12 Estudio de Caso Huasta-Peru
12 Estudio de Caso Huasta-Peru
12 Estudio de Caso Huasta-Peru
El proyecto “El clima cambia, cambia tú también” es coordinado por la Unión Internacional para la Conservación de
la Naturaleza –Sur (UICN SUR) y la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA). La SPDA, que es
responsable de las actividades en Perú y Bolivia, ha suscrito un convenio con el Instituto de Montaña (IM) —
Programa Andino de The Mountain Institute—para la elaboración de la ficha técnica, línea de base mínima y estudio
de caso de una de las áreas de estudio: la Comunidad de Huasta.
Proyecto: El clima cambia, cambia tú también
Octubre 2011
Elaboración del estudio de caso: Florencia Zapata y Pablo Dourojeanni, Instituto de Montaña
El proyecto “El clima cambia, cambia tú también” es coordinado por la Unión Internacional para la Conservación de
la Naturaleza –Sur (UICN SUR) y la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA). La SPDA, que es
responsable de las actividades en Perú y Bolivia, ha suscrito un convenio con el Instituto de Montaña (IM) —
Programa Andino de The Mountain Institute—para la elaboración de la ficha técnica, línea de base mínima y estudio
de caso de una de las áreas de estudio: la Comunidad de Huasta.
2
Tabla de contenido
Introducción 5
Caracterización geográfica 6
Ubicación y extensión
Acceso
Pisos altitudinales
Clima y estacionalidad
Suelos
3
IV. Respuestas desde los conocimientos y tecnologías locales 57
Descripción de las técnicas y tradicionalidad de las tecnologías
Percepciones locales: ¿Cómo nos preparamos o enfrentamos los cambios?
Descripción y evaluación de la técnica priorizada y mejoras percibidas
Identificación de otras acciones y medidas
Bibliografía
Anexos
Anexo 1: Indicadores demográficos del distrito de Huasta comparados con los indicadores nacionales y
regionales
Anexo 2: Descripción de la Clases de Capacidad de Uso Mayor de Suelos
Anexo 3: Cuadros resumen de las respuestas a la encuesta sobre problemas ambientales realizada por
el IM en el año 2009 en la localidad de Huasta
Anexo 4: Lista de personas entrevistadas
Anexo 5: Siglas y acrónimos de instituciones y organizaciones de base presentes en Huasta
Anexo 6: Tiempo óptimo para visitas interesadas en los impactos del cambio climático en Huasta
4
Introducción
Este estudio de caso fue elaborado por la antropóloga Florencia Zapata y el geógrafo Pablo
Dourojeanni del Instituto de Montaña y se basa en información recogida en trabajo de campo
por personal del Instituto de Montaña y la SPDA, así como en información generada en trabajos
previos del Instituto de Montaña en la zona y en la revisión de fuentes secundarias.
5
I. Descripción y condiciones del sitio
Caracterización geográfica
Ubicación y extensión
La Comunidad Campesina (CC) de Huasta está localizada en el distrito de Huasta, provincia de
Bolognesi, departamento de Ancash, en el centro norte del Perú (ver figura 1). La CC se ubica
en la vertiente occidental de la cordillera de los Andes y tiene como límite superior
(altitudinalmente) la cordillera Chaupi Janca, divisoria de aguas entre oriente y occidente en la
parte sur del departamento de Ancash. La cordillera de Chaupi Janca es uno de los más
relevantes elementos del paisaje de Huasta, su nombre proviene del quechua y significa
“cordillera del medio”, en alusión a su posición geográfica entre las cordilleras Blanca y
Huayhuash.
La Comunidad de
Huasta forma
parte de vertiente
izquierda de la
cuenca alta del río
Pativilca y posee
una superficie de
29 027.78
hectáreas (INEI,
1994).
Acceso
El acceso principal a la CC de Huasta desde la costa es por medio de la carretera
Panamericana Norte (PE 1N) a la altura del kilómetro 200 en Paramonga y se vira a la derecha
con dirección a Huaraz y el callejón de Huaylas por la carretera nacional PE 16. Al llegar a la
localidad de Conococha se llega a la carretera nacional PE 3N. Unos diez kilómetros después
de Conococha hay un pequeño desvío a la derecha con dirección a la capital provincial de
6
Bolognesi, Chiquián. Al llegar a Chiquián hay que seguir hacia la localidad de Pampam, donde
hay un cruce con otra carretera que en dirección Este se dirige al distrito de Aquia y en
dirección Sur se dirige a Huasta. Por la costa también se puede llegar usando una carretera
regional que se dirige hacia Cajatambo (LM 112) y que empalma con la carretera
Panamericana Norte un poco antes que la carretera nacional 3N antes mencionada.
Perú
7
Pisos altitudinales
La CC de Huasta se ubica en una zona estrictamente montañosa, con altitudes que van desde
los 2700 a los 5400 metros sobre el nivel del mar. El relieve alterna laderas escarpadas y valles
en “V” en la parte baja (de 2700 a 3800 o 4000 msnm) con pocas áreas planas donde se
practica la agricultura, ya sea en los fondos de valle o en terrazas naturales. Además, gran
˚ a 60˚
parte de la agricultura se asienta en terrenos con pendientes que varían de 5
aproximadamente. La agricultura se practica principalmente en la zona Quechua y en la zona
Suni (ver figura 2) según la tradicional nomenclatura propuesta por Pulgar Vidal (1981). Para
este trabajo se ha adaptado debidamente esta clasificación a las condiciones de la CC de
Huasta; de esta manera, las altitudes que fungen de fronteras entre las regiones han sido
ligeramente modificadas.
Encima de la zona Suni (de 3800 a 4800 Ecoregión Porcentaje del territorio
msnm) el relieve se suaviza por efecto de la de Huasta
Es en los fondos de estos valles y las laderas aledañas que se practica la ganadería extensiva
ya que los pastos y bofedales brindan la mayor cantidad de espacio para dicha actividad. Sin
embargo, en las parte más altas (encima de los 4800 msnm) las laderas se vuelven otra vez
muy escarpadas y con escasa o nula vegetación.
Siguiendo a Pulgar Vidal (Ibid.), por encima de la Puna se encuentra la Janca, en cuya parte
baja encontramos suelo desnudo, rocas y afloramientos rocosos de la roca madre con
pequeños parches de vegetación alpina. Más arriba, están los glaciares de la cordillera Chaupi
Janca.
8
Figura 2: Pisos altitudinales del distrito de Huasta. Elaboración propia.
9
Clima y estacionalidad
En Huasta las lluvias se concentran entre los meses de octubre y abril, mientras que las
temperaturas son relativamente constantes a lo largo del año, con una leve disminución entre
mayo y agosto. La precipitación anual promedio en Huasta es de 390 mm, con temperaturas
mensuales promedio de entre 8 ºC en julio y 10 ºC en enero (IWMI, 2009).
140 12
120 10
100
8
mm 80 ºC
6
60
4
40
20 2
0 0
En Fe Mar Abr Ma Jun Ju Ag Sep Oct No Dec
mes
Precipitación Temperatura
10
25
20
15
HUASTA
10
5
# de días
0
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dec
mes
En el anexo 4 se ha incluido información sobre las fechas óptimas para visitas interesadas en
los impactos del cambio climático en Huasta.
Suelos
En Huasta se observan variaciones importantes en términos de la calidad agrológica --síntesis
de la propiedades de fertilidad, condiciones físicas, relaciones suelo-agua, características de
relieve y climáticas dominantes-- que determinan mayores potencialidades de ciertas zonas
para la práctica de actividades agrícolas, ganaderas, forestales o de conservación (Ruiz, 2010).
El estudio de suelos 1 realizado por Ruiz (Ibid.) para determinar la Capacidad de Uso Mayor de
las tierras (CUM) --en el marco de una investigación exploratoria del sistema de producción
agrícola-ganadero de la comunidad—arrojó diferentes resultados según las unidades de
estudio, tal como se resume en el siguiente cuadro. No obstante, en términos generales los
resultados para las diferentes zonas de estudio refieren suelos con textura franco-arenosa y Ph
ligera o moderadamente ácido.
1
Se estudió desde el aspecto el suelo desde la óptica edafológica; es decir el estudio y análisis estuvo direccionado
a la capacidad del suelo de influir en el desarrollo de las plantas, específicamente del pastizal y de los cultivos
desarrollados en la comunidad campesina de Huasta. Cabe notar que el estudio no se hizo para toda la comunidad
sino solo para la zona más baja.
11
pH CE CaCO3 MO P K
Unidad CIC % Sat.
Clase
LAB de (1:1) (1:1) De
% % ppm ppm Textural
Campo 2 Bases
dS/m meq/100 g
7985 C2 6.45 0.3 0 9.1 13.5 542 Fr. A 22.72 96
7986 P1 5.83 0.1 0 9.65 2.9 142 Fr. A 13.6 68
7987 P2 5.54 0.27 0 4.76 5.5 171 Fr. A 14.72 80
7988 P3 6.25 0.11 0 4.14 1.6 28 Fr. A 16 88
7989 X 5.33 0.16 0 7.45 4 302 Fr. A 16.32 32
Cuadro 3. Reporte de análisis de caracterización de suelos de las unidades de estudio
Fuente: Ruiz (2010), a partir de los resultados del Laboratorio de Análisis de Suelos de la UNALM
2
La descripción de las clases de capacidad de uso mayor de suelos se detalla en el Anexo 2.
3
Además de la información recogida en campo y los datos demográficos del INEI, esta sección se basa el
documento “El patrimonio de Huasta. Diagnóstico de la Comunidad de Huasta: aproximaciones socioculturales”,
un completo análisis elaborado por el consultor Eloy Neira (2009) para el Instituto de Montaña. Además, para la
descripción de las actividades agropecuarias se ha consultado el informe de la “Investigación Exploratoria del
Sistema de Producción Agrícola-Ganadero” de Huasta, realizada por el consultor José Ruiz (2010). Recomendamos
la lectura de ambos textos a quienes estén interesados en profundizar la comprensión de las características
socioeconómicas y culturales de Huasta.
12
Distrito HUASTA
Provincia BOLOGNESI
Departamento ANCASH
Dispositivo de Creación LEY
Nro. del Dispositivo de Creación S/N
Fecha de Creación 28/01/1863
Capital HUASTA
Altura capital (m.s.n.m.) 3365
Población Censada 2007 2425
Superficie (Km2) 387.91
Densidad de Población (Hab/Km2) 6.3
Según Neira (2009), en base a los datos del Censo Nacional 2007 y a la información recogida
durante su trabajo de campo, el distrito de Huasta tiene 11 unidades territoriales y de gobierno
de diverso nivel (ver cuadro 4), con una distribución poblacional diferenciada: los centros
poblados tienden a estar ubicados en las zonas más bajas, cerca de las vías de acceso y al río
Aynín, mientras que las zonas más altas (ratay y puna grande) están menos pobladas
permanentemente.
4. Villalta Caserío
5. La Merced Caserío
Pomapata 6. Comunidad Centro poblado
Pocpa 7. Comunidad Centro poblado
Mahuay 8. Comunidad Centro poblado
Machcus 9. Comunidad Centro poblado
Quero 10. Anexo Centro poblado
Quisipata 11. Anexo Centro poblado
Cuadro 5: Unidades territoriales y de gobierno en el distrito de Huasta. Fuente: Neira (2009)
13
Datos poblacionales
Dado que los datos demográficos oficiales están disponibles a nivel distrital, a continuación se
describen los principales indicadores demográficos para el distrito de Huasta y luego se incluye
información específica para la Comunidad Campesina. El anexo 1 presenta los indicadores
demográficos del distrito de Huasta comparados con los indicadores nacionales y regionales.
El distrito de Huasta
Según los Censos Nacionales 2007: XI de Población y VI de Vivienda (INEI, 2008a), la
población del Distrito de Huasta es de 2425 habitantes y es principalmente urbana (66.4%),
con un 74.9% de la población económicamente activa dedicada a las actividades
agropecuarias, ya sea como pequeños productores minifundistas o peones. Hay una leve
mayoría de hombres (50.7% versus 49.3% de mujeres) y la edad promedio es de 31.3 años (el
39.4% es menor de 15 años).
De acuerdo al informe del INEI (2006) basado en el Censo de Población y Vivienda 2005, el
96.1% de los hogares de Huasta tienen al menos una necesidad básica insatisfecha,
situación que contrasta con las cifras a nivel nacional (50.6%) y de la región Ancash (61.3%).
En Huasta hay una Institución Educativa (IE 86223) que integra los niveles primario y
secundario El 70.4% de la población de 6 a 24 años asiste al sistema educativo regular; con
14
un 92.3% de asistencia entre los niños y niñas de 6 a 11 años, que disminuye a un 87.7% entre
los jóvenes de 12 a 16 años y a un 25.9% entre los jóvenes de 17 a 24 años.
Huasta cuenta con un único centro de salud básico, donde atienden un doctor y dos
enfermeras solo por la mañana. Para atenderse por la tarde, o ante cuadros de mayor
gravedad, los pobladores deben dirigirse a los centros de salud de otras localidades, siendo el
más cercano el de Chiquián. Las enfermedades más comunes son las respiratorias y
gastrointestinales. Según el INEI (2008a), el 15.3% de la población cuenta con Seguro Integral
de Salud (SIS) y el 4.2% cuenta con ESSALUD.
En cuanto al acceso a servicios básicos, según los Censos Nacionales 2007 el 61.2% de las
viviendas cuentan con electricidad pero solo el 21.7% cuentan con servicios higiénicos dentro
de las viviendas a través de la red pública de desagüe. Sin embargo, es notorio que solo el 3%
de las viviendas tendrían abastecimiento de agua a través de red pública de acuerdo a los
resultados del censo.
También cabe destacar que el 95.3% de la población del distrito utiliza la leña como principal
fuente de combustible para cocinar.
15
La Comunidad Campesina de Huasta
La Comunidad Campesina de Huasta tiene unos 200 comuneros empadronados, de los cuales
están activos 120 (Instituto de Montaña: 2009). Como explica Neira (2009:26-27), contestar la
pregunta sobre el número de pobladores de la comunidad “tiene múltiples respuestas
dependiendo de si estamos preguntando por comuneros empadronados y sus familias
nucleares, o por comuneros empadronados y sus familias extensas (con hijo/as con familia
nuclear pero no empadronados), o por comuneros empadronados y ciudadanos. Asimismo, la
respuesta dependerá de hasta dónde extendamos el ámbito territorial de la Comunidad de
Huasta 4”. Entonces, como él mismo nota, el número de pobladores oscilará entre unos 650
habitantes si nos referimos solo a los comuneros activos y sus familias y 1775 habitantes si se
incluye a toda la población que vive en el territorio de la comunidad (Ibid.). Por lo demás, la
información demográfica referida al distrito es también aplicable a la Comunidad.
