Neurologia en Esquemas Fustinoni - PDF
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en esquemas
2ª edición
Federico Pérgola
Profesor Consulto de Medicina Interna de la Facultad de Medicina
de la Universidad de Buenos Aires
Académico Correspondiente de la Academia Nacional
de Ciencias de Buenos Aires
Ex Presidente de la Sociedad Argentina de Neurogeriatría
6 panamericana
BUENOS AIRES - BOGOTÁ - CARACAS - MADRID - MÉXICO - SÁO PAlJLO
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1an11cn10' farmacológicos. Lo' ¡iutorc' Je e\la ohra han verificado 1oda la 1nformacuín con fuence' confiables A Osvaldo Fustinoni (1909-2000), Maestro de la Medici11a,
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la inspección y las maniobras específicas. El interrogatorio permite determinar la XII. Hipogloso. Su exploración se realiza por la inspección y la palpación del
presencia de diplopla (visión doble). La inspección permite observar la situación trofismo de la lengua, la búsqueda de movimientos involuntarios en ella y or-
de los párpados, la simetría de los globos oculares o la inclinación compensado- denando al paciente que efectúe diversos movimientos: sacar la lengua, llevar-
ra de la cabeza. Para el examen de la motilidad extrínseca del ojo se le pide al pa- la hacia distintos lados, etc.
ciente que, sin mover la cabeza, siga con la vista la punta del dedo del observa-
dor, que éste desplaza lateralmente de lado a lado y luego verticalmente de arri-
b_a hacia abajo; en el extremo terminal del movimiento y con la mirada del pa- MOTILIDAD
aente en esa posición, se efectúa una pausa para verificar si se produce 111stag11w.
D~ben compararse el diámetro de ambas pupilas, su tamaño, la forma y la re- La exploración de la motilidad comprende varias etapas sucesivas: 1) explo-
gulandad. La reacción de las pupilas a la luz (reflejo fotomotor) se investiga ilu- ración de la motilidad activa o voluntaria; 2) de la fuerza muscular; 3) de lamo-
minando cada ojo en forma directa mientras el otro permanece tapado. En con- tilidad pasiva, o sea del tono muscular; 4) de la coordinación muscular o taxia;
diciones normales, la pupila se contrae con la luz y se dilata en la oscuridad. A 5) de los reflejos; 6) del trofismo muscular; 7) de los movimientos involuntarios.
continuación se explora la reacción a la acomodación y la convergl'ncia, para lo Examen de la motilidad activa voluntaria: es la que realiza el sujeto per se. Se ex-
cual el exam inador aproxima un dedo desde una distancia dt' un metro hasta plora ordenándole al paciente que efectúe movimientos activos específicos pa-
pocos centímetros de la nariz del paciente, observándose, con IJ convergencia ra cada grupo muscular: por ejemplo, en la mano, juntar y separar los dedos,
ocular, la contracción pupilar correspondiente. Por último se investiga el reflejo flexionarlos y extenderlos, tocar la yema del pulgar con la yema de los otros de-
consensual iluminando a lternativamente un ojo y observando e l o tro. dos, movimientos de oposición del pulgar; en la muñeca, flexión, extensión, in-
V. Trigém ino. Se explora la sensibilidad de la cara mediante el tacto, e l pin- clinación sobre el radio y sobre el cúbito; y así sucesivamente con los diversos
chazo (dolor) y la temperatura. Se investiga en ambos ojos el reflejo córneo, y grupos musculares de la economía. Lns maniobras de Mingazzini y Barré com-
también el reflejo mascterino. Se palpan los músculos masetero y temporal pletan el estudio de las perturbaciones de la motilidad.
mientras e l paciente mantiene los maxilares fuertemente cerrados. Se verifica la Fuerza 11111scular: se explora con el paciente ejecutando movimientos semejan-
fuerza del cierre de la boca solicitando al enfermo que apriete entre sus dien tes tes a los utilizados en la exploración de la motilidad activa, pero el examinador
un bajalenguas. En condiciones normales, la sensibilidad, los reflejos señalados sujeta el mie mbro que interviene en el movimiento oponiéndose a su realiza-
y la fuerza dC'I cierre de la boca deben estar conservados. ción. Esta exploración de la fuerza muscular se realiza en forma comparada en
VII. Facial. Se ordena al paciente que arrugue la frente, eleve las cejas, cierre uno y otro lado.
los ojos con fuer7a, muestre los dientes, desvíe las comisuras bucales, sople y Las alternciones de la motilidad comprenden la paresia y la parálisis. La parálisis.
silbe. Se observa si existe asimetría de los rasgos faciales, para lo cual se repara es la abolición del movimiento correspondiente; la paresia consiste en un grado
en la abertura palpebral de uno y otro lado, en la ausencia de pliegues fronta- menor y se evidencia por la disminución de la fuerza muscular.
les, en el borramiento de uno de los surcos nasogenianos, en la simetría del ori- Las parálisis, de acuerdo con su topografía, se denominan: hemiplejía (pérdi-
ficio bucal cuando el enfermo muestra los dientes, etc. El sentido del gusto co- da de la motilidad voluntaria de una mitad del cuerpo), monoplejía (parálisis li-
rrespondiente a los dos tercios antenores de la lengua se investiga utili1:ando los mitada a un miembro), paraplejía (parálisis de ambos miembros inferiores) y rna-
cuatro sabores: amargo, dulce, salado v ácido. driplejía (parálisis de los cuatro miembros). Si se deben a una lesión que se asien-
VIII. Auditivo. Se exploran la ramá coclear (audición) y la vestibular (senti- ta en la neurona motora central, se denominan corticoespinales, mientras que
do del equi~ibrio). El interrogatorio nos permite investigar la pre!>encia de sorde- cuando se trata de lesiones de la neurona motora periférica, se designan con el
rn, /11ponc11s1a o parnarnsin, o bien la existencia de vértigo y ac1ífe11C1!'>. nombre de espinomusculares.
Para explorar la rama coclear el examinador aproxima un reloj o emite una La paresia o parálisis corticoespi11nl configura el denominado síndrome pirami-
v?; cuchicheada a cierta distancia de cada uno de los oídos del paciente. Tam- dal: paresia o parálisis polimuscular, hipertonía piramidal, hiperreflexia profun-
b1en se llevan a cabo las pruebas de Weber, Schwabach y Rinne utilizando el da con arreflexia superficial, clonus y signo de Babinski. La paresia o parn?isis es-
diapasón. pinomuscular tiene la característica, en cambio, de que puede afectar a músculos
Para l~ rama vestibular se debe investigar el nistagmo espontáneo y provo- aislados y por hipotonía o flaccidez, arreflexia profunda, atrofia muscular y au-
cado, el signo de Romberg, la desviación del índice de Bárány y la marcha. sencia del signo de Babinski.
IX. Glosofarí~geo. Se explora la sensibilidad gustativa del tercio posterior de
la lengua, investigando los cua tro sabores: amargo, dulce, salado y ácido; y la
contracción de la pared posterior de la faringe. TONO MUSCULAR
X._Neumogástri~o. Se explora º!denando al paciente que abra la boca y pro-
n_unctc In lctrn A mien tras se depnme la lengua con un bajalenguas; en condi- Se denomina tono muscular a l estado de semitensión del músculo volunta-
c1ones.~or_ma!cs, el velo d:l paladar se eleva simétricamente. Se completa la ex- rio determinado por un fe nómeno reflejo.
plorac1on_10v1tando al paciente a beber un vaso con agua. El examen de la larin- Se explora por medio de la inspección, la palpación y el examen de la moti-
ge se realiza escuchando la voz (nasal, bitonal) y por laringoscopia (movilidad lidad pasiva. A través de la inspección se observa la actitud que presentan los
de las cuerdas vocales). miembros y el relieve de las masas musculares. Mediante la palpación se apre-
XI. Espinal. Se explora por Ja inspección del cuello, buscando la simetría de cia la consistencia de los músculos. Las maniobras para el examen de la motili-
los hombros y las escápulas. Se examina la contracción del esternocleidomastoi- dad pasiva son: la prueba talón-isquion y su similar para el miembro superior
deo y del trapecio y se observa si hay fasciculaciones o no. y las pruebas de pasividad de André-Thomas. educap
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Clonus. Se denomina clonus a una serie de contracciones involuntarias, rítmi- (compromiso l~n_to de la neuro~a m?lora periférica o segunda neurona) o, mu-
cas, que se producen en un grupo muscular cuando se realiza una extensión chas veces, anticipando la atrofia misma.
brusca y pasiva de los tendones en forma sostenida. Si el clonus persiste mien- 7) Convulsiones. Son contracciones musculares bruscas, paroxísti~a~, a veces
tras dura la estimulación, se dice que es inagotable. El clonus se explora a nivel generalizadas y que de~plazan segmcn.t?s corpo.ral~;>· Pued~n ser torneas (con-
del pie, la rótula y la mano. tracción sostenida) o clonicas (contracc1on y relapc10n sucesivas).
8) Calambres. Son contraccio~es prolongadas y tónicas de m~sculos aislados,
por Jo habitual dolorosas. Se asientan de manera preferente a ruvel de la panto-
TROFISMO MUSCULAR rrilla y cesan durante el sueño.
9) Tics. Son movimientos de caráct~r convulsivo, evitables por Ja voluntad
El trofismo se explora mediante la inspección y la palpación. La inspección transitoriamente, que afectan a un mismo grupo muscular y se suceden, con
permite reconocer: a) alteraciones de la piel y faneras cutáneas, como atrofia, más o menos brevedad de tiempo, con características similares. Generalmente
presencia de ulceraciones o escaras, pigmentaciones, etc.; b) movimientos invo- remedan una mueca o expresión.
luntarios: fasciculaciones, o sea, movimientos involuntarios breves producidos 10) Miocimias. Son contracciones persistentes de haces de fibras musculares
por contracciones aisladas de los haces de fibras integrantes de un músculo; c) en músculos sin atrofia. Afectan por lo común al orbicular de Jos párpados. Ca-
deformidades articulares y fracturas espontáneas. La palpación explora la elas- recen de significado patológico.
ticidad y la humedad de la piel y el estado de las masas musculares y las arti- 11) Distonías. Son movimientos lentos, realizados contra resistencia de losan-
culaciones. tagonistas. Se asientan en cualquier parte y dan la impresión de trasuntar un es-
Las alteraciones del trofismo consisten en: a) atrofia de la piel (glossy ski11 o fuerzo intenso.
piel luciente); b) ulceraciones (mal perforante, úlcera de decúbito) y escaras; e)
ampollas o panadizos (panadizo analgésico de Morvan); d) atrofias musculares
(neuropáticas, miopáticas o por mecanismo reflejo); e) hipertrofias musculares SENSIBILIDAD
(enfermedad de Thomsen), y f) deformidades osteoarticulares.
La sensibilidad es la percepción de estímulos originados en el propio indivi-
duo o en el medio ambiente. En general, las condiciones propias de un buen
MOVIMIENTOS INVOLUNTARIOS examen de la sensibilidad son:
1) Requerir buena atención por parle del enfermo, explicándole previamen-
Constituyen movimientos ajenos a la voluntad del individuo, que general- te la forma en que deberá contestar tan pronto como experimente Ja sensación
mente desaparecen durante el sueño y se presentan en forma transitoria o per- consecutiva a la aplicación del estímulo.
manente. Se exploran a través de la inspección y recurriendo a maniobras espe- 2) El enfermo no debe ver lo que hace el médico al explorarlo. Para ello se le
cíficas. hace cerrar los ojos o se le cubre la vista.
Las características fundamentales de los movimientos involuntarios son: 3) La exploración deberá SN sencilla y metódica (cara, tronco y miembros), en
1) Temblor. Está constituido por sacudidas musculares de diferente amplitud, forma simétrica y scgmentaria, sin fatigar al paciente con sesiones prolongadas.
oscilatorias, rítmicas y de rápida sucesión, que se producen en ciertas partes del EJ examen comprende la exploración de la sensibilidad superficial y profun-
cuerpo, por lo general en los miembros superiores, pero también lo hacen en la da. La sensibilidad superficial incluye la táctil, la térmica y la dolorosa. La sen-
cabeza y en las extremidades inferiores. Deben observarse su amplitud (temblor sibilidad profunda incluye la sensibilidad a Ja presión (barestesia), a la aprecia-
fino o grueso) y la frecuencia de sus oscilaciones (rápido o lento). El temblor ción de pesos (barognosia), a la vibración (palestesia), al sentido de las actitudes
puede producirse en el reposo, y se designa temblor de reposo o estático, en el segmentarías (batiestesia) y al dolor profundo.
mantenimiento de una actitud determinada, temblor de actitud, o bien en el La sensibilidad táctil se explora mediante toques suaves con una torunda de
curso de los movimientos voluntarios, temblor intencional o cinético. algodón; Ja sensibilidad al dolor, con la punta de un alfiler, y la sensibilidad tér-
2) Movi111ie11tos coreicos. Son movimientos desordenados de gran amplitud, mica, por medio de tubos con agua fría y caliente.
irregulares, rápidos y sin finalidad aparente. Pueden abarcar todo el cuerpo o La barestesia se investiga ejerciendo presión en distintos sectores del cuerpo,
un 11emicuerpo (hemicorea). con la yema de un dedo, preguntando al enfermo en qué punto se ha presiona-
3) Discinesins bucolingualcs. Son movimientos lentos, estereotipados y continuos do más; la ba rognosia, mediante pesas de diverso valor; la palestesia, mediante
que afectan la lengua, los labios y Ja mandíbula. La discinesia bucolingual tardía un diapasón de 128 ciclos por segundo que, después de hacerse vibrar, se apli-
es aquella que aparece luego de tratamientos prolongados con ncurolépticos. ca sobre superficies óseas como la tibia o el sacro, verificando entonces si el pa-
4) Atetosis. Son movimientos lentos, como de reptación, observables única- ciente percibe la sensaci6n; la baliestcsia, movilizando un dedo de la extremi-
mente en los dedos de las manos y de los pies. dad del paciente, dejándolo en una posición determinada -arriba, abajo o a un
5) Mioclcmíns. Son contracciones bruscas y rápidas a nivel de un músculo o costado- y solicitando al sujeto que indique el sentido en que se lo movió y la
varios, que pueden causar desplazamientos del miembro o de un segmento de posición en que quedó.
él. Su presentación más frecuente es en los miembros inferiores, pero pueden La exploración de Ja sensibilidad se completa con la investigación del sen-
asentarse en cualquier parte. tido estereognósico, para lo cual el enfermo debe reconocer objetos por palpa-
6) rasciculariones. Son contracciones que abarcan solamente haces de fibras ción sin verlos. Se utilizan monedas, llaves, etc.; cuando el sentido está con-
musculares. Aparecen en músculos atrofiados o con paresia por lesión nerviosa servado, el paciente es capaz de describir correctamente el objeto. Finalmente,
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8 NEUROLOGÍA EN ESQUEMAS BREVIARIO SEMIOLÓGICO 9
la sensibilidad táctil epicrítica o discriminación táctil de dos puntos se explora Gnosia. Es la facultad de reconocer estímu los que obran por vías aferentes
mediante el compás de Weber con su abertura graduada, aplicando los extre- cerebrales en individuos con recepción primaria adecuada.
mos aguzados simultáneamente sobre la superficie cutánea. El paciente debe- Se examina la capacidad de reconocimiento de imágenes, formas, colores
rá decir sí percibe una o dos puntas. (gnosia visual); de tonos, melodías y son idos (gnosia auditiva), y la correspon-
Las alteraciones de la sensibilidad superficial consisten en: diente a la noción de esquema corporal (somatognosia).
a) A11estt•sin: abolición de la sensibilidad. La imposibilidad del paciente de reconocer dichos estímulos se conoce con el
b) Hipoestesia: disminución de la sensibilidad. término de ag11osin.
c) Hiperestesia: aumento de la sensibilidad.
d) Parestesias: sensaciones sin estímulo (p. ej., hormigueos, pinchazos, ador-
mecimientos). SIGNOS MENÍNGEOS
Las alteraciones correspondientes a la sensibilidad profunda consisten en su
disminución (p. ej., l1ipopalestesin) o en su abolición (apnlestesia). La rigidez de la nuca se explora mediante movimientos de extensión y fle-
Las alteraciones de la sensibilidad pueden agruparse característicamente en xión de la cabeza. Cuando se flexiona la cabeza del paciente, buscando la rigi-
síndromes sensitivos. Éstos son de dos clases: los de disocinciá11, en los cuales dez de la nuca, puede producirse un movimiento de flexión de los muslos (sig-
están ~ornprometidas unas formas de sensibilidad y respetadas otras, y los to- no dé Brudzinski). Cuando se eleva uno de los miembros inferiores extendidos
pográf1cos, que i,e hallan relacionados con la distribución de las alteraciones del paciente y se produce la flexión de la rodilla, se tiene el signo de Kernig, que
sens iti vas. también puede observarse cuando, al sentar pasivamente al enfermo, el exami-
nador se opone a la flexión de las rodi llas; si el signo existe, pese a esa oposi-
ción, el enfermo doblará las rodillas.
FUNCIONES MENTALES SUPERIORES
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10 NEUROLOGfA EN ESQUEMAS BREVIARIO SEMIOLÓGICO 11
La mielografía es útil, en caso de compresión medular, para establecer la altu- a veces, la confirmación o exclusión de una hemorragia meníngea o de un
ra de ésta y además determinar si es única o si existen otras a alturas diferentes. ~roceso tumoral con participación. meníng.ea. Está .c,ontraindicada en el caso de
Por otra parte, facilita la diferenciación entre una compresión extramcdular e in- lesiones supratentoriales no conocidas o hipcrtens1on cndocranean~.
tramedular. 4. Estudios biópsicos. La biopsia de nervio y músculo es de particular valor
El efecto Doppler es la valoración del flujo en un vaso determinado, mediante en el diagnóstico etiológico de ci~rtos cuadros ncuromuscul~es y sistémic<?s. La
la utilíLación de un haz ultrasónico y su interacción con la columna de flujo in- biopsia a nivel del sistema nervioso central, aun9ue excepcional, en ?~as1ones
travascular. De esta interacción se obtiene y se registra una imagen sónica que es importante en ciertas enferm~d~dcs dcgenerahv~s cu)'.'~ cuadro d~co ~u
varía según la columna se acerque o se aleje del punto en donde se aplica el haL chas veces no permite su diagnostico o para la confirmacion del tipo histologi-
ultrasónico, y con motivo de obstrucciones o malformaciones vasculares Algu- co de un tumor cerebral.
nos aparatos ofrecen la posibilidad de registrar un ecograma del vaso compro-
metido. Este método se utiliza en neurología para la valoración no invasiva de
estenosis u oclusiones arteriales de los vasos del cuello: arterias carótida primi- BIBLIOGRAFÍA
tiva, carótidas interna y externa, subclavia y vertebral.
El Doppler transcra11ea110 permite examinar las arterias carótidas, silvianas, ce- Brandt-Zawadzki M, Norman D. M.1gnetic n.'son.mcc imaging of the central nervous system.
rebrales anteriores y posteriores, las arterias vertebrales y el tronco basilar. El New York: Raven Press; 1987.
De Jong RN. The.ncurological examin,~tion. l l~•bcr ~; 1950: . • .
método emplea un Doppler pulsado bidireccional, que atraviesa el cráneo por Fustinoni O, Fushnoru O (h.), Fustino111 JC. &•m1olog1a del sistema nervioso. 13- ed. Buenos Ai-
las ventanas óseas temporales, orbitarias y el foramen magno. res: Editorial El Ateneo; 1997.
La a11giografía permite establecer la morfología del árbol vascular (presencia Landau WM. Strategy, tactics and accuracy in neurological evaluation. Ann Neurol
de placas ateromatosas ulceradas, estenosis, oclusiones), en un paciente afecta- 1990;27:86-7.
do de enfermedad isquémica cerebral. También permite la objetivación de una Mayo Clinic, Section of Ncu rology. Clinical cxamination in ncurology. 3..i ed. Philadclphia: WB
malformación vascular aneurismática o arteriovenosa, y precisar las caracterís- Saunders; 1971.
Taveras JM, Wood EH. Dingnóst ico neurorrad iológico. Buenos Aires: Editorial Médica Pana-
ticas de la vascularización de masas ocupantes cerebrales evidenciadas en la to- mericana; 1991.
mografía computarizada. La angiografía intravenosa por sustracción digital es Walton JN. Esscntials of ncurology. 4•h cd. London: Putnam Med ica!; 1975.
particularmente útil cuando sólo se desea explorar las arterias del cuello; para Wartenberg R. Thc cxamination of rcflexes. The Yl'ar 13ook Publishcrs; 1945.
el árbol intracraneano sigue siendo más útil la inyección intraarterial.
La angio:.;rafía por resonancia magnética (angiorresonancia), incorporada en los
últimos años, permite visualizar los vasos sanguíneos, tanto arterias como ve-
nas, sin la necesidad de administrar sustancia de contraste por vía intravascu-
lar, y resulta de particular importancia en el estudio de la patología vascuJoen-
cefálica.
2. Neurofisiología. La electroencefalografía adquiere especial importancia en
el diagnóstico de la epilepsia o en el estudio de otros estados convulsivos (cn-
cefalopatías de cualquier origen). La polisomnografía es útil para el estudio de las
parasomnias (alteraciones del sueño).
La electro111íografia se emplea en el estudio de los trastornos neuromusculares
determinando el diagnóstico de afectación de la motoneurona, radiculopatía,
neuropatía y miopatía; la detección de la velocidad de conducción motora y
sensitiva que permite la discriminación entre neuropatías que comprometen la
conducción axonal de aquellas que producen desmielinización, y el diagnóstico
de los cuadros miotónicos, seudomiotónicos, miasténicos y de ciertas manifes-
ta~iones. por atrapamiento o co~prcsión ne~viosa ..~n los cu.ad ros miasténi~os o
miasteniformes se recurre al metodo de eshmulac10n repetitiva y al estudio de
fibra única.
Los potenciales evocados se han revelado de particular utilidad en el estudio de
la esclerosis múltiple coadyuvando al diagnóstico de lesiones clínicamente ine-
xistentes; asimismo, en el estudio de disturbios auditivos y visuales de diversa
etiología.
3. Punción lumbar. La punción lumbar permite estudiar las características
del líquido cefalorraquídeo. Permite la confirmación de un proceso inflamato-
r!~ (meningitis, síndrome de Guillain-Barré, esclerosis múltiple, mielitis, vascu-
htis autoinmunes), la comprobación de anticuerpos específicos en el líquido
cef~l?'.raquídeo (borreliosis, síndrome de Garin-Bujadoux-Bannwarth, neu-
ros1f11ts, encefalopatía del SIDA, polineuritis parainfccciosa o posinfccciosa)
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Capít ulo 2
Enfermedades
de los pares craneanos
(con excepción de los neurooftalmológicos)
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14 NEUROLOGiA EN ESQUEMAS ENFERMEDADES DE LOS PARES CRANEANOS 15
r t
Tratamiento farmacológico
(empezar con carbamazepina) t
ojos, se observa que el globo ocular del lado paralizado se dirige hacia arriba
y adentro (signo de Bel/) e invitándolo a mirar hacia arriba, el globo ocular de
ese lado se eleva más que el del lado sano (signo de Negro). La comisura bucal
está desviada hacia el lado sano, desviación que se acentúa al comer, reír o ha-
blar. Si se le solicita que desvíe la boca no puede hacerlo o lo hace en un gra-
Control del dolor Sin control del dolor
't
Mantener un mínimo
de 1 mes r T<atam;eoto q";,o,g;'° l
do mucho menor en el lado paralizado con respecto al sano. La parálisis del
buccinador le impide soplar y silbar.
Las causas de la parálisis facial periférica son las siguientes: neuritis dia-
bé~ica, meningitis basales de evolución subaguda, compresiones por tumores
o infiltrados leucémicos, tumores del ángulo pontocerebeloso, síndrome de
Reducir progresivamente Mal estado general Buen estado general Ramsay-Hunt, traumatismos, otitis media o mastoiditis, entre otras. A veces
puede ser esencial.
t
' '
Desde el punto de vista terapéutico, en la forma esencial se ha sugerido el uso
Cirugía periférica Sin evidencia de Evidencia de de prednisona 1 mg/kg/día durante una semana o diez días, terapéutica que
compresión compresión otros han contraindicado. El cuidado del ojo, imposible de cerrar completamen-
y y te, debe hacerse con lágrimas artificiales u ocluyéndolo con gasa. Puede inten-
Cirugía en el Puede plantearse la tarse la rehabilitación kinésica.
ganglio de descompresión
Gasser microvascular . El pronóstico depende de la causa. Con la electromiografía suele tenerse una
idea aproximada. La esencial puede evolucionar hacia la curación en días o se-
Fig. 2-2. Pauta de tratamiento de la neuralgia del trigémino (según Peraire). manas, dejar una paresia persistente u originar un hemiespasmo facial.
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16 NEUROLOGÍA EN ESQUEMAS ENFERMEDADES DE LOS PARES CRANEANOS 17
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Capítulo 3
Neurooftalmología
Suministra el sentido de la visión. Las rnusns que lo lesionan están dadas por
las neuritis ópticas (bulbar y retrobu lbar), los tumores (glioma) y los traumatis-
mos. Los síntomas dependen de si se altera el tronco del nervio óptico o el resto
de la vía: quiasma, cintilla y radiaciones ópticas o lóbulo occipital. En el primer
caso se produce ambliopía o amaurosis nomolateral, en la que puede quedar
abolido el reflejo fotomotor del lado afectado y conservados el reflejo consensual
y el fotomotor del lado opuesto. La lesión del quiasma óptico da una hemianop-
sia heterónima (mitades ciegas distintas para el campo visual de cada ojo) bi-
temporal y se debe a tumores de la hipófisis, craneofaringiomas y meningiomas.
la binasal es de muy rara observación. Por último, toda lesión retroquiasmática
produce una hemianops ia homónima (lado., homólogos ciegos del campo vi-
sual de cada ojo) contralateral, designándose toda hcmianopsia de acuerdo con
la parte ciega del campo vbual y no con la parte de la retina que no ve. En el ca-
so de la hemianopsia homónima, las cn11sas más frecuentes que la producen es-
tán dadas por compresiones tumorales, lesiones inflamatorias y accidentes ence-
falovascularcs; finalmente, en la hemianopsia homónima por lesión del lóbulo
occipital, la visión central (111nrnlar) está conservada (véase fig. 3-1 ).
Las lesiones objetivables en el fondo de ojo pueden ser la neuritis óptica bul-
bar (papilitis) o retrobulbar, la atrofia del nC'rvio óptico y el edema de papila o
papiledcma.
La atrofia óptica primaria se caracteriza por l,1 decoloración de la papila, des-
apareciendo el color rosado de la mitad nasal y tomando toda la papila un co-
lor blanco azulino; la papila consNva sus límites netos. Otro tipo de imagen of-
talmoscópica da la atrofia óptica secundaria (a neuritis óptica o edema de pa-
pi la), que presenta los bordes pcripapilares borrados y la papila de color blan-
co. La atrofia primaria de papila se observa en c¡:¡sos de compresión por tumo-
res (glioma del nervio óptico), embolia de la ¡:¡rteria central de la retina, diabe-
tes, intoxicación alcohólico-tab.iquica, idiocin familiar amaurótica, intoxicacio-
nes por talio y arsénico.
El edema de papila se caracteriza por una prominencia edematosa del disco
Y alteraciones pronunciadas de las arterias y las venas papilorretinianas. Puede
educa
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22 NEUROLOGÍA EN ESQUEMAS NEUROOFTALMOLOGÍA 23
Nervio óptico
111 PAR (NERVIO MOTOR OCULAR COMÚN)
Quiasma
B Este nervio inerva el elevador del párpado superior, la musculatura ocular
"'--- - - C1nt1lla óptica extrínseca (con excepción del oblicuo mayor ine;vad? por el patéti~o y el recto
externo ine rvado por el motor ocula r externo - vease f1g. 3-2 ) e intnnseca: cuer-
po ciliar y pupila (fibras circulares que llevan a la contracción correspond iente
-miosis-). En la parálisis del motor ocular común de carácter total se produce
e ptosis del párpado superior y desviación del globo ocular hacia afuera, el que
no puede ser llevado hacia adentro, hacia arriba ni hacia abajo. La pupila está
dilatada porque predominan las influencias simpáticas que nacen en el hipotá-
lamo, se dirigen al núcleo intermediolateral de la médula con el que eo.,tablecen
sinapsis, para ascender a través de los rnmi co1111111111icn11te.; de las últimas raíces
D cervicales y primeras dorsales a los ganglios cervicales, yendo con los filetes pe-
rica rotídeos y los nervios ciliares largos al esfínter de la pupila, inervando las fi-
bras radiadas, que la dilatan (111idrinc;is). El paciente presenta diplopía con ima-
gen falsa que se sitúa en el plano horií'ontal y se desplaza hacia el lado opues-
Fig. 3-1. Izquierda: Vía óptica. A, lesión a nivel del nervio óptico; 8 , qu1asmática; e y O, retro- to. El reflejo fo tomotor está abolido, lo mismo que el consensual cuando se ilu-
qu1asmáticas. Derecha: campo visual correspondiente a las lesiones localizadas a las alturas mina el ojo del lado sano. La parálisis pnrcinl puede limitarse a tomar un solo
A, 8, C y D de la vía óptica. músculo, por ejemplo existe sólo ptosis palpebrnl, sólo par,íl is is de la aducción,
o bien sólo parálisis de los músculos de Ja pupila y acomodación del cristalino,
observarse como signo incipiente el borramiento del latido venoso centropapi- en la cual la pupila está dilatada sin reacción a la luz ni a la acomodación.
lar que, a veces, existe normalmente. Clínicamente, la agude.a1 visual tarda mu- En el caso de ptosis palpebral por paresia o parálisis del elevador del párpa-
cho en comprometerse. El edema de papila se observa en el síndrome de hiper- do superior se deberá descartar una lesión del llJ par craneano (véase más ade-
tensión endocra neana, cualquiera que sea su causa; tambié n en la hipe rtensión lante), miaslenia gravis o cnfermednd muscular.
a rte rial maligna idiopática o secundaria y en algunas he mopatías (leucemias, El síndrome de Claude Bernard-Horner que resulta de la parálisis del s im-
policitemia, anemia grave). pático da lugar a miosis, seudoptosis por compromiso del músculo liso de \fü-
La neuritis óptica bulbar o pnpilitis, cuya imagen al fondo de ojo suele ser si- ller -coadyuva nte del elevador del párpado superior-, enoftalmía e invección
milar a la anterior, se diferencia porque la papila no hace saliencia y adquiere conjuntiva!. Es 1101110/nteml a la lesión, que puede obrar sobre el hipotálamo (ac-
un tono rojo o grisáceo debido al edema. A veces es muy difícil esta diferencia- cidente enccfalovascu la r, tumor), tronco cerebrnl (síndrome de Wallenbe rg), el
ción. Desde el punto de vista clínico s u inicio es brusco (no le nto y progresivo núcleo intermcdiolateral e.Je la médula (siringom iclia, compresiones de la mé-
C~)".1,º ~n_e! edema de papila), es unilateral, se le asocian dolor y pérdida de la dula espinal ccrvicodorsal) o a nivel del ápex pulmonar (carcinoma del vértice,
\ t<;ton 1ruc1al_m<:nt~ central (e_scotoma centrocecal). Se observa en las compresio- pleuritis), pericarotídeo u orbitario.
nes del nervio opttco (aneunsmas, tumores), meningoencefolitis, sífilis. Se aso- En el signo de Argyll-Robertson, que suele ser bilaternl, el reflejo fotomotor
cia con mielitis aguda en la neuromielitis óptica o enfermedad de Devic. está abolido pero se conserva el de acomodación-convergencia. Las pupilas son
La neuritis óptica retrobulbar produce la pérdida brusrn de la visión en for- mi6ticas. Este signo se observa en la sífilis nerviosa (período terciario) pero tam-
ma unilateral o bilateral, que puede llegar a ser completa. Los síntomas prodró- bién en el ,1lcoholismo crónico, las neuropatías degenerati\'as hereditarias (en-
micos habituales son oscurecimientos de la visión y dolores oculares que se exa- fermedad de Oéjerine-Sottas, de Thévenard) o metabólicas (diabetes). El signo
cerban al mover los ojos. El fondo de ojo puede, en estas circunstancias, ser nor- puede observarse con ca rácter unilateral en algunos casos.
mal'. pero si está afectada la parte inicial del nervio suelen apreciarse signos de La pupila de Adíe generalmente es unilateral y se caracteriza por ha llarse
paptl1t1s. Este cuadro afecta a menudo a adolescentes o adultos jóvenes, que ven más dilatada a la luz que la sana, y por lo tanto existe anisocoria. Estimulada
dis~inuir su visión en uno o en ambos ojos. En unas pocas semanas la .1gude- por la lu.t su reacción es nula o perezosa; cuando se explora el reflejo a la aco-
za \'1sual se r<.'Cobra por completo aunque -oftalmológica1Til'nte- quede desco- modación la pupila se contrae rápidamente, pero persiste contraída (¡111piloto11ín)
lorido el disco óptico en la región temporal. A menudo Ja causa de la neuritis d_uran te unos minutos para después relajarse lentamente; en cambio, e n condi-
óptica queda ignota y se ha atribuido a sinus itis esfenoida!, focos sépticos den- ciones normales o al buscar el signo de Argyll-Robertson, In pupila se dilata en
tarios, sífilis, enfermedades carenciales, etc. La etiología firme, que se observa cuanto cesa el esfuerzo acomodativo. La pupila ce; anormalmente sensible a las
en un tercio de los casos, es la esclerosis múltiple, que puede manifestarse más drogas colinérgicas (colirios diluidos), lo que no ocurre en una pupila sana.
ed UCl!IP
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24 NEUROLOGÍA EN ESQUEMAS
N EUROOFTALMOLOGÍA 25
OJO DERECHO OJO IZQUIERDO encefalovascular, vasculitis, aneurismas o malformaciones arteriovenosas, sín-
Oblicuo menor Recto superior drome de Miller-Fisher, traumatismos, meningitis y tumores de. la .i;asofar!nge.
t Las lesiones supranucleares producen generalmente desviac1on conjugada
~
de Ja mirada. la parálisis de la mirada hacia arriba constituye el síndrome de Pa-
~-A~to ~--~:~~.
rinaud. Son causa de lesión supran~1clear. los accide_ntes en~efalova~cular,es (in-
fartos, hemorragias), tumores o leswnes inflamatorias de d1\•ersa eholog1a.
~ interno
~. OFTALMOPLEJÍA INTERNUCLEAR
t
Oblicuo mayor Es un síndrome producido por una lesión del haz longitudinal medio (cinti-
Recto inferior
-------------------------- -------------------- lla longitudinal posterior) que vincula los núcleos oculomotores con el sistema
Recto superior Oblicuo menor vestibular. Una lesión homolater.11 produce, en la e\.trema mirada hacia el lado
~<cY Recto~~
~
del tronco cerebral y puede observarse en la esclerosis múltiple. Se ha descrito
asimismo en casos de pequeñas lesiont•s vasculares (lupus eritematoso sistémi-
Recto~
co, hipertensión arterial).
externo .~ )
interno
~ ;...__.-
+
Recto inferior
•
Oblicuo mayor
Fig. 3-2. Funciones de los músculos oculomotores en los movimientos de lateralidad izquier-
SÍNDROMES ASOCIADOS DE LOS NERVIOS OCULOMOTORES
CAUSAS COMUNES DE PARÁLISIS DE LOS NERVIOS OCULOMOTORES PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LAS PARÁLISIS OCULOMOTORAS
La p.ucilisis de.' los pares craneanos Ill, IV v /o VI obligará a descartilr un,1 oftal- Fl pronóstico depende de la reversibilidad de la causa. El tratamiento se ha-
moplejfo e>..temn progrec;ivcl, miastenia gravis, diabetes, nipertiroidismo, accidente rá en base a esta última.
educap
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26 NEUROLOGÍA EN ESQUEMAS
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28 NEUROLOGÍA EN ESQUEMAS H EMIPLEJIA 29
Cutáneos abdominales
normales (lado sano)
Refle¡os +++
(profundos) Fig. 4-2. TAC Hematoma subdural derecho. Paciente con hemiplejía y obnubilación.
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30 NEUROLOGÍA EN ESQUEMAS HEMIPLEJIA 31
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32 NEUROLOG!A EN ESQUEMAS
Se entiende por vértigo la sensación subjetiva de que las cosas giran en el en-
torno del enfermo (vértigo rotatorio) con la apreciación de inestabilidad e impo-
sibilidad de mantener la posición de pie (111 1rtigo oscilntorio). Durante la crisis es
común notar la presencia de nistagmo. Sin embargo, el paciente muchas veces
describe como "marco" a un conjunto de trastornos del equilibrio, o sea la capa-
cidad de mantenerse y moverse en el espacio. Su funcionam iento correcto está
basado en:
l. El aparato vestibular y su sistema central.
