Almendra Chiquitana 2

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ALMENDRA

CHIQUITANA
Dipteryx alata
Instituto Interamericano de Cooperación
para la Agricultura (IICA), Edición 2018

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Coordinación editorial: Rosanna Leggiadro


Corrección de estilo: Malvina Galván
Diseño de portada: Esteban Grille
Diseño editorial: Esteban Grille
Dipteryx alata (Vogel)
La almendra Chiquitana
Compilación: Juan José Vicente, Alvaro Otondo 1

1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y
CULTURALES
El almendro chiquitano, Dipteryx alata (Vogel), reúne características claves
para promover tanto el desarrollo socioeconómico como la conservación
del medioambiente (Vennetier et al., 2012). Desde el 2005, la Fundación
para la Conservación del Bosque Chiquitano y otras instituciones están
apoyando la valorización de los productos de este almendro nativo.

En los municipios chiquitanos de San Ignacio, Concepción y Lomerío del


departamento de Santa Cruz (Bolivia), se viene incentivando a comunida-
des indígenas a la recolección de frutos y la extracción de sus semillas, que
luego son transformadas por la asociación de productores MINGA y comer-
cializadas mayormente en ferias y tiendas en San Ignacio y Santa Cruz de
la Sierra. Al mismo tiempo, se trata de incrementar la población de almen-
dros por medio del manejo de las poblaciones silvestres y del desarrollo de
plantaciones en sistemas silvopastoriles y agroforestales.

Vennetier et al., (2012) describen que la ecorregión del bosque seco


Chiquitano se extiende sobre Bolivia, Brasil y Paraguay y representa una
superficie político-administrativa de 307 987 km². Se trata de una región
ondulada con una altitud media de 400 metros e inundable en su parte
noreste. La temperatura media anual de la ecorregión del bosque seco
Chiquitano es de 25,3°C y la pluviometría anual de 800 mm (suroeste) a
1300 mm (noreste). Hace la transición entre las zonas boscosas y húmedas
de la Amazonía y las tierras secas del chaco sudamericano, con una vegeta-
ción de tipo bosque semi-deciduo a deciduo hasta sabana arbolada.

La Chiquitania ocupa gran parte de esta ecorregión y aunque pertenece a


Santa Cruz, el departamento más industrializado y con la renta per cápita
más alta del país, se ha beneficiado poco del crecimiento económico debi-
do a su histórico aislamiento geográfico. El índice de necesidades básicas
insatisfechas (NBI) llega a 91,7% en algunos municipios. En tanto, la densi-
dad de población no llega a 1 hab/km² en la zona rural (Vides-Almonacid et
al., 2007), pero está creciendo bajo la estrategia gubernamental de coloni-
zación de las tierras bajas.

1 Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF)- Bolivia


3
En la Chiquitania hay diversidad de actores, donde se destacan las comuni-
dades indígenas chiquitanas, beneficiadas con tierras inalienables, indivisi-
bles y colectivas (Ley INRA N° 1715). Los comunarios las utilizan mayormente
para una agricultura familiar de corta y quema para su subsistencia, la ga-
nadería bovina extensiva y el aprovechamiento de productos del bosque.
Mientras que las comunidades chiquitanas han tenido hasta ahora un im-
pacto relativamente reducido y estable sobre los recursos naturales, otros
actores como los colonos (andinos y menonitas) y los propietarios ganade-
ros, tienen un impacto más fuerte y creciente (Vides-Almonacid et al., 2007).

En particular, las prácticas convencionales en ganadería consisten en la


quema anual de las pasturas naturales, y según los medios financieros, en
el cultivo de pastos después del desmonte casi total de parcelas forestales.
Esas prácticas degradan los servicios del ecosistema y resultan muchas ve-
ces en el deterioro de la calidad del suelo, llevando a la necesidad de reali-
zar más desmontes (Pagiola et al., 2004; Montagnigni, 2008).

En resumen como lo indican Vennetier et al. (2012), los pobladores locales y


colonos cifran mayoritariamente sus esperanzas de desarrollo en opciones
que implican la conversión de bosques a otros usos del suelo (ganadería,
agricultura). El bosque seco Chiquitano no ha sufrido tanta reducción en
Bolivia como en Brasil, pero durante el último decenio la mejora de los ejes
viales de acceso ha favorecido el avance rápido de la frontera agropecua-
ria. En este marco, el aprovechamiento comercial de productos forestales
no maderables (PFNM) tales como los frutos de Dipteryx alata pueden re-
presentar una opción para un desarrollo socioeconómico más respetuoso
del medioambiente.