Etnicidad
4
“Si bien legalmente Pampán pertenece a la Comunidad de Huasta en términos territoriales, en la práctica es una
unidad autónoma; otro tanto sucede con Rampón. El caso de Quisipata y Qero es más claro todavía pues tienen el
rango de anexos del distrito de Huasta” (Neira, 2009:27).
5
Esta auto-denominación, que con diversos matices se extiende a lo largo de gran parte de la sierra peruana, tiene
una explicación histórica y se remonta a la época de la Reforma Agraria durante el gobierno de Velasco Alvarado.
Ver: Bonilla et al (1987), Mayer (2002) y Pajuelo (2000).
6
No se describe en este documento la historia de la ocupación de Huasta por no ser un tema de este estudio, pero
pueden consultarse al respecto a Burga (2005), Neira (2009) y Robles Mendoza (2004 y 2006).
16
Principales actividades económicas: Ganadería y agricultura
Foto 2 (composición). Crianza de ganado y producción de quesos en Huasta (fotos: Florencia Zapata, 2010)
En los siguientes párrafos tomados de Ruiz (2010) se detallan las principales características de
la actividad agropecuaria en Huasta.
17
La agricultura que se desarrolla en el área de estudio de la comunidad campesina de Huasta se
caracteriza fundamentalmente por ser cultivos en secano y bajo riego; la magnitud de sus cultivos son
para autoconsumo y en menor escala para la comercialización, principalmente los cultivos conocidos
como primerizas, que son cultivados con fines comerciales. Los cultivos que predominan en las partes
altas son la papa, el olluco, la oca, mashua, habas; mientras que en las partes medias y bajas desarrollan
cultivos como habas, trigo, cebada, avena, y arvejas; además predomina el cultivo del maíz blanco y de
colores asociados con frijoles y cucurbitáceas (calabazas). (…) La rotación de cultivos en las zonas
intermedias y altas se inicia sembrando primero papas, luego la oca, olluco, mashua y finaliza con trigo y
cebada, periodo después del cual descansa y se convierte en zona de pastoreo comunal. Las rotaciones
siempre son iniciadas con el cultivo de la papa porque este cultivo requiere de una prolija preparación del
terreno, abonamiento, fertilización, cultivo, aporque y cosecha que prácticamente prepara el terreno para
los cultivos posteriores.
Fuente: Ruiz (2010: 56, 65, 73, 75)
En Huasta se realizan dos campañas agrícolas: la campaña grande, cuya siembra se realiza en
octubre y la cosecha en mayo; y la campaña chica, cuya siembra se realiza en septiembre y la
cosecha en febrero (IM: 2009).
18
Figura 5: Calendario agropecuario, festivo y de faenas de la CC de Huasta (IM, 2011).
Mes Actividades
Enero: Siembra de cebada y trigo.
Febrero: Siembra de alfalfa, cosecha de campaña chica. Fiesta de carnavales, faena de forestación.
Marzo: Barbecho de las chacras, celebración de semana santa.
Abril: Mejoramiento de pircas, faenas de limpieza de canales, caminos y reservorios.
Mayo: Cosecha de campaña grande: cultivos nativos. Celebración del día de la madre.
Junio: Riego de las partes bajas, maíz.
Julio: Cosecha de maíz. Celebración de las fiestas patrias.
Agosto: Feria ganadera. Fiesta patronal el 6 de agosto.
Setiembre: Preparación de terrenos en la parte alta. Siembra de campaña chica.
Octubre: Siembra campaña grande
Noviembre: N/D
Diciembre: Festividad de Los Negritos.
19
Fecha de Cultivo o
Ítem Especies de cultivares Aporque Fecha cosecha
siembra deshierbo
Jun- Jul Agos - Set Set - Oct Dic - Ene
1 Papa
Set - Oct Nov- Dic Ene - Feb Abr- May
2 Oca Jun - Jul Oct - Nov Dic - En Jun - Jul
3 Olluco Jun - Jul Oct - Nov Dic - En Jun - Jul
4 Mashua Jun - Jul Oct - Nov Dic - En Jun - Jul
5 Arvejas Dic - Ene Feb - no requiere Jun - Jul
6 Habas Set - Oct Nov- Dic Dic - Ene May - Jun
7 Trigo Ene -Feb Feb - no requiere Jun - Jul
8 Cebada Ene -Feb Feb - no requiere Jun - Jul
9 Maíz Set -Oct Nov - Dic Ene - Feb Jun - Jul
Cuadro 9: Calendario anual de siembra, cultivo, aporque y cosecha en CC Huasta
Fuente: Neira (2009).
La producción agrícola tiene diversos destinos. Según la información brindada por los
pobladores de Huasta, un 50% es para autoconsumo, un 40% para el mercado y un 10% para
semilla (IM: 2009). Asimismo, los productores agropecuarios venden 7 sus productos en
diversas ferias y mercados:
7
La venta de animales (vacunos ovinos) en la feria de Huaraz se realiza los días lunes, jueves y sábados, con mayor
intensidad en los mese de Abril-Mayo y agosto. Los quesos se venden todo el año a nivel regional y nacional.
Precios de referencia:
Ovino para carne S/.150.00 a S/.180.00 nuevos soles c/u
Ovino para cría (corderos) de 120.00 a S/.150.00 nuevos soles c/u
Vacuno para carne: S/.2,000.00 a 2,500.00 nuevos soles c/u
Vacuno para cría -reproductores: s/. 6,000.00 nuevos soles c/u
Queso: s/.12 a s/.13.00 nuevos soles el Kilo
20
Organización, autoridades y niveles de gobierno
En Huasta encontramos los dos niveles de gobierno correspondientes al distrito y a la
comunidad campesina y ambos funcionan de acuerdo a lo previsto en la Ley. Sin embargo,
Neira (2009:36-37) propone que, prestando atención al proceso de división territorial de Huasta,
también posible construir otro modelo de niveles de gobierno partiendo de la familia nuclear,
que es la unidad encarga de la producción-reproducción básica de sus miembros; continuando
con la familia extensa, donde se da un segundo nivel de gobierno de recursos, ayudas mutuas,
resolución de conflictos, abastecimientos colectivos, etc., y que en los casos en que comparten
praderas toman las decisiones sobre estas. Incluso, cuando la extensión del territorio lo
permite, encontramos que dos o más familias extensas pueden, por ejemplo, establecer un
“sitio” donde comparten el acceso a ciertos recursos (como humedales o bosques) y toman
decisiones en conjunto para su gestión, aunque manejen sus rebaños por separado. Siguiendo
a Neira, el siguiente nivel de gobierno sería el de los anexos de la comunidad, que tienen un
alto grado de autonomía, y luego sí ya la comunidad campesina 8 y por último el nivel del
distrito.
8
Como señala Neira, en términos de gobierno la comunidad campesina se guía por un principio de
descentralización, de autonomías relativas y de subsidiaridad; en la práctica, esto significa que en todo aquello en
lo que, por ejemplo, la familia extensa puede gobernarse sola, no gobierna la comunidad (Ibid.).
21
Situación de tenencia de la tierra: Posesión y propiedad
La comunidad de Huasta, al tener el título de propiedad de buena parte del territorio del distrito,
tiene la potestad de decisión sobre el destino y uso de su patrimonio. Es decir que, “si bien, en
teoría, el gobierno municipal puede establecer políticas de zonificación y cuidado del
medioambiente, es muy probable que estas no avancen sin el aval comunal” (Ibid.: 39). Dado
que la propiedad de la tierra y otros recursos comunales en un tema particularmente complejo,
vale la pena transcribir la detallada explicación que Neira hace sobre este particular.
No obstante, al interior de la comunidad se reconoce también que ciertos terrenos —en particular los ubicados en la
zona baja de regadío— son de propietarios individuales, sean comuneros o ciudadanos. Esto se debe entender dentro
del derecho consuetudinario mencionado; y aquí denominaremos a esta “propiedad” como “posesión privada”. En la
práctica, quienes tienen los títulos consuetudinarios sobre estas posesiones privadas, pueden disponer de estos
bienes, ya sea vendiéndolos, arrendándolos o transfiriéndolos en herencia, y esto incluso con contratos hechos ante
autoridades provinciales. Si bien este derecho se respeta al interior de la comunidad y hasta a nivel provincial, no
sucede lo mismo ante la sociedad mayor. Estas posesiones privadas, por ejemplo, no pueden ser empleadas como
garantías bancarias u otro tipo de hipoteca.
Como hemos visto, hoy en día estamos ante un proceso de “privatización” de “posesiones privadas”, tanto de los
terrenos en las zonas bajo riego como de las propias viviendas (terrenos y viviendas que para el estado peruano no
son “propiedad privada”). Este proceso de privatización parcial de tierras comunales de posesión privada se está
dando a través de COFOPRI Rural. Esto dará como resultado que las familias, o algunas de ellas, sean comuneras
con relación a los pisos suni (secano) y puna (praderas), ya sea bajo la forma de posesión privada familiar de tierras
agrícolas o praderas, o mediante el “uso común” (véase más adelante) de las mismas (sobre todo praderas de puna).
Para lograr este doble estatus, la comunidad viene realizando un “simulacro de venta” de sus tierras bajo riego a sus
propios comuneros (respetando sus posesiones privadas) y, emitiendo certificados de compra-venta; los nuevos
propietarios individuales están a la espera de su titulación y registro a través de COFOPRI. Se puede señalar también
que la estrategia descrita es una forma de contar con un título-respaldo para poder beneficiarse de la oferta crediticia
existente. Demás está decir, la zona de producción privatizada es aquella donde se produce sobre todo para el
mercado, y donde se puede encontrar mayores innovaciones tecnológicas y la búsqueda de una mayor capacitación.
Es también la zona productiva para la cual existe la mayor oferta de programas de asistencia tecnológica y de
mercadeo, oferta provista tanto por las ONG especializadas como por dependencias estatales, e incluso por la propia
empresa privada dedicada a la comercialización de productos agropecuarios.
22
Finalmente, añadimos que uno de los bienes que los comuneros y ciudadanos de Huasta tienen como “posesión
privada” son los árboles de Eucalipto ubicados en las laderas que rodean a la zona urbana de Huasta. Estos árboles
pueden ser negociados de diversa manera.
Una variante de esta forma de posesión privada temporal es la que se da en la zona de secano (piso suni). En este
caso lo que sucede es que durante el periodo descanso de los suelos, estos son utilizados como sitios de pastoreo
por las familias a las que se les ha asignado dichos lugares (como “posesión privada” para pastorear). Sin embargo,
tras el periodo de descanso y cuando comienza un nuevo ciclo de cultivos en el mismo lugar, los comuneros y
ciudadanos “entran” a producir en esos lugares como “posesión privada” durante un período de tres años (tres
rotaciones de cultivos). Es decir, de posesión privada de pasturas por algunas familias se pasa a un período de
posesión privada de tierras agrícolas por muchas familias. Es más, algunos testimonios recogidos señalan que en
estos terrenos “ya se sabe cuál es el terreno que te toca”.
“Pastos colectivos”
En las descripciones de las zonas de producción de las comunidades se suele denominar así a las praderas ubicadas
sobre todo en el piso puna, y la impresión general es que son de uso común, “que cualquiera entra”. En la práctica en
este piso se puede encontrar praderas que han sido asignadas a familias individuales o extensas y que solo estas
usan, como una forma de “posesión privada”. En este caso, las familias suelen producir en este piso
permanentemente. Es claro, las decisiones productivas de estas familias no solo tienen que ver con las praderas sino
también con los otros recursos que se hallen ahí, incluidos los bosques naturales de queñuales.
Por otro lado, dentro de la zonificación comunal de las praderas del piso puna, existen también las de ingreso
temporal (unos meses al año), el mismo que es controlado por la autoridad comunal. Este sería el caso más cercano a
la noción de “pasto colectivo”; no obstante, existen reglas de zonificación.
Fuente: Neira (2009: 20-22)
23
una de las principales metas de los padres con relación a sus hijos; los procesos de
privatización de chacras comunales de posesión privada (ver págs. 16-17 en este documento);
la transición del control vertical del territorio hacia un control más horizontal 9, con una tendencia
hacia la especialización por piso productivo; y la “descampesinización”, que se refiere a la
transformación de la economía campesina basada en la agricultura de subsistencia hacia otro
tipo de economías.
Con respecto a este último fenómeno, cabe mencionar que la “descampesinización” no solo se
da a causa de la migración definitiva y la proletarización de la mano de obra de los campesinos
sin tierras o recursos sino también que encontramos un proceso de “descampesinización” en el
mismo campo. Como señala Neira, “la producción de ganado mejorado realizando inversiones
en pastos cultivados, especialización en crianzas, crianza de reproductores o vientres,
inversiones en animales PPP o PPC, proyectos de riego, creación de asociaciones de
ganaderos, etc., permiten pensar que estamos ante el tránsito de economías campesinas
basadas en la subsistencia hacia una de acumulación a cargo de microempresarios rurales
(productores agropecuarios o farmers)” (Neira, 2009: 15).
Por último también cabe señalar la presencia de la mediana y gran minería en la zona, así
como la actividad minera informal. Actualmente, la empresa minera Milpo se encuentra en la
etapa de exploración para el desarrollo de un proyecto minero que de implementarse impactará
de manera directa la puna de Huasta y generará o agudizará una serie de procesos sociales en
la comunidad. Además, también cabe mencionar a la empresa minera Antamina, que opera en
la región y es una de las mayores productoras de concentrados de cobre y zinc y una de las
diez minas más grandes del mundo en términos de volumen de operaciones; si bien no opera
directamente en Huasta, su influencia se siente de múltiples formas en el distrito. Por su parte,
la minería informal también opera en la zona y ha sido identificada como una de las principales
amenazas a la conservación de uno de los bosques de Polylepis mejor conservados de Huasta
(IM, 2010a: 17).
