Teodicea. 2019 Tratado PDF
Teodicea. 2019 Tratado PDF
Teodicea. 2019 Tratado PDF
Teodicea
Profesor: Manuel Barrios Casares (mbarrios@us.es)
tutorías: lunes y martes, 9:30-12:30
Jessica Sánchez Espillaque (jsanchez17@us.es), despacho P223.
tutorías: lunes y martes, 10:00-11:30
4º de Filosofía
VII Cuatrimestre / septiembre 2014 - enero 2015
1
Comentarios previos 5
Tema 0 6
Presentación
0.1 Presentación 6
Tema 1 9
Introducción 9
Modos filosóficos de aproximarse al «objeto» de la religión
Tema 4 15
Lo sagrado y lo profano 15
Modos culturales de acercarse a la religión
Comparativismo y lo numinoso 17
Tema 2 20
Tema 3 28
2
Variedades de la experiencia religiosa
29
Tema 3 63
Teodicea 63
El problema del mal y la Teodicea como cuestión de la modernidad
Meditaciones Metafísicas de René Descartes
1. Introducción
63
2.2 Motivos teodiceicos en Marquard: descargas racionales de la responsabilidad divina para el problema del mal
64
2.2.1 Tribunalización 65
2.2.2 Autonomización 66
2.2.4 La compensación 67
3.3.2.2.1 Evidencia 74
3
3.3.2.2.2 Análisis 74
3.3.2.2.3 Síntesis 74
3.3.2.2.4 Comprobación 74
3.3.3.2.1 Dios como implantador de las ideas innatas que el hombre no puede obtener de la experiencia 82
4
Comentarios previos
Espero que estos apuntes sean de tu utilidad y que la web FiloSevilla te sirva de ayuda.
No dudes en participar, cualquier ayuda por tu parte será bienvenida y agradecida por todos.
Si cada uno de los compañeros aportamos nuestro granito de arena, en conjunto podremos
ponerle las cosas más fáciles al resto de los compañeros.
Personalmente, por mis responsabilidades habrá días que no pueda completar los apuntes. Es
por ello que te pediría que en medida de lo posible participes para que entre todos podamos
mantener al día el seguimiento de las clases, de cara a quienes en ocasiones no puedan acudir
en todo momento a la facultad.
Por otro lado, aunque suene a perogrullo, debo decir que estos apuntes son el resultado de lo
que pillo en clase, y de la forma en que soy capaz de ponerlo un poco en orden. Con esto
quiero decir que estudiar por estos apuntes implica que, en caso de que haya errores, puede
ser que los acarreemos los dos cuando hagamos el examen. Si no puedes venir a clase, trata de
comparar éstos con los de otro compañero, o con lo que recuerdes de las exposiciones del
profe, en caso de que tu asistencia sea más o menos regular. El que avisa no es traidor ;)
A fecha de octubre de 2014, estos apuntes fueron publicados en su primera versión en el sitio
web filosevilla.es. La publicación de los mismos en otro portal o medio no habría sido
consentida por el autor del documento, por lo que no se hace responsable del uso que
usuarios autorizados o no por el citado sitio web hagan de estos apuntes.
5
Tema 0
Presentación
LUNES 22/09/2014
0.1 Presentación
La asignatura será impartida por dos profesores, en partes bien diferenciadas.
1. En primer lugar:
2 Nota del Alumno (en adelante, NdA, para hacer aclaraciones por parte del autor de estos apuntes): este tercer apartado será
desarrollado en la segunda parte de la asignatura, dedicada a un estudio monográfico de las Meditaciones Metafísicas de
Descartes como base para la Teodicea en la modernidad, precedido de una introducción dedicada a un texto de Odo
Marquard.
6
1.2. También trataremos las variedades de la experiencia
religiosa,
1.3.1. lo divino,
8
Tema 1
INTRODUCCIÓN
Modos filosóficos de aproximarse al «objeto» de la religión
Nos encontramos allá por los años 60 con una relajación de la dictadura y un
cierto aperturismo, dando de sí una serie de herederos y pretendientes del
viejo legado filosófico;
1. entre los primeros habrá una línea de autores próximos al
falangismo con figuras como Laín Estrasgo,
Aristóteles y Tomás de Aquino van dejando de ser los referentes para los
llamados herederos con objeto de dar paso a otros autores, como Kant o
Heidegger, así como Husserl, siempre tratar de reducir a sus intenciones las
investigaciones que desarrollan.
Así, se va abriendo una visión en la que no sólo damos con estos herederos,
sino también los pretendientes, entre quienes se encuentran
Ese fue el panorama que servía de punto de partida en la década de los 80.
Trataremos de alejarnos de ese enfoque, propio en términos de Eco a la
reducción de apocalípticos e integrados, aunque no eludiremos distinciones.
Hegel, después de haber dicho que Dios no existe, entiende que lo que ocurre en
su época es una secularización de las viejas sustancialidades del mundo, y
cómo ese proceso no puede considerarse cerrado. Trata de hecho de hacernos
conscientes de que no es sin más un asunto resuelto, sino que tiene una
dimensión problemática recurriendo al concepto de Dios.
que
no
haya
mundo,
aceptar
algo
así
se
5ene
fácilmente
como
algo
imposible,
o
por
lo
menos
como
algo
mucho
menos
posible
que
el
que
pueda
caber
en
la
cabeza
de
alguien
que
no
hay
Dios;
más
fácilmente
se
10
cree
que
un
sistema
niegue
a
Dios
a
que
niegue
el
mundo3.
La clave es que damos por supuesto que no vamos a negar la existencia del
mundo, aunque sí que se da por válida la inexistencia de Dios. La cuestión es
que la conceptualización de esos términos es precisamente lo que otorga
relevancia real a cada uno de ellos. No obstante, las relaciones entre los
términos obligan a repensarlas todas, ya que las cuestiones de la metafísica
especial (Dios, Alma, Mundo) vienen a plantear estratos diferentes para un objeto
análogo, dado que la desaparición de Dios lleva a disolver el Mundo y el Alma
que lo habita. Al eliminar el mundo verdadero, dirá Nietzsche, eliminamos
los mundos aparentes.
Atender a estas tensiones desde unas genealogías que describan las ambivalencias
de la modernidad (sin caer en el maniqueísmo de la dupla modernidad-
posmodernidad) será objeto de análisis de esta disciplina que estudiaremos en
adelante; veremos pistas para posicionarnos a la hora de leer a los clásicos y
plantear estas cuestiones, así como la diversidad de modos de acercarse a la
religión. ¿Qué suscita en nosotros la necesidad de una experiencia propia de
lo sagrado? Trías habla de la necesidad de salvación, del cuidado y la cura.
Históricamente se acude a las religiones como asidero, ya sea psicológico o
examinando la búsqueda de sentido.
MARTES 23/09/2014
3 HEGEL, F.W. G, Enciclopedia de las ciencias filosóficas en compendio, p. 154 (Ramón Valls, tr. Alianza, Madrid, 1999).
11
En buena medida, no es que estemos desprovistos de religión o fe, sino más
bien al contrario: quizás el problema está en un exceso de fe. Esto deriva en
una legión de solitarios narcisistas carentes de toda opción de organizarse, y
que en último término optarán por vías de redención individuales. Los
instrumentos de consumo y satisfacción individual, en cualquier caso, acaba por
generar nuevas redes de interrelación, que deriva en un cambio de escenario de lo
público y que no significa necesariamente que no sea la calle el espacio de la
contestación y la revuelta, aunque no cabe duda de que los nuevos espacios se
están gestando indefectiblemente.
12
reconoce el autor como significativo de su época. No obstante, él creía que eso
devenía en tragedia, y no en desidia, como finalmente ha ocurrido. Cada vez
parece más difícil hablar del futuro y plantearse cómo alcanzarlo, dado que las
metas son cortoplacistas, buscando cómo reparar el mal causado en nuestra
existencia. Ese desconcierto alcanza a la filosofía, que se ve desprovista del
discurso del aliento que tuvo en el pasado.
En uno de los relatos que expone habla de Simon Rodia, un emigrado que llega a
EEUU y pasa a trabajar en la construcción. Se traslada a Los Angeles y comienza,
hacia 1921, a construir con materiales de deshecho una enorme estructura sin un
patrón ni orden previo. Empieza a suscitar la curiosidad de vecinos, que acuden a
observar y en ocasiones a colaborar con aportaciones materiales la labor de este
tipo. Recurre a una estética próxima a Gaudi en sus Torres Watts, que no
terminará pero que fueron respetadas hasta considerarse monumento nacional.
