Mec Suelos II Alumnos Distribucion de Esfuerzos
Mec Suelos II Alumnos Distribucion de Esfuerzos
Mec Suelos II Alumnos Distribucion de Esfuerzos
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Objetivos Específicos
Introducción
En este capítulo se trata del problema de importancia fundamental en Mecánica de Suelos,
de la distribución de los esfuerzos aplicados en la superficie de una masa de suelo a todos
los puntos de esa masa. En realidad puede decirse que tal problema no ha sido
satisfactoriamente resuelto en suelos. Las soluciones que actualmente se aplican, basadas
en la Teoría de la Elasticidad, adolecen de los defectos prácticos acarreados por las fuertes
hipótesis impuestas por las necesidades de la resolución matemática tan frecuentes,
infortunadamente, en aquella disciplina. Sin embargo, hasta hoy, la Mecánica de Suelos no
ha sido capaz de desarrollar sus propias soluciones más adaptadas a sus realidades, por lo
cual resulta imprescindible recurrir aún a las teorías elásticas. Los resultados que se
obtengan en las aplicaciones prácticas deberán siempre de verse con el debido criterio y, no
pocas veces, ajustarse con la experiencia. El hecho real concreto es, empero, que de la
aplicación de las Teorías en uso, el ingeniero civil actual logra, en la inmensa mayoría de
los casos prácticos, una estimación suficientemente aproximada de los fenómenos reales en
que está interesado, de manera que le es posible trabajar sus proyectos y materiales con
factores de seguridad, por ejemplo, que no desmerecen nunca y frecuentemente aventajan a
los empleados en otras ramas de la ingeniería. Podría decirse que, desde el punto de vista
de la Mecánica de Suelos existen dos problemas en la aplicación de las teorías elásticas y
de la teoría de la consolidación unidimensional al cálculo de asentamientos: uno, el teórico,
dista de estar resuelto y exige aún mucho del esfuerzo de investigadores; otro, el práctico,
relativamente resuelto, pero susceptible de mejoramiento, pues hoy los proyectos relativos
a los suelos pueden tratarse con razonable seguridad y economía.
En la figura 2.1, P representa la carga concentrada actuante según la vertical; (x, y, z) son
las coordenadas del punto en que se calculan los esfuerzos, referidas a un sistema
cartesiano ortogonal cuyo origen coincide con el punto de aplicación de P.
3P cos5 ψ 3P z³
σz = ------ ----------- = ----- · ------- (2.1)
2π z² 2π R5
P cos² ψ
σz = ----- -- [3 cos² ψ sen² ψ – (1-2µ) ------------ ] (2.2)
2 π z² 1 + cos ψ
P cos² ψ
σӨ = - (1-2µ) -------- [ cos ψ ------------- ] (2.3)
2 π z² 1 + cos ψ
3P
τrz = --------- cos4 ψ sen ψ (2.4)
2 π z²
En la práctica de la Mecánica de Suelos la expresión 2.1, es con mucho, la más usada de las
anteriores y su aplicación al cálculo de asentamientos es de fundamental importancia. A
este respecto se hace necesario recalcar que las expresiones arriba escritas, en particular la
2.1, se ha obtenido suponiendo que el material en cuyo seno se producen los esfuerzos que
se miden es homogéneo, isótropo, linealmente elástico y semiinfinito, limitado por una sola
frontera plana. Es evidente que el suelo no es homogéneo, pues sus propiedades varían, en
general, en las distintas direcciones del espacio; no literalmente elástico, pues las relaciones
esfuerzo-deformación de los suelos no son las que corresponden a ese comportamiento.
Por último, tampoco es semiinfinita ninguna masa de suelo.
Para la aplicación práctica de la fórmula 2.1 es conveniente expresarla como sigue (figura
2.1).
3P z ³ 3P z³
σz = ----- ----- = ----- · -------------
2 π R5 2 π (r + z²)5/2
z² 3 1
σz = ----- = ------- [ ------------- ]5/2 (2.5)
P 2π 1 + ﴾ r/z﴿²
De donde
P
σz = ----- Po (2.6)
z²
con
3 1
Po = ------ [--------------]5/2 (2.7)
2 π 1 + ﴾ r/z﴿²
Figura 2.1. Esfuerzos provocados en un punto de una masa de suelo por una carga
concentrada.
