La Verdad
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La Verdad
Sección 10:
Proclamando la Fe
En el Tercer Milenio El Octavo Mandamiento: La Verdad
130-S 5/13
“La Fe es un regalo de Dios que nos permite conocerlo y amarlo. La
Fe es una forma de conocimiento, lo mismo que la razón. Pero no es
posible vivir en la fe a menos que lo hagamos en forma activa. Por la
ayuda del Espíritu Santo somos capaces de tomar una decisión para
responder a la divina Revelación y seguirla viviendo nuestra respuesta”.
Catecismo Católico de los Estados Unidos para los Adultos, 38.
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a Luke E. Hart evangelizador ejemplar y Caballero Supremo de
1953 a 1964.
Caballeros de Colón presenta
La Serie Luke E. Hart
Elementos Básicos de la Fe Católica
E L O CTAVO M ANDAMIENTO :
L A V ERDAD
TERCERA PARTE•SECCIÓN DIEZ
D E C R I S T I A N I S M O C AT Ó L I C O
por
Peter Kreeft
Editor General
Padre Juan-Diego Brunetta, O.P.
Director de Servicio de Información Católica
Consejo Supremo de los Caballeros de Colón
130-S
Nihil obstat: (provisto para el texto en inglés)
Reverend Alfred McBride, O.Praem.
Imprimatur: (provisto para el texto en inglés)
Bernard Cardinal Law
19 de diciembre de 2000
El Nihil Obstat y el Imprimatur son declaraciones oficiales de que un libro o cuadernillo está libre de
error doctrinal o moral. Estas autorizaciones no implican de forma alguna que quienes han otorgado
el Nihil Obstat y el Imprimatur estén de acuerdo con el contenido, las opiniones o las declaraciones
expresadas.
Derechos de Autor © 2001 del Consejo Supremo de los Caballeros de Colón
Todos los derechos reservados.
Las citas del Catecismo de la Iglesia Católica están tomadas de la traducción al español del Catecismo de la
Iglesia Católica, Segunda Edición: Modificaciones basadas en la Editio Typica, Derechos de Autor © 1997,
United States Catholic Conference, Inc.-Librería Editrice Vaticana.
Para esta versión en español, los textos del Concilio Vaticano están tomados de Documentos
Completos del Vaticano II, derechos reservados © Editorial: El Mensajero del Corazón de Jesús,
Bilbao, España.
Portada: Nikolai Ge (1831-1894), ¿Que es la verdad? Cristo ante Pilatos. Tretyakov Gallery, Moscow,
Russia. © Scala/Art Resource, New York.
Ninguna parte de este cuadernillo puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por
ningún medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabaciones o archivada en un sistema
de reproducción sin el permiso escrito del editor. Escribir a:
Catholic Information Service
Knights of Columbus Supreme Council
P.O. Box 1971
New Haven, CT 06521-1971
cis@kofc.org
203-752-4267
203-752-4018 fax
Impreso en los Estados Unidos de América
UNA PALABRA SOBRE ESTA SERIE
Este folleto es uno de una serie de 30 que ofrece una expresión
familiar de elementos principales del Catecismo de la Iglesia Católica.
El Papa Juan Pablo II, bajo cuya autoridad se publicó el Catecismo en
1992, instó a que se prepararan versiones de esta naturaleza para que
cada pueblo y cada cultura puedan apropiarse de su contenido como
si fuera suyo.
Los folletos no sustituyen el Catecismo, pero se ofrecen sólo para
hacer más accesible su contenido. La serie es a veces poética, familiar,
festiva e imaginativa; en todo momento busca ser fiel a la fe. A
continuación los títulos de nuestra serie.
-iv-
TERCERA PARTE: CÓMO VIVEN
L O S C AT Ó L I C O S ( M O R A L I D A D )
S ECCIÓN 10:
L A V ERDAD
1. La importancia del octavo mandamiento
Los alcances del octavo mandamiento son realmente mucho
más amplios de lo que parecen. Prohíbe no solo el perjurio, los falsos
juramentos, la calumnia y la difamación, sino también toda clase de
falsedad y ordena adherirnos totalmente a la verdad.
Este mandamiento es uno de los más olvidados y
desobedecidos de todos. Porque, al igual que el primer
mandamiento, se desobedece cada vez que se desobedece cualquier
otro. Al igual que todo pecado es una especie de idolatría (escoger
algún dios falso), todo pecado es un acto de falsedad, la elección de
las tinieblas en vez de la luz.
El octavo mandamiento no nos dice simplemente que
hablemos con la verdad a los demás, sino también que amemos y
vivamos la verdad en nosotros mismos, comprometiendo
completamente nuestro corazón con la verdad y viviendo ese
compromiso. Prohíbe no solo el falso testimonio contra nuestro
prójimo, sino también contra nosotros mismos, ya que debemos
amar al prójimo “como a nosotros mismos”.
-5-
2. Cómo todo pecado es una especie de mentira
Levantar falso testimonio contra nuestro prójimo significa
mentir y engañar al prójimo. Pero, mentirle al prójimo siempre
comienza con una mentira para nosotros mismos. Así sucede con
todo pecado. El patrón de todo pecado se muestra en el pecado
original, en Génesis 3, al comer de la fruta prohibida. Este pecado
inició al escuchar la mentira del demonio, la falsa publicidad del
pecado, la mentira de que este pecado traería felicidad y deleite,
mientras que obedecer el mandato de Dios acarrearía desdicha o
aburrimiento.
