230 - Los Estoicos Antiguos PDF
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EDITORIAL GREDOS
BIBLIOTECA CLASICA GREDOS, 230
A sesor para la seccion griega: C arlos G arcia G ual.
© EDITORIAL GREDOS, S. A.
2. Traducciones
3. La presente traduction
ZENON DE CITIO
INTRODUCCION
3 Cf. N. H artmann, Kleinere Schriften, vol. II, Berlin, 1957, pags. 85 y sigs.
4 Frag. 198 U sener. Vease tambien n. 11 a la parte I.
INTRODUCCION 15
5 W. C roenert (Kolotes und Menedemos, Leipzig, 1906, pag. 28) las atri-
buye a Hermipo, erudito alejandrino del siglo ui-ii a. C.
6 T. D orandi, «Estratti biografice di Zenone di Cizio nell’opera filodemea
“Gli stoici” (Pap. Here. 155 e 339)», La regione soterrata da Vesubio, Napo-
les, 1982, pags. 443-454.
7 A. G rilli, «Zenone e Antigono», Riv. Filol. Istr. Class. (1963), 294-295.
16 ZENON DE CITIO
I
VIDA Y OBRAS
todos sus bienes al mar y se caso con Hiparquia, fiel seguidora de su doctrina
(V I6, 94-96). «Defendio la idea de que las riquezas y la fama (o, si se prefie-
re, el deseo de las riquezas y la fama) lejos de ser bienes y valores, son para el
sabio males y distracciones y que, en cambio, son bienes y valores sus contra-
rios, la pobreza y la oscuridad, porque solo quien vive pobre y oscuro puede
realizar la autarqui'a, el no tener necesidad de nada» (G. R eale, Storla della f i
losofia antica, vol. Ill, pag. 40 y Paquet, Les Cyniques, pags. 110-120).
8 Esta anecdota del cinismo recuerda otras analogas de los maestros del
budismo zen.
9 «Sobre la cola del perro» alude equlvocamente al hecho de que la obra
fue compuesta en seguimiento de las ideas pollticas de los ci'nicos (= perros) y
sobre la constelacion de la «Cola del perro» (kyndsoura), es decir, de la Osa
Menor (A rato, 36).
10 Cf. S eneca, Sobre la tranquilidad del espiritu 14, 2; P lutarco, Como
sacar provecho de los enemigos 87 a.
30 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
11 Isnardi P arente (op. cit., pag. 102, n. 10) dice: «E1 testimonio de Epi
curo spbre la Stoa es importante precisamente por ser bastante raro; Epicuro
se enfrenta la mayoria de las veces con la filospfla anterior mucho menos que
con los contemporaneos».
z e n 6 n d e c it io 31
15 Democares fue un orador y politico ateniense del siglo iv, que se carac-
terizo por su campana contra los filosofos, sobre todo contra los disci'pulos de
ZENON DE CITIO 33
Aristdteles, por haber tornado estos partido en favor del regimen oligarquico
instaurado por Demetrio Falereo. El desprecio que hacia el demuestra Zenon
no es ajeno, probablemente, a la actitud anti-filosofica del sobrino de Demos-
tenes.
16 Filon fue discfpulo directo de Diodoro y se le recuerda por su interpre-
tacion de lo posible. Vivio en los siglos iv y in a. C. (cf. V on F ritz , Real
Encycl. XIX 2 [1938], cols. 2533-2535). Su maestro Diodoro, a quien Tolo-
meo Soter dio el apodo de «Cronos», se caracterizo precisamente por negar
toda realidad a la potencia, en actitud diametraljnente opuesta al aristotelismo.
Para el, solo es real lo que existe en acto. Y para demostrar que es contradic-
torio admitir lo posible, ideo el argumento denominado «discurso dominador*
(kyrieuon). Al negar la potencia, debia negar el movimiento y la pluralidad y
conclufa asf, como Parmenides, en la afirmacion de la unidad e inmutabilidad
del Ser (S exto E mp., Contra los matem. X 112-117). Cf. A. L evi, «Le dottrine
filosofiche della scuola di Megara», Reale Acad, dei Licei, S. VI, vol. 3, fasc.
5-6, 463-499.
17 Timon de Fliunte, filosofo esceptico y discfpulo de Pirron de Elide, vi
vid entre el 320 y el 230 a. C.; enseno primero, como sofista, en el Helesponto
y la Propontide, y luego fijo su residencia en Atenas. Usd por vez primera en
una obra el termino «esceptico». Fue escritor prolffico y compuso, al parecer,
230. — 2
34 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
28 Demetrio de Magnesia, biografo del siglo I a. C., escribio una obra titu-
lada Sobre los p o eta s y escritores que tienen el mismo nombre (cf. E.
Schwartz, Real Encycl. IV 2 [1901], cols. 2814-2817).
29 El mes de Memacterion es el quinto en el calendario ateniense y corres-
ponde a parte de nuestros meses de noviembre y diciembre (cf. A rist6 teles,
Investigacion sobre los animates 578 b 13).
38 LOS ESTOICOS ANT1GUOS
do con los escritos y dichos de otros mas que con los de ellos
mismos 40.
21 P lutarco, Sobre las contradicciones de los estoicos 2,
1033 e [S'. VT/l I 27]
^Quien, en toda esta vida escolar, diserto, pues, mas que
Crisipo, Cleantes, Diogenes, Zenon y Antlpatro, los cuales
abandonaron sus respectivas patrias, sin buscar otra cosa mas
que pasar la vida en sosiego, ensenando y pronunciando dis-
cursos literarios en el Odeon y en casa de Zostero?
22 D ion C risostomo, Discursos XLVII 2, vol. II, pag. 8 1 , 2
Von Arnim [S.V.F. I 28]
... como yo antes me asombraba de los filosofos que deja-
ron sus patrias sin que nadie a ello los obligase, decididos a vi-
vir entre extranos aunque ellos mismos habfan demostrado que
se debe honrar a la patria y tenerla en mucho, y que para el
hombre es natural ocuparse de los asuntos comunes e interve-
nir en la polltica. Me refiero a Zenon, Crisipo y Cleantes, que
esto sostenfan, pero ninguno se quedo en su patria41.
23 S eneca, Sobre la tranquilidaddel espiritu I 10 [S.V.F. I 28]
Pronto y dispuesto sigo a Zenon, a Cleantes, a Crisipo,
ninguno de los cuales accedio, sin embargo, a los asuntos del
estado ni dejo de recomendar [a otros que lo hicieran]42.
4(1 «La obra de Plutarco de Queronea, dirigida a subrayar las infinitas con
tradicciones de la doctrina estoica -dice I snardi Parente (op. cit., pag. 123)- se
inicia con un ataque polemico a su mismo modo de vivir, que considera contra-
dictorio con respecto al principio de vivir coherentemente (homologoumenos)».
41 Cf. nota 39.
42 Los estoicos, oponiendose en esto a los epicureos, consideraban necesa-
ria la participacion del sabio en la polltica y en los asuntos publicos, pero Ze
non, Cleantes y Crisipo, tal vez por su condicion de metecos, nunca lo hicie-
ron en Atenas. El propio Seneca exhorta en el De otio a abandonar la polltica
y los negocios del Estado.
ZENON DE CITIO 45
45 O ri'genes, Contra Celso III 54, vol. I, pag. 250, 3 Ko., pag.
483 Del. [S'. VT/l 140]
lO tambien nosotros tenemos intencion de acusar a los fi-
losofos que exhortan a los esclavos domesticos a la virtud, a
Pitagoras [que exhortaba] a Zalmoxis, y a Zenon [que lo hacfa
con] Perseo?
46 P lutarco, Vida de Cledmenes 2 [S'. V.F. I 40 a]
Esfero fue al principio discfpulo de Zenon de Citio 58.
47 D iogenes L aercio, VII 4 [S. V.F. I 41]
Zenon escribio, ademas de la Republica, las siguientes
[obras]:
Sobre la vida conforme a la naturaleza.
Sobre el impulso o sobre la naturaleza del hombre,
Sobre las pasiones.
Sobre el deber.
Sobre la ley.
Sobre la educacion griega.
Sobre la vista.
Sobre el Todo.
Sobre los signos.
Pitagdricos.
Universales.
Sobre el estilo.
Problemas homericos (cinco libros).
Sobre la audicion de la poesia.
Tambien le pertenecen:
Arte.
Soluciones.
Refutaciones (dos libros).
Memorables de Crates.
Etica59.
48 d e A l e ja n d r ia , Stromata V 9, pag. 680 Pott.
C lem en te
[S .W :i43]
Pero tambien los estoicos dicen que Zenon fue el primero
en escribir ciertas cosas que no se conflan facilmente a los dis-
cfpulos para que las lean a fin de que no se les otorgue el saber
si no filosofan autenticamente.
49 Q u intiliano , Instituciones oratorias XII 1, 18 [S.V.F. I 44]
Por eso, si a estos varones [semejantes a Ciceron] les falto
la virtud suprema, a quien preguntara si fueron oradores les
respondere como [lo harfan] los estoicos si se les preguntara si
Zenon, Cleantes o Crisipo fueron sabios: fueron, sin duda,
grandes y venerables, mas no consiguieron, sin embargo, la
cumbre de la naturaleza humana.
II
FRAGMENTOS Y OPINIONES
LOGICA
62 Pearson opina que este fragmento forma parte de una obra contra los
megaricos; Festa lo niega. Sin duda, Zenon no niega todo valor a la dialectica,
pero pone en guardia contra el abuso que se hace de ella. Ast lo prueba el
fragmento siguiente.
63 «Para Zenon —dice Festa (op. cit., I, pag. 31)- el logos comprende ratio
et oratio y por eso los elementos no son solo linguisticos, sino tambien, y
principalmente, del pensamiento».
54 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
R etorica
92 Segun F esta (op. cit., vol. I, pag. 109), esta sentencia, que Diogenes
Laercio da como un apotegma, formaba parte seguramente del tratado de Ze
non Sobre el estilo.
70 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
FISICAI
93 No resulta claro -acota I snardi Parente (op. cit., vol. I, pag, 157)- si la
definicion cubre todo el campo semantico de la expresion paradeigma (ejem-
plo) y si Zenon hacfa, como A ristoteles (cf. Ret. 1393 a 24 ss.) otras distin-
ciones.
94 El lenguaje platdnico, que plantea el dualismo Dios-materia, no solo es
propio de Aecio y Diogenes Laercio, sino que se halla en el mismo Zenon dis-
cipulo del academico Polemon y lector, desde su adolescencia, de los dialogos
platonicos llevados a Citio, desde Atenas, por su padre Mnaseas. Este lenguaje
ZENON DE CITIO 71
" Aquf explica mas ampliamente Calcidio lo que dice en el fragmento an
terior.
I(K) Asi formula por primera vez Zenon la teorfa estoica de la causalidad
(I snardi Parente, op. cit., vol. I, pag. 160).
101 Hemos traducido el termino phronesis por «inteligencia practica®. Sin
embargo, Zenon usa dicho termino en un sentido mas amplio que A ristoteles
(Et. Nic. 1141 a) y le da un sentido teorico que falta en el concepto aristoteli-
co, como sefiala tambien I snardi Parente (op. cit., vol. I, pag. 160).
102 Para los peripateticos hay sustancia material y sustancia espiritual;
para los estoicos, toda sustancia es material pero, al mismo tiempo, en alguna
medida, tambien espiritual.
ZENON DE CITIO 75
103 P earson (op. cit., pag. 132) dice que este es el linico pasaje (con el si-
guiente de Galeno) donde aparece una referencia de Zenon a los colores.
104 La teorfa del color de Zenon tiene antecedentes en los primeros pitago-
ricos (A rist6 t., De sensu 439 a 31) y en P laton (Menon 76 D) y tambien si
militudes con la de los epicureos (L ucrecio, II 795-798).
105 Esta idea de la mezcla completa de las sustancias y las cualidades sera
objeto de una refutation por parte del eseeptico S exto E mpi'rico (Esbozos pi-
rrdnicos II 57-62).
'Q6 La definition del tiempo ofrecida por Zenon coincide en parte con la
aristotelica: «E1 tiempo es el numero del movimiento segun el antes y el des-
pues» (Ftsica 220 a 24-25). Pero su fuente inmediata parece ser J enocrates
76 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
(A ec ., Plac. I 22, 2). P earson (op. cit., pag. 130) trae a colacion la frase de
Varron (De lingua latina VI 3): «Dicen que el tiempo es el intervalo del mo
vimiento del mundo» (tempus esse dicunt intervallum mundi motus). Entre el
concepto zenoniano del tiempo y el aristotelico hay, sin embargo, una importan-
te diferencia: Aristoteles, al decir «segun el antes y el despues», introduce en su
definicion del tiempo el factor subjetivo, ya que solo para el sujeto puede haber
antes y despues. Si non esset anima, non esset tempus, diran los aristotelicos del
Medioevo. Pero si en el tiempo hay algo esencialmente subjetivo, debe concluir-
se que hay tambien algo esencialmente relativo. En cambio, para Zenon el tiem
po se funda en el movimiento (es decir, en la vida) del Universo y viene a ser
como un a priori ontologico, en cuanto condiciona la genesis de todos los entes.
107 Zenon distingue los conceptos de espacio, lugar y vacfo. En lo que se
refiere al espacio y al lugar sigue en general a Aristoteles (cf. E. B rehier, La
theorie des incorporels dans Vancien sto'icisme, Paris, 1970, pags. 37-38). Asf
como el lugar esta determinado por la presencia de un cuerpo, el vacfo lo esta
por su ausencia (cf. S exto E mp., Esbozos pirron. Ill 24). Zenon (y sus suceso-
res, Cleantes y Crisipo) se oponen directamente a Epicuro, al afirmar que,
dentro del Universo, no hay verdadero vacfo, aunque admiten un infinito va-
ZENON DE CITIO 77
FISICA II
cfo fuera de el. Este vacfo asegura al Universo un lugar en el cual puede con-
traerse y dilatarse, como observa G oldschmidt, Le systeme sto'icien et Videe
de temps, Paris, 1979, pag. 27.
78 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
114 Zenon interpreta el Caos de Hesfodo, que esta mas cerca del apeiron
de Anaximandro, como identico al agua. Tales de Mileto hact'a probablemente
lo mismo, lo cual demostrarfa que Anaximandro no se distanciaba tanto de su
maestro como a primera vista parece y como seiialan la mayor parte de los
historiadores de la filosofla, a partir de S chleiermacher, «Ueber Anaximan-
dros», Werke, II, pag. 188.
82 LOS ESTOICOS ANT1GUOS
117 «Probablemente se piensa que esto sucede porque la tierra aparece os-
cura a los ojos de los dioses como a los nuestros el cielo nocturno, y Delos es
en la tierra como un astro», comenta M. I snardi Parente (op. cit., I, pag. 165,
n. 152).
