Ficha STC5682-2017

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SALA DE CASACIÓN CIVIL

TUTELA

REPORTE DE CONSULTA

RELEVANTE

SALA DE CASACIÓN CIVIL Y AGRARIA


ID : 536209
M. PONENTE : ARIEL SALAZAR RAMÍREZ
NÚMERO DE PROCESO : T 1300122130002016-00440-02
NÚMERO DE PROVIDENCIA : STC5682-2017
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Civil - Familia de
Cartagena
CLASE DE ACTUACIÓN : ACCIÓN DE TUTELA - SEGUNDA
INSTANCIA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 27/04/2017
DECISIÓN : CONFIRMA CONCEDE TUTELA
PARCIAL
ACCIONADO : SUPERINTENDENCIA DE
SOCIEDADES – INTENDENCIA
REGIONAL DE CARTAGENA
ACCIONANTE : RAFAEL SAMUDIO MILANÉS,
CARMELO ESPINOSA MILANÉS Y
CLÍMACO ESPINOSA MILANÉS
VINCULADOS : DIRECCIÓN DE IMPUESTOS Y
ADUANAS NACIONALES, SECRETARÍA
DISTRITAL DE HACIENDA DE
BOGOTÁ, INVERSIONES ALCALUZ
S.A.S., LEASING BANCOLOMBIA S.A.,
SUCESIÓN DE MAURICIO ÁLZATE
(Q.E.P.D.), Y ÁLVARO RAINERO
ALDANA ALDANA, ALBERTO MÁRQUEZ
ARIAS, DAVID CASTILLO BAUTE,
MIGUEL CASTILLO BAUTE, JAIRO DE
JESÚS ÁLZATE MURILLO Y ANDRÉS
EDUARDO ROSALES UCROSS.
FUENTE FORMAL : Código Civil art. 2434, 2435, 2499 / Ley
1116 de 2006 art. 29 inc. 5 / Ley 1116
de 2006 art. 24, 30 / Ley 1676 de 2013
/ Código General del Proceso art. 142

ASUNTO:
PROBLEMA JURÍDICO ¿La Superintendencia de Sociedades - Intendencia
Regional de Cartagena, vulnera el derecho al debido proceso de los
accionantes, en el proceso de reorganización empresarial, al considerar
limitado el cupo de endeudamiento otorgado al deudor hipotecario, con
base en la comunicación remitida al notario por los acreedores, para
efectos de la liquidación de derechos notariales, y por consiguiente, se
desconoce la prelación del crédito hipotecario otorgado en favor de los
acreedores?

TEMA: ACCIÓN DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIA JUDICIAL -


Procedencia excepcional de la acción

Tesis:
«1. Por regla general la acción de tutela no procede contra providencias
judiciales y, por tanto, solamente en forma excepcional resulta viable la
prosperidad del amparo para atacar tales decisiones cuando con ellas se
causa vulneración a los derechos fundamentales de los asociados.

Los criterios que se han sostenido para identificar las causales de


procedibilidad en estos eventos están cimentados en el reproche que merece
toda actividad judicial arbitraria, caprichosa, infundada o rebelada contra
las preceptivas legales que rigen el respectivo juicio, con detrimento de las
garantías de las personas que han sometido la ventilación de sus conflictos
a la jurisdicción».

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso de reorganización empresarial


- Vulneración: defecto sustantivo al inaplicar el art. 2499 CC, desconociendo
la prelación del crédito hipotecario otorgado en favor de los acreedores

DERECHO CIVIL / OBLIGACIONES - Hipoteca: ineficacia de la


comunicación remitida al notario por los acreedores, para la liquidación de
derechos notariales, que limita el cupo de endeudamiento otorgado
inicialmente al deudor, para modificar las condiciones de la hipoteca
previamente constituida

RÉGIMEN DE INSOLVENCIA EMPRESARIAL - Proceso de reorganización


empresarial - Calificación y graduación de créditos y derechos de voto e
inventario de bienes - Trámite de las objeciones: improcedencia de cualquier
prueba diferente a la documental

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso de reorganización empresarial


- El ejercicio del principio de autonomía e independencia judicialo no
vulnera el debido proceso: razonabilidad de la decisión que niega el
reconocimiento de los intereses al crédito de los reclamantes, no descuenta
la revalorización del pasivo interno reconocido al concursado y rechaza la
solicitud de recusación

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso de insolvencia empresarial -


Objeciones al proyecto de calificación y graduación de créditos y derechos
de voto - razonabilidad de la decisión que considera inaplicable el régimen
de garantías mobiliarias a la garantía hipotecaria de los demandantes, frente
al reconocimiento del derecho de voto por concepto de intereses