1
σz = w [ 1 - ﴾ ------------- ﴿ 3/2 ]
1 + (r/z)2
σz 1
----- = 1 - ﴾ -------------- ﴿3/2
w 1 + (r/z)²
Si esta ecuación se da a σz/w el valor 0.1 se encuentra que r/z resulta ser 0.27; es decir, que
si se tiene un círculo cargado de radio r = 0.27z, donde z es la profundidad de un punto A
bajo el centro del círculo, el esfuerzo en dicho punto A será
σz = 0.1w
Si este círculo de r = 0.27z se divide en un número de segmentos iguales (figura 2.2), cada
uno de ellos contribuirá al esfuerzo σz total en la misma proporción. Si el número es 20
como es usual en las cartas de Newmark, cada segmento cooperará para que el esfuerzo σz
con 0.1w/20 = 0.005w. El valor de 0.005 es el valor de influencia correspondiente a cada
uno de los segmentos circulares considerados.
Si ahora se toma σz/w = 0.2, resulta r/z = 0.40; es decir, para el mismo punto A a la
profundidad z, se requiere ahora un circulo cargado de r = 0.40z, para que l esfuerzo σz sea
igual a 0.20w.
De esta manera puede seguirse dando a σz/w valores de 0.3, 0.4, 0.5, 0.5, 0.7, 0.8, 0.9
obteniendo así los círculos concéntricos en función de la z del punto A, que den los
esfuerzos 0.3w, 0.4w, etc., en el punto A. Prolongando los radios vectores ya usados se
tendrá a las nuevas coronas circulares añadidas subdivididas en áreas cuya influencia es
igualmente de 0.005w sobre el esfuerzo en A.
Para z/w = 1.0 resulta que el radio del círculo correspondiente es ya infinito, para cualquier
z diferente de cero, por lo que las áreas que se generan por prolongación de los radios
vectores fuera del círculo en que z/w = 0.9, aún siendo infinitas, tienen la misma influencia
sobre A que las restantes dibujadas.
Puesto de otra forma, en la práctica se puede hacer funcionar la carta de Newmark de dos
maneras distintas.
a) Usando varias cartas de Newmark. Por ejemplo, si las z usadas para la construcción
de las cartas son 1 cm, 2 cm, 5 cm, 10 cm y 20 cm y se tiene una área cargada, cuya
infuencia se desea determinar, representada a escala 100, las cartas proporcionarían
los σz producidos por tal área a profundidades de 1m, 2 m, 5 m, 10 m y 20 m, que
son utilizadas a escala 100.
b) Usando una sola carta de Newmark, para lo cual será preciso disponer de varias
plantillas del área cargada cuya influencia se estudia, dibujadas a escalas diferentes.
Así, por ejemplo, si la carta de que se dispone fue construida con base en una z de
10 cm, y se desea conocer el σz que se produce a las profundidades de 2 m, 5 m, 10
m y 20 m, deberán construirse las plantillas a escalas tales que esas profundidades
queden representadas por la z = 10 cm; es decir, escalas: 20, 50, 100 y 200.
La plantilla del área cargada, dibujada en papel transparente, se coloca en tal forma que el
centro de la carta coincida con el punto bajo el cual quieran calcularse los σz. A
continuación se contarán los elementos de área de la carta cubiertos por dicha área cargada,
aproximando convenientemente las fracciones de elementos. El número así obtenido,
multiplicado por el valor de influencia común de los elementos (en el desarrollo anterior
0.005) da el valor de influencia total, que multiplicado por la w que se tenga da el σz
deseado.
Posiblemente la máxima utilidad el método de Newmark aparezca cuando se tiene una zona
con diversas áreas cargadas uniformemente, pero con cargas de distintas intensidades, pues
en este caso los métodos antes vistos requerirían muchos cálculos, mientras que la carta de
Newmark funciona sin mayor dificultad.
