Duelo en Niños y Adolescentes

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DUELO EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

Definición de duelo:

En el Diccionario de la Real Academia Española, el vocablo “duelo” tiene tres


acepciones: 1. Dolor, lástima, aflicción o sentimiento, 2. Demostraciones que
se hacen para manifestar el sentimiento que se tiene por la muerte de alguien
y 3. Reunión de parientes, amigos o invitados que asisten a la casa
mortuoria, a la conducción del cadáver al cementerio o a los funerales.

Etapas del duelo:

Las etapas han evolucionado desde el momento en que fueron


introducidas y han sido muy malinterpretadas en las tres últimas décadas.
Nunca se concibieron para ayudar a introducir las emociones turbias en
pulcros paquetes. Son reacciones a la pérdida que muchas personas tienen,
pero no hay una reacción a la pérdida típica, ni tampoco existe una perdida
típica. Nuestro duelo es tan propio como nuestra vida.

Las cinco etapas negación, ira, negociación, depresión y aceptación,


forman parte del marco en el que aprendemos a aceptar la pérdida de un ser
querido. Son instrumentos para ayudarnos a enmarcar e identificar lo que
podemos estar sintiendo. Pero no son paradas en ningún proceso de duelo
lineal. No todo el mundo atraviesa todas ni lo hace en un orden prescrito.

1. Negación
Forma sutil de aliviar el dolor, permite distanciar por momentos el dolor
(supervivencia a la perdida), en ella se encuentra alivio, es la forma
que encuentra la naturaleza de dejar entrar solo lo que se puede
soportar. Mecanismo de protección de la psique “la persona se
descubre contando la historia de su perdida una y otra vez”.

Forma de afrontar el trauma. Para negar el dolor y aceptar la


realidad que poco a poco es sustituida con la realidad. Con forme
avanza aparecen sentimientos evitaditos.
2. Ira

La ira puede ser contra el mismo, contra el ser que falleció, esta
no tiene que ser lógica ni valida. La ira solo aflora si la persona está
segura de que sobrevivirá a la experiencia. Seguid de la ira esta la
tristeza, pánico, dolor, soledad con más intensidad que nunca. Cuando
más auténtica se sienta la ira con más prontitud sanará.

La ira a menudo es utilizada es un sentimiento utilizado para evitar


los sentimientos más hondos hasta estar preparados para afrontarlos.
Mientras se realiza el duelo la ira vuelve en muchas ocasiones.
La ira no tiene límites, puede extenderse a familia, amigos incluso a
Dios. Comúnmente se cree que si son buenas personas no sufrirán
males del mundo, al igual que si comen saludable, van al médico,
tendrán buena salud sean premiados. Esto se desborona cuando
mueren los justos, sanos jóvenes y los buenos. Si pueden que supere
la ira demasiado de prisa lo único que hará es alejarla pues no se
acepta como tal.

La culpa es el sentimiento de ira vuelta a uno mismo. La ira es el


sentimiento de confirmación del aprecio hacia la persona fallecida.

3. Negociación
Tregua temporal, laberinto sin salida, que la vida sea como antes,
retroceder el tiempo, encontrar antes un tumo. Las personas piensan
que el duelo puede durar meses pero son reacciones de sentimientos
en minutos. No hay una salida lineal, ni cruce de etapas en orden, se
puede atravesar una luego regresar a la otra y regresar a la primera.

La negociación es un pedazo del futuro alternativo en el que la


muerte no paso, esto puede aliviar temporalmente el dolor. Pero en
otros casos ayuda a que la psique tenga el tiempo necesario para
comprenderlo.
4. Depresión

Después de negociar la atención va al presente, sensación de


vacío, el duelo es más fuerte, parece incertidumbre. La depresión no
es un síntoma de enfermedad mental sino una respuesta adecuada a
una perdida, la vida no parece tener sentido. Las personas piensan
que no es normal sentirse deprimido pero lo anormal es no surtirse
deprimido ante la muerte de un ser querido.

El duelo es oscuro, inundado de tristeza y la depresión es un


recurso de la naturaleza para proteger ya que bloquea el sistema
nervioso para que nos adaptemos a algo que sentimos que no
podemos supera.

