Filosofía Siglos XV XVI XVII
Filosofía Siglos XV XVI XVII
Filosofía Siglos XV XVI XVII
Se suele señalar a Descartes como el "Padre de la Filosofía Moderna". Fue él quien analizó
críticamente las fuentes del conocimiento, en busca de algo de lo que no pudiera dudar.
LaTeoría del Conocimiento pasó así a ser el tema central de la Filosofía, desplazando a la
Metafísica. El racionalismo —como se llamó a la corriente que Descartes inició— alcanzó
su máxima expresión con Hegel, el último filósofo moderno, quien sostenía que «todo lo
real es racional y todo lo racional es real».
En el siguiente cuadro encontrarás los nombres de algunos de los más importantes filósofos
de este período ubicados según la línea de pensamiento de la cual participaron.
EMPIRISMO Hobbes Locke Hume
1588- 1632- 1711-
1679 1704 1776
RACIONALISMO Descartes Spinoza Leibnitz
1596- 1632- 1646-
1650 1677 1716
IDEALISMO Kant Hegel
1724- 1770-
1804 1831
Capítulo
III
LA FILOSOFÍA DEL RENACIMIENTO
Con los revolucionarios aportes de los científicos europeos de los siglos XV y XVI se inicia
el pensamiento moderno. Aquí, mejor que en el terreno propiamente histórico, la
cronología tradicional resulta útil y facilita la comprensión del proceso evolutivo del
pensamiento filosófico. En el panorama de este "pensamiento moderno" cabe distinguir
siete grandes etapas.
Afirma Wudnt45 que en el origen del pensamiento filosófico y científico del Renacimiento
se encuentran tres aportes fundamentales: la idea de lo infinito o ilimitado, enunciada por
Nicolás de Cusa (1401-1464); el concepto de larelatividad de los fenómenos, debido a
Copérnico (1473-1543) y la idea del microcosmos, el alma como arquetipo del universo,
concebida por Paracelso (1493-1561).
A esta trilogía sin embargo, habría que agregar los nombres de otros varios humanistas,
pensadores y científicos europeos, que aportaron una serie de conceptos básicos para la
fundamentación del concepto moderno de filosofía, insurgieron contra fórmulas
puramente verbales, o se aproximaron a la naturaleza para estudiarla directa e inclusive
experimentalmente.
Así, como iniciadores renacentistas de la filosofía moderna tendríamos que mencionar
también al inglés Tomás Moro (1480-1535), al italiano Nicolás Maquiavelo t1469-1527), al
francés Michel de Montaigne (1533-1592) y al genial italiano Giordano Bruno (1548-1600)
para no citar sino a los más ilustres e influyentes. Por haber sido un continuador de
Copérnico y por la exaltada plenitud de su pensamiento, las principales ideas de Giordano
Bruno se esbozan en el punto A del próximo capítulo.
Atendiendo a la orientación de su pensamiento y a su especial actitud frente a su época,
los pensadores más representativos del Renacimiento se pueden clasificar en dos grupos:
el de los científicos y el de los humanistas.
C. LOS CIENTÍFICOS
1. Nicolás de Cusa (1401-1464), nacido cerca de Treveris, llegó a ser cardenal romano. Fué
una figura de transición entre la Edad Media y la Moderna, pero se anticipó
científicamente a su tiempo, enseñando que la tierra gira sobre su propio eje y
proponiendo la experimentación metódica en el terreno de las ciencias naturales. Señala
las matemáticas como modelo de certidumbre; sostiene que el conocimiento es una
medida espiritual, porque consiste en la "asemejación" del sujeto que conoce y de su
objeto, y formula el concepto de la infinitud. Asume, por lo demás, una actitud de
tolerancia religiosa inusitada en su tiempo: "No hay más que una religión". Lo que, a
contrario sensu equivale a decir que todas las religiones son válidas. 46
2. Luis Vives (1492-1540), español nacido en Valencia, fue ante todo un humanista. Pero la
trascendencia de sus ideas científicas permite clasificarlo en este grupo. Ante todo,
porque combatió a los escolásticos y a Aristóteles y porque en la más extensa de sus
obras -De Disciplinis, 1531- aspiró á una nueva fundamentación de las ciencias mediante la
experiencia. Su posición "moderna" se revela también en que no sólo desprecia la
metafísica, sino que considera que lo importante no es saber qué cosa es el alma, sino
cuál es su actividad: Lo que implica una posición psicológica absolutamente nueva. 47
3. Teofrasto Paracelso (1493-1561), médico y químico nacido en el actual territorio suizo,
sostuvo el concepto unitario de todas las manifestaciones vitales, es decir, la relación
espiritual de todo el universo, como explica Vorlander: el hombre solo se conoce a través
del mundo, y éste, solamente a través de los hombres. No hay causas exteriores, sino
fuerzas interiores inmanentes. El hombre es un compendio del mundo ("microcosmos") y
por lo tanto no debe oponérsele radicalmente al concepto total del universo
("macrocosmos"), puesto que de este forma parte.