84 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
118 Se trata del frag. 37 S chroeder, que formaba parte de un poema del
cual conserva tambien algunos versos E strabon (X 485), segun anota F esta
(op. cit., vol. I, pag. 92, n. h.).
ZENON DE CITIO 85
124 P earson (op. cit., pag. 118) considera improbable que Zenon mencione
a Jenofonte, pero ello parece tanto mas probable cuanto mas verosfmil resulta
la influencia de Jenofonte en la interpretation ci'nica del socratismo.
90 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
FfSICA III
127 Para P earson fop. cit., pag. 129), estas doctrinas meteorologicas no
son exclusivas de Zenon y los estoicos, sino que se vienen formando deisde
mucho antes y se prolongan en otros filosofos no estoicos (cf. L ucrecio, VI 96
y ss.; 160 y ss., etc.). De hecho, las encontramos ya entre los primeros filoso
fos jonicos, como Anaximenes (cf. K. F reeman, The Pre-Socralic Philoso
phers, Oxford, 1946, pag. 65), con los cuales comparte Zenon el hilozolsmo y
el monismo dinamico.
128 El texto, como anota F esta (op. cit,, I, pag. 101), dice propiamente
«sufrimiento» (pathos), pero en lenguaje filosofico esta palabra (pathos) sig-
nifica cualquier perturbacion de la materia o del orden natural.
92 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
cierto, con la orbita del sol o con su lfnea media, se opone dia-
metralmente a este y entonces se produce un eclipse [solar]l29*.
188 E stobeo , Eglogas I 25, 3, pag. 213, 15 W [S.V.F. I 120]
Zenon dice que el sol, la luna y cada uno de los otros astros
son inteligentes y sabios, fgneos pero de un fuego artfstico.
Hay, en efecto, dos clases de fuego: uno, ajeno al arte, que
transforma el alimento en su propia [sustancia], y otro, por el
contrario, artfstico, que hace crecer y conserva, como el que se
encuentra en las plantas y los animales, el cual es naturaleza y
alma. De semejante fuego esta hecha la sustancia de los astros.
El sol y la luna se mueven con dos movimientos locales, uno
por debajo del mundo, de oriente a oriente, y otro, al reves del
mundo, que los hace pasar de un signo del zodfaco a otro. Los
eclipses de estos se producen de diferente manera: el de sol en
las conjunciones, el de la luna en los plenilunios. En ambos se
producen, sin embargo, eclipses, no solo mayores, sino tam
bien menores.
189 E sto beo , Eglogas I 26, 1, pag. 219, 12 W [S.V.F. I 120]
Zenon dijo que la luna es un astro inteligente y sabio, fgneo
pero con fuego artfstico.
190 Etimologico Gudiano, s. v. Helios [5. V.F. I 121]
El sol [Helios] [es llamado] tambien por los poetas eelios,
de hala, halios y helios. Es, en efecto, segun Zenon el estoico,
una antorcha inteligente, que surge como evaporation a partir
del mar l3°.
FI'SICA IV
LOS SERES TERRESTRES
131 «Se trata probablemente de los cometas, para los cuales Zenon tendrfa
una explicacion diversa de los estoicos posteriores», anota N. F esta (op. cit.,
vol. I, pag. 88).
132 Tales de Mileto opina que el agua es el principio de todas las cosas
porque las semillas de todos los vivientes son por naturaleza humedas y los
94 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
cadaveres se resuelven en agua (A ristoteles, Metaflsica 983 b). Del agua ori-
ginaria (physis) surgen todas las cosas y, por consiguiente, tambien los anirna-
les. K. J oel sostiene que el agua es, para Tales, «principio universal* porque
ella esta en continuo movimiento y es flujo inftnito y rumorosa vida (Der Urs-
prung der Naturphilosophie aus dem Geiste der Mystik, Jena, pags. 57 y
sigs.). Aristoteles debe afirmar que los animates no tuvieron inicio, puesto que
el Universo del que forman parte tampoco lo tuvo. La referencia a Pitagoras
es menos clara y probablemente aluda a algunos miembros, mas o menos tar-
dfos, de su escuela,
lw «Tesalo es el jefe reconocido de la medicina metodica en la epoca de
Neron; el escrito de Galeno se dirige contra el secuaz de aquel, Juliano», dice
M. I snardi Parente top. cit., vol. I, pag. 179, n. 177).
ZENON DECITIO 95
134 La idea de que el esperma del hombre se identifica con su alma (o con
parte de ella) se remonta a Alcmeon de Crotona, aunque no lo dice exph'cita-
mente ninguno de los fragmentos o testimonies. El alma es inmortal, para
Alcmeon, en cuanto se mueve siempre (Dioo. L aercio, VIII 83; A ristoteles,
Acerea del alma 405 b). Pero lo unico que en elhombre no deja de moverse es
el esperma, que pasa de padres a hijos; de manera que, si los iridividuos «mue-
ren porque no pueden unir el principio con el fin» ((A ristoteles), Probl. 916),
la especie no muere porque el principio se une en ella con el fin cuando el hijo
presenta un hijo de su padre (A ristoteles, Investigacion sobre los animates
96 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
581 a; Escolio a Plat. Alcib. ma. 121 E), y se cierra asi, como dice Heraclito,
el ciclo de la generacion (C ensorino, 17, 2).
135 Los estoicos, como Diogenes e Hipon, opinan que el hijo nace solo del
esperma patemo; en cambio, Alcmeon, Parmenides, Empedocles, Anaxagoras
y Epicuro creen que nace tambien de la semilla materna (C ensorino , 5, 3).
136 Debe tenerse en cuenta, como anota I snardi Parente (op. cit., vol, I,
pag. 180, n. 181), que el alma es algo fisico y esta situada en el centro del
cuerpo, esto es, en el corazon.
z e n 6 n d e c it io 97
137 Otra vez las ideas medicas se pueden retrotraer hasta Alcmeon de Cro-
tona, para el cual la salud es equilibrio, o sea, igualdad de los elementos o de
las cualidades (isonomta) (A ec ., V 30). Cf. G. V lastos, «Isonomia», Am.
Jour, o f Phil. ( 1953), 337-366.
230. — 4
98 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
FISICA V
138 Zenon coincide en esto, como en otras muchas ideas, con Heraclito.
119 Para Zenon, el alma (o la mente y los sentidos) es de la misma natura
leza que la sustancia universal (physis), como para Heraclito (cf. A rist6 te-
lesr Acerca del alma 405 a 24; F il6 pono , Del alma 87, ll; E usebio , Prep,
evang. XV 20).
ZENON DE eiTIO 99
1313 8; P lat., Teet. 152 E; 160 D; P lut., Sobre la E de Delfos 392 b; Cuest.
nat. 912 a; A ristot., Sobre el cielo 298 b; Metafis. 1078 b; S en ., Ep. 58, 23;
H eracl., Cuest, hom. 24.
143 La idea del alma como exhalacion pertenece tambien al efesio (cf.
A ristot., Acerca del alma 405 a 24; A ecio, IV 3, 12).
144 La tesis de las facultades como accidentes de una sustancia, que es el
alma, es asumida por los interpretes escolasticos de Aristoteles como Tomas
de Aquino. Los tomistas admiten, en general, que hay una distincion real entre
el alma y sus facultades (cf. S. T eran, «Nota sobre la realidad de las faculta
des del alma», Ortodoxia. Buenos Aires. 1944. 167-263).
102 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
147 Este pasaje de Epifanio parece contradecir el anterior (III 2, 9), porque
alia dice que la inteligencia es inmortal, y aquf que, aunque de larga duracion,
al fin perece y se disuelve. Pero, en realidad, no hay contradiccion, porque alia
se refiere a la inteligencia (ton noun) del hombre en cuanto forma parte de lo
divino, es decir, en cuanto identica con la inteligencia (o razon) universal;
aquf se refiere alma (tin psychin) como soplo que anima cada uno de los ouer-
pos humanos.
148 Agustfn advierte claramente la contradiccion entre su propia Concep
cion platdnico-cristiana del alma (cf. De immortalitate animae, De quantitate
animae, De origine animae hominis, etc.) y la Concepcion estoica, que supone
un monismo antropologico (cf. S. Vanni R ovighi, La psicologia di S. Agosti-
no, Milan, 1930).
149 Se trata de una interpretacion ingenuamente cristianizartte de las ideas
de Zenon sobre el fuego eterno, tanto mas cuanto, segun este, la unica verda
dera bienaventuranza. mas alhi de la muerte, consiste, para el hombre, en Unir
su alma con el fuego eterno, universal y divino. Pero L actAncio vive ya por
anticipado en un mundo en el que «los maestros de la sabidurfa son identicos
a los sacerdotes de Dios» y donde «la religion esta cOntenida en la sabidurfa y
la sabidurfa en la religion* (Inst. div. IV 3).
104 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
FISICA VI
cion • D e st in o . ..
157 Taciano formula asf un argumento tfpico, que sera con frecuencia es-
grimido por los filosofos tefstas y los apologistas cristianos contra el pantefs-
mo antiguo (cf. J. G effcken, Zwei Griechische Apologeten, Leipzig).
158 Clemente de Alejandrfa, contemporaneo de Taciano, esgrime contra el
pantefsmo estoico el mismo argumento de este, aunque, a diferencia de este,
no muestra una actitud adversa a la filosofia griega en general (cf. G. M ontde-
sert, La pensee religieuse de Clement d'Alexandrie a partir de VEcriture, Pa
ris, 1944).
159 Tanto Lactancio como Tertuliano (que tienen sin duda una misma
fuente) dicen que Zenon llama al logos «espiritu de Jupiter». Esta denomina-
cion esta vinculada con lo que H eraclito dice de «lo Uno, lo solo sabio», el
cual, para el, «no quiere y quiere ser llamado Zeus» (22 B 32). Tambien para
el fundador de la Stoa, el logos no podrfa ser llamado «Jupiter», si se tomara
z e n 6 n d e c it io 109
este nombre en la acepcion corriente que tiene entre los poetas y en la religion
popular, pero si puede ser llamado «Jupiter» cuando se le da una interpreta
tion filosofica, como suelen hacer Zenon y sus seguidores con todas las figu
res de la mitologia.
110 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
160 La ley natural o comun es la razon o el logos, el cual es Dios. Por eso
puede decirse que, para Zenon, dicha ley es divina, como atestigua Minucio
Felix, y que es Dios, como dice Lactancio; y que segun ella se hacen todas
las cosas, como expresa Diogenes Laercio; y que se manifiesta tambien
como norma suprema de moralidad, segun da a entender Ciceron, en los pa-
sajes antes citados (261, 260, 262 y 259 respectivamente). Cf. M. C. H oro
witz , «The Stoic synthesis of the idea of natural Law in man», Journal of
History o f Ideas 35 (1974), 3-16.
161 A ristoteles refiere que Jenofanes, al contemplar el universo todo, dice
que lo uno es Dios (Metafisica 986 b), con lo cual el fil6sofo de Colofon forja
la formula que Goethe considera predilecta del panteismo occidental. Y esa
formula tiene una expresion en Zenon, que considera como la sustancia de
Dios a todo el universo.
162 La doctrina estoica segun la cual por naturaleza (physei) hay un solo
Dios, aunque por convention, es decir, por la cultura (nomoi), haya muchos,
proviene, sin duda, de los ctnicos y de Antistenes, el cual la toma, a su vez, de
algunos sofistas como Antifonte de Atenas. A ntistenes escribe: «Muchos son
z e n 6 n d e .c it io 111
los dioses segun la convention, mas uno solo segun la naturaleza* (frag. 24
M uller). A traves de los estoicos, la tesis fue calurosamente acogida por los
apologistas cristianos, como Lactancio.
163 «Lo demomaco* (to daimonion) se refiere a la pluralidad de las divini-
dades o genios tutelares locales.
164 La idea de la divinidad de los astros en Zenon aparece sugerida por
E stobeo (Egl. I 25, pag. 213, 15 W = 188, y Egl. I 26, 1, pag. 219, 12 W =
189).
165 La formacion de una mitologi'a antropomorfica se debe, segun Zenon y
sus seguidores, a la imaginacion de los poetas, que dio figura humana a la di-
versidad de los elementos y fuerzas de la naturaleza.
112 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
Juno ni a Vesta ni a nadie que asi sea llamado, pero ensena que
estos son nombres atribuidos a cosas inanimadas y mudas, gra-
cias a cierto modo de significar l66.
270 F ilodemo, Sobre la piedad 8 DDG, pag. 542 [S.V.F. I 168]
Afrodita, al ser una fuerza apta para reunir adecuadamente
las partes entre s i 167 y ... la salida del sol y su ciclo o perfodo.
271 M inucio F elix , XIX 10 [S. V.F. I 169]
El mismo [Zenon], al interpretar que Juno es el aire; Jupi
ter, el cielo; Neptuno, el mar; Vulcano, el fuego, y al mostrar
de manera semejante que tambien los otros dioses del vulgo
son elementos, arguye con fuerza y refuta un error general.
272 F ilodemo, Sobre la piedad 8 [S.V.F. I 170]
... a los rectos discursos y a los honestos estados [de ani-
mo], [los llama] Dioscuros l68.
273 C iceron , Sobre la naturaleza de los dioses II 57 [S.VE
I 171]
Zenon, por tanto, define la naturaleza de tal modo que dice
que ella es un fuego artlstico que marcha hacia adelante en su
camino para engendrar. Opina, en efecto, que es en gran mane-
169 La idea de que la physis es fuego y de que ella actua artfsticamente (al
plasmar el Uni verso) proviene sin duda de H erAclito (22 A 5; B 30; B 66; B
90 etc.).
17(1 La fuente de Tertuliano es aquf, segun parece, Ciceron, pero el apolo-
gista africano deforma un tanto la idea de Zenon al decir que este concibe la
naturaleza (natura = physis) a semejanza del fuego (cuius (ignis) instar vult
esse naturam), en lugar de decir que la concibe como fuego.
114 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
ETICA
292 F ilon , Que todo hombre bueno es libre, vol. II, 479
Mang. [S.V.F. I 179]
Con respecto al fin, llegaran felizmente al [concepto], mas
que zenoniano divinamente inspirado, de vivir en armonfa con
la naturaleza l78.
293 E stobeo, Eglogas II, pag. 77, 20 W [S.V.F. I 184]
Zenon definfa la felicidad de esta manera: «La felicidad es
el buen decurso de la vida».
294 C lemente de A lejandria, Stromata II 21 [S.V.F. I 180]
A su vez, Zenon el estoico piensa que el fin es vivir con-
forme a la virtud.