2. DESCRIPCIÓN BOTÁNICA

2.1. IDENTIFICACIÓN

2.1.1. Nombres comunes


Almendro chiquitano, Almendro Kumbarú o Nókümonísh (nombre chiqui-
tano) (Bolfor, 1996).

2.1.2. Nombre Científico: Dipteryx alata (Vogel)

2.2. CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA

2.2.1. Reino: Plantae

2.2.2. División: Magnoliophyta

2.2.3. Clase: Magnoliopsida


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2.2.4. Orden: Fabales

2.2.5. Familia: Fabaceae

2.2.6. Género: Dipteryx

2.2.7. Especie: D. alata (Vogel)

2.2.8. Nombre común


Almendro chiquitano, Almendro Kumbarú o Nókümonísh (nombre
chiquitano).

2.3. CARACTERIZACIÓN BOTÁNICA

2.3.1. Hoja
Alternas, paripinnadas, pecíolo y raquis foliar alado, foliolos opuestos-su-
bopuestos, ovados, asimétricos, ápice acuminado, base redondeada, bor-
de entero, subsésiles (Bolfor, 1996)

2.3.2. Flores
Dispuestas en racimos termina-
les, pequeñas, blanco-rosadas
con una mancha púrpura en el
estandarte, levemente aromáti-
cas (Bolfor, 1996).

2.3.3. Fruto
Los frutos de Dipteryx alata son
ovalados y aplanados por los la-
dos, cáscara color marrón claro
tanto en verde como en maduro.
Poseen una capa 4-5 mm de pul-
pa harinosa y dulce, recubriendo
un endocarpio leñoso muy duro
que encierra una única semilla,
la cual es blanca, recubierta con
un tegumento o cascarilla, negra
o marrón (Coimbra, 2014). El fru-
to indehiscente, está constituido
por una semilla, la almendra,
protegida por un endocarpio
leñoso duro, la cáscara, con un
mesocarpio carnoso y la pulpa Figura 1.
Ponto de venda tradicional de açaí
Vennetier et al. (2012), (Figura 1) Autor: Google imagens: diarioonline
5
2.3.4. Árboles
Pequeños a medianos, copa globosa o en forma de sombrilla, follaje poco
denso (Coimbra, 2014). Mide generalmente entre 4 y 12 metros de altura y
su madera dura y densa puede ser utilizada para postes gracias a su resis-
tencia a las intemperies (Coimbra, 2014).

3. HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN DE LA
ESPECIE

3.1. ECOLOGÍA
Su área de distribución es amplia cubriendo territorios de Brasil, Perú,
Paraguay y Bolivia. Según Vennetier et al. (2012) en Bolivia se encuentra
principalmente en el cerrado chiquitano, caracterizado por sabanas más
o menos arboladas con especies resistentes a fuegos de mediana intensi-
dad. Al ser nativa de la ecorregión está adaptada al medio ambiente y es
conocida por la población local. En Bolivia existen otras especies del mismo
género, como Dipteryx odorata, o Dipteryx micrantha, que también tienen
usos tradicionales.

3.2. SUELO
Se desarrolla en suelos secos, profundos, calcáreos o ácidos, no es muy exi-
gente en fertilidad química. En plantaciones experimentales presenta los me-
jores crecimientos en suelos de textura de arenosa a franca y de buen drenaje,
se considera una especie de crecimiento lento (Salazar y Soihet, 2001).

En cuanto a sus beneficios al suelo D. alata como leguminosa, capta el ni-


trógeno del aire y lo incorpora al suelo. Aunque todavía no ha sido eva-
luado cuantitativamente, el almendro usado en prácticas agroforestales
parece aumentar el nitrógeno y nutrientes tanto del suelo como del forraje
creciendo bajo estos árboles (Sano et al., 2004).

3.3. CLIMA
El clima de la región es tropical subhúmedo cálido y presenta poca variabili-
dad térmica media anual y un régimen pluviométrico fuertemente estacio-
nal (Vennetier et al., 2012).

4. ASPECTOS REPRODUCTIVOS
Según Sano y Vivaldi (1996) la especie presenta floración y fructificación
en épocas lluviosas y la dispersión de diásporas en la época seca conse-
cuente, la renovación de las hojas es tardía si ocurre en la época seca. La
producción de frutos es irregular no ocurre anualmente, pese a que la
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fructificación puede ser intensa puede no generar una buena producción
de frutos para los años posteriores.

