Este documento describe varios factores psicosociales que influyen en el rendimiento académico de los estudiantes, incluyendo hábitos de salud, consumo de internet, apoyo de profesores y padres, normas claras en la escuela, y factores individuales como la inteligencia y personalidad. También se mencionan otros factores como la agresión entre estudiantes, el sueño, y el impacto de la televisión y los videojuegos en el comportamiento y peso de los adolescentes.
Este documento describe varios factores psicosociales que influyen en el rendimiento académico de los estudiantes, incluyendo hábitos de salud, consumo de internet, apoyo de profesores y padres, normas claras en la escuela, y factores individuales como la inteligencia y personalidad. También se mencionan otros factores como la agresión entre estudiantes, el sueño, y el impacto de la televisión y los videojuegos en el comportamiento y peso de los adolescentes.
Título original
FACTORES PSICOSOCIALES QUE INFLUYEN EN EL APRENDIZAJE.docx
Este documento describe varios factores psicosociales que influyen en el rendimiento académico de los estudiantes, incluyendo hábitos de salud, consumo de internet, apoyo de profesores y padres, normas claras en la escuela, y factores individuales como la inteligencia y personalidad. También se mencionan otros factores como la agresión entre estudiantes, el sueño, y el impacto de la televisión y los videojuegos en el comportamiento y peso de los adolescentes.
Este documento describe varios factores psicosociales que influyen en el rendimiento académico de los estudiantes, incluyendo hábitos de salud, consumo de internet, apoyo de profesores y padres, normas claras en la escuela, y factores individuales como la inteligencia y personalidad. También se mencionan otros factores como la agresión entre estudiantes, el sueño, y el impacto de la televisión y los videojuegos en el comportamiento y peso de los adolescentes.
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FACTORES PSICOSOCIALES QUE INFLUYEN EN EL APRENDIZAJE
¿CUALES SON LOS FACTORES PSICOSOCIALES QUE INFLUYEN EN EL
APRENDIZAJE?
Se identificó la relación que existe entre hábitos de salud, consumo de internet y el
rendimiento académico en adolescentes de los colegios de la ciudad de Bogotá. Se encuentran enmarcadas en la línea de investigación Salud y Calidad de Vida del grupo de investigación Infancia, Cultura y Sociedad de la Facultad de Psicología de la Universidad San Buenaventura. En cuanto a los hábitos de salud, los estudiantes muestran conductas protectoras y en el rendimiento académico, presentan un promedio moderado. Hubo correlaciones significativas entre las variables: Frecuencia/lugar de consumo auto cuidado y cuidado médico protector, Motivación- Consumo de alcohol, tabaco y drogas en la conducta protectora y de riesgo, Patrones de comportamiento-condición física protectora en la conducta protectora y de riesgo, Patrones de comportamiento-medio ambiente riesgo.1[1] Se define el rendimiento académico como el producto que da el estudiantado en los centros de enseñanza y que habitualmente se expresa a través de las calificaciones escolares. Además de esto, el rendimiento académico incluye el del profesorado, así como el rendimiento de los recursos didácticos y aun del sistema educativo. Es claro que la definición anterior enfatiza en los Relación Entre Hábitos de Salud, Consumo de Internet y Rendimiento Académico en Adolescentes de los Colegios de la Ciudad de Bogotá2[2] resultados, pero se debe reconocer que en la educación tienen un importante valor los procesos de las notas, ya que estas, amén de constituir objeto de inquietud, son indicadores oficiales del rendimiento. Así entonces, a pesar de las limitaciones de las calificaciones, por el momento son los indicadores más solicitados y patentes del rendimiento académico, sin que ello suponga que sean el único criterio para la evaluación del mismo. Por lo anterior, en este trabajo también se describen algunos factores que influyen en el rendimiento académico en la enseñanza secundaria y para facilitar la exposición se analizaron los distintos condicionantes por separado. En este sentido, no se debe olvidar que el rendimiento escolar depende, en mayor o menor grado, de numerosas variables que configuran una red en la cual es muy difícil calibrar la incidencia específica de cada una, entre estas se tienen: inteligencia, competencia lingüística, personalidad, hábitos y técnicas de estudio. Al respecto también se ha encontrado, por ejemplo, que se puede pronosticar un mejor rendimiento académico a los alumnos que trabajan en un ambiente presidido por normas claras y en el que se promueve la cooperación, sin desatender el trabajo autónomo. El establecimiento y seguimiento de normas claras y el conocimiento por parte de los alumnos de las consecuencias de su incumplimiento ejercen, efectivamente, una influencia positiva sobre su rendimiento, mientras que la cooperación entre alumnos, además de favorecer el rendimiento académico, genera relaciones personales positivas entre ellos. De este modo, según Alfaro, Amaña y Bacama (2006), el apoyo de los docentes y de los padres de familia aumenta la motivación del adolescente para asistir al colegio y rendir adecuadamente en cada una de las asignaturas. En este mismo sentido, Moreno, Rodríguez, Mera y Beltrán (2007) señalan que el docente debe ser un formador que desarrolle y fortalezca los valores e integre la teoría y la práctica, respetando siempre