295 C iceron, Academicosprimeros II 131 [S.V.F. 1181]
Zenon, que fue el fundador y prmcipe de los estoicos, sos-
tuvo que el fin de los bienes es vivir honestamente, lo cual pre
cede de la concordancia con la naturaleza179.
296 A rriano, Disertaciones de Epicteto I 20, 14 [S.V.F. I 182]
En verdad, la misma razon que gula a los filosofos es bas-
tante debil. Si deseas comprenderlo, lee [los escritos] de Zenon
y veras. <(Que tiene, en efecto, de grande decir que el fin es obe-
decer a los dioses y que la esencia del bien consiste en el uso
debido de las representaciones? I80. Di: ^que es, por tanto, dios
y que la representation, y que es la naturaleza [considerada] en
sus partes y que la naturaleza en sus todos? Esto es grande.
178 La tradicion antigua, tanto griega (Filon) como latina (Ciceron, Lac-
tancio), confirma, en cierta medida, lo que sostenemos en la nota anterior.
|?9 Sobre la virtud como vida conforme con la naturaleza, cf. E. G rumach,
Physis und agathon in der alten Stoa, Berlin, 1932.
iso F esta dice (op. cit., vol. I, pags. 59-60) que de este pasaje se puede in-
ferir «que en el desarroilo de la doctrina, Zenon demostraba que adecuarse a
la naturaleza es igual que obedecer a los dioses y que la esencia del bien con
siste en hacer buen uso de las phantasiai (representaciones o imagenes)».
ZENON DECITIO 119
181 «E1 nexo entre el buen decurso de la vida (euroia) y la vida virtuosa es
indicado -com o anota F esta (op. cit., vol. I, pag. 6 1 ) - por Diogenes Laereio»
(VII 87 = 294).
182 El dolor se encuentra, para Zenon, entre las cosas «indiferentes» (ni
buenas ni malas), que se han de rechazar, sin embargo, en cuanto no estan de
acuerdo con la naturaleza y suelen obstaculizar el logro del unico bien que es
la virtud.
120 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
185 «Todo eso» se refiere, sin duda, a los bienes externos, aceptados por
academicos y peripateticos, como anota I snardi Parente (op. cit., vol. I, pag.
190, n. 201).
122 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
186 Segun Plutarco (que vela en ello una contradiction con la unidad de
la virtud), Zenon habria retomado aqufla division cuatripartita de Platon (Sa
bre las contr. est. 7). Se la encuentra, con ciertos matices, tanto en Cleantes
como en Crisipo o Panecio, y debfa estructurar los nuriierosos tratados «sobre
las virtudes».
187 Cf. W. T rillHaas, «Adiaphoron», Teologische Literaturzeitung 79
(1954), 457-462.
ZENON DECITIO 123
188 Cf. J. M. R ist, op. cit., pags. 97-111; E. M. R eesor, «The Indifferents
in the Old and Middle Stoa», Trans. Am. Phil. Ass. 82 (1952), 102-110; A. M.
I oppolo, «La dottrina stoica dei beni sterni e i suoi rapporti con I’etica aristo-
telica», Riv. crit. di storia della filos. 39 (1974), 363-385.
124 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
5. S obre la virtud
193 I snardi P arente (op. cit., vol. I, pag. 23) dice: «Pero Ciceron acusaba
mas tarde de incoherencia a Zenon, retomando probablemente una acusacion
dirigida contra el en la escuela de Antfoco de Ascalon: despues de haber acep-
tado la teoria de las realidades “primeras segun la naturaleza” de Polemon, es
incoherente y contradictorio declarar que s61o es un bien la virtud y conferirle
solo a esta la prerrogativa de presentarse como plenamente de acuerdo con la
naturaleza».
126 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
196 El pasaje de Plutarco pone de relieve la diferencia entre Zenon (eon los
estoicos) y Platon acerca del origen de la virtud y el vicio en el alma humana y
destaca la concepcion zenoniana de la pasion como extravlo de la razon y no
como movimiento proveniente de la parte oscura del alma (irracional). Cf. A.
A. L ong, «The Stoic concept of Evil», Philos. Quart. 18 (1968), 329-343.
128 LOS ESTOICOS ANT1GUOS
200 Cf. R. J. R abel, «Diseases of the soul in Stoic Philosophy*, Gr„ Rom.
and Byz. Stud. 22 (1981), 385-393; del mismo, «The Stoic doctrine of generic
and specific pathe», Apeiron 11 (1977), 205-222.
201 La palabra ptoi'a (perturbacion) es caracteristica del estilo de Zenon y
equivale a trepitatio, vuelo ciego de pajaros asustados, dice F esta (op. cit.,
vol. I, pag. 68).
202 «Analogfa pasion-enfermedad, de origen socratico-platonico*, anota
I snardi Parente (op. cit., vol. I, pag. 198, n. 218).
230.-5
130 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
205 I snardi Parente (op. cit:, vol. I, pag. 199, n. 221; II, pag. 1039, n. 537)
opina que Cleantes pudo haberse distanciado del cardiocentrismo de Zenon.
206 Cf. F. H. S andbach, op. cit., pags. 61-62.
207 «E1 acostumbramiento al dolor puede llegar hasta la anulacion del mis-
mo. Por eso Zenon se creyo obligado a introducir la palabra prosphaton (re-
cens) en la definici<5n», explica F esta (op. cit., pag. 70).
2 0 8 Cf. P osidonio , frag. 163 E delstein -K idd .
132 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
209 Esta es, sin duda, una de las valoraciones que mas alejan la moral es-
toica de la ensenanza evangelica: «Bienaventurados los misericordiosos por-
que ellos alcanzaran misericordia» (Mt., 5, 7). Cf. Mt., 9, 13; 12, 7; 18, 33;
23, 23; Luc., 10, 37; 16, 24, etc.
210 Esta doctrina no es exclusiva de Zenon, sino que es profesada por los
estoicos en general (cf. Lact., Inst. div. V I 10).
211 «Aun a traves de la traduccion y la reacomodacion de Seneca, no es
dificil percibir el estilo imaginative y conciso de Zenon. Esto aumenta la pena
por que de toda la obra acerca de las pasiones no hayan quedado otros frag-
mentos. La doctrina se puede reconstruir con bastante seguridad a traves de
las elaboraciones posteriores de la Escuela estoica», dice N. F esta (op. cit.,
vol. I, pag. 70).
ZENON DE CITIO 133
215 Se trata del frag. 253 N auck, que Zenon utiliza como pretexto para su-
brayar la esencial e inalienable libertad del sabio.
216 Zenon contrapone la riqueza interior a la riqueza externa, iniciando un
tema que llegara a ser lugar comun en la ascetica cristiana, a partir de la ense-
nanza evangelica (Mt., 5, 3; 11,5; 19,21;M arc., 10, 21; Luc., 4, 18; 6, 20; 7,
22; 18, 22; 19, 8, etc.).
217 La idea de la belleza del alma como superior a la belleza del cuerpo se
encuentra ya en P lat6 n , particularmente en el Banquete (210). Cf. L. R obin ,
Platon, Oeuvres completes, t. IV, 2.a parte, Paris, 1970, pag. XCIII; R . B. L e
vinson, In defense o f Plato, Nueva York, 1970, pag. 94.
136 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
221 Es probable que la comparacion sea fruto del ingenio retorico de Cice-
ron.
222 F esta (op. cit., vol. I, pag. 19) ve aqul una negacion del ideal de la
igualdad democratica, pero no debe olvidarse que en Zenon hay una afirma-
cion de la basica y profunda igualdad de todos los hombres, todos y cada uno
de los cuales puede tambien llegar a ser sabio. En todo caso, hay aquf como en
Socrates, la negacion de la pseudo-democracia imperante.
138 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
r6n llamaba asl, en efecto, a los mas de los hombres, que estan
dispuestos a censurar a su projimo aun cuando nadie los invite
[a hacerlo].
376 P lutarco , Sobre los progresos de la virtud 12, 82 f [S.V.F.
1234]
Mira, pues, cual es [la doctrina] de Zenon: estimaba [este],
en verdad, que a partir de los suefios puede cada uno darse
cuenta de sus progresos [en la virtud]: cuando uno no se ve en
los suefios complaciendose en algo vergonzoso ni aprobando o
realizando algo terrible o absurdo, sino que, como un transluci-
do abismo de imperturbable serenidad, se le ilumina [la parte]
imaginativa y pasional del alma, aquietada por la razon 229*
377 P roclo ,Comentario a «Los trabajos y los dias» de He-
stodo 291 [S.V.F. I 235]
Zenon el estoico cambio los versos diciendo:
Excelente es quien sigue al que bien habla;
bueno tambien quien de por si todo lo entiende 23°,
dando el primer lugar a la obediencia y a la prudencia el se-
gundo.
378 D iogenes L a erc io , VII 25-26 [S.V.F. I 235]
Cambia as! los versos de Hesfodo:
Excelente es quien sigue al que bien habla;
bueno tambien quien de por si todo lo entiende.
Es mejor, en efecto, quien puede escuchar bien lo que se
dice y aprovecharse de ello que quien por si mismo todo lo
231 «E1 fragm ento podrfa pertenecer tam bien a la obra Sobre el deber. Sin
em bargo, la insistencia sobre el concepto del cultivo se adapta particularm ente
bien a un discurso sobre la educacion», anota F esta (op. cit., vol. I, pag. 104).
ZENON DE CITIO 143
232 Aquf se refiere Zenon al uso de las cosas indiferentes, es decir, distin-
tas de la virtud y el vicio, y sostiene que tales cosas neutras (adiaphora),
como vimos, se dividen en cosas que estan de acuerdo con la naturaleza y co
sas que no lo estan (cf. J. M. R ist, op. cit., pags. 99 y sigs.).
233 «Como ejemplo de las desviaciones del orden natural, Zenon, como
los cmicos, sus maestros, aduce la vana busqueda de los placeres del gaznate»,
dice F esta (op. cit., vol. I, pdg. 73).
234 Con los «indios» se refiere, probablemente, a los gimnosofistas de la
India. Cf. la nota a este pasaje que incluye P ini en su traduccion de Stromata
(Milan, 1985). P earson (op. cit., pag. 215) opina que seguramente esta idea ha
sido tomada del Hercules mayor o del Ciro de A nti'stenes (cf. H. von A rnim,
Stoicorum veterum fragmenta I, pag. 57).
144 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
235 I snardi Parente recuerda que Antlgono de Caristo es una fuente bas-
tante importante de la biograffa de Zenon que ofrece Diogenes Laercio (op.
cit., pag. 207, n. 236).
236 Sobre la depravacidn atribuida a los seguidores de Aristipo, cf. G.
G iannantoni, / Cirenaici. Raccolta delle fonti antiche, traduzione e studio in-
troduttivo, Florencia, 1958, IV, pag. 161; J. S tenze , «Kirenaiker», Real
Encycl. XII, 1 (1924), cols. 137-150.
zen6 n de-citio 145
239 Este pasaje de Diogenes Laercio parece confirmar lo que hemos dicho
en la nota anterior.
240 Los estoicos antiguos no condenan la pederastia como contraria a la
naturaleza, y tampoco la masturbation y otras formas de la sexualidad que
luego la moral cristiana considerara contra naturam.
z e n 6 n d e c it io 147
241 F esta (op. cit., vol. I, pag. 19) considera que la traduccion de los frag-
mentos 249-252 A rnim, «esta prohibida por la decencia». Y supone que de es-
tas cosas trato Zenon primero en La Republica y luego las desarrollo en las
Diatribas.
242 La prohibicion de cremar los cadaveres recuerda el uso tlpico de expo-
ner los cadaveres a las aves rapaces para no contaminar los elementos, que en-
contramos entre los adeptos de Zoroastro, y no puede excluirse en esta epoca
y en el caso del fundador del Portico que pueda haber sufrido aquf alguna in-
fluencia persa.
243 Zenon considera la prohibicion de comer came humana como una
mera convencion, establecida por la sociedad, lo cual no significa, obviamen-
te, que justifique el homicidio. Ya Diogenes de Sinope «no crefa que fuera im-
pfo comer came humana, como era claro que hacian ciertos pueblos barbaros»
(D iog . L aercio, V I 73).
148 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
244 Zenon desafi'a uno de los mas arraigados tabues, el del incesto, segun
testimonia Sexto Empi'rico en este y los dos siguientes pasajes. Debe recordar-
se que P lat6 n permitfa el matrimonio entre hermanos (Rep. 461 E).
z e n 6 n d e c it io 149
la de Platon*. Pero, como dice F esta (op. cit., vol. I, pag. 14) «es natural que,
tambien en esta Republica estoica, se acogiera de buena gana alguna maxima
platonica*.
249 Zenon expone aquf claramente el ideal cosmopolita, tornado de su
maestro Crates (D i6 g . L aercio , V II93; 98) y del maestro de este, Diogenes
el cmico, el cual se proclamaba ya kosmopolites, es decir, «ciudadano del
mundo» (Dioc. L aercio , V I 63).
ZENON DE-CITIO 151
411 J uan C ris6 stomo, Primera homilia sobre Mateo 4 [S. V.F.
I 262]
No es, pues, como Platon, que creo aquella ridfcula repu-
blica, o como Zenon y cualquier otro que haya escrito sobre la
republica e imaginado leyes.
412 Ateneo, XIII 561 c [S.V.F. I 263]
Ponciano dice que Zenon de Citio considera a Eros como el
dios de la amistad y de la libertad, el que procura la concordia y
nada mas. Por eso dice tambien en La Republica que Eros es un
dios que reune las condiciones capaces de salvar al Estado 250.
413 C lemente de A lejandria, Stromata V 12, 76, 691 Pott.
[S.V.F. I 264]
Tambien Zenon, el fundador de la secta estoica, dice, en el
libro de La Republica, que no deben erigirse templos ni image-
nes, pues no hay monumento alguno digno de los dioses, y no
teme escribir lo siguiente, con estas mismas palabras: que en
modo alguno se deben construir templos, pues no hay que su-
poner en absoluto que un templo tenga gran valor y santidad.
Ninguna obra de arquitectos y artesanos tiene, en efecto, gran
valor y santidad251.
252 P earson (op. cit., pag. 200) trae aqui a colacion las palabras de S an
Pablo a los atenienses, en los Hechos de los apostoles 17, 24: «E1 Dios que
hizo el universo y todas las cosas que en el estan, al ser senor del cielo y de la
tierra, no habita en templos hechos por manos de los hombres». El mismo Je
sus hablaba del templo del cuerpo (J uan, 2, 21), y en la Primera epfslola a los
Corintios 3, 16, se lee: «Que sois templos de D ios... Si alguien destruye el
templo de Dios, Dios lo destruira a el, porque el templo de Dios es sagrado y
vosotros lo sois [ese templo]».
