Métodos de Venta Efectivas Haciendo Preguntas
Métodos de Venta Efectivas Haciendo Preguntas
Métodos de Venta Efectivas Haciendo Preguntas
preguntas
1. El método SPIN
Con el método SPIN se trata de lanzar las preguntas correctas. Las preguntas
equivocadas pueden echar por la borda todo el proceso de venta o ponerlo en
pausa indefinida. Con SPIN, dejas hablar al comprador.
2. El método SNAP
Los compradores modernos, antes de tomar una decisión de compra, están
sobrecargados con información que los presiona para que compren rápidamente
la solución X o la Y. Así resulta difícil captar la atención de un comprador, que
además está en alerta, con respecto a los agentes de ventas y sus tácticas. El
método SNAP se centra en la forma en la que los clientes toman decisiones:
inflúyelos positivamente y acabarán pensando que han tomado la decisión ellos
solos.
Ejemplo: A la gente que está súper liada le interesan siempre los nuevos enfoques
para alcanzar sus objetivos empresariales. Comparte con los clientes potenciales
algunos estudios llenos de iniciativa, pero en pequeñas dosis, para hacerles
pensar. Ve guiándolos por la complejidad de una decisión con un esquema claro y
directo de los pasos a seguir (por ejemplo, una guía paso a paso sobre cómo
digitalizar documentos de oficina).
Hazlo Sencillo: respeta el tiempo del comprador y pónselo facilísimo para elegir lo
que vendes. Comprime la información en paquetitos digeribles, como mensajes
telefónicos de treinta segundos, emails de noventa palabras o cartas de una sola
cara.
Sé iNestimable: gánate rápidamente su confianza y pon de manifiesto el valor de
lo que estás ofreciendo. Demuestra que de verdad entiendes su negocio, que
conoces sus objetivos y prioridades... y te destacarás del resto. Si se trata de una
empresa a la que le importa mucho el bienestar de su equipo, recalca como tu
solución les ayudará a mejorar en ese respecto.
Alinéate en todo momento: alinéate con las necesidades, problemas y objetivos de
tu cliente. Haz que la gente quiera trabajar contigo y podrás acercarte rápidamente
a quien toma las decisiones.
Plantea Prioridades: un comprador tiene siempre ciertas prioridades. Para cerrar
una venta, entiéndelas y aprovéchalas. Introduce las prioridades de la empresa en
tus mensajes. Por ejemplo, si ahorrar gastos les supone una gran prioridad,
recalca este aspecto durante todo el proceso de venta.
3. El vendedor retador
La estrategia del vendedor retador se aleja de la idea de que un buen enfoque de
ventas empieza entablando una relación con el comprador potencial. El motivo: los
clientes están demasiado ocupados, demasiado bien informados y tienen
demasiadas opciones como para invertir en una relación.
1. Instruir
2. Personalizar
Es posible que durante el ciclo de ventas hables con personas distintas. Cada una
de ellas necesita un enfoque personalizado. Para que el mensaje cuaje, cada
conversación debe estar adaptada al interlocutor: asegúrate de que el mensaje
case con las preocupaciones, necesidades, motivaciones y objetivos de la
empresa y también de la persona de contacto. Comprueba la página web de le
empresa: ¿qué sensación te da, te haces una idea de la cultura de la empresa?
Intenta mimetizarte lo más que puedas.
Traza un plan para cada conversación, clarifica adónde quieres llegar y piensa cómo conseguirlo.
Asegúrate de que haya siempre un intercambio bilateral de información y valor.
Una transacción debería suponer un beneficio mutuo. Si no es así, abandona.
Algunas personas se aferran a una forma de pensar. De una manera firme, pero
no agresiva, este método pretende desafiar esto, retarlo. Cambia el punto de vista
del comprador potencial y condúcelo hasta un momento ajá.
El sistema de ventas Sandler anima a los agentes de ventas a actuar como una
fuente fiable y de confianza: el comprador es quien convence al vendedor para
que venda. Para llegar hasta ahí, los comerciales formados en el método Sandler
facilitan una conversación franca y con todo detalle, que va más allá de las
cuestiones técnicas, centrada en el impacto de un reto para un negocio.