D. LOS HUMANISTAS
A la corte florentina de Cosme de Médicis llega hacia 1438 el filósofo neo-platónico
bizantino Georgios Gemistos Plethon, quien consiguió fundar una Academia platónica en
Florencia. El renacimiento filosófico surge así bajo el signo del idealismo de Platón.
1. Marsilio Ficino (1433-1499) fué discípulo de Plethon, y director de la citada Academia.
Tradujo al italiano las obras de Platón y de Plotino y ejerció notable influencia en sus
continuadores, entre los que se cuenta el enciclopédico Pico de la Mirándola (1463-1494).
El primero, admirador de Savonarola, terminó siendo enemigo del gran reformador
florentino. El segundo, después de haber expuesto tesis de singular audacia -tanto en el
orden teológico como en el filosófico- terminó retractándose y adentrándose por los
caminos de la mística.
2. Erasmo de Rotterdam (1467-1536) figura entre los precursores de la Reforma
protestante. Todas sus obras son índices de su posición racionalista y, en ocasiones, un
tanto escéptica y epicureísta. Si, como filósofo, Erasmo no es una figura significativa; su
muy especial psicología explica la influencia intelectual que ejerció en su época. La más
leída de sus obras -el Elogio de la locura- es una crítica sutil de la Iglesia Romana y, al
propio una especie de "ética" del término medio: - verdadera sabiduría consiste, en cuanto
somos humanos, en no querer ser más prudentes de lo que pide la propia naturaleza". 48
3. Miguel de Montaigne (1533-1592) célebre humanista francés, perteneció a una
generación muy posterior a la de Erasmo, con el que coincide en una posición escéptica,
que acentúa y sistematiza en sus admirables Ensayos. Para Montaigne, conforme a lo que
escribe lúcidamente Vortander, no existe conocimiento al que pueda ser admitido
universalmente por los sentidos ni por el entendimiento: -"Nosotros mismos somos los que
valoramos las cosas y hemos creado los conceptos del bien y del mal"-. Montaigne se
desentiende de la realidad política y religiosa de su tiempo y se somete al orden existente,
porque ante todo le preocupa su propio bienestar y porque sonríe ante el delirio dogmático
de los hombres.49
A las doctrinas de Tomás Moro, Maquiavelo y Bodin, nos referimos en la Parte II de esta
obra en cuanto sus aportes se relacionan, mejor que con la historia de la filosofía, con la
de la filosofía de la historia.
44 Para perfilar más aún el concepto de lo que fue "el Renacimiento" conviene tener en cuenta lo que escribe Hauser:
-"Nuestra concepción del mundo, naturalista y científica, es, en lo esencial, .una creación del Renacimiento; pero el
impulso hacia la nueva, orientación en la que tiene su origen la concepción que ahora surge, lo dió el nominalismo de la
Edad Media. El interés por la individualidad, la investigación de las leyes naturales, el sentido de fidelidad a la naturaleza
en el arte y en la literatura no comienzan en modo alguno con el Renacimiento". Arnold Hauser: Historia social de la
Literatura y del Arte. Trad. española. Volumen I, página 277. Ediciones Guadarrama. Madrid, 1962.
45 W. Wundt: Evolución de las filosofías de los pueblos . Trad. española. Nueva Biblioteca Filosófica. Madrid, 1929. Páginas 11-
15.
46 La obra capital de Nicolás de Cusa se titula De docta ignorantia. Extractos de ella figuran en La Filosofía en sus textos, por
Julián Marías. Ed. cit. Tomo I, páginas 702-728. En el Concilio de Basilea, defendió los derechos de las asambleas de
obispos frente a la omnímoda autoridad papal, pero más tarde se retractó al respecto. Sus ideas filosóficas y científicas lo
muestran como a un pensador de transición, que por momentos nos inclina a clasificarlo entre los expositores medievales.
Su idea de lo indefinido o ilimitado, sin embargo, es típicamente "moderna".