2. La vía óptica.
3. Los órganos de la propiocepción y sus vías aferentes.
4. El aparato motor eferente.
5. La integración del sistema nervioso central, sobre todo los sistemas extra-
piramidal y cerebeloso.
educap
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34 N EUROLOGfA EN ESQUEMAS VÉRTIGO 35
la endolinfa o al d epósito de material cálcico en las vell osidades sen sitivas. cuadro 5-1 . Principios e instrucciones de los ejercicios de Cawthome-Cooksey
Los episodios son intermitentes y pueden estar separados por largos períod os
de remi sión, y no existen síntomas cocleares agregados. Su lrnta111i1•11/o consiste Los centros del equilibrio de ambos oídos se complementan mutuamente enviando
en enseñarle al paciente a realizar los movimientos que lo provocan en form a impulsos iguales al cerebro que son esenciales para el mantenimiento del equi-
lenta (ejercicios de Caw/11orne-Cooksey, véase cu ad ro 5-1 ). En algunos casos se re- librio de la cabeza y del cuerpo.
curr irá a la terapéutica con antiv er tiginosos. Si alguno o ambos centros se alt~ra.n , se produce un trastorno del equilibrio. Como
consecuencia se producen vert1gos o mareos que pueden acompanarse de
O tras noxas p ueden causar vértigo como fen óm eno ünico. La otitis media náuseas y vómitos. Si bien esto puede alarmar mucho al paciente, no se trata de
purulenta crónica provoca un cu adro de larga duraci ón. Diversas drogas como un trastorno serio, ya que no entraña, de por sí, grave peligro. Por lo demás,
la qui11i11a, los barbitúricos, la dife11ilhidnntoí11n, los snlicilatos, la estrepto111ici11n o el puede superarse po~ f!ledio de ejerc.icios especi~les. .
alco/10/, qu e actüan sobre el oído interno, también lo desencad enan. La diátesi s El objeto de estos ejerc1c1os es construir un mecanismo de tolerancia en el cerebro
hemorrágica, que favo rece la extra vasación sanguínea en el interi or de los con- que compense el desequilibrio de ambos oídos. Los ejercicios estimulan el
ductos semicirculares, constituye otra causa. desarrollo de este mecanismo de tolerancia, y cuanto más diligente y regular-
mente se practiquen, más rápido desaparecerá el vértigo.
b. Vér tigo con sensaciones auditivas Los ejercicios deben hacerse rigurosamente, por lo menos durante cinco minutos
En este caso la p érdida progresiv a de la audición, l a sensación d e oído " ta- tres veces por día, y mientras el vértigo persista o se reitere (de uno a tres
meses). Se debe hacer un esfuerzo consciente para buscar y hallar las posi-
p ad o" o acú fenos p u eden acompañar al vértigo. Una v ariedad cl ínica, quizá ciones-y movimientos de la cabeza que causen vértigo y puedan ser tolerados,
la m ás frecuente d e este tipo d e vértigo, está dada por el síndrome de Méniere. porque cuanto más frecuentemente se provoque vértigo má.s rápido se estable-
Se trat¿¡ d e un cu adro que se caracteriza por la presentación en form a d e acce- cerá el mecanismo de compensación cerebral. Se debe continuar tomando la
sos. Cada acceso se compone de una sensación vertiginosa de apari ción bnrs- medicación antivertiginosa durante el período de ejercicios.
ca, asociada con :wmbidos intensos en un oído (acúfenos), a la que en alg unos Se aconseja un régimen de vida normal (trabajo, deportes, etc.), ya que contribuye a
casos se agreg;m n áuseas y vómitos, fotofobia y cefalea con diplopía. El enfer- la rehabilitación. Cuanto más temprano y regularmente se instaure la práctica de
mo se cae, a v eces, perdiendo momen táneamente la conciencia lfor111n npopléti- estos ejercicios, más rápida y completa será la vuelta a la normalidad.
ca., síncope vestib11/nr) y necesita guardar cama y ocupar la posición de decúbi-
to dorsal; precisam ente los cambios de decübito Y, l as tentativas para sentarse EJ ERCICIOS DE CAWTHORNE-COOKSEY
pued en ocasi onar la reaparición de los accesos. Estos duran clási ca mente d e
A. ENCAMA
mi1~utos a algunas h ~ras (a veces días) y se repiten ~on intervalos i g unlm e~1t.e 1. Movimientos oculares - primero lentos, luego rápidos- .
vari ables d e h or as, d1as o semanas. Cada acceso deJa como secuela un déf1c1t a) Hacia arriba y hacia abajo.
unilateral d e l a audición, que aumenta en forma paulatina y pued e llegar a b) De un lado a otro.
una sordera d e percepci ón completa, m omento en que d esaparecen los acce- c) Fijando la vista en un punto (dedo o lápiz) que se acerque y se aleje entre 5
sos. l'isiopatoló~ica111ente, se d ebería a ed em a p aroxístico d e l a endo linfa que d i - y 15 cm de la cara.
lata el laberinto mem branoso y degenera progresivam ente los órga nos recep- 2. Movimientos de la cabeza - primero lentos, luego rápidos- y luego con los
tores. Por ese m o ti vo se h an ensayad o - con éxito disímil- la restr icción sód i- ojos cerrados.
ca. y los. di.uréticos. En el acceso agudo d eben suministrarse antiver tiginosos a) Inclinando hacia adelante y hacia atrás.
(d1111e11h1dn11nto) y eventualmente antinauseosos (metocloprm11idn) y relajantes b) Girando de un lado a otro.
musculares.
B. SENTADO
En el síndrome de Lermoyez, una variante d el anterior, el v értigo es p rece-
1 y 2. Como en A.
dido por una d isminución progresiva y u nilateral de la audición que se corrige 3. Encogerse de hombros y retarlos repetidamente.
pasad o el episod io d e vérti90. 4. Agacharse a levantar objetos del suelo.
En el neurinoma del acustico u otra lesión tumoral que afecte el citad o p ar
existen crisis aislad as d e vértigo junto con hipoacusia progresiva. L as cr isis sue- C. DE PIE
len acompañarse d e una sensación de inestabilidad. 1. Como A.1. y 2. y B.3.
2. Pasar de la posición sentada a la de pie con los ojos abiertos y cer_rados.
3. Arrojar una pequeña pelota de una mano a la otra por encima del nivel de los
2. VÉRTIGO OSCILATORIO EN CRISIS ojos. . . .
4. Arrojar la pelota de una mano a la otra por debajo de la rodilla.
1
En este caso el pDciente rw nota sensación de movimiento de su entorno sino 5. Pasar, dándose vuelta, de la posición sentada a de pie.
de inestabilidad u oscilaciones. Este cuadro aparece bruscamente. D. DESPLAZÁNDOSE
1 1. Caminar alrededor de una persona que arrojará y a quien se le volverá a arrojar
a. Con trastornos visuales una pelota repetidamente.
Puede comprobarse en la convalecencia de una e1úcrmedad infecciosa o una 2. Atravesar la habitación con los ojos abiertos y luego cerrados.
1 intoxicación y con el nistagmo que aparece al dirigir la mirad a en sentido late- 3. Subir y bajar una cuesta con los ojos abiertos y luego cerrados.
ral (via je en tren ). Tam b ién puede presentarse en las diplopías intermitentes y 4. Subir y bajar una escalera con los ojos abiertos y luego cerrados.
en la migraña clásica con esco tomas centelleantes. 5. Juegos que impliquen agacharse, saltar. mirar hacia arriba (bolos, etc.).
1
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36 NEUROLOGÍA EN ESQUEMAS VÉRTIGO 37
b. Con alteraciones de la conciencia que acontece también en reposo puede presentarse sin sustrato fisiopatológico
En las d e corta duración que aparecen en el petit mal epiléptico y en las o tras una crisis prolongada de ausencias.
crisis crepusculares d,e la epilepsia del lóbulo temporal, así cot?o en Ja t~!ania
por hiperventilacion que, no obstante, generalmente cursa sm alterac1on de
la conciencia. CONCLUSIONES
En este último caso el paciente suele concurrir a la consulta acusando sólo
sensación de vahído o desmayo, que suele acompañarse de sofocación, opresión El vértigo es un síndrome de presentación frecue nte en la práctica méd ica co-
torácica e incapacidad para realizar inspiraciones profundas. Las parestesias tidiana. Bajo este término los pacientes engloban no sólo el giro del entorno al-
son frecuentes así como el hallazgo en el examen físico de reflejos vivos genera- rededor de ellos, sino también variadas sensaciones de inestabilidad u oscila-
lizados y signos de Chvostek y de Hoffman~ bilateral. La hipervent~Iac~ón (~; ción que pueden responder, a su vez y como ya hemos visto, a cuadros moto-
neralmente inconsciente) con niveles sangurneos baJOS de PC02 y d1sm111uc1on res, extrapiramidales, atáxicos o cercbelosos. La agrupación en síndromes faci-
del flujo sanguíneo cerebral provoca precis.amente esta sensación. Se le debe pe- lita el diagnóstico en estos pacientes que, reiteramos, necesita de una anamne-
dir al enfermo que hiperventile al máximo durante tres minutos: cuando esta sis detallada y una prolija semiología.
maniobra reproduce exactamente las ma1úfestaciones del paciente, su_giere que
la hiperventilación y la ª!1gu~tia _subyacente .pueden es.t?r desempenando un BIBLIOGRAFÍA
papel importante en su genes1s (smdrome de hzperven ttlacwn). .....
Finalmente, las crisis de inestabilidad u oscilaciones con trastornos de la con- Baloh RW, Ho~1rubia V, Jncobson K. Bcnign positional v<'rtigo. Neurology 1987;37:371.
ciencia ocurren en diversos cuadros sincopales, ya sean ne11rogé11icos (véase Sín- Brandt T. Vertigo: lis mult1scnsory synd romcs. London: Springer-Vcrlag¡ 1991.
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c. Con alteraciones cardiovasculares
La sensación de oscilaciones acompaña a ciertas manifestaciones de índo-
le cardíaca (precordialgias, taquicardia, palpitaciones, asistolia, que pueden
deberse a angina de pecho, crisis de taquicardia paroxística o bloqueo auri-
culoventricu lar con episodios de asistolia prolongada). Se relaciona también
con movimientos o giros de la cabeza (elevación o rotación). Éstos son res-
ponsables de la compresión o "tironeamien to" de las arterias vertebra les que
transcurren por una columna cervical artrósica (espondilosis avanzada). Fi-
nalmente se observa en casos de ataque isquémico transitorio, al incorporar-
se o sentarse en forma rápida o puede ser provocado por el movimiento de
un brazo (en el síndrome del robo de la subclavia con insuficiencia vertebrobasi-
lar secundaria a la estenosis de la arteria subclavia, próxima al origen de la
arteria vertebral).
Incorporamos en este grupo a la anemia, por el hecho de que su presencia
puede agravar un vértigo debido a otra causa. No obstante, por sí misma, por
la disminución de los eritrocitos y, por ende, del transporte de oxígeno, puede
originar un vértigo oscilatorio de poca duración. Un mecanismo sim ilar, por in-
suficiencia de flujo cerebral, es el que tiene lugar en la hipotensión arteria l que
puede conducir a un cuadro sincopal con sensación vertiginosa o de inestabili-
dad como síntoma premonitorio.
En este grupo se engloban los trastornos de las vías aferentes con sensación
de falta de eq uilibrio que produce inseguridad y a veces lateralización en la
marcha, debida en muchos casos a diversas formas de ataxia (polineuropatíns,
mielopatías) (en estos casos es útil preguntar al paciente dónde localiza el ori-
gen del vértigo: "en las piernas", "en el cuerpo", "en la cabeza"); los cuadros de
disfunción cerebelosa; los trastornos motores piramidales y extrapiramidales
-el paciente puede describir dichas manifestaciones como "vértigo"-, y final-
mente la inestabil idad que aparece sólo en determinadas circunstancias (subir
una pendiente, cam inar en la penumbra). Un vértigo más o menos prolongado
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Capítulo 6
Síncopes neurogénicos
SÍNCOPE VASOVAGAL
Cuadro 6-1. Episodios breves de inconsciencia Síncope tusígeno. Aparece tras varios accesos de tos, sobre todo en pacientes
con bronconeumopatías crónicas. Se debería al aumento de las presiones intra-
Síncope torácica (200-300 mm Hg) e intraabdominal, con disminución del retorno veno-
Vasovagal/psicofisiológico 55%
Cardiovascular 10% so y la consiguiente disminución de la frecuencia cardíaca y del flujo sanguíneo
cerebral. Raramente puede ser causado por tumores intracraneanos o del fora-
Sistema nervioso central men magno.
Primera convulsión 10% Síncope doloroso. Un estado doloroso agudo puede producir un cuadro sinco-
Otras 5% pal por descarga sobre el núcleo del nervio vago con la consiguiente bradicar-
dia y vasodilatación esplácnica. Se describe en la neuralgia del glosofaríngeo
Metabólicas-medicamentosas 5% (síndrome de Wilfred Harris), en el caso de migraña, en el cólico biliar y en las
Sin diagnóstico, incluida la histeria 15% perforaciones viscerales.
Hipersensibilidad del seno carotídeo. En ciertos adultos y ancianos, frecuente-
mente hombres, pueden sobrevenir manifestaciones debidas a hipersensibili-
SÍNCOPE POR HIPOTENSIÓN ORTOSTÁTICA dad del seno carotídeo. Éstas consisten en vértigo, confusión mental o fenó -
menos focales. Estos síntomas se atribuyen a enfermedad cerebrovascular
Es el sfocope que se observa como consecuencia del paso repentino de lapo- concomit-ante. La pérdida de conocimiento ocurre sólo en un tercio de los pa-
sición de decúbito horizontal a la posición erecta. La hipotensión causante del cientes (síncope del seno carotídeo). Pueden presentar crisis sincopales al
síncope es el resultado del llenado brusco de sangre a nivel de las extremidades anudarse el cuello de la corbata o bien al girar la cabeza en determinada di-
inferiores y las vísceras como consecuencia, a su vez, de la pérdida de los refle- rección. La estimulación del seno carotídeo por presión externa produce no
jos compensadores de vasoconstricción periférica. sólo una disminución de la frecuencia cardíaca -vía vagal- sino también una
Las principales causas de hipotensión ortostática son: a) ocasional, que se vasodilatación periférica. Debe destacarse que algunos enfermos pueden te-
observa tras un largo tiempo de permanencia en cama, en el estado de emba- ner hipersensibilidad del seno carotídeo de un solo lado. La hipersensibili-
razo, el ayuno prolongado y la intoxicación alcohólica aguda; b) neuropatías dad puede estar relacionada con enfermedad coronaria . Se presenta también
periféricas (síndrome de Guillain-Barré, polineuropatía autonómica pura, po- en casos de fibri lación auricular y se asocia con tumores del cuello o metas-
lineuritis diabética, alcohólica y por amiloidosis); c) medicamentosa (medica- tásicos, divertículos esofágicos, espondilosis, mielopatía y lesiones del tron-
ción antihipertensiva -guanetidina, pargilina, prazosin, Jenoxibenzamina, Jentola- co cerebral.
mina, alJametildopa, clonidina, labetalol- , tiazidas y otros diuréticos, fenotiazinas Sincope en trompetistas y levantadores de pesas. En los músicos trompetistas, la
-clorpromazina- antidepresivos tricíclicos - amitripti/ina, imipramina- , butirofe-
1 emisión prolongada de notas graves se acompaña de un aumento de la presión
nonas -haloperidol- , barbitúricos, levodopa, bromocriptina y antihistamínicos); intratorácica. Esto puede determinar un síncope luego de 12 segundos. Asimis-
d) insuficiencia autonómica primaria (hipotensión ortostática idiopática, sín- mo, se describen cuadros sincopales en personas que levantan pesas y se debe-
drome de Shy-Drager, hipotensión ortostática familiar y disautonomía familiar rían al aumento de la presión intratorácica combinado con vasodilatacióo mus-
o síndrome de Riley-Day); e) depleción del volumen intravascular (hemorra- cular y cutánea que tiene por objeto eliminar el calor producido.
gias, diarreas, diuresis excesiva, vómitos persistentes). Otras causas de hipo-
tensión ortostática están dadas por la existencia de venas varicosas y en pacien-
tes a quienes se les ha efectuado una simpaticectomía. Por último debemos DIAGNÓSTICO
destacar que en Jos ancianos de 75 años o más la incidencia de hipotensión or-
tostática es del 30 al 50%. El diagnóstico etiológico del síncope choca con la dificultad que tiene el
médico en la obtención de un antecedente preciso. El interrogatorio debe ser
dirigido (véase más adelante) ya que constituye un arma fundamental. Cuan-
SÍNCOPE REFLEJO do se sopecha que una causa cardíaca (arritmia) puede estar en juego, debe-
rá solicitarse un monitoreo electrocardiográfico ambulatorio de 24 horas. Cabe co-
Es aquel que resulta de un déficit en el llenado cardíaco de las cavidades de- mentar que en los pacientes de edad avanzada es difícil relacionar las anor-
rechas, motivado muchas veces por un aumento de la presión intratorácica e in- malidades electrocardiográficas episódicas, presentes con frecuencia, con los
traabdominal que causan una disminución del retorno venoso. cuadros sincopales, ya que esas anormalidades pueden ocurrir sobre todo
Síncope miccionaf. Ocurre en hombres jóvenes y ancianos luego de la evacua- fuera de los episodios de pérdida de conciencia. Asimismo, el paciente pue-
ción de Ja vejiga. La contracción vesical produce un reflejo espinal que causa un de presentar síntomas premonitorios en ausencia de trazados patológicos. En
cese de la actividad simpática con vasodilatación de la vascularización periféri- ocasiones, el tratamiento de una arritmia o la colocación de un marcapaso
ca, disminución del flujo sanguíneo cerebral e incremento de la acción vaga!. a~aba con los cuadros sincopales. Como ya se señalara anteriormente, el
Síncope deglu torío. El cuadro sincopal acontece durante la ingestión alimen- d.1agnóstico de la hipersensibilidad del seno carotídeo, con pérdida de cono-
taria o Juego de ella. Los pacientes pueden presentar patología esofágica co- cimiento o no, se realiza a través del masaje del seno y la comprobación elec-
mo divertículos o estrechez benigna o maligna. El cuadro sincopal se acompa- trocardiográfica correspondiente.
ña de bradicard ia -por descarga vaga!- debida a bloqueo auriculoventricular El diagnóstico de la hipotensión ortostática se establece con la medición
o asistolia. de la tensión arterial en decúbito y en posición erecta, hallándose que Ja
educap
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
1 42 N EUROLOGÍA EN ESQUEMAS SíNCOPES NEUROGÉNICOS 43
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
educap
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
44 NEUROLOGÍA EN ESQUEMAS SINCOPES NEUROGÉNICOS 45
Cuadro 6-3. Interrogatorio del paciente y de tos testigos para la valoración del sín-
cope. Tomado de Stein JH. Medicina Interna. Barcelona: Salvat Editores; 1983
~-----~
Preguntas a los testigos:
1. Repetir las preguntas realizadas al paciente.
2. ¿Hubo giro de los ojos o de la cabeza?
Fig. 6-2. Puntas polifocales mezcladas con ondas lentas (ba n.das theta y delta). Paciente con 3. ¿Vio algún espasmo de la ,cara o de las extremidades?
clínica de s íncopes vasovagales fuera del acceso correspondiente. 4. ¿La piel estaba sudorosa, pálida, enrojecida o azul?
5. ¿Respondió el paciente a los testigos de alguna forma durante el tiempo en que
estuvo inconsciente?
sis de 0,2 a 1 mg/ día suele mejorar la hipotensión ortostática evitando la a pari-
ción del s íncope. Debe aconsejarse al enfermo que se incorpore lent~me nte de la
11 posición de decúbito y que permanezca sentado durante algunos minutos. Otros BIBLIOGRAFÍA
fármacos útiles en el tratamiento de la hipotensión ortostática son la midodrif/(/
(a"'onista alfa-1 adrenérgico), la des111opresina (que actúa sobre los receptores V2 Fustinoni JC. Sú1copes neurogénicos: su d iagnóstico. Prensa Médica Argentina 1992;79:61-72.
d~Jos túbulos renales, mediadores del efecto antid iurético de la hormona), la Gastaut H, Fischcr-Williams M . Electrocncephalographic study of syncope: its d ifferentiation
eritropoyetina co111binante (que al estimular Ja médula ósea produce un aumento from epilepsy. Lancct 1957;ii:IOJ8-25.
Giménez-Roldán S, l lípola D, de Andrés A, Mateo D, Orengo F. Fenomenología crítica motora
del hematócrito y la tensión arterial) y la dihidroxifrnilserina. La indometaci11a y la en pacientes no epilépticos con crisis psicógenas. Rev Neurol 1998;27(157):395-400.
c/onidi11n son menos eficaces. Grubb BP, Temcsy-Armos P, Hahn H, Elliott L. Utility of upright tilt-table tes ting in the evalua-
tton and managcmenl of syncope of unknown origin. Am J Med 1991;90:6-10.
Johnson RH, l<lmbic DG, Spalding JMK. Neuroca rd iology. London: WB Saunders Compa ny;
REGLAS PRÁCTICAS PARA TENER EN CUENTA 1984.
Kapoor WN, K<lrpí M, Wiea nd 5, Peterson I'/\, Levcy GS. A prospec ti ve evaluation a nd follow-
up of patien ts wilh sy ncope. i\" Engl J Mc>d 1983;309:197.
En vías de realizar un d iagnóstico adecuado que evite toda causa de error se Low PA, editor. Update on the C\'aluation, pathogenesis, and management of ncurogcnic orthos-
deberá recordar siempre lo siguiente: tatic hypotension. eurology 1995;45(Suppl 5):51-532.
a) Tomando como referencia la pérdida de conocimiento como motivo de Ja Manolis AS, Linzer M, 5alem D, Mark Estes NA. Syncope. Cum'nt diagnostic evaluation and
consulta, el 65% de ellas obedecen a cuadros s incopales, sobre todo de natura- management. Ann lntern Med 1990;112:850-863.
leza vasovagal. McLeod JG, Tuck l{lt Disord ers of the autonomi c nervous systcm: pa rt 2. Investigation and
treatment. Ann Ncurol 1987;21:519-29.
b) El in terrogatorio al paci~ n tc y a Jos testigos es una llave 9u ~ siempre debe Pérgola FM, Fustinon i JC. Trastornos neu rológicos y psiquiátricos del <lnciano: ¿Se puede pro -
util izarse para no perder el hilo protector que lleva al d iagnostico y a Ja cura- longar la vid;i? Buc> nos Aires: Edito rial Atlante; 1998.
ción del enfermo (véase cuadro 6-3). PI~~· Pérdida breve del conoci mien to. En: \Ny ngaa rden JB, Smilh Ll H. Cecil Trntado de Me·
c) Siemp re deberá deslindarse adecuadamente el diagnóstico de síncope del diana Interna 17" ed. Editorial Interamericana; 1986. p. 2221-5.
de epilepsia. Robertson D, Oavis TL. Recent ad\'ance!. in the treatment of orthostatic hypotension. l\curo-
d) Los cuadros sincopales, al igual qu e la epileps ia, pueden mejorar notable- logy 1995;45(5uppl 5):526-532.
mente con Ja terapéutica correspondiente o a veces con s imples conscíos o, in-
cluso, con la eliminación de determinado tipo de medicación que puede gene-
rar su aparición.
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 7
INSOMNIOS
el café, las bebidas con colas, consumidos en exceso, pueden fragmentar el sue-
ño. El uso habitual de hipnóticos y sedantes produce un estado de tolerancia
que altera el sueño y conduce a un círculo vicioso. Además, son causa de insom-
nio la depresión endógena, los estados de ansiedad, la psicosis de agitación, los
trastornos emotivos de diversa índole, la apnea del sueño y el síndrome de mio-
clonías nocturnas. El tratamiento del insomnio es el de sus causas. Los hipnóti-
cos deben utilizarse muy selectivamente en casos extremos y puntuales, y por
cortos períodos para evitar el hábito. Debe destacarse que las técnicas de relaja-
ción mental y el apoyo psicológico pueden ser útiles en algunos casos.
HIPERSOMNIAS
Su paciente se queja NO ¿El paciente utilíza NO ¿Tiene el paciente difi- ¿El paciente sufre de
de que no puede dor-
¿Se trata de un pa- ~
tranquilizantes, hipnó-
si dolor o de molestias de- -NO
mir bien
ciente anciano?
tices, alcohol u otros
~
cultad severa para que- -
darse dormido? rivadas de condiciones
psicotrópicos? como artritis, cefalea o
i
Interrogue sobre as-
SÍ
\
si despierta frecuen - pueden alterar aún que este efecto de re- NO que el paciente le infor-
más el sueño me si persiste el insom-
temente. Sólo haga
exploraciones espe-
bote desaparece. Con-
sidere la posibilidad de • nio
cíficas después de interacción entre dos o Cuando las quejas del
que surjan los datos más drogas, incluyen- paciente no son específi- SÍ
do las no prescriptas cas o simplemente sien-
te que no ha descansa- ¿El paciente su fre de
do bien, discuta su pa- trastornos tiroideos o de
Sospeche apnea du- trón de dormir con su es- condiciones que se exa-
rante el sueño. Sus- poso o esposa cerban durante la no-
penda los hipnóticos sí ¿Ronca ruidosa, pe- -
~
paciente?
que incremente el ejer-
'~
cicio durante el día. Ad- Si es necesario, prescrí-
SÍ viértale que debe evitar bale un hipnótico ligero y
actividades excitantes,
mentales o físicas (ex-
_)-----. planee suspenderlo gra-
dualmente, después de
Envíelo para evaluación
psiquiátrica si persisten
Considere la posibili- - los disturbios del sueño
cepto las sexuales), in- dos a cuatro semanas o si no se descubren evi-
dad de polisomno- mediatamente antes de
grafía ciencias de trastornos
acostarse médicos, psicológicos o
, .
~ ... situacionales
F1g. 7-2. Investigando las causas de insomnio. Modificado de. 100 Diagramas Cltmcos. México.
lnteramericana; 1979.
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
52 NEUROLOGiA EN ESQUEMAS
A LTERACIONES DEL SUEÑO 53
Capítulo 8
Comas
56 NEUROLOGÍA EN ESQUEMAS
COMAS 57
Cuadro 8-1. Gradación del coma. Escala de Glasgow
por opiáceos. d) Midriasis reactiva (en el comienzo) o no reactiva unilateral: her-
APERTURA OCULAR
niación uncal homolateral.
Espontánea E4 3. Motilidad ocular. ~a motili~ad ocular se. investigará luego. La semiología
A la orden 3 puede demostrar: a) Desv1ac1ón con¡ugada de la mirada: hada el lado de la lesión - la-
Al dolor 2 do opuesto a la hemiplejía-: daño frontal; hacia el lado opuesto de la lesión - mis-
Ausente 1 mo lado de la hemiplejía-: daño protuberancial. Desviación de la mirada hacia aba-
jo~ ~uede verse en los casos de lesiones talárnicas, mesencefálicas y en comas meta-
RESPUESTA MOTORA bolicos. b) Mirada descon¡ugada: se observa en caso de parálisis de músculos indivi-
Obedece M6
Localiza 5 duales u oftalmoplejía internuclear. c) Reflejos oculocefálicos: antes de estudiarlos de-
Retrae 4 ben descar~a rse l~iones cervicales. La respuesta consiste en la desviación conjuga-
Flexión anormal 3 da d~ i?s ?Jºs.haaa el. lado opuesto al del movimiento pasivo de la cabeza. Su pre-
Respuesta extensora 2 senaa mdica mdemmdad del tronco cerebral (coma supramesencefálico). En casos
Ausente 1 de lesión mesencefálica o pontina se producen asimetría (reflejo positivo desconju-
gado) o falta de respuesta, respectivamente. La intoxicación por barbitúricos tam-
RESPUESTA V ERBAL bién puede abolir la respuesta. d) Reflejos oculovestibulares: se irriga el conducto au-
Orientada V5 ditiv? externo cor~ ~gua ~ía y W: peq:ieño, catéter, con la cabeza inclinada a 30º y
Conversación confusa 4 previa comprobac1on de mdemrudad tímparuca. La respuesta consiste en la desvia-
Palabras inapropiadas 3
2 ció~ de la mirada hacia el lado estimulado y nistagmo con el componente rápido
Sonidos incomprensibles
Ausente 1 haaa el lado opuesto. En caso de coma el nistagmo siempre desaparece. En las le-
siones supramesencefálicas se mantiene presente la desviación de la mirada (res-
Gradación (E+ M +V) = 3 a 15 puesta no~al); ~uando el coma se debe a lesión mescncefálica o protuberancia! se
produce asrmetrra o falta de respuesta, respectivamente.
4. Motilidad general. Aplicando estímulos nociceptivos a diferentes partes
cuando el paciente tiene un resultado de 8 puntos o menos está en estado de co- del cuerpo y observando las respuestas motoras, se comprueba que éstas po-
ma. Esta escala puede abarcar no sólo el_ coma. sin~ t~dos l?s trastornos de la drá~ s~r aprol:'iadas, estarán abolidas cuando hay lesión de la vía piramidal o
conciencia, lo cual le da una mayor amplitud diagnostica (vease cuadro 8-1 ). seran maprop1adas, lo cual determina trastornos de la motilidad (rigidez de
deco~cació~ y desc~rcbraciói~). La rigidez de decorticación se caracteriza porque
el paaente tiene flexión de miembros superiores y extensión de los inferiores.
EXAMEN DEL PACIENTE EN COMA S~ debe ~n general a compromiso supramesencefálico. La rigidez de descerebra-
c16n consiste en la extensión y la pronación de ambos miembros superiores y Ja
Los parámetros para tener en cuenta en la semi?l_ogía del paciente en _c?ma ex.tensión de los inferiores. Su aparición constituye la expresión de un compro-
son: el ritmo respiratorio, el estado pupilar, la motilidad ocular y la motilidad miso infratentorial (mesencefálico).
general. . . . ~n la fi~ra 8-1 se sintetizan los principales signos clínicos y sus alteraciones,
l. Respiración. El ritmo respiratorio puede ~dop~ar las. ~i~u1entes vanan- segun el ruvel lesiona! y el momento evolutivo.
tes. a) Respiración de C/1ey11e-Stokes: es una resp1rac1on penod1ca. en la que se Siem~r~ es conveniente. difcr~nci~r el coma verdadero del fingido (histeria).
producen ciclos ventilatorios, en donde la amplitud de los movuruentos c:e- En est~ último caso, el paciente 1mp1de la apertura de los ojos, los reflejos ocu-
ce llega a un máximo y luego decrece gradualmente hasta llegar a un pcno- lovestibulares muestran la presencia de nistagmo y el electroencefalograma
d~ de apnea de algunos segund~s, luego del cual se re~n.icia el ciclo. Se re.la- suele ser normal.
ciona con trastornos supratentonales y supramesencefahcos. b) Hzp.erventi/a-
ción neurógena central: respiración rápida, re&ular, du~adc~a y rel~tivament.e
!:ªY ciertos elementos semiológicos que permiten diferenciar los comas por
les1on estruct:ural del sistema nervioso de aquellos debidos a causas metabólicas.
amplia. Es frecuente en los trastornos metabohcos (a~1do.s,is); se _vmcula, asi- Las pupilas simétricas, los reflejos fotomotor y oculovestibulares conservados
mismo, con lesiones mesencefálicas. c) Apneus1s o resp1rnnon apneustzca: msp1- ha~ta estadios terminales, la ausencia de asimetría en las reacciones motoras,
raciones muy amplias que se mantienen por varios segundos hasta gu.e so- unidos a manifestaciones clínicas de cada coma en particular, abonan a favor de
breviene la espiración. Se vincula con lesiones pontinas (protubera~c1ales) compromiso metabólico.
mediales o caudales. d) Ataxia respiratoria: respiración completa~ei:te mcoor-
dinada y anárquica que determina, sin ningún orden, ta~to rcs~irac1ones pro-
fundas como superficiales. Depende de lesiones pontmas ba¡as o bulbares CAUSAS DE COMA
dorsomediales.
2. Pupilas. El examen del estado pupilar es de v.ital impor.tancia en la ~em~o Las causas de coma serán divididas en supratentoriales e infratentoriales res-
logía del paciente en coma. Su examen puede ~r_ro¡ar lo s1&u1:~t.e: a) Pupilas 1t~ pectivamente.
termedias y reactivas: lesiones supramesencefal1cas. b) M1drzat1cas y no reac~1-
vas: lesiones mesencefálicas. c) Mióticas y reactív~s (debe h~cers~ el ~stu?!º Por lesión supratentorial: traumatismo de cráneo, hematomas extradura-
del reflejo fotomotor con la ayuda de una lupa): lesiones pontmas, mtoXIcaaon les, subdurales o intracerebrales, neoplasias, abscesos de cerebro, empiema
1 1
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
SIGNOS CLÍNICOS
SIGNOS CLÍNICOS
NIVEL LESIONAL
Y MOMENTO Pupilas Respuestas motoras en reposo
EVOLUTIVO Motilidad ocular y a la estimulación (compresión
Respiración
dolorosa del borde supraorbitario)
~
~
e ee
Inmovilidad
Supramesencefálico
~
Cheyne-Stokes
<©> <8>
Posición
intermedia A RFM +
Respuesta normal
~C??x:JI
Decorticación
(piernas extendidas,
antebrazos en flexión)
~
Mesencefálico NN#NIM
Hiperventilación
neurógena central
<@:> <@>
Midriasis
A RFM -
®0 e
Reflejo + Reflejo + desconjugado
~
~ ?Gii
Inmovilidad
Rigidez de descerebración
(piernas y antebrazos extendidos)
e ee
_f1S1SlIL
~r-;:-~¿J
Pontino
(protuberancial)
~
Apneusis
o Ataxia
respiratoria
<0> <()>
Miosis
bilateral
A RFM +
Falta de respuesta
Inmovilidad
y flaccidez
~
~
Hernia uncal
(estadio precoz)
~
Normal
®<8>
Midriasis
homolateral
a la lesión
A RFM ±
eee ~
Respuesta normal
Babinski contralateral a la lesión
~
Falta de respuesta (lado opuesto)
~~ e~e
~
~:di
Rara vez, Cheyne-
Hernia uncal
(estadio tardío)
Stokes <l!P <8>
o Midriasis+
~ Ptosis Decorticación unilateral
Hiperventilación homolateral Falta de respuesta lado
a la lesión RFM - Reflejo + Reflejo + desconjugado opuesto a la lesión
neurógena
Fig. 8-1. Principales signos clínicos y sus alteraciones, según el nivel lesiona! y el momento
evolutivo.
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
DIAGNÓSTICO
MUERTE CEREBRAL ANA <;ornmitte~ on Ethical Affa irs. Persisten! vegctativc state: Report of the American Ncuro-
log1cal Associabon Comm1ttec on Ethical Affa irs. Ann Neu rology 1993;33:386-90.
B~tes D. The management o.f medical coma. ] Ncurol Ncurosurg Psychíatry 1993;56:589.
La necesidad de lleva r a cabo trasplantes de órganos hizo que se buscara un F1sher CM. The neurolog1cal evaluation of the comatosc patient. Acta Neurol Scand
conjunto de criterios fidedignos de muerte cerebral. Se integraron entonces los 1969;1(Suppl 36):56.
siguientes signos: . . . Plum F, Posner JB. Diagnosis of stupor and coma. 3n1 cd. Philadelphia: Davis; 1980.
1) Coma producido por enfermedad cerebral estructural urevers1ble no in- Ropper AH, editor. Neurological and neurosurgical intensive care. 3.i ed. New York: Raven
Press; 1993.
ducido por drogas, hipotermia o trastornos metabólicos.
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 9
AFASIAS
La afasia es el defecto o pérdida del poder de expresión por medio del habla,
la escritu ra o los signos y/ o del poder de comprensión del lenguaje hablado o
escrito, debido a lesión o enfermedad de las áreas cerebrales correspondientes.
En la corte:Ga cerebral del hemisferio dominante (hemisferio izquierdo en el
99%) existen cuatro áreas circunscriptas, que corresponden a las cuatro varieda-
des del lenguaje: lenguaje expresivo oral y escrito, lenguaje comprensivo oral y
escrito. Estas cuatro áreas comprenden dos áreas motoras verbales: el área moto-
ra de la palabra y el área motora de la escritura, y dos áreas sensoriales verbales: el
área de la comprensión de la palabra hnblndn y el área de In comprensión de la pnlnbra
escrita. El área motora de la palabra se sitúa en el pie de la tercera circunvolu-
ción frontal. El área motora de la escritura, en el pie de la segunda circunvolu-
ción frontal (por delante de las áreas motoras de los dedos). El área de la com-
prensión de la palabra hablada se sitúa en l« parte media de !él primera circun-
volución tempora l (por delante de la zon« de proyección de l«s fibras cocleares).
Finalmente, el área de la comprensión de la palabra escrita, en el pliegue curvo
(alrededor de la terminación del primer surco temporal, por delante de la zona
occipital periestriada). Se remite al lector a la figura 9-1.
A su vez, estas áreas, aunque independientes, están vinculadas entre sí por
haces asociativos, como el fascículo arcualo, y además están unidas a áreas mo-
toras o sensoriales propiamente d ichas. La destrucción o la lesión de las áreas
del lenguaje o sus conexiones engendra diversos tipos de afasia.
