Derecho Civil Obligaciones

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 17

UNIVERSIDAD LAS AMERICAS

TRABAJO DE INVESTIGACION 2019-I

TEMA : LA CONDONACION CONSTITUYE UNA DE LAS


FORMAS DE EXTINCIÓN DE LAS
OBLEGACIONES PREVIAS POR EL CÓDIGO
CIVIL

CURSO : DERECHO CIVIL - OBLIGACIONES

DOCENTE : RENE MUNARRIZ PALOMINO

INTEGRANTE : RAUL RONALD FIDEL JAMANCA

CICLO : V

LIMA – PERÚ
2019
ÍNDICE

I.- ANTECEDENTES
1.1.- Proyecto de 1847
1.2.- El Codigo Civil Peruano de 1852:
1.3.- Código Civil de 1936
II.- CONDONACIÓN
2.1.- Clases de condonación
2.1.1.- Intervivos o mortis causa
2.1.2.- Condonación expresa y tácita
2.1.3.- Condonación voluntaria y forzosa
2.1.4.- Condonación real y personal
2.2.- Requisitos de la condonación
2.3.- Alcances de la condonación
2.4.- Condonación a uno de los garantes
2.5.- Efectos de la condonación
III.- IMPORTANCIA DE LA ACEPTACIÓN POR EL DEUDOR
IV.- QUE EXISTA UN CONTRATO ESCRITO DEL CUAL SE HAYA
ORIGINADO LA OBLIGACIÓN CONDONADA
INTRODUCCIÓN

Condonar es perdonar una deuda o, en expresiones distintas, renunciar


a un crédito con la anuencia del deudor. Así, cuando el acreedor
perdona una deuda y el deudor conviene en ello, se extingue la
obligación a cargo de este último. Lo mismo significa remisión de
deuda. Este vocablo proviene de remitir (perdonar), no confundiéndose
con la otra acepción de la palabra remisión, que viene de remir.

Remisión de deuda, en el sentido en que la estamos utilizando, es


liberarse de la deuda, del compromiso, de la obligación; significa, en
fin, perdonar, y se atribuye como pago. También es una renuncia
gratuita en beneficio del deudor; la gratuidad es la esencia de la
remisión.

Nuestro Código Civil vigente sólo emplea en todo su articulado el


término "condonación", a diferencia del Código Civil de 1936, que
utilizaba indistintamente las palabras "condonación" o "remisión", las
mismas que, como hemos señalado, son sinónimas. Nos parece
acertado, no obstante que en nuestro lenguaje resulta más elegante el
empleo de sinónimos a fin de no "repetir" palabras, uniformar con un
solo término esta figura jurídica, ya que es más eficiente dar prioridad
a la claridad y exactitud de las instituciones.

LA CONDONACIÓN CONTITUYE UNA DE LAS


FORMAS DE EXTINCIÓN DE LAS
OBLIGACIONES PREVISTAS POR EL CÓDIGO
CIVIL

I.- ANTECEDENTES

La codificación civil en Perú comienza con el gobierno de Simón


Bolívar, cuando en 1825 nombra una Comisión encargada de
elaborar los códigos Civil y Criminal presidida por Manuel Lorenzo
de Vidaurre. Posteriormente, por medio de un decreto del 22 de
octubre de 1831, el Presidente Agustín Gamarra dispuso el
establecimiento de una Comisión Codificadora General para que
se encargue de elaborar el Código Civil.

La Constitución Política de 1834 estableció, en una de sus


disposiciones transitorias, que anualmente la Corte Suprema en
la apertura de sesión debía presentar al Congreso los proyectos
de códigos de la legislación nacional, empezando por el Civil. El
Presidente de la Corte Suprema Manuel Lorenzo de Vidaurre
asumió la redacción del Código Civil y entre agosto de 1834 y
1836 presentó su proyecto con una exposición de motivos, pero
no fue tomado en cuenta.

