Banco Pan de Azúcar
Banco Pan de Azúcar
Banco Pan de Azúcar
Actores: Luis Alberto Lacalle, Julia Pou de Lacalle, Stephan Benhamou, Daniel Cambón, Ignacio de
Historia: El Banco Pan de Azúcar (BPA) tiene una azarosa historia de privatizaciones e intervenciones que,
según un auto judicial dictado en 1996, le costó al Estado unos 400 millones de dólares.
La privatización del BPA, que se produjo a comienzos de 1994, dió lugar a un sumario administrativo, a un
proceso penal y a una demanda judicial del Estado contra los compradores.
El Presidente Luis Alberto Lacalle, vendió en marzo de 1994 el BPA a un consorcio extranjero con mayoría de
capitales italianos liderado por el empresario francomarroquí Stephan Benhamou. Benhamou logró que el
Presidente Lacalle y Cambón (Asesor Presidencial) le vendieran el Banco Pan de Azucar a U$S 5 millones (un
Fue comprado sin las garantias requeridas e inmediatamente se procedió a vaciarlo dando préstamos a
empresas relacionadas. A los dos días de hacerse con el Banco, Benhamou US$ 12 millones al exterior; el
Banco Central le pidió que capitalizara US$ 9 millones y lo hizo. Pero el mismo día le otorgó tres préstamos por
En septiembre de 1996, el BCU tuvo que retomar el control del banco ante la amenaza de quiebra existente y
Las denuncias de presuntas irregularidades en la privatización del BPA, que empezaron a surgir en 1995, dieron
lugar a una investigación judicial y ésta, a su vez, al procesamiento de dos ex altos cargos del Gobierno de
Lacalle, el mismo Daniel Cambón y el ex ministro y ex presidente del BCU Enrique Braga.
Enrique Braga, conocido como el bobo de la pelicula, fue el que firmo los papelitos sin agarrar un peso. El
procesamiento del ex ministro Braga se sustentó sobre el principio que ocultó información sobre la identidad de
Mientras el Banco República (BROU) y la Corporación Nacional de Desarrollo (CND), que eran los vendedores,
siempre fueron informados que el comprador era la Fiduciaria Banknord, el contador Braga sostuvo que se le
había comunicado, pocos días antes de la venta, que Banknord no formaba parte del negocio, noticia que nunca
En esa fecha la Corporación Nacional para el Desarrollo inició una demanda contra Banknord y Stephane
Gemelli aclaró que tanto el BROU como la CND fueron “inducidos a error” porque el comprador no era una
sociedad respaldada por seis bancos italianos sino la fiduciaria irlandesa Eurofar Consultants Limited, propiedad
Unos meses después, en noviembre de 1998, los bancos italianos declaraban ante la justicia según relata la
crónica que “toda la negociación resultó ser un fraude puesto que todos los vendedores sabían que los bancos
italianos no estaban comprometidos “(en la compra), para posteriormente explicar que “el directorio del BCU-
con excepción de Humberto Capote- ocultaron dolosamente la información de que las instituciones bancarias
Cuando finalizó el gobierno de Lacalle, Cambón abandonó su puesto en la presidencia y pasó a trabajar como
“asesor” del banco Pan de Azúcar, con un salario superior al de los propios Directores de la institución.
Además, el BCU ordenó un sumario administrativo que concluyó con la inhabilitación de ocho ex directivos del
Marta Fuentes (ex secretaria de Lacalle) declaró en los Tribunales que “Lacalle se ocupaba de todo, era muy
El propio ex presidente Lacalle y su esposa, Julia Pou, fueron llamados a declarar varias veces por el juez penal
que investiga el caso. Según versiones, los compradores del banco le entregaron a Julia Pou de Lacalle una
“donación” del 3,33% del paquete accionario. Existe la presunción de que Julita registró en Suiza los poderes
en favor de Silvio Soldati, uno de los miembros más connotados del equipo de Benhamou.
Sin embargo la familia Lacalle no tuvo ningún problema. Viven felices, comen perdices, compraron campos y
viajan continuamente a Europa pagando sus gastos con cuentas Suizas, que habrían sido armadas por Ignacio
de Posadas.
En 1989 Lacalle dijo: “soy un politico con pocos votos y un estanciero con pocas hectareas”, en 1990 consiguió
El Banco Pan de Azúcar, según un auto judicial dictado en 1996, le costó al Estado unos 400 millones de
dólares