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Traducción y Diagramación:
Paulo Devai
Prefacio
Cuando Adán y Eva pecaron, Dios no los dejó sin esperanza. En vez de eso,
él proveyó un rescate para ellos. Él dio a su Hijo unigénito para que muriera en
su lugar, proveyendo así liberación eterna para todos los que aceptaran el don
gratuito de la gracia.
“Satanás hirió el calcañar de Cristo, pero Cristo hirió la cabeza de Satanás. El
Salvador destruyó por medio de su muerte a aquel que tenía el poder de la muerte.
La muerte fue vencida en el mismo acto [momento] de apoderarse de su presa,
pues Cristo al morir ‘sacó a luz la vida y la inmortalidad por el Evangelio’.”—
Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 7, pág. 936.
“Toda la fortaleza celestial se alista en la gran obra de elevar, refinar y santificar
el alma humana. El poder divino es ejercido para salvar en lugar de destruir la obra
de las manos de Dios. Toda esta estupenda maquinaria se pone en marcha para
salvar a los hombres de las huestes de Satanás, de la esclavitud del pecado, y para
conducirlos a alistarse en la obra de la salvación.”—The Bible Echo, 8 de marzo,
1897.
Dios desea que tengamos liberación del pecado hoy y luego ayudemos a
los demás a encontrar esta liberación también. Al estudiar las lecciones de este
trimestre, veremos algunas de las maneras prácticas de llevar la liberación a otros,
como lo hizo Jesús cuando caminó en esta tierra. Algo a considerar acerca del
ministerio de Jesús es que “su voluntad fue puesta en ejercicio activo para salvar
las almas de los hombres, pero él esperó, vivió y trabajó en dependencia de Dios.
En todo se movía en perfecta armonía con el Padre.”—The Signs of the Times, 20 de
diciembre, 1899.
Al ver hoy evidencias de la cercanía de la venida de Jesús, tales como contiendas
y conmoción en todas partes, esperemos con ansias la liberación final del pueblo
de Dios. Obtengamos valor de las muchas promesas de las Escrituras y esperemos
a que nuestro gran Libertador nos lleve al hogar.
“En los Salmos, David habla de que Dios es un refugio y una torre fuerte,
un refugio y una fortaleza; a él podemos correr y ser salvos. Qué precioso es el
pensamiento de que Dios es nuestro refugio y que él será nuestra ayuda en todo
tiempo y en todo lugar, y que en toda emergencia tendremos a Dios con nosotros.
Él dice que dará a sus ángeles la orden acerca de nosotros de guardarnos en todos
nuestros caminos…
“Cuando Cristo se comprometió a pelear las batallas por el hombre en esta
pequeña partícula de mundo, se comprometió a ser nuestro sustituto y garante, y
Dios puso todo el cielo en sus manos, con todos los medios y todo el poder que el
cielo podía permitirse.”—Sermons and Talks, tomo 2, págs. 58, 59.
Que Dios nos ayude a aprovechar este poder y así encontrar la liberación para
nosotros mismos y para aquellos con quienes nos relacionamos cada día.
El Libertador Prometido
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y
la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en
el calcañar” (Génesis 3:15).
Domingo ^
31 de marzo
Año Bíblico: Rut 1-4
1. LA VIDA EN EL EDÉN
¿Cuál era la condición del hombre antes de la caída? Génesis 1:27.
“Antes de la entrada del pecado ni una nube cubría las mentes de nues-
tros primeros padres que oscureciera su percepción del carácter de Dios. Esta-
ban perfectamente en armonía con la voluntad de Dios. Una cubierta de luz,
la luz de Dios, los rodeaba. Esta luz clara y perfecta iluminaba todo aquello
a lo cual ellos se acercaban.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 8, pág. 266.
“En el Huerto del Edén la existencia de Dios fue demostrada; sus atribu-
tos, revelados en los objetos naturales que los rodeaban [a Adán y Eva]. Todo
aquello sobre lo cual fijaban su vista les hablaba. Las cosas invisibles de Dios
y aun ‘su eterno poder y deidad’ eran vistas con claridad, ‘siendo entendidas
por medio de las cosas hechas’.”—Ídem.
“Pero la transgresión trajo una plaga sobre la tierra que se interpuso entre
la naturaleza y el Dios de la naturaleza. Si Adán y Eva nunca hubieran des-
obedecido a su Creador, si se hubieran mantenido en el camino de la rectitud
perfecta, habrían seguido aprendiendo de Dios por medio de sus obras. Pero
cuando prestaron oído al tentador y pecaron contra Dios, la luz de sus vesti-
duras de inocencia celestial se apartó de ellos. Privados de la luz del cielo, ya
no eran capaces de discernir el carácter de Dios en las obras de sus manos.
“Y por la desobediencia del hombre, un cambio se llevó a cabo en la
misma naturaleza. Manchada por la maldición del pecado, la naturaleza no
puede dar sino un testimonio imperfecto del Creador. No puede revelar su
carácter a perfección.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 8, pág. 267.
“Se les dijo que su naturaleza se había depravado por el pecado, que había
disminuido su poder para resistir al mal, y que habían abierto la puerta para
que Satanás tuviera más fácil acceso a ellos. Si siendo inocentes habían cedi-
do a la tentación; ahora, en su estado de consciente culpabilidad, tendrían
menos fuerza para mantener su integridad.”—Patriarcas y Profetas, pág. 46.
“Hay en la naturaleza humana, cuando está separada de la Fuente de la
verdad, una oposición continua a la voluntad y a los caminos de Dios. El ser
físico, mental y moral, está completamente bajo el control de los impulsos
impetuosos. Los afectos son depravados, y toda facultad confiada al hombre
para que la mejore sabiamente está desmoralizada. El hombre está muerto en
delitos y pecados. La inclinación lo avasalla, la pasión tiene el control, y sus
apetitos están bajo el dominio de un poder del que no es consciente. Habla
de libertad, de libertad de acción, mientras está en la más abyecta esclavitud.
No es suyo. No le es permitido ver la belleza de la verdad; porque la mente
carnal es enemistad contra Dios, y no está sujeta a su ley. Él ve la verdad
como mentira, y la mentira como verdad. La mente controlada por Satanás es
débil en poder moral.”—The Review and Herald, 17 de febrero, 1891.
3. DIOS INTERVIENE
a. ¿Qué provisión de Dios aseguró la liberación final a la pareja culpable?
Génesis 3:15.