Gráficas de Fadum
La carga única concentrada cuyo efecto se ha analizado en la sección 2.1, aunque de acción
en la práctica, no constituye el único caso que es necesario estudiar. Otras condiciones de
carga muy comunes se presentan a continuación en forma concisa, sin entrar, en general, a
los detalles matemáticos de la obtención de las fórmulas que se incluyen.
p yz3 1 1 2
σz = --- ---------- --------------------- ------------------- + ------------- (2.8)
2( חx2 + z2 ) √ x2 + y2 + z2 x2 + y2 + z2 x2 + z2
La expresión anterior 2.8 puede ponerse en forma adimensional introduciendo los
parámetros
x y
m = ----, n = ----
z z
z 1 n 1 2
σz = --- = ----- ------------------------------ ﴾----------------- + ------------- ﴿ (2.9)
p 2 π (m2 + 1) √m2 + n2 + 1 m2 + z 2 + 1 m2 + 1
p
σz · ----- = po
z
Así, para poder encontrar el valor de un esfuerzo σz, en cualquier punto A debido a una
carga lineal de longitud finita, utilizando la gráfica del Anexo 2b, basta medir las distancias
x y y, tal como se definen en la figura 2.2 y dividir estas distancias entre la profundidad z
par obtener los valores de m y n, respectivamente; con ellos, la gráfica proporciona
directamente el valor de influencia correspondiente, po. El esfuerzo σz se determina con la
ecuación:
p
σz = ----- po
z
Si se desea calcular el valor de σz’ bajo un punto 0’, diferente de 0, podrá considerarse que
la carga lineal tiene la longitud y + y’ y proceder a calcular así el σz’’; después habrá de
calcularse el esfuerzo correspondiente a una longitud y’ (σz’’’). El σz’ deseado será,
evidentemente σz’ = σz’’ – σz’’’. Si se usa la gráfica propuesta, el sistema ortogonal de
referencia debe escogerse de modo que el eje Y sea paralelo a la carga lineal y el X normal
a ella, por su extremo.
x y
Adoptando los parámetros m y n, tales que m = ----- y n = -----, (ahora intercambia-
z z bles)
σz 1 2 m n (m2 + n2 + 1)1/2 m2 + n 2 + 2
----- = ----- ﴾ ------------------------------- ------------------ +
W 4 π m2 + n2 + 1 ) + m2 n2 m2 + n2 + 1
2 m n (m2 + n2 + 1)1/2
+ ang tg ------------------------------ ﴿ )2.11(
(m2 + n2 + 1) – m2 n2
Si al segundo miembro de esta ecuación se le llama wo, puede tabularse su valor en función
de distintos m y n. Esta labor fue también realizada por Fadum y en el Anexo 2c, se
muestra una gráfica con los resultados de la tabulación.
Así, se tiene el valor de σz, correspondiente a cada profundidad z. Debe notarse que el
sistema coordenado base respecto al cual se calculó el gráfico de Anexo 2d es tal que su
origen coincide precisamente con la esquina del área rectangular uniformemente cargada.
Si se desean calcular los esfuerzos bajo otro punto, tal como el A’ de la fig. 2.4, podrá
procederse haciendo sustracciones y adiciones convenientes al área cargada. Por ejemplo,
en el caso del punto A’, podría calcularse el σz’’ correspondiente al área hipotética BO’FD;
después los σz’’’ y σzIV sustractivos correspondientes a las áreas BO’HO y CO’FE,
debiendo notarse que al hacer estas sustracciones, el área CO’HG se restó del total inicial
dos veces, por lo que será necesario calcular el esfuerzo σzV por ella producido y tomarlo
como aditivo una vez. El esfuerzo σ’z deseado será
σz' = σz’’ – σz’’’ – σzIV + σzV
Un caso especial de gran importancia práctica es el que corresponde al cálculo de esfuerzos
a lo largo de una normal por el centro de un área circular uniformemente cargada (w =
presión uniforme). El caso aparece en la figura 2.5.
El esfuerzo σz en cualquier punto de la vertical bajada por el centro del círculo cargado
puede obtenerse también integrando la ec. 2.1 a toda el área circular. El proceso se realiza
a continuación con referencia a la fig. 2.4, para la ilustración de los casos análogos que se
han venido mencionando.
∆A = ρ∆ρ∆
∆P = w ρ∆ρ∆θ
Esa carga, según la expresión 2.1 produce una profundidad z, en un punto como el A, un
esfuerzo vertical ∆σz.