Respecto a la floración de acuerdo a Pott, Pott (1996), Macedo, Ferreira


y Silva (2000) la especie presenta floración sincronizada entre noviembre
y enero, y son probablemente las abejas las agentes polinizadores (Pott,
Pott, 1986). La dispersión de frutos se produce en la época seca (Bulhao y
Figueiredo, 2000); en tanto, según Macedo, Ferreira y Silva (2000), la fructi-
ficación se extiende durante casi todo el año y los frutos son dispersos por
mecanismos de barocoria y zoocoria.

5. CARACTERÍSTICAS QUÍMICAS Y
NUTRICIONALES DEL FRUTO
En cuanto a la composición de la semilla cruda en materia seca, se han repor-
tado contenidos de 40% de lípidos, 30% de proteínas, 19% de fibras totales,
7% de azúcar, 1% de almidón y 3% otros compuestos. En relación a micro-
nutrientes, en mg por cada 100 g, se tiene: 811 de potasio, 317 de fosforo,
143 de magnesio; manganeso, hierro, zinc y cobre conjuntos menos de 10
mg. Un valor energético de 476 a 560 kcal/100g (Vallilo et al., 1990; Togashi
et al., 1994; Almeida et al., 1998; Takemoto et al., 2001; Herrera et al,. 2009).

Comparativamente con las demás nueces, tiene un bajo porcentaje de


aceites, los cuales son en su mayor parte insaturados, es una fuente impor-
tante de calcio y fósforo (Coimbra, 2014).

Por otra parte, en materia seca la pulpa contiene: 38% de almidón, 30%
de fibras totales, 20% de azúcar, 6% de proteínas, 3% taninos, 3% lípidos.
La composición de micronutrientes es principalmente 572 mg de potasio,
hierro y cobre 5,35 y 3,54 mg/100g respectivamente. El valor energético es
de 300 kcal/100 (Vallilo et al., 1990; Togashi et al., 1994; Almeida et al.,1998;
Takemoto et al., 2001; Herrera et al. 2009), en la semilla tostada se han re-
gistrado valores de proteína de hasta 26%.

Aunque la pulpa es apta para el consumo humano y de buen sabor, es mayor-


mente aprovechada por el ganado vacuno y la fauna silvestre, y consumida
cuando los frutos maduran y caen entre agosto y septiembre, queda intacto el
endocarpio o cáscara leñosa con una semilla interna (Coimbra, 2014).

6. VARIABILIDAD Y ESTADO DE
CONSERVACIÓN
Acorde a lo descrito por Vennetier et al., (2012) D. alata como especie nativa
de la ecorregión solo se encuentra en el seno de unidades de vegetación
correspondientes al Cerrado Chiquitano. En la Chiquitania, gran parte de
las tierras pertenecen a propietarios privados, mayormente ganaderos, ya
que se encuentran más de diez mil unidades productivas ganaderas.
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Las experiencias más importantes se centran hacia la implementación de
estrategias innovadoras de conservación in situ, a nivel predial, como las
realizadas por la Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano
(FCBC), en éstas: se identifican morfotipos en fruto y semilla, base para
iniciar trabajos de caracterización a nivel morfológico y productivo de ge-
notipos, que son conservados por productores y comunarios -que han
mostrado un gran interés en el rubro-, se complementan estas tareas
con el establecimiento de áreas plantadas con diferentes genotipos de
Dipteryx alata.

7. IMPORTANCIA SOCIOECONÓMICA
La producción de almendra chiquitana se considera muy variable debido a
la interacción de factores, sociales, económicos, medioambientales y técni-
cos que condicionan el tiempo dedicado a la actividad y la productividad de
los comunarios (Vennetier et al., 2012). Por
ejemplo, la cantidad de almendra en prome-
dio vendida por productor varía según los
años entre 5,7 y 8,2 kg, lo que representa
un ingreso de 100 a 135 Bs por productor
(Vennetier, 2014). Cabe destacar que una
sola familia puede incluir varios productores
ya que es frecuente que los niños vendan
pequeñas cantidades de almendra separa-
damente de sus padres. Se observa una va-
riabilidad importante de la producción entre
los diferentes productores: algunos venden
apenas unas cuantas almendras, mientras
otros logran juntar hasta 70 kg y ganar así
más de 1.000 Bs (Vennetier, 2014).