DERECHO PROCESAL - Impedimentos y recusaciones: improcedencia de


la recusación invocada por quien ha actuado con posterioridad al hecho que
la motiva

Tesis:
«2. En el presente asunto, como resultado del análisis de la providencia
proferida 18 de octubre de 2016 por la Superintendencia de Sociedades -
Intendencia Regional de Cartagena, dentro del proceso de reorganización de
Álvaro Rainero Aldana Aldana, se resolvieron las objeciones al proyecto de
calificación y graduación de créditos y derechos de voto, en donde se dispuso
que la acreencia reconocida a favor de los actores únicamente estaba
garantizada con hipoteca hasta el monto de $20.000.000, y además se
reconoció un abono de capital frente a esa obligación por la suma de
$800.000.000, se advierte su incursión en el defecto sustantivo, que
transgrede los derechos fundamentales de los accionantes, y hace necesaria
la intervención del juez constitucional.

En efecto, se observa que en caso examinado se presentó el proyecto referido


atrás, en el que se un crédito de tercera clase a cargo del deudor y en favor
de Rafael Samudio Milanés, Carmelo Espinosa Milanés y Clímaco Espinosa
Milanés por la suma de $1.352.370.400, incorporado en los pagarés n.° CA
16029684 y CA 16029683, y garantizado mediante la hipoteca constituida
sobre el predio rural conocido con el nombre de "El Bálsamo", ubicado en
Ciénaga de Oro, Córdoba, a través de la escritura pública n.° 143 de 23 de
febrero de 2006, otorgada en la Notaría Única de Cereté.

No obstante, al decidirse las objeciones formuladas contra esa obligación, la


autoridad administrativa con funciones jurisdiccionales la calificó como de
tercera clase únicamente hasta el valor de $20.000.000, reconoció la
existencia de un abono de capital por la suma de $800.000.000, y dispuso
que el excedente, a saber, $552.370.700 era un crédito de quinta categoría.

3. Pues bien, para la Corte es claro que el estrado judicial acusado incurrió
en defecto sustantivo al desconocer las normas jurídicas aplicables al caso,
puesto que, en primer lugar, desconoció el privilegio otorgado a la acreencia
amparada con garantía hipotecaria a favor de los reclamantes, por el cual
es considerado como de tercera categoría, tal como lo dispone el artículo
2499 del Código Civil, a lo que debe sumarse que la escritura pública n.°
143 de 23 de febrero de 2006, otorgada en la Notaría Única de Cereté,
cumple con los requisitos previstos en los artículos 2434 y 2435 ibídem para
que surta efectos legales, en donde el señor Aldana Aldana garantizó a sus
acreedores -Rafael Samudio Milanés, Carmelo Espinosa Milanés y Clímaco
Espinosa Milanés- "todas las obligaciones que por cualquier concepto tenga
o llegare a tener con ellos", como lo es el crédito incluido en el proceso de
reorganización.

En ese orden, más allá de que los acreedores hayan remitido una carta al
notario indicando que para efectos de la liquidación de derechos notariales
el cupo de endeudamiento inicialmente otorgado al deudor era de
$20.000.000, tal comunicación no modificó las condiciones de la hipoteca
constituida, el cual debe interpretarse de acuerdo con la intención clara de
los contratantes, es decir, que todas las obligaciones contraídas por el señor
Aldana Aldana a favor de los aquí quejosos estarían sujetas a esa garantía
real, disposición que es ley para las partes, según los artículos 1602 y 1618
de la codificación sustantiva referida.

Por ende, el juez de conocimiento no podía desconocer la efectividad de la


hipoteca y la naturaleza del crédito de los promotores de la queja, con
fundamento en un memorial dirigido a un notario, que no tiene los efectos
para modificar las cláusulas de la escritura pública aludida, en razón a que
inaplicaría sin justificación válida las normas sustanciales que regulan
aquellas instituciones.

4. En segundo lugar, el despacho accionado también desconoció las


disposiciones contenidas en los artículos 29 y 30 de la Ley 1116 de 2006 al
resolver una objeción contra el proyecto de calificación y graduación de
créditos y derechos de voto, reconocer la existencia de un abono de capital
de $800.000.000, y descontar ese valor de la obligación perseguida.
Lo anterior se debe a que, por medio del auto del 19 de febrero de 2016, la
autoridad acusada decretó pruebas de oficio para decidir si existía o no tal
abono, para lo cual ordenó la práctica de interrogatorios y testimonios, con
fundamento en las facultades otorgadas al juez del concurso en el artículo
5 ibídem, específicamente las de "[s]olicitar u obtener, en la forma que
estime conveniente, la información que requiera para la adecuada
orientación del proceso de insolvencia" y las atribuciones "para dirigir el
proceso y lograr que se cumplan las finalidades del mismo".

