Piña Marcoco
Piña Marcoco
Piña Marcoco
PERU
FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS
INTEGRANTES:
SEMESTRE: VI
1.2 Características
d. Propiedades de la piña
Las temperaturas por encima de aquellas a las que los microorganismos crecen
producen inevitablemente su muerte o les provoca lesiones subletales.
Exposiciones (temperatura/tiempo) moderadas producen efectos subletales. Las
células lesionadas pueden permanecer viables pero son incapaces de multiplicarse
hasta que la lesión no se haya reparado. Exposiciones más drásticas provocan en
las poblaciones homogéneas un progresivo y ordenado descenso de sus tasas
debido a la muerte de un número de células tanto más elevado cuantomás
prolongado sea el tiempo de exposición. Aunque se han observado excepciones,
está perfectamente establecido que el orden de la termodestrucción es
esencialmente logarítmico (Pflug y Schmidt, 1968; Brown y Melling, 1971; Stumbo,
1973; citados por ICMSF, 1980).
Los esporos bacterianos son muy resistentes a las temperaturas extremas; algunos
pueden incluso sobrevivir a tratamientos de varios minutos a 120ºC y horas a 100ºC.
Las células vegetativas de los gérmenes esporulados, al igual que las levaduras y
hongos, no son más termorresistentes que las bacterias vegetativas. La mayoría
mueren tras unos minutos a 70 u 80ºC y en los alimentos húmedos ninguno resiste
más que una exposición momentánea a 100ºC. Por ello, los tratamientos que no
llegan a destruir por completo la microflora original dejan una población residual que
impone las características microbiológicas del mismo (ICMSF, 1980).
La ecuación (2) grafica una línea cuando se trazan N contra t en una plano
semilogarítmico. La ecuación (2) expresada en logaritmos decimal es:
O;
La ecuación (3) define el tiempo de reducción decimal, es decir el tiempo requerido para
reducir la población viable en un factor de 10. D = 2.303/k. Por lo tanto el tiempo de
reducción decimal y la constante de velocidad de la cinética de primer orden pueden ser
convertidas para su uso en ecuaciones que requieran el apropiado parámetro cinético
(Toledo, 1999).
La Figura 2 muestra una gráfica típica de supervivencia bacteriana, que revela un orden
de destrucción logarítmico (o exponencial). Representando, en función del tiempo, el
logaritmo del número de los supervivientes a la exposición a una determinada
temperatura se obtiene una “línea recta”. Bajo condiciones fijas la velocidad de termo
destrucción es constante e independiente del número inicial de células. A partir de estas
gráficas se puede determinar el tiempo de reducción decimal, o valor D, número de
minutos precisos para destruir el 90% de la población (ICMSF, 1980).
Figura 2: Ilustración del tiempo de reducción decimal D (ICMSF, 1980).
La línea recta de la Figura 2 se extiende teóricamente por debajo de la línea base hasta
la zona de logaritmos negativos, por lo tanto, es evidente que la población no puede
nunca quedar reducida a cero, de lo que se infiere que si se somete a un determinado
tratamiento térmico cierto número de recipientes conteniendo una población microbiana
conocida existirá siempre cierta probabilidad de supervivencia de algún microorganismo
en un recipiente. Este hecho permite predeterminar un tratamiento que logre el nivel de
destrucción microbiana deseado (ICMSF, 1980).