Se ha visto que el hemisferio izquierdo es do111ina11te para el habla en el 99% de los
casos. Por otra parte, la dominancia en sujetos :¿urdos radica en el 75% de los ca-
sos en el hemisferio izquierdo. Estud ios recientes demuestran que en algunos
p~cientes zurdos el área motora del lenguaje está laterali?.ada en un hemisferio,
mientras que la comprensión está lateralizada en el hemisferio opuesto. Por otra
parte, se ha demostrado que hasta el 5% de las personas diestras tienen repre-
~ntado el lenguaje en el hemisferio derecho (la aparición de afasia por una le-
sión derecha se denomina en estos casos "afasia cruzada").
Las principales variedades afásicas son las siguientes:
l. Afasia de Broca, motriz o de expresión (Broca, 1861). Es una afasia no
I' fluente. El enfermo no habla o sólo emite algunas palabras (2 a 10 por minuto);
son comunes las parafasias (sustitución, deformación de la palabra hablada).
El lenguaje a veces es telegráfico, con omisión de palabras o sílabas termi-
educap
na les. La denominación se compromete. La repetición de palabras simples
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
di
Q) I§
Q) <O
~
E -~
u -º
e
<O
(J) o. e
ce Q)
Área motora
:J
<O é Q) 3:
de la escritura u o "O Q)
Q)
.Y
u
s<O ~
o.
E <O
"O
<O
e:: ·¡: (J) l!:?
e: :Q
<O
u .....
:J
2 ·~ ~ '<0 l!:?
·et!
e o
Área de :Q ~
o- ce
Q)
3:
<O :5- e: et!
·13 <O
·5
~~ Q) Q)
.2
:J
oiC'·
e <O g e e
ctl.2 e
Q)
u
Q)
:.::: Q)
"O "O .!:2 w:O -o u
~ \::) <O et! u <O
~
Área motora Q)
..... Q)
.....
(J) 2.0 "iñ >-
o ~ a Q) "O "O
de la palabra -J •<l:: ·<l:: _J <l:: <l::
<O e e <O
e: "O <O •O ·O et! "O
:Q <O "O ·13 ·13 "O <O
(/)
e:: t) ~ <O t)
2 ~ ~ ~ 2
Área de comprensión ~ 2 2 2
<O
Q.. <O -¡¡¡ -¡¡¡ -¡¡¡ -¡¡¡ <O "O
de la palabra hablada o o ~
E u >- e e
>. u 2
:J ::J o
Fig. 9-1 . Corteza cerebral del hemisferio dominante: áreas correspondientes a las cuatro 8 &. ~ U) U) ~ a. <(
variedades del lenguaje. e
·O
:§
Q)
puede ser correcta; la repetición de frases se encuentra alterada. Se observa o. et! e e e
que el paciente aumenta su esfuerzo para hablar. La comprensi6n del lengua-
Q)-
..... (J) "O
·O ·O -o
e: ....... Q) ·13 ·13 ·5
je se conserva, aunque en ocasiones hay dificultades para órdenes más com- (J) ~
~ <O <O ~ ~ ~
.g "O ~
et! 2 2
et! Q)
2
plejas. El enfermo escribe con paragrafías. Esta afasia puede acompañarse de "O -¡¡¡ "O
(/) Q) «! Q)
~ -¡¡¡ ~ ~ -¡¡¡
hemiparesia o hemiplejía en el hemicuerpo contralateral (mayor en el brazo que .!!! ~ ~-o 2 >-
:J e 2 e e
(/)
en la pierna), dada la proximidad de las áreas motoras de las extremidades su- ~ a: <( <( ~ U) <( U) U)
periores al área de Broca. Es interesante destacar que el enfermo se da cuenta Cl:l
e: <O
de su déficit, se siente con una gran frustración y frecuentemente está depri- ~ :Q
(.)
"O
et!
mido. La lesión, en general córtico-subcortical, se sitúa en el área de Broca (pie (/) Cl:l t)
de la tercera circunvolución frontal del hemisferio dominante). ~ .s <O <O <O «! <O 2 <O
{g E "O "O "O "O "O <O "O
2. Afasia de Wernicke (1874). Es una afasia fluente. El paciente habla mucho oe: ~ <O
..... ~ ~ <O
..... o @
u
(verborrea) y mal (parafasias, neologismos y jergafasia). La denominación es inco- ·~ Q) 2 2 2 2 ~ -. o 2
rrecta. La repetici6n también se compromete. Hay imposibilidad para comprender el ~ a <( <( <( <( <( a. <(
o Q)
·13 -¡¡¡
de conducción es producida por una les ión del fascículo arcuato que une el
área de Wernicke a la de Broca y transcurre profundamente a nivel del opér-
í!I
(3 «!
~
(.)
·¡:
(.)
::J ~ ~o
o
- u <O
..... "O u
culo parietal. e
ce
Q)
3:
e
o
u
.E -¡¡¡
.o
u u
(J) (J)
4. Afasia anómica. El síntoma cardinal está dado por la imposibilidad del pa- a, •O o e e
e
~ ~
Q) Q) Q)
ciente en la capacidad de denominación. El lenguaje es fluente pero existen parafa-
sías (el lenguaje escrito presenta paragrafías). La repetición y la comprensión son nor-
...o
'tJ
"O
<O
·¡¡;
"O
«!
·¡¡;
"O
<O
·¡¡;
<O
<O
·¡¡;
O>
<O
·¡¡;
<O
·¡¡;
<O
·¡¡;
<O
~
«!
males aunque a veces esto puede ser difícil de establecer en pacientes confusos. La
~
$
~ $ $
:::J educap
66 N EUROLOGÍ A EN ESQUEMAS
A FASIAS, APRAXIAS Y AGNOSIAS 67
angularis y en ciertas lesiones que, aunque lejos de las áreas. del lenguaje, ejerce,n
efectos presores sobre ellas. Se describe c?n m?y?r frecuenc_ia.en la encefalopatía
tóxica o metabólica. En el caso de una afasia anomJCa, con la uruca salvedad de que
junto con otros elementos haga pensar al ex~ador que se está frente al ;?mien-
zo de un síndrome demencial, siempre se debera buscar una causa metabolica, re-
versible. La anomia es un signo que puede observarse en pacientes c?nfusos.
5. Afasia global. Este tipo de afasia se ve como resultado de lesiones exten-
sas que afecten o comprometan las áreas de Broca y de Wernicke. El !?~ciente,
por ende, no habla, no lee, no escribe ni comprende. A veces puede emJtJr algu-
nos fonemas carentes de significado. Se asocia, como es dable suponer, con la
existencia de una hemiplejía. La afasia global se describe en infartos extensos
del territorio de la arteria cerebral media.
6.- Afasias transcorticaJes. Se deben a lesiones que, sin dañar las áreas de Broca,
de Wernicke o sus conexiones, afectan partes de sustancia blanca adyacentes a ellas.
Se caracterizan por ser afasias en las cuales la repetición ?e la palabra o fra~:s persis-
te intacta, a pesar de tratarse de pacientes con falta casi total de co'.npre11s10n (trans-
cortical sensorial) o con palabra poco fluente y parafasias (transcortica~ n:t0tora). .
En el cuadro 9-1 se sintetizan los principales hallazgos en las d1stmtas varie-
dades de afasias.
Capítulo 10
Epilepsia
FISIOPATOLOGÍA
ETIOLOGÍA
72 NEUROLOGÍA EN ESQUEMAS
EPILEPSIA 73
En la infancia: convulsiones febri les, enferm edades infecciosas -meningitis,
encefalitis y abscesos-, epilepsia idiopática, enfermedades metabólicas congéni-
tas traumatismos y facomatosis.
Entre los 10 y los 25 años: epilepsia idiopática, traumatismos, infecciones y
maJformaciones cerebrales.
Entre los 25 y los 60 años: abstinencia aJcohólica, tumores cerebrales primi-
tivos o metastásicos, traumatismos, epilepsia idiopática, vasculitis, encefalitis.
Más allá de los 60 años: enfermedades encefalovasculares, metástasis cere-
brales. Los trastornos metabólicos asociados con insuficiencia renal o hepática,
hipoglucemia o hiperglucemia o debidos a desequilibrio hidroelectrolítico pue-
den ser la causa de Ja crisis en todos los grupos etarios.
CLASIFICACIÓN
~~
les. En las segundas, por el contrario, hay un comienzo focal de la actividad
eléctrica anormal, que puede quedar así localizada o propagarse al otro hemis-
ferio (crisis parcial secundariamente generalizada). La objetivación clínica, el in-
terrogatorio del paciente o de Jos testigos presenciales y el electroencefalograma
ayudan a diferenciar unas de otras.
La clasificación internacional de las crisis epilépticas (1981), parcialmente Flg. 10-1. Paroxismo de ondas agudas e hipersincronías theta generalizadas espontáneas.
modificada con fines didácticos, es la siguiente: Paciente con clínica de gran mal epiléptico (fuera del acceso).
l. Crisis generalizadas (con convulsiones o sin ellas) puede mor?erse la _Je_ngua y emitir saliva espumosa por la boca. Luego siguen
A: l. Ausencias típicas (pequeño mal). las convulsiones clorncas, que duran alrededor de 30 segundos; en este período
2. Ausencias atípicas. puede haber emisión involuntaria de orina. Luego el paciente queda en un esta-
B: Ataques mioclónicos. do c?ma~oso de duración variable (15 a 60 minutos), posteriormente recupera la
C: Ataques clónicos. conoenoa y se halla entonces muy cansado y confuso. Existen anomalías elec-
D: Ataques tónicos. troen:e~aJográficas ~iur~n~e el acceso_r fuera de él (véase fig. 10-1).
E: Ataques tónico-clónicos (gran mal). , <;ns1s de ausencias típicas (peq11e110 mal). Se presentan como una interrupción
F: Ataques atónicos. sub1~a Y_ b~eve del estado de conciencia, de 5 a 30 segundos de duración, sin caí-
da ru perdida del tono muscular. El enfermo, generalmente un niño o un adoles-
II. Crisis parciales (focales) c~nte, permanece inmóvil, con la mirada fija y a veces desarrolla un parpadeo a 3
A: Crisis parciales simples (sin alteración de la conciencia). ocios por segundo -que se corresponde con las descargas generalizadas de pun-
l. Con síntomas motores (epilepsia jacksoniana). ta Y onda a 3 e/ s del electroencefalograma (véase fig. 10-2)- o a veces movimien-
2. Con síntomas sensoriales (somatosensoriales, visuales, auditivos, ol- tos automáhc?s (bucales, frotam~enlo de manos). El paciente recupera rápida-
fatorios, gustativos). mente la conaenoa para proseguir con su tarea previa como si nada hubiese pa-
3. Con síntomas ve~etativos. sado. En el día pueden producirse desde unas pocas a varios centenares de crisis.
4. Con síntomas ps1quicos. Los otros ~pos de crisis general izadas son mucho menos frecuentes y ocu-
B: Crisis parciales complejas (con alteración de In conciencia). ~r~n i:r~dommantemente en la infancia. Los ataques mioclónicos pueden ser
1. Crisis parcial simple con posterior trastorno de la conciencia . 1d_1opat1cos y de buen pronóstico o ir asociados con la enfermedad de Unve-
2. Con trastorno de la conciencia desde el comienzo. rn~t-Lafora o gangliosidosis. Los ataques tónicos consisten en espasmos que
C: Convulsiones focales con generalización secundaria. flex10nan la nuca y pueden interesar el resto del cuerpo; se observan en el sín-
drome de We_st, que aparece en el 90% de los casos antes del primer año de vida.
III. Crisis epilépticas no clasificables se. aco~pai;ia de retraso mental y de un patrón electroencefalográfico típico
(hipsarntrnia). Los ataques atónicos se manifiestan con caída por relajación bre-
Crisis generalizadas ve Y brusca del tono postura!; a veces puede observarse sólo caída de la cabeza
o d~ los brazos. En el síndrome de Lennox-Gastaut puede existir cualquier combi-
Ataques tónico-clónicos trsran mal). Son precedidos comúnmente por un au- na?ón de crisis generaJizadas con ausencias atípicas. Suele existir además retra-
ra. El paciente pierde el conocimiento, cae al suelo y de inmediato se inician las so ~telectu~l y la causa está en relación con lesiones cerebrales adquiridas en el
convulsiones, primero de carácter tónico, duran 10 a 20 segundos y el enfermo penodo pennataJ o determinada genéticamente.
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74 N EUROLOGIA EN ESQUEMAS
EPILEPSIA 75
EPILÉPTICO PSICOGÉNICO
Clónicos Desfasados
en fase
Fig. 10-2. Complejos punta-onda con frecuencia de 3 c/s. Paciente con clínica de pequeño mal
ausencia.
En este caso la descarga ictal se limita a un solo hemisferio cerebral. En las cri-
sis parciales simples motoras (epilepsia jacksoniana) las convulsiones se limitan, en
su iniciación, a partes del hemicuerpo opuesto al lado de la lesión, que pueden per-
manecer así o propagarse después a toda esa mitad del cuerpo, sin que el pacien-
te pierda en ningún momento el conocimiento. Se describen los tipos facial, braquial No Sí
(el más frecuente) y crurnl. A veces las crisis simples cursan con descargas hemipa-
restésicas o manifestaciones sensoriales (sensaciones de mal olor o sabor), vegeta-
tivas o psíquicas. Generalmente, tras una crisis parcial motora sobreviene una pa-
resia o parálisis transitoria que se conoce con el nombre de parálisis de Todd.
En las crisis parciales complejas (epilepsia psicomotora) la conciencia se alte-
ra. Pueden existir manifestaciones automáticas: movimientos masticatorios,
temblores palpebrales, frotamiento de manos, episodios de angustia o extrnñe-
za, risa inmotivada, emisión de palabra incoherente y hasta fugas. La recupera-
ción de la conciencia es gradual, con un período de confusión residual, que es
un elemen to diferencial con respecto a las ausencias con automa tismos del pe-
queño mal, en donde la recuperación de la conciencia es inmediata. Dicho en
otras palabras, en las crisis parciales complejas existe un estado posictal, e l nurn Movimiento Sin movimiento
es frecuente y la duración del fenómeno es de 1 a 3 minutos. El electroencefalo- de lado a lado de lado a lado
grama generalmente revela la presencia de ondas agudas o lentas tempora les.
Ambos tipos de crisis parciales, simples y complejas, pueden evolucionar a
una generalización secundaria con ataques tónico-clónicos.
DIAGNÓSTICO
correcto), y a una exploración semi o lógica completa. Siempre deben diferenciar- cuadro 10-1. Metodología de estudio neurofisiológico en la epilepsia
se las crisis convulsivas epilépticas de las psicogénicas (véase fig. 10-3). No de- Métodos de estudio Actividad epileptiforme interictal
be pasarse por alto la pesquisa de estigmas cutáneos (facomatosis). El electroen-
cefalograma es de enorme valor: ayudará a precisar la existencia o no de asime- 1. EEG de rutina (e/activación+
deprivación de sueño) 50%
tría, paroxismos francos o patrones característicos, aunque puede ser normal en Hasta 4 EEG 90%
muchos pacientes epilépticos. En caso de duda puede recurrirse al monitoreo 2. EEG prolongado (1-8 horas) 60%
electroencefalográfico de 24 horas o a la videoelectroencefalografía (111011itoreo 3. EEG de sueño (diurno o
electroe11cefalográfico en circuito cerrado de televisión), método complejo que permi- nocturno) 70%
te visualizar en forma simultánea al paciente y su electroencefalograma, regis- 4. Monitoreo EEG de 24 horas
trándose la información en video para su análisis ulterior. El tiempo de registro 4 canales 70-93%
varía según los casos: 6 a 24 horas. En ciertas ocasiones serán necesarios perío- 8 canales 90-95%
dos de 2 a 4 semanas. El porcentaje de pacientes que requieren este tipo de es- 16 canales 90-95%
5. Video EEG 100%
tudio asciende al 5%. Tiene su indicación en el diagnóstico diferencial con las
crisis psicogénicas (el 25% de los pacientes epilépticos las presentan) y para cla-
sificar ciertas crisis, lo cual no puede realizarse por medio de otros métodos. No
existe consenso sobre la utilidad del mapeo cerebral en la actualidad. Es más, Antes de administrar el fármaco deben recordarse sus posibles efectos adver-
con este estudio no se obtiene mayor información que la que arroja el electroen- sos. Es de buena práctica recurrir siempre en primera instancia a la monoterapin.
cefalograma conve ncional. La posible suspensión de la medicación debe realizarse en forma gradual. Siem-
La metodología de los estudios neurofisiológicos en la epilepsia con su por- pre deben <losarse en plasma los niveles correspondientes de la droga para eva-
centaje de efectividad (demostrando la existencia de actividad epil.eptiforme in- luar el cumplimiento y s u posible toxicidad.
terictal) se cita en el cuadro 10-1. En los casos de estado de gran mal epilfptico, donde los ataques se suceden sin
La tomografía computarizada cereb ral o la resonancia magnética por imá- interrupción y sin recuperación del sensorio, se recurrirá al diazepam, 10 mg lV
genes siempre se impondrán para descartar organicidad, más aún si exis ten en forma lenta, que se repiten con intervalos de diez minutos hasta 2 ó 3 veces
crisis focales, focalidad elcctroencefalográfica o evidencias en el exa me n clí- si es necesario, o bien difenilhidantofna, 20 mg / kg IV (< 50 mg /minuto). Si no
nico. Los estudios de laboratorio se basarán sobre la historia clínica y la ex- está controlado a la hora, se recurrirá al fenobarb ital lV en dosis altas o a la
ploración. anestesia general. En el estado de ausencias se utiliza el clonazepam, 2 mg IV en
Trataremos de sentar algunas conclusiones útiles para tener en cuenta: a) to- forma lenta.
da epilepsia debe ser rotulada como secundaria o sintomática y agotar todos los En el estado de crisis parciales complejas o en el estado de crisis parciales moto-
medios a nuestro alcance para descartar una causa orgánica que la produzca; b) r~~ contin~as se administra difenilhidantoína en la misma forma y dosifica-
el interrogatorio preciso y adecuado es fundamental para que el diagnóstico evi- c10n antenor.
te toda causa de error; c) el electroencefalograma siempre debe correlacio11arse con E! 80% de_ los pacientes responden al tratamiento médico. En la pequeña
el cuadro clínico que presente el enfermo (no se "medican" trazados anormales fi:~Jª de pacientes que no lo hacen y la enfermedad se torna invalidante, ha-
singue el paciente tenga una clínica con la cual se correlacione), y d) los estudios b1endose agotado todos los recursos médicos disponibles, puede meditarse la
radiológicos correspondientes siempre deben descartar enfermedad. posibilidad q uirúrgica. Ésta tiene su clara indicación en presencia de un fo-
co epiléptico que no se encuentra en una región noble de Ja corteza cerebral
Y, q~e se ha puesto en evid encia mediante técnicas neurofisiológicas y radio-
TRATAMIENTO l<;>91cas complejas (resonancia magnética por imágenes, tomografía por emi-
s1on de fotón único - SPECT- y, eventu<1hncn te, registro con electrodos intra-
El tratamiento brinda un buen control de las crisis en Ja mayoría de los pa- cere~rales) . En un alto porcentaje de pacientes -especialmente en epilepsias
cientes. La elección del fármaco depende del tipo de crisis. En los casos de ata- parciales- la cirugía puede lograr la desaparición de las crisis o brindar una
ques tónicó-clónicos se utilizan la difenilhidantoína (dosis: 3-8 mg/kg/ día) o el mejor calidad de vida.
fenobarbital (1 -5 mg/ kg/ día). Para las crisis focales, simples o complejas, se pre- La estimulación vagal crónica intermitente puede constituir una última al-
fie re la carbamazepina (5-20 mg/kg/ día) o la oxcarbazepina (15-45 mg/kg/ día). ten~ativa terapéutica en pacientes epilépticos que no son candidatos para la ci-
En el pequeño mnl la droga de elección es la etosuximida (10-30 mg / kg /día). Cuan- rugia y que son refractarios al tratamiento médico.
do los ataques de gran mal se asocian con ausencias, la droga de elección es el La dieta cetogénica - que consiste en el SL1rninistro de un alto contenido de
ácido valproico (20-40 mg/kg/ día), o bien el clonazepam (0,03-0,25 mg/ kg/ día). ~asas, con una restricción severa de los restantes componentes básicos de la
En los últimos años se han introducido nuevos fármacos, con buena toleran- dieta- puede controlar el 20 a 30°,{, de las crisis, pa rticu larmentc en epilepsias re-
cia y resultados favorables en las crisis rebeldes, con uso preferencial en las epi- fractarias de la niñez. En el adulto la dieta rinde menos beneficios. Por otra par-
lepsias infantiles y en las crisis parciales y generalizadas tónico-clónicas. Se ci- te, se citan complicaciones importantes. El mecanismo de acción -que genera
tan al respecto el topiramato, la gabapentina, la lamotrigina, el felbamato, la una cetosis persistente- se desconoce.
zonisamida, la tiagabina y la vigabatrina. Sus mecanismos de acción son varia- Durante el estado de embarazo, en lo posible, debe recurrirse a la monoterapia
dos y a veces múltiples, aunque tienen menos efectos adversos y no interactúan e~_dosis bajas. No debe utilizarse el ácido valproico en el primer trimestre (posi-
con otras drogas. bilidad de anomalías en el canal neural). Si se toma carbamazepina es necesario
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78 N EUROLOGÍA EN ESQUEMAS
CEFALEAS VASCULARES
82 NEUROLOGiA EN ESQUEMAS
CEFALEA Y ALGIAS CRANEOFACIALES 83
Fig. 11-2. Cefalea tensional. De carácter constricti- Fig. 11-3. Arteritís temporal. Ingurgitación de la arteria
vo, en casco o vincha, que toma la región fronto- temporal con dolor a la palpación o la presión de ésta.
témporo-occipital.
que comparte características clínicas con la cefalea en racimos y con la neu- Arteritis temporal
ralgia trigeminal. Su etiología se desconoce y el dolor es de muy difícil tra-
tamiento; en ocasiones con la carbanwzepina puede obtenerse buena res- Es una cefalea que se observa en personas mayores de 60 años. Cursa con do-
puesta. lor temporooccipital o frontooccipital, unilateral o bilateral. Hay dolor exquisi-
to a la palpación o la presión de la arteria tempora l (véase fig. 11-3). Casi siem-
pre se acompaña de compromiso de la cintura escapular y más raramente la pel-
CEFALEAS POR CONTRACCIÓN MUSCULAR viana (polimialgia reumática). La complicación más frecuente es la amaurosis,
de aparición brusca e irreversible, por compromiso de la arteria central de la re-
tina. Un elemento frecuente que ayuda a confirmar la enfermedad es la eritro-
Cefalea de tensión s~~entación acelerada, a veces por encima de 100 mm en la primera hora (ca-
si siempre mayor de 50). La biopsia de la arteria temporal puede confirmar la
Es una cefalea continua, unilateral o bilateral, constrictiva (el paciente refie- lesión correspondiente.
re que es como si le apretara la cabeza un casco o una vincha) y a menudo toma
las regiones frontal y temporal, con sensación de tensión en los músculos de la
nuca (véase fig. ·11-2). Generalmente cotidiana, comienza por la tarde y el dolor
constante se extiende por espacio de días, semanas o incluso años. Se observa
sobre todo en mujeres tensas y ansiosas.
Desde el punto de vista terapéutico, los relajantes musculares de tipo natu-
ral suelen ser beneficiosos (magnesio). Si no, puede recurrirse al dinzepam o el lo-
razepnm en dosis de 1-2 mg, dos o tres veces al día, que alivian el dolor por sus
efectos miorrelajantes. La aplicación de calor local y la masoterapia -deben evi-
tarse los proced imientos de tracción- pueden resultar útiles.
r
¿La cefalea es de ¿Las cefaleas son ¿Las cefaleas son ¿Han aumentado las Examine los ojos, oí-
apari ción gradual, de aparición súbita, continuas y persisten- cefaleas en duración y dos, nariz y dientes del
tes? ¿Se localizan en NO NO ¿Acusa el paciente
de 4 a 6 horas de NO de menos de dos NO ~ paciente en busca de hi-
duración y asociada ~
severidad, sin periodi-
horas de duración y i--... el occipucio o son co- r-----...-----~I cidad específica o in- -----.. dolores músculo-arti-
culares y disturbios vi- persensibilidad u otras
con náuseas, vómi- asociadas con lagri- mo una banda de ten- tervalos entre los ata- evidencias de patolo-
sión alrededor de la suales?
tos y trastornos vi- meo, rinorrea y con- ques? gía local. Descarte al-
suales? gestión nasal? cabeza? -------~sí teraciones en los cam-
pos visuales o hiper-
l SÍ SÍ
~sí
sí tensión arterial severa
T
Sospeche jaqueca Sospeche cefaleas Sospeche cefalea ten- ¿Acusa el paciente Si el dolor es unilateral
o migra ña, espe- paroxísticas (cefa - sional, especialmente fiebre sin causa apa- y ocurre siempre en la
NO
cialmente si existen
antecedentes fa -
lalgia en racimos),
especialmente si los
si se agrava con las
preocupacion es, la an-
rente y además rigi-
dez de la nuca?
-----.. misma región, sospe-
che una lesión localiza- ¿Se encuentran ele-
miliares ataques son noctur- siedad u otras altera- da como neurinoma,
nos vadas la tasa de sedi-
ciones emocionales aneurisma, meningio- mentación globular y la
SÍ ma o tumor cerebral cuenta leucocitaria?
'
Sospeche encefalitis o ~SÍ
Examine la cabeza, Examine la cabeza, Investigue la presen- meningitis
el cuello y los ojos el cuello y los ojos cia de rigidez o de hi- Realice un examen
del paciente en bus- del paciente en bus- persensibilidad en la neurológico. Investi- Sospeche arteritis tem-
ca de patología y ca de signos físicos nuca, en la región su- gue signos neurológi- poral
realice una inspec- anormales y realice perior de los hombros cos focales como ani-
ción neurológica y una inspección neu- y en los músculos cer- socori a y ausencia de
de los campos vi- rológica y de los canos al occipucio reflejos córneos
suales campos visuales Hospitalice al pacien-
te y ordene punción
lumbar
'
11
Pida tomografía com-
Prescriba pizotifeno Prescriba corticoides Examine la cabeza, el putarizada cerebral o
o betabloqueantes o litio para reducir el cuello y los ojos del pa- resonancia magnética.
como profilácticos y número de ataques. ciente en busca de sig- Si hay sospecha de
ergotamina para los La periodicidad de nos físicos anormales y aneurisma, ordene ar-
ataques agudos éstos hace difícil la realice una inspección teriografía
evaluación de la te- neurológica y de los
rapéutica campos visuales
Fig. 11-5. Diagnóstico de la cefalea crónica. Modificado de: 100 Diagramas Clínicos. México:
lnteramericana; 1979. educa.p
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El tratamiento, que debe ser precoz para no exponer al enfermo a la compli- En l~ fig~ra.11-5 se esquematiza la forma de conducirse frente a un pacien-
cación mencionada, se efectúa con prednisona en dosis de 40-60 mg/ día, que se te con diagnostico de cefalea crónica.
mantendrá durante un tiempo prudencial y luego se reducirá cuidadosamente
hasta lograr la dosis de mantenimiento (5-10 mg/día). El tratamiento no debe BIBLIOGRAFÍA
ser inferior a 6 meses.
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La neuralgia del glosofaríngeo o síndrome de Wilfred Harris se caracteriza por assocwted w1th con1uncbval m¡ectwn and appearing in clusters. A nosological problcm.
la producción de accesos álgicos que se extienden a la parte posterior de la len- Proceedmgs of the Scandmav1an M1grame Societv; 1978;31.
Capítulo 12
Radiculitis, polineuritis
y plexopatías
RADICULITIS
1
90 N EUROLOGÍA EN ESQUEMAS RADICULITIS, POLINEURITIS Y PLEXOPATÍAS 91
N. abdomino·
genital
N. genito-
crural
N. ciático
l 1
POLINEURITIS
Las mononeuritis miíltiples se observan en la diabetes, la lepra, algunas cola- ~l labor~t,o rio deb~ incluir lo siguiente: recuento sanguíneo completo, eritro-
genopatías como Ja periarteritis nudosa y en ciertas enfermedades de la sangre sedimentac1on, u_r~m1a, prueba de tolerancia a la glucosa, colesterol, protcino-
y del sistema reticuloendoteli al. grama el_ectroforet1co y C?l a~enogra ma, serología luética, anticuerpos antiborre-
Desde el punto de vista clínico, las polineuritis presentan los siguientes sín- lia, dosaJe.de hor~ onas hr~1deas (~3 y T4), d?saje de vitamina 8 121 dosaje de plo-
tomas y s ignos: 1) trastornos motores: paresia o parálisis, tipo neurona motora pe- rno, arsernco y talio, aná l1s1s de orina (que mcluya porfobilinógeno, porfirinas
riférica, con hipotonía o fla ccid e~, y atrofia muscular (cuando la parálisis toma el totales y sulfuro).
ciático poplíteo externo, da lugar a la marcha en sf'eppnge); 2) trnstomos sensitivos: La electromiografía dem.uestra la existencia de desnervación pero también de-
parestesias en forma de hormigueos, adormecimiento o sensación de pinchazos, be medir la velocidad de conducción nerviosa, que nos permite hacer la discrimi-
dolor a la presión de las masas musculares y de Jos troncos nerviosos, perturba- nación entre poli11e11ropnfí11s 11xo11nles con velocidad de conducción normal (toxico-
ciones de la sensibilidad objetiva de distribución periférica (hipoestesia o anes- medicamentosas, nutricionaJcs, metabólicas y en las e1úermcdades de Refsum,
tesia primeramente distal en bota o en guante); 3) trastornos tróficos (es común la Thngier y leucodistrofia metacromática) y des111ieli11iza11tes con velocidad de con-
piel lisa y brillante - glossy ski11-) que aparecen en general luego de unas semanas ducción disminuida (toxicidad por plomo, hipotiroidismo, diabetes - también es
de evolución; 4) ma11ifestacio11es atáxicas: por compromiso de la sensibilidad pro- causa de polincuropatía axonal-, poliarteritis nudosa y lupus eritematoso).
funda consciente (no son muy comunes pero pueden presentarse sobre todo en No debe obviarse la radiografía de tórax (sarcoidosis, neoplasia). Por úl-
la diabetes -seudota/7es polineurítica-); 5) trastornos reflejos (hiporreflexia o arrefle- timo, la biopsia del nervio puede contribuir al diagnóstico de polineuropa-
xia profunda) en el área de distribucicín de los nervios afectados. tía por amiloidos is, sa rcoidos is, leucodistrofia metacromática y vasculitis.
En las poi ineu ropa tías hereditarias (Charcot-Marie-Tooth, Déjérine-Sot tas)
Diagnóstico revela la ex istencia d e "b ulbos en catáfila de cebolla" (011io11 /7ulbs). Por otra
parte, en estas últimas puede ser importante el estudio genético. Algunos ti-
Podemos realizar el diagnóstico de polineuritis cuando un paciente presenta pos de enfermedad de C harcot-Marie-Tooth presentan mutaciones en el bra-
síntomas sensitivos en el pie, de evolución progresiva y s imétrica, pérdida de la zo corto del cromosoma l, aunque son más frecuentes las correspondientes
sensibilidad distal que va disminuyendo hacia la raíz del miembro, ligera debi- al cromosoma 17.
lidad distal en las extremidades inferiores y ausencia del reflejo aquiliano.
El síndrome polineurítico debe diferenciarse de los síndromes sensitivos me- Tratamiento
dulares. Ambos pueden acompañarse de disociación de la sensibilidad, pero la
pérd ida sensitiva en las lesiones medulares suele estar restringida a los segmen- El pronóstico y el tratamiento dependen de la etiología, es decir, de la causa
tos corporales que se encuentran por debajo del nivel lesi(l1rnl. Por el contrario, específica de la polineuJitis. Así se evitará el contacto con tóxicos y metnles pe-
cuando una polineuritis da lugar a la pérdida de la sens ibilidad por encima de sados, se administrarán vitaminas o antibióticos, se hará un control ajustado de
las rodillas, las fibras que inervan la yema de los dedos de las manos ya se en- la glucemia en plasma, o bien se tratará el cuadro neoplásico con el cual se co-
cuentran también afectadas, mientras que en una lesión medular dorsal las ex- rrelaciona (inmunosupresores, radioterapia).
tremidades superiores suelen no comprometerse. Asimismo, la presencia de sig-
nos pira midales y esfinterianos descartará una polincuropatín y abonará a favor
de un compromiso medular. POLIRRADICULONEURITIS O SÍNDROME DE GUILLAIN-BARRÉ
Lo más difícil en las polineuritis es identificar la etiología. Un interrogatorio
adecuado (historia familiar, infección reciente, existencia de síntomas gastroin- El síndrome de Cuillain-Barré se caracteriza por la instnlación brusca de un
testinales, antecedentes de drogas o de exposición a tóxicos, estado de nutri- cuadro de parálisis arrefléxica con escasas alteraciones sensitivas, una a tres se-
ción) es fundamental. Por otra parte el examen clínico es de vital importancia y manas después de un cuadro infeccioso respiratorio o gripal. Comienza con pa-
además de la semiología neurológica se recabará en lo sigu iente: existencia de restesias y paresia de los pies para evolucionar a una parálisis que va ascendien-
rash cutáneo (porfiria, lepra, causa nutricional, lupus, enfermedad de Refsum), do con el transcurso de los días. Es común la afectación del VII par que causa
hipertensión arterial (poliartcritis nudosa, uremia), ribete de Burton (plomo), parálisis facial periférica bilateral. En un pequeño porcentaje de pacientes se
hipertrofia de amígdalas y esplenomcgalia (enfermedad de Tangier), líneas un- producen fallas respiratorias mecánicas que requieren la terapia asistida. Luego
gu lares de Mees (arsénico), faring itis (difteria, mononucleosis infecciosa), linfa- de ,2 a 4 semanas se observa un incremento de proteínas en el líquido cefolorra-
denopatía (mononudeosis, sa rcoidosis, neoplasia), hepatomegalia y amaurosis qu1deo con celularidad normal - disociación proleinocifológica- . Existe dismim1-
(alcohol), alopecia (talio), disfagin (difteria), entre otros elementos. ción de la velocidad de conducción en la mayoría de los ~asos.
Cuando predominen lns alteraciones motoras, hay que descartar: síndrome La recuperación es la regla en un gran porcentaje de pacientes y en el tra ns-
de Cuillain-Barré, saturnismo, d ifteria, porfiria y enfermedad de Charcot-Ma- cu_rso de hasta seis meses, aunque algunos requieren un tiempo mayor. Se rcco-
rie-Tooth; si predominan las sensitivas: diabetes, alcohol, nutricionales, para- nuenda el tratnmiento fisioterápico precoz. Los corticoides en dosis altas no de-
neoplásica, toxicidad por arsénico o medicamentos, amiloidosis y enfermedad m?~traron mayor beneficio. La plasmaféresis en etapas tempranas puede ser de
de Tangier. Si la polineuropatía afecta los nervios autónomos, manifestándose utilidad, al igual que el suministro de inmunoglobulinas.
por hipotensión ortostática, impotencia sexual e incontinencia: diabetes, gam- . Un estudio reciente compara los resultados del tratamiento con plasmafére-
mapatía monoclonal, enfermedades de Refsum y Fabry. Finalmente, la instala- s1s y con inmunoglobulinas intravenosas. La evolución de los pacientes tratados
ción brusca del cuadro hará sospechar el síndrome de Cuillain-Barré, porfiria o c_on inmunoglobulinas fue mejor en cuanto a la recuperación funcional y en el
toxicidad arsenical. hempo de hospitalización, con respecto a la de los tratados con plasmaféresis. oducop
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94 NEUROLOGÍA EN ESQUEMAS RADICULITIS, POLINEURITIS Y PLEXOPATÍAS 95
En la figura 12-3 se resume .el cuadro clínico del síndrome de Guillain-Barré. ENFERMEDADES DE LOS PLEXOS NERVIOSOS
Parálisis del plexo cervical. Etiología. Los traumatismos y las heridas del
cuello y de la nuca, las lesiones de la columna cervical (hernia de disco, reuma-
tismo), las adenopatías del cuello y los procesos inflamatorios que actúan por
compresión o inflamación de las distintas ramas que constituyen el plexo cervi-
A veces diplejía facial cal pueden producir esta parálisis.
Cuadro clínico. Se caracteriza por dolor en la región suboccipital, territorio del
nervio occipital mayor, parestesias en esta zona, dolores en la base del hemitó-
rax con las manifestaciones características de la neuralgia frénica y parálisis dia-
fragmática.
Pronóstico. Está en relación con la causa.
Estado infeccioso previo
Tratamiento. Depende de la etiología.
· Parálisis del plexo braquial. Etiología. Traumatismos, compresiones tumora-
les1 especialmente por carcinoma del ápice pulmonar (tumor de Pancoast), o
por adenopatías, compresión por costillas supernumerarias, traumatismos obs-
La parálisis tétricos, procesos infecciosos o tóxicos.
se exti ende Cuadro clínico. La parálisis puede ser total o parcial; en el primer caso, todo el
a los miembros
superiores miembro superior incluido el hombro está paralizado; la parálisis se acompaña
de hipotonía, atrofia muscular y arreflexia o hiporreflexia. Hay, además, aneste-
sia de la mano, del antebrazo y a veces de la cara externa del brazo, y síndrome
de Claude Bernard-Horner del mismo lado.
