El Deficiente Sistema Tributario Peruano
El Deficiente Sistema Tributario Peruano
El Deficiente Sistema Tributario Peruano
Tres problemas del sistema tributario según el Econ. Julio Raúl Chullunquía
La SUNAT debe actuar con mayor represión ante los evasores y elusores; y si
corresponde, enfrentarse a estas transacionales que supuestamente brindan
“asesoría en gestión tributaria”.
El sistema tributario no garantiza que quienes más tengan tributen más, en parte
por el desbalance entre impuestos directos e indirectos. Por ejemplo, el IGV es
tributo de tipo indirecto, es altamente regresivo y afecta principalmente a los
sectores con menos recursos económicos porque mientras menos ingreso tenga
uno el IGV representará un porcentaje mayor del ingreso y viceversa a mayor
ingreso el IGV tenderá a ser cero.
Cerca del 51% de los ingresos fiscales provienen del IGV, el impuesto a la renta
representa un 31% que es de carácter progresivo y principalmente lo pagan las
grandes fortunas. Precisamente este último ha venido recibiendo exoneraciones
y otros beneficios tributarios en estos últimos años.
“Lo que se debe hacer es eliminar los tres y crear uno donde se vean los ingresos
y de acuerdo a esto se pagará un monto al Estado, siendo controlado mediante
las facturas.”
Esto tiene que ser centrado en el control de los ingresos pero que al mismo
tiempo los pequeños empresarios emitan facturas con valor tributario. Estas
facturas, a su vez, serían mecanismos de acceso a un eventual financiamiento
por parte del Estado, comentó Villanueva.
“Este tema explica por la informalidad que vivimos. Para esto, el Gobierno tiene
que tener una decisión política de crear un nuevo régimen tributario concentrado
en los ingresos de los empresarios para no ahuyentarlos.”, finalizó.
Según Jorge Bravo Cucci menciona los cambios que se deben dar en el
sistema tributario y estas son:
e) Toda fiscalización tributaria debe concluir con una Resolución por parte de la
Administración Tributaria.
La obligación del cumplimiento tributario puede ser suficiente para lograr los
objetivos de la recaudación fiscal, dependiendo de la percepción de riesgo de los
contribuyentes y de la capacidad de fiscalización y sanción de la Administración
Tributaria.
CONCLUSION