Según Vennetier (2014) la producción pro-


medio anual de almendra cruda entre 2008 Foto 1. Las maquinas quebradoras
elaboradas específicamente para extraer
y 2014 llega a 1875  kg, pero el mejor año la semilla de almendra permiten reducir
la dureza del trabajo, haciéndolo más
(2011) la producción ascendió a 4133 kg. Es accesible a los jóvenes y ancianos. Foto U.
Rémillard-Fuente: Vennetier et a l., 2012
importante destacar que la mayoría de los
actores que forman parte de la cadena de
aprovechamiento de la almendra chiquitana se inscriben en la región chi-
quitana, y que una parte significante de los ingresos brutos generados por
la producción de almendra queda en la región (más del 75%) e incluso en
las comunidades (casi el 30%).
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Para el año 2012, el ingreso bruto generado por la comercialización de pro-
ductos a base de almendra chiquitana llegó a 114.200 Bs que se repartió
en las proporciones siguientes: productores 24% ; centros de acopio 4% ;
transformador 45%  ; comerciantes mayoristas 11%  ; comerciantes mino-
ristas 16 % (Vennetier, 2014). Las cantidades de almendras vendidas por
los productores y entonces los ingresos que obtienen con esta producción
son muy variables según los años. El ingreso anual total generado para los
productores ha variado durante los últimos 4 años de 9.900 Bs a 68.195 Bs.
A eso cabe añadir el margen de los centros de acopios que también queda
en las comunidades (Vennetier, 2014).

En las diferentes comunidades productivas Herrera y Gutiérrez (2011)


mencionados por Vennetier et al. (2012) reportan desde 0 hasta 28 árboles
por hectárea de diámetro a altura de pecho (DAP) superior a cinco cen-
tímetros. Además, la producción de frutos procedentes de la vegetación
natural es muy variable, en años de alta producción los árboles pueden dar
entre 1000 y 2000 frutos y en años bajos, de 100 a 700 frutos (Herrera et al.,
2009). Algunos factores identificados en la variación de la producción son:
la variedad, el tamaño del árbol, el fenómeno natural de alternancia y de la
ocurrencia de incendios de origen antrópico.

En tierras de comunidades chiquitanas, el recurso forestal es propiedad de


todos los miembros (excepto dentro de los chacos, potreros y patios) y su
acceso es libre. Sin embargo, a partir de una oportunidad comercial para
la almendra chiquitana, se ha observado una competencia creciente por el
recurso, más crítica cuanto más limitado es el recurso.

Se debe quebrar el endocarpio para la extracción de la semilla, el rendi-


miento varía según la destreza del productor y el uso de herramientas
tradicionales como el machete o de máquinas quebradoras desarrolladas
específicamente para el quebrado de almendra (Foto 1). En general los
rendimientos no sobrepasan un kilo de semillas por hora (Vennetier et al.,
2012).

Los rendimientos de producción son muy variables según los años y los
productores ya que dependen de factores múltiples, tales como: la distan-
cia de la zona de cosecha, el medio de transporte disponible, la densidad
de almendros en la zona de cosecha, la producción de los almendros, la
dispersión de los frutos por las animales, el tamaño de las frutas y de las
almendras, la herramienta utilizada para la extracción, la destreza de la
persona que realiza la extracción de la almendra, etc. En consecuencia, los
rendimientos de producción varían entre aproximadamente 4 y 35 Bs por
hora, se considera el precio pagado a los productores para la almendra
cruda en 2014; es decir 18,50 Bs/kg (FCBC, 2014).

Las mujeres son las productoras más activas, en 2008 las mujeres partici-
paron a la recolección en el 70% de las familias productoras y los hombres
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solo en 45% de los casos, notándose también una participación importante
de niños y de ancianos (Vennetier et al., 2012).

El volumen del recurso accesible está limitado y el costo de oportunidad es


relativamente elevado (Vennetier et al., 2012), por lo que surge el interés
para la plantación de Dipteryx alata, con el fin de incrementar los volúme-
nes y los rendimientos de cosecha.

Antes del proyecto de la FCBC, la almendra chiquitana no tenía un valor


económico no se conocía su valor nutricional ni el potencial en sistemas
agroforestales (SAF) y silvopastorales (SSP). El 46% de las familias de las
comunidades productoras tenían apenas por lo menos un almendro en
su patio, pero desde la creación de un mercado para la almendra chiqui-
tana, se ha incrementado su plantación, se generaron normas comunales
para la protección de la especie, como en Palmarito de la Frontera, comu-
nidad destacada por su producción. Actualmente los productores dicen:
“Antes no le dábamos importancia al almendro, ahora todos lo cuidamos”.
De esta manera, se está incrementando la población natural de almendros
(Vennetier et al., 2012, Vennetier, 2014).