“Tan pronto como hubo pecado, hubo un Salvador. Cristo sabía que ha-
bría de sufrir, y sin embargo se convirtió en el sustituto del hombre. Tan
pronto como pecó Adán, el Hijo de Dios se presentó como el garante de la
raza humana, con tanto poder para impedir la condenación pronunciada so-
bre los culpables como cuando murió en la cruz del Calvario.”—Comentario
Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 1, págs. 1098, 1099.
“El instante en que el hombre acogió bien las tentaciones de Satanás e
hizo las mismas cosas que Dios le había dicho que no hiciera, Cristo, el Hijo
de Dios, se colocó entre los vivos y los muertos, diciendo: ‘Caiga el castigo so-
bre mí. Estaré en el lugar del hombre. Él tendrá otra oportunidad.’”—Ídem.,
pág. 1099.
“Para Adán el ofrecimiento del primer sacrificio fue una ceremonia muy
dolorosa. Tuvo que alzar la mano para quitar una vida que sólo Dios podía
dar. Por primera vez iba a presenciar la muerte, y sabía que si hubiese sido
obediente a Dios no la habrían conocido el hombre ni las bestias. Mientras
mataba a la inocente víctima temblaba al pensar que su pecado haría derra-
mar la sangre del Cordero inmaculado de Dios. Esta escena le dio un sentido
más profundo y vívido de la enormidad de su transgresión, que nada sino
la muerte del querido Hijo de Dios podía expiar. Y se admiró de la infinita
bondad que daba semejante rescate para salvar a los culpables. Una estrella
de esperanza iluminaba el tenebroso y horrible futuro, y le libraba de una
completa desesperación.”—Patriarcas y Profetas, págs. 54, 55.
“El sistema de sacrificios debía enseñar humildad al hombre, en vista de
su condición caída, y debía conducirlo al arrepentimiento y a confiar sólo en
el Señor para el perdón de sus pasadas transgresiones a su ley, por medio del
prometido Redentor.”—La Historia de la Redención, págs. 148, 149.
“La venida del Salvador había sido predicha en el Edén. Cuando Adán y
Eva oyeron por primera vez la promesa, esperaban que se cumpliese pronto.
b. ¿Cuál fue la respuesta de Dios? Gálatas 4:4. ¿Hubo realmente una demora
en el cumplimiento del propósito de Dios?
Viernes ^
5 de abril
Año Bíblico: 1 Samuel 14:24-16
“Esa Palabra que revela la culpa del pecado tiene un poder sobre el cora-
zón humano para hacer al hombre justo y para conservarlo en esta condi-
ción.”—Testimonios para los Ministros, pág. 78.
Lectura adicional: El Camino a Cristo, págs. 23–35.
Domingo ^
7 de abril
Año Bíblico: 1 Samuel 19-21
b. ¿Qué gran principio de la ley está ausente cuando pecamos? 1 Juan 4:7, 8.
b. ¿De qué esclavitud busca Cristo liberarnos, y a qué libertad somos llama-
dos? Romanos 8:21; 2 Pedro 2:19. ¿Cómo Cristo efectúa esto? Juan 8:31,
32.
c. ¿Qué llamamiento nos hace Cristo a todos nosotros? Hebreos 3:7, 8; Josué
24:15.
“[Cristo] no vino para salvar a los hombres en el pecado, sino del pecado.
Y todos los que sienten la necesidad de un Salvador, y vienen a él creyendo en
su poder, obtendrán la victoria sobre el pecado. A todos los que le recibieron,
les ha dado poder para que se conviertan en hijos de Dios.’”—The Signs of the
Times, 24 de febrero, 1898.
b. ¿Cómo proveyó Dios para el rescate de toda la raza humana? 1 Juan 4:14;
Juan 3:16. ¿Cuándo proporcionó esta liberación? Hebreos 2:14, 15; Ro-
manos 5:8.
“El grito agonizante del Salvador: ‘Consumado es,’ fue el toque de ago-
nía para Satanás. Fue entonces cuando quedó zanjado el gran conflicto que
había durado tanto tiempo y asegurada la extirpación final del mal. El Hijo
de Dios atravesó los umbrales de la tumba, ‘para destruir por la muerte al
que tenía el imperio de la muerte, es a saber, al diablo.’ (Hebreos 2:14.)”—El
Conflicto de los Siglos, pág. 558.
“Cristo murió no para que el pecado se convirtiera en justicia, y la trans-
gresión de la ley en virtud. Murió para que el pecado pareciera excesivamen-
te pecaminoso, tan odioso como lo que es. Por su muerte se convirtió en el
poseedor de las llaves del infierno y de la muerte. Satanás ya no podía reinar
sin un rival, y ser reverenciado como un dios. Se le habían erigido templos y
se le habían ofrecido sacrificios humanos en sus altares. Pero los papeles de
emancipación de la raza han sido firmados por la sangre del Hijo de Dios. Se
ha abierto un camino para que el mensaje de esperanza y misericordia sea
llevado hasta los confines de la tierra.”—Youth Instructor, 28 de junio, 1900.
“Así como Dios hizo de Cristo su mensajero para el mundo, así ha hecho
Cristo a todos los que lo reclaman como su Redentor, a fin de representar a
Cristo en misericordia, piedad y perdón para el mundo.”—Manuscript Relea-
ses, tomo 16, pág. 193.
Viernes ^
12 de abril
Año Bíblico: 2 Samuel 3-5
Liberación de Egipto
“Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se
sostuvo como viendo al Invisible” (Hebreos 11:27).
Domingo ^
14 de abril
Año Bíblico: 2 Samuel 10-12
“Los dos últimos reyes que habían ocupado el trono de Egipto habían
sido tiranos y habían tratado cruelmente a los hebreos. Los ancianos de Is-
rael intentaron animar la fe desfalleciente de los israelitas recordándoles las
promesas hechas a Abrahán y las palabras proféticas de José justamente antes
de su fallecimiento, cuando preanunció la liberación de su pueblo de Egip-
to.”—La Historia de la Redención, pág. 116.
“Al salir de Egipto los israelitas llevaron consigo un precioso legado: los
huesos de José (véase Éxodo 13), que habían esperado por tanto tiempo el
cumplimiento de la promesa de Dios, y que durante los tenebrosos años de
esclavitud habían servido a manera de recordatorio que anunciaba la libera-
ción de los israelitas.”—Patriarcas y Profetas, pág. 287.
