EE Educacion Emocional
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EE Educacion Emocional
Bibliografía y Webgrafía
"Para educar a un niño, hace falta la tribu entera”
Proverbio africano
Educación
emocional
Por lo tanto, no es lo mismo una acción puntual de intervención formativa que la puesta
en marcha de un programa de educación emocional, ya se dirija a profesores, alumnado,
familias o al centro educativo en su conjunto (profesores, personal no docente, alumnado,
familias).
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El objetivo último de un programa de educación emocional de un centro:
Normalmente, se forma primero a profesores para que posteriormente, éstos puedan ser
un “referente emocionalmente inteligente” para el alumno (no olvidemos que una de las
principales formas de aprendizaje es a través de la observación e imitación) y puedan
también realizar actividades en el aula, que permitan a los alumnos desarrollar sus
habilidades socio‐ emocionales y, en paralelo se realizan acciones de
comunicación/formación con las familias y personal no docente para dar coherencia y
conseguir un mayor impacto en el alumnado.
Antes de detallar los pasos a dar para poner en marcha un programa de educación
emocional en un centro educativo, queremos destacar algunos factores críticos que, tal y
como explica CASEL1, pueden determinar el éxito o fracaso de un programa de educación
emocional:
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- La duración media de un programa, para conseguir una verdadera implantación, un
verdadero impacto, es de entre 3‐5 años.
Una vez que un centro educativo toma la decisión de poner en marcha un programa de
educación emocional, necesitará dar los siguientes pasos, que hemos establecido
basándonos en nuestra experiencia y en diferentes metodologías, como la establecida
en el manual “Diseño y evaluación de programas de educación emocional”:
El objetivo de esta fase es determinar las necesidades existentes, así como los colectivos a formar,
el foco y el alcance que tendrá el Programa.
Para ello, el equipo directivo, contando con la opinión del equipo docente y con el apoyo de
profesionales (internos o externos) expertos en programas de educación emocional, puede
analizar:
• Respecto al centro:
- Misión, visión, valores: para identificar competencias emocionales críticas para hacer realidad el
Ideario o Proyecto educativo. ¿Cómo puede contribuir la educación emocional al ideario o proyecto
educativo?
- Proyectos realizados y proyectos en marcha: para tener una visión global de los frentes abiertos,
ver sinergias y valorar la idoneidad de poner en marcha un programa de educación emocional y su
alcance.
- Recursos disponibles: tanto económicos (presupuesto), como físicos (espacios y medios para la
intervención), humanos (agentes que pueden asumir responsabilidades en la intervención) y de
tiempo disponible
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Además de lo anterior, puede ser muy útil analizar los siguientes aspectos:
Respecto al profesorado:
- Su grado de motivación hacia la implantación de un programa de educación
emocional: un rechazo hacia el mismo, puede afectar considerablemente los resultados del
mismo, ya que son los principales agentes del cambio.
- Su grado de conocimiento (¿han recibido anteriormente formación?)
- Sus expectativas respecto al programa: ¿Qué esperan obtener? ¿Qué es más prioritario
para ellos?
- Su grado de competencia y uso (puesta en práctica) de habilidades socio‐ emocionales: Si
los recursos son limitados y se quiere poner el foco de atención en las habilidades más
necesarias, se puede utilizar el cuestionario individual de evaluación de la inteligencia
emocional MSCEIT y también encuestas 360º de valoración de competencias.
Con toda esta información, podremos elaborar un diagnóstico de la situación actual e identificar:
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Integración inter‐disciplinar: integrando los contenidos de educación emocional en
las distintas áreas curriculares, de forma transversal
En cualquier caso, no todos los centros pasan por esta fase. Algunos contratan directamente un
programa formativo global para el profesorado, formándoles en todas las competencias
emocionales (ya que no tienen ninguna formación previa) y, posteriormente, definen cómo se
va a intervenir en el aula: por ejemplo, siguiendo programas ya desarrollados de educación
emocional (SM cuenta con el material “Sentir y Pensar”; en inglés está disponible el programa
“Second Step”3…) o a través de webs o incluso definiendo, diseñando un programa de educación
emocional específico del centro, para cada curso.
• Fundamentación
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• Objetivos
• Metodología
• Contenidos
• Fichas de actividades a realizar
• Calendario
En este primer punto del programa de intervención, es esencial explicar los motivos por
los que se va a realizar la intervención.
