Regional (Colección Monografías
Regionales, nº 6), Murcia 2006, p. 171.
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4
BELDA NAVARRO, C., y HERNÁNDEZ ALBADALEJO, E., o. c., 252.
5
PÉREZ SÁNCHEZ, A. E., Murcia. Arte. Fundación Juan March (de la colección
“Tierras de España”). Madrid 1976, p. 228; SÁNCHEZ ROJAS-FENOLL, Mª C., El escultor
Nicolás de Bussy. Universidad de Murcia 1982.
6
BELDA NAVARRO, C., y HERNÁNDEZ ALBADALEJO, E., op. cit., p. 271.
7
Ibidem, p. 394; RAMALLO ASENSIO, G., “Salzillo”. Cuadernos de Arte Español. Vol.
84, Historia 16, Madrid, 1993, pp. 26-27.
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8
MELENDRERAS GIMENO, J. L.: El escultor murciano Roque López (1747-1811), discípulo
de Francisco Salzillo. Sus obras para Murcia y su provincia. CAM, Murcia 2010, pp. 63-64.
9
MELENDRERAS GIMENO, J. L.: Escultores murcianos del siglo XIX. CAM, Murcia
1996, p. 118.
10
Ibidem, p. 154.
11
PÉREZ SÁNCHEZ, A. E., o. c., 330.
12
Ibidem, p. 331.
ESCULTURA E ICONOGRAFÍA DE CRISTO CRUCIFICADO EN JUMILLA 803
2.1. Los crucificados del Convento franciscano de Santa Ana del Monte
Mentan las crónicas que fueron tres los Cristos crucificados que se trajeron al
Convento franciscano de Santa Ana del Monte (cenobio de “colmado historial
milagrero” ubicado en la umbría del collado de Santa Ana a las faldas del
Picacho y a seis kilómetros de distancia de Jumilla) a principios del siglo XVII,
de los que se cuenta que uno de ellos jamás llegó: Dos se corresponden con
el “Cristo de la Reja” y el “Cristo de la Sangre” (o del Padre Mancebón); y un
tercero –que quizás fuese destinado para la sacristía de la iglesia conventual-, el
denominado “Cristo de Jumilla”, que hoy se halla en la Ermita del Cristo de
las Eras, de la localidad de Carcelén (Albacete) y que se sacaba durante la
predicación de la Cuaresma. Dicen allí, en Carcelén –según recoge Ángel Oliver-
que el “Cristo de las Eras” hizo noche en una era camino de Jumilla hace muchos
años, y que a la hora de reanudar la marcha no hubo forma humana capaz de
despegarlo de la dura tierra en que le habían dejado. Sobre aquélla era se
alzó una ermita y allí sigue el Cristo, “donde quiso quedarse”14. [Algo similar
aconteció –debemos añadir- con el “Cristo del Consuelo”, obra de papelón de
hacia 1601, del escultor Juan de Rigusteza (o Juan de Aguilera), ya desaparecida,
que existió en la vecina localidad de Cieza, del que se refiere que cuando era
conducido en una carreta tirada por una yunta de bueyes, las bestias que
transportaban la imagen de Cristo crucificado se obstinaron en no continuar
el camino, y en aquel lugar quedó el Cristo y se erigió una capilla].
13
MELENDRERAS GIMENO, J. L.: Escultores murcianos del siglo XX. Ayuntamiento,
Murcia 1999, pp. 21-24, 105-119, 134-164, 381-390, 474-477 y 494-518.
14
OLIVER, Á., Crónica y guía de las provincias murcianas. Espasa Calpe, S.A., Madrid
1975, p. 504.
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15
DELICADO MARTÍNEZ, F. J., “El Convento de Santa Ana del Monte de Jumilla. Una
fundación franciscana del siglo XVI”, en Monjes y monasterios españoles (Actas de las
ponencias y comunicaciones del Simpósium). Instituto Escurialense de Investigaciones
Históricas y Artísticas, San Lorenzo del Escorial 1995, vol, I, p. 1241.