3∆P z3
∆σz = ------ -----------------------
2π (x2 + y2 + z2 )5/2
Entonces:
3w z3
∆σz = ------ ---------------- ρ∆ρ∆θ
2π (ρ2 + z 2 )5/2
ya que x2 + y2 = ρ2
Agrupando
3w ρ
∆σz = ------ z ---------------- ∆ρ∆θ
3
2π (ρ2 + z 2 )5/2
Figura 2.5. Distribución del esfuerzo bajo el centro de una superficie circular
uniformemente cargada.
3wz3 ρ 3wz3 2π r ρ
σz = ∫ ∫ --------- ------------------ δρδθ = ----------- ∫ δθ ∫ ----------------- δρ =
8 2π (ρ + z )
2 2 5/2
2π 0 0 (ρ2 + z 2 )5/2
3wz3 1 2 1 1 1
= --------- [2π] [---- ---- ------------------] = wz [--- - -----------------]
3
1
σz = w [ 1 - ﴾ ------------- ﴿ 3/2 ] (2.13)
1 + (r/z)2
σz = w · wo (2.14)
donde
1
wo = 1 – [ ------------ ] 3/2 (2.15)
1 = (r/z)2
Este caso ya ha sido tratado en el párrafo precedente, pero únicamente para encontrar los
esfuerzos verticales a lo largo de una normal al área trazada por su centro. L. Jürgenson
presenta una solución general, que permite calcular los esfuerzos verticales y los cortantes
máximos en cualquier punto del medio seiinfinito. En la fig 2.6 aparece una gráfica en que
se vacía la solución antes mencionada.
Figura 2.6. Distribución de esfuerzos verticales y cortantes máximos bajo un área circular
uniformemente cargada.
Este caso, figura 2.7, ha sido resuelto por Therzagui y Carothers quienes dieron las
fórmulas que proporcionan los distintos esfuerzos.
P p
σz = ---- [ α + sen α cos 2β ] σx = ---- [ α - sen α cos 2β ]
π π
p
τxz = ---- [ sen α sen 2β ] (2.17)
π
p p
σ1 = --- (α + sen α ) σ3 = --- (α - sen α )
π π
p
τmáx = ---- sen α (2.18)
π
Figura 2.7. Distribución de esfuerzos bajo una carga rectangular de longitud infinita
Figura 2.8. Distribución de esfuerzos verticales y cortantes máximos bajo una carga
rectangular de longitud infinita
La dirección en que actúa el esfuerzo principal mayor, σ1, es la de la bisectriz del ángulo α.
El esfuerzo τmáx actúa, naturalmente, a 45° respecto a la anterior dirección.
En la figura 2.8 aparece una gráfica que da los valores de σz y de τmáx en los distintos
puntos del medio semiinfinito.
La solución para este caso fue propuesta por Carothers y se refiere a la figura 2.9.
Figura 2.9. Distribución de esfuerzos bajo una carga triangular de longitud infinita
(triángulo isósceles).
p x
σz = --- [ α1 + α2 + ----- (α1 – α2) ]
π b
p x 2z r1 r2
σz = --- [ α1 + α2 + ----- (α1 – α2) - ---- ln ------- ] (2.19)
π b b r2o
p z
τmáx = ---- ---- (α1 - α2 )
π b
En la figura 2.10 aparece la solución gráfica de las ecuaciones anteriores para los valores de
σz y τmáx.
Este caso reviste importancia práctica especial por su aplicación a presas de tierra.
Figura 2.10. Distribución de esfuerzos verticales y cortantes máximos bajo una carga
triangular de longitud infinita (triángulo isósceles).
También Carothers dio la solución general para este caso, con las fórmulas
p x a+b-x
σz = --- [ ---- α + ------------ β ]
π a b
p x a+b-x 2z r2 2z r1
σz = ---- [ --- α -------------- β - ---- ln ---- - --- ln ---- ] (2.20)
π a b b ro a ro
p z z
τxz = --- ﴾ ---- α - ---- β ﴿
π a b
Que pueden interpretarse en la figura 2.10. Las expresiones anteriores son susceptibles de
tabulación sencilla en cualquier caso práctico.
Figura 2.11. Distribución de esfuerzos bajo una carga triangular de longitud infinita
(triángulo escaleno).