En las parálisis parciales se distinguen el tipo superior o de Duchenne-Erb,
~
en el que la lesión afecta la Sil y la 6~ raíz cervical, el tipo medio por lesión de la
7ª raíz cervical y el tipo inferior o de Déjerine-Klumpke, donde están afectadas
11
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96 N EUROLOGIA EN ESQUEMAS
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Su lesión da lugar a la pará lisis del músculo serrato mayor. Cuando el enfer-
mo lleva su brazo hacia arriba, se observa que la escápula se levanta y hace pro-
cidencia en la parte inferior de su borde interno (esaíp11/n nlndn). La cnusn está da-
da generalmente por heridas, traumatismos o compresione~ que lesionan el ner-
vio en su trayecto.
NERVIO CIRCUNFLEJO
NERVIO RADIAL
Palma Dorso
2
Fig. 13-2. Trastornos sensitivos por lesión del mediano. En negro, pérdida de sensibilidad
protopática; en g risado, pérdida de sensibilidad epicrítica. El área de anestesia epicrítica es
Fig. 13-1. Trastornos sensitivos por lesión del radial. 1, por lesión alta; 2, baja. mayor que la protopática.
NERVIO CRURAL
NERVIO OBTURADOR
1
Capítulo 14
Enfermedades
/
vertebromedulares
COMPRESIÓN MEDULAR
La médula espinal puede verse afectada por distin tos procesos que lesionen
Ja columna vertebral, la envoltura dural, el espacio subaracnoideo y las raíces y
la médula misma (síndromes vertebromedulnres). En la figura 14-1 se estudia la sis-
tematización de la médu la espinal.
Asta
posterior Haz espinocere-
beloso dorsal
Haz piramidal
cruzado
Haz espinocerebe-
Asta loso ventral
lateral
Haz
Conducto espinotalámico
del epéndimo
Asta
anterior
1 ,
Raíz Surco Haz piramidal
anterior medio directo
anterior
Fig. 14-1. Esquema de un corte de la médula. De Cambier J y col. Propedéutica neurológica. oduc.p
Toray-Masson; 1980. Con autorización.
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por ~in tumor extrínseco o espondilosis cervical. Por debajo del nivel de afecta-
ción medular se producen paresia, hipertonfa piramidal, reflejos profundos
exaltados, además de los característicos trastornos de la sensibilidad con nivel
sellsitivo, es decü~ con nivel transversal corpora l por debajo del cual se encuen-
o oo
~o
tra alterada en grado diverso; también existen trastornos esfinterianos -reten-
ci6n o bien incontinencia- (véase fig. 14-3).
Por el contrario, en el nivel de la lesión se produce dolor radicular, primero
() b
unilateral y luego bilateral, al principio de duración breve y posteriormente pre-
sentándose varias veces en el día, que se irradia hacia las extremidades o el tron-
co y que empeora al toser, estornudar o realizar algún esfuerzo. Luego aparecen
los trastornos más característicos: fascicu laciones, atrofia muscular y abolici6n
de los reflejos segmentarios.
Cuando se comprometen los segmentos medulares L5 y SI sobreviene el sín-
drome del epicono, caracterizado por parálisis de las piernns con atrofia de Jos
grupos musculares correspondientes, reflejos aquilíano y planta r abolidos,
anestesia con distribu ción L5-S5 y compromiso esfinteriano.
Por último, el síndrome del cono medular (segmentos medulares 52 a SS) se
io
a
caracteriza por anestesia en silla de montar, trastornos esfinterianos, impoten-
cia sexual y ausencia de signos motores. Existe asimismo abolición de los refle-
jos bulbocavernoso y anal.
La médula acaba a nivel de la primera vértebra lumbar, pero todas las raíces lum-
bares (con excepción del primer par) y' sacras, que van emergiendo del canal ra- ~iivge.l 1d4e-21a· SIes1
ec~ió(n _meldular. ~om)pleta a diversas alturas. Anestesia absoluta por debaJ·o del
quídeo por debajo de esta vértebra, forman la denominada cola de caballo que on nrve sens1t1vo . educop
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""9
LCR ó
Disociación proteino-
citológica
-
/~ Anestesia con nivel
sensitivo (a veces
sólo hipoestesia)
¡;:"'
¡:
Alteraciones
eslinterianas
Paraparesia
o paraplejía
espástica
Anestesia superficial
y profunda
+++ \ +++ Hiperreflexia profunda
(reflejos profundos
exaltados por debajo
- ),
r
del nivel lesiona!)
Hipertonía
de la cola de caballo).
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Mielopatías paraneoplásicas
Los síndromes paraneoplásicos pueden dar lugnr a una mielopatía necró-
tica subaguda o a un cuadro similar al de la esclerosis lateral amiotrófica. La
primera se relaciona con el carcinoma pulmonar de células pequeñas (oat-
cell) y la esclerosis lateral ami otrófica no sólo con el carcinoma bronquial si-
no también con linfomas y tumores mamarios y gastrointestinales. Estos cua-
dros específicos pueden preceder en meses a la identificación del tumor pri-
mitivo, lo que hará sospechar la existencia del proceso oculto pero responsa-
ble de la sintomatología. Cuando la mielopa tía se asocia con encefalitis lím-
bica se encuentran autoanticuerpos específicos en el suero y en el líquido ce-
falorraquídeo (anti-hu).
Capítulo 15
Esclerosis múltiple
ETIOLOGÍA
CLÍNICA
D
trucción de la mielina.
Lesión
Los potenciales evocados visuales se encuentran alterados en el 70% de los LCR piramidal
individuos afectados de esclerosis múltiple (prolongación de la latencia y defor- Discreta mononucleosis
mación del potencial}, mientras que los somatosensitivos (PESS) o auditivos Elevación de las gammaglobulinas
(PEA) sólo son anormales en un 50% de los casos. Y de la 1nmunoglobulina G
con hallazgo de banda
La tomografía computarizada cerebral puede demostrar la presencia ~e oligoclonal. Aumento Signo de Babinski y sucedáneos
imágenes hipodensas, muy frecuentemente periventriculares en la sustanoa de proteína básica mielínica
blanca. La resonancia magnética de cerebro evidencia en más del 90% de los ca-
sos la presencia de placas (véanse figs. 15-2 y 15-3).
La prueba del baño caliente, que consiste en sumergir al paciente en un ba-
ño de agua hasta el cuello, cuya temperaturas~ va incrementando dentro de Fig. 15-1. Manifestaciones neurológicas de la esclerosis múltiple.
oducap
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Fig. 15-2. RM Áreas de desmielinización paraventricular en la sustancia blanca frontal izquier- Fig. 15-3. RM Múltiples áreas de desmielinización en la sustancia blanca periventricular.
da y en la protuberancia derecha.
Capítulo 16
Esclerosis
lateral amiotrófica
ETIOLOGÍA
CLiNICA
l
otros procesos. A veces los enfermos pueden presentar signos de labilidad
emocional. Las funciones intelectuales pueden estar comprometid as en el S'Y.,
de los cnsos.
No se producen alteraciones del líquido cefalorraquídeo. Por el contrario, la
electromiografía demuestra Ja presencia de fibrilaciones y potenciales gigantes de
unidad motora, con velocidad de conducción normal (véanse figs. 16-l y 16-2).
Una forma más rara de comienzo es Ja llamada seudopolineurítica de Marie-
Patrikios. En este caso, la amiotrofia puede localizarse exclusivamente en los
miembros inferiores; como los grupos anteroexternos de la p ierna son los
más afectados, el individuo adopta una marcha de tipo steppage s imilar a la
de las polineuritis.
En la figura 16-3 se resumen los hallazgos clínicos de Ja enfermedad .
1
DIAGNÓSTICO
1 1 1 1
El diagnóstico debe tenerse presente ante un enfermo de edad mediana que
se presenta en la consulta con debilidad muscular progresiva, atrofia, fascicula-
ciones, signos piramidales (espasticidad e hiperreflexia profunda) y carencia de
manifestaciones sensitivas. La aparición precoz de fosciculaciones, más exten-
sas e intensas que en cualquier otra enfermedad de la neurona motora periféri-
ca, tiene importancia diagnóstica. El clcctromiogrnma con.firmará desnervación
que puede incluir la lengua.
Las categorías diagnósticas de Ja esclerosis lateral amiotrófica se estudian en
la página 128 (cuadro 16-1).
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Si se agrega compromiso
bulbar: dificultades deglutorias,
reflujo nasal de líquidos, voz
gangosa, atrofia de lengua con
fasciculaciones, disartria
+++
Fasciculaciones
+++
+++
Hiperreflexia profunda
J
'
Paraparesia espástica
Fibrilaciones
Calambres
Potenciales gigantes
+++
Velocidad de conducción
'-normal
(50% de los casos)
Cuadro 16-1. Categorías diagnósticas músculos intercostnlcs) y pueden sufrir asimismo trastornos de la deglución,
que provocan con frecuencia bronconeumopatía aspirativa y ésta es la causa
1. ELA definida . más frecuente de muerte.
Signos de NMS y de NMI (incluidas alteraciones EMG) en 3 regiones· En cuanto al tratamiento se refiere, el riluzole -droga que bloquea la neu-
2. ELA probable S" · " rotransmisión glulam11érgica-, en la experiencia con estudios aleatorizados en
Signos de NMS y de NMI en 2 regiones, con los s ignos de NM por encima
de los de NM I el h ombre1 ha dcmostr11do que es de utilidad, con prolongación de la vida y
3. ELA posible . disminución del riesgo de muerte en un 30'1<" De todos modos, el tratamiento
Signos de NMS y de NMI en una región, o signos de NMS en 2 o 3 regiones dista de ser curativo y habrá que buscar la solución definitiva a través de una
4. Sospecha de ELA . estrategia global.
Signos de NMI en 2 o 3 regiones (p. ej., atrofia muscular progresiva y otros sin-
dromes motores)
• Región: tronco cerebral, médula cervical, médula dorsal. médula lumbosacra. . . OTRAS ENFERMEDADES DE LA NEURONA MOTORA
NMS: neurona motora superior; NMI: neurona motora inferior; ELA: esclerosis lateral am1otrofica;
EMG: electromiografía. Es dable mencionar que también existen otras enfermedades que comprome-
ten la segunda neuronn motora. Se analizarán brevemente a continuación.
Enfermedad de Werdnig-Hoffmann. Es una afección hereditaria que co-
La espondilosis cervical puede pro~ucir mani f~s tai;iones en las cuatro ext~e mienza en la primera infancia, casi siempre antes del ai'ío de vida, iniciándose
midades que llegan a simulnr e~c l cros1s lateral ,mrnotr~f~ca. No obstan t~,, se dis- por la raíz proximal de los miembros no obstante ser de origen neuropático; pri-
tingue de ésta por el dolor cerv1cnJ, las anomahas sens1 t1vas, la d1sfuncion ves1- mero ataca los inferiores, pa ra luego pasar a los superiores. En general los pares
cal y Ja ausencia de signos bulbares. . . . , craneanos no son afectados salvo los bulbares que pueden ser tomados. Existe
Un tumor intramedular puede remedar as1m1smo la smtomatolog1a de la en- compromiso de los músculos respiratorios, aunque habitualmente respeta el
fermedad. Existen trastornos esfinterianos y, aunque no es constante, la presen- diafragma. Tiene una evolución relativamente rápida.
cia de una disociación sensitiva de tipo siringomiélico y de topografín s11spe11d1dn Atrofia muscular progresiva del adolescente. En este cuadro, denominado
permite afirmar la localización intramedular de la lesión. En caso de duda, de- enfermednd de Kugelberg-Welnnder, también hay atrofias que se asientan en la par-
be plantearse la resonancia magnética por imágenes de la columna. , te proximal. La raíz de los miembros inferiores es la que se afecta primero. Su
Finalmente en los casos de síndrome bulbar debe recordarse que este puede evolución es lenta. También es hereditaria.
ser una manif~stación de siringobulbia, tumores bu lbares o peribulbares, últim.a Síndrome escapuloperoneo de Stark-Kaeser. Se trata de una afección he-
etapa de la parálisis ascendente aguda y puede asoc!arse, ª. vcc:s, aunque la f1- reditaria que comien¿a en la adultez con asociación de atrofia distal de los
siopatología es obviamente diferente, con la m1astenia grav1s. Siempre debe h<i- miembros inferiores y atrofia proximal de los miembros superiores. Comien-
cerse el d iagnóstico diferencial con el síndrome seudobulbar. En el cuadro 1n- za por la atrofia de los músculos de la pantorrilla y de la flex ión dorsal del pie
2 se exponen diferentes purámetros para tener en cuenta. y se extiende posteriormente a los músculos de la cintura escapular. Su evolu-
ción es lenta.
Al lado de estas formas bien definidas, existen otras atípicas que constituyen
PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO formas intermedias entre la enfermedad rápidamente evolutiva de Werdnig-
Hoffmann y Ja forma de Kugelberg-Welander.
El pronóstico es reservado; la muerte se produce en un pla7o no .r:'ªYor de 6 Parálisis bulbar progresiva. También denominada síndrome labiogloso-
años (generalmente de 2 a ~ años). E~ el transcurso .de su c.voluc1on, los pa~ laríngeo, es de etiología desconocida, a veces comprobable con carácter he-
cientes presentan comphcac1oncs rcsp1ratonas (paresia del diafragma y de los redofamiliar, y consiste en la atrofia degenerativa de los núcleos motores de
los últimos pares crane<inos: trigémino, facial, ambiguo e hipogloso. Co-
Cuadro 16-2. Diagnóstico diferencial del síndrome bulbar y seudobulbar mienza por trastornos de la palabra, especinlmente dificultad para articul<ir
algunas letras como la r, la t, la e, la ch, la j y la s. lgualmente para masticar
Síndrome Y traga r; la voz se lorn<i disfónica y el enfermo se atraganta con faci li dad. El
Síndrome bulbar seudobulbar examen del paciente muestra la boca entrcnbicrla por donde mana abundan-
Núcleos bulbares Haz geniculado te saliva; los labios tienen poca fuerza y no pueden ser protruidos hacia ade-
Lesión lante. Los maseteros se atrofian, lo mismo que el trapecio y el esternocleido-
(bilateral)
mastoideo. El velo del pa ladar pende fláccid o y se eleva muy poco. La len-
Parálisis labioglosolaríngea Presente Presente gua presenta atrofia y fasciculaciones. El reflejo maseterino se encuentra
Atrofia de la lengua Presente Ausente abolido. Evoluciona en forma progresiva y lleva a la muerte después de uno
Fasciculaciones Presentes Ausentes o dos años del comienzo, por trastornos respiratorios y cardíacos. Este cua-
Crisis de llanto y de risa espasmódicos Ausentes Presentes dro puede observarse en pacientes mayores de 65 años, en los que su evolu-
Reflejo maseterino Disminuido o abolido Exaltado ción es más lenta. En el adolescente constituye la enfermedad de Fazio-Lo11de.
Manifestaciones piramidoextrapiramidales Ausentes Presentes
generalmente Enfermedad de la neurona motora asociada con neoplasias. Se describen
cuadros similares al de la esclerosis lateral amiotrófica, como manifestación de
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ciencia de dopamina e n el cuerpo estriado, que resulta de una degeneración neu-
rona I que afecta principalmente la zona compacta de la sustancia negra (locus 11i-
ger), el locus coerulc11s y otras estructuras que contienen catccolaminas en las que
aparecen inclusiones eosi nofílicas conocidas con el nombre de cuerpos de Lewy.
Una hipótesis sobre la etiología de la enfermedad de Parkinson se relaciona
con el complcx 1, un sistema enzimático mitocondrial requerido para el meta-
bolismo oxidalivo. Un defecto en el metabolísmo podría acentuar los efectos del
estrés oxidativo, tornar a la mitocondria particularmente susceptible y llevar a
la agresión neuronal. En exámenes post 111ortem, pudo comprobarse la actividad
reducida del complex 1 en los pacientes parkinsonianos, pero no pudo estable-
cerse si es ésta l.a causa o sólo una anoma lía asociada con la e nfermedad .
. La frecuencia supera los 100 casos por 100.000 habitantes, puede tener pre-
disposición hereditaria y se observa en la segunda mitad de la vida con una li-
gera predominancia en el hombre. Se citan ciertos factores de riesgo: vivienda
rural, beber agua de pozo, realizar trabajos agrícolas, exposición a químicos in-
dustriales o bien a herbicidas o pesticidas.
A la luz de nuevos conocimientos, hoy se sabe que la hiperactividad del nú-
cleo subtalámico de Luys - con el consiguiente aumento de la inhibición gabaér-
gica del globo pá lido in terno y de la pars reticulatn de l locus niger sobre los nú -
cleos talámicos ventrola tcral oral, ventral anterior y centromediano, que dirigen
normalmente una excitación tónica a la corteza fronta l motora y premotora y al
área motora suplementaria- es la "llave fisiopato lógica" de la enfermedad de
Parkinson.
CLÍNICA
SEMIOLOGÍA Cuadro 17-1. Criterios clínicos del Banco de Cerebros de la Sociedad de enfermedad
de Parkinson del Reino Unido
Los casos avanzados no ofrecen dificultad en el diagnóstico, p~ro al.c?mien-
zo de Ja enfermedad, los signos clínicos son sutiles. En los est~d1os m1cial~s el Paso 1. Diagnóstico de síndrome parkinsoniano
tono muscular puede estar au mer:itado en una o en a mba:,muneca~. La ac~1va • Bradicinesia (lentitud en la iniciación del movimiento voluntario, con reducción
progresiva en la velocidad y la amplitud de las acciones repetitivas)
ción del miembro contralateral - sigm> de Ford- o Ja extens10n del nue~bro mf~ • Por lo menos uno de los siguientes:
rior homolateral -maniobra de Noica- pueden ser útiles para ~etectar ,h1pertoma Rigidez muscular
mínima que, de otro modo, hubiera pasado inadvertida. La h1pertorua de~er¡m Temblor de reposo de 4-6 c/s
na una resistencia al estiramiento pasivo que es vencida en forma mter1:111 tente, Inestabilidad postura! no causada por compromiso visual, vestibular, cerebe-
como si fueran escalones, etapas o los d ientes de una rueda de engrana¡e (s1g110 loso o propioceptivo
de la rueda dentada). . Paso 2. Criterios que apoyan el diagnóstico de EP (se requieren tres o más para
El temblor clásicamente de reposo es principalmente,distal, qu? ca.usa en las el diagnóstico definitivo de EP)
manos una flexocx tensión y pronosupinación cara~tensh~~' y ~ 1smmuye. du- • Comienzo unilateral
rante el movimiento. La bradicinesia, que es la mamfes tac10n mas Jf'.c~pac1tai; • Temblor de reposo
te, puede explorarse a través de la realiz.ación de mo".'imientos repetitivos '( ra- • Cuadro progresivo
pidos de pronosupinación en las extremidades ~uper~ores; despues de un t~em • Asimetría persistente que comprometa más el lado donde comenzó
po, el patrón rítmico se interrumpe.por fluctuaoone~ 1rre~lares en.la velocidad • Excelente respuesta (70-100%) a la levodopa
del movimiento. Es interesante reiterar que el refle¡o nasopalpebral suele tor- • Corea severa inducida por levodopa
narse tempranamente inagotable. • Respuesta a la levodopa de 5 años o más
•Curso clínico de 10 años o más
El tratamiento es sintomático. La levodopa, combinada con un inhibidor de agregado recie~t~mente la cabergoli11a, el pm111ipexol y el ropi11iro/. La amantadi-
la dopadccarboxilasa periférica, es el med icamento más dicaz. Su eficacia tien- na puede ª.dm.m1strarse en los períodos .iniciales. Se ha sugerido que el L-de-
de a disminuir al cabo de algunos años; por otrn parte, su uso prolongado pue- ¡re~yl, un rnh1,b1dor de la monoarn 1noox1dasa B, asociado con dosis altas de vi-
de determinar la aparici6n de ciertos efectos secundarios como discinesias y camma E ~odna retrasar el avance de la ,enfermedad, aunque hoy en día existe
fluctuaciones motoras (fe11á111eno 011-off, deterioro de Jiu de dosis). Los anticolinér- dontrovers1a acerca del uso de aquélla. Ultimamente han aparecido Jos inhibi-
gicos ayudan a los pacientes en los que predomina el temblor, aunque hay que ore~ de la COMT (catecol-o-metiltransfcrasa): el to/capone y el c11 tacnpo 11e que
ser cautos cuando se prescriben a enfermos de edad avanzada porgue son causa coi;~.htuyen un nu~vo rccur~o t~rnpéutico para la enfermedad. La inhibició;1 e-
de síndrome confusional con bastante frecuencia. Los agonistas dopaminérgicos rifenca d~ i;sta enzima permite rncrementar los niveles plasmáticos de levogo-
(bromoergocripti11n, lisuridn, per8olidn) son particularmente útiles. A ellos se le han pa, obtemendose de esta forma concentraciones más estables de la droga. La
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l. Neurología 1997;12:343-53. : El temblor cefálico puede presentarse solo o en combinación con el temblor
Shoulson L The Parkinson study grou_p. Effecl of deprenyl on thc progrcssion of d issability 111
early Parkinson's discasc. NEngl J Mcd 1989;321:1364-71. de las extremidades superiores, y ser lateral (negativo) o con movimientos si-
Warren Ol;inow C, Ko ller 1NC, editors. An algorithm (decision tree) for the managcment of Par- multáneos de flexoextensión (positivo).
ki.nson's discasc: treatment guidelines. Neurulogy '1998;SO(Suppl 3). Puede acontecer además temblor de la voz, que a veces hace incomprensible
la palabra, sm que se presenten temblores en las extremidades o en la cabeza.
También se describe compromiso diafragmático.
Otras variantes están dadas por el temblor mentoniano y por el llamado
temblor ortostático, que se presenta en las extremidades inferiores única-
mente cuando el enfermo adopta la posición erecta (aunque hoy en día el
temblor ortostático tiende a considerarse una entidad nosológica separada;
educap
véase más adelante).
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
El examen neurológico suele ser normal aunque debe recalc~rse, sin ei:nbar- Cuadro 1.8-1. Díagnóstíco díferencíal entre el temblor ortostátíco y el temblor
go que el signo de la rueda de11tada puede verse en el temblor esencial, en particular esencial
en'el codo. El curso de la enfermedad es lentamente progresivo y no acorta el Semíología Temblor ortostático Temblor esencial
tiempo de vida.
El diag11óstico definili<JO de temblor esencial se basa en: 1) presencia de tem~lo~ de Edad de comienzo Tardía Temprana (adultez)
actitud -o postural-en las manos o en los antebrazos que empeora con el mov1m1en- Antecedentes hereditarios Raros En el 50%
to, en ausencia de cualquier situación o fármaco pasible de causar una exacerbación Ocurrencia En posición de pie En la postura
del temblor fisiológico (se especifican más adelante), en ausencia de signos y sínto- Compromiso de las Siempre Raramente
mas cercbelosos y en ausencia de distonía parkinsoniana, hipertiroidismo, alcoholis- extremidades inferiores
Frecuencia del temblor 14-16 c/s 6-8 c/s
mo crónico, neuropatía periférica y estado de ansiedad. Las medicaciones -que se sn- Respuesta al:
be que son trcmorogénicas- incluyen: a) a_gonista_s beta,_ ~or ejemplo, ~e~butal!n~, b) Alcohol Ausente
litio, c) neurolépticos, d) valproato, e) antidepresivos tnc1chcos, f) antih1stam1mcos, Excelente
Propranolol Ausente Excelente
g) anticolinérgicos, h) corticosteroides, e i) ag?nistas dopaminérgicos; o 2) temblor de Clonazepam Buena Relativa
actih.1d de las manos o de los antebrazos sm componente intencional, a lo que se Fenobarbital Buena Buena
agrega temblor cefálico, en ausencia de cualquier estado o fá rmaco pasible de cnu- Primidona Buena Buena
sar una exacerbación del temblor fisiológico, y en ausencia de síntomas y signos cc-
rebelosos, y de enfcrmedéld de PMkinson y distonía. .
El tem blor esenciéll debe diferenciarse del parkinsoniano y pa ra ello llenen familiar - a la inversa de lo que acontece en el temblor esencial- es rara, y Jos
mayor importancia la presencia o la a usencia de algunos signos asociados (mar- hombres y las mu¡eres son afectados por igua l. Hasta el año "! 992, sólo se habfon
cadores) que las carncterísticas semiológicas del temblor mismo. Así, la fa lta, la comumcado 28 casos en la bibliografía ~m~n~ in l (Th~mpson). La etiología se
disminución o la asimetría en la amplitud del movimiento de ba lanceo de los des.conoce y -so ~o ya se corpentara ;ll prmc1p10- hoy tiende a considerarse una
brazos durante Ja marcha, la ad iadococinesia, la amimia y/ o la excitnbi lidéld e entidad nosolog1ca aparte del temblor esencial (véase cuadro 18-1). Existe bue-
inagotabilidad del reflejo nasopalpebral, entre otros, se asocian en forma sign~ na respuesta al clonazepnm, el fe1wbarhital, la pri111ido11a y el ácido valproico, pero
ficativa con el temblor parkinsoniano y permiten diagnosticar esta última enti- no responde al alcohol ru al propranolol (como el temblor esencial).
dad. Por otra parte, aunque los parkinsonianos también presentan temblor de
actitud, en esta posición la amplitud del movimiento dis111i1111ye en formn franca Temblor tardío
(a la inversa que en el temblor esencial). Finalmente, cuando haya que hacer
una distinción entre el temblor parkinsoniano y el temblor esencial, el co111pom•11- Es un t~mblor predomii;an_temente ?e actitud ~ intención que ocurre luego
te cefálico orientará al diagnóstico de esta última entidad (en la serie de Factor)' d~l trn,tam1ento c~n neurolepticos, persiste despues de la suspensión de la me-
Brown, sólo el 1% de los parkinsonianos lo presentó). cti~ac1on y no me¡ora con fármacos antiparkinsonianos o destinados al trata-
La causa del temblor esencial no se conoce claramente pero se cree que pue- n_uento del temblor esencial. Se asocia con una típica discinesia tardía en ausen-
de responder a cierto grado de desequilibrio del sistema nervioso autónomo. c1_a, po~ otra part~, de signosintomat_ología parkinsoniana (a la inversa del par-
Además, no está determinada la naturaleza de las lesiones características. kmsornsmo medJCamentoso). No existen antecedentes hereditarios u otra etio-
Desde el punto de vista terapéutico el propmnolol y la pri111ido11a -a veces usa- logía que ex~liquc el temblor, que característicamente mejora con tetrabe11azi11a,
dos en combinación- suelen ser beneficiosos, aunque un número pequeño de droga deplec1onante prcsináptica dopaminérgica.
pacientes no responden y la remisión, por otra parte, no siempre es compl~ta.
Se están llevando a cabo procedimientos de estimulaci611 cerebral profunda a mvel Otros temblores
del tálamo con resu ltados promisorios.
. Otra_s causas de temblor esttín dí'ldas por el hipcrtiroidismo, la ansiedad y la fa-
Temblor ortostático ti~a, la mg~s_ta de anfe tam inas, litio y antidepresivos tricícl icos, el alcoholismo cró-
nico, el delm um tremens y la _c1_1fermed<id_ de ~i !son (t1~mblor de actitud) y las enfer-
Tiende a considcrnrse una entidad independiente. Desde el punto de vi~ta medades c~rebelo~as_y la tox1c1dad por d1fe111 lh1dantomí'I (te111blor i11te11cional).
semiológico, los p<icicntes encuentran dificultad creciente en la P?Sición de pie, ' _El algontmo (f1g. 18-1) sirve de bnse para realizar un diagnóstico certero que
ya que ni cabo de 10 segundos de estar qme tos, les resulta 1mpos1ble mantene~ evite cualquier causa de error.
se, tornándose insegu ros, por lo que deben dar un paso para recupera~ el equi-
librio. Sin embargo, las caídas d istan de ser frecuentes, ya que el pac1e~tc co-
mienzél a moverse tan pronto ocurre el temblor. El diagnóstico puede conf1rma_r- COREAS
se por medio de la elcctromiografía de superficie, que ~emuc~tra 1~ existencia
de una activación rítmica de los músculos de las extremidades mfcnores, a una
frecuencia de 14- 18 c / s, que es mayor que la hallada tanto en el tcmbl<:>r fisioló- Enfermedad de Huntingt on
gico como en el temblor esencial propiamente dicho. La edad d_e comienzo del
cuadro puede variar desde la tercera a la séptima década de la vida, pero!ª m~ . E_s una ~nfermedad hercdi_taria, ~utosómica dominante, que hace su apa- oduup
yoría de los pacientes lo desarrollan en la sexta o la séptima década. La historia nc1on hacia la cuarta o la qumta decada de la vida y se manifiesta por corea
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
L
.- - ~
Descarte: Enfermedad de 1
1
Wilson . . . L.!. Temblor
j¿Existe disc1nes1a bucohngual?
Sospeche:
tar-
l sr + dio
~ r
~
¿Hay antecedentes de drogas
(neurolépticos. bloqueantes ~ Sospeche: Temblor
cálcicos -cinarizina, flunarizi- farmacológico '
na-, reserpina, antidepresi- Sospeche:
--- ~ vos tricíclicos, litio. amiodaro- Sí Sospeche: Temblor
na, difenilhidantoína) o tóxi- ~tóxico
Temblor
ortostático
cos (alcohol, manganeso, mo-
,...---"
nóxido de carbono, MPTP,
~ plomo, arsénico, mercurio.
fósforo)?
¿Existe temblor en la
posición de pie?
Si t
____../ ~~
¿Existe el fenómeno de
~I Sospeche:
~ cial
Temblor esen· la rueda dentada en el
examen clínico?
' Si
___./ ~ ¿El temblor adopta la actitud de
"contar dinero" y/o se asocia a
Sí ___./ ~ falta, disminución o asimetría No ¿Hay anteceden tes heredi- ~
- . El paciente presenta
~
componente de reposo.? ~
·- en la amplitud del movimiento
de balanceo de brazos durante
r--..
tarios y temblor de voz y/o
de cabeza? Sí ~ Sospeche:
la marcha, adiadococinesia, Sí Temblor
amimia y/o exaltación del refle- ~I Sospeche: Parkinsonismo ~ esencial
T • oducap
., l
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
y demencia. El gen causante está ligado al cromosoma 4. Los movimientos co- Cuadro_18-2. Diagnóstico diferencial de la discinesia tardía y la enfermedad de
reicos afectan la cara y los músculos del tronco y las extremidades; el coreico no Huntmgton
puede conservar una contracción sostenida, como mantener el pu11o uniforme- Signos clínicos
me nte cerrado (sig110 del ordelindor). La demencia suele aparecer con posteriori- Discinesia tardía Enfermedad
dad a la corea pero a veces la antecede y se revela por cambios e mocionales y de Huntington
de personalidad - no son raros los suicidios-, seguidos de alternciones mnés icas Acatisia Presente Ausente
y de la capacidad intelectual. La e nfe rmedad progresa len tamente, con una du- Balanceo de los brazos Presente Ausente
ración de alrededor de quince años desde el momento de s u inicio. Marcar el paso Presente Ausente
En los casos avanzndos los estud ios por neuroimágenes muestrnn atrofia bi- Sacar intermitentemente la len9ua Presente Rara vez presente
lateral del núcleo caudndo con configuración de los ventrículos laterales en Movimientos de pronosupinacion Presentes Ausentes
"alas de mariposa". Movimientos reptantes Ausentes Presentes
Corea de la frente Ausente Presente
Desde el punto de vista anatomopatológico hay pérdida de las pequeiias Protrusión de la lengua Se mantiene No se mantiene
neuronas del núcleo caudado, del putamen y de la corteza cerebral. "Signo del ordeñador" Ausente Presente
El análisis genético en la enfermedad de Huntington adquiere cada día ma- Marcha Normal Atáxica, balbuceante
yor importancia y resulta una Ctyuda inestimable en el rfin,~11óslico clí11ico de la
enfermedad, al poner de manifiesto - en el brazo corto del cromosoma 4- la r('-
pctición del trinucleótido CAC (citosina, adenina y guanina) de 40 veces o más La discinesia tardía debe diferenciarse, entre otros cuéldros, de la enfermedad
(el número normal osci la de 1l a 34). de Huntington (en est<l última hay falta de antecedentes de ingestión de neuro-
Las hulirofenonas (ha loperidol) y la sfe11otiazi1111s disminuyen los movimientos Jépticos ). A veces res u Ita, ~ifíci l hacer el diagnóstico diferencia 1, pero, sin embar-
coreicos; su uso debe plantearse teniendo presentes los posibles efectos adver- so, hay algunos signos uttles para tener en cuenta (véase cuadro "18-2).
sos. También puede recurrirse a la tetrabenazina o a Ja rcserpi1111. El sustrato fisiopatológi_co de la. ~i~cinesia tardía se desconoce, aunque se
Debe destacarse, por último, que en pacientes jóvenes la enfermedad no se cree qu~ puede de?ers~ a h1persens1b1hdad de los receptores postsinápticos a la
revela por movimientos coreicos y lo que domina el cuadro es un síndrome aci- dopamma y a su_smtcs1s aumentada, secundaria al bloqueo en el cuerpo estria-
neto-rígido. do. La ~etrnbenawrn o la rcsap111n pueden ali\·iar el movimiento; la clozapi11a o la
olnnzapma (con menos efectos adversos), se utilizan en algunos casos en los que
Otras coreas en el enfermo se reanuda su psicosis.
Otras ca usas de corea para tener en cuenta están dadas por Ja ataxia telan-
giectásica, la enfermedad de Wilson, el síndrome de Lesch-Nyhan, la coreo- MIOCLONÍAS
ncnntoci losis (coreas hereditarias) o bien la corca de Sydcnham, las encefalitis
(corcas infecciosas), los medicamentos (lcvodopa, estrógcnos, difenilhidantoí- Las contra~ciones brusca~ y rápidas, de tipo fásico o clón ico, que se asientan
nn, an tipsicóticos), la gravidez, la tirotoxicosis, el lupus eritcmntoso y ln polici- en un solo m usculo o en vanos, son la consecuencia de una amplia variedad de
temia vera. La corea senil es de cnusa degenerativa. procesos. las sacudidas mioclónicas benignas se observan en el sueño, el mio-
clono ~senci?l, familiai: ~ esporád ic?, y asociadas con el pequeíio 111af epiléptico.
Las ~1oclomas s1_ntomat1cas se asocian con epilepsia mioclónica familiar de Un-
HEMIBALISMO verncht, demencias de Creut;1fcldt-Jakob y de Alzheimer (en su último estadio),
d~gen_erac~ones del cerebelo, lipoidosis, panencefalitis esclerosante subaguda,
Cuando la corea toma una mitad del cuerpo, manifestcíndos(' como un mo\'i- hipox1a -s111dro111e de úmcc-Adams-, causa medicamentosa (levodopa, tricíclicos)
miento de contorsión v lan7amiento de lns extremidades, se denomina hemiba- Y enfermedades sistémica'> (encefalopatía hepática, urémica y por diálisis). Des-
lismo y es secundario' a un accidente vnscular que afectc1 el núcleo subtalámico de_ el punto de vista terapéutico, el c/011azepa111, el ácido val¡iroico, el pimceta111, la
de Luys. El tratamiento con lrnloperidol suele ser eficaz. prnnidona y el 5-hidroxitripl<Ífmio son particularmente útiles; con frecuencia es
necesario recurrir a diversas asociaciones para rnejornr el cuadro.
DISCINESIA TARDÍA
TICS
Esta entidad aparece en un gran número de pacientes que han sido sometj-
dos a un tratamiento prolongado con neurolépticos y frecu('ntemente despues Son m~vimientos rápidos, habitualmente coordinados y complejos que to-
de la suspensión de estos medicamentos. Clínicamente, (') t•nfcrmo presenta m~n ~n mismo grupo muscular y se repiten siempre de igual forma; suelen su-
movimientos lentos, estereotipados v continuos que afectan la lengua, los labios pn~use voluntariamente P?r cierto tie':11po, lo que lleva al paciente a una sen-
)'In mandíbula; asimismo se ven peÍ:1ueños movimientos de fle>.ión y extensión sac1on de malestar o angustia que termma por llevarlo a la reiteración del mo-
de los dedos de las manos y los pies, mientras que los músculos proximales no vimiento. Pueden ser simples o complejos, motores o verbales.
participan. Se comprueban también movimientos del tronco que adoptan un En el síndrome de Gilles de la Tourette los tics se asocian con trastornos educap
patrón repetitivo de flexión y extensión. psíquicos (comportamiento ritualístico, fóbico y sexualmente agresivo) y
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
Qc;rpftu10 · 19
El cerebelo puede afectarse por noxas de distinto tipo: vascu lares, infeccio-
tóxicas, degenerativas y tumorales. En la figura 19-1 se estudian los princi-
Sa!i,
pales elementos consti tutivos del síndrome cerebeloso.