No obstante, si bien por un lado suscitó la curiosidad y colaboración de niños de
la zona, poco a poco, conforme fue expandiéndose la ciudad y ésta absorbe Watts
como extrarradio, los vecinos empiezan a incomodarse con esta obra amorfa y sin
sentido que elabora un obrero anónimo de la construcción en sus ratos libres.
Comienzan tras esto una campaña ante las autoridades para que derriben las
torres alegando que estropea el paisaje y que no cuentan con licencia. Durante la
II Guerra Mundial acusan a Rodia de ser un agente secreto infiltrado, señalando
que las torres son artefactos de radio. Sufre actos vandálicos y en el 54 abandona
la ciudad y deja inacabada su obra. Muere en el año 65. Un director de cine
compra el terreno y evita que el ayuntamiento derribe la estructura, aunque
continúa sus anhelos de destrucción. Realizan unas pruebas de resistencia que
son superadas, por lo que el ayuntamiento se ve desprovisto de argumentos para
acabar con las torres. Años después se convierten en objeto de curiosidad y
admiración de visitantes, adquiriendo un estatuto que conduce a que sean
reconocidas como monumento.
13
Esa experiencia, propia del valor de lo humilde, puede que sea la vuelta de
tuerca que evidencia los restos de sacralidad que suscitan nuestra atención.
Trías defiende que este es el origen de la religión. Así, deberíamos distinguir
entre
2. y lo sagrado.
14
Tema 4
LO SAGRADO Y LO PROFANO
Modos culturales de acercarse a la religión
LUNES 29/09/2014
Si el pan no tiene dentro de sí carne y sangre, sino que es símbolo que participa
en una invocación. ¿Supone eso que lo incorporado es el rastro de una realidad
que no está aquí sino que se da simbolizada pero que en realidad está allí?
Entenderíamos que Cristo no está de facto en el pan y el vino, sino que se
simboliza el hecho de que sigue estando allí. Esta manera de hablar, que parece
que es genérica y estructural, no deja de ser una interpretación en sí misma. Que
algo no esté aquí no implica necesariamente que esté allí, donde allí es un
lugar cualitativamente distinto. Las estructuras con las que los fenomenólogos
de la religión analizan todo esto están por tanto inmersas en una estructura
dualista, de modo que la dinámica secularizadora no se da estrictamente
fuera, sino que es intrínseca a las propias religiones.
16
El problema de los acercamientos de la fenomenología de la religión en
sentidos de aquí y allí viene favorecido por la reinterpretación dada por la
actitud de reverencia hacia una realidad totalmente otra que lleva los
atributos de la divinidad tal y como la conciben las religiones del libro, es
decir, dotada de un componente antropológico, cosa de la cual carecen las
expresiones sagradas anteriores. Así, se produce una reificación de lo
sagrado que reduce el campo de la experiencia. Es una actitud que encima se
pretende comprender en base a una congenialidad5 con esas formas
históricamente ya acontecidas de religión que concebimos como tales, y que
sirven como patrón de referencia o modelo para medir lo que significa o no tener
una religión.
Eliade dice
para
el
hombre
religioso
el
espacio
no
es
homogéneo.
Comparativismo y lo numinoso
17
personas. Zeus, como manifestación del rayo, vendrá a devenir en la deificación
de Zeus: el acontecimiento se sustantiviza para antropomorfizarse. Vico ya
anticipa esto en La ciencia nueva.
Müller dice que al principio lo que hay son nomina, nombres que describen
cosas inexplicables y que es la explicación mitológica y religiosa la que se
soporta en seres que no pertenecen al ámbito de la manifestación. Los
nomina derivan en numina y, con ello, en lo numinoso (término que alude a lo
misterioso que acuña Rudolf Otto).
Esta tesis evolucionista se plantea una continuidad entre mito y religión que
algunos, como Girard, llegan a discutir. Otros, como James Frazer, plantean
críticas en este sentido, como el que plantea en La rama dorada, donde defiende
la distinción entre magia y religión; la magia estaría del lado de la ciencia,
frente a la religión. Y es que en el fondo, tanto magia como ciencia defienden
un mundo sometido a leyes predecibles y controlables, mientras que la
religión defiende un mundo sometido al capricho de los espíritus, de tal
manera que describe un esquema evolutivo.
18
De este modo, en la medida en que la religión está vinculada a esta empresa
de desmitificación de la magia y su sueño de omnipotencia, es por tanto una
herramienta de emancipación.
19
Tema 2
FILOSOFÍA Y FENOMENOLOGÍA DE LA RELIGIÓN
Límites de la fenomenología de la religión y contextualización de la disciplina
1. dinamismo.
2. animismo.
3. deísmo.
Así, lo sagrado se puede entender como raíz de aquello que en el ser humano
luego ha podido identificarse con lo que llamamos religión. La dimensión
intencional, señala el texto, se desplaza del plano de descripciones
trascendentales a un plano de ciencia empírica positiva, y se pide que haya una
especie de comprensión interpretativa mediante la congenialidad que nos
hace pasar de un plano fenomenológico a un plano hermenéutico sin que
quede claro cómo ocurre. Gadamer llama a este plano previo como prehistoria
de la hermenéutica, entendida como hermenéutica romántica. La comunión
a la que alude el texto nos llevaría a decir que la creencia religiosa es una
estructura de la conciencia. Hoy en día no existe sólo una Teología natural, sino
también una Neuroteología, donde los temas del Ser superior trascendentes se
reformula en términos del gen divino que debería estar presente en el hombre.
MARTES 30/09/2014
21
Comenzamos respondiendo a tres comentarios7. El texto Capitalismo como
religión de Benjamin es un texto muy breve. Por otro lado, se ha realizado una
crítica ciertamente antioccidentalista, aunque lo que se admite es un enfoque
occidentalista en el programa de la asignatura, en tanto que basado en una actitu
autocrítica. Por último, se ha reprochado cierta orientación trasnochada de la
materia de la propia asignatura.
22
religión se instala en el comportamiento del individuo para su
propia proliferación, como el toxoplasma se aloja en el cerebro del
ratón que se ve impelido a aproximarse al gato para que el parásito se
expanda.
Eso nos lleva a hacer algo con el cadáver que sirva para preservarlo y para
preservarnos. La sepultura, momificación o incineración del cuerpo lleva a
conservar algo que está desalojado del espacio cotidiano, de modo que, como
dice Dennet, parte «un buen truco». Todo se convierte en una ceremonia que
sitúa el cuerpo en otra esfera, con lo que una base de la línea explicativa
donde entran las diferentes modalidades de comprensión del fenómeno
religioso desde su nacimiento, y a partir de una teoría evolutiva, apunta que se
da:
23
estableciéndose una proyección a futuro de esa cura existencial que, en la
historia, ha hallado sanación en la religión.
Lo ente, pensado desde lo particular o desde lo Supremo, nos sitúa en los predios
de la metafísica. Ello constituye que lo existente sea el Ser que impide ver a los
entes diferenciarse; es convertir la cuestión de la fractura en el problema de
los entes.
No es por tanto, como dice Eliade, que el hombre de las sociedades arcaicas tenga
tendencia a vivir lo más posible en lo sagrado porque haya vivido antes en lo
profano y descubra ese suplemento, ese otro ámbito de realidad; sino porque
siente que es ahí donde ha vivido desde el principio. Se está en lo sagrado en la
medida en que se está en lo real, y es porque se produce la visión de donde se
está porque lo que se genera es un sentimiento de la diferencia, de modo que
una vez que se inicia la dinámica del estar fuera se constituye la polaridad. Es
lo que dice la teoría de lo sagrado de Bataille, que sostiene que se está en la
fiesta como el agua en el agua, como el dasein está ahí.
LUNES 06/10/2014
24
Esa sugerencia la acompañábamos de algunas referencias, como la teoría de lo
sagrado de Bataille, quien dice que lo sagrado es un término que
etimológicamente remite a corte o separación, y que propiamente la religión se
constituye a raíz de la separación del ser humano respecto del ámbito en que
originariamente está, que es el de la animalidad, donde se está como el agua
dentro del agua, es decir, que no se siente que se está ahí.
25
a
las
experiencias
del
hombre.
La
conciencia
de
un
mundo
real
y
significa=vo
está
ín=mamente
ligada
al
descubrimiento
de
lo
sagrado.
