Los Ejercicios Espirituales de Santa Gertrudis
Los Ejercicios Espirituales de Santa Gertrudis
Los Ejercicios Espirituales de Santa Gertrudis
1. SU VIDA
1 Gertrudis nace el 6 de enero de 1256. A la edad de cinco años fue
confiada al monasterio de Helfta, cerca de Eisleben (Sajonia), pero no
sabemos nada de su familia, del lugar de nacimiento y sobre las condiciones
de su entrada en Helfta. Bajo la dirección de Matilde de Hackeborn, hermana
de la Abadesa, recibe una educación muy esmerada. Primeramente frecuenta
la escuela del monasterio en la que, inteligente y activa como era, se forma
pronto en letras, gramática y otras ciencias.
2 Habiendo elegido la vida monástica, comienza a estudiar Teología,
dando preferencia a la Sagrada Escritura y a los Padres Latinos,
especialmente San Agustín y San Gregorio Magno, así como gusta también
de las obras de San Bernardo. Fue experta en el canto de las melodías
gregorianas y en la miniatura de los códices. El amor por los estudios fue tan
grande que comenzó a dejar la oración personal, lo que le causó un vacío
espiritual. Solamente después de una profunda crisis espiritual alcanza a
superar su estado de indiferencia religiosa (1280).
3 El 27 de enero de 1281, mientras atravesaba el dormitorio, el divino
Maestro se le apareció bajo la semblanza de un joven muy bello, que
prometió salvarla. Desde este momento hasta su muerte, Gertrudis se
deleitaba de la presencia sensible de su celeste esposo. Esta gracia mística
fue decisiva para un cambio interior radical, que divide su vida en dos
períodos muy notables.
4 En la primera parte Gertrudis desarrolla sus dones naturales; en la
segunda, habiendo comprendido a la edad de 25 años que, sólo Dios puede
satisfacer plenamente un alma, se encamina totalmente hacia la unión con
Cristo.
5 Esta vida mística, y las gracias con las que fue colmada, no constituyen
un repliego egoísta sobre sí misma. Gertrudis tiene conciencia de que debe
transmitir un mensaje. Es un ejemplo para sus hermanas del monasterio, y
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además por orden terminante de su Señor, debe tomar la pluma para redactar
este “Memorial de la abundancia de la divina caridad”, que revela toda su
vida íntima en Cristo e invita a imitarla. Como la contemplación en Helfta
florece en el contexto de la liturgia, también Gertrudis sigue en sus escritos
esta misma línea. Como benedictina reza y canta los textos litúrgicos y los
medita después en su celda. Sin la intención o preocupación por escribir un
manual de espiritualidad, describe su experiencia espiritual de unión con
Dios.
6 Fallece el 17 de noviembre de un año que no podemos precisar, pero que
parece ser posterior a 1301, aunque no muy lejano.
2. SUS ESCRITOS
7 Los escritos de la Santa están redactados en latín. De ellos quedan
solamente los Ejercicios espirituales y el Mensajero (Heraldo) de la divina
piedad. La recopilación de Preces Gertrudianas, no es una tercera obra sino
una selección de textos.
3.1 Su historia
8 En 1536 Dom Johannes Lanspergius publicó por primera vez las obras
de Santa Gertrudis. Esto ya nos indica que durante casi dos siglos y medio no
fueron conocidas. Sin embargo, la dificultad que se tiene es que, hasta ahora,
no se conoce ningún manuscrito de los Ejercicios Espirituales de la Santa.
Tampoco Lanspergius dice algo en este sentido directa o indirectamente. Lo
que hace suponer que la publicación que hizo, consiste en compilaciones de
textos auténticos de sus escritos.
9 Después de la publicación de Lanspergius, los Ejercicios Espirituales
han conocido un gran éxito posterior apareciendo otras publicaciones. Y
creciendo con ello también la fama de santidad de Gertrudis. Su fiesta fue
inscrita en 1677 en el martirologio romano y después se extendió a la Iglesia
universal. A través de España, especialmente dada a conocer por los Padres
Carmelitas, gana el Nuevo Mundo y fue declarada patrona de las Indias
Occidentales (América).