5. Aceptación

Esta se confunde con estar bien o de acuerdo con lo que ha psado y


no es eso. La gente no se siente bien con lo que le ha pasado, en esta
etapa reconoce que el ser querido se ha ido físicamente y acepta la
realidad permanente, nunca se estará de acuerdo con ello. Es hora de
la readaptación y curación, puede afianzarse con firmeza y todos se
refleja en “recordar, recomponerse y reorganizarse. Organizar la vida
sin esa persona “reintegración”.

Se intentan recomponer las piezas que se fragmentaron, es estar


consciente de lo perdido y aprender a vivir con dicha perdida.

Características del duelo en niños y adolescentes

La edad en la que se puede empezar a hablar de duelo suscita muchas


controversias entre los distintos autores, desde los que niegan su existencia
antes de la adolescencia (una minoría) hasta los que observan
manifestaciones de duelo a partir de los seis meses de vida. A partir de esta
edad puede decirse que el niño experimenta la angustia de la separación
cuando la madre está ausente
El concepto de muerte es abstracto y complejo y la forma de abordarlo va a
depender de muchos factores: edad, educación, aspectos emocionales,
creencias religiosas, etc.

Hasta los 3 ó 4 años hay una ignorancia relativa del significado de la muerte y
no se considera como algo definitivo. Se suele confundir la muerte con el
dormir. Entre 4 y 7 años, la muerte sigue siendo un hecho temporal y
reversible, y los muertos tendrían sentimientos y funciones biológicas.
Pueden preguntar cómo come el fallecido o si va al cuarto de baño. También
puede haber “pensamientos mágicos”, en el sentido de que pueden creer que
un mal pensamiento de ellos causó esa muerte.

Entre 5 y 10 años, la muerte sería final e irreversible, pero los muertos


conservarían algunas funciones biológicas. En muchos niños antes de los 10
años, la muerte sería irreversible y consistiría en el cese definitivo de todas
las funciones biológicas. En casi todas estas edades, el hecho de la muerte le
ocurre a los demás y no se piensa en una muerte propia. En realidad, antes
de los cincos años no se llega a entender los tres componentes básicos de la
muerte: 1. Es irreversible, definitiva y permanente, 2. Consiste en la ausencia
total de las funciones vitales y 3. Es universal, es decir, que nadie escapa de
morir. También antes de esa edad es muy escasa la tendencia a llorar por un
duelo.

Lo que suele haber, sobre todo, es perplejidad y confusión. Es por eso que
preguntan reiteradamente por el fallecido: dónde está y cuándo volverá. Hay
tres temores muy frecuentes en el duelo infantil: 1. ¿Causé yo la muerte?, 2.-
¿Me pasará esto a mí? y 3. ¿Quién me va a cuidar? En realidad, podemos
decir que la muerte del padre o la madre constituye una experiencia que
afecta a la manera en que el niño estructura su mundo.
Puede dividirse el proceso de duelo en los niños en tres fases:

1. Protesta. El niño añora amargamente al progenitor fallecido y llora


suplicando que vuelva,
2. Desesperanza. Comienza a perder la esperanza de que vuelva, llora
intermitentemente y puede pasar por un período de apatía,
3. Ruptura de vínculo. Empieza a renunciar a parte del vínculo emocional
con el fallecido y a mostrar interés por el mundo que le rodea.

Manifestaciones del duelo en niños y adolescentes

Igual que ocurre en los adultos, existen unas manifestaciones del duelo
infantil que se consideran normales y que se enumeran a continuación:

a) Conmoción y confusión al haber perdido a una persona amada.