“Al dar muerte al egipcio, Moisés había caído en el mismo error que co-
metieron tan a menudo sus antepasados; es decir, había intentado realizar
por sí mismo lo que Dios había prometido hacer. Dios no se proponía libertar
a su pueblo mediante la guerra, como pensó Moisés, sino por su propio gran
poder, para que la gloria fuese atribuida sólo a él. No obstante, aun de este
acto apresurado se valió el Señor para cumplir sus propósitos. Moisés no es-
taba preparado para su gran obra. Aún tenía que aprender la misma lección
de fe que se les había enseñado a Abrahán y a Jacob, es decir, a no depender,
para el cumplimiento de las promesas de Dios, de la fuerza y sabiduría huma-
nas, sino del poder divino.”—Patriarcas y Profetas, pág. 253.
b. Cuando Moisés regresó a Egipto con Aarón, primero reunieron a los an-
cianos de Israel para darles a conocer el plan de Dios para liberar a Israel
de Egipto. ¿Cuál fue la reacción de los ancianos? Éxodo 4:29–31.
“Los hebreos habían esperado obtener su libertad sin ninguna prueba es-
pecial de su fe, sin penurias ni sufrimientos verdaderos. Pero aún no estaban
preparados para la liberación. Tenían poca fe en Dios, y no querían sopor-
tar con paciencia sus aflicciones hasta que él creyera conveniente obrar por
ellos. Muchos se conformaban con permanecer en la servidumbre, antes que
enfrentar las dificultades que acompañarían el traslado a una tierra extraña;
y los hábitos de algunos se habían hecho tan parecidos a los de los egipcios
que preferían vivir en Egipto. Por lo tanto, el Señor no los liberó mediante
la primera manifestación de su poder ante Faraón. Rigió los acontecimientos
para que se desarrollara más plenamente el espíritu tiránico del rey egipcio,
y para revelarse a su pueblo. Cuando vieran su justicia, su poder y su amor,
elegirían dejar a Egipto y entregarse a su servicio.”—Ídem., pág. 266.
3. UN MEMORIAL DE LA LIBERACIÓN
a. ¿Qué significaba el servicio de la Pascua? Éxodo 12:21–27.
“Por primera vez, el niño Jesús miraba el templo. Veía a los sacerdotes
de albos vestidos cumplir su solemne ministerio. Contemplaba la sangrante
víctima sobre el altar del sacrificio. Juntamente con los adoradores, se incli-
naba en oración mientras que la nube de incienso ascendía delante de Dios.
Presenciaba los impresionantes ritos del servicio pascual. Día tras día, veía
más claramente su significado. Todo acto parecía ligado con su propia vida.
Se despertaban nuevos impulsos en él. Silencioso y absorto, parecía estar es-
tudiando un gran problema. El misterio de su misión se estaba revelando al
Salvador.”—El Deseado de Todas las Gentes, págs. 57, 58.
“Así como el sábado fue la señal que distinguía a Israel cuando salió de
Egipto para entrar en la Canaán terrenal, así también es la señal que ahora
distingue al pueblo de Dios cuando sale del mundo para entrar en el reposo
celestial. El sábado es una señal de la relación que existe entre Dios y su pue-
blo, una señal de que éste honra la ley de su Creador. Hace distinción entre
los súbditos leales y los transgresores…
“El sábado que fue dado al mundo como señal de que Dios es el Creador,
es también la señal de que es el Santificador. El poder que creó todas las
cosas es el poder que vuelve a crear el alma a su semejanza. Para quienes lo
santifican, el sábado es una señal de santificación. La verdadera santificación
es armonía con Dios, unidad con él en carácter. Se recibe obedeciendo a los
principios que son el trasunto de su carácter. Y el sábado es la señal de obe-
diencia. El que obedece de corazón al cuarto mandamiento, obedecerá toda
la ley. Queda santificado por la obediencia.”—Testimonios para la Iglesia, tomo
6, págs. 351, 352.
Viernes ^
19 de abril
Año Bíblico: 2 Samuel 21-22
Liberación de la
Educación de Egipto
“No aprendáis el camino de las naciones” (Jeremías 10:2).
“Ruego a los padres que coloquen a sus hijos donde no sean hechizados
por una falsa educación. Su única seguridad está en aprender de Cristo. Él es
la gran Luz central del mundo. Todas las otras luces, todas las otras sabidu-
rías, son necedades.”—The Review and Herald, 17 de agosto, 1897.
Lectura adicional: La Educación, págs. 45–50;
El Hogar Cristiano, págs. 160–168.
Domingo ^
21 de abril
Año Bíblico: 1 Reyes 1-2:25
c. ¿Qué era necesario para que Moisés desaprendiera los aspectos negativos
de su educación egipcia? Éxodo 3:1 (primera parte).
b. ¿Cuál es el propósito de Dios para nosotros, tal como lo era para el an-
tiguo Israel? Deuteronomio 14:2. En cambio, al igual que Israel, ¿qué
deseamos nosotros? 1 Samuel 8:5.
c. ¿De qué peligro debemos protegernos? Juan 12:43. ¿Puede Cristo morar
en un corazón dividido? Mateo 6:24.
“Pero cuando los israelitas fueron sacados de Egipto, había pocos entre
ellos preparados para ser colaboradores con Dios en la educación de sus hijos.
Los padres mismos necesitaban instrucción y disciplina. Puesto que habían
sido esclavos durante toda su vida, eran ignorantes, incultos y degradados.
Tenían poco conocimiento de Dios y escasa fe en él. Estaban confundidos
por enseñanzas falsas y corrompidos por su largo contacto con el paganis-
mo.”—La Educación, pág. 34.
“Los padres tendrán necesidad de paciencia y fortaleza moral, para que
en el temor de Dios puedan desaprender las costumbres del mundo.”—The
Review and Herald, 13 de noviembre, 1894.
b. ¿Qué sucedió con los israelitas que no aceptaron la educación que Dios
quería que tuvieran? 1 Corintios 10:5, 6. ¿A qué pecados eran más pro-
pensos debido a su educación en Egipto?
“La gran lección que se les debe dar a los jóvenes es que, como adoradores
de Dios, deben apreciar los principios bíblicos y mantener al mundo como
algo secundario. Dios quiere que todos sean instruidos acerca de cómo pue-
den realizar las obras de Cristo, y entrar por las puertas a la ciudad celestial.
No debemos dejar que el mundo nos convierta; debemos esforzarnos fervien-
temente para convertir al mundo.”—Ídem., 17 de agosto, 1897.
b. ¿Por qué la comunión con Dios es una parte esencial de la educación? Job
22:21.
Viernes ^
26 de abril
Año Bíblico: 1 Reyes 12-13
Liberación de la Muerte
“¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu
victoria?” (1 Corintios 15:55).
“Los escogidos del Señor pueden caer en sus puestos de guardia, pero sólo
han quedado dormidos, para descansar hasta que Jesús los despierte para
compartir con él un eterno peso de gloria.”—Alza Tus Ojos, pág. 270.