ZENON DE CITIO 153
253 Zenon desarrolla largamente (en 200 lfneas, casi un libro entero) su
crftica a los templos, los tribunales y los gimnasios. Se trata, en el primer
caso, de la negacion de la religion publica y estatal; en el segundo, de la nega
tion de la justicia del Estado y de las leyes positivas sancionadas por este (que
son, por lo general, contrarias a las leyes de la naturaleza); en el tercer caso,
de una crftica al culto del cuerpo y de la belleza ffsica, corriente entre los grie-
gos de la epoca. Tambien S an Pablo, en la Primera epistola a Timoteo 4, 8,
escribe: «Los ejercicios corporales de poco sirven».
254 La prohibition de acufiar moneda se vincula con el comunismo de bie-
nes que la hace inutil. El desprecio por el dinero es tambien herencia cfnica.
D iogenes L aercio (VI 87) reftere que Crates, el maestro de Zenon, «vendio su
herencia, que pertenecfa a una noble familia, obtuvo de ella alrededor de dos-
cientos talentos y los distribuyo entre sus compatriotas». Su verdadera patria
-dice D iogenes L aercio (VI 9 3 )- era la pobreza.
255 Ya Diogenes el cfnico admitfa la comunidad de mujeres e hijos (D iog.
L aercio, VI 72). P laton sostenfa el mismo punto de vista (Rep. 457 A-458 D;
464 B), pero con intention distinta e inversa.
154 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
256 F esta (op. cit., vol. I, pag. 24) vincula este pasaje de Diogenes Laer
cio con E stobeo, Egt. II 7, 109-110, que V on A rnim coloca entre los frag-
mentos de C risipo (686): «La vida poh'tica convendra al sabio (como fin se-
cundario); en efecto, el tomara mujer y tendra hijos, en cuanto estas cosas
estan relacionadas con la naturaleza del hombre racional, hecho para la so-
ciedad y para el amor rec(proco». Tambien lo vincula con lo que dice Anti's-
tenes (Dioc. L aercio, VI 1, 11), quien recomienda el matrimonio y el engen-
drar hijos. Zenon tenia en cuenta aqui, tal vez, el ejemplo de su maestro
Crates, que realizo un ejemplar matrimonio con Hiparquia, hermana de Me-
trocles (D iog . L aercio, VI 96-97).
257 Zenon y todos sus disclpulos consideraban -a l contrario de Epicuro-
que el sabio no puede dejar de intervenir en los asuntos del Estado, pero tal
vez por ser extranjeros en Atenas, ellos nunca actuaron all! poh'ticamente.
ZENON DE CITIO 155
raclito hay primero una condena de Homero y Hesiodo (frags. 22, 42, 56,
57), mientras Zenon parece coincidir con Aristoteles en un juicio positivo
acerca del autor de la lllada y la Odisea. En Antfstenes y en los clnicos tuvo,
en todo caso, Zenon un precedente inmediato y tambien en J enocrates (frag.
55 H einse), con todos los cuales se vincula de modo directo su pensamiento y
en todos los cuales hay trazas de una interpretation alegorica de los textos
poeticos.
26(1 El nombre de «erembios» aparece ya en H omero (Od. IV 84). Estra
bon los identifica con los arabes, pero hay muchas dudas al respecto. Zenon
menciona a tres pueblos de lengua semftica: etfopes, fenicios (sidonios) y ara
bes, aunque los primeros no son etnicamente semitas (cf. B enzinger, Real-
Encycl. VI, I (1909), cols. 423-427). Al comentar el mencionado verso de la
Odisea, Zenodoto sustitufa ya «erembios» por «arabes». «Estrabon observa
que no es preciso poner en duda la genuinidad de la leccion tradicional, y pre-
fiere seguir a Posidonio, quien consideraba a los erembios como afines a los
arabes, o supom'a que cada uno de los dos nombres era equivalente al otro»,
anota F esta (op. cit., vol. I, pag. 96).
ZENON DE GITIO 157
Sobre el honor (Peri times) nos inclina a pensar, con Festa, que
se trataba de una obra moral y no logica o epistemologica 6.
El Politico de Cleantes contenfa, como La Republica de
Zenon, las lfneas generates de la filosofia polftica y social de la
Stoa, basicamente inspiradas en el cinismo y explfcitamente
contrapuestas a las de Platon. No parece que Cleantes se apar-
tara en nada esencial de su maestro, pero cabe recordar que, a
diferencia de este, senala una distincion entre etica y polftica,
cuando propone una division de la filosofia en seis partes
(Diog. Laercio, VII 41).
El Sobre las leyes evocaba el tftulo de un dialogo platonico,
sin duda para oponerse a muchas de sus tesis. Contraponfa allf,
igual que Zenon y los cfnicos, la ley natural (una, comun, uni
versal) a las leyes positivas (multiples, particulares, variables).
El Sobre la decision parece que se ocupaba de un tema psi-
cologico y etico: de un momento esencial del proceso evoluti-
vo 7. En cambio, el escrito Sobre el juzgar se referfa no al «jui-
cio» en sentido logico o psicologico sino en sentido jurfdico:
trataba sobre la funcion del juez y se puede vincular, por eso,
con el Sobre las leyes.
Sobre la conduccion es el tftulo de una obra referida a la
education cfvica. Festa opina que los tftulos de los escritos So
bre que el sabio habla como un sofista y Sobre que la virtud es
la misma en el varon y en la mujer corresponden mas bien a
capftulos de una obra de Cleantes8.
El tftulo que Diogenes Laercio refiere como Sobre las sen-
tencias supone tal vez un lapsus del historiador, ya que tanto
en Zenon como en Ariston encontramos el tftulo Sentencias
(chreiai), lo cual quiere decir apotegmas y anecdotas morales.
30 N. F esta, op. cit., vol. II, pag. 49, n. 1, supone que este hecho podria in
dicar un retomo de Dionisio al estoicismo, pero debe tenerse en cuenta que
entre los cirenaicos, Hegesias fue un entusiasta predicador del suicidio (peisi-
thanatos) y que termino sus di'as suicidandose.
31 N. F esta, op. cit., vol. II, n. i, opina que los titulos de esta lista revelan
la originalidad de Dionisio, porque en gran parte son exclusivos del mismo y
no se repiten entre los otros estoicos.
174 LOS DISCfPULOS DE ZEN6N DE CITIO
Ariston de Qui'os
Herilo de Calcedonia
Dionisio de Heraclea
Perseo de Citio
Cleantes
Esfero
1 Sabemos por C icer 6 n (De finibus V 23) que Ariston era considerado
como jefe de secta y fundador de escuela. P ohlenz (Die Stoa, vol. I, pag. 28)
opina que la retirada de Ariston hacia el Sarcofago del perro tuvo origen en su
enemistad con Zenon y en su heterodoxia doctrinal.
2 Nada se sabe de estos dos disci'pulos de Ariston. Saal (citado por Isnardi
Parente) supone que Milct'ades era hijo del propio Ariston, por llevar el nom-
bre del padre de este (De Aristonis Chii vita, pag. 35).
3 El verso corresponde al frag. 40 D iels y al frag. 61 W achsmuth.
186 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
11 Se cita aqui -segun F esta (op. cit., vol. II, pag. 6)-, un pasaje del escri-
to de Eratostenes sobre Ariston, no para celebrar al maestro sino para acotar
de algun modo la materia tratada.
12 L a noticia, que tiene el sabor de una m era habladurfa, se encuentra en el
frag. 6 D iels.
13 F esta (op. cit., vol. II, pag. 32) considera este verso como una parodia
del verso homerico sobre la quimera (II. VI 181): «Adelante leon, atras ser-
piente, en medio cabra». De tal modo -d ice-, Ariston se referla a Arcesilao,
que podia ser llamado platonico por sus estudios dialecticos mientras por otra
parte se acercaba a los filosofos de Eretria y a Pirron.
190 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
DOCTRINAS
24 Este pasaje, como dice I snardi Parente (op. cit., vol. I, pag. 295, n. 71),
interesa en cuanto atestigua un intento de asimilar la doctrina de Aristoteles a
la de Socrates.
25 Arquelao fue el maestro de filosofi'a de Socrates; cf. A. J. C appelletti,
Diogenes de Apolonia y la Segmda Filosofla Jonica, Maracaibo, 1976, cap. 1.
26 Hom.. Od. IV 392.
27 F esta (op. cit., vol. II, pag. 11) hace notar que el Estado de la antigiie-
dad griega y romana es religioso y, por tanto, todas las instituciones religiosas
estan protegidas por las leyes estatales. Socrates, como se sabe, fue acusado
de no reconocer los dioses del Estado y de introducir otros extranos a este
(D i6 g . L aercio, I I 40; P lat., Apol. 24 B; J enofonte,^Memor. I 1, 1).
28 Cf. nota 22 y Cic., Acad. pr. 39, 123.
ARIST6N d e qui 'o s 195
32 Puede haber una moral general, esto es, de principios, sin que haya una
moral particular: esta no puede existir sin aquella, aquella puede prescindir de
esta.
arist6 n de <jufos 197
33 Se trata de un rasgo de doctrina epicurea (frag. 447 ss. U sener), que co-
rresponde probablemente al eclecticismo de Seneca mas que a la fuente, que
Seneca contamina libremente, dice I snardi Parente (op. eit., vol. I, pag. 297,
n. 74).
198 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
Dos son las razones por las que cometemos faltas: o hay en
el espfritu una maldad contralda a partir de erradas opiniones
o, aun cuando este no este ocupado por la falsedad, es proclive
a lo falso y pronto se corrompe cuando un punto de vista lo
arrastra a donde no conviene. Debemos as! curar la mente en-
ferma y liberarla de sus vicios o de antemano ocupar la que
esta [todavla] exenta [de ellos] pero inclinada a lo peor. Las
doctrinas filosoficas hacen lo uno y lo otro. Esa clase de con-
sejos, por tanto, de nada sirven.
Ademas, dar consejos para cada individuo serfa tarea ina-
gotable. Porque unos tenemos que darle al prestamista, otros al
agricultor, otros al negociante, otros al que busca el favor de
los reyes, otros a quien ha de amar a sus iguales, otros a quien
lo hara con sus inferiores. En el matrimonio debes aconsejar
cdmo ha de vivir con su esposa el que la desposo virgen y
como el que [se caso] con una que antes del matrimonio tuvo
experiencias con otro; de que modo con [la mujer] rica, de que
modo con la sin dote. ^No crees acaso que hay cierta diferen-
cia entre la esteril y la fecunda, entre la anciana y la nina, entre
la madre y la madrastra? No podemos abarcar todas las espe-
cies, y, sin embargo, cada una de ellas tiene sus propias exi-
gencias 35. Pero las leyes de la filosofla son breves y todo lo
abarcan. Ariade tambidn que las doctrinas de la sabidurla cono-
cen los llmites de las cosas. Por consiguiente, la parte precepti-
va debe ser eliminada, ya que no puede proporcionar a todos lo
que a unos pocos promete. La sabidurla, empero, a todas las
contiene.
16 «Desde el punto de vista del filosofo -dice I snardi Parente (op. cit.,
vol. I, pag. 300)- debe notarse que la adiaphoria de la cual habla aqui Cle
mente como telos es algo diferente del estado de absoluta no preferibilidad del
objeto: no es un hecho de orden objetivo sino una disposicion subjetiva o, si
se quiere, el aspecto a parte subiecti de la teort'a que niega la existencia de los
preferibles». C iceron (Hortensius, frag. 45 G rilli), califtca a Ariston de «in-
doblegable, ferreo», por su rigorismo.
a r is t 6 n d e qui 'o s 201
40 Para poder intervenir en una discusion acerca del deber, es preciso ad-
mitir que existen acciones mejores (preferibles) y peores (no preferibles).
Quienes, como Ariston, Pirron y Herilo, las consideran todas iguales (entera-
mente indiferentes) no pueden ocuparse del deber (de officio).
41 Para Ciceron, la virtud supone una option entre lo bueno y lo malo, de
tal modo que, si todas las cosas son indiferentes y moralmente irrelevantes, la
virtud misma carece de sentido. De tal modo, el unico bien (la virtud) queda
tambien suprimido.
204 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
mos del bazo les son utiles las comidas amargas y asperas, y
perjudiciales las dulces»59.
493 P lutarco, Sob re como se debe escuchar 8, 42 b [5. V.F. I
385]
Ni del bano ni del discurso que no limpian -dice Ariston-
se saca nada util60.
494 E stobeo, Florilegio 79, 44 Mein. [5. V.F. I 386]
De los Homonimos de Ariston: «Los recien salidos de la fi-
losoffa, al atacar a todos, empezando por los propios padres,
padecen [el mismo mal] que los perros nuevos, que no solo la-
dran a los extranos sino tambien a los de adentro» 61.
495 E stobeo, Eglogas II, pag. 215, 20 W [S.V.F. I 387] -
De los Homonimos de Ariston: «Dicen que el comino se
debe sembrar blasfemando, pues as! nace bien. Tambien es
preciso que los jovenes sean educados con burlas, pues as! lle-
garan a ser de provecho» 62.
59 El sabor dulce era tenido como nocivo para los enfermos del bazo (cf.
D ioscorides I 87).
60 «PIutarco aplica la sentencia al sentido de contort, de alivio y de satis
faction que debe experimentar el joven al salir de la lection de un verdadero
maestro, de quien sabe que ha de sacar un provecho que durara toda la vida»,
comenta F esta (op. cit., vol. II, pag. 27).
61 Ariston se refiere al fanatismo que caracteriza a todo converso y a todo
neofito de una secta.
62 El comino es planta silvestre (lagoecia cuminoeides) mencionada por
D ioscorides (III 60) (cf. H ip6 cr ., Sobre las enfermedades agudas 23). En uso
proverbial se dice de un avaro que «muerde un comino* (S ofr., 110), La rece-
ta que Ariston menciona forma parte sin duda de la agronomfa popular y fol-
clorica y tiene tal vez origen en el hecho de que la semilla del comino es de
muy exiguo tamano y se supone que es preciso insultarla para que se desarro-
lle y origine una planta robusta. En el Nuevo Testamento se menciona al comi
no como hortaliza de escaso valor: «escribas que pagais el diezmo de la men-
ta, del aneto y del comino, y descuidais... la justicia* (Mt., 23, 33).
a r is t 6 n d e q u i 'o s 213
... en tiempos, que hay una sola sensacion o que ella parti-
cipa de la memorias. Apolofanes, enganado por lo probable,
evito incluir la memoria [entre los sentidos], pero admitio [la
idea] de hacerla participar en una analogia [con la sensa
cion] 81, al punto de atribuirle a esta una representation de lo
que ya no existe, como si, para salvar la evidencia, fuera preci-
so anadir otras evidencias.
