Conferencias Cristianas
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3-12-2017
EL PODER DE LA OFRENDA, DIEZMO PRIMICIA Y PACTO
Deuteronomio 12:13
“Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que veas,”
Deuteronomio 12:5-6).
"Sino que el lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para
poner allí su nombre para su habitación, ése buscaréis, y allí iréis. Y allí llevaréis vuestros
holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la ofrenda elevada de vuestras manos,
vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de
vuestras ovejas"
Una de las cosas que yo debo aprender es que dar, u ofrecer una ofrenda, diezmo, primicia
o pacto es literalmente ofrecer un sacrificio a un dios ya sea al Dios verdadero o un dios
inventado por el hombre ejemplo: el dios dinero.
Éxodo 34:12
Cuídate de no hacer pacto con los habitantes de la tierra adónde vas, no sea que esto se
convierta en tropezadero en medio de ti;
Por que cuando tú ofreces una ofrenda, pacto, primicia o das un diezmo en el lugar
incorrecto en vez de traer bendición a tu vida, trae es maldición, y tendrás tropiezo para
llegar a la bendición que Dios te ha prometido.
2 Pedro 2:14 “Tienen los ojos llenos de adulterio y nunca cesan de pecar; seducen a las
almas inestables; tienen un corazón ejercitado en la avaricia; son hijos de maldición.”
¿Pero entonces cuáles son las almas inestables que son seducidas por gente llena de
avaricia?
Son aquellas que no han conocido a Dios como el Dios todo poderoso, y que necesitan de
gente que les venda la fórmula mágica que les solucione el problema, pero sin tener que
dejar nada de lo que les agrada según la carne, como la pereza, la irresponsabilidad en el
trabajo, la falta de esfuerzo y disciplina para estudiar, idolatría(es todo aquello que
remplaza el primer lugar que le pertenece a Dios) y otras similares como templanza, y
paciencia para esperar en Dios.
Hebreos 10
35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios,
obtengáis la promesa.
Nota que dice “para que HABIENDO HECHO la voluntad de Dios” y no tu voluntad.
37 Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
38 Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma.
39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe
para preservación del alma.
Primero que todo yo debo aprender ciertos principios de mayordomía con referencia a todo
lo que se me ha entregado que va desde tu vida, ministerio, dones, talentos, tiempo, y
bienes materiales. Ya que tu no solamente ofrendas con cosas materiales sino también con
áreas de tu vida las cuales tu las debes multiplicar para honrar a Dios.
Y todo esto es; para que sea multiplicado y no que desaparezca, ya que una de las
características de la buena mayordomía es que todo cuanto está en tus manos solo se debe
multiplicar y no desaparecer.
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios" (1 Pedro 4:10).
"A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y
luego se fue lejos" (Mateo 25:15).
La raíz griega de donde tomamos nuestra palabra "mayordomía" significa "el encargado de
los bienes de otro."
Así, cuando decimos que el cristiano es un mayordomo de Dios, simplemente queremos
decir que EL CRISTIANO ADMINISTRA LA PROPIEDAD DE DIOS. Y así como una
empresa tiene que llevar por obligación cuentas claras y un balance exacto, así nosotros
daremos cuenta a Dios por todo lo que Él nos ha entregado.
"Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel" (1 Corintios
4:2).
Es comprender que todas las cosas fueron creadas por él y para él y que nosotros solo
somos administradores de los bienes de Dios, esta es el primer paso para la bendición.
2 Samuel 13:2-19(leer completo) Y estaba Amnón angustiado hasta enfermarse por Tamar
su hermana, pues por ser ella virgen, le parecía a Amnón que sería difícil hacerle cosa
alguna.
3 Y Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab, hijo de Simea, hermano de David; y
Jonadab era hombre muy astuto.
2 Samuel 13:7 Y David envió a Tamar a su casa, diciendo: Vé ahora a casa de Amnón tú
hermano, y hazle de comer.
8 Y fue Tamar a casa de su hermano Amnón, el cual estaba acostado; y tomó harina, y
amasó, e hizo hojuelas delante de él y las coció.