Dado que una función logarítmica no puede alcanzar el valor cero, en otras palabras,
la esterilidad definida como la ausencia de esporas supervivientes en un volumen
ilimitado de producto, es imposible de lograr, es más factible reducir el número de
esporas hasta alcanzar una probabilidad de esporulamiento específica. Según
Cambiano y Von Der Becke (2000); citados por Miranda-Zamora et al. (2010), el número
de reducciones decimales en el recuento de esporas bacterianas, logrado por un
proceso dado de esterilización es:
Dónde:
2.4. VALOR Z
Según Sharma (2003), por lo general las esporas de C. botulinum son destruidas a un
ritmo de un ciclo logarítmico cada 0.2 minutos en una solución amortiguadora de fosfato
a 250ºF. Asimismo, se ha observado que a otras temperaturas, el tiempo de
procesamiento puede ajustarse a un tiempo equivalente a 250ºF con la siguiente
ecuación:
Dónde:
Aunque en términos estrictos este factor es adimensional, es útil pensar que presenta
unidades de “minutos a 250ºF por minuto a cualquier temperatura T ”. El 250 en este
factor es la temperatura elegida de modo arbitrario, pero comúnmente utilizada, que se
conoce como temperatura de referencia ( ). El 18 es el valor z (en ºF o 10ºC) para el
C. botulinum.(Sharma, 2003).
2.6. VALOR F
De los estudios de Esty y Meyer (1922) y Townsend (1938); citados por ICMSF (1980),
se deduce que el tiempo requerido a 121ºC (250ºF) para que, en un tampón fosfato, la
población preexistente sufra 12 reducciones decimales es de 2.45 min. El valor F0 para
el Clostridum botulinum en cualquier otro medio de calentamiento, exige su
determinación experimental mediante el uso de envases inoculados (ICMSF, 1980).
2.8. ENLATADOS
La línea divisoria entre alimentos de baja acidez o poco ácidos es tomada en 4.5
porque algunas cepas de Clostridium botulinum pueden crecer y producir su
toxina a valores de pH tan bajos como 4.6. Algunos de los anaerobios
sacarolíticos de alta resistencia térmica – por ejemplo, Clostridium
Thermosaccharolyticum – crecen y producen el deterioro de alimentos en el
rango semiácido. Por lo tanto, mientras no se conozca la termorresistencia
bacteriana y su crecimiento en alimentos semiácidos, quizás es mejor que se
mantengan en el grupo de baja acidez (Stumbo, 1973).
d. Procedimiento de esterilización
según el producto Cuando se trabaja con productos a envasar con elevada
fracción líquida o con aquellos otros en los que se forma una fase líquida, pueden
utilizarse temperaturas de esterilización comprendidas entre los 125ºC y 130ºC.
Entre estos artículos se cuentan las sopas, conservas asadas y menestras. El
tratamiento con temperaturas en torno a 120ºC debe reservase para aquellos
productos que disponen de escasa fracción líquida, como las carnes de vaca,
cerdo y cordero en su propia salsa. Las conservas sensibles, como por ejemplo
salchichas en lata, carnes de aves y de caza, deben esterilizarse solo a
temperaturas entre 110ºC y 117ºC (Sielaff, 2000).
El factor más importante de los que condicionan la penetración del calor en los
productos es su naturaleza, que es la que va a determinar por qué mecanismo
de transmisión de calor va a producirse el intercambio térmico (Casp, 1999). El
autor previamente citado sintetiza los factores en el Cuadro 7.
Casp (1999) menciona que en la práctica industrial se pueden encontrar los
siguientes tipos de productos:
El efecto letal del calor en las bacterias es una función del tiempo, la temperatura
y la población inicial del producto. Para diseñar o evaluar un proceso de
calentamiento es necesario conocer las características del calentamiento de la
porción del recipiente que se calienta más lentamente, llamada zona fría, el
número de microorganismos de interés que están presentes, así como las
características de la resistencia al calor de éstos (Sharma, 2003).
b. Penetración de calor
Las pruebas de penetración de calor son de uso común en la industria
alimentaria para determinar el tiempo de proceso apropiado para que un
producto alimenticio alcance la esterilidad comercial (Sharma, 2003).
En una prueba de penetración de calor, se coloca un termopar en un
recipiente, de manera que mida la temperatura del alimento en el punto de
calentamiento más lento, el llamado punto frío. Dos temperaturas se
registran respecto al tiempo:
a. Calidad Sensorial
Textura y Jugosidad
http://ambitoeconomico.blogspot.com/2013/03/produccion-de-pina.htm.
http://alimentos.org.es/pina, 2013