ENFERMEDADES VASCULARES
Hemorragia cerebelosa
Infarto cerebeloso
·on
· fundamental del cerebelo La patología cerebelosa se traduce fundamentalmente por tres condiciones:
La func1 . es
. la coordinación muscular
1 (taxia o sinergia)
A) Asinergia (o ataxia cerebelosa) que determina la hipermetría
y el contralor indirecto del tono muscu ar B) Hipotonía muscular (pasividad)
ASINERGIA C) Temblor intencional y rnslagmo
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ENFERMEDADES TÓXICAS
Las causas tóxicas que pueden dar lugar a un cuadro de sintomatología ce-
rebelosa son lns siguientes: J) n11tico11vulsivn11les (difeni lhidantoína, carbamaze-
pina); 2) citostríticos (cisplahno, arabinósido de citosina, 5-fluorouracilo); 3) into-
xicnciones por metales (plomo, talio, mercurio}, DDT, disolventes inorgánicos; 4)
litio, isoniacida, nitrofurantoína, nitrazepam, alcohol eh1 ico.
ENFERMEDADES DEGENERATIVAS
cuadro 19-1. Enfermedades degenerativas del cerebelo Sin embargo, en la heredoataxia son más frecuentes la exageración de los re-
Presentación Clfnica Evolución Tratamiento flejos, las alteraciones tipo atrofia óptica y las oftalmoplejías. Además puede
Entidad tener un comienzo más tardío, entre los 30 y los 40 años, generalmente fal-
Herencia re- Ataxia de las Progresión Dieta pobre en tan la cifoescoli osis y el pie cavo y no suele haber trastornos de la sensibi-
Enfermedad ácido filánico
de Refsum cesiva auto- extremidades, lenta, en de- lidad profunda. Su evolución es más lenta que la de la enfermedad de
sómica nistagmo, poli- pendencia con sustitu- Fried re ich.
Trastorno del neuropatía, re- con el trata- ción de vita-
metabolismo tinitis pigmen- miento minas A, C y
E; a veces Atrofia olivopontocerebelosa
del ácido ti- ta ria
tánico plasmaféresis
Esta enfermedad, de herencia dominante autosóm ica o esporádica, pre-
Ataxia de las Progresión Sustitución de senta lesiones degenerativas de las olivas, los núcleos del puente y los pe-
Abetalipopro- Herencia re- vitaminas E, dúnculos cerebelosos medios. De comienzo tardío, hacia la quinta década,
teinemia cesiva auto- extremidades, lenta, en de-
(Bassen- sómica arreflexia, poli- pendencia A y K. Dieta cursa con un síndrome cerebeloso progresivo, un cuadro grave de deterioro
Kornzweig) Trastorno del neuropatía, con el trata- con pocos psíquico (demencia) y, en la mitad de los casos, con signos cxtrapiramida les
metabolismo deformidades miento ácidos grasos (parkinsonismo). Hay asimismo trastornos del l0nguaje y la escritura. Las
lípido óseas de cadena neuroimágenes demuestran la existencia de atrofia cerebclosa y del tronco
larga
encefálico. La muerte ocurre a Jos cuatro o cinco años del establecimiento de
5-hidroxitriptó- Ja enfermedad.
Oisinergia ce- Herencia auto- Epilepsia, mio- Progresión
rebelosa sómica do- clonías de ac- lenta fano, valproa-
mioclónica minante o re- ción, ataxia, to, clonaze- Atrofia cerebelosa tardía
(Ramsay- cesiva demencia pam
Hunt) La atrofia cerebelosa tardía, descrita en 1922 por Pierre Marie, Foix y Alajoua-
nine, se caracteriza por una atrofia que compromete la parte superior de la cor-
Ataxia telan- Herencia re- Ataxia, coreoa- Imposibilidad Profilaxis an- teza cerebclosa, con predominio en el vermis y las porciones adyacentes de los
giectásica cesiva auto- tetosis, déficit de deambu- ti infecciosa hemisferios. Se observa sin carácter hereditario en la 5ª y la 6ª década de la vi-
(louis-Bar) sómica de lgA lación en la da. La instalación de ataxia de la marcha y de trastornos del equilibrio es pro-
edad infantil
gresiva y a veces se observan nistagmo, hipotonía y manifestaciones piramidn-
Trastorno míe- Progresión a Fludrocortiso- fes. las neuroimágenes permiten visualizar la dilatación de las cisternas cerebe-
Síndrome de Herencia re-
cesiva auto- cional, hipo- lo largo de na, midodrina losas. Tiene buen pronóstico de vida.
Shy-Drager
sómica o es- tensión ortos- años
porádica !ática, ataxia, Otras enfermedades degenerativas
parkinsonismo
En e l cuadro 19-1 se ana lizan otras entidades.
BIBLIOGRAFÍA
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Ramos A, et al. CT find ings in spinocerebellar de¡;enerntions. Am J Nci1roradi_ol J98?;8:635-40. so central que se produce como consecuencia del compromiso de los vasos
Rosenberg RN. Biochemical genetics of ncurolog1c d 1scnsc. N Engl J Mcd 1981;305:1 181-93. que lo irrigan.
Es ta disfunción puede deberse a una reducción brusca de flujo en el árbol
arterial encefálico, o sea a una isquemia, o bien a la ruptura de la pared vas-
cular en algún punto de ese árbol, con lesión producida por la hemorragia se-
cundaria.
ETIOLOGÍA
CLÍNICA
---
ma franca luego de pasadas las 24 horas, con la consiguiente secuela inevitable
- infarto encefálico- (véase Hemiplejía).
Los síntomas característicos de isquemia en el territorio carotídeo están da-
dos por la existencia de amaurosis fugaz (pérdida brusca y fugaz de la visi ón de --"'.
un ojo, que puede estar revelando la éllcroembolia homolaleréll de las arterias of-
tálmica y central de la reti n<l, con pun to de partida en p lac<is ulceradas carotí-
deas), embolias de colesterol en el fondo de ojo, comprom iso piramidal y facial
central, cuadros directos y no <l itemos, trastornos neuropsicológicos (afasiéls,
Hemiparesia o mono-
paresia transitoria del
lado opuesto de la
isquemia
/\
apraxias y agnosias, con la única excepción de las agnosias visuales), y por el
hallazgo de alteraciones de los pulsos y los soplos carotídeos.
Por el contrario, los signos y los síntomas que revelan la existencia de isque-
mia en el territorio vertebrobasilar son aquellos que producen manifestaciones
en el tronco cerebral: vértigo, diplopía, compromiso de los pares craneanos (ex-
cepto el facial central cuando coincide con una hemiparcsia directa), drop aflacks,
ataxia, trastornos sensitivos disociados del trastorno motor y cuadros alternos.
La semiología puede poner de manifiesto la presenciél de soplos vertebrales o
s ubclavios.
Hemorragia
DIAGNÓSTICO
Lesiones isquémicas
Las lesiones producidas por las isquem ias son los infartos. Éstos pueden te-
ner distintas características, aspecto rad iológico y localización, que dependen
de la fisiopatología gue los origine.
Infartos de zo11as ter111i11ales (watershed infarctions). Se as ientan en las zo-
nas limítrofes entre las arterias cerebral anterior v cerebral media, o entre
ésta y la cerebral posterior. Su causa más frecuenté es hemodinámica y, por
lo tanto, se deben a hipotensión arterial, estenosis hcmodinámicamente
significativas de los grandes troncos arteriales o a la asociación de ambas
(véase fig. 20-2). ~ig. 20-3 . • . . ..iucap
· Gran ~nfarto cort1co-subcorhcal con efecto de masa en territorio silviano izquierdo.
ERRNVPHGLFRVRUJ \ ERRNVPHGLFRVRUJ
Lesiones hemorrágicas
Hematomas profundos. Se asientan en las regiones putaminal o putaminocap- Fig. 20-5. Angiorresonancia. Estenosis del sifón carotideo derecho.
sular (véase fig. 20-4). Otros pueden observarse en las regiones talámicas y fre-
cuentemente tienen extensión ventricular. Otros hematomas profundos se El examen cardiovascular (ecocardiografía en modos By M, ecografía trans-
asientan en el tronco (mesencéfalo y protuberancia). Esta ubicación es poco fre- esofágica) será necesario ante la sospecha de accidente embolígeno.
cuente pero fatal. Se asocian con hipertensión arterial. Estos exámenes a veces deben completarse con estudios inmunológicos, se-
Hematomas lobares. Su asiento más frecuente es el lóbulo parietal, aunque rológicos y de coagu lación, entre otros, en pacientes cuyo cuadro no resulta cla-
pueden producirse en otros lóbulos, especialmente el frontal y el occipital. Pue- ro y en pacientes jóvenes en quienes la ateromatosis no es la regla.
den asociarse con hipertensión arterial, malformaciones vasculares, tumores o
angiopatía amiloide (asociada, a su vez, con la enfermedad de Alzheimer).
Otros liematomas. Merecen destacarse los hematomas cerebelosos de la fosa pos- TRATAMIENTO
terior, porque suelen provocar un síndrome brusco de hipertensión endocraneana,
io que impone la cimgía descompresiva. Suelen ser hipertensivos en su mayoría.
De la isquemia cerebral
El estudio Doppler con ecotomografía se utiliza para la valoración no inva- M edidas generales: inclL1yen la corrección de los factores de riesgo de la
siva de los vasos del cuello. El Doppler transcraneano permite exami nar .l as ar- aterosclerosis, el más importante de los cuales es la hipertensión arterial, que
terias intracraneanas, atravesando el cráneo por las ventanas óseas tempornlcs, debe controlarse en forma gradual. En caso de accidente encefalovascular
orbitarias y foramen magno. Este método permite asimismo la detección de se- completado se respetarán las presiones de 180/110 y 170/100, en pacientes hi-
ñales microembólicas, su correlación clínica y su confirmación patológica (/JIO· ' per~ensos y normotensos, respectivamente. La sueroterapia debe utilizarse en
ni/oreo de 111icroé111bolos en caso de estenosis intracraneanas). P~c~en~es con ~rasto~nos d~ .la conciencia y/ o dcglutorios. Se debe controlar la
La angiografía se p lanteará en el estudio de las hemorragias cuya causa no d~nar;n1ca resp1ratona y utilizar en caso de que sea necesario una sonda naso-
sea clara, aquellas pasibles de tratamiento quirúrgico ante el hallazgo de una gastnca para evitar la broncoaspiración. El cuidado de las escaras y los esfín-
malformacion vascular, y en ciertos casos puntuales de e1úermedad carotídea. teres e~ de p~r~ic1;1lar importancia. Puede recurrirse a la heparina subcutánea
Por otra parte constituye el diagnóstico concluyente en caso de arteriopatías no en dosis proftlachcas (5.000 Ul cada 12 h) para evitar el riesgo de tromboem-
ateromatosas (enfermedad de Takayasu, displasia fibromuscular, enfermedad boha de pulmón; las heparinas de bajo peso molecular (nadroparina) tendrían
de Moya-Moya). menores efectos adversos que la heparina, con una eficacia similar. En caso de
La angiorresonancia, incorporada en los últimos años, permite la visualiz~ ~ecesidad pueden administrarse anticonvulsivantcs. El uso de corticoides no
ci_ón de vasos ~anguíneos, tanto arterias como venas,.sin la necesidad de adm1- hene asidero fisiopatológico ni justificación científica. Se debe insistir en la re-
rustrar sustancia de contraste por vía intravascular (fig. 20-5). habilitación precoz del enfermo.
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
Se conoce el uso de los anticoagulantcs para prevenir la recurrencia de la cm- ' Los hematomas intracerebrales se tratan con med idas de sostén y dirigidas
bolia cerebral de origen cardíaco. El enfermo está expuesto a un nito período de a controlar, en el caso necesario, Ja presión intracraneana. Se debe consultar al
reembolización (estimado en el 15% en las dos primeras semanas), pero la con- neurocirujano cuando el paciente haya sobrevivido al episodio agudo, no pre-
trapMtida de esto es que puede haber una transformación hemorrágica espon- sente s ignos de lesión cerebral irreversible pero sí s ignos de empeoramiento
tánea del infarto isquémico en alrededor del 25% de los pacientes (véase fig . 20-6). progresivo, que hagan meditar la posibilidad de extraer el hematoma, sobre to-
El uso de estos agentes en el primer caso disminuiría el riesgo, pero podría agra- do en el caso de que sea lobar y accesible.
var el cuadro clínico en el segundo. Los h ematomas cerebelosos que desarrollan un síndrome de hipertensión
Rey (1989) propone una escala de puntuación, tomando criterios cardiológi- endocraneana (por hidrocefalia obstructiva) y signos troncales generalmente
cos, tomográficos y cliniconeurológicos, como guía para decidir el inicio de la son quirúrgicos.
anticoagulación, una vez descartadas sus contraindicaciones generales (véase La hemorragia s ubaracnoidea es pasible de tratamiento quirúrgico inme- educap
cuadro 20-1). diato, si ciertas condiciones lo permiten (aneurisma accesible comprobable
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Conducta futura
BIBLIOGRAFÍA
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Capítulo 21
Facomatosis
Amaurosis
1. Seis o más maí!chas café con leche (de 0,5 cm de diámetro en prepúberes y
Mancha café con leche 1,5 cm en pospuberes)
periorbitaria Síndrome del ángulo
(buscarlas en axilas y tronco) pontocerebeloso 2. Manchas c~fé con leche en las a~ilas o las ingles (zonas no expuestas al sol)
3. Dos neurof1bromas de cualquier tipo o uno plexiforme
4. Glioma óptico
.....,..
Compromiso del VII y X par 5. Dos o más nódulos de Lysch en el iris
6. Lesione~ óseas.características: displasia del ala mayor del esfenoides o seu-
doartros1s congenita
.-/
7. Un familiar de primer grado con diagnóstico definitivo de neurofibromatosis
.·1:;:.~:
. ..
o :~···-:.. Neurofibromas cutáneos
• f .... ~ispo~1: de tratamiento e~pecífico¡ l~>s antico,nvulsivant:s pueden paliar las cri-
ht J •
~,
sis ep1lept1cas. La anatomw patolog1ca revelo la presencia de una malformación
vascular similar en las men inges y la cortezíl cerebral.
Compresión medular Radiculalgias La esclerosis tuberosa presenta una tríada caractcrísticíl: debilidad mental
crisis epilépticas y adenomas sebáceos. Casi todos los nilios presentan retras~
n:ental )'.ªen los p_rimeros años y las tres cunrtas partes de ellos desarrollan le-
I ' siones hipomelanot1cas o manchas acrómicas - son necesarias más de tres, ma-
y_ores de _1, cm, para _realizar el diagnóstico precoz de la enfermedad-. La epilep-
A veces paresias periféricas sia tamb1en so~rev1ene en una etapa tempraníl. Varios años después pueden
apare~;r las les10nes cutáneas faciales que se distribuyen simétricamente sobre
la reg.ion malar y nasal y cuyo tamaño varía de varios milímetros a un centíme-
~o. A veces pueden observarse manchas de color café con leche y, también, le-
Fracturas espontáneas s10nes hamarton~atosas subungulares características de la enfermedad, que Ja
emparentan g~nettcamente_ :on la neurofibromatosis. Se describen tumores que
a~e~tan otros organos: los rmones presentan en su superficie o en la corteza cre-
cmue~tos nodulares y en el corazón aparecen rabdomiomas. En el cerebro se
descnbe la presencia de tumefacciones nodulares de las circunvoluciones con-
Fig. 21-1. Cuadro clínico de la neurofibromatosis. formadas por grandes astrocitos anormales. Estas masas también pueddn ha-
llarse en la médula o en el interior de los ventrículos cerebrales. Puede ocurrii~
como en el caso de la neurofibromatosis, degeneración maligna. En la retina
La enfermedad carece de tratamiento específico; sin embargo, los rncningio- suelen hacerse presentes tubérculos conformados por neuroglia anormal.
mas del ángulo pontoccrebeloso y los tumores de Jos nervios ra9uídcos o cra-
neanos pueden ser pasibles de cirugía, sobre todo cuando sobreviene una com-
presión medular que amenace la integridad del parénquim~ o en casos de com- ENFERMEDAD DE VON HIPPEL-LINDAU
promiso progresivo del tronco cerebral. A veces debe recurrirse a la descompre-
sión de la hidrocefalia. ' . Est~ entidad se caracteriza por la presencia de hemangioblastomas en los he-
m1sf~.:1os cerebek;sos con angiom.atosi~ .~e la retina y alteraciones quísticas en
los nnones y el pancreas. Hace su apanc1on en lél cuarta a sexta década de la vi-
ANGIOMATOSIS ENCEFALOTRIGEMINAL da Y se m~nifiesta con signos de estirpe ccrcbclosél, hemorragia infratentorial,
(enfermedad de Sturge-Weber-Dimitri) malformacwnes vasculares del tronco cerebral o angiomatosis retiniana. Es de
destacar que en esta enfermedad no existen alteraciones cutáneas. Se relaciona
Desde el punto de vista clínico se manifiesta por un nevo facial de color roj? c?n la policiternia y el feocromocitoma, particularmente cuando existen heman-
vinoso en el territorio de una o más ramas del trigémino, déficit intelectual, ep1• gtomas ce~ebelosos . Ante _todo enfermo que presente una hemorragia encefáli-
lepsia focal y eventualmente un cuadro herniparético contr~lateral, acom~ana ca no exphcable, acompanada de aumento del hematócrito, siempre debe sos-
do de atrofia y acortamiento de las extremidades. Se descnbe la presencia de pecharse es.ta enfermedad. Tampoco tiene tratamiento específico. Los operados
glaucoma, exoftalmos, atrofia óptica, así como de angiomas retinianos. No se de hemang.ioblastoma cerebeloso pueden tener un buen pronóstico.
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1
172 NEUROLOGÍA EN ESQUEMAS
1
ATAXIA TELANGIECTÁSICA
(enfermedad de Lo11is-Bar)
Capítulo 22
La enfermedad de Louis-Bar es una ataxia cerebelosa que comien¿a en la pri-
mera infancia, de curso lento, que lleva al niño a una invalidez progresiva an-
tes de que alcance la adultez. Se describen manifestaciones coreoatetósicas. Po-
co después suelen aparecer las clásicas telangiectasias conjuntivales que más
tarde se extienden a otras partes del cuerpo, sobre todo a los puntos de flexión. Síndromes lobares
Clínicamente, el enfermo presenta ataxia del tronco y las extremidades, disar-
tria, nistagmo y, además, convulsiones mioclónicas, arreflcxia, signo de Babins-
ki y pérdida de la sensibilidad profun.da di~tal, que recuerda a la de l_a enferme-
dad de Friedreich. Son frecuentes las mfecoones pulmonares y otornnolanngo-
lógicas. La frecuencia de neoplasias del sistema linforreticu loendotelial es ele-
vada; en el p lnsma de estos enfermos puede encontrarse una disminución de las
gammaglobulinas y un aumento de la alfafetoproteína.
L
hacia el lado opuesto, con abducción del braw y flexión del antebrazo sobre Síndrome de Foster-Kennedy
éste). (lesiones de la cara inferior):
7) Manifestaciones seudocerebelosas. Pueden ocurrir e n el hemicuerpo contra- Anosmia homolateral
Atrofia de papila homolateral
late ral, por desconexión frontopontocerebelosa (hemibraditeleocinesia). Reflejo plantar tónico Edema de papila contralateral
8) Trastornos vegetativos. Son múltiples los trastornos que pueden presentarse,
como diaforesis, modificaciones del pulso, sofocos y la ya mencionada incon-
Fig. 22-1. Manifestaciones semiológicas del síndrome frontal. TAC Hematoma subdural dere-
tinencia urina ria. cho en un paciente con confusión y manifestaciones frontales.
SÍNDROME TEMPORAL
1 1
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constituye una manifcstaci6n presente en el 50% de los pacientes que han sufri-
do un accidente encefalovascular, de observación inmediata después de aconte-
cido el episodio; los síntomas pueden incluir tristeza, trastornos en la capacidad
de concentración, aislamiento, irritabilidad, negación, hasta pérdida de peso,
anorexia e, incluso, ideas de suicidio y muerte. La depresión se asocia con lesio-
nes hemisféricas i7quierdas (la incidencia es más alta, cuanto más cercana al po-
lo frontal es la ubicación) corticales o subcorticales (sobre todo la cabeza del nú-
cleo caudado). Se vincula, aunque con menor frecuencia, a lesiones parietales
derechas. La manía se describe en lesiones que afectan la porción orbitaria del
lóbulo frontal (traumatismos, tumores) y la porción inferior del lóbulo tempo-
ral (accidentes enccfa lovasculares, tumores, traumatismos); asimismo, se asocia
con lesiones caudadas y talámicas que comprometan más frecuentemente el he-
misferio derecho. Las manifestaciones clínicas consisten en euforia, fuga de
ideas, verborragia, megalomanía, insomnio y trastornos perceptivos. La co11f11-
sión ng11dn se describe en asociación con lesiones parictotemporales y frontnles
basales del hemisferio derecho. Suele evolucionar e n forma satisfactoria. Estas
lesiones también p ueden causar síntomas d e psicosis atípica q ue nparecen dt•s-
pués del cuad ro o aun arios más tarde; suelen asociarse convulsümes focales y
a trofia cerebral.
SÍNDROME SEUDOBULBAR fii9d· 2 2-3. R!V1 1nta rtos lacunares múltiples (y secuela de lesión hemorrágica en el polo occipi-
a e1ven1ncu1o 1ateral derecho). Paciente con síndrome seudobulbar.
Aunque no es propiamente un síndrome lobar, lo estudiamos en este capítu-
lo porque es de vital importancia. de hipertonía mix_ta (signo de la n~vaja asociado con el signo de la rueda den-
Este síndrome se denomína así por su semejanza con el síndrome bulbar, pe- tada). Ya lo analizamos a l estudiar la esclerosis lateral amiotrófica (vénse
ro es el resultado, no de una lesi6n nuclear de los últimos pares craneanos, si- cuadro 16-2). '
no de una lesión suprn1111clear y bilateral, es decir, situada en una región más ele-
vada que la de los núcleos bulbares y que interesa, por lo tanto, las fibras que BIBLIOGRAFÍA
allí terminan (haz geniculado) o a los centros superiores que los rigen de am-
bos lados. Adams R?, Victor M. Principie~ of n~ur~logy. 5•~ l'~I. >Jew York: \JlcCraw-Hill; 1993.
El síndrome se origina por infartos cerebrales bilaterales de tipo !acunar ~ra.z_is P\'.', Masdeu Je;,
Biller J. Locah1_ahon 1n chmcal neurologr. Little, Bmwn and Co; 1985.
(véase fig. 22-3); por ello el síndrome se designa también con el nombre de ustmom '?'
~ustmorn O (h.), Fushnoni JC. 5<..•miología del sistema nervioso, J3! ed Buenos Ai-
estado /acunar de Pierre Mnrie . Los focos múltiples isquémicos afectan áreas res: Ed1tonal El Ateneo; 1997. ·
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su trayecto corticobu lbar y, muy frecuentemente, de ambos núcleos optoes-
triados, en especial e l lenticular. Para que aparezca el síndrome se requie-
ren lesiones bilílternlcs, ya que los pares d e origen bulbar tienen una repre-
sentación corticíl l doble, es decir, que s us fi bras supranucleares proceden,
para cada lado, de ambos hemisferios cerebrales. Con mucha frecuencia hny
lesiones, a la ve:l, de la corte:líl, del haz geniculado y de los núcleos lenticu-
lares.
El cuadro clín ico se caracteri:la por parálisis labioglosolaríngea, es decir, di-
sartria, dificl1llad en la deglución, reflujo nasal de líquidos, voz nasal, a veces
pares ia asimétrica de los músculos faciales, risa y llanto espasmódicos, trastor-
nos motores e intelectuales y marcha con pequeños pasos.
El síndrome seudobulbar se diferencia del bulbar por la falta de atrofia y fas-
ciculaciones en los músculos paralizados, por la existencia de crisis de risa Y
llanto espasmódicos, por la existencia, además, de hiperreflexia mascterina Y
aun genera lizada. Como se ve, hay en el síndrome seudobulbar una mezcla de
manifestaciones piramidales y extrapiramídales, estas últimas producidas
oducap
por las lesiones del cuerpo estriado, que se traducen asimismo por un cuadro
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Capítulo 23
Tumores encefálicos
l
Ependimoma e. Neuronales (gangliocitoma, ganglíoglioma
neuroblastoma) •
¡
lnfratentoriales f. Embrionarios (poco diferenciados: medulo-
Neurinoma del acústico
Meningioma blastoma, meduloepitelioma meduloblas-
En adultos toma desmoplástico) '
Hemangioblastoma
Metastásicos a. Neurinoma
11. Tumores de los nervios b. Neurinoma anaplásico
El glioblastoma es un tumor que se observa en adultos, de rápida instalación e
periféricos { c. Neurofibroma
d. Neurofibroma anaplásico
infiltrativo; se asienta preferente mente en los hemisferios cerebrales (véase fig. 23-
1) y presenta una mortalidad elevada. Es muy vascularizado y los pacientes no
a. Meningioma (sinci?ial, f~br~blástico, angio-
sobreviven más de un año. La ablación quirúrgica generalmente es incompleta. mato~o.. heman91openqu1stico papilar
Meningiomas. Aunque pueden apa recer en cualquier lugar del encéfalo, 111. Tumores de las anaplas1co) ' ·
meninges
prefieren la región parasagita l, la convexidad fronta l y baséll anterior y, con me-
nor frecuencia, la tienda del cerebelo y el ángulo pontocerebeloso. Progresan
lentamente, hecho que puede constatar la radiología simple en forma de erosio-
1 b. Sarcoma meníngeo (fibrosa rcoma sarco-
matos1s) ·
nes óseas o hiperostosis. No obstante, la tomografía computarizada y la reso- :v. Tumores melánicos a. Melanorn_a meníngeo
primarios { b. Melanosis neurocutánea (facomatosis)
nancia magnética son de elección. La arteriografía pone de manifiesto la vascu-
larización proveniente de la carótida externa. Esta rica vascularización es la que
complica la ablación quirúrgica; a veces las resecciones son incompletas por la V. Tumores de origen a. Hemangioblastoma
vascular { b. Angiosarcoma
ubicación del tumor.
Neurinoma del acústico. Comienza por hiponcusia para los ternos agudos y a. Craneotaringioma
sigue con vértigo e inestabil id ad, nistagmo y acúfenos. Luego aparecerán el b. Tumor de células granulosas
compromiso del V y el VII par, y finalmente ataxia al ocuparse el ángulo ponto- c. Lipoma
ccrebeloso. El diagnóstico se efectuará con los potenciales evocados auditivos, VI. Tumores de origen d. Quistes. (coloidal, de la bolsa de Rathke
la tomografía contrastada y la resonancia magnética. La m icroci rugía se empica congénito n_eurogl1al, aracnoideo, del epéndimo ente~
con frecue ncia en la terapéutica. rogeno) ·
Ependimomas. El 50% de los casos se observan en niños y su l ocalizació~ es e. Dermoide
infratentorial. Al ubicarse en forma paraventricular o intraventricula1~ la dise- f. Epidermoide
m inación subaracnoidea puede ser precoz, siendo de difícil solución quirúrgica
a. Germinoma
dado su complicado abordaje. Aungue son rela ti vamente radioscnsibles, la re-'
VJJ. Tumores de células b. Coriocarcinoma
cidiva es frecuente.
Tumores de la hipófisis. Los tumores hipofisarios predominan en la eda?
ad ulta y son más frecuentes en las mujeres. El más común es el adc110111a cromo-
germinales
1c. Carcinoma embrionario
d. Teratoma
fobo, no secretor, que provoca alteraciones del campo visu al; com ienza por he- VIII. Tun:iores de estructuras
mianopsia del cuadrante superior (cuadrantopsia bitemporal superior), que u!- vecinas
teriormente se transforma en hemianopsia bitcmporal. El tumor erosiona la si- IX. Tumores metastásicos
lla turca y desde e l punto de vista clínico prod uce hipofunción hipofisaria. Otro
tumor es e l adenoma acídófilo que, además del cuadro vis ual, genera signos de
hiperfunción, que provocan gigantismo en los niños o acromegalia en. Jos
adultos. Por último, el adenoma basófilo ocasiona el síndrome de Cush1ng. .OUcap
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No siempre se presentan los característicos "vól/l ifos en chorro"; así, el vómito sue-
le ir precedido de esfuerzos repetidos y adoptar los mis mos caracteres que en las
Fig. 23-1. Electroencefalograma. Ondas lentas parietooccipitales (banda delta). Glioblastoma afecciones gástricas. Al igual gue la cefalea, el vómito es más intenso en los pro-
parietal izquierdo. cesos de la fosa posterior. El edema de papila que se observa examinando el fon-
do de ojo (véase fig. 23-3) suele traducirse clínicamente por ciertos síntomas vi-
El diagnóstico se rea liza por el cuadro clí.nico y la res<_>nan ~i a f!-~agnét i ca,. que es suales como moscas volan tes, ambliopía y aun ceguera intermitente. Puede exis-
más sensible que la tomografía computarizada en la visualiiac1on de la ~11,la ~ur tir rigidez de nuca. Cuando el cuadro es importante se asocian alteraciones del es-
ca. El tratamiento de los adenomas hipofisarios generalmente es quffurg1co, tado de la conciencia de grado variable (desde la obnubilación al coma).
aunque en ocasiones (sobre todo en los casc~s ?e microadenomas) se aconse¡a Signos de localización. Los tumores suelen producir síndromes lobares que
mantener una conducta expectante con scgmm1entos frecuentes. , . se manifestarán por cuadros clínicos característicos que va hemos estudiado
Tumores metas tásicos. Las neoplasias secundarias que producen metastas1s (véase fig . 23-4). Algunos se ubican en zonas "mudas" (temporal derecha) y pue-
en el cerebro frecuentemente son múltiples e invaden el parénquima o las me- den ser asintomáticos por mucho tiempo. Las crisis epilépticas focales harán
ninges, o bien el cráneo y l~~ nervios craneanos: las ~etá~~asis .s:uel_en procede~
del pulmón, la mama, el rinon y el tracto gastromtestii:aL lamb1en so~1 causa de
metástasis el melanoma malígno y los tumores del tiroides'. los t~sl1culos y el
aparato genital femenino. Estas metás~asis también pueden mvad1r e~ cere_be.Jo.
El edema perilesional es constante y tienen tendencia a san~rar. ~l d1a~nost1co
se realiza por tomografía comp~•!a rizada y resona1:cia ma~:ét1ca (ve~se ~ig. 23-2).
El tratamiento se halla en relac1on con la neoplasia primitiva y el numero de las
metástasis y su co,rrespondiente ubicació_~· La ór~gí~ puede in~entarse en el ca~
so de metástasis unica, pasible de resecc1on qu1rurg1ca, en paci.entes con un tu
mor primitivo controlado. En otras circur.i-st~ncins f uede recurnrse a 1<1 terapéu- '
tica corticoidca, a la radioterapia o la qwrruotcrap1a.
SEUDOTUMOR CEREBRAL
TRATAMIENTO
. , d. t p·a y quimioterapia. La
Se basa en un trípode formado por c1rulS'.ª' rat ;od~r~u1mor· un tumor malig-
cirugía debe basar su éxito en la errad1cac10;. toda d de las células remanentes.
no removido parcialmente genera mayor ~ tv1 a imidad a zonas vitales
Traumatismo
craneoencefálico
Hematoma extradural
Hematoma subdural
Proceso expansivo
El hematoma subdural sobreviene como consecuencia de la acumulación de la fosa posterior
sanguínea en el espacio subdural, debido al desgarro de las venas corticales (la
sangre se acumula entonces en el espacio comprendido entre Ja hoja parietal de Fig. 24-1 . Herniaciones cerebrales: 1) Hernia cingular. herniación de la circunvolución frontal
la aracnoides y la duramadre). interna bajo la hoz del cerebro; 2) hernia transtentorial o centrat. desplazamiento hacia abajo
Oc acuerdo con su forma de presentación podrá ser agudo, subagudo o cró- del diencéfalo a través del orificio tentorial (sufrimiento de las estructuras diencefálicas y me·
nico (según se produzca antes de las 24 horas, antes de transcurridos 10 días o sencefálicas); 3) hernia uncat. herniación del uncus del hipocampo a través del foramen oval
de Pacchioni (aplastamiento del pedúnculo cerebral adyacente y del 111 par homolate ral); 4)
después). El hematoma agudo cursa con dep resión progresiva del estado de la hernia de la amígdala cerebelosa en el agujero occipital (compresión bulbar). (De Cambier J
conciencia a lo largo de las horas. El subagudo y el crónico crecen lentamente, y col. Propedéutica neurológica. Toray-Masson; 1980. Con autorización.)
por lo que la sintomatología va evolucionando con el correr de los días y con-
siste en la presencia de signos focales, como la instalación de hemi paresia pro- Hematoma intracerebral y hemorragia subaracnoidea
gresiva, o un cuadro de hipertensión endocraneana con cefalea de in tensidad
cada vez mayor, vómitos y edema de pap ila, en medio de un d eterioro progre- ·
sivo y man ifiesto del estado de la conciencia. Son más frecuentes que los. precedentes (25% y 15%, respectivamente); ya
Es importan te llamar la atención sobre el hecho de que en el paciente añoso, fueron tratados en el capítulo de Accidente cnccfalovascular.
un hematoma subdural puede no manifestarse sino por un cambio de la ~~n
ducta, el deterioro progresivo de las funciones mentales superiores, confusion,
obnubilación e incontinencia, síntomas que si persisten obl igarán a realizar los HERNIAS CEREBRALES
exámenes complementarios específicos.
Aunque la radiografía de cráneo puede poner en evidencia la presencia de En las lesiones encefálicas supratentoriales pueden producirse desplaza-
una fractura o el desplazamiento de la pineal calcificada, los métodos diagnós- mientos de ciertas estructuras como consecuencia de la <;.ompresión producida
ticos de elección son la tomografía computarizada (véase fig. 4-2) y la resonan- por la lesión. Esto da lugar a las herniaciones de masa encefálica a través de de-
cia magnética. El tratamiento, obviamente, es quirúrgico. terminados espacios u orificios (véase fig. 24-1). Las hernias pueden ser:
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_I t I ¡1
2
2
3
3
) 4
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----
Fig. 24-2. Herniación transtentorial o central (estadio precoz): 1) ritmo respiratorio irregul!l-r o
ritmo de Cheyne-Stokes: 2) miosis con reflejo fotomotor presente; 3) respuestas oculocefáh~as Fig. 24-3. Herniación uncal derecha (estadio final): 1) ritmo de Cheynes-Stokes o hiperventi·
y oculovestibulares normales; 4) reactividad al dolor normal o reacción inadecuada en_flexión !ación neurógena; 2) midriasis arreactiva derecha; 3) estudio de las respuestas oculocefálicas
(decorticación), hipertonía oposicional. (Redibujado de Plum F, Posner JB: D1agnost1c de la (a) y oculovestibulares (b) que evidencia la parálisis del recto interno derecho; 4) reactividad
stupeur et des comas. Paris: Masson; 1973. Con autorización.) al dolor: reacción inadecuada en extensión a la izquierda (rigidez de descerebración).
(Redibujado de Plum F, Posner JB: Diagnostic de la stupeur et des comas. Paris: Masson:
1973. Con autorización.)
Hernia cingular: es la que se produce cuando la circunvolución frontal inter-
na se desplaza por debajo de la hoz del cerebro y comprime la arteria cerebral
anterior. La expresión ~línica es la presencia de hemiparesia contra latera~ _con Hernia cerebelosa: es una hernia subtentorial. Se débe a la compresión del
predominio crural, desviación conjugada de los ojos hacia el lado de la les1on y bulbo por las amígdalas cerebelosas que determina parálisis del VI par, pirami-
trastornos esfinterianos. dalismo bilateral y trastornos respiratorios que llevan a la apnea.
Hernia transtentorial o central: es la que se produce cuando hay un despla- La posibilidad de una hernia siempre debe tenerse en cuenta, dado que en
zamiento del diencéfalo a través de la muesca de la tienda del cerebelo, como muchos casos puede evitarse si se efectúan un diagnóstico y un tratamiento pre-
consecuencia de una lesión hemisférica que desplaza al encéfalo en sentido ros- coz del traumatismo craneoenccfálico o de cua lquier otra causa que la haya mo-
trocaudal (hacia abajo). Esto produce precisamente un deterioro rostroc<1u_dal tivado.
progresivo y los pacientes desarrollan una secuencia de s ignos res piraton?s,
oculares y motores que revelan el deterioro progresivo del tronco cerebra l (vea-
se Comas). El estadio precoz de la herniación transtentorial o central se esguc- ' SÍNDROME POSCONMOCIONAL
matiza en la figura 24-2.
Hernia uncal: consiste en la herniación del uncus del hipocampo de un lado, Muchos enfermos que tuvieron traumatismos craneanos leves a modera-
a través de la tiend a del cerebelo, como consecuencia de una lesión' que despla- dos presentan mo lestias subjetivas que pueden durar varios meses o inclu-
za al encéfalo en sen lido lateral. Esta hernia produce una compresión del tron- so años. Los s íntomas más comunes son cefalea, irritabi lidad, temor, dificul-
co cerebral a la altura del núcleo del III par craneano. La expresión clínica es la tad para concentrarse, sensación de mareo o vértigo, falta de interés, preo-
de la midriasis paralítica unilateral progresiva, con ausencia de respuesta ocu- cupación, algoacusia, insomnio y trastornos mnésicos leves. Con frecuencia
lovestibular de ese lado -reflejo positivo desconjugado- (véase fig. 24-3). el examen físico es normal y el médico no encuentra explicación para el tras-
Hernia transcalvaria: es la que se produce a través de un orificio de fractur_a torno. Aunque es un cuadro muy frecuente, no se conoce su base anatómica.
craneana. Los síntomas dependerán de la localización de la solución de conti- La recuperación es la regla, pero, a veces, puede tardar hasta varios años en
nuidad en el cráneo. Es de menor riesgo que las anteriores. completarse.