b) Ira por haber sido abandonados y que pueden ponerse de manifiesto
en juegos violentos, pesadillas y enfado hacia otros miembros de la
familia (dar patadas, por ejemplo).
c) Miedo a perder al progenitor que sigue viviendo o ser abandonado por
éste.
d) Vuelta a etapas anteriores del desarrollo emocional con conductas
más infantiles (exigiendo, por ejemplo, más comida, más atención,
hablando como un bebé o miedo a la oscuridad).
e) Culpabilidad derivada de la dificultad de relación con el fallecido o de
la creencia de haber causado su muerte por el mero hecho de haber
deseado en algún momento que ya no estuviera o que desapareciera.
f) Tristeza por la pérdida, que se puede manifestar con insomnio,
anorexia, miedo a estar solo, falta de interés por las cosas que antes
les motivaban y disminución acentuada del rendimiento escolar.
g) En los niños predominan las manifestaciones de tipo fisiológico al ser
mayor la dificultad para expresar emociones y sentimiento. (No es
demasiado frecuente la tristeza, el abatimiento. Sino más bien cambios
de conducta o de humor, alteraciones en la alimentación y en el sueño,
disminución del rendimiento escolar, y rabia.
h) En adolescentes es las frecuente el malestar psicológico.
Respuestas en los niños de 2 a 5 años

a. Perplejidad y confusión. Buscan a la persona fallecida.


b. Regresión. No se aparta del progenitor, se chupan el dedo, se quejan,
se orinan, se chupan el dedo…
c. Ambivalencia. Se alternan fases de preguntas y expresión emocional
con fases de indiferencia y silencio.
d. Irritabilidad y rabia por haber sido abandonados.
e. Vínculos afectivos con alguien que se parezca al fallecido.

Que hacer y decir:

Lo más importante, y teniendo en cuenta la forma literal que tienen de


interpretar los acontecimientos que suceden a su alrededor, es poder utilizar
un lenguaje claro, preciso y real a la hora de explicar todo lo que tenga que
ver con el hecho de morir o la noción de muerte.

En este periodo los niños muestran mucha curiosidad por el lugar donde está
y por cómo se encuentra la persona que ha fallecido. Estas son algunas de
sus preguntas más frecuentes:
- ¿Dónde está?

- ¿Tiene frío, puede comer y beber?

- ¿Puedo hablar con él o ella?


- ¿Cuándo vamos al cielo?
- ¿Por qué no viene?
Es importante que respondamos a estas preguntas con sinceridad y de la
manera más concreta posible. La mejor forma de saber lo que nuestros hijos
o alumnos entienden sobre la muerte es dialogar con ellos. Preguntarles qué
piensan sobre ello nos servirá para saber qué es lo que comprenden sobre lo
sucedido, así como para despejarles las dudas y preocupaciones que nos
puedan plantear.

Los niños de estas edades no necesitan recibir una explicación extensa o


metafísica sobre la muerte, pero sí debemos ofrecerles un conocimiento
práctico y fundamentado en hechos que les ayude a ir comprendiendo qué
sucede, por qué sucede y cómo reaccionamos ante la muerte.

Debemos ayudarles a entender que la muerte es irreversible y que nunca


volveremos a ver a las personas que fallecen. También podemos explicarles,
ante su duda de si nosotros también vamos a morir, que lo haremos cuando
seamos “muy, muy, muy mayores”. El uso de múltiples “muy” implica que las
personas suelen fallecer cuando son ancianas, lo que implica que ellos ya
serán personas “adultas”. Es una forma de dar seguridad a su estado “niño”.

Si la muerte ha sido a consecuencia de una enfermedad, también haremos


hincapié en que las personas mueren cuando están “muy, muy, muy
enfermas” para diferenciar los niveles de enfermedades y ayudarles a que
comprendan que, cuando se está “malito”, no suele existir riesgo de muerte.

Por último, es importante explicarles que cuando un ser vivo muere (una
persona o un animal) el cuerpo detiene su funcionamiento por completo y ya
no puede ver, respirar, caminar y sentir. Debemos hacerles entender el hecho
natural del fin de las funciones vitales para que puedan ir comprendiendo lo
que la muerte

Respuesta en los niños de 6 a 9 años

a. Negación de lo ocurrido. Puede aparentar indiferencia como un


mecanismo de defensa.
b. Idealización de la persona fallecida, lo que permite una relación
imaginaria.
c. Culpabilidad, sobre todo, si no puede expresar la tristeza que sienten.
d. Miedo y vulnerabilidad, que puede llevar una cierta agresividad con las
personas del entorno.