Este importante caso práctico fue resuelto por Hamilton Gray quien dio para los esfuerzos
fórmulas que se incluyen a continuación:
po L z √ L² + B² + z² z
σz = ----- ---- ﴾ ---------------------- - --------------- +
2π B L² + z² √ L² + z²
B BL
+ ---- ang sen ------------------------------------﴿ (2.20)
L √ B²L² + B²z² + L²z² + z²
Y bajo el punto Q
po L z z3
σz = ----- --- ﴾ ------------ - ----------------------------- ﴿ (2.21)
2π B √ L² + z² (B² + z²) √B² + L² + z²
Este mismo investigador proporciona soluciones gráficas de esas ecuaciones. En las
figuras 2.12 y 2.13 se muestran las curvas correspondientes.
Es de notar que, con ayuda de estas gráficas puede encontrarse el valor de σz bajo cualquier
punto del área rectangular sujeta a la carga triangular; para ello será necesario usar dichas
gráficas reiteradamente, haciendo adiciones sustracciones que sean pertinentes para poder
poner al punto cualquiera o bien en la condición O o en la de Q. Para resolver estos
problemas pueden usarse cualquiera de las distribuciones de carga ya vistas y que
convengan en cada caso.
Figura 2.12. Esfuerzos verticales inducidos bajo el punto de 0, por una carga triangular de
longitud finita (triángulo rectángulo).
Si se suman las ordenadas de cualquier curva de “n” en la figura 2.12 con las
correspondientes de la figura 2.13, los resultados representan las ordenadas provenientes
del diagrama de Fadum para una carga uniformemente distribuida sobre el área
rectangular.
Figura 2.13. Esfuerzos verticales inducidos bajo Q por una carga triangular de longitud
finita (triángulo rectángulo).
g) Carga trapecial de longitud finita
El problema, resuelto también por Carothers tiene, según la figura 2.14, las siguientes
soluciones:
p x z
σz = --- [ β + --- α - ----- (x – b) ]
π a r²2
p x 2z ro z
σz = --- [ β + --- α + ----- ln ---- + ----- (x – b) ] (2.22)
π a a r1 r²2
p z z²
τxz = ---- [ --- α - ---- ]
π a r²2
Figura 2.14. Distribución de esfuerzos bajo una carga trapecial de longitud infinita (trapecio
rectángulo).
Desde luego, todas esas ecuaciones son fácilmente tabulables para el trabajo en un
problema práctico, pero para mayor facilidad, en la figura 2.14 se incluye una solución
gráfica dada por J. O. Osterberg para los puntos indicados.
El presente caso es de muy especial importancia práctica por permitir el cálculo de los
esfuerzos inducidos por un terraplén. Para resolver este problema bajo el centro del
terraplén bastará multiplicar por dos el valor de σz obtenido para cada profundidad z, con
la gráfica presentada. Si se desean calcular los esfuerzos bajo el centro del extremo final de
un terraplén supuesto semiinfinito en longitud, bastará aplicar la mitad del valor de σz
obtenido para el terraplén completo de longitud infinita.
p xz
σz = --- [ β + ---- ]
π r²
p xz
σz = --- [ β - ---- ] (2.23)
π r²
p
τxz = --- sen² β
π
Figura 2.15. Gráfica de valores de influencia para el cálculo de esfuerzos verticales debido
a la sobrecarga impuesto por una carga trapecial de longitud infinita (según J. O.
Osterberg).
Los esfuerzos principales en los distintos puntos del continuo de suelo están dados por
p
σ1 = --- [ β + sen β]
π
p
σ3 = --- [ β – sen β] (2.24)
π
p
τmáx = --- sen β
π
Figura 2.16. Distribución de esfuerzos bajo un plano semiinfinito uniformemente cargado
p x
σz = --- [ β + --- α]
π b
p x z r²
σx = --- [ β + --- α - 2 --- ln ----] (2.25)
π
p z
τxz = --- --- α
π b
Figura 2.18. Distribución de esfuerzos bajo un plano infinito uniformemente cargado con
faja trapecial no cargada de longitud infinita.