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,, 1
Proteínas
. La proteinorraquia norn:iaI oscila ent.re 0,20 y 9A5 g/Ly yiene origen plasmá-
tico. El porcenta1e de la~ diversas fracciones esta en relacion con el peso mole-
cular de eJlas (las de mas de 160.000 no atraviesan la barrera hematoencefálica
normal). ~i se. bloquea la circul~Sión del LCR, c?mo ocurre en los tumores espi-
nales, o d1smmuye su reabsorc10n en las vellosidades aracnoideas (meningitis)
o aumenta la permeabilidad de la barrera mencionada (síndrome de Guillain-
Barré), las proteínas aumentan. Pueden mermar cuando se extrae LCR en forma
repetida o se pierde por fístulas, o en el caso de la hipertensión intracraneana
benigna sin aumento de la permeabilidad de las células endoteliales coroideas,
lo que favorecería la reabsorción proteica en las vellosidades aracnoideas.
En el LCR concentrado se pueden realizar electroforesis y microinmunoelectro-
foresis. En el primer estudio se encontrarán diferencias fisiológicas apreciables ec1uc•p
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Cuadro 25-1. Cambios patológicos del color del LCR Cuadro 25-3. Elementos celulares patológicos del LCR
Color Motivo Causa Leucocitos - meningitis séptica o aséptica (bacteriana; al comienzo de
polimorfonucleares las virósicas, tuberculosa, micóticas, amebiana y espiro-
Opalescente Aumento de la celularidad: Inflamación leve, hemorragia de poca
+ 200/400 leucocitos/mm3 o magnitud quetal; mielografía, anestesia raquídea)
+ 500/1.000 eritrocitos/mm3 - tumor con necrosis celular (aséptico o séptico) ·
Lípidos Mielografía con Pantopaque Leucocitos 1-2%: inyección intratecal de algún fármaco
eosinófilos 4-5%: meningitis tuberculosa, neurosífilis, Coxsackie
Turbio + 500 leucocitos/mm3 Inflamación (meningitis bacteriana) 5-20%: parasitosis (triquinosis, cisticercosis, estrongiloi-
dioisis), micóticas, idiopática
Mucina Metástasis meníng eas de adenocarci-
noma mucíparo de colon Macrófagos - se mantienen tiempo después de infecciones, hemorra-
en colgajos gias, parasitosis que afectan las meninges
Xantocrómíco Carotinemia aumentada Hipotiroidismo, excesiva ingestión de
carotenos Células - inflamación de evolución subaguda o crónica (meningitis
mononucleares tuberculosa, viral, encefalitis)
Bilirrubina Ictericia severa, hiperproteinorraquia
> 1,5 g/L, hemorragias subaracnoi- - enfermedades desmielinizantes (escle rosis múltiple)
deas en evolución Células - frecuentes en procesos tumorales meníng eos (80%)
neoplásicas - menos frec uentes en procesos tum orales del parénquima
Amarillo castaño Metahemoglobina Hemorragias intracerebrales, hemato-
ma subdural encapsulado nervioso y en las metástasis
- excepcionales en los tumores benignos (meningiomas, neu-
Caoba Pigmento melánico Melanomatosis maligna de las meninges rinomas, etc.) !
Eritrocitos
¡ en lisis
eritrófagos
T1 = T2 = T3
Prese ntes
Presentes
T1 > T2 > T3
No
No
raquídea. La hiperglucemia de un diabético puede enmascarar la caída de la
glucosa en el LCR que se observa en ciertas infecciones.
La meningitis bacteriana desciende la glucorraquia a niveles importantes (5
mg/ dL), que se recuperan lentamente con el tratamiento. La meningitis tuber-
culosa y las micóticas (coccidioidomicosis, criptococosis) lo hacen aproximada-
T1, T2, T3: primero, segundo y tercer tubo de recolección del líquido mente a la mitad de la cifra normal (20 a 40 mg/ dL). La glucosa es utilizada por
educap
las células anormales gue incrementan la glucólisis anaeróbica, por lo cual aumenta
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o 6C\J ro urn rn{g rn E rn E corraquia, meningitis purulentas o micóticas (no ocurre lo mismo con las viró-
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o ~ ~~ tica cerebral, trastorno congénito del metabolismo relacionado con el piruvato.
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Se encuentra en cifras más elevadas que en el suero, ·120 él 129 mEq/ L, dcbi-
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di di do a diferencia de los potenciales eléctricos entre el LCR y la sangre. Se modifi-
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Q) ~ ~~ e e ca de acuerdo con los niveles de cloruros del plasma; por ello, el valor de la hi-
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C1l "'O C1l "'O.s:: C1l "'O.s:: C1l C1l g.:G (/) curva similar en el LCR, cuando existe una encefalopatía de ese origen.
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a<!> El examen bacteriológico tiene importancia en los casos de meningitis para
determinar el germen causal: Haemophilus injlue11zae, meningococo, neumococo,
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estafilococo, estreptococo, bacilo de Koch, hongos como Criplococcus neofomums,
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Candida y Coccidioides immitis. En algunas circunstancias se aíslan dos clases de
gérmenes (infecciones mixtas).
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o-- ºE º E El examen bacteriológico del LCR no debe limitarse al examen de los exten-
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~ didos del sedimento, sino que debe completarse con los cultivos del germen
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o sospechado y antibiogramas. El hallazgo del germen significa certificar la etio-
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e o I"' ~ logía de Ja meningitis .
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o Es de destacar que en las enfermedades por virus debe intentarse aislar el
germen patógeno mediante el cultivo de muestras de la faringe, las heces y el
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eo o eo eo o e 6 (/) LCR, si bien este último raramente es positivo. Si se logra identificar el virus, el
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EQ) - a. oü oü 08 oü 'E C1l diagnóstico queda confirmado por una elevación de Jos títulos de anticuerpos
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al cuádruple entre muestras de suero obtenidas en las fases aguda y de conva-
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a.8 ·a. "'O u :::i- "O :g E.! En el cuadro 25-4 se resumen las características normales del LCR y su mo-
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Capítulo 26
111
Enfermedades infecciosas
MENINGITIS
CONFUSIÓN, OBNUBILACIÓN FIEBRE etiológico se efectuará con el examen del LCR (véase cap. 25). Una cantidad
elevada de polimorfonuclcares y de bacterias harán del característico líqui -
FOTOFOBIA do cristal de roca un lfquido turbio. Se efectuarán tinciones con el método de
CEFALEA (hipertensión endocraneana) Gram. Puede intentarse el diagnóstico rápido con la búsqueda de coagluti-
nación o contrainmunoelectroforesis para detectar antígenos de las bacterias
NÁUSEAS, VÓMITOS y con la prueba de Limulus (sólo es positiva en la meningitis por gramnega-
RIGIDEZ DE NUCA
tivos) para encontrar endotoxinas. El cultivo no es un método útil por su tar-
danza.
La mortalidad de la meningitis bacteriana es algo menor del 5%. Las enfer-
~q
medades debilitantes y el síndrome de Waterhouse-Friderichsen (tal como que-
dó denominado) ensombrecen el pronóstico. La meningitis neumocócica -sobre
SIGNO DE BAUDZINSKI
todo con circunstancias agravantes- tiene una mortalidad del 25%. En esta últi-
SIGNO DE BRUDZINSKI ma y en la producida por H. influenzae los defectos neurológicos residuales -epi-
de la nuca de la pierna
lepsia, sordera, idiocia, demencia, hemiplejía e hidrocefalia- pueden recaer so-
Flexionando pasivamente Flexionando la pierna sobre
la cabeza ocurre la flexión el muslo se produce la misma
bre un tercio de los pacientes.
de las piernas
c..
flexión en la pierna opuesta El tratamiento debe instituirse rápidamente. La meningitis por H. influenzae
Raya meníngea
(fenónieno vasomotor)
se trató clásicamente con 4 g diarios de cloranfenícol intravenoso pero, dada la
c~ Ocasionalmente
toxicidad 1U?dular de la droga, se pasó a 12 g de ampicilina por la misma vía. La
aparición de cepas resistentes llevó a la administración de cefotaxima (180
\ ( Convulsiones uni·
laterales o b1late·
rales . hemiplejía,
mg/kg/ día por vía intravenosa en dosis divididas). La meningitis neumocóci-
ca mejora con penicilina Gen dosis de 20 a 40 millones de Ul o ampicilina en la
ottalmoplejías ,
papiledema dosis anteriormente estipulada. Es de destacar, sin embargo, que la resistencia
de este germen a la terapéutica, que puede ser de cepas regionales o aisladas, ha
llegado -según algunos cálculos- al 50%. Por eso se recurre a la cefotaxíma o, en
el caso de que también hubiera resistencia a ella, a la vancomicina. El tratamien-
/ \ to de la meningitis meningocócica, por último, es el mis mo que para la menin-
REFLEJOS gitis neumocócica.
EXAGERADOS
Meningitis tuberculosa. El cuadro es subagudo y la llegada de Mycobac-
terium tuberculosis a las meninges es a partir de un foco caseoso. La radiogra-
fía de tórax es negativa en la mitad de los casos; en ciertas ocasiones por lo
poco relevante de la infección pulmonar, en otras porque el foco está en otro
SIGNO DE KEANIG lugar (próstata, riñón). Antiguamente era una meningitis que padecían los
SIGNO DE KEANIG
niños; en la actualidad se agregan los senescentes y los enfermos de SIDA.
Levantando la pierna Algunos hechos la diferencian d e Jas bacterianas tratadas anteriormente:
Haciendo sentar
al enfermo se produce se produce la flexión 1) comienzo lento (período prodrómico); 2) en los niños, cambio de carácter;
la flexión de las rodillas de la rodilla 3) paresias de nervios craneanos (oculomotores, facial); 4) tubérculos coroi-
deos en el fondo del ojo; 5) LCR claro u opalino, con aumento de células mo-
nonucleares, hiperproteinorraquia, hipoglucorraquia (menos pronunciada
que en las bacterianas). M. tuberculosis sólo se identifica precozmente -por
tinción- en una cuarta parte de los casos. Sin embargo, el cultivo puede ser
positivo en más del 80% de las meningitis tuberculosas, aunque el tiempo
POSICIÓN EN GATILLO que requiere lo hace poco útil. En los últimos tiempos la determinación de la
DE FUSIL adenosindesaminasa (ADA)1 enzima que se halla en los linfocitos T madt1-
ros y se eleva en la meningitis tuberculosa, adquirió importancia.
Fig. 26-1. Signosintomatología del cuadro clínico que puede verse en las ~eningitis. El tratamiento se efectuará con las tres drogas clásicas: a) isoniazida (15 mg/ kg/ día),
y b) rifampicina (600 mg diarios en adultos) o etambutol (25 mg/kg/día), duran-
No siempre H. influenzae, el meningococo o el neumoc~co _s~m los ~esp?~sa te 18 meses. Eventualmente se puede recurrir a la pirazinamida (30 mg/kg/ día).
bles: los pacientes con furuncul<;>sis p_ue?en padecer menmgths cst_afilococ1~a~ Meningitis víricas o asépticas. Ocurren con más frecuencia al final del ve-
los lactantes suelen sufrirla por Escl1encl11a co/1 y Streptococcus agalactzae, Y los in rano y a principios del otoño, en pacientes -en general- menores de 40 años.
tubados, por Pseudomonas. Corresponden a ese 20% de los que no responden a Los agentes etiológicos más comunes son los enterovirus (grupos ECHO y
Coxsackie), los paramixovirus, los adenovirus, los citomcgalovirus, los arbo-
la etiología anterior. . . virus, los virus del herpes zoster, de la hepatitis y de Epstein-Barr, entre
El diagnóstico clínico apoyado por un dato de l aborat~mo de r;ittna: ~na. educ~p
leucocitosis de 10.000 a 40.000 leucocitos por mm3, es sencillo. El diagnostico otros. Debemos tener en cuenta la afección previa del paciente {parotiditis,
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
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pes zoster se puede utilizar nciclov1r o vn/nc1c/ov1r (vease :°'ªs adelante). .
Meningitis fúngicas. Criptococcus neoformans (anteno.rmente denominado 4% 2%
~ndocardit1s
Torula histolyticn), el más común, origina la criptococos1s, cuadro ~ubagudo
con características clínicas parecidas a Ja tuberculos1~. El rc~crvono de este Criptogenéticos
hongo es el gua no de las palomas. Se observa. en pacientes lmfomatosos, en
los que padecen SIDA o los sometidos a trata~1ento ~~mun osupres,or'. aunque
en el 50% de Jos casos no se conoce una afecoon debilitante. En el ult11no gru-
po citado, también (aunque es rara) puede existir m en in~i~i s por. Ca11d1dn nl-
/Jicans. Con poca frecuencia la producen Cocc1d101des 1111m1tis, la h1s toplasmo-
sis y la b lastom icosis. . , . . .. 60%
El LCR es de fundamental trascendencia en el d1agnoshco de la mcning1t!s 4%
micótica. Puede arrojar lo siguiente: en la meningitis por Candida hay presc.11.c1a
de levad uras en el frotis y la tinci6n ~on el_n~étodo.de.<?ram P1:1ede ser pos1t1va
en casi la mitad de los casos; en la cnptococ1ca la tmc1on con tinta c~ina es po-
Otitis medias Fracturas infectadas
sitiva en el 50%, y en más del 90% d.e !º.s paciente~ se encuer:.tra el a11t1geno cnp- y mastoiditis Osteomielitis
tocócico. En la meningitis por Cowdw1des los anticuerpos fi1adores del co~pl<?
mento son positivos en el 85<Y,'.. En toda.sellas, P.ºr otra parte, e~Lste pleoc1to~1s Fig. 26-2. Frecuencia aproximada de los focos sépticos que más a menudo originan abscesos
con predominio linfocitario, h1perprotemorraqma y glucorraqu1a normal o dis- cerebrales.
minuida. , , .
El tratamiento se efectuará con anfoterici11a B (0,3-0,5 mg/ kg/ d1a), por v~a in- está_situado entre la sustancia gris y la blanca, y la menor consistencia de
travenosa, durante 2 meses, y 5-fl11orocitosi11a (150 mg/ kg/ día, durante seis se- la,capsula sobre esta última otorga la posibilidad de que se abra en los ven-
manas), en forma conjunta. tnculos cerebrales, circunstancia casi siempre fatal. Tiene una mortalidad
Meningitis de la enfenn edad de Lyme. Es una enfermedad de las zonas bos: elevada (20 a 50%).
cosas de Europa y los Estados Unid~s, que se tr~nsmite por garrapatas y e.s,ta Una rara causa de.absceso cerebral puede ~~tardada por la endocarditis agu-
causada por una espiroqueta: Borr;/1.a burgd.or[en. Junto. con la_mantfestac1on da. Vaccarezza descnbe un caso de endocarditis bacteriana aguda por Stnphylo-
neurológica existen o~r?~ derm.atolo91cas, cardiacas y articulares. Se ha trat.ado coccus aureus que presentó múltiples complicaciones. La enfermedad suele pre-
con tetraciclinas, pen1c1hna, entrom1c111a y en la achialidad con cefalosponnas sentarse como un cuadro de sepsis con variadas manifestaciones sistémicas en
(ceff riaxonn ). el 9ue la ?emi?l<?gía cardiovascu lar puede no ser relevante en un principio ), el
pnmer diagnostico se basa en las complicaciones de la afección (abscesos cere-
brales) (figura 26-3) .
ABSCESO CEREBRAL
. El diatp~óstico ha mejorado con la tomografía computari zada y la resonan-
cia magnetica. Debe sospecharse la enfermedad cuando existen antecedentes de
El absceso cerebral es una colección supurada en la masa cerebral gu~ afección coligada (sinusi tis, bronqL1icctasias, otitis) o inmunosuprcsión (SIDA,
tiene dos etapas bien definidas que pueden dirigir la actitu d te rap,é ut1ca . trasplantes), síntomas de infección, síntomas de hipertensión endocraneana
1) fase de cerebritis o encefa litis su purada, y 2) fase de encapsu lacion (por
(cu?n_do aparecen son definitorios de la búsqueda tomográfica), síntomas neu-
proliferación conjuntiva y glial). Las infecciones ó!icas, d e los senos para: r<?log1cos .f?cales (no son precoces) y síntomas humorales (leucocitosis, eritrose-
nasales v de las celdas mastoideas son su causa mas frecuente. Los germe d1m~nta~10n acelerada). Debe proscribirse la punción raquídea por el peligro de
nes actu'antes son los que predominan en estas regiones: estreptococos. ae- herrnac10n cerebral.
robios y anaerobios, Bncferoides y enterobacterias. Es posible la co1~tam ~na: En la etapa de cerebritis los antibióticos pueden hacer abortar Ja cirugía. Si
ción polimicrobiana. Otro porccn,taje.elevado le corresponde a Ja d1semin~ se desconoce el germen (un foco pL1 rulen to alejado o contiguo puede dar la
ción hematógena de procesos mas distantes, sobre todo del aparato resp clave~ se come:izará con una as<?ciación .de ~4 millones de UI de penicilina G
ratorio, como son las supuraciones broncopulmonares. El estafi loco~n~ por d1~ y 4 g d1anos de cloranfenicol. La cirugia se encargará de drenar la o las
pocas ve~es Pseudo111011ns, Klebsielln y Proteus pueden estar prese~tes. del co.lecc1ones purulentas}'. si el pr~ceso está situado en profundidad o el trata-
proporcion menor depende de las hendas penetrantes o t~aumatismos nuento se debe efectuar in extre1111s, en un enfermo moribundo, puede utilizar-
cráneo, osteomielitis y de cirugía previa (fig. 26-2). En casi todos los casos se una técnica esterotáxica con punciones aspirativas reiteradas.
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
A B
Fig. 26-4. RM Meningoencefaitis herpética. Señales hiperintensas en ambos polos temporales.
Fig. 26-3. A. Tomografía computarizada. B. Resonancia magnética de cerebro. La primera
muestra una lesión hipodensa corticosubcortical parietal posterior derecha (absceso cerebral}.
La segunda imagen revela la misma lesión que se refuerza con el contraste. Cortesía del Dr. TROMBOSIS DE LOS SENOS VENOSOS
Horacio N. Vaccarezza.
La trombofl,ebitis del se.~o cavernoso,_ secut~daria a infecciones superficiales
ENCEFALITIS AGUDA o profundas de la cara (reg1on malar, nanz, labio superior) o del cuero cabellu-
do, cursa con congestión conjun~val y edema palp~bral, exoftalmía, parálisis de
La encefalitis aguda es una enfermedad de aparición aguda (rara vez en los pares III, IV y Vl y compronuso de~ª. rama oftálmica del trigémino (síndro-
días) con un cuadro febril y manifestaciones del sistema nervioso central que me .del_ seno cavernoso). La trombofleb1t1s trae aparejada la estasis de las venas
van desde un síndrome confusional al coma profundo. A éstos se les agregan orbitanas y del globo ocular.
alteraciones focales (parálisis oculomotoras, nemiplejía o hemiparesia, afasia, La_trombosis del seno ~ongitudinal superior generalmente cursa con mono-
etc.), convulsiones y mioclonías multifocales. La producen diversos virus: her- par~sia crural o parap_aresia, c~n convulsiones o sin ellas (epilepsia bravais-jack-
pesvirus (simple, tipos 1 y 2, citomegalovirus, varicela-zoster), enterovirus, somana), a lo que se anade el smdrome de hipertensión endocraneana. La clíni-
adenovirus, mixovirus (gripales), paramixovirus (sarampión, parotiditis), re- ca s_e debe a l? distri_bución somat~tópica de la región rolándica (el seno longi-
trovirus (SIDA), togavirus (rubéola) y otros, como los bunyavirus, los arenavi- tudmal _superior recibe las afc~cnc1as. venosas hemisféricas de la convexidad).
rus y los rabdovirus. , Los pacientes presentnn ademas estas1s venosa en la región del cuero cabelludo
Encefalitis por herpesvirus. Es una complicación poco común de la gingi- Yla frente, que d~ lugar a _la ima9en de "cabe::a de f!ledusa". El cuadro puede
voestomatitis herpética y del herpes labial recurrente, enfermedad habitua l en ser la c?nsesu~noa de una mfccc1on local o a distancia (scpsis generalizada).
personas jóvenes. En razón de que se produce una encefalitis hemorrágica y ne- El d1agnoshco de las trombosis de los senos venosos se basa en los antece-
crosante que afecta preferentemente la porción orbitaria del lóbulo frontal y la dei:ttes, el cuadro clú~~o y los exán:enes complementarios (tomografía compu-
punta del lóbulo temporal, se piensa que se disemina desde la naso faringe por t?nz?~ª craneoencefahca, resonancia magnética, tiempo venoso de la angiogra-
los nervios olfatorios. ñ~ digital). Desde el punto_de vista terapéutico, la antibioticoterapia debe ser
Dada su localización, aparecerán trastornos de la personalidad: irritabilidad, v:igorosa y prolongada, utilizando en lo posible los fármacos que resultan sen-
apatía, trastornos de la conciencia, en medio de un cuadro febril con cefalea y sibles el germen causante.
náuseas. Son comunes los signos neurológicos foca les (principalmente del he-
misferio izquierdo -afasia-) y la presencia de crisis convulsivas.
La tomografía computarizada muestra hasta el 3•• día cortes normales, del 410 HERPES ZOSTER
7:
al 610 día una lesión hipodensa temporal unilateral, y a partir del 00 día, lesio-
nes bitemporales y bifrontobasales. La resonancia magnética acelera esas etapas Consiste en una radiculalgia asociada con una erupción eritematovesicu-
de observación (fig. 26-4). El electroencefalograma revela focos pasajeros epilep- 1ar ~enommada _vu lg?rmente c~lebrilla o fuego de San Antonio, que es pro-
tiformes y hallazgos focales temporales. El LCR muestra pleocitosis inferior a ducid~ por un vir,us f1ltrabl~ analogo al que causa la varicela. Se lesionan los
1.000, con predominio li1úocitario, pero la presencia de hematíes (que a veces le ganglios d~ las raices po~t~nores'. que presentan congestión, infiltración celu-
da al líquido un aspecto xantocrómico) es un dato para considerar. lar, necr?s1s _y degenerac10~ de fibras. Su aparición parece que es favorecida
El tratamiento con acic/ovir (30 mg/kg/ día, durante 10 días) por vía intrave- por enfnam_ien_t<?s, traumatismos o por afecciones de diversa naturaleza co-
nosa ha reducido la mortalidad de esta grave enfermedad al 20%, aunque 1 de 1:1º las menmg1tis, la enfermedad de Hodgkin, las leucemias u otras neopla-
cada 3 sobrevivientes presenta secuelas neurológicas graves. sias y el SIDA. Nuc1p
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
Se inicia con algunas manifestaciones prodrómicas: fiebre, malestar gene- Ei_1 el p_eríodo de invasión aparecen fiebre, que pasa los 39ºC, cefalea, astenia,
ral, dispepsia y cefa lea no siempre compro bables pues, en la mayoría de los t~qu1 ca rd1a'. dolores. musculares y en las articulaciones, fenómenos gastrointes-
casos, las manifestaciones son locales y consisten en parestesias, dolor y una turnles, conza, an~ma o bronq~itis, a veces signos meníngeos, hiperestesia,
erupción característica ubicados en el trayecto de un nervio periférico y con sudores y convuls10nes. Este periodo dura tres o cuatro días, al cabo de los cua-
carácter unilateral. Lo más frecuente es que se afecte la región toracoabdomi- les aparece la parálisis que caracteriza al se~undo_ período; la parálisis se instala
nal, sobre el recorrido de los nervios intercostales o lumbares; menos a menu- ~ruscamente~_en pocas h~>ras, y P?r lo_comun re:-'1ste l_a f~)fma de una monople-
do se localiza en las regiones occipitocervical, dorsobraquial, lumboinguinal o ¡ia o pa:aple11a de los m1cm_b:os mfcnores,_ de hpo Aacc1do con hiporreflexia 0
en el trayecto correspondiente a la rama oftálmica del trigémino (zona oftál- arreflex~~ profunda y superfioa_I (I~ arrcílcx1a patelar habitualmente precede a la
mico) o del ganglio geniculado del facial (zona ótico). El dolor puede serbas- paraple¡1a). Otra~ veces, In parahs1s afecta el tronco (puede tomar músculos in-
tante intenso, y después de 1 a 4 días se observa la aparición de la erupción, ter~ostales y el diafragma) y los mie1_nbros superiores. A veces hay parálisis de
que consiste en placas critcmatosas cubiertas de vesículas; las placas pueden vanos miembros diversamente asociadas; pueden observarse también formas
ser variables, en número de 1 a 2 o más, pero se disponen siguiendo el trayec- bulboprotuberanciales con paráli~is mascterina, facia l o palatofaríngea. Por Jo
to del nervio afectado en forma absolutamente hemilateral sin pasar: de la lí- general no hay trastornos esfmtenanos. Hny alteraciones eléctricas: reacción de
nea media. Las vesículas tienen un aspecto similar a las de la varice la. A l prin- desncrvació1~ parcial o tota l, ~c;gú n los múscu los afectados; en los que se com-
cipio están llenas de líquido claro que posteriormente se enturbia y concluye prueba reac~wn d e desnen'.ao_on lota) puede <1firmarse que quedarán definitiva-
con la formación de costras, evolución que se cumple en unas 2 semanas, pe- ment~ paralizados. _En el li q~1do cefa lorraquídeo aparecen hiperalbuminos is y
ro pueden quedar como secuela cicatrices y algias que suelen ser muy prolon- pleoc1tos1s leves, pnmero pohmorfonuclcar y luego linfocitosis.
gadas e intensas (nlgias pos tzosterianas); esto último es más frecuente e n P''r- . Después d~ un ti~mpo variable _se produce, de ordinario, una regresión de la
sonas d e ednd avzmzada. El zona oftálmico es la form a más g ra ve y determi- s.m~omatolog1a (penodo de regresió n), con mejoría de las parálisis, que se van
na d olo res orbitarios, una e rupci6n que afecta a los párpados y la región ma- limitando a los ~rupos nwsculares afectados m ás intensamente, que se atrofian;
lar, con el agregado de úlceras d e la córnea muy dolorosas que ponen en pC' li- esta_ a~rofia es_rap1da )~ ~onduce a es.lados de d<:;formación y contractura como
g ro la visión . El wna ótico se ca racteriza por la locali zación d e los dolores y la el pie varo equ1110 paralitico, por atrofia de los musculos anteriores y laterales de
eru pción e n las regiones auricular y mastoidea, y a p roximadamente e n el 50% la pierna, con contractura de los músculos antagonistas de los atrofiados lo que
d e los casos se asocia parálisis facial periférica del mismo lado, en cuyo caso acentúa la deformación. '
se constituye el sí11dro111e de Ramsny-Hunt. Puede haber pérdida d e l sentido del Des_de el punto de vista terapéutico, deberá establecerse lo más rápidamen-
gusto en los dos tercios anteriores de la leng ua e hipoacusia. En la sangre pue- te P<;>S•ble un programa de reeducación eficaz que favorezca la readaptación
de ha llarse leucopenia con neutropenia, y en el líquido cefalorraquídeo, hipe- func10nal adecuada. Deben llevarse <1 cabo -en forma preventiva- Jos planes
ralbuminorraquia y pleocitosis linfocitaria. En cierto número de casos apare- completos de inmunización (vacuna Snbin).
cen signos meníngeos y manifestaciones encefalíticas (encefalitis herpética).
Otras complicaciones que se han descrito incluyen neuropatías periféricas BIBLIOGRAFÍA
motoras, parálisis de nervios craneanos, síndrome de Guillain-Barré, mielitis,
hemiplejía y síndrome de Reye. Durand ML, Calderwood SB, WebN DJ, Miller SI, Southwick FS, Caviness Jr. VS, et al. Acule
La evolución se cumple por Jo general en 2 semanas, aunque los dolores pue- b_acte~ial mcni_ngitis in adults. A r<'vicw o( -l93 t'pi!>odcs. >J Engl J Med. 1993;328:21-8.
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Para el tratamiento del zona en el período agudo se recurre al nciclovir o vi_ew of 102 cases over 17 years. '\Jeurosurgcry 1988; 3:451-57.
vnlncicfo¡iir, indicados sobre todo en el zona oftálmico y en e l que apa rece en pa- Marti~1 del Pozo M, Bc1~1t_o-León j, Rodrígul'z J, ~lol i n11 JA, Díaz-Guzmán J, Bermejo FP. Com-
cientes inmunodeprim idos (con SIDA). Las algias postzosterianas pueden me- phcac1ones ncurolog1cas infrecue ntes i1~oc1¡¡d,1s a l virus varicela zostcr. l\eurologíil
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POLIOMIELITIS ANTERIOR AGUDA
Capítulo 27
Demencias
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
La etiología de la enfermedad de Alzheimer se desconoce. Se han se1ialado
mutaciones d el gen precursor de la proteína amiloide (APP) en el cromosoma
21, del gen 1 presenilin del cromosoma 14 (25 mutaciones) y del gen 2 preseni-
lin del cromosoma 1 (3 mutaciones). La apolipoprotcína E (APOE) influye sobre
el gen precursor de la proteína amiloide (APP) para desencade nar la enferme-
dad. Los alelos E2 y E3 de la apolipoproteína E producirían un aumento del cre-
cimiento neurítico; por el contrario, el alelo E4 disminuiría el crecimiento, favo-
reciendo el depósito de la proteína amiloide. Por ello, el riesgo de desarrollar la
enfermedad de Alzheimer estaría aumentado 3 a 6 veces en los portadores del
alelo E4. Compromete a ambos sexos por igual y su comienzo generalmente ltduc•p
ocurre entre los 50 y los 60 años.
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
j
Ausencia de trastornos de la vigilia
Comienzo entre los 40 y los 90 años, con mayor frecuencia después de los 65
años, en ausencia de afecciones generales o cerebrales que pudieran explicar
el déficit de los trastornos cognitivos
b) El diagnóstico de enfermedad de Alzheimer probable se apoya en:
Fig. 27-1. Aprax ia constructiva con mayor tendenc~a a copiar el .rl'!?delo en la parte derecha e Presencia de afasia, apraxia y agnosia
inferior y fenómeno del "closing-in" o aproximacion (superpos1c1on de la cop ia al modelo). Disminución de las actividades de la vida diaria y trastornos del comportamiento
Paciente con diagnóstico de enfermedad de Alzheime r. Antecedentes familiares de trastornos similares (sobre todo si existe confirma-
ción histológica)
Resultados de los exámenes complementarios:
Clínicamente el comienzo es insidioso. La amnesia es l a forma más frecuen- LCR normal
te de establecimiento de la en fermedad; predomina inicialmente en l a memo na EEG normal o con alteraciones inespecíficas (ondas lentas)
próxima o reciente. A medida que ésta .~e insta.la1 pueden empezar a aparecer Evidencia de atrofia cerebral en la TC, progresiva en exámenes sucesivos
otras fallas: trastornos de la denommacion crecien tes, que llevan a un compro- c) Otras manifestaciones clínicas son compatibles con el diagnóstico de enfermedad
miso de la comprensión y finalmente a un síndrome afásico que en genera.l es de Alzheimer probable (excluyendo otras causas de demencia):
del tipo de l a afasia de Wernicke o transcort1cal sensorial; aprax1a que ~or~uen Períodos estacionarios en la progresión de fa enfermedad
za por ser constructiva (véase fig. 27-l), para evoluoonar luego a aprax1a 1.dea- Síntomas asociados del tipo depresión, insomnio, incontinencia, delirio, ilusiones,
toria franca; agnosia visual, con fall as en el reconoc1m 1ento de persona~, Objetos alucinaciones, reacciones verbales de catástrofe, emocionales o físicas,
v de las habitaciones de la vivi enda, todo ello provocando una caractenst1ca de- trastornos sexuales y neurológicos, principalmente cuando la enfermedad
está avanzada {hipertonía, mioclonías, trastornos de fa marcha, etc.)
sorientación espacial que se agrega a la d esorie nta~i ón temporal debi da al tra~ Crisis de epilepsia en estadios avanzados
torno mnésico. Surgen también trastornos progresivo~ de la conducta con in_1- TAC normal para la edad
tabil idad, agresión, acatisia, mani puleo excesivo de ob¡etos y pers<.mas, empe<.J- d) Algunos datos no apoyan el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer pro-
namiento, celotipia1 temor de quedarse solo, etc. A esta a.ltu ra la mcontmencia bable:
de esfínteres general meate se ha hecho presente Y.el ~<ic1~~ te ya no puede ser Comienzo súbito
con teni do en su casa y debe ser internado en una mshtuoon espec1ahzada. La Signos neurológicos focales {hemiparesia, déficit sensitivo, disminución del
muerte se produce por complicaciones1 general mente ~aídas, con fra cturas Y campo visual, trastornos precoces de la coordinación)
descompensación metabólica o hidroelech·o!ítica cons1gmente, o mfecc10nes Crisis de epilepsia o trastornos de fa marcha desde el comienzo de la enfermedad
respiratori a, urinaria, cutánea (por escaras) o generalizada. . . . .
La anatomía patológica revela atrofia cerebral con predo.1:11mo p<in.etooc~1- 11. Enfermedad de Alzheimer posible. El diagnóstico de enfermedad de Alzheimer
pital y la presencia de abundantes placas s;rnles, degcneraoon neuro~1 bn l ar Y posible puede plantearse:
granulovacu.olar, cuerpos de Hirano :y d~pos1~os penvasculares de amilo1d::
El diagnóstico se establece por cn tenos chmcos que se .apoyan en d1vc~sas En presenca de un síndrome demencial, ausentes otras etiologías de demencia,
como en formas atípicas en cuanto al comienzo, la presentación o Ja evolución
pruebas evaluativas de demencia -p. ej., M1m-Me11tnl Stnte Test (MMSh mid1e1~- -
En presencia de una segunda afección sistémica o cerebral que podría ser causa
do su progresión con exámenes periódicos y exclusión de otro; l1rocesos ..El Mi- de demencia, pero que no se considera responsable de ésta
ni-Mental State Test {MMS, Folstein 1975) o Estado Mental M1rnmo cons1s.te en En presencia de un déficit cognitivo aislado, gradualmente progresivo, sin otra
una serie de preguntas agrupadas en 10 secciones, cada una de las ~uales mvo- causa identificable
l ucra la eval uación de una función cognitiva determinada. En total son 30 pre-
guntas, a cada una de l as cuales se les asigna un punto, de,modo que el punt~~ 111. Enfermedad de Alzheimer cierta. Los criterios para el diagnóstico de enfermedad
je máximo es 30. Se acepta por ahora que para una poblac1on,urbana y alfabett de Alzheimer cierta son:
zada todos aquellos pacientes cuyos puntajes sean de 24 o mas pueden ser con-
siderados normales. Criterios clínicos para el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer probable
La lentificación electroenccfalográfica (véase fig: 27-2) o la atrof~a comp~oba Evidencia de alteraciones histopatológicas características obtenidas por biop-
sia o en la autopsia educap
ble en tomografía computarizada o resonancia magnetica son hechos mespec1f1cos
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
OTRAS DEMENCIAS
cerebrales (arteritis, lupus), el síndrome del arco aórtico y el deterioro intelec-
tual secundario a estenosis carotídea. La demencia por cuerpos de Lewy es una demencia cortical que se aso-
cia con la presencia anatomopatológica de estos elementos. Más frecuente
en hombres, hace su aparición en la quinta o Ja sexta década de la vida v tie-
HIDROCEFALIA NORMOTENSIVA ne una evolución similar a la de In enfermedad de Alzheimer. Se obsérvan
fluc~uac_iones e_n la esfc_ra cognitiva (atención y funciones visuoespaciales),
La hidrocefalia normotensiva o síndrome de Hakim-Adams se cart1Ctcri1.a alucmaoones visuales bien estructuradas y un síndrome parkinsoniano sensi-
por la existencia de un notable crecimiento del sistema v_e~tricular con escasez ble a la levodopa. Apoyan el diagnóstico la presencia concomitante de caídas re-
o poca profundidad de las cisuras que están en la superficic_cerebrnl. pentinas, síncopes, pérdida transitoria de la conciencia, delirios sistematizados
Clínicamente presenta una tríada compuesta por alteraciones de la mnrch~ e hipersensibilidad a los neurolépti cos. La anatomía patológica identifica los
{apraxia de la marcha), incontinencia urinaria y manifest_aciones en la esfcraps1- cuerpos de Lewy en la corteza y las amígdalas. Puede constituir una variante de
quica que llevan ins idiosn y gradualmente,~ la deme~c1a. _Puede ser 1d1~pat 1 c~ la enfermedad de Alzheimer.
o secundnrin a traumatismos craneoencefahcos, menmg1t1s o hemorragia sub La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob es una demencia progresiva; los enfer-
aracnoidcn. Es más frecuente en los hombres al finalizar la edad adu lta y en per- mos desarrollan rápidamente un cuadro demC'ncial, con evidente empeora-
sonas de edad avanzada. miento en cortos intervalos. Pueden presentarse' manifestaciones piramidales,
El diagnóstico se hace princip~ln:ente por e ~ rnadro clínico. Ln t,o,rn~gra ccrebelosas, extrapiram idales y atrofias muscula res. En la fase temprana de la
fía computarizada demuestra crecimiento ventricular notable, en ausencia de ~nfe rm edad suelen aparecer rnioclonías. La enfermedad progresa de manera
o;ros e lementos (surcos pronunciados) que denoten atrofi~ cere.?ral (vé_ase mexorable y la mue rte acontece en coma profundo y al cabo de un año, aunque
fig. 27-4). La cisternografía radioisotópica revela la ~rcsenc1a de . ~011fnm;11~: se describen evoluciones más cortas o tardías.
ció11 1.1e11triwlnr", por permanencia prolongadn. del _isotopo en el s1~tema 'e u- La neurorradiología es fundamenté1lmcnte úti l para excluir otras posibles cau-
tricular, sin llegar a la convexidad de los hem1sfenos como oCLirre en los s sas de deterioro neurológico subagudo, pero, en general, los hallazgos radiológi-
cos son inespecíficos. El e lectroencefalograma muestra descargas de ondas agu-
jetos normales. . . n- das, generalizadas y bisincrónicas, con la característica de que se repiten a inter-
La apraxia de la marcha debe d1ferenc1arsc, entre otros cuadros, de la ,e .
fermedad de Parkinson (el i11icio por trastornos de In marclin ?escarla e~ta ul,ti- valos relativamente cortos y suelen persistir hasta el final. Pueden verse trazados
ma entidad ). En el cundro 27-2 se estnblece la semiología útil para el diagnos- similares en la encefalopatía hepática, en la encefalopatía disenzimática y en cier-
tos tumores talámicos. Existen dos exámenes de laboratorio que pueden realizar-
tico diferencial. ..tu cap
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
se premortem y que parecen prometedores para detectar la enfermedad en esta- Cu~in~s JL, Benson DF. D~m~ntia: a cl~cal approach. (2"'' ed.). Boston: Butterworth; 1992.