Que hacer y decir:

Los niños de entre 6 y 9 años necesitan que se les explique la muerte de


un ser querido atendiendo a los hechos y las causas que la han provocado.
A esta edad van a cobrar especial importancia las reacciones, preguntas y
temores que los niños suelen expresar cuando se les comunica la muerte de
un ser querido. Mostremos serenos y les hagamos ver cómo, aunque su
mundo cambie, no va a desmoronarse.

En esta etapa puede ayudarles mucho que compartamos con ellos


nuestros sentimientos o que les hablemos de las experiencias de duelo que
hayamos atravesado cuando éramos más jóvenes. Necesitan escuchar que,
aunque la muerte duela, podemos seguir adelante. Nuestro testimonio es el
ejemplo más fiable para ellos. A esta edad es importante que favorezcamos
la participación de los preadolescentes en los ritos funerarios, ya que ahora
más que nunca -y por tener plena conciencia de lo que ha sucedido.

Respuesta en los adolescentes

Esta etapa de la vida comienza aproximadamente hacia los doce años.


Es una etapa de importantes cambios que pueden vivirse con profunda
ambivalencia y confusión. El adolescente sufre una importante
transformación corporal que no puede controlar y que supone la despedida
del cuerpo infantil. Asimismo el exterior comienza a demandarle nuevas
pautas de comportamiento cada vez más alejadas de su identidad de niño. El
camino que ha de recorrer el adolescente supone el abandono de su rol
infantil para ir en busca de una nueva identidad estable y adulta todavía por
construir, de ahí que sea normal que hagan uso de “identidades transitorias”,
en un intento de encontrar una piel en la que se sientan cómodos y seguros.
Es normal que el adolescente “ensaye” distintos roles y cambie a menudo de
opinión, de partido político, de tipo de música, de amistades, de moda, como
consecuencia de esta incesante búsqueda de su propia identidad.

Aparece también un fuerte deseo de autoafirmación: el adolescente


necesita formar un “yo” diferente al de los padres y puede mostrar mucha
oposición en respuesta a su necesidad de sentirse independiente y autónomo
a nivel intelectual y emocional. El grupo va a tener más que nunca un papel
crucial en la vida de los adolescentes. A esta edad se produce una
identificación masiva con el grupo: pertenecer y formar parte de él es de vital
importancia. Por esta razón, el adolescente se comportará en función de los
dictados del grupo, transfiriendo al grupo de iguales gran parte de su
dependencia de las figuras parentales.

Que hacer y decir?

Un adolescente puede preguntarse muchas cosas sobre la muerte, pero


sobre todo va a necesitar dar su opinión y exponer sus teorías acerca de por
qué morimos y si existe o no “un más allá”. Todas estas cuestiones han de
responderse con franqueza, porque ahora más que nunca necesitan sentir
que no se les oculta la verdad y que se confía en ellos.

A esta edad, la relación con la muerte puede ser muy especial en cierto
modo: por un lado, les atrae mucho el mundo de los espíritus y querrán
consumir novelas o películas que traten estos temas. El adolescente puede
ver en la muerte todo un mundo de fantasía casi romántica que, en realidad,
responde a un intento de sublimar el verdadero dolor que implica la muerte
cuando nos enfrentamos al fallecimiento de un ser querido.

En esta línea es importante entender cómo los adolescentes pueden


aferrarse a este mundo fantástico en un intento de protegerse del impacto
real de la muerte. Respetar estos caminos, mientras no sean perjudiciales
para su salud emocional, significa permitirles que ellos mismos puedan ir
asimilando poco a poco la realidad de la muerte. Por otra parte, debemos
estar atentos a las posibles conductas peligrosas o temerarias que puedan
empezar a tener y que pongan en riesgo su vida. En ocasiones, el
adolescente se siente tan alejado de la realidad de la muerte que le parece
que, mientras sea joven, puede ser inmune a ella.

Duración del duelo normal en niños

La duración de un duelo normal en los niños puede ser muy variable, de


pocos meses a más de un año. La mayoría de los niños que sufren la muerte
de un progenitor superan el duelo sin grandes complicaciones, elaborando la
perdida de manera adecuada. Además entre más pequeño es el niño más
rápido superara el duelo.