9
“Junto con la privatización y la tendencia a la especialización productiva orientada al mercado, es posible percibir
una pérdida relativa con respecto a una comprensión integral del patrimonio ecológico de Huasta (la lógica de
control vertical) y el auge de lo que denominamos “control horizontal” por pisos. Si bien actualmente Huasta sigue
utilizando sus tres zonas productivas, esto ya no significa que las familias controlen las tres zonas, ni que la
comunidad organice de manera directa y permanente su aprovechamiento y conservación” (Neira, 2009:16).
24
Mapa de actores sociales
A continuación se ilustran los principales actores sociales presentes en Huasta y su relación
con la Comunidad Campesina. El diagrama, que fue elaborado por un grupo de pobladores de
Huasta durante un taller facilitado por el Instituto de Montaña en marzo 2011 (IM, 2011)
adjudica un tamaño y ubicación a cada actor social respecto a la C.C. de Huasta (en el centro),
lo que indica cuán “querida” es cada organización (ver lista de siglas en el anexo 3)
Municipalidad
provincial.
Juez de Paz
Municipalidad Distrital
Junta
directiva Comité
Ronderos de riego
C. C HUASTA
Org. Vaso de
Evangélica leche
Legión de APAFA
María
ADRA
Asociación
crianderos
SIS
Hidrandina
Agencia
Agraria Fiscalía
Chiquian
UGEL
Bolognesi
RENIEC
Iglesia católica
(catequista
párroco de
chiquian)
Comisaría Gob.
Chiquian Regional
25
Ecosistemas y recursos naturales
Ecosistemas
Según el Atlas de Ecosistemas Andinos elaborado por la CAN (Josse, et al. 2009a y 2009b),
existe una gradiente de ecosistemas dentro de la CC de Huasta (ver figura 6): descendiendo
desde la zona nival y hasta llegar a la parte más baja de la CC se atraviesan nueve tipos de
unidades distintas, cinco de las cuales corresponden a los ecosistemas que se describen a
continuación.
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Figura 7: Mapa de ecosistemas del distrito de Huasta. Adaptado del Atlas de Ecosistemas Andinos elaborado
por la CAN (Josse, et al. 2009a)
Por debajo del piso nival y en orden altitudinal decreciente encontramos los siguientes
ecosistemas:
• Vegetación Geliturbada Subnival de la Puna Húmeda: corresponde a la Ecoregión
Janca de Pulgar Vidal (Ibid.)y a la parte más alta de Puna. Es donde la escasa, pero
muy especial, vegetación alpina se asienta en suelos poco profundos y de formación
reciente por el retiro de los glaciares. La temperatura del suelo y del ambiente es por lo
general inferior al punto de congelación. Actividades humanas en esta zona son pocas
pero pueden ser de gran impacto, como por ejemplo la minería.
• Pajonal Altoandino de la Puna Húmeda: corresponde a grandes rasgos a la Ecoregión
Puna expuesta por Pulgar Vidal (Ibid.). La vegetación está compuesta, en su mayoría,
por pastos de diferentes tipos y ppor equeños parches boscosos donde predomina el
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género Polylepis. Hay en esta zona una intensificación en las actividades humanas tales
como el pastoreo extensivo, la tala de bosques, extracción de leña y plantas
medicinales, quema de pastos y vías de comunicación pedestres.
• Pajonales y Matorrales Altimontanos de la Puna Húmeda: también a grandes rasgos
corresponde a la Ecoregión Suni y parte de la Ecoregión Quechua de Pulgar Vidal
(Ibd.). La vegetación en esta zona es variada y existen pajonales, matorrales y
pequeños parches de zonas boscosas. Es a partir de esta zona donde las actividades
humanas empiezan a modelar el paisaje de manera más notoria debido a la agricultura,
pastoreo de animales, pequeños (o medianos) asentamientos humanos dispersos, vías
de comunicación, canales, reservorios, torres de alta tensión y sitios arqueológicos,
entre muchas otras manifestaciones culturales.
• Bosques y Arbustales Montanos Xéricos Interandinos de la Puna Húmeda: este
ecosistema se encuentra aproximadamente en la parte baja de la Ecoregión Quechua y
se caracteriza por ser un ambiente menos húmedo y con vegetación rala y pocos
árboles. Hay poca intervención humana en esta zona debido a la escasez de agua.
• Para finalizar, la parte más baja de la CC corresponde al ecosistema Matorrales
Desérticos Montanos Noroccidentales, caracterizado por una vegetación tipo Yunga
según Pulgar Vidal. La actividad humana allí es también casi nula.
La clasificación de Josse et al. (2009a, 2009b y 2009c) también incluye cuerpos de agua, áreas
intervenidas y áreas pobladas, presentes en la CC de Huasta.
Recursos naturales
Agua
El distrito de Huasta pertenece a la cuenca alta del río Pativilca, que desemboca en el océano
pacífico entre las localidades de Barranca y Pativilca. Las microcuencas existentes en el área
de estudio son Taulla Ragra, Huamanrin–Puncori y Shulan, todas ellas tributarias de la cuenca
del río Pativilca. En estas microcuencas discurren numerosos riachuelos, manantiales y ojos de
agua que proveen el recurso hídrico de las zonas altas a las partes medias y bajas. Además,
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varios canales de riego permiten aprovechar el agua de los principales manantiales de las
quebradas; un conjunto de reservorios completan la infraestructura hídrica en Huasta. A
continuación se presentan las principales características de las microcuencas y del sistema de
canales y reservorios:
Microcuenca Shulan
• El Riachuelo de Shulan es la más importante fuente de agua del distrito. Su caudal para el mes de junio es de
23.3 l/s, el mismo que es compartido para la localidad de Huasta y para el sector de Pucush.
Canales y reservorios
Al ser el distrito de Huasta deficitario de fuentes de agua, han construido canales y reservorios con la finalidad de un
mejor manejo del agua:
• Canal de Shulan con un recorrido de 3.41 Km y un caudal aproximado de 25.5 l/s.
• Canal de Puytic con un recorrido aproximado de 0.9 Km, y un caudal aproximado de 8 l/s, para el mes de junio.
• Canal de Coris, fuente de agua del fundo Coris de propiedad de la comunidad, tiene un recorrido aproximado de 2
km., y su caudal es de 160 l/s. es alimentada con aguas del río Pativilca. Se recomienda su mantenimiento para reducir
la perdida de gua así como para un uso más eficiente.
• Reservorio Leoncio Prado: Ubicado en el sector de Hultucocha, recoge agua del canal Shulan y su capacidad de
almacenamiento es de 1206 m³.
• Reservorios de Huampo y de San Antonio: Ubicados cerca a la población y de capacidad pequeña, almacenan
entre 38 a 70 m³ e irrigan zonas cercanas.
Fuente: Ruiz (2010:98-99)
Como parte de su estudio, Ruiz (2010) analizó la calidad del agua de las principales quebradas
y canales. En todos los casos los análisis arrojaron que las aguas pueden ser usadas para
riego de cultivos --si bien en la mayoría de los casos presentan niveles ligeramente altos de
salinidad-- y en todo tipo de suelos (Ruiz, 2010: 21-35).
Sin embargo, más allá de la buena calidad del agua, una de sus principales preocupaciones de
los poblaores de Huasta es la poca disponibilidad de agua, en especial durante la época seca
que va de mayo a octubre. Como señalan Neira (2009) y Ruiz (2010), este es el problema
productivo más apremiante en la comunidad.
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Foto 3. Vista del reservorio Leoncio Prado, el mayor depósito de agua del distrito de Huasta (foto: José Ruiz, 2010).
Las zonas bajas y medias de la comunidad dependen de la provisión de agua de las zonas
altas. Como indica Ruiz (2010), la “cosecha de agua” en las zonas altas se basa principalmente
en la infiltración del agua proveniente de la temporada de lluvia, que alimenta la napa freática;
por lo tanto, el manejo que se brinde a los pastizales y bosques en la zona alta influirá en la
calidad y volumen de agua en la zona media y baja. En los últimos años las autoridades están
priorizando la construcción de represas y canales de riego para mejorar el abastecimiento del
agua, que sigue siendo insuficiente.
Tanto Ruiz (2010) como Neira (2009) coinciden en que si bien los huastinos vienen realizando
grandes esfuerzos para mejorar su disponiblidad de agua en la zona de regadío, en particular a
través de las obras que ejecuta el gobierno municipal, es necesario introducir nuevas mejoras y
contar con una visión integral del problema del agua así como definir políticas de largo plazo en
el distrito y específicamente en la comunidad. Como señala Neira, “si bien la Municipalidad
viene realizando acciones con el fin de encarar esta limitación (para unos ejemplos, véase
recuadro), estas acciones están focalizadas en la zona baja y todavía no han pasado a formar
parte de un plan distrital de manejo y cuidado del recurso hídrico” (Neira, 2009: 47-48).
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Algunas obras municipales referidas al cuidado del recurso hídrico
• Mejoramiento de canales de riego Huasta
• Mejoramiento canal de riego Quisipata
• Mejoramiento canal Pomapata - Ullcococha
• Mejoramiento canal de riego Mahuay
• Mejoramiento de mini represa - La Merced
• Mejoramiento de reservorio - Villalta
• Mejoramiento de reservorio - Huasta
• Mejoramiento de reservorio - Machcos
• Construcción de alcantarillado -Pocpa
• Construcción de alcantarillado - Quero
• Ampliación sistema de agua potable - Rampón
Cuadro 10: Algunas obras municipales referidas al cuidado del recurso hídrico (año 2007)
Fuente: Revista Informativa 01-2007. Gobierno local de Huasta. Informe económico Huasta 2007. Tomado de Neira (2009:35)
Las deficiencias hídricas obligan a los hustinos a desarrollar una agricultura en secano que
abarca el 70% de las áreas potenciales para la agricultura y solamente el 30% de las áreas
cultivables cuentan con riego, estas últimas generalmente están destinadas al cultivos de
forrajes como la alfalfa y asociaciones de pastos cultivados (ryegrass) con trébol para la
alimentación del ganado vacuno de leche (Ruiz, 2010). Además, la limitada disponibilidad de
agua repercute en las posibilidades de crecimiento de la crianza de vacunos y la consiguiente
producción de leche, lo que a su vez afecta la industria de lácteos del distrito, que dinamiza
también a otros sectores y es fuente de trabajo e ingresos para muchas personas. En
conclusión, tal como señala Neira (2009:49), en Huasta “es necesario recuperar una ‘visión
vertical’ de su territorio, una que permita comprender que el problema del agua en el piso bajo
empieza (o podría tener solución) en la puna grande”. La recuperación de esta visión se ve
facilitada por una serie de medidas que ya pone en práctica la comunidad --prácticas de
rotación de cultivos y de descanso de suelos la en la zona de temporal o ratay, así como un
calendario de acceso, rotación de pastoreo de rebaños y reglas sobre tenencia de ganado
equino en la puna grande (Ibid. y ver también capítulo IV)-- pero necesita de más acciones para
la conservación y buen manejo de las zonas altas complementadas por medidas para el mejor
aprovechamiento del agua en las zonas media y baja.
En cuanto al agua para consumo humano, los huastinos señalan que la fuente es el manantial
Shulan-Huaylapuquio y que el agua recibe tratamiento a base de cloro a cargo de una directiva
de agua potable (IM: 2009). Además, en el centro poblado disponen de dos pilones públicos y
de sistema de desagüe.
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Suelos
Tal como se indica en la sección de caracterización geográfica, en Huasta se observan
variaciones importantes en términos de la calidad agrológica --síntesis de la propiedades de
fertilidad, condiciones físicas, relaciones suelo-agua, características de relieve y climáticas
dominantes-- que determinan mayores potencialidades de ciertas zonas para la práctica de
actividades agrícolas, ganaderas, forestales o de conservación (ver página 12).
Como señala Ruiz (2010), los suelos de la comunidad campesina de Huasta tienen zonas
definidas por el uso tradicional que desarrollan, incluyendo áreas de pastoreo, zonas agrícolas
y pequeñas superficies boscosas. Las principales conclusiones de su estudio, para el aspecto
de suelos, se detallan a continuación:
• En la comunidad de Huasta se encontró que el 4.48 % de los suelos son aptos para cultivos, el 30.56% califican
aptos para pastos y 64.97% califica como protección.
• Por la calidad agrologica clasifican como C2 10, una extensión de 30.37 hectáreas y representa el 1,14%. Es decir
que estos suelos requieren de prácticas moderadas de conservación de suelos.
• Por la calidad agrologica clasifican como C3, una extensión de 88.98 hectáreas y representa el 3.345 del área del
estudio. Por tanto requieren de prácticas intensas de manejo y de conservación de suelos
• Por la calidad agrologica clasifica como P1, en una extensión de 250.67 Has. y representa 9.40% del área de
estudio. Estos suelos son aptos para todo tipo de cultivo de pastos y requieren de mínimas prácticas de manejo y
conservación de suelos.
• Por la calidad agrologica alcanzan la clasificación de P2, en una extensión de 355.23 Has. y representa 13.32%
del área estudiada, y requieren de moderadas prácticas de manejo y conservación de suelos
• Asimismo por su calidad agrologica alcanzan la clasificación P3, en una extensión de 208.89 Has. y representa el
7.83% de la comunidad, y requieren intensos programas de manejo y conservación de suelos.
• Los suelos de protección abarcan 1732.29 Has., y constituyen el 64.97% del área estudiada. Áreas que no deben
ser usufructuadas por la comunidad
• Existen cinco sectores de conflicto en una extensión aproximada de 236.09 Has., y representan el 8.85% del área
estudiada, debido a que califican como áreas de protección, que sin embargo están siendo utilizadas como zonas
de pastoreo,
• Recomendamos implementar programas de capacitación en manejo y conservación de suelos, a cargo de la
escuela campesina de ganadería de la UNALM, debido a que la topografía del territorio comunal obliga a
mantener programas de conservación de suelos.
Fuente: Ruiz (2010:12-20 y 97)
10
La descripción de las clases de capacidad de uso mayor de suelos se detalla en el Anexo 2.
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Pastizales
Los pastizales constituyen la vegetación natural que crece en los campos de la comunidad de
Huasta, están formados por asociaciones de gramíneas, hierbas y arbustos y son el principal
alimento que disponen los animales en las zonas altas. Recordemos que en cuanto a la
ganadería, en Huasta predomina la crianza extensiva: para el caso de la crianza de ovinos es
extensiva en pastizales comunales y para el caso de vacunos es extensiva en terrenos
comunales y en pastos cultivados privados.