[la
cita
con=núa
hasta
que
se
cita
la
fuente
más
adelante]
Aquí estamos explorando la posibilidad de que esto no sea más que una
reconstrucción; la idea de que estamos en la indigencia, descubrimos lo
sagrado y emergemos a un mundo cargado de significación que nos lleva a
habitar la realidad.
No se trata por lo tanto de que los actos evoquen algo que está fuera de ellos, sino
que esos actos como tal, en los niveles más arcaicos de cultura, tienen esa
dimensión sacramental, ya que es el vivir del ser humano como tal.
Por eso es que comenzamos con esa retórica en la que enrarecíamos la polaridad
entre nuestro mundo, profano y secularizado, y el anterior, en el que Dios no
había muerto, tratando de evidenciar motivos religiosos en nuestro mundo
nihilista y desencantado. A nivel del imaginario popular podemos hablar de la
religión dermocosmética o de la estetización de la vida cotidiana, así como
8 Íbíd, pág. 9.
26
de la tecnociencia, que se presenta con ínfulas redentoras que nos conduzca
a una superhumanidad: el centro del hogar, y por tanto del mundo, ha
dejado de ser el fuego para ser el televisor, de modo que el centro se ha
disipado y multisituado.
27
Tema 3
VARIEDADES DE LA EXPERIENCIA RELIGIOSA
Introducción en clave problemática
El romanticismo y la mística mundana del amor
Elementos para una genealogía de la nueva religión estética del presente
Variedades de la experiencia religiosa, de James, y Variedades de la religión,
hoy, de Taylor
Con todo esto, tendríamos que considerar en qué medida, incluso en la historia
más reciente, en las distintas aproximaciones filosóficas a la religión también ha
podido despuntar este tipo de lectura, que podríamos describir de una forma
menos abstrusa; y en qué medida estas manifestaciones de la religiosidad que no
reconocemos en las expresiones que conocemos despuntan en los debates y
aproximaciones filosóficas a la religión.
MARTES 07/10/2014
Para acercarnos a esta cuestión que apunta a las variedades de la religión hoy
podríamos remontarnos a los antecedentes de esto en la modernidad, algo que
hacíamos ayer. Y lo hacíamos en relación a dos sentidos de la palabra religión en
su etimología:
• teológica/trascendente
del individuo.
Religión
Etimología Dimensión
Por esta vía, por la vía de las transformaciones que experimenta La Querelle,
se llega a decir que los modernos son los nuevos, los que están en el modo de
los nuevos. Así llega a la época protorromántica lo que sería definido más
adelante como un ritmo triádico de humanización, en tanto que no se trata
sólo de una querella entre lo antiguo y lo moderno sino que a través de la
peculiaridad de la mímesis en clave de disolución y mezcla química que
posee la actividad de los modernos se genera un nuevo elemento.
30
refleja la dialéctica hegeliana, donde se explicitan esos tres momento (tesis,
antítesis y síntesis). La síntesis explica además la necesidad de que en
determinado punto del proceso, la plenitud y el vacío sean vistos como tales. Pero
eso sólo es una exigencia de un momento en el proceso. En el fondo es una mera
abstracción; para contar las cosas y comprender que este momento está dotado de
su propia legitimidad y superioridad con respecto a los momentos anteriores,
éstos han tenido que darse de la forma en que se dieron. Lo griego acabó por
agotarse, dando lugar a una travesía por el desierto. Al repetir el pasado
generamos un nuevo movimiento, que superan la dicotomía plenitud/vacío.
Esa es la estructura del metarrelato moderno, contenido en la filosofía
hegeliana.
Hay en el joven Hegel una apuesta decidida por esa mímesis como
recuperación del modo de religiosidad popular de los griegos, pero no se
queda ahí. En parte se queda ahí el joven Hegel, en sentido estricto9. En el
círculo de Bad-Homburg, tan del gusto de Hörderlin, Hegel asiste a la lectura de
éste acerca de El Banquete de Platón en clave no-dualista, sino más bien
panteísta, que suscita en Hegel la necesidad de la síntesis: si todo es uno, el
problema sólo se resuelve una vez resueltas las abstracciones.
En el Hegel hasta la época de Berna, los elementos negativos colman su visión del
cristianismo en líneas generales. No obstante, aún siendo esto así, desde ese
momento empieza a anticiparse el despertar de una conciencia más compleja que
eclosiona en Frankfurt durante la época de Bad-Homburg.
9 NdA: ¿?¿?¿?¿?
10 El idealismo alemán nace a partir de una defensa frente a la acusación de Jacobi de que Kant es un spinozista encubierto
más, es decir, un fatalista ateo, y en el curso de la construcción de esa defensa una parte de la conciencia romántica genera un
nuevo sentido de lo divino.
31
elementos irracionales/pasionales, constituyendo la vía que lleva a Schopenhauer
y a Nietzsche a sus respectivos programas reflexivos acerca del cosmos.
MARTES 14/10/2014
Eso se ve por ejemplo en James, pero no sólo en él, sino también en el hecho de
que estos autores hacen una clara crítica al evolucionismo de tipo spenceriano
(más determinista) y recuperan un sentido muy distinto de la fuente darwiniana.
Frente al ambiente se producen adaptaciones, pero son producto del azar, no de
11 Hablamos del Pulitzer de Historia de 2002 llamado El club de los metafísicos. Historia de las ideas en América.
32
la determinación ambiental. El éxito de la mutación viene determinado por la
supervivencia, no por la adaptación al medio.
Esto le interesa mucho a James, quien vincula este aspecto a otro en el que el
pragmatismo corrige al positivismo allí donde su fe en la ciencia no se siente
ni se reconoce como tal. Quizás esto sea especialmente definitorio en James,
quien participa en el espíritu americano del pragmatismo (a invitación de Peirce),
pero también se forma en Europa, no sólo en EEUU, por lo que se impregna del
espiritualismo de Bergson.
En esta historia Peirce se sentiría incómodo con la manera con la que James y
otros entendían el pragmatismo. Hablaría, por tanto, de pragmaticismo, con idea
de distinguirse, aunque sabía que no la tenía todas consigo para colarla. Se
entiende que es una corriente más instrumental, de modo que el pensamiento
está más orientado a la acción, la cual se constituye como la vía de validación del
propio pensamiento. En ese sentido, por tanto, la ciencia que cree que describe
la realidad y que esas verdades se validan por una mera corroboración
teórica con los hechos es ciega con respecto a su propio procedimiento. El
esclarecimiento de los procedimientos de la ciencia, por tanto, será la tarea de
Peirce y James. Éste, más instrumentalista, no se interesa sólo por la validez
objetiva de la ciencia sino también por la validez de nuestras creencias para la
vida.
33
todas las religiones. Resulta, así, imposible que James pueda abarcar ese
sentido.
Las mentes enfermas que sufren pérdidas de sentido, llevándose a pensar que las
cosas no están bien, son las que luego, sostiene James, son capaces de remontar y
renacer. A través de su propia creencia religiosa pueden volver a nacer, siendo los
renacidos o «twice-born», en palabras del autor.
Por eso cuando Taylor analiza el texto de James se centra en la figura del
renacido, pero antes trata de señalar cuáles son las perspectivas que adopta
William James.
[Nietzsche dirá que verdadero es tener por verdadero; verdadero es aquello que
potencia nuestro estilo de vida y nuestro impulso vital, lo cual no es
necesariamente saludable.]
34
articulamos nuestras vivencias no es privado, sino común, por lo que se desvela la
necesidad de abordar la religión desde un enfoque hermenéutico que no está en
James. Así, lo que habría que hacer es contextualizar históricamente el
enfoque de James para apreciar su valor, más allá de que sea de plena
actualidad.
Otra tesis de Taylor remite a Fuentes del yo, donde expone que el yo de la razón
desvinculada sería propiamente el primer prototipo de la modernidad
racionalista. En el plano político y económico es el del cálculo estratégico,
donde el principio de razón calcula beneficios y perjuicios. Es el yo que, como el
cogito cartesiano, se separa del mundo, articulándose en abstracción. En
35
buena medida, es el yo de la razón desvinculada el que triunfa en la Ilustración
y el utilitarismo.