Duelo complicado

Factores de riesgo de duelo complicado

Aunque en la edad infantil también inciden los factores de riesgo ya


señalados anteriormente para los adultos, existen factores particulares de
esta edad, como son los siguientes:

• Ambiente inestable con alternancia en la figura responsable de los cuidados

• Forma inadecuada de reaccionar del progenitor superviviente, ya que sirve


de modelo

• Existencia de segundas nupcias y relación negativa con la nueva figura

• Pérdida de la madre para las niñas menores de 10 años y pérdida del padre
para varones adolescentes

• Falta de consistencia en la disciplina impuesta al niño o adolescente

• Suicidio u homicidio del progenitor fallecido Los predictores de riesgo


permitirán identificar a aquellos niños y adolescentes que necesitan apoyo y
ofrecer alternativas de prevención e intervención.

Signos de alerta de duelo complicado

Los signos de alerta para hacer pensar en que se está en presencia de


un duelo complicado pueden ser muy variados: llanto frecuente, rabietas o
signos de agresividad, apatía, pérdida de interés por las actividades que
antes resultaban agradables, alteraciones del sueño con pesadillas, miedo a
quedarse solo, comportamiento infantil, cefaleas u otras dolencias físicas,
imitación del fallecido, disminución del rendimiento escolar o no querer ir a la
escuela, etc. Por lo que se refiere a este último punto, conviene tener
informado al maestro de lo sucedido para que actúe con la mayor prudencia
cuando el niño vuelva al colegio.
DEPRESION EN EL DUELO

DSM 5 Criterio disgnosticos.

V62.82 (Z63.4) Duelo no complicado

Esta categoria se aplica cuendo el objero de la entecion clinica es una


reaccion normal ante la muerte de un ser querido.como parte de su reaccion
ante una perdidaasi, algunos individuos en duelo presentan sintomas
caracteristicos de un eísodio de depresion mayor, como por ejemplo
sentimientos de tristeza con otros síntomas asociados, como imsomnio, falta
de apetito y perdida de peso. El individuo en duelo, suele considerar su aniño
deprimido como normal, si bien el individuo puede buscar ayuda profecioanl
para aliviar otros sintomas que no sean asociados, tales como insomnio o
anorexia. La duracion y la expresion de duelo “normal” varian
cosniderablemente entre los distintos frupos culturales. En los criterios de un
episodio depresivo mayor se ofrece más iformacion para distinguirlos del
duelo.

Trastorno de depresion mayor

(Las respuestas a una perdida significativa “duelo”) pueden inclir el


sentimeitno de tristeza intensa, rumiación aserca de la pérdia, insomnio,
perdida de apetito y perdida de peso que figuran en el criteo A y pueden
simular un episodio depresivo. Aunque estos síntomas puedes ser
comprensibles o considerables apropiados a la pérdida, tambien se debe
pensar atentamente en la presencia de un episodio de depresion mayor
además de la respues normal a una perdida significativa. Esta decisión
requiere inevitablemente el criterio clínico basado en la historia del individuo y
en las formas culturales para la expresion del malestar en el contexto de la
perdida. Tomar en cuenta que en el duelo el efecto predominante es el
sentimiento de vacio y pérdida.
Justificacion del uso de la teoria cognitivo conductual

La búsqueda de diferentes maneras para ayudar a las personas a


gestionar y afrontar diferentes problemas psicológicos y conductuales es una
constante de la psicología. A lo largo de la relativamente corta historia de
esta disciplina, diferentes personas y escuelas de pensamiento han logrado
desarrollar técnicas más o menos eficaces para tratar dichos problemas y
trastornos.

Algunas de las aportaciones que mayor evidencia científica ha demostrado


en el tratamiento exitoso de dichos problemas provienen del paradigma
cognitivo-conductual, el predominante en la actualidad.

Nacido de la fusión entre las técnicas y procedimientos conductistas que


buscan el conocimiento científico en base a lo observable y el conocimiento
de que detrás de la conducta hay diversos procesos psicológicos que
explican por qué actuamos, pensamos y sentimos cómo lo hacemos, el
modelo o enfoque cognitivo-conductual se basa en el trabajo sobre los
aspectos cognitivos de cara a producir una modificación significativa y
profunda de la conducta.