Principales especies
Tipo de vegetación
Nombre científico Nombre común
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A partir de un estudio realizado en más de 2600 Ha de la comunidad, Ruiz (2010) llegó a los
siguientes resultados sobre las características y condiciones de los pastizales de la comunidad:
• Las áreas de pastoreo comprenden 934.14 hectáreas y comprenden 35% del área estudiado. De esta superficie
476.41 hectáreas son arbustos, 280.24 hectáreas son pajonales, 140.12 hectáreas son bofedales y 37.3 hectáreas
son césped de puna, y comprenden el 51%, 30%, 15%, 4% respectivamente.
• En el área de estudio se identificaron aproximadamente 95 especies de plantas, que corresponden a 24 familias.
• La calificación general los pastizales de la comunidad de Huasta es que son aptos para vacunos como primera
opción y en segunda opción para ovinos.
• En cuanto a la condición de los pastizales para vacunos, se encontró que 30.37 Ha son de condición buena,
339.65 Ha son de condición regular y 564.12 Ha son de condición pobre; mientras que los pastizales para ovinos
en 281.04 Ha son de condición regular y en 653.1 Ha son de condición pobre.
• La tendencia de los sitios de pastizales estudiados para vacunos y para ovinos es en un 50% estable y en otro
50% en proceso de degradación. Esto indica que la comunidad debe implementar estrategias para mejorar la
condición de los pastizales.
• La capacidad de carga hallada para el área en el estudio es de 217 unidades animal para vacunos y de 748
unidades animal para ovinos. En el área estudiada se observa una intensa crianza de vacunos y lo cierto es que la
capacidad de carga se muestra mayor a primera impresión; sin embargo, hay que señalar que se ve compensada
con los cultivos de alfalfa, pastos asociados bajo riego y los residuos de cosecha.
• Se recomienda implementar programas de mejora de pastizales con la finalidad de mejorar la condición y
tendencia de las praderas del distrito.
Fuente: Ruiz (2010:36-47 y 99-100)
Bosques
Si bien la actividad forestal no tiene mayor relevancia económica en el distrito de Huasta, las
áreas forestales son de gran importancia ya que proveen madera y leña y cumplen un rol
ecológico clave al proteger las laderas de los cerros para evitar los deslizamientos de terreno,
sobre todo en épocas de lluvias, además de colaborar en la regulación y retención del agua y
aportar materia orgánica y nutrientes, entre otras importantes funciones.
En la comunidad campesina de Huasta las zonas forestales están compuestas por árboles
nativos y árboles introducidos o exóticos. Los árboles nativos se desarrollan en dos zonas: la
zona alta, caracterizada por la presencia del quenual (Polylepis spp.) y el quishuar (Buddleja
incana), y la zona media y baja, donde crecen principalmente el aliso (Alnus jorullensis) y el
sauco (Sambucus peruviana).
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Ya en su visita a la zona a fines del siglo XIX, el naturalista Antonio Raimondi destacaba que
“Lo que hace a la meseta de Huasta más pintoresca son los grupos de árboles de sauco y aliso
(Sambucus peruviana y Alnus acuminata) diseminados entre las casas” (Raimondi, 1873;
citado por Neira, 2009:12).
Dado que la reforestación con quenuales es una de las actividades priorizadas del proyecto
coordinado por la SPDA, la situación e importancia de los bosques de quenuales se tratarán de
manera detallada en los capítulos III, IV y V.
Foto 4. Bosques de eucaliptos en las laderas de acceso y parte alta de Huasta (foto: Ruiz, 2010)
Algunos pobladores mencionan que las plantaciones con eucalipto se iniciaron en las décadas
de 1950-1960 y que en los año de 1970 se inició la reforestación con cipreses (comunicación
personal). En la actualidad, desde hace 5 años trabajan con Agrorural en la reforestación de
eucaliptos.
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II. Principales problemas ambientales derivados de las variaciones
climáticas
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un índice de recesión de moderado a crítico, y son los glaciares de superficie mayor a 1km² los
de menor recesión” (ANA, 2011).
Para la cordillera Chaupi Janca se han hecho algunos estudios al respecto, en especial en el
flanco oriental (aquel que está en el lado del distrito de Huallanca, justo detrás de Huasta). El
último estudio hecho entre el año 2008 y el 2010 indica lo siguiente: “En Setiembre del 2009, al
revisar los resultados del balance de masas de este glaciar, encontramos un balance negativo
con una pérdida de medio millón de m3 de agua en ese año, y una reducción de espesor de 2 a
5 mts. en la zona de ablación.” (Morales, 2011). A pesar de que las mediciones de la Unidad
de Glaciología y las de Morales son de parámetros y unidades diferentes --control de
frentes/masa glaciar (mts/%) y espesor del glaciar (en m3 y mts de espesor)-- de todas
maneras se puede inferir que la reducción de los glaciares en la cordillera Chaupi Janca es
dramática, en especial porque son glaciares de pequeña extensión.
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Efectos de las variaciones climáticas percibidos por la población de la CC de Huasta
Durante las visitas de campo realizadas por los equipos del IM y la SPDA en los meses de
marzo, junio y septiembre del año 2011, y en base a varios estudios elaborados a pedido del
Instituto de Montaña (Neyra, 2009; Ruiz, 2010), se han podido registrar en la CC de Huasta
numerosas manifestaciones asociadas al cambio climático. Además, el IM realizó una encuesta
entre finales del año 2009 e inicios del 2010 en varias localidades de Ancash, incluyendo
Huasta, a fin de registrar los conocimientos y percepciones de los pobladores sobre el cambio
climático (IM, 2010b). En esta sección se presentan los testimonios y percepciones de los
pobladores de Huasta recogidos durante las encuestas y entrevistas con relación a las
variaciones climáticas. Los resultados de la encuesta y los nombres de las personas
entrevistadas se detallan en los anexos 3 y 4 respectivamente. Los testimonios corresponden a
las entrevistas realizadas durante la visita del equipo de la SPDA a Huasta en el mes de junio
(SPDA, 2011a y 2011b).
Los pobladores de Huasta coinciden en que el clima está cambiando. Durante la encuesta
realizada por el IM en el año 2009 (IM, 2010b) más del 95% de los encuestados manifestó que
había observado cambios en el clima en los últimos años, siendo los cambios más notorios el
aumento de la temperatura, cambios en los patrones de lluvias, sequías, frío intenso y heladas
y el retroceso de los glaciares y nevados. Los testimonios también dan cuenta de estos
cambios:
“Anteriormente, en los años cuando yo me instalé en esta comunidad era muy diferente
todavía el clima a lo actual que estamos percibiendo. Actualmente el clima es bastante
cambiado, pocas lluvias, poco viento, escasez de pastos y poca agua.” (Aníbal Loyola)
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lleno… ahora ya se va deshelando y ya van quedando cerros negros… entonces ya va
desapareciendo prácticamente.” (Edmundo Morales Cano)
“El frío sí es bastante, antes no era tanto, ahora es mucho, mucho hielo” (Cira Velásquez
Valderrama)
Los pobladores también advierten con mucha alarma el retroceso de los glaciares que coronan
la cordillera Chaupi Janca y la notoria variación en el régimen de lluvias al que ellos estaban
acostumbrados: las precipitaciones ya no se presentan en los períodos usuales y eso afecta
sus cultivos en secano y al pasto para sus animales, perjudicando también los ingresos de las
familias.
“En la tarde se desprenden esos nevados y caen en cantidad” (Marilda Julca Montes)
“Por ejemplo en los pastos, poca lluvia, no hay como deben ser los pastos y duran
menos tiempo. En los meses de octubre, noviembre entonces hay bastante escasez de
pasto y a veces en esas épocas los animales comen lo que se llama el garbanzo que es
un pasto muy malo para los animales. (…) Cuando los animales consumen este pasto
prácticamente hay pérdida de animales y cuando hay pérdida de animales pues hay
pérdida de economía. No hay un ingreso económico, prácticamente estás perdiendo.
Esos animales a veces mueren, por ejemplo el ganado lechero en las punas, el ganado
no da leche como debe de ser, inclusive a veces los becerros nacen y mueren,
entonces es pérdida de economía, pérdida de trabajo.” (Aníbal Loyola)
39
“Anteriormente te digo que cuando era más chico, más pequeño, notaba que no había
afectación del viento pero hoy en día ya en el centro poblado donde vivimos en el
distrito más abajo, ha habido inclusive el año pasado, como una tornada, ha destechado
casas. Están viniendo y afectando en la cual también vemos, ¿no? Pero mucho tiempo
que he sido pequeño no he visto eso. Inclusive yo me quedé asombrado que las casas
todas, totalmente las pusieron al piso. Y ahora en este mes también, igual ya está
sucediendo. Sí, ya se va acercando en serio los meses de junio, julio, agosto, dan
miedo ya.” (Edmundo Morales Cano)
Igualmente, la gran preocupación sobre algunos cultivos tradicionales y los pastos también fue
varias veces reiterada. Las habas, papas y otros tubérculos andinos tradicionalmente
sembrados en la zona alta sufren de enfermedades tales como la rancha o no maduran bien.
La desaparición de algunas plantas y animales también fue señalada, tal es el caso de los
sapos en las inmediaciones de los puquiales (comunicación personal, 2011).
“…más antes me recuerdo sembrábamos papas nativas sacábamos 20, 30 sacos, pero
ahora ya cuando sembramos sin el abono de las ovejas ya no produce ya y sacamos a
veces 5 sacos, 3 sacos, así nomás.” (Marilda Julca Montes)
“…la naturaleza que actualmente estamos viviendo me parece que ha afectado a toda la
comunidad en el distrito de Huasta en cuanto a nuestra producción de nuestros
productos… en cuanto a las papas, en todos los cereales. Y también en cuanto a los
animales, en los pastos, que es muy escaso.” (Aníbal Loyola)
“Sí, es poco agua. En los años anteriores era más abundante el agua, había por ejemplo
cantidad de trucha en todos los ríos, cantidad de trucha, pero ahora ha bajado, ya poca
trucha hay.” (Marilda Julca Montes)
“Cuentan nuestros antepasados que había seis meses de lluvias y que no había nada,
ni enfermedad de las plantas ni de los sembríos y todo era natural, pastos en
abundancia, todo era bueno 11” (Raquel Fernández)
11
Tal como se sugiere luego, sería conveniente cotejar los testimonios con fuentes documentadas de la época.
40
En todos los casos hay una coincidencia en que la mayor preocupación de la población es la
falta de agua, especialmente por el desabastecimiento de agua en los puquiales (manantiales),
algunos de los cuales ya se han secado o han disminuido su flujo considerablemente en los
últimos años debido a los cambios en los patrones de lluvias.
“Sí, había más agua, es que… llovía pues seis meses, en agosto, setiembre comenzaba
la lluvia hasta marzo abril. Ahora llueve en invierno tenemos dos meses bien dado la
lluvia… tres meses, eso no aumenta las aguas, arriba lo que tiene que filtrar las aguas,
poco agua. Más en agosto esto baja más poquito.” (Máximo Jara)
“…más antes llovía pues seis meses. Seis meses de invierno y seis meses de verano.
Ahora ya no ya, poco ya se está alejando… tres meses… mínimo, cuatro meses,
mínimo, entonces hay más verano, hay más calor. Es por eso que también nuestros
pastos naturales ya no duran, la sequedad más consume y nuestros animales a veces
ya en tiempo de mayo, junio, julio ya están verdaderamente ya careciendo de pasto”
(Edmundo Morales Cano)
“Sí, me recuerdo cuando era niña, la lluvia era de seis meses de lluvia y seis meses de
verano. Pero ahora los últimos tiempos ha cambiado porque hay poca lluvia, las
cordilleras, los nevados se están derritiendo…” (Marilda Julca Montes)
“Porque hay varios que riegan y no alcanza el agua. Poco agua. A veces una vez al año
regamos porque es poquita agua” (Cira Velásquez Valderrama)
41
La población también ha identificado la recurrencia cada vez más marcada de ciertas
enfermedades tales como neumonía, tos, gripe y diarrea. A continuación se muestra en el
cuadro 12 lo que la población identificó como cambios ocurridos en las últimas tres décadas y
algunas acciones tomadas al respecto (IM, 2011).
42
Con respecto al cuadro anterior, al parecer la década de 1980 es la que población identifica
como “normal” y los niveles de temperatura, lluvias, vientos, heladas, desglaciación y agua son
aceptables. Es en las décadas siguientes que las alteraciones empiezan a manifestarse. Las
heladas en especial, al igual que la abundancia de agua y la desglaciación, son llamativas en el
cuadro anterior.
Si bien es muy valioso poder contar con este tipo de información, recogida en un taller en el
cual participaron más de 20 personas de diferentes edades y género, cabe destacar que es
estrictamente referencial. Fue validada por los participantes al ser consensuada conjuntamente,
sin embargo sería un trabajo interesante poder cotejar esta información con fuentes
documentadas de la época. Por ejemplo, la desglaciación sí se puede cotejar y el retroceso
acelerado de los glaciares en las últimas dos décadas coincide con lo descrito por los
pobladores de la CC de Huasta. Sin embargo, al ser entrevistados ellos expresan que las
enfermedades (humanas, de plantas y animales) y plagas se han incrementado en las últimas
décadas, situación que no se muestra claramente en el cuadro, sino que pareciera que estos
fenómenos se han dado con la misma intensidad en las tres décadas.
Proyecciones de impacto
Esta sección se ha elaborado tomando a las preguntas incluidas en el “Documento de
Orientación para Actividades de la Primera Fase del Proyecto” proporcionado por la SPDA. Las
respuestas se basan en los testimonios de la población recogidos durante las visitas de campo
y en un taller facilitado por el Instituto de Montaña en marzo de 2011 (IM, 2011):
43
• Lluvias torrenciales que pueden generar derrumbes y huaicos que pueden afectas
otras zonas (caminos, casas).
• Truenos (rayos) que pueden generar muertes de animales o personas.
• Heladas que pueden malograr los cultivos, pastizales y generar escasez de pastos.
• Sismos que pueden generar derrumbes (nota: los pobladores también identificaron
los sismos como un fenómeno climático).
• Sequias que pueden generar escasez de pastos y pérdida de cultivos.