Por otra parte, durante los últimos decenios el consumo de almendra chi-
quitana había disminuido en las comunidades al ser sustituido por otros
productos como el maní. Antes de la revalorización comercial de la almen-
dra, el 42% de las familias de las comunidades actualmente productoras
ya no consumían este producto. La mayoría de las personas mayores se
acordaban sin embargo haberlo consumido durante su infancia de varias
formas: tostado, en chocolate, en masaco, etc.

Gracias a la difusión de información local sobre las cualidades nutricionales


y al estímulo para consumir almendras impropias para la venta (quebra-
das, dañadas, etc.): pasaron de 25%, entre 2007 y 2009 (Vennetier 2009),
a 56% en 2014, las familias productoras que afirmaban haber aumentado
su consumo de almendra estos últimos años (FCBC, 2014). Sin embargo las
cantidades consumidas por familias son pequeñas, con un promedio de
1,45 kg anual en 2013-2014, y no han aumentado significativamente desde
el 2008 ya que las familias priorizan la comercialización de almendra y ge-
neralmente solo consumen las almendras invendibles (FCBC, 2014).

Para afrontar las dificultades en la recolección silvestre del fruto, muchos


productores se interesaron en la plantación de almendros, motivados por:
aumentar las cantidades de almendras disponibles y el rendimiento de la
recolección y asegurar la propiedad de su familia sobre el recurso. En 2008,
5% de los productores ya tenían almendros sembrados en sus patios, y
4% en sus chacos. Estas iniciativas familiares toman formas diversas de
innovación, de la siembra de algunos almendros en un patio a la siembra
de más de cien almendros en chacos o potreros familiares (Vennetier et al.,
2012). Debido al interés para la plantación de D. alata se ejecutaron varios
10
proyectos de apoyo, se suministraron semillas y plantines de selección y
apoyo técnico. Se estima que más de 100 000 almendros fueron sembra-
dos en un poco más de 300 hectáreas entre 2010 y 2013 en la Chiquitania
(Vennetier 2014).

Figura 2: Zona de plantación de Dipteryx alata – Fuente: Vennetier, 2014

Por su rusticidad, su carácter nativo y tasas de germinación y sobrevi-


vencia altas, D. alata facilita la aplicación de técnicas de plantación poco
elaboradas, como la siembra directa. A pesar de eso, parte de las inicia-
tivas familiares fracasaron, porque el éxito de la plantación requiere del
cumplimiento de ciertas condiciones aún no aplicadas por la mayoría de
los productores y técnicos locales. Por ejemplo, apenas sobrevivieron el
11
25% de los almendros sembrados en propiedades privadas a través de un
proyecto ejecutado por la Mancomunidad de Municipios Chiquitanos y es
probable que las iniciativas de plantación en comunidades tengan una
tasa de éxito similar (Vennetier, 2014).

Para cubrir los costos elevados de producción, por la baja productividad en


recolección y extracción, y de las altas mermas durante el procesamiento,
la almendra chiquitana tostada se posicionó en el mercado como producto
de lujo. Tiene un gran potencial en el mercado creciente de los frutos secos
a nivel nacional (élites urbanas) como internacional, como tentempié salu-
dable y/o biológico.

Existe interés en este producto, pero la cadena de aprovechamiento actual


no cumple la expectativa en cantidad y regularidad (Vennetier et al., 2012).
La cantidad de almendra acopiada oscila fuertemente de un año al otro, de
menos de una tonelada en 2013 por ejemplo a más de cuatro toneladas en
2011 (Figura 3). En los años que es baja la oferta del producto final, ésta es
estacional ya que se agota rápidamente el stock de la asociación de pro-
ductores MINGA.

Es así que a pesar de su potencial, la almendra chiquitana todavía no cuen-


ta con canales de comercialización bien desarrollados y estables en el mer-
cado; por el momento se comercializa en ferias y en tiendas especializadas,
mayormente a nivel regional. La otra limitante mencionada inicialmente
en la promoción y comercialización es la cantidad limitada que se produce.
(Vennetier, 2014),

Figura 3. Evolución de las cantidades de almendra cruda acopiada en la


Chiquitania entre 2006 y 2014. Fuente: Vennetier, 2014
12
8. MANEJO Y PLANTACIÓN
En las zonas donde se encuentra D. alata de
manera natural, resultaría más económico
manejar la regeneración natural que sem-
brarla. En el estudio realizado por Herrera
y Gutiérrez (2011) se ha inventariado en al-
gunas partes de la Chiquitania hasta a 950
individuos por hectárea (de los cuales solo
el 5% son de DAP>5cm).

