Ensayo Teología de La Reforma
Ensayo Teología de La Reforma
Ensayo Teología de La Reforma
TEOLOGÍA DE LA REFORMA
INTRODUCCION
I. Depravación total.
II. Identidad del creyente.
III. Casuística.
CONCLUSIÓN
BIBILIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
El pecado ha causado un gran daño al estado natural del ser humano, arruino su
capacidad de agradar a Dios. Después de la caída el hombre no es capaz de pasar
un día sin pecar, sin transgredir los mandamientos de Dios, sin manifestar su
inclinación natural a pecar.
¿Es correcto caer en depresión a causa de mis pecados? ¿mi compungir por mis
infidelidades deben llevarme a sentimientos negativos como el fracaso? O ¿mis
pecados me deben llevar a comprender mi incapacidad para, por mí mismo, agradar
a Dios en santidad?
La depravación total es la doctrina cristiana que hace mención a que el ser humano,
en su estado natural, es totalmente corrupto, no puede obrar el bien, no puede
agradar a Dios en todo lo que hace.
1
Louis Berkhof, Teología Sistemática (Grand Rapids: Libros Desafío, 1949), 291, 293-295.
embargo, aún sigue experimentando que el pecado le asedia, sigue, y persigue a
pesar de las buenas intenciones de agradar a Dios, muchas veces se agazapa y
permanece oculto, esperando un descuido para poder tomar ventaja y producir la
caída. A esto, que sucede a menudo, los teólogos han llamado el pecado
remanente, aquel que asedia a pesar de haber sido objetos de la gracia y
misericordia de Dios.
2
Educalingo, Educalingo, https://educalingo.com/es/dic-es/identidad, ultimo acceso 13 de septiembre de
2019.
humano diferente a lo que era antes de Cristo, sentir que ha pasado de las tinieblas
a la luz, saber quién es ahora, para donde va, y cuál es el propósito de su existencia.
III. Casuística
Dios nos ha dejado en las escrituras suficiente evidencia de lo que requerimos saber
para glorificarlo y para nuestra redención. No son solo palabras que llenan hojas y
hojas, sino que cumplen su propósito.
Esto se debe a que no tiene una correcta comprensión del pecado remanente en el
creyente. Coalición por el evangelio lo explica muy bien en su artículo Mi verdadera
identidad: “Durante nuestra vida cristiana solemos perder de vista nuestra herencia
espiritual, y olvidamos o rechazamos la noción práctica de que somos pecadores.
Ignoramos que, aunque el evangelio es para incrédulos, también es implícita y
funcionalmente para creyentes. El evangelio, la noticia de que hay perdón de
pecados, debe ser parte intrínseca en la vida de cualquier creyente. El evangelio no
solo se trata de “qué creemos”, sino también de “qué somos”. El evangelio nos sella,
nos marca, nos identifica como pecadores perdonados. Sin embargo, aunque
podamos considerarnos “orgullosamente evangélicos”, fácilmente olvidamos
frecuentemente qué es lo que el evangelio proclama: el perdón de pecados a través
de la obra expiatoria de Cristo”.3
3
Coalición por el evangelio, Coalición, https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/mi-
verdadera-identidad/ , ultimo acceso 13 de septiembre de 2019.
medio de su palabra, da evidencia que es un pecador perdonado. Su identidad no
está en su experiencia sino en creer que Dios conoce su realidad, sus
circunstancias, su debilidad, y esta pronto a restaurarlo en sus caídas.
Como segunda medida, el creyente siente que trata de ser alguien que no es, sufre
una difusión de identidad, por lo tanto, la vida cristiana se le vuelve una utopía, algo
que desea alcanzar, pero no puede. Piensa que probablemente eso no puede
suceder ahora tiempo, pero que en tiempos antiguos si fue posible. Esta tensión
entre lo que quiere, y le es testificado que puede hacer, y lo que débilmente puede
hacer, es frustrante.
La biblia es eficaz al argumentar que nadie puede llegar a la santidad sino es asido
de Cristo, es necesario recordar sus palabras: separados de mi nada podéis hacer;
él es Dios, el ser humano es creatura, no es autosuficiente, él si es autosuficiente,
por lo cual, necesita de aquello que solo el creador puede otorgar. De otro lado, en
romanos capítulo 7, Pablo trata el tema de la ley del pecado, del mal que habita
dentro de nosotros. Kris Lundgaard en su libro El enemigo que llevamos dentro
habla de cuatro verdades que se encuentran en el libro de romanos capítulo 7: el
pecado que vive en nosotros es una ley, hallamos esta ley dentro de nosotros,
hallamos esta ley cuando estamos en el mejor momento, y esta ley nunca descansa.
Algunos de sus apartes son: “cada impulso e inclinación en nosotros es una ley, el
hambre es una ley, lo mismo que la sed, el impulso sexual y el temor, cada uno nos
impele a cumplir sus demandas, y nos impone una fuerza para doblegarnos a la
sumisión. El pecado remanente obra de este modo, incitando, amenazando y hasta
intimidando. Pablo lo llama ley para hacernos ver que es poderoso, incluso en la
vida de creyentes, y que opera constantemente para conformarnos a su molde de
maldad… a pesar de que esta ley del pecado es tan poderosa, no gobierna el
corazón del creyente. Pablo la veía operar, aun mientras quería hacer el bien. No
se tropezó con ella en un momento de gran retroceso espiritual o cuando era
indiferente a las cosas de Dios. Estaba apercibido de ella, aun en los momentos en
que más quería servir a Dios… la ley del pecado es un forcejeo constante de lucha
en contra del deseo general del creyente de agradar a Dios. Pero el pecado va más
4
Coalición por el evangelio, Coalición, https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/identidad-
no-esta-tus-fracasos/, ultimo acceso 13 de septiembre de 2019.
lejos: cuando el creyente se dispone a realizar hasta el deber más mínimo para
Dios, el pecado pelea con él, justo en ese punto”.5
5
Kris Lundgaard, El enemigo que llevamos dentro (Santo Domingo: Editorial Eternidad, 2003), 11-15.
CONCLUSIÓN
https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/identidad-no-esta-tus-
https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/mi-verdadera-identidad/,
Eternidad, 2003.