En 1836 los departamentos de Arequipa, Ayacucho, Cusco y Puno


se constituyeron en un Estado libre e independiente bajo la
denominación de Estado Sud-Peruano y por decreto del 22 de
junio de 1836 adoptaron el Código Civil boliviano, el cual ya se
encontraba vigente desde 1830 y era copia fiel del Código Civil
francés de 1804. Poco después, el 11 de agosto de 1836 se
erigieron en el Estado Nor-Peruano los departamentos de Lima,
Libertad, Junín y Amazonas. Más tarde, el 28 de octubre, el
Mariscal Andrés de Santa Cruz estableció la Confederación Perú-
Boliviana, conformada por los estados Nor-Peruano y Sur-
Peruano, junto con Bolivia.

Mediante decreto del 1 de noviembre de 1836 dispuso la


aplicación de los Códigos bolivianos, con ligeras modificaciones
para el Estado Nor-peruano. Ambos Códigos (Sur-Peruano y Nor-
Peruano), tuvieron una vida efímera, pues en 1838 el Presidente
Orbegoso los derogó totalmente. Ante la ausencia de norma civil
vigente, nuevamente se aplicó la legislación española, alejada de
la realidad sudamericana. En 1845 el Presidente Ramón Castilla
nombró una nueva Comisión Codificadora.

1.1.- Proyecto de 1847

Este proyecto es el inmediatamente anterior al Código de


1852. Se observa que exhibe mayores lazos con el derecho
hispano que el propio Código de 1852.

Se dividió en un título preliminar y tres libros, siendo estos:

 "De las personas y de los derechos que como tales


tienen".
 "De las cosas, del modo de adquirirlas, y de los
derechos que las personas tienen sobre ellas".
 "De los derechos que unas personas tienen sobre
otras, o de las obligaciones que nacen de los
contratos o cuasi-contratos".

1.2.- El Código Civil Peruano de 1852:

El plan de 1852 es el mismo que el Código Civil francés de


1804. El Código se divide en:
 Título Preliminar (de las leyes en general)
 Libro 1º: De las personas y sus derechos.
 Libro 2º: De las cosas: del modo de adquirirlas, y de
los derechos que las personas tienen sobre ellos.
 Libro 3º: De las obligaciones y contratos.

1.3.- Código Civil de 1936

El 30 de agosto de 1936 se promulga un nuevo Código Civil


y se postergó su entrada en vigencia hasta el 14 de
noviembre del corriente año. Tomó como fuentes
principales a los códigos civiles de Francia, Argentina,
Alemania, Suiza y Brasil.

En 1965 la comunidad jurídica peruana propugnó el estudio


y revisión de este código, lo que culminó con una Comisión
Reformadora y la elaboración del actual Código Civil de
1984.

II.- CONDONACIÓN

Es una forma de extinguir la obligación, que se da cuando el


acreedor renuncia a su derecho de cobrar, por lo que es
resultante de una decisión unilateral del acreedor.

Para H. Gustavo Palacios Pimentel, Es un acto jurídico unilateral


mediante el cual el acreedor renuncia a todo o parte de su
crédito, a favor del deudor". Definición con el que no
compartimos.
Existen códigos que consideran que la condonación puede
efectuarse de manera unilateral (Como de España y Cuba, por
Ejemplo), sin embargo, nuestro CC. Tan igual como tantos otros,
(como el BGB y el Código Suizo de las obligaciones), consideran
que la condonación es necesariamente un acto jurídico bilateral.

En sentido estricto se entiende por ella el perdón o abandono


gratuito del crédito hecho por el acreedor. Se extingue la relación
crediticia por haber desistido el acreedor de recibir.

Por otra parte, es esencial que la condonación sea gratuita. En el


concepto si existiera alguna prestación a cambio se traduciría en
otro modo de extinguir las obligaciones, como una transacción,
una novación, una dación en pago.