1. la realización personal,
LUNES 20/10/2014
[falta un fragmento]
Para obtener un enfoque que es en cierto modo disonante con los desarrollos que
estamos poniendo sobre la mesa, especialmente en virtud de su tono, podríamos
acudir al texto de Sloterdijk Sobre la mejora de la buena nueva, el quinto
evangelio de Nietzsche. Es un contrapunto irónico en el que el autor discute el
patrón discursacional de la Escuela de Frankfurt, que sostiene que el
lenguaje es un instrumento de la comunicación y consenso (poniéndose
Sloterdijk del lado de Lyotard y la teoría del disenso). No sería por tanto el
lenguaje que festeja una derivación del lenguaje: en la voluntad comunicacional
estaría la propia festejación sobre el mundo [no sé qué narices significa esto]. Las
religiones, sostienen Sloterdijk, en apostar por un festejo que apunte a celebrar la
buena nueva, ya sea por la realidad o por el acontecimiento que modifica esa
realidad. En ese contexto, Sloterdijk incluye a Nietzsche dentro de esa tradición
del festejo a través del lenguaje. La catástrofe-Nietzsche está en el hecho de que
éste fue el único teórico del lenguaje de la modernidad consciente de que el
lenguaje está al servicio del hablar bien (de uno mismo, de la etnic, etc) y
quiso arbitrar una nueva forma de autoalabanza. En esta línea hace Sloterdijk
la siguiente acotación: aunque con Nietzsche esto ya es claro, no es el primero
que lo hace con cierta voluntad. Las religiones lo habrían hecho de una
forma olvidadiza, pero habría aflorado ya, en cierta medida, esta posibilidad
de mejorar la buena nueva con un antecedente como el que representa la
nueva Biblia de Jefferson, quien se propuso explícitamente expurgar el
Antiguo Testamento de las adherencias que fueran falsas (aquellas que no
encajan con la nueva fe neo-humanista), realizando, por tanto, una nueva
Biblia. En una carta de 1813 de Jefferson a Adams decía
lo
que
ha
quedado
es
el
código
moral
más
sublime
y
beneficioso
que
se
ha
ofrecido
jamás
a
los
seres
humanos.
En el fondo James y Taylor iban buscando esto como también estaba en esta línea
Heidegger en su Introducción a la fenomenología de la religión. La
reformulación que propone el autor alemán apunta a renovar la propuesta de la
fenomenología de Husserl, aplicada en este sentido a la religión en sentido
estricto. Así, en las lecciones de filosofía de la religión que componen la obra de
Heidegger son ya un anticipo de los grandes temas de Ser y tiempo. Las
estructuras de lo que llama Heidegger la vida fáctica o el análisis
existenciario, así como la caída, la culpa, la cura, el cuidado de sí, la
existencia auténtica e inauténtica, angustia… tiene un primer lugar de
expresión en las investigaciones de la fenomenología de la vida religiosa
durante sus primeros años de su actividad docente en Friburgo.
Esto sí que es una buena descripción del origen teológico que habría orientado el
camino del pensar heideggeriano: no hay una renuncia a la dimensión
vivencial de la fe. La crítica al catolicismo es una crítica a la metafísica
católica, aunque no a la metafísica per se. En cualquier caso, el detonante de
38
este planteamiento es el problema del conocimiento histórico. El problema
de la relación de la filosofía con la historia es lo que causa esta ruptura. El intento
de alcanzar verdades eternas e inmutables compromete para Heidegger su
fidelidad a aquella primera adhesión, y lo pone en cuestión porque el sistema
del catolicismo (aristotélico-tomista) impide dar cuenta de la historicidad
fundamental de la existencia. ¿Cómo puede la filosofía dar cuenta de ello? Si bien
el personaje de Heidegger-hombre no fue especialmente escrupuloso (fue
bastante ventajista), el Heidegger pensador es coherente y leal a este momento de
la ruptura. Con ello, en el fondo, aunque no explícitamente, ya está anunciada la
ruptura con la lógica neokantiana, que trataba de ser puramente gnoseológica,
incluso con la lógica de la fenomenología de Husserl (investigaciones lógicas).
Mañana seguimos.
MARTES 21/10/2014
40
El Heidegger de estos años ha tratado de comprender la fenomenología mejor
que lo que la había comprendido Husserl. Lo que describe la fenomenología al
referirse al fenómeno no es un objeto, propiamente: la intención es
desbordar la relación sujeto-objeto, y así lo dice Heidegger en Ser y tiempo.
No es la determinación del qué, sino al modo en que los fenómenos
comparecen ante la conciencia (el yo puro).
Ante este objetivo habría que precaverse ante una posible reducción del
sentido de dicha comparecencia a lo que no es más que un modo
determinado de concebir su venir a presencia. En alemán, el venir a presencia
se entiende como asistencia, estar presente, que tiene que ver para Heidegger
con aquello que en griego se llamaba parusía. Para Heidegger, decíamos, se trata
de sospechar acerca de si no estaremos limitando o restringiendo el modo con
que se nos presentan los fenómenos a un tipo de comparecencia de forma
meramente teórica o gnoseológica, entendiendo el fenómeno como una cosa o un
objeto. Aquí, Heidegger puede que esté recogiendo una sugerencia de Nator en
una reseña de la reciente aparición del libro de Husserl en la revista Logos, donde
el autor señala que toda experiencia, desde el momento en que la expresamos en
conceptos, se está traduciendo reflexivamente, luego, está quedando objetivada.
Esta observación sugiere que entonces cuando una experiencia la traducimos a
concepto y la objetivamos, la sometemos a un proceso de homogeneización, de
forma que disolvemos la particularidad de la experiencia vivida. Husserl, en un
determinado momento incluido por la lección de Heidegger, tratará de recuperar
el mundo de la vida, y así, intentando que no se produzca este estrechamiento.
Pero en cierto modo, con esta observación de Nator, Heidegger empieza a pensar
si no será eso cierto, distinguiendo entre el proyecto de la fenomenología y el
modo en que esto se lleva a cabo.
Ente es Ser que comparece de una manera tal que nos da la impresión que esa
es la única forma de comparecencia de aquello que Heidegger designa como
Ser. Por ello señala que el Ser no es, aunque eso derive en una trampa antinómica
del lenguaje. Para Heidegger, el ente no es más que Ser en conserva, aludiendo a
una fórmula duchampiana (que refiere el mundo como «azar en conserva», al
respecto de sus Tres patrones zurcidos). La perspectiva teórica y conceptual,
por tanto, no es más que un derivado del modo de darse los fenómenos, a
falta del horizonte de acción de éstos. Por ello, cabe preguntarse si
efectivamente el yo puro y sus cogitaciones no son sino un patrón de
comparecencia conformado según los criterios de la perspectiva teórica,
pero alejados de la justicia de la vida.
Igualmente
por
ello
observaría
Husserl,
magnánimo,
pero
en
el
fondo
reprobando
el
asunto,
cómo
yo,
además
de
mis
cursos
y
clases
prác=cas,
estudiaba
semanalmente
en
grupos
de
seminario
y
con
alumnos
más
avanzados
las
Inves)gaciones
lógicas.
La
preparación
de
ese
seminario
resultaría
frucafera
sobre
todo
para
mí.
Allí
es
donde
me
percataría
-‐llevado
primero
más
por
un
presen=miento
que
por
una
inteligencia
fundada
de
la
cosa-‐
de
lo
único
esencial,
a
41
saber,
que
lo
ejecutado
en
relación
con
la
fenomenología
de
los
actos
de
conciencia
como
el
darse
a
ver
los
fenómenos
a
sí
mismos
es
lo
que
viene
pensado
por
Aristóteles
y
en
todo
el
pensamiento
y
la
ex i ste n c i a
g r i e go s
c o m o
a l et h e i a ,
c o m o
e l
desocultamiento
de
aquello
que
hace
acto
de
presencia,
como
su
«desalbergarse»,
su
mostrar-‐se.
Lo
que
las
inves=gaciones
fenomenológicas
habían
encontrado
de
manera
nueva
como
sustentación
del
pensar
se
probaba
como
el
rasgo
fundamental
del
pensamiento
griego,
si
es
que
no
de
la
filoso_a
en
cuanto
tal.
Y
cuanto
más
clara
se
me
hacía
esa
intelección,
con
tanta
mayor
fuerza
surgía
la
pregunta:
¿De
dónde
viene
y
cómo
se
determina
aquello
que
ha
de
ser
experimentado,
de
acuerdo
al
principio
de
la
fenomenología,
como
«la
Cosa
misma»?
¿Se
trata
de
la
conciencia
y
de
su
obje=vidad,
o
del
ser
del
ente
en
su
desocultamiento
y
en
su
acción
de
ocultarse?
Así
es
como
me
vi
llevado
al
camino
de
la
pregunta
por
el
ser,
iluminado
por
la
ac=tud
fenomenológica
(…).
