Test de Personalidad Del Niño Según El Feng Shui
Test de Personalidad Del Niño Según El Feng Shui
Test de Personalidad Del Niño Según El Feng Shui
Si bien cada niño posee un potencial único y diferenciado, su conducta también responde a
ciertas respuestas innatas. Un sencillo test elaborado desde las premisas del feng shui te
puede ayudar a descubrirlas.
Los niños nacen con una forma de ser propia e innata que marcará su personalidad futura.
Basándose en la observación del ser humano y en estos rasgos de personalidad profundos e
inmutables, el feng shui define 5 elementos a los que corresponden 5 maneras de
comportarse. Algunos niños responden muy claramente a estas definiciones. Otros
muestran rasgos de dos o más elementos.
Para saber qué elemento domina en la personalidad muestra la lámina de los animales y
pregúntale cuál de los 5 animales representados en ella es su favorito y cuál es el que
menos le gusta. Según este test, el animal favorito del niño constituye la característica
elemental más importante de su personalidad y el que le gusta menos, la menos
importante. La jirafa representa la madera; el pulpo, el metal; el pájaro, el fuego; el
elefante, la tierra; el pez el agua.
Los niños fuego son muy activos, vivos y rápidos. En vez de caminar, prefieren correr.
Hablan fuerte y gesticulando. Cuando están a disgusto, no se frustran y lo expresan llorando
a todo llorar. Son apasionados y algo descontrolados. Les cuesta controlar sus emociones.
Se vuelcan en las cosas pero pierden la concentración con igual velocidad. Son carismáticos
y necesitan ser el centro de atención lo que les puede crean problemas de convivencia.
El entorno que les conviene: los colores pálidos y suaves en el dormitorio. Muchos
objetos en el cuarto de jugar con una alfombra en tonos tierra y arena para compensar su
fuerte personalidad. Evitar los contrastes fuertes.
Los niños tierra son pacíficos y algo retraídos. Les cuesta salir de su zona de seguridad: la
alfombra o las piernas de sus papás. Son tenaces y obstinados y les violenta desprenderse
de las cosas. Muestran apego a los juguetes viejos y prefieren los menús rutinarios que
probar nuevos sabores. Rehuyen de las situaciones nuevas; están más cómodos con lo que
les resulta familiar. No les gusta los grupos numerosos y buscan la armonía entre sus
miembros. Tienen un buen sentido de la realidad pero infravaloran sus capacidades. Les
encanta amasar, modelar, prensar, actividades tranquilas y con poco desgaste físico.
El entorno que les conviene: el magenta, rojizo o color vino son perfectos para
su dormitorio. Para jugar, una mesa redonda. Las sábanas azules y una alfombra de rayas
rojas compensan su carácter tranquilo.
El niño que se rige por el elemento agua es un soñador, un niño sensible de lágrima fácil y
sentimientos a flor de piel. Pero su sensibilidad no es sinónimo de vulnerabilidad. No le
gusta que le consuelen porque es autosuficiente. Se interesa por los demás y suele ser
compasivo. No muestra mucho interés por las actividades físicas. Es reflexivo, reservado y
persistente hasta la saciedad.
El entorno que le conviene: las paredes blancas en su dormitorio, las ventanas sin
cortinas, la ropa de cama con estrellas, triángulos o rombos en telas de algodón o lino.
El niño madera adora explorar, las aventuras de riesgo y el aire libre. Le encanta lo
desconocido y disfruta aprendiendo. Le atraen las proezas y a menudo se lanza en
actividades para las que no está preparado. Su fascinación por lo nuevo le vuelve a menudo
inconstante, poco dado a seguir instrucciones y a terminar las tareas. Es sincero, impaciente
e impulsivo.
El entorno que les conviene: sus colores son el azul, el blanco y los tonos poco
contrastados. Conviene evitar los rojos y proporcionarle espacios vacíos para que de rienda
suelta a su desbordante energía.
El metal es el elemento de la mente. Los científicos y los escritores suelen tener mucho
metal en su personalidad. Los niños que se rigen por el metal son reflexivos. Les gusta
pensar, analizar y planificar. Lo preguntan todo, disfrutan con la lectura, los rompecabezas,
los juguetes de construcción. Son meticulosos, curiosos, exigentes, más interesados por sí
mismos que por los demás y pueden llegar a ser maniáticos.
El entorno que les conviene: sus colores son el azul pálido, el rosa, el violeta y el salmón.
Hay que evitar en su entorno las telas satinadas o brillantes y los estampados de lunares.
Si quieres saber más: Feng Shui para niños de Nancilee Wydra. Editorial Oniro.
Magda Campos