(BIOQUIMICA) Libro - Capitulo 14 Bioquimica de Rumen
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(BIOQUIMICA) Libro - Capitulo 14 Bioquimica de Rumen
14.1 INTRODUCCIÓN
Después de estudiado el metabolismo de las proteínas, los glúcidos y los lípidos en los
animales superiores en general corresponde establecer las particularidades propias de
los rumiantes, dada la significación que los mismos poseen.
En general se puede decir que el metabolismo del rumiante transcurre por vías
similares a las ya estudiadas, con las características propias impuestas por el trabajo
bioquímico que tiene lugar en el rumen. Se acostumbra a hacer referencia siempre al
rumen, aunque es sabido que los rumiantes presentan en su tubo digestivo un
estómago pluricavitario, que está formado por el rumen o panza, el bonete o retículo, el
librillo u omaso y el cuajar abomaso o verdadero estómago. Los tres primeros (rumen,
bonete y librillo) constituyen los llamados pre estómagos de los rumiantes con las
características de no poseer glándulas en su mucosa e histológicamente presentar un
epitelio escamoso estratificado, mientras el cuajar tiene todas las características del
estómago normal de todas las especies.
El rumen o panza ocupa la parte izquierda de la cavidad abdominal, desde el diafragma
hasta la pelvis. Está formado por dos sacos, uno ventral y otro dorsal, con una
capacidad promedio de 180 a 200 litros en animales adultos. Esta desprovisto de
glándulas e internamente la mucosa forma múltiples papilas que participan en la
absorción de los productos de la transformación de los alimentos. El bonete está
colocado contra el diafragma, en la parte antero superior del rumen en comunicación
con la panza y el librillo, su mucosa es también sin glándulas y toma la forma de panal
de abejas por los repliegues que contiene. El librillo u omaso es algo globular, con
mucosas en pliegues o láminas recubiertas de papilas con el epitelio cornificado. El
cuajar es como ya señalamos, el verdadero estómago del rumiante con todas las
características del estómago, donde ocurre la digestión.
La existencia del rumen permite realizar grandes transformaciones en los alimentos
ingeridos generalmente de bajo valor nutritivo, con la posterior utilización por el
rumiante de los productos de este trabajo bioquímico, los cuales son de mayor utilidad.
Esto ha posibilitado la confección de dietas que sólo son posibles en estos animales.
En el rumen se dan varios factores que permiten todo el trabajo bioquímico que
analizaremos en los próximos epígrafes, estos son: la existencia de una amplia gama
de microorganismo; el pH ruminal; la temperatura del rumen y el estado de
anaerobiosis.
Los microorganismos ruminales son del tipo de los protozoos, los hongos y levaduras y
las bacterias, los cuales constituyen la llamada microflora y micro fauna del rumen.
Entre los protozoos del rumen se encuentran rizópodos, flagelados y ciliados, siendo
estos últimos los principales. La fauna protozoaria del rumen alcanza, en condiciones
normales, unos 10 elevado a la 6, infusorios por mililitro de líquido ruminal. Los ciliados
tienen actividad bacterofágica y pueden sintetizar glucógeno, otros poliglúcidos,
proteínas y algunos lípidos. También producen la fermentación de los glúcidos y otras
acciones bioquímicas.
Los hongos del rumen de tipo anaeróbico producen la fermentación de la celulosa Las
levaduras del rumen pueden sintetizar proteínas, glúcidos y sobre todo vitaminas del
complejo B.
Todo este trabajo es importante sin embargo, la mayor significación entre los
microorganismos del rumen lo tienen las bacterias. Las bacterias ruminales pueden
alcanzar la cifra de 10 elevado a la 10 gérmenes por mililitro, la mayoría anaerobios no
esporuladas. El desarrollo bacteriano del rumen está condicionado por los demás
factores presentes, tales como temperatura, pH y grado de anaerobiosis. Las bacterias
del rumen son capaces de atacar la celulosa, el almidón y otros poliglúcidos, además
de fermentar los monoglúcidos. La flora celulítica del rumen está representada por
decenas de especies diferentes del tipo de la yodofilas las que pueden segregar
celulasa (beta glucosidasa) enzima que hidroliza la celulosa. Esto es, sin duda, uno de
los aspectos más significativos del trabajo ruminal pues permite la digestión de la
celulosa y su posterior aprovechamiento por el rumiante.
Recientemente ha sido señalada la acción de los hongos anaerobios en la degradación
de las fibras vegetales en íntima relación con las bacterias celulolíticas.
Todos estos factores determinan que los valores del pH del rumen se mantengan
normales, con las oscilaciones fisiológicas antes señaladas. En la tabla 14.1 los
elementos que intervienen en la regulación del pH ruminal.
