Edmundo Paz Soldán - Amor A La Distancia

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Amor a la distancia  tenía reservados el uno para el otro, un amor lleno de debilidades y olvidos y 

  traiciones como el de tantos otros, un amor que después de todo es lo único que 
Anoche, mientras salía de mi apartamento con dos botellas de vino tinto entre  tenemos y es lo único que nos va a redimir de una vida llena de debilidades y 
las manos, se me ocurrió, Viviana, que tú jamás sabrías de ese pequeño detalle si yo  olvidos y traiciones. 
decidiera no contártelo. Las botellas de vino tinto, la sonrisa en los labios, el aire de  Cuando te llame el domingo, comenzarás por contarme lo que hiciste esta 
expectativa ante la inminencia de una fiesta que prometía mucho y efectivamente  semana: el lunes a comer salteñas al Prado con tus amigas, el miércoles de compras 
cumplió: pequeños detalles que tú quizás jamás sepas, así como yo no sé de tantos  a las Torres Sofer con tu hermana, el jueves a ayudar a tu papá en su consultorio, 
pequeños detalles tuyos. Dicen que las relaciones son precisamente esas minucias  pura rutina, amor, por aquí no pasa nada, sabes lo aburrida que es Cochabamba. 
que nos pasan mientras estamos ocupados haciendo o diciendo cosas importantes,  Luego me dirás que extrañas mucho y me preguntarás qué hice esta semana. Y yo 
y lo nuestro es una ausencia de minucias, nos contamos algunas cosas pero no es  también te diré que te extraño mucho y te narraré la historia de esta semana. Será 
suficiente, ésa es la naturaleza de la relación a la distancia, tres o cuatro meses de  una narración despreocupada, con un tono casual de voz, acaso palabras diferentes 
hablar por teléfono una o dos veces por semana, en general quince minutos y en el  a las del anterior domingo pero siempre el mismo mensaje, por aquí no pasa nada, 
mejor de los casos media hora, si tenemos suerte una buena conversación y si no  sin ti no pasa nada, me aburro mucho y me siento solo y no veo la hora de volver a 
los inevitables malentendidos, las frases a medias, las diferencias de tono (cómo  verte. Si tuviéramos una relación libre sería diferente, podríamos contarnos las 
importa el tono de voz en el teléfono, la forma es más importante que el fondo)  cosas que hacemos, con quién salimos y etcétera, pero el problema es que ninguno 
porque a veces uno se siente muy cerca de la otra persona y la otra no y viceversa,  de los dos puede aceptar una relación así, nos creemos modernos pero no tanto, 
así hasta el reencuentro y el regreso de las minucias al menos por un tiempo, hasta  hemos decidido que si hay verdadero amor hay fidelidad y confianza, con nuestras 
la próxima separación.  palabras hemos creado un amor en el que no podemos fallarle al otro, en el que 
En la fiesta conocí a una chica española, Cristina, había llegado a Berkeley por  ambos valorarnos muchísimo la fidelidad y confiamos muchísimo en el otro. 