(Mi
camino
en
la
fenomenología,
extraído
de
Heideggeriana)
42
2. generificación (o generalización genérica): remite a una
generalización de diversos objetos dentro de un mismo campo
temático en virtud del mismo qué es, lo cual lleva a situar la
generalización en la remisión a la esencia, es decir, a lo que
determina lo que el objeto es. Esto permite categorizar la realidad,
delimitando modos de lo ente sin agotar el sentido del Ser. Es aquí
donde se describe la quididad del ente.
43
fenómeno no es ni objetualidad ni objeto”, afirma. Con lo cual aquí está ya
diciendo que la perspectiva gnoseológica, teorética, no permite captar el
fenómeno en su historicidad, y por eso hay que arbitrar otra vía de
aproximación. Después de haber dicho esto, afirma Heidegger lo siguiente: “Lo
histórico es un sentimiento que se nos presenta como una carga que
desasosiega”. ¿Cómo reaccionar ante el desasosiego? Ahora lo veremos.
Heidegger habla de estas tres vías:
Volviendo a Heidegger: las tres vías arriba nombradas están dominadas por la
concepción platónica. “Todas ellas son tendencias al aseguramiento”. Pero,
44
¿basta el aseguramiento? “Lo que desasosiega es la realidad de la vida”, dice
Heidegger. Según el profesor, lo que está diciendo Heidegger en el texto es que
lo que ocurre es que se está oscureciendo la relación genuina entre la
existencia humana y la preocupación por lo que desasosiega. ¿Son dos cosas
el estar ahí y el estar preocupado? El Heidegger de Ser y tiempo nos dirá que no.
El dasein –el estar ahí–entiende que su pregunta es por el ser, es decir, su
preocupación consiste en estar formulando la pregunta por el ser e
intentando formular una respuesta, que, en realidad, nunca es conclusiva.
Más adelante dirá: “Saltará en pedazos todo el sistema categorial filosófico”. Por
este motivo es por lo que la fenomenología de la religión de Heidegger es tan
diferente a los argumentos de G. van der Leeuw. Para Heidegger, hay que
adentrarse primero en la reflexión sobre cómo captamos los fenómenos. No
podemos saber qué es la religión en su esencia, tampoco podremos
establecer tipologías. Sí podemos establecer elementos para la comprensión, en
sentido de la distancia hermenéutica. Por tanto, no podemos subsumir bajo la
categoría de género y especie aquellos elementos que estamos describiendo.
Con ello, lo primero que tenemos que hacer es destruir o deshelenizar los
contenidos heredados de la teología tradicional. Esto tiene que ver más con
la vida en un aquí y ahora que con la perspectiva abstracta de lo eterno.
12 NdA: «Yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo». Gálatas 1:12.
45
caso, en Pablo también. Curiosamente, en Aurora de Nietzsche
vemos argumentos semejantes, aunque con un estilo muy diferente.
Epígrafe 16: el talante de fondo de Pablo se abre con esta afirmación: “San Pablo
se halla en lucha”. El Cristianismo ha tenido que convivir, pues, en un ámbito
de lucha. Esto es lo que nos está diciendo aquí Heidegger.
46
Hermenéutica de la facticidad en el cristianismo primitivo
Caída
LUNES 03/11/2014
Carl Schmitt, como teórico del estado, dice que todos los conceptos de la
teoría política moderna son conceptos teológicos secularizados: el estado
moderno simboliza el poder del antiguo Dios presecular. Esta idea se identifica
en diferentes constelaciones que hace el autor, incluso en su idea de que la
organización política se basa en las relaciones para-amigos y para-enemigos. La
soberanía, vista así, se circunscribe a la identidad de quien puede decretar
un estado de excepción, con independencia de la legitimidad. Ese
decisionismo sigue la estela del clima intelectual en la que el propio Heidegger
participa. Jacob Taubes vincula esa idea con el propio Pablo, como Agamben
también lo hace.
47
comunitaria, donde Taylor señala que el lenguaje religioso que
vertebra el mensaje sagrado no es privado, sino que cobra
eficacia en un contexto que se posibilita a través de la tradición.
El mandamiento del amor supera a los mandamientos de la ley: ama y haz lo que
quieras, que dirá Agustín. El cristianismo, desde entonces, se va filtrando con
un contexto donde los cultos mistéricos penetran en la religiosidad oficial.
Los judíos, tan apegados a la vida como los griegos, no comprendían la deriva que
iba tomando la perspectiva de ultratumba del cristianismo, que iba apostando
poco a poco por la idea del castigo eterno. No obstante, los primeros cristianos
no creía en esto: su vida sería efectivamente eterna, ya que la parusía estaba
por llegar. Pero no llegaba. Empezaron a morir y la doctrina comenzó a cambiar.
Cuando Jesús predica el reino de Dios no tiene necesidad de explicar el
48
contenido del mismo, ya que no era diferente al que los propios judíos ya
esperaban. El anuncio de Jesús apunta la inminencia de su llegada.
Agamben hace una segunda propuesta en torno a la idea del «tiempo que
resta» en la doctrina paulina. El sintagma nominal en el que Pablo se describe a
sí mismo al inicio de la Epístola a los Romanos14, Tesalonicenses y Corintios:
Paulos
Doulos
Christou
Iesou,
Kletos
apostollos
aforismenom
eis
evanggelion
theou.
Cada uno de los pasos del sintagma precede al anterior: trata de poner en
suspenso la ley (la nomos) habitual, tanto en criterio nominativo como
incluso jurídico, rompiendo con la tradición mosaica. Lutero traduce la klesis
(procedente de kletos), como vocación o profesión, de donde Webber obtiene la
noción de la klesis mesiánica comprendida como profesión: es un signo de
indiferencia escatológica, relacionándola la actitud de Lutero (quien no existía en
el texto paulino valoración positiva de las profesiones), que defiende los deberes
de la posición mundana. La vocación mesiánica no tiene ningún contenido
49
Correlación semántica del sintagma de salutación paulino en Romanos
Paulos Doulos Christou Iesou Kletos apostollos aforismenom eis evanggelion theou
mundano específico: se puede actuar como judío o como gentil, ya que hay un
cómo esencial que define dicha vocación.
50
3. No-judíos: los judíos según la carne serían los no-judíos (con
independencia de que sean judíos o no-judíos),
MARTES 04/11/2014
William Variedades de la
Particular / psicologista Subjetiva
James experiencia religiosa
Introducción a la
Martin
fenomenología de la Singular Histórica
Heidegger
religión
Charles Variedades de la
Comunitaria Tradición
Taylor religión hoy
Ese resto inasimilable es lo que impide el cierre respecto a una identidad que se
predica a todos por igual. Con esto se da una sintonía entre este planteamiento y
el de Heidegger cuando éste se resistía a que su ontología fundamental y su
análisis del existente humano tuviese una equiparación con una antropología, ya
que ésta presupone un humanismo que aniquila al resto de casos. El que hace la
pregunta por el ser es el dasein, y no el hombre, ya que no lo entiende como
una identidad susceptible de ser categorizada bajo una idea ya dada, lo cual
conduce a la metafísica y modelar sobre la base del platonismo. El «resto» de
Agamben apunta a la dimensión proyectiva de la existencia, que estando como
está abierta a los otros reivindica la garantía de la quiebra de toda cerrazón de un
grupo privilegiado frente a otro. Estamos pues ante un pensamiento que tiene
51
rendimiento en el ámbito de la filosofía política contemporánea: es una nueva
forma de humanismo y universalismo.
Esto nos abre a posibilidades de una lectura del mensaje paulino en una clave muy
distinta a la que se ha leído cuando se ha asimilado. Jacob Taubes dice que el
gnosticismo, para entender lo específico del cristianismo de Pablo, no es
sencillamente un problema que aparece en el siglo II para la intimidad del
cristianismo y que tiene que ver con la formación del canon
neotestamentario, cuando se dice que el canon se formó como una reacción
frente al que propone Marción. Taubes defiende la idea de que el gnosticismo
está a la base del nacimiento del cristianismo, con lo que esa existencia en
lucha debería contemplar no sólo en qué medida Pablo trata de predicar un
mensaje de Jesús que difiere del judaísmo convencional, sino que con
independencia de que recoja elementos de otras doctrinas trata además de
diferenciarse del gnosticismo, entendida como crisis dentro de la propia
religión monoteísta de la creación y de la revelación.
