Analisis Carta de Atenas

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ANALISIS CARTA DE

ATENAS
URBANISMO
BR. MATA SUBERO, MARY ANTONELLA

C.I: 24.109.032
INTRODUCCIÓN

La ciudad moderna y funcional del urbanismo racionalista de la Carta de Atenas se


basa implícitamente en una concepción de la organización social estructurada a
partir de la división del trabajo según el género. La generalización de la actividad
laboral femenina y de las familias de dos ocupados o dos perceptores de ingresos
pone en cuestión los supuestos en que se basa el concepto central del urbanismo
actual, la zonificación. Además, la familia de doble ingreso como nueva
normalidad produce una complejidad adicional en el análisis de la estructura
social, así como nuevas formas de segmentación social entre las familias según el
número de perceptores de ingresos que se reflejan también en el espacio, al
tiempo que aparecen nuevas contradicciones entre el modelo laboral/familiar
emergente y el uso del espacio. La carta de Atenas es un manifiesto que describe
la situación actual y propone posibles soluciones para el entorno urbano, tomando
en cuenta distintos factores que son favorables o no, para su desarrollo.
Esta carta está dividida en tres partes la primera “la ciudad y su región” que habla
de lo que debería de ser una ciudad, menciona que el hombre que al igual q la
ciudad necesita de un vínculo más grande para poder desarrollarse, así como para
el hombre un grupo, como una ciudad a una región. La geografía en donde se
establece la ciudad juega un papel importante, si está cerca de llanuras, valles,
montanas, si hay alguna playa, arroyo, rio, lago; todo esto influye en la costumbre
y usos comunes de la región, multiplican la diversidad de las personas,
proponiendo cada una su manera de ver y vivir la vida.
La segunda parte “Estado Actual de las ciudades”, Criticas & Remedios. Describe
numerables características que deberían tener las ciudades, las viviendas, y lo
mucho que ha afectado a esto la era del maquinismo, las viviendas deben de
contar con tres cosas esenciales, como varias horas de exposición de luz solar en
las viviendas, áreas verdes y contar con servicios médicos, escuelas y zonas de
esparcimiento cercanas a las viviendas.

La tercera parte Conclusiones Puntos doctrinales habla acerca de las ciudades


que fueron evaluadas en el congreso que se realizó en Atenas, destacando las
ciudades más importantes de cada uno de los continentes y en estas se realiza un
análisis del predominio de la iniciativa privada en las ciudades, y se mencionan las
4 principales funciones del urbanismo que son la de habitar, trabajar, recrearse y
circular. En esta parte explica cómo estas 4 funciones juegan un papel importante
en el quehacer diario del hombre y como estas están relacionadas entre sí.
Con estas carta de Atenas Le Corbusier en 1933 propone una ciudad ideal, que
dividía la ciudad en cuatro zonas destinadas a las diferentes actividades sociales:
vivienda, ocio, desplazamiento y trabajo. Define a la ciudad como una parte de un
conjunto económico, social y político que constituye la región. A su vez tomando
en cuenta que; en conjunto con lo económico, lo social y lo político, los valores de
orden psicológico y fisiológico ligados a la persona introducen en el debate
preocupaciones de orden individual y de orden colectivo, Estas constantes se
verán influenciadas por el medio ambiente: situación geográfica y topográfica,
situación económica y situación política. Explica como el desarrollo tecnológico y
avances juegan un papel interesante en la evolución de las ciudades e influyen en
la continuación de estas, Las razones que presiden el desarrollo de las ciudades
están pues sometidas a continuos cambios como El advenimiento de la era
maquinista que ha provocado inmensas perturbaciones en el comportamiento de
los hombres, en su repartición sobre la tierra, en sus empresas, Irrefrenado
movimiento de concentración en las ciudades, favorecido por las velocidades
mecánicas, evolución brutal sin precedentes en la historia y que es universal. Todo
esto conlleva al caos de las ciudades, donde la población es demasiado densa en
el interior del núcleo de las ciudades, así como en ciertas zonas de expansión
industrial del siglo XIX, En estos sectores urbanos comprimidos, las condiciones
de habitación son nefastas, por falta de suficiente espacio adjudicado a la
vivienda, por falta de superficies verdes disponibles, El crecimiento de la ciudad va
devorando, a medida que se produce, las superficies verdes limítrofes a donde
daban las cinturas sucesivas. Este alejamiento cada vez mayor de los elementos
naturales aumenta en la misma proporción el desorden de la higiene, etc.. En vista
de todos estos defectos y desordenes creados por la misma evolución del hombre
Le Corbusier propone lo siguiente: - Exigir que los barrios de habitación ocupen de
aquí en adelante los mejores emplazamientos del espacio urbano, sacando partido
de la topografía, haciendo caso del clima, disponiendo del más favorable
asoleamiento y de adecuadas superficies verdes.