• Deshielo de los glaciares, que puede generar escasez de agua y huaicos (por
desprendimiento de glaciar en lagunas de las alturas o lagunas recientemente
formadas por el deshielo que pueden ser inestables).
c. ¿Cómo se focalizan estos impactos y qué actividades y medios de vida pueden ser o ya
están siendo afectados?
La población básicamente ha identificado a sus actividades y productos agrícolas como los
principales afectados por el cambio climático. La relación de impactos se muestra a
continuación:
• Algunos productos están desapareciendo (kiwicha, quinua, alverja, lima)
• Enfermedad para el maíz (neblina, helada, rampa)
• Enfermedades para el ganado.
• Muerte de algunas plantas naturales a causa del quicuyo.
• Los arboles no crecen bien, se secan de adultos.
Las familias más vulnerables son las de menores ingresos, las que dependen
principalmente de la agricultura de subsistencia y aquellas cuyas actividades no están
diversificadas.
45
III. Bosques de Polylepis: su importancia, conservación y manejo
Actualmente, a altitudes por encima de los (3000-)3500 m, la vegetación de los Andes centrales está
dominada por zonas agrícolas, pastizales y zonas arbustivas. Los árboles son escasos y están
mayormente representados por especies introducidas de los géneros Eucalyptus y Pinus. Los bosques
naturales son aún más raros y están comúnmente restringidos a localidades especiales, como laderas
rocosas o quebradas. Estos relictos de bosque son dominados por especies del género Polylepis”
Kessler (2006:110)
En los Andes, por encima de la línea de bosque (unos 3500 msnm), e incluso en altitudes que
superan los 4500 msnm, es posible encontrar parches de bosques de quenuales (Polylepis),
también conocidos como queñoa, queñua o quinawiro, entre muchos otros nombres locales. El
género Polylepis, que pertenece a la familia Rosacea, es endémico de los Andes e incluye
entre 15 y 28 especies (Kessler, 2006: 111; Fjeldså y Kessler, 1996).
Los árboles del género Polylepis se caracterizan por poseer una corteza compuesta por
múltiples láminas delgadas y por tener hojas pequeñas y resinosas, que no son sino
adaptaciones admirables a los hábitats fríos y áridos de los altos Andes (Ibid.). La mayoría de
los árboles, cuyos troncos inclinados y ramas de formas retorcidas también son característicos,
crecen de 5 a 10 m de altura, aunque algunas especies pueden superar los 25 metros (Kessler,
2006).
Foto 5 (composición). Detalle de la corteza y hojas y una vista de un bosque de Polylepis (fotos: Florencia Zapata, 2008 y 2010)
46
Los bosques de Polylepis representan la vegetación natural de una gran parte de los Andes
desde Venezuela hasta Chile y Argentina, a altitudes entre 3500 m y 5000 msnm. La
distribución actual de estos bosques es muy fragmentada y se limita mayormente a parches y
relictos boscosos en sitios de difícil acceso. “Hasta hace pocas décadas, este patrón de
distribución fue considerado como natural, interpretando laderas rocosas y quebradas como
microhábitats favorables para el desarrollo de Polylepis” (Weberbauer 1911, Troll 1929,
Koepcke 1961, Simpson 1979, 1986; citados en Kessler, 2006). Sin embargo, estudios
posteriores atribuyen la extensión limitada y la fragmentación de los bosques de Polylepis a la
presión de las actividades humanas durante miles de años, en especial el sobrepastoreo, el
manejo de pastizales a través de la quema y la tala (Fjeldså y Kessler, 1996; Kessler, 2002 y
2006). No obstante, estudios recientes de polen fósil muestran fluctuaciones en la abundancia y
continuidad de estos bosques antes de la expansión humana en los Andes, indicando que los
factores climáticos podrían generar cambios bruscos en la vegetación y ser también la causa
de la disminución de la superficie de estos bosques (Gosling, 2009).
Los partidarios de la teoría del impacto humano en la distribución actual de los bosques de
Polylepis calculan que en la actualidad solo queda un 5% de la superficie de estos bosques en
los Andes (Fjeldså y Kessler, 1996; Fjeldså, 2002; Kessler, 2002 y 2006). Para el Perú, Fjeldså
y Kessler estimaron que la superficie remanente de bosques de Polylepis es de solo unos 1000
km², que representa apenas un 3% de su área de expansión potencial. Específicamente para el
ámbito que comprende las Cordilleras Blanca y Huayuash –que incluye la zona de Huasta—
estos mismos investigadores calculan el área actual de bosque de Polylepis en unos 200 km²;
aunque “el área potencial en esta zona es muy grande, tal vez tanto como 12000 km², lo que
significa que solo queda menos del 2%” 12 (Fjeldså y Kessler, 1996:149).
12
Traducción de los autores.
47
Si bien las especies del género de Polylepis son los árboles dominantes en estos bosques, hay
también un número importante de otras plantas asociadas, incluyendo especies arbóreas y
arbustivas e incluso musgos, bromeliáceas y algunos helechos (Kessler 2006). Además, los
bosques de Polylepis representan hábitats naturales de una
gran variedad de mamíferos, aves e insectos, incluyendo
numerosas especies endémicas y algunas de las especies de
aves más raras del mundo (Fjeldså, 1995; Fjeldså et al., 1999;
citado por Kessler, 2006; Sevillano et al., 2011). Como indican
Fjeldså y Kessler, una característica importante de los bosques
de Polylepis es que “la diversidad biológica está altamente
agregada en áreas reducidas, lo que probablemente refleja
condiciones ecoclimáticas estables y especiales en estos
lugares” (Fjeldså y Kessler, 1996: 16).
Foto 6. Colibrí rayo de sol brillante (Aglaeactis
cupripennis), una de las aves que habita los
bosques de Polylepis (fuente: IM, 2010c)
Entre los principales atributos y servicios ecosistémicos de los bosques montanos andinos,
entre los que se encuentran los bosques de Polylepis, Fjeldså y Kessler (1996: 31-36) y Kessler
(2006) destacan:
• Incremento de la precipitación y retención de la humedad atmosférica en el área de
bosque: Aunque la relación lluvias-bosques es un fenómeno aún poco estudiado, según
los autores hay cada vez más evidencias que sustentan esta hipótesis.
• Almacenamiento de agua: los bosques retienen el agua en la vegetación y el suelo y la
van liberando lentamente. Grandes cantidades de agua son captadas por los musgos
presentes en los bosques y por el suelo, siendo muy importantes para mantener esta
función la materia orgánica y la materia mineral características del suelo de los
48
bosques. Cabe notar que si bien en zonas áridas la vegetación puede consumir más
agua de la que libera, en regiones más húmedas el “efecto esponja” es positivo (Fjeldså
y Kessler 1996:32) (ver más sobre este tema en el capítulo V).
• Regulación del flujo del agua: al retener la humedad y regular la escorrentía, los
bosques ayudan a liberar el agua lentamente, disminuyendo los picos de los caudales
de agua y colaborando a que haya más agua disponible en la época seca.
• Control de erosión: gracias a su cobertura vegetal, los bosques protegen al suelo del
viento y la lluvia evitando su erosión, a la vez que potencian la estabilidad del suelo.
Además, “algunas especies de Polylepis germinan en suelos desnudos, cubriendo así
las zonas cuyos riesgos de erosión son más altos” (Ibid.: 33).
• Retención de sedimentos y nutrientes: los bosques no solo producen materia orgánica
sino que además retienen los sedimentos y partículas que provienen de zonas más
altas, conservando así nutrientes que van liberando lentamente
• Producción de madera: para muchas comunidades altoandinas los bosques de
Polylepis son una fuente importante de leña y madera para herramientas y
construcciones, si bien esta situación ha ido cambiando en aquellas comunidades que
disponen de bosques de pino y eucalipto.
• Productos no maderables: las extremas condiciones ambientales (bajas temperaturas
bajas y periodos secos prolongados) en el ámbito de los bosques de Polylepis han
favorecido la evolución de especies de plantas con propiedades útiles para el hombre,
como por ejemplo tubérculos o plantas con propiedades medicinales, por lo cual “más
de la mitad de las especies de plantas en estos bosques es utilizada por los habitantes
locales, aunque muchas de éstas están en peligro de extinción debido a la destrucción
de su hábitat” (Kessler, 2006: 110). Además, muchas comunidades dependen de los
bosques de Polylepis para alimentar al ganado en la época seca y también cabe
mencionar que numerosas plantas de estos bosques tienen uso ritual (Fjeldså y
Kessler, 1996: 34). Igualmente, en estos bosques es posible hallar plantas aromáticas y
con potencial para extraer aceites esenciales (Ibid.).
• Microclima: la cobertura boscosa reduce la alta radiación solar característica de los altos
Andes y a la vez evita la pérdida de temperatura durante la noche, logrando así un
microclima más cálido y menos propenso a las heladas. Estas características no solo
son aprovechadas por la fauna que reside en los bosques sino también por las
poblaciones que utilizan los árboles de Polylepis para prácticas agroforestales (Ibid.).
49
• Salud: el suelo de los bosques, caracterizado por su alto nivel de materia orgánica,
ayuda a filtrar el agua, eliminando impurezas y mejorando así la calidad del agua que se
usa para consumo humano, consumo de animales y riego (Ibid.).
Además de los ya mencionados, otros servicios y valores de los bosques de Polylepis que cabe
destacar incluyen:
• Captura de carbono: Aunque las investigaciones sobre la capacidad de captura de
carbono de estos bosques son aún preliminares, un estudio realizado en bosques
secundarios en los Andes ecuatorianos (Fehse et al., 2002) ha permitido calcular que la
productividad (expresada como la acumulación anual de biomasa sobre la superficie) en
un bosque de Polylepis incana puede ser de hasta 15 toneladas métricas de materia
orgánica por año a los 6 años de plantado (Ibid.:14). A su vez, análisis hechos sobre
estos resultados indicarían que un bosque de Polylepis puede fijar hasta 2 toneladas de
carbono por hectárea por año (Hofstede y Aguirre, 1999: 39). Lo sorprendente de estos
resultados es que las cifras son comparables a las de bosques tropicales que crecen en
zonas más bajas, lo que indicaría que tasas altas de captura de carbono son posibles a
grandes altitudes en zonas andinas (Fehse et al., 2002: 22).
En síntesis, como señalan Fjeldså y Kessler, aunque aún faltan datos y mayor investigación las
evidencias indican que el valor total de los bosques de Polylepis (incluyendo los valores de uso
tanto directos como indirectos, así como los valores de no-uso) gracias a los servicios que
brindan excederían largamente lo que se gana al convertir los bosques en áreas agrícolas o de
pastoreo (Fjeldså y Kessler: 1996: 35-36).
50
Los bosques de Polylepis en Huasta
En el caso de Huasta, la superficie de bosque de Polylepis es de solo el 3.65% del área del
distrito, aunque se estima que de acuerdo a su potencial el distrito podría haber estado cubierto
en hasta un 90% de su territorio por bosques (Dourojeanni, 2010: 51). Sin embargo, aun siendo
una superficie pequeña, es significativamente mayor a las áreas de bosques de distritos
vecinos como Aquia o Huallanca (ver cuadro), hecho que se explicaría por su historia de
crianza intensiva de ganado relativamente reciente y por su baja actividad minera en el
pasado 13 (Ibid.: 84-93).
Distrito Área (ha) Área de bosque (ha) Porcentaje del territorio cubierto
de bosque
Aquia 43519 719 1.65
Huasta 39810 1455 3.65
Huallanca 77021 45 0.05
Cuadro 13: Áreas distritales y de bosque y porcentajes de área de bosque por distrito. Fuente: Dourojeanni (2010: 38)
Figura 8: Mapa de los parches de bosques de Polylepis (en rojo) en el distriro de Huasta. Fuente: Dourojeanni (2010: 39)
13
La minería de carbón en la zona se señala como una de las causas de la tala de bosques de Polylepis (Ibid.).
51
De acuerdo a la evaluación de la biodiversidad de los bosques de Polylepis que realizó ECOAN
(2005) en Huasta y otros tres distritos vecinos, en esta zona hay cuatro especies de Polylepis:
Polylepis weberbaueri, Polylepis sericea, Polylepis incana y Polylepis peipei, siendo Polylepis
weberbaueri la predominante (ECOAN, 2005).
Un estudios más recientes fueron realizados por el Instituto de Montaña en otro bosque de
Polylepis localizado en la comunidad de Huasta, el bosque de Jurao, (IM, 2010: 14; Castro,
2010), que tiene una extensión de 767 hectáreas. Debido a la envergadura de sus árboles,
gran presencia de materia orgánica en el suelo, muy bajo porcentaje de mortandad, alta
densidad y alto ritmo de regeneración, el estudio concluyó que se trata de un bosque que se
encuentra en muy buen estado. Específicamente, el estudio recogió importante información
sobre la flora, incluyendo una gran abundancia de plantas útiles: los comuneros de Huasta
reconocieron 28 especies útiles,
principalmente por su uso como medicina en
humanos y animales además de otros usos
como alimento, adorno y mordientes para
teñidos (Ibid.). Además, el estudio destaca
la abundancia de especies de fauna
especialistas de Polylepis, en particular
aves, algunas de las cuales son reconocidas
como especies de importancia para la
conservación.
Foto 7. Bosques de Jurao (Foto: IM. Fuente: IM, 2010a)
En cuanto a la valoración y al uso de los bosques por parte de la población, Neira (2009)
señala que, salvo las familias que integran los comités forestales y a las que nos referiremos
52
más adelante, pareciera no haber una marcada preocupación por parte de la población con
relación a los bosques de Polylepis ni una asociación entre los bosques y la conservación del
agua o los suelos (Neira, 2009: 72). Esta apreciación coincide con la encuesta realizada por el
Instituto de Montaña en los años 2009 y 2010, en la que ninguno de los encuestados identificó
la deforestación como un problema ambiental prioritario, aunque llamativamente un 24% sí
señaló la reforestación de bosques de quenual como una medida de adaptación al cambio
climático (IM, 2010b; ver Anexo 3).
Neira también indica que con excepción de algunas familias de las partes más altas o del
caserío La Merced, los pobladores de Huasta ya no usan los bosques de Polylepis como fuente
de leña sino los bosques de eucalipto ubicados más cerca del pueblo (Neira, 2009: 72); si bien
menciona que varias personas recordaban que antes la tala de Polylepis “incluso estaba
calendarizada y ritualizada” (Ibid.). También señala que “una persona clasificó las especies de
Polylepis en términos de ‘macho’ y ‘hembra’, agregando que la especie macho es durísima y
muy difícil de cortar, mientras que la especie hembra sería propicia para la tala” (Ibid.).