dos semanas a visitar a su hermana. Hubo una conversación trivial, hubo un par de  Hemos creado una pareja que está muy por encima de nuestra realidad, y ninguno 
sonrisas sugerentes y vino tinto, y cerveza, hubo el contagioso merengue de Juan  quiere ser el primero en destruir esa imagen. Es verdad que me siento muy solo y 
Luis Guerra y de pronto, Viviana, me encontré bailando con exaltada pasión. La  no veo la hora de verte, pero no es verdad que no pase nada (siempre pasan cosas). 
estaba pasando muy bien y por ese momento pude olvidar el allá y el futuro, los  Te diré que el viernes fui a una fiesta, que estuve hasta temprano y pensé mucho en 
diversos territorios y tiempos en los que uno habita en una relación a la distancia, y  ti, que sentí mi soledad magnificada ante el espectáculo de tantas parejas felices 
concentrarme en el acá, en el ahora. Luego me sentí culpable, como siempre me  juntas, amor odio la relación a la distancia pero lo hago sólo por ti, tú vales la pena 
siento cuando lo paso bien sin ti, cuando me dejo llevar por el ruido del mundo y  cualquier sacrificio. Y es verdad que tú vales la pena, que no te quiero perder. Pero 
descubro que también puedo ser feliz en tu ausencia. Para alguien que nunca dudó  tampoco te puedo contar muchas cosas porque sin secretos ninguna relación 
de ninguno de los mitos que generaciones pasadas nos legaron acerca del amor, esa  subsistiría: imposible tolerar la verdad y la verdad y nada más que la verdad. Cómo 
verdad produce angustia y amargura: porque uno cree literalmente en los mitos y  contarte, por ejemplo, que después de la medianoche besé a Cristina en el balcón 
cuando descubre el amor piensa que es cierto, uno no puede vivir sin el ser amado,  con un ardor que no sentía hace mucho. Cómo contarte que un par de horas 
sin ese ser al lado hay insomnios continuos y una desgarrada, quieta desesperación  después, en el jardín y protegidos por las sombras, Cristina deslizó su mano derecha 
(lo que tienen que soportar las almohadas) y a veces no tan quieta. Angustia y  entre mis ropas hasta encontrar lo que buscaba, y cuando lo encontró no lo soltó 
amargura, porque uno descubre que puede vivir sin el otro ser, la impiadosa vida  hasta que yo tuve que pedírselo por favor, era tanto el placer y luego el dolor. 
continúa y hay que sobrevivir, de algún modo hay que ingeniársela para construir  Cómo contarte, Viviana, que Cristina y yo, ebrios y olvidados de todo excepto de 
un mundo en que la otra persona esté pero no esté, sea imprescindible pero no sea  los dos, nos fuimos a mi departamento y allí nos embarcamos en un viaje de jadeos 
imprescindible. Y así, Viviana, nuestro gran amor se convierte en un amor más, un  y temblores hasta el fin de la noche. 
amor que pudo no haber sucedido aunque nosotros creamos que el destino nos 
 