516 A ten eo , VII 281 d [S.V.F. 1408]
Y Apolofanes (este era tambien seguidor de Ariston) en [su
obra] Ariston -pues as! habfa titulado su libro- hace patente el
amor de su maestro por el placer82.
8(1 Esta tesis etica de Apolofanes concuerda en esencia con las de Zenon y
Ariston (y, en definitiva, tambien con la de Socrates) al respecto. Despues se
apartara de ella Crisipo (P lutarco, Sobre la virt. mor. 2, 441 a), pero no sin
contradecirse, en cuanto admite la doctrina de Zenon (P lutarco, Sobre las
contr. est. 7, 1034 d).
81 F esta (op. cit., vol. II, pag. 316) interpreta la palabra diatsthesis como
un «sentir a traves» y en la sensacion presente intuir una sensacion pasada.
82 No hay por que rechazar como contradictorio este testimonio de Apolo
fanes acerca de su maestro Ariston: para este el placer era algo indiferente (ni
bueno ni malo), y puesto que no tenia razones para evitarlo, puede pensarse
que se dejara llevar por inclinaciones y tendencias naturales.
II
HERILO DE CALCEDONIA
83 F esta (op. cit., vol. II, pag. 38) considera a Herilo originario de Carta-
go. Sigue en ello a V on A rnim (op. cit., vol. I, pag. 91). Pero hoy prevalece,
como dice I snardi Parente (op. cit., vol. I, pag. 314, n. 98), la leccion «de
Calcedonia».
84 F esta (op. cit., vol. II, pag. 39) supone que Herilo era un joven escla-
vo por su origen cartagines y por el hecho de que Zenon lo obligo a raparse.
La conjetura no tiene muy solido fundamento, puesto que la autoridad de un
maestro y escolarca bastaba para imponer el corte de cabello a un discfpulo.
222 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
Legislador.
Partero.
Contradictor.
Maestro.
Preparador.
Juez.
Hermes.
Medea.
Dialogos.
Tesis eticas.
518 Indice herculanense de los estoicos, col. XXXVI [5. V.F. I
410]
Herilo, pues, como dice Apolonio, muy notable...
519 D iOgen es L aercio , VII 165 [S.VE 1411]
Herilo, el calcedonio, afirmaba que el fin es la ciencia, es
decir, el vivir siempre relacionandplo todo con la vida confor-
me a la ciencia y no enganandose con la ignorancia 85. La cien
cia es un habito de acoger imagenes qqe no suscita reparos en
la razon. A veces decfa que el fin no es algo [determinado]
sino que van'a segun las circunstancias y los asuntos, como si
el mismo bronce se convirtiera en estatua de Alejandro o de
Socrates. El fin se diferencia de lo subordinado al fin, pues a
este lo buscan inclusive quienes no son sabios; a aquel, solo el
sabio. Las cosas intermedias entre la virtud y el vicio son indi-
ferentes86.
Eretria. A1 modo de los megaricos intento una sfntesis entre moral socratica y
ontologi'a eleatica (unidad de la virtud = unidad del ser). Segun C iceron, para
el y sus disci'pulos, los eretrfacos, «todo bien estaba situado en la mente y en
la agudeza de la misma, por la cual se podia discemir la verdad» (omne bo-
num in mente positum et mentis acie qua verum cerneretur) (Acad. post. 42,
129). Cf. Dioo. L aercio, II 125-144; W. N estle, Die Sokratiker, Aalen, 1968,
pags. 178 y sigs.
96 Arato de Soles, poeta y astronomo del siglo in a. C., estuvo vinculado
con la escuela estoica. Su poema Fendmenos fue traducido al lati'n por Cice-
ron (cf. J. M artin, Arati Phaenomena, Florencia, 1956; U. von W ilamowitz-
M oellendorf, Hellenistische Dichtung in der Zeit des Kallimachos, Berlin,
vol. II, pags. 274 y sigs.).
97 «La anecdota tiene el aire de haber sido forjada despues de la defeccion
de Dionisio del estoicismo, cuando evidentemente Zenon ya no existfa y la es-
DIONISIO DE HERACLEA 229
cuela estaba dirigida por Cleantes, para mostrar que Zenon habfa intuido la
poca firmeza de aquel discipulo suyo», anota F esta (op. cit., vol. II, pag. 50).
98 I snardi Parente (op. cit., vol. I, pag. 278, n. 28) supone que Arato no
fue discipulo sino condiscfpulo de Dionisio. Pero el verbo scholadso con dati-
vo, tal como lo usa el anonimo autor de la Vita Arati, significa «seguir las lec-
ciones» de un maestro (cf. F ilodemo, Academicorum Index 89 M ekler ).
99 «Las letras iniciales de los versos, que podfan formar palabras o frases
o versos enteros, segun la intencion del autor. En la anecdota tenemos un
ejemplo tlpico del uso de este expediente como garantfa de la propiedad litera-
ria», anota F esta (op. cit., vol. II, pag. 50).
100 I snardi P arente corrige el texto de Von Arnim, poniendo oud’es-
chynthe, en lugar de ho d ’eschynthe y traduce, en consecuencia: «Eraclide non
sa le lettere e non se ne vergogna». Y anade: «Como se ve, la atribucion del
episodio a Dionisio es dudosa; el mismo corrfa tambien bajo el nombre del
poeta Espfntaro, tragico contemporaneo de Dionisio» (op. cit., vol. I, pag. 279,
n. 31).
230 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
101 V on A rnim (op. cit., vol. II, pag. 94) anota: «Parece que se pinta a
Dionisio atormentado por agudfsimos dolores y tal vez rogando a sus amigos
con grandes gritos que lo maten o lanzando otros gritos que chocan con la fi-
losoffa de Zenon».
102 La anecdota referida por Antlgono de Caristo parece confirmar lo que
dice D iogenes L aercio (V II166) acerca de la frecuentaCion de prostfbulos por
parte de Dionisio.
H om ., Od. XXI 152.
DIONISIO DE HERACLEA 231
104 Ateneo opina que Dionisio paso del estoicismo al epicurei'smo; D ioge
nes L aercio, en cambio, dice (VII 167) que se adhirio a la escuela cirenaica.
Lo mas probable es que, como piensa Von Arnim, no hiciera ni una ni otra
cosa, sino que adoptara una position propia, como la que adoptaron Herilo y
Ariston, aunque su disenso fuera mucho mas radical que el de estos.
105 T imon, frag. 17 D iels.
106 La idea de filosofar con el cuerpo, dandole prioridad sobre la mente,
parece predecir desde lejos una actitud cara a Nietzsche.
232 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
11,7 Por mas que Dionisio prefiriera el filosofar del cuerpo, su mente ela-
bora aquf un correcto silogismo hipotetico.
DIONISIO DE HERACLEA 233
U3 E liano (Varia hist. Ill 17), como se vera mas adelante (552 = S.V.F.
439) refiere (pero s61o en modo condicional) que Perseo fue maestro del pro-
pio Antigono. La noticia de Diogenes resulta mas veroslmil.
236 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
Tiestes.
Sobre los amores.
Exhortaciones.
Diatribas.
Sentencias (cuatro libros).
Memorias.
Contra las leyes de Platon (siete libros).
548 Suidas, s. v. [S. VE 1436]
Perseo, citiense, filosofo estoico, fue llamado tambien Do-
roteo. Vivio en tiempos de Antfgono Gonatas 114; fue hijo de
Demetrio; discfpulo y pupilo de Zenon el filosofo.
549 Indice herculanense de los estoicos, col. XII 3 [d. V.F. I
437]
Entre los discfpulos el mas amado por Zenon era Perseo,
con el cual ademas convivfa. Y fue criado por el, pues era, se-
gun dicen algunos, un esclavo nacido en su c a sa ...115.
550 A ulo G elio, Noches aticas I I 18, 8 [5. V.F. 1438]
Pero como filosofos no carentes de fama... vivieron tam
bien Pompilo, esclavo del peripatetico Teofrasto, y un esclavo
de Zenon el estoico, que se llamaba Perseo.
551 D iogenes L aercio, VII 6 [5.V.F. 1439]
Recibfalo [a Zenon] asimismo Antfgono, y si alguna vez
llegaba este a Atenas, lo escuchaba largamente y le suplicaba
que fuera a hospedarse en su casa. En esto, sin embargo, aquel
no cedio, pero envio a Perseo, uno de sus allegados, hijo de
114 Sobre las relaciones de Antfgono Gonatas con los filosofos estoicos y,
en particular con Perseo, cf. W. W. T arn, Antigonos Gonatas, Oxford, 1969,
pags. 31 y sigs.; 231 y sigs. (cit. por Isnardi Parente).
115 F esta (op. cit., vol. II, pag. 38) opina que sobre esta convivencia se
funda la anecdota narrada por D iogenes L aercio (S.V.F. 439 = 551) (cf. Ate -
neo , XIII 607 a = S.V.F. 1 451 = 567).
PERSEO DECITIO 237
12,1 Aristofonte y el hecho al cual aqui se alude son por completo descono-
cidos.
m Cf. Paus., VII 8, 3 (S.V.F. 1 443 = 558).
0 2 Plutarco, como Pausanias (cf. S.V.F. I 443 = 557), dice que el rey en-
comendo el mando de la guardia de la acropolis a Perseo. Polieno, como se
vera^ (S.V.F. I 444 = 559), menciona tambien como jefe al militar profesional
Arquelao.
PERSEO DEC1TIO 239
frammenti, Turin, 1956), que hasta podrfa sospecharse que Ciceron (y Filode-
mo) confundieron el norabre de Perseo (Persatos) con el de Evemero (Eueme-
ros), contemporaneo de Perseo (siglos iv-m a. C.), autor de la Cronica sagrada
(Hiera anagraphe), a quien se suele vincular con la escuela cirenaica (por
mas que Rohde y Gomperz lo nieguen). Hay que tener en cuenta que, como
senala V on A rnim (S.V.F. I, pag. 99), el libro Sobre los dioses falta en el cata-
logo que Diogenes Laercio da de las obras de Perseo.
128 C icer 6 n encuentra inadmisible la idea de dioses mortales. «Pero
£como podemos admitir nosotros un dios que no sea sempiterno?» (Sobre la
nat. dioses I 10, 25).
242 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
chito habfa sido degollado, que los bienes y los siervos se ha-
bian perdido. Se borro entonces Zenon para Perseo, se borro
Cleantes. La naturaleza refuto as! los discursillos, porque en
realidad estos eran vacfos y debiles y no probados por los he-
chos 129.
566 D iogenes L aercio , VII 120 [S.V.F. 1450]
Les place considerar como iguales todos los pecados, se-
gun dicen Crisipo... y Perseo y Zenon 13°.
567 A ten eo , XIII 607 [S.V.F. 1451]
A1 proclamar y gritar Perseo el citiense, en sus Recuerdos
simposiacos, acerca de las cuestiones eroticas, que es adecua-
do hacer mention de ellas mientras se bebe vino. Porque, en
efecto, cuando estamos un poco ebrios, somos propensos a
ello. Y «en tal caso, quienes lo hacen con cultura y moderation
deben ser elogiados, pero quienes [lo hacen] bestial e insacia-
blemente, vituperados» 131. Y «si algunos dialecticos, partici-
pando en un banquete, discurrieran en tomo a silogismos, po-
drfa suponerse que estan haciendo algo extrano a la situation
presenter Y «un hombre enteramente honesto podrfa embria-
garse. Pero quienes desean ser absolutamente temperantes con-
servan tal actitud en la bebida hasta cierto punto; despues,
129 La divertida historia narrada por Temistio parece haber sido forjada
por la tradition antiestoica, a la cual este peripatetico-platonico se hallaba ads-
crito (como Plutarco). Cf. L. M eridier, Le philosophe Themistius devant / ’opi
nion de ses contemporains, Paris, 1906.
130 Perseo coincide aquf con Zenon y tambien con Crisipo, para el cual un
hombre que esta a un codo por debajo de la superficie (del agua) se ahoga tan-
lo como otro que esta a quinientas brazas por debajo (F. H. S andbach, op.
cit., pag. 45).
131 Esta consideracion revela a las claras el caracter aulico de la doctrina
de Perseo (cf. «Introduccion» a los discipulos de Zenon). Crisipo llega a sos-
tener que con la ebriedad se puede perder la virtud (D iog . L aercio , VII 127).
PERSEO DECITIO 243
135 Nicias de Nicea, autor de una Historia de los fildsofos que sirvio de
fuente a Socion de Alejandria (cf. Ateneo , XII 592 a), vivio probablemente en
el siglo hi a. C. (cf. P hilippson, Real-Encycl„ Suppl. VII [1940], cols. 569-570).
136 Socion de Alejandria, historiador y filologo, vivid entre los siglos in y
ii a. C. De su obra aquf mencionada por Ateneo, Sucesiones (Diadochat), ex-
trajo Diogenes Laercio muchas noticias e ideas, como la division primitiva de
la filosoffa griega en dos escuelas principales: jonica e italica.
137 Se trata de Dioscorides, disclpulo de Isdcrates (y no, evidentemente,
de Dioscorides de Chipre, discipulo de Tolomeo de Cirene y filosofo escepti-
co). Dioscorides era autor, como Perseo, de una obra titulada Constitution es
partana, en la cual trataba detalles de los banquetes publicos que constituian
una de las instituciones tfpicas de los lacedemonios (cf. S chwartz, Real-
Encycl. V 1 [1903], cols. 1128-1129).
246 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
118 Aristocles de Mesenia, filosofo peripatetico del siglo ii, fue maestro de
Alejandro de Afrodisia. Quedan algunos fragmentos citados por E usebio de
C esarea en su Preparation evangelica (cf. H. W eiland, Aristoclis Mesenii
Reliquiae, Giessen, 1925). Resulta diffcil traducir el juego de palabras de Ate
neo, referido a los lechones: segun el, Polemon los llamaba orthagoriskoi
(mamadores); Perseo, en cambio, Dioscorides y Aristocles, orthragoriskoi
(mananeros).
139 La interpretation alegorica de la mitologfa homerica, iniciada por Ze
non, fue continuada por todos los estoicos que se ocuparon del tema y, entre
ellos, por Perseo. A ella se atuvieron, en lfneas generates, los filologos de Per-
gamo.
140 Pasifonte de Eretria era discfpulo de Menedemo, el enemigo de Perseo
en la corte de Antt'gono, por lo cual I snardi Parente (op. tit., vol. I, pag. 277,
n. 23), considera que la noticia puede estar cargada de intenciones malevolas,
PERSEO DE CITIO 247
FRAGMENTOS Y APOTEGMAS
V ida y costumbres
155 Cf. D i6 g. L aercio, VII 168 (579 = S.V.F. 1 463) y nota 146.
Seneca hace notar con esto que el saber que equivale a la virtud no es
solo un saber verbal sino que se construye con la observacion y con el ejem-
plo practico.