En este sentido la expresión "remisión onerosa" que utilizan


algunos autores solo tendría el alcance de englobar estos modos
de extinguir, que si bien implican un perdón también conllevan
un interés especial en él, es decir, una onerosidad o equivalencia,
y no reflejan la liberalidad pura. Esta forma extintiva recibe
también otras denominaciones; así, "remisión, perdón de la
deuda".

2.1.- Clases de condonación

Es posible distinguir las siguientes clases de condonación:


2.1.1.- Intervivos o mortis causa

Como medio extintivo se considera únicamente


la condonación inter vivos, la misma que se
perfecciona con la aceptación hecha por el
deudor; pues la condonación mortis causa
produce sus efectos al tiempo de la apertura de
la sucesión que se marca con el fallecimiento
del causante.

2.1.2.- Condonación expresa y tácita

Es expresa cuando resulta de una declaración


explícita. Puede ser hecha por mandatario,
entonces requeriría de escritura pública, si es
tutor o curador requiere autorización judicial.

Es tácita cuando la voluntad de remitir el


crédito se manifiesta tácitamente a favor del
deudor, por ejemplo, por la devolución
voluntaria de la prenda que causa remisión del
derecho de prenda, más no la condonación de
la deuda lo mismo ocurre con la entrega del
documento original como manifestación tácita
de condonar, salvo que el deudor pruebe que
lo ha pagado.

2.1.3.- Condonación voluntaria y forzosa

La primera es otorgada libremente y puede


operar por documento escrito o también por
testamente: Tiene las características de toda
condonación. Y la forzosa se produce en casos
de quiebra, produciéndose por convenio
judicial o extrajudicial.

2.1.4.- Condonación real y personal

Es real cuando tratándose de la pluralidad


pasiva, varios deudores frente a un solo
acreedor, se extingue para todos los deudores
(Art. 1188 CC), al igual en la pluralidad activa
(Art. 1190 CC).

En ambos casos tratándose de obligaciones


solidarias, la remisión hecha por el acreedor de
uno de los deudores solidarios, extingue la
obligación solidaria, si es que el acreedor no se
reservó el derecho de cobrar a los demás,
supuesto en este último, en que la condonación
sólo alcanzaría a la parte que el deudor
condonado debía.

La remisión hecha por uno de os acreedores de obligaciones


indivisibles, no extingue para toda la obligación, sino en la parte
correspondiente al deudor condonado.

Es personal cuando en las obligaciones solidarias se hizo reserva


del derecho de cobrar a los demás. No abarca toda la deuda, todo
el crédito, alcanza sólo a determinado deudor. También es
personal la realizada por un acreedor a favor de un determinado
fiador y que por consiguiente no alcanza a los demás co-fiadores,
tampoco al deudor o deudores (Art. 1296 CC).
Si la condonación es a favor del deudor, los fiadores (uno o
varios, mancomunados o solidarios), resultan beneficiados,
porque lo accesorio sigue lo principal.

En conclusión, remisión real es la que alcanza a todos los


codeudores y la remisión personal la que se refiere sólo a
determinado deudor o fiador.

2.2.- Requisitos de la condonación

 Es bilateral. - Es necesario el acuerdo entre el acreedor


y el deudor.
 Es abdicativa. - El acreedor abandona voluntariamente
sus derechos.

2.3.- Alcances de la condonación

La condonación de la deuda requiere la aceptación del


deudor, el cual deberá expresar su voluntad; la obligación
se extingue solamente si existe acuerdo entre el acreedor
y el deudor.

A nadie se le puede imponer una liberalidad; lo mismo


sucede con la donación, la herencia o el legado.

2.4.- Condonación a uno de los garantes

El destino de la obligación accesoria no afecta la principal.


La condonación de un derecho accesorio, como es la
garantía, no conlleva la del derecho principal.
El perdón de una deuda garantizada con fianza, prenda o
hipoteca implica la renuncia o remisión de tales derechos
accesorios, pues lo accesorio sigue la suerte del principal.