2 Samuel 13:10-11 “Entonces Amnón dijo a Tamar: Trae la comida a la alcoba para que yo
coma de tu mano. Y Tamar tomó las tortas que había hecho y las llevó a su hermano
Amnón a la alcoba. Cuando ella se las llevó para que comiera, él le echó mano, y le dijo:
Ven, acuéstate conmigo, hermana mía.”
Terminamos siendo violados espiritualmente, y robados de las cosas que Dios nos ha
entregado ha y que no son para entregarlas en lugares extraños.
Naamán tenía pleno conocimiento de esto ya que le dijo a Eliseo que le dejara llevar tierra
de samaria porque al dios al que le pertenezca esa tierra a ese dios se adora
2 de reyes 5
17 Entonces Naamán dijo: Te ruego, pues, ¿de esta tierra no se dará a tu siervo la carga de
un par de mulas? Porque de aquí en adelante tu siervo no sacrificará holocausto ni ofrecerá
sacrificio a otros dioses, sino a Jehová.
A- Motivaciones por la cual se debe dar una ofrenda diezmo, primicia y pacto.
B- donde se debe dar (sembrar).
C- Debes esperar a que te pidan o debes dar.
D- A quien se le debe dar.
A- Motivaciones por la cual se debe dar una ofrenda diezmo, primicia y pacto.
Todo se debe dar con agradecimiento, y no por necesidad.
Ya que tú no eres el que está dando primero. Es Dios quien te dio a ti primero para que tú
puedas dar en segundo lugar.
Marcos 12
41 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba
dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho.
42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante.
43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre
echó más que todos los que han echado en el arca;
44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que
tenía, todo su sustento.
Ya que en la palabra nunca encuentro que tu das para perder, sino que siempre está la
promesa de la bendición
Gálatas 4
1 Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo,
aunque es señor de todo;
2 sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre.
3 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos
del mundo.
a- Las primicias:
Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios
El Señor demanda lo primero del fruto de nuestro trabajo, es decir, las primicias deben ir a
la casa del Señor.
Fíjate que no dice: “Utilízalo como quieras. Si prefieres dárselo a los pobres, o mandárselo
a un misionero.
Proverbios 3.9-10
Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos tus
graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.
Comencemos a practicar este primer plano de la bendición de Dios y traigamos a la casa de
Dios nuestras primicias, los primeros frutos de nuestro trabajo o negocio, y gocemos de sus
promesas, recordemos lo que dice Proverbios.
b- ofrenda:
Nuestro motivo para dar debe ser agradar a Dios y no a los hombres. El hecho de dar es
mucho más que solo poner tu dinero en un sobre o en una canasta de ofrendas. El verdadero
dar viene de una actitud que entiende la profundidad de lo que nuestro Señor ha hecho “que
lo ha entregado todo por nosotros”.
Nuestra demostración de gratitud debe convertirse en una ofrenda continua delante de Dios
en cada área de nuestra vida como lo vimos al principio.
2Corintios 9.7
Cada uno dé como propuso en su corazón.
Nótese que dice que de cómo propuso y no como le propusieron. Porque la decisión es tuya
de dar de acuerdo a lo que escuches pero cuando la ofrenda sea con manipulación
obligándote a que tienes que dar así no tengas, entonces no des ya que te haces coparticipe
de las obras infructuosas de las tinieblas ya que aquí está trabajando un espíritu de avaricia.
Porque es preferible agradar a Dios que a los hombres. Pero si Dios te pone en el corazón
dar, es mejor hacerlo ya que siempre con Dios es solo multiplicación de bendiciones.
Números 15
2 Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra de vuestra
habitación que yo os doy,
3 y hagáis ofrenda encendida a Jehová, holocausto, o sacrificio, por especial voto, o de
vuestra voluntad, o para ofrecer en vuestras fiestas solemnes olor grato a Jehová, de vacas o
de ovejas;
Deuteronomio 16.16
Ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías; cada uno con la ofrenda de
su mano. Conforme a la bendición que Jehová tu Dios te hubiere dado.
c- Pactos:
La definición de pacto es convenio, trato o una alianza entre partes iguales o igual
autoridad. La palabra hebrea "bereeth", usada más frecuentemente en el Antiguo
Testamento se refiere a pacto. Esta palabra tiene una interpretación de amarrado. Este
significado se refiere a un lazo que no puede romperse fácilmente.