10 En el siglo XIX, toda una escuela espiritual, descubre en las monjas de
Helfta, tanto en Santa Gertrudis como en Santa Matilde, unas precursoras de
la devoción al Sagrado Corazón. Aprecian a Gertrudis por su abandono a la
misericordia infinita del Corazón de Jesús, especialmente en el sexto
ejercicio sobre la acción de gracias y la alabanza.
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a) Visión de conjunto
15 Los Ejercicios de Santa Gertrudis son siete. La elección de este número
simboliza la perfección. Se presentan como un camino de perfección
espiritual. La colección podría titularse: “Ejercicios de perfección espiritual”
o mejor: “Instrumentos de perfección espiritual”.
16 El primer capítulo o primer ejercicio propone profundizar el bautismo
recibido y conservar su santidad. Insiste en el abandono del mundo y en la
conversión. El segundo capítulo o ejercicio, el más corto, recuerda la toma
del hábito religioso, mientras el tercero medita, más largamente, las riquezas
de la consagración de las vírgenes, tema que retoma el cuarto ejercicio, bajo
el ángulo de la donación de sí mismo a Dios. El quinto ejercicio, sin duda
alguna, excita en el alma el amor divino. En estas páginas el alma, de la
mañana a la tarde, siguiendo la curva del día, se entrega a la plenitud del amor
a Dios. El sexto ejercicio, de alabanza y acción de gracias, es un prolongado
júbilo por la misericordia infinita. El séptimo y último, reparación de los
pecados y preparación a la muerte, se dedica sobre todo, de hora en hora, a
gustar el reposo definitivo de la unión perfecta.
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cosa contigo mediante tu vivo amor”. Después se rezan los salmos 23, 50 y
90.
26 Unas letanías ofrecen un carácter más práctico que las anteriores, no sólo
en sus peticiones, sino también en las invocaciones a los santos. Llama al
apóstol San Juan el discípulo amado de Jesús. San Benito es saludado con
devoción y reverencia: es “el nobilísimo fundamento de la vida religiosa”.
¿No se deben a él los ritos que aquí son recordados: la firma del acta de la
consagración, la recepción de la regla, la vestidura con el hábito religioso?
27 Estas tres etapas se acompañan de oraciones en que Gertrudis expresa
su abandono al amor de Jesús, su unión con él, su pertenencia a él solo. Su
primera obediencia consiste en hundirse en el amor, en el que se sumerge
simbólicamente postrándose. La Eucaristía concluye esta unión, y la acción
de gracias se traduce en dos cánticos, el Magnificat y el Nunc dimittis.
Gertrudis insiste mucho en todo esto en el deseo de ser sepultada en el Dios
vivo, con Jesús y en Jesús. El ejercicio termina con esta oración: “Ahora oh
amor, mi rey y mi Dios; ahora, oh mi querido Jesús, recíbeme en el delicado
amor de tu divino Corazón. Allí acércame a ti con tu amor, para que viva
eternamente para ti; y húndeme en el océano profundísimo de tu misericordia,
y confíame a las entrañas de tu enorme piedad; arrójame en la llama
devoradora de tu vivo amor. Allí, allí llévame en ti hasta hacer cenizas en el
incendio mi alma y espíritu”.
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FUENTES
- Gertrude d’Helfta, Oeuvres Spirituelles. Tome I – « Les Exercices ».
Les Editions du Cerf, Paris 1967.
- Esercizi di Santa Gertrude la Grande O.S. B. Scritti Monastici editi
dai Monaci Benedettini di Praglia, 1924.
- Gli Esercizi di Santa Geltrude. A cura di D. Alfonso Salvini O.S.B.
Abbate di Vallombrosa. Edizione Paoline l961.
- “Gertrude d'Helfta”: Dictionnaire de Spiritualité, Tome VI 1967, pp.
331-338.
- “Gertrude di Helfta”: Dizionario Enciclopedico di Spiritualità/2. A
cura di Ermanno Ancili, nuova edizione, ed. del Pontificio Istituto di
Spiritualità del Teresianum 1990, Roma, pp. 1080-1081.
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