Lectura adicional: The Spirit of Prophecy, tomo 4, págs. 351–369;
Hijos e Hijas de Dios, págs. 231, 232.
Domingo ^
28 de abril
Año Bíblico: 1 Reyes 16-18
1. COMPONENTES DE LA VIDA
a. Describa el proceso de cómo Dios infundió vida al hombre. Génesis 2:7;
1 Corintios 15:45 (primera parte).
“La vida física es algo que cada individuo recibe. No es eterna o inmortal;
porque Dios, el Dador de la vida, la toma nuevamente. El hombre no tiene
control sobre su vida.”—Maranata, pág. 300.
2. ¿QUÉ ES LA MUERTE?
a. ¿Cuál es la condición del hombre al morir? Eclesiastés 9:5, 6; Salmo 6:5.
“Dios declaró que como castigo por el pecado [de Adán], el hombre debía
regresar a la tierra de donde había sido tomado: ‘Polvo eres, y al polvo volve-
rás.’ [Génesis 3:19.]”—The Spirit of Prophecy, tomo 4, pág. 352.
“Es algo solemne morir, pero es mucho más solemne vivir. Cada pensa-
miento, palabra y acción de nuestra vida volverá a confrontarnos. Tendremos
que seguir siendo durante toda la eternidad lo que no hayamos hecho duran-
te el tiempo de gracia. La muerte provoca la disolución del cuerpo, pero no
produce cambio alguno en nuestro carácter, ni lo cambia tampoco la venida
de Cristo; tan sólo lo fija para siempre sin posibilidad de cambio.
“Vuelvo a invitar a los miembros de la iglesia a ser cristianos, a ser seme-
jantes a Cristo. Jesús no trabajaba para sí mismo sino para los demás… Si sois
cristianos, imitaréis su ejemplo.”—La Fe Por la Cual Vivo, pág. 171.
“Considerad cada deber, por humilde que sea, como sagrado, porque es
parte del ministerio divino. No permitáis que nada os haga olvidar a Dios.
Llevad a Cristo en todo lo que hagáis. Entonces vuestras vidas estarán llenas
de brillo y acción de gracias.”—In Heavenly Places, pág. 226.
“Cada momento está cargado de consecuencias eternas. Debemos per-
manecer como centinelas, listos para el servicio en cualquier momento. La
oportunidad que ahora tenemos de hablar a un alma necesitada de la palabra
de vida puede que nunca vuelva a ofrecerse. Puede ser que Dios diga: ‘Esta
noche vuelven a pedir tu alma,’ y a causa de nuestra negligencia no se halle
lista. (Lucas 12:20.)”— The Faith I Live By, pág. 158.
b. ¿Adónde van todos los seres humanos cuando mueren? Hechos 2:29, 34,
35; Salmo 89:48; Eclesiastés 9:10.
4. LIBRADOS DE LA MUERTE
a. ¿Cuál es el aguijón de la muerte? 1 Corintios 15:56.
“Con su vida, Cristo compró a cada ser humano. Murió de una muerte
cruel para salvar a los seres humanos de la muerte eterna. Dio su vida sin
pecado para conseguir en favor del pecador una vida que se mida con la de
Dios. Por medio de su muerte, ha provisto un método mediante el cual el
hombre puede romper con Satanás, volver a su fidelidad a Dios, y obtener el
perdón por medio de su fe en el Redentor…
“El que tiene todo el poder del cielo y de la tierra restaurará a cada alma
arrepentida y creyente… Tiene profundo interés en cada alma, porque ha
pagado el precio de su propia vida para que nadie se pierda eternamente.”—
Hijos e Hijas de Dios, pág. 232.
“El grito agonizante del Salvador: ‘Consumado es,’ fue el toque de ago-
nía para Satanás. Fue entonces cuando quedó zanjado el gran conflicto que
había durado tanto tiempo y asegurada la extirpación final del mal. El Hijo
de Dios atravesó los umbrales de la tumba, ‘para destruir por la muerte al
que tenía el imperio de la muerte, es a saber, al diablo.’ (Hebreos 2:14.) El
deseo que Lucifer tenía de exaltarse a sí mismo le había hecho decir: ‘¡Sobre
las estrellas de Dios ensalzaré mi trono,… seré semejante al Altísimo!’ Dios
declara: ‘Te torno en ceniza sobre la tierra,… y no existirás más para siempre.’
(Isaías 14:13, 14; Ezequiel 28:18, 19, V.M.)”—El Conflicto de los Siglos, pág. 558.
Viernes ^
3 de mayo
Año Bíblico: 2 Reyes 6-8
Liberación a través
de la Resurrección
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en
mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en
mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” (Juan 11:25, 26).
Domingo ^
5 de mayo
Año Bíblico: 2 Reyes 11-13
“La pregunta: ‘Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?’ (Job 14:14) ha sido
contestada. Al llevar la penalidad del pecado al bajar a la tumba, Cristo la
iluminó para todos los que mueren con fe. Dios, en forma humana, sacó a
luz la vida y la inmortalidad por el Evangelio. Al morir, Cristo aseguró la vida
eterna a todos los que crean en él y condenó al instigador del pecado y la
deslealtad a sufrir la pena del pecado: la muerte eterna.”—Testimonios para la
Iglesia, tomo 6, pág. 233.
2. UN MARAVILLOSO CAMBIO
a. ¿Qué le sucede al cuerpo después de la muerte? Juan 11:39.
“Lázaro había sido puesto en una cueva rocosa, y una piedra maciza ha-
bía sido puesta frente a la entrada. ‘Quitad la piedra,’ dijo Cristo. Pensando
que él deseaba tan sólo mirar al muerto, Marta objetó diciendo que el cuerpo
había estado sepultado cuatro días y que la corrupción había empezado ya su
obra.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 491.
“Allí yacía el cuerpo de Lázaro en su tumba rocosa, frío y en mortal silen-
cio.”—The Youth’s Instructor, 4 de mayo, 1899.
“Por largo tiempo hemos esperado el retorno del Señor. Pero la promesa
es, de todos modos, segura. Pronto estaremos en nuestro hogar prometido.”—
Testimonios para la Iglesia, tomo 8, pág. 265.
“El objeto de la partida de Cristo era lo opuesto de lo que temían los dis-
cípulos. No significaba una separación final. Iba a prepararles lugar, a fin de
volver aquí mismo a buscarlos. Mientras les estuviese edificando mansiones,
ellos habían de edificar un carácter conforme a la semejanza divina.”—El
Deseado de Todas las Gentes, pág. 618.
b. ¿Qué palabras de ánimo tenemos con respecto a los que han muerto?