Nos muestra que se tomaba muy en serio por las consecuencias que traían los pactos rotos.
Gálatas 3:15 dice: “Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de
hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade”.
En general, los pactos de Dios con los hombres son ordenanzas divinas, con señales y
promesas de parte de Dios y con el requisito de aceptación y obediencia de parte de los
hombres. La desobediencia resulta en castigo.
1. Dios es el mejor ejemplo de un pacto porque en Dios encontramos tres personas que
viven en total compromiso cada uno con el otro en perfecta armonía, siempre buscando lo
mejor para el otro.
2. Dios hace pactos con nosotros no porque El los necesita sino porque nosotros los
necesitamos.
Los hombres tienen que aprender a amar y obedecer a Dios, porque Él es quien nos ayuda y
nos da beneficios temporales y eternos a través de Sus pactos.
3. Hoy el hombre no sabe como guardar pactos. Romanos 1:31 dice que en estos tiempos
muchas personas se volverán “necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin
misericordia”. “Desleal” o sea una persona que no sabe cumplir pactos o acuerdos, un
traidor.
Pablo advirtió a Timoteo, “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando
no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros
conforme a sus propias concupiscencias”.
4. Nuestro Dios es un Dios de pacto, y “todas las promesas de Dios son en él, Sí y en él
Amén”. (2 Corintios 1:20).
Nunca quiebra Su palabra; siempre es fiel a Sus promesas.
a. Como discípulos somos llamados a ser como Cristo. El camino a seguir es guardar los
pactos de Dios, obedeciéndole en todo.
b. Los galardones del Señor para los que cumplen con Sus pactos son extraordinarios y
mucho más altos de lo que nos imaginamos.
“Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto y sus
testimonios (Salmo 25:10)”.
“Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor
en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí. Y me alegraré con ellos haciéndoles
bien, y los plantaré en esta tierra en verdad, de todo mi corazón y de toda mi alma (Jeremías
32:40-41)”.
d- El diezmo:
El diezmo es una bendición, y no una carga, es el primer pensamiento que debe cambiar en
mi corazón y en mi mente. El diezmo se presenta mucho antes que la ley fuera promulgada.
El diezmo aparece en las Escrituras con Abraham y Melquisedec (Génesis 14.20; 28.22).
Esto quiere decir que la ley fue dada cuatrocientos treinta años después de la muerte de
Abraham, en el monte Sinaí, a Moisés.
Ahora la palabra Diezmo significa la décima parte,
Malaquías 3.10
Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto,
dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre
vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Recuerda que Dios no está apurado económicamente. Lo único que nos está pidiendo es
que seamos fieles con el Diezmo, pero también quiere un corazón que entiende que todo le
pertenece a Dios, y que Dios nos entrega el noventa por ciento y Él solo se queda con el
diez. En esta prueba nos enfrentamos a una batalla espiritual.
Mateo 6.24
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará
al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas (Mámon) y Porque
la raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de
la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Conclusión:
Es de gran importancia tener claridad dónde y a quién damos lo que Dios nos ha entregado,
ya que el mismo apóstol Pablo recalca de una manera no superficial, sino como dándole
una orden a su hijo en la fe Timoteo. No le da un consejo, sino que le habla con autoridad y
denuedo, diciéndole,” ten cuidado o cuídate”.
Apocalipsis 12: ¿Qué representan la mujer, el niño y el dragón?
Apocalipsis 12 describe a tres de las principales fuerzas en el escenario mundial actual.
¿Qué nos revela esta interesante profecía?
El libro de Apocalipsis es una visión inspirada por Jesucristo (que le fue dada a Él por Dios
el Padre) que describe los eventos que ocurrirán antes de su segunda venida y el
establecimiento del Reino de Dios en la Tierra. En general, el relato sigue una secuencia
cronológica; pero ocasionalmente encontramos pausas donde se tratan temas específicos.
Una de estas pausas es el capítulo 12, cuyo contenido abarca desde antes que el hombre
existiese hasta el momento previo al regreso de Cristo como Rey de Reyes y Señor de
Señores.