Jesús, y sobre todo Pablo, serían repuesta a esa crisis, según la cual el Dios del
Antiguo Testamento es un Dios inferior que ha creado un mundo inferior
intoxicado por la materia. Ya aquí está gravitando la pregunta que explicita la
teodicea en los términos clásicos de Lactancio: «si existe Dios, ¿de dónde
procede el mal?». Ante eso, si el origen del mal proviene de Dios, ¿por qué lo
permite? Es en esta corriente donde se da el dualismo más radical.
52
esperaban la señal de un Mesías vencedor. El Grafito de Alexámenos15 constituye
la forma en que paganos y judíos consideraban la simbología del sacrificio.
15 http://es.wikipedia.org/wiki/Grafito_de_Alex%C3%A1menos
16 Un Dios creador, identificado con el orden que ha creado y correlativo con su inteligencia y bondad, atributos
MARTES 11/11/2014
54
desbordante y hostil17. Por ello, el hombre busca un acceso diferido al mundo.
Esto lo aplica también a metáforas en concreto, como la de la salida de la caverna
o la del mundo como un libro (La legibilidad del mundo), que hace convertir una
realidad extraña, con signos indescifrables, en una realidad legible, cosa que
comparten filólogos y científicos. La cultura, por tanto, es siempre un trabajo
de la distancia. Es lo que permite que el hombre deje de sentir miedo y salga
al exterior, que salga de la caverna. Siendo Blumenberg uno de los herederos
directos de Heidegger, nos encontramos con alguien que le responde con la
crítica, habida cuenta de que su pensamiento es una antropología que, sin
estar formulada, queda expuesta desde la metáfora.
55
modernidad cuando se autointerpreta y se autolegitima en esa obsesión por la
autonomía, entendida en términos absolutos como falta de dependencia, para
sostener la autoafirmación humana. Nos preguntaríamos así qué ha ocurrido en la
época moderna, o si ha podido dejar de necesitar a Dios. Leibniz piensa un
mundo ordenado en la Teodicea, de tal modo que en cualquiera de sus mónadas
una mente infinita podría leer el universo entero. Pocos años después Laplace en
Teoría analítica de las probabilidades analiza esto en términos de conocimiento
matemático del universo, admitiendo la posibilidad de que un entendimiento
superior pueda concebirlo todo a una vez.
No se ve que incluso una defensa del creador como la de Leibniz vaya a acabar
precipitando un tipo de filosofía que Jacobi denominará nihilista. La única
alternativa a eso va a ser la vía de la desustancialización, que en otro sentido es la
vía que explora Marquard en “Pregunta por la pregunta cuya respuesta es la
hermenéutica”. La hermenéutica nace ella misma como exégesis de textos
sagrados, pero acabará secularizándose.
En el fondo para Leibniz el verdadero mal no han sido los dolores del
cuerpo, las enfermedades, sino la posibilidad de un mundo sin sentido,
carente de razón, que sólo estuviera determinado por el azar y la causa ciega.
Él trata de sustituir esos átomos materiales por unos átomos o autómatas
espirituales. Leibniz comienza argumentando contra ese Dios causa eficiente o
principio de razón.
58
mecanismo a la experiencia de la libertad humana? Kant dice que es en la
experiencia de la libertad donde podemos hallar un indicio de ese saber.
Criticismo.
1. Idea de cálculo.
Si, por una parte, hay limitación, en la medida en que la razón se hace autónoma,
en esa misma medida, esa razón asume la dinámica de la razón absoluta anterior.
Por eso Hegel puede describir así el hecho de la Revolución Francesa como una
especie de milagro, “fue un espléndido amanecer (…); una emoción sublime
reinó en aquellos tiempos”.
Jacobi dice que toda la filosofía racionalista moderna lleva a la muerte de Dios,
lleva al nihilismo.
La tarea para la joven generación idealista: cómo asumir a Lessing, a Kant, etc.
sin caer en el nihilismo, en el ateísmo.
59
Texto [entregado en clase]. Leibniz, Teodicea
Se trata una y otra vez de decir que la mente de Dios controla, y el mundo que
sale de ahí es el mejor de los posibles. La propia voluntad está supeditada a
esto por necesidad.
El mundo de Leibniz no está tan lejos del spinoziano. Kant y Leibniz son
spinozianos encubiertos. Esto es precisamente lo que dice Lessing.
Surge de aquí un panteísmo absolutista. No hay nada que altere a esta sustancia.
El reto del idealismo alemán: sin renunciar a este camino autónomo de la propia
razón, asumiendo que la sustancia es una, quiere reconquistar a Dios en este
mundo. Uno y todo, sí. Que este mundo sea capaz de albergar la infinitud, y que,
por tanto, sea posible la libertad de todos los espíritus. Para lograr este reto, la
sustancia única tiene que transfigurarse en espíritu. La sustancia es lo otro de sí
mismo, y esto es Hegel.
MARTES 18/11/2014
Hegel es el autor del dictum de la muerte del arte, y no es que deje de tener
sentido, sino que aquello que manifiesta del espíritu de su absolutez del arte
tiene sus características inherentes a ese tipo de realización una serie de
limitaciones, de forma que para Hegel, como el arte busca transmitir un
contenido de verdad que es el espíritu absoluto para producir un efecto
estético (lo bello, lo agradable), la limitación consiste en que para adecuar
forma y contenido en el fondo el arte está obligado a hacer una presentación
limitada, paradójicamente, del carácter absoluto del espíritu. Esto se
traduce en que para Hegel, en el fondo, el arte donde logró su cénit fue en la
60
realización del arte griego, donde el equilibrio entre forma y contenido es
óptimo. ¿Significa esto que para Hegel el arte cristiano, germánico o gótico es
inferior al clásico? Sí y no. Hegel no menosprecia al arte medieval como no lo
hace de su época. Lo que dice es que el arte cristiano medieval es menos arte que
el griego, que es puro en tanto en cuanto no traiciona el equilibrio entre forma y
contenido. El arte germánico se ocupa más de un contenido, de un mensaje, por
lo que quiebra el equilibrio del arte griego. Hegel no dice que una cosa es mejor
que la otra, sino que en cuanto arte, el griego cumple su cometido, pero como
hace falta apostar por una infinitud superior, aquella que sólo la verdadera
religión (la cristiana, en un estado preconceptual que se expresa en la filosofía)
dispone, articula la idea de la muerte del arte. Para la justa conciliación de lo
divino y lo humano ni el arte ni la religión, sino la filosofía, es el instrumento
cultural adecuado: sólo el concepto nos lleva a comprender cómo se hace
posible esa reconciliación. Concepto para Hegel, por tanto, no es un
producto del entendimiento.
1. la vía del entendimiento, como razón finita del ser humano, y la vía
del sentimiento (vía del salto mortal y propia de los intuicionistas
románticos),
61
lo que se resisten los jóvenes idealistas, que optan por la vía del panteísmo, es
decir, a un monismo substancialista. Por lo tanto, la situación en la que ellos
están es una suerte de atolladero sin salida. En 1781 se publica la primera edición
de la Crítica de la razón pura; en el 85 llegan las Cartas a Mendelssohn sobre la
doctrina de Spinoza que abren la famosa «Polémica sobre el spinozismo»; en el 91
llega la segunda edición de la Crítica con las consideraciones a la crítica de Jacobi,
y tras la Revolución Francesa llega una segunda edición de las Cartas, que
confirman el éxito de las ideas spinozistas. Así, la voluntad teórica de esta joven
generación apunta a la conciliación de lo divino y lo humano, no como la vía
del nihilismo entendida como un desalojo de la representación dualista,
sino que la voluntad teórica aspira a la conciliación. Estos muchachos
estudiaban tanto teología como filosofía, y de ahí procede parte de esta
aspiración.
Para dar con la dimensión elevada de Dios, es la vía del sentimiento la que
opera. Pero estos jóvenes idealistas quieren reconciliar ambas vías. Kant ya
reconoce que nuestra facultad para conocer el mundo, sensible, es escindidora,
en tanto en cuanto separa la unidad del mundo en los estímulos fenoménicos. Si
vemos el mundo con otros ojos podremos ver lo divino que hay en él.
Para Hegel, más que Ser, es un llegar a ser, que deviene y se realiza idealmente,
reconciliando al ser humano consigo mismo.