la autonomía del alumno. Bronfenbrenner (1999, citado por Alfaro & Cols., 2006) afirma que, desde una perspectiva ecológica, se deben tener en cuenta las diferencias individuales al interaccionar con el contexto (ambiente, familia, escuela), lo cual marca la diferencia entre los niveles de motivación de los jóvenes. como por ejemplo los lineamientos básicos que caracterizan a una persona mentalmente sana. Con respecto a esta temática, se define la primera variable a trabajar en el proyecto: los hábitos de salud, precisándose cómo un inadecuado uso de estos, junto con el mal manejo de los medios masivos de comunicación, acarrea dificultades en las áreas física y psicológica. También se reseñan diversos trabajos en los que se evidencia la relación entre hábitos de salud y consumo de Internet. Encontramos la definición de adolescencia, ya que es la población con la cual se realizó esta investigación. En este aspecto se destacan las características principales de esta etapa del ciclo vital y la forma como los adolescentes se deben enfrentar a diferentes problemas debido a su proceso adaptativo. Teniendo en cuenta que otra de las variables del estudio es el consumo de Internet, se propone, también, la definición de dicha variable y se mencionan los distintos servicios encontrados en la Red. Por último, este apartado incluye aproximaciones a los conceptos de motivación y rendimiento académico.3[3] La calidad de vida es un concepto primordial hoy día, pues permite establecer si una persona tiene o no bienestar. Al respecto, Arostegui (1998, citado por Gómez & Sabeh, 2001) expresa que, en un primer momento, la calidad de vida apareció en el marco de los debates públicos en torno al medio ambiente y al deterioro de las condiciones de vida urbana. Luego, durante la década de los 50 y a comienzos de los 60, el creciente interés por conocer el bienestar humano y la preocupación por las consecuencias de la industrialización de la sociedad determinan la necesidad de medir esta realidad a través de datos objetivos. Es así como se inicia el desarrollo de los indicadores sociales, estadísticos que, desde las ciencias sociales, permiten medir datos y hechos vinculados al bienestar social de una población. Estos indicadores tuvieron su propia evolución, siendo en un primer momento referencia de las condiciones objetivas de tipo económico y social y, en un segundo momento, contemplando elementos subjetivos. Ahora bien, es imposible referirse a la calidad de vida obviando el concepto de salud. Concepto que Relación Entre Hábitos de Salud, Consumo de Internet y Rendimiento Académico en Adolescentes de los Colegios de la Ciudad de Bogotá el Consumo y salud.En la actualidad, los adolescentes conviven en una sociedad de consumo, centrada en la apariencia física del cuerpo. Sin embargo, ha faltado advertir las consecuencias que esta situación puede traer para ellos, lo que se evidencia en problemas como la anorexia y la bulimia. Pero la adaptación física se manifiesta no solo sobre lo fisiológico, sino que repercute en otras áreas del individuo como la familiar, social y académica, siendo esta última de gran interés para la investigación. En este sentido, otro hábito de salud que tiene gran relevancia en las personas es el sueño, ya que cuando este se altera, se presentan problemas en la salud y en diferentes áreas en las que se desarrolla la persona, como: trabajo, estudio y familia. Un sueño insuficiente significa una reparación y restauración incompleta de las células del cuerpo. Y, psicológicamente, los individuos que duermen mal suelen ser introvertidos, ansiosos, hipocondríacos y deprimidos. Considerando este y otros problemas con relación al tema del consumo, se dice que los principales estímulos que afectan al adolescente son la televisión, los videojuegos y la internet, responsables directos de los desajustes en el desarrollo del joven. Y el resultado de estos desajustes provoca un bajo rendimiento académico al igual que problemas de hiperactividad, cambios en el estado de ánimo (tristeza, irritabilidad e ira), dificultades para controlar las emociones, aumento de la impulsividad e incremento de los accidentes de tráfico. Por otro lado se encontró que la televisión influye en los adolescentes y altera así la creación de la identidad y la alimentación. Sus resultados indican en particular que el consumo de la televisión y de Internet está provocando en los adolescentes un incremento de sobrepeso, debido a que ellos prefieren quedarse en casa viendo ciertos programas e ingerir la llamada comida chatarra, en vez de realizar alguna actividad física. Incluyendo uno de los problemas actuales y crecientes de salud en la comunidad escolar es la agresión y violencia observada entre los estudiantes viéndose influenciada por el trato y ejemplo de los padres de familia, siendo de tal intensidad que ha provocado incidentes negativos en niños y adolescentes, como dificultad en el aprendizaje y abandono escolar, observándose esta problemática transversalmente en diversos contextos culturales y sociales. Este aporte lo doy con el fin de apreciar como se da la agresión y violencia entre los escolares, los factores que están involucrados en estos eventos, así como también identificar algunas intervenciones que se han llevado a cabo para prevenir y tratar estas conductas, y los resultados obtenidos. Dentro de los factores que se relacionan con la agresión escolar están los de tipo individual, familiar, escolar y del ambiente. Las