>57 Esta afirmacion de Quintiliano, que aproxima a Socrates y los prime-
ros estoicos a los sofistas, no tiene tal vez otro objeto mas que servir de auto-
justificacion a los maestros de retorica, que cobraban altas sumas por sus lec-
ciones. Por otra parte, Suidas (s.v., 1171, pag. 126 A dler) dice que Cleantes
era amante del dinero, lo cual parece difi'cil de admitir cuando se tiene en
cuenta que se dedicaba a los mas humildes y menos lucrativos trabajos ma-
nuales (cf. aquf los frags. 579, 581 y 582).
158 La anecdota aquf referida en el Indice herculanense confirma indirec-
tamente lo dicho en la nota anterior.
CLEANTES 253
161 Parecerfa que aquf se opone la cortesfa de Zenon hacia sus predeceso-
res con la rudeza de Cleantes para con ellos.
162 Unanime es la version del Suicidio de Cleantes, aun cuando aquf Dio
genes Laercio afirma que aquel se dejo morir por habersele hinchado la encfa
y Luciano y el Indice herculanense dicen que por padecer un tumor en los la
bios.
>« Cf. nota 162.
CLEANTES 255
E scritos
Sobre la cordura.
Sobre la gratitud.
Exhortatorio.
Sobre las virtudes.
Sobre la buena indole.
Sobre Gorgipo.
Sobre la envidia.
Sobre el amor.
Sobre la libertad.
Arte amatoria.
Sobre el honor.
Sobre la gloria.
Politico.
Sobre la decision.
Sobre las leyes.
Sobre el juzgar.
Sobre la conduccidn.
Sobre el discurso (tres libros).
Sobre elfin.
Sobre lo bello.
Sobre la accion.
Sobre la ciencia.
Sobre el reino.
Sobre la amistad.
Sobre el banquete.
Sobre que la virtud es la misma en el varon y en la mujer.
Sobre que el sabio habla como los sofistas.
Sobre las necesidades usuales.
Diatribas (dos libros).
Sobre el placer.
Sobre las expresiones propias.
Sobre las expresiones ambiguas.
Sobre la dialectica.
230. — 9
258 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
O piniones
U tilidad de la l 6 gica
168 Esta lista bibliografica que Diogenes Laercio ofrece esta incompleta.
Vease la «Introduccion» a los discfpulos de Zenon de Citio.
169 Esta division de la filosoffa comporta una mera subdivision de la divi
sion del maestro Zenon. La logica se subdivide en dialectica y retorica; la eti
ca, en etica y poh'tica; la ffsica, en fi'sica y teologi'a. Pearson, siguiendo a Hir-
zel, conjetura que el fundamento de esta division cleantea de la filosoffa puede
encontrarse en Heraclito.
170 L a idea proviene directamente de Zenon (A rriano, Disertaciones de
Epicteto I 17, 10-11 = 54 = S.V.F. 1 48), el cual la toma, a su vez, de Antfstenes.
CLEANTES 259
SOBRE LA REPRESENTACION
603 S exto E mpi'rico , Contra los matematicos VII 228 [S. V.F I
484]
La representacion es, pues, segun ellos, una impresion en
el alma. Pero tambien en cuanto a esto, enseguida se separan.
Cleantes, en efecto, se referfa a una impresion con relieve ha-
cia adentro y hacia afuera, como la impresion originada en la
cera por los dedos 171.
604 S exto E mpi'rico , Contra los matematicos VII 372 [S. LA I
484]
Si la representacion es, pues, una impresion en el alma, o
es una impresion hacia afuera y hacia adentro, como piensan
los disclpulos de Cleantes, o surge por una simple alteracion...
605 S exto E mpi'rico , Contra los matematicos V III400 [5. V.F.
1484]
A1 escuchar, pues, a Cleantes que en sentido propio se debe
concebir [la impresion] hacia adentro y hacia afuera...
606 S exto E m p Ir ic o , Esbozos pirronicos 1170 [S.V.F. I 484]
Puesto que, en efecto, el alma y el organo rector son pneu-
ma o algo mas liviano que el pneuma, como dicen, nadie podra
grabar en ella una impresion hacia adentro y hacia afuera, se
gun vemos que se hace con los sellos, ni [producir] una prodi-
giosa alteracion 172.
alma, que es el espfritu o algo mas liviano que el espi'ritu. Pero la conception
materialista de Zenon llevaba naturalmente a tal explication. Acerca de la te-
sis de Zeller se debe concluir probablemente que Cleantes, en esta como en
otras cuestiones, no hacfa otra cosa que apropiarse las doctrinas del maestro, y
aclararlas, cuando era preciso, con palabras propias».
o t El segundo grado corresponde al estudio filologico, que comprende la
etimologfa (finxerit verbum), la sintaxis (conflnxerit) y la morfologfa (declina-
rit). El primer grado o grado supremo (summum gradum) corresponde al ha-
llazgo cienti'fico (y no puramente conjetural) de la relacion entre cada palabra
y el objeto al cual esta designa.
174 Cleantes reconoce a la filosoft'a la capacidad de hablar sobre las cosas
divinas y humanas, conforme a la clasica definicion estoica que nos transmi-
ten P seudo-P lutarco (Sobre las opin.fdos. I, prol., n. 2), A ecio (Opiniones I,
prooem. 2) y S exto E mpi'rico (Contra los matem. IX 13). Sin embargo, consi-
CLEANTES 261
dera que la poesfa y la musica son mas aptas para transmitir directamente la
majestad y grandeza de las cosas divinas, ofreciendonos una vision mas ade-
cuada y proxima a nuestras almas que la desnuda prosa filosofica. Esta apre-
ciacion explica la razon de ser y el origen del famoso Himno a Zeus de Clean
tes (E stob., Egl. 1,12, pag. 53, 3 = 679 = 's.V.F. I 537).
175 La comparacion de Cleantes es ingeniosa: asi' como nuestro aliento re-
suena mas alto y claro al pasar por la rigidez mecanica del tubo de la trompe
ta, asi' nuestras ideas-percepciones se toman mas m'tidas al pasar por la rigidez
fonetica del verso.
176 Arquedemo de Tarso continua la teorfa logica de los significados de
Crisipo.
177 El «discurso dominador» (ho kyrieudn logos) es, como dice F esta (op.
cit., vol. II, pag. 103) «la proposicion que prevalece en la conclusion o que no
se afirma sin aniquilar la proposicion contraria».
262 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
SOBRE LA RETdRICA
F u ndam entos
191 La noticia de Cleantes suena un tanto extrana, ya que -com o dice Is-
nardi Parente (op. cit., vol. I, pag. 235, n. 61)- el universo estoico no tiene
una estructura corpuscular como el de los academicos.
192 Cleantes acentua el heliocentrismo estoico y llega a considerar al sol
como «el principio dominante* o hegemonikon del Universo, teniendo en
cuenta que este es un gran animal y que, en cuanto tal, debe tener un centro de
todas las facultades am'micas (como en el hombre lo es el corazon).
193 Este fragmento y el que le sigue, de Diogenes Laercio, dicen lo mismo
que el anterior, de modo mas simple y directo.
194 Ciceron reconoce aqui la importancia de Cleantes dentro de la escuela
268 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
estoica (qui quasi maiorum est gentium Stoicus) y le atribuye tambien la opi
nion de que el sol todo lo domina y de todo se posesiona, con lo cual quiere
decir que es el hegemonikon del Cosmos.
195 Von Amim recuerda que en la lista de Diogenes Laercio figura un li-
bro de Cleantes Contra Aristarco. El hecho de que Cleantes exalte la impor-
tancia de! sol y lo considere como hegemonikon del Universo no significa -se-
gun podrfa esp erarse- que defienda el heliocentrism o, com o lo hace
precisamente Aristarco de Samos.
La misma definition es atribuida por A ecio (Opin. I I 20, 15) a Heracli-
to (cf. H. C herniss, Aristotle’s Criticism o f Presocratic Philosophy, Baltimore,
1930, pdg. 133).
197 Cf. O limp. Meteor. 136, 6; A lex ., Meteor. 72, 31; D iog. Laercio, IX
8-9, 11.
198 Aqui, como anota F esta (op. cit., vol.'ll, pag. 125), solstitiali, brumali
orbe no son ablativos de lugar sino de comparacion con longius. En ambos ca-
sos el sol se retira y no va mas alia.
CLEANTES 269
al sol en la armonia de las esferas -dice I snardi Parente (op. cit., vol. I, pag.
237, n. 6 5 )- nos remiten a los pitagdricos, cuya influencia por lo demas era
sensible en los astronomos helenfsticos*.
270 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
La que tahe
Apolo, de Zeus bella imagen, todo principio con el fin
conjugando: tiene la luz del sol como brillante plectro 201.
634 C ornuto, 32 [S.V.F. 1 503]
Aquel [el Sol-Apolo] es presentado como musico y citare-
do, al pulsar con armoma todas las partes del cosmos y al tor-
narlo bien entornado en todas [sus] partes, sin descuidar ningu-
no de los entes del mismo incluidos, y al conservar la simetrfa
recfproca de los tiempos con sumo empeno, como en los rit-
mos, y las voces de los animales, asi como tambien en los so-
nidos de los otros cuerpos, que al ser adecuadamente secados
por el aire [mismo], son genialmente armonizados con el que
genera los sonidos 202.
635 C iceron, Sob re la naturaleza de los dioses I I 40 [5. V.F. I
504]
Y que los [astros] son en verdad enteramente de fuego
Cleantes piensa que se demuestra por el testimonio de dos senti-
dos, del tacto y de la vista. Porque la luz del sol es mas brillante
que la de cualquier fuego, dado que resplandece a lo largo y an-
cho en un inmenso mundo, y asimismo su contacto es tal que no
solo calienta sino tambien con frecuencia quema203. Ninguna de
ambas cosas harla si no fuera de fuego. «Por consiguiente
-dice-, puesto que el sol es de fuego y se alimenta con las exha-
201 Escitino de Teo, poeta fildsofo del siglo iv a. C., versified los fragmen-
tos de H erAclito (D iels P.P.F., pag. 169). La influencia pitagorica no excluye,
contra lo que cree Isnardi Parente, un reflejo de ideas heraclfteas, sobre todo
si se tiene en cuenta la referencia a la union del principio con el fin (cf. 22 B
103) y la alusion al sefior cuyo oraculo esta en Delfos, que ni manifiesta ni
oculta sino que indica o sugiere (cf. 22 B 93).
2«2 Cf. P ersio, Sat. V 63.
203 H erAclito afirmaba ya que el sol es un fuego mas brillante y calido
(Dioo. L aercio, IX 10 = 22 A 1).
CLEANTES 271
207 Cleantes sigue en esto a Heraclito, quien opina que la luna es un reci-
piente lteno de fuego (O limp., Meteor. 149). Cf. Z eller-M ondolfo, Lafiloso-
fia dei greet, Florencia, 1961,1-IV, pag. 204.
208 En el Pseudo-Galeno no aparece la palabra pantos (todos) que encontra-
mos en el anterior pasaje de Aecio. Probablemente se trata de un descuido de
este al explicar la astronomfa de Cleantes. En efecto, segtin sabemos por D ioge
nes L aercio, VII 144, los estoicos distingulan entre estrellas fijas, que siguen el
movimiento general del cielo, y planetas, que tienen movimientos propios.
209 Cleantes habla del fuego conico (A ec ., Opin. I 14, 5 = 622 = S.V.F. I
498) y con esto se relaciona sin duda su afirmacion de que los astros son coni
cos. Pearson cree ver aqul una influencia pitagorica (E stobeo, Egl. I 15, 6 a,
pag. 146, 14). Mas probable parece vincular tambien aqul a Cleantes con H e-
rAclito , que atribuye a los astros forma de artesa o de nave (22 A 12).
CLEANTES 273
una de las partes... Tal vez la piel de leon y la maza, que le co-
rresponden segun la antigua teologia, han de ser asi interpreta-
das... una y otra son quiza sfmbolo de la fuerza y de la noble-
za. El leon es, en efecto, el mas vigoroso de los animales
salvajes; la maza, la mas potente de las armas. Y quiza el dios
es representado tambien como arquero por su capacidad de en-
trar en todas partes y por tener, gracias a la tension, la de arro-
jar flechas... Y no resulta improcedente atribuir al dios las
doce hazanas como hizo tambien Cleantes 217.
Esbozos pirronicos III 218. Cf. C lem ., Protr. V 66, 3, I 50 Stahlin; T aciano,
Discurso a los griegos 3).
219 C iceron (Sobre la nat. dioses II 160) atribuye esta pintoresca opinion
a Crisipo.
22H El papel que Cleantes atribuye aqut a la education coincide con el que
le da D emocrito cuando dice, por ejemplo: «Mas hombres llegan a ser buenos
por el aprendizaje que por la naturaleza» (68 B 242) (cf. 68 B 33, 68 B 182).
221 Cleantes parece haber intuido, de un modo generico, las leyes biologi-
cas de la herencia, cuya formulacion cientffica y experimental debe atribuirse
a un monje de Brno, Mendel, a mediados del siglo xix. Tertuliano muestra un
especial interes en estas ideas de Cleantes, porque apoyan su teorfa traducio-
nista del pecado original.
278 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
222 Cleantes sostiene el caracter corporal del alma para salvar las dificulta-
des que implica el dualismo antropologico: ^como explicar, en efecto, la inter-
accion de dos sustancias enteramente heterogeneas?
223 En N em esio encontramos mas desarrollados los argumentos que
Cleantes utiliza para demostrar su monismo antropologico (el cual es, en ulti
ma instancia, una aplicacion al microcosmos del fundamental monismo de la
fi'sica estoica y de su conception del Universo como un gran animal).
CLEANTES 279
SOBRE EL DEST1NO
Con el diriges la Razon comun 260, que a traves de todas las co-
[sas
discurre, uniendose a las grandes y pequenas luminarias 261.
Con el llegaste a dominar, como excelso rey, todas las co-
[sas 262,
y sin ti, oh genio 263, ninguna sobre la tierra se realiza,
ni en la divina esfera del eter ni en el mar,
salvo las que los malos con sus propias demencias perpe-
[tran 264265.
Mas tu sabes tambien moderar lo excesivo,
y ordenar lo desordenado, y las cosas no gratas son gratas para
[ti 265.
Todas las has armonizado asi en una sola: las huenas y las malas,
de tal modo que de todas hay una unica Razon, siempre exis-
[tente 266,
260 La expresion «Razon comun» (koinon logon) evoca, una vez mas, el
texto de H eraclito, donde este dice que es necesario seguir a lo comun por-
que la razon es comun (22 A 16; 22 B 2).
