1 Sinonimia
1 Sinonimia
1 Sinonimia
El término latino synonymĭa, procedente de un vocablo griego, llegó a nuestra lengua como
sinonimia. La noción refiere a la característica compartida por al menos dos palabras que
son sinónimas.
Cabe recordar que los sinónimos son vocablos que comparten una significación: es decir,
que significan lo mismo o algo muy similar. La sinonimia, por lo tanto, es un vínculo
semántico de semejanza que desarrollan dos o más palabras a partir de sus significados.
Los términos que comparten una categoría gramatical tienen sinonimia. Por ejemplo:
existe sinonimia en “casa”, “hogar” y “vivienda” ya que los tres términos son sinónimos
y significan lo mismo. Puede decirse “Ayer conocí la casa de Lupe, es muy bonita”, “Ayer
conocí el hogar de Lupe, es muy bonito” o “Ayer conocí la vivienda de Lupe, es muy
bonita” de manera indistinta.
La sinonimia total es la más rara de todas las clases, ya que los idiomas poseen una gran
riqueza semántica, por lo cual no se limitan a asignar un único significado a cada palabra.
Más específicamente, el español es una lengua que ofrece un sinfín de posibilidades para
combinar y alternar diversos términos con fines literarios, jugando con sus significados y
matices, de forma que no es tan común encontrar dos términos que siempre signifiquen lo
mismo, independientemente del contexto.
Según el punto de vista, la sinonimia conceptual puede ser lo mismo que la total, aunque en
este caso se toma en cuenta también la posibilidad de que en una región se prefiera uno de
los términos sinónimos, mientras que lo mismo no ocurra en otras de habla hispana. De
hecho, también es raro hallar dos palabras que cumplan con este tipo de sinonimia en
España y todos los países de América Latina.
Uno de los más interesantes tipos de sinonimia es la parcial, que se menciona más arriba, ya
que permite aprovechar parte del significado de una palabra para hacer referencia a otra,
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aunque no todas ellas ofrezcan los mismos elementos para comprender el tema tratado. Por
ejemplo, dos sinónimos parciales son “agua” y “líquido”; sin embargo, si el término
principal del cual se habla es el agua, es necesario proveer al interlocutor de dicha
información para que entienda a qué se refiere “líquido”.
Algo similar ocurre con la sinonimia contextual, como bien se señala en los ejemplos con
las palabras “factura”, “boleta” y “medialuna”, aunque en este caso la diferencia de
significado según el contexto puede ser mucho mayor que en la parcial.
Por otro lado, la sinonimia de connotación es quizás una de las más usadas en el habla
cotidiana, aunque no siempre se haga a consciencia, ya que consiste en dotar una palabra de
un significado subjetivo. Un claro ejemplo tiene lugar cuando decimos que “nuestra vecina
es una harpía” o que “nuestro trabajo es una pesadilla”, ya que los términos “vecina” y
“trabajo” no son sinónimos de “harpía” y “pesadilla” según sus definiciones formales.
Siempre es común escuchar sinónimos, apelativos y demás formas para referirse al oficio
de ciertas personas o profesiones. Para los abogados, este no es un tema ajeno, y menos
entre colegas. Es así que en un país como Venezuela, muy dado a los apodos o
sobrenombres, es posible encontrar una larga lista de apelativos, algunos meramente
formales, otros simplemente aduladores o enaltecedores de la profesión, pero también los
hay de tipo despectivo.
En algunos casos, estas palabras vienen de ciertos prototipos de abogados que se han
creado a lo largo de los años, y de acuerdo con cada uno de ellos, se les da una
denominación, como ocurre con “leguleyo” o “tinterillo”, los cuales son recurrentemente
personificados en cine, televisión y escritos literarios.
Por otro lado, están los términos que son más comunes entre los mismos abogados, ya sea
por su formación académica o por su uso en el desempeño de su labores diarias, tal es el
caso de “togado”. En ese recorrido de palabras, no dejan de faltar los términos como
“doctor”, que por su significado real deja en duda si es válido usarlos o no como sinónimos
de estos profesionales. Sin embargo, son muy escuchados a diario. Estos son algunos de
los términos sinonímicos de la palabra abogado:
1. Defensor: Este término hace referencia a una acción que se ejerce, por tanto se puede
afirmar que se trata del profesional que protege o defiende una causa o a alguien.
Igualmente, si la palabra se mira como un sustantivo, puede referirse a la posición de
un jugador dentro de un equipo deportivo. Pero la definición de la Gramática de la Real
Academia de la Lengua es: Letrado que en juicio está encargado de una defensa.
2. Doctor: En este caso la palabra, aunque es comúnmente utilizada para referirse a los
profesionales de la Medicina, es usada para referirse a casi todo el mundo y, muchas
veces, con propósitos de rendir algún tipo de pleitesía, esto, tal vez, porque denota
jerarquía o un rango de superioridad. En Venezuela, es muy usada para hacer mención
a los abogados. Pero la definición de la Gramática de la Real Academia de la Lengua
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es: Título oficial y con validez en todo el territorio nacional que reciben las personas
que han superado las enseñanzas de doctorado o que ha recibido el más alto grado
académico universitario.
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Peyorativo es el uso del lenguaje con una finalidad negativa para lo que se designa. Es un recurso muy
utilizado el etiquetar negativamente al rival o enemigo con un término despectivo, como primera forma de
lucha contra él. Es un adjetivo que transmite una connotación negativa de desprecio o poco respeto. “la
palabra picapleitos para referirse a un abogado es peyorativa”.