LUNES 24/11/2014
62
Tema 3
TEODICEA
El problema del mal y la Teodicea como cuestión de la modernidad
Meditaciones Metafísicas de René Descartes
1. Introducción
En copistería tenemos un texto que vamos a comentar. Se trata de un capítulo del
libro de Odo Marquard, Apología de lo contingente, en concreto, el dedicado a
«Descargos. Motivos teodiceicos en la filosofía moderna». Aunque no habla de
Descartes, es interesante tratar el asunto que aborda como introducción a la
teodicea en la modernidad, con Leibniz en su punto de mira.
3. Meditaciones metafísicas.
Se abre por tanto una Teodicea planteada como una teología racionalista de la
mano de Descartes, habida cuenta que trata de demostrar la existencia de
Dios desde la razón y sus argumentos. Podríamos usar la definición
heideggeriana de ontoteología. Esto significa que para explicar lo óntico,
propio de la ontología, se recurrre a lo divino, propio de la teología. Eso es
lo que hace Descartes, que incluso tira de argumento ontológico. El autor trata
de demostrar con argumentos racionales la existencia de Dios, que luego Kant
pondrá en duda.
La cuestión es que esa necesidad, ese anhelo, por legitimarse (de «hacer de
todo un tribunal») comenzó en la edad moderna con Leibniz y su Teodicea.
Ahí está el presupuesto que está a la base de la tesis de Marquard, en el sentido de
que cree que esa tribunalización tan característica de hoy ha filtrado en toda
la estructura de la actitud del hombre moderno desde Leibniz, quien hace de
la filosofía un tribunal. Leibniz es el primero, según Marquard, porque es el
primero que abre un proceso del ser humano ante Dios por la cuestión del mal.
1. el de la tribunalización,
2. el de la autonomización,
19 Otro motivo teodiceico en este sentido es precisamente la autonomización del hombre, como veremos en adelante.
64
3. el de la bonificación de la maldad
4. el de la compensación.
2.2.1 Tribunalización
Hablamos de
1. un acusado: Dios
3. y de un delito: el mal.
65
2.2.2 Autonomización
MARTES 25/11/2014
66
En términos gnoseológicos, el error es visto como un mal, con lo que
podríamos entender que el mal tiene entidad ontológica. No obstante, se da
una tendencia de desmalificación a partir de la modernidad, viéndose el error no
como error, sino como desviación, lo feo como algo revindicable o lo que en
términos morales el mal pasa a ser bueno. El resultado de esa desmalificación
es una malificación de lo bueno. Incluso el mal físico es desmalificado, de forma
que la enfermedad ya no es algo negativo (p. 41). El ejemplo más claro, donde
pone la mirada Descartes, está en la desmalificación del mal metafísico: la
finitud ya no es algo de lo que haya que huir. La búsqueda de la substancia
como lo que permanece parmenídeamente ya no es algo necesariamente malo, se
dé o no con ello. Desde luego, ya no es demonizado.
A continuación cabría pensar que ante una desmalificación de los males todo
pasa a ser bueno, pero nada de eso. En realidad, la bonificación de la maldad
supone una inversión de los términos, con lo que la necesidad de
justificación permanece en el horizonte. El mal, así, siempre existe. Teniendo
en cuenta esto, hay que comprobar que la existencia del mal queda compensada
suficientemente por la existencia del bien. Damos así con este otro motivo
teodiceico: el de la compensación.
2.2.4 La compensación
Este motivo no es una bonificación de los males, y conviene subrayar que son
cosas diferentes. Marquard dice que en el caso de la compensación se puede
hablar de una rebonificación de los males, aunque quizás sea más apropiado
hablar en términos leibnizianos de némesis: las malas acciones son
compensadas (castigadas mediante males) mediante la némesis, algo que a
la manera moderna se puede entender como mitigación o indemnización.
Ante una mala acción recibida, hay una bonificación que la indemniza. Dotar al
hombre de lenguaje es una compensación por la naturaleza finita de su
condición (p. 44).
Con esto terminamos con Marquard, a falta de que hagamos una lectura personal.
La semana que viene al turrón con Descartes. Que suenen los sables.
LUNES 01/12/2014
67
3. Descartes y el concepto de Dios
Hoy vamos a introducir buena parte del pensamiento cartesiano (cosa que ya ha
venido adelantándose en lo tratado en el texto de Marquard). Concretaremos
todavía más esas ideas y terminaremos así la introducción que veníamos
desarrollando.
1. Fe viva: para Ortega se cree en algo con fe viva cuando ese algo
nos basta para vivir. Literalmente dice, en Historia como sistema,
«creemos en algo con fe viva cuando esta nos basta para vivir» (p. 18,
Col. Austral). La Edad Media creía en Dios con fe viva. Unamuno
dirá que la fe viva crea el dogma para vivirlo, en lugar de simplemente
acatarlo.
Para Ortega, el ciclo de la historia responde al paso de fe viva a fe muerta para dar
paso a una fe viva en la razón.
69
vienen dado por el mal metafísico: por la condición finita del ser humano.
De ahí la diferencia estimativa entre los sentidos y la razón.
Lo que trata de decirnos Descartes en base a esto es que la razón tiene que
liberarse de toda influencia externa a ella, como las pasiones, los apetitos,
los deseos e incluso los maestros e instructores que, según el autor,
impedirían un uso libre de la razón (pensar por uno mismo). Se trata en
última instancia de una liberación de todas las influencias externas de la razón.
1. clásico (pirrónico)
70
actitud es sinónimo de la actitud crítica en defensa de la autonomía de la
razón. No obstante, también llega a criticar a los escépticos.
Cuando hemos estudiado a Descartes seguro que vimos los sueños que recoge en
una de sus obras, respondiendo al anhelo de dar con un método universal para
todas las ciencias. En 1619 Descartes tiene una serie de sueños que registró en
los cuadernos Olímpica y que nos interesan porque en ellos está latente el deseo
de dar con un nuevo método de conocimiento que sea capaz de alcanzar un saber
universal. No es sólo el método, sino también el saber, lo que Descartes
pretende alcanzar en su condición universal. Se dice que lo que Descartes
muestra a través de esos sueños es que para él la revelación de la verdad no
puede ser captada de una manera ingenua (o inmediata) sino que toda
revelación de la verdad pasa por un método. Dicho de otro modo, a través de
un procedimiento.
3. Por eso dice que la ciencia tiene que ser única y universal, y para
ello tiene que estar guiada por la razón humana.
MARTES 02/12/2014
Hoy vamos a seguir la misma dinámica, aunque con una salvedad. Conviene que
recordemos algunas cosas del Discurso del método. No nos saldremos demasiado
del guión, ya que lo que recordaremos es lo que dirá en el Meditaciones. No
analizaremos el Discurso, sino que nos ceñiremos a las reglas ciertas y fáciles
con las que deducir toda la realidad y su fundamento tal y como se pondrá en
práctica en las Meditaciones.
72
3.3.2.1 Facultades gnoseológicas humanas
1. los sentidos
2. la imaginación
3. la memoria
4. el entendimiento o razón,
si nos preguntamos cuál nos capacita para conocer la verdad de la realidad,
concluiremos que sólo la razón nos permite conocer con verdad la realidad. Por
tanto, rechaza las otras facultades.
Es decir, primero intuir y a partir de aquí, deducir. De ahí que las reglas del
método se sostengan de una primera: la evidencia.
73
2. sistematiza en el Discurso
1. Evidencia
2. Análisis
3. Síntesis
4. Comprobación
3.3.2.2.1 Evidencia
3.3.2.2.2 Análisis
Una vez que doy con la evidencia se procede con el análisis, que consiste en
descomponer la realidad dividiéndola en tantas partes como sea posible para
dar con las más simples, dado que es en lo simple donde se muestra la verdad
de manera evidente.
3.3.2.2.3 Síntesis
En tercer lugar se procede con una síntesis de esas ideas simples y verificadas.
3.3.2.2.4 Comprobación
20 DESCARTES, R. Discurso del método, p. 24, tr. Bella Reguera, E. Madrid, Tecnos.
74
3.3.2.3 Rechazo a los sentidos: la duda como
método
A partir de aquí se puede concluir que este método no tiene en cuenta para
nada la experiencia y la experimentación, ya que los sentidos, que serían como
los agentes de la experimentación, nos engañan, por lo que no son portadores de
un conocimiento verdadero o científico. Por el contrario, el método sólo se
sustenta sobre la razón. No obstante, los sentidos están ahí y constituyen una
inevitable facultad humana. Ante esto, Descartes plantea la duda metódica.
¿Cuándo está el ser humano en disposición de llevar a cabo esa duda metódica, a
la que se refiere Descartes con ese «una vez en la vida»? Y una vez reconocido el
momento, ¿cómo se ejecuta esa duda?