Fustmom _O (h.). Heterogene1 ty 111 demcntía of the Alzheimer type: differing dinical onset and
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do cefalorraquídeo, y 2) las biopsias de la amígdala palatina que muestran un Graff-Radford NR, Godersky JC. A clinical approach to sy mptomatic hydrocephalus in the el-
compromiso del sistema linforreticular en algunos casos. o obstante, el diag- derly. En: Masdeu JC, Sudarsky L, Wolfson L. Gait disorders of aging. Philadelphia: Lippin-
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Anatomopatológicamente hay degeneración neuronal d ifusa que compro- Hachinski VC, Lassen ~A, Mnrshall J. Multi-infarct dementia: a cause of mental deterioration
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nitivas, al comienzo sutiles, dificultad en la concentración y trastornos mnési- Peskmd ER.. eurob1ology of Alzhe1mer's disease. J. Clin. Psychiatry 1996;57(Suppl 14):5-8.
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computa rizada y Ja resonancia magnética por imágenes muestran atrofia con m pattents w 1th A lzheime r:; d1sease: results of a L'S multicentre randomized double-
agrandamiento de los surcos e hidrocefalia secundaria y pérdida de sustancia blind, placebo-controllcd tr ia l. Dementia 1996;7:293-303. ' '
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La enfermedad de Pick comienza con afasia o con trastornos de la conducta Zivkovic S, Boada M, López O. Revisión de la enfermedad de Creut.deldt-Jakob y otras enfer-
y la amnesia y la desorientación son más tardías. Puede presentarse el denomi- medades priónicas. Rev de Neurol 2000;31(12):1171-9.
nado sí11dro111e de Klüver-Bucy, que se caracteriza por hipermetamorfosis, hipoe-
mocionalidad e hipersexualidad. Suele observarse asimismo la llamada tenden-
cia buen/ co111pulsivn, que consiste en la necesidad irresistible de llevarse a la bo-
ca objetos de cualquier naturaleza. La tomografía computarizada y resonancia
magnética revelan atrofia con predominio frontotemporal. Patológicamente hay
atrofia y pérdida neuronal con gliosis severa e inclusiones celulares característi-
cas (cuerpos de Pick) en los polos frontales y temporales.
Por último se describe la demencia frontotemporal (DFT) con sus distintas
formas clínicas: DFT progresiva; atrofia lobar, DFf y enfermedad de motoneuro-
na; afasia no fluente lentamente progresiva (ALP), y demencia semántica (DS).
Las causas más frecuentes de síndrome demencial son l<i enfermedad de Alz-
heimer (50%), la demencia vascular (20%), la hidrocefalia normotensiva y la en-
fermedad de Parkinson, que se trata en otro capítulo. Deberá deslindarse ade-
cuadamente el diagnóstico de envejecimiento cerebral normal y depresión del
de síndrome demencial.
No debe realizarse el diagnóstico de demencia en presencia de confusión
agudo o alteraciones del nivel de la conciencia. •
No siempre el cuadro demencial es irreversible; por el contrario, hay deme~
cias que pueden revertirse con una terapéutica apropiada (hipotiroidismo, de-
ficit de vitamina 8 1 ~, insuficiencia renal crónica, sífilis, entre otras) y es necesa-
rio descartarlas mediante estudios de laboratorio.
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p. 17-31. a<lucap
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
r
Capítulo 28
Síndrome confusional
agudo
¿Hay sospecha 1
de alcoholismo?
El cuadro se
desarrolla len·
Desorientación
o confusión
¿Hay temblor, si
asterixis y sig- 1-----'
nos de hiper- sí
t 1
.
'----,•i ¿Hay intoxica- r-- -----.. ,,_--- --;:-
,§í SDC
,
iagnostico:
A de causa Corregirlos y
Diagnóstico:
'- -------'
lamente desde ~mental (com- SCA de origen
hace semanas promiso slmul· función adre- 1-----------~1 ción alcohólica tóxico-farmacoló· esperar algu· sí tóxico o clínico-
o meses (In· táneo de varias nérgica francos NO - aguda? ~ gica nos días. ~ sistémico agra- Diagnóstico presun-
vestigar De- ¿El paciente vado por facto- tivo: SCA sobreagre-
i
funciones cere- {taquicardia, si mejora?
mencia) res facihtantes gado a Síndrome De-
brales superio- HTA, sudora- ___- r.:::::-:-:---:-:--:--13:::~--...--_J
res -compromi-
so multimodal-:
ción profusa,
midriasis)? Suspender di- NO
¿Existen factores
facilitantes?
tNO mencial previo
El cuadro so
instaló brusca·
orientación
temporal y es-
pacial, gnosia,
¿El paciente
está bajo trata-
miento con dro-
cho tratamiento
confusión luego 51
¿Continúa la ¡~;¡-----j ___ ¿Privación o
_,~~¡fragmentación
sueño?
de
NO ¿Había pato· ~ ¿Esta patolo-
mente en horas ..- memoria, len· gas de reper- de varios días (internación in - _.. logia cere- gía era causa
o pocos días: gua¡e) cusión en el de suspensión? tensiva) bral antes de de deterioro
Síndrome Con· L - -- - - - - ' SNC? {En es- ~ ¿O sólo mejora Privación senso- J
a instalación cognitivo (Sín- Investigar Demencia
fusiona! Agudo pecial: anticoli- parcialmente? rial (hipoacus1a, del cuadro? drome Demen-
{SCA) cial) previo a la
rolépticos, hip- Sobrecarga sen- NC instalación del
¿Hay alucinaciones vi- SCA actual? ¿Los síntomas
suales? nóticos. antide- sorial (exceso de
fluclúan o se
¿Excitación psicomo· presivos, anti- ~ ¿Hay cuadro maniobras físi· agravan por la
triz? histamínicos) de descompen - cas, extraccio- noche?
¿Dispersión de Ja aten- sación cardio- nes, controles vi· r o
rrespiratoria, lales, inmoviliza-
Efectuar exa-
men rápido de
ción? NO
hepática, renal, ción, etc.) ¿El paciente t Diagnóstico:
SCA Residual.
~•moo j
SI
la función cog- metabólica? / tiene más de Esperar tiempo
nitiva: ¿Infección? 60 años? de latencia
1 · Relatar cir- ¿Íleo? ¿Neo- (hasta 20-25
cunstancias de El WJ· ¿Hay signos molo· plasias? ¿ Trau- si Estudio especffi· N O días)
enfermedades nitivo es anor- res de foco neuro- matismfo? ;N. 1/---:r --1---_,¡,.J
¡ - co, tratamiento
u hospitaliza-
ción
mal o dudoso 'NO lógico? (paresias, 0 de estas entida- 11t
Babinski) des y normaliza- Diagnóstico:
2 · Identificar NO ción humoral. NO SCA por des-
lugar, hora, día, NO El paciente ha ¿ Contin_úa la ,_,.... compensa- ¿El EEG está
mes y año sido sometido confus1on luego ción sistémica desorganizado?
3 · Reconocer a cirugía ma- NO
de la mejoría sis-
allegados yor, en especial témica? SI
' si Efectuar tomo- cirugía cardía- ¿O sólo mejora
grafía computa· ca con bomba parcialmente?
¿Hay depresión de la rizada cerebral extracorpórea ¿Hay antecedentes 1
El examen cog-
vigilia?
{Obnubilación. Estupor)
Sí -
-,. Estabilización
psiquiátricos?
las enfermedades infecciosas con compromiso sistémico severo (virosis, rickett- explicándole los motivos y la duración de su internación e identificándose cuan-
siosis y bacteriemias agudas) y el posoperatorio de cirugía cardiovascular (has- do l~ h~blan. El fir; d~ ello es ir l o~ra nd o la reorientación temporoespacial, au-
ta en el 30% de los casos). tops1qmca ~,alops1q u~ca. Debe ~e~a larse que, si bien es frecuente que se logre
Las infecciones virales comunes (influenza) pueden provocar confusión en un~ ;orrecoon de parametros clmicos y humorales con bastante rapidez, la con-
los niños. fus~?n puede prolongars~ bastante antes de que retroceda. Este período de con-
f11s1011 residual es muy variable y depende mucho de las causas que originaron el
cuadro; puede durar desde horas hasta semanas. El motivo de ello muchas ve-
TRATAMIENTO ces es poco claro, pero con frecuencia suele suceder que hay algún factor subya-
cente que todavía no se ha corregido. A menudo ocurre que el cuadro sólo cede
La importancia de que se reconozca adecuadamente la confusión aguda resi- después de que el paciente es devuelto a su domicilio.
de en que, Ja mayoría de las veces, es tratable y reversible y de ningún modo En el caso de que todas las conductas mencionadas sean insuficientes, pue-
es sinónimo de evento terminal. de recurrirse a la medicación. Los neurolépticos son los fármacos de elección,
El tratamiento del síndrome confusional agudo consiste fundamentalmente pero lamentablemente tienen a su vez un efecto anticolinérgico que puede con-
en la corrección de sus factores causales que, como se mencionó, son de orden clí- tribuir a agravar la confusión. Es por ello que deben indicarse en caso de real
nico y por lo general extrC1neurológico. Cada una de estas causas tiene un trata- necesidad y no en la forma sistemátic<l que suele adoptarse con frecuencia. El
miento específico: hidratC1ción, antibióticos, suspensión de fármC1cos tóxicos, ci- efecto anticolinérgico es especialmente pronunciado en las fenotiazinas de los
rugía, diálisis, oxígeno, etcétera . grupos l (clorpromazina) y JI (tioridazina), y por ello deben evitarse. Pueden uti-
Es importante subrayar que debe considerarse no sólo la suspensión de fár- lizarse las del grupo III (trifl uoperazin.n.) y las butirofenonas (haloperidol ), aunque
macos que tienen actividad anticolinérgica obvia, como el trihexifenidilo, el bi- tienen mayores efectos sobre el sistema extra p iramidal.
perideno o los antidepresivos tricíclicos, sino también la de otros en los cuales , El haloperidol es el más uti]i;¿ado. Administrado por vía oral se detecta en el
se ha detectado ese efecto pero cuya acción farmacológica principal es otra. plasma a los 60-90 minutos y las concentraciones pico se alcanzan sólo a las 4-6
Ejemplos de estas drogas, algunas con efecto anticolinérgico importante, son la horas. Su biodisponibilidad por esta vía es del 66%. La vía oral, por lo tanto, no
cimetidina y en menor grado la ranitidina, la furosemida, la digoxina, la teofil i- es la más apropiada cuando se trata de controlar rápidamente la inquietud psico-
na, el dipiridamol, la nifedipina, la prednisolona, la warfarina, el isosorbide y la motora. Por vía intramuscular, la biodispon ibilidad es del 100%, las concentracio-
codeína. Otras drogas ya mencionadas de efecto distinto o no anticolinérgico, nes pico se alcanzan a los 20-40 minutos y las dosis requeridas son menores. La
pero con repercusión sobre el sistema nervioso central, también deben suspen- vía parenteral produce además menos efectos extrapiramida les. En general, la ad-
derse en la medida de lo posible. ministración intramuscular es la más apropiada. Puede usarse la vía intravenosa
El manejo de los síntomas propios de la confusión debe hacerse corrigiendo en casos excepcionales. La dosis depende del estado y de la gravedad de cada pa-
aquellos factores que pueden provocarlo o agravarlo, evitando en principio re- ciente, pero razonablemente el tratamiento puede iniciarse con 10 mg diarios y
currir a medicación. Es fundamental que el paciente recupere el sueño noctur- aumentarlos o reducirlos según la respuesta. Es importante señalar una vez más
no; para ello se debe tratar de restablecer el ritmo circadiano, muy frecuente- que, si la inquietud se agrava, puede estar produciéndose un efecto anticolinérgi-
mente alterado o perdido en pacientes internados. Se ha subrayado la utilidad co que hará aconsejable reducir la medicación y no aumentarla; no debe caerse en
de la lu111i11otempin para este fin. La habitación debe estar suficientemente ilumi- situaciones de "inflación" de haloperidol para tratar de calmar un cuadro de ex-
nada durante el día, con luz natural. Hacia el crepúsculo, cuando la luz natural citación, agravado por la misma droga destinada a mejorarlo.
decrece y la confusión tiende a agravarse, Ja il uminación artificial debe reforzar- El haloperidol no debe utilizarse en las confusiones debidas a deprivación ben-
se. Durante Ja noche debe mantenerse una luz indirecta, suficiente para gue el zodiazepínica, alcohólica, toxicidad por anticolinérgicos o insuficiencia hepáti-
enfermo pueda reconocer el ámbito en que se encuentra en caso de que se des- ca. Las benzodiazepinas (lorazepnm) en dosis variables pueden indicarse en es-
pierte. Con esta si mple maniobra la inquietud nocturna muchas veces pued~ tos casos, y los betabloqueantes, en especial el ate11olol, en el delirium por depri-
disminuirse, probablemente porque decrecen las alucinaciones visuales. La esl~ vación alcohólica, en dosis de 50 a 100 mg/ día, gue es eficaz para reducir la hi-
mu/nción nuditivn con música de fondo con volumen bajo también s uele contri- perfunción autonómica que caracteriza a este cuad ro.
buir a tranqu il izar al enfermo; debe evitarse la estridencia y se ha scfül lado la Finalmente, debe recordarse que la confusión es un síndrome neurológico de
utilidad de recurrir al tipo de música de preferencia del paciente. El personal de expresión psiquiátrica vinculado la mayoría de las veces a causas sistémicas. Su
enfermería debe abstenerse de apelar a la inmovilización. La inquietud inconte- manejo interdisciplinario aumentará mucho las posibilidades de que el pacien-
nible muchas veces res ponde a la persuasión y a palabras tranquili:.lantes, por te mejore.
lo cual lo ideal en esa situación es que haya acompai1antes permanentes que En la figura 28-1 se esquematiza la forma de conducirse frente a un paciente
puedan ejercer una contención adecuada sin necesidad de inmovilizar al pa- aquejado del síndrome confusional agu do.
ciente.
Es fundamental conseguir que el sueño no sea fragmentado, para lo cual se BIBLIOGRAFÍA
debe tratar de no sobrecargar sensorialmente al paciente con determinaciones
nocturnas repetidas de parámetros vitales, que por lo general en estos casos son Curnmings JL. Clinical neuropsychiatry. Ncw York: Grune & Sratton; 1985.
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Enfermedades
toxicometabólicas
ALCOHOLISMO
1
Síndrome de Wernicke-Korsakoff
Enfermedad de Marchiafava-Bignami
/ \
- Plasma
Anemia macrocítica
Concentración
de vitamina B, 2
disminuida
No sólo se presenta en alcohólicos sino en casos de rápid~ co:recci~~ de cua- J ' Parestesias
dros hiponatrémicos. Son comunes los trasto:nos de.la conc~enc1~, el smdrome
de locked-in", la paraparcsia o I~ cuadrip~es1~, los signos p~ram1dal,es~ los tra~ Apalestesia
tornos oculomotores, la disartria y la d1sfag1a. La anatom1a pat~logica arro¡_a Abatiestesia
una desmielinización en la base de la protuberancia. La tomografta computari- Abarestesia
zada puede mostrar precis?mente una h ipo~en~idad cen!ral p~otubera nci al que
se ve mejor en Ja resonancia magnética por 1magenes (vease f1g. 29-1 ). En algu- Signo de Romberg Signo de Babinski
nos casos puede ser reversible. y sucedáneos
Constituye una esclerosis combinada de origen carencial por déficit de.vitamina INSUFICIENCIA RESPIRATORIA
B121 en la que se produce la degeneración de los cordon~ med.uJ~s poste~ores Yde
los haces piramidales, con afectación frecuente de nclVIOS pcrifé~cos. Corruenza con Este cuadro produce. un~ encefalopatía que se caracteriza por somnolencia
parestesias en los miembros inferiores y posteriormente se asoaa un cua&:o de ata- y tra~t?rnos de 1? conciencia,. cefalea, temb_lores, mioclonías, convulsiones y
xia medular con signos piramidales. A veces se agregan alteraaones VlSuaJes Y astenx1s. Estos smtomas se vmculan a la hipercapnia . Se suman parestesias, oducop
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
d 1 deza visual alteraciones de los reflejos, rigidez ex- si se instaura una rehidratación brusca. También se observa hiperproteinorra-
náuseas, .trastornos e. a a~u t . no' de Babinski. Se agregan también cam- quia y, eventualmente, depresión de los ritmos electroencefalográficos. La hi-
~i'Jsi~~:C~~~~:~;f~~~~~~~~~;,1~~n~:~~ón venosa en el fondo de ojo, edema de pernatremia se ve, por lo común, en la infancia.
papila e hipertensión endocraneana. La h iponatremia produce agcusia, calam bres, especialmente en los dedos de
la mano, astenia, náuseas, trastornos mentales, temblor, asterixis. También pue-
de observarse cefalea por hipertensión endocraneana, secundaria a edema cere-
DIABETES bral, con edema de papila. Pueden producirse, además, convulsiones. La hipo-
natrernia prolongada se asocia, a veces, con el desarrollo de mielinólisis central
. , · ta · étrica, neuropatía asimétrica pontina. Los síntomas ya se describieron anteriormente.
La diat>E:t~s se,a~ocia conyohne~~~e~ªr:-::tía ~i~~ral autónoma (que provoca La hiperpotasemia y la hipopotasemia se asocian con los cuadros de paráli-
(mononeunhs multiple), radiculopa , t ·os ~e la piel) neuropatía de nervios cra- sis periódicas hiperpotasémicas e hipopotasémicas. La hipopotasernia puede
trastornos tróficos, vasomo~~res ydsecn:bon l. euritis'scudotabetifo1me y encefa- producir convulsiones. Desde el punto de vista electrofisiológico es importante
tinopatía Tamb1en se escn en po m d l .
ncan<_>s y re . . l últiplcs Es necesario, finalmente, recor ar a pos1- recordar los trastornos electrocardiográficos producidos por las alteraciones de
lop~tia
ble por_l;s1
1115talac1on dones vascdi1:1aabrce
e coma ' tfcr::y coma iúperosmolar en el curso de la enfermedad. la concentración del potasio.
La parálisis periódica familiar hipopotasémica se presenta entre los 10 y los
20 afios, predominante mente en hombres y su herencia es autosómica dominan-
HIPOGLUCEMIA te. Cursa con parálisis fláccida generalizada, de escasas horas a días de dura-
ción, sin comprometer los músculos faci<lles. Es provoc<lda por el aporte de car-
La dism inución del tenor de glucemia produce cefalea, confusión, convu ls io- bohidratos (típicamente en unél persona joven que después de realizar un ejer-
nes, déficit focal con mucha frecuencia y coma. ,cicio enérgico ingiere sólo líquidos g!ucosados y se retira a descansar) y el do-
saje de potasio en la crisis se encuentrn disminuido (hasta 1,8 mEq/L). El trata-
miento, durante la crisis, consiste e n el suministro de cloruro de K por vía oral
INSUFICIENCIA RENAL (2 a 10 g) y, durante los intervalos, recurriendo a Ja administración de acetazo-
lamida o espironolactona. Esta parálisis puede verse luego de diarreas, vómitos
· · · d ¡ · europatía convuls iones, trastornos ele~- o consumo de medicamentos (furosernida, corticoides, anfotericina B, laxantes)
La insuf1c1enc1a renal pro u~e po i;i t storn~s de la conciencia (coma ure- y acomparia al hipertiroidismo, l<l acidosis tubular renal y el síndrome de Conn.
troencefal~gráfic.os, cefale~, rfhr;opa:~~~rr:is trastornos de los pares craneanos La parálisis periódica hiperpotasémica (adinamia episódica hereditaria de
mico), fas.c1culac1~:me)s yl m1octo1~oass, casos de,demencia vinculados a diálisis ex- Gamstorp) se observa hasta los 10 años de edad y su herencia también es auto-
(amaurosis urém1ca .Y o.s ~~ ran
tracorpórea (demencia d1ahtica). sórnica dominante. La duración de la crisis es más breve, de minutos a horas, v
la parálisis en ocasiones se sucede varias veces al dfa. Ésta es sólo parcial (extre'-
midades inferiores) y acontece durante la mañana o fuera del sueño (diferencia
INSUFICIENCIA HEPÁTICA con la anterior). El potasio se encuentra e levado y Ja parálisis también puede
ocurrir tras un esfuerzo físico, el consumo de alcohol o un aporte excesivo de K.
Se asocia con enccfalopatía progresi".ª. yinculada .ª.la hipe~amon~~i;;: i~=~ El tratamiento durante la crisis consiste en suministrarle al paciente glucosa,
d o hepático Es característica la apanoon de astenx1s y de s1gndos d ~ne- gluconato potásico o simplemente golosinas. Durante los intervalos puede re-
cua r , . d R es na encefalopatía aauda asocia a con eg currirse a la hidroclorotiazida. Esta man ifestación puede asociarse con enferme-
midales.
., · El smdrome u fa lopa•h,a por tL,i · ºperbilirrubinemia en la eri-
1 asa Seeproedyeuce ence dad de Addison, mioglobinuria, insuficiencia renal crón ica o ser de causa medi-
~:i~~~s~~ss~~r:et~~ co~ compromiso de los ganglios de la base (kemicterus). camentosa (heparinización prolongada, espironolactona). Puede asociarse tam-
bién con la paramiotonía congénita de Eule nburg.
PORFIRIAS
ALTERACIONES DEL ESTADO ÁCIDO-BASE
Producen dolor abdommal. , f ico, s·gnos
agudo caractens Id t disautonóm icos,
. d confus ióncon-
en
vulsiones, trasto rnos n:ental~s: polü;europatía ~sce~e ep~r~:~~at~~anos. todo En La acidosis tiende a disminuir la excitabilidad neuromuscular (hiporreflexia)
el joven, polineuropatw penfcnca Y compr~m1so . y la alcalosis a aumentarla (reflejos vivos, tetania, signo de Chvostek y de
cuadro collf11sional siempre debe descartarse porfma. Trousseau). Esto ültimo se observa precisamente en la alcalosis respiratoria pro-
ducida por el síndrome de hipcrven tilación.
Distonías BIBLIOGRAFÍA
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Fig. 29-3. Cuadro clínico observable en la enfermedad de Wilson.
Capítulo 30
Manifestaciones neurológicas
de las enfermedades
sistémicas
Leucosis
Linfomas
Atrofia óptica
Fiebre
Debilidad y pérdida
de peso
Nódulos cutá-
neos ) \ Hemorragias eventuales
hipercelulorraquia
Convulsiones, Priapismo (trombosis de (blastos)
míoclonías senos cavernosos) LCR hiperproteinorraquia
{
hipoglucorraquia
Fig. 30-2. TAC: imagen hipodensa (sin contraste) que se realza en anillo luego de la adminis-
tración de contraste (derecha). Paciente con linfoma primario del sistema nervioso central.
Leucocitosis (100.000 a 300.000 por Fosfatasa alcalina y glucógeno leucoci-
mm3). Se ve en sangre toda la serie tarios disminuidos
mieloide inmadura (mieloblastos, pro- Cromosoma de Filadelfia positivo
mielocitos, mielocitos, metamieloci- Aumento de basófilos También puede producirse mielitis. La neuropatía periférica constiruye una ma-
tos) y neutrófilos jóvenes y maduros Plaquetas aumentadas
Blastos inmaduros menos del 5% Anemia con evolución de la enfermedad nifestación bastante frecuente.
Eosinófilos aumentados Elevación del ácido úrico
Médula ósea hipercelular con precursores mieloides y megacariocitos
SÍNDROMES NEUROLÓGICOS PARANEOPLÁSICOS
Fig. 30-1. Manifestaciones cliniconeurológicas de la leucemia mielocítica crónica.
En el curso evolutivo de un tumor maligno o con antelación a su diagnóstico
clínico pueden aparecer manifestaciones neurológicas que no dependen de Ja ac-
Jos nervios recurrente y frénico y el plexo ~umbosa~r?. En~re las co,mplicaci~ncs ción mecánica del tumor o de sus metástasis. Suelen preceder con mucha antici-
no metastásicas se cuentan la encefalopatta metabohca, h1percalcem1ca e h1po- pación a la neoplasia. Las formas de manifestación más frecuentes son: polineu-
natrémica y los síndromes paraneoplásicos. ritis sensitivomotora, para paresia de instalación rápida, síndrome cerebeloso (por
atrofia), enfermedad de la neurona motora (con un cuadro similar a la esclerosis
Mieloma múltiple lateral amiotrófica) y el síndrome de Enfo11-La111/Jert, un cuadro de tipo miastenifor-
mc paradójico en el cual la astenia muscular en su expresión más habitual, la pto-
Las complicaciones neurológicas del rnieloma múltiple pueden ser compresivas, sis palpebral, mejora con el esfuerzo o a lo largo del día, en lugar de empeorar co-
infiltrativas o por efectos neurológicos indirectos. La compresión genera lm ent~ se mo en la miastenia-enfennedad. Se observan, además, síndrome cordonal poste-
produce a nivel radicular o medular y origina cuadros radiculares o paraparcsias. rior, polimiositis o miopatías. Se citan, también, encefalitis límbica y bulbar, sín-
La polincuropatía periférica se observa como expresión paraneoplásica o es causa- drome mioclono-opsoclono, leucoencefa lopatía multifocal progresiva, neurono-
da por infiltración amiloidótica. El sí~dr?me ?_el túnel carp_iano se obsc.~:a con frc~ patía sensitiva subaguda y polincuropatía paraprotciném ica.
cuenda. El mieloma puede prod ucir mfrltrac10n leptomenmgea y del s1stem~ ner
vioso central. Los efectos neurológicos indirectos comprenden polmeuropall~, en-
cefalopatías hipcrcalcémica y urémica, sú1drome de .hipervis~osidad e infecciones MANIFESTACIONES NEUROLÓGICAS DE LAS COLAGENOPATÍAS
(herpes zostcr, herpes simple, torulosis, toxoplasmos1s, amilo1dos1s).
AFECCIONES ENDOCRINAS
Esta enfermedad presenta síntomas neurológicos en el ~O.% de los, c~sos. DISTROFIAS MUSCULARES
Consisten en confusión y lctargia, convulsione~, abs~esos .umc<;>s º. mulhp~es
por Toxoplnsmn, atrofia cere~ral coi:i de~encia, mconhnen~1a. ~nna~ia, ~enm~ Las distrofias musculares son de difícil clas ificación y, desde antiguo, este nom-
goencefalitis por Mycobnctenum n~1um-rntracel!~lnre y c?ccid1 01dom1cos~s~ leu _ br~ se reserva para las enfcrm.edades musculares primarias, progresivas, degene-
coencefalopatía multifocal progresiva, memngitis ~or rnpt?cocos y ot~as mfec r~bvas y hereditarias. El estudio moderno del DNA es de indudable valor diagnós-
ciones por microbios oportunistas, linfomas primanos del. sistema nervioso cen- tico, ya que permite evidenciar el gen patógeno y su proteína.
tral y un síndrome similar al de Guillain-Barré que complica el curso de muchos No ob~tante, pueden clasificars~ en: 1) distrofias recesivas ligadas al cromo-
e nfermos. Remitimos al lector al capítulo 34. soma X: tipos Ouchenne, Becker, Emery-Oreyfuss; 2) recesivas autosómicas: de
cinturas o "limb-girdle", c~m~énitas; 3) dominantes autosómicas: facioescapulo-
BIBLIOGRAFÍA humeral de Landouzy-De1erme, escapulopcronea, distal en miembros ocular
oculofaríngea; 4) distrofia miotónicn: enfermedad de Steincrt. ' '
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muscul~s ~n afectarse son los de la cintura pelviana, cuya debilidad causa Ja
caractenshca marcha. de pato: Los pacientes tienden a levantarse apoyando
las manos so?re las p1e~nas (s1gn~ de C~wers) por lo que se dice que trepan so-
bre sus propias extremidades (vcase f1g. 31-1). Luego le tocará el turno a los
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
_Es autosómica dominante, comienza entre los 40 y los 60 años, afecta los
musculos distales. de las manos y los antebrazos y, raramente, el grupo ante-
roexterno de las piernas. Se describe una forma infantil. La CPK es normal.
Tipo Becker Las miopatías congénitas generalmente son hereditarias, presentan histolo-
gía característica y buen pronóstico en el largo plazo. Los niños presentan debi-
También está relacionada con la banda p21 de la rama corta del cromosoma lidad e hipotonía muscular, desarrollo motor lento, oftalmoplejías y, a veces, de-
X. Presenta un curso más benigno que permite que el paciente tenga una mayor formidades óseas (pie cavo o luxación de c<1dera).
esperanza de vida. Por otra parte, su comienzo es más tardío que en el t~po Du- Son ejemplo de ellas: la miopntín centra/-core o del eje central de la fibra (desde
chenne: entre los 6 y los 20 años. Existen asimismo una marcada seudoh1pertro- el punto de vista biópsico, ausencia de NADJ 1-deshidrogenasa en el centro de
fia pronunciada de las pantorrillas y cifras elevadas de CPK sérica. L~s ~Itera las fibras musculares), la 111íopntín centronuclenr (los núcleos de las fibras muscu-
ciones elcctrorniográficas y la biopsia de músculo son prácticamente suwlares, lares adoptan una posición central) y la 111íopntín 11e111nlínicn (presencia de "bas-
aunque menos notables. tones" incluidos en las fibras musculares).
MIOPATÍAS TÓXICAS
MIOPATÍAS ENDOCRINAS
ffuca.p
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 32
Enfermedades de la unión
neuromuscular
Colin-acetilasa
Axón
Vesículas sinápticas
de acetilcolina
COLINA Hendidura
sináptica
/
Aparato subneural
(localización de la
colinesterasa)
Fig. 32-1. Unión neuromuscular (placa motora). De Cambier J y coi: Propedéutica neurológi-
ca. Toray-Masson: 1980. Con autorización.
ERRNVPHGLFRVRUJ ERRNVPHGLFRVRUJ
MIASTENIA GRAVIS
La mias tenia gravis es una enfermedad de naturaleza autoinmunit<1riél, ca- Paciente con miastenia, en las Insuficiencia
racterizada por la producción de anticuerpos que agreden al ~eceptor ~e lél ace- primeras horas y avanzado respiratoria
tilcolina y a llcran la uni6n postsináptica neuromuscular. Dichos élnt1cuerpos el día (ptosis bilateral) ~
pertenecen a la fracci6n gammaglobulina 7 S. Las mujeres son afectadas con
preferencia, en una relación 5:1 respecto de los hombres . ..
La enfe rmedad, q ue comie nza insidiosamente, se mamfiesta por una sensa-
\/ Debilidad
proximal
ción de debilidad y ca nsancio que se acentúa con el ejercicio o a .1-:'edida que
avanza el día, y afecta la muscu latura ocu lar, facial y de la degluoon. El repo-
so hace que dis m inuyan los síntomas. Es frecuente observay ~tos1s ~alpcbr~I,
al comienzo unilateral o predom inando de un lado, d1plopia mtermitente sm IMPORTANTE
afectación pupilar, dificu ltad masticatoria por paresia de los maseteros, disfa-
Estudiar el timo DIAGNÓSTICO
gia, reflujo de líquidos por la nariz por comprom,iso del velo del paladar, voz 70%: hiperplasia
nasal y disartria. También pu.eden alt~rarse los musculos del tron:o, el cu~llo y Prueba del Tensilon+
10-15%: timoma EMG con estimulación
los proximales de las extremidades. S1 .hay ~~mp~om 1so.de lo~ musculos mter- repetitiva muestra caída
costales y del diafragma puede haber 111suf1c1enc1a resp1ratona. gradual de amplitud
Desde el punto de v.ista s;miológico, la ptosis que pr~senta. ~l enfcr~o ,hace del potencial
que lleve la cabeza hacia atras para poder sortear la sem1oclus1on de los parpa- A-A ChR + 900/o
dos (mirada de astró1101110). La debilidad de los músculos faciales ocasiona una fa-
cies con sonrisa vertical, y la de los masticadores, la imposibilidad de cerrar la
boca con fuerza. Por otra parte, la lengua puede presentar un surco lateral lon-
gitudinal bilateral (le11g11n en tridente). Fig. 32-2. Manifestaciones neurológicas de la miastenia gravis.
La enfermedad puede asociarse con hiperplasia del timo hasta en el 70% de
los casos, y el 10-15% de los pacientes presentan un tumor tímico (timoma).
Según el grado de afectación, la er~fe~medad se clasifica e~ ~rup?s, lo que El diagnóst~co de mias~~nia gravis se efectLfa mediante la prueba del cloruro de
permite establecer asimismo un pronostico adecuado. La clas1flcac1on mayor- edrofomo -T~n~llon- (se utiliza una ampolla de 1 mL - 10 mg-. Al principio se in-
mente utilizada es la de Osserman y Genkins (1971): yecta por via !ntrm.~enosa 0,2 mL -2 mg- y se observa la aparición de efectos co-
laterales: fas~i~~lactones ~usculares, sudación, salivaci6n. Si no se presentan, se
I. Forma localizada de miastenia no progresiva y de buen pronóstico (p. ej., inyecta el mibhtro). Hab1endose controlado la fuerza muscular antes de la in-
miastenia ocular). y:cción y lue¡:;o de ella, su aumento os~ normalización permite realizar el diag-
Ila. Miastenia gcncraliznda q ue afecta a más de un grupo de músculos eshia~os, de noshco de m1astcrua. Es de d es tacat~ s m embargo, que en el caso de miastenia
comienzo lento; casi siempre responde al tratamiento; muy buen pronóstico. ocular el resu!tado de la prueba puede ser un falso negativo.
Ilb.Mias tenia generalizada grave con compromiso de la musculatura de la res- El .electromcogramn. con estimulaci6n repetitiva provoca una caída gradual de la
piración y deglución; pron6stico moderado. ·. . amplitud del potencrnl (el estudio de fibra única también puede estar alterado)
III. Miastenia generalizada aguda con compromiso precoz ~el ~~cto resp1rat?n? Y y, fmal~ente, el dosa¡e de A-A ChR (anticL1erpos antirreceptores de acetilcolina)
manifestaciones oculares graves; mala respuesta a la medicac1on; mal. pronosti~o. plasmáh~os confirma el diagnóstico en el 90% de los casos.