Se trabaja sobre la herencia dejada por el conductismo, aplicando y


adaptando numerosas técnicas propias de esta corriente con el fin de que la
modificación conductual no sea algo mecánico y temporal sino que provoque
un cambio en el modo de percibir la realidad y la existencia de problemas en
los pacientes. Se tienen en cuenta aspectos como el procesamiento de la
información, los mecanismos de afrontamiento, el auto concepto y autoestima
u otras variables como las habilidades, creencias y actitudes respecto al
mundo.
PLAN TERAPEUTICO

Objetivo Actividades y Técnica


materiales
1 Reconocimiento Asercameinto al Crear y presentar un Desensibilización
de emociones paciente para crear amentiente seguro y cognitiva
un ambiente comodo para el
Tiempo: 45 estable para paciente, en donde
minutos realizar la terapia se sienta libre de
por medio del expresar su
rapport. emociones.
Informar al paciente
sobre lo que se
realizará, y los
motivos por los
cuales visitará a una
psicologo.
Establecer un
ambiente de rapport
adecuado para el
comienzo de la
terapia.
Indagar sobre lo
sentimientos
actuales.
2 Aceptación de la Aceptar tanto Reconocer por
realidad de la intelectual como medio de un cuento Desensibilización
perdida emocional la llamado”El mejor sistemática
realidad. Por truco del abuelo” el
Tiempo: 45 medio de proceso de la vida y
minutos actividades de la muerte.
sensibilización Ayudar al niño y
motivarle a hablar
sobre la perdida
Comprender las
circunstancias de la
muerte
3. Emociones Retroalimentar la Utilización de
durante la pérdida del ser imágenes del Desensibilización
perdida querido por medio familiar fallecido. sistemática
de imágenes que Realización de un
Tiempo: 45 lleven al niño al dibujo sobre sus
minutos momento de su emociones durante
muerte. su muerte.
Indagar sobre las
emociones del niño
por medio de
preguntas como
¿dónde estabas?
¿Cómo fue el
funeral?
4. Identificación de Identificar y Dibujo de cómo es Desensibilización
sentimiento manifestar los la vida con la sistemática
sentimientos ausencia del ser Imaginación emotiva
Tiempo: 45 actuales hacia la querido.
minutos persona fallecida. Cuento guidado
Caracoles,
pendientes y
mariposas

5 Manejo de las Reducción de la Elaboración de Desensibilización


emociones y el ansiedad y álbum con por contacto
dolor de la evitación a los fotografías de la
pérdida sentimientos que le persona fallecida.
causan dolor. Identificación de las
Tiempo: 45 emociones
minutos Dibujo sobre las
emociones que
siente al realizar un
recuerdo sobre su
ser querido
6 Adaptación al Desarrollo de Realización de Entrenamiento de
medio nuevas habilidades actividades que el instrucciones
que antes no niño no ha realizado
Tiempo: 45 fueron por medio del juego
minutos experimentadas. como: pintar,
dibujar, encestar
una pelota, etc.
7 Adaptación al Desarrollo de Con apoyo de sus Intervención familiar
medio nuevas habilidades familiares cercanos
que antes no experimenta
Tiempo: 45 fueron sensaciones nuevas
minutos experimentadas. que incorporará a su
vida
HERRAMIENTAS
INTRODUCCIÓN

Se desarrolló un plan de intervención psicológica para un niño de 9 años


que pasa por un duelo complicado a continuación se detalla el proceso del
duelo, la definición, características y características diagnósticas.

Duelo: Se trata de uno de los acontecimientos más estresantes en la vida de


una persona y cada individuo necesita un tiempo variable para la
recuperación. Cuando no se tienen los recursos suficientes para afrontar la
pérdida se entra en el terreno del “duelo complicado” y se necesita una
atención psicológica especializada.

Los factores que predisponen a un duelo complicado son de diversa


índole: 1. Relacionales (de dependencia, de conflictividad con aparición de
autorreproches, etc), 2. Circunstanciales (juventud del fallecido, muerte
súbita, muerte incierta por desaparición, etc), 3. Personales (más complicado
en el varón, problemas previos de salud física o mental, duelos anteriores no
resueltos, etc) y 4. Sociales (ausencia de apoyo social o familiar,nivel
socioeconómico bajo, etc).