¿Cuál es la seguridad que poseemos de que la resurrección tendrá lugar?
1 Tesalonicenses 4:13–17.
“Cristo hizo posible que cada hijo de Adán pudiera, mediante una vida de
obediencia, vencer el pecado y levantarse también de la tumba para recibir
su heredad de inmortalidad comprada por la sangre de Cristo.”—En Lugares
Celestiales, pág. 44.
“Cuando la voz del poderoso ángel fue oída junto a la tumba de Cristo,
diciendo: ‘Tu Padre te llama,’ el Salvador salió de la tumba por la vida que
había en él…
“Sobre la tumba abierta de José, Cristo había proclamado triunfante: ‘Yo
soy la resurrección y la vida.’ Únicamente la Divinidad podía pronunciar
estas palabras. Todos los seres creados viven por la voluntad y el poder de
Dios. Son receptores dependientes de la vida de Dios. Desde el más sublime
serafín hasta el ser animado más humilde, todos son renovados por la Fuente
de la vida. Únicamente el que es uno con Dios podía decir: Tengo poder para
poner mi vida, y tengo poder para tomarla de nuevo. En su divinidad, Cristo
poseía el poder de quebrar las ligaduras de la muerte.”—El Deseado de Todas
las Gentes, pág. 729.
“El espíritu de Jesús durmió en el sepulcro con su cuerpo, y no voló hacia
el cielo… Todo lo que comprendía la vida y la inteligencia de Jesús permane-
ció con su cuerpo en el sepulcro; y cuando salió fue como un ser completo;
no tuvo que convocar a su espíritu desde el cielo. Él tenía poder para dar su
vida y para retomarla.”—The Spirit of Prophecy, tomo 3, págs. 203, 204.
Viernes ^
10 de mayo
Año Bíblico: 2 Reyes 23:21-25
El Ministerio de Liberación
“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió
Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos,
a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a
los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel” (Isaías 61:1).
Domingo ^
12 de mayo
Año Bíblico: 1 Crónicas 3-5
2. LA MISIÓN DE CRISTO
a. ¿Cómo se describe el carácter del Libertador venidero? ¿Con qué poder
obraría? Isaías 42:1–4.
c. ¿Qué hecho resume la obra de la vida de Cristo? Hechos 10:38. ¿Qué co-
sas prácticas incluía la obra de Cristo? Mateo 4:23, 24.
“Todos los que son miembros del reino de Cristo lo representarán en ca-
rácter y temperamento.”—God’s Amazing Grace, pág. 14.
“Al someterse al pecado, el hombre coloca su voluntad bajo el control de
Satanás. Se convierte en un cautivo impotente del poder del tentador. Dios
envió a su Hijo al mundo para romper el poder de Satanás, y para emancipar
la voluntad del hombre. Lo envió a proclamar libertad a los cautivos, para
aliviar las pesadas cargas, y para libertar al oprimido.”—Nuestra Elevada Vo-
cación, pág. 106.
“Descubrid cuál es la necesidad los pobres y los que sufren, y luego, con
amor y ternura, ayudadlos a tener valor, esperanza y confianza compartien-
do con ellos las cosas buenas que Dios os ha dado. Así estaréis haciendo
precisamente la obra que Dios quiere que hagáis.”—The Medical Missionary, 1
de junio, 1891.
“La obra de Cristo debe servirnos de ejemplo. Continuamente iba de un
lugar a otro haciendo bienes. En el templo y en la sinagoga, en las calles de
las ciudades, en los mercados y en los talleres, a la orilla del mar y sobre los
montes, predicaba el Evangelio y sanaba a los enfermos. Su vida de servicio
desinteresado debe servirnos de manual. Su tierno amor compasivo condena
nuestro egoísmo y la dureza de nuestro corazón.”—Testimonios para la Iglesia,
tomo 9, pág. 26.
c. ¿Qué promesa hizo Cristo a sus discípulos con respecto al poder que ha-
bía de asistir a la difusión del Evangelio? Hechos 1:8.
4. TESTIGOS DE LA LIBERACIÓN
a. ¿Qué palabras de ánimo deberían inspirarnos a seguir los pasos de Jesús
para alcanzar a los demás? Isaías 52:7; 61:6–9.
“[Dios] quiere que organicéis reuniones para la gente de afuera, para que
ella aprenda a conocer las verdades de este último mensaje de amonestación.
Habrá lugares donde seréis recibidos con gozo, donde las almas os agradece-
rán de haber ido en su ayuda. Quiera Dios ayudaros a entregaros a esta obra
como jamás lo habéis hecho.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 9, pág. 87.
“Se requerirá valor moral para hacer la obra de Dios sin vacilar. Aquellos
que hacen esto no pueden dar lugar al amor propio, a consideraciones egoís-
tas, a la ambición, al amor a la comodidad, o al deseo de evitar la cruz.”—The
Review and Herald, 7 de febrero, 1893.
“Noten que no deben consolar sólo a los pocos a quienes están inclinados
a considerar con favor, sino a todos los que lloran, a todos los que les piden
ayuda y alivio; y más aún, deben buscar a los necesitados. Job dice: ‘De la
causa que no entendía, me informaba con diligencia’. No esperaba a que le
instaran, y luego se alejaba, diciendo: ‘No le ayudaré.’”—Ídem., 15 de octu-
bre, 1901.
“El mundo está lleno de hombres y mujeres que llevan una pesada car-
ga de dolor, sufrimiento y pecado. Dios envía a sus hijos para revelarle a él,
quien les quitará la carga y les dará descanso. La misión de los siervos de
Cristo es ayudar, bendecir y sanar.”—Ídem., 29 de octubre, 1903.
Viernes ^
17 de mayo
Año Bíblico: 1 Crónicas 17-20
“El Dueño del mundo es rico en recursos, y bendecirá a todo aquel que
procure beneficiar a los demás.”—El Ministerio de Curación, pág. 152.
Lectura adicional: El Ministerio de Curación, págs. 119–137.
Domingo ^
19 de mayo
Año Bíblico: 1 Crónicas 24-26
“El ejemplo del Salvador debe servirnos de modelo para nuestro servicio
en pro de los tentados y extraviados. Hemos de manifestar para con los de-
más el mismo interés, la misma ternura y longanimidad que él manifestó ha-
cia nosotros… Si Cristo mora en nosotros, manifestaremos su abnegado amor
para con todos aquellos con quienes tratemos. Cuando veamos a hombres y
mujeres necesitados de simpatía y ayuda, no nos preguntaremos si son dig-
nos, sino cómo podemos beneficiarles.”—El Ministerio de Curación, pág. 120.