16
VERDÚ FERNÁNDEZ, A., “Santa Ana del Monte y el Cristo de la Reja”. Revista-
Programa de Semana Santa de Jumilla-2009. Junta Central de Hermandades de Semana
Santa, Jumilla 2009, pp. 143-148.
ESCULTURA E ICONOGRAFÍA DE CRISTO CRUCIFICADO EN JUMILLA 805
17
MARÍN TORRES, Mª T., “Cristo de la Sangre o del Padre Mancebón”, en Splendor
Fidei: 250 años del Cristo amarrado de Francisco Salzillo (Jumilla). (Catálogo de la exposición
celebrada en la Sala de Verónicas de Murcia, 19 septiembre – 15 0ctubre 2006). Consejería de
Educación y Cultura, Murcia 2006, pp. 110-111; NAVARRO SORIANO, I., Escultura de la Pasión
en Jumilla, 1583-2005. Junta Central de Hermandades de Semana Santa, Jumilla 2006, p. 194.
18
VERDÚ FERNÁNDEZ, A., “Jumilla. Acto de presentación del Stmo. Cristo de la
Sangre”. Periódico semanal Canfali. Jumilla, miércoles 22 de noviembre de 2000, p. 6
19
DELICADO MARTÍNEZ, F. J., o. c., pp. 1218 y 1244.
806 FRANCISCO JAVIER DELICADO MARTÍNEZ
20
DELICADO MARTÍNEZ, F. J., o. c., 1235.
21
FLORES ÁLVAREZ, A., “Crucificado, de Francisco Salzillo” [Ficha catalográfica].
Splendor Fidei: 250 años del Cristo amarrado de Francisco Salzillo (Jumilla). (Catálogo de
la Exposición celebrada en la Sala de Verónicas. Murcia, 19 de septiembre – 15 de octubre de
2006). Consejería de Educación y Cultura, Murcia 2006, pp. 124-125.
22
BELDA NAVARRO, C., y HERNÁNDEZ ALBADALEJO, E., Arte de la Región de
Murcia. De la Reconquista a la Ilustración. Editora Regional, Murcia 2006, pp. 393-394.
23
BELDA NAVARRO, C., “El Cristo de la Agonía”, en La Luz de las Imágenes. Semblantes de
una vida. (Catálogo de la Exposición celebrada en Orihuela, 2003). Generalitat Valenciana, Valencia
2003, pp. 538-539.
ESCULTURA E ICONOGRAFÍA DE CRISTO CRUCIFICADO EN JUMILLA 807
24
BELDA NAVARRO, C., “Mito y realidad de una Edad de Oro (1700-1805). El gran
siglo de la Escultura Murciana”. Historia de la Región Murciana. Ediciones Mediterráneo,
Murcia 1980, vol. VII, p. 458.
25
SÁNCHEZ PEÑA, J. M., “Aportaciones en la obra de Salzillo”. IMAFRONTE.
Universidad de Murcia, Departamento de Historia del Arte, 2 (1986) 183-189; BELDA
NAVARRO, C., Francisco Salzillo. La plenitud de la Escultura. Murcia 2001, pp. 80-81;
DELICADO MARTÍNEZ, F. J., “Francisco Salzillo y sus obras escultóricas en Jumilla”.
Archivo de Arte Valenciano. Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, Valencia 2007,
pp. 248-249.
26
MELENDRERAS GIMENO, J. L., El escultor murciano José Planes Peñalver.
CajaMurcia - CAM, Murcia 1992, pp. 56-57; MELENDRERAS GIMENO, J. L., Escultores
murcianos del siglo XX. Ayuntamiento – CAM, Murcia 1999, pp. 55-56.
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crítico de arte José Francés27, y desde 1971 procesiona en los desfiles pasionarios
de la Semana Santa local. Recientemente, en 2007, la efigie ha sido restaurada
por el escultor Mariano Spiteri Sánchez, quien procedió a la fijación y consolidación
de los brazos del crucificado que presentaban grietas y se hallaban desencolados28.