Aparte de discutir el aspecto técnico de una cuestión, el comprador pone de
relieve las necesidades de primer nivel, no solo para la empresa, sino para los
propios compradores. Para poder llegar hasta ahí, el vendedor debe concentrarse
en tres puntos peliagudos:
1. Cuestiones técnicas
El vendedor estudia cada detalle de una dificultad técnica y anima al comprador a
delinear el problema a un nivel empresarial y personal. De esta manera, lo que
hace el comprador es convencer al vendedor de que debería invertir en la oferta.
Las primeras reuniones con los clientes potenciales son para descubrir sus
necesidades, de forma que ponerles una presentación queda completamente
descartad.o
2. Impacto económico-empresarial
En general, los compradores no quedan convencidos de comprar algo solo porque
les ayude a resolver sus problemas técnicos. En cambio, si una solución trae
consigo un valor comercial (como ahorrar tiempo y dinero, que a partir de ahora se
podrá emplear en otros proyectos más importantes), ahí es donde de verdad
puedes granjearte la atención del comprador. Ve más allá de los argumentos
sobre la reducción de costes y cuantifica el impacto de una solución como puede
ser el poder concentrarse en las prioridades. P. ej., al poder imprimir x veces más
rápido, te ahorras x cantidad de tiempo y x cantidad de dinero.
3. Interés personal
A continuación, intenta pasar estos problemas al plano personal. A menudo, la
gente toma decisiones por sus propios motivos personales y no solamente
pensando en la empresa. «¿En qué medida te está complicando la vida este
problema?» Un comprador potencial que puede obtener un beneficio personal de
tu solución (como trabajar menos horas extras o reducir su estrés y frustración)
estará mucho más motivado a aceptar la oferta. La única forma de conseguir llegar
hasta este punto es que el comprador te convenza (y, lo que es más
importante, se convenza) de que una solución tiene una prioridad personal muy
alta.
1. Investiga
En primer lugar, recopila toda la información que puedas encontrar acerca del
comprador potencial, antes de entablar una conversación. Te ayudará a reunir
artillería para el proceso de calificación del posible comprador. Y tienes que
informarte también sobre la competencia: ¿qué tal estás posicionado, en
comparación con un competidor? Antes de ponerte en contacto con un cliente,
tienes que convertirte en un experto en su negocio y prepararte para cualquier
pregunta que te pueda plantear.
2. Pregunta
3. Escucha
Atiende bien a lo que te dice el cliente y absorbe tanta información como te sea
posible. Identifica lo que se ha dicho y, más importante todavía, lo que no. Las
señales no verbales, como el tono de voz, son igual de importantes. Deja que sea
el comprador quien hable más. Plantea preguntas aclaratorias, como «¿Puedes
explicarme más sobre eso?» y recapitula los puntos clave de lo que te ha dicho el
cliente para evitar malentendidos. Pon atención a lo que es importante para su
negocio y su gente: productividad, rentabilidad, bienestar del equipo, etc.
4. Instruye
5. Destaca
Si tienes la oportunidad de ayudar, dedica tiempo y atención a quienes pueden ser
un blanco. Después, el seguimiento es muy importante: no hay que ser pesado y
en una carrera por cerrar un trato, pero sí es importante que te sigan teniendo
presente. Si has escuchado con atención y has tomado buena nota de todo,
puedes usar ese combustible para enviarles información relevante en caso de
que no hayas sabido nada de ellos en un tiempo. Piensa qué le podría interesar o
ayudar y mantente siempre firme.
6. Cierra
Cerrar el trato debería ser bastante fácil para los clientes cualificados, ya que
suelen contar con el presupuesto y el poder de decisión. Si se está echando atrás,
puedes decidir tirarte al agua y señalar las consecuencias que tendría dejar las
cosas tal y como están. Pregunta, por ejemplo, qué pasará si no consiguen
alcanzar su objetivo.
Según esta estrategia, el proceso de venta debería llegar siempre a uno de estos
tres resultados:
SPIN te ayudará a formular las preguntas más acertadas para desvelar sus
necesidades.
SNAP se centra en la forma de pensar del comprador y en como reaccionar.
La táctica del vendedor retador también profundiza en una forma de pensar
específica, con el fin de desafiarla (retarla) y crear una nueva perspectiva.
El sistema de ventas Sandler crea esa nueva perspectiva mostrándoles a los
clientes potenciales las repercusiones técnicas, económicas y personales que
pueden tener sus decisiones.
Si quieres invertir en una relación a largo plazo, lo tuyo es la venta consultativa o
de soluciones. Aquí no se trata ya de preguntar ni de hacer ver, sino de escuchar.