 
Ñusleter ​–http://niusleter.com.ar 

Pero ¿existieron alguna vez los amores perfectos? Acaso en la relación a la  o la cercanía, las pequeñas traiciones pueden aparecer en ambas situaciones, el amor 
distancia existan personas que actúen a la altura de las circunstancias, que piensen  puede continuar con pequeñas traiciones en ambas situaciones. 
imposible fallarle al otro por diversas razones, acaso por amor, acaso porque no  Y no soy ingenuo, y sé que lo que hago lo puedes estar haciendo tú también. 
quieren fallarse a sí mismos. Es, después de todo, una prueba de carácter, de  Acaso tu ida a la discoteca el anterior fin de semana, con tus amigas, haya acabado 
fortaleza moral. Pero la mayoría de nosotros somos bajos, no estamos a la altura de  en una callejuela oscura a las faldas de San Pedro, bajo la silueta recortada del Cristo 
las circunstancias, la otra persona no está cerca y uno tiene tanto tiempo libre, las  de la Concordia, con el fondo de la suave música que emanaba de la radio del auto 
tentaciones acosan sin descanso y una cosa lleva a la otra y la carne es tan, tan débil.  del desconocido de ojos negros y así comenzó todo. No soy ingenuo, y 
El primer paso es muy difícil, las cosas están tan frescas todavía, uno va a una fiesta  probablemente tú tampoco lo seas, pero lo cierto es que estamos atrapados por 
y el rostro y la piel y las palabras del ser ausente están con uno todavía, por favor,  nuestras propias imágenes de lo que queremos pero no podemos ser, y no podemos 
prométeme que jamás me fallarás, te amo tanto tanto. Y uno se siente tan orgulloso  decir ciertas cosas, no podemos confirmar ciertas sospechas, todo está bien entre 
de ser fiel, Viviana, de saberse respondiendo a la confianza depositada, seguro que  los dos mientras no digamos en voz alta (o acaso un susurro baste) todas aquellas 
tú algún rato también sentiste lo mismo. Pero después, uno se aburre y hay tanto  cosas que sospechamos y preferimos no oír. Para seguir, debemos continuar con 
tiempo libre, uno va cediendo poco a poco, uno llama a esa morena de la linda  nuestro secreto a voces. Apenas alguien abra la boca, se romperá el encantamiento. 
sonrisa que uno conoció por azar (el azar es culpable de todo, de las pequeñas  Por eso jamás te enviaré esta carta, preferiré publicarla en el suplemento 
aventuras, de los grandes amores) mientras aguardaba el bus, la morena de  literario de algún periódico, escudado en la ficción. Y cuando alguna de tus amigas 
conversación superficial y nombre poético, Soledad, pero uno se olvida poco a  que haya leído el cuento te pregunte cómo puedes seguir conmigo después de mis 
poco de la conversación superficial y se acuerda de la linda sonrisa y del nombre  públicas admisiones, tú me defenderás y le dirás que no confunda la realidad con la 
poético, y una noche uno está estudiando y el estudio aburre y el teléfono tienta,  fantasía, le dirás que ése es el precio de enamorarse de un escritor. Pero acaso algún 
por qué no, no pasará nada, charlar no es pecado. Así, casi imperceptiblemente, se  rato te venga la duda, y me confrontes y me pidas que te diga con toda sinceridad si 
inicia la cadena de pequeñas traiciones. Con la morena no pasará nada, acaso un  hay algo autobiográfico en ese cuento. Y yo recordaré el momento en que lo escribí, 
café (la conversación superficial) y un par de leves insinuaciones y el miedo  este momento, las once de la mañana en mi habitación, Cristina todavía durmiendo 
inmenso de que esas insinuaciones sean tomadas en serio, no pasará nada pero  en mi cama, con la respiración acompasada y lejos de mí y del mundo, el perfecto 
después uno está más predispuesto para la próxima, ojalá que sea una persona muy  cuerpo desnudo, la perfumada piel canela, y recordaré haber hecho una pausa antes 
interesante, después será el fugaz enigma de Sofía y cuando uno llega a darse cuenta  de terminar de escribir el cuento, una pausa para admirar el hermoso cuerpo 
del territorio en que ha ido a parar ya es tarde, ya es muy tarde.  desnudo, y te diré sin vacilaciones que no, ese cuento no tiene nada autobiográfico, 
Mis amigos dicen que en realidad no estoy enamorado, si no no sería capaz de  ese cuento es una ficción más, todo lo que se relaciona conmigo es, de una forma u 
hacer lo que hago. Sin embargo, Viviana, pienso que ya he pasado la etapa de la  otra, ficción. 
visión maniquea del mundo, pienso que puedo ser capaz de amarte mucho, y acaso   
aún más que antes, al mismo tiempo que suceden las cosas que suceden aquí. Sería   
acaso mucho más fácil para mí que una cosa excluya a la otra, pero no, una cosa es  Edmundo Paz-Soldán ​(Bolivia, 1967) 
el amor y otra la necesidad, nuestra inherente fragilidad, la hermosa espina de la   
tentación, el miedo que tenemos a quedarnos solos, lo fácilmente que estamos   
dispuestos a desprendernos de nuestros principios por unas horas de ternura y 
placer, un instante de compañía. Una cosa es el amor y otra la distancia, o al menos 
eso es lo que creo ahora, eso es lo que quiero creer ahora, quizás cuando estemos 
juntos de una vez por todas y para siempre las cosas sigan así, de vez en cuando la 
tentación, de vez en cuando la fragilidad, tampoco es una cosa o, la otra, la distancia 


 

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