Tipos de Diferenciales

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 8

Tipos de diferenciales:

ventajas y desventajas
Aunque en su día ya vimos cómo funciona un diferencial y sus orígenes, vamos a
detallar los distintos tipos que existen de diferencial y cuáles son los más usados por
los coches que puedes encontrar en el mercado, así como sus ventajas y
desventajas. Este sistema, que consigue que dos ruedas unidas a un solo eje giren a
diferentes velocidades, ha conseguido desde su introducción que los números
de accidentes se reduzcan y un menor desgaste de los neumáticos de todos los
vehículos.

Funcionamiento del diferencial


Para explicarlo de manera más sencilla, vamos a comentar de forma breve su
funcionamiento más básico y, poco a poco, explicar los distintos tipos de diferenciales.
Un diferencial, es un sistema que permite un mejor agarre de las ruedas
propulsoras en las curvas. Es decir, cuando tomamos una curva, la rueda que da al
exterior de la misma, recorre una mayor distancia. El diferencial consigue adaptar la
velocidad de cada rueda, dependiendo de si está en la zona interior o exterior. De lo
contrario, el coche derraparía. Como dato de interés, los vehículos de drifting, evitan
el funcionamiento de este sistema para que ambas ruedas giren siempre a la misma
velocidad.

Tipos de diferenciales
autoblocantes
El diferencial autoblocante, es el sistema más usado, aunque los sistemas
electrónicos casi los han sustituido, debido a que hacen su trabajo mediante sensores
y los autoblocantes no. Hoy en día, este sistema es muy usado por los vehículos de
competición, aunque hasta hace unos años, se han estado usando de manera
convencional.

1. Diferencial de deslizamiento
limitado
También conocidos por LSD, de sus siglas en inglés, Limited Slip Diferential,
traducido, es un diferencial de deslizamiento limitado, que se diferencia en dos tipos:

Autoblocante mecánico
Estos sistemas son muy utilizados en los vehículos de carreras, generalmente
en tracción trasera(aunque tenemos también vehículos con tracción total con este
sistema). Debido a las grandes potencias con las que juegan determinados coches,
necesitan incorporar este sistema, ya que suele tener pérdidas de tracción y es
vital controlar la tracción, mediante el uso de una serie de discos de fricción que
distribuyen la potencia a las ruedas de forma coherente. Por ejemplo, como vimos
en nuestro análisis, el Subaru WRX STI equipa este tipo de diferenciales, considerado
así como uno de los sistemas más puros en cuanto a conducción deportiva.

Autoblocante por discos de fricción


Aunque existen diversos tipos más utilizados, este es sin lugar a dudas, el más común
de los autoblocantes mecánicos. Este sistema, tiene discos independientes que se
cruzan entre ellos.

Diferencial viscoso o Ferguson


Estos diferenciales se caracterizan por llevar una carcasa en el árbol de
transmisión que cubre los discos, intercalados entre si, o incluso también se
encuentran incorporados en la caja de cambios en la actualidad. Su funcionamiento
se basa en una especie de aceite mezclado con silicona. Cuando el eje pierde
tracción, la temperatura de este lubricante aumenta, así como su presión,
consiguiendo así un total recubrimiento de los discos. Con esta actuación, se
obtiene un bloqueo armónico, en función de la atención que requiera cada rueda.

Es un sistema muy común en los vehículos 4×4, ya que es un sistema barato y


compacto, y permite distribuir el diferencial con dos árboles de transmisión, uno para
cada eje.
El principal problema que representan, es que hay veces que la tracción total solo se
activa cuando hay superficies deslizantes, pero en circunstancias normales, actúa
como un vehículo de tracción trasera o delantera.

En este sistema, también encontramos una alternativa para el viscoacoplador. Es


cuando utilizamos un diferencial normal, haciendo su función principal de bloquear las
cuatro ruedas cuando sea necesario, con la diferencia de que la acción permite
mantener la tracción a las cuatro ruedas de forma constante, eliminando así el
problema de modalidad dual de tracción que presenta un sistema viscoso normal.

2. Diferencial Torsen
El diferencial Torsen, denominado así debido a su definición en
inglés Torque Sensitive, es un sistema sensible al par, tal como su traducción nos
indica. A diferencia de los anteriores modelos, su funcionamiento es más completo
y eficiente. Es decir, en vez de distribuir el giro de cada rueda dependiendo de la
velocidad a la que se esté circulando en la curva, este sistema lo hace en función de
la resistencia que oponga cada eje a dicho giro. El reparto entre las ruedas es más
representativo a las condiciones en las que se está conduciendo.
Su funcionamiento va accionado por tres pares de ruedas helicoidales, que
funcionan como un mecanismo de tornillo sin fin. Es decir, se desplazan como si se
guiasen por una línea recta. Básicamente, cuando el coche está tomando una curva,
estos ejes giran sobre si mismos, dependiendo del giro, un eje gira más y el contrario
se ralentiza, ya que el contrario que gira más rápido, provoca esta reacción en un
momento del deslizamiento.

Otra de las ventajas que ofrece este sistema, es que no solo actúan en aceleración,
también lo hacen en los momentos de frenado. Un dato muy importante, pues en
muchas ocasiones en el momento de frenar, ya sea en una curva, o en carreteras con
irregularidades, este sistema aporta más par de frenado a la rueda que más lo
necesite, ya sea la izquierda o derecha.

Como dato informativo, en la última década se han dotado a los diferenciales Torsen
de ayudas electrónicas como los sensores de tracción electrónicos que incluyen los
sistemas de ABS. Gracias a esto, sus lecturas del estado de la tracción es más
eficiente. De hecho, estos diferenciales los han usado mucho y desarrollado Audi, con
su famoso sistema quattro.

Estos sistemas ofrecen varias comodidades que lo hacen un producto destacado


entre los distintos sistemas. El confort no es comparable con uno de deslizamiento
limitado. Además mantiene más estable el vehículo, ofreciendo un control de la
dirección, para controlar mejor el trazado que toma. Por el contrario, las únicas
desventajas que traen, es que las averías pueden ser más graves y de por sí, son
más caras.
Como consejo, hay que tener cuidado a la hora de remolcar los coches que
incorporan este sistema, pues la grúa puede estropear el diferencial… y la avería te
sale por un ojo de la cara.

3. Diferenciales de deslizamiento
controlado (embragues
multidisco)

Los diferenciales de deslizamiento controlado, también conocidos como


sistemas Haldex, cumplen la misma función que los diferenciales viscosos, pero en
este caso, el sistema se parece al funcionamiento de un embrague. De hecho
también se les conoce como embragues o acopladores multidisco. Su tarea se lleva a
cabo con un paquete de discos conductores, presionados por un sistema hidráulico.
Es decir, su mecanismo es muy similar al de un embrague. De este modo, según la
necesidad, el embrague actúa más sobre una rueda que otra.

Es un sistema muy común en los tracción total, como pueden ser el Audi TT o
el Volkswagen Golf 4motion, que incorpora un diferencial central de embrague
multidisco. Un sistema en el que, en condiciones normales, a diferencia del torse, este
funciona como tracción delantera. Sin embargo, ante situaciones extremas, la
transmisión empujaría la potencia del motor a las ruedas traseras.

Todo esto ahora va gestionado por la centralita, gracias a los sensores del ABS o
el ESP, así como el de aceleración, que detectan en qué condición se encuentra el
coche en la carretera, y qué funciones tiene que cumplir el diferencial.

También podría gustarte