Foto 8. Leña proveniente de un bosque de Polylepis en Huasta (Foto: P. Dourojeanni. Fuente: Dourojeanni, 2010).
53
El proyecto Polylepis
Entre los años 2004 y 2009 el Instituto de Montaña implementó el proyecto “Corredor de
conservación de Polylepis en el sur de los Conchucos“, también conocido como Proyecto
Polylepis 14. El proyecto tenía como meta restaurar y conservar la biodiversidad andina
altamente amenazada, mejorando el estatus de bosques de quenual (Polylepis sp.) a través del
apoyo a las comunidades que los restablecen y mantienen. Sus objetivos eran: (1) conectar y
aumentar la superficie de los parches de bosques de quenual y (2) crear un ejemplo de trabajo
para lograr la restauración y manejo de los bosques de Polylepis involucrando a las
comunidades locales.
14
Esta sección fue elaborada a partir de diversos documentos del proyecto: IM et al. (2004), IM (2009b, 2009c y
2010a) y Schaub (2009).
54
La comunidad de Huasta se integró al proyecto en el año 2007. Para ello los interesados
conformaron un comité forestal que se dividió en grupos que trabajaban de manera autónoma
pero manteniendo permanente el contacto y la comunicación entre ellos. Durante el proyecto
trabajaron siete grupos y en la actualidad cuatro de ellos aún continúan.
Figura 9: Ubicación de las plantaciones de Polylepis realizadas en Huasta en los años 2008-2009. Fuente: IM (2009b)
55
Como parte de las actividades del proyecto, los comités forestales fueron capacitados en
diversas técnicas de reforestación, incluyendo reproducción por esquejes, estacas y acodos
aéreos (ver la descripción de la técnica en el capítulo IV).
Foto 9. Socio del Proyecto Polylepis alistando una rama de quenual para aplicar la técnica de reforestación (Foto: IM. Fuente:
IM, 2009b)
Foto 10. Socio del Proyecto Polylepis en Huasta mostrando uno de los ovinos mejorados adquiridos con el proyecto (Foto: IM.
Fuente: IM, 2009b)
56
IV. Respuestas desde los conocimientos y tecnologías locales
Esta sección describe las principales prácticas y tecnologías vigentes en Huasta, tanto
ancestrales como contemporáneas, relacionadas con el manejo de la biodiversidad, de los
recursos naturales y la agro-biodiversidad que tienen potencial para la adaptación al cambio
climático. Los datos provienen de la información recogida durante las visitas de campo
realizadas por los equipos del IM y la SPDA en los meses de marzo, junio y septiembre del año
2011 y los testimonios corresponden a las entrevistas realizadas durante la visita del equipo de
la SPDA a Huasta en el mes de junio (SPDA, 2011a y 2011b).
Asimismo, esta sección presenta tanto las explicaciones técnicas basadas en la observación de
los profesionales del proyecto y fuentes secundarias como los testimonios de los pobladores.
Nuestras culturas ancestrales fueron capaces de reconocer su medio y adecuarse a él, tomaron en cuenta
las características de las tierras altas, intermedias y bajas para crear numerosas tecnologías y sistemas
productivos que les permitieron contrarrestar los rigores y eventos climáticos extremos, destacando el
fitomejoramiento y la domesticación de plantas y animales –aportando con 40 % de plantas que consume la
humanidad–, sistemas de rotación descanso de la tierra en aynuka, milli y kapana, alimento al suelo “vivo”
con abonos orgánicos, sistemas de riego, técnicas de conservación de alimentos, y numerosas
infraestructuras conservacionistas como los sukakollus, las tarazukas, las taqanas, la q’otas, q’otañas,
campos elevados, cultivo en lomas o terraplenes, sistemas de drenaje, asociados a sistemas de manejo y
preservación de los recursos naturales. Una parte significativa de estos conocimientos y tecnologías
ancestrales se mantienen vigentes y se constituyen en alternativas de reducción de los riesgos, que en la
actualidad nos plantea la problemática del cambio climático global.
Chilon (2011: 18)
Al igual que en muchas comunidades altoandinas, en Huasta persisten una serie de prácticas
ancestrales que han ayudado a sus pobladores a responder a los desafíos de la variabilidad
climática a lo largo de las generaciones y que hoy presentan un particular potencial para la
adaptación al cambio climático. En la actualidad, junto con esas prácticas tradicionales también
coexisten otras tecnologías contemporáneas que también ayudan a los huastinos a responder
a los desafíos del clima. El cuadro a continuación resume las principales tecnologías
ancestrales y contemporáneas de adaptación y mitigación que se practican en Huasta en
respuesta a las heladas, sequías y un conjunto de diversos eventos climáticos.
57
Tecnología de mitigación y adaptación en ecosistemas de montaña
Eventos Tecnologías apropiadas ancestrales Tecnologías apropiadas contemporáneas
climáticos
Objetivo Nombre de la tecnología ¿Hay en Huasta? Objetivo Nombre de la tecnología ¿Hay en Huasta?
Andenes de piedra, adobe, pata Sí, hay andenes de piedra en casi toda la parte baja de Adaptación Agroforestería con especies Hay cercos vivos y reforestación. Los
Heladas patas, champas; la comunidad (zona de cultivos bajo riego) y toda esa nativas resistentes (p.e., cercos vivos de la zona de ratay son
barreras vivas con “queñoa”, zona también se encuentra bajo riego gracias a una tola) más bien las áreas de matorral que no
Adaptación “colle”,“mutuy”; protección de extensa red de canales y reservorios. También hay han sido desmatadas, es decir que
bosques; huertas barreras vivas en la zona de” ratay” o zona de cultivos Invernaderos (“toldos”) toda esa zona era de matorrales pero
Uso de especies cultivadas bajo secano en la parte media de la comunidad. al abrir chacras de cultivo se ha
nativas resistentes Reservorios de agua mantenido el matorral para que
funcione como cerco vivo. También hay
un gran proyecto de reforestación en la
parte alta de la comunidad, en
diferentes sectores con quenuales (ver
capítulo III)
Reservorios hechos a base de Tienen reservorios hechos a la “antigua” son grandes Reforestación Sí
champas de hoyos de más o menos 5 a 6 metros de diámetro y Introducción de especies
Sequía ichu en quebradas unos 3 metros de profundidad. resistentes a la sequía
Almacenamiento Adaptación
de Reservorios pequeños Sí
agua Canales de regadío
Protección de puquiales, Deciden no alterar los puquiales, no los cercan pero no Cercado y creación de No
bofedales y los alteran. Se cree que al alterarlos (ampliarlos) se humedales, bofedales
manantes secan o cambian de curso. Riego presurizado (por Sí, pero solo unos cuantos pobladores.
aspersión, goteo)
Inundacio-nes Adaptación Construcción de barreras Reforestación (ver capítulo III)
vivas
Zanjas de infiltración
Reforestación
58
Fases de la Luna: cuando forma un cuenco (cuartos)
inclinado hacia la tierra lloverá, cuando el cuenco
inclinado hacia el cielo secará. Truenos y lluvia:
proveniente del norte es malo para los cultivos.
Truenos y lluvia provenientes del este es bueno para
los cultivos. Biológicos: cuando el zorro aúlla antes
que el trueno será un buen año para los cultivos.
Muchqui (planta): cuando florece bastante en los
meses de abril y mayo será un buen año para la
producción de papa.
La persistencia, Transformación de chuño, Charqui de vaca, tocosh. Soberanía Secados, mermeladas, Producción de lácteos (quesos)
la charqui, cecina alimentaria productos lácteos, nuevos
continuidad Almacenes, pirhuas, trojes, cultivos (hortalizas)
colcas, coyunas,
huayuncas, tocosh, etc.
Dispersión de parcelas en Dispersión de en diferentes pisos, bajo medio y alto.
diferentes pisos Tierra comunal de la parte media y alta “ratay” tiene
ecológicos: laymes, frutales en tiempos largos de rotación, entre 7 a 14 años. Pastos
partes bajas; de la puna grande son descansados por 6 meses al
maíz, papa, cereales en partes año, de enero a junio.
medias
y pastizales comunales en
partes altas
Manejo in situ de diversidad de Hay muchas variedades de papas nativas, no saben
cultivos exactamente cuántas pero se calcula que no menos de
alimenticios (p.e., hasta 100 30 variedades.
variedades de
papas nativas por parcela)
59
Como se resume en el cuadro anterior, las manifestaciones físicas más relevantes de las
tradiciones para el manejo del agua (principal problema en la CC de Huasta) son la presencia
de andenería, canales de riego, reservorios de agua y la captación de los puquiales.
Efectivamente, hay evidencias de captación y canalización de puquiales alrededor de la CC de
Huasta; a continuación se muestran fotografías de algunos de estos ejemplos (fotos 11, 12 y
13).
Foto 11: Puquial manejado y asociado a una pequeña área de pastoreo en plena época seca. Foto: Pablo Dourojeanni, 2007.
60
Foto 12 5: Puquial y andenería asociada y manejada, sector Villalta. Foto: Pablo Dourojeanni, 2007.
61
Foto 13: Puquial de Manyanpaccha en el centro poblado de Huasta (foto: Pablo Dourojeanni, 2011).
El puquial de Manyanpaccha (foto 13) es el principal puquial del centro poblado de Huasta. La
moderna infraestructura que lo rodea hoy en día es un reflejo de su importancia actual y
pasada. Varias personas entrevistadas en la salida de campo de marzo (2011) indicaron que el
caudal de este puquial se ha reducido drásticamente en los últimos años. Se aprovechó la
presencia de este grupo de mujeres lavando ropa en el puquial para conducir una entrevista
grupal con ellas. Si bien no sabían bien a que se refiere el término “cambio climático”,
expresaron contundentemente los cambios que ellas han percibido en su entorno. Cambios
como la falta agua para los cultivos y las chacras, variación en el régimen de lluvias y la
disminución de sapos en los alrededores de fuentes de agua.
62
prácticas tradicionales en la CC de Huasta y que vale la pena reproducir en su integridad. Esta
cita es del informe escrito por Eloy Neira en el año 2009 para el IM:
Por ejemplo, con respecto a este sistema de andenes, interesa resaltar la conducción, a través de un sistema de
canales, del agua que vierten manantiales o puquiales bien conocidos por los pobladores de Huasta, agua que a
su vez proviene de las aguas que se almacenan y discurren en forma subterránea, desde muy lejos, desde la
Puna Grande, donde se hallan las praderas naturales y los bosques de árboles como los queñuales, plantas
todas estas que ayudan a que el agua de la lluvia o los deshielos se filtre, entre a la tierra cuidadosamente, y
baje o discurra por el subsuelo, hasta llegar con suavidad a los andenes.
Este cuidado del agua, de su almacenamiento en el subsuelo, está relacionado con prácticas hoy en día
vigentes. En la zona de Temporal o Ratay, por ejemplo, existen prácticas de rotación de cultivos y de descanso
de suelos. Estos descansos, además de posibilitar la recuperación de nutrientes en el suelo y ser un método de
control fitosanitario —al permitir la eliminación o disminución de la presencia de agentes nocivos para las
plantas—, son una forma de lograr la convivencia entre la producción agrícola en terrenos, cuidando que ese
terreno no se dañe irreparablemente, y posibilitando que siga contribuyendo a la filtración de las aguas.
Otra práctica de cuidado de las praderas se da hoy en día en la Puna Grande, donde la Comunidad de Huasta
tiene establecido un calendario de acceso, y, en los sitios asignados, las familias realizan prácticas de rotación
de pastoreo de rebaños. El cuidado de las praderas tiene que ver también con las reglas sobre tenencia de
ganado equino (caballos, mulas, burros) que la Comunidad ha establecido.
Neira (2009:49)
Si bien la quema de pastizales no es hoy en día reconocida como una práctica saludable para
el medio ambiente y la biodiversidad, sí es una práctica tradicional que se sigue haciendo
ampliamente en la región y también en la CC de Huasta. Varias comunidades han prohibido la
quema de pastos en las punas, aunque esta es un practica que sirve para renovar los pastos y
generar rebrotes tiernos que son de fácil digestión para los animales que pastean en las
alturas. En la fotografía 14 se puede apreciar una gran extensión de pastos quemados en una
ladera de la quebrada
Puntahauyi, ubicada en las
alturas de la CC de Huasta en el
año 2007. Quizá el mayor
problema de la quema de pastos
naturales es cuando estos se
esparcen sin control alguno,
pudiendo quemar otra
vegetación que no se renueve
tan rápidamente como los
pastos, como por ejemplo
árboles o arbustos.
Foto 14: Pastos naturales quemados (área negra) en la quebrada de
Puntahuayi (foto Pablo Dourojeanni, 2007).
63
Percepciones locales: ¿Cómo nos preparamos o enfrentamos los cambios?
En los cuadros 12 y 14, referidos a los cambios percibidos en las últimas tres décadas y a las
tecnologías ancestrales y contemporáneas de mitigación y adaptación respectivamente, se
mencionan varias acciones tomadas por la población para mitigar los efectos de los cambios
sufridos por la comunidad. Organización de turnos de riego, construcción de andenes, canales
de riego, reservorios para agua, educación y capacitación sobre plagas y enfermedades,
reforestación y campañas preventivas ante enfermedades, son algunas de las varias acciones
que han sido tomadas.
“La rotación de pasto se está realizando en este sector de la puna, aquí en Palca, se
hace todos los años. Actualmente está ya ingresado al animal en los pastos conservados.