Apocalipsis 12 comienza diciendo: “Apareció en el cielo una gran señal” —refiriéndose a
la visión de una mujer dando a luz (v. 1). La palabra “señal” proviene del griego semeion,
que significa “señal, marca, símbolo... un evento inusual que trasciende lo natural”
(Thayer’s Greek Definitions [Definiciones griegas de Thayer]). Más adelante, leemos que
“apareció otra señal [semeion] en el cielo” (v. 3).
En otras palabras, los tres símbolos de Apocalipsis 12 —la mujer, su hijo y el dragón—
representan eventos sobrenaturales. Más específicamente, simbolizan tres grandes fuerzas
espirituales que han estado en escena desde hace miles de años.
Para comprender lo que este capítulo revela, primero debemos comprender estos símbolos.
¿Qué representan la mujer, su hijo y el dragón?
La mujer
La mujer —“vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de
doce estrellas” (v. 1)— en parte representa al Israel del Antiguo Testamento. En Ezequiel
16, Dios mismo describe a su pueblo como una mujer a quien vistió con honra y esplendor,
y la corona con doce estrellas parece representar a las doce tribus de Israel (Génesis 37:9-
10).
Apocalipsis 12 nos dice que esta “mujer” es protegida por Dios en varias ocasiones,
especialmente a medida que el establecimiento de “el reino de nuestro Dios” en la Tierra se
acerca (vv. 6, 14-16, 10).
De hecho, cuando Cristo regrese, se casará con la Iglesia y esta pasará a ser “su esposa”
(Apocalipsis 19:7). En otras palabras, la mujer de Apocalipsis 12 representa al pueblo de
Dios. (Apocalipsis 17:1 también utiliza la imagen de una mujer mala —“la gran ramera”—
para describir a una iglesia falsa que engaña a muchos.)
El hijo varón
En Apocalipsis 12:5, la mujer (Israel, pueblo escogido por Dios) “dio a luz un hijo varón,
que regirá con vara de hierro a todas las naciones” y que “fue arrebatado para Dios y para
su trono”. Claramente, este niño representa a Jesucristo.
Cristo nació del pueblo de Israel, fue llevado al cielo en una nube después de su
resurrección y, como indica la profecía, es quien herirá “a las naciones, y él las regirá con
vara de hierro” (Hechos 1:9-11; Apocalipsis 19:5).
El dragón
El tercer símbolo de Apocalipsis 12 es “un gran dragón escarlata” cuya “cola arrastraba la
tercera parte de las estrellas del cielo” y que “se paró frente a la mujer que estaba para dar a
luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese” (vv. 3-4). El versículo 9 nos dice
claramente que este dragón es “la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual
engaña al mundo entero”.
Al parecer, la “tercera parte de las estrellas del cielo” que el dragón arrastra representa a los
ángeles que lo apoyaron en su rebelión contra Dios. Otras escrituras confirman que las
estrellas representan ángeles (Apocalipsis 1:20).
Mucho tiempo atrás, Satanás lideró una rebelión contra Dios para levantar su propio trono
“en lo alto, junto a las estrellas de Dios... y [ser] semejante al Altísimo” (Isaías 14:13-14).
Al ser derrotado, comenzó su papel como “la serpiente antigua [aquella que tentó a Eva en
el jardín de Edén], que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero”
(Apocalipsis 12:9; énfasis añadido). Si desea más detalles de la rebelión de Satanás,
consulte “Dios vs. Satanás”.
Así como Dios tiene ministros de justicia, Satanás tiene “ministros” espirituales que
parecen buenos pero nos incitan a pecar constantemente (2 Corintios 11:15). Estos
ministros son los ángeles caídos o demonios “que no guardaron su dignidad” y que Dios ha
“guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día” (Judas 1:6).
El dragón y el niño
En Apocalipsis 12:4 vemos que “el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a
luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese”. Esto parece ser una referencia
histórica al intento del rey Herodes de matar a Jesús ordenando la muerte de todo varón de
dos años o menor que viviese en Belén o sus alrededores (Mateo 2:13-18).
Afortunadamente, José huyó a Egipto para proteger a Cristo como le dijo un ángel (v. 13).