Por una parte, se pueden mejorar las con-


diciones de crecimiento y de producción de
los almendros en la vegetación natural. A
su vez se menciona que es imprescindible
adoptar medidas de control de los incen-
dios y una política de quema adaptada.
Asimismo prácticas que disminuyan el ries-
go del fuego como las podas. En la apertu-
ra de chacos o potreros, el no desmontar y
mantener una selección de especies útiles,
pese a que se adoptó esta actitud espontá-
neamente, aún falta sensibilizar otros acto-
res de la zona (Vennetier et al., 2012).
Foto 2. D. alata es una especie compatible con
Vennetier et al. (2012) explican que se debe los cultivos tradicionales, cómo testimonia este
individuo de cuatro años en un chaco familiar.
considerar que la plantación de almendros Foto C. Vennetier. Fuente: Vennetier et al., 2012
no significa el establecimiento de un culti-
vo exclusivo, sino más bien una producción
complementaria en parcelas con diversos propósitos (Foto 2) debido a ra-
zones económicas, los comunarios tienen poca capacidad de inversión y
la producción de almendras genera ingresos relativamente bajos, y eco-
lógicas, D. alata como leguminosa puede contribuir a mejorar la fertilidad.

Las informaciones recolectadas por Vennetier (2014) y la FCBC (2014) con


los participantes del proyecto de plantación de D. alata, ejecutado por la
Mancomunidad de Municipios Chiquitana (MMCh), indican que los problemas
más frecuentes son los ataques por cepes y tucuras a las hojas de las planti-
nes, o ataques de roedores como ratas, jochis o cujuchis a la semilla o a la raíz.

Son problemas frecuentes las dificultades de germinación de las semillas


en suelos compactados de potreros antiguos, el pisoteo de los plantines o
el consumo de sus hojas por el ganado y el ahogo de los plantines por el
pasto sembrado en los potreros.

La implementación de sistemas silvopastoriles implica un manejo cuidado-


so con estrategias de protección de los plantines, de hecho una de las con-
clusiones de las experiencias de plantación de almendros en la Chiquitania
es que se observa mayor tasa de éxito cuando se siembran los almendros
13
en asociación con cultivos agrícolas, al menos durante sus primeros años
de crecimiento. A partir de cierto tamaño los almendros se vuelven más
resistentes y soportan la substitución de los cultivos por pasto. Eso significa
que será más fácil sembrar almendros durante la fase agrícola, que gene-
ralmente precede a la implementación de un potrero, que de reforestar
potreros existentes (Vennetier, 2014).

9. USOS, PROCESOS Y PRODUCTOS


Se puede consumir tanto la pulpa externa como la semilla. La pulpa, con
ligero sabor a vainilla, contiene hasta un 20% de azúcar y no se deteriora si
es guardada al abrigo de la humedad.

Las semillas tostadas, que es la principal forma de consumo, contienen


hasta un 26% de proteínas y son muy ricas en calcio. Por el alto valor nutri-
cional de las semillas y su placentero aroma y sabor cuando están recién
tostadas, es una especie sobresaliente para impulsar su aprovechamiento
y fomentar el incremento de las poblaciones.

En algunas localidades, después de tostadas, se muelen y se prepara una be-


bida llamada “chocolate de almendra”. Es frecuente que se extraiga el aceite
por cocción para fines medicinales. La principal dificultad para el consumo
de las semillas es el quebrado de la cáscara leñosa. Si no se tiene una máqui-
na quebradora de almendras, se cortan los frutos apoyando el filo de un ma-
chete sobre la mitad de éstos, golpeándose luego con un martillo o garrote.

Es muy destacable la sinergia que presenta con la ganadería, pues la pulpa


dulce, muy apetecida por el ganado, madura en la época de mayor escasez
de forraje, lo que la hace particularmente adecuada para integrar sistemas
silvopastoriles, donde como subproducto quedan las almendras para con-
sumo humano. Se conoce que las plantas sembradas comienzan a fructifi-
car aproximadamente a los 5 años (Vennetier, 2014).

