Comentario Salmo 119-9
Comentario Salmo 119-9
Comentario Salmo 119-9
INTRODUCCION
Todo joven puede llevar una vida limpia cuando DECIDE: BUSCAR a Dios de corazón, VIVIR
de acuerdo a la Palaba y se ALEGRARSE de andar en camino de la VERDAD.
Se ha concluido, a partir del versić ulo 9, que el autor de este salmo era una persona joven. Puede ser, sin
embargo, que esta alusión refleje el interés de los maestros de sabiduría en el bienestar de la juventud
de la nación. Joven o anciano, de todos modos, el CAMINO de cualquier hombre o mujer se limpia al
guardar la palabra de Dios en su corazón (9–11).
¿Con qué limpiará el joven su camino? El bienestar de los jóvenes. El interes de los maestros
Con guardar tu palabra. De sabiduria en el bienestar de los jóvenes.
¿Qué es camino?
10 Con todo mi corazón te he buscado; Busca la ayuda de Dios
No me dejes desviarme de tus mandamientos. Para no desviarse del camino
La voluntad de Dios y su Palabra no solamente sirven para limpiar el camino; son también motivo de
regocijo para el corazón. Los estatutos (mandamientos, 13), los testimonios (14), mandamientos y
caminos (15) y las palabras (16) de Jehová son GOZO Y DELEITE para el corazón del siervo de Dios.
Alef expresó su anhelo (5), pero la manera práctica de seguir adelante es enfocar ese anhelo en la
palabra de Dios y en el Señor mismo (10, 12). Se presenta el caso de un joven, o sea, una situación en
que la vida de pureza está presionada constantemente. La posibilidad de una vida pura depende de la
dirección de la voluntad (10), los contenidos de la mente y la memoria (11), las preocupaciones de la
boca (13) y de las emociones (14, 16), los sujetos del pensamiento (15, 16).
La vida exterior (camino), emana de factores interiores, todos absortos en la palabra y centrados en
el Señor en alabanza e instrucción (12).
Vs. 9 Con qué, una pregunta práctica: “¿De qué manera?” El problema es externo (9), pero la respuesta
(10-16) es interna.
Vs. 10 La dirección deliberada (he buscado) del corazón (todo el ser interior) volviéndose hacia Dios
y la práctica de la oración específica.
Vs. 13 El versículo comienza con labios humanos y termina con la boca divina: sea que hablemos solos
o con otros, nuestra conversación rebosa de lo que Dios ha hablado.
Vs. 15 Hasta este punto, los verbos principales han sido “perfectos de decisión” (“estoy decidido a
buscar... guardar... contar... gozar”). Los pensamientos paralelos son ahora volcados en una oración:
“Oh, por favor, permit́ eme meditar... considerar.”
Nuestros compromisos deben estar saturados de oración. 16 Una silenciosa resolución se basa en un
uso apropiado de las emociones y la memoria (16).