El primer paso para evitar el pecado es negarse a escuchar
cualquier falso testimonio que contradiga la verdad revelada por
Dios. La fe es la barrera contra el pecado. Por eso dice la Escritura:
“todo lo que no procede de la buena fe es pecado” (Rm 14, 23). San
Pablo contrapone el pecado a la fe, no sólo a la virtud, y contrapone
la fe al pecado, no sólo a la duda. Creer en la oscuridad de la mentira
de Satanás, en vez de creer en la luz del mandamiento de Dios, fue
el comienzo de la caída del hombre y sigue siendo el comienzo de
toda caída. Comemos la fruta prohibida de la falsedad con la mente,
antes de comer cualquier otra fruta prohibida con nuestro cuerpo o
con nuestros actos.
5. ¿Qué es la verdad?
Lo que la verdad significa en Dios, su origen, determina lo que
significa para el hombre, la imagen de Dios. Y el Catecismo
menciona tres aspectos de la verdad en Dios: “Dios es la fuente de
toda verdad.
[a] “Su Palabra es verdad.205”
[b] “Su Ley es verdad.206”
[c] “‘Tu verdad, de edad en edad’207” (Sal 119, 90) (C 2465).
¿Qué significan estas tres cosas para nosotros?
a) La verdad de la Palabra de Dios es la revelación de su
pensamiento.
b) La verdad de la Ley de Dios es la revelación de su
voluntad.
c) La verdad de las promesas de Dios es la revelación de su
corazón.
Estos tres aspectos de la verdad satisfacen las necesidades de las
tres partes del alma humana.
a) La Palabra de Dios satisface el anhelo que tiene la mente
de un pensamiento verdadero
b) La Ley de Dios satisface el anhelo que tiene la voluntad
de una vida verdadera.
c) Las promesas de Dios satisfacen el anhelo que tiene el
corazón humano de una felicidad verdadera.
También corresponden a las tres “virtudes teologales”.
a) La Palabra de Dios (revelación) especifica lo que cree la fe
(“Tu Palabra es Verdad” – Jn 17, 17).
b) La Ley de Dios especifica lo que escoge la caridad ( “Si
me amáis, guardaréis mis mandamientos” – Jn 14, 15).
-8-
c) Las promesas de Dios especifican en qué confía la
esperanza (“Esta es la promesa que él mismo os hizo: la
vida eterna” – 1 Jn 2, 25).
Las tres culturas de los tiempos antiguos cuyo legado llega
hasta nosotros – la griega, la romana y la hebrea – enfatizaron
particularmente estos tres aspectos de la verdad, expresados en sus
propias palabras para “verdad”:
a) Aletheia, la palabra griega para verdad, que significa
“nada escondido”, o la revelación de un misterio a la
mente.
b) Veritas, la palabra latina para verdad, que significa lo
correcto en pensamiento o hecho.
c) Emeth, la palabra hebrea para verdad, que significa fe
total en el corazón y en el carácter.
Las tres se cumplen en Cristo, “La Luz del mundo”.
a) Cristo es la revelación final que se nos hace del misterio
de Dios.
b) Cristo es nuestra rectitud, o santidad, final.
c) Cristo es cumplimiento de todas las promesas que Dios
nos hizo.
11. El martirio
“El martirio es el supremo testimonio de la verdad de la fe;
designa un testimonio que llega hasta la muerte” (C 2473). La
tradición cristiana siempre ha valorado grandemente el martirio, ya
-11-
que esto fue lo más importante que hizo el propio Cristo, la razón
por la que vino al mundo. La palabra “mártir” significa “testigo” en
el Nuevo Testamento griego; un mártir no es sólo el que sufre una
muerte injusta, sino alguien que la sufre por la verdad, como
“testigo” de la verdad.
Pocas cosas son más valiosas que la vida misma. Sólo lo que es
eterno vale más que todo el tiempo, vale más que una vida. Pero la
Verdad es eterna.
Jim Eliot, un mártir misionero del siglo XX en Ecuador,
explicaba sucintamente la sabiduría del martirio: “No es ningún
tonto aquél que entrega lo que no puede conservar para ganar lo que
no puede perder”.
El martirio no es algo de tiempos pasados. Hubo más mártires
cristianos en el siglo XX que en los diecinueve siglos anteriores
juntos. A medida que la historia se acerca más a su fin y a la
prometida Segunda Venida de Cristo (no importa lo cercana o lejana
que esté) el martirio no cesará, sino que seguirá siendo un “signo de
contradicción”, una cruz. Es un signo de la lucha espiritual entre el
Cristo y el AntiCristo, entre la luz y las tinieblas, entre la verdad y
la falsedad , un tema persistente en las Escrituras, desde el Génesis
hasta la Revelación, porque es el drama central de la historia
humana y de cada vida individual.
13. Mentir
“‘La mentira consiste en decir falsedad con intención de
engañar’227” (C 2482).
“La mentira es la ofensa más directa contra la verdad. Mentir
es [1] hablar u obrar contra la verdad [2] para inducir a error” (C
2483). Ambos elementos deben estar presentes en una mentira. 1)
La falsedad no intencional no es una mentira. 2) Tampoco lo es una
obra de teatro o de ficción. Sin embargo, “[e]l derecho a la
comunicación de la verdad no es incondicional... del amor fraterno...
exige, en las situaciones concretas, estimar si conviene o no revelar
la verdad a quien la pide” (C 2488).
-18-
“La Fe es un regalo de Dios que nos permite conocerlo y amarlo. La
Fe es una forma de conocimiento, lo mismo que la razón. Pero no es
posible vivir en la fe a menos que lo hagamos en forma activa. Por la
ayuda del Espíritu Santo somos capaces de tomar una decisión para
responder a la divina Revelación y seguirla viviendo nuestra respuesta”.
Catecismo Católico de los Estados Unidos para los Adultos, 38.
Folletos Individuales
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