“Los móviles cristianos requieren que trabajemos con firme propósito, in-
terés inapagable y empeño siempre creciente por las almas a quienes Satanás
procura destruir. Nada debe entibiar la fervorosa energía con que trabajamos
en pro de la salvación de los perdidos.”—El Ministerio de Curación, pág. 122.
b. ¿Qué actitud debemos tener hacia aquellos que luchan contra el pecado?
¿Por qué? Gálatas 6:1; Romanos 14:10.
b. ¿Cómo pueden ser victoriosos los que están atrapados en malos hábitos?
Salmo 119:11; 17:4.
b. ¿Qué es lo que a menudo les falta a los pobres y cómo podemos ayudar-
los? Proverbios 13:23.
c. ¿Qué promesas hay para los que ayudan a los pobres? Lucas 6:35, 38;
Proverbios 28:27.
“Hecho ya todo lo que puede hacerse para ayudar al pobre a satisfacer sus
necesidades, quedan aún las viudas y los huérfanos, los ancianos, los desvali-
dos y los enfermos, quienes requieren también simpatía y cuidados. No hay
que desatenderlos jamás. Dios los encomienda a la misericordia, al amor y al
tierno cuidado de todos los que él ha establecido por sus mayordomos.”—El
Ministerio de Curación, pág. 153.
“El Señor atiende a la viuda y a los huérfanos, no mediante un milagro,
como el envío del maná del cielo, ni por cuervos que les lleven de comer;
sino por medio de un milagro realizado en corazones humanos, al desalojar
de éstos el egoísmo y abrir las fuentes del amor cristiano.”—Ídem., pág. 154.
“Hay bendición en la asociación de ancianos y jóvenes. Estos últimos
pueden llevar rayos de sol al corazón y la vida de los ancianos… Los jóvenes
también pueden obtener ayuda de la sabiduría y la experiencia de los ancia-
nos.”—Ídem., pág. 156.
Viernes ^
24 de mayo
Año Bíblico: 2 Crónicas 10-13
46
46 Lecciones Bíblicas
Lecciones abril-junio, 2019
Sabáticas, abril–junio,
Bíblicas Sabáticas,
Lección 9 Sábado, 1 de junio de 2019
^ Año Bíblico: Esdras 1-2
Liberación de la Enfermedad
“Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas
plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las
pondrá sobre todos los que te aborrecieren” (Deuteronomio 7:15).
“El cuerpo debe ser conservado en una condición saludable a fin de que
Domingo ^
26 de mayo
Año Bíblico: 2 Crónicas 18-20
1. PECADO Y ENFERMEDAD
a. ¿Cuál es la relación entre el pecado y la enfermedad? Salmo 103:3, 4;
Juan 5:14.
“Muchos están sufriendo a causa de las enfermedades del alma más que
por las del cuerpo, y no hallarán alivio hasta que acudan a Cristo, la fuente
de la vida.”—Mi Vida Hoy, pág. 158.
2. LA EXPERIENCIA DE ISRAEL
a. ¿Qué promesas hizo Dios a Israel con respecto a su salud, y cómo él iba a
cumplirlas? Éxodo 23:25.
“El Señor prometió al antiguo Israel que lo preservaría de todas las enfer-
medades con que había afligido a los egipcios, si tan sólo quería permanecer
en él y hacer todo lo que le exigiera; pero su promesa tenía la obediencia por
condición. Si los israelitas hubiesen seguido las instrucciones dadas y sacado
provecho de sus ventajas, hubiesen llegado a ser una lección objetiva para el
mundo, por su salud y su prosperidad. Los israelitas no realizaron el propósito
divino y perdieron así las bendiciones que les eran reservadas. Sin embargo,
en José y en Daniel, en Moisés y en Elías, como en otros muchos casos, tene-
mos nobles ejemplos de los resultados que pueden obtenerse viviendo confor-
me a las verdaderas normas. La misma fidelidad producirá hoy día los mismos
resultados.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 9, pág. 132.
3. JESÚS, EL SANADOR
a. ¿Qué sufrió Cristo para que pudiéramos tener liberación tanto del peca-
do como de la enfermedad? Isaías 53:5.
c. ¿Cómo nos ayuda Jesús cuando estamos enfermos? Mateo 8:17; 11:28–30.
“El amor que Cristo infunde en todo nuestro ser es un poder vivificante.
Da salud a cada una de las partes vitales: el cerebro, el corazón y los nervios.
Por su medio las energías más potentes de nuestro ser despiertan y entran
en actividad. Libra al alma de culpa y tristeza, de la ansiedad y congoja que
agotan las fuerzas de la vida. Con él vienen la serenidad y la calma. Implanta
en el alma un gozo que nada en la tierra puede destruir: el gozo que hay en
el Espíritu Santo, un gozo que da salud y vida.
“Las palabras de nuestro Salvador: ‘Venid a mí,… que yo os haré des-
cansar’ (S. Mateo 11:28), son una receta para curar las enfermedades físicas,
mentales y espirituales. A pesar de que por su mal proceder los hombres
han atraído el dolor sobre sí mismos, Cristo se compadece de ellos. En él
pueden encontrar ayuda. Hará cosas grandes en beneficio de quienes en él
confíen.”—El Ministerio de Curación, págs. 78, 79.
Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 95, No. 2 49
Miércoles ^
29 de mayo
Año Bíblico: 2 Crónicas 28-30
“La idea de hacer lo correcto es la mejor medicina para los cuerpos y las
mentes enfermas. El que está en paz con Dios ha asegurado el requisito más
importante para la salud. La bendición del Señor es vida para el receptor.”—
The Signs of the Times, 15 de junio, 1882.
“La condición de la mente tiene mucho que ver con la salud del sistema
físico. Si la mente está libre y feliz, bajo la conciencia de haber hecho bien,
y de un sentido de satisfacción en causar felicidad a otros, creará una alegría
que reaccionará sobre todo el sistema, causando circulación más libre de la
sangre y vigorizando todo el cuerpo.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 4,
pág. 64.
“A vosotros que sufrís de mala salud, os digo que hay remedio. Si vestís al
desnudo, y al pobre errante introducís en vuestra casa, y compartís vuestro
pan con el hambriento, ‘entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación
(salud, en hebreo) se dejará ver pronto’ Isaías 58:8. El hacer el bien es un ex-
celente remedio contra la enfermedad.”—Ídem., tomo 2, pág. 28.