Hace 15 días que se ha hecho el ingreso de esos animales en el sector aquí de Paria, de
Jupemarca y Puntahuai. Estos pastos se consumen hasta los meses de Diciembre y ya a
partir de Enero entran en conservación hasta el mes de junio (…). …antiguos que han
vivido años en estos lugares cuentan de que había abundancia de pasto, crecía
suficiente. Pero actualmente estos pastos que se están conservando ya no es como los
años anteriores, es un poco menos.” (Aníbal Loyola)
Allá hay dos reservorios, uno arriba, otro abajito. Otro tenemos acá adentro. Sí, con eso
regamos pues, represamos… si no, no tenemos agua. El agua pues estamos cada vez
escaseando, queremos traer de allí, de ese río grande en la altura para acá, pero nos
64
cierran el paso las autoridades superiores de Barranca todo ese… dicen que por qué?
para nosotros… si ustedes levantan, para nosotros ya no hay, dicen... (Máximo Jara)
“Para contrarrestar este problema (escasez de pastos y agua) ahorita estamos trabajando
con el Instituto de Montaña hace tres años y ellos nos están dando capacitaciones para
poder contrarrestar estos problemas, en caso por ejemplo, hacer los cultivos de pastos
naturales o pastos mejorados en nuestro sectores, donde nos ubicamos.” (Aníbal Loyola)
Como parte de las actividades del proyecto, los comités forestales fueron capacitados en
diversas técnicas de reforestación con quenuales, incluyendo reproducción por esquejes,
acodos aéreos y estacas. Las figuras a continuación describen cada una de las técnicas:
65
Figura 10. Reforestación por medio de la técnica de reproducción por esquejes. Fuente: IM 2009c
Figura 11. Reforestación por medio de la técnica de reproducción por acodos. Fuente: IM 2009c
66
Figura 12. Reforestación por medio de la técnica de reproducción por estacas. Fuente: IM 2009c
Los miembros del Comité forestal de Huasta conocen la importancia de los quenuales, que fue
explicada por los técnicos del proyecto.
“Muy bien, claro, el quinual es un árbol nativo muy importante para nuestra comunidad
porque los quinuales son pues árboles que captan el agua (…) por ejemplo, en estos
momentos tenemos musgos… Entonces estos son colchones que captan el agua
durante el invierno y cuando entra el verano ellos sueltan el agua de poco a poco,
entonces eso es lo que mantiene a nuestros animales y así también para nosotros
poder percibir el agua que es muy importante para los animales, plantas, personas y así
también para la agricultura. En este caso porque esta es la cuenca de cabecera.
Nosotros prácticamente aquí estamos trabajando con la reforestación de los quinuales,
venimos trabajando en diferentes sectores de nuestra comunidad de Huasta.” (Aníbal
Loyola)
67
“Ahora, hace tres años… cuatro años, antes gracias al Instituto de Montaña hemos
tenido charlas para cuidar más que todo el quinual, que el quinual tiene mucha
importancia: las hojas las cortezas retienen agua en la atmósfera y las raíces absorben
agua en el subsuelo y todas son importantes sabiendo que allí existen muchas hierbas
medicinales y bueno… ya está casi la mayoría… ya están llegando a entender que
tenemos que sembrar quinuales para tener agua.” (Marilda Julca Montes)
Algunos miembros del Comité Forestal manifiestan que están comenzando a percibir cambios a
partir de la reforestación, aunque son conscientes de que es un proceso y que en realidad los
cambios se irán notando poco a poco.
“Desde luego, se está viendo ya más o menos, aunque tal vez este es un proyecto de
largo plazo que se va a ver poco a poco. Claro no se podría ver de un año para el otro
pero de todas maneras se necesita mantenerlos, conservarlos para en el futuro, en lo
posterior poder ver más los resultados.” (Aníbal Loyola)
“Lo único que vemos es que recién estamos recuperando esas plantas y es difícil que
crezca inmediatamente. Poco a poco de repente más tarde pueda cambiar, de aquí a un
año, porque difícil que esas plantitas chiquitas que lo hemos plantado, recién están… Te
digo que todavía no podemos sacar provecho, pero de acá posteriormente, por lo
menos… sí, seguro.” (Edmundo Morales Cano)
“Mire ve cómo está esto [mientras toma un puñado de hojarasca y tierra húmeda del
suelo del bosque], está bien abonado y se mantiene y da buen resultado. Y estamos
viendo que efectivamente es así. Entonces nos abastece casi todo el tiempo de agua”
(Raquel Fernández)
68
“No… recién yo… todavía un poco no. Sí, pero por ejemplo estamos sembrando bastante
quinual y creo que está mejorando la situación.” (Marilda Julca Montes)
En general, los miembros del Comité Forestal de Huasta están orgullosos de conservar sus
bosques de Polylepis si bien son conscientes de los desafíos de la conservación y de la
necesidad de involucrar a toda la población.
“Yo creo que todos los huastinos nos sentimos muy contentos y satisfechos por tener
esta riqueza natural porque prácticamente e sun tesoro natural del mundo para todos los
peruanos y como repitp para los huastinos que seguramente nos sentimos orgullosos por
tener esta maravilla en este lugar y diferentes lugares de los sectores de nuestra
comunidad de Huasta.” (Aníbal Loyola)
“En este caso creo que recién el comité estamos viendo esos casos para poder hacer
una adaptación pero quisiéramos que toda la comunidad, los diferentes pueblos hagan
esto, tomen conciencia para poder hacer al menos un cambio aunque no en su totalidad
pero al menos podamos contrarrestar estos problemas del tiempo”. (Aníbal Loyola)
69
Identificación de otras acciones y medidas 15
Existen tres iniciativas orientadas a la adaptación a los efectos del cambio climático en la CC
de Huasta. La primera es la creación de un área de conservación privada, impulsada por el IM
a través del Proyecto Polylepis, segundo es un programa de conservación de recursos
naturales y culturales que impulsa el Instituto de Montaña (IM) a través del proyecto Cumbres-
Costa y la otra es la recientemente formada Mancomunidad Tres Cuencas.
El IM es una ONG dedicada desde hace más de 15 años en el Perú a ayudar a las poblaciones
rurales de montaña a buscar formas de avanzar en la conservación de sus recursos naturales y
culturales tomando como fundamento principal los valores, el conocimiento y la capacidad
organizativa de las comunidades con las cuales trabaja. Como se mencionó, el trabajo en la CC
de Huasta empezó en el año 2007 con grupos de comuneros organizados en comités
forestales dedicados a la reforestación de las partes altas de la comunidad en el contexto del
Proyecto Polylepis. La siembra de quenuales en las partes altas de la comunidad forjo el
camino para impulsar una cultura de aprendizaje e intercambio de conocimientos sobre los
cambios climáticos que están aconteciendo en la CC. La culminación de este proyecto fue la
elaboración de un expediente técnico que busca crear un área de conservación privada en las
alturas de la CC de Huasta (IM, 2010a). La motivación principal de la comunidad en crear ésta
área de conservación es la preservación del paisaje, la flora y la fauna que se ve amenazada
por la presencia de actividad minera en dicha zona. Una segunda motivación para la creación
del área de conservación fue que dicha zona es cabecera de cuenca y posee grandes
bofedales, parches de bosques de Polylepis y algunos glaciares que fungen como fuentes de
agua y de regulación hídrica para las partes bajas de la comunidad.
El proyecto Cumbres-Costa impulsa aún más este intercambio de conocimientos e incita a los
pobladores a repensar su rol como agentes y participantes de los cambios que están
ocurriendo. Además, el proyecto busca que la población identifique acciones a realizar que
ayuden a mitigar los efectos del cambio climático que están produciéndose en la comunidad, de
esta manera incrementando la capacidad de adaptación de la población. Si bien el proyecto
Cumbres-Costa tiene un tiempo de duración limitado (hasta junio del año 2012) el IM
15
Políticas, normas, programas, proyectos de conservación/manejo sustentable de recursos impulsadas desde el
sector gubernamental, ONGs, cooperación internacional, gobiernos regionales, etc., a nivel de plan y/o con
aplicación en la zona, y en especial relacionados con la adaptación al Cambio Climático.
70
continuará apoyando a la comunidad con nuevos proyectos dentro del programa de
conservación de recursos naturales y culturales.
La Mancomunidad Tres Cuencas es una iniciativa municipal impulsada por el IM dentro del
contexto del proyecto Cumbres-Costa y se basa en la asociación de 10 municipalidades
colindantes y que están en las cabeceras de tres cuencas. Las cuencas son del río Fortaleza,
Pativilca y Santa, tres de las cuencas más importantes de la costa peruana. El distrito de
Huasta participa de esta mancomunidad que tiene como Misión la siguiente premisa: “la
mancomunidad municipal tres cuencas es una entidad pública que, en el contexto del cambio
climático, implementa políticas publicas basado en la gestión integral e integrada de recursos
hídricos; liderando el proceso de gestión territorial participativa, que se sustente en el desarrollo
humano, a través de proyectos que integren la conservación, medios de vida sostenible y
respeto a la cultura originaria.” (Mancomunidad, 2011), La conformación de esta
mancomunidad ayudará mucho a la consolidación de proyectos encaminados a solucionar los
problemas de gestión integrada del agua y conservación de recursos naturales en el ámbito de
la CC de Huasta.
71
V. Aportes desde la ciencia para validar los conocimientos y
tecnologías locales
“Aún con su limitada extensión actual los bosques relictuales juegan un importante rol en los frágiles
ecosistemas altoandinos. Especialmente aquellos localizados con frecuente neblina son importantes para la
formación de suelos y para la acumulación de agua y la regulación de fuentes de agua. La realidad
estratégica del agua que es en situación de escasez de este recurso, se convierte en un tema
extremadamente conflictivo y difícil de resolver. Aunque no es posible presentar una relación cuantitativa
completa, parece obvio que estos valores exceden altamente a lo que se ha ganado al convertir los
bosques de Polylepis en pastizales” (Fjeldså y Kessler, 1996:16).
72
Figura 13. Ciclo hidrológico en los bosques andinos. Fuente: Tobón (2009:18)
Los investigadores coinciden en que los bosques andinos actúan como reguladores hídricos
gracias a su capacidad de almacenar agua en la vegetación y el suelo y liberarla
lentamente, disminuyendo los picos de los caudales de agua y colaborando a que haya más
agua disponible en la época seca (Tobón, 2009; Fjeldså, 2002; Fjeldså y Kessler, 1996;
Herzog et al., 2002; Kessler, 2002 y 2006). Sin embargo, como señala Tobón, “existe una
gran variabilidad en los valores presentados en la literatura en cuanto al rendimiento hídrico
de los bosques andinos” (Tobón, 2009:43). Es decir, más investigación es necesaria,
especialmente antes de plantear alternativas de manejo para la recuperación o restauración
de bosques perdidos o degradados y a fin de evitar “propuestas que pudieran no ser las
óptimas o, peor todavía, que perjudicarían la función hidrológica del ecosistema forestal
andino” (Tobón, 2009: 7).
Como indican Galo Medina y Bert De Bievre en la introducción al libro “Los bosques andinos y
el agua”, si bien es un amplio consenso el considerar a los bosques andinos como ecosistemas
“fuentes de agua”, este es un axioma que necesita mayor debate e investigación,
especialmente en lo que refiere al impacto en el ciclo del agua en los bosques intervenidos y en
los casos de cambios de uso de la tierra (Ibid).
73
Vacíos de información que pudieran existir y que es necesario cubrir
A partir de una exhaustiva revisión bibliográfica, Tobón (2009: 87-93) identificó los siguientes
vacíos de información y prioridades de investigación con relación a los bosques andinos y el
agua:
• Ausencia o escasez de información climática e hidrológica
• Ausencia de series de datos con las cuales se pueda evaluar las tendencias espacio-
temporales del clima y la hidrología de estos ecosistemas.
• Cuantificación inexacta de la precipitación total (en especial la precipitación horizontal y
el aporte de la neblina) en las investigaciones debido a la escasa instrumentación
utilizada para su medición.
• Necesidad de utilizar la información de sensores remotos existentes actualmente
(Worldclim, MODIS, LANDSAT, SPOT, ASTER, etc.) y realizar los análisis respectivos
en paralelo al stablecimiento de redes de observación hidrológica.
• Necesidad de profundizar en el conocimiento del papel que desempeñan los suelos
sobre la hidrología de las cuencas andinas y los efectos causados con el cambio en el
uso del suelo, separadamente de los efectos del cambio climático.
• Establecer programas de investigación en los ecosistemas de bosque andino que han
sido alterados, para evaluar las tendencias en la infiltración de la precipitación durante
la regeneración del bosque natural o en plantaciones con fines de restauración.
• Teniendo en cuenta que el cambio climático podría generar una gran variedad de
efectos de diferente magnitud, según el alcance del cambio, sobre los bosques andinos
y su hidrología, es necesario realizar ejercicios de modelación de los efectos del cambio
climático sobre estos ecosistemas separadamente de sus efectos en el uso del suelo.
Otro campo de investigación que necesita mayor desarrollo es el de la dinámica del carbono en
los ecosistemas de altura de los Andes, incluyendo los bosques de Polylepis. Este es un tema
que si bien no está directamente asociado a la relación bosques-agua, es clave para entender
el papel de los bosques andinos en el contexto del cambio climático y para analizar las
decisiones sobre su manejo. En este sentido, información la máxima capacidad de fijación de
carbono de los árboles --incluyendo estudios sobre los bosques primarios y secundarios y sus
diferencias bajo distintas circunstancias--, contenido de materia orgánica en el suelo y la
dinámica del carbono en los suelos de ecosistemas naturales y de plantaciones, tanto
comparativos como de monitoreo, son de la más alta prioridad. (Hofstede y Aguirre 1999:44-
45).
74
Problemas o efectos negativos o no deseados a raíz de la implementación de la práctica
y posibilidades de potenciar y replicar estos procesos en otros sitios
75
VI. Conclusiones y recomendaciones
La práctica de reforestación con Polylepis está respaldada por el consenso general de los
investigadores sobre los importantes servicios ambientales que brindan estos bosques y el rol
central que tienen en la ecología altoandina como hábitat de muchas especies de plantas y
animales, formación de suelos, regulación del ciclo hídrico, protección de cabeceras de cuenca
y como importante fuente de recursos para los habitantes locales. No obstante, hace falta más
investigación que permita cuantificar los resultados de las acciones de reforestación y su
impacto, particularmente en términos de rendimiento hídrico y capacidad de captura de
carbono.
Los investigadores coinciden en señalar que son necesarios más estudios en aspectos clave
como la relación bosque-agua, incluyendo información climática e hidrológica, tendencias
espacio-temporales del clima y la hidrología de estos ecosistemas, precipitación total (en
especial la precipitación horizontal y el aporte de la neblina), el rol que desempeñan los suelos
sobre la hidrología de las cuencas andinas y los efectos causados con el cambio en el uso del
suelo, tendencias en la infiltración de la precipitación durante la regeneración del bosque
natural o en plantaciones con fines de restauración y ejercicios de modelación de los efectos
del cambio climático sobre estos ecosistemas. También son necesarios más estudios sobre la
dinámica del carbono en estos ecosistemas, en particular información sobre la capacidad de
fijación de carbono de los árboles, contenido de materia orgánica en el suelo y la dinámica del
carbono en los suelos de ecosistemas naturales y de plantaciones.