No obstante, el fallador obvió que existen unas reglas específicas para el


trámite y decisión de las objeciones al proyecto de reconocimiento y
graduación de créditos y derechos de voto, puesto que la "única prueba
admisible para el trámite de objeciones será la documental, la cual deberá
aportarse con el escrito de objeciones o con el de respuesta a las mismas",
tal como lo dispone el inciso 5° del artículo 29 ibíd., lo que concuerda con
la orden impuesta al juez del concurso de tener "como pruebas las
documentales aportadas por las partes" para resolver las objeciones (num.
1, art. 30, ib.).

Puestas así las cosas, es ostensible que no podían decretarse, practicarse y


valores pruebas distintas a los documentos aportados por las partes para
determinar si se había efectuado un abono al crédito hipotecario de Rafael
Samudio Milanés, Carmelo Espinosa Milanés y Clímaco Espinosa Milanés,
y de esa manera, decidir la objeción correspondiente, de conformidad con
las normas que regulan ese trámite.

5. Por consiguiente, es imperativa la intervención del juez de tutela con el


fin de conjurar la transgresión de la garantía superior al debido proceso de
los accionantes, ante el defecto sustantivo en que incurrió la
Superintendencia de Sociedades - Intendencia Regional de Cartagena al
pronunciarse sobre las objeciones dirigidas contra la acreencia de los
reclamantes, tanto por el desconocimiento de la hipoteca que la garantiza,
como por la práctica de pruebas que no están permitidas para la resolución
de objeciones al proyecto de calificación y graduación de créditos y derechos
de voto, tal como lo dispuso el a quo constitucional en el fallo impugnado al
conceder parcialmente el amparo.

6. De otro lado, respecto a los motivos de impugnación de los actores con la


sentencia del a quo constitucional, la Corte no advierte ninguna amenaza o
vulneración a sus derechos fundamentales, toda vez que las
determinaciones cuestionadas no son resultado de subjetivos criterios que
conlleven ostensible desviación del ordenamiento jurídico y, por ende,
tengan aptitud para lesionar las garantías superiores de quien promovió la
queja constitucional.
En efecto, la Superintendencia de Sociedades - Intendencia Regional de
Cartagena al resolver las objeciones al proyecto de calificación y graduación
de créditos y derechos de voto, negó el reconocimiento de los intereses al
crédito de los reclamantes y no descontó la revalorización del pasivo interno
reconocido a favor del concursado, y adicionalmente rechazó la solicitud de
recusación propuesta por aquellos, dentro del trámite del proceso de
reorganización de Álvaro Rainero Aldana Aldana.

Respecto a la primera inconformidad referida atrás, la entidad pública


accionada dispuso desestimar la objeción "en atención a que el régimen de
garantías mobiliarias no le es aplicable al caso que nos atañe, toda vez que
la garantía fue constituida de manera previa a la entrada en vigencia de la
Ley 1676 de 2013», a lo que se añadió al desatarse el mecanismo de
impugnación que «la decisión de no reconocer los intereses en los derechos
de votos (…) se fundamente (sic) en el precepto legal contenido en el artículo
24 de la Ley 1116 de 2006; norma que no concede ningún privilegio a
ninguna clase de crédito".

Con relación a la segunda queja citada, la autoridad administrativa con


funciones jurisdiccionales expuso lo siguiente:

"Revisado el expediente del proceso concursal, se logra constatar que con la


actualización de balance a septiembre 2 de 2015 se registra un total del
patrimonio por valor de $3.054.990.166 compuesta por un superávit por
valorización de propiedades planta y equipo por valor de $1.775.671.000,
un resultado del ejercicio por valor de $224’426.967 y un patrimonio social
de $1.054.992.149. En tal sentido, se tendrá como cierto el total del
patrimonio previamente enunciado, toda vez que no incluye las partidas que
se restan, que son: utilidades decretadas en especie y el monto de la cuenta
de revalorización del patrimonio. En ese orden de ideas, la acreencia interna
ascienda (sic) a la suma de $3.054.990.116. La presente, en los términos
del artículo 31 de la Ley 1116 de 2006. "

Esta determinación fue objeto del recurso de reposición por parte de los
objetantes, para lo cual el fallador señaló que "se confirma la decisión de la
acreencia interna (…) en la suma de $3.054.990.116.00, en atención a que
para efectos de establecer su monto se dio aplicación a lo dispuesto y en los
términos del artículo 31 de la Ley 1116 de 2006".