“Si olvidáis al yo en vuestro interés por los demás, ganáis una victoria so-
bre vuestras flaquezas. La satisfacción que sentiréis al hacer el bien os ayuda-
rá en gran manera a recuperar la salud de la imaginación. El placer de hacer
el bien anima la mente y vibra a través de todo el cuerpo.”—Ídem., pág. 473.
b. ¿Qué oración podemos ofrecer al Señor para que nos ayude? Salmo
119:153, 154.
Viernes ^
31 de mayo
Año Bíblico: 2 Crónicas 34-36
Domingo ^
2 de junio
Año Bíblico: Esdras 3-5
“Satanás estudia la Biblia con cuidado. Sabe que le queda poco tiempo y
procura en todo punto contrarrestar la obra que el Señor está haciendo sobre
esta tierra.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 9, pág. 15.
“El gran conflicto que Satanás hizo estallar en los atrios celestiales ter-
minará antes de mucho… Como nunca antes, Satanás está desplegando su
potencia engañosa para seducir y destruir a toda alma que no esté precavi-
da.”—Ídem., tomo 7, pág. 138.
52 Lecciones Bíblicas Sabáticas, abril–junio, 2019
Lunes ^
3 de junio
Año Bíblico: Esdras 6-7
“No porque le hayamos amado primero nos amó Cristo a nosotros; sino
que ‘siendo aún pecadores,’ él murió por nosotros. No nos trata conforme a
nuestros méritos. Por más que nuestros pecados hayan merecido condena-
ción no nos condena. Año tras año ha soportado nuestra flaqueza e igno-
rancia, nuestra ingratitud y malignidad. A pesar de nuestros extravíos, de
la dureza de nuestro corazón, de nuestro descuido de su Santa Palabra, nos
alarga aún la mano.”—El Ministerio de Curación, pág. 119.
“Aun los pecadores cuyos corazones no estén herméticamente cerrados
al Espíritu de Dios responden a la bondad. Así como pueden responder al
odio con el odio, también corresponderán al amor con el amor. Solamente el
Espíritu de Dios devuelve el amor por odio. El ser bondadoso con los ingratos
y los malos, el hacer lo bueno sin esperar recompensa, es la insignia de la rea-
leza del cielo, la señal segura mediante la cual los hijos del Altísimo revelan
su elevada vocación.”—El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 66.
“Puede ser que nunca conozcamos, hasta el día del juicio, la influencia
de una línea de conducta afable y considerada hacia el inconsecuente, el irra-
zonable y el indigno. Si luego de manifestaciones de provocación e injusticia
de parte de ellos, usted los trata como trataría a una persona inocente, y aun
se esfuerza por mostrar actos especiales de amabilidad, entonces ha desem-
peñado la parte que le corresponde a un cristiano; y ellos se sorprenden y se
avergüenzan, y ven su propia conducta y vileza en forma más clara que si
usted les hubiera echado en cara con claridad sus reprochables acciones para
reprenderlas.”—El Ministerio Médico, págs. 275, 276.
c. Relate acerca de una ocasión en que se practicó este espíritu. ¿Cuáles fue-
ron los resultados? 2 Reyes 6:18–23.
Viernes ^
7 de junio
Año Bíblico: Nehemías 4-6
Domingo ^
9 de junio
Año Bíblico: Nehemías 9-10
b. ¿Por qué oró Eliseo, y cómo respondió Dios a su oración? 2 Reyes 6:17.
¿Cómo podemos tener la misma protección en el día de la angustia?
b. Al ser llevados ante el rey y tener una segunda oportunidad, ¿qué res-
puesta dieron los tres jóvenes? Daniel 3:16–18.
c. ¿Cómo los libró Dios? Daniel 3:19–27. ¿Qué reconoció el rey? Versículo
29, segunda parte.
“Ha sido promulgado por la más alta autoridad terrestre el decreto de que
adoren a la bestia y reciban su marca bajo pena de persecución y muerte.
¡Dios ayude entonces a su pueblo! porque ¿qué podría hacer sin su ayuda en
un conflicto tan terrible?
“No se adquieren en un momento el valor, la fortaleza, la fe y la confianza
implícita en el poder de Dios para salvarnos. Estas gracias celestiales se ad-
quieren por la experiencia de años. Por una vida de santo esfuerzo y de firme
adhesión a lo recto, los hijos de Dios estaban sellando su destino. Asediados
de innumerables tentaciones, sabían que debían resistir firmemente o quedar
vencidos. Sentían que tenían una gran obra que hacer, que a cualquier hora
podían ser llamados a deponer su armadura; y que si llegaran al fin de su vida
sin haber hecho su obra, ello representaría una pérdida eterna.”—Testimonios
para la Iglesia, tomo 5, pág. 198.
5. VENCEDORES DE DIOS
a. ¿Cómo podemos ser vencedores en el último gran conflicto con el mal?
Apocalipsis 12:11.
Viernes ^
14 de junio
Año Bíblico: Ester 8-10
Liberación de la Destrucción
“Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le
pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre”
(Salmo 91:14).
“Destruirá Dios a los impíos de la tierra. Pero los justos serán protegidos
en medio de estas conmociones, como lo fue Noé en el arca. Dios será su
refugio y tendrán confianza bajo sus alas protectoras.”—Patriarcas y Profetas,
pág. 101.
Lectura adicional: El Conflicto de los Siglos, págs. 671–692.
Domingo ^
16 de junio
Año Bíblico: Job 5-8
2. LA RESTAURACIÓN PREVISTA
a. ¿Cuál es el plan de Dios con respecto a la tierra? Apocalipsis 21:5; Isaías
65:17.
“La tierra prometida a los mansos no será igual a ésta, que está bajo la
sombra de la muerte y de la maldición… ‘Y no habrá más maldición; y el tro-
no de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán.’ Apocalipsis
22:3.
“No habrá contratiempo, ni dolor, ni pecado; no habrá quien diga: Estoy
enfermo. No habrá entierros, ni luto, ni muerte, ni despedidas, ni corazones
quebrantados; mas Jesús estará allá, y habrá paz. ‘No tendrán hambre ni sed,
ni el calor ni el sol los afligirá; porque el que tiene de ellos misericordia los
guiará, y los conducirá a manantiales de aguas.’ Isaías 49:10.”—El Discurso
Maestro de Jesucristo, pág. 20.
“Pronto habrá un cielo nuevo y una tierra nueva donde more la justicia.