Le Corbusier también se da cuenta de que cuando las superficies libres tienen


una extensión suficiente, están a menudo mal distribuidas, y, por lo tanto, son
poco utilizables por la masa de los habitantes y que la situación excéntrica de las
superficies no se presta al mejoramiento de las condiciones de habitación en las
zonas congestionadas de la ciudad, de que los terrenos que podrían afectarse al
recreo semanal están a menudo mal vinculados con la ciudad. Y plantea exigir que
todo barrio de habitación contenga de aquí en adelante la superficie verde
necesaria para la disposición racional de los juegos y deportes de los niños, de los
adolescentes, de los adultos. En cuanto al trabajo del hombre Le Cobusier
manifiesta que los lugares de trabajo ya no se encuentran dispuestos
racionalmente en el complejo urbano: industria, artesanado, negocios,
administración, comercio y que el enlace entre la habitación y los lugares de
trabajo ha dejado de ser normal, impone recorridos desmesurados. Y a su vez
propone que las distancias entre lugares de habitación y lugares de trabajo se
reduzcan al mínimo, que los sectores industriales sean independientes de los
sectores de habitación, separados unos de otros por una zona de verdor, que las
zonas industriales estén contiguas al ferrocarril, al canal y a la ruta que el barrio de
negocios, consagrado a la administración privada o publica, tenga aseguradas
buenas comunicaciones con los barrios de habitación así como las industrias y
artesanados que permanecen en la ciudad o la proximidad. Le Corbusier
manifiesta que la red actual de las vías urbanas concebidas para recibir peatones
o carros, no responden hoy a los medios de transporte mecánicos y propone que
se hagan análisis útiles, sobre rigurosas estadísticas, del conjunto de la circulación
en la ciudad, y en su región. Trabajo que revelara los hechos de circulación y la
calidad de su caudal, que las vías de circulación sean clasificadas según su
naturaleza y construidas en función de los vehículos y sus velocidades, que el
peatón pueda seguir otros caminos que el automóvil, que las calles sean
diferenciadas según su destino: calles de habitación, calles de paseo, vías de
transito, vías maestras. Propone que Los valores arquitectónicos deben ser
salvaguardados (edificios aislados o conjuntos urbanos). Con esta carta Le
Corbusier presenta una ciudad ideal, perfectamente basado en los criterios de “lo
que debería ser”, ajustada al perfil del individuo como parte del ambiente urbano y
paisajístico, tomando en cuenta las características de las ciudades actuales con
sus déficit y no solamente evaluarlas sino a su vez proponer soluciones a esos
problemas que las ciudades adquirieron a través de la evolución del hombre en si
y al caos en que llegaron a convertirse, también plantea la integración biológica,
fisiológica, psicológica, espiritual, social, política y económica del individuo a esta
ciudad, esto lo hace evaluando al individuo en general en el contexto de la ciudad
que habita y como ese medio influye en el. Le Corbusier menciona que las claves
del urbanismo se encuentran en las cuatro funciones: Habitar, Trabajar, Recrearse
y Circular. El ciclo de las funciones cotidianas: habitar, trabajar, recrearse
(recuperación), se vera reglamentado por el urbanismo dentro de la mas estricta
economía de tiempo, considerándose la habitación como el centro mismo de las
preocupaciones urbanísticas y el punto de enlace de todas las medidas. Explica
que el urbanismo es una ciencia de tres dimensiones y no de dos. Es haciendo
intervenir la altura como podrá darse solución a las circulaciones modernas, así
como a los esparcimientos, por la explotación de los espacios libres por ella
creados. El núcleo inicial del urbanismo es una célula de habitación (una vivienda)
y su inserción en un grupo que forma una unidad de habitación de tamaño eficaz.
Esta carta determina un punto clave en el urbanismo ya que en si se refiere a el y
lo utiliza como herramienta para dar vida al proyecto de la ciudad ideal o perfecta
que rigiéndose según estos cánones crearía un equilibrio entre la sociedad y el
medio ambiente que la rodea.

Los supuestos implícitos del urbanismo

Los conceptos básicos del urbanismo de los años veinte de la Carta de Atenas -la
zonificación y las estándares- siguen fundamentalmente vigentes en el urbanismo
actual. Los estándares, especialmente los de equipamientos que son sin lugar a
dudas los más importantes, sin embargo, han sido sometidos a fuertes críticas ya
desde los años setenta [Leal y Ríos, 1988] para flexibilizarlos, hacerlos menos
rígidos y más adaptados a los espacios concretos o a las cambiantes demandas
sociales. Pero la crítica a los estándares se ha frenado por el peligro de los efectos
perversos que llevada al extremo podría producir si la conclusión es la eliminación
de mínimos normativos de reservas de suelo para usos públicos rotacionales.