El plan terapéutico tiene la visión cognitivo-conductual A través de los


métodos derivados de este enfoque se tratan muy diversos problemas
mentales desde un punto de vista validado por la ciencia y centrado en la
problemática actual, trabajando a partir de los síntomas presentes para
obtener una mejoría en la calidad de vida del paciente y un alivio de su
malestar
BIBLIOGRAFÍA

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Madrid: Biblioteca nueva.

Andrómeda Ivette Valencia Ortiz

Facultad de Psicología (UNAM)


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Ordóñez Gallego A.- Algo tan natural. Reflexiones sobre la muerte –


Dispublic S.L., Madrid

American Psychiatric Association. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de


los trastornos mentales (dsm–5).
Primera sesión (identificación)

1. Objetivo: Motivar al paciente a identificar la situación traumática sobre


la muerte de un familiar fallecido, por medio de técnicas de relajación
ante la situación estresante

2. Qué estrategia? Desensibilización sistemática


3. Actividades
 Llevar al paciente a una situación de calma y respiración
progresiva para poder recrear la situación.
 Elaboración de un dibujo de la persona que fallecio, y
recreación de los acontecimientos para aplicar las técnicas de
relajación y respiración.

4. Tiempo: 45´

5. Indicadores
Segunda sesión (jerarquización)

1 Objetivo: Ordenación de los pensamientos y sentimientos


experimentados durante el tiempo en el que la persona fallecida está
ausente.

2 Qué estrategia? Desensibilización sistemática

3 Actividades
 El paciente enlistara las actividades que recuerda
continuamente que realizaba en compañía de la persona
fallecida.
 Elaboración de un álbum con imágenes de las actividades antes
mencionadas.
 Jerarquización de las actividades que más le causan emociones
es decir elegir las situaciones que recuerda más.

4 Tiempo: 45´

5 Indicadores
Tercera sesión (imaginación)

1. Objetivo: Preparación del paciente al confronta miento de la


situación que le causa malestar por medio de la imaginación.

2. Qué estrategia? Desensibilización sistemática

3. Actividades
 Se le pedirá al paciente que imagine una escena y a
continuación, se le preguntará los detalles de la misma para ver
hasta qué punto es vivida la visualización de la imaginación.
 Dibujara lo que sintió mientras imaginaba la situación,

4. Tiempo: 45´
Cuarta sesión

1. Objetivo: Identificar y manifestar los sentimientos actuales hacia la


persona fallecida.

2. Qué estrategia? Desensibilización sistemática

3. Actividades
 Utilización de imágenes del familiar fallecido.
 Realización de un dibujo sobre sus emociones durante la
muerte.
 Indagar sobre las emociones del niño por medio de preguntas
como ¿Dónde estabas? ¿Cómo fue el funeral?

4. Tiempo: 45´

5. indicadores
Quinta sesión

1. Objetivo: Evaluación de la autoestima respecto al manejo de las


emociones y el dolor de la pérdida.

2. Qué estrategia? Desensibilización sistemática

3. Actividades

 Elaboración de dibujo del su persona durante el funeral


 Dibujo de sí mismo durante todo el tiempo de ausencia.
 Dibujo de sí mismo durante la terapia.

4. Tiempo: 45´

5. indicadores
Sexta sesión (adaptación al medio)

1. Objetivo: Desarrollo de nuevas habilidades que antes no fueron


experimentadas.

2. Qué estrategia? Entrenamiento de instrucciones

3. Actividades
 Realización de actividades que el niño no ha realizado para
obtener una nueva experiencia.
 Por medio de la observación, utilizar técnicas como el juego, el
arte, o alguna distracción.

4. Tiempo: 45´

5. indicadores
Séptima sesión (adaptación al medio)

1. Objetivo: Desarrollo de nuevas habilidades que antes no fueron


experimentadas

2. Qué estrategia? Intervención familiar

3. Actividades
 Invitar a la familia a unirse a realizar las tareas que ha hecho
con anterioridad.
 Incorporar sensaciones nuevas a la vida del niño y a la de la
familia.
 Realización de un dibujo de toda la familia.

4. Tiempo: 45´

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