El Señor me ha mostrado que nuestras fuerzas físicas, mentales y morales,
bajo la orientación del Espíritu, serán educadas para realizar la obra con toda
pureza, sin que se introduzca ni una sola hebra de la ciencia satánica que
eche a perder el diseño que Cristo nos ha dado. Los talentos y las facultades
que han sido fortificados en justicia serán empleados, fortalecidos y prepara-
dos para realizar las obras designadas por el Cielo.”—Alza Tus Ojos, pág. 95.
“Como pueblo, ¿consideramos suficientemente esta advertencia? Si no
prestamos atención, si miramos la advertencia con indiferencia, si permiti-
mos que las cosas terrenales y temporales absorban nuestra atención, y per-
demos nuestra comprensión del carácter esencial de la oración, nos encontra-
remos entre aquellos que no son considerados dignos de ser salvos. La justicia
de Cristo debe ser nuestra primera consideración. El servicio de Dios debe ser
nuestro primer asunto.”—The Signs of the Times, 5 de diciembre, 1895.
c. ¿Qué otras bendiciones concederá Dios a los fieles? Isaías 65:21, 22, 25.
3. DESTRUCCIÓN DE LO ANTIGUO
a. Antes de que Dios pueda hacer nuevas las cosas, ¿qué debe suceder pri-
mero con lo viejo? 2 Pedro 3:10; Isaías 51:6.
b. ¿Qué medios usará Dios para destruir el mundo? 2 Pedro 3:6, 7. ¿Quién
perecerá en esta destrucción? Lucas 3:17.
“Los pies de los malvados nunca profanarán la tierra renovada. Del cielo
descenderá fuego de Dios para devorarlos y quemarlos: raíz y rama. Satanás
es la raíz y sus hijos las ramas.
“El mismo fuego proveniente de Dios que consumió a los impíos purificó
toda la tierra. Las desgarradas montañas se derritieron con el ardiente calor;
también la atmósfera y todo el rastrojo fueron consumidos. Entonces nuestra
heredad apareció delante de nosotros, gloriosa y bella, y heredamos toda la
tierra renovada.”—Maranata, pág. 349.
c. ¿Cómo debería afectar nuestra vida diaria este conocimiento de los pla-
nes de destrucción de Dios? 2 Pedro 3:11, 12, 14.
c. ¿Cómo sabemos que Dios siempre estará listo para ayudar a sus segui-
dores? Salmo 121:4–8.
“En los Salmos, David habla de que Dios es un refugio y una torre fuerte,
un refugio y una fortaleza; a él podemos correr y ser salvos. Qué precioso es
el pensamiento de que Dios es nuestro refugio y que él será nuestra ayuda en
todo tiempo y en todo lugar, y que en toda emergencia tendremos a Dios con
nosotros. Él dice que dará a sus ángeles la orden acerca de nosotros de guar-
darnos en todos nuestros caminos.”—Sermons and Talks, tomo 2, págs. 58, 59.
Viernes ^
21 de junio
Año Bíblico: Job 25-29
Domingo ^
23 de junio
Año Bíblico: Job 34-37
“Los hijos de Dios pueden gozarse en todas las cosas y en todo tiempo.
Cuando vienen problemas y dificultades, creyendo en la sabia providencia
de Dios, podéis estar gozosos. No necesitáis un feliz vuelo del sentimiento,
sino que por fe podéis descansar en las promesas y elevar un himno de ac-
ción de gracias a Dios.”—En Lugares Celestiales, pág. 123.
“La presencia del Padre rodeaba a Cristo, y nada le sucedía que Dios en
su infinito amor no permitiera para bendición del mundo. Esto era fuente
de consuelo para Cristo, y lo es también para nosotros. El que está lleno del
espíritu de Cristo vive en Cristo. Lo que le suceda viene del Salvador, que
le rodea con su presencia. Nada podrá tocarle sin permiso del Señor. Todos
nuestros padecimientos y tristezas, todas nuestras tentaciones y pruebas, to-
das nuestras pesadumbres y congojas, todas nuestras privaciones y persecu-
ciones, todo, en una palabra, contribuye a nuestro bien. Todos los aconteci-
mientos y circunstancias obran con Dios para nuestro bien.”—El Ministerio
de Curación, pág. 389.
c. ¿Qué cobertura espiritual provee Dios a sus hijos? Isaías 61:10; Jeremías
23:6.
3. REGOCIJÁNDOSE EN LA VICTORIA
a. ¿Cómo expresaron Moisés y los hijos de Israel su gratitud a Dios por ha-
berlos librado en el Mar Rojo? Éxodo 15:1, 21.
b. ¿Qué quiere Dios que hagamos hoy cuando nos da la victoria? Salmos
98:1; 146:2.
“El Señor permite con frecuencia que su pueblo sea llevado a lugares es-
trechos, para que puedan volverse a él, su protector y libertador, como un
niño se vuelve a sus padres cuando está en problemas y teme. Que seamos
afligidos, no es evidencia de que Dios está en contra de nosotros… Es verdad
que el dolor y la muerte son la consecuencia del pecado. Pero el Señor per-
mite que los que ama sean puestos a prueba, para que aprendan las preciosas
lecciones de la confianza y la fe. Si las pruebas se reciben correctamente,
serán de gran valor para nosotros en nuestra experiencia religiosa. A medida
que nos llevan a poner nuestra confianza más firmemente en Dios, nos fami-
liarizamos más con su carácter.
“Cuando el Señor ha respondido a nuestras oraciones y se ha mostrado
mejor de lo que temíamos, no debemos dejar de expresar nuestra gratitud
por sus misericordias. Como el ejército hebreo, debemos alabarle por sus ma-
ravillosas obras. Aquí muchos fallan en glorificar a Dios. No hablan de su
bondad, dando a conocer a todos a su alrededor que el Señor es para ellos
una ayuda presente en todo momento de necesidad.”—The Signs of the Times,
10 de marzo, 1881.
“Con sus recursos, puede extender una mesa en el desierto. Por el toque
de su mano, puede aumentar las provisiones escasas y hacerlas bastar para
todos.”—Conflicto y Valor, pág. 226.
c. ¿Cómo proveerá Dios la victoria final para su pueblo? Isaías 25:8; 1 Co-
rintios 15:57.
“Cuando Cristo venga por segunda vez, para ‘ser admirado en todos los
que creyeron’ (2 Tesalonicenses 1:10), la muerte será sorbida con victoria, y
no habrá más enfermedad, más aflicción, más muerte.”—A Fin de Conocerle,
pág. 364.
b. ¿Qué nos ha prometido Dios hoy, como preparación para un futuro glo-
rioso? 1 Crónicas 29:11.
Viernes ^
28 de junio
Año Bíblico: Salmos 18-22