261 A1 parecer, se refiere al sol y a las estrellas, pero para que asi sea, es
preciso cambiar el megdlois (grandes) por megaloi (grande), segun lo hace
Diels.
262 Pearson considera este verso como espurio, pero si se admite la co
rrection de Amim (ho sy tosos), no es necesario suponer aquf una laguna que
vuelve problematico, como dice Isnardi Parente, el significado del verso.
263 Cleantes aplica aqu( a Zeus el nombre de daimon, que significa «ge-
nio» o «demonio» y tambien quiere decir «dios» o «diosa», como se ve ya en
H omero (II. I 222; III 420, etc.) y en E mpedocles, que lo aplica luego a la fuer-
za bipolar, Amistad y Odio (31 B 59, 1). De un modo especial designa «el po-
der de Dios» (II. XI 792, XVII 98).
264 El pecado y el vicio representan la ignorancia de la ley natural, que
rige la vida del hombre y del Cosmos.
265 El optimismo estoico tiene su fundamento en el pantelsmo, segun el
cual todo mal y todo desorden en las partes significan bien y orden en el Todo.
266 A esta «Razon (unica) siempre existente» se refiere igualmente H era
clito al comienzo de su libro (22 B 1), segun testimonia S exto E mp Irico
(Contra los matem. VII 132).
CLEANTES 291
267 Cleantes menciona aquf a aquellos que, segun H eraclito (22 B 1), son
incapaces de comprender esta Raz6n eterna (logos), tanto antes de ofrla como
despues de que la han otdo.
268 Para Cleantes, como para los estoicos en general, la felicidad se identi-
ftca con el «vivir de acuerdo con la naturaleza* (homologoumends tei physei
dsen), lo cual equivale a «vivir de acuerdo con la raz6n».
269 La palabra rmm (insensatos) responde a una contraccion de las locu-
ciones heraclfteas syn noi y aneu nou (cf. 22 B 114).
270 La 6tica estoica considera como extraflos al verdadero bien (que es
solo la virtud) tanto la fama, como el dinero, como los placeres de. los senti-
dos: solo la virtud es causa de la felicidad (S andbach, op. tit., pag, 29).
271 Esta expresion, argikeraunos, «senor del rayo», se encuentra como
epiteto de Zeus ya en H omero Ul. XIX 121), y tambien en los fragmentos de
P seudo O rfeo (21 a 168), asi como en PIndaro (Olirnp. 8, 3).
272 Tambien aqux la fuente, como senala Pearson, es H eraclito (22 B 4).
292 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
680 E pifanio , Contra las herejias III 2, 9 (III 37) DDG, pag.
592, 30 [5. EE 1538]
Cleantes sostiene que los placeres son lo bueno y lo bello,
y llama «hombre» al alma sola. Afirmaba que los dioses son
esquemas mlsticos y denominaciones sacras; explicaba que el
sol es el sacerdote que lleva la antorcha y que el universo
[constituye] un misterio, y llamaba «iniciadores» a los imbui-
dos por las cosas divinas 273274
681 F ilodem o , Sobre la piedad 13 DDG, pag. 547 b [S. V.F. I
539]
En el [libro] segundo [Sobre los dioses, Crisipo] intenta,
como Cleantes, hacer compatibles con sus propias opiniones lo
que se refiere de Orfeo y Museo y lo que se encuentra en Ho-
mero, Heslodo, Euripides y los demas poetas 275.
273 La ley universal, que es la Razdn y es Dios, esta por encima no s<51o de
los hombres sino tambien de los dioses que, igual que los hombres, deben ren-
dirle homenaje.
274 San Epifanio expone aquf el metodo de interpretation alegorica o an-
tropologica de la mitologi'a, que es propio de Cleantes y los estoicos en gene
ral.
275 El modo de hacer compatibles sus opiniones teologicas con las de los
poetas-mitografos es, para Cleantes y Crisipo, el que indicamos en la nota an
terior.
CLEANTES 293
276 Segtin esta etimologfa un tanto pueril, Apolo vendria de apb dllon
(«desde otros»).
277 El apelativo «Licio» (aplicado a Apolo) viene de lykos, que significa
«lobo».
278 Loxias se atribuye tradicionalmente a Apolo y, como dice I snardi Pa-
rente (op. cit., vol. I, pag. 251), «se relaciona con el caracter tortuoso (= obli
cuo) y complejo de las respuestas delficas», ya que «aqui se trata de dar (del
nombre) una explicacion de caracter astronomico». A Enopides de Qufos se
atribuye el descubrimiento o, mejor, la divulgacion de la oblicuidad de la
ecllptica, aceptada luego por los pitagoricos (Z eller-M ondolfo, La filosofia
dei greci, vols. I-II, 1950, pag. 531, n. 2).
294 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
691 P lutarco , Sob re Isis y Osiris 66, 377 d [5. V.F I 547]
En cierto lugar dice Cleantes que Proserpina es el viento
que a traves de los frutos se mueve y los arruina 282.
ford, 1952, pag. 208). El verbo dianyso o dianyto o dianyo, que significa «con-
cluir» o «llevar a cabo», aparece ya en H esIodo (Trabajos y dias 635) con el
sentido de «concluir un viaje o recorrido (por mar)».
282 La etimologi'a del nombre griego de Proserpina, que es Persefone, puede
relacionarse con el contenido de este pasaje de Plutarco, en el cual se habla de
«mover» o «Uevar» (pheromai, phoneuomai, phoneunmenon). De Persefone ha-
blan no solo H omero, en la Iliada y la Odisea, sino tambien H esIodo en su Teo-
goma 913 y, ya entre los llricos, S imonides (I 24 B) y PIndaro (OUmp. 14, 21).
283 Filon atribuye la idea aquf expresada tanto a Crisipo como a Cleantes.
Dice que el numero de los planetas aprovecha al universo probablemente por
que considera que este es el numero 7, el cual para los pitagoricos corresponde
a Palas Atenea, diosa de la sabidurfa, salida de la cabeza de Zeus (P lutarco, ap.
E stobeo, Egl. I 20), y corresponde tambien al kairds «de acuerdo con toda una
serie de observaciones de hechos, en la cual el ano o el mes o el dfa critico es el
7» (Z eller-M ondolfo, La fdosofia dei greci, vol. II, pag. 672). Debe recordarse
que el 7 era, para los pitagoricos, el numerus perfectionis (cf. W. H. R oscher,
Die Sieben und Neun Zahl im Kultus und Mythus der Griechen, 1904).
296 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
3. FRAGMENTOS MORALES
289 En su obra Sobre el placer, que C iceron interpreta como dirigida «con-
tra el placer» ( libros quos scripsit contra voluptatem, cf. Sobre la nat. dioses I
37) repite Cleantes la definition de Zenon, pero no sin atribuir a la palabra
«naturaleza» un sentido diverso: para Zenon se trata de la «naturaleza» del
hombre y para Cleantes de la «naturaleza» del Todo.
290 Clemente recuerda que, para Cleantes (como para Zenon y los otros
estoicos, por lo demas), vivir de acuerdo con la naturaleza es vivir de acuerdo
r con la razon.
291 Cleantes se muestra particularmente afecto a la alegorfa. Aqut personi-
fica y caracteriza como personajes teatrales al Placer y a las Virtudes e imagina
un dialogo entre ellas, tal como podrfa darse en un «misterio» medieval o en un
auto sacramental espanol (cf. G aleno, Sobre las optn. de Hipocr. y Plat. V 6).
CLEANTES 299
292 San Agustin no nombra a Cleantes, pero .se refiere sin duda a su alego-
ria del Placer y las Virtudes y subraya la posicion antihedonista de este (ya se
dirija contra Epicuro, ya contra Dionisio de Heraclea).
300 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
293 El «libre curso de la vida» (euroia b(ou) quiere decir, para Cleantes
y su discfpulo Crisipo, como antes para Zenon (S ext. E mp., Contra Et. 30), y
mas tarde para M arco A urelio (II 5; V 9; X 6), el desarrollo natural de la vida
o el pasar la vida de acuerdo con la naturaleza y con la razon (sin los acciden-
tes del vicio y los altibajos de la pasion). La palabra euroia es utilizada por
P laton para designar el libre curso de las aguas (Ley. 119 C) y por A ristOte -
les para referirse al libre pasaje de la sangre por las venas (Sobre el suefio y la
vigilia 457 a 26), pero tambien es usada por el mismo P laton para nombrar un
prospero acontecer (Ley. 784 B) y por P olibio (II 44, 2) para hablar del feliz
desarrollo de los asuntos.
294 Aun cuando parece haber una contradiccion entre Cleantes y su maes
tro Zenon, esta solo es aparente, ya que, como bien sefiala Crisipo, el hombre
no puede vivir conforme a su propia naturaleza sin vivir tambien de acuerdo
con la naturaleza del Todo. Pero aqui Diogenes Laercio aclara que para Crisi
po la naturaleza de acuerdo con la cual se debe vivir es la particular (del hom
bre) y la universal (del Universo), mientras Cleantes se limita a postular el
acuerdo con la universal, negando que se deba atender tambien a la particular.
Es muy probable, sin embargo, que Cleantes no negara nada sino que se limi-
tara a mencionar el acuerdo con el Todo.
CLEANTES 301
297 Sdcrates, seguido por Cleantes y todos los estoicos, sostiene la identi-
dad entre la virtud y felicidad y abomina de quienes (como Calicles en el Gor-
gias de P laton) ubican la felicidad en lo provechoso y lo placentero (aunque
sea contrario a la virtud). En la historia de la etica occidental, el primero que
separa totalmente el bien moral de la felicidad es Kant, cuya filosoffa moral,
sin embargo, se acerca mas a la estoica que a ninguna de las otras que se die-
ron en la Antigiiedad.
298 Ciceron hace notar acertadamente la filiation socratica de la moral es
toica (la cual se da, sin embargo, por la intermediacidn de los cfnicos).
299 Cf. P laton, Gorgias 481 B, 5Q6 C.
CLEANTES 303
S obre la virtud
303 Cf. D ion C risost., Discursos VIII 103. Vease tambien lo que dice el
Apocalipsis 4: «[La Prostituta] llevaba una copa de oro, llena de abominacion
y tambien las impurezas de su prostitucion», y poco mas adelante (Apocal. 5,
2): «Babilonia, la madre de las prostitutas y de las abominaciones de la tie-
rra... Las siete cabezas son siete colinas sobre las que se asienta la mujer...
Las aguas donde esta sentada la Prostituta son pueblos».
304 Este segundo paragrafo es introducido, segun F esta (op. cit., vol. II,
pag. 123), por Plutarco, con estas palabras: «aiiade con sus propias palabras».
CLEANTES 305
En cambio, el primer paragrafo no parece cita textual sino resumen del sentido
del texto, precedido por las palabras: «Cleantes, despues de decir en sus Co-
mentarios fisicos que...».
305 La notion de tonos es aplicada paralelamente al cuerpo (en los nervios)
y al alma (en el juicio y la action).
306 Motivo comiin tambien en la escuela epicurea, anota I snardi Parente
(op. cit., vol. I, pag. 256, n. 110), la cual da como referencia los siguientes pa-
sajes del fundador del Jardin: Epi'st. a Menec. 133 y frag. 602 U sener.
307 La raz6n de esta igualdad se funda en el hecho de que tanto los hom
bres como los dioses son seres racionales y pueden, por ello, vivir de acuerdo
con la naturaleza y con la razon.
308 Segun P lutarco (Sobre las contr. est. 1034 d), Cleantes acepta las
306 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
cuatro virtudes de Zenon, pero tal vez las subdivide (como hace con las partes
de la filosofia).
309 Virtud y vicio son, para Cleantes, terminos contradictories y no con-
trarios. Cierto es que entre la virtud y el vicio, esto es, entre el bien y el mal,
ponen los estoicos una amplia gama de objetos neutros o indiferentes (adia-
phora ), que no son buenos ni malos, e inclusive distinguen entre ellos los pre-
feribles y los no preferibles. Pero lo que Cleantes quiere decir es que todo
hombre tiene la posibilidad de conquistar la virtud y que necesariamente llega
a la meta (y es virtuoso) o no llega (y es vicioso).
310 La ensenabilidad de la virtud es una consecuencia del intelectualismo
moral, que la identiftca con la ciencia. La idea tiene un obvio origen socratico.
Es recogida primero por los socraticos menores, como los crnicos, y de estos
pasa, sin duda, a estoicos como Cleantes, Crisipo y Posidonio (cf. R. S imete-
rre, La theorie socratique de la vertu-science selon les «Memorables» de Xe
nophon, Paris, 1938).
311 Cleantes piensa, Como la mayorfa de los estoicos, que la virtud, una
vez adquirida, no se puede perder, por la sencilla razon de que ella se ha con-
sustanciado con el ser mismo del sabio. Crisipo, en cambio, tiene en cuenta no
CLEANTES 307
tanto la sustancia del alma como sus actos y manifestaciones y por eso consi-
dera que al alienarse esta en la locura y la ebriedad puede dejar escapar la vir
tud adquirida.
312 Cf. nota 311. La figura del sabio impecable e inconmovible en la vir
tud evoca la figura del iluminado viviente del budismo mahayana, que des
pues de la iluminacion puede y debe obrar en el mundo.
313 Cf. P osidonio, frag. 166 E ddelstein-K idd (cf. S andbach, op. cit., pag.
65).
314 P osidonio, frag. 32 E delstein-K idd .
308 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
315 A esta opinion se opone unicamente Platon, quien pone la parte direc-
tiva en el cerebro.
316 Cleantes, no se trata de dominar el deseo perverso con la volun-
tad, sino de aniquilarlo con la razdn.
317 El placer es contrario a la naturaleza en cuanto conduce al vicio y al
pecado; no tiene valor alguno para la verdadera vida, que es la de la razon, y
solo puede ser tenido como un omato contranatural.
CLEANTES 309
SOBRE LA CONSOLACION
321 Este pasaje pertenece probablemente, como dice Isnardi Parente, si-
guiendo a F esta (op. cit., vol. II, pags. 163 y sigs.), al escrito de Cleantes Perl
charitos.
322 La idea es una de las tesis centrales del De beneficiis del propio Se
neca.
323 Es claro, por razones cronologicas, que Cleantes no pudo haber envia-
do a buscar a Platon (que ya habla muerto). Se trata, evidentemente, de un
mero ejemplo literario.
CLEANTES 311
SOBRE LA CIUDAD
330 No parece que entre los griegos la homosexualidad haya sido justifica-
da solo por los primeros estoicos. No cabe duda de que, en uno u otro sentido,
fue admitida ya por Platon. Diogenes Laercio la considera usual entre los pre-
socraticos (como Parmenides).