Presunción en caso de entrega de documento original y de


la prenda

La entrega voluntaria que realice el acreedor al deudor del


documento original donde conste la obligación hace
presumir que el acreedor está condonando la deuda.

De igual manera, la prenda en poder del deudor hace


presumir su devolución voluntaria que extingue la garantía,
pero no la obligación principal.

2.5.- Efectos de la condonación

El fundamental efecto de la condonación es que se extingue


la obligación principal con todos sus accesorios. Sin
embargo, de ello, no hay obstáculo para que la
condonación se haga únicamente de la garantía, lo cual no
importa perdón de la deuda.

La condonación puede ser acreditada por cualquiera de los


medios idóneos reconocidos por la ley procesal. (Art. 1295
CC), ya sea mediante prueba instrumental, testigo,
confesión del propio acreedor.

III.- IMPORTANCIA DE LA ACEPTACIÓN POR EL DEUDOR


Como hemos visto, la mayor parte de los autores se centran en
el animus donandi del acreedor y en el subsecuente acto de
renuncia a su crédito. Pero ¿qué sucede si el deudor no desea ser
condonado, es decir, ¿qué pasa con el derecho de toda persona
a pagar su deuda, a cumplir con su obligación? Dicho de otro
modo, ¿dónde se encuentra el principio de no afectación a
terceros con nuestros actos?

La gratuidad implica una liberalidad por parte del acreedor, quien


se encuentra realizando un acto parecido a la donación, pero no
respecto a un bien, sino en relación a un crédito en favor de la
misma persona que está obligada a satisfacerlo.

Asimismo, el sujeto a ser beneficiado con tal renuncia (el deudor)


debe prestar su asentimiento, pues el pagar las propias deudas
constituye un derecho. No entraremos a detallar las múltiples
razones, muchas no relevantes para el Derecho, que pueda tener
una persona para mantener su débito, o los motivos por los
cuales prefiera honrar su deuda, pero lo cierto es que tiene la
potestad soberana y absoluta de optar por pagar su deuda o
aceptar, en el caso de un ofrecimiento de condonación por su
acreedor, no pagarla.

Los favores, así como los regalos y, en general, los actos de


beneficencia, no se imponen a quien no desea recibirlos; lo
contrario sería avasallar a la persona en su dignidad personal.
Por ello la norma del Código Civil establece que la condonación
de la deuda es un acto bilateral ("la condonación de la deuda
efectuada de común acuerdo entre el acreedor y el deudor ... "),
ya que requiere de convenio entre ambas partes; de lo contrario,
no tendrá validez ni surtirá efectos, es decir, no extinguirá la
obligación.
Así, por mucho que el acreedor insista en no cobrar su crédito y
se lo comunique a su deudor por diversos medios
(personalmente, por teléfono, por facsímil, por correo
electrónico, por carta notarial, etc.), si no hay respuesta por
parte del deudor en sentido afirmativo, la obligación subsistirá y
el deudor mantendrá su derecho a pagarla, consignando la
prestación en caso necesario. Por ello, desde que la condonación
implica consentimiento entre acreedor y deudor, esta figura
supone un contrato.

Por otro lado, del propio numeral del código se desprende que, a
fin de que la condonación surta su principal efecto (cual es
extinguir la obligación) se requiere su probanza. Por esta razón,
tal probanza debe ser clara y objetiva (vía contrato escrito, o
algún signo visible, como la devolución del documento original
en que consta la deuda), pudiendo ser material o inmaterial, pero
inequívoca, como veremos más adelante.

IV.- QUE EXISTA UN CONTRATO ESCRITO DEL CUAL SE HAYA


ORIGINADO LA OBLIGACIÓN CONDONADA

La doctrina y la legislación en general se inclinan a considerar


que para que se establezca la presunción, el documento que el
acreedor entregue al deudor no sólo debe ser el original, sino que
la obligación no debe constar en instrumento público.