De estos sistemas se destacan los sistemas bicarbonato y fosfato dado sus respectivos
pK. El amoniaco por otra parte actúa aceptando cantidades apreciables de H +. Otros
compuestos como el acético, el propiónico, el butírico y el láctico, dado sus respectivos
pK no pueden actuar como buffer a los pH del rumen y actúan como donadores de H+.
En la tabla 14.2 el pK de diferentes sistemas del rumen.
TABLA 14.1 Compuestos que intervienen en el equilibrio del pH
ruminal
Butirato + H+
Por último, y no por ello menos importante, debemos considerar el aspecto relacionado
con el estado de anaerobiosis existente en el rumen. El contenido de O2 del rumen es
muy bajo y sólo con la ingestión grosera de los alimentos llega algún oxígeno al rumen.
El estado de anaerobiosis permite el desarrollo de una flora normal del rumen, pues ya
señalamos que la mayoría de las bacterias ruminales eran anaerobias no esporuladas.
A su vez la existencia de las bacterias anaerobias permite que el metabolismo ruminal
predominante sea del tipo anaerobio con la consecuente producción de productos
intermediarios que pueden ser usados por el rumiante posteriormente.
Hecha la introducción sobre los principales aspectos relacionados con los factores que
permiten el trabajo bioquímico ruminal, pasemos a referirnos a los aspectos
metabólicos en particular del rumen.
14.2 METABOLISMO DE LOS GLÚCIDOS EN EL RUMEN
O P
Ácido Fórmico
3
Acetil CoA
COOH
Acetil fosfato
Metano
ADP
ATP
OOH
3
Ácido acético
- H2O
2
CH2
CH3
COOH
- H2O
Crotonil CoA
Butiril CoA
Es necesario señalar que aunque hemos hablado de ácidos acético, propiónico y
butírico, lo que se presenta es una mezcla de cada ácido con el producto de
disociación, o sea, acético - acetato, propiónico - propionato y butírico - butirato.
Muchos autores usan más la terminología de acetato, propionato y butirato. Sin
embargo, para reflejar la estructura y realizar las ecuaciones es más aconsejable usar
el compuesto como ácido.
Normalmente, estos tres ácidos grasos volátiles son los predominantes en el contenido
ruminal, aunque pueden aparecer otros ácidos en menor cuantía. Entre otros tenemos
el ácido láctico, el cual se incrementa con la ingestión de dietas ricas en almidón. El
ácido láctico generalmente se transforma en propiónico por la vía del acrílico.
Pequeñas cantidades de ácido de cadenas ramificadas tales como el isovalérico y el
isobutírico se pueden originar a partir de la leucina y la valina.
Los AGV ruminales pueden alcanzar hasta 180 mEq/litro en el rumen, predominando
siempre el acético que puede representar desde el 45 al 60% del total de los mismos.
El propiónico puede estar representado desde un 15 a un 30% y el butírico
generalmente no pasa del 10%. Como es lógico todo esto está en dependencia de la
dieta pues ya señalamos que la inclusión de carbohidratos solubles en la misma,
conducirá al incremento del propiónico. Por otra parte la dieta a base de celulosa
incrementa la producción del acético.
Los AGV producidos en el rumen son absorbidos en gran parte. Varios son los factores
que influyen sobre la absorción de las AGV. Entre los principales parece encontrarse el
pH ruminal, pues es mayor con el descenso del pH, lo que hace suponer que los ácidos
grasos volátiles no disociados son absorbidos más rápidamente. También se ha
señalado que la absorción se incrementa con el aumento de la longitud de la cadena y
que el epitelio ruminal presenta las características de ser permeable, tanto para los
ácidos grasos volátiles disociados como para los no disociados en la parte que da a la
luz ruminal, de forma que tanto el acético, por ejemplo, como el acetato pasan al
epitelio, pero, sin embargo, en la parte correspondiente al epitelio y la sangre sólo
pasan los ácidos grasos volátiles no disociados, señalándose la existencia del sistema
ácido carbónico bicarbonato como donador de H+ para completar la absorción de los
AGV.
Una vez absorbidos, los tres ácidos grasos volátiles cumplen diferentes funciones,
todos pueden ser metabolizados aportando energía para el crecimiento, lactación,
trabajo bioquímico, etc.
En relación con el ácido acético los datos demuestran que el papel de la glucosa en la
formación de los lípidos, propia de los no rumiantes, es ocupado por el acético en los
rumiantes por medio del acetil CoA. El ácido acético es convertido en acetil CoA por
medio del acetil CoA sintetasa, enzimas de gran actividad en los rumiantes con lo que
se asegura la síntesis de los ácidos grasos.