El producto principal de D. alata comercializado actualmente en Bolivia es


la almendra tostada, en formas diversas con o sin sal, pelada o con su cas-
carilla. Aparte del producto principal (almendra tostada), Vennetier (2009)
indica que los subproductos ya comercializados en Bolivia -a muy pequeña
escala- son la harina de almendra y el aceite de almendra (medicina tra-
dicional). Con la harina de almendra se hicieron pruebas de fabricación
de chicha (bebida tradicional popular, fermentada y con base de harina
de maíz); chocolate de almendra (bebida tradicional popular, con base de
agua o leche y harina de almendra); licores (el “cumbaru”); galletas (artesa-
nales e industriales) y tortas (Figura 4).

Los productos, más accesibles a las clases “populares”, mostraron una muy
buena aceptación de los consumidores. La chicha de almendra en parti-
cular tuvo gran éxito y demanda durante la feria Expocruz (Santa Cruz).
También se podría utilizar las almendras tostadas quebradas en barras de
cereales, granolas, etc.
14
Fruta entera LEYENDA :
Producto
Desecho
RECOLECCIÓN Operación realizada por el productor
Operación realizada en centro de acopio
TRANSPORTE al Operación realizada por MINGA
domicilio del productor
Operación realizada por un distribuidor
ALMACENAMIENTO en
domicilio del productor
EXTRACCIÓN de la
almendra

SELECCIÓN

Almendra Almendra
cruda intacta cruda dañada

TRANSPORTE al AUTO-CONSUMO
centro de acopio

SELECCIÓN

Almendra Almendra
cruda intacta cruda dañada

ALMACENAMIENTO

TRANSPORTE A MINGA

SELECCIÓN

Almendra Almendra
cruda intacta cruda dañada

ALMACENAMIENTO Y TRATAMIENTO

SELECCIÓN

Almendra cruda Almendra cruda Almendra cruda


normal a grande grande y lisa pequeña y arrugada

TOSTADO ENVASAMIENTO

SELECCIÓN DISTRIBUCIÓN
para la plantación

Almendra Almendra
tostada entera tostada
quebrada

PELADO MECÁNICO

SELECCIÓN

Almendra Almendra
tostada entera tostada mal PELADO MANUAL
bien pelada pelada
MOLINADO CONFITADO
SALAZÓN
Harina de Almendra
Almendra
tostada entera almendra confitada
pelada salada
PREPARACIÓN
ENVASADO en recetas

Galletas,
ALMACENAMIENTO pasteles, etc.

TRANSPORTE A LOS DISTRIBUIDORES ENVASADO

COMERCIALIZACIÓN COMERCIALIZACIÓN COMERCIALIZACIÓN


EN TIENDAS EN FERIAS LOCAL

Figura 4: Cadena de aprovechamiento de la almendra


chiquitana-Fuente: Vennetier, 2014
15
10. ANTECEDENTES DE MERCADO
En los últimos años viene desarrollándose la cadena
de valor de las semillas de almendra en la Chiquitanía,
involucrando a centenares de familias recolecto-
ras de muchas comunidades de los municipios de
Concepción, Lomerio y San Ignacio de Velasco, pero
el impacto económico para la población local y el de-
sarrollo de su comercialización se ven limitados por
reducidos volúmenes de la oferta silvestre que no al-
canzan a cubrir la demanda departamental.

Existe mucho interés por el producto en el mercado


nacional e internacional principalmente en la región
centro-oeste de Brasil, donde la castanha do Cerrado,
es emblemática y su producción también es limita-
da. Esto abre perspectivas para incrementar la pro-
Foto 3: El producto final principal
ducción a través de plantaciones que permitan la es la almendra entera tostada,
consolidación de una importante cadena productiva vendida en paquetes refinados
de 100 g. Foto A. Barrero. Fuente:
con fuerte identidad local y alto impacto positivo en Vennetier et al., 2012
lo socioeconómico y ambiental para la Chiquitanía
(Vennetier, 2014).