Pero Satanás no se dio por vencido. Poco antes de comenzar su ministerio, “Jesús fue
llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo”, quien le ofreció “todos
los reinos del mundo” a cambio de que lo adorase en lugar de a Dios (Mateo 4:1, 8). Cristo,
por supuesto, no accedió.
Más tarde, cuando el ministerio de Jesús se había cumplido y era hora de dar su vida por los
pecados de la humanidad, Satanás apareció nuevamente para poner “en el corazón de Judas
Iscariote, hijo de Simón, que le entregase” (Juan 13:2). Si bien la muerte de Cristo es parte
del plan de salvación de Dios para la humanidad, Satanás claramente tuvo mucho que ver.
Tal como Génesis 3:15 profetizó, habría una “enemistad” continua entre la serpiente
(Satanás), la mujer (el pueblo de Dios) y su “simiente” (Cristo). Sin embargo, mientras que
Satanás sólo podría “herir” el talón de Cristo al influenciar al traidor que lo entregó, Cristo
“hirió” su cabeza resistiendo la tentación y ganando el derecho de quitarle el gobierno de
este mundo.
¿Por qué tanto esfuerzo para destruir a Cristo entonces? Porque si lograba hacerlo caer, no
hubiera habido un Salvador perfecto que pudiera pagar la pena por los pecados de la
humanidad y el plan de Dios no se hubiera llevado a cabo. Sin un salvador, no habría
perdón de pecados para la humanidad y nadie podría llegar a ser parte de la familia eterna
de Dios.
Estos “mil doscientos sesenta días” representan 1.260 años durante los cuales Dios protegió
a la Iglesia de sus enemigos, incluyendo el Imperio romano y el cristianismo falso
(Números 14:34 y Ezequiel 4:6 respaldan el paralelo bíblico entre días y años). Este
período probablemente abarcó la época de la Edad Media.
Luego, Apocalipsis 12:7-9 nos habla de “una gran batalla en el cielo” entre Satanás y sus
demonios y Miguel y sus ángeles, tras la cual no “se halló ya lugar para ellos [Satanás y sus
demonios] en el cielo” y fueron arrojados a la tierra. Esta batalla es posterior a la rebelión
inicial de Satanás, la cual ocurrió mucho antes del nacimiento de Cristo (v. 4).
Pero Dios no dejará que Satanás destruya a su Iglesia. Como Cristo dijo, “las puertas del
Hades [la tumba] no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18). Eventualmente, Dios le dará
“las dos alas de la gran águila [la llevará a salvo]” y la llevará “a su lugar”, donde será
protegida de la serpiente durante “un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo [al
parecer, tres años y medio]” (Apocalipsis 12:14).
Cuando esto suceda, Satanás arrojará “de su boca… agua como un río” —que
probablemente representa ejércitos (consulte Isaías 59:19; Jeremías 46:7-8)— para destruir
a la mujer, pero no tendrá éxito (vv. 15-16).
Entonces, Satanás hará “guerra contra el resto de la descendencia de ella [la mujer], los que
guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis
12:17). Este pasaje parece indicar que, si bien algunos de los miembros de la Iglesia de
Dios serán protegidos de la ira de Satanás antes del regreso de Cristo, no todos lo serán.
Habrá quienes no vayan al lugar de protección y deban demostrar su lealtad a Dios el Padre
y Jesucristo a pesar de ser intensamente perseguidos por Satanás.
El dragón y usted
El odio de Satanás no es sólo contra Cristo y la Iglesia; también lo odia a usted y hará todo
lo posible por impedir que ame y obedezca a Dios. ¿Por qué? Porque, aparentemente, él
sabe que Dios creó al ser humano con el potencial de llegar a ser mayor de lo que él alguna
vez fue (Hebreos 2:6-8).
Como Pablo lo revela, es el diablo — “el dios de este siglo”— quien ha “cubierto”
(escondido) el evangelio de la verdad y ha cegado la mente de los incrédulos (2 Corintios
4:3-4). Pero afortunadamente, Cristo tiene el poder para abrir nuestro entendimiento a la
Palabra de Dios (2 Corintios 3:14).