76
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80
ANEXOS
ANEXO 1
81
Pobl.con educ. superior (15 y más años) 5922674 31.1 196502 27 388 23.6
Hombre 2996418 32 103245 28.7 229 26.8
Mujer 2926256 30.2 93257 25.3 159 20.1
Pobl.analfabeta (15 y más años) 1359558 7.1 90482 12.4 90 5.5
Hombre 336270 3.6 21848 6.1 21 2.5
Mujer 1023288 10.6 68634 18.6 69 8.7
Urbana 548790 3.7 27397 5.6 54 5
Rural 810768 19.7 63085 26.2 36 6.4
SALUD
Población con seguro de salud 11598698 42.3 381364 35.9 507 20.9
Hombre 5732970 42.1 193356 36.5 242 19.7
Mujer 5865728 42.5 188008 35.2 265 22.2
Urbana 8748433 42 248021 36.3 327 20.3
Rural 2850265 43.2 133343 35 180 22.1
Población con Seguro Integral de Salud 5075779 18.5 174231 16.4 371 15.3
Urbana 2565744 12.3 61105 8.9 202 12.5
Rural 2510035 38 113126 29.7 169 20.7
Población con ESSALUD 4920046 17.9 170065 16 101 4.2
Urbana 4650535 22.3 153654 22.5 100 6.2
Rural 269511 4.1 16411 4.3 1 0.1
DISCAPACIDAD (Hogares censados)
Hogares con algún miembro con discapacidad 735334 10.9 27549 10.6 23 3.1
Urbana 609972 11.9 20005 11.9 15 3
Rural 125362 7.7 7544 8.2 8 3.1
ETNIA (Idioma o lengua aprendida en la niñez de la
población de 5 y más años) 5/
Idioma castellano 20718227 83.9 653576 68.1 2103 97.4
Idioma o lengua nativa 4/ 3919314 15.9 303806 31.7 53 2.5
IDENTIDAD
Población sin partida de nacimiento 277596 1 9748 0.9 18 0.7
Hombre 121591 0.9 3265 0.6 6 0.5
Mujer 156005 1.1 6483 1.2 12 1
Urbano 155413 0.7 4562 0.7 12 0.7
Rural 122183 1.9 5186 1.4 6 0.7
Población sin DNI (18 y más años) 564487 3.2 23740 3.6 89 5.9
Hombre 245025 2.9 8141 2.5 19 2.4
Mujer 319462 3.6 15599 4.6 70 9.5
Urbano 329955 2.4 11790 2.6 61 6.1
Rural 234532 6.4 11950 5.5 28 5.3
RELIGION (Población de 12 y más años) 6/
Católica 16956722 81.3 665755 83 1231 68.8
Evangélica 2606055 12.5 99427 12.4 332 18.5
PARTICIPACION EN LA ACTIVIDAD ECONOMICA(
14 y más años)
Población Económicamente Activa(PEA) 10637880 363862 826
Tasa de actividad de la PEA 54.1 48.3 48.9
Hombres 71.2 68.5 66.8
Mujeres 37.7 28.6 29.7
PEA ocupada 10163614 95.5 343834 94.5 796 96.4
Hombres 6561246 95.4 239859 94.1 562 96.1
Mujeres 3602368 95.8 103975 95.3 234 97.1
PEA ocupada según ocupación principal 10163614 100 343834 100 796 100
Miembros p.ejec.y leg.direct., adm.púb.y emp 26941 0.3 1033 0.3 5 0.6
Profes., científicos e intelectuales 1055223 10.4 34975 10.2 52 6.5
82
Técnicos de nivel medio y trab. asimilados 655316 6.4 14475 4.2 8 1
Jefes y empleados de oficina 524744 5.2 13820 4 5 0.6
Trab.de serv.pers.y vend.del comerc.y mcdo 1575018 15.5 47091 13.7 35 4.4
Agricult.trabaj.calif.agrop.y pesqueros 1311748 12.9 62146 18.1 217 27.3
Obreros y oper.minas,cant.,ind.manuf.y otros 995165 9.8 29320 8.5 9 1.1
Obreros construc.,conf.,papel, fab., instr 1041408 10.2 33466 9.7 12 1.5
Trabaj.no calif.serv.,peón,vend.,amb., y afines 2590430 25.5 97094 28.2 431 54.1
Otra 98230 1 1720 0.5 1 0.1
Ocupación no especificada 289391 2.8 8694 2.5 21 2.6
PEA ocupada según actividad económica 10163614 100 343834 100 796 100
Agric., ganadería, caza y silvicultura 2342493 23 102156 29.7 596 74.9
Pesca 59637 0.6 6886 2
Explotación de minas y canteras 133706 1.3 4937 1.4 12 1.5
Industrias manufactureras 943954 9.3 25404 7.4 6 0.8
Suministro de electricidad, gas y agua 24181 0.2 1043 0.3 1 0.1
Construcción 559306 5.5 23757 6.9 25 3.1
Comercio 1689396 16.6 49730 14.5 35 4.4
Venta, mant.y rep. veh.autom.y motoc 207206 2 6101 1.8
Hoteles y restaurantes 468208 4.6 14811 4.3 4 0.5
Trans., almac. y comunicaciones 848916 8.4 24383 7.1 7 0.9
Intermediación financiera 72459 0.7 1181 0.3
Activid.inmobil., empres. y alquileres 616687 6.1 15625 4.5 4 0.5
Admin.púb. y defensa; p. segur.soc.afil 343331 3.4 11371 3.3 11 1.4
Enseñanza 610159 6 24236 7 44 5.5
Servicios sociales y de salud 241335 2.4 6368 1.9 4 0.5
Otras activ. serv.comun.soc y personales 335250 3.3 9904 2.9 24 3
Hogares privados con servicio doméstico 318455 3.1 6920 2 2 0.3
Organiz. y órganos extraterritoriales 567 0 3 0
Actividad económica no especificada 348368 3.4 9018 2.6 21 2.6
VIVIENDA
Viviendas particulares censada 7/ 7566142 99.8 314221 99.7 1242 100
Viviendas particulares con ocupantes presentes 6400131 84.6 248398 79.1 742 59.7
Tipo de vivienda
Casa independiente 6477401 85.6 298798 95.1 1013 81.6
Departamento en edificio 378926 5 2024 0.6
VIVIENDA CON OCUPANTES PRESENTES
Régimen de tenencia
Propias totalmente pagadas 4241044 66.3 173082 69.7 575 77.5
Propias pagándolas a plazos 293051 4.6 7814 3.1 8 1.1
Alquiladas 979657 15.3 22524 9.1 76 10.2
Material predominante en paredes
Con paredes de Ladrillo o Bloque de cemento 2991627 46.7 81643 32.9 3 0.4
Con paredes de Adobe o tapia 2229715 34.8 142584 57.4 643 86.7
Con paredes de Madera 617742 9.7 3150 1.3
Con paredes de Quincha 183862 2.9 2613 1.1
Con paredes de Estera 144511 2.3 15150 6.1 1 0.1
Con paredes de Piedra con barro 106823 1.7 1587 0.6 85 11.5
Con paredes de Piedra o Sillar con cal o cemento 33939 0.5 201 0.1
Otro 91912 1.4 1470 0.6 10 1.3
Material predominante en pisos
Tierra 2779676 43.4 148405 59.7 701 94.5
Cemento 2441884 38.2 81483 32.8 38 5.1
Losetas, terrazos 597734 9.3 14342 5.8
Parquet o madera pulida 288703 4.5 1306 0.5
83
Madera, entablados 217547 3.4 693 0.3 3 0.4
Laminas asfálticas 45493 0.7 459 0.2
Otro 29094 0.5 1710 0.7
Viviendas con abastecimiento de agua
Red pública dentro de la vivienda 3504658 54.8 151733 61.1 22 3
Red pública fuera de la vivienda pero dentro de la
edificación 568800 8.9 19345 7.8 5 0.7
Pilón de uso público 243241 3.8 6895 2.8
Viviendas con servicio higiénico
Red pública de desagüe dentro de la vivienda 3073327 48 114145 46 161 21.7
Red pública de desagüe fuera de la vivienda pero
dentro de la edificación 393506 6.1 9055 3.6 12 1.6
Pozo ciego o negro / letrina 1396402 21.8 48455 19.5 12 1.6
Viviendas con alumbrado eléctrico
Red pública 4741730 74.1 181804 73.2 454 61.2
HOGAR
Hogares en viviendas particulares con ocupantes
presentes 6754074 100 260087 100 750 100
Jefatura del hogar
Hombre 4831779 71.5 187453 72.1 591 78.8
Mujer 1922295 28.5 72634 27.9 159 21.2
Equipamiento
Dispone de radio 4869621 72.1 172994 66.5 498 66.4
Dispone de televisor a color 4116857 61 140615 54.1 192 25.6
Dispone de equipo de sonido 1978281 29.3 59269 22.8 86 11.5
Dispone de lavadora de ropa 957125 14.2 20124 7.7 3 0.4
Dispone de refrigeradora o congeladora 2191585 32.4 59607 22.9 5 0.7
Dispone de computadora 998222 14.8 25132 9.7 7 0.9
Dispone de tres o mas artefactos y equipos 2529856 37.5 72884 28 64 8.5
Servicio de información y comunicación
Dispone de servicio de teléfono fijo 1868953 27.7 52317 20.1 16 2.1
Dispone de servicio de telefonía celular 2898406 42.9 90827 34.9 111 14.8
Dispone de servicio de conexión a Internet 458158 6.8 8813 3.4 1 0.1
Dispone de servicio de conexión a TV por cable 1045708 15.5 27641 10.6
Combustible o energía usado para cocinar
Utiliza gas 3751930 55.6 110726 42.6 22 2.9
Utiliza leña 2036901 30.2 133846 51.5 715 95.3
Utiliza bosta 282660 4.2 1042 0.4 4 0.5
Utiliza kerosene 199860 3 4293 1.7 3 0.4
Utiliza carbón 170643 2.5 2083 0.8 2 0.3
Utiliza electricidad 103343 1.5 1515 0.6
1/ Relación de la población de 0 a 14 años más la población de 65 y más años, entre la población de 15 a 64.
2/ Relación de la población de 60 y más años sobre el total de menores de 15 años.
3/ Excluye a la población nacida en otro país y la que no especificó su lugar de residencia 5 años antes.
4/ Incluye la lengua Quechua, Aymara, Asháninka y Otra lengua nativa.
5/ Excluye idioma extranjero y a los que no hablan ni escuchan.
6/ Excluye otra religión.
7/ Excluye las viviendas colectivas.
84
ANEXO 2
Tierras aptas Agrupa a las tierras de la más alta calidad agrológica, de este grupo, con ligeras
modificaciones de orden climático, edáfico o de relieve para la producción de
para
F Alta ( F1) especies forestales maderables. Requieren de prácticas sencillas de manejo y
producción conservación de suelos y de bosques para la producción forestal sostenible sin
forestal deterioro del suelo.
85
Agrupa a tierras de calidad agrológica media, con restricciones ó deficiencias más
acentuadas de orden climático, edáfico o de relieve , que la clase anterior para la
Media (F2) producción de especies forestales maderables . requiere de prácticas moderadas de
manejo y conservación de suelos y de bosques para la producción forestal sostenible
sin deterioro del suelo.
Agrupa tierras de baja calidad agrológica baja, con fuertes limitaciones de orden
climático, edáfico o de relieve para la producción forestal de especies maderables.
Baja (F3)
requiere de prácticas más intensas de manejo y conservación de suelos y bosques
para la producción forestal sostenible sin deterioro del recurso suelo.
86
ANEXO 3
Cuadros resumen de las respuestas a la encuesta sobre problemas ambientales
realizada por el IM en el año 2009 en la localidad de Huasta
87
88
89
90
ANEXO 4
91
ANEXO 5
ADRA: Adventisit Development and Relief Agency, realizan proyectos de salud pública en
la zona, en especial la construcción de cocinas mejoradas y salud en el hogar.
APAFA: Asociación de Padres de Familia, se dedica a velar por los intereses educativos de
los alumnos y la institución educativa en coordinación continua con las autoridades
educativas.
JASS: Junta Administradora de Agua y Saneamiento, institución local que administra los
sistemas de agua potable y desagüe de los centros poblados del Perú; conforman
un red nacional.
SIS: Seguro Integral de Salud, red nacional pública de salud, en Huasta está
representada por la posta medica.
92
ANEXO 6
Tiempo óptimo para visitas interesadas en los impactos del cambio climático en Huasta
Debido a que la mayor preocupación de la población es la falta de agua y cómo esta escasez
está afectando la distribución de agua potable y de agua para el riego, se considera que el
mejor momento para realizar visitas interesadas en los impactos del cambio climático en
Huasta es en la cúspide de la época seca. Es decir, entre los meses de julio y agosto o quizá
inclusive los meses antes de noviembre (antes de que empiece la época de lluvias). De esta
manera se podrá registrar la falta de agua en los puquiales, lo complicado que es la
organización de turnos de riego en la parte baja de la comunidad, los conflictos que se pueden
suscitar por ello y el fenómeno de las heladas sobre los cultivos de la parte baja.
Alteración en los La lluvia ya no se presenta en las épocas tradicionales. Posiblemente a lo largo de todo el
patrones de Afecta el ciclo de los cultivos y puede causar año.
precipitación enfermedades como la rancha en la papa. Los pastos
naturales no reciben agua en los tiempos tradicionales
alterando la rotación de pastos. Los acuíferos no se
recargan en el tiempo tradicional.
Escasez de agua Afecta la captación de agua en los puquiales, el En la cúspide de la época seca en
almacenamiento y riego de los cultivos y la dotación de los meses de julio, agosto hasta
agua potable en la ciudad. Afecta la rotación de turnos posiblemente noviembre.
de riego en la parte baja de la comunidad y por ende
crea conflictos entre los comuneros regantes.
Cuadro: Resumen de los fenómenos, efectos y tiempo óptimo de visita para su observación
93