[Debe añadirse en este punto que los crucificados de Planes encierran unos
rasgos muy peculiares dentro de una escultura tradicional -la religiosa- de
muy digna calidad, aunque carente de originalidad y deseo de renovación,
hecho que no ocurre con su obra profana].
27
“Homenaje a José Planes”. Diario La Verdad. Murcia, miércoles, 13 de marzo de 1946, p. 3.
28
DELICADO MARTÍNEZ, F. J., “Plástica escultórica contemporánea: José Planes y su
obra de imaginería en Jumilla”. Revista-Programa de Semana Santa, Jumilla-2010. Junta
Central de Hermandades de Semana Santa, Jumilla 2010, pp. 102-103.
29
DELICADO MARTÍNEZ, F. J., “La Iglesia mayor de Santiago Apóstol, de Jumilla
(Murcia): Espacio arquitectónico, patrimonio artístico y liturgia (y II)”. Archivo de Arte
Valenciano. Valencia XCI (2010), en prensa.
30
Las manifestaciones devocionales al “Cristo de la Salud”, que suele dar título en
diversas poblaciones a patronazgos, templos, ermitas y cofradías, y que en muchos lugares es
el equivalente al Cristo de la Fe, parten en España del siglo XVII, siendo patrono de diversas
localidades y guarda una relación muy directa con los contagios de las epidemias del cólera y
de la peste en tiempos pasados en que se ponían las gentes bajo su protección.
31
DELICADO MARTÍNEZ, F. J., “Arquitectura Barroca en Jumilla: La Iglesia del
Salvador”. Archivo de Arte Valenciano. Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, (Valencia),
LXXXIX (2008) 96-99.
ESCULTURA E ICONOGRAFÍA DE CRISTO CRUCIFICADO EN JUMILLA 809
32
DELICADO MARTÍNEZ, F. J., “Manifestaciones artísticas de la devoción a la Salud en el
sureste español [Jumilla y Yecla]”. Actas del Primer Congreso Nacional de la Advocación de la Salud
(coord.. de Juan Aranda Doncel). Ayuntamiento, Aguilar de la Frontera (Córdoba) 2005, pp. 463-466.
33
NAVARRO SORIANO, I., “Aproximación al Cristo de la Salud”, y TÉVAR GARCÍA,
J., “Una escultura genovesa en Jumilla: El Cristo de la Salud”, en 25 aniversario de la refundición de
810 FRANCISCO JAVIER DELICADO MARTÍNEZ
La imagen fue intervenida entre octubre de 1989 y marzo de 1990 por los
restauradores Raimundo Cruz Solís, Isabel Pozas Villacañas y Carlos Pereira,
quienes durante su estancia en Jumilla, mientras intervenían el retablo de los
Ayala de la Iglesia mayor de Santiago, aconsejaron trasladar al “Cristo de la
Salud” a Madrid al estudio-taller de la Conferencia Episcopal Española,
procediendo allí dichos facultativos a diversas fijaciones de la pieza (particularmente
los brazos con nuevas espigas de madera, que se hallaban desencolados, y
los clavos) limpieza de la superficie, fijación y reintegración de la policromía, y
barnizado final como protección.
Una nueva cruz restituyó hacia 1890 a la original del Cristo de la Salud
por el mal estado en que se hallaba, admitiéndose que los travesaños estarían
atacados por xilófagos, siendo costeados los gastos por la familia de Isabel
Gutiérrez Rodríguez, madre del cura ecónomo del Salvador, Juan Manuel
Pérez Gutiérrez, que se puso bajo la protección de este Cristo y que, en acción
de gracias y por haber librado a su hijo del contagio de la epidemia del cólera en
1885 al ejercer el ministerio sacerdotal, sufragó la misma.