IV. Forma tardía; miastenia que tarda 2 ar1os en desarrollarse a partir de la s 1 ~ . En!ª ~gura 32-2 se resumen los hallazgos clín icos de la miastenia gravis y su
tomatología de Jos grupos I y II, tras lo cual se aseme¡a chrncamente a a d tagnostico correspondiente.
miastenia del grupo III. El tratam!~nto .de~e realizarse en primer lugar con anticolinesterásicos. El
V. Miastenia con atrofia muscular; la mayoría de los enfermos pertenecen al bromuro de pmdost1gmma (Mestinon) se presenta en tabletas de 60 mg y la neos-
comienzo al grupo 11 y la atrofia se desarrolla luego de 6 meses. tígminn (Prostigmin) en tabletas de 15 mg y en ampollas de 0,5 mg. La dosis
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varía en cada enfermo y, habit.ualmente, se utiliza el primero en una dosis ini- Clínicame~te, estos pa.cientes ~rnnifiestan debilidad y fatiga proximal dolo-
cial de 60-180 mg/ día, que se aumenta gradualmente según necesidad . Se acon- rosa, en especial de los miembros mfenores, con la característica de que la debi-
seja administrarla media hora antes de la comida para mejorar la ingesta del pa- · lidad mejora con el esfuerzo moderado.
ciente y tratar con antiespasmódicos los espasmos o las diarreas que puede oca- Desde el p~nto d~ :rista diagnóstico, .debe destacarse que el electromiograma
sionar. Las fasciculaciones y la bradicardia aparecen con dosis elevadas (la mio- con est1mulacwn .repetztzva y con frecuencias. ~upenores a 10 /seg origina un au-
sis es un indicador de esto último). La neostigmina intramuscular debe reser- mento del volta1e de los potenciales de acc10n, a diferencia de lo que ocurre en
varse para aquellos pacientes incapaces de ingerir la medicación. Estas drogas la miaste.nía-enfermedad. ·
no yugulan por completo la sintomatología pero la mejoran ostensiblemente. Por otra parte, pueden <losarse los anticuerpos anticanales de calcio. Los anti-
La prednisona puede utilizarse ilúcialmente en dosis de 1 a 1,5 mg/kg/ día, en cuerpos contra receptores P / Q comprometen la liberación de acetilcolina de-
una toma matutina. Al mejorar el enfermo, debe reducirse cuidadosamente hasta pendiente del calcio.
encontrar la dosis mÍlúma útil (5 a 10 mg/ día). El corticoide ayuda a disminuir la . El tratamiento que demuestra mayor eficacia es la 3-4 diaminopiridina, en do-
cantidad de anticolinesterásicos, cuando se combinan. También se han ensayado sis de 2q m~ cuatro veces, a~ día. Se admilústra asimismo prednisona en dosis al-
otros inmunosupresores: azatioprína en dosis de 2 a 2,5 mg/kg/ día (suspenderla si tas, azat1opnna, en forma urnca o combinada a la anterior, y gammaglobulina hiper-
los neutrófilos descienden a menos de 1.500 por mL), ciclofosfimtida y ciclosporina. mmune. La guamdma presenta efectos adversos que han limitado su uso. Es nc-
La plasmaféresis ha logrado buenas respuestas, rápidas y duraderas (de dos a cesano destacar, sm embargo, que la exéresis del tumor suele mejorar el cuadro.
seis semanas), cuando existe compromiso generalizado.
En los últimos años se ha incorporado la gammaglobu/ina intravenosa, con efi-
cacia similar a la de la plasmaféresis. No obstante se han descrito compli cacio- BOTULISMO
nes importantes.
Por último, la timectomía está indicada en el caso de que el paciente sea por- . ,La toxina. botulínica ~s capta~~ por el cabo presináptico e impide la libera-
tador de un timoma, ya que estos tumores tienden a malignizarse, y en pacien- c.1?n de a~ehlcohna. La mto~1cac10n generalmente es consecuencia de la i.nges-
tes jóvenes con miastenia generalizada. En muchos casos se observa una remi- hon de alimentos .con la tox11:ia preformada (botu/us en latín, embutido) y más
sión del proceso luego de la extirpación del timo. raramente productda por hendas contammantes.
Clostridium botulinum es un bacilo anaerobio, grampositivo, móvil a través de
Debemos terminar con una referencia a los medicamentos y la miastenia gra- flagelos .perítricos y con una ,espora subterminal deforma.nte. Las esporas son
vis. La penicilamina - empleada en la artritis reumatoidea y en la enfermedad de muy resistentes (mueren recten a los 12 minutos a 115ºC), pero la forma vegeta-
Wilson- puede causar un cuadro miasténico a través de la aparición de anti- tiva es muy débil. Produce siete neurotoxinas proteicas diferentes (designadas
cuerpos contra el receptor de acctilcolina. En general suele desaparecer con la con las letras mayúsculas A a la G).
supresión de la droga. Otros medicamentos capaces de desencadenar un cuadro ~n la .intoxicación alime.nta!'ia la in_?Jbación varía, según la cantidad de toxi-
miasténico o que deben evitarse en caso de miastenia son los siguientes: a) an- na mgenda, de 24 horas a 8 d1as o mas; luego comienzan las cefaleas, los vérti-
tibióticos (aminoglucósidos, polimixinas, tetraciclinas, lincomicina, penicilina en gos y las náuseas, seguidos de parálisis de los nervios craneanos: estrabismo, di-
dosis altas, sulfamidas); b) anticonvulsivantes (hidantoínas, barbitúricos, benzo- p}opía, midriasis con rigidez pupilar, fotofobia, disfagia y disartria. Siempre es-
diazepinas -en dosis altas-, etosuximida); c) psicofármacos (neurolépticos, litio, ta pre.sen,te ~a sequedad orofar~ngea. Pu~de haber diarrea J;ve, pero no hay fie-
amitriptilina, barbitú ri cos, benzodiazepinas); d) analgésicos, antirreumáticos (de- bre 111 I?;rd1da d,e. la conciencia_. Posteriormente apar7ceran taquicardia, gran
rivados de la morfina, quinjna, cloroquina, D-penicilamina como ya fue indica- postracror: y paral1s1s respiratoria. La t?x~na A es la mas agresiva y si se ingirió
do, antimaláricos); e) fármacos cardiovasculares (antiarrítmicos -quinidina, lido- gran cantidad, la muerte sobreviene rap1damente. La neumonía bacteriana es
caína, procaína, ajmali.na- , bloqueantes beta - propranolol, practolol, atenolol, una complicación del cuadro.
metoprolol-); f) sustancias hormonales (ACTH, corticoides, hormonas tiroideas, El diagnóstico se establece con la demostración de la toxina, en el suero del
anovu la torios orales, oxitocina). paciente y en los alimentos il.1geridos, y el bacilo, en el contenido del vómito, las
heces o las hendas s1las hubiera. Estos hallazgos tienen lugar en el 33% y el 60%
de los casos, respectivamente, en cada búsqueda.
SÍNDROME MIASTÉNICO DE EATON-LAMBERT . ,E.l trat~miento debe realizarse precozmente con el suministro de suero anti-
b1otico tnvalente (A, By E), un purgante para eliminar la toxina del intestino (o
El síndrome miasteniforme de Eaton-Lambert fue descrito por estos autores, desbridar la herida si estuviera presente) y, por último, 3-4 diaminopiridina, co-
que lo definieron con claridad. Se asocia con cáncer de pulmón de células pe- mo en el caso anterio1¡ para los fenómenos inherentes a la unión neuromuscular.
queñas (oat-cell), en el 75% de los varones y en el 30% de las mujeres. La e~~
patogenia obedece a un proceso autoinmune, en el gue los anticuerpos se dm-
gen contra el cabo presináptico y desactivan las zonas que contienen los cana- INTOXICACIÓN POR ORGANOFOSFORADOS
les de calcio dependientes del voltaje. La acctilcolina se libera defectuosamente.
Aunque existen formas esenciales, la posibilidad tumoral obliga a un cqnt~ol . Los compuestos organofosforados - tan utilizados en las últimas décadas- in-
permanente del enfermo, ya que el síndrome neoplásico en sí suele ser tard10. hi~~n la acetilcolinesterasa. El exceso de acetilcolina, así acumulada, bloquea la
También puede asociarse con anem ia perniciosa, síndrome de Sjogren, enferme- wuon neuromuscular. En todos estos casos, la parálisis comienza por los oculo-
educap
dad celíaca e hipotiroidismo. motores y progresa hasta el comprom iso respiratorio. La broncorrea, producto
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BIBLIOGRAFÍA
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MENINGOENCEFALITIS
MENINGOMIELITIS
TABES DORSAL
Capítulo 34
Manifestaciones
neurológicas del SIDA
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IV C:
Infecciones oportunistas 'Algunas de ellas están mencionadas en IV B
Capítulo 35
GENERALIZA DAS
CRANEANAS
obteniéndose el ruido de "olla cascada". La cara pequeña muestra el signo de front~I, como simple hallazgo, puede. encontrarse en el 1% de las radiografías
los ojos "en puesta de sol". . .. de craneo y presentarse de manera asintomática.
Los trastornos neurológicos son variados y difíciles de ~istemattzar: cn~1s
convulsivas generalizadas o focales, .ª~tera?ones ?~ los nervios craneanos, dis-
minución de la agudeza visual y dehc1enc1a ~?gruttva. MEDULOVERTEBRALES
Craneosinostosis: aunque es una alterac10n que corresponde a los huesos
craneanos, tiene enorme repercusión sobre el encéfalo en sí. , . Espina bífida: se combinan anomalías de la médula y la columna vertebral.
El anormal cierre precoz de algunas suturas de Jos huesos del cran:c; (sinos- Comprende una gama variada de alteraciones que van desde las óseas, solamente
tosis) impide el crecimiento encefálic<? en todos _o en algun'?~ de sus d1ametros. reconocidas por la radiología, hasta la más grave de ellas: la raquisquisís, en la que
Cuando el cierre se ha completado existe ademas hipertens1on end~>;raneana. el c~nducto vertebral está totalmente abierto. Los tipos intermedios consisten en el
Si la sinostosis afecta las suturas laterales, la cabeza crece en su d1amell:o ver- menmgocele, con w1a formación guística al terminar la columna que encierra tejido
tical y origina el cráneo c11 torre o tur:icefa!in, que .se obs~~va en la talasem~a mil- meníngeo, o el míelomeningocele que además contiene médula y raíces nerviosas.
yor o enfermedad de Cooley. La tumcefaha con smdachlta caracteriza al smdro- Se han inculpado a varios agentes teratogénicos, como la diabetes mellitus
me acroccfolosindactílico de Apert. El cierre precoz de otras suturas da lugar a materna, la carencia de ácido fólico, la hipertermia, el alcohol y la hipertensión
distintas variedades de cráneo (acrobraquiocefalia, cscafoccfalia). dentro del canal central en la etapa de la constitución del sistema nervioso.
La craneosinostosis se debería a un carácter genético de tipo rec~sivo. L~ ecografía fetal y la determinación de alfafctoproteína en el suero materno
Disostosis craneofacial o enfermedad de Crouzon: se caracteriza por c r~ permiten detectar con un gran porcentaje de seguridad (98%) las malformaciones
neostenos is que puede adqui ri r una forma peculi.ar (braquic?falia, cscafoccfa l~a grave.s del tubo neural. La tomogrnfía computarizada y la resonancia magnética
o trigonocefal ia), estrabismo d ivergente, prognahsmo mandibular y exofta lmia fl an s1gmficado un enorme avance en el diagnóstico de estas anomalías.
(véase fig . 35-1). . . . . ._ Los meningoceles cursan casi siempre con buen pronóstico, no así los mie-
Síndrome de Dandy-Walker: presenta d1sgenesia del ven.ms ccrebelo~o, di lomeningoceles en los que los trastornos neL1rológicos son infaltables.
latación quística del IV ventrículo y macr?ccfa~ia: Pueden existir anomaha~ ge- Como prevención se recomienda que toda mujer que programe un embara-
néticas en los cromosomas 5, 9 y 21. El diagnostico suele hacerse en el primer zo próximo o tenga las primeras in formaciones de estar gestando, suplemente
año de vida. . ., d la dieta con ácido fólico.
Síndrome de Morgagni-Stewart-Morel: es clásica la primera descnh~1on e Síndrome de KUppel-Feil: consiste en la fusión de las vértebras cervicales, que
esta rara afección realizada por Morgagni y Santorini. Se trata de un~ 1peros- lleva a un cuello corto con gran limitación de la movilidad. Suele asociarse con si-
tosis en la superficie interna del hueso frontal, asooada en la m~¡cr adul~a ringomielia o invaginación basilar. Esta última consiste en una elevación del
(que es la más afectada) con obesidad y virilismo. No obstante, la lúperostos1s suelo de la fosa posterior con desplazamiento de la apófisis odontoides hacia el
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interior del agujero occipital. En estos casos puede cursar con pir~migali smo, ni~:
ta 0 , ataxia. En ciertas ocasiones, toda la columna yertebral,se un e en una s
~ez~ Lo habitual es que Jo hagan las dos o tres pruner~s v~~tebra~. ,
Capítulo 36
la PM lf. . , de Amold Chiari- consiste en la ub1caoon anomala, en el
a ormac1on - · .1 . 1 d ¡ 'gdalas y el ver-
conducto raquídeo Y por debajo d;dl agu(b~? ~c~ ~~=s~ ~gª~;_~) En ~J llamado
1
1
aproximadamente iguales: los cromosomas homólogos. Éstos forman un par en Cuadro 36-1 . Principales entidades nosológicas monogénicas hereditarias
el complemento diploide y contienen los alelos de los genes específicos. Los ale-
los ocupan sitios denominados loci. La existencia de dos o más alelos en un lo- 1. Autosómicas dominantes
cus simple se conoce como alclismo múltiple. Aunque un organismo diploidc E~fern:iedad de Huntington
presenta dos alelos para cada locus, un locus puede poseer varios alelos (siste- D!strof!a m~s9u~ar tipo facioescapulohumeral de Landouzy-Oéjerine
ma polialélico). La combinación de los alelos de uno o más loci da las caracte- D1strof1a m1otornca (enfermedad de Steinert)
Enfermedad de Alzheimer
rísticas del genotipo, que será homocigoto si los alelos respectivos de ambos Neurofibromatosis tipo 1
cromosomas homólogos son idénticos (en caso contrario, el genotipo será hete- Neurofibromatosis tipo 11
rocigoto). La interacción de Jos alelos del gen o locus responde a las leyes men- Enfermedad de von Hippel-Lindau
delianas de la dominancia y de la recesividad. En los últimos tiempos se le ha Síndrome de Gilles de la Tourette
dado importancia a la hcredabilidad de la predisposición ("porción hereda-
ble"), donde el patrón meridiano clásico no surge claramente. Estaría determi- 2. Autosómicas recesivas
nado por la acción conju nta de genes menores o modificadores, del DNA mito- Enfermedad de Friedreich
condrial y, probablemente, del medio ambiente. En la herencia autosómica do- Atrofia;> musculares espinales infantojuveniles
minante, una sola copia del alelo diploide es suficiente para la aparición de la Drstrof1a muscular de cinturas o "limb-girdle"
Enferme dad de Tay-Sachs
enfermedad. Los homocigotos -con Jos dos genes alterados- sufren la afección Enfermedad de Wilson
con características agravadas. Cuan do la penetrancia es baja, la manifestación Enfermedad de Gombault-Déjerine-Sottas
de la en fermedad puede ser esporádica. Unas 1.500 afecciones se heredan de es-
ta manera. En la herencia autos6mica recesiva solamen te los homocigotos se 3. Recesivas ligadas al cromosoma X
afecta n. Los heterocigotos son portadores. La consanguin idad complica este ti- Distrofia muscular tipos Duchenne y Becker
po de enfermedades, que genera lmente alcanzan una gra n intensidad clínica en Enfermedad de Emery-Dreifuss
sus manifestaciones morbosas. Unos 1.000 defectos se heredan de esta forma. Enferme dad de Lesch-Nyhan
Cuando la herencia es autosómica cod ominante, cada alelo alterado se expre-
sa en el hctcrocigoto. En la herencia ligada al cromosoma X es la mujer, porta- 4. Otros tipos
dora asintomática, quien transmite la afección a la mitad de los hijos varones y a. Heterogeneidad genética
Ataxi.a-telangiectasia (enfermedad de Louis-Bar)
a la mitad de las hijas mujeres, que serán portadores. Se conocen 200 defectos Atrofras musculares espinales del adulto
que cumplen este requisito. No todo el DNA se concentra en el núcleo. Una par- Enfermedad de Charcot-Marie· Tooth
te de él se encuentra en las mitocondrias del citoplasma y se discute si éstas no Sordera nerviosa
tienen su origen en inclusiones parasitarias de origen simbiótico. Cada lazo de b. Por mutaciones mitocondriales
DNA contiene información para la síntesis de 37 de las moléculas que la mito- Enfermedad de Alzheimer
condria necesita para producir energía. Las mitocondrias aportan el 90% de la Oftalmoplejía externa crónica progresiva
energía que necesitan las células. Una falla en el ATP mitocondrial ocasiona un Miopatías mitocondriales
trastorno debilitante en el organismo. Los genes mitocondriales, a través del S~ndrome de Kearns-Sayre
óvu lo, se heredan solamente de Ja madre. Las principales enfermedades neuro- Smdrome de Leigh
Neuropatía óptica hereditaria de Leber
lógicas monogénicas hereditarias se analízan en el cuadro 36-1. MELAS
Algunas enfermedades debidas a mutaciones mitocondriales del citoplasma MERRF
también pueden tener su origen en el núcleo celular.
la ubicación crornosómica de algunas enfermedades neurológicas se anal iza
en el cuadro 36-2 (p: brazo corto; q: brazo largo). 2. Paraplej.ías espá~t~cas hereditarias: constituyen un grupo de afecciones
Dentro del variado panorama cromosómico de las e1úermedades neurológi- con cu.al.1 dades chrncas y genét i ca~ variad<1s, aunque con un patrón común:
cas hereditarias lomaremos otros tantos ejem p los: espastic1dad progresiva de los rmcmbros inferiores con debilidad. Genéti-
c.a mente se handemostr?d? - aunque 1<1 clínica no los diferen cia- diversos
1. Miotonía congénita de Th omsen: enfermedad de transmisión autosómica
tipos de h e rencia: autosomi ca dorn in<1ntc, autosómica recesiva y ligada al
dominante, ql1e comienza en el nacimiento y se manifiesta con mayor c~i
c1omoso!na ?<· El l~cus para 1~ autosómica reccsiva es el 8q y los Ioci para
dencia alrededor de la segunda década de la vida . Se caracteriza por la exis-
la autosorn1ca dornmante v~ nan e.ntre el 2p, el 14q y el 15q. Para el tipo li-
tencia de hipertrofia muscula1~ asociada con un trastorno de la decontracción
~ado al cromosoma X ~e ha 1dent1f1cado e l locus Xq22. Algunos autores sos-
muscular (m iolonía). Los pacientes desarrollan una apariencia hercú lea -a
tiene_!\ que los genes uwolucrados participan en una cascada bioquímica
pesar de su corta edad-, se caen con frecuencia y presentan dificultad en sol-
corn~n, ~e la que resulla una <illNación que lleva a la degeneración de las
tar los objetos que han asido. la miotonía empeora con el frío y el estado d.e
t~rrn111ac10nes de los a~ones nerviosos largos. La múltiple injerencia gené-
reposo. La biopsia muscular es normal y el electromiograma pone de maJ1J- hca concurre para cot~frgurar un cuadro clínico particular.
fiesto el fenómeno miotónico ("fenómeno del bombardero en picada"). 1ien-
3. Enfer~edad de Parkmson: desde antiguo se especuló con el papel de la
de a mejorar con el paso de los años. Es una enfermedad genética con carac- h.erencrn en esta afección. En 1880, Gowcrs notó que el 15% de estos a- oducap
terísticas clásicas. c1entes tienen panentes afectados. Estudios modernos realizados en gruCos
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Capítulo 37
Internet
en la información neurológica
Cuidadosame nte seleccionada, por la experiencia y por el rastre? del ori- Los de acceso gratuito más conocidos son: PubMed (anunciado oficialmente
gen de la información, 1.a, Internet.facilita a los médicos y los est.ud.1ant<;s. de por Al Gore, vicepresidente de Estados Unidos en junio de 1997), IGM (Internet
medicina una informac1on actualizada, en base a la consulta b1bl1ot?raf1ca, Grateful Med) (desde septiembre de 199~), HealthGate, Infotrieve.
pero también permite las comunicaciones directas con c?l~gas de d.1versos España, por ejemplo, a través de su Indice Médico Español, ha colocado infor-
países -amén de los locales- a través del correo el ectrom~o (e-mail) y. ~n mación de 300 revistas médicas de todas las especialidades de su país .
tiempo real (chat). Cursos, participación en foros y ~onferenoas, transm1s10~ Con tantos servidores resulta obvio que la búsqueda por medio de MEDLI-
y recibo de imágenes y sonidos son otros de los valiosos recursos que ofrece NE pueda darnos la sorpresa de la variación en el número y la calidad de las ci-
este medio. . t~s bi~liográficas. A veces, si el trabajo así lo requiere, es útil efectuarlas por va-
La mejoría en la velocidad de transmisión que ha expenmen;ado .la Red fa- nas vias de acceso. Con esto se puede comparar y elegir.
cilitó el desarrollo de la telemedicina, entre ellas la teleneurolog1a e, incluso, ~a A pesar del tiempo transcurrido y de la velocidad de los adelantos de la tele-
cirugía a distancia. Quien tiene ac~eso a 11'.ternet, con costos que se a~~ratan d1_a ~edicina, con~ene aq_~í detenei:se a analizar sus ventajas y desventajas, compa-
tras día puede publicar sus trabaios y ammarlos con figuras o ta~b1cn con v1- randola con la 1mpres1on de revistas en papel. Las revistas, además del impacto
deocint~s y hacerlos llegar a todos los confines del mundo globalizado. En c~te ecológico del papel sobre Ja tala de los árboles, ofrecen información más costosa
último aspecto, el de las imágenes,. é~tas pueden ser motivo de consu lta a dis- con renovación más lenta y problemas en s u almacenamiento. La conservació~
tancia en los grandes centros especializados. . . . del papel, por la fauna y la flora que lo ataca, siempre resulta más engorrosa. Jn-
Interne t facil ita el trabajo en equipo al conectar hospitales, sooedades cien- temet tie~e la ventaja de lo inmediato, lo barato y lo fácil de guardar. Para los paí-
tíficas y conferenciantes que pueden ser objeto de preguntas. _ ses marginales, como el nuestro, la mayor desventaja de la Internet es que no lle-
¿Reempla7,ará Internet al libro? Es probable _que pasen muchos anos para ga a las regiones pobres donde, la electricidad así como los sistemas de distribu-
q ue esto tenga lugar, pero ~s evidente q.~e los ¡ovenes se s uman ~erman ente ción de agua potable y cloacas, no existen. El libro aún puede llegar.
mente a los medios electrónicos de difus1on porque han nacido y se han criado La tele~';dicina ha permitido realizar cirugía a la distancia vía Internet, tal
entre ellos. Las bibliotecas de las academias, facultades, hosp i ~ales y de las so- como ocumo entre el 29 de agosto y el 3 de septiembre de 1996 cuando, desde
ciedades científicas, que atesoran y cl~sifican lo; libros y las rev_1stas, ? eben con- Pontiac en Michigan, Estados Unidos, con audio y videoconferencia interactiva
tar con personal idóneo que haga posible las b~sg.ucdas, pero. es.tas siempre lle- e~ tiempo r~al (~cmora máxima 0,5 a 2 segundos), se interconectó con Laguna
varán su tiempo. Los diferentes recursos econonucos de.las b!bltotecas par~ ac- H1lls_ e-? Cahforrua y con Buenos Aires, en nuestro país. Se practicó cirugía Japa-
tualizar sus libros, por ejemplo, motivan una enorme d1spandad en la calidad roscop1ca.
del material que pueden ofrecer. Kayser definió, en 1996, a esta moderna técnica (nos referimos a la telemedi-
Las referencias bibl iográficas que se pueden obtener por I~ternet, ~obre to- cina) como "el conjunto de actividades diagnósticas, terapéuticas o de medici-
do si incluyen resúmenes o abstracts, es uno de los recursos mas .apet~c1~os ~~r na social, realizadas por medios electrónicos, que capacitan la transmisión de
los médicos y un elemento que se ha generalizado en Ja in?agaoon b1bhografi- información acústica y/ o visual a larga distancia, sin que el médico esté real-
ca que, de una tarea ardua y tediosa que ocupaba mucho tiempo, se ha tomado mente presente en la consulta requerida".
en algo grato, fácil y econó mico. . . . Día tras día, la prensa escrita publica sus habituales secciones sobre ciencia
El principal método de búsqueda bibliográfica, centrado en las c1enc.1as b1~ que atraen al P,úblico, tanto más si la noticia es sensacionalista, y no escapan de
médicas, que lleva largo tiempo de utilización,_es el MEDLINE de la Nat1011al L~~ esta d1vulgac10n los nuevos adelantos, los logros y el perfeccionamiento de la
brary of Medicine. Otros s iste mas menos conocidos, por lo menos en la Argent! telemedicina.
na, son el EMBASE (Excerpfa Medica) de Holanda_ y el Cu:re:11 Co11~e11ts Co11nect Las posibilidades q~e brinda:° estas técnicas son infinitas y así hoy se puede
del lnstitute for Scie11tiftc Information, y como catalogas b1bhotecanos: OPAC Y hablar (y no es necesana aclaración a lguna porque el nombre la define) de tele-
OCLC. · d f en rradiología, telepa tología, te le ndoscopia, te ledermatología, además de infini-
MEDLINE reúne, desde 1966, unos nueve m_illones ?~registro~ e re :r - dad de preguntas a especialistas de distintos países a través de las teleconsultas
cias y abstracts en inglés que parten de 3_.900 revistas medicas pubhcadas en 7~ que hasta pueden realizar los mismos pacientes.
países. Predominan las revistas angl?saionas y una cuarta parte de estas refe La vía elec~rónica favoreció todo tipo de adelan tos y como un ejemplo vital
rencias no incluye n resúmenes. Las citas se actualizan sernana}mente. . podemos rcsei;?r su ,ªP.orte al ,d.esa'.rc~no del genoma hun~m~o._ Así se expresa
Es interesante rese1"íar la evolución de MEDLINE. Comenzo por medi ~ de 1ª Ken Howard.: La v1a mformatica 1n1c16 su canuno a prmc1p1os de los años
conexión directa con la base de datos, con tarifas que respondían a los mmutos ochenta del siglo- XX con.una base de dat?s denominada GenBank, creada por el
de utilización (costosas), con referencias que se descargaban a tr~v,és del 1116der.::r_· Departa.mento Estadoumdensc de Energ1a para guardar los cortos tramos de la
En la década de 1980, con e l fin de bajar los costos, se cornercialtzo en CORO ~ secuenoa de DNA, que estaban empe7.ando a obtener de una serie de oraanis-
con la desve ntaja de la actua lización en períodos más largos y todo ello en reª 1
mos. En los comienzos del GenBm1k1 un puñado de técnicos sentados antetecla-
ción con el estado económico del usuario.
1 dos que no te~an más que las cuatro letras A, C, T y G tecleaban monótonamen-
A partir de 1996 MEDLINE es accesible por Internet, algunos con ar~ncehes, te las secue.:ic1as del DNA publicadas en las revistas académicas. Conforme pa-
h • 1
otros gratuitos. El acceso al CD ROM se daba - ab1tua mente- en e am .
I l ' bito os-
saron los anos, nuevos métodos de comunicación les permitieron a los investi-
pitalario o en algunas bibliotecas; con la llegada a Internet, se puede reabza~~t gad~r~s acc:~er directamente al GcnBank y descargar sus datos de secuencia. La
la PC. No obstante, los proveedores de MEDLINE a través de Internet son ~~;
rentes en lo que se refiere a la cobertura que ofrecen: algunos son pagos Y 0 ad~1straoon ?el_ GenB.an~ s.e transfirió luego al Centro Nacional para Infor-
mac1on sobre Tecmcas Biolog1cas (NCBI) de fos Institutos Nacionales de Salud
son gratuitos. estadounidenses. Con la llegada de Ja gran telaraña mundial (World Wide Web),
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los investigadores de todo e l mundo pudieron acceder gratis a los datos del el ~;>nsiguiente ahorro de recursos y gastos de desplazamiento entre otros facto-
Gen Ba11k". res . Desde hace mucho los futurólogos soc!ales vaticinan que dentro de unas dé-
"El volumen de datos de secuencias de DNA del GenBnnk empezó a crecer cadas w1a buena parte de las labores de oficina se realizarán en el domicilio del
de manera exponencial cuando el Proyecto del Genoma Humano (PGH) despe- empleado, que no tendrá necesi?ad de viaja~. _Estos mismos autores dan pábulo a
gó en 1990. La introducción de secuenciadores de gran rendimiento en los años lo~ conceptos de Ve¡valka que aupa los beneficios de la disponibilidad de informa-
noventa (utilizando máquinas robóticas automatizadas de secuenciación del cron ~la .faci~i?ad de la. comu.nica_c!ón que ofrece l~temet, que quita dificultades al
DNA y ordenadores) disparó las aportaciones del GenBm1k, que ahora tiene traba¡o oentífico y a la mvestiga.c1on en un gr~~ num:ro de disciplinas. Las neuro-
unos siete mil millones de unidades de DNA de datos de secuencia." c1enoas, que tanto auge han terudo ~esde la ultima dccada del siglo pasado, se sir-
Pero todos estos avances obligan, lo reiteramos, a una rigurosa selección de ~1en e~pec1~ente ?~ Internet. Podnamos denominar a este capítulo Tnternet en 111
la información y es dable destacar que Internet no escapa de las reglas de jue- mvest1gncz_on. neurolog1ca P?rque, de acuerdo con las mod~mas técnicas pedagógi-
go: así como en las publicaciones gráficas se considera que es válido -por lo no- c~s, es mas unportante brindarle al alumno (ya sea estudiante de medicina 0 mé-
vedoso y original- solamente alrededor del 10% del material que se imprime, es d1~0 en plan de p~rfeccionamiento o de educación médica continua) las herra-
de suponer que algo similar ocurre en Internet. No obstante, creemos que ta l ci- mientas para capacitarse que el producto digerido, tal como ocunía (y ocurre) con
fra tal vez sea exigi.ia. e!
cl~~es donde educador ofrecía un catálog~ de sf ntomas, ~ignos, métodos d iag-
El agujero negro de este sistema es la difusión general izada de conocimien- noshcos, etc., sm encender en e l educando el mteres necesario para que el concep-
tos médicos. La relación médico-paciente está fisurada por el aporte que diarios, to se arraigue en profundidad.
revistas, radio y televisió n hacen para la educación parcializada (y agreguemos Las ?Piniones d? docent~~ e investigadores se refuerzan pragmáticamente
muchas veces interesada) de los enfermos, sus familiares y legos curiosos. To- por la bus9ueda de mformaoon gue, habitua lmente, logran mediante su propia
dos ellos pueden acceder a la Internet, con el agravante de gue en ciertos casos PC, es d~~rr por s:i ~omp utad,ora (.ordenador) personal. Esta m etodología de in-
lo hacen sobre páginas puramente médicas, que no entienden o inte rpretan veshgac1on electrornca acentua el interés por la información. Más de una vez los
erróneamente. La falta o el incremento de las expectativas, la pérdida del senti- p~dagogos _comentan acerca, d~ la fa 1ta de motivaciones del a lurnnado; pues
do mágico ancestral de la relación médico-paciente, inciden en el acto médico bien,. en la epoca de ~a electromca, para quienes han nacido en la era d e lasco-
habitualmente en forma desfavorable. mu111cac10nes globalizadas, el uso de Internet les resulta fami liar sencillo v útil
A inicios de 1998, en el mundo entero, Internet servía a más de 20 millones por su dinamisrl:\º· Es más, en muchas facu ltades el estudiante debe aprobár sus
de usuarios gue, además de facilitarle compras de artículos de todo tipo, perfec- n_iatenas confeccionando monografías o tesinas que despiertan en ellos la capa-
cionaba las carreras y hacía un aporte interesantísimo a Ja bibliografía científi- c1.dad de recoger y almacemir in formación y luego procesarla. Ésta es la oportu-
ca. La información gue proporciona la Red por medio de la World Wide Web ha mdad para el acceso tanto a Internet como a YtEDLINE. MEDLINE junto con
crecido -en los últimos años- en progresión geométrica y, también, en base a un EMBASE aportan a Internet el material médico científico de alrededor de 5.000
estímulo y a la selección lógica de los trabajos, ha ido ganando no solamente en re"'.1stas de ~edicina. Ya nos hemos referido a la necesidad de desbrozar el ma-
cantidad sino también en calidad. ten.al mserv1ble que llega adosado a otro auténtico, valioso y actualizado. La
En marzo de 2001, la l11ternntio11nl Data Corporntio11 (IDC) difundió en Santia- me1or f_?r~a de hacerlo es con la lectura crítica, el conocimiento de los autores
go de Chile un informe sobre el uso de Internet: la proyección indicaba que más y la .prach~a que da el uso permanente de esta excepcional herramienta de per-
de 75 millones de personas utilizarán Internet en 2005 en Latinoamérica. Esta ci- feccionamiento.
fra es elocuente si se tiene en cuenta que en el año 2000 fueron solamente 15 mi- . Con respecto a las i1;iágenes, a tr~vés de li~t?rnet el alumno puede llegar a fami-
llones los usuarios en esta región, aunque la consultora jupiter Com1111111icatio11s lianzarse con tomografías, resonancias magnet1cas, SPECT, en fin con variados mé-
elevó ese número a 21 millones. El cable decía que Latinoamérica "es la región todos de investigación y dia¡.~:nóst!co. o podemos desestimar la~ publicaciones en
que experimentará una mayor penetración de Internet en los próximos años, pai:el, g~e no han perdido v1gcnc1a y son la base fundamental de Ja educación. No
porque es un mercado emergente para el uso de Ja Red" . Se consideró que el s.erai:i facilmente reemplazada~. No obstante, por su permanente y acelerada actua-
crecimiento anua l del comercio electrónico tendrá un aumento -entre 2000 y lizac1on, Internet es la herramienta moderna de mayor eficacia.
2005- del 40%. El futuro de la investigación y el acopio de información en neurociencias,
De los usuarios de 2000, a lgo rnenos del 50% correspondían a Brasil (6,9 mi- tanto para el educando como para el educador y el científico, se encuentran en
llones), 2,8 millones a México y 1,1 millón a Chile. El mayor porcentaje de éstos Internet.
corresponden a jóvenes de hasta 30 arios con elevado nivel educacional. Los es-
tudiantes, es decir a los usunrios que apunta este capítulo, ocupan el primer tér- BIBLIOGRAFÍA
mino.
El informe agrega que e l 73 % de los internautas han usado la Web por más Belmonte, M. Sistemas de información biomédica e n Internet: índices bibliográficos y revist<is
c lectronicas. Rev Neurol l 999;29(5):471-8.
de un año. Coma del Corral MJ, .Pei'ia HJ. ¿Quo vndis telcmedicina? lkv de i\:curol 1999;29(5):478-83.
Porres y Rojas Alcubilla recrean la opinión de Aschenbrener, investigador de la How~rd K. La fiebre mformát icil. Invc:,tignción y Ciencia 2000;288:42-7.
Universidad de Omaha, Estados Unidos, que dice que "las facultades y las escue- Mannqu~ J. l~temet y los médicos. Editori,11. Rcvist<i de la f.undación Facultad de Medicina de
las de Medicina serán en el futuro muy diferentes de como fueron en el pasado por la Uruvers1dad de Buenos Aires 2001; 11(39):5.
diversos motivos, entre ellos, varios factores económicos y también por la extensa Porres LA, Rioja-Alcubilla C. Internet en la inn'Stig<ici<Ín científica. Rev Neurol 1999;29(5):483-6.
dispersión de la infom1ación vía Internet. Actualmente se ofertan carreras y maes-
trías para aquellas personas que no pueden acudir a las clases personalmente, con
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,
Indice analítico
A verba l, 68
visual de objetos y colores, 68
Abetal ipoproteinemia, 154 Ag udeza visual, 1
Absceso /\lca losis, 233
cerebeloso, 152 /\lcoholismo, 229
cerebral, 29, 204 /\ lgias craneofaciales, 79
Accidente encefalovascular, 29, 157 Alu cínaciones
constituido o completado, 30 aud itivas, 17
diagnóstico, 158 hipnagógicas, 48
etiología, 157 olfatorias, 13
en evol ución, 29 Amaurosis, 21
exámenes complementarios, 160 Ambliopía, 21
lesiones Anenccfolia, 267
hemorrágicas, 162 Anestesia, 8
isquémicas, 160 Angiografía, 10, 162
manifestaciones clínicas, 158 por resonancia magnética, 10
tratamiento, 163 Angiomatosis cncefalotrigeminal, 170
de Ja hemorragia, 165 Angiorresonancia, 10, 162
del infarto embólico, 164 Anillo de Kayscr-Fleischer, 234
de la isquemia cerebral, 163 Anosmia, 13
Acidosis, 233 Anosognosia, 68, 175
Acúfenos, 17 Apnea del sueño, 48
Adenomas hipofisarios, 182 Apraxia, 8, 67
Adin~mia episódica hereditaria de callosa, 67
Gamstorp, 233 causas, 67
Adrenoleucodistrofia, 120 constru ctiva, 67
Afasia(s), 8, 63 idealoria, 67
anómica, 64 idcomotora, 67
de Broca, motriz o de ex presión, 63 de la marcha, 67, 174, 217
características, 65 simpática, 174
c<iusas, 66 uni lateral, 67
de conducción, 64 A rreflexia, 5
cruzada, 63 /\rtcritis tem poral, 83
global, 66 /\rticulación temporomandibular, d isfu n-
lentamente prog resiva, 66 ción, 82
reglas úti les en el examen, 66 Artritis reumatoidea, 240
transcortica les, 66 Astrocitoma, 181
transitorias, 66 Ataque(s)
de Wemicke, 64 atónicos, 73
Agnosia, 9, 68 isquémico transitorio, 158
causas, 68 mioclónicos, 73
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284 ÍNDICE ANALiTICO ÍNDICE ANALÍTI CO 285