• Objetivos generales: Expresan una visión global de lo que se espera conseguir con
el Programa: explicaremos qué queremos conseguir y los beneficios que esperamos
obtener.
• Objetivos específicos: Son más concretos y se relacionan directamente con las
acciones que se van a realizar y evaluar.
Ejemplo:
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Objetivo general: Entrenar habilidades socio‐emocionales para mejorar la convivencia
entre alumnos de la etapa X.
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Formación: en este sentido, también habrá que definir si los contenidos de
educación emocional se van a trabajar de forma:
Presencial, on‐line, a distancia o mixta.
Teoría y práctica (reparto equilibrado)
Duración y frecuencia de las sesiones de impartición
Dedicación estimada del participante (sesiones formativas, lecturas,
prácticas..)
Tipología de dinámicas y actividades a realizar: cuentos, role‐play, vídeos,
películas, imágenes, juegos, concursos, música, biodanza, mindfulness,
relajación,…etc.
En este sentido, recomendamos:
adaptarlas al desarrollo psico‐evolutivo del colectivo
establecer un equilibrio entre dinámicas que abarquen los diferentes estilos de
percepción: visual (a través de imágenes, vídeos, observación), auditivo (a través
de la música, razonamientos lógicos), kinestésico (a través de la vivencia y de los
sentidos, experimentando)
utilizar estrategias de dinamización que fomenten el interés, la involucración,
toma de conciencia de los participantes
combinar actividades específicas de educación emocional (por ejemplo un
video sobre la empatía), con actividades transversales (por ejemplo, al leer un
poema en clase de Lengua, preguntar sobre cómo creen que se sentía el escritor)
al final del día: compartir las cosas buenas que nos han ocurrido
Para los profesores, también es muy útil incorporar este tipo de rutinas, por
ejemplo, en sus reuniones de claustro ;‐)
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Learning tools: es muy recomendable el uso de herramientas (objetos,
mensajes o imágenes, posters) y metáforas que tienen un doble objetivo:
Por otro lado, permiten mantener vivo, recordar en el día a día escolar, los
mensajes pedagógicos claves para el desarrollo de las competencias
emocionales.
Mentoring: para los alumnos, se puede utilizar la figura del “mentor” para
facilitar el crecimiento emocional del alumno/a.
Selección de actividades:
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Calendario y localización: ¿cuándo y dónde?
Por un lado, es necesario elaborar un calendario con la visión global del Programa. Es
decir, un calendario en el que se integren las actividades de formación, comunicación,
seguimiento e implantación.
Por otro lado, para cada proyecto de intervención formativo (para cada colectivo), será
necesario establecer la temporalización y el lugar de realización de las actividades. Es decir,
el calendario con las fechas, horarios (duración) y lugares donde se van a realizar las
acciones definidas.
En el campus hemos colgado ejemplos ilustrativos de calendarios, con la visión global del
Programa de educación emocional y con la visión detallada de un proyecto de intervención
para un colectivo.
Diferenciaremos:
En los recursos materiales hay que tener en cuenta por un lado, los materiales
duraderos como pizarra, ordenador, cañón, etc. y por otro lado, el material fungible como
el papel, pinturas, etc.
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Es importante determinar con claridad, quién va a aportar los recursos.
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Recomendamos que siempre se realicen reuniones de comunicación/ lanzamiento del
Programa, para involucrar y motivar al e destinatario y a otros que puedan ser relevantes
(ej‐ si formamos a alumnos, definir acciones de comunicación para profesores y familias).
En estas reuniones es muy positivo que participe el equipo directivo para transmitir la
importancia del mismo y lograr más compromiso de los participantes. Es también
recomendable, bautizar al programa poniéndole un nombre, para darle entidad e
importancia.
Plan de seguimiento:
Además de definir cuáles van a ser los indicadores que nos permitirán medir la eficacia
del Programa, es necesario definir qué personas van a responsabilizarse de realizar las
mediciones, procesarlas, qué tipo de informes elaborarán y a quién se presentarán, así
como con qué frecuencia.
Así mismo, será necesario identificar a los miembros del comité de seguimiento del
Programa, así como planificar en qué momentos se realizarán reuniones de seguimiento y
qué aspectos se revisarán (informe de seguimiento).
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Bibliografía:
Webgrafía
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Six Seconds. Fundación para impulsar el desarrollo de la inteligencia emocional.
http://www.6seconds.org/
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