Varios son los Cristos crucificados que, con el fin de fomentar y engrandecer
los desfiles pasionarios de la Semana Santa de Jumilla y tras ser ésta declarada
Fiesta de Interés Turístico Nacional por el Ministerio de Economía en 26 de
noviembre de 2003, han sido encargados por las diferentes cofradías y hermandades
a reconocidos escultores en época contemporánea y que permanecen albergados
en sedes de asociaciones y “museos” semanasanteros.
un paso procesional que fue realizado por encargo de la Cofradía del Rollo y
evidencia a Longinos a caballo (tardía hechura del taller de Planes, ca. 1972) en
el momento en el que con una lanza se dispone a atravesar el costado de Jesús.
Francisco Salzillo, hizo aflorar y sirvió para dar a conocer al gran público
diversas imágenes de Cristo crucificado que cabría incluir dentro de las series
dedicadas a cruces alzadas y procesionales, que conservan cofradías, hermandades
y particulares, y cuyas fichas catalográficas se insertan en el catálogo de la
muestra que se publicó al efecto, redactadas por la investigadora local Isidora
Navarro Soriano.
De entre las que fueron expuestas, traemos a colación por su interés artístico,
y siguiendo un orden de antigüedad, las siguientes hechuras:
35
NAVARRO SORIANO, I., Escultura de la Pasión en Jumilla, 1583-2005. Junta Central
de Hermandades de Semana Santa, Jumilla 2006, pp. 186-188; NAVARRO SORIANO, I., “Cruces
alzadas y orfebrería”, en Fides Pópuli (La fe del pueblo). (Catálogo de la exposición celebrada en el
Museo Municipal de Jumilla, diciembre de 2006 - enero de 2007). Ayuntamiento, Jumilla 2006, pp.
78-79.
36
NAVARRO SORIANO, I., “Cruz procesional” (Ficha catalográfica). Splendor Fidei o. c.,
pp. 82-83.
ESCULTURA E ICONOGRAFÍA DE CRISTO CRUCIFICADO EN JUMILLA 813
Por último, destacar una reciente obra contemporánea, muy cuidada, del
imaginero Francisco Berlanga de Ávila –ya citado en otro lugar de este estudio- y
perteneciente a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno: La talla de un Cristo
Crucificado (1992), con unas dimensiones de 100 x 60 cm., perteneciente a una
cruz procesional38 (que luce en los extremos de los brazos puntales metálicos
que fueron añadidos con posterioridad por decisión de los miembros de la
cofradía), y que es trasunto del “Cristo de la Expiración” (El Cachorro), obra
barroca concertada al sevillano Francisco Antonio Gijón en 1682 y conservada en
la Capilla del Patrocinio, de Sevilla. Con mirada (la de Cristo) puesta en el
Laocoonte y con un cuerpo alargado de trepidante estética barroca, el minúsculo
paño cordelífero de oquedades y quebraduras conforma un agitado oleaje de
pliegues, y posee como variante del arquetipo de Gijón la sustitución en los
pies –paralelos- de un clavo por dos, con policromía de acabado brillante. La
triangulación de los brazos colgados respecto del travesaño horizontal del
madero agudiza aun más si cabe, a la vista del espectador, el momento final
del Cristo.
37
Ibidem, pp. 76-77.
38
Ibidem, pp. 84-85.
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Por último, no hay que olvidar y debe de considerarse que muchas de las
obras devocionales descritas (pasos e imágenes, muchas de ellas de interés
histórico y valía artística) fueron posible con el resurgir de las cofradías
penitenciales de la Pasión de Cristo en pasados siglos que cubrirán en todo
tiempo las necesidades espirituales y materiales, caminando inseparablemente
cofradía e imagen, habida cuenta que la terrible historia de su final constituye el
repertorio.
39
PORTELA SANDOVAL, F. J., “Presentación” a la obra de BONET SALAMANCA,
A.: Escultura procesional en Madrid (1940-1990). Instituto de Estudios Madrileños, Madrid
2009, p. 11.
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