intervenciones realizadas han tenido como foco a los padres, profesores y/o estudiantes, obteniéndose resultados positivos en aquellas con enfoque integral. La presente revisión bibliográfica nace como inquietud frente a las respuestas emitidas por los niños, que cursaban su primer año básico de educación formal, a una entrevista estructurada que formó parte de una investigación longitudinal cuyo propósito era identificarlos mecanismos o factores de riesgo y protectores asociados a los procesos de abandono y permanencia en el sistema educacional. Se preguntó a los niños que les gustaba y que no les gustaba de sus profesores, de sus compañeros y de su escuela. En ambos tipos de preguntas las respuestas fueron muy similares repitiéndose con frecuencia las siguientes frases: "me pegan", "me aíslan", "se burlan". Diferentes estudios informan que los episodios de agresión y/o violencia en las escuelas producen en los niños daños físicos y emocionales, estrés, desmotivación, ausentismo, e incluso efectos negativos en el rendimiento escolar por estrés postraumático en los afectados (Gumpel & Meadan 2000; Verlinde, Hersen &Thomas 2000; Henao, 2005; Smifh &Thomas,2 000).4[4] Ante toda esta problemática el niño maneja o se rodea de varios ambientes como lo son: Ambiente social En donde los niños continuamente están recibiendo mensajes dañinos de su entorno. Por ejemplo, en los contenidos de sus asignaturas se manejan los malos tratos palabras grotescas y hasta agresión física entre los mismos, muchos de sus familiares resuelven sus conflictos con gritos o insultos, en la televisión las noticias que impactan son de violencia, igualmente las de otros medios de comunicación. Se ha observado efectos negativos de la violencia televisiva sobre la cognición, la emoción y la conducta infantil (Pérez-Olmos, Pinzón, González-Reyes & Sánchez- Molano, 2005).5[5] Los niños imitan a sus familiares o héroes televisivos, y expresan sus emociones negativas con golpes y ofensas hacia los otros. Ambiente escolar Los niños en un estudio realizado en escolares de segundo básico declararon que les gustaba ir a la escuela para aprender, pero les disgustaba el desorden y la violencia de sus compañeros (Valderrama et al., 2007)6[6]. Maturana y Dávila (2006) expresan que la educación es fundamental "pero no en términos de aprendizaje de materias, sino en términos de convivencia". Para Maturana (2001) es primordial enseñar a un niño/a a respetarse y aceptarse, sólo así aprenderá a respetar y aceptar a sus compañeros y vivir en armonía con su entorno. Los niños tienen que aprender a ser, aprender a hacer, aprender a aprender y aprender a convivir. En la escuela el niño aprende sobre la vida y aprende a convivir, siempre que este ambiente sea propicio para desarrollar estas capacidades.7[7] Las interacciones sociales con sus profesores y compañeros son de suma importancia para el desarrollo académico y social del niño, las opiniones que recibe de ellos le condicionan positiva o negativamente sobre su valía personal, lo que repercutirá posteriormente en su motivación y rendimiento académico Freiré (1997) señalaba que "si se respeta la naturaleza del ser humano, la enseñanza de los contenidos no puede darse alejada de la formación moral de los educandos" (p. 34)8[8]. Este autor considera que si los profesores van guiando a los niños en la construcción de su conocimiento formarán seres humanos libres, justos y equitativos, para desenvolverse en la sociedad. Del mismo modo, si los profesores fomentan las buenas relaciones interpersonales, el trabajo en equipo, la amistad, entre otras, contribuyen al desarrollo de la empatía, de prácticas de aprendizaje cooperativo, incremento de la motivación escolar y la participación de los educandos en el proceso educativo. Ambiente familiar los problemas de conducta y rendimiento escolar del niño evidencian en su mayoría por los conflictos de sus padres. La modernización ha impactado en la estructura y función de las familias afectando la socialización de los hijos y su educación Jadue (2003) indica que los cambios en la familia, cómo familias con un solo padre o familias disfuncionales, constituyen un riesgo inminente que se suma a otros factores dañinos que pueden afectar la educación. El efecto de ello se observa en un menor rendimiento escolar, en el abandono del sistema educativo, en las manifestaciones conductuales desadaptativas y en las expresiones emocionales negativas de los niños.9[9] A groso modo nos damos cuenta en el ejercicio como docentes que los hijos/as de familias negligentes manifestaban poca adaptación general en el aspecto psicológico, inferior rendimiento escolar y mayor distracción en el aula. También se señala que un niño o niña con abandono familiar le será más difícil manejar los traumas en la etapa adulta, las familias disfuncionales incompletas, con manifestaciones de agresividad, mala integración social y familiar, rechazo e irresponsabilidad en el cuidado y atención de sus hijos y con presencia de alcoholismo, fueron características de las familias de niños de 9 a 11 años diagnosticados con conductas agresivas, En cuanto a los hijos/as pertenecientes a familias que presentan violencia intrafamiliar, se muestra que un 63% de los hijos de familias con este problema repiten años escolares o abandonan la escuela en promedio a los nueve años de edad, y son tres veces más propensos a asistir a consultas médicas (Organización Panamericana de la Salud [OPS], 1998).10[10]