11. CONSIDERACIONES FINALES


Como lo indican Vennetier et al. (2012), la valorización de la almendra
chiquitana en Bolivia resulta ser una herramienta de gran interés para el
desarrollo socioeconómico y parece ser imprescindible que la FCBC y las
instituciones vinculadas continúen apoyando el desarrollo de la cadena de
valor para cumplir con las exigencias del mercado nacional e internacional.
Superar este paso será difícil si la producción sigue apoyándose exclusiva-
mente en el recurso silvestre, razón por la cual surge un interés creciente
de parte del conjunto de los actores no solo para la conservación sino tam-
bién para la plantación de D. alata.
Las características ecológicas de esta especie, leguminosa forrajera, hacen
que las poblaciones privilegien su plantación en sistemas agroforestales
(SAF) y silvopastoriles (SSP) que constituyen una alternativa más amigable
para el medioambiente que los sistemas agropecuarios actuales. Fomentar
la implementación de los SAF y SPP con Dipteryx alata y aprovechar el cre-
cimiento del mercado de la almendra chiquitana, equivale así a mitigar el
impacto ambiental del desarrollo agropecuario. Obviamente será necesa-
rio seguir incentivando la adopción de estas alternativas por un mayor nú-
mero de actores, en particular los ganaderos.
La valorización comercial de un producto forestal no maderable (PFNM) pue-
de tener una gran importancia económica, tanto en producciones proceden-
tes de masas naturales como en plantaciones (que pueden ser usadas en
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complementariedad), además de proveer bienes y servicios ecosistémicos
en un contexto de cambios globales.

Sin embargo, las instituciones tendrán que tomar en cuenta los efectos in-
ducidos por el desarrollo generado. Por un lado, los ingresos obtenidos
con la venta de almendras y la contribución de Dipteryx alata a las activida-
des agropecuarias podrían proporcionar los medios necesarios a los pro-
ductores para ampliar estas actividades, deforestándseo más parcelas. Por
otro lado, el crecimiento del mercado de la almendra chiquitana y de sus
subproductos podría incitar a los agroindustriales a lanzarse en su produc-
ción a gran escala. Representaría una competencia fuerte y entonces una
amenaza potencial para los pequeños productores actuales.

Sí se desea generar a través del sector de la almendra chiquitana un desa-


rrollo “pro-pobres” y medioambientalista, será probablemente necesario
implementar mecanismos de orientación tales como subvenciones para la
adopción de sistemas de cultivo idóneos, apoyo preferencial para las co-
munidades más vulnerables y desarrollo de productos de nichos de merca-
dos específicos, tal como orgánico y comercio justo.

12. REFERENCIAS
bolfor.1996. Proyecto de Manejo Vennetier, C. 2014. La valorisation
Forestal Sostenible. Las plantas úti- des Produits Forestiers Non Ligneux
les de Lomerio. Santa Cruz Bolivia. : outil pour le Développement terri-
434 p. torial durable ? Le cas de l’amande
chiquitanienne (Dipteryx alata) en
Coímbra molina, D. J. 2014. Guía Bolivie. Thèse doctorale: Université
de Frutos Silvestres Comestibles de Aix-Marseille I: Sciences Humaines
la Chiquitania. Santa Cruz, Bolivia: - Géographie: Université Aix-
FCBC. Marseille I. 416 p.
Dias Figueiredo, L. 2005. Empates Vennetier, C.; Peltier, R.; Coimbra,
nos babaçuais. Do espaço doméstico J. 2012. “Valorizar la Almendra
ao espaço público - lutas de quebra- Chiquitana, Dipteryx alata (Vogel),
deiras de coco babaçu no Maranhão. ¿Una estrategia para mitigar el
. Thèse de Master: Universidade impacto ambiental del desarrollo
Federal do Para: Agicultures fami- agropecuario en Bolivia?” Bois et
liales et développement durable: Forêts des Tropiques 311(1): 35-48.
Universidade Federal do Para. Salazar, R., Soihet C. 2001. Manejo
FCBC 2014. Medios de vida en co- de semillas de 75 especies forestales
munidades que participan en la de América Latina. Turrialba C.R. ca-
tie-Proyecto de Semillas Forestales
cosecha y comercializacion de al-
(Danida Forest Seed Centre). Serie
mendra chiquitana (Dipteryx ala- Técnica: Manual Técnico catie n°28.
ta). Linea base socioeconomica del 155 p.
Proyecto Manejo integral de bos-
ques de la Chiquitanía. Santa Cruz, Sano, S. 2001. Ecofisiología del cre-
Bolivia: fonabosque cimiento inicial de Dipteryx alata
Vog. (Leguminosae). Tesis presen-
Vennetier, C. 2009. Estudio so- tada como requerimento parcial
cio-económico de la cadena de apro- para obtener el título de Doctor,
vechamiento de la almendra chiqui- del Programa de Post-grado en
tana (Dipteryx alata), su percepción Ecología, del Departamento de
por los diferentes actores y sus posibi- Ecologia del Instituto de Ciencias
lidades de desarrollo. Bolivie, Santa Biológicas de la Universidad de
Cruz: fcbc-cirad Brasilia.
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Agradecimientos:

A Claire Vennetier por la información, aportes y sugerencias hechas al documento.

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