Los esfuerzos en cualquier punto de la masa de suelo en este caso pueden resolverse con las
siguientes ecuaciones, debidas a Carothers, figura 2.18.
p b x
σz = --- [ ( β + β1) - --- (α + α1) + --- (α + α1) ]
π a a
p b x 2z r2 r’2
σx = --- [ (β + β1) - --- (α + α1) + --- (α + α1) + ---- ln ----------- ] (2.26)
π a a a r1 r’1
p z
τxz = --- [--- (α – α1) ]
π a
Q qLB
σz = ----------------------- = -------------------- (2.27)
(L + z) (B + Z) (L + z) (B + z)
Esta aproximación es útil en el estudio preliminar del asentamiento. Puede ser errónea
porque no indica la variación del esfuerzo en distintos puntos que estén a la misma
profundidad y no indica los esfuerzos en el suelo fuera de la pirámide.
Figura 2.19. Método aproximado para calcular el aumento del esfuerzo vertical a la
profundidad z por debajo de una cimentación rectangular cuyas dimensiones son L y B. Se
supone que la cimentación está soportada por una pirámide truncada de suelo cuyos lados
tienen una pendiente de 2 (vertical) a 1 (horizontal).
P z
σz = ---- K ------------------------- (2.28)
2π (x + y + K z )3/2
1 – 2μ
K = √ ------------ (2.29)
2 (1 – μ)
Puede notarse que en la frontera y para el caso E1/E2 = 1, que corresponde al problema de
Boussinesq ya tratado, el esfuerzo vertical es el 70% de la presión aplicada en la superficie,
en tanto que si E1/E2 se considera de 100, dicho valor se reduce a solo un 10% de la presión
superficial.
En la figura 2.22 se muestra una comparación de las distribuciones del esfuerzo vertical en
un medio homogéneo y en el sistema de dos capas para el caso en que E1/E2 = 10, μ = 0.5
y r/h = 1. La figura se complementa con la 2.20, en el sentido de que muestra los
esfuerzos en cualquier punto de la masa del medio y no solo en la vertical, bajo el centro
del área cargada.
Figura 2.22. Comparación de la distribución de esfuerzos verticales en un medio
homogéneo en un sistema de dos capas.
pr
Δ = 1.5 F ------ (2.30)
E2
Donde
En la fig. 2.23, aparece una gráfica que da los valores de F para diferentes relaciones de las
que tal factor depende.
Para el uso de esa gráfica es preciso determinar primeramente los valores numéricos de E1
y E2, lo cual se logra por medio de pruebas de placa. En el caso de que la placa transmisora
de las cargas sea idealmente rígida, la ec. 2.30 se modifica a la forma
pr
Δ = 1.18 F ------ (2.31)
E2
Si se coloca una placa rígida sobre el material que va a constituir la segunda capa y se
transmite presión, la fórmula 3.31permite el cálculo de E2 pues en tal caso F = 1, por
tratarse de un sistema homogéneo de una sola capa. Efectuando la prueba de placa ahora
en la superficie del sistema de dos capas, la expresión 2.31, nuevamente usada, permitirá el
cálculo de F y la gráfica de la fig. 2.23 proporcionará la correspondiente relación E1/E2, de
la cual puede deducirse el valor de E1. Con los valores de E1 y E2, así determinados, puede
calcularse con las fórmulas anteriores y la gráfica 2.23 los desplazamientos verticales bajo
el centro de cualquier área circular cargada aplicada en la superficie del sistema de dos
capas.
Figura 2.24. Relación elástica no lineal entre esfuerzo y deformación en estado monoaxial
de esfuerzos.
2.4.4. Frolich.
Este modelo de Frolich, está basado en la Teoría de la Elasticidad, con modelos que
introducen una variación significativa sobre el elástico-lineal.
En el estudio del modelo de Boussinesq se encuentra que para una carga concentrada y
sólido incomprensible (v = 0.5) se genera una radiación rectilínea. En el caso general de v
variable la solución se separa un poco de ésta y Frolich lo que hace es admitir que es válida
de esta radiación en función de un factor que mide la mayor o menor concentración de la
radiación, o sea, la mayor o menor concentración de las cargas bajo la zona cargada. La
expresión básica en este modelo es:
c-2
cP z
σ1 = ------ ---------- (2.33)
2π c
ANEXO 2b
ANEXO 2b
ANEXO 2c. Valores de Influencia para área circular uniformemente
cargada.
ANEXO 2d. Gráfico de Fadum para influencia de carga lineal.