331 Estobeo atribuye estos versos a Cleantes, que, por lo que sabemos,
gustaba expresarse poeticamente. La especial maldad de la calumnia consiste
en su caracter de mentira oculta y no sujeta a desmentido o refutacion.
332 Esta valoracion positiva de la ciudad y del Estado parece contradecir
el juicio negativo de Zenon, cuya utopia anarquista no podia dejar de ver alii
314 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
336 F esta supone (op. cit., vol. II, pag. 182) que con este tftulo, que no se
vuelve a encontrar en otros autores estoicos, Esfero quiso distinguir netamente
su teorfa fi'sica de la de Democrito y Epicuro, por lo cual evito el termino
«atomo» en cuanto este era considerado como elemento por los adversarios.
El debe haber sostenido que la parte mas pequena que se puede pensar de la
materia no es un elemento sino un agregado, que puede ser disuelto, en defini-
tiva, por el fuego cosmico.
337 La obra de Esfero estaba, sin duda, dirigida contra la teorfa ffsica de
los atomos y la teorfa psicologica de los eidola, sostenidas por los epicureos.
338 El tftulo Sobre Heraclito, que ya habfa sido utilizado (con leves va-
riantes) por Cleantes y otros estoicos, demuestra la permanente influencia del
efesio en el pensamiento de la Escuela.
339 El hecho de que Esfero haya dedicado un escrito a los filosofos de
Eretria prueba tambien que la influencia de estos no se ejercio solo sobre el
fundador, Zenon, sino tambien sobre todos los continuadores suyos de la anti-
gua Stoa.
340 Festa supone, sin mucho fundamento, que se trata de una obra moral,
cuando mas bien parece de logica o de filosoffa del lenguaje.
ESFERO • 317
Anti'gono le pide que vaya a su corte; Zenon se niega, pero le envi'a a Perseo y
Filonides de Tebas (Dido. L aercio, V II4).
342 Cf. E. N. T igerstdedt, The Legend o f Sparta in Classical Antiquity,
Estocolmo, 1965, vol. II, pags. 69-71.
318 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
345 La sentencia estoica segun la cual «solo el sabio es rey», era malicio-
samente aplicada por este desconocido personaje, Mnesistrato, al caso de To
lomeo. Pero Esfero destruye la acusacion con un cumplido al rey. Su respues-
ta no puede entenderse sino asi: «Tolomeo tiene tales cualidades que se le
puede llamar sabio y, por tanto, tambien rey», comenta F esta (op. cit., vol. II,
pag. 181).
346 Esto supone la teoria empedoclea de la vision (31 B 100).
320 LOS ESTOICOS ANT1GUOS
347 «Estas definiciones -dice Festa (op. c it, vol. II, pag. 184)- se encon-
traban probablemente en la obra Peri horon y no tienen valor para el problema
moral, sino para el arte de definir».
348 Sobre Licurgo como legislador, cf. P lutarco, Vida de Licurgo.
349 No se sabe bien -com o dice Festa- por que Holbein quiere atribuir
este fragmento a Perseo.
ESFERO - 321
757 D io c l e s d e M a g n e s i a , e n D io g e n e s L a e r c io , VII 54
230. — 11
fNDICE DE FUENTES
A ristocles , Sobre la filo so fia 36: 310; I 37: 312, 373; I 38:
VII, en E usebio, Preparation 319, 335; I 39: 140, 210, 274;
evangelica XV, 816 d: 154. I 40: 67, 78; 141: 77, 79, 82,
A rnobio , Contra los gentiles II 89; I 42: 59, 94. Academicos
9: 171. primeros II 18: 72; II 22: 107;
A rriano, Disertaciones de Epic- II 66: 58; II 71: 545; II 73:
teto I 17, 10-11: 54, 602; I 20, 599; II 77: 73; II 113: 61; II
14: 296; II 19, 1-4: 611; III 123: 454; II 126: 244, 626; II
21, 19: 24; IV 8, 12: 57. 129: 521; II 130: 462; II 131:
Ateneo, IV 140 b: 571; IV 140 e: 295; II 144: 87. Disputaciones
570; IV 141 c: 756; IV 158 b: tusculanas I 19: 212; II 29:
349; IV 162 e: 568; VI 233 b- 299; II 60: 544; III 18: 546;
c: 383; VI 251 b: 440; VII III 74, 75: 342; III 76: 732; III
281: 541; t i l 281 c: 439; VII 77: 733; IV 47: 329; IV 53:
281 d: 516; VII 354 e: 750; IX 754; V 27: 300, 463; V 34:
370 c: 28; X 437 e: 539; XIII 33; V 85: 466; VII 110: 328.
561 c: 412; XIII 563 e: 392; En defense de Murena 61: 60,
XIII 565 d: 386; XIII 603 d: 346, 353, 354, 361, 365. Epi's-
16; XIII 607: 567. tolas a los familiares IX 22, 1:
A ulo G elio, Noches aticas II 18, 118. Hortensio, frag. 45 Grilli:
8: 550; IX 5, 5: 314. 475. Sobre el destino 7, 14:
612. Sobre el orador III 62:
B ion, en D iogenes L aercio , IV 523; XXXII 313: 114. Sobre
46-47: 575. el supremo bien y el supremo
mal II 17: 113; II 35: 464; II
C alcidio , Com entario al «Ti- 43: 468; I I 52: 313; II 69: 701;
m eo» de P laton 144: 697; III 5: 31; III 9, 31: 524; III 15:
220: 218; 290: 133; 292: 138; 32; III 15, 50: 471; III' 18:
294: 137. 108; III 21: 289; III 58: 372;
C asio el E sceptico, en D iogenes III 75: 355; IV 3: 8; IV 4:51;
L aercio, VII 32: 364; en D io IV 7: 116, 616; IV 9: 53; IV
genes L aercio , VII 33: 419. 12: 211; IV 40: 520; IV 43:
C ensorino, Sobre el natalicio IV 477, 522; IV 45: 318; IV 47:
10: 194; XVII 2: 209. 306, 469; IV 48: 308; IV 56:
C iceron, Academicos posteriores 374; IV 60: 307; IV 79: 476;
I 7: 305; I 34: 7; I 35: 304; I IV 146: 288; V 23: 465, 470,
i' ndice de fuentes 325
526; V 36: 525; V 37: 527; V 715 Pott.: 708, 713; VII 6, 33,
73: 472; V 79: 303; V 84: pSg, 849 Pott.: 651; VIII 9,
352; V 94: 543. Sobre la adi- 26, pag. 930 Pott.: 610. Pro-
vinacion I 6: 279, 696; II 119: treptico, pag. 58 Pott.: 252;
206. Sobre la naturaleza de VI 72, pag. 61 Pott.: 707.
los dioses I 36: 241, 257, 259, C ornuto, 17: 164; 26: 695; 31:
267, 269; I 37: 486, 670;il 38: 649; 32: 634, 686, 688.
564; 170: 81; II 13-15: 667; II C risipo, en N emesio, Sobre la na
21: 177; II 22: 178, 180, 181; turaleza del hombre 2, 33:,217;
II 24: 648; II 40: 635; II 57: en S exto E mpIrico, Contra los
273; II 58: 278; II 63: 268; II matematicos VII 373: 83.
148: 109; III 16: 668; III 27:
275; III 37: 629; III 77: 387, D iocles de M agnesia, en D ioge
446. Sobre las leyes I 25: 720; nes L aercio, V II5 4 :151..
133: 711; I 38: 473; I 55:474. D iogenes L aercio, I 13-15: 41; II
Sobre los deberes I 6: 467, 61; 573; II 79: 447; II 120:40;
528; I 128: 119; I 136: 330; III II 143: 576; IV 33: 441; IV
11: 710. En D iomedes Grama- 40: 443; IV 46-47: 575: V 92:
tico, I I 421 K: 106. 535; VI 15; 44; VI 91: 426;
C lemente de A lejandria, El pe- VI 103: 453; VI 105: 39; VII
dagogo III 11, 74, pag. 296 1: 569; VII 1-6: VII 4: 47; 1;
Pott.: 391. Strom ata I, pag. VII 6: 551; VII 10: 2; VII 15:
376 Pott.: 484; I, pag. 486 136; VII 18: 123, 438; VII 22:
Pott., II 29, pag. 195 Sylb.: 390; VII 23: 98; VII 25: 370;
478; I, pag. 487 Pott., II, pag. VII 25-26: 378; VII 28: 574;
179 Sylb.: 460; II 20, 125, VII 29: 13; VII 32: 29, 364,
pag. 494 Pott., pag. 178 Sylb.: 406; VII 33: 356, 404, 419,
385; II 21: 294; II 21, 129, 420, 422; VII 36: 42,547; VII
p ag, 497 Pott.: 700; II 22, 39: 50; VII 40: 52; VII 41:
133, pag. 499 Pott.: 709; II, 601; VII 47: 93; VII 48: 432;
pag. 497 Pott,: 529; V 3. 17. VII 54: 757; VII 55: 111; VII
pag. 655 Pott.: 712; V 8, pag. 84: 285; VII 87: 286, 699; VII
674 Pott.: 632; V 9, pag. 680 88: 262; VII 89: 705; VII 91:
Pott.: 48; V 12, 76, pag. 691 723; VII 92: 514, 721; VII
Pott.: 413; V 14, 95, pag. 703 107-108: 369; VII 110: 327,
Pott,: 357; V 14, 110, pag. 340; VII 120: 359, 566; VII
326 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
121: 66, 423; VII 127: 302, 228; III 2, 9 (III 36) pag. 592
724; VII 128: 725; VII 129: Diels: 284; III 2, 9 (III 37)
393; VII 131: 421; VII 134: DDG, pag. 592, 30: 680; III 2,
128, 617; VII 135-136: 160; 26: 229; III 36 DDG, pdg.
VII 137: 167; VII 139: 625; 592: 258, 398, 416; III 38
VII 140: 150, 512; VII 142: DDG, pag. 592, 34: 562.
161; VII 143: 152; VII 145 Escolios a Dionisio Tracio, en
ss.: 187; VII 148: 264; VII Anecd., ed. Bekker, pag. 649,
149: 280, 281; VII 153-154: 31: 104; pag. 663, 16: 99; pag.
185; VII 156: 277; VII 157: 721, 25: 104.
213, 660; VII 158: 203, 747; Escolios a Lucano II 9: 263.
VII 159: 752; VII 160: 433, Escolios al «Alcib(ades mayor»
450; VII 161: 321; VII 162: 121 E: 233.
444, 445, 577; VII 165: 517, Escolios al «Ant(doto» de Nican-
519; VII 166: 532; VII 168: dro 447, pag. 36, 12 Keil:
579; VII 173: 325; VII 174: 662.
600; VII 176: 591; VII 177: Escolios, a la «Il(ada» de Home-
746, 751; VII 182: 437; VIII ro III 64: 689.
61: 86. Escolios a la «Odisea» de Ho-
D iomedes G ramatico, II 421 K: mero I 52: 693.
106. Escolios a la «Teogoma» de He-
D ion C r iso st o m o , D iscu rso s siodo 117: 166; 134, en Graec.
XLVII 2, vol. II, pag. 81, 2 Poet. Min., ed. Gaisf., II 482:
Von Arnim: 22; LIII 4, vol. 156; 139 en G raec. P oet.
Ill, pag. 101 Von Arnim: 572. Min., ed. Gaisf., II 484: 186.
D ion de P rusa, LIII 4: 428. Escolios a las «Argonauticas»
D ionisio de H alicarnaso, Sobre de Apolonio de Rodas I 498:
la d iccion de D em dsten es, 165.
frag. 537 Huber: 117. Escolios a «Las nubes» de Aris-
tofanes 317: 102.
E liano , H istorias diversas III Escolios BL a Homero XVI 233:
17: 552; III 33: 435; IX 33: 677.
12. E stobeo , Eglogas I 1, 12, pag.
E picteto, Manual 53: 665. 25, 3 W: 679; I 8, 40, pdg.
E pifanio, Contra las hereji'as I 5 104, 7 W: 145; I 11, 5 a, pag.
DDG, pag. 588: 135; III 2, 9: 132, 26 W: 134; I 17, 3, pag.
fNDICE DE FUENTES 327
S implicio, Sobre las «Categorias» 74, pag. 89, 7 Ra.: 415; IV 12:
de Aristoteles 80 a 4: 146. 132; IV 14: 149; IV 20, pag.
S iriano, Comentario a la «Meta- 105, 15 Ra.: 643; V 25: 199;
flsica » de A ristoteles 892 b V 27: 220; V 27, pag. 130, 2
14-23 (Aristot. Berol., vol. V): Ra.: 658; V I 14, pag. 153 Ra.:
618. 283.
Suidas, s.v. (78), pag. 507 Adler: T eofilo, A Autolico III 5, 119 c:
38; .s.v. «Hermagoras»: 578; 399, 741.
s.v. «Persaios»: 548. T ertuliano, Apologetico 21: 255,
674. Contra Hermogenes 44:
T aciano , D iscurso contra los 2 4 6 . Contra M arcion I 13:
griegos 3, pag. 143 C: 251; 5: 242. Discurso a las naciones
173. II 2: 276; II 4: 245. Sobre el
T emistio, Discursos II 27 c: 718; alma 5: 2 1 5 , 6 5 3 ; 14: 2 2 6 ,
VIII 108 c Hard.: 379; XIII 513; 25: 655. Sobre la pres
171 d Hard.: 380; XXI 255 cription de las hereji'as 7: 247.
Hard.: 434; XX III 295 d T imon de F l iu n te , Silloi, frag.
Hard.: 3; XXXII 358 Hard.: VIII W: 15; XX W: 14.
565. Parafrasis a la «Fisica»
de Aristoteles 40 b Speng. II V alerio P robo , Com entario a
284, 10: 147. P arafrasis al las «Bucolicas» de Virgilio,
«Sobre el alma» de Aristoteles pag. 10, 33 Keil: 162; VI 31,
II 64, 25 Speng.: 250; II 68, pag. 10 Keil: 620; VI 31, pag.
30, 17 Speng.: 227; 90 b, II 21, 14 Keil: 163.
197, 24 Spervg.; 336. V arron, Sobre la agricultura II
T eodoreto, Curacion de las en- 1,3: 193. Sobre la lengua lati
fermedades de los griegos III no V 9: 607; V 59: 196.
INDICE GENERAL
Pags.
N ota preliminar .................................................................. 7
PARTEi
ZENON DE CITIO
Introduction.................................................................... 13
Bibliografia .................................................................... 23
F ragmentos ............................................................................ 27
I. Vida y obras ......................................................... 27
II. Fragmentos y opiniones ....................................... 51
334 LOS ESTOICOS ANTIGUOS
PARTE II
LOS DISCfPULOS DE ZEN6N DE CITIO
Pags.
Introduction ............................................................................ 161
Bibliografia ........................................................................... 181