Finalmente, en lo referente a la recusación incoada por los accionantes


contra la entidad accionada, fue rechazada de plano en proveído fechado el
1° de agosto de 2016, en donde se indicó que "al consultar el expediente, se
observa que el recusante y/o su poderdante han efectuado actuaciones
procesales con posterioridad al hecho que motiva la recusación", con
fundamento en el artículo 142 del Código General del Proceso.
Posteriormente, los quejosos solicitaron que ese asunto fuera remitido al
superior para que resolviera la recusación, sin embargo, mediante auto del
11 de agosto siguiente, se ordenó a aquellas personas estarse a lo decidido
en la providencia anterior porque "no fue sustentada en lo dispuesto por el
artículo 143 del C. G. del P., es decir, no haber aceptado los hechos de la
recusación o considerar que no están comprendidos en ninguna de las
causales de recusación, sino por el contrario, la decisión se fundamentó en
lo previsto en el artículo 142 ibídem".

En último término, los reclamantes pidieron que se declarada la ilegalidad


de los autos anteriores, no obstante se denegó debido a que "resulta evidente
que el peticionario pretende imponer su propia percepción, desconociendo
que la misma ya fue resuelta mediante el rechazo de plano", a través de la
determinación fechada el 17 de agosto de 2016.

7. Las conclusiones anteriores son producto de unas motivaciones que no


pueden calificarse de irrazonables, pues se fundaron en legítimas
interpretaciones de la normatividad aplicable al caso y en una valoración de
la actuación procesal, circunstancias que, a juicio del estrado judicial
acusado, condujeron a que se negaran las objeciones interpuestas por los
actores al proyecto de calificación y graduación de créditos y derechos de
voto, al estimar que el régimen de garantías mobiliarias no era aplicable a
la garantía hipotecaria de aquellos frente al reconocimiento de los derechos
de voto por concepto de intereses, según el artículo 24 de la Ley 1116 de
2006, y al reconocer el crédito interno del deudor descontando el monto de
la cuenta de revalorización del patrimonio en los términos del artículo 31
ibídem, y de otro lado, se rechazara la recusación propuesta contra la
autoridad administrativa con funciones jurisdiccionales con base en el
artículo 142 del Código General del Proceso.

De lo cual resulta, que más allá de que la Corte comparta o no las


conclusiones a las que llegó el despacho accionado, está claro que en
ejercicio de sus atribuciones legales, el administrador de justicia tiene
entera libertad para realizar una apreciación autónoma y racional de los
elementos y la interpretación normativa a partir de los cuales debe formar
su convicción, sin incurrir, desde luego, en desviación ostensible del
ordenamiento jurídico, supuesto que no se advierte configurado en el caso,
por lo que le está vedado al juez de tutela interferir en la labor acometida
bajo los principios de autonomía e independencia que demarcan la función
judicial.

En tal sentido, verbi gratia, en la sentencia CSJ SC, 20 de septiembre de


2012, rad. 2012-00245-01, la Sala sostuvo:

"(…) que al sentenciador de tutela le está vedado reexaminar si el juzgador


acusado realizó la más convincente o adecuada de las interpretaciones, pues
tal tarea está por fuera de sus facultades, ya que “…independientemente de
que se comparta o no la hermenéutica del juzgador ello no descalifica su
decisión ni la convierte en caprichosa y con entidad suficiente de configurar
vía de hecho, pues para llegar a este estado se requiere que la determinación
judicial sea el resultado de una actuación subjetiva y arbitraria del
accionado, contraria a la normatividad jurídica aplicable y violatoria de los
derechos fundamentales”."

Queda claro, entonces, que lo pretendido por los peticionarios del resguardo
es anteponer su propio criterio al del juzgador encausado y atacar, por esta
vía, las determinaciones que los desfavorecieron, finalidad que resulta ajena
a la de la acción de tutela, mecanismo que dada su naturaleza excepcional
no fue creada para erigirse como una instancia más dentro de los juicios.

8. Por otra parte, algunos de los impugnantes manifestaron que los


integrantes de la Colegiatura que decidieron esta acción constitucional en
primera instancia debieron declararse impedidos para emitir la sentencia
cuestionada, no obstante se observa que esa inconformidad carece de
fundamento fáctico, puesto que los hechos alegados por los solicitantes no
se adecúan a los presupuestos establecidos en los numerales 4, 6, 7, 13 y
14 del artículo 56 de la Ley 906 de 2004, tal como lo expuso el a quo
constitucional en el auto emitido el 8 de marzo de 2017, máxime que la
declaración de nulidad de lo actuado en este asunto, que fuera decretada
con anterioridad por esta Corporación, conllevó a la renovación del trámite».

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