47 -"Según Lange, en su Historia del Materialismo, Vives debe mirarse como 'el mayor reformador de la filosofía de su época'
y como precursor a la vez de Bacon y de Descartes: de Bacon, por haber formulado por vez primera los cánones de la
ciencia experimental, y por la importancia que concede a la inducción; de Descartes, porque aconseja la aplicación del
mismo método de observación y experiencia a los fenómenos del mundo interno. Otro mérito que se reconoce en Vives es
el ser iniciador de la psicología experimental, y sobre todo de la pedagogía moderna. Dado el carácter ético de sus
doctrinas, predomina en él la tendencia pedagógica: las principales ideas modernas de pedagogía están ya en Vives".
Ernst von Aster: Obra cit., página 233.
48 -"Sustentaba el criterio esencialmente protestante de que el hombre está en relación directa con Dios y que la teología es
superflua. Pero, al propio tiempo, no deseaba ser arrastrado a controversias religiosas (...). Estaba más interesado, en sus
empresas eruditas y en su publicaciones y, de todos modos, consideraba que el cisma era un hecho infortunado. (...)
Erasmo, por último se declaró por el catolicismo, pero al propio tiempo perdió importancia. La escena fué ocupada por
hombres de fibra más poderosa. Es la esfera de la educación donde la influencia de Erasmo dejó huella más duradera. La
instrucción humanista, que hasta hace poco fue la médula de la educación secundaria dondequiera que prevalecieron los
criterios europeos occidentales, debe mucho a las actividades literarias y pedagógicas de Erasmo". Bertrand Russell: La
Sabiduría, de Occidente. Ed. cit., página 179.
49 Mucho se ha discutido sobre el verdadero sentido del escepticismo de Montaigne. Algunos comentaristas pretenden que,
en sus célebres Essais, impera la tesis fundamental de que el hombre se basta a sí mismo y que "puede y debe bastarse a
sí propio para cumplir su destino". En sentido contrario opina Jacques Chevalier en su Historia del Pensamiento. Ed. cit.,
Volumen II, páginas 606-617. Ernst von Aster perfila con acierto la posición intelectual de Montaigne en los siguientes
párrafos: -"El verdadero tema de Montaigne es el conocimiento de sí mismo, el conocimiento del hombre, (...) pero no del
hombre en cuanto a su posición en el cosmos sino del conocimiento que se dirige al individuo considerado como un Yo. (...)
Pero este conocimiento resulta siempre fragmentario, porque a fin de cuentas permanece problemático e incognoscible el
origen y el fin de las cosas y de nuestra propia existencia. Como humanista, Montaigne conoció las ideas filosóficas de los
antiguos, pero entre todas le pareció la más apropiada la doctrina del escepticismo, un escepticismo un tanto al estilo del
hombre de gran mundo, que se concilia con una actitud estoica y caballeresca frente a la vida y a la muerte y con una leve
tendencia al epicureísmo intelectual". (Cf. la Historia de la Filosofía, ed. cit., páginas 228-229).
Sin embargo, no son estos siglos especialmente fecundos para la Filosofía, aunque no faltan pensadores interesantes.
Buena parte del pensamiento filosófico de la época se dedicó a comentar a Platón y Aristóteles y a las escuelas helenísticas,
ignorando y aun despreciando los movimientos científicos que nacían en esa época y que marcarían más adelante la
orientación de la Filosofía. Surgió en esta época el divorcio entre “ciencias” y “letras” que persiste en la actualidad. Tal vez
los cambios eran demasiados y demasiado bruscos para que la Filosofía encontrara la necesaria distancia que se necesita
para pensar sosegadamente lo que la época exige. Dijo Hegel que la Filosofía es como el búho de Minerva, que alza el
vuelo al anochecer, queriendo expresar que el pensamiento filosófico reacciona una vez que la historia ha señalado su
camino. Tal vez tenga razón. En cualquier caso, habrá que esperar un poco para que llegue la gran Filosofía moderna.
Mientras esta llega, se pueden señalar algunos autores que hicieron aportaciones interesantes. Nicolás de Cusa (1401-
1464), por ejemplo, un filósofo de transición: medieval en sus planteamientos básicos, adelanta sin embargo una visión
moderna de la naturaleza que se acerca al panteísmo, afirmando que el universo es infinito, que carece de centro y que la
tierra se mueve, todo ello interpretado utilizando símiles matemáticos.
Muchos otros autores se dedicaron a releer a los griegos desde una óptica
distinta, renunciando a los sistema teológicos que dominaron la Edad Media y atendiendo a
la originalidad del ser humano en el conjunto del universo. Todo ello recibiendo la influencia de los pensadores árabes, que
provenían de una cultura mucho más elaborada que la de la Edad Media europea. Pero quizás la influencia decisiva para
comprender los siglos que se avecinan hay que buscarla en el profundo cambio que sufre el pensamiento científico desde
finales del siglo XIV hasta el siglo XVII, que comentaremos enseguida.
Thomas HOBBES