A la pregunta del cuándo, el autor reconoce que desde joven ha ido admitiendo
ideas que pueden haber sido falsas, por lo que el momento adecuado para
empezar a dudar pasa por haber alcanzado una cierta madurez mental. Por
eso decíamos que lo importante ante esta actitud de revisión es mantener la
75
prudencia. El mejor momento para evitar la «precipitación y prevención» a la
que se refería en el Discurso es precisamente cuando ha madurado nuestro
espíritu.
Es la razón la que tiene que dictar las pautas a seguir: sólo admitiremos aquello
que nos parezca razonable. Lo que nos dicta la razón es que al más mínimo
ápice de duda en una opinión, eso nos bastará para deshacernos de esa
opinión.
4. es penosa y laboriosa.
76
2. la vigilia del sueño.
MARTES 09/12/2014
77
El método sirve para revisar todo el conocimiento anterior. Ni más, ni menos.
Al final, lo que Descartes concluye es que todas las opiniones que hasta el
momento él tenía por verdaderas no son dignas de confianza, dado que ha
dudado de todas. La conclusión es que las opiniones son dudosas. Con ello,
Descartes apuesta por desconfiar de todas esas opiniones, aunque éstas
permanezcan en sí. Eso sí, lo harán en virtud de su condición dudosa, o por el
peso de la costumbre. La duda sirve para poner entre paréntesis todo
conocimiento. Esa es la manera que encuentra Descartes de que evitemos el
error y podamos librarnos de los engaños de ese Genio Maligno. Hasta ese
momento, el Genio Maligno se aprovechaba de la credulidad de quien cree
como verdaderas opiniones dudosas.
Con todo esto, lo único que queda como evidente es la propia duda. Al llevar a
cabo esa duda metódica, aquello indubitable se acaba por circunscribir al
hecho de que somos una cosa pensante21.
Así, Descartes ya habría llegado al final, a esa verdad indubitable sobre la que
construir todo el conocimiento: todo lo que se presente al espíritu con la
misma certeza que la propia duda tendrá carácter verdadero. Una vez que
hemos llegado a este final comprobamos que tras un periplo de duda absoluta ha
alcanzando algo incuestionable: el yo existe, pero no como cuerpo, sino como
pensamiento. De lo que tenemos evidencia es de que el yo existe como algo que
está pensando.
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3.3.3.1.4 La sustancia cartesiana:
Res cogitans, Res extensa, Res infinita
Cogitans Extensa
Cogitare Actividad mental Material y extensiva Ocupa espacio
Infinita
Dios
1. Alma: es 2. Cuerpo: es
El hombre de Descartes
79
Descartes se apoya en dos explicaciones que garantizan la certeza de la
inmortalidad del alma:
1. la infinita (Dios)
Hemos dicho que la idea es el objeto del pensamiento. Así, hay ideas:
1. Innatas:
2. Adventicias:
3. Facticias:
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3.2. Se conocen también como verdades de razón.
Así, Dios, emparejado con la idea de Perfección, ¿qué tipo de idea sería?
LUNES 15/12/2014
La idea de Dios es innata porque las ideas innatas, para Descartes, no las
alcanzamos tras el nacimiento porque son anteriores a cualquier percepción que
tenemos del mundo que nos rodea. La idea de Dios, por tanto, es anterior a
toda percepción del entorno. En este sentido, hay ciertos contenidos de
nuestra mente, entre ellos la idea de Dios, que no provienen ni de la
experimentación ni de la observación.
¿Cuáles son las ideas innatas? Entre estas ideas está la idea de Dios, como
decimos, así como la idea de alma. Nos centraremos en Dios para ver cómo
llegamos a tener esas ideas, o de donde proceden esas ideas innatas. Volviendo a
la cuestión de la subjetividad (eje y centro de todo el sistema cartesiano), cómo
descubro esas ideas.
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3.3.3.2 Meditación tercera
de Dios; que existe
Dios es causa eficiente de todas las cosas: Dios crea todo, y yo reconozco la idea
de infinitud por contraposición a mí, que soy finito.
Vemos por tanto la explicación de que una de las cualidades de Dios, como es la
infinito, como la otra, la perfección, responden a ideas innatas que yo
percibo porque Dios las ha colocado en mí. La idea de ser perfecto e infinito no
puede ser pensada sin dar por supuesta su existencia: pensar en Dios es lo
mismo que pensar en su existencia. Es decir, concebir a Dios es casi la misma
cosa que concebir su existencia. Para Descartes la existencia es una propiedad
que posee el ser, de manera que la existencia es algo que se atribuye a la cosa.
Así, un ser perfecto, por sus propiedades, no puede no existir. Para
Descartes, el hecho de que posea esa idea innata, que no procede de la
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experiencia ni la he generado yo, es porque existe un ser perfecto e infinito que
es fuente de dicha idea.
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puesto
que
la
luz
natural
nos
enseña
que
el
engaño
depende
de
algún
defecto.
Esta es la primera de las tres funciones que cumple Dios en el sistema cartesiano.
Veamos esas tres funciones:
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3.3.3.3 Análisis de las Meditaciones metafísicas
Las Meditaciones las redacta entre 1638 y 1640. Otro momento clave es la
publicación del Discurso del Método, en 1637. Las Meditaciones se redactan en
dos años, pero se publican en una primera versión en 1641, donde aparecen
seis de las siete objeciones y respuestas que se publicarán en 1642.
Es gracias a Dios que es posible que yo vea las cosas claras y distintas: no sólo
la idea de Dios es clara y distinta, sino además que en base a esto se garantiza
aquello. Entonces, ¿la autonomía de la razón? Descartes dice con esto que Dios
garantiza la concepción de las cosas como claras y distintas, pero soy yo
quien las concibe así, de tal como que las cosas que son claras y evidentes lo
son con independencia de mi concepción: 2+2 son 4 con independencia y
autonomía de que yo lo conciba así. El cogito garantiza que si pienso, entonces
existo; pero Dios garantiza que con independencia de que yo lo piense, eso
seguirá siendo claro y evidente.
MARTES 16/12/2014
Dice que
Mas
a
fin
de
poder
suprimirlos
del
todo,
debo
examinar
si
hay
Dios,
en
cuanto
se
me
presente
la
ocasión,
y,
si
resulta
haberlo,
debo
también
examinar
si
puede
ser
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engañador;
pues,
sin
conocer
esas
dos
verdades,
no
veo
cómo
voy
a
poder
alcanzar
certeza
de
cosa
alguna.
Esto podría perfectamente pasar por Platón. La única relación que hay entre los
progenitores y el sujeto es la materia, en la que se encierra el cogito, que es la
verdadera esencia de mi yo. Volvemos así al hecho de que es Dios el que
proporciona ese espíritu cogitante, no los progenitores.
En cualquier caso, estamos habilitados para señalar que hablamos del Dios de
los filósofos, y quizás próximo al Dios cristiano.
Esa evidencia de la existencia de Dios por el hecho de que yo estoy aquí queda
completada con Descartes señalando que, en tanto es mi Creador, cuando me
conozco a mí mismo estoy conociendo a Dios: cuando me conozco como un ser
imperfecto también estoy conociendo a ese ser perfecto que posee todo aquello a
lo que aspiro y de lo cual carezco.
Vemos por tanto con todo esto que Descartes no introduce el tema de Dios
sólo para huir de la censura, sino que es el requisito y fundamento último
que le faltaba. Desde el mecanicismo se ve como quien pulsa el botón de la
realidad, pero en última instancia se trata del sostén del sistema: es quien
garantiza al hombre que pueda conocer con verdad y evidencia. Dios es un
concepto filosófico. Es la absoluta condición de posibilidad. Por eso es parte (la
fundamental, de hecho) de una Teodicea.
¿Qué dirá más tarde en Los principios de filosofía de 1644? Dirá que lo
anteriormente expuesto no quita que luego el autor afirme que Dios no ha dado
todo lo que podría darnos, y no estaba obligado a dárnoslo. Con eso, Descartes
dice que Dios no quiere que lo conozcamos todo con absoluta perfección, y
sin embargo eso no significa que Dios sea la causa de nuestros errores. Dios
no nos engaña, sino que nos limita. La omniscencia sólo es propia de Dios, no
de lo finito.
3. es un ser eterno
Así, cuando se analiza el concepto de Dios en Descartes hay que tener en cuenta
la cuestión
1. gnoseológica,
2. antropológica
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