No debemos olvidar que tal síntesis requiere del NADPH2 por lo que la vía de la hexosa
mono fosfato está grandemente desarrollada en estos animales, habiéndose reportado
la presencia de la glucosa 6 fosfato deshidrogenasa, que dependen del NADP, en el
hígado del rumiante.
Ácido Propiónico Propionil CoA
Fumarasa
gluconeogenesis
Una parte importante del acético es usado por la glándula mamaria para formar los
ácidos grasos de la leche, habiéndose señalado como el precursor del palmítico
presente en los triglicéridos de la leche.
En relación al ácido propiónico debemos señalar que es el único ácido de la AGV que
pueden contribuir a la formación de la glucosa por la vía de la gluconeogénesis (figura
14.8).
Esto tiene especial significación dada la relativa poca glucosa obtenida como tal por el
intestino del rumiante.
El propiónico es convertido en glucosa por la vía del enol pirúvico, pasando por
oxaloacético donde actúan enzimas del ciclo de Krebs. Se desarrolla con participación
tanto de las mitocondrias como del citoplasma de la célula del hígado.
El propiónico, aunque puede ser convertido en grasa esto no es significativo dado los
niveles de cítrico liasa, que es necesaria para la separación del cítrico en oxaloacético
y acetil CoA, en el hígado del rumiante.
Por otra parte, el ácido butírico puede ser el metabolizado por el epitelio ruminal con
producción del beta -cetobutírico (aceto acético) y el beta hidroxibutírico, que como
sabemos, son cuerpos cetónicos. Se señalo que cerca del 30% del butírico es
convertido en cuerpos cetónicos.
Es posible que a esto se deba la respuesta insulínica a las elevadas cantidades de
butírico en la sangre periférica.
El butírico como tal o como cuerpo cetónico se metaboliza por la vía de oxidación de
los ácidos grasos con una subsiguiente reducción en la utilización del pirúvico el cual
puede ser incorporado entonces por la vía de la gluconeogénesis a la formación de la
glucosa.
En resumen, estos tres AGV son, en condiciones normales, de gran utilidad para el
rumiante el cual posee, como ningún otro animal, una alta capacidad para su utilización
como fuente de energía, síntesis de grasas o incremento del nivel de la glucosa en el
caso del propiónico.
Propiónico
osa
De esta manera la urea aporta gran parte del NH3 del rumen, el cual es usado por las
bacterias para la síntesis de aminoácidos. Parte del NH3 producido pasa por simple
difusión a la sangre, esto depende mucho del pH pues como el NH+4 se absorbe
menos, como es lógico, cuando el pH baja en el rumen la cantidad de NH+4 será mayor
y por ello menor la absorción del NH3 como tal. El amoniaco que es absorbido en el
hígado, por medio del ciclo de Krebs - Henselait es convertido en urea, que indica de
nuevo su circulación antes señalada.
La urea presente en los capilares sanguíneos junto a las células basales del epitelio
ruminal puede pasar al estrato corneo del rumen, donde parte es hidrolizada por la
acción de la ureasa bacteriana que penetra hasta ese lugar liberando el NH3 que tiene
mayor poder de difusión y pasa al contenido ruminal aunque parte se puede absorber
por la misma vía sanguínea.
Es necesario señalar que tanto la urea como el NH3 tienen un alto poder de difusión.
En la figura 13.10 se representa el esquema sobre este proceso.
El papel de la urea y otras funciones de NNP en el metabolismo de las sustancias
nitrogenadas en el rumen es, como es lógico suponer, extremadamente importante
para el rumiante pues lo pone en disposición de no depender obligatoriamente de la
fuente proteica de la dieta para su sustento. Siempre es necesario el aporte de
proteína, en dependencia del grado de explotación o la categoría productiva de que se
trate, pero ningún animal doméstico como el rumiante es capaz de producir bajo las
condiciones de alimentación a que generalmente están sometidos.
En la figura 14.11 se relacionan todos los aspectos incluidos bajo el titulo de
metabolismo de las sustancias nitrogenadas del rumen.
Proteínas
Proteínas
14.6 METABOLISMO DE LOS LÍPIDOS EN EL RUMEN
El metabolismo de los lípidos en el rumen, si bien no tiene la intensidad del
metabolismo de las proteínas y demás sustancias nitrogenadas o de los glúcidos, no es
menos cierto que reviste algunos aspectos interesantes, dadas por las características
que el trabajo bioquímico del rumen imprime a las grasas.
Los principales aspectos relacionados con el metabolismo de los lípidos en el rumen
incluyen: Hidrólisis de los lípidos de la dieta con liberación de ácidos grasos y glicerol,
hidrogenación de los ácidos grasos insaturados; fermentación del glicerol y por último
síntesis celular de los lípidos por los microorganismos ruminales.
