El Curioso Impertinente - Quijote PDF
El Curioso Impertinente - Quijote PDF
El Curioso Impertinente - Quijote PDF
Ventero cuando le advierte.- «y quiera Dios que no cojéeis del pie que cojea
vuestro huésped don Quijote”. Esto choque de opiniones encontradas acerca
de la ficción literaria entre los inquilinos y los huéspedes de la venta tiene el
efecto de realizar la impresión de que este circulo de oyentes que ahora se
forma alrededor del Cura tienen una xistencia real y autónoma frente al ca-
rácter ficiticio y literario de los pehsonajes del Curioso. Dice Avalle-Arce:
«Nosotros, lectores del Curioso, compartimos esta experiencia vital con el co-
nIlo formado alrededor del Cura lector» (pág. 122).
Se trata, pues, de la asombrosa capacidad sugestiva del arte de Cervantes
para crear y mantener a lo largo del Quijote esa ilusión de la realidad autó-
noina de sus personajes. Frente a la independencia y la disponibilidad de és-
tos, resalta el carácter predetcrminado y puramente literario de la acción del
Curioso. Las figuras de este cuento parecen actuar desde el comienzo como
impelidas por una fuerza oscura que las ha de llevar inexorablemente a un
fin trágico. El primer indicto del curso fatal que va a tomar la acción es el
deseo enigmático de Anselmo para poner a prueba la virtud de su joven es-
posa, Camila, haciendo que su amigo Lotario asuma el papel de cómplice y
se desarrolla momentos antes de dar el Cura comienzo a la lectura de la no-
vela, durante una reunión de sobremesa a la que asiste también don Quijote.
La discusión gira sobre un tema eminentemente quijotesco: la diferencia entre
literatura y vida. El Venterp cree a pies juntillas todo lo que narran los libros
de caballerías. Para él, lo mismo qu epara don Quijote, se han hecho confusas
las fronteras entre ficción y realidad. El cura censura este «quijotismo” del
tentador en esta infame empresa. Francisco Ayala, en su artículo «Los dos
amigos”, publicado en Revista de Occidente, XXX (1965), págs. 287-306, nos ha
propuesto una interpretación muy interesante de este turbio deseo de Anselmo.
Ayala llama nuestra atención a las importantes modificaciones que Guillén
de Castro ha introducido en su comedia El curioso impertinente con la inten-
ción de hacer más aceptable el extraño deseo de Anselmo. En la primera es-
cena de esta comedia Lotario está a punto de casarse con Camila. Tan pronto
como Anselmo, quien ha estado ausente de Florencia durante largo tiempo,
pone los ojos en la novia de su amigo, queda prendado de ella. Lotario, ante-
poniendo los deberes de la amistad a su propio deseo amoroso, renuncia a su
matrimonio con Camila y procura que ella se case con Anselmo. El hecho, pues,
de ser Camila y Lotario dos antiguos amantes frustrados confiere más verosi-
militud convencional, tanto al deseo de Anselmo como a la situación dramática
de la seducción de Camila por su antiguo amante. Los cambios introducidos
así en la comedia nos revelan, según Ayala, la intención del dramaturgo valen-
ciano para rehuir la verdad más profunda pero inquietante que Castro había
intuido en el cuento de Cervantes. El estudio de Ayala nos sugiere en términos
discretamente velados que el deseo inconfesable de Anselmo procede de un fon-
do subconsciente de tendencias homosexuales. Lo que Anselmo pretende con-
seguir es la «satisfacción vicaria a través de su mujer (carne de su carne en
virtud del matrimonio) para los turbios deseos que hasta entonces había man-
tenido larvados o, mejor dicho, sublimados en las formas nobles de la cama-
radería» (pág. 304).
El estudio de Ayala se distingue de todos los demás intentos explicativos de
los críticos que se han ocupado de El curioso impertinente, en que pretende
dar una interpretación comprensiva de la totalidad de los aspectos enigmáti-
cos de la novela de Cervantes a partir de su análisis del «secreto” de Anselmo.
Sin embargo, parece ser evidente que la novela en su conjunto no nos propor-
ciona los soportes concretos necesarios para sostenerse tal interpretación com-
prensiva. El mismo Ayala parece darse cuenta de esla imposibilidad al advertir
FI tema de El curioso impertinente. - - 145