Mucha menos atención ha recibido el concepto de zonificación que básicamente


sigue siendo considerado como elemento básico de la planificación urbanística.
Sin embargo, la segregación de usos en el espacio es un producto histórico que
introduce el urbanismo de los años veinte de este siglo. Frente a la ciudad
indiferenciada anterior en que conviven en un mismo espacio el habitar, el
trabajar, el circular y las actividades de esparcimiento, tanto a escala urbana como
a escala doméstica [Simo Terol, 1995], Le Corbusier propugna en la Carta de
Atenas, por razones en gran parte relacionadas con la salubridad de las ciudades,
la asignación a cada función y a cada individuo de su lugar adecuado, «la
necesaria discriminación de las diversas actividades humanas, que exigen cada
una su espacio particular: locales de vivienda, centros industriales o comerciales,
salas o terrenos destinados al esparcimiento" [Le Corbusier, 1979]. El usuario tipo
del urbanismo moderno carece de sexo, pero si se observa detenidamente se
parece mucho a los hombres.

La lógica racionalizadora que segrega los espacios del habitar y el trabajar se


basa en un modelo familiar en que una y otra función corresponden a individuos
distintos que utilizan el espacio de forma también distinta. El urbanismo
funcionalista y moderno de los años veinte se basa en un modelo de familia
tradicional que aparece como dato inmutable. A la función habitar corresponde un
espacio en el entorno de la vivienda de radio limitado a los trayectos de corto
alcance, generalmente andando, y en el que se localizan diversos usos de
equipamientos (escuela, comercio, esparcimiento, etc.). A la función trabajar
corresponden desplazamientos a un único destino, el trabajo, que pueden llegar a
ser muy largos y requieren, generalmente, transporte motorizado. La ciudad
zonificada y segregada se basa en la familia como unidad en la que una estricta
especialización funcional separa hombres y mujeres. Pero ello no aparece
explícitamente ya que la perspectiva que se presenta es la del usuario masculino
de la ciudad para el que al espacio trabajar se opone el espacio del habitar, el
descanso, la reposición, la recuperación. Lo que permanece oculto, inexistente o
irrelevante es que para que ese espacio habitar cumpla las funciones que le son
propias alguien trabaja, alguien para quien quizá la asociación de contenidos sea
inversa, siendo el trabajo descanso y el habitar trabajo. El modelo, que es el que
subyace a los suburbios para clases medias tan extendidos en los países
anglosajones y basados en la vivienda unifamiliar alejada del centro urbano, tiene
una racionalidad de la que es condición el modelo tradicional de familia en que a la
mujer corresponde el cuidado del hogar y al hombre el trabajo extradoméstico.
Pero tal racionalidad se quiebra cuando se superponen en un mismo individuo la
función habitar y trabajar, cuando las mujeres no se limitan ya al mundo doméstico
sino que se incorporan a la actividad extradoméstica remunerada. Y ello no es ya
una excepción, sino que por el contrario la actividad laboral ininterrumpida a la
largo de la vida para la gran mayoría de las mujeres constituye ya el horizonte de
la normalidad.
CONCLUSION

La Carta de Atenas apuesta por una separación funcional de los lugares de


residencia, ocio y trabajo poniendo en entredicho el carácter y la densidad de la
ciudad tradicional.
Hace referencia al sol, la vegetación y al espacio como materia prima para un
funcionamiento óptimo del urbanismo
En este tratado se propone la colocación de los edificios en amplias zonas verdes
poco densa, donde las viviendas no se encuentren directamente en las vías de
comunicación, y estas reciban la luz solar en determinado tiempo, que se cuente
con zonas de esparcimiento, escuelas, hospitales, etc. Estos preceptos tuvieron
una gran influencia en el desarrollo de las ciudades europeas tras la Segunda
Guerra Mundial.

Se menciona que las ciudades son una especie de caos, ya que no fueron
construidas con orden y no están organizadas, siendo uno de los motivos
principales el crecimiento exponencial de la población mundial, obligando al
hombre a creer cada vez más rápido los centros de población asiendo que la
calidad de vida decayera considerablemente.

Este manifiesto indica las posibles soluciones generales que pueden ser aplicadas
en todas las distintas zonas urbanas.
Esto nos lleva a un sistema de vida más funcional, donde también propicia a que
el hombre trabaje más a la comunidad, viva y cuente con un confort que la misma
naturaleza nos proporciona, esto significa que se tienen que respetar las áreas
verdes y tomar en cuenta al sol principalmente y a las condiciones y topografía de
los asentamientos, ya que cada una tiene sus propias condicionantes.

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