Los lípidos, que bajo la fórmula de glicéridos (triglicéridos), llegan al rumen son
rápidamente hidrolizados por medio de enzimas producidas por las bacterias. La acción
lipolítica del contenido ruminal se debe principalmente al género Selinomonas,
bacterias anaerobias estrictas que producen una especie de lipasa encargada de
hidrolizar los enlaces ésteres de los ácidos grasos con el glicerol. Esta hidrólisis, como
es lógico, libera ácidos grasos libres y glicerol.
La hidrólisis de los triglicéridos generalmente es total. Por mecanismos similares se
hidrolizan los fosfolípidos contenidos en la fracción grasa de los alimentos, liberando
también ácidos grasos libres. La fracción constituida por la glicero fosfo colina también
es hidrolizada. La hidrólisis de los glicéridos puede liberar ácidos grasos de cadena
variada, siendo las más comunes las de 16 y 18 átomos de carbono ya sean
desaturados o no.
El glicerol, producto de la hidrólisis de los glicéridos es usado para la producción del
ácido propiónico pasando por el pirúvico. El esquema de este proceso no difiere de la
vía normal del glicerol e implica su transformación en fosfo glicerol el cual se reduce a
fosfo hidroxi acetona y se incorpora a la vía degradativa de la glucosa originando
pirúvico. Se ha encontrado que el pirúvico, originado por la vía del glicerol, en
condiciones normales de alimentación pasa lentamente a propiónico, y en menor
cantidad a láctico y succínico.
Por otra parte los ácidos grasos libres, producto de la hidrólisis de los glicéridos son
transformados en el rumen. Es conocido que la alimentación normal del rumiante
contiene lípidos de origen vegetal, caracterizados por su mayor contenido de ácido
grasos insaturados. Entre los principales se encuentra el oleico, el linoléico y el
linolénico.
Estos ácidos grasos en el rumen son normalmente reducidos por hidrogenación a sus
respectivos ácidos grasos saturados. Esto está dado por los microorganismos
ruminales de oxidar el hidrógeno utilizando para ello diferentes aceptadores de este
elemento.
Los resultados de este proceso es que el ácido esteárico se convierte en la parte
fundamental entre los ácidos grasos de la cadena larga del rumen, pues la
hidrogenación de los C18 insaturado conduce a este ácido. Después del proceso
ruminal, el ácido esteárico puede constituir del 40 al 80% del total del ácido graso del
rumen. Normalmente en el forraje encontramos un 10% de ácido palmítico y una mayor
proporción de ácidos grasos insaturados C18 que pueden ser a veces hasta el doble o
más del palmítico.
La hidrogenación de los C18 insaturados conduce a la producción de geométricos cis-
cis, en C11-12 y C15-16. Los ácidos grasos monoinsaturados encontrados son de la
serie trans. El oleico y el linoléico son rápidamente hidrogenados, en especial el
linoléico conduce al trans mono insaturado como producto intermedio, antes de pasar a
esteárico, el cual pasa al cuajar y es absorbido.
Esto hace que los rumiantes posean ácidos grasos saturados en sus grasas de
deposito, caracterizadas por la mayor cantidad de ácidos grasos saturados, en especial
el esteárico y además el trans-nono insaturado también está presente en la grasa del
rumiante debido a su poca utilización, pues al parecer los tejidos, al igual que las
bacterias ruminales prefieren el isómero cis. Otra característica típica de la grasa del
rumiante, debido al trabajo bioquímico del rumen, en su mayor proporción en ácidos
grasos ramificados, ácidos grasos de número impar y ácidos grasos hidroxilados de los
no rumiantes.
En otras ocasiones se encuentra también ácidos grasos de cadena corta.
Por otra parte debemos señalar que el metabolismo anaerobio del rumen no favorece
la vía oxidativa de los ácidos grasos, sin embargo, con el proceso de la rumiación es
posible la entrada de cierta cantidad de O2 que puede conducir a vías oxidativas en el
metabolismo de los ácidos grasos. Esto explica la formación del beta-ceto esteárico del
rumen, proceso similar en su inicio a la beta-oxidación.
Además de lo señalado en el rumen ocurre una intensa síntesis de grasas en los
diferentes microorganismos del rumen, muchos de estos microorganismos usan al
ácido acético como fuente básica para la síntesis de los ácidos grasos.
La vía del malonil CoA ha sido demostrada en protozoos ruminales, por lo que al
parecer la síntesis ocurre por vías similares a las ya estudiadas en otros capitulas.
No queremos terminar este aspecto sin referirnos a la intensa síntesis de grasas que
ocurre en la glándula mamaria del rumiante en lactación. En este caso como ya
referimos, el acético es la fuente principal.