Por ejemplo, si existe una minuta, documento privado original en


que se plasmó el acuerdo por el que se daba origen a la relación
obligacional entre ambas partes, y luego se eleva a escritura
pública, cada testimonio (esto es cada copia certificada por el
notario) de este documento será considerado con valor pleno,
pero su entrega por el acreedor al deudor no dará cabida a la
presunción de condonación (ni de pago, ni de ninguna otra causal
de extinción de la obligación), porque el único documento original
es la escritura pública que conserva el notario.

Este razonamiento lógico y coherente nos conduce a suponer que


uno de los motivos para que se excluya la presunción en caso de
existir instrumento público, es que a pesar de entregar el
acreedor al deudor el documento (copia) que él detentase en su
poder, siempre podrá valerse del que se encuentra en la entidad
pública correspondiente, por lo que el deudor no podría probar el
ánimo de condonación.

Esto último se debe a que, si el acreedor quisiera condonar la


deuda, y esta voluntad tácita debe ser lo más certera posible, él
debería despojarse del único instrumento con el que podría hacer
cobro de ella, sin el cual tendría serias dificultades para exigir el
cumplimiento de la obligación, por constituir su prueba principal
y, en muchos casos, la única.

Volvemos a ver que esta presunción se construye en torno a la


probanza. Por ello es que llegamos a concluir en que se admite
prueba en contrario por parte del acreedor.

Entonces, resumiendo, es mucho más factible suponer que quien


se desprende de la única prueba que tiene para exigir y
demostrar la existencia de su crédito, entregándolo a la única
persona que tendría interés en hacerlo desaparecer, es porque
quiere perderlo; en otras palabras, se emplea el "común uso del
mercado", ya que suele ocurrir que quien perdona una deuda
entrega al deudor su título, o lo rompe delante de él, o le escribe
encima alguna palabra o frase que -de una u otra manera-
signifique de modo inequívoco su extinción.
CONCLUSIÓN

 La remisión hecha por el acreedor de uno de los deudores


solidarios, extingue la obligación solidaria si es que el acreedor
no se reservó el derecho de cobrar a los demás.

 La expresión "remisión onerosa" que utilizan algunos autores


solo tendría el alcance de englobar estos modos de extinguir.

 El Presidente de la Corte Suprema Manuel Lorenzo de Vidaurre


asumió la redacción del Código Civil y entre agosto de 1834 y
1836 presentó su proyecto con una exposición de motivos, pero
no fue tomado en cuenta.

 Las personas "jurídicas” vendrían a ser fantasmas, entes ideales,


como resultado de una operación de puro fingimiento.

 La obligación de la condonación se extingue solamente si existe


acuerdo entre el acreedor y el deudor.

BIBLIOGRAFÍA
 Ramos Nuñez, Carlos (2005). «El Código Civil de 1852: orquesta
de instrumentos discordantes». Historia del Derecho Civil
peruano.

 Guzman Ferrer, Fernando. - Código Civil. - Tomo III. - Editorial


Científica S.R.L.- 1ra Edición. - Lima –Perú. 1985.

 Libro homenaje a Rómulo E. Lanatta Guilhem.- Editorial Venus


S. A.- Lima- Perú. 1986.

 Viladegut Bush, Guillermo. - Apuntes de Derecho Civil. -


Universidad Tecnológica de los Andes. - 2da. Edición. -2002.

 Torres Vásquez, Aníbal; Código Civil Comentado, Sexta Edición,


Editorial Temis, 2002.

 Alterini, Atilio Aníbal; Soto, Carlos A. El proceso de codificación


del Derecho privado en Perú y Argentina.

 ENNECCERUS, Ludwig y otros. Tratado de Derecho Civil. Vol.J.


Barcelona: Bosch, 1950. pp.361 y 362.

